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    Revista Digital Masnica

    PUBLICACIN MENSUAL PARA TODOS LOS MASONES QUE CREAN

    EN LA FRATERNIDAD DE LA FRANCMASONERA UNIVERSAL

    Direccin Editorial y Diseo: Q H Angel R. Medina

    Ao III - Nmero 34Enero-Febrero de 2013 (e v)))))

    La ceguera inicitica

    La Escuadraen la Masonera

    Pg. 4Pg. 19

    La Diplomacia Pblica 2.0Pg. 6

    La venganzaen Crnica de unamuerte anunciada

    Pg. 23

    El Teoremade Pitgoras y laMasonera

    Pg. 15

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    COLABORADORES EN EL EXTERIOR:Alirio J. Rojas (Mxico), Jos Rubio Arvelo y Jacques Faucher

    (Francia), Josh Prez B. (EE.UU), Vctor Guerra (Espaa), IvnHerrera Michel (Colombia), Edsel Lourens (Curazao y el Caribe).

    Revista Digital MasnicaAo III Nmero 34 - Enero-Febrero de 2013 (e v)

    Vitriolvm es una publicacin digital de distribucin gratuita porInternet bajo el sistema de subscripcin. La opiniones y conteni-dos de los trazados publicados son de la exclusiva responsabili-dad de sus autores y no representan, necesariamente, la opininde la Gran Logia de la Repblica de Venezuela.

    Bajo la jurisdiccin de la Muy RespetableGran Logia de la Repblica de Venezuela.

    DIRECTOR EDITORIAL:QHAngel R. Medina

    [email protected]:

    R L Sol de Aragua N 96R L Leonardo Da Vinci N 244

    R EA AAv. Ricaurte N 34. Maracay, Aragua, Venezuela.

    A todos los masones repartidosen ambos hemisferios.

    A todos quienes nos viereny leyeren.

    Salud - Fuerza - Unin

    AL G D G A D U

    Tocad y os abrirn;pedid y os darn, buscad

    y encontraris.

    FABULA DEL PUERCO ESPN

    Durante la era glacial, muchos animales moran por causadel fro. Los puercoespines, percibieron esta situacin, acorda-

    ron vivir en grupo, as se daban abrigo y se protegan mutuamen-te. Pero las espinas de cada uno heran a los vecinos ms prxi-mos, justamente a aquellos que le brindaban calor, y por eso sesepararon unos de otros.

    Pero volvieron a sentir fro y tuvieron que tomar una deci-sin, o desaparecan de la faz de la tierra o aceptaban las espinasde sus vecinos, con sabidura. Decidieron volver a vivir juntos.Aprendieron as a vivir con las pequeas heridas que una relacinmuy cercana poda ocasionar, porque lo que realmente era impor-tante era el calor del otro.

    Sobrevieron!

    Moraleja de la historia: la mejor relacin no es aquellaque une personas perfectas, es aquella donde cada uno acepta losdefectos del otro y consigue perdn por los suyos.

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    3 VITRIOLVMCONTENIDO

    La Escuadra en la Masonera / p. 4V H Ivn Herrera Michel

    La Diplomacia Pblica 2.0 / p. 6Q H Jos Rafael Otazo

    Conde de Campomanes: un tpico representantedel Despotismo Ilustrado Espaol / p. 8Q HArqumedes Rivero

    El Teorema de Pitgoras y la Masonera / p. 15Q H Silvio Castellanos

    La ceguera inicitica y la intolerancia / p. 19Q HAngel Medina

    La venganzaen Crnica de una muerte anunciada / p. 23V H Jos Morales Manchego

    EDITORIAL

    Volvemos en el 2013 con Vitriolvm. Nos animannuevos proyectos de comunicacin, nuevos

    colaboradores y, en especial, hemos ganados lectorescomo ustedes. El 2013 es un ao duro por la crisisglobal, pero esto no nos amedrenta para seguiradelante en busca de la luz masnica.En esta edicin contamos con la colaboracin delV H Ivn Herrera Michel quien escribe sobreLaEscuadra en la Masonera. El Q H Jos RafaelOtazo nos habla deLa Diplomacia Pblica 2.0mientras que el Q HArqumedes Rivero nosintroduce en el mundo del despotismo espaol conuna excelente plancha sobre el Conde deCampomanes.El Teorema de Pitgoras y la Masonera es analizadopor el Q H Silvio Castellanosy el Q HAngel Medina nos presenta Laceguera inicitica y la intolerancia. El V HJos Morales Manchego realiza un excelente anlisissobre Crnica de una muerte anunciada, el libro delNobel Garca Mrquez enLa venganza en Crnicade una muerte anunciada.

    Que este ao sea fructfero para la masoneramundial.

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    Aunque hoy la encontramos en diferentes modalidades y estilos (para dibujo lineal, como rapidgrafo,como instrumento de medicin, de metal o de plsti-

    co, en forma de tringulo rectngulo issceles, para afirmarla unin en ngulo recto de dos piezas, Etc.), el smbolo dela escuadra, en tanto que tilMasnico, consta de dos reglas demadera unidas por un extremo for-

    mando un ngulo de noventa gra-dos, y est documentado en la Ma-sonera especulativa desde sus pri-meros textos.

    En este sentido, suele encon-trarse en forma de L, con un brazoms largo que el otro, en una pro-porcin de 3 a 4 medidas, que eracomo lo usaban los Maestros cons-

    tructores europeos en la edad me-dia y el renacimiento. Y es en esta forma como la muestra larepresentacin Masnica especulativa ms antigua que seconoce que data del ao 1725. En lo sucesivo tambin laencontraremos con ambos brazos iguales.

    De cualquier modo, y al igual que el nivel y la ploma-da, la escuadra no es una herramienta de construccin, sinoun instrumento para confirmar la verticalidad del trabajoadelantado con respecto a una base horizontal.

    El significado moral Masnico de la escuadra se pare-ce mucho al de su simbolismo latino, que evocaba al mismo

    tiempo un modelo, un ejemplo y una regla a seguir. Es de-cir, que la alegora de la escuadra contiene en s misma unconcepto intelectual y moral de legalidad y rectitud en elcomportamiento equilibrado del Masn en el marco de uncontexto constructivo aterrizado.

    La escuadra es el smbolo delaire de probidad disciplinada delpensamiento y la accin sobre la

    realidad. Y quizs por esta razn,es que en la Masonera se le utilizacontinuamente en los signos delAprendiz, Compaero y Maestro,en la forma de colocar los pies, paradesplazarse por el Taller, en la po-sicin corporal, en la manera enque se evala el pulido de la Pie-dra Bruta, Etc.

    Ella convida a adoptar unaaptitud y un estilo de vida que construya una humanidad yuna sociedad a partir de la realidad, as como un enfoque ennuestros pensamientos, palabras, actos y decisiones quemultiplique un referente creativo, adems de un mapaperceptual que sea tan respetable para el constructor comopara el observador. Igualmente, robustece el hbito de ins-taurar una nueva identidad verificable en lo trascendente enla que al control del avance de la obra le anteceda la idea y

    el optimismo de su perfeccin y armona.

    La Escuadra en la MasoneraV H IVN HERRERA MICHELFederacin Colombiana de Logias Masnicas.

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    5 VITRIOLVMPor su parte, el uso de la escuadra como joya distinti-

    va del Venerable Maestro de una Logia recuerda que su la-bor debe estar inmersa en la tradicin y en los principiosgenerales de la Masonera, sin dejar de tener los pies sobrela tierra. Es decir, que es el funcionario que cuida en el Ta-

    ller que el mundo Masnico ascienda desde la realidad cir-cundante.Y en una institucin en donde sus miembros adquie-

    ren la condicin de Masn en la medida en que los otros loreconocen como tal, y no por su Iniciacin, los cargos ocu-

    pados o los Grados al-canzados, la importanciadel ejemplo y las conduc-tas repetitivas apegadas

    al imaginario colectivoes de vital importanciapara la formacin de losnuevos miembros y laconsolidacin de la Or-den, ya que con base enellos se regula la vida

    Masnica y disponemos el lugar de las cosas que nos ro-dean para la construccin pretendida.

    Al respecto de la eficacia del ejemplo, podemos traera cuento un aparte de una obra de la literatura estadouniden-se que ha sido adaptada once veces al cine, una vez a unmusical de Broadway, y en mltiples ocasiones al teatro, laopera y la televisin: Mujercitas (1868) de Louisa MayAlcott. En el captulo 8 del libro, Margaret March le descri-be a su voluntariosa hija Josephine (Jo) el carcter de supadre ausente como el de alguien que nunca pierde la pa-ciencia, ni duda, ni se queja; siempre tiene esperanza, traba-

    ja y espera tan alegremente, que uno se avergenza de con-ducirse de otra manera delante de l.

