Violencia. Medios de comunicación y representaciones sociales

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medios de comunicacin y representaciones sociales

Violencia

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FICHA TCNICA

Violencia. Medios de comunicacin y representaciones sociales Edicin: Coordinadora por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia (CDIA) desde el Observatorio de Polticas Pblicas y Derechos de la Niez y la Adolescencia (CDIA-Observa) Brasil 455; Asuncin - Paraguay Telefax (595 21) 227 061 / 232-021 www.cdia.org.py / www.cdiaobserva.org.py [email protected] / [email protected] Investigador principal: Rubn Capdevila Consejo Directivo CDIA 2011 2012: Eduardo Sosa (Aldeas Infantiles SOS), Alejandro Loza (Fundacin ALDA), Antonio Aazco/Nidia Battilana (Callescuela), Alejandra Rodrguez/Leticia Rodrguez (Enfoque Niez), Nstor Vera (Plan Paraguay), Carla Crosa/Anbal Cabrera (Paraguay Educa). Direccin Ejecutiva CDIA: Heve Otero Coordinacin del Proyecto Fortalecimiento de Redes de Defensa de los Derechos de NNA en cinco Departamentos del Paraguay: Soledad Cceres Coordinacin de CDIA-Observa: Javier Chamorro Coordinacin de Comunicacin: Ricardo Yamil Derene Asistente: Gustavo Ferreira Diseo y diagramacin: Impresin: Este material fue creado por la Coordinadora por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia (CDIA) desde el Observatorio de Polticas Pblicas y Derechos de la Niez y la Adolescencia (CDIA-Observa).

El proceso de edicin, diseo grfico e impresin de este material se realiza en el marco del proyecto Fortalecimiento de Redes de Defensa de Derechos de Nios, Nias y Adolescentes de cinco Departamentos del Paraguay, ejecutado por la CDIA y Codehupy, en cooperacin con Ayuda en Accin (AeA) y la Agencia Espaola de Cooperacin Internacional para el Desarrollo (Aecid). La presente publicacin goza de la proteccin de los derechos de la propiedad intelectual. No obstante, extractos breves de la misma pueden reproducirse sin autorizacin, con la condicin de que se mencione la fuente, tal como se indica en la ficha bibliogrfica. Para obtener los derechos de reproduccin deben formularse las correspondientes solicitudes a la CDIA, solicitudes que sern bien recibidas. Se agradece el envo de ejemplares en que se cite la obra a los editores. El uso de un lenguaje que no discrimine entre varones y mujeres por cuestiones de gnero, as como que evite la segregacin por otros motivos entre las personas, especialmente cuestiones vinculadas a la estigmatizacin de condiciones individuales y colectivas, es una preocupacin ampliamente difundida en el mbito de la proteccin y la promocin de los derechos humanos y asumida por la CDIA. Cmo citar este material? Capdevila, R. (2011). Violencia. Medios de comunicacin y representaciones sociales. Asuncin: CDIA Observatorio de Polticas Pblicas y Derechos de la Niez y la Adolescencia (CDIA-Observa), pp. (pgina de inicio) (pgina de fin). Asuncin, Paraguay. Diciembre de 2011. ISBN: xxx-xxxxx-xxx-x-x.

FICHA TCNICA

2 La presente publicacin da seguimiento a una lnea de anlisis a la que la Coordinadora por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia (CDIA) se ha abocado de forma sistemtica en los ltimos tres aos, tanto en los debates de sus organizaciones miembros, como en la aplicacin de instrumentos de investigacin en el estudio de los casos paradigmticos y en el anlisis de los medios de comunicacin. Partir de un marco conceptual que devele y descubra lo que se ha naturalizado, en este caso la violencia, es un punto de partida que nos podr dar ciertas certezas al mirar la problemtica desde un cierto orden, dada la complejidad y mutabilidad con que se reproduce y aparece la violencia. Creemos que se ofrece en este material una lectura posible que explica y coherentiza mucho de lo disperso y fragmentado que queda al paso de la violencia como fenmeno. A la hora del anlisis de los medios de comunicacin y la infancia y la adolescencia, apelar a los conceptos de representaciones sociales e imaginario colectivo, nos descubre y enhebra los significados de circulacin cultural y por lo tanto de ubicacin del poder entre el mundo adulto y el de nios y nias. Tambin sostenemos que un paso ms all del impacto meditico o de los nmeros fros, es realizar lecturas a partir de los marcos conceptuales propuestos, incorporando la dimensin cultural y los datos estadsticos, son fundamentales a la hora de comprender visiones tan arraigadas del paradigma de la situacin irregular en la media, y comprender que la permanencia de este paradigma no es casual, sino funcional al poder instituido. Desmontar esta antigua red de relaciones y observar desde la complejidad y en la defensa de los nios, nias y adolescentes es nuestra tarea como colectivo y tambin el desafo, que es el de ir permeando el fenmeno de la violencia, con la visin propuesta desde la proteccin integral y otras, vlidas a la hora de proponer nuevos rdenes de relacin del mundo adulto y el mundo de los nios y las nias. En esta tarea nos sostenemos en los marcos normativos que ya reflejan la lucha del sector, pero fundamentalmente nos apoyamos en las mismas palabras y vivencias de los nios, las nias y adolescentes que nos interpelan y preguntan por un mundo plural y diverso, libre de violencia. Lic. Heve Otero Directora Ejecutiva CDIA

P R E S E N TA C I N

Introduccin

Captulo 1Violencia, medios de comunicacin y representaciones sociales I. Marco Legal II. Marco terico

Captulo 2Monitoreo de medios de la prensa escrita I. Monitoreo de medios de prensa de la prensa escrita. Datos 2010a. Consideraciones Metodolgicas b. Anlisis de datos de los medios de la prensa escrita del ao 2010. 1) Aspectos generales 2) Contextualizacin y vinculacin con la violencia 3) Aspectos de la Violencia 4) Fuentes

Conclusiones Recomendaciones

NDICE

a. Los medios y la construccin de la imagen de nias, nios y adolescentes b. Importancia del monitoreo de los medios de comunicacin c. Violencia simblica y representaciones sociales d. Funciones de las representaciones sociales e. Representaciones sociales tpicas y factores de cambio

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INTRODUCCIN

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ste estudio se realiza en el marco del proyecto Fortalecimiento de las Redes de defensa de derechos de nios, nias y adolescentes , impulsado por la Coordinadora por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia (CDIA), la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (CODEHUPY) y la organizacin internacional Ayuda en Accin con el apoyo de la Agencia Espaola de Cooperacin Internacional para el Desarrollo (AECID). Consiste en la continuacin del estudio realizado en el ao 2010 bajo el ttulo Violencia y Derechos. La realidad de nios, nias y adolescentes en datos. En la citada investigacin hemos abordado de manera bastante suscinta la cuestin de las representaciones sociales, y su vinculacin con los medios de comunicacin y la violencia contra nios, nias y adolescentes. De suerte que, lo que se ha dejado en estado incipiente en aquel estudio, se ha convertido en objeto de ste. Con mucha exactitud afirma un estudio impulsado por la OIT en el 2007 que los medios de comunicacin tienen un papel fundamental en la construccin de los universos de opinin que afectan en la forma en que los diversos grupos sociales perciben y tratan a la infancia. As, desde los medios se suelen reproducir formas de percepcin y trato social que obstaculizan

el reconocimiento pleno de los derechos para la poblacin infantil. Siguiendo esta lnea, hemos querido indagar, precisamente, de qu manera, en el Paraguay, el refuerzo y la reproduccin de estas representaciones sociales negativas sobre la infancia, y negadoras de sus derechos acaban propiciando prcticas de violencia hacia este sector. De todas maneras, hemos querido mantener el objetivo principal de nuestro estudio que es el de Describir y analizar la situacin de la violencia contra nios, nias y adolescentes en el Paraguay teniendo en cuenta la Recomendaciones del Secretario General de las Naciones Unidas sobre la violencia contra los nios que expresa la necesidad de: Elaborar y aplicar, sistemticamente, sistemas nacionales de recoleccin de datos e investigacin (Pinheiro, 2006, pg. 22) y que las ONG cumplen el papel de guardianas y socias pudiendo aportar en el desarrollo de investigaciones, incluyendo estudio de casos y grupos de discusin. (Grupo de ONG para la Convencin de los Derechos del Nio, 2008, pg.2) Adems de este objetivo general hemos planteado tambin dos objetivos especficos que se relacionan con el contenido mismo de este estudio, a saber:

