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Volumen 9 • N.°2 Ilustre Colegio Ocial de Dentistas de Granada

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Volumen 9 • N.°2 Ilustre Colegio Ofi cial de Dentistas de Granada

Revista Odontológica Granadina / Vol.9 N.º2. 2008

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SUMARIOVOLUMEN 9 Nº 2Mayo - Agosto 2008Revista Odontológica Granadina

Edita: Colegio Ofi cial de Dentistas de Granada

Directora: María de Nuria Romero OlidDirectores Adjuntos: Eva Mª. Rosel Gallardo y Cristina Ibáñez RomeroSecretario Redacción: Antonio Luis Bonilla MartosEditora Sección Científi ca: Rosa Pulgar EncinasResponsables Secciones:Prótesis: Francisco Javier Fernández ParraPeriodoncia: Francisco Mesa AguadoOdontopediatría: Matilde Ruiz LinaresCirugía: María de Nuria Romero OlidOdontología Conservadora: Rosa Pulgar EncinasErgonomía: Juan Ignacio Rosales Leal Medicina Bucal: Patricia Morales GarcíaOdontología Preventiva: Eva Mª. Rosel GallardoOrtodoncia: Jose A. Alarcón PérezActualidad Científi ca: Isabel Yepes FloresInternet: Daniel Sánchez Durán e Inmaculada Cabello MalagónHistoria: Fernando Monsalve MorenillaBlanco y Negro: Alejandra Urréjola Ballesteros y María Gloria Ruiz Escolano

JUNTA DE GOBIERNOPresidente: Fco. Javier García JerónimoVicepresidente: Fco. Javier Fernández ParraSecretario: Gabriel Zapata GonzálezTesorero: Ramón del Castillo SalmerónVocales: María de Nuria Romero OlidMaría Teresa Briones LujánEnrique Agredano MartínEva María Rosel GallardoMª. Cristina Ibáñez Romero

Dirección y Redacción:Colegio Ofi cial de Dentistas de GranadaUrb. Parque del Genil, C/. Maestro Montero,Ed. Guadiana, bajo 18004 GranadaTel.: 958/ 522953 523192 Fax. 523192E-mail: [email protected]@dentistasgranada.orgHttp/: www.infomed.es/cgranada

Diseño y maqueta: Susana Espinosa (Whippo Creativos)C/. Caña, 11. 18015 Granada.Tel. 958 288 [email protected]ánica e impresión:Jerónimo GómezImpresión: Alsur S.L.Tirada: 750 ejemplaresDepósito Legal: Gr-448/2000ISSN: 1576-4966

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Editorial

Nuestro Colegio:

- Movimiento colegial- El Dentibús baja a la costa granadina

Blanco y negro

- Ayer y hoy de las patologías dentales Autores: Alejandra Urréjola Ballesteros y

María Gloria Ruiz Escolano

Semblanzas

- ¿Qué opinas de nuestra profesión? Autores: Eva María Rosel Gallardo y

Antonio L. Bonilla Martos

Retazos de Historia

- Los tornos dentales Autor: Fernando Monsalve Morenilla

Sección Científi ca

- El aporte de los expansores motorizados a la implantología actual

Autora: Olmedo Gaya, Mª. V. - Manifestaciones orales en pacientes con fi brosis quística (1ª parte)

Autora: Robles Jiménez, Mª.I.

Actualidad Científi ca

- Actualidad científi ca internacional Autora: Isabel Yepes Flores

Internet

- Colgad@s a la red Autores: Daniel Sánchez Durán e

Inmaculada Cabello Malagón

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Editorial

Mª. de Nuria Romero OlidDirectora Revista O.G.

El desarrollo de la nanotecnología se pro-duce a partir de las propuestas de Richard Feynman, premio Nóbel de Física, a partir de las cuales se utilizan unas medidas pequeñas llamadas “nanos” que permiten trabajar y manipular los átomos y las estructuras mo-leculares para el desarrollo de nuevos mate-riales. Como se manipula todo a escala tan minúscula obtenemos propiedades totalmen-te nuevas. Podemos hablar en este punto de nanomedicina, nanomáquinas…

Se pueden conseguir materiales nuevos más fuertes que el acero, aplicaciones infor-máticas más rápidas, sensores moleculares capaces de detectar y destruir células cance-rígenas en el cerebro, nanopartículas contra la resistencia a la quimioterapia, superfi cies de implantes ortopédicos que reducen la pre-sencia de bacterias, imágenes por rayos x con nanotubos, nanotecnología en condimentos, nanotecnología para restaurar obras de arte, microscopios que producen nanoimágenes en 3D, nuevos textiles para diseño de ropa inte-rior y ropa deportiva en el contexto de ropa futurista que nos protege de “no sé qué ma-les”, nuevos materiales para la construcción… Y nos preguntamos: ¿se llegará a una segunda revolución industrial en el siglo XXI?... ¿Será su impacto tan importante y ante el cual ten-dremos que estar prevenidos…?

En odontología llevar las nuevas tecno-logías a la práctica requiere una evaluación planifi cada siendo la investigación clínica un elemento esencial para evaluar el impacto de cualquier nuevo producto que se pueda utili-zar en nuestros pacientes.

Existen superfi cies de implantes que si se estudian a mayor resolución, es decir a nivel nanométrico, se observa que la superfi cie está modifi cada y que se crean estructuras a escala nanométrica. Podemos cuestionarnos si estos cambios a una escala tan reducida tienen al-

gún efecto en la biología. ¿Quizás implantes antibacterianos?

Hablamos también de cerámica modela-ble nano-optimizada, donde el ajuste de color de la restauración se mejora mediante nano-pigmentos cromáticos distribuidos homogé-neamente y en las que un nano-modifi cador es el responsable de la gran estabilidad del material transmitiéndole propiedades exce-lentes para el modelado. Tenemos a nuestro alcance nuevas resinas compuestas con nano-partículas (25 nm) y nanoclusters (75 nm) que pueden conseguir un acabado mejor de la re-sina y una menor contracción de polimeriza-ción que impide problemas como la fi ltración marginal o la sensibilidad post-operatoria.

Esta nueva ciencia se puede aplicar tam-bién en la fabricación de LED de última ge-neración.

¡Pero cuidado! Como en otros grandes avances se debe hacer una gestión responsa-ble que controle los riesgos potenciales de la nanotecnología y potencie los benefi cios en nombre de la humanidad. Evitar mediante di-ferentes tipos de legislación una producción poco costosa y la duplicidad de diseños que podría infl uir en la economía, la sobre explo-tación de productos baratos que podrían da-ñar el medio ambiente, el tráfi co de productos pequeños y potentes en el mercado negro… Incluso se podría plantear hasta un riesgo existencial. Ya un día navegando di con una página no muy alentadora que mostraba un alegre “¡Adiós al dentista!”. Una compañía japonesa que fabrica una pasta de dientes es-pecial con partículas de nano-hidroxiapatita que pueden regenerar el esmalte.

