Violencia Urbana Rio de Janeiro

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Universidad Nacional De Colombia Derecho Ciencias Polticas y Sociales.

Gonzalo Esteban Caldern Juan Camilo Bustos Edna Viviana Garzn Mara Alejandra Ordez

VIOLENCIA URBANA EN RIO DE JANEIRO.

A travs del tiempo se ha hablado de la violencia como una parte, o un estado fundamental en el hombre. Desde la filosofa en Hobbes, se sostiene que el estado natural del individuo es una guerra constante el uno con el otro, el cual se basa en la premisa de que la naturaleza dio a todos un derecho natural sobre todo; por consiguiente cada hombre est en libertad de usar los medios que considere necesarios para su supervivencia, cuando esto ocurre, todos los individuos estn en peligro, gracias a esto se abre la posibilidad de un acuerdo entre ellos para poder garantizar su existencia. As es como se comienzan a dar los pactos, organizaciones y, segn nuestro autor, el Estado. Desde esta perspectiva podramos hablar de violencia en la actualidad; la lucha en el estado de naturaleza, es por la supervivencia, la forma de supervivencia actual no est fundamentada en actividades o propiedades bsicas como la tierra y la agricultura, si se sita al individuo en una ciudad en el tiempo actual, necesita otro tipo de medios para conseguir comida, y los elementos bsicos para sobrevivir. As que si no existe una organizacin, el Estado, que pueda garantizar esto a todas las personas, se generar violencia u otro tipo de pactos con otros actores para que los individuos que no estn cubiertos por el Estado puedan garantizar su existencia. Para entrar en el tema de la violencia Urbana, es preciso comenzar con algunos factores que inciden en ella, el crecimiento de las ciudades junto con la crisis econmica y el debilitamiento del Estado sobre los individuos son puntos clave para entender el crecimiento y origen de la violencia urbana. Un trabajo reciente realizado por Peter Gizewski y Thomas Horner-Dixon, categoriza este tipo de violencia en tres partes: la

violencia poltica, la violencia comunal o tnica y la violencia criminal y anmica. Es esta ltima la que queremos tratar, o en la que nos vamos a apoyar. El escenario donde se hace presente este tipo de violencia es en las ciudades industrializadas, la violencia criminal es un factor que acompaa a las ciudades en crecimiento. Existen muchas posibles causas de dicha actividad, pero la ms argumentada es la debilidad del Estado. El argumento lgico de dicha teora es que si el estado no provee educacin y trabajo para una persona, esta busca otra forma de sobrevivir, aqu es cuando el crimen se presenta como una opcin. El problema es cuando las personas, as tengan opcin de trabajar no se van por ese camino, esta problemtica es otra de las posibles causas de ese tipo de violencia urbana. Cuando el crimen est muy arraigado en una ciudad, y no se escoge por necesidad, la cuestin a tratar est dentro de los individuos, sus ideas y concepciones de lo que desean hacer, aqu se evidencia la teora de Hobbes de nuevo, si una persona considera que la violencia es lo que debe realizar para garantizar su vida no hay nada que pueda evitar que tome esa determinacin. La manera de controlar este tipo de actividades perjudiciales para el equilibrio de la sociedad, es por medio de la violencia tambin, pero en este caso una violencia legtima, pues sera ejercida por el Estado. En algunos casos particulares cuando la violencia organizada se ha hecho cargo de un territorio en especfico, el Estado queda

prcticamente desterrado, es decir, para que en primer lugar exista un Estado como tal, este debe tener o aspirar a tener el monopolio exclusivo de la violencia sobre las personas que habitan en un determinado territorio, puede suceder que en periodos cortos no exista ningn Estado, desde el momento que no haya ningn Gobierno capaz de mantener su derecho a la regulacin exclusiva del uso legtimo de la violencia fsica1. Entonces, cuando en lugares determinados la violencia organizada toma el control sin ninguna intervencin gubernamental, el Estado est excluido de dichos territorios. Sea cual sea el origen de esta situacin el Estado siempre intenta obtener el control del monopolio de la violencia fsica, pues sin esto se genera un desequilibrio que se ve claramente reflejado en la violencia urbana.1

Dahl, Robert. ANALISIS POLITICO MODERNO Barcelona, 1976.

A lo largo de la historia Rio de Janeiro ha sido una ciudad muy importante no solo en Brasil sino en toda Amrica latina. Inicialmente fue una importante capital de la colonia portuguesa que atraves diferentes por diferentes problemticas, luego se estableci como un importante centro portuario para el desarrollo econmico y comercial de Brasil y entrar en competencia con las dems colonias Europeas. Ya para el siglo XX la corona portuguesa habita Rio de Janeiro y desplaza a las comunidades ms pobres a los suburbios de la ciudad, podemos afirmar que he ah que nacen las favelas, pobladas por la poblacin marginada y el embellecimiento y desarrollo acelerado de Rio de Janeiro, haciendo tambin , parte de este el turismo de la ciudad. En 1960, en un intento de descentralizar la actividad econmica, el turismo, etc. Rio de Janeiro deja de ser la capital y este papel pasa a Brasilia. La situacin de Rio se mantuvo igual en el aspecto de las marginalidades presentando un fuerte contraste que por algn tiempo ahuyento a los turistas. Actualmente, el gobierno ha desarrollado unos planes con el apoyo de la ONU para impulsar el progreso en las favelas, creando sistemas de educacin y salud para que el contraste de las familias pobres respecto a las dems no sea tan notable, y las favelas hoy en da han sido manejadas como un punto turstico ms de la ciudad. Todo esto debido a que Rio haba experimentado un desarrollo ms lento en la ltima dcada, respecto a las grandes ciudades, todo esto, sin dejar de ser un centro urbano de gran importancia. Las favelas acarrean diferentes problemas sociales, como veremos ms a delante como el narcotrfico y la violencia entre pandillas, lo que ha generado una migracin interfavelas; algunos autores han escrito que persiste un problema racial, ya que la mayor parte de la poblacin que habita en las favelas es negra o mulata. La poblacin de Rio de Janeiro en su mayora son mujeres (casi un 56%) segn registros del censo del 2009, el resto son hombres y debido a la migracin hay una variedad de religiones o cultos practicados por dicha poblacin, sin embargo, como en Amrica Latina prevalece el catolicismo y la poblacin blanca. De esta poblacin, el 1.5 millones de habitantes (en total son seis millones de habitantes) habitan en 750 favelas de las cuales en la parte oeste, los narcotraficantes controlan 71 y los para-policas controlan 88, dejando clara la corrupcin en las fuerzas del Estado como lo veremos a

