Vattimo Ideas Principales

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GIANNI VATTIMO – EL PENSAMIENTO DÉBIL … Como el pensamiento débil se presenta como un pensamiento que no tiene fundamentos trascendentes, metafísicos, absolutos, sino que es una interpretación desde el punto de vista del Ser, es una ontología de la actualidad, es decir, no hay recursos eternos a los cueles los filósofos se reclaman, sino que hay solamente situaciones a interpretar de una manera u otra, mensajes, exigencias. En este sentido, a mi me parece que la atención a lo que pasa no es propio del pensamiento débil sino de muchísimos pensamientos del siglo XIX y XX. Gianni Vattimo, en una entrevista a TV – UNED http://personales.ya.com/aparterei/vattimo.html 1. OLVIDO DEL SER “Hemos olvidado no sólo lo que significa Ser, sino que incluso hemos olvidado haber olvidado. Heidegger coloca esta frase del Sofista de Platón al inicio de su Ser y tiempo, libro gracias al cual, al final de la década de 1920 se impuso a la atención del mundo filosófico y también de la cultura no especializada. Heidegger leyó a Nietzsche y reconstruyó poco a poco la historia de las Ideas de Platón hasta la modernidad, hasta hoy, es decir, hasta el experimento científico de los positivistas que, según Heidegger, es el colmo del olvido del Ser. Comencé a dar vueltas alrededor de este problema que se convertiría en el hilo conductor de todo mi trabajo filosófico. Pienso que Heidegger se contradice en esto; o al menos no llega a extraer todas las consecuencias de sus propias intuiciones. Precisamente sobre ello comenzó a establecerse – y sigue aún, hasta hoy- toda mi investigación y mi particular lectura e interpretación de Heidegger y, naturalmente de Nietzsche. Porque Heidegger no sabe muy bien cómo resolver este problema del olvido del Ser. Oscila entre nostalgia y conciencia de que toda la historia de la filosofía de Occidente, la metafísica, ha terminado y es mejor que haya

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GIANNI VATTIMO EL PENSAMIENTO DBIL Como el pensamiento dbil se presenta como un pensamiento que no tiene fundamentos trascendentes, metafsicos, absolutos,

sino que es una interpretacin desde el punto de vista del Ser,

es una ontologa de la actualidad,

es decir, no hay recursos eternos a los cueles los filsofos se reclaman,

sino que hay solamente situaciones a interpretar de una manera u otra,

mensajes, exigencias.

En este sentido, a mi me parece que la atencin a lo que pasa

no es propio del pensamiento dbil

sino de muchsimos pensamientos del siglo XIX y XX.

Gianni Vattimo, en una entrevista a TV UNED

http://personales.ya.com/aparterei/vattimo.html

1. Olvido del ser

Hemos olvidado no slo lo que significa Ser, sino que incluso hemos olvidado haber olvidado. Heidegger coloca esta frase del Sofista de Platn al inicio de su Ser y tiempo, libro gracias al cual, al final de la dcada de 1920 se impuso a la atencin del mundo filosfico y tambin de la cultura no especializada.

Heidegger ley a Nietzsche y reconstruy poco a poco la historia de las Ideas de Platn hasta la modernidad, hasta hoy, es decir, hasta el experimento cientfico de los positivistas que, segn Heidegger, es el colmo del olvido del Ser.

Comenc a dar vueltas alrededor de este problema que se convertira en el hilo conductor de todo mi trabajo filosfico. Pienso que Heidegger se contradice en esto; o al menos no llega a extraer todas las consecuencias de sus propias intuiciones. Precisamente sobre ello comenz a establecerse y sigue an, hasta hoy- toda mi investigacin y mi particular lectura e interpretacin de Heidegger y, naturalmente de Nietzsche.

Porque Heidegger no sabe muy bien cmo resolver este problema del olvido del Ser. Oscila entre nostalgia y conciencia de que toda la historia de la filosofa de Occidente, la metafsica, ha terminado y es mejor que haya terminado. Se hace borrn y cuenta nueva. Porque, por un lado, el Ser es lo ms importante, lo que permite al hombre precisamente ser; es lo que ilumina la realidad y al mismo tiempo el Ser de Platn, la ideas que estn en el Hiperuranio, que luego devienen el yo pienso de Descartes, la verdad absoluta o el Paraso del cristianismo hasta el positivismo de la ciencia, todas esas presuntas verdades objetivas son la negacin del Ser, y por lo tanto, slo merecen morir.

Nietzsche es feliz con esta disolucin del mundo verdadero porque para l supone la liberacin, por fin vivimos en un mundo sin lmites objetivos, y justamente para soportar esta libertad debemos convertirnos en superhombres.