- Identificar y conceptualizar las representaciones sociales sobre la infancia y la adolescencia predominantes en los medios de comunicacin del Paraguay. - Analizar y describir datos sobre violencia contra nios, nias y adolescentes monitoreados en 5 medios de la prensa escrita en el Paraguay. El trabajo est compuesto de 2 captulos o apartados. En el Captulo 1 se exponen los conceptos relacionados a la construccin de las representaciones sociales sobre la infancia y la adolescencia, las representaciones sociales tpicas, con la mencin de algunos casos que han resultado paradigmticos y cuya aparicin en los medios de la prensa escrita han dado lugar a la reflexin sobre la situacin de la violencia y el maltrato hacia nios, nias y adolescentes en el Paraguay. En el captulo 2 se presentan y analizan los resultados del monitoreo de medios de la prensa escrita sobre las noticias publicadas a lo largo del ao 2010. Finalmente, se sintetizan algunas conclusiones relevantes del estudio y un inventario de recomendaciones, que consideramos muy necesarias. Teniendo en cuenta de que el estudio es apenas un acercamiento a la temtica tan compleja de las representaciones sociales

y su vinculacin con la violencia contra la infancia y la adolescencia, esperamos sin embargo despertar el inters y en especial la preocupacin de los comunicadores y las comunicadoras en la responsabilidad que les convoca ante un sector histricamente vulnerado en sus derechos.

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CAPTULOI. Marco Legal

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Por supuesto que cuando se habla de la sociedad se incluye a los periodistas y las periodistas, que tienen una gran responsabilidad en este sentido. Por otra parte, el artculo 27 se refiere a la necesidad de regulacin de la publicidad con el fin de proteger los derechos de los nios, las nias y los adolescentes. El artculo 17 de la CDN (Convencin de los Derechos del Nio) menciona la importante influencia que ejercen los medios de comunicacin sobre el bienestar de nios, nias y adolescentes, sealando que los Estados deben: - alentar a los medios de comunicacin a difundir informacin y materiales de inters social y cultural para los nios y nias; - promover la cooperacin internacional en la produccin, el intercambio y la difusin de esa informacin y esos materiales procedentes de diversas fuentes culturales, nacionales e internacionales; - apoyar a los medios de comunicacin a que tengan particularmente en cuenta las necesidades lingsticas del nio perteneciente a un grupo minoritario o que sea indgena; e - impulsar la elaboracin de directrices apropiadas para proteger al nio contra toda informacin y material perjudicial para su bienestar.

Por otra parte, el artculo 29 del Cdigo de la Niez y la Adolescencia es el nico que tiene relacin con los medios de comunicacin. Este prohbe publicar por prensa escrita, radial, televisiva o por cualquier otro medio de comunicacin los nombres, las fotografas o los datos que posibiliten identificar a los nios, nias y adolescentes vctimas o supuestos autores de hechos punibles, estableciendo sanciones para los que infrinjan esta prohibicin. La existencia de esta legislacin de todas maneras no significa mucho para las grandes empresas de comunicacin. Existe todava mucho trabajo pendiente, en especial en lo referente a publicidad ya que, hasta el momento, son las empresas las que imponen las reglas del juego abarrotando los medios con mensajes sumamente dainos y proyectando representaciones sociales de la infancia realmente inaceptables.

Como bien se hace referencia en el Manual de Niez y Periodismo, producido por la Agencia Global de Noticias (2008), una de las materias pendientes en la manera en que los medios presentan las informaciones relacionadas con niez y adolescencia es la contextualizacin legal de las mismas y, en muchos casos, incluso se olvidan o se ignoran cuestiones medulares que tienen que ver, por ejemplo, con la proteccin de la identidad de nios, nias y adolescentes. Por fortuna, cada vez es mayor el conocimiento que se tiene y de a poco el periodismo serio se va enmarcando ms en el paradigma de la proteccin integral, aunque al nivel del lenguaje quedan resabios que responden al viejo paradigma de la situacin irregular. Existe importante legislacin relacionada con el eje de niez y medios de comunicacin, aunque no muchas son tenidas en cuenta. El artculo 54 de la Constitucin Nacional, por ejemplo, establece que la familia, la sociedad y el Estado tienen la obligacin de garantizar a nios, nias y adolescentes su desarrollo armnico e integral, as como el ejercicio pleno de sus derechos, protegindolos contra el abandono, la desnutricin, la violencia, el abuso, el trfico y la explotacin.

como, por ejemplo, encuestas o produccin de indicadores especficos a partir de datos de las instituciones encargadas de la seguridad en el Paraguay. En segundo lugar, porque pensamos que cualquier estudio que pretenda, por lo menos, identificar tendencias que persisten en el tiempo, debe mantener una frecuencia, por lo menos, anual, que permita hacer comparaciones y aportar nuevos conocimientos sobre el fenmeno de la violencia. Insistimos tambin en el hecho de que los medios de comunicacin tienen un papel fundamental en la construccin de los universos de opinin que afectan la forma en que los diversos grupos sociales perciben y tratan a la infancia. As, desde los medios se suelen reproducir formas de percepcin y trato social que obstaculizan el reconocimiento pleno de los derechos para la poblacin infantil (OIT, 2007. Pg. 9). Consideramos entonces que el monitoreo de medios, y el anlisis de las informaciones relacionadas con niez y adolescencia divulgadas por los medios de comunicacin de la prensa escrita, se configura como interesante metodologa que nos permite conocer las representaciones sociales o la imagen que la sociedad ha construido sobre la infancia, la niez, el nio, la nia, los y las adolescentes. Es importante, por tanto, saber qu imagen de infancia refuerzan los medios de comunicacin y, en nuestro caso especifico, qu enfoque sobre la violencia contra nios, nias y adolescentes transmiten los medios de comunicacin.

II. Marco Tericoa. Los medios y la construccin de la imagen de nias, nios y adolescentes Si hemos insistido en el monitoreo y anlisis de las noticias sobre violencia que presentan los medios de comunicacin, especficamente de la prensa escrita, es debido a dos razones fundamentales. En primer lugar, como ya lo hemos argumentado en otras ocasiones, consideramos que este tipo de estudios suplen de manera importante la carencia de estudios e investigaciones

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Pero tambin, esto es clave, habra que reconocer, con Foucault, que existen mecanismos de exclusin propios de los discursos dominantes en una sociedad determinada. El ms evidente, y el ms familiar tambin, es lo prohibido. Se sabe que no se tiene derecho a decirlo todo, que no se puede hablar de todo en cualquier circunstancia, que cualquiera, en fin, no puede hablar de cualquier cosa (Foucault, 1970. Pg.5). Pero existe tambin otro mecanismo, dice Foucault, que es el de la separacin y el rechazo, en la relacin dialctica, vigente an, entre razn y locura. Estos mecanismos han venido, pues, excluyendo los discursos de la mujer, del loco, del enfermo, del anciano, del diferente y agregaramos tambin el discurso del nio y de la nia. Ya que no se puede negar que nuestra sociedad ignora, en todos los niveles posibles, este discurso que clama y reclama por sus derechos y por propia voz. Aunque se mencionen de manera superficial, en algunas ocasiones, inventarios de derechos en los medios de prensa, como listas de palabras sin contenido, los nios, nias y adolescentes an no son la fuente principal de informacin (dato importante arrojado por el monitoreo). Es decir, prcticamente no son consultados en relacin con la informacin que ser publicada sobre ellos y ellas, y mucho menos son partcipes de la construccin de los temas que tienen relacin con sus derechos y sus realidades.

As, es innegable que los medios incluyen o excluyen, prohben o permiten informaciones y noticias sobre nios, nias y adolescentes, en relacin con determinados intereses, polticos en muchos de los casos; pero tambin, en especial, econmicos, ya que lo que vende casi nunca est del lado de la verdad y mucho menos de los derechos: lo que vende es siempre lo ms inescrupuloso. b. Importancia del monitoreo de los medios de comunicacin Aunque ya hemos mencionado algunas razones de importancia que sustentan el trabajo de monitoreo de medios de la prensa escrita, nos extendemos en cuatro razones que consideramos fundamentales, inspirados en la investigacin realizada en Mxico: La infancia en el universo meditico (OIT, 2007): 1) Porque no se puede negar que los medios de comunicacin inciden en la manera en que la poblacin percibe y trata a la infancia En el Paraguay no existen muchos medios de prensa escrita, pero los que existen son de muy baja calidad. Los peridicos o diarios ms vendidos, por lo general, son los que insertan o promueven menos debate sobre derechos de la niez, polticas de infancia y adolescencia o temas relacionados. Muchos de ellos hacen nfasis en las notas violentas de una manera muy sensacionalista, lo cual inhibe el debate y la reflexin, y refuerza representaciones victimizantes del nio y de la nia, que no criminalizantes.