    Es por eso, que la escuadra se asocia cabalmente conel comps, y de la combinacin de ambos se deduce el avancede lo ms sublime que tiene el ser humano sobre las cir-

    cunstancias que lo envuelven.En el mtodo Masnico se quiere que a mayor sea lagraduacin del Masn, superior sea el predominio de la tras-cendencia sobre el propsito.Fuente: http://ivanherreramichel.blogspot.com/

    La escuadra es elsmbolo del aire de

    probidad disciplinadadel pensamiento y la

    accin sobre la realidad.

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    Esta clebre frase de Henry John Temple, LordPalmerston, diplomtico y Masn britnico y en dosocasiones Primer Ministro, expresada en 1860 al re-cibir el primer mensaje telegrfico utiliza-do por el servicio exterior ingls, marc el

    inicio de una primera etapa de transforma-ciones para la diplomacia, una de las dis-ciplinas ms conservadoras de la historia,revolucionando en su momento el accesoestratgico a la informacin bajo la premi-sa de que sta es poder, pero slo cuandose transmite al pblico adecuado y en elmomento justo. Desde entonces, la deno-minada diplomacia de tlex propicicambios significativos en las formas ymaneras de hacer las cosas por parte de lasCancilleras, mantenindose como unestndar hasta aos recientes, cuando elimpacto de las nuevas tecnologas de in-formacin y comunicacin (TIC) conver-gentes en la Internet, la web 2.0 y el protagonismo de lasredes sociales han dado lugar a un vuelco de los patrones

    comunicacionales tradicionales, haciendo sentir su peso enel modelo de relaciones internacionales.

    Asistimos hoy a la segunda etapa de transformacinde la diplomacia, pasando de la diplomacia de tlex a laDiplomacia Pblica 2.0, dominada por y para los usuariosde las redes sociales, quienes a diario interactan en tiemporeal dentro de un inmenso laboratorio global de relacioneshumanas que ha tenido una incidencia directa en el compor-

    tamiento de las sociedades contemporneas.La interaccin dentro de las redes socialesha fortalecido la dialctica, la comunicacindirecta con los grupos de inters, la solidari-dad, el compartir conocimientos y confron-tar opiniones dentro de un nuevo modelo decomunicacin de alto impacto en el que losEstados ya no pueden controlar el acceso,los contenidos, la influencia y el intercam-bio de informacin por parte de los ciuda-

    danos.El nuevo ciudadano ha dejado de ser unsujeto pasivo para convertirse en unhiperusuario que acta en mltiples situa-ciones y entornos diferentes, siendo innova-dor, proactivo y exigente, mantenindose

    actualizado de todo cuanto sucede a su alrededor y en elcontexto de la aldea global de la que nos hablaba MarshallMcLuhan, por lo que puede influir, orientar, cuestionar o

    apoyar los actos, polticas y las decisiones de los Estados en

    La Diplomacia Pblica 2.0

    Dios mo, es el fin de la diplomacia!Lord Palmerston (1784-1865)

    Q H JOS RAFAEL OTAZOR L Unidad, Verdad y Amor N 5Or de Barranquilla, Colombia.

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    el mismo momento en que se adoptan, quedndose stosltimos desfasados en su capacidad y velocidad de respues-ta frente a la inmediatez de los acontecimientos y las noti-cias globales.

    Frente a este escenario, la nueva diplomacia ha des-

    plazado el eje medular del poder desde las Cancilleras y lasMisiones Diplomticas hasta otros mbitosdescentralizados, dando lugar a una ampliamultiplicidad de actores no tradicionales peroque pueden manejar, incluso, mayor poderrelativo que los propios Estados; por ello,los actuales procesos de negociaciones in-ternacionales, la suscripcin de acuerdos y/o de alianzas estratgicas, as como la toma

    de decisiones por parte de los gobiernos, yano pueden llevarse a cabo sin tomar en cuentaa la opinin pblica, que no se circunscribeal mbito local sino que tiene un carcter eimpacto global a travs de las redes socia-les.

    Esta situacin ha generado, adems,modificaciones significativas en las activi-dades, procesos y en el da a da operativo

    de las misiones diplomticas, expresadas enla necesidad de contar con una poltica comunicacional gil,transparente y efectiva, que les permita atender en tiemporeal las demandas de informacin, manteniendo siemprepresente que deben competir directamente con los mediostradicionales, as como como con todas las redes de infor-macin de sus grupos de inters, propiciando la comunica-cin, moldeando y promoviendo el debate, pero con la grandiferencia de que el pblico objetivo de hoy es el ciudadanocomn y corriente que desde su hogar, su trabajo o desde la

    calle est interactuando con la realidad, consciente de quecon un simple Smartphone asume un rol protagnico dentrodel rompecabezas estratgico de la comunicacin global, ge-nerando opinin y motivando cambios en todo momento.

    La Diplomacia Pblica 2.0 permite capitalizar una de

    las virtudes ms destacadas de la web 2.0: el conectar a lagente independientemente de donde seencuentre, generando nuevas formas derelacionarse, despertando su creatividad,innovacin y el espritu de colaboracinbajo un sentido de transparencia, credi-bilidad e interaccin, que permita el de-sarrollo de espacios alternativos para ca-nalizar los conflictos y las diferencias sin

    la amenaza de la violencia, la intimida-cin y el irrespeto de los derechos huma-nos.

    Sin embargo, no debemos incurriren el error de considerarla slo como unanueva tecnologa de informacin o comoel escenario de lo espontneo, en dondetodo puede darse sin orden ni concierto,ni como una simple estrategia de rela-

    ciones pblicas, la Diplomacia Pblica2.0 es una competencia de liderazgo responsable,participativo e inclusivo, que requiere de tiempo, dedica-cin y compromiso para poder convertirla en el factor ace-lerador del nuevo mapa de las relaciones internacionales.

    Bien lo resume David Miliband, ex Secretario de Es-tado de Asuntos Exteriores del Reino Unido, 147 aos des-pus de Lord Palmerston, al expresar la nueva diploma-cia es a la vez pblica y privada, tanto de masas como delites, en tiempo real y, al mismo tiempo, deliberativa.

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    Pedro Rodrguez Campomanes, por muchos aos Fiscaly Gobernador del Consejo de Castilla, fue tambin Presidente de la Real Academia de la Historia, fundadorde las sociedades econmicas de amigos del pas, miembrode la Junta de Comercio, Presidente del Consejo de la Mesta,

    autor de importantes trabajos histricos, jurdicos, educati-vos y econmicos; noble por gracia de Car-los III que reconoci sus insignes serviciosa la monarqua ilustrada y Presidente de lasCortes convocadas por Carlos IV para la

    juramentacin del Prncipe de Asturias, fu-turo Fernando VII.No se conoce mucho sobre su proceso deformacin, slo se sabe que naci en SantaEulalia de Sorribas, del Concejo de Tineo,hacia 1723.Apartando la fantasa de algunos bigra-fos sobre su precocidad, se asegura que hizosus primeros estudios bajo la direccin deun to cannico y luego continu en el con-vento dominicano de Scala Caeli. Fue estudiante universi-tario mantesta, se gradu como profesional golilla y elloexplica su antipata hacia los Colegiales Mayores. No es ca-sualidad que destacados representantes de los golillas y la

    abogaca como Campomanes, Floridablanca, Macanaz yRoda (que simbolizaban un sector socio profesional ascen-dente) despertaran esa suspicacia y oposicin de las anti-guas elites de poder, usualmente identificadas con el abso-lutismo.

    Los conocimientos jurdicos de Campomanes eran slidos,no obstante no se conoce en cul univer-sidad sigui esos estudios.Hizo su pasanta en prestigiosos bufetesde abogados de Madrid, y ya hacia 1746,se estableci como abogado en la Corteganando mucho dinero desde esa poca.Se cas muy joven y adems sorprendigratamente a los eruditos con su trabajotitulado Disertaciones Histricas del Or-den y Caballera de los Templarios, pu-blicada en 1747.Esa obra, que le abri las puertas de laAcademia de la Historia, enunciaba suconcepto de la Historia como algo su-

    bordinado a otros in-tereses como el regalismo.El joven Campomanes fue un ilustrado a plenitud antes delascenso de Carlos III al trono espaol. Ya en tiempos delministerio de Ense-nada, Carvajal y Ravago particip en

    Don Pedro Rodrguez, Ilustre Conde de Campomanes:

    Un tpico representante del tiempo

    del Despotismo Ilustrado EspaolQ HARQUMEDES RIVEROR L Sol de Amrica N 37Or de Caracas, D. C.