continuacin. La situacin crtica para esta poblacin es que su ndice de mortalidad aumenta da a da, y son muertes que no son causadas nicamente por el narcotrfico o la guerra entre pandillas por el control de las favelas, sino que se diferentes ONGs han registrado a El BOPE (Batalln de Operaciones Policiales Especiales de la polica militar de Rio), como la polica ms cruel de Amrica Latina, teniendo en cuenta las cifras de de crueles asesinatos cometidos por ellos y a dems de todo aceptando todo crimen cometido, es por eso, que muy pocos lo ven como un grupo corrupto, porque los actos de brutalidad cometidos, todos los conocen y no intentan ocultarlos, mientras que el resto de la polica militar protege secretamente a los lderes del narcotrfico y estn involucrados con la violencia en las favelas indirectamente. Lo de las favelas no solo queda en el plano militar y policial como algo impune sino que sigue denotando un fuerte conflicto social, ya que la pobreza es la piedra en el zapato de los polticos, es lo que impide su desarrollo, y han buscado exterminarlo por cualquier mtodo o incluso alejarlos mas y mas de la sociedad, por ejemplo actualmente se han levantado unos muros en las favelas, para separar el conflicto del turismo, claro est que esto no ha tenido incidencia ni ha producido cambios en la vida de los habitantes de las favelas, no se ha visto ningn cambio progresivo en la seguridad ni disminucin de la violencia; consideramos tambin que es una medida de desprecio a la pobreza y que no debera ser esta la solucin al problema de las favelas. Tambin se ha usado el sistema penal Brasilero como medio para deshacerse de unos cuantos, dndole lugar a Brasil como el cuarto pas con ms gente en la crcel del mundo entero. Como hablamos en la presentacin de este ensayo, nuestro estudio tambin se ha basado fuertemente en documentales y pelculas, y podemos hallar una fuerte coincidencia entre la favelas (Tropa de Elite, Ciudad de Dios) y las crceles del Brasil (Carandiru), al manejar un sistema de poder desde lo bajo, las fuerzas legitimas cumplen un mnimo papel regulador frente a la organizacin de los grupos ya establecidos que buscan mantener la paz interna, y ya que las crceles se han convertido una sucursal mas de trabajo para los narcotraficantes, quienes a dems cuentan con una gran dotacin de armas para su proteccin. Rio de Janeiro est ubicado en el Sudeste de Brasil y presenta un desorden en la organizacin territorial, debido a que algunas de las favelas se encuentran en las

periferias de la ciudad, pero tambin estn junto a barrios y hoteles lujosos, que no permite, la sectorizacin de dicha ciudad, por ejemplo, la favela de Vidigal est ubicada junto al hotel Sheraton que cuenta casi exclusivamente con la playa de Lebon, tambin en el Sur de la ciudad donde se encuentran los barrios ms cotizados y lujosos de la ciudad, cuenta tambin con las favelas con ms ingresos debido al Narcotrfico, ya que esta zona tiene un gran consumo de estupefacientes, por turistas y habitantes de la ciudad. Tambin esta Villa Canoas que aunque no es una favela comn (ya que no tiene problemas de narcotrfico, y sus calles no estn destruidas), si forma un fuerte contraste con las mansiones lujosas que quedan tan solo al pasar la calle. Rocinha, que es actualmente la favela ms grande de Rio ha tenido un aumento progresivo a lo largo del tiempo y ha contado con un plan para el desarrollo que de algn modo limitara la llegada de los inmigrantes, esta favela cuenta con los servicios bsicos para vivir e incluso con cable de televisin, tiene bancos y restaurantes y es la favela ms visitada por los turistas Cabe preguntarse como un pas como Brasil, que es reconocido mundialmente por su comercio, cultura, desarrollo y una alta militarizacin comparada con otros pases Latino Americanos, no ha resuelto un problema que tambin se desarrolla y aumenta da a da como el narcotrfico y la pobreza que tienen las favelas y que podemos considerar, crea un problema de violencia civil y urbana; pero a esto podemos responder que los beneficiados por el narcotrfico no son pocos en Rio de Janeiro sino que tiene una red poblacional que ha incluido hasta a los policas y militares de la zona, lo que ocasionara un conflicto ms grande, casi que una guerra en la ciudad y el temor de que esto suceda mantiene a la mayora de su poblacin y al Estado al margen de esta situacin, ya que esta a puertas de ser la sede de los juegos olmpicos de 2016.

http://maps.google.com

La violencia urbana en Ro de Janeiro experimenta una lgica que sobrepasa los niveles respecto a otras ciudades en Amrica Latina. Lgica definida por tres puntos clave: La fragmentacin territorial, los intereses econmicos, y el control sociopoltico. Rio de Janeiro est caracterizada por la multiplicidad de sus actores. De una u otra forma el Estado los abarca a todos, esta investigacin se va a concentrar en los centro de violencia urbana de Rio de Janeiro, las favelas, y para comprender la relacin entre estas y el Estado es preciso abarcar este fenmeno desde una perspectiva histrica. Lo primero que cabe aclarar es el escenario en el que se da este fenmeno, una ciudad en proceso de urbanizacin y de industrializacin, que data de la segunda mitad del siglo XIX y la primera parte del siglo XX. Con la abolicin de la esclavitud y la reduccin de los trabajos agrcolas son muchas las personas que presentan una problemtica con respecto a la vivienda. Se da un proceso en el que se reemplaza el trabajo esclavo por el trabajo asalariado, pero an as los obreros viven en una situacin precaria y se comienzan a instalar en parte central de Rio de Janeiro, ya que este era el ncleo de toda

