Vera se reencontró con la naturaleza

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Medellín, sábado 27 de agosto de 2011 8a Área Regional JAIME PÉREZ, ENVIADO ESPECIAL DORADAL La Hacienda Nápoles ahora es un bastión de la naturaleza apto para la supervivencia de grandes mamíferos como Vera. Junto al terreno que la alberga se ha- cen adecuaciones para recibir en los próximos meses a dos elefantes. Estos animales no están en total libertad pero sí más cerca de la naturaleza. Vera se reencontró con la naturaleza CRÓNICA [CONECTA / TIEMPO DE LECTURA: 3 MIN.] DESPUÉS DE 20 AÑOS de vivir en la ciudad, esta rinoceronte blanco de tres toneladas ya disfruta la sombra de los árboles, la frescura de las charcas de lodo y el acompañamiento que le brindan las aves y otros mamíferos, para hacerla sentir de vuelta a su reino natural. DIEGO AGUDELO GÓMEZ Enviado especial a Doradal D urante 20 años, la ri- noceronte Vera pasó las noches con el rui- do de la avenida Gua- yabal como música de fondo, pero en su primera noche en la Hacienda Nápoles estuvo arrullada por una orquesta de grillos, sapos y cocuyos luminosos. La absoluta oscuridad y ese silencio impredecible de la naturaleza la mantuvie- ron inquieta después de caer la tarde. Cuando Jorge Caro, el jefe veterinario de Nápoles, hizo su ronda nocturna para revisar su estado, Vera ca- minaba de un lado para otro en su corral, aún extra- ñada por su nuevo entorno pero con la misma tranqui- lidad que sorprendió al enorme equipo que la acompañó desde Medellín. La actitud de esta rinoce- ronte de tres toneladas fue apacible durante las siete ho- ras de viaje por carretera y desde que abordó el guacal donde la transportaron tuvo pocos sobresaltos. Solamente manifestó la salvaje potencia de su bestia- lidad al principio de su viaje, antes de que la embarcaran, cuando, alebrestada, levantó la cabeza con energía y con su cuerno destruyó algunas tablas de madera y dobló un ángulo de hierro como si fue- ra una hoja de papel. Jorge Caro, curtido por la experiencia en el trato de animales salvajes, se asom- bró al reconocer la verdadera fuerza del mítico cuerno de los rinocerontes: “Atravesó las tablas como si estuvieran hechas de icopor”. Sin embargo, ese fue el único momento en que Vera demostró ser todavía un ani- mal peligroso a pesar de es- tar habituada a la presencia humana. En el trayecto de 200 kiló- metros, desde la ciudad has- ta su nuevo territorio de pas- to y lodo, se echaba y levan- taba alternativamente para descansar y contrarrestar los calambres. Ni siquiera cuando fue li- berada del espacio reducido del guacal hizo lo que algu- nos temían: no salió en un trote desbocado sino que avanzó lentamente, mecien- do su cabeza y olfateando el suelo del corral. Estaba rodeada de gente y eso la alteró un poco pero en OPINE SOBRE ESTE TEMA [email protected] donde viven más de 300 animales. La tarea aún no estaba completa. Vera estaba sana y salva pero aún no saboreaba la libertad que los activistas reclamaron para ella. El momento decisivo se dio ayer cuando se abrieron las rejas que la separaban de un territorio verde de 20 mil metros cuadrados donde dis- frutará de la sombra de cei- bas, carboneros y samanes. El acontecimiento convocó a un público que esperaba verla salir de su corral al trote, pero otra vez la dócil Vera tuvo una actitud cautelosa. Salió a la libertad muy despacio. Olisqueaba el aire y apuntaba sus ojos cegato- nes a la lejanía mientras ca- minaba en círculos crecien- tes alrededor del corral. La multitud hizo silencio para no perturbar ese mo- mento único, pero no pudo contener la algarabía cuan- do Vera hizo un descubri- miento asombroso: una charca de lodo donde su- mergió su panza en barro refrescante. Fue su primer chapuzón, después será di- fícil contarlos. ningún momento existió el riesgo de que Delio Orjuela, un caleño experto en trans- portar grandes animales, dis- parara la pistola de dardos tranquilizantes que había preparado desde Medellín. El operativo fue un éxito por lo tedioso, era la frase que repetía Jorge Caro cuando se encontraba cele- brando la hazaña de trasla- dar a Vera hasta este san- tuario de fauna silvestre Contexto Hace un año Vera fue sometida a una citolo- gía y descubrieron que no estaba ovulando. En Nápoles esperan que su nueva libertad esti- mule la ovulación para buscar su reproducción. 1 Poco a poco, la Hacien- da Nápoles se convierte en un santuario de fau- na con dantas, cebras, hipopótamos, monos y avestruces. Pronto, la fa- milia salvaje tendrá ele- fantes y grandes felinos. 2

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DESPUÉS DE 20 AÑOS de vivir en la ciudad, esta rinoceronte blanco de tres toneladas ya disfruta la sombra de los árboles, la frescura de las charcas de lodo y el acompañamiento que le brindan las aves y otros mamíferos, para hacerla sentir de vuelta a su reino natural.