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    9 VITRIOLVMexpediciones oficiales y oficiosas a los archivos del pasen busca de documentos que justificasen el regalismo espa-ol; y hacia 1753, tiempo del Concordato, escribe y presen-ta su tratado sobre la Regala de la Iglesia en Espaa. Suvida Masnica se inicia temprano y permanece en el Miste-rio, hacia la dcada de 1760. Fue el autor del Dictamen Fis-cal de Expulsin de los Jesuitas de Espaa(1766-1767). Al trmino de una Investigacinordenada por Campomanes en el mayor delos Secretos, encontr suficientes pruebas quegestaban una conspiracin contra el Rey Car-los III y forzar su abdicacin. Era un Movi-miento de la Reaccin Noble, preocupada porlas tendencias de las polticas Regalistas de

    Carlos II).Frase suya es; No basta con extinguir losJesuitas, es imprescindible extinguir el Jesui-tismoAl Presidir el Consejo de Castilla den 1779,hizo cosas que se consideraban Imposibles,Campomanes se fij dos Objetivos Princi-pales: aumentar la Produccin y el Comer-cio, y poner en cultivo Tierras mediante la

    distribucin de lotes a los campesinos msdesfavorecidos.A continuacin, su historia.Don Pedro Rodrguez, fue por cierto fundador del ArchivoGeneral de Indias en Sevilla. Se sabe que En 1780, el condede Aranda fund el Grande Oriente Nacional de Espaa (pri-mer antecedente del actual Grande Oriente Espaol) del quefue su primer Gran Maestro. Y que Campomanes entre otrosimportantes consejeros de Estado, se uni a ese Oriente. Pero

    ya haca muchos aos antes era masn, muy pocos docu-

    mentos de la poca han llegado a manos de los historiadorespor las persecuciones a que dio lugar la inquisicin.El 3 de febrero de 1802, madrugada, a las 4:15 de la maa-na, falleci en Madrid, en su casa palacio de la plaza de lavilla, el primer conde de Campomanes, siendo enterrado enla iglesia parroquial de San Salvador sin pompa, ni aparato

    ninguno, cuando en 1141 fue demolida estaiglesia, sus restos fueron trasladados al ce-menterio San Isidro, donde ya sean olvida-dos.1.1.1. La carrera poltica a partir de 1755:A lo largo de actuacin poltica trat siem-pre en ltima instancia de rescatar y defen-der las regalas de la Corona. Sus preocupa-

    ciones sociales, sus escritos de economa ytodo lo dems estuvo subordinado a la cau-sa final poltica.Su moderacin social y econmica v la ob-sesin regalista como andamiaje del Des-potismo Ilustrado subyacen en polticascomo la libertad de comercio de granos y elalegato sobre desamortizacin de 1765.El antijesuitismo, cuestin relacionada con

    su dictamen como fiscal despus del motnde Esquilache, dio paso a la expulsin de la Compaa ya la instauracin, bajo el llamado despotismo ministerial, dereformas como la de universidades y colegios, no limitadassolamente a cambiar los planes de estudio, libros de texto,etc. Cuestin fundamental fue la autonoma universitaria yla imposicin a los profesores de jurar defender las regalasde la Corona.El protagonismo de Campomanes ya no tuvo barreras. Sus

    ataques a los abusos de la Mesta y a los monopolios as

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    como su patrocinio de los planes de colonizacin de SierraMorena las sociedades econmicas de Amigos del Pas y

    otros progresistas proyectos sirven de teln de fondo a suanhelado ascenso a Gobernador del Consejo de Castilla en1783 y a la Presidencia de las Cortes convocadas en 1789.1.1.2. Escritos fundamentales del ilustre Conde deCampomanes:Pedro Rodrguez Campomanes, fue un incansable escritorque us su pluma como la ms temible arma de combatepoltico en favor de las reformas y en contra de los enemi-gos de la Corona, fueran estos los rancios nobles del partido

    aragons, los jesuitas, la curia romana o el propio Papa.Su estrecha relacin con el alto gobierno y la asesora almonarca expresada en muchos de sus escritos le llev a con-vertirse en el mejor exponente de lo que Crdoba Bello de-nomina el ala desptica (al estilo de los philosophesenciclopedistas franceses) de un rgimen que gobernaba porel pueblo pero sin la participacin de ste. Tal ala despticase diferenciaba del grupo reformista liberal-constitucionalrepresentado por intelectuales como Feijoo.

    Entre su vasta obra se encuentran el discurso Sobre al Fo-mento de la Industria Popular (1774) y por supuesto, la

    obra que se citar BOSQUEJO DE POLTICA ESPAO-LA DELINEADO SOBRE EL ESTADO PRESENTE DESUS INTERESES escrita hacia 1750. ste puede calificar-se como el primer aporte de Campomanes como proyectis-ta.1.2. ORGANIZACIN DEL CONTENIDO DEL BOSQUE-JO DE POLTICA ESPAOLA DE CAMPOMANESEl contenido, a pesar del ttulo que lo encabeza, va ms allde los asuntos estrictamente econmicos. En e1 se abordantambin asuntos polticos, sociales y el problema de lasmentalidades.El texto, entre realista y utpico, participa de una temticamuy en boga para la poca: el arbitrismo y el proyectismo.Su autor; al igual que muchos otros del siglo XVIII deja ver

    su admiracin por la Espaa anterior a los reyes catlicos ysu desagrado por la poca de los Austrias.El Bosquejo, cuya versin impresa ahora analizaremos,presenta una Introduccin de su autor, pasando luego a exa-minar diversos asuntos tales como: Disciplina, Costumbres,Conservacin del pueblo, Celo de la patria, Premios, Distri-bucin de bienes, Agricultura, Crianzas, Pesca, Fbricas,Comercio, Aplicacin til, Poblacin, Obras pblicas, Sur-timiento y una Conclusin.

    De acuerdo con el criterio de Cejudo, en el Bosquejo estpresente una obsesin populacionista. Esta aparece en to-dos los captulos tal como era caracterstico en los textos delos arbitristas y proyectistas. La tesis de llenar los espaciosvacos del pas es la mdula del planteamiento.Otro asunto tratado ampliamente es el correspondiente a laagricultura, ganadera y pesca. Destacando que Campomanesconsideraba a la agricultura como la reina de todos los po-lticos destinos, nervio de las monarquas y fuente de bien-

    estar de los vasallos.

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    11 VITRIOLVMAl comentar lo relacionado con la industria lo hace como unalegato mercantilista, tardo y elemental. As mismo cuandola obra de Campomanes aborda el problema del comercioexplaya sus convicciones colbertistas. Finalmente se indi-ca, que aunque econmico y reformista el Bosquejo no iba

    ms all de lo tradicional encuanto al modelo social conalgo de reformista en lo ati-nente al clero y las clasesmarginadas e improducti-vas. En ese sentido su obje-tivo era convertir los par-sitos gitanos, delincuentes yexpsitos en poblacin pro-

    ductiva (p. 24-25).Su pertinente observacinsobre la relacin entre go-bierno, territorio y riquezas;as como el genio, el carc-ter, las virtudes del espaolnos anuncian ya desde la

    propia introduccin del Bosquejo -(pp.35-38)- que su autorsaba muy bien a donde se diriga.

    Al respecto escribi:Un sabio y sano gobierno puede hacer feliz en corto tiem-po todo un reino, y siendo largo le puede hacer rico, perosiendo duradero y puesto sobre cimientos fijos casi le harinexpugnable.No la multitud de los ejrcitos, no la larga extensin de unamonar-qua es su ms firme consistencia: el gobierno si quees el brazo fuerte que la hace respetable, siendo bueno. Ejem-plo es Espaa que nunca estuvo ms dbil cuando ms llena

    de provincias. (p. 35).