2) Porque los contenidos de las noticias reflejan visiones de las personas que producen la informacin. A pesar de que el mundo periodstico se ha convertido en un mercado de ideas e informaciones que responde, en la mayora de los casos, a los intereses especficos de los dueos, todava existe una relativa libertad y muchos periodistas expresan de manera taxativa sus puntos de vista y opiniones. Esto representa un doble dilema: por una parte, el que est relacionado con la capacitacin que pueda tener el periodista en materia de derechos de la niez y la manera en que lo exprese; por otra, las polticas propias de la empresa que puede obrar de interdictora siempre que la nota o informacin interfieran con sus intereses. 3) Porque la audiencia que recibe la informacin decodificar de manera diferente la informacin, y la interpretarn de acuerdo a un determinado contexto. Precisamente, la gran paradoja de esta era de la informacin reside en el hecho de que a pesar del gran cmulo de informacin emitida diariamente, la sociedad no est bien informada. Esto se debe al hecho de que se informa de todo, pero nada y por tanto las personas terminan sabiendo nada de todo.

Hay mucha informacin de baja calidad y descontextualizada. El lugar ganado por los medios de comunicacin como formadores de opinin, de pblico crtico, vacila en sus bases mismas. De ah tambin la insistencia en que, siempre que se haga mencin de alguna situacin relacionada con niez y adolescencia, se mencione tambin el marco legal y otros datos que permitan visualizar posibles vulneraciones de derechos. 4) Porque los medios pueden contribuir a reforzar visiones y prcticas tradicionales sobre un determinado hecho; aunque tambin pueden aportar a determinada parte de la audiencia a plantearse nuevos enfoques y actitudes. Es muy difcil pensar en la imparcialidad de los medios y de los periodistas en general. Por otra parte, tener ms herramientas de comunicacin no significa una mejor capacitacin de los comunicadores, ni ha derivado en un ejercicio periodstico de mayor calidad. Pero, como quiera que sea, es importante que, para poder emitir opiniones en temticas tan delicadas como las relacionadas con derechos de la niez y la adolescencia, los medios de comunicacin necesitan promover la capacitacin de los y las periodistas.

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Es importante en este sentido tener en cuenta que, como lo dice Gonzalo Martn Vivaldi, los periodistas son constructores de naciones y sociedades, regidores de la accin, y, como tales, deben proveer al pblico de imgenes comprensibles y representativas de su sociedad (Martin Vivaldi, 1979). c. Violencia simblica y representaciones sociales La violencia contra nios, nias y adolescentes se ha tipificado de diversas formas. La mayora de estas tipificaciones o clasificaciones excluyen las formas de violencia que, a pesar de estar invisibles, o ms bien invisibilizadas, afectan y han afectado a lo largo de la historia a millones de nios, nias y adolescentes en todas las regiones del mundo. En el estudio Violencia y derechos (CDIA Observa, 2011), se han resumido todas las formas de violencia en tres grandes tipos, a saber: - La violencia fctica o factual - La violencia estructural - La violencia simblica o cultural Dentro del primer tipo se encuentran todas aquellas prcticas y tcnicas de violencia visibles en cuanto que se refiere a la aplicacin directa de la violencia, ya sea de manera fsica o psicolgica, por comisin u omisin. Pero que tiene como caracterstica

central la de ser visible a los ojos de todos y todas, siempre o en algn momento determinado. En el segundo grupo hemos de incluir toda violencia que tiene que ver con el abuso del poder poltico y econmico. De ah se entiende que una de las peores formas de violencia es la pobreza, violencia tpicamente estructural y que mata de hambre a miles, millones de nios, nias y adolescentes en el mundo. Se caracteriza por ser invisible, pero porque los agentes principales de esta forma de violencia se esconden y ocultan detrs de una gran maquinaria: Estado, multinacionales, potencias mundiales, etc. Y en tercer lugar enunciamos el tipo de violencia que hemos llamado de simblica, siguiendo la lnea terica de Bourdieu. Tambin podramos llamarla cultural, siguiendo algunos aspectos de la teora del conflicto del politlogo Johan Galtung. Dentro de esta forma de violencia, que se caracteriza por ser tambin invisible, encontramos inserto el concepto de representaciones sociales, por lo cual desarrollaremos ms ampliamente el concepto. La violencia simblica Para el desarrollo de este tema nos remitimos a reproducir fragmentos del captulo 1 del libro Violencia y derechos, ya que no encontramos mejor forma de expresar estas ideas, en todo caso se ampliarn algunos conceptos.

Como ya hemos mencionado, utilizamos el trmino violencia simblica siguiendo la lnea terica de Pierre Bourdieu, quien la define de la siguiente manera: La violencia simblica es esa violencia que arranca sumisiones que ni siquiera se perciben como tales apoyndose en unas expectativas colectivas, en unas creencias socialmente inculcadas (Bourdieu, 1999, pg. 173). En este sentido, transforma las relaciones de dominacin y de sumisin en relaciones afectivas; el poder, en carisma; exactamente como se da en la relacin padre madre e hijo hija, donde la violencia queda solapada bajo la frgil conciencia de la proteccin familiar (CDIA Observa, 2011. Pgs. 21-22). Es tambin en esta particular relacin de dominacin, dice Bourdieu, en la que el reconocimiento de la deuda se convierte en agradecimiento, sentimiento duradero respecto al autor del acto generoso, que puede llegar hasta el afecto, el amor o la pasajera ternura materna de la que nos advirti Korczak, como resultado particularmente manifiesto en las relaciones entre generaciones (Fernndez, 2005, pg. 9). De esto ltimo queda pues justificado el acto del castigo donde el nio y la nia como deudores de proteccin quedan siempre a expensas de las exigencias paternas, so pena de castigos y reprimendas al no cumplir sus obligaciones como hijo e hija (CDIA Observa, 2011, pg. 22).

Pero, de dnde surge esta forma tan peculiar de violencia?, por qu mecanismos misteriosos es conferido este poder a las personas? Para explicar esto colocamos otro concepto imprescindible para comprender la violencia simblica: el capital simblico. Bourdieu lo define como [] una propiedad cualquiera, fuerza fsica, riqueza, valor guerrero, que, percibida por unos agentes sociales dotados de las categoras de percepcin y de valoracin que permiten percibirla, conocerla y reconocerla, se vuelve simblicamente eficiente, como una verdadera fuerza mgica (Bourdieu, 1999, pgs., 172-173). Por otra parte, el capital simblico confiere autoridad legtima, de la que se deriva el poder de nombrar, de representar el sentido comn y de crear la versin oficial del mundo. No en vano el propio Bourdieu consideraba que esta teora, la de la violencia, resultara indispensable para explicar fenmenos como el de la dominacin masculina y, por tanto, el patriarcado. La violencia simblica nos remite entonces a dos elementos fundamentales: - En primera instancia, la violencia simblica como poder que logra imponer significados, logra crear, como colocara Ferrn Casas, representaciones sociales sobre el nio y la nia, y dar la versin oficial del mundo,

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esencialmente adultocntrica, tratando de ocultar las relaciones de fuerza en las que se sustenta. Una forma de violencia que impone regmenes de verdad y que define qu es lo normal y qu es lo natural. Un ejemplo claro de esto es la normalizacin del castigo, tanto en el mbito de la familia como en el mbito educativo, forma de disciplina hasta hoy sustentada. - En segunda instancia, la violencia simblica, como instauradora de una forma de cultura, de un tipo de relaciones sociales, marcada en cierto sentido por lo dominacin masculina, en eso que hemos llamado el patriarcado. Entendiendo por patriarcado una estructura que se caracteriza por el predominio, arraigado en las instituciones, de los hombres sobre las mujeres e hijos e hijas en la estructura familiar (Hurtado, 2000, pg. 170). Un patriarcado que, adems, permea y modela la organizacin de la sociedad en su conjunto, incluyendo las relaciones sociales, pero cuyo caldo de cultivo se encuentra en el tipo de relaciones que se generan en el mbito domstico y que tiene gran resistencia al cambio. Violencia y representaciones sociales Para este estudio nos interesa, esencialmente, indagar de qu manera los medios de comunicacin, al producir o reforzar determinadas representaciones sociales de los nios, nias y adolescentes, influyen en la subsistencia de determinadas prcticas sociales y actitudes que puedan afectarlos.

