Virus mentales Humedales para tratar aguas residuales H · Virus mentales Hoy más que nunca...

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Martín Bonfil Olivera Comentarios: [email protected] H H ay virus, como el del sida, que pueden afectar el cere- bro humano. Como todos, estos virus son partículas de ácido nucleico (ADN o ARN) cubiertas de proteínas que infectan células y aprovechan su maquinaria para reproducirse. No pueden hacerlo —ni siquiera puede decirse propiamente que estén vivos— fuera de estas células: son parásitos a nivel molecular. Existen también los bien conocidos “virus” de computadora, esos pequeños programas diseñados para copiarse a sí mismos e infectar otras máquinas. Además de reproducirse suelen causar algún daño al sistema, como borrar archivos importantes o ro- bar información del dueño de la computadora infectada. Pero hay otra clase de “virus” que no viven en las computadoras sino en nuestras mentes. Un ejemplo son ciertos mensajes muy comunes en esta época de Internet. Se envían por correo electrónico y advierten del riesgo de contaminarse con algún nuevo virus, de nombre extraño y de —supuestamente— desastrosas consecuencias. “¡No abras ningún mensaje que ten- ga el título ‘día del padre’, porque borrará tu disco duro y que- mará la pantalla de tu computadora!”, advierten, para a continuación añadir: “manda copia de este mensaje a todos tus conocidos”. Poca gente se da cuenta de que, la mayoría de las veces, tales virus son inexistentes. O más bien, sí hay un “virus”, pero gene- ralmente pasa desapercibido: es el mensaje mismo que advierte del peligro, mensaje que logra ser leído y copiado gracias a la credibilidad del receptor. Richard Dawkins, el famoso biólogo autor de El gen egoísta, ha desarrollado el concepto de fragmentos de información men- tal que pueden reproducirse al ser comunicados de cerebro en cerebro. Dawkins llamó “memes” (singular “mem”) a estos “vi- rus” mentales. En forma similar a los genes que conforman a los seres vivos y que compiten unos contra otros dando así lugar a la evolución, los memes —un ejemplo de los cuales son los men- sajes de falsos virus— aprovechan cualquier ocasión y medio para reproducirse y ser copiados de una mente a otra. Aunque la idea es audaz, y ha sido criticada por personajes famosos como el divulgador científico Stephen Jay Gould, mu- chos estudiosos la han considerado seriamente, entre ellos el fi- lósofo Daniel Dennett, quien la utilizó para desarrollar una teoría de la conciencia. Es posible que gracias a este concepto puedan explicarse fenómenos como la expansión de las modas, las tra- diciones e incluso las religiones. Llevándola al extremo, la “memética”, o teoría de los memes —con su enfoque darwiniano en que las ideas (los memes) compiten y evolucionan— , puede llegar a explicar no sólo la cultura humana sino también nues- tras mentes. Virus mentales Hoy más que nunca resultan im- prescindibles los estudios relacio- nados con la conservación del ambiente, y uno de éstos es el que realizan los investigadores de la Facultad de Química de la UNAM, quienes trabajan en un sistema de humedales artificiales mucho más baratos y efectivos que los con- vencionales sistemas para limpiar aguas residuales y otros remanen- tes peligrosos. Los humedales naturales son zonas donde hay carrizos, tules, otates y otras plantas acuáticas. Algunos autores refieren que los aztecas ya utilizaban los sistemas de humedales, que se perdieron en la época colonial, para mante- ner limpios los lagos. Adecuaban zonas para recibir aguas negras de las casas y en ellas se prohibía cortar tules, carrizos y otras plan- tas que servían como depuradores naturales. Bajo el mismo princi- pio, desde hace dos décadas se utilizan humedales artificiales en distintos países para depurar aguas residuales. En la Facultad de Química se desarrollan dos programas de quí- Humedales para tratar aguas residuales mica ambiental, a car- go de la doctora en ingeniería María del Carmen Durán Domín- guez de Bazúa, en los que se estudian los humedales artificiales como una forma am- bientalmente correcta de tratar las aguas ne- gras. Este sistema es ideal para tratar las aguas residuales de tipo doméstico o para esta- bilizar desperdicios agroindustriales, ya que los microorganismos que coexisten simbió- ticamente en las raíces de las plantas acuáticas pueden metabolizar las sustancias químicas presentes en esas aguas aprovechando el oxíge- no que las propias plan- tas liberan durante la fotosíntesis. En la no- che, cuando los or- ganismos no pueden metabolizar estos residuos porque la cantidad de oxígeno es limita- da, disminuyen los organismos aerobios (que dependen del oxí- geno para vivir), entre ellos los po- tencialmente tóxicos, lo que ayuda a reducir de forma consi- derable su número. El sistema de humedales artificiales tiene una vida útil de alrededor de 25 años; a los 20 se crea uno nuevo y se bifurca el agua hacia éste. Mientras tanto, el antiguo se lim- pia y se deja listo para usarlo de nuevo. Para ejemplificar su eficien- cia, se instaló un humedal proto- tipo de 75 metros cuadrados en los Viveros de Coyoacán. Además, este programa cuenta con otro sis- tema de humedales en el Conjun- to “E” de la Facultad de Química de la UNAM y se está construyen- do otro en la zona cultural de Ciu- dad Universitaria. La investigadora señaló que la tecnología del sis- tema de humedales artificiales está a disposición de las comuni- dades que deseen implantarla y que es apropiada para las condi- ciones específicas de nuestro país.