    1.2.1. La disciplina:Cuando el proyectista juzga el asunto de la disciplina, creeque la que la religin es fundamental como soporte de ella.Opina que La perfecta instruccin del pueblo en ella (en lareligin), mirndolo por el lado puramente poltico es el in-ters esencial de un monarca. (p.39).Ac, y en otras partes del texto, podemos ver una constantedel pensamiento del autor que se identifica con la potestaddel soberano y supedita a l todo lo dems, configurndoseas el postulado esencial de lo que se llam regalismo.1.2.2. La conservacin del pueblo:El proyectista planteaba que deban atenderse las diferen-cias de los pobres miserables de muchos pueblos, los foras-teros (del propio reino o del extranjero) que quisieran ave-

    cindarse, ofrecindoles incluso carta de naturaleza, y final-mente, toda la poblacin ociosa de la propia provincia quequiera incorporarse a las nuevas fbricas y otras empresas.(pp. 54-58).Cree Campomanes que El pueblo, ocupado en ejerciciostiles a la repblica, la hace florecer, puede ayudar a su reyen caso de urgencia, no se ve precisado a desamparar lashabitaciones por la pobreza, huye de la ociosidad por ade-lantar su hacienda, (y por eso) hay menos pleitos cuanto

    menos necesidad; (por ello, considera que) para ser rico elmonarca es necesario que lo sean los vasallos (subrayadoeso ltimo por el autor) (p. 58).1.2.3. Celo de la patria:Al respecto agrega el autor: ese falso amor propio de minacin es un orgullo nacido de su flojedad y corta aplica-cin, si hemos de hablar de veras. La causa de esta falta decelo verdadero nace de la falta de comercio y unidad de in-tereses en el comn del pueblo. (p. 61).

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    Los ingleses, a pesar de sus divisiones polticas y religiosas;los holandeses, a pesar de ser un conjunto de republiquetaspero donde todos (comerciantes, marinos, cosecheros) ga-

    nan mucho dinero y el estado obtiene crecidas rentas: asi-mismo, en el caso del reino de Francia ya unida comercial-mente y en paz interna despus de graves conflictos; en to-das esas naciones de eso se benefician como no lo hace Es-paa desunida y atrasada. (PP. 61-62).1.2.4. El comercio:Define Campomanes al comercio como el ms til efectode la sociedad, pues permite el trueque o intercambio decosas expresando su valor en dinero o valor arbitrario que la

    gente culta ha establecido Los diferentes tipos de comercioson: el sencillo o de trueque, el realizado en las ferias y mer-cados, y el de carcter nacional (entre las provincias). Esteltimo tiene en Espaa gran nmero de obstculos que lolimitan bastante:Altos costos del acarreo a lomo de bestias, elevados dere-chos de montazgos y portazgos, variadas aduanas y otrostributos, estado deplorable de los ros que canalizados pu-diesen ser aprovechados para la navegacin.

    Comparando a Espaa con naciones como Holanda y Fran-cia, se duele de todo lo que stas han hecho. Propone cana-lizar los ros espaoles, construir caminos a los lados paraas ayudar a remontarlos con ayuda de bestias, etc.Se esperaba que los fletes fueran moderados y de esa mane-ra el rey vera aumentados sus ingresos en las aduanas delpas.Despus de pasar revista a todos los detalles sobre las obrasde infraestructura necesarias para el aumento del comerciointerno, pasa Cam-pomanes al anlisis del problema del co-mercio externo.Sobre esta materia dice que para que ste sea ventajosodebase no introducir nada de lo que en la nacin se puedaexcusar y no extraer nada que le sea necesario y hasta que lo

    haya acabado de beneficiar. Esta es la suma del comercioexterior. (p.119). Tales ideas, reflejan el ms abiertomercantilismo colbertista. Obviamente el autor arrastrabala vieja tradicin que todava entusiasmaba a los estadistaseuropeos.Continuando con el anlisis, dice Campomanes, que una delas causas del menor precio de algunas mercancas extranje-ras es su gran demanda que les permite abaratar los costos.Este factor y otros corno el comprar directamente muchas

    materias primas permiten al fabricante y comerciante ex-tranjero competir en forma eficaz, mientras que los espao-les deben pagar precios muy altos pues la mayor parte de losbienes pasa por muchos intermediarios.Deben enviarse factores espaoles a los puertos del ex-tranjero, tal como las naciones extranjeras hacen en Espaadonde se comportan como verdaderos espas econmicosque todo lo averiguan para sus negocios con ventaja. Una delas prcticas que tambin debiera evitarse es la de recibir

    adelantos de los comerciantes extranjeros a los cosecheros

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    espaoles que comprometen as su futuro, gastando por ade-lantado los bienes entregados a precios elevados y teniendodespus que entregar sus cosechas a bajos precios. Esto,sostiene Campomanes, nos hace representar en Europa elmismo papel de los indios americanos.Debe entonces aprenderse la leccin de los vecinos, maes-tros en el arte de comerciar, dejar la pereza, la falta de apli-cacin y el desmedido orgullo y dedicarnos ms bien aorganizar grandes compaas comercia-les para de-sarrollar actividades al por mayor.Los nobles deben abandonar sus prejuicioshacia el comercio, toda la nacin debecomerciar para as avanzar en el ca-mino de la civilizacin y para ello

    deben fundarse escuelas para formarlos expertos en esa rea donde se nece-sita junto a la formacin mercantil, elconocimiento de idiomas extranjeros, nu-tica y otros saberes. (pp. 108-143).1.2.5. La poblacin:De acuerdo con el criterio de Campomanes,el nmero de eclesisticos es excesivo, ruino-so para el mismo Estado. Los que se ordenan sin

    renta y sin ciencia son intiles a la Iglesia y dao-sos al Estado, son los que se ordenan slo para co-merse crecidas rentas. El remedio sera sealar estu-dios necesarios para el sacerdocio. . . (p. 153).Formando mejores sacerdotes, se podra prescindir de msde las tres cuartas partes de los que estaban ordenados, con-servando slo los de mejor calidad (un sexto del total, unos41.000); as se ofrecera una Superior enseanza al pueblo ylos que se retiraran del sacerdocio se aplicaran a los oficios

    tiles, contraeran matrimonio v aumentaran de esa formala poblacin nacional.Despus de examinar las cifras correspondientes al nmerode clrigos y de conventos, gastos de mantenimiento de talmasa de religiosos (250.000 religiosos que consumen msd e 37 millones de pesos), el monto de los variados

    diezmos y cargas que pagan los campesinos: ascomo el papel jugado por la cantidad de ocio-

    sos: eclesisticos, plumistas, ministros de ren-tas que viven del pobre trabajador; llega el

    autor a la conclusin que ms de la mitadde la gente del reino permanece ociosa

    recostada de los miserables trabajadores,no permitiendo tal miseria el aumento

    de la poblacin.1.2.6. Originalidad del bosquejo depoltica econmica:

    Considerando, que no fue sinohasta 1776 cuando aparece la obra

    de Adam Smith investigacin sobrela naturaleza y causa de la riqueza de las

    naciones y surge la ciencia econmica y to-mando en cuenta que en Espaa no se haba desa-

    rrollado una ordenacin similar del conocimiento teri-co pero s la publicacin de gran cantidad de textos, casitodos heredados de la concepcin mercantilista; puede afir-marse, que slo la tradicin de los arbitristas yarreglamundos representaba genuinamente el quehacer delos escritores economistas espaoles, para la poca en queCampomanes prepara su Bosquejo.As mismo, tiene que recordarse que hacia 1750 slo existaen Es-paa el embrin de las futuras y generalizadas socie-

    dades econmicas de amigos del pas (desde 1748, venase

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    14 VITRIOLVMformando solo la vascongada, vase el programa dePeaflorida) y que ser en ellas despus de 1774 cuando seorganice seriamente el estudio de la ciencia econmica. Enla de Zaragoza (fundada en 1776) Normante enseara uncurso de economa durante muchos aos a pesar de su en-frentamiento con el Padre Cdiz que lo denuncia al tribunalde la Inquisicin.Sabemos que cuando Campomanes public su clebre dis-curso sobre la Educacin Popular hizo reimprimir (1775)

    junto con propio texto un apndice formado por las reflexio-nes del arbitrista Alvarez de Osorio que escribi en 1686seis memoriales al rey. En ellos, Alvarez haca observacio-nes sobre las cargas fiscales excesivas, los fraudes de losagen-tes recaudadores, la ociosidad forzada de los habitan-tes del reino y otras materias parecidas.Tenemos entonces que admitir que buena parte de los msimportantes trabajos de los economistas espaoles tales comoJos Campillo y Coso, Uztariz, Normante, SempereGuarinos, Capmany, Jovellanos y Coso, no iban mucho mslejos que esos celebrados arbitristas muy buenos para enu-merar los males nacionales y sus supuestas causas y reme-dios, pero todos tambin sin el sentido holstico que les per-mitiese comprender en profundidad las limitaciones de sus

    anlisis.En tal sentido podramos decir, que el texto que resumimosy analizamos responde a esa tradicin arbitrista y proyectis-ta, que asume como propia y aceptable. Tales ideas forma-rn el ncleo de las polticas de Carlos III, quien como mo-narca y junto con sus ministros, Campomanes entre ellos,trat de llevar a la prctica algunos de esos sueos de gran-deza nacional.BIBLIOGRAFA

    NAPOLON FRANCESCHI . (1989). Pedro Rodrguez,Conde de Campomanes, ilustrado espaol del tiempo de

    la Revolucin Francesa, TIEMPO Y ESPACIO (Revistahistoriogrfica No. 11) (pp. 69-90). Caracas: C. E. H. MarioBriceo Iragorry.JACOBO CASIJ PALENCIA en el Prlogo de La Masone-ra en la Independencia de Amrica. Del Q HAmricoCarnicelli (Libro de 1901 e v), cita exacta:CARNICELLI, Amrico, 1901 La masonera en la Indepen-dencia de Amrica. (1810 1830) Secretos de la Historia. Bo-got, 1970, 2 vols.Joseph Prez. (1931). Historia de Espaa. Espaa: Crtica(reimpresin en 1999).Jos Mara Vallejo Garca-Hevia (1996). Campomanes, laBiografa de un Jurista e Historiador (1723-1802). Espaa:Universidad de Zaragoza.Fuente: ttp://jrotazo.blogspot.com/2013/02/una-nota-biografica-y-masonica-don.html

    Carlos III, quien como monarca y junto con sus ministros,

    Campomanes entre ellos, trat de llevar a la prcticaalgunos de esos sueos de grandeza nacional.

