Viaje Al Oriente - Hermann Hesse

7/24/2019 Viaje Al Oriente - Hermann Hesse

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Table of Contents

je al Orienteptulo Iptulo II

ptulo IIIptulo IVptulo Vtortas


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mo en todos los viajes iniciticos, en El viaje al Orientelo que cuenta no es la meta esquprecisa, sino el recorrido en s mismo, el proceso que lleva a sus protagonistas hacscubrimiento de una nueva realidad, que pasa por la muerte simblica el renacimpiritual!

ta novela es, junto con Siddhartha, la ms importante contribucin de #ermann #esse al desarrollo interior del hombre la b$squeda del sentido de la e%istencia! &e trata de

vela breve claramente alegrica, en el que un singular viaje colectivo hacia Oriente, una es

mstica Cru'ada emprendida por una misteriosa hermandad, sirve de base para un vigor(tico alegato a )avor de otro tipo de relaciones, ms aut(nticas pro)undas, con uno misn el mundo!

un viaje )antstico que, como los viajes de la imaginacin de los sue+os, se salta las bar espacio del tiempo, pues su objetivo no es otro que el de englobar la e%periencia humatodo armonioso signicativo!


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#ermann #esse

Viaje al Oriente

ePub r1.2JeSsE--!./!01


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lo original: Die Morgenlandfahrt

mann #esse, 0/1-duccin3 Victor &chol'oque de portada3 5e&s*tor digital3 5e&s*reccin de erratas3 4a6shab base r0!.


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A Hans C. Bodmer su es!osa


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CAPTULO I

8ue el destino quien me depar aquella )abulosa aventura! 7erteneca al Crculo , embro del mismo, particip( en aquel viaje $nico, cuos milagrosos incidentes brillaron eteoros, para sumirse rpidamente en el olvido por el camino del descr(dito! "sta countur

ma ho a intentar la descripcin, breve concisa, de aquella increble odisea9 odisea que dtiempos de #:on de 4oldn el 8urioso no ha sido llevada a cabo por ning$n hombre has

esente3 esta (poca turbia, llena de desesperan'a , a la ve', )ruct)era de la posguerra! Noga+arme al respecto a las enormes dicultades, no me reero tan slo a las que pueden ssde un punto de vista subjetivo, aun admitiendo que, por s solas, a han de ser consideransen que no, dispongo de ning$n punto de apoo rme ;dato, documento, diario de viajee, en el transcurso de estos di)ciles a+os, rebosantes de in)ortunios, en)ermedades desgrhan es)umado tambi(n gran parte de mis recuerdos!


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do esto constituen hechos aventuras como slo una ve' les )ueron dadas vivir a los homnuestro tiempo de nuestro continente!Aqu, seg$n veo, tropie'o con una de las maores dicultades de mi narracin! ativamente )cil hacer comprender al lector la regin en que se desarrollaron nuestras ha'parte del alma a que pertenecan, si me )uera posible revelarle los secretos ntimos del Cro el juramento sella mis labios , debido a esto, muchas cosas, tal ve' todas, le parecrebles e incomprensibles al lector! 7ero, aunque pare'ca paradjico, lo que en s mismposible, debe de ser intentado siempre de nuevo! *sto en todo de acuerdo con &iddhaestro sabio amigo de Oriente, que una ve' dijo3 E


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a reali'ar el sue+o de mis a+os de adolescentes3 ver a la princesa 8atme , si ello me era ponquistar su amor!7or la (poca en que tuve el honor de ser admitido en el Crculo, es decir, poco despu(s minacin de la Bran Buerra, nuestro pas estaba lleno de salvadores, de pro)etas discpcomo de presentimientos del pr%imo n del mundo de esperan'as en el comien'o del 2ch! Conmovidos por la guerra, desesperados por la miseria el hambre, pro)undam)raudados ante todos los sacricios de sangre bienes materiales, al parecer in$tiles, nueblo se senta predispuesto a las )alsas lucubraciones mentales, lo mismo que a segubles aspiraciones del alma! &e creaban sociedades de baile en las que tenan lugar verda

