Variedades Y AGOST Consuelo de Luzardo · 2021. 1. 7. · ciendo radio y en el mis-mo instante...

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Variedades BOGOTÁ, FIN DE SEMANA 13,14 Y 15 DE AGOSTO DE 2016 6B de Consuelo Luzardo Etica, amor y entrega absoluta son las directrices de su vida ‘La Tía Cena’ es uno de los personajes que marcó historia en la televisión nacional, por la particularidad de la mujer, quien para trasladarse por el pueblo de ‘San Gerónimo de los Char- cos’, lo hacía en su cama, como en una procesión religiosa y además, por ser la conciencia del protagonista. Su vida actoral se ha enmarcado en una serie de personajes diferentes y con una psicología fuerte, que le permite que nin- guno se parezca a otro. La dedicación y entrega de Consuelo es el sello distintivo, que acompañado de la preparación, ha logrado que sea catalogada como una de las mejores actrices. A pesar que su familia es lo primero y más importante en su vida, muchas veces a tenido que sacrificar momentos importantes y especiales para cumplir con las grabaciones de las novelas. Sin embargo, esa fue la vida elegida y la cual ha disfrutado de principio a fin, con todo y altibajos. Son casi 60 años en la actuación y seguirá siendo una de las grandes actrices, que en cada interpretación gana más admiración y respeto. Consuelo Luzardo, una señora actriz, con sus incontables persona- jes ha sido y seguirá siendo parte de toda la familia colombiana. Siempre aplaudida, amada por su excelen- te profesionalismo En mis inicios comen- cé estudiando lo que me gustaba, soy alumna egresada de la Escuela Nacional de Arte Dra- mático. En la época que su director era Víctor Mallarino Botero. Allí empecé con prácticas, ya que él montaba obras que presentaba con sus alumnos. Ahí empezó mi carrera haciendo teatro, hice radio además, he in- cursionado en la televi- sión y el cine. ¿Cuándo le ofrecieron su primer papel como actriz? En la escuela en el año 1959 en mis inicios. En el que se hizo el repar- to de la obra con la que la escuela cierra el año de labores. Víctor mon- tó “La casa de Bernarda Alba”, de Federico García Lorca. En esa obra inter- preté una de las criadas de la casa, dado que allí había dos criadas viejas, pero él lo adaptó para que una de las criadas fuera más joven, el cual fue interpretado por mí. ¿Luego vino su ingreso a la radio? Yo hice radio novelas, pero también era locuto- ra y hacía programas de humor. ¿Háblenos acerca de su faceta como locutora? Yo soy locutora licencia- da por el Ministerio de Comunicaciones, porque en esa época se presen- taba exámenes, uno oral y otro escrito, ya después le otorgaban la respecti- va licencia. Igualmente, para trabajar en televi- sión a una le exigían la licencia. Eran dos licen- cias; una para locución y otra como radio actriz. Como yo tuve las dos li- cencias logré hacer radio con Todelar, Caracol. ¿En qué radionovelas participó? Me acuerdo de una lla- mada ‘Talidomida la dro- ga maldita’. Ahí trabajé con los grandes en este ámbito; Esther Sarmien- to de Correa, Gaspar Os- pina y Libia Escobar. ¿Después se presenta su participación en la televisión o va de la mano su locución con hacer actuación en la televisión? Todo se dio al mismo tiempo. Yo estaba ha- ciendo radio y en el mis- mo instante televisión. Víctor Mallarino Botero tenía en sus programas, obras cortas de un año como ‘El oso” de Anton Chéjov’ y para completar el programa tenía unos sketch de una comedía costumbrista que se lla- maba ‘Hogar dulce ho- gar’. Yo tenía mi persona- je de ‘coca cola’, como se les nombraba a las niñas en esa época. Además, mi novio era Frank Ra- mírez, quien era también alumno de la escuela. Lo llamaron de la televisión y lo convencieron dicién- dole que se viniera a ‘Ho- gar dulce hogar’ y podía escribir y dirigir. Por ello, el mismo elenco con el que hacíamos teatro nos fuimos a realizarlo en televisión. Yo llegué a la pantalla televisiva de la mano del director de mi escuela Víctor Mallarino Botero. Después, Alicia del Carpio, me escribió un personaje en ‘Yo y tú”. Ya con el tiempo se me dieron las dos cosas, para hacer radio y simul- táneamente televisión, sin dejar de hacer teatro. ¿Cómo era ese persona- je de ‘Yo y tú’? En ‘yo y tú’, hacía el per- sonaje de joven. Era una niña de clase media educada por fuera del país que luego re- gresaba a vivir a la casa de sus tíos los cua- les eran; don Cán- dido Le- chuga y Esther- cita. En ‘hogar dulce hogar’, era una “coca cola” de cla- se alta que vivía con sus