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    Nace Pitgoras en Fenicia 590 aos antes de la era cristiana. Su juventud la pas en la isla de Samos y desarroll gran parte de su adultez con los sacerdotes de

    Memphis, en donde fue iniciado en los misterios de Isis yOsiris durante veintids aos alcanzando la cumbre delsacerdocio egipcio. En esos tiempos la casta sacerdotal for-maba un verdadero colegio de sabios (1).Su concepcin acer-ca del universo y el mtodo de su enseanza basado la adop-cin de grados, en la razn y en la armona del cosmos como

    desidertum en la vida del hombre, se identifican con la fi-losofa masnica. Ms ms all, es indudable que el geniopitagrico constituye una de las bases ms slidas de la cul-tura occidental. Como profundo estudioso de las matemti-cas y dentro de estas de la geometra, trataremos de estable-cer en este trabajo las relaciones entre uno de los aspectosdel conocimiento pitagrico y el simbolismo masnico a tra-vs de una de las creaciones universales de este sabio, comolo es EL TEOREMA DE PITGORAS.

    En forma directa diremos que el Teorema de Pitgoras sedesarrolla en un tringulo rectngulo, que es aquel que po-see un ngulo de 90 en su interior, sumando los otros dospor supuesto 90, de tal forma que la suma de los ngulos deun tringulo siempre ser igual a 180. En este tringulo sedistingue un lado ms largo denominado hipotenusa y dosms cortos denominados catetos. Llamamos C a lahipotenusa; un cateto ser A y el otro ser B. Mostramos acontinuacin la figura:

    As, dice el teorema en referencia: C2 = A2 + B2, lo queimplica que el rea del cuadrado de lado C es igual a la sumade las reas de los cuadrados de lados A y B respectivamen-

    te, lo cual representamos grficamente as:

    Al aplicar en ambos lados de la ecuacin anterior la razcuadrada, obtenemos:C = A2 + B2Comenzaremos nuestro anlisis percatndonos de que la fi-gura antes expuesta no es ms que la joya del Ex venerable,la cual est constituida por una escuadra de la que pende uncuadrado y dentro del, un tringulo rectngulo, en cuyos

    catetos e hipotenusa se encuentran expuestos sus respecti-

    El Teorema de Pitgoras y la MasoneraQ H SILVIO J. CASTELLANOS H.R L Esperanza 7 del Este N 233Or de Caracas, D. C.

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    16 VITRIOLVMvos cuadrados. Esta joya representa en esencia LA JUSTI-CIA:

    No es el objeto de este trabajo disertar sobre la justicia, porlo que slo expondr mi punto de vista sobre el particularsin nimo de querer abarcar un tema con tantas aristas. En

    esta senda creo de manera originaria que existe justicia cuan-do cada cosa ocupa de manera ordenada, su lugar en el uni-verso, es decir cuando cada ente realiza la funcin para lacual fue creado. Sin embargo en un recorrido ms humanoy social, la justicia no es ms que el resultado sinrgico deconsiderarla como virtud necesaria para lograr la felicidad,en los trminos expuestos por Platn a lo largo de sus diezlibros sobre La Repblica (2) (no puede ser feliz el hom-bre injusto); como virtud ms excelsa a desarrollar por el

    ser humano destacada por Aristteles (dar a cada quien loque le corresponde) en su tica a Nicomaco (3), comodesidertum a superar en San Agustn, en donde lo im-portante es amar. Despus de amar se puede hacer lo que sequiera, pues no hay peligro de que tal hacer sea injusto. Enla justicia se otorga a cada ser lo que se le debe: en la cari-dad, ms de lo que se le debe. (4) y como asunto legal queestablece las leyes que tienen que obedecerse las cuales re-gulan las relaciones entre la comunidad y sus miembros (5),segn Santo Toms siguiendo a Aristteles.

    Es mi parecer luego, que se renen en el Exvenerable demanera inseparable, las caractersticas antes expuestas ma-terializndose en l, un Consejo de Ancianos, en donde susabidura podr guiar en un momento difcil al Venerable,dadas las bondades de hombre que ha experimentado los

    avatares de la vida de una Logia. Es evidente entonces quees el Exvenerable quien con ms acierto pudiera resolverlas diferencias entre los miembros de una Logia con Justi-cia, utilizando cada uno de los elementos referidos en elprrafo anterior sin dejar a un lado el ordenamiento jurdi-co-masnico. En todo esto dnde encaja el Teorema dePitgoras? A estos efectos podemos decir que si el tringulorectngulo es la interaccin de un ngulo recto que generados lados iguales o de largo diferente, se concretan en ellos

    dos posiciones en discordia y las reas de los cuadrados ge-nerados por dichos lados, representan los intereses en dis-puta. Es as como uniendo los extremos de los catetos, seimpone la hipotenusa representando la justicia, por ser estala forma ptima de relacionar los dos lados de un tringulorectngulo.Otro smbolo en donde est presente el Teorema de Pitgorases el mandil que utiliza el Aprendiz. De manera formal el

    mandil del Aprendiz est formado por un tringulo rectn-gulo de catetos iguales (babeta parte superior) y por uncuadrado en donde cada lado mide es la hipotenusa al cua-drado del citado tringulo (parte inferior). Esto puede ob-servarse como sigue (6):

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    17 VITRIOLVMVemos entonces que de manera armnica, con justicia y con-sideracin el tringulo rectngulo (babeta) protege al Apren-diz de los materiales innobles en su paso de lo material a loespiritual, es decir, en la penetracin de lo espiritual en lomaterial, lo cual comienza cuando asciende al grado de Com-

    paero cuando se vierte la babeta sobre el cuadrado de sumandil. En este mismo orden de ideas podemos observarque el iniciado despus de su marcha ritual saluda a las TresGrandes Luces de la Logia para poder incorporarse a lostrabajos, quedando frente al Venerable quien muestra unaescuadra en relacin 3-4 a semejanza de la posicin de lamarcha del Aprendiz; en ese momento saluda al Venerablecompletando la hipotenusa que une las dos puntas de suspies; el Venerable contesta el saludo cerrando con una

    hipotenusa su propia escuadra; esto da como resultado dostringulos rectngulos cuyas hipotenusas son paralelas, unaen oriente y otra en occidente. El iniciado al saludar a losVigilantes y estos contestar se unen las dos hipotenusa porsus extremos, crendose de esta forma un cuadrado perfec-to, figura esta que representa con sus cuatro lados y suscuatro tringulos rectngulo internos, las purificaciones dela iniciacin: Aire, Agua, Tierra y Fuego (7).Observo tambin que en la marcha del Compaero, ste aldesviarse del camino correcto hacia la derecha y volver almismo, describe de manera perfecta un tringulo rectngu-lo, que simboliza con la hipotenusa la manera ptima devolver a la senda de la luz. En otras palabras, el Compaerono vuelve sobre sus pasos a su ruta sino que la retoma demanera impecable con la hipotenusa, lo cual podemos apre-ciar a continuacin:

    Eas la Logia de San Juan la que gua el trabajo delos maso-nes al cultivarse en ella el desarrollo de las virtudes yfomentarse el enterramiento de los vicios o pasiones (8).Comparto la afirmacin de que la justicia es la virtud ticams excelsa, puesto que en su forma ptima implica amor al

    prjimo. Quiero entonces con este trabajo estimular al mxi-mo en cada masn, la idea de tomar como bandera el emularen cada logia, la Logia de San Juan de las manos delExvenerable y del Venerable, a travs de la prctica invete-rada de todas las virtudes con especial nfasis, la Justicia,mucho ms all de la aplicacin del ordenamiento jurdico-masnico, siempre y cuando se considere sta como comola panacea que cristalice la forma ms sincera de amor alprjimo o por lo menos nos marque el camino hacia ese

    ansiado fin.