canales, mientras que los anabaptistas organi'aban sus )uer'as de combate! 7oderes ocpulsaban a muchos hacia el ms all hacia los milagros! *%ista, al propio tiempo, un inorme por conocer los secretos los cultos de la India, de la vieja 7ersia de otros pentales, )ue precisamente esto lo que llev a mucha gente a pensar que nuestro Crculo,culo tan antiguo, era simplemente una de esas plantas que la moda propaga rpidamentego de unos a+os de vigencia, despreciarlas tildarlas de absurdas, hasta hacerlas caer ido! 7ero para los eles, para sus discpulos, esto no tiene gran importancia!=4ecuerdo per)ectamente aquellos solemnes momentos, cuando, despu(s de un a+o de prde presentarme ante la Bran &illa> Iniciado por el Orador en el plan del viaje a Oriente, asde un principio me entregu( en cuerpo alma, me interrogaron amablemente acerca de lo

esperaba de aquel viaje al pas de las maravillas! *nrojec, pero, sincero sin el menor titpuse ante los &uperiores reunidos mi deseo de ver a la princesa 8atme con mis propios ojador entonces, interpretando los signos de los encapuchados, pos su mano sobre mi )rentndijo pronunci las palabras de ritual que conrmaban mi admisin como hermano del Cr;EAnima paF ;me dijo, me e%hort a la delidad en la creencia, al valor del h(roe igro al amor )raternal!7reparado concien'udamente durante mi a+o de prueba, prest( juramento, abjur( del me sus creencias equvocas! A continuacin colocaron en mi dedo el anillo del Crculo, en earecan cinceladas las palabras de uno de los ms bellos captulos de la historia de nuculo3En la tierra en el aire%

en el agua en el fuego%

le est'n sometidos los es!ritus)

su !resen$ia asusta domina a los monstruos m's fero$es%

el mismo Anti$risto% tem&lando se le a$er$a% et$.% et$.

Hna ve' admitido, sent, con gran alegra que se me caa una de las vendas colocadas antes, tal como se me haba anunciado! Obedeciendo las instrucciones de los superiores, me o de los grupos de die' que continuamente cru'aban el pas para reunirse con la gran cru Circulo! Inmediatamente penetr( en uno de los secretos de nuestro viaje! *n el acto me pe

que si bien en apariencia me haba sumado a una peregrinacin a Oriente, a un viaje concrco, en realidad, en el sentido ms elevado genuino, la cru'ada a Oriente no era simplemuella en la que o intervena no slo la presente, sino que participaba de una cru'ada deentes hacia el *ste hacia la patria de la lu', que estaba haciendo su camino desde haca sa una marcha eterna hacia la lu' hacia el milagro, cada uno de nosotros, cada uno dmponentes del grupo, todo nuestro ej(rcito ;una simple ola en la eterna marejada de las aera la eterna nostalgia de los espritus hacia Oriente, hacia la patria! "ste conocimientaves como un rao, despertando en mi cora'n las palabras que haba aprendido durano de prueba que siempre me haban gustado tanto, aunque sin llegar a comprenderlalidad, las palabras del poeta Novalis3

EJA dnde vamosK &iempre a casaF!


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*ntretanto, nuestro grupo haba emprendido la marcha! 7ronto trope'amos con otros, ' que esto suceda nos alegrbamos ante el sentimiento de unidad nalidad comunes! 8ieprescripciones, todos vivamos como peregrinos, sin hacer uso de ninguna de esas instituc

ocedentes de un mundo entontecido por el dinero, los n$meros el tiempo, que vacan latodo su contenido9 me reero al mundo de las mquinas, tales como los )errocarriles, los reosas por el estilo! Otra de nuestras prescripciones, tomada por acuerdo unnime, nos obligitar a honrar todos aquellos lugares monumentos que tuvieran alguna relacin con latoria de nuestro Crculo sus creencias! 2odos los parajes monumentos sagrados, igle

mbas que encontrbamos por el camino, eran visitadas )estejadas por nosotros! Adornb

capillas los altares con ores, honrbamos las ruinas con canciones o con una ntemplacin, recordbamos a los muertos con m$sicas plegarias! uchas veces )uolestados ridiculi'ados por los ineles, pero tambi(n otras muchas suceda lo contraripellanes nos bendecan nos invitaban a sus mesas9 los ni+os se adheran alegremeestra comitiva, aprendiendo nuestras canciones despidi(ndonos con lgrimas en losando llegaba el momento de la partida9 algunos ancianos nos descubran monumentosado olvidados o nos relataban las leendas de su regin9 muchos jvenes nos acompa+rante un trecho de nuestro peregrinaje, a la ve' que nos e%ponan sus deseos de llertenecer alg$n da a nuestro Crculo! A todos les dbamos consejos les e%plicbamomeros ejercicios las costumbres del noviciado!