Espero y deseo que este adiós se deba al merecido descanso de la época estival. ¡Buen verano!

LA “NANOSOCIEDAD”

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MOVIMIENTO COLEGIAL

Nuestro Colegio

BAJAS

ROLDÁN GUTIÉRREZ, ALICIA

NAVAJAS NIETO, JOSÉ MANUEL

GARCÍA GARCÍA, ESTHER

CUENCA JIMÉNEZ, TOMÁS

ALTAS

ABRIL

TOMÁS CUENCA JIMÉNEZUniversidad de Granada

Mª CAROLINA GUILHERME ERHARDTUniversidad de Campinas (Brasil)

FRANCISCO VALDEARENAS LÓPEZUniversidad de Granada

JULIO

MARÍA MERCEDES RODRÍGUEZ JEREZUniversidad Alfonso X El Sabio (Madrid)

MAYO

SUSANA DOMÍNGUEZ REGALADOUniversidad de Granada

Desde Aviva Vida y Pensiones queremos ofrecer un servicio de asesoramiento personalizado a todos los Colegiados.

Aviva Vida y Pensiones, pertenece al grupo multinacional Aviva, primer grupo asegurador británico y 5º del mundo. Aviva opera en más de 25 países y presta servicio a 40 millones de clientes en todo el mundo. Cuenta con 59.000 empleados y fi gura entre las 100 empresas más comprometidas en el mundo con el medio ambiente.

En España, nos encontramos entre las cinco primeras aseguradoras, con una cuota de mercado del 9%.

Gracias a este servicio los Colegiados tendrán acceso, sin coste alguno, a los servicios de Asesoramiento Financiero Personal a través de Asesores Financieros Profesionales de la Red Aviva Vida y Pensiones. A lo largo de este año, desde Aviva Vida y Pensiones nos pondremos en contacto con cada uno de ustedes para concertar una entrevista personal y ofrecerles dicho servicio.

En caso de que alguno de ustedes esté interesado en recibir el servicio en una fecha determinada, puede ponerse en contacto con Aviva-Granada (Tfno.958.226.533) o enviar un correo a [email protected], indicando que está colegiado en el Colegio Ofi cial de Dentistas de Granada.

ARRIBAS MORENO, JUAN MIGUEL

INFORMACIÓN DE INTERÉS PARA LOS COLEGIADOS

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Entre los días 28 y 30 de abril nos bajamos con el Dentibús a Motril para seguir familiarizan-do a la gente con el cuidado y la prevención dental.

Anunciamos la presencia del Dentibús en los medios de comu-nicación locales (prensa, radio y televisión) con antelación para avi-sar a nuestros paisanos de la costa que íbamos a estar por allí con los mejores medios para que nos dedi-caran unos minutos de su tiempo en algo tan importante como es la

revisión dental y que nos ayuda-ran a cumplir nuestro objetivo de acercar al máximo número de per-sonas posibles nuestra tarea.

Aparte de la gente que pasaba por allí que curioseaba un poco y se acercaron para que les revisára-mos la boca, multitud de colegios de la costa granadina aprove-charon la ocasión para organizar visitas concertadas con sus alum-nos que fueron obsequiados con un kit de cuidado dental forma-do por pasta de dientes infantil,

cepillo infantil y caja de chicles sin azúcar. Por supuesto que a los mayores también se llevaron su kit dental correspondiente, pero en su versión adulta, claro.

En fi n, la iniciativa impulsa-da por el Colegio de Dentistas de Granada, fue todo un éxito, la gente de Motril y alrededores nos trataron estupendamente e incluso la climatología nos obse-quió con unos agradables días de sol, así que esperamos volver en alguna otra ocasión.

Nuestro ColegioCristina Ibáñez Romero. Odontóloga Granada.

EL DENTIBÚS BAJA A LA COSTA GRANADINA

Figuras 1 a 4. De izda. a dcha. y de arriba abajo.1. Entrevista de la radio a una de las odontólogas. 2. Alumnos de uno de los colegios que pasaron por el Dentibús. 3. Personal del Dentibús. 4. Revisando a los niños.

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Alejandra Urréjola Ballesteros. Gloria Ruiz Escolano.Odontólogas Granada.

Blanco y Negro

AYER Y HOY DE LAS PATOLOGÍAS DENTALES

En el campo de la odontología lo que hoy es frecuente, ayer era una excepción, y viceversa. Las patologías orales han cambiado a lo largo del tiempo, tal como re-cogemos en los siguientes apar-tados, en los que podemos ver su evolución.

CARIES

Se ha especulado con la idea de que la caries es una enferme-dad paralela al desarrollo de la civilización, es decir, que su apa-rición tiene lugar después de la revolución neolítica y coincidien-do con los pueblos que desarro-llan una cultura avanzada.

Los hechos desmienten tal afi rmación puesto que la caries es una patología que afecta, no sólo a la especie humana, sino también a otras especies, como es el caso de los dinosaurios de hace 100 millones de años, en los que se han encontrado evidencias de la misma.

Lo que sí es cierto es que se ha producido un notable aumento

de la frecuencia de aparición de esta enfermedad con el tiempo. Esto parece ser debido a que la economía cazadora, pescadora y recolectora de los antiguos po-bladores era más benefi ciosa que la dieta y los hábitos de consumo actuales.

Otra diferencia a destacar es que en épocas pasadas la caries era una enferme-dad considerada de adultos, en-contrándose rara-mente en niños. Tal afi rmación no se concibe en nuestros días.

PÉRDIDA DENTAL

Desde hace miles de años se llevan realizan-do extracciones dentales. En los pueblos primitivos se hacían por razones rituales desde la Edad de Piedra.

En la actualidad, las indica-ciones de extrac-ciones dentales se reducen a casos concretos como, por ejem-plo, motivos or-todóncicos o pe-riodontales entre otros.

Es sabido que la enfermedad periodontal no es una patología

de reciente aparición. Se han en-contrado vestigios de este proce-so en especímenes muy antiguos, destacando el hombre de la Cha-pelle aux Saintes, en Francia, con reabsorciones alveolares severas.

A pesar de todo ello, sabemos que la enfermedad periodontal continúa siendo una de las enfer-

medades más comunes padecida por la especie humana, si bien, afortunadamente, sólo el 10-15% de los casos corresponden a for-mas agresivas de la progresión rápida.