    Es la Logia de

    San Juan la quegua el trabajo delos masones.

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    18 VITRIOLVMNotas1. MACE ALFONSO.1984. Pg. 17.2. Platn. La Repblica 3.3. Aristteles. Etica a Nicomaco. V, 1130 b 30.4. San Agustn citado por Ferrater Mora. 1984. Pg. 1830.5. Santo Toms citado por Ferrater Mora. 1984. Pg. 1831.6. Ghyka. 1931.7. Richter. 2013.8. Ritual y Catecismo para el Grado de Aprendiz. 2006.Pg. 62.BIBLIOGRAFA CONSULTADARitual y Catecismo para el Grado de Aprendiz. 2006.La sabidura pitagrica. 1984. Mace, Federico y AlfonsoEduardo. Editorial Orin Mxico.

    La Repblica. Platn.tica a Nicomaco. AristtelesEl Libro Dorado.1978. Ghyka, Matila. Editorial Poseidn.Barcelona, Espaa.DICCIONARIOSMora, Ferrater. 1984. Diccionario de Filosofa. QuintaEdicin. Editorial Alianza Diccionarios.PGINAS WEBwww.mastermason.com.fmisrael . Freemasonry in Israel.

    Pitgoras. Santiago Richter. Revista El Francmasn Irael.2012.

    Otro smbolo en donde estpresente el Teorema de Pitgorases el mandil que utiliza el

    Aprendiz. De manera formal elmandil del Aprendiz est formado

    por un tringulo rectngulo decatetos iguales (babeta parte

    superior) y por un cuadrado endonde cada lado mide es la

    hipotenusa al cuadrado del citadotringulo (parte inferior).

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    Hay una frase tpica de las high school estadouniden-ses que casi rayan en el lugar comn; frase simple,por dems, pero que a muchos de los seguidores de

    la corriente constructivista de la educacin, puede resultarlevlida. La mxima es elocuente: El conocimiento sin prc-tica es parlisis y la prctica sin conocimiento es ceguera.La ceguera, desde la ptica de la medicina, es la prdidatotal o parcial del sentido de la vista, pero tambin depende

    de dnde se ha producido el dao. Obviamente, nosotros noharemos referencia a este tipo de ceguera, sino ms bien alas que metafricamente [1] puede incurrir cualquier insti-tucin u organizacin o, concretamente, del mismo modo,podemos representar a la denominada ceguera poltica oideolgica que no ve a su alrededor aunque goce de muybuena vista fsica.

    La reflexin sobre este tema viene dada luego de leerEnsayo sobre la ceguera, del escritor portugus y premio

    Nobel de literatura 1998, Jos Saramago. [2] La historia es

    nica: una extraa enfermedad azota a una poblacin. Laobra describe una ceguera blanca o mar de leche como lo narran sus personajes en la trama que se expande

    de manera fulminante por esa localidad y deja a los enfer-mos viviendo en un mar de blancura infinita. Esta obra deSaramago tiene un estilo original que parece una novela perotambin puede ser un ensayo. Tiene un estilo apocalptico ysurrealista en el fondo, como si fuese un hbrido. Un hom-bre parado ante un semforo en rojo se queda ciego sbita-mente y contagia a todo a quien lo ve. Es el primer caso deuna ceguera blanca.

    Saramago emplea la ceguera fsica de sus personajes

    ficticios para mostrarnos la invidencia mental de los per-sonajes reales. En su obra, alude al individualismo, lainsolidaridad, la intolerancia, pero ms que nada es un lla-mado para que reaccionemos y nos quitemos las vendas ymiremos a los ojos de la realidad. Es una novela sobre lacondicin humana.

    La Masonera es una institucin de carcter inicitico.El fin, es el perfeccionamiento integral del masn a travsde su trabajo en pro de conseguir su verdadera edificacin

    interna o templo interior mediante el estudio, la investiga-

    La ceguera inicitica y la intoleranciaQ HANGEL R. MEDINAR L Leonardo da Vinci N 244Or de Maracay, Aragua, Venezuela.

    Lee y aprovecha, ve e imita; reflexiona y trabaja, ocpate siempre

    en el bien de tus hermanos y trabajars para ti mismo.

    Cdigo Moral Masnico

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    20 VITRIOLVMcin y, sobre todo, por la accin dialgicaque permita la cadena de unin.

    El V H Javier Otaola [3] diceque la Masonera es una fraternidadinicitica y una sociedad de pensamiento.Considera que la iniciacin es cualquier

    experiencia, cualquier conocimiento quetiene virtualidad para conmovernos, paratransformarnos que suscita en nosotrosun proceso de cambio. Como escribeOtaola:

    La vida est llena de iniciaciones es-pontneas que nos transforman: el descu-brimiento de la sexualidad en la adoles-cencia, el amor, la maternidad o la paternidad, el disfruteartstico [] La masonera, el mtodo masnico, no es sinola aplicacin programada, siguiendo un mtodo ritual, frutode una larga tradicin histrica, de un procedimiento de cre-cimiento o construccin personal. [4]

    Sin embargo, dice tambin que la iniciacin no es loque corrientemente se supone ser, pues todos los Masonesestn familiarizados con la forma ceremonial de la Inicia-cin; pero en realidad sta no es sino un simbolismo exter-

    no de un trabajo interno, esotrico, que debiera realizarsedentro de cada hombre que busca los Misterios.El autor de Fragmento de un discurso masnico ex-

    plica tambin que la actitud inicitica es una compilacin,es decir introduce en nuestra forma de estar en el mundoelementos de comprensin complejos y encima aumentanuestro sentido de la responsabilidad.Otaola escribe y aclara al respecto:

    La iniciacin masnica no se da, se provoca. En nues-

    tro trabajo de reflexin personal nos encontraremos con

    muchos momentos en los que caeremos enla tentacin de esperarlo todo de una ayudaexterior. Tenemos que recordar que todo loque nos llega desde fuera no es en el mejorde los casos sino una provocacin, un est-mulo, una incitacin, una primera letra de una

    palabra que debemos siempre deletrear no-sotros mismos. [5]La Iniciacin, al decir de Oswaldo Wirth

    en El ideal inicitico, no es de orden mera-mente intelectual y no tiene por objeto satis-facer la curiosidad gracias a la revelacin deciertos misterios inasequibles al profano. Se-gn Wirth lo que nos viene a ensear no es

    una ciencia ms o menos oculta, ni una filosofa que nosdiera la solucin de todos los problemas: es un Arte, el artede la Vida. [6]

    Abrir y cerrar los ojosEl masn, como ser humano, est preparado para ac-

    tuar y para no actuar. De all, que muchos Hermanos incu-rran en la soberbia como si fuere sta su sea de identi-dad. Creen que ser soberbio lo hace mejor que los dems,que jams se equivoca y, sobre todo, cree que sus conoci-

    mientos son inconmensurables o ilimitados. Lamentablemen-te, los Hermanos que actan as estn muy lejos de los prin-cipios de humildad y modestia que nos proporciona la Or-den.

    El mal que padecen muchos de estos Hermanos es laceguera inicitica, esa especie de embrollo cotidiano alpretender erigirse que todo lo hace bien y cuya nica salidaes zafarse de su egocentrismo con una secuela de pretensio-nes para sacarle provecho a la ignorancia.

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    21 VITRIOLVMEl ciego inicitico, as como si fuese un personaje

    de la novela de Saramago, jams ve la realidad que hay de-trs del disfraz que le proporciona su orgullo. Para la ce-guera inicitica no existe todava un antdoto. Quizs, cuan-do reflexionemos que estamos haciendo las cosas mal, queno actuamos como debe ser, que tergiversamoslos rituales o que no los leemos como es debido, oms grave an, cuando pretendemos usar el rituala nuestra conveniencia y como si fuera poco, am-bicionamos pasar por encima de la ConstitucinMasnica, tal vez surja ese antdoto que nos per-mita recuperar la vista de esa ceguera blancaque alude la novela de Saramago.