Pero qu son las representaciones sociales? Segn Ferrar Casas constituyen un conjunto de implcitos o saberes cotidianos resistentes al cambio (sean verdaderos o falsos desde cualquier disciplina cientfica) y tiene un cuerpo de realidad psicosocial, ya que no solo existen en las mentes de las personas, sino que generan procesos (interrelaciones, interacciones e interinfluencias sociales) que se imponen a la infancia y condicionan a nios y nia, limitando la posibilidad de experiencias o perspectivas de anlisis fuera de esta lgica (Casas, 1998, pg. 24). Para Durn, Martnez y Prez, las representaciones sociales pueden ser consideradas como estructuras por medio de las cuales los individuos logran comunicarse y comprender el mundo y citando a Jodelet, sealan que estas representaciones poseen dos componentes, el cognitivo y el social y establecen un orden sobre el comportamiento, las creencias y las valoraciones respecto a determinada situacin y estaran determinadas por el contexto discursivo y social del individuo o grupo dentro del sistema social (OIT, 2007, pg. 22). De forma ms sencilla, podemos decir que las representaciones sociales son modos de conocer y acercarse a los hechos, procesos, sectores y actores sociales; son modos de comprender la realidad y aproximarse a ella (Unicef, 2005, pg. 7).

La importancia de analizar la imagen de la niez y la adolescencia en tanto representacin social radica en que es desde ella desde donde nos relacionamos con nios, nias y adolescentes. Es la representacin social de este sector la que nos aproxima a ellos y ellas reconocindoles como protagonistas y sujetos de derechos, o como seres humanos incompletos, que requieren de la intervencin adulta vertical y asistencial, y sin capacidad de decisin (Unicef, 2005, pg. 7). Tal imagen o representacin de la infancia se genera, segn Ferrar Casas, en tres mbitos: en las relaciones y dinmicas intrafamiliares; en las interrelaciones generales de la poblacin hacia la infancia; y, finalmente, a partir de las imgenes que se privilegian y las pautas de relacin que se modelan por parte de los medios de comunicacin social. d. Funciones de las representaciones sociales Durn, Martinez y Prez hacen referencia a algunas funciones que tpicamente encontramos en las representaciones sociales: - Funciones de saber (la de explicar y comprender la realidad): se caracteriza por ser una serie conocimientos e ideas que configuran sistemas de referencia o imaginarios sociales a partir de los cuales nos relaciones con los nios y las nias. Esto

tambin tiene que ver con determinados procedimientos de exclusin o de censura de los discursos (Foucault). Es decir, la funcin del saber tiene que ver con la proliferacin de unos discursos perfectamente instalados y aceptados, sobre lo que es la infancia, sobre lo que se puede decir del nio y de la nia, y sobre lo que no se puede decir. Tiene que ver con unos regmenes de verdad y unas prcticas sociales ntimamente vinculadas con estas verdades. A partir de esta funcin, las representaciones sociales generan una versin oficial del mundo de la niez, versin fundamentalmente adultocntrica y androcntrica. Un ejemplo de la puesta en accin de esta funcin es el paradigma de la situacin irregular, que todava sigue vigente y cuyo lenguaje an sigue definiendo el sistema de relacin entre el mundo de la infancia y el mundo de los adultos. - Funcin identitaria (la de definir la identidad personal y social): tiene que ver con el papel que se le asigna a nias, nios y adolescentes en una sociedad determinada y en estructuras como la familia, la escuela, etc. Por ejemplo, la nia est destinada a ser ama de casa y, por tanto, su vida es configurada a partir de estas labores en el da a da y esta imagen es reforzada en los medios, en la familia, en la comunidad.

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Todava hoy se piensa al nio como fuerza de trabajo para el futuro, el futuro de la sociedad. Esto nos remite directamente al concepto de moratoria social desde el punto de vista adultocntrico, segn el cual el nio, la nia y el adolescente estn siempre en preparacin para algo mayor, para llegar a ser adultos; pero que, en definitiva, an no lo son. Existen tambin formas de identificacin por dems negativas, como, por ejemplo, la identidad que les es impuesta a los nios y las nias en situacin de calle como piraitas, trmino peyorativo ampliamente difundido y reforzado en los medios de comunicacin en el ao 2007, segn informa la Agencia Global de Noticias (Global Infancia, 2008). - Funcin orientadora (la de orientar comportamientos y prcticas sociales): esta funcin tiende a legitimar las percepciones que se configuran sobre la infancia dentro de determinadas prcticas sociales: la institucionalizacin de prejuicios y discriminaciones, la exclusin de nios, nias y adolescentes de los procesos definitorios de los sistemas jurdicos y polticos. Un debate del que tpicamente son excluidas las nias, los nios y los adolescentes es, por ejemplo, el de la edad mnima para la punibilidad, debate que en muchos casos es instalado en los medios de prensa escrita. Muchas de las notas que tratan de estos temas se presentan con nula contextualizacin. Tan solo con citar el ttulo de una serie de artculos aparecidos

en el diario ABC Color, ya tendremos una nocin de cul es el enfoque utilizado: MENORES EN ALTO RIESGO (II) Significativo aumento de casos de piraitas satura a la defensora. - Funcin justificadora (la de tomar postura entre los diversos actores sociales): hace referencia a determinadas relaciones de poder ocultas en las decisiones sobre lo que es o no conveniente para nias y nios. Esta funcin justificadora propicia situaciones de discriminacin y de maltrato, maltrato muchas veces disfrazado de un discurso de derechos. Desde un punto de vista adultocntrico, toda decisin tomada en relacin con los menores es justificada, ya que ellos an no pueden tomar decisiones sobre sus vidas. Tambin los medios, en muchas ocasiones, justifican las acciones de los adultos en relacin con los menores, decisiones de toda ndole, pero en ocasiones decisiones extremas. Un ejemplo que hemos citado ya en varias ocasiones, y no nos cansaremos de citar, pues resulta paradigmtico, es el del nio indgena baleado por un conductor inescrupuloso. El texto de la noticia es bastante claro:

Un nio indgena de la calle fue baleado por un automovilista, a quien le haba pedido plata de manera poco corts. La reaccin del conductor, que aqu no se pretende justificar, es una clara seal de que la ciudadana se hart de los nios mendigos, que pueblan las esquinas con semforos de la capital departamental. Un caso similar ocurri en lo que va del ao, en el semforo ubicado en inmediaciones del Mercado de Abasto de CDE, donde un menor tambin fue herido de un balazo. (Diario Digital Vanguardia, Viernes 25 de marzo, 2011) Esta nota fue replicada por otros medios de prensa digital, con el mismo enfoque y, por supuesto, la utilizacin de los mimos trminos peyorativos. El caso no mereci ms menciones en fechas posteriores. e. Representaciones sociales tpicas y factores de cambio Es importante evidenciar que las representaciones sociales de la infancia no son estticas, sino, por el contrario, se van desplegando de forma dinmica a travs del tiempo y se constituyen de una amalgama de aquellas representaciones construidas en diferentes perodos en la historia de un pas.

En efecto, si tuvisemos la tarea, nada sencilla, de escribir una historia de la infancia y de la adolescencia en el Paraguay, por dar un ejemplo, no la podramos escribir ms que a travs de un anlisis de las representaciones sociales que cada poca histrica, que cada rgimen poltico, se ha formado de la infancia y la adolescencia, historia que sera posible construir, nicamente, por medio del anlisis de los relatos histricos y periodsticos, y de las referencias acerca de la infancia en los textos y programas escolares, entre otras fuentes escritas. Los cambios que van sufriendo estas representaciones, esta imagen de la infancia, en el tiempo, se dan en virtud de diversos factores. De tal suerte, podemos identificar que en el Paraguay tales cambios tienen que ver con: a. El cambio de rgimen poltico. La entrada al proceso de transicin hacia la democracia abri un nuevo horizonte para el goce de los derechos humanos y, por tanto, la posibilidad de pensar en la reivindicacin de derechos especficos como los derechos de las mujeres y los derechos de la niez y la adolescencia. Recordemos que el Paraguay ratific la Convencin sobre los Derechos del Nio el 25 de setiembre de 1990, un ao despus de la cada del rgimen dictatorial de Stroessner y reemplaz un