No existen, asimismo, dema-siadas diferencias en cuanto a la etiología de esta enfermedad. Antes se creía que aparecía por falta de limpieza de la boca, die-ta defi ciente, atricción o desgaste dental o por la irritación produci-da por el sarro. Hoy en día se en-tiende que la enfermedad perio-dontal está desencadenada por el acúmulo de placa bacteriana y sarro, interviniendo, asimismo, en la progresión y destrucción

Fig. 1. Caries distal de gran tamaño en un 46. La radiografía muestra la lesión periapical correspondiente, junto a una reabsorción apical de la raíz mesial del 47 (Fuente Hoz-Álava).

Fig. 2. Barranc de Rifá, osteitis con pérdida de altura del reborde alveolar que permite ver las raíces y orifi cios fi stulosos (Campillo, Domingo).

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Blanco y Negro

de los tejidos periodontales otros factores como la cantidad y viru-lencia de los microorganismos, la resistencia del huésped (es-tado inmunitario, genética…) y otros factores de riesgo asociados como la higiene oral defi ciente, el tabaquismo, el alcohol, la alimen-tación…

AGENESIAS DEL TERCER MOLAR

Se han descrito varios casos de hipodoncia en el Paleolítico. Aún así, resulta raro encontrar alguna evidencia de falta de algún cor-dal, puesto que esta pieza denta-ria apenas falta en este periodo y cuando ocurre es parcialmente, no las cuatro a la vez.

Sin embargo, en el Neolítico está ausente en el 0,25% de los cráneos estudiados, incremen-tándose en la actualidad hasta un 5% de la población. La causa de la ausencia del tercer molar o muela del juicio se atribuye a la involución del aparato mastica-torio con la subsiguiente dismi-

Fig. 3 y 4. A: Mandíbula de la Edad del Bronce procedente de Yorshire que presenta: 1) Cavidad de un absceso grande en el segundo premolar. 2) Ahuecamiento típico de la dentina por desgaste. 3) Depósito medio de cálculo. 4) Pérdida ante mortem del segundo molar, con la subsiguiente curación. B: Mandíbula de la Isla de Dolgoi, Liberia, que presenta: 1) Notable hemiatrofi a de la región ramal. 2) Tercer molar muy reducido. 3) Considerable resorción alveolar debida a periodontitis (Fuente D. R. Brothwell).

nución del tamaño de las arcadas dentarias.

NEOPLASIAS

Son muchos los restos de estas patologías que se han encontrado en individuos muy antiguos. Sin embargo, la frecuencia de las mis-mas es signifi cativamente menor que en la actualidad, hecho que puede deberse a la menor espe-ranza de vida de las poblaciones primitivas. Campillo describió os-teomas en un cráneo de la cueva de L’ heura de Ulldemolins (Ta-rragona), los cuales constituyen los tumores que se encuentran con más frecuencia en el material arqueológico.

Otros autores hablan del en-cuentro de sarcomas osteogénicos en Menorca en un individuo ha-llado en el barranco de Algendar. Asimismo, se observó un proceso neoplásico que afectaba a la re-gión pterigomaxilar izquierda en un individuo del Neolítico halla-do en la cueva de Juan de Ors de Tarferén (Lérida).

TRAUMATISMOS MAXILOFACIALES

Son numerosas las evidencias de traumatis-mos maxilofaciales que se han encontrado en los hombres prehistóricos de todo el mundo. El tipo de vida violenta de los caza-dores, así como los con-fl ictos entre tribus y cla-nes, hacían este tipo de accidentes relativamente frecuentes. Incluso se piensa que algunos trau-mas serían consecuencia de prácticas de canibalis-mo.

Actualmente, la principal causa de traumatismos maxilo-faciales son los accidentes de trá-fi co, seguidos por los accidentes domésticos, las caídas casuales y los accidentes laborales.

BIBLIOGRAFÍA

1. González Iglesias, J. Histo-ria de la Odontoestomatología Española. Ediciones Avances Medicodentales S.L. Madrid, 1994.

2. Brothwell, D.R. Desenterran-do huesos. La excavación, tra-tamiento y estudio de restos del esqueleto humano.. Fondo de Cultura Económica. 1981.

3. Riobos García, R. Odontología Preventiva y Comunitaria. Edi-ciones Avances Medico-den-tales. S.L. 2002

4. Hurbert F. Wolf. Edith M. & Klaus H. Rafeitschak. Perio-doncia. Editorial Masson. 3ª Edición.

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Semblanzas

* Eva Mª Rosel Gallardo.** Antonio L. Bonilla Martos.

¿QUÉ OPINAS DE NUESTRA PROFESIÓN?

* Odontóloga. Granada.** Gerente Colegio Ofi cial Dentistas.

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Semblanzas

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Retazos de HistoriaFernando Monsalve Morenilla. Doctor Médico Estomatólogo. Especialista Universitario en Ortodoncia.Granada.

LOS TORNOS DENTALES

Son unas máquinas capaces de imprimir movimientos rota-torios a una punta cortante con objeto de resecar los tejidos den-tarios cariados y conformar las cavidades.

El primero que se ideó fue un sencillo arco de cuerda con el que los mayas en la América preco-lombina hacían cavidades en los dientes anteriores para incrustar piedras preciosas por motivos rituales o religiosos, y hemos de reconocer que pese a lo elemental y tosco del artilugio, las incrus-taciones encajaban tan perfecta-

mente que muchas de ellas han permanecido “in situ” más de mil años, lo cual no es mala cifra para un empaste.

El taladro de arco fue lo único que pudo disponer la profesión durante toda la antigüedad. To-davía el gran Fauchard en 1728 usaba uno, en esencia, igual al de los antiguos mayas. Pero este aparato no terminaba de conven-cer a los profesionales; su for-midable apariencia asustaba a los pacientes, era engorroso de manejar e inaccesible a las zonas posteriores de la boca por lo que era inefi caz en la mayoría de las ocasiones.

Durante el siglo XIX se dise-ñaron una serie de ingeniosos berbiquíes manuales que pode-mos apreciar en la obra de Trivi-ño (1873). Pero fue James Beal Morrison el primero que, inspi-rado en la máquina de coser Sin-ger, ideó el primer torno dental realmente útil patentándolo en 1871.

Constaba la máquina de un volante movido por un pedal que por medio de una correa de trans-misión ponía en movimiento un brazo fl exible compuesto de un cable de acero cubierto con una funda. Al extremo de este brazo se conectaba la pieza de mano o contraángulo en el que se inserta-ban las distintas puntas cortantes (fresas).