    La ceguera inicitica que padecen algu-

    nos Hermanos y que actan de una manera insen-sible, no es discapacidad. Las cegueras malasprovienen de la falta de formacin masnica, dela inasistencia a las logias y, por ende, a las Teni-das, del menor esfuerzo en superarse y edificar sutemplo interior; a todo esto hay que agregarle laincapacidad para planificar y establecer metas, elexceso de informacin mal digerida, ser ms prag-mtico y perder el tiempo hablando del pasado

    pasando por encima del presente, de su trabajorealizado en otras logias pero no hace nada til por el Talleren que est. Piensa que si algo funcion en el pasado, tam-bin tiene que ser igual en el futuro.

    ConclusionesAl momento de elaborar esta plancha, coincido con el

    V H. Jos Morales Manchego ex Gran Maestro de laMuy Respetable Gran Logia del Norte de Colombia, consede en Barranquilla quien sostiene en su artculoLos hom-bres negativos, que uno de los tantos males que agobian a la

    humanidad es el de los hombres negativos. El ciegoinicitico, lamentablemente, merodea por estos predios queesboza Morales Manchego, porque se dan en todos los cli-mas, en cualquier parte se reproducen. Son seres opacos.No reflejan luz, aunque muchas veces la reciban. En las

    instituciones, en las empresas o en sus pro-pios domicilios, se destacan por su alharaca,pero a la larga no hacen sino dao.

    Como tambin lo expone el QHRenLaban en su libroLos smbolos masnicos,la masonera es una sociedad inicitica y todoel acervo masnico est apoyado en la ini-ciacin masnica.Laban escribe acertadamente:

    Sin iniciacin real y efectiva no hay verda-dera masonera. La iniciacin no es unacuestin dogmtica que tenga que ver concreencias, es algo que ha existido desde queel hombre es hombre [] No es algo quetiene lugar en el exterior, sino algo queacontece en el interior del corazn, repre-sentado por la logia. [7]

    Las cegueras malas en la que incurrenalgunos Hermanos, inciden en forma mali-

    ciosa en muchas logias y, tristemente, eso le hace un consi-derable dao a la orden masnica. Ciertos Hermanos no en-tienden esto y podemos describir algunos de los sntomasms comunes que causan la ceguera inicitica:-Prdida de los valores masnicos.-La fuga o la dispersin de Hermanos iniciados, que jamsvuelven a las tenidas.

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    -Masones en sueo vacilando en los brazos de Morfeo(en la mitologa griega dios de los sueos), que luego sededican a hablar mal de la masonera, pero ellos nunca apor-taron nada a la institucin.-Hermanos que piensan ms en la cantidad que en la calidadde los profanos o candidatos a ser iniciados.

    -La ausencia de planificacin en muchas logias sobre edu-cacin masnica.-La dedicacin excesiva a la lectura de literatura barata y losllamados libro de autoayuda en detrimento de los rituales,manuales y diccionarios masnicos.-Pretender que si algo funcion hace unos diez aos en unaLogia, puede ahora funcionar en el futuro.-La creencia obsesiva de que un futuro iniciado ser un buenmasn porque tiene los bolsillos repletos de tantas medallasprofanas.-Ausencia del egregor en las Tenidas y, por ende, estas re-sultan aburridas hasta el extremo de correr a los Aprendices.

    La ceguera inicitica es aferrarse a creencias, con-ceptos y modos equivocados de hacer las cosas en la logia.Es la utilizacin de esquemas anticuados ya superados enesta poca de la globalizacin y que slo provocan des-pilfarrar el talento de los futuros masones y la fuga de apren-

    dices, compaeros y maestros, porque las tenidas son msde lo mismo y al final derivan en el aburrimiento. Maestrosmasones que se ufanan de sus conocimientos y cuando unaprendiz o un compaero le hacen una pregunta le respon-den con aquello de eso no es de tu grado, demostrando assu mediocridad y evadiendo la responsabilidad del dao quele hace a la Orden.

    Concluyo con una frase extrada del libroLa masone-ra hoy razn y sentido, del VH Javier Otaola, ex Gran

    maestro de la Gran Logia Simblica Espaola, que reza: La

    arquitectura simblica con que trabaja la Masonera preten-de que cada masn haga de su vida una verdadera Obra deArte de Sabidura, Fuerza y Belleza, y del Mundo un lugardonde sea posible la Paz, el Amor y la Alegra. A eso llama-mos los masones al Arte Real.Notas

    1. De manera metafrica, por medio de metfora (aplica-cin de una palabra o de una expresin a un objeto o a unconcepto, al cual no denota literalmente, con el fin de suge-rir una comparacin con otro objeto o concepto y faci-litar su comprensin). Diccionario de la RAE.2. Cf. SARAMAGO, Jos, Ensayo sobre la ceguera, Barcelona,Santillana, 1996.3. Javier Otaola es abogado y escritor. Masn desde 1979,ha sido Gran Maestro de la Gran Logia Simblica Espaola(GOEU), entre 1997 y 2000, y Presidente de la Internacio-nal Masnica (CLIPSAS).4. OTAOLA, Javier, Fragmento de un discurso masnico,Oviedo, Espaa, masnica.es, 2009, p. 17.5. Ibd., p. 18.6. WIRTH, Oswald, El ideal inicitico, Buenos Aires, Edito-rial Kier, 2009, p. 53.7- LABAN, Ren,Los smbolos masnicos, Barcelona, Edi-

    ciones Obelisco, 2006, p. 165.REFERENCIAS BIBLIOGRFICASLABAN, Ren,Los smbolos masnicos, Barcelona, Edicio-nes Obelisco, 2006OTAOLA, Javier, Fragmento de un discurso masnico, Oviedo,Espaa, masnica.es, 2009.SARAMAGO, Jos, Ensayo sobre la ceguera, Barcelona,Santillana, 1996.WIRTH, Oswald, El ideal inicitico, Buenos Aires, Editorial

    Kier, 2009.

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    Crnica de una muerte anunciada, novela corta publicadaen 1981, es una de las obras ms conocidas y apreciadas delNobel colombiano Gabriel Garca Mrquez. Relata en for-ma de reconstruccin casi periodstica el asesinato de San-tiago Nasar a manos de los gemelos Vicario. Sobre e s t aobra, el V H Jos Morales manchego, hace unanlisis de la venganza en la masonera.

    Segn la Real Academia Espaola: Venganza es la satisfaccin que se toma del agravio o dao recibidos. Podra decirse tam-

    bin que es la pasin intensa que impulsa a unser humano a tomar desquite por una ofensaque le han infligido a l o a uno de sus pro-tegidos.

    En cuanto a sus causas se puedeafirmar que la inexistencia de un siste-ma judicial, o la simple inoperancia dela justicia, generan la venganza. Deah que en los pueblos de las prime-ras edades, la falta de organizacinde la justicia fue muchas veces cau-sa de venganza como forma de fre-nar los desafueros de las personas en elcontexto de la vida social. En algunos de di-

    chos pueblos la venganza se arraig tanto, que algunos lle-garon a considerarla como un deber sagrado.

    Por eso en la mitologa griega, la diosa Nmesis era lapersonificacin de la venganza. Ella representaba la legti-ma ira de los dioses contra la soberbia y la altivez, y contralos generadores de conflictos. De manera que ningn trans-

    gresor poda librarse de su accin y su poder.Por su parte la Biblia, en el gnesis, Captulo

    IX, versculo 5 dice: La sangre de un hom-bre la vengar en el hombre, y en el

    verso 6 agrega: Derramada ser lasangre de cualquiera que derramare

    sangre humana. Algo semejante apa-rece en el salmo 94, versculo 1, el cual

    asevera lo siguiente: El Seor o Jehovahes el Dios de las venganzas; y el Dios de

    las venganzas ha obrado con independientelibertad [1]. Sin tanto rodeo, he ah la ven-

    ganza plasmada en un libro de la Ley Sagra-da.

    En los pueblos pre modernos era un deber in-eludible vengar el honor mancillado, y el que no

    lo haca incurra en el desprecio comn, se burla-ban de l las mujeres y los viejos, y si el que dejaba

    de tomar venganza era soltero, ninguna mujer quera

    La venganzaen Crnica de una muerte anunciadaV H JOS MORALES MANCHEGO*Ex Gran Maestro de la Muy Respetable Gran Logia del Norte de Colombia

    Or de Barranquilla, Colombia.

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    casarse con l. Es ms, si el ofendido era casado y no ejercala venganza, la esposa lo abandonaba.