padres. Este era el mis- mo tipo de personaje que representaban a una mu- jer joven de mi época. En ‘yo y tú, lógicamente el personaje se va desarro- llando bastante, porque yo estuve 10 años, en esta década es mucho lo que se alcanzó a contar acer- ca de la vida de los perso- najes que integraban el elenco de esa historia. Usted ha estado en las mejores producciones nacionales de la televi- sión colombiana, ha- blemos de cinco y de cada uno de esos perso- najes. De los que la gente re- cuerda especialmente, la mayoría de ellas con RTI o a veces con Caracol. Por ejemplo, ‘Caballo Viejo’, que fue para caracol, con un libreto maravilloso de Bernardo Romero Pe- reiro. Una adaptación de una obra o novela. ‘Caba- llo viejo’ la dirigió David Stivel, toda la novela era perfectamente maravi- llosa, tenía unos perso- najes realmente extraor- dinarios. La “Tía Cena” gustó mucho, porque era la conciencia de su her- mano interpretado bella- mente por Carlos Muñoz. Era una vieja confinada a una cama, dado que no podía moverse. Sin em- bargo, odiaba a las sillas de ruedas, ya que casi se mata en una de ellas cuando tenía que salir a la calle. Ella poseía unos tipos llamados los carga ca- meros que la sacaban con cama y todo, ima- gen que era muy fuerte y a la vez divertida. Al instante quedaba gra- bada rápidamente esta particularidad de la tía Cena, donde ella no usa- ba silla de ruedas sino la trasteaban por el pueblo de ‘San Gerónimo de los Charcos’, con cama in- cluida, como si fuera un paso de procesión. Vienen ‘Los Cuervos’, no era realmente una nove- la, era una serie de emi- sión semanal, que duro al aire diez años y tres meses. Por otra parte, otras de estas series que las personas recuerdan muchísimo es ¿Por qué mataron a Betty si era tan buena muchacha?, se emi- tió cada semana durante dos años. Yo hice muchos personajes en telenovelas de Julio Jiménez, los cua- les escribía preciosos y las historias de él siempre eran muy agarradoras, la gente adoraba la estruc- tura gramática de sus historias. De los personajes qué ha interpretado ¿cuá- les han dejado algo en usted? La “Tía Cena” de ‘caballo viejo’, Doña Perfecta Al- barracín de ‘La Viuda de blanco’, la Cuqui de ‘yo y tú’, Magolita de ¿Por qué mataron a Betty sí era tan buena muchacha?, Helena de la Fuente ‘El laberinto de Alicia’. ¿Qué aspectos hacen diferentes a unos per- sonajes de otros? El entrenamiento y la en- señanza que dejan. Uno tiene que convertirse en varias personas, asumir el personaje y mudar de cuerpo de tal forma que se vuelva creíble hacia los demás. Por eso, es tan importante el entrena- miento de sí mismo, para poder adoptar el perso- naje. En esto consiste el juego, los actores que no tienen esa formación ter- minan presentándose a sí mismos una y otra vez. Ahora también hay acto- res más histriónicos que otros. ¿Consuelo, le faltan per- sonajes por interpretar en su vida actoral? Estoy bastante vieja pero estoy en buenas condi- ciones físicas para repre- sentar personajes de mi edad. Tengo movilidad absoluta, conservo mi memoria, sigo amando el oficio y aún me emo- ciona mucho. No es algo que yo diga que llevo ha- ciéndolo 57 años y por eso quiero descansar. Si aparece un nuevo perso- naje que me emocione y me enamore me entrego a él y espero que haya más papeles televisivos para mí. ¿Cómo fue la experien- cia en el cine? Muy natural, porque en mi caso, tengo un herma- no mayor Julio Luzardo que es cinematografista, él se graduó en los Án- geles California y se vino al país para hacer cine, entonces los films estu- vieron presentes siempre en mi casa. En la primera película de él, me puso ahí para que yo fuera su escrito, por eso digo que se dio de manera natural, porque hay alguien de la familia muy cercano que lo ejerce. ¿Qué legado le quiere dejar a las actrices que desean ser igual o supe- rarla? El legado que dejamos los actores de mi gene- ración en este país, es que nos enseñaron que no solamente hay una forma de hacer el oficio, sino una ética, un amor y una entrega absoluta. Puede parecer exagera- do en esta época hablar de todas estas cosas por una profesión, pero así fue como nos enseñaron para que diéramos Un gran resultado y no solo desarrollemos una carrera, sino ser felices en esta labor. Esto no es solo un trabajo para ga- narse la vida o llevar el pan a la casa, esto debe ser de un profundo gozo, debemos ser felices tra- bajando porque nos pa- gan por hacer lo que nos encanta, pero lo más im- portante es ejercerla de una forma apreciada.