La profesión quedó encantada con este invento; el trabajo ma-nual para la limpieza de las caries

se suprimía, era menos doloroso para el paciente y se ahorraba una tercera parte del tiempo en la operación, y por fi n, hasta las ca-ries más remotas eran accesibles al operador. Esto hizo que se di-fundiera rápidamente por todo el mundo, por ejemplo, en España ya estaba a la venta en 1873 en el depósito dental de Triviño e Hijos a un precio de 1800 reales junto con una docena de fresas de dis-tintos tamaños para “conformar todas las cavidades necesarias”.

El torno de pedal se usó am-pliamente por todo el mundo du-rante el resto del siglo XIX y prin-cipios del XX, y es que aunque en 1872 la S.S. White Company puso en el mercado el primer torno eléctrico, pocos dentistas lo compraron, entre otras cosas porque pocas ciudades contaban en dicha fecha con corriente eléc-trica urbana suministrada de for-ma continuada. A principios del siglo XX y coincidiendo con la generalización del suministro de electricidad, las extraordinarias ventajas que presentaba hicieron que se difundiera rápidamente.

El torno eléctrico constaba de un motor cuyo eje enlazaba con un brazo bien de cable o de cuerda, siendo este último el pre-ferido por transmitir menos vi-braciones. Un reostato manejado por el pie del operador regulaba las distintas velocidades e incluso invertía la marcha. Estos tornos, ya en 1905 alcanzaban las 20.000 rpm, estuvieron en boga hasta la década de los sesenta que fueron sustituidos por las turbinas de

Fig. 1. Torno dental a pedal que perteneció al cirujano dentista D. José Cañadas Hidal-go (1874-1938). Museo de Odontología de la UGR.

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13alta velocidad y los micromoto-res eléctricos.

Como dato curioso diremos para fi nalizar que en España, después de la Guerra Civil, de-bido a los cortes y restricciones en el suministro de electricidad, hubo que desempolvar los anti-guos tornos de pedal. Mi padre, Fernando Monsalve Sánchez, alumno de la primera promoción de médicos estomatólogos (1949-51), me contaba que hacían sus

prácticas en la Escuela de la UCM con tornos de ese tipo.

BIBLIOGRAFÍA

1. Forteza, S. (1960). Despedida al torno habitual, en: Actas del XIX Congreso Nacional de Odontología. Madrid: Gráfi -cas Sebastián, pp 379-383.

2. Martínez del Castrillo, J.M. (1904). Diccionario General de Odontología. Madrid:

Bailly-Baillyere e hijos, 471 pp.

3. Pons y Oms, R. (1925). Tratado de Odontología. Madrid: La Odontología. Tomo III, 319 pp.

4. Ring Malving, E. (1989). His-toria de la Odontología. Bar-celona: Doyma, 319 pp.

5. Treviño Portillo, C. (1875). El Cirujano Dentista. Madrid: Diego Valero, Tomo II, 713 pp.

Debido al crecimiento extraor-dinario de la información sobre el mecanismo de acción y la aplica-ción clínica de los fármacos y a la introducción de nuevos agentes, la farmacología se ha tornado cada vez más importante para los profe-sionales de la salud que los prescri-ben o administran. En odontología, se los utiliza como tratamiento pri-mario y como facilitadores de los procedimientos dentales; además, muchos pacientes pueden estar recibiendo otros medicamentos ca-

Farmacología en Odontología (Fundamentos)

AUTOR: KD TRIPATHI: Ex Director, Profesor y Jefe de Farmacología. Maulana Azad Medical Collage y Hospitales Asociados LN y GB Pant. Nueva Delhi. India.

paces de ejercer efectos bucodentales o interactuar con los recetados por el odontólogo. Farmacología en Odonto-logía, Fundamentos ofrece un conoci-miento amplio que cubre desde los principios de la acción hasta la farma-cología sistémica, y destaca los agen-tes que se utilizan de manera habitual en la especialidad.

Sus aspectos sobresalientes son:

Ø Centra la atención en los temas con mayor relevancia en odon-tología, como el uso de analgési-cos y AINE en el dolor dental, la anestesia, el papel de cada clase de antibióticos en la infecciones bucodentales, la profi laxis de la infección posextracción y de la endocarditis en pacientes con riesgo especial, y la elección de antisépticos y antibióticos para el control de la placa y de la enfer-medad periodóntica.

Ø Capacita al odontólogo para ele-gir racionalmente los fármacos adecuados para el tratamiento de

las afecciones dentales frecuen-tes y para indicarlos y admi-nistrarlos con conocimientos y seguridad.

Ø Incluye un capítulo sobre las interacciones farmacológicas de observación más común en odontología.

Ø Informa sobre los efectos adver-sos bucodentales de la farmaco-terapia y delinea la conducta inicial frente las emergencias médicas, como el shock ana-fi láctico, las convulsiones, la angina de pecho o las crisis as-máticas durante el tratamiento odontológico.

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Retazos de Historia

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EL APORTE DE LOS EXPANSORES MOTORIZADOSA LA IMPLANTOLOGÍA ACTUAL

* Profesora Asociada de Cirugía Bucal. Facultad de Odontología. Universidad de Granada. * Olmedo Gaya, Mª. V.

Tras la pérdida dentaria, la mandíbula y sobre todo el maxi-lar superior pueden presentar una atrofi a ósea que difi culte en gran medida la colocación de im-plantes. Existen distintas opcio-nes terapéuticas para aumentar en anchura y en altura el hueso existente como las técnicas de regeneración ósea guiada por medio de injertos y membranas, la técnica de los osteótomos o de los expansores motorizados para el maxilar superior e inclu-so también para la mandíbula y las técnicas de elevación del seno maxilar y movilización del nervio dentario inferior (1). Además, en el maxilar superior se tiene la op-ción de colocar implantes en los arbotantes anatómicos (2).

La incorporación de los os-teótomos y de los expansores motorizados en el campo de la implantología ha supuesto un gran avance, ya que se pueden emplear en diversas situaciones clínicas desfavorables con unos resultados bastantes predecibles (3,4,5). Summers fue el primero en presentar unos osteótomos cilíndricos con punta roma es-pecífi cos para la técnica de en-sanchamiento maxilar (6,7). Con posterioridad, se han desarrolla-do distintos modelos de osteóto-mos pero siempre basados en el modelo de Summers (8).

Hoy día, se pueden emplear unas fresas o expansores mo-torizados (fi gura 1) que presen-

tan la ventaja con respecto a los osteótomos convencionales de permitir la expansión de la cres-ta no sólo en maxilar superior sino también en mandíbula, al extender su uso al hueso tipo II. Por otro lado, son mucho menos traumáticos para el paciente ya que el instrumento avanza por rotación con el motor y no a per-cusiones con el martillo quirúr-gico (9), de este modo se evitan también los cuadros de vértigo posicional paroxístico benigno asociados al uso de los osteóto-mos (10).