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Cdigo del Menor por el Cdigo de la Niez y Adolescencia en el ao 2001 (Ley 1.680/01), lo cual representa, en s mismo, el comienzo de un cambio de paradigmas. b. El impacto de las luchas de reivindicacin de los derechos humanos y el surgimiento de las organizaciones sociales y de las organizaciones de nios, nias y adolescentes. En este sentido, es necesario considerar un importante hito en la historia de la lucha por los derechos de la niez y la adolescencia: en 1994, irrumpe algo que aos anteriores era simplemente imposible

imaginar: la Organizacin de Nios/as y Adolescentes Trabajadores (ONATs). c. El avance en la produccin de conocimientos y discursos sobre la niez y la adolescencia. Esto tiene relacin tambin con un cambio de paradigmas experimentado con la aceptacin y ratificacin de la Convencin Internacional de los Derechos del Nio y esto es el paso de la doctrina de la situacin irregular al paradigma de la proteccin integral, que supone la prevalencia del concepto del inters superior del nio y de la nia. (ver cuadro 1)

Tienen la capacidad de contribuir en su desarrollo personal, el de su familia y el de su comunidad. Son protagonistas y capaces de generar transformaciones sociales. Tienen el derecho de ser escuchados y sus opiniones deben ser tenidas en cuenta.

servicios a la salud, educacin, vivienda digna, etc. Se establecen dos categoras: se diferencia a los nios y nias de los denominados menores. El Estado tiene un rol paternalista y las respuestas son estigmatizantes. El mayor o adulto tiene potestad sobre el menor sin importar su opinin y sin poner su inters en primer lugar. Los menores no tienen incidencia ni intervencin en la realidad. Se los trata como personas o ciudadanos de menor vala. Es una visin que legitima prcticas institucionalizadas violatorias de los derechos.

Cuadro 1 De la Doctrina de la Situacin irregular al Paradigma de la Proteccin Integral Doctrina de la proteccin integral Nuevo paradigma. Todos los nios y nias son sujetos de derechos sin importar su condicin social, etnia, sexo, etc. El Estado debe garantizar el derecho de todos a la salud, educacin, proteccin y participacin de forma integral. Su inters debe ser puesto en primer lugar y prevalecer ante cualquier otro criterio. Son considerados ciudadanos con derechos y responsabilidades.

Doctrina de la situacin irregular Viejo paradigma. Los nios y nias son concebidos como objetos de medidas especiales, vinculados a procesos judiciales. Por ello, a menudo, reciben la denominacin jurdica y peyorativa de menores Frecuentemente el trmino menores se refiere a excluidos, sin acceso a derechos, y a los que se encuentran en situacin irregular (mendicidad, explotacin, otros). Nios y nias se aplica usualmente para aquellos provenientes de familias econmicamente acomodadas, con accesos a

Fuente: Manual de niez y periodismo. Global Infancia. 2008

Por otra parte, es importante mencionar los notables aportes de los estudios e investigaciones emprendidos por profesionales, no del mbito de la academia, pero s de los vinculados a las organizaciones de la sociedad civil. En el Paraguay los estudios sobre niez y adolescencia caen, por lo menos, en cuatro disciplinas o ciencias: las ciencias jurdicas; la Psicologa; las ciencias sociales, y ms especficamente la carrera de Trabajo Social; y las ciencias mdicas

Aunque los estudios sobre la infancia todava se encuentran en estado incipiente la vinculacin de estas disciplinas con los cambios en las representaciones sociales sobre la infancia ha sido notable y muy benfica, a pesar de que lamentablemente estos conocimientos no llegan a la poblacin y en casi nunca son tenidos en cuenta en los programas de estudios. Evidentemente existen y existirn muchos otros factores que fuercen a generar cambios en las representaciones sociales de la infancia y la adolescencia, pero consideramos que en esto se sintetizan los ms resaltantes.

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Representaciones sociales tpicas En el libro De la participacin al protagonismo infantil (2003) Alfagame, Cantos y Martinez, proponen 5 representaciones sociales que niegan la condicin de nios, nias adolescentes como sujetos de derechos. Estas representaciones sociales, son, de por s, resistentes al cambio, pero si pensamos que las mismas puedan alcanzar un alto grado de institucionalizacin, estas representaran un verdadero reto a nivel social ya que significara la modificacin de sistemas y relaciones de poder, siendo aquellos grupos cuya situacin y dominio se ve ms afectado, los que mayor resistencia tendrn a ese cambio (OIT, 2007. Pg. 26) - Nias, nios y adolescentes como propiedad: Se refiere a la idea de que los hijos/as son propiedad, posesin de los padres y madres. Se trata de una fuerte conviccin que an hoy sigue arraigada y fuertemente fijada en el imaginario social y con un impacto decisivo en el mbito familiar en particular durante la infancia el cual podramos denominar como el paradigma de la propiedad familiar.

Esta es una idea fuertemente arraigada en el sistema capitalista, ya que en el mismo se piensa todo en trminos de propiedad, y todo lo que ocurre dentro del permetro de esta es de exclusiva incumbencia de los padres. Aunque con la aparicin de ciertas figuras jurdicas, al final de cuentas se ha interpretado que el sentido de la propiedad se extiende al mundo externo, por lo cual tambin los hijos son propiedad de los padres sin importar el lugar donde estos se encuentren. As por lo menos, lo han interpretado algunas personas. En el Paraguay tenemos un caso bastante paradigmtico, el de un nio que fue violentamente extrado de su colegio, en un procedimiento no claro, por orden de la Fiscala y con el aval de la madre. La mujer, amparada en el derecho, violent los derechos del nio, y de otros nios y nias, para recuperar a su hijo. Este hecho fue abordado con mucho cuidado por los medios de prensa. An as en la notas se hizo ms nfasis en la victimizacin del nio que en la contextualizacin legal. No se hizo mencin por ejemplo del hecho de que el nio fue sacado con engaos y en contra de su voluntad, pero s se enfatizo que el mismo grit Socorro, socorro, no me quiero ir, no me quiero ir al ser retirado. 1

Esto es un ejemplo que al considerarse que nias, nios y adolescentes son posesin de los padres, madres o adultos en general, estos ltimos pueden restringir o conculcar sus derechos (OIT, 2007, Pg.27) Esta situacin suele servir de sustento para justificar todo tipo de maltratos (castigos, correcciones, etc.) y abusos de carcter sexual por parte de los adultos y por lo general en el mbito familiar. - Nias, nios y adolescentes como valor futuro Se sostiene sobre la idea del nio/a como potencia, como grandeza potencial o como futuro, como los futuros ciudadanos en los que se convertirn. Negndoles su presente se valora socialmente a los nios y nias por lo que sern o llegarn a ser, no por lo que ya de hecho son. Se refuerza la idea de la infancia y la adolescencia como persona incompleta, inmadura, inacabada en relacin a un proyecto superior que es el de llegar a ser adultos. Se puede pensar, en por lo menos 4 valoraciones de la infancia y la adolescencia en este concepto: Valor futuro social: moratoria social; valor futuro histrico: como el discurso de los jvenes el futuro de la Nacin; Valor futuro moral: la infancia y la adolescencia como reserva moral; valor futuro econmico: en tanto fuerza de

trabajo para el futuro, capital humano, o por ejemplo la educacin como inversin y no como derecho. En este sentido es paradjico el significado etimolgico de la palabra infante, infans aquel que no habla entendido como aquel que no puede decir su derechos, aquel que aun no es responsable de sus actos, aquel que no puede tomar responsabilidades en el mundo. En pocas palabras aquel, como colocara Casas, que An no es. Si recurrisemos a formulas estrictamente Lacanianas podramos argumentar que para el mundo de la cultura, para lo que representa el gran Otro, la infancia como objeto de proteccin No Existe. En tanto que se protege solo aquello que justifica y que sostiene un cierto discurso de moralidad pero no as a la Infancia. Desde un anlisis de las representaciones sociales sobre la infancia, reforzadas en los medios se sostiene un discurso crtico hacia la explotacin sexual de nios, nias y adolescentes y, sin embargo, se utiliza todava indiscriminadamente el trmino prostitucin infantil, el cual es de carcter eminentemente peyorativo y daino para la construccin de la imagen de la infancia en el Paraguay. Finalmente, esta imagen atribuye a la infancia un reconocimiento exclusivamente singular y privado y hay un inters de

________________________________________1 ABC Color Edicin impresa del 16 de mayo del 2011. Donde se hace referencia al Caso del nio de 8 aos forzado a salir de su escuela, para ingresar a un mvil por una comitiva integrada por la jueza de la Niez y Adolescencia de Asuncin, Ana Ovelar; policas, la mam de la criatura, Adriana Cortzar, y su hermano Carlos Cortzar el 12 de mayo 2011.