actividad comercial, en viviendas insalubres e inestables. Cuando se comienzan a expandir estas viviendas, el Estado interviene ya que las condiciones de insalubridad son extremas, se construyen una serie de urbanizaciones para los obreros, pero sus precios no estn dentro del presupuesto de los mismos, as que al comenzar el siglo XX, se realiza la primera gran intervencin para la reorganizacin de la ciudad, y aqu es donde se presenta la separacin entre ricos y pobres, tan caracterstica de Rio. Es donde se constituyen las favelas, pues las personas desplazadas del centro de la ciudad que no tienen las capacidades econmicas para adquirir las nuevas viviendas, se ubican en las colinas (morros) prximos al centro de la ciudad. Con la nueva reorganizacin de Rio de Janeiro, las clases adineradas se instalaron al sur de la ciudad, produciendo una demanda de servicios domsticos y en construccin que cubran las personas de escasos recursos, y por esto comienza la expansin de las favelas hacia ese sector, pues los trabajadores no podan costear el transporte diario y les era ms fcil vivir cerca a sus trabajos. Por esta demanda el Estado no intervino en la estructuracin de las favelas y se les permiti ocupar los morros del sur de la ciudad. Con el tiempo la expansin de las favelas fue incontrolable hasta el punto que hoy en da se han constituido 968 en Ro2. Se supone que el Estado debera velar por los intereses de todas las personas dentro del territorio, pero la presencia de este ente en las favelas es casi nula, pues por su desarrollo aislado e independiente se han desarrollado dinmicas de control distintas a las de las otras zonas de la ciudad, entonces el papel del Estado se basa ms que todo en recuperar su control e influencia sobre estos territorios, luego de esto sera posible emprender otras acciones en torno a la situacin de las favelas, es preciso evaluar los fenmenos que se produjeron por ese desarrollo precario y la ausencia estatal dentro de estas zonas, como el establecimiento del narcotrfico, y el crimen organizado; como pandillas, las cuales son estructuras que se encargan de lidiar asuntos de territorialidad, seguridad y de llevar las relaciones con los narcotraficantes para que no se generen conflictos con los lugareos; otra caracterstica muy peculiar es que funcionan como empresas, a las que se les paga a cambio de seguridad, y no solo se ocupan de la seguridad de narcotraficantes o particulares sino de compaas de

transporte, para que puedan trabajar sin problema. Las acciones estatales que se han y2

Investigacin del Instituto Municipal de Urbanismo Pereira Passos difundida en enero de 2009.

que se siguen desarrollando las trataremos ms adelante, pues para comprender mejor la problemtica es preciso tratar otros actores ms a fondo, como las pandillas y la polica. En uno de sus artculos, Elizabeth Leeds 3 conceptualiza los orgenes fundamentales de la violencia urbana con un carcter organizado en Ro. Hay una relacin entre fenmenos que se presentaron a finales de las dcadas del sesenta y el setenta con la actuacin de la guerrilla urbana, y en la del ochenta con la aparicin de grupos armados organizados que buscaban obtener control territorial. Para Leeds, esta relacin tiene sus bases en las crceles. Cuando guerrilleros urbanos (de clase media en su mayora) detenidos entraron en contacto con narcotraficantes y criminales tambin encarcelados. Los guerrilleros aportaron su conocimiento sobre organizacin a los lderes criminales, para que estos lograran estructurar su poder dentro de los centros de reclusin, y posteriormente para que los narcotraficantes afianzaran bandas y grupos fuera de la prisin. Esto contextualmente coincidi con el auge del narcotrfico internacional, y el consumo local en Ro de Janeiro, en sus clases media y alta. Ya en la dcada del noventa, casi cada favela se transformo en propiedad de una banda de narcotraficantes (quadrilhas) encabezada por un jefe local conocido como el dono. El objetivo es mantener el control local del comercio de drogas, por lo cual los jefes buscan tener el manejo exclusivo de una o ms favelas. Las bandas a travs de la ltima dcada se han organizado en tres crteles, que abarcan toda la ciudad: el Comando Vermelho (Comando Rojo), el Terceiro Comando (Tercer Comando) y el Amigos dos Amigos (Amigos de los Amigos). Se destaca entre ellos por su antigedad (1979) poder y cantidad de miembros, el Comando Rojo, Principales confrontadores del Tercer Comando. Se hacen llamar as, Comando Rojo, por sus supuestas inclinaciones revolucionarias de izquierda, practican una violencia con discurso reivindicando sus actos por los pobres y en contra del sistema poltico y econmico de Brasil. A pesar de esto la idea general dentro de la coyuntura de Ro, es que los jefes supremos del narcotrfico (tubares o tiburones) mantienen estrechas relaciones con los polticos y autoridades de la ciudad.3

Leeds, Elizabeth. Cocaine and Parallel Politics in the Brazilian Urban Periphery: Constraints on Local-Level Democratization, Latin American Research Review, vol. 31, nm. 3, 1996, pp. 47-84.

El control territorial es bsicamente el asunto fundamental que lleva a los enfrentamientos entre bandas y grupos criminales. Desde rias callejeras, a conflictos en gran escala, con uso de armas grandes como morteros o lanzacohetes, y el reclutamiento de nios como soldados, tambin como una prctica comn.4 La importancia del papel de las pandillas es que, en ausencia de la accin estatal, asumen el control del territorio, son como pequeos Estados que luchan entre ellos para mantener el poder sobre las favelas. Se hace evidente que todos los asuntos con relacin a los habitantes, las redes de narcotrfico y la lucha con otras pandillas son ajenas a la accin estatal, aunque la polica realiza muchos operativos en la zona, el control lo mantienen los jefes de las pandillas. Actualmente, los fines sociales se extinguieron y el fin ltimo de estas organizaciones es el poder. Las pandillas de la droga imponen sus propios sistemas de justicia, leyes y orden, adems de impuestos todo por la fuerza de las armas5. Los jefes de estas agrupaciones desempean el papel propio de un alcalde o un gobernador, y aunque la polica realiza constantes operativos el control de la violencia y de estos territorios en todo sentido, lo poseen las pandillas. En cuanto a la polica de Brasil, esta est dividida en dos secciones: La Polica Federal, la cual es la polica del Gobierno Federal de Brasil, la polica oficial del Estado, la cual est al servicio general de todo el pas. Existe un segundo tipo de polica, la cual es denominada Polica Local, esta funciona como la polica que le compete a los Estados que componen el Gobierno. Dicha polica, en el caso de Rio de Janeiro se divide en dos tipos: La Polica Militar y la Polica Civil. La primera opera como la polica que tiene mayor fuerza, respecto a lo que se refiere a armamento y al entrenamiento, de ah se deriva su nombre de militar (Usualmente este tipo de polica es la que hace grandes operativos en las favelas). La segunda (Civil), funciona como la polica que le conciernen las labores diarias que no implican un gran riesgo o un riesgo no tan alto. Dentro de la polica militar se destaca la accin de un escuadrn especializado en el enfrentamiento con los grupos narcotraficantes: el B.O.P.E. 6 Es la tropa elite de la