El objetivo del presente tra-bajo es exponer las indicaciones y contraindicaciones así como la técnica quirúrgica del uso de

los expansores motorizados y mostrar su aplicación en un caso clínico.

INDICACIONES DE LOS EXPANSORES

Las principales indicaciones de los expansores son:

A.- Crestas estrechas maxi-lares y mandibulares con menos de 5 mm de diá-metro vestíbulo-lingual. Existe un límite anató-mico alrededor de 2.5-3 mm, por debajo del cual es necesario recurrir ya al injerto óseo. La colocación de un implante de pla-taforma regular requiere

Fig.1. Kit de expansores motorizados de la casa BTI

Sección Científi ca

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Sección Científi ca

un volumen óseo mínimo vestíbulo palatino o lin-gual de 6 mm, ya que a los 3.75-4 mm de diámetro del implante hay que añadir-le 1 mm de hueso a cada lado del mismo. De igual modo, si el implante es de diámetro estrecho; 3.3 mm, se necesita como mínimo una anchura de hueso de 5 mm. Cuando se tiene una cresta ósea con menos de 5 mm de anchura, an-tes era necesario recurrir a los injertos óseos y esperar 4-6 meses para ubicar el implante. Los expansores permiten colocar implan-tes en el mismo acto qui-rúrgico y disminuyen las secuelas inherentes al em-pleo de injertos óseos.

B.- Hueso poco compacto o con existencia de lagunas óseas. En las zonas poste-riores del maxilar superior el hueso suele ser de baja densidad (tipo III o IV), por medio de los expan-sores se aumenta la den-sidad ósea y la retención primaria del implante al comprimir lateralmente el hueso que se hubiera eli-minado con las fresas.

C.- Elevación atraumática del seno maxilar. Para po-der realizarla se requiere como mínimo 6 mm de al-tura entre la cresta ósea y el suelo del seno maxilar. También se pueden em-plear en el abordaje directo del seno maxilar, si se de-cide colocar los implantes en la misma intervención

quirúrgica, cuando se tie-ne una cresta estrecha en la que el uso de fresas con-vencionales compromete la estabilidad primaria de los implantes (10).

CONTRAINDICACIONES DE LOS EXPANSORES

El uso de los expansores está contraindicado en presencia de:

1. Hueso maxilar muy duro (tipo I).

2. Pacientes con osteoescle-rosis u osteopetrosis.

3. Pérdida de la cortical ves-tibular o palatina.

4. Y espacio mesiodistal en-tre los dientes adyacentes reducido porque se puede dañar el periodonto adya-cente (11).

DESCRIPCIÓN DE LA TÉCNICA

Para la realización de esta técnica es recomendable traba-jar con un motor quirúrgico que tenga control de torque para fi jarlo a 10 o 15 Nw. El proce-dimiento quirúrgico comienza con una fresa de inicio que es la única que se emplea a altas revo-luciones (700-800 r.p.m.) y que marca la dirección y la distancia entre implantes o entre dientes e implantes A continuación se uti-lizan los expansores a una velo-cidad de fresado de 30-50 r.p.m. y siempre sin irrigación. Los ex-pansores presentan las mismas longitudes que las fresas. En pri-mer lugar se introduce el expan-

sor n° 1 hasta la profundidad de-seada. Si el motor se para antes de alcanzarla, se continúa con la llave de carraca. Posteriormente se van introduciendo progresi-vamente los demás expansores hasta el que se relaciona con el del implante que se va a colocar. De esta manera, el expansor n° 2 ensancha hasta 2,6 mm de diá-metro que es la dimensión ideal para colocar un implante de 3,3 mm. Si el implante que se va a colocar presenta un diámetro de 3.75 mm o 4 mm se llegará hasta el expansor n° 3 y si el implan-te es de 4.5 mm o 5 mm hasta el expansor n° 4. Se utilizan los expansores de forma mixta con las fresas cuando se note una gran resistencia o no se pueda avanzar sólo con ellos. En este caso, las fresas se emplearán a 50 r.p.m., sin irrigación y haciendo un poco más de presión hacia palatino o lingual donde suele ser más densa la cortical.

Finalmente, se introduce el implante, que debe ser de diseño cónico y autorroscante ya que ac-túa como último expansor. Hay que ser cuidadosos al colocar el implante para evitar que se pro-duzcan dehiscencias o fracturas de las tablas ya que usualmente han quedado muy fi nas (9). En caso de fenestración o fractura de la tabla externa, se colocará un injerto de hueso autólogo con membrana.

En los casos de utilización de los expansores en la elevación atraumática del seno maxilar, inicialmente se utiliza la fresa piloto cuya longitud se queda hasta 1-2 mm del suelo del seno y a continuación se van introdu-

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Sección Científi ca

Fig. 2. Ortopantomografía previa a la coloca-ción del implante en 22.

Fig. 3. Ausencia del 22 con reabsorción ósea crestal y vestíbular.

Fig. 4. Incisión para conservar las papilas.

Fig. 5. Cresta ósea estrecha de 4 mm. Fig. 6. Fresa de inicio con la férula quirúrgica. Fig. 7. Expansor n° 2.

Fig. 8. Fresa lo más pegada posible a cortical palatina.

Fig. 9. Uso del expansor n° 3. Fig. 10. Expansión del alveolo.

Fig. 11. Implante de 3.75 mm de diámetro co-locado en 22 donde se visualiza la expansión de la cortical vestibular.

ciendo los expansores de menor a mayor calibre hasta la longitud deseada. Posteriormente, se lleva el material de injerto y se empuja con los expansores de tal manera que se va elevando la membrana. Con esta técnica se pueden con-seguir hasta 5 mm de elevación de la membrana del seno maxi-lar. El éxito de este procedimien-to se basa en la no perforación de la membrana, porque si esto ocu-rre se introduce en el interior del

seno el material de injerto. Por eso es conveniente previamente a la inserción del material que el paciente realice la maniobra de Valsalva y no se observen burbu-jas que serían indicativas de su perforación (12).

CASO CLÍNICO

Paciente de 58 años de edad con ausencia del incisivo lateral superior izquierdo en el que ya

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previamente se han colocado más implantes en otras locali-zaciones. En la ortopantomo-grafía se visualiza una buena altura ósea pero clínicamente se observa una depresión ves-tibular que nos hace pensar en un defecto óseo horizontal (fi -guras 2 y 3). Se toman modelos de estudio y se hace una guía quirúrgica.