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trara al servicio de los &tau)en, a n de preparar conjuntamente la conquista de &icilia! e, al recha'ar nuestros je)es abiertamente tal proposicin, el emisario lan' una teldicin sobre nuestro Crculo sobre nuestra cru'ada! encion aquello que entre nos

smos slo nos atrevamos a comentar en vo' baja9 los je)es jams hicieron la menor alusos hechos! e todos modos, creo mu probable que )ueran nuestras relaciones poco amis

n los guardadores de la corona las que motivaron el que durante cierto tiempo nuestro C'ase de la inmerecida )ama de ser una sociedad secreta que trataba de consegutauracin de la monarqua!*n cierta ocasin pudo ver cmo uno de nuestros camaradas se arrepenta, pisoteab

amento volva de nuevo a la incredulidad! &e trataba de un hombre joven, a quiereciaba bastante! *l motivo personal que le haba impulsado a emprender el viaje a Orientdeseo de conocer la tumba del pro)eta ahoma, del cual haba odo decir que, debido

der mgico, permaneca suspendida en el aire! *n una de aquellas peque+as ciudades suabmnicas donde permanecimos unos das porque una oposicin entre &aturno la


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ban noticias del in)eli'! *ntonces le preguntamos al Orador que opinaba (l lo que sucen el joven!;No creo que nos encuentre ;respondi el Orador secamente!G as )ue! 5ams nos encontr9 nunca ms volvimos a verle!Hn da, en el transcurso de una charla condencial con uno de nuestros je)es, me arm( de e pregunt( qu( ocurrira con aquel hermano que nos haba sido inel!;*st arrepentido nos busca ;dije o;! ebera audrsele a reparar su )alta, segure, en adelante, ser el hermano ms el del Crculo!*l je)e opin3

;&er una gran alegra para nosotros si encuentra el camino! 7ero nosotros no se lo podanar! *l mismo ha colocado ante s grandes dicultades para que pueda recuperar la creenmo que, aunque pase mu cerca de nosotros, no nos recono'ca! &e ha tornado ciegepentimiento por s solo no sirve de nada9 no se puede conseguir el perdn pepentimiento, el perdn no se puede comprar con nada de este mundo!


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para estudiar la magia de los rabes9 haban seguido el mismo camino caballeros espa+obios alemanes, monjes irlandeses poetas )ranceses!Como o era violinista narrador de cuentos de pro)esin, tena a mi cargo el cuidado

$sica en nuestro grupo, )ue entonces cuando descubr que una (poca grande eleva al indivignicante aumenta sus poderes! No slo tocaba el violn diriga nuestros coros, sino qudicaba tambi(n a coleccionar viejas canciones motivos corales, escriba madrigales para sho voces los ensaaba en mi grupo! 7ero no es esto lo que quiero contar ahora!uchos de mis camaradas de mis superiores llegaron a serme en e%tremo queridos!guno de ellos, aunque por aquel entonces pareca llamar mu poco mi atencin, ocup

de mi recuerdo tan pro)undamente como


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odo que convertamos el mundo destro'ado por la guerra en un paraso, de id(ntica manjurbamos el pasado, el )uturo lo po(tico en el presente!*n &uabia, junto al Podensee, en &ui'a, por cualquier lugar que pasbamos, trope'bamontes que nos comprendan que de un modo u otro agradecan nuestra presengratulndose de que nuestro Crculo e%istiera de que llevramos a cabo la cru'ada a Orias, en medio de los tranvas las casas de Panco de Durich, nos encontramos con #ans scendiente de los noachidas, el amigo de las artes, que conduca valerosamente el arca deardada por unos cuantos perros mu viejos que atendan todos por el mismo nombuvimos en Rinterthur ;un piso debajo del gabinete mgico de &toec6lin;, visitando el te