Nietzsche constata la muerte de Dios sin nostalgia alguna. Escribe, como lanzando un suspiro de alivio: Dios ha muerto, ahora queremos que vivan muchos dioses

En conclusin, mientras que Nietzsche est contentsimo de ser nihilista, Heidegger lo est bastante menos; incluso no querra serlo. Pero, de hecho, lo es y lo seguir siendo toda la vida.

() Dios ha muerto significa que no existe fundamento ltimo.

Aunque Heidegger no quiera reconocerlo, la afirmacin de Nietzsche tiene el mismo significado que su polmica contra la metafsica, contra toda la tradicin filosfica occidental, a partir de Parmnides, que cree poder aferrar un fundamento ltimo de la realidad en la forma de una estructura objetiva situada fuera del tiempo y de la historia. La gran revolucin de Heidegger es el rechazo de una concepcin objetiva estable, estructura del Ser, en nombre de la libertad. Si nosotros somos esperanzas, sentimientos, miedos, proyectos seres finitos, con un pasado y un futuro, y no slo apariencias, entonces el Ser no se puede pensar en los trminos de la metafsica objetiva.

Para m ste fue el primer paso, un inicio, an no nombrado pero muy importante, de lo que veinte aos despus se llamar pensamiento dbil

Vattimo, G, No ser Dios, Una autobiografa a cuatro manos, pag. 37-392. SituacinLos que participan en el debate filosfico coinciden hoy, al menos, en un punto: no admiten una fundamentacin nica, ltima, normativa.

En la dcada de los 60 se buscaba otra fundamentacin distinta. Cuando pareca que el saber se haba cristalizado en un determinado sentido, la filosofa se encargaba de hacer frente a esa crisis; se movilizaba, intentando transformar el panorama, volver a amalgamar las distintas disciplinas y, ms particularmente, los saberes humansticos- alrededor de un entramado diverso: el estructuralismo o la fenomenologa. Esquemticamente la alternativa era: o bien recurrir a estructuras carentes de centro y de finalidad, desprovistas de sujeto, o bien recorrer los caminos de la subjetividad no sustancialista, ms fluida, en continuo devenir. ()La escena sucesiva, la de los aos 60, se muestra caracterizada por un optimismo bastante menor. Entra en juego el ojo implacable de un pensamiento imposible de redimir de un pensamiento negativo -, pero capaz de poner de manifiesto los abundantes restos de la antigua metafsica que, escondidos, seguan ejerciendo su funcin. Las teoras estructuralistas y las filosofas de la nueva subjetividad son puestas en contacto con un reactivo que les hace adquirir una tonalidad diferente y pone de manifiesto tantos sus intenciones totalizadoras cuanto la presencia enmascarada, en su seno, de la ley de la reductio ad unum. A estas alturas, la crisis de fundamentos ya no puede ser tratada como una verdad incongruente, pero susceptible de ser sustituida por una verdad distinta: de hecho, lo que entra en crisis es la misma idea de verdad. ()En Italia, mientras tanto, se discuta acerca de la crisis de la razn. Ms que de hacerla funcionar, se trataba de salvar a la razn del fantasma del irracionalismo, todava no suficientemente exorcizado.Vattimo. G, El pensamiento dbil, Ediciones Ctedra, Madrid, Espaa, 1995, p 11-153. EL PENSAMIENTO DBIL

El pensamiento dbil slo fue denominado as en el otoo de 1979, y lleg a ser el ttulo de un libro colectivo () que editamos Pier Aldo Rovatti y yo en 1983.

En otoo de 1979, () se precis en m la idea de la historia del Ser como aligeramiento, como alejamiento.

() Me haba apasionado, cada vez ms, con la idea de interpretar a Heidegger desde el punto de vista del debilitamiento en lugar de la espera de una nueva aparicin del Ser. Entraban muchas cosas: la preferencia por una tica no agresiva, la ecologa. Incluso Arthur Schopenhauer se converta adems de Heidegger y Nietzsche- en uno de los elementos de esta interpretacin y se iba perfilando tambin mi personal relectura del cristianismo y la religin.

[Cuando se refiere a pensamiento dbil] ramos conscientes de que hablbamos de una metfora, y en cierto modo una paradoja. Pero la conclusin era en positivo porque el precio pagado por la razn poderosa es una impresionante limitacin de los objetos que pueden verse y acerca de los que se puede hablar Amn.

El pensamiento dbil era la idea de utilizar el aligeramiento de las relaciones sociales, productote la tecnologa, hasta realizar una forma de liberacin.

() El pensamiento dbil era una teora fuerte, una propuesta filosfica fuerte. Y nos pareca- tambin muy cvica, muy razonable y dialgica, muy poco arrogante, teniendo presente sobre todo que la predileccin por una tica no agresiva formaba y forma parte de este pensamiento.Vattimo, G, No ser Dios, Una autobiografa a cuatro manos, p 129-1314. SER Y LA CONVERSACIN HUMANA Entre las frecuentes citas que Heidegger toma de Hlderlin hay una que considero particularmente hermosa: Porque el hombre ha nombrado a muchos dioses desde que somos dilogo.Si el Ser acaece en la historia, acaece en las lenguas histricas y, por lo tanto, en el lenguaje, en el dilogo de los hombres, en la conversacin humana.