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personalizar impidiendo as una posible racionalizacin de un discurso pblico sobre la infancia y de un reconocimiento de sta como fenmeno social. - Nias y nios como vctimas: sta es una representacin social que esencialmente ha consistido en considerar a nias, nios y adolescentes como objetos de proteccin, provocando incluso la negacin en el reconocimiento y respeto de sus derechos por parte de adultos (ya se trate dentro del mbito familiar, como de la escuela o las polticas pblicas y la legislacin) y una actuacin en la que en

aras del bienestar infantil se justifique cualquier prctica, aun cuando se funde en prejuicios o patologas y dae la integridad de nias, nios y adolescentes (OIT, 2007. Pg.30) Esta representacin de la infancia ha dado origen a lamentables prcticas asistencialistas por parte de organizaciones que poco comprenden la dimensin del enfoque de derechos, y muy especialmente por parte de las instituciones del Estado que cumplen as su rol mesinico de salvar o rescatar, por ejemplo, a los mal llamados nios de la calle

Paradigmtico ha sido, en el Paraguay, el Caso Cristina Aguayo. Este es un tpico ejemplo de cmo actan las autoridades desde una mirada proteccionista y victimizante de nios, nias y adolescentes. Segn relata el informe de la Comisin Interamericana de Derechos Humanos, CIDH los das 27, 28 y 29 de noviembre del ao 2000 y el da 10 de enero del ao 2001, se habran llevado a cabo en las calles de la ciudad de Asuncin redadas masivas de nios y nias en situacin de calle, por orden de la Jueza de Primera Instancia en lo Tutelar y Correccional del Menor del Sexto Turno. Sostienen que en estas redadas habran sido detenidos, en forma masiva y sin individualizacin alguna, decenas de nios y nias, los cuales habran sido luego internados en distintos hogares transitorios del Paraguay.( http://www.cidh.oas. org/annualrep/2008sp/Paraguay12359. sp.htm). Los medios de prensa dieron gran cobertura a estas redadas y los niveles de violencia institucional a que fueron sometidos nios, nias y adolescentes, as como tambin algunas madres, ha quedado registrado en imgenes que fueron publicadas en medios de la prensa escrita. Imgenes dramticas

ciertamente para los medios de prensa, as como para el poder La infancia se hace presente mediante el drama, ya que sin el drama el nio pertenece al mbito de lo privado. Bajo esta imagen los nios y nias tambin se convierten en titulares de prensa (y no de derechos) donde son estigmatizados a travs de una mirada sesgada e incompleta. Este caso evidencia adems que, desde esta representacin, el contexto de la pobreza en el que se desenvuelven las familias con sus hijos e hijas es visto como una condicin de riesgo que nos ha de remitir directa y sospechosamente a esta delgada franja que separa al nio vctima del nio victimario. Cabe resaltar que el caso Cristina Aguayo contra Paraguay ha sido admitido por la CIDH, el estado paraguayo acept su responsabilidad y firm una solucin amistosa que contempla entre otras cosas un pedido de disculpas pblica a las vctimas y reparacin econmica. - Nias, nios y adolescentes como victimarios o amenazas potenciales: Desde esta imagen la infancia es definida como seres indmitos, conflictivos o victimizados, e incluso, como seres peligrosos.

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Y esta imagen ha generado la idea de riesgo, segn la cual se debe ejercer una racionalizacin de la idea de la infancia a travs de un estricto control. Y no cabe duda que todos los sistema de control y de disciplinamiento originados en la sociedad moderna han tenido como ratoncillo de laboratorio a la infancia. Sobre esta idea de riesgo y su debido control es que ha operado durante mucho tiempo la Doctrina de la Situacin Irregular. Esta doctrina se ha caracterizado por la ambigedad en el trato a las situaciones que enfrentan adolescentes al colocar tanto a quienes haban infringido las leyes penales, como a quienes se encontraban en una situacin de riesgo social, dentro de un mismo sistema judicial bajo el supuesto, en ambos casos, de proteger tanto al nio como a la sociedad frente a la conducta del nio. (OIT, 2007. Pg 33) Dos ideas giran en torno a esta imagen del nio y la como victimario/a. La primera es que por su carcter disfuncional no pueden recibir el mismo trato, ya que tienen muchas deficiencias tanto a nivel moral como socioeducativo. La segunda es que deben ser corregidos, pero no por los padres, ya que estn en situacin de riesgo, la sociedad, el Estado, algn poder, por arbitrario que este se tiene el derecho y la obligacin de corregir a este peligro para la sociedad

Dos casos podran dar ejemplo de esta imagen de la infancia. Caso de adolescente de 15 aos que fue torturado en una celda por un polica en mayo de 2010, y de quien se pudo saber en virtud de un video que fue filmado por los mismos policas y divulgado por los medios de prensa. La divulgacin del video gener todo un debate que, sin la debida contextualizacin, lleg a generar opiniones de naturalizacin de la tortura ya que se trataba de un malviviente. El segundo caso, es el del nio indgena de 13 aos herido con arma de fuego ocurrido el 22 de marzo 2011 en las calles de Ciudad del Este. Es un caso que siempre mencionamos, porque, a pesar de haber tenido escasa cobertura en los medios de la prensa escrita, precisamente por tratarse de un nio indgena, el contenido de la informacin presentada por un peridico digital es verdaderamente significativo. Adems de una introduccin al artculo resaltado en negrillas donde se hace nfasis de que la ciudadana harta de los nios mendigos no encuentra otra salida que reaccionar de forma violenta, el artculo se analiza las caractersticas de la infancia en situacin de calle:

No debemos olvidar que las personas que estn en la calle tienen una cantidad de deficiencias mayor que el promedio de los habitantes, deficiencias que deben ser compensadas antes de que ingresen a cualquier actividad como la falta de educacin, la mala salud, las psimas condiciones de moralidad de su ambiente, una familia inexistente o desintegrada, su contacto permanente con el delito y muchas ms. 2 Y ms adelante: Estos nios, si fueran adecuadamente entrenados, podran trabajar en forma compatible con sus estudios, como hacen otros en los supermercados, en las entregas a domicilio, en tareas de menor responsabilidad y carga horaria que en todas partes se requieren. 3 Todas estas consideraciones hechas por el o la periodista, se refieren a un nio indgena en situacin de calle, en situacin de pobreza, que adems fue baleado. En el artculo no se encuentra ninguna contextualizacin legal, ni de la situacin de los indgenas en el Paraguay, pero s algunas ideas precisas, algunas representaciones precisas de la infancia. La infancia como fuerza de trabajo, la infancia como valor del futuro, la infancia

como factor de riesgo, la infancia como ser incompleto, sin moralidad, como futuro delincuente. Finalmente es importante aclarar que no toda representacin social es, necesariamente negativa, existen representaciones sociales que reconocen a nios, nias y adolescentes como sujetos de derechos y que propician la prevalencia del Inters superior del nio, y tambin privilegian el Paradigma de la Proteccin Integral por encima de la Doctrina de la Situacin irregular. Es tarea de las comunicadoras y los comunicadores comprometidos hacer prevalecer e informar a la sociedad sobre estas representaciones sociales en los diversos medios en que operan.

________________________________________2 http://diariovanguardia.com.py/component/content/article/98-editorial/10803-la-violencia-contra-losninos-de-la-calle-se-debe-a-la-inaccion-del-gobierno.html 3 http://diariovanguardia.com.py/component/content/article/98-editorial/10803-la-violencia-contra-losninos-de-la-calle-se-debe-a-la-inaccion-del-gobierno.html