Como en cualquier otra in-tervención quirúrgica se realiza la anestesia del paciente y poste-rior incisión, en este caso, se opta por una incisión para conservar las papilas (fi gura 4). Tras el des-pegamiento del colgajo mucope-rióstico se visualiza una cresta ósea estrecha con un diámetro de 4 mm (fi gura 5). Por eso se realiza una técnica de expansión de la cresta por medio de los ex-pansores motorizados siguiendo el procedimiento descrito con anterioridad. Así, para labrar el lecho implantológico se emplea en primer lugar la fresa de inicio. Como el implante que se va a co-locar tiene un diámetro de 3.75 mm y la calidad ósea es de tipo III, se pasan los expansores n° 1 y 2, la fresa piloto de 1.8/2.5 lo más pegada posible a la cortical palatina que es más densa para así dejar el implante más centra-do y fi nalmente el expansor n° 3 (fi guras 6, 7, 8 y 9). Se puede ob-servar la expansión de la cresta conseguida y la colocación de un implante de 3.75 mm de diáme-tro (fi guras 10 y 11).

CONCLUSIONES

Podemos por tanto afi rmar, que el uso de los expansores mo-torizados en Implantología apor-

ta numerosas ventajas avaladas por los buenos resultados obteni-dos en los trabajos de investiga-ción existentes, y aunque bien es cierto que se requieren estudios a más largo plazo de tiempo, lo que si está claro es que deben formar parte del instrumental quirúrgico implantológico habi-tual de cualquier cirujano bucal.

BIBLIOGRAFÍA

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Sección Científi caSección Científi ca

MANIFESTACIONES ORALES EN PACIENTES CON FIBROSIS QUÍSTICA(1ª PARTE)

* Médico Odontólogo. Práctica privada. Granada. * Robles Jiménez, I.

CONCEPTO

La fi brosis quística (FQ) es la enfermedad congénita, poten-cialmente letal, más común en la población de raza blanca, que se transmite de forma autosómi-ca recesiva. En Europa, uno de cada 2.500 nacidos vivos padecen la enfermedad, y una de cada 25 personas es portadora sana. La supervivencia media de los pa-cientes con FQ ha sido baja hasta hace pocos años, aunque actual-mente, como consecuencia de los avances en los cuidados que reciben, se ha incrementado sus-tancialmente. Así, en los enfer-

mos nacidos en los años noventa la supervivencia se aproximará a los 40 años; al aumentar, por tan-to, sus expectativas de vida, los médicos de adultos de diferentes especialidades deben ir familiari-zándose con esta polivalente en-fermedad.

RESUMEN HISTÓRICO

Mucho antes de que la FQ se reconociese como una entidad patológica, existían observacio-nes recogidas en el folclore po-pular del Norte de Europa en las que se aseguraba que los niños que al besarlos tenían sabor sa-

lado estaban embrujados y mori-rían precozmente.

La primera descripción clínica de la FQ se debe a Dorothy An-dersen, patóloga del hospital de niños de Nueva York quien en 1938 publicó una detallada revi-sión de los signos de esta enfer-medad, y creía que la causa de la misma era un défi cit de vitamina A. Unos años antes en Europa, Fanconi (1936) había descrito un síndrome celíaco con insufi cien-cia pancreática y bronquiectasias.

Farber (1943) propuso él ter-mino mucoviscidosis, nombre

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que se sigue utilizando en la ac-tualidad.

Andersen y Hodges (1945) es-tudiaron 47 familias que padecían la enfermedad y concluyeron que se heredaba de forma autosómica recesiva.

Bodian (1952) elaboró la teo-ría patogénica de que las lesiones que observaban en el páncreas, pulmón, hígado y conductos de-ferentes se debían a secreciones anormalmente espesas que tapo-naban los conductos excretores de las glándulas exocrinas, pro-duciéndose, secundariamente, la dilatación quística, fi brosis y des-trucción de la glándula.

En este mismo año Di San´t Agnese, después de una ola de calor en la ciudad de Nueva York tras la cual se produjeron nume-rosas deshidrataciones alcalosis hipocloremicas y postración en pacientes de FQ, concluyó que se debían a la eliminación anormal de cloro en sudor. Esto llevó a Gibson y Cook a diseñar en 1959 un test diagnóstico que hasta la fecha no ha sido superado, es el test de iontoforesis con pilocar-pina.

Se siguieron haciendo avan-ces en el tratamiento de la en-fermedad como la aparición de penicilinas resistentes a la beta-lactamasas y la introducción de fermentos pancreáticos con cu-bierta entérica.

En 1983, el descubrimiento por Quinton de que el defecto es-pecifi co de la FQ era una reabsor-ción defectuosa del cloro a nivel de las células epiteliales del epi-telio glandular, marcó un cambio

en la investigación de esta enfer-medad.

Un paso determinante en el conocimiento de la FQ estuvo constituido por la identifi cación del gen que produce la enferme-dad, éste ha sido un proceso largo y arduo. Se inicio a principios de los 80. Eiberg en 1985 describió el ligamiento de la FQ con un enzi-ma polimórfi co, la paraoxonasa. Posteriormente, Chee Tsui des-cribió un marcador en el cromo-soma 7 unido tanto a la paraoxo-nasa como a la FQ .Y fi nalmente tras un largo trabajo de investiga-ción que concluyó en el año 1989 y que fue publicado en la revis-ta Science, Riordan, Rommens y Kerem comunicaron la identifi ca-ción del gen de la FQ.

REGULADOR DE LA CONDUCTANCIA TRANSMEMBRANA DE LA FQ.

Éste era un gen muy grande de 250 kb constituido, fundamen-talmente por intrones y 27 exones que codifi caba un ARNm, el cual producía una proteína de 1480 aminoácidos que funciona como un canal de cloro regulado por el

Localización cromosómica del gen de la FQ en el brazo largo del cromo-soma 7.

AMPc (Riordan y cols., 1989) y (Anderson y cols., 1991).

Riordan (1989) la denominó cystic fi brosis transmembrane conductance regulator (CFTR), que se comporta como un canal del cloro activado por el AMPc, y permite el paso del cloro desde el citoplasma a la luz de las glán-dulas exocrinas. Vamos a defi nir lo que entendemos por “canal”, los canales facilitan el paso de sustancias de fuera a dentro y de dentro afuera de la célula pero a diferencia de los transportadores no pueden realizar su función contra gradiente. El fl ujo a tra-vés de un canal puede llegar a ser 1000 veces superior al de un transportador. Hay canales que se abren por estímulos mecánicos, otros por efectores extracelulares, como hormonas o neurotransmi-sores, otros por efectores intrace-lulares como el Ca++ y otros por estímulos eléctricos. Los canales son selectivos para un determi-nado ión, si bien la especifi cidad no es absoluta, la CFTR permite el fl ujo al Cl- y el paso de F-, I-, Br-.