    Hoy en da la literatura y el cine aportan valiosa infor-macin para dar a conocer los cdigos de honor y las histo-rias de venganza de sociedades pasadas. Un ejemplo patti-co lo tenemos en la obra Crnica de una muerte anunciadade Gabriel Garca Mrquez [2], la cual refleja el conceptode venganza arraigado en una cultura, que por la debilidad

    de la justicia y la falta de claridad en la misma, pas a seruna costumbre inveterada.En la obra se plantea el conflicto que genera la prdi-

    da de la virginidad de una doncella. El ofensor, supuesta-mente Santiago Nasar, viol el cdigo de honor de ese mo-mento. Esto significaba que el ofensor degrad a la familiaVicario en su dignidad y en su vala humana.Por esa razn, los gemelos, o sea los hermanos Vicario matarifes de oficio cuchillo en mano hacen pblico su

    deseo de venganza. Ellos se ven obligados a matar al joven

    Santiago Nasar, porque creen que su deber es lavar con san-gre la ofensa de que ha sido vctima la familia. Es ms, lue-go de cometer el crimen, los hermanos Vicario corren haciala casa cural, donde confiesan su delito al padre CarmenAmador en los siguientes trminos: Lo matamos a concien-cia dijo uno de ellos pero somos inocentes fue un

    asunto de honor.Pero la venganza no slo estaba presente en la actitudde los hermanos Vicario. Hay tambin una responsabilidadcolectiva, la cual se refleja en la pasividad cmplice de mu-chos habitantes del pueblo y en el aire vengativo de otros,como se puede ver en el proceder de los personajes de laobra. Todos saban que los hermanos Vicario buscaban aSantiago Nasar para matarlo, pero nadie tom realmente lainiciativa para evitar la tragedia, incluso algunos persona-

    jes, en el fondo de su alma, queran que lo mataran (p. 19).Veamos lo que dicen algunos textos de Crnica de una muerteanunciada:

    Victoria Guzmn, cocinera de la familia Nasar decideno advertir a Santiago del peligro que corre, lo que se puedeentender como una forma de venganza producto de los abu-sos de su padre Ibtahim Nasar, quien la haba seducido en laplenitud de la adolescencia y La haba amado en secreto

    varios aos en los establos de la hacienda, y la llev a serviren su casa cuando se le acab el afecto (p. 17).Lzaro Aponte, coronel en retiro y alcalde del pueblo,

    se entera de los deseos de los Vicario y cumple con el requi-sito de quitarles los cuchillos, pero ni siquiera los interro-g sobre sus intenciones (p. 60).

    El padre Carmen Amador, prroco de la comunidad,se enter de los deseos de los Vicario, pero prest ms aten-cin a los preparativos de la llegada del obispo. Su actitud

    est contenida en sus propias palabras: Lo primero que

    La diosagriega

    Nmesis erala

    personificacinde la

    venganza.

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    pens fue que no era asunto mo sino de la autoridad civil,pero despus resolv decirle algo de pasada a Plcida Linero(pp. 71- 72).

    Prudencia Cotes, la novia de uno de los Vicario dice:Yo saba en que andaban y no slo estaba de acuerdo, sinoque nunca me hubiera casado con l si no cumpla como

    hombre (p. 65).La madre de Prudencia Cotes, que todas las maanas

    brindaba un caf a los hermanos Vicario,ese da, cuando se lo ofreci, Pablo Vicariole contest: Lo dejamos para despus, aho-ra vamos de prisa (p. 65). Al or estas pa-labras la seora Prudencia Cotes respondi:Me lo imagino, hijos, el honor no espera(p. 65).

    Indalecio Pardo acababa de pasar porla tienda de Clotilde Armenta, y los geme-los le haban dicho que tan pronto como sefuera el obispo mataran a Santiago Nasar.Pero Indalecio pens como tantos otros, queeran fantasas de amanecidos (p. 100).

    Cuando Cristo Bedoya le dijo a Vic-toria Guzmn: Lo estn buscando para

    matarlo (p. 102). Victoria Guzmn le contest: Esos po-bres muchachos no matan a nadie (p. 103).Como se puede ver, la obra refleja un contenido de

    venganza, que ondea en la conciencia de sus personajes. Ycomo si esto fuera poco, respecto a la complicidad generali-zada, el narrador dice: La gente que regresaba del puerto,acelerada por los gritos, empez a tomar posiciones en laplaza para presenciar el crimen (p. 106). Ms adelante nosinforma que La gente se haba situado en la plaza como en

    los das de desfiles (p. 111) y No oyeron los gritos delpueblo entero espantado de su propio crimen (p. 114).

    Estas expresiones textuales, tomadas del libro Crni-ca de una muerte anunciada de Gabriel Garca Mrquez, nosponen a reflexionar sobre la complicidad colectiva en estecaso de venganza, coronado por el Derecho cuando el abo-

    gado sustent la tesis del homicidio en legtima defensa delhonor, que fue admitida por el tribunal de conciencia (p.

    53).La venganza en la obra surge como

    consecuencia necesaria del dao re-cibido, en una poca en la cual la dig-nidad del macho quedaba deshonra-da si la mujer con la cual se casabano era virgen. En consecuencia, enla obra, la venganza, que se planteacon toda crudeza, tena como objeti-vo la exaltacin del amor propio, quehaba sido menospreciado y agrava-do por la ofensa recibida.Toca analizar hasta donde nuestra

    sociedad actual, que algunos llamanposmoderna, es vengativa frente a

    otras ofensas. No se puede negar que en nuestra sociedad,muchas veces la reaccin contra el delito es puramente pa-sional, ciega, sin reflexin ni deliberacin alguna, lo cualest en contradiccin con la naturaleza social y racional delhombre y contra el sentimiento de justicia organizado, porlo menos en teora, en los pueblos civilizados.

    Para nadie es un secreto que en nuestra sociedad pulu-lan los actos de venganza: ah estn para analizar los dichosy paremias que se escuchan a diario. Por ejemplo: Da que

    te vienen dando; as mismo nos hablan de venganza las

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    estadsticas de violencia en la barriada; la violenciaintrafamiliar; los golpes y an las muertes por celos; lo mis-mo que el maltrato a los animales, para cobrarles cualquierdesafuero cometido por el irracional o por su dueo. Todasson formas rencorosas de lavar una ofensa, olvidando queson las autoridades competentes las que tienen que dar su

    veredicto y dictaminar la forma en que el ofensor ha de re-parar el dao causado a la vctima.Conclusivamente se puede afirmar que la venganza

    es la actitud de las personas, que por su atraso o por la malaadministracin en materia de justicia, se cobran cualquierofensa por su propia mano. En esas circunstancias, nuestratarea es transformar a esas personas. Sobre ese yunque elhombre libre y de buenas costumbres tiene que seguir mar-tillando. No olvidemos que en esta materia nuestra AugustaInstitucin, en sus principios, tambin tiene la antorcha. Enese sentido, la Liturgia y los rituales del Grado 30 de la Ma-sonera del Rito Escocs Antiguo y Aceptado, que dirige elSupremo Consejo del Grado 33 para Colombia, as comolas Liturgias y rituales de otros grados precedentes, tratande la venganza. Pero la venganza nada tiene que ver con laesencia de la Masonera. Es ms, la Masonera condena lavenganza, y En vez de aprobarla, pedimos no slo el per-

    dn de la injuria, sino que exigimos su olvido [3]. No obs-tante, consideramos que el Estado y las autoridades legti-mamente constituidas, tienen la obligacin de investigar alos infractores y castigar a los delincuentes.(Publicado en: Revista El Misionero No. 69. ISSN 1657-3064. Barranquilla, Colombia. Junio de 2011)*Ex Gran Maestro de la Muy Respetable Gran Logia del

    Norte de Colombia, con sede en Barranquilla. DiputadoGran Maestro de la Gran Logia del Norte de Colombia.

    Delegado del Supremo Consejo del Grado 33 para Colom-

    bia en el Atlntico. Magister en Historia de la UniversidadExternado de Colombia y Academia Colombiana de Histo-ria, Director de El Misionero (Revista de la Sociedad Her-manos de la Caridad).Director de la Biblioteca Pblica Julio

    Hoenigsberg. Director de la Divisin Cultural de la Socie-dad Hermanos de la Caridad.

    Notas[1] La Sagrada Biblia. Traduccin de LA VULGATA LATI-NA al espaol (1884) por el Ilmo. Seor Don Flix TorresAmat). Santa Fe de Bogot, D. C., Colombia, 1999.[2] Gabriel Garca Mrquez. Crnica de una muerte anun-ciada. Biblioteca de Autores Contemporneos. Crculo deLectores. Bogot, 1988. 128 pp. Cfr. Bahamn, Efran. An-lisis de Crnica de una muerte anunciada de Gabriel GarcaMrquez. Editorial Voluntad. Bogot, 1991. 64 pp.[3] Liturgia del Gr XXX. Supremo Consejo del Grado33 para Colombia (Fundado en 1833) p. 21.