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CAPTULO

IIPara el monitoreo, que fue realizado ntegramente por la Agencia Global de Noticias, se ha seguido la siguiente secuencia metodolgica: - Clipping de noticias: es el proceso de seleccin y captura de noticias producidas por medios de comunicacin sobre temas de inters y que sern consideradas en una investigacin de monitoreo de medios. Puede realizarse desde las versiones impresas o digitales de dichos medios. Para el clipping de noticias se tomaron en cuenta los siguientes criterios: 1) peridicos: ABC Color, Crnica, La Nacin, Popular, ltima Hora; 2) periodo: del 1 de enero al 31 de diciembre; 3) temas: se contemplaron todas las noticias que abordaran directa o indirectamente el tema de violencia y niez; 4) secciones: se incluyen todas las secciones del peridico; 5) tipo de texto: todos los formatos periodsticos; 6) tamao: noticias de ms de 500 caracteres de extensin; y 7) imgenes: no se realiz anlisis de imgenes. - Diseo de muestra: una vez realizado y completado el proceso de clipping, atendiendo a los criterios establecidos, con base en los archivos de la Agencia Global de Noticias se elabor la muestra objeto de clasificacin y anlisis, tomando las noticias da de por medio. - Clasificacin de noticias: la clasificacin es un proceso de organizacin de las noticias consideradas en un determinado proceso de monitoreo de medios, registro de las principales informaciones sobre el origen del artculo, como nombre y seccin del peridico, ttulo, fecha, autor y palabras clave que identifiquen su contenido; llenado del formulario de clasificacin creado para la investigacin a partir de parmetros predefinidos y que sern presentados a continuacin; las informaciones de cada artculo son incluidas por el clasificador, persona responsable del proceso, en el banco de datos de clasificacin seleccionado. - Procesamiento y manejo estadstico de la informacin: una vez clasificadas las noticias se procedi a trabajar con los datos obtenidos. A pedido de los investigadores, el equipo de la Agencia Global ha procesado la informacin cruzando datos y arrojando una serie de tablas y grficos. - Anlisis de datos. Es importante precisar, antes de pasar al anlisis, que las variables para este monitoreo fueron seleccionadas por el equipo de investigadores del Observatorio de Polticas Pblicas y Derechos de la Niez y la Adolescencia, con importantes aportes y sugerencias del equipo de la Agencia Global de Noticia, y los mismos responden a los intereses de la investigacin planteados de esta instancia.

I. Monitoreo de medios de la prensa escrita. Datos 2010a. Consideraciones Metodolgicas Segn Karina Aphal el Monitoreo de Medios es una tcnica mediante la cual se realiza el seguimiento y archivo de la performance meditica de un tema, una persona, una organizacin, una campaa publicitaria, una marca, etc., en medios impresos y digitales ya sean estos de alcance regional, nacional o local, para su posterior anlisis cuantitativo y cualitativo (Aphal, 2011). En este sentido, consideramos que esta metodologa es completamente vlida y til, en especial en el mbito de investigacin relacionada con derechos de la niez y la adolescencia. Para este informe, es particularmente relevante la informacin obtenida del monitoreo en varios sentidos: - En primer lugar, porque toda la informacin que se obtiene de los medios, tanto de temas polticos como sociales, en este caso sobre niez y adolescencia, sirven para que los ciudadanos y ciudadanas tomen decisiones. Que los medios de comunicacin no reporten toda la realidad o la reporten con sesgo informativo provoca que las personas tomen decisiones con poca informacin. - En segundo lugar, porque nos permite vigilar y evidenciar pblicamente el tipo de cobertura que los medios en general y cada medio en particular otorgan a los temas relacionados con niez y adolescencia. - En tercer lugar, mantener un monitoreo con una frecuencia anual, nos permite identificar tendencias y realizar comparaciones, no solo con la informacin que arrojan los medios, sino con los de otras investigaciones. - Y en cuarto lugar, porque nos permite conocer cul es el enfoque sobre la violencia hacia nios, nias y adolescentes que transmiten nuestros medios.

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b. Anlisis de datos de los medios de la prensa escrita del ao 2010 1. Aspectos generales Para el perodo que va del 1 de enero al 31 de diciembre de 2010, se clasificaron Peridico

y procesaron un total de 1411 notas periodsticas, una cantidad superior al monitoreo del 2009 con 1272 notas, teniendo en cuenta que se ha mantenido el sistema de muestreo de tomar las noticias da de por medio.

Franja de edad

Grfico 2

Localizacin geogrfica Grfico 1 Como se observa en el grfico 1, el monitoreo ha incluido cinco de los principales medios de la prensa escrita en Paraguay: el diario ABC Color, que tiene una tirada de cuarenta mil ejemplares por da. El diario ltima Hora, con una tirada de veinticinco mil por da. El diario La Nacin, con una tirada media de quince mil por da. El diario Popular, con una tirada media de 40 mil. Finalmente, el diario Crnica, con una tirada media de 15 mil copias. Franja de edad y sexo de los nios mencionados El 49,1% de las notas clasificadas hace mencin a nios, nias y adolescentes de entre 12 y 17 aos relacionados con notas sobre violencia. Recordemos con relacin a este dato que segn el estudio sobre maltrato infantil en el mbito familiar del ao 2010, aplicado a nios, nias y adolecentes de entre 10 y 18 aos, seis de cada diez nios declararon ser vctimas de maltrato en el mbito del hogar. En lneas generales, los datos del monitoreo del ao 2010 en relacin con las edades mencionadas son bastante coincidentes con los datos del 2009, de tal suerte que la edad de 12 a 17 aos (grfico 2) sigue siendo la de mayor mencin. Con relacin al sexo, segn el monitoreo del 2010, el 41,2% de los nios, nias y adolescentes mencionados pertenece al sexo masculino y el 38,2% al sexo femenino, igualando prcticamente la cantidad de menciones en relacin con esta variable. Como ya se ha afirmado en la anteriores investigaciones, uno de los problemas fundamentales que se encuentran en este monitoreo es la escasa cobertura hacia el interior del pas. Y cuando decimos escasa es simplemente para significar que los peridicos solo publican hechos que consideran de la mayor relevancia cuando se trata del interior. Si a esto sumamos que el 50% de las notas sobre violencia se refieren a hecho ocurridos en las zonas urbanas ya podemos tener una nocin de lo poco que sabemos de las zonas donde ms persisten determinadas prcticas que llamaremos tradicionales y que, por lo general, son consideradas como normales o naturales prcticas disciplinarias.

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2. Contextualizacin y vinculacin con la violencia Del total de la muestra procesada, 1342 hacen mencin como tema principal a la violencia contra nios, nias y adolescentes, esto representa el 95,1%. Contextualizar una informacin significa llevar elementos nuevos y paralelos al hecho central que origina la noticia, realizando aportes que permitan aclararlo y profundizando una temtica. Tambin contextualizar coloca el tema en debate, en el nivel de la reflexin. El contexto es esencial para poder darle a la noticia proyeccin con el fin de expresar sus causas y consecuencias y eventualmente

para llegar al nivel de anlisis e interpretacin, esto es, ms all de la simple descripcin de los hechos. Segn este monitoreo, el 79,9% (tabla 1) de las notas carece de datos de contextualizacin y se refieren simplemente al hecho de violencia. Teniendo en cuenta el contexto legal, apenas el 0,9% hace mencin de la legislacin sobre niez y adolescencia legal, y 0,0% hace mencin de la CDN. Por otra parte tan solo 1,1% hace mencin de las causas estructurales, esto es igual a decir que existe una baja contextualizacin poltica y econmica de la noticia, en especial si hacemos caso del concepto de violencia estructural como aquellos condicionantes que no permiten el acceso a determinados derechos.

enfoque violencia

Grfico 3 Por otra parte existe una preponderancia del enfoque factual de la violencia. Segn los datos gestionados, 78% (grfico 3) de las noticias hacen mencin especficamente al enfoque factual, es decir, a la aplicacin directa de la violencia. Esto es coincidente con monitoreos de aos anteriores donde se ha verificado la alta mencin de hechos de sangre, como noticia vendible. Y la escasa mencin de notas sobre otros enfoques de la violencia, como la violencia estructural.

Contextualizacin No hay datos de contextualizacin Menciona legislacin en general Menciona acciones de prevencin Menciona proyectos o programas especficos Menciona polticas pblicas Menciona datos o citas de investigaciones o estudios Menciona datos estadsticos Menciona causas estructurales Menciona legislacin de niez y adolescencia Menciona inversin / gasto social Menciona presupuesto Menciona Convencin Internacional de los Derechos del Nio TOTAL CIT.

Nb. cit.

Freq.

1207 83 50 41 34 29 27 17 13 11 2 0

79.7% 5.5% 3.3% 2.7% 2.3% 1.9% 1.8% 1.1% 0.9% 0.7% 0.1% 0.0%

victima a gente

1514 100%

Grfico 4

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En relacin con la vinculacin de la niez con los hechos de violencia, 75,5% de las notas hace mencin de nios y nias y adolescentes como vctimas de alguna forma de violencia, y apenas un 14,6% como agente (grfico 4). El monitoreo nos habla de 1095 casos de nios, nias y adolescentes vincu3. Aspectos de la Violencia

lados y vinculadas con alguna situacin de violencia, dato que no se aleja de las informaciones proporcionadas por la Polica Nacional que se refieren a, por lo menos, 800 casos de denuncias de maltrato o violencia por ao.

tipos violencia

Grfico 5

mbito violencia

Coincidente con otras investigaciones este monitoreo hace referencia a dos lugares comunes o mbitos en que se reportan los hechos de violencia: la calle o va pblica, 434 notas; y el hogar o domicilio, 341 (Tabla 2). Recordemos que en la investigacin del ao 2009 (Capdevila, Chamorro, Cabrera, 2009) hemos observado que, en el caso de los hechos de violencia relacionados con los adultos, en la gran mayora de las notas se menciona la calle o la va pblica como lugares de ocurrencia, en especial en caso de los adultos del sexo masculino.