El resultado fi nal de un fl ujo alterado de iones cloruro e iones

sodio y del agua que les acompa-ña da lugar a la formación de es-tas secreciones anormalmente espesas. Ade-más en la FQ el movimiento de los cilios esta alterado debi-do a la elevada viscosidad de las secreciones, dando como

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resultado la obstrucción de los bronquios y, fi nalmente las infec-ciones respiratoria.

CARIES DENTAL

La literatura que relaciona la salud oral y la FQ es muy escasa. Se podría esperar que estos pa-cientes presentaran un elevado índice de caries debido a: su dieta rica en productos azucarados (ya que necesitan un mayor aporte calórico), al tratamiento con aero-soles (frecuentemente ácidos) y a un fl ujo salivar reducido por su medicación (beta 2-adrenérgica). A pesar de esto se ha demostrado que los pacientes homocigotos para FQ tienen un índice menor de caries.

Jagels y Sweeney (1975) ob-servaron una reducida prevalen-cia de caries en 63 pacientes de FQ que tomaban antibiótico durante un largo periodo de tiempo com-parándolos con sus hermanos.

Kinirons en 1983, publica un estudio en el que se demuestra una reducción de la caries dental en 131 pacientes con FQ compa-rándolos con un número similar de controles. Este investigador su-giere que existe una relación entre las propiedades alteradas de la sa-liva y el bajo nivel de caries.

Martens y cols. (2001) en un estudio en 37 pacientes con FQ, no encontró diferencias en la prevalencia de caries entre am-bos grupos, pero sí un índice de caries signifi cativamente menor en los homocigotos respecto a los heterocigotos.

Parece ser que éstos resulta-dos están infl uidos por diferentes

factores entre los que habría que destacar el consumo de antibióti-cos a largo plazo.

Aps y cols. (2002) observaron que los pacientes homocigotos de FQ presentaban un menor índice de caries (cariados, ausentes y ob-turados) que los otros dos grupos de estudio: heterocigotos y con-troles. Aps y cols. (2004) sugieren que los pacientes FQ poseen un mecanismo intrínseco compensa-torio salivar.

ESTADO PERIODONTAL

La prevalencia de cálculo en niños varía mucho dependiendo de factores demográfi cos, clase social y estado de salud general.

Wotman y cols. describieron en 1973, un incremento de cálcu-lo dental en niños con FQ y asma comparándolos con niños sanos

Narang y cols. en un trabajo publicado en 2003 con un total de 74 pacientes de FQ y 106 pacien-tes con otras patologías respirato-rias, concluyen que los pacientes con FQ tienen un número mayor de sextantes con cálculo dental y un reducido número de sextantes sanos. Uno de los factores predis-ponentes es el alto nivel de io-nes calcio en la saliva de los pa-cientes con FQ ( Kinirons, 1989) y un incremento del pH salivar que favorece la precipi tac ión de iones calcio y por lo tanto la formación de cálculo.

Aps y cols. (2002) en un estu-dio sobre índice de caries e higie-ne oral en homocigotos FQ, hete-rocigotos y controles, observan que no hay diferencias signifi ca-tivas en cuanto a las superfi cies con placa dental y cálculo dental, aunque sin embargo sí hallaron diferencias signifi cativas en cuan-to al número de sitios con sangra-do gingival, con menos sitios de sangrado gingival en homocigo-tos que en los heterocigotos y en los controles.

ALTERACIONES EN EL ESMALTE

El estudio de Wright y cols. (1996) tuvo como objetivo carac-terizar el esmalte en el ratón FQ transgénico. Observaron que el 100% de ratones FQ tenía un es-malte incisivo blando y blanco calcáreo, con defectos en los cris-tales, proteínas retenidas e hipo-mineralización, con disminución de los niveles de calcio, mientras que el esmalte de ratones nor-males era duro y con una tona-lidad amarillo-marrón atribuible a la incorporación del hierro. El examen de los ameloblastos de los ratones FQ con el microsco-pio de luz demuestra que estos experimentan una degeneración

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prematura poco después de ser secretado. La morfología anor-mal del ameloblasto durante la etapa de maduración y la reten-ción de amelogenina en el esmal-te maduro sugieren que la altera-ción acontece durante la etapa de maduración de la formación del esmalte. Todo esto sugiere que la proteína CFTR juega un papel en la formación y mineralización del esmalte aunque su función espe-cifi ca durante el desarrollo del diente es desconocida (Arquitt y cols., 2002).

Narang y cols. publicaron en 2003 un estudio realizado sobre un total de 74 pacientes con FQ comparándolos con 106 niños con otras enfermedades respiratorias. Los autores observaron una dife-rencia altamente signifi cativa en

el total de opacidades en denti-ción permanente.

En la segunda parte se ex-pondrá el estudio realizado en la Facultad de Odontología de Granada con los pacientes perte-necientes a la Asociación Anda-

luza contra la FQ, Delegación de Granada.

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Actualidad Científi ca

ACTUALIDAD CIENTÍFICA: REVISANDO LA LITERATURA

* Odontóloga. Granada. * Isabel Yepes Flores

ENDODONCIA EN UNA O MÁS SESIONES

Toru Naito comentó el traba-jo de Figini L, Lodi G, Gorni F y Gagliani M. Single versus multi-ple visits for endodontic treatment of permanent teeth. Cochrane Da-tabase Syst Rev (2007; 4) quienes hicieron una amplia revisión bi-bliográfi ca sobre la frecuencia de éxito radiológico y dolor inme-diato postoperatorio según que los dientes tratados endodónci-camente lo hubieran sido en una sola o en más sesiones. No ha-llaron diferencias signifi cativas entre una y otra forma. Habían incluido la cantidad de dientes extraídos por razones endodón-cicas, la ausencia de radiolucidez periapical al año, además del do-lor, los calmantes, las tumefaccio-nes y fístulas. Apenas si podría señalarse alguna mayor frecuen-cia de tumefacciones y demás probabilidad de usar calmantes.

Evidence-Based Dentistry (2008, 9, 24).

APTITUD MASTICATORIA CON IMPLANTES O CON DENTADURAS REMOVIBLES

Estos autores investigaron desde 1996 hasta 2007 la aptitud masticatoria de personas con im-plantes o con dentaduras removi-bles. En resumen, los 18 estudios que analizaron mostraban que:

1. las dentaduras parciales fi jas sobre implantes no

proveen una mejora signi-fi cativa en efi ciencia mas-ticatoria comparadas con dentaduras convenciona-les removibles parciales de Clase I y II Kennedy;

2. la combinación de una so-bredentadura mandibular soportada por implantes o fi ja y dentadura convencio-nal maxilar convencional completa provee una me-jora signifi cativa en efi cien-cia masticatoria comparada con DC en ambos maxilares con problemas persistentes funcionales en una mandí-bula muy reabsorbida; la completa inferior fi ja sobre

implantes funciona mucho mejor en mandíbulas reab-sorbidas; y

3. el tipo de implante y el sis-tema de unión en la man-

díbula tienen un limitado impacto.