no, vimos, al pie de la diosa de bronce, arder los palitos de humo mientras escuchbamo)undo sonido del gong junto al suave ta+ir de la auta que tocaba el re negro! Otra ve', &onnenberg, encontramos &uon ali, una colina del re de &iam, donde, ante los Pudadra de hierro, o)recimos nuestras plegarias nuestros sacricios!7ero uno de los acontecimientos ms bellos, )ue sin duda la esta que dio nuestro Crcu

emgarten, rodeados por una estrecha aura mgica! 4ecibidos por los due+os del castillo, , nos e%tasiamos con Othmar, que interpret obras de o'art en el piano de cola, recreestra vista en el jardn poblado de papagaos otras aves parladoras! Al lado del manstalino omos cantar al hada Armida, junto a la grave cabe'a del mago ;traviaramos de nuevo en los silenciosos desiertos de la realidad, del mismo modo qu

mpleados los comerciantes, despu(s de una bulliciosa esta o de una e%cursin doming

elven, sombros serios, a inclinarse sobre su tarea, reintegrndose a los quehaceres cotidi7ero durante aquellos das a ninguno de nosotros se le ocurrieron tales pensamientor)ume de las lilas penetraba en mi dormitorio, situado en la torre del castillo! A trav(s dboles oa murmurar al ro! Go me desli'aba por la ventana, rebosante de )elicidad nostla pro)undidad de la noche, pasaba )rente al caballero que montaba la guardia, me dirig

estar atencin a la gente, a la orilla del ro, all donde el rumor de las aguas era ms soenas blancas deslumbrantes salan a mi encuentro con ellas me sumerga en un munstal, donde jugbamos con las coronas cadenas de oro de sus tesoros! Cuando volva a sauellas brillantes pro)undidades ganaba la orilla a nado tena la sensacin de que hanscurrido muchos meses , no obstante, perciba de nuevo, en el jardn, lejano, el sonido

uta de 7ablo!


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tre los rboles, con un libro de hojas de pergamino sobre las rodillas, absorto en la tareotar signos griegos hebreos3 palabras de las cuales surgan dragones se al'aban serpim$ltiples colores! No me vea, continuaba dibujando su mgica escritura de dragon

rpientes! urante largo rato contemplaba por encima de su hombro las pginas abiertas deasista al espectculo que o)recan aquellos monstruos que nacan se perdan en el ossque3;=


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CAPTULO II

A todos los que intervinimos en aquel inolvidable viaje nos e%tra+ sobremanera la ssaparicin de


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encias en muchas cosas que sucedieron en realidad, bastante ms tarde qubjetivamente situ( en aquella )echa, a pesar de todo, e%iste el hecho asombroso del equipao! 7rescindiendo de mis impresiones personales, ocurri algo e%tra+o, )antstico que vmentar considerablemente nuestros temores! 8ue lo siguiente3 *n el curso de nuestra estel desladero de orbio, mientras proseguamos la in)atigable b$squeda del desaparecido,mero uno, luego otro, bien pronto todos, la desaparicin de algo importante, de algunaprescindible en su equipaje! No )ue posible encontrar dichos objetos por ninguna parte, sa que se echaba a )altar se saba con certe'a que tena que encontrarse en el equipaje dero el equipaje de ;replicaban otros;!cumento )undamental del Crculo )ue manuscrito por el aestro con la escritura especiala clase de documentos que slo (l conoca , por su e%presa voluntad, )ue que

njuntamente con su cadverF!


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aron convencer por la argumentacin que les o)reca la parte contraria, para cambiar a ponto de vista! *n n, a partir de entonces a no e%isti ninguna seguridad unidad en numunidad, a pesar de que la gran Idea nos mantena a$n unidos a todos!e acuerdo per)ectamente de aquellas primeras disputas! =*ra algo tan nuevo e increbestro Crculo, hasta entonces tan indestructiblemente unido> esde luego, las desavenenciueron en el mutuo respeto cortesa3 al principio al menos, no se produjeron peleas, reprrsonales o insultos9 para el mundo e%terior (ramos una comunidad entra+ablemente unida!dava las voces, veo a$n el lugar donde estbamos acampados en donde tuvieron lugaputas!