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Dowdney, Luke. Children of the Drug Trade: A Case Study of Children in Organised Armed Violence in Rio de Janeiro, Ro de Janeiro, iser/Viva Rio, 2003. 5 Anderson, Jon Lee. Tierra de pandillas. Ro de Janeiro. Diciembre de 2009. 6 Sitio oficial do Batalho de operaes Policiais Especiais-PMERJ. http://www.policiamilitar.rj.gov.br/

polica, caracterizada por un entrenamiento similar al del S.W.A.T. en Estados Unidos u otras brigadas especializadas. Tiene el uso exclusivo de armas que corresponden solo al uso del ejrcito. Teniendo en cuenta la aclaracin anterior, podemos mirar el papel de la Polica en las favelas de Rio de Janeiro. Usualmente se dira que el papel de la polica seria combatir la violencia, la cual est ntimamente relacionada con el narcotrfico, dentro de los mrgenes legales y legtimos que implican los Derechos Humanos. La polica de Rio se caracteriza por dos factores los cuales son ajenos a lo mencionado anteriormente, as como lo mencionan Koonings y Veenstra, en su artculo Exclusin social, actores armados y Violencia Urbana en Rio de Janeiro: En general, la forma en que la polica se enfrenta a las bandas se debe a dos motivos aparentemente opuestos: en primer lugar, porque se emplea un enfoque militarizado y represivo en la seguridad pblica y la aplicacin de la ley; en segundo lugar, porque la propia polica es partcipe de los delitos relacionados con el narcotrfico, la venta de armas y la extorsin 7. En este mismo artculo explican las dos lgicas anteriores. La primera lgica obedece a la creciente militarizacin de las acciones policiacas en sus intervenciones en los sectores violentos que son las favelas. El incremento en la represin de las fuerzas policiales se debe a la creciente ola de violencia en Rio y al miedo de las clases polticas influyentes de la ciudad respecto a estos sectores, las cuales consideran que los habitantes de las zonas marginales de Rio (favelas) son delincuentes en su totalidad y por lo tanto no tienen ninguna clase de derechos. Este estigma es una marcada ideologa de las clases medias y altas de la ciudad, generando una presin sobre las instituciones en lo que respecta a resultados en el combate del crimen. La polica (usualmente la militar), hace operativos en las favelas los cuales son descritos as: Durante los blitz (operativos policiacos en las favelas), un grupo de policas fuertemente armados penetra en la favela con el supuesto propsito de arrestar a algunos delincuentes, pero en la prctica lo que a menudo ocurre es que llegan disparando en todas direcciones e incluso matan a quienes slo les parecen sospechosos o simplemente

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http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=59911150006, KOONING, Kees; VEENSTRA, Sjoerd en Exclusin Social, Actores Armados y Violencia Urbana en Rio De Janeiro, Foro Internacional, Vol. XLVII, Nm. 3, julio-septiembre, 2007, pp. 9, el Colegio de Mxico, Mxico.

a hombres (jvenes negros) que tuvieron la desgracia de estar en el lugar incorrecto, en el momento incorrecto8.

La segunda lgica caracterstica de la polica, paradjicamente, es totalmente opuesta a la anterior: La fuerte y marcada asociacin de la polica con las bandas que operan en las favelas, entrando como un actor que promueve y mantiene la violencia urbana en la ciudad. La causa de la anterior patologa es la diferencia que existe entre los salarios de la polica federal y la local, teniendo en cuenta que la primera gana tres veces lo que la segunda. Como lo reconoce uno de los activistas de las favelas, en el artculo de Jhon Lee Anderson: Las pandillas le pagan a la polica para que esta las proteja en las favelas, y si no les pagan, los policas van y matan a todo el mundo y le dejan las operaciones a otra pandilla. La polica tiene una alianza de exterminio con las pandillas. El problema, segn Sirkis, es que a la polica no se le paga lo suficiente. Cada polica, sin excepcin, tiene un segundo trabajo, me dijo (Sirkis a Anderson). Los policas trabajan en turnos de 24 por 72 horas, de manera que no hay continuidad, no hay una rutina profesional. No se hacen rondas a pie, no hay contacto con la poblacin civil, slo andan por ah en patrullas. El 70 por ciento de los policas que son asesinados en Ro mueren fuera de su turno. Qu te dice esto? 9. En base a lo anterior quiero hacer nfasis en lo que respecta a que fracciones de la polica y de los bomberos han surgido como grupos de autodefensa, los cuales defienden las favelas de las bandas, actuando como un actor que ha aparecido en la ltima dcada para conformar y aumentar la complejidad de la violencia en Rio de Janeiro. En fecha reciente, en un pequeo nmero de favelas surgieron grupos paramilitares, o mejor dicho, de autodefensa, como reaccin al poder creciente de las bandas de narcotraficantes. Estos grupos, llamados justiceiros o policia mineira, que estn integrados por policas armados y bomberos retirados o que trabajan de manera extraoficial, lograron proteger a sus comunidades de la invasin de bandas. Sin embargo, su versin de lo que significa mantener el orden se ha consolidado

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Opcit, pginas. 9-10 Anderson, Jon Lee. Tierra de pandillas. Ro de Janeiro. Diciembre de 2009.