Fueki K, Kimoto K, Ogawa T, Garrett NR. (J Prosthet Dent 2007 DIc; 98(6):470).

AMALGAMA DENTAL EN NIÑOS

Esta autora comenta que el mercurio liberado de las amal-gamas no origina efectos tóxicos para el sistema nervioso de los niños; lo cual fue comparado con restauraciones de composite. De éstas tampoco se conocen los po-sibles efectos adversos. Y conclu-ye que no existe una asociación estadística signifi cativa entre

alteraciones neuroconductuales y neuropsicológicas y la expo-sición a la amalgama dental en los niños. En las condiciones de esta investigación bibliográfi ca, no hay más razón que la estética

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Actualidad Científi ca

para descartar la amalgama en los dientes posteriores infantiles.

Graciela Rasines Evidence-Based Dentistry (2008, 9, 25).

HALITOSIS

Se atribuye a los compuestos sulfurosos volátiles ser la fuente principal del mal olor de origen bucal y se procuró establecer rela-ciones con el estado periodontal. A 72 pacientes con periodontitis crónica y lengua pesada los divi-dieron en dos grupos, uno de 25 al que trataron mediante limpieza de la lengua, terapia no quirúrgi-ca de la gingivitis y enseñanza de la higiene bucal correcta, además de buches con clorhexidina + ce-tilpiridinio. Hallaron correlación signifi cativa entre la medición del mal aliento y el porcentaje de sangrado al sondaje y al gra-do de recubrimiento lingual. La

minuciosa limpieza de la lengua redujo más del 50% los niveles de gases malolientes y más aún tras el tratamiento periodontal, la hi-giene y los buches.

Tsai CC, Chou HH, Wu TL, Yang YH, Ho KY, Wu YM, Ho YP (J Pe-riodontal Res 2008 abr; 43(2): 186).

O SEDA O ÁCIDO POLIGLICÓLICO

Estos investigadores evalua-ron la reacción infl amatoria oca-sionada por dos suturas diferen-tes, seda negra (30) y ácido poli-glicólico (25), a los 8 días de reali-zada la cirugía bucal, en boca de 55 pacientes, de 9-76 a todos de-bieron desinfectar la herida con clorhexidina 0,2%. La reacción fue menor con el poliglicólico; pero a los 8 días ambas suturas fueron consideradas aceptables y la CHX no mejoró nada.

www.dentistasgranada.orgwww.dentistasgranada.org

El Colegio Ofi cial de Dentistas de Granada os desea unas felices vacaciones

Sortino F, Lombardo C y Sciacca A (Oral Surg Oral Med Oral Pathol Oral Radiol Endod 2008 mar; 105(3): 5).

REPARACIÓN PULPAR CON EMDOGAIN

Para este artículo se investigó el proceso de reparación pulpar de tejidos lesionados, mediante gel de Emdogain (EMD) aplica-do en pulpotomías efectuadas en ratas. Con la formación de dentina reparadora, aumentó gradualmente el número de célu-las que expresaban las proteínas morfogenéticas óseas (CMO), en parte macrófagos, lo cual enten-dieron que estas células pueden tener un papel importante en la formación de dentina de repara-ción.

Kaida H et al (J Endod 2008 en; 34(1):26).

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Internet

Daniel Sánchez Durán.Inmaculada Cabello Malagón.Odontólogos. Granada.

COLGAD@S A LA RED

YOUTUBE: HERRAMIENTA DE INTERCAMBIO DE INFORMACIÓN Y VÍDEOS

El sitio web YouTube per-mite compartir vídeos que los usuarios podemos bajar, subir o sencillamente ver.

Fue fundado en el año 2005 por Chad Hyrley, Steve Chen y Jawes Karim; tres antiguos em-pleados de PayPal (compañía de pagos online que pertenece al grupo eBay).

La idea surgió ante la impo-sibilidad de enviarse entre ellos vídeos largos a través del correo electrónico convencional, como por ejemplo, el vídeo de una fi es-ta que se realizó entre amigos.

De este modo, se creó un es-pacio donde cualquier usuario puede enviar y ver cualquier ví-deo. En la actualidad se cuelgan alrededor de 65000 vídeos nue-vos al día en YouTube.

Las principales características de YouTube son:

1. Facilidad de uso.2. Gratuidad.3. No es necesario el registro

de usuario para ver vídeos o enviarlos a otras perso-nas.

4. Es preciso el registro del usuario para colocar ví-deos en la web.

El formato utilizado en los vídeos colocados en YouTube es la tecnología Flash de Macro-media (que ahora forma parte de Adobe). Pero los usuarios no tienen que convertir sus vídeos a dicho formato para colgarlos en el sitio, ya que el propio servidor web de esta página se encarga de ello durante el proceso de subida (upload) del vídeo.

Los vídeos se pueden enviar en diversos formatos: MPEG (como por ejemplo los de MP4), AVI, MOV y los utilizados por vi-deocámaras y teléfonos móviles con cámara integrada.

Otra característica muy prác-tica de YouTube es que otra web puede aprovecharse del sistema para insertar vídeos en su propia página, a pesar de que el archivo resida físicamente en YouTube. Esto permite a bloggers y web-masters (creadores de websites) disponer del vídeo empotrado en sus páginas.

YouTube aloja gran variedad de vídeos musicales, clips de programas de televisión y vídeos

caseros; incluso vídeos relacio-nados con odontología. (Eso sí, no se pueden subir vídeos con copyright).

En la actualidad, YouTube ha registrado el mayor crecimiento exponencial que se recuerde; la mayor parte de los usuarios de Internet lo conocen o han oído hablar de él.

Es muy sencillo colgar un vídeo en YouTube; para ello, hay que acceder a la dirección http:// es.youtube.com/

A continuación, es necesario registrarse. Para ello sólo es ne-cesario disponer de una cuenta de correo electrónico y crear un nombre de usuario con su corres-pondiente contraseña. A partir de ahí, ya podéis colgar vuestro pro-pio vídeo siguiendo los consejos de la página. Eso sí, los vídeos no pueden tener una duración de más de 10 minutos, así que para colocar vídeos más largos, han de fraccionarse en varios.

Animaos a colocar vuestros vídeos, puede ser una buena forma de intercambiar, por ejem-plo, experiencias clínicas.

Sirona Ibérica • C./ de la Fontsanta 46, bajos C-D • E- 08970 Sant Joan Despí, BarcelonaE-Mail: [email protected] • www.sironaiberica.es • Dpto. Comercial: 902 381 000