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Nuestro viaje a Oriente la comunidad que llev a e)ecto la empresa, nuestro Crculo, sosas ms importantes, lo $nico importante de mi vida, algo ante lo que mi propia persona qmpletamente anulada! G ahora, cuando intento anotar retener los recuerdos de aquella mpresa, o al menos una parte de los mismos, tan slo descubro ante m un conjunto de imge tiran cada una por su lado! &e reejan en algo este algo es mi propio o, un espejo aando le interrogo, demuestra ser la nada, la pura supercie de un cristal! ejo la pluma, cencin la esperan'a de proseguir ma+ana o cualquier otro da, qui' para empe'ar de nsde el principio! 7ero detrs de mis intenciones esperan'as, detrs de esta voluebrantable de narrar nuestra historia, se al'a una duda mortal!


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CAPTULO III

esde que escrib lo anterior no he cesado de meditar sobre mi intento, tratando de lleva' t(rmino! 7or desgracia, no he dado a$n con una solucin9 me encuentro )rente al caos!

e he jurado no ceder, mi propsito irrevocable me ha llevado a vislumbrar, durante brevs

tantes, la imagen de un recuerdo que me ilumina como un s$bito rao de sol! 4ecord( que,e ahora, albergaba en mi cora'n los mismos sentimientos de duda cuando emprendimu'ada a Oriente9 tambi(n entonces abordamos una empresa al parecer imposible, tamtonces avan'amos a trav(s de la oscuridad, sin rumbo determinado sin las merspectivas! A pesar de ello, brillaba en nuestro cora'n, ms )uerte que cualquier realidalquier posibilidad, la )e en el sentido en la necesidad de nuestra aventura! Como un escae sacuda la a+oran'a de aquellos sentimientos, en tales instantes todo lo vea claro, evo todo me pareci posible!&uceda lo que suceda3 he decidido llevar a t(rmino mi intento! Aunque tuviese que empe'narrable historia una otra cien mil veces de nuevo, para acabar abocado al mismo ab veces tornara a la )atigosa tarea9 aunque las imgenes no )ormasen un conjunto con se

opio, siempre tratara de retener con tanta delidad como me )uera posible cada partcutas imgenes, recordando el primer principio de nuestra gran (poca, en la que todava hosible3 no contar nunca, no dejarse enga+ar nunca por causas ra'onables, considerar siempviva ms )uerte que la )ra realidad!#e de reconocer sinceramente que, entretanto, a he reali'ado un intento para apro%imarmmodo prctico ra'onable a mi objetivo! #e visitado a un amigo de juventud que vive aquciudad! &e llama


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&u punto de vista era claro3 opinaba como un ben(volo esc(ptico! 2ambi(n o la he e%perimentado al intentar revivir mis e%periencias mbatiente de la Bran Buerra! Cre haber vivido la guerra de una manera el e%acta, ebrecargado de imgenes, la cinta de la pelcula en mi cerebro pareca tener muchos 6ilmlargo! 7ero cuando me sent( en una silla, ante la mesa, debajo de un techo, cuando coma entre mis dedos, entonces los pueblos bosques arrasados, la miseria la grandeedo el valor, los vientres los crneos destro'ados, el terror a la muerte el humor, todoe pareci de pronto tan lejano como un sue+o que no tuviera relacin con nada real al que era posible asir! Hsted sabe que, a pesar de todo, he escrito un libro sobre la guerra, quero ha sido ledo bastante comentado! 7ues bien3 no creo que die' libros de (stos, aueran ms detallados estuviesen mejor escritos, pudieran dar al lector mejor predispuesta apro%imada de lo que )ue la guerra si el lector no particip en ella! G no son tantos los qn vivido! Pastantes de los que EparticiparonF en ella no la vieron! 7or otra parte, munque la haan vividoU la han olvidado! 2al ve' porque al hombre, junto con la apetencia dedomina el ansia, tan )uerte como aqu(lla del olvido!*nmudeci de pronto! Ahora estaba cabi'bajo meditabundo!