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7¿cómoves?

Martín Bonfil Olivera

Comentarios: [email protected]

HHay virus, como el del sida, que pueden afectar el cere-bro humano. Como todos, estos virus son partículas deácido nucleico (ADN o ARN) cubiertas de proteínas que

infectan células y aprovechan su maquinaria para reproducirse.No pueden hacerlo —ni siquiera puede decirse propiamente queestén vivos— fuera de estas células: son parásitos a nivelmolecular.

Existen también los bien conocidos “virus” de computadora,esos pequeños programas diseñados para copiarse a sí mismos einfectar otras máquinas. Además de reproducirse suelen causaralgún daño al sistema, como borrar archivos importantes o ro-bar información del dueño de la computadora infectada.

Pero hay otra clase de “virus” que no viven en lascomputadoras sino en nuestras mentes. Un ejemplo son ciertosmensajes muy comunes en esta época de Internet. Se envían porcorreo electrónico y advierten del riesgo de contaminarse conalgún nuevo virus, de nombre extraño y de —supuestamente—desastrosas consecuencias. “¡No abras ningún mensaje que ten-ga el título ‘día del padre’, porque borrará tu disco duro y que-mará la pantalla de tu computadora!”, advierten, para acontinuación añadir: “manda copia de este mensaje a todos tusconocidos”.

Poca gente se da cuenta de que, la mayoría de las veces, talesvirus son inexistentes. O más bien, sí hay un “virus”, pero gene-ralmente pasa desapercibido: es el mensaje mismo que adviertedel peligro, mensaje que logra ser leído y copiado gracias a lacredibilidad del receptor.

Richard Dawkins, el famoso biólogo autor de El gen egoísta,ha desarrollado el concepto de fragmentos de información men-tal que pueden reproducirse al ser comunicados de cerebro encerebro. Dawkins llamó “memes” (singular “mem”) a estos “vi-rus” mentales. En forma similar a los genes que conforman a losseres vivos y que compiten unos contra otros dando así lugar ala evolución, los memes —un ejemplo de los cuales son los men-sajes de falsos virus— aprovechan cualquier ocasión y mediopara reproducirse y ser copiados de una mente a otra.

Aunque la idea es audaz, y ha sido criticada por personajesfamosos como el divulgador científico Stephen Jay Gould, mu-chos estudiosos la han considerado seriamente, entre ellos el fi-lósofo Daniel Dennett, quien la utilizó para desarrollar una teoríade la conciencia. Es posible que gracias a este concepto puedanexplicarse fenómenos como la expansión de las modas, las tra-diciones e incluso las religiones. Llevándola al extremo, la“memética”, o teoría de los memes —con su enfoque darwinianoen que las ideas (los memes) compiten y evolucionan— , puedellegar a explicar no sólo la cultura humana sino también nues-tras mentes.

Virus mentales

Hoy más que nunca resultan im-prescindibles los estudios relacio-nados con la conservación delambiente, y uno de éstos es el querealizan los investigadores de laFacultad de Química de la UNAM,quienes trabajan en un sistema dehumedales artificiales mucho másbaratos y efectivos que los con-vencionales sistemas para limpiaraguas residuales y otros remanen-tes peligrosos.

Los humedales naturales sonzonas donde hay carrizos, tules,otates y otras plantas acuáticas.Algunos autores refieren que losaztecas ya utilizaban los sistemasde humedales, que se perdieronen la época colonial, para mante-ner limpios los lagos. Adecuabanzonas para recibir aguas negras delas casas y en ellas se prohibíacortar tules, carrizos y otras plan-tas que servían como depuradoresnaturales. Bajo el mismo princi-pio, desde hace dos décadas seutilizan humedales artificiales endistintos países para depuraraguas residuales.

En la Facultad de Química sedesarrollan dos programas de quí-

Humedales para tratar aguas residuales

mica ambiental, a car-go de la doctora eningeniería María delCarmen Durán Domín-guez de Bazúa, en losque se estudian loshumedales artificialescomo una forma am-bientalmente correctade tratar las aguas ne-gras. Este sistema esideal para tratar lasaguas residuales de tipodoméstico o para esta-bilizar desperdiciosagroindustriales, ya quelos microorganismosque coexisten simbió-ticamente en las raícesde las plantas acuáticaspueden metabolizar lassustancias químicaspresentes en esas aguasaprovechando el oxíge-no que las propias plan-tas liberan durante lafotosíntesis. En la no-che, cuando los or-ganismos no pueden

metabolizar estos residuos porquela cantidad de oxígeno es limita-da, disminuyen los organismosaerobios (que dependen del oxí-geno para vivir), entre ellos los po-tencialmente tóxicos, lo queayuda a reducir de forma consi-derable su número. El sistema dehumedales artificiales tiene unavida útil de alrededor de 25 años;a los 20 se crea uno nuevo y sebifurca el agua hacia éste.Mientras tanto, el antiguo se lim-pia y se deja listo para usarlo denuevo.

Para ejemplificar su eficien-cia, se instaló un humedal proto-tipo de 75 metros cuadrados en losViveros de Coyoacán. Además,este programa cuenta con otro sis-tema de humedales en el Conjun-to “E” de la Facultad de Químicade la UNAM y se está construyen-do otro en la zona cultural de Ciu-dad Universitaria. La investigadoraseñaló que la tecnología del sis-tema de humedales artificialesestá a disposición de las comuni-dades que deseen implantarla yque es apropiada para las condi-ciones específicas de nuestro país.