mediante un uso Excesivo de la fuerza, pues muchos de ellos consideran estar por encima de la ley.10 En este entorno de violencia la Polica Militar Estatal (PM) de Ro tomo protagonismo por la corriente impulsiva para introducirse en las zonas controladas por las bandas. Para Kees Koonings y Sjoerd Veenstra, la manera en que la polica se enfrenta a las bandas se debe a dos motivos que aparentan ser opuestos: en primer lugar, porque se emplea un enfoque militarizado y represivo en la seguridad pblica y la aplicacin de la ley; en segundo lugar, porque la propia polica es partcipe de los delitos relacionados con el narcotrfico, la venta de armas y la extorsin11. La primera lgica demuestra la inclinacin policial militarista en Ro de Janeiro, as como en todo Brasil, y el impacto de la ola criminal en el mbito poltico. A travs de los medios de comunicacin se ha moldeado la opinin de la poblacin, respecto a que los derechos humanos no son aplicables a los delincuentes. Debido a esto durante la ltima dcada, y si se quiere desde la del noventa, los dirigentes polticos en la ciudad, pueden legitimar una estrategia represiva hacia las favelas, por medio de operativos conocidos como blitz. Los blitz se caracterizan por la penetracin de un grupo de policas en las favelas, con el argumento de arresto a delincuentes, pero a menudo dan de baja tan solo a jvenes que consideran sospechosos, si pruebas fehacientes (negros la mayor cantidad de veces), y luego estructuran una suerte de Falsos positivos, reconociendo dichos jvenes como peligrosos pandilleros. Por la inexistencia de resultados efectivos. En lo que respecta a la segunda lgica lleva a la polica a entablar relaciones con organizaciones criminales, de las cuales reciben dinero de las ganancias de la dinmica narcotraficante, a cambio de la omisin en la accin, y en el abastecimiento de armas. Algunos miembros de la polica entonces se desempean como parte de la estructura de la violencia por el narcotrfico, la aplicacin de la ley no es lo que prima, se resta legitimidad al gobierno.

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KOONING, Kees; VEENSTRA, Sjoerd en Exclusin Social, Actores Armados y Violencia Urbana en Rio De Janeiro, Foro Internacional, Vol. XLVII, Nm. 3, julio-septiembre, 2007, pp. 11, el Colegio de Mxico, Mxico. 11 IBID.

La paradoja de estas dos lgicas conjuntas es que, al final, sirven a propsitos distintos pero se vuelven compatibles, desde un punto de vista prctico.12 En los ltimos aos, se ha visto con mayor relevancia la intencin de mejorar las fuerzas policiales y lograr aplicar una gobernanza en democracia y derechos humanos en ejercicio para la poblacin en las favelas. Ya que todava las bandas siguen manejando la mayor parte de la periferia de Ro, y la poblacin civil se halla en una encrucijada.

En las ltimas semanas de mayo de este ao Sergio Cabral, el gobernador de Rio de Janeiro opto por usar una nueva policial conocida como UPP (Unidades de Polica Pacificadora) que se hallan compuestas por integrantes de la Polica Militar, como fuerzas de intervencin armada para combatir a las bandas de narcotraficantes que operan en la mayora de las favelas. Desde el gobierno se ve a las UPP como un medio para controlar a los pobres, pero un plan armado no se mantiene a perpetuidad por lo fracasara en algn momento, as como lo piensan organizaciones comunitarias como la Red Comunitaria Contra la Violencia, que afirman que el gobernador Cabral maneja una lgica de cero tolerancia con respecto a los menos favorecidos y que lleva cabo una copia del plan de control que se aplica en la ciudad de Bogot, en Colombia. Sergio Cabral, del opositor Partido del Movimiento Democrtico Brasileo, lleg a la gobernacin de Ro en enero de 2007, con una oferta de "mano dura" contra las bandas de narcotrfico. La gobernacin pretende que cuando acabe 2010 estn incluidas 17 favelas en el plan de seguridad pblica, lo que en el proyecto se llama "pacificadas". En la actualidad, siete "morros" viven bajo ocupacin policial, en un proceso que comenz en diciembre de 2008 con la intervencin policial de la barriada Doa Marta. Se trata de Providencia (en el centro), Pavo Pavozinho (Copacabana), Tabajara y Doa Marota (Botafogo), Ciudad de Dios y Borel (Barra da Tijuca) y Batam (Jacaraepagua).

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Opcit.

Lo que en realidad ha pasado en las favelas donde actan las UPP, es que aumentaron los casos de abuso y violencia policial. Caractersticas como ser negro, pobre, y tener una vestimenta ostentosa significan ser un objetivo de interrogacin policial. Se est dando un proceso donde el jefe de la favela ahora ser el polica designado para ella, el derecho a expresarse o circular por las barriadas, sigue siendo limitado. Los movimientos sociales tambin cuestionan que los operativos estn en manos de un cuerpo policial que registra el mayor ndice de muertes en "actos de resistencia".

"Las muertes en manos de la Polica Militar aumentaron mucho" desde que Cabral es gobernador, relat Camila Ribeiro, coordinadora de proyectos de la no gubernamental Justicia Global. "Esos asesinatos responden siempre al estereotipo de hombre negro, entre 15 y 30 aos, pobre y vecino de favela", agreg.

Ribeiro dijo a IPS que "las estadsticas del Instituto de Seguridad Pblica estadual indican que en el primer trimestre de 2009 hubo 581 muertos en enfrentamientos con la polica", una cada respecto al mismo periodo del ao anterior. Pero insisti que ello es aval para "una poltica de exterminio y darwinismo social". Los datos de 2010 an se desconocen. Las Organizaciones no gubernamentales coinciden en que las UPP solo intervinieron hasta ahora a favelas que estaban dominadas por bandas de narcotraficantes, excepto en el caso de Batam, que era controlada por milicianos. Las milicias son bandas armadas que garantizan una favela "limpia" de traficantes a cambio del pago de una cuota mensual y el control de servicios como la luz, gas o la televisin por suscripcin. Varias investigaciones judiciales indican que esos grupos son integrados por policas activos y retirados. Se considera por parte de los opositores al gobernador Cabral que hay un inters oculto detrs de las intervenciones policiales. Que esconden la intencin de presionar econmicamente a los vecinos para que abandonen sus barrios, porque con las UPP entran las empresas de servicios, como electricidad y agua, se regulariza la situacin y los moradores deben registrarse y pagar las mismas tarifas que en los barrios de clase media y alta, "imposibles de pagar para el