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Medellín, sábado 27 de agosto de 20118a Área Regional

JAIME PÉREZ, ENVIADO ESPECIAL DORADAL

La Hacienda Nápoles ahora es un bastión de la naturaleza apto para la supervivencia de grandes mamíferos como Vera. Junto al terreno que la alberga se ha-cen adecuaciones para recibir en los próximos meses a dos elefantes. Estos animales no están en total libertad pero sí más cerca de la naturaleza.

Vera se reencontrócon la naturaleza

CRÓNICA [CONECTA / TIEMPO DE LECTURA: 3 MIN.]

DESPUÉS DE 20 AÑOS de vivir en la ciudad, esta rinoceronte blanco de tres toneladas yadisfruta la sombra de los árboles, la frescura de las charcas de lodo y el acompañamientoque le brindan las aves y otros mamíferos, para hacerla sentir de vuelta a su reino natural.

DIEGO AGUDELO GÓMEZEnviado especial a Doradal

Durante 20 años, la ri-noceronte Vera pasólas noches con el rui-do de la avenida Gua-

yabal como música de fondo,pero en su primera noche enla Hacienda Nápoles estuvoarrullada por una orquestade grillos, sapos y cocuyosluminosos.La absoluta oscuridad y

ese silencio impredecible dela naturaleza la mantuvie-ron inquieta después de caerla tarde.Cuando Jorge Caro, el

jefe veterinario de Nápoles,hizo su ronda nocturna pararevisar su estado, Vera ca-minaba de un lado paraotro en su corral, aún extra-ñada por su nuevo entornopero con la misma tranqui-lidad que sorprendió alenorme equipo que laacompañó desde Medellín.La actitud de esta rinoce-

ronte de tres toneladas fueapacible durante las siete ho-ras de viaje por carretera ydesde que abordó el guacaldonde la transportaron tuvopocos sobresaltos.Solamente manifestó la

salvaje potencia de su bestia-lidad al principio de su viaje,antes de que la embarcaran,cuando, alebrestada, levantóla cabeza con energía y consu cuerno destruyó algunastablas de madera y dobló unángulo de hierro como si fue-ra una hoja de papel.Jorge Caro, curtido por la

experiencia en el trato deanimales salvajes, se asom-bró al reconocer la verdaderafuerza del mítico cuerno delos rinocerontes: “Atravesólas tablas como si estuvieranhechas de icopor”.Sin embargo, ese fue el

único momento en que Verademostró ser todavía un ani-mal peligroso a pesar de es-tar habituada a la presenciahumana.En el trayecto de 200 kiló-

metros, desde la ciudad has-ta su nuevo territorio de pas-

to y lodo, se echaba y levan-taba alternativamente paradescansar y contrarrestar loscalambres.Ni siquiera cuando fue li-

berada del espacio reducidodel guacal hizo lo que algu-

nos temían: no salió en untrote desbocado sino queavanzó lentamente, mecien-do su cabeza y olfateando elsuelo del corral.Estaba rodeada de gente y

eso la alteró un poco pero enOPINE SOBRE ESTE [email protected]

donde viven más de 300animales.La tarea aún no estaba

completa. Vera estaba sana ysalva pero aún no saboreabala libertad que los activistasreclamaron para ella.El momento decisivo se

dio ayer cuando se abrieronlas rejas que la separaban deun territorio verde de 20 milmetros cuadrados donde dis-frutará de la sombra de cei-bas, carboneros y samanes.El acontecimiento convocó

a un público que esperabaverla salir de su corral al trote,pero otra vez la dócil Veratuvo una actitud cautelosa.Salió a la libertad muy

despacio. Olisqueaba el airey apuntaba sus ojos cegato-nes a la lejanía mientras ca-minaba en círculos crecien-tes alrededor del corral.La multitud hizo silencio

para no perturbar ese mo-mento único, pero no pudocontener la algarabía cuan-do Vera hizo un descubri-miento asombroso: unacharca de lodo donde su-mergió su panza en barrorefrescante. Fue su primerchapuzón, después será di-fícil contarlos.

ningún momento existió elriesgo de que Delio Orjuela,un caleño experto en trans-portar grandes animales, dis-parara la pistola de dardostranquilizantes que habíapreparado desde Medellín.

El operativo fue un éxitopor lo tedioso, era la fraseque repetía Jorge Carocuando se encontraba cele-brando la hazaña de trasla-dar a Vera hasta este san-tuario de fauna silvestre

Contexto

Hace un año Vera fuesometida a una citolo-gía y descubrieron queno estaba ovulando. EnNápoles esperan quesu nueva libertad esti-mule la ovulación parabuscar su reproducción.

1

Poco a poco, la Hacien-da Nápoles se convierteen un santuario de fau-na con dantas, cebras,hipopótamos, monos yavestruces. Pronto, la fa-milia salvaje tendrá ele-fantes y grandes felinos.

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