Tambin es importante mencionar que los datos del Servicio FonoAyuda refuerzan la idea de que uno de los principales lugares en que los nios y las nias se ven expuestos a situaciones de violencia es el hogar, y que los principales agente de esta violencia son los padres o los familiares cercanos.

Como puede observarse en el grfico 5, los tipos de violencia relacionados con nias, nios y adolescentes y de que mayor mencin se hace en los medios monitoreados son el abuso sexual (409 notas), robos y hurtos (231 notas), homicidios (185 notas), maltrato fsico (185 notas). Es importante mencionar el aumento de la aparicin o la mencin, por lo menos, de casos de abuso sexual en los medios de prensa, y en especial estableciendo una comparacin con el monitoreo del ao 2009 en que el abuso sexual ocup el tercer lugar. Tambin encontramos un aumento notable de las notas relacionadas con explotacin sexual, lo cual no es algo arbitrario. Otra variable analizada es la de instrumentos de violencia. Llamamos instrumentos de violencia a todos aquellos objetos y tcnicas utilizadas para la aplicacin de

alguna forma de violencia, teniendo en cuenta que la violencia, como una forma de instrumentalizacin del poder, ha venido desarrollndose y proliferando determinadas prcticas que, paradjicamente, se repiten, independientemente de las caractersticas de cada cultura. Dentro del abanico de instrumentos que hemos citado como posibles variables, los ms mencionados, y los que evidencian, en cierto sentido, un alto grado de vulneracin de derechos son armas de fuego, golpes, armas blancas y objetos contundentes (grfico 6), resultado coincidente con el monitoreo de 2009 en el que habamos concluido que por lo menos el 50% de los nios, nias y adolescentes apareca en los medios como vctimas de violencia por golpes, armas blancas y armas de fuego.

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instrumento y tecnica violencia

Grfico 6

Existen adems otros aspectos, no menos importantes, a ser analizados cuyas variables an estn en desarrollo. Como quiera que en estudios anteriores hayamos notado la persistencia de determinadas caractersticas

de los hechos de violencia como lo es por ejemplo el ensaamiento, hemos incluido algunas variables que nos permitan ir conociendo ms sobre el fenmeno de la violencia.

4. Fuentes Las instancias ms consultadas en relacin con los hechos de violencia contra nios, nias y adolescentes que se abordan en los medios de prensa monitoreados son las instancias pblicas y en especial las relacionadas a la seguridad. De las consultas, 6,1% son realizadas a las vctimas y, ms especficamente, 0,1% de nios y nias son consultados y 0,5% de adolescentes. Esto es, apenas diez nios, nias y adolescentes fueron consultados sobre situaciones de violencia o maltrato que estn en vinculacin directa con ellos y ellas.

Esto nos da una nocin de qu tanto participan los nios, nias y adolescentes en el proceso de construccin de la informacin que los involucra directamente, qu tanto se escucha su voz, y en qu grado se los toma en cuenta en una sociedad eminentemente adultocntrica.

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Fuentes consultadasPolica / Seguridad interna Fiscalas Vctima Ciudadanos/as Familia madre Especialista Agresor Familia padre Ejecutivo Nacional Familia otros Abogado Poder Judicial OSC Escuela profesionales Medios Iglesias / Entidades religiosas Servicios de salud Ejecutivo local Otros organismos internacionales Unicef Adolescente Consejos locales Consejo de Derechos Legislativo local Empresas Bomberos Indgenas Partidos / candidatos polticos Agencia Nio/a Diplomticos Ejecutivo Departamental Legislativo nacional Fuerzas armadas

Nro 342 238 92 92 91 58 56 47 46 44 36 35 34 32 24 21 15 11 9 9 8 8 6 5 4 3 3 3 2 2 1 1 1 1

% 22,6 15,7 6,1 6,1 6,0 3,8 3,7 3,1 3,0 2,9 2,4 2,3 2,2 2,1 1,6 1,4 1,0 0,7 0,6 0,6 0,5 0,5 0,4 0,3 0,3 0,2 0,2 0,2 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1

Universidad Consejo de polticas pblicas Defensora Legislativo departamental Fundacin Personalidad / artista Sindicatos No es posible identificar Total Sin fuentes consultadas Cantidad de fuentes por noticia

1 0 0 0 0 0 0 131 1512 280 1,07

0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 8,7 100,0 19,8

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CONCLUSIONESLas representaciones sociales sobre la infancia y la adolescencia son estructuras que configuran nuestra visin sobre la infancia y la adolescencia y orientan comportamientos y prcticas sociales hacia estos sectores. Los medios de comunicacin son el lugar, por excelencia, donde se construyen estas representaciones sociales. En el Paraguay, muchos medios de comunicacin privilegian, todava, representaciones sociales negativas sobre la infancia y la adolescencia, y negadoras de sus derechos, lo cual afecta notablemente la imagen de estos sectores sociales. El nivel ms preocupante al que llevan el refuerzo y la reproduccin de estas representaciones sociales sobre la infancia y la adolescencia en los medios de comunicacin es el de la naturalizacin y aceptacin de un concepto victimizante y criminalizante, y la institucionalizacin de determinadas representaciones sociales de la infancia y la adolescencia. Por otra parte, el monitoreo de medios de prensa indica que, adems de esta imagen negativa que algunos medios producen sobre nios, nias y adolescentes, la calidad de la informacin sobre este sector, en especial las noticias relacionados a casos de vulneraciones de derechos, son publicadas con un bajo nivel de anlisis y reflexin sobre la problemtica. En este sentido se percibe una muy baja contextualizacin de las noticias ya que apenas el 0,9% hace mencin de la legislacin sobre niez y adolescencia legal, y 0,0% hace mencin de la CDN. Por otra parte tan solo 1,1% hace mencin de las causas estructurales, esto es igual a decir que existe una baja contextualizacin poltica y econmica de la noticia. Finalmente, en relacin a las fuentes consultadas para la produccin de noticias, el monitoreo indica que apenas 0,1% de nios y nias son consultados y 0,5% de adolescentes. Esto indica una baja participacin de nios, nias y adolescentes en el proceso de construccin de noticias e informaciones que los afectan y que no son consultados ni tenidos en cuenta por los medios. En este sentido debemos recordar que se generan representaciones sociales negativas sobre la infancia y la adolescencia cuando no se valoran los puntos de vista de nios y nias, es decir cuando, no se les toma en cuenta como fuentes valiosas de informacin.

RECOMENDACIONES- Que los Estados se comprometan a realizar la Ruta denominada: Ruta para contribuir a la realizacin del derecho de los nios, las nias y adolescentes a la proteccin contra todo tipo de violencia en Sudamrica, Producto del proceso del: Encuentro Sudamericano de Seguimiento al Estudio de Naciones Unidas sobre la Violencia contra Nios, Nias y Adolescentes, Asuncin 28 y 29 Abril 2011. Esta ruta ofrece diferentes estrategias que incluyen tambin a los medios de comunicacin y la niez para el combate a la violencia. - La permanente observacin, defensa y vigilancia de parte de la sociedad civil y organizaciones de nios, nias y adolescentes a la implementacin de las polticas pblicas, mecanismos de coordinacin y los presupuestos a fin de hacer frente a la violencia. - La continuidad de las buenas prcticas de la sociedad civil en relacin a la capacitacin y formacin de periodistas dentro del marco de la proteccin integral y la rplica de estas prcticas por parte de las instituciones de gobierno. - La implementacin de las legislaciones que protejan a nios, nias y adolescentes en su tratamiento en los medios de comunicacin. - Que los medios de comunicacin, los y las periodistas, privilegien las presentaciones sociales sobre la infancia y adolescencia que incluyen el enfoque de derechos y gnero, respetando los cuatro principios fundamentales de la Convencin de los Derechos del Nio y la Nia: Inters superior del nio, Supervivencia y desarrollo, No discriminacin y Participacin. - El aumento de la participacin de nios, nias y adolescentes en los espacios pblicos como contralores ciudadanos para la prevencin de la violencia.

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