pobre. Cinco de las favelas intervenidas estn en los barrios ms acomodados de la ciudad, donde los espacios para la construccin son pocos. La presin para que los habitantes de los morros se vayan es para los contradictores de Cabral, otra forma de "especulacin inmobiliaria". Las otras dos, Batam y Ciudad de Dios, rompen la norma porque estn en medio de barrios de clase alta, pero el primero entr en el plan de seguridad por el caso de los periodistas torturados y el segundo por haber sido el escenario de la pelcula del director brasileo Fernando Meirelles que lo catapult a la fama mundial: "La ciudad de Dios". Adems, las dos favelas integran el rea de Ro donde se levantarn las instalaciones para los Juegos Olmpicos que se desarrollarn en la ciudad en 2016. Las autoridades necesitan transmitir una imagen, as sea aparente, de paz y seguridad en toda la ciudad, pero en especial en esa zona. Pero en general, se reconoci, la imagen de las UPP entre los vecinos de los barrios donde actan es positiva porque es el mal menor luego de vivir durante aos en el fuego cruzado entre traficantes y policas. En resumen, la polica como actor armado de la violencia urbana opera de tres modos distintos: Primero, como la organizacin institucional que toma acciones represivas contra la poblacin en sus operativos en las favelas; segundo, funcionando como un ente corrupto el cual colabora a las bandas en funciones de seguridad, distribucin de armas, entre otras, a cambio de una paga derivada de distintas acciones ilegales; y tercero, como integrantes de nacientes grupos de autodefensas, los cuales operan defendiendo a la poblacin de las distintas bandas criminales de las favelas. Histricamente hablando el narcotrfico en Ro de Janeiro, en su estudio, puede ser ubicado a partir del siglo XX, ms exactamente a finales de la dcada de los setenta, con la gran cantidad de cocana que tuvo entrada durante esa poca. La ciudad se transformo en uno de los centros de importacin ms importantes de esta droga, hacia Europa, Estados Unidos y frica. Pero el la estructuracin de un mercado como tal, se dio durante los aos 80s, en organizacin y en uso de la violencia como mecanismo de resistencia ante las autoridades. La violencia producida por el narcotrfico y el control territorial es considerada como el principal factor en el aumento del mas del 140 % de

los homicidios por armas cortas durante los ltimos 40 aos en la ciudad como lo referencia Luke Dowdney. Surge en 1979, el ya nombrado Comando Vermelho o Comando Rojo, el ms productivo y activo a nivel internacional. Al poco tiempo aparece el Tercer Comando, que hasta hoy en da es el principal rival del Rojo en trminos mercantiles. Ya en la dcada del noventa, emergen otros comandos ms pequeos, a partir de los ya existentes: el Comando Amigos de los Amigos y el Comando Vermelho Joven. Como fue antes descrito, el trfico de drogas se da bajo la forma de grupos armados, que someten a la poblacin civil en las favelas por medio del control territorial absoluto y acciones paramilitares. Y en su organizacin se opta por un sistema paternalista como modo de gestin. Respecto a la venta al por menor de droga 13, como lo denotan Martn Mazo y Paniagua Lpez, se da en forma piramidal simulando una empresa industrial. Cada comando tiene representacin en varias favelas y se ordena en puntos de venta y sucursales. En la punta de la pirmide esta el dono, el jefe, dirigente de los recursos humanos y de la seguridad, y la figura con ms autoridad en la favela. Aunque delega su funcin administrativa a otra figura, que es el frente. Luego aparece el gerente geral quien se encarga de la direccin de lo concerniente a la produccin, y se encuentra en el mismo nivel jerrquico que el frente. Ya en el punto medio de la pirmide estn los gerentes de los puntos de venta, y los gerentes de los agentes de proveedores y seguridad. Dichos agentes tienen como funcin el encargarse de la materia prima y su abastecimiento, debe dirigir a los trabajadores en el sector del comercio y servicio. Y en la base de la pirmide esta el personal de servicios, transportadores, manufactureros, y vendedores. Entonces es notorio que al interior de la organizacin del narcotrfico en Ro, hay una divisin del trabajo por medio de la diferenciacin de funciones. Dicho trabajo tiene un horario determinado y una supervisin constante. Es ms esta dinmica en su orden podra ser analizada desde el Fordismo. Ya en el trafico de drogas a gran escala, el jefe supremo es el Tiburn.

13

Marn Mazo, Paniagua Lpez. Narcotrfico y paternalismo en Ro de Janeiro en Poltica y Sociedad, 2009, Vol. 46 Nm. 1 y 2: 205-219

Ahora, la importancia del narcotrfico durante la ltima dcada en Ro puede deberse a diversos factores, entre ellos la ausencia del Estado en el ejercicio de la ley en las favelas, esto le permiti al dono tomar el papel determinante en las relaciones sociales y polticas al interior de la comunidad, entonces se creo as una tradicin de dominacin por medio de la violencia, ya que esta era el principal mecanismo del dono para validar su autoridad. Otro factor de importancia es que los donos de la ltima dcada mantienen un pensamiento reivindicado en la lucha de clases, o en apariencia lo hacen, incentivando trabajo social y comunitario en los territorios que dominan. Fue un proceso duro este cambio, ya que para tomar el control del 70% de los puntos de venta de droga de la ciudad, fueron asesinados 13 lderes comunitarios relacionados con instituciones religiosas o partidos polticos. Los altos cargos del trfico de drogas se tomaron el poder en proceso de distintos niveles, un ejemplo fue la conquista de la figura de los presidentes de las asociaciones de moradores, quienes eran considerados lderes comunitarios, representantes del pueblo, el pobre pueblo marginado y bajo opresin. Su funcin principal era luchar por una equidad en los derechos mnimos de los grupos sociales discriminados en lo poltico. As los narcotraficantes lograban en las bases de la pirmide, cierto apoyo y aprobacin de la poblacin olvidada por el Estado. Ya cuando el trfico de drogas se acentu de manera ordenada en Rio de Janeiro, los donos adems de heredar el poder de los antiguos lderes comunitarios, suplieron una necesidad importante, la necesidad de presin poltica, a modo de un Estado dentro de otro Estado. Proporcionaban seguridad y beneficios a las comunidades pobres. Lo complejo de la insercin de distintas formas de operar de la polica, es que en funcin de una lucha de poderes, en la cual estn implicadas las bandas que existen en funcin del narcotrfico, la polica que opera como accin gubernamental y las autodefensas en busca de seguridad; los habitantes de las favelas, son los principales afectados teniendo en cuenta que se encuentran entre la espada y la pared, y no tienen ningn tipo de influencia ni accin de hecho para frenar esta problemtica, claro excepto, de algunos grupos de personas que operan como organizaciones en pro de los desarmes y de un proceso de disminucin de la violencia que aqueja estas zonas de Rio de Janeiro, las cuales fueron olvidadas por el Estado y en ciertos casos por la sociedad.