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;7erdneme usted, no le puedo decir nada ms! No9 ni una palabra, ni una sola palabra mpuedo, ni quiero! =#asta la vista>G me acompa+ hasta la puerta!*n el curso de nuestra segunda charla se mani)est seguro de s mismo tranquilo, vo

ostrar aquella su sonrisa irnica pareci tomarse cierto inter(s por mi intento, que asegmprender mu bien! e dio unos cuantos consejos que me han audado bastante! G, por $lconcederle gran importancia, al nal de nuestra segunda charla, me dio un consejo3;*sc$cheme9 observo que siempre vuelve al episodio del criado


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amente producto de un deseo egosta! *n mi intento de narrar nuestro viaje a Orientosmo aparece cada da ms evidente9 al principio crea que dedicaba mi es)uer'o al servica noble causa9 ms poco a poco, se arma en m la idea de que en la descripcin del viaje na otra intencin que la que impuls al se+or =&i cuando menos diera un paso adelante>4ecuerdo ahora las palabras de


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CAPTULO IV

e nuevo lo contemplo todo bajo una lu' distinta aunque no s( todava si esto me servitmulo o no en mi intento! #e visto algo, he trope'ado con algo que nunca hubiera socontrarU 7ero Jno lo estaba esperandoK JNo lo presentaK JNo lo deseaba lo tema al m

mpoK 4ealmenteU A pesar de todo, resulta maravilloso e increble!#e paseado veinte veces o ms por la &eilergraben a las horas que me parecanecuadas! #e vagado muchas veces )rente a la casa n$mero / A, dominado siempre psmo pensamiento3 E Hn dolntimiento pareca llenarme el cora'n3 =Cmo haba cambiado todo desde entonces> *l ciee, las estaciones, los sue+os, el dormir, el da, la nocheU =Cun pro)unda terriblemente ber cambiado o para que una simple meloda o el ritmo de unos pasos hicieran estremecmanera mi ser interno para que el recuerdo de aquellos lejanos tiempos me produjese gra tanto dolor al mismo tiempo>


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nda en el ocaso, armoni'ndolo con aquella hora crepuscular, con los ruidos apagadosnan del centro de la ciudad, con el )ulgor de los primeros )aroles que en aquel mommen'aban a brillar!&e dirigi hacia un peque+o jardn, junto al portal de san 7ablo, desapareciendo entre los a

dondos arbustos, o apresur( mi paso para no perderle de vista! All estaba de nuevo9searse entre las lilas las acacias! "l camino se e%tenda serpenteando por el bosquecsaba junto a un par de bancos colocados junto al c(sped! ebajo de los rboles, la oscuridabastante densa!


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;J*l violnK *s que pensaba en el re avid!;J*n qui(nK J*n el re avidK J?u( tiene que ver con el violnK;8ue m$sico tambi(n! Cuando era joven tocaba para el re &a$l, muchas veces disolvl humor del monarca con su m$sica! s tarde, (l mismo se convirti en re, un gran re preocupaciones de caprichos! game una sola palabra3 J&e acuerda u

dava de mK;Pien ;dijo de nuevo, intentando calmarme dirigi(ndose a m como a un en)ermo o a un bGa est usted mucho ms tranquilo9 todo ha sido e)ecto de la e%citacin! Je pregunta ust

cono'coK J?ui(n es el hombre que puede vanagloriarse de conocer a otro hombre qui(ne se conoce a s mismoK ire usted, o mismo no so ning$n buen sonomista! Ni me interlo!


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Al' el dedo a modo de advertencia! Nos detuvimos en medio del sendero del parque, cads mojado por la llovi'na que caa! *%perimentaba un pro)undo desaliento ante aquel vagar absurdo e in$til a trav(s che h$meda oscura!;2iene usted ra'n ;dije abatido;! *sto mu cansado! Ahora lo noto! G, no tiene sesearse por la noche bajo la lluvia, constituendo una carga para otra persona!;Como usted quiera ;replic


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nsacin, pero en los $ltimos tiempos, esta apetencia de suicidio haba aminorado un tantremo de haber desaparecido de m!


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CAPTULO V

espu(s de una noche agitada e inquieta en e%tremo, me despert( a la ma+ana sigustante descansado, aunque con un )uerte dolor de cabe'a! Inmediatamente me tir( del lee dirig a la habitacin que me serva de sala, all, con enorme sorpresa, encontr( a


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8inalmente me condujo a un apartado callejn de uno de los suburbios de la ciudad, en dal'aba un enorme silencioso edicio! esde )uera produca la impresin de pertenecer a a

ganismo gubernamental o ser un museo! 7areca completamente abandonado tantrredores como las escaleras que cru'bamos, donde retumbaban nuestros pasos solitaban desiertos!