La palabra conversacin que me gusta mucho ms que dilogo- ha sido introducida recientemente por Santiago Zabala. Me parece una intuicin genial, tomada en parte de Rorty, en parte de Gadamer, sin dejar de ser por ello una novedad fascinante. Esta apertura se produce en el lenguaje, en las lenguas histricas.

()Nada se sustrae a la historicidad, menos an la filosofa, el pensamiento. () Cuando Heidegger se plantea el problema de qu significa el Ser, si debe funcionar tambin para nosotros que somos entes finitos que nacemos, morimos , tenemos problemas, tiene esto en cuenta. El resultado es que el Ser, para Heidegger, bien a decir verdad no s demasiado bien qu es, ni siquiera l lo sabe, lo que sabe con certeza es que no puede ser un objeto. Es, entre comillas, esta cosa que se anuncia en los lenguajes de las culturas dentro de las cuales estamos siempre arrojados.

El ser acontece, pues en el lenguaje. Pero cmo? En la conversacin. Pero cmo? En la conversacin. Es decir, en la lengua viva que habla una humanidad. Naturalmente, el Ser no deriva de all pero se da as.

Y si el Ser es acontecimiento se puede pensar que no sea ms que esto: el significado de la palabra Ser en la historia de nuestra lengua y en uso que hacemos de ella. Dnde estara el Ser, sino en la historia de la palabra?

Uno de mis grandes hallazgos aquel por el que Gadamer dijo que yo era un verdadero filsofo- ha sido esta idea de que repensar el Ser, como hace Heidegger en Ser y tiempo, sea hundir lo que nos parece fundado, relacionarlo con una historia inconcluible.

Somos monos enjaulados. La palabra es el a priori de nuestra poca, pero cuando la relacionamos con la historia, cuando nos remontamos a ella, vamos arriba y abajo, qu hacemos entonces? No encontramos una jaula ms estable adonde ir, simplemente la sacudimos.

Y all estn las cosas que Heidegger dice: saltar en el abismo, saltar en el Ser como abismo. Pero el abismo es abismo de verdad, en el sentido de que no se llega a un punto ms estable, sino al contrario.

La filosofa termina por ser como una suspensin de la perentoriedad de las cosas que se dan, que estn all. Platn pensaba en la filosofa como lo que fundaba los dems saberes. Yo pienso la filosofa yo, no Heidegger- como algo que supera los saberes. En el sentido de que los hace ver como algo dependiente de esa historicidad del Ser que est como perdida en los orgenes poco claros, en el mito

En esta clave, la ciencia ya no es una enemiga, pero hay que dominarla polticamente. La filosofa debe regular las relaciones del mismo modo que la lengua comn debe regir los lenguajes especialistas y la tica comn poltica debe dar las reglas a las ciencias.Vattimo, G, No ser Dios, Una autobiografa a cuatro manos, pag 155-158La verdad

Es el fin de la metafsica, el fin del tomismo, pero tambin el canto del cisne del positivismo: la verdad no puede ser el reflejo objetivo de datos de hecho.En Ser y Tiempo y sta es una de las claves fundamentales de mi comprensin de Heidegger- el filsofo alemn ya no crea en la verdad como conformidad y correspondencia. Los escolsticos haban definido la verdad como el intelecto que se conforma a la cosa. Realmente no. Si el mundo se reduce al resultado del experimento cientfico, el mundo verdadero ya no existe. Si el Ser verdadero es slo lo planificable y calculable, todo el resto sentimientos, miedos, amores - es basura, desechos. Termina, as, la idea de verdad como correspondencia entre afirmacin y dato de hecho. Esto le importa mucho a Heidegger. Y l odia profundamente la objetividad porque si la nica racionalidad verdadera es la de las ciencias positivas, el ser del hombre que l llamar Dasein, ser en el mundo- deviene informulable en trminos racionales.

Esto es peligroso? En absoluto. Dnde demuestran los cientficos la verdad de sus afirmaciones? En la comunidad cientfica. Si alguien me presenta un teorema de fsica cuntica yo no entiendo nada. Primero tengo que aprender el paradigma. De un modo u otro debo ser iniciado en esta ciencia, como convertirse en miembro de una hermandad, que no puede ser un asunto de conocimientos objetivos vlidos para todo el mundo y para cualquier tiempo.

Todo acontece en la historia, ninguna idea se produce prescindiendo del momento histrico

Vattimo, G, No ser Dios, Una autobiografa a cuatro manos, Ed Paids, Buenos Aires, 2008. pag 57-58.