Los asesinatos en esta metrpoli y en especial en las dinmicas violentas de sus favelas, abarcan gran diversidad de caractersticas, desde enfrentamientos con armas pequeas, robos etc., y conflictos a gran escala: Luchas del narcotrfico con la polica con grandes armamentos, encuentros entre bandas o consorcios de drogas. Y hasta

homicidios sistemticos por parte de las autoridades. Haca tiempo que Ro de Janeiro amenazaba con convertirse en "la nueva Bogot" en trminos de violencia ciudadana. Hoy, la ciudad brasilea ha triplicado en criminalidad a la capital colombiana. En Ro de Janeiro, la tasa de muertes violentas asciende a 73.6 por cada 100.000 habitantes, mientras que en Bogot el ndice alcanza 23.4, tras un fuerte descenso en la ltima dcada. Esta ciudad es teatro de una creciente violencia homicida con enfrentamientos entre bandas de traficantes de las diferentes favelas, en las cuales se ve obligada a intervenir la polica, trabando fieros combates que se prolongan horas, incluso a plena luz del da. En esas autnticas batallas a tiro limpio, en ocasiones resultan heridos ciudadanos que transitaban por el lugar en ese momento. Cotidianamente la prensa trae noticias de ciudadanos muertos, ya sean traficantes o "gerentes" de empresas de transporte clandestino en la zona metropolitana, que tambin se lan a balazos para imponerse a los competidores.

La violencia crece en todos los Estados del pas a causa de la pobreza extrema de 40 millones de ciudadanos, del desempleo y del aumento del trfico de drogas. Entre 1991 y 2003, en Ro de Janeiro aumentaron todos los tipos de crmenes en ms de un 100%. El nmero de muertes violentas -6.624 en 2003- es propio de una guerra civil. La poblacin local no tiene ninguna seguridad, ni siquiera la polica que tiene un promedio de dos policas muertos por semana a Rio. La polica no puede funcionar normalmente en este contexto, siendo el blanco de un conflicto armado crnico. Est situacin provoca dos niveles de corrupcin: uno cuando el polica quiere salvar su propia vida, y el otro cuando pasa del otro lado con un fin lucrativo.

La polica practica as una justicia vengativa, sobre todo en las favelas. En 2003, en el Estado de Ro, por 45 policas muertos en servicio hubo 1.195 civiles ejecutados. Los

cadveres presentan una media de 4,3 perforaciones de bala, el 61% de ellas localizadas en las cabezas. El problema de la seguridad ciudadana en el pas es, junto con el desempleo, uno de los mayores quebraderos del Gobierno de Luiz Incio Lula da Silva y una de las causas de su descenso de popularidad. El Ejecutivo est estudiando una serie de medidas para enfrentar la violencia. Entre ellas, la modernizacin del aparato judicial, la unificacin de la polica, el reforzamiento de los servicios de inteligencia y la creacin de un cuerpo de 1.500 hombres muy especializados para hacer frente a las grandes emergencias. Este cuerpo, ya est implantado en cuatro favelas, sobre las 600 de la ciudad, donde vive ms de un milln de habitantes. En estos barrios, la calma regres y la polica trabaja como en el resto de la ciudad. Sin embargo, se trata de un trabajo lento que dar frutos a largo plazo. Uno de los problemas ms graves es la renovacin del cuerpo de polica, considerado uno de los menos preparados de Amrica Latina, de los ms corruptos y, segn estadsticas oficiales, el que ms mata del mundo. Estadsticas de la Polica Militar indican que de cada cuatro policas uno est acusado por algn crimen, y en total son 10.000 los acusados de algn delito. En buena parte de secuestros o asaltos aparecen involucrados policas y muchas de sus armas acaban en manos de los narcotraficantes. Ro de Janeiro y So Paulo el aumento de secuestros, incluso de nios, y de asaltos hace que mucha gente se refugie en sus casas, instala alarmas, reduce la rutina y salga slo lo imprescindible En el ao 2009 las cifras de violencia bajaron con respeto a los aos anteriores, Estado. 14 En el 2009 la tasa de homicidios intencionales estuvo en 34,6 por cada 100.000 habitantes, el menor de la ltima dcada. Aunque realmente la cifra de muertes es de un alto nivel, ya que represento un total de 5.794 asesinados en todo el ao. Igual representa una disminucin, teniendo en cuento que el ao 2000 la cifra absoluta llego a los 6.885 muertos. La ola de violencia que experimento Ro de Janeiro durante 2008, segn datos del Instituto14

de

acuerdo con un reporte emitido este ao por la Secretaria de Seguridad Pblica del

de

Seguridad

Regional,

dejo

como

resultado

7.089

muertes,

http://www.seguranca.rj.gov.br/

aproximadamente 19 por cada da; tan solo en el Estado de Ro se registraron 5.717 homicidios. Cifra que presento una reduccin del 6,7% si se le compara con la tasa del 2007. A los anteriores homicidios se agregan 235 asesinatos relacionados con el robo, delito que aumento un 22,4 respecto al 2007. Pero durante este ao Ro de Janeiro se ubico como la tercera ciudad brasilera con mayor cantidad de homicidios, segn una publicacin de la revista Folha de Sao Paulo, detrs de los estados de Alagoas (66,2 asesinatos por cada 100.000 habitantes) y Esprito Santo (56,6). Ro vio un alza durante ese ao de manera considerable en sus cifras, pero no en igual medida que los dos primeros lugares, ya que aumento 5% desde el ao 2005 (tres aos). Referente a otros delitos las cifras presentan en un carcter diverso entre aumentos y disminuciones durante la dcada. El robo de autos tuvo un carcter decadente en los ltimos aos: en el 2006 se registraron 34.491 casos, bajo en el 2007 a 31.489, en el 2008 a 27.847 y, por ltimo, en el 2009 a 25.036. Los asaltos en los autobuses, llegaron en 2008 a la escandalosa cifra de 9.921. En 2009 hubo una reduccin del 10%, con 8.930. Por otro lado, los asaltos a las residencias aumentaron de manera considerable. Se redujeron de manera continua entre 2003 y 2008, y llegaron en 2009a 1.662 casos respecto al ao anterior, aumentando 11,3%. Referente a los asaltos a transentes, se presentaron 71.066 casos en el 2009, demostrando un aumento del 4,4% en comparacin con el 2008. El secretario de Seguridad Pblica de Rio, Jos Mariano Beltrame, seal que la mejora de los ndices no es atribuible a ninguna medida especfica, sino a una nueva poltica global de seguridad pblica, implantada en su gestin. En otro campo de la violencia, se destacan los homicidios sistemticos por parte de la polica, conocidos como actos de resistencia, que provocan gran indignacin a nivel social. Caracterizado por los asesinatos habituales solo basados en sospechas y el encubrimiento de crmenes por una va legitimadora, una ejecucin policial. Este hecho fue denunciado formalmente por denunciado por la ONG Human Rights Watch15 en diciembre del 2009. Luego de dos aos de investigacin, este grupo llego a