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;Autori'amos al autoacusado a revelar p$blicamente cualquier le o secreto del Crculono'ca! Adems, ponemos a su disposicin todo el archivo del Crculo que le sea necesariotrabajo!*l Orador se retir de nuevo9 los &uperiores se separaron desaparecieron po

o)undidades de la sala por las puertas!


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braicos en el jardn, de nuevo los signos se transmutaban en pjaros, dragones serpie se perdan en las pro)undidades de la noche!e estremec al comprobar lo que representaba para m hojear aquel catlogo! 2ropecrias palabras conocidas, con nombres que me eran )amiliares! Como )ulminado por un rapropio nombre, pero no me atrev a consultar el archivo! J?ui(n sera capa' de escucha

mutarse la sentencia pronunciada por un tribunal in)alible sobre uno mismoK *ncontr( tambmbre del pintor 7aul @lee, a quien recordara del viaje, que era amigo de @lingsor! Pusqmero en el archivo! #all( all una placa de oro esmaltada, al parecer mu antigua, en laareca dibujado o grabado con hierro candente un tr(bol! *n una de sus hojas guraba un

una sola vela pintado de a'ul9 en la segunda, un pe' de escamas de colores9 la tercera paimpreso telegrco en (l apareca escrito lo siguiente3

So &lau /ie S$hnee

So 0aul /ie 1lee234

e produjo una alegra melanclica leer lo re)erente a @lingsor, a Cornu A mon! !

Hnos ruidos me despertaron de mi ensimismamiento9 desde los pro)undos espaciontemplaba el misterio! G un nuevo pensamiento9 un nuevo dolor me atraves com
http://var/www/apps/conversion/tmp/scratch_2/%5Chhttp://var/www/apps/conversion/tmp/scratch_2/%5Ch


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mpago! Go, ingenuo de m, haba tratado de escribir la historia del Crculo cuando no msible desci)rar ni comprender la mil(sima parte de aquellos millones de escritos ;lpeles, cuadros, signos; que constituan el )abuloso archivo! Abrumado, estupe)acto, incapmprenderme a m mismo, me senta increblemente ridculo al verme rodeado por todas aqusas con las que me haba permitido jugar un poco en mi insensata pretensin de interprenicado del Crculo de mi propia vida!&$bitamente, por todas las puertas, surgieron un n$mero innito de &uperiores! A algunos todava pude reconocerles a trav(s de mis lgrimas! As, vi al mago 5up, al archdhorst, a o'art vestido de 7abloU


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bre mi cora'n3 no posea a el anillo del Crculo, lo haba perdido, no recordando dnde ni cro el hecho era (ste! G me llenaba de asombro no haberme percatado de su )alta hasta eciso instante!*ntretanto, el &uperior de los &uperiores comen' a hablar con su vo' suave armonices, las palabras uan de sus labios hacia m, luminosas certeras como el resplandor del;*l autoacusado ;deca la vo' desde el trono; ha tenido ocasin de liberarse de algun

s errores! #a muchas cosas que le acusan! 7odemos comprender disculpar su indelidculo, el que hiciera recaer sobre nosotros sus propios pecados torpe'as, que pusiera en estra e%istencia, que sintiera la increble ambicin de convertirse en el historiador del C

do esto no tiene gran importancia! &on, permtame el acusado la e%presin, simples tontervicio! Olvid(moslas con una sonrisa!4espir( pro)undamente! Hna ligera sonrisa asom a los rostros de todos los honor

unidos! Aqu(lla declaracin aliger enormemente mi nimo, colocndome de nuevo en mi esicin, al considerar que el peor de mis pecados, mi locura al creer el Crculo e%tinguido sco superviviente del mismo, era calicado por el &uperior de los &uperiores como algo caimportancia, una ni+era que slo mereca una sonrisa comprensiva!;7ero ;continu


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oK J


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Al observar mi desconcierto mi pro)unda verg:en'a, el Orador me dio unos golpecitos mbro, tranquili'ndome! *l &uperior de los &uperiores volvi a hablar!;Acusado autoacusado #!, ha sido usted absuelto! Hn hermano que ha sido absuelto, lun proceso de esta ndole, est obligado a entrar a )ormar parte del grupo de los &uperio

upar uno de sus asientos tan pronto haa su)rido un e%amen de )e obediencia! ejemosre eleccin del hermano la prueba a que desea someterse! Cont(steme el hermano #! uientes preguntas3 J*st dispuesto, como prueba de su )e, a domesticar un perro salvajeK&orprendido por la pregunta, me tambale(!;No, no podra ;respond impresionado!