15

www.hrw.org/es

la desmienten las versiones de la polica, de que las muertes se produjeron a causa de una resistencia al arresto. Solo entre Rio de Janeiro y Sao Paulo, se han presentado desde 11.000 muertes por parte de la polica, desde el 2003. Especficamente en Ro de Janeiro, en el ao 2000 se registraron 427 casos, cifra que aumentara hasta el 2007 donde se llego a los 1.330, la peor tasa de la dcada. Pero luego en el 2008, se experimento una disminucin de 14,5% cuando se paso a 1.137 casos, y posteriormente en 2009 bajo a 1.048. Segn la Secretaria de Seguridad Pblica del Estado. Estas acciones policiales violentes han recibido crticas adems de las Naciones Unidas y Amnista Internacional. Cuando en 2007 asumi su cargo como gobernador, Sergio Cabral Filho, ha motivado polticas de confrontacin directa contra las bandas narcotraficantes dominadores de las favelas, y que cuentan con armamento de carcter pesado, como misiles tierra-aire y fusiles AK-47. Pero la verdad es que son comunes los procesos o condenas por homicidios para con los agentes policiales. Las problemticas de seguridad en la ciudad resurgieron con fuerza en octubre del 2009, cuando se presentaron ms de 40 muertes en enfrentamientos entre la polica y los consorcios o bandas de narcotraficantes, dos semanas despus de la eleccin de Ro como sede de los Juegos Olmpicos del 2016. Las favelas son sealadas como lugares de alta peligrosidad y estn inmersas en unas profundas dinmicas de violencia, lo cual se debe a la ausencia de oportunidades y la debilidad de los servicios pblicos y la no intervencin efectiva del Estado. Para lograr una presencia eficaz del Estado se debera incluir a la poblacin de las

favelas en una forma de gobierno democrtica, cobijados en su bienestar por el desarrollo de polticas pblicas a largo plazo conjuntamente con la eliminacin positiva de las dinmicas del trfico de drogas. Teniendo como inters central la pobreza y la exclusin social. Para lograr esta eliminacin positiva, el Estado Brasilero debe atacar las dinmicas

narcotraficantes desde su mismo origen, como lo es la siembra de cultivos ilcitos y su

importacin a travs de las fronteras. Requiere as una accin conjunta con sus Estados vecinos. La polica debe gozar de un entrenamiento adecuado para la situacin determinada de violencia y de salarios apropiados para con la labor que desempean, disminuyendo as los posibles niveles de corrupcin, por la propensin de la poblacin en general a la precariedad en las condiciones de vida, porque la delincuencia tiene relacin directa con dichas condiciones. La criminalidad en Brasil no bajar gastando ms dinero en seguridad, porque hay causas estructurales que tienen que ver con el aumento de la desocupacin y la pobreza. En este sentido, la criminalidad no es un tema exclusivamente policial sino que est vinculado con la mayor desigualdad. La diferencia entre el 10 % ms pobre y el 10 % ms rico en el pas es ms de 34 veces. Brasil es as la segunda nacin ms desigual del planeta. Pero a la hora de dar datos, se basa en investigaciones comparadas que disponen en el BID, y que demuestran que la cuestin que aborda es compleja y requiere una decisin poltica ms que una frmula econmica. Brasil cada vez gasta ms en polica pblica y privada y la tasa de criminalidad no se reduce nada. Ese pas destina a ese rubro el 10 % de su Producto Bruto, lo que en cifras equivale al Producto Bruto total de Chile, pero el nmero de presos sigue ascendiendo en forma significativa y la tasa de criminalidad sigue subiendo todo el tiempo. Otros estudios de la Unin Europea plantean que no hay correlacin estadstica entre el nmero de presos y las tasas de criminalidad. Resalt que el aumento de los delitos est directamente relacionado con el hecho de tener un gran porcentaje de la poblacin excluida del mercado de trabajo y del acceso a la educacin. Est claro que cuanto ms educacin hay menos criminalidad se registra. No est claro que cuanto ms gasto exista en seguridad habr menos crimen. Ofrecer a los jvenes actividades culturales y recreativas los fines de semana contribuye as a una disminucin sustancial de la tasa de criminalidad.

BIBLIOGRAFA Anderson, Jon Lee. Tierra de pandillas. Ro de Janeiro. Diciembre de 2009. BERENSTEIN JACQUES, Paola y FesslerVAZ, Lilian. Pequea historia de las Favelas de Ro de Janeiro CIUDAD Y TERRITORIO Estudios Territoriales, XXXV (136-137) 2003. Dahl, Robert. . ANALISIS POLITICO MODERNO Barcelona, 1976. Dowdney, Luke. Children of the Drug Trade: A Case Study of Children in Organised Armed Violence in Rio de Janeiro, Ro de Janeiro, iser/Viva Rio, 2003. Gratius, Sussane y De Sousa, Sarah-Lea John, Brasil: Inseguridad en Democracia Hobbes, Thomas. El Leviatn Investigacin del Instituto Municipal de Urbanismo Pereira Passos difundida en enero de 2009. Leeds, Elizabeth. Cocaine and Parallel Politics in the Brazilian Urban Periphery: Constraints on Local-Level Democratization, Latin American Research Review, vol. 31, nm. 3, 1996, pp. 47-84.

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