;J*st dispuesto, siguiendo nuestras rdenes, a quemar ahora mismo parte de nuestro arccomo se lo indicar el OradorK*l Orador se puso en pie, meti las manos en aquellos compartimentos tan bien ordenadosir llenas de papeles, de cientos de papeles! ientras o le contemplaba horrori'ado, (emndolos lentamente en una estu)a de carbn!;No ;e%clam(;! 2ampoco de eso so capa'!;Cave frater;grit el &uperior de los &uperiores, dirigi(ndose a m;! 2en cuidado, impermano! #e comen'ado con las pruebas ms sencillas, para el cumplimiento de las cualeecisa de una )e mnima! Cada prueba ser ms ms di)cil! Conteste3 J*st dispuensultar la opinin de nuestro archivo sobre su personaK

Hn escalo)ro recorri mi cuerpo! 7areci como si )uera a )altarme la respiracin! mprendido3 las preguntas se haran cada ve' ms di)ciles! No haba otra posibilidad que acebien e%ponerse a tener que pasar por otra prueba a$n ms ardua! 4espir( pro)undamentest( en sentido armativo!*l Orador me condujo hacia la mesa donde se hallaban ordenados los catlogos9 busqu( etra #, revolv las chas hasta encontrar mi nombre3 primero el de mi antepasado *oban

mbi(n )ue miembro del Crculo hace cuatrocientos a+os9 luego le el mo, que tena la siguicacin3

Chattorum r! gest! QV!civ! Calv! indi)! Z/!

*l papelito me temblaba en las manos! *ntretanto, los &uperiores )ueron levantndose dentos, me estrecharon las manos me miraron a los ojos, saliendo inmediatamente!


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metido all a una prueba ;la desaparicin de


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oseguir mis es)uer'os como historiador! 2ampoco era necesario leer aquellos relatos9 todosdan pudrirse en sus archivos!=2embl( a la idea de todo lo que poda a$n saber en aquella hora! Cmo cambiabns)ormaba se descompona todo al ser mirado desde puntos de vista di)erentes, denera ms despectiva e inasequible se ocultaba la )a' de la verdad detrs de aquellos in)ormJ?u( era lo que todava era verdadK J*n qu( podamos creer a$nK G, Jqu( sucedera cu

nsultara el archivo sobre mi propia persona, sobre mi historiaKeba de mantenerme contra todo! e s$bito, no pude resistir ms aquella incertidumuella espera! e dirig al departamento Chattorum res gestae, busqu( mi cha mi n$m

l( el compartimiento correspondiente a mi nombre! *ra un peque+o cajn, pero cuando loencontr( ning$n papel escrito dentro de (l! No contena nada ms que una guritaatuilla de madera o de cera, de colores plidos9 una especie de dolo brbaro o de una divingana9 una gura completamente incomprensible para m! *ra una gura )ormada por dos, ur las espaldas! urante un rato la contempl( desilusionado asombrado! *n aquel insscubr una vela metida en un candelabro de metal!


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4ANN #*&&*! Naci el - de julio de 0WXX en Cal, Alemari en ontagnola, Cantn del 2esino, &ui'a, el / de agost

-! Novelista poeta alemn, nacionali'ado sui'o! A su muconvirti en una gura de culto en el mundo occidental, en ge

r su celebracin del misticismo oriental la b$squeda del p

#ijo de un antiguo misionero, ingres en un seminario, onto abandon la escuela9 su rebelda contra la educacin )ormal la e%pres en la novela Paedas L0/.M! *n consecuencia, se educ (l mismo a base de lecturas! e joven trabaj enrera se dedic al periodismo por libre, lo que le inspir su primera novela, 0eter Came/.ZM, la historia de un escritor bohemio que recha'a a la sociedad para acabar llevandostencia de vagabundo!urante la I Buerra undial, #esse, que era pacista, se traslad a ontagnola, &ui'a9 sedadano sui'o en 0/-1!


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otas


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uego de !ala&ras: Tan a6ul $omo la nieve 9 tan 0a&lo $omo Tr+&ol.

Viaje Al Oriente - Hermann Hesse

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