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VariedadesBOGOTÁ, FIN DE SEMANA 13,14 Y 15 DE AGOSTO DE 20166B

de Consuelo

LuzardoEtica, amor y entrega absoluta son las directrices de su vida

‘La Tía Cena’ es uno de los personajes que marcó historia en la televisión nacional, por la particularidad de la mujer, quien para trasladarse por el pueblo de ‘San Gerónimo de los Char-cos’, lo hacía en su cama, como en una procesión religiosa y además, por ser la conciencia del protagonista.

Su vida actoral se ha enmarcado en una serie de personajes diferentes y con una psicología fuerte, que le permite que nin-guno se parezca a otro. La dedicación y entrega de Consuelo es el sello distintivo, que acompañado de la preparación, ha logrado que sea catalogada como una de las mejores actrices.

A pesar que su familia es lo primero y más importante en su vida, muchas veces a tenido que sacrificar momentos importantes y especiales para cumplir con las grabaciones de las novelas. Sin embargo, esa fue la vida elegida y la cual ha disfrutado de principio a fin, con todo y altibajos.

Son casi 60 años en la actuación y seguirá siendo una de las grandes actrices, que en cada interpretación gana más admiración y respeto.

Consuelo Luzardo, una señora actriz, con sus incontables persona-jes ha sido y seguirá siendo parte de toda la familia colombiana. Siempre aplaudida, amada por su excelen-te profesionalismo En mis inicios comen-cé estudiando lo que me gustaba, soy alumna egresada de la Escuela Nacional de Arte Dra-mático. En la época que su director era Víctor Mallarino Botero. Allí empecé con prácticas, ya que él montaba obras que presentaba con sus alumnos. Ahí empezó mi carrera haciendo teatro, hice radio además, he in-cursionado en la televi-sión y el cine. ¿Cuándo le ofrecieron su primer papel como actriz?En la escuela en el año 1959 en mis inicios. En el que se hizo el repar-to de la obra con la que la escuela cierra el año de labores. Víctor mon-tó “La casa de Bernarda Alba”, de Federico García Lorca. En esa obra inter-preté una de las criadas de la casa, dado que allí había dos criadas viejas, pero él lo adaptó para que una de las criadas fuera más joven, el cual fue interpretado por mí.

¿Luego vino su ingreso a la radio?Yo hice radio novelas, pero también era locuto-ra y hacía programas de humor.

¿Háblenos acerca de su faceta como locutora?Yo soy locutora licencia-da por el Ministerio de Comunicaciones, porque en esa época se presen-taba exámenes, uno oral y otro escrito, ya después le otorgaban la respecti-

va licencia. Igualmente, para trabajar en televi-sión a una le exigían la licencia. Eran dos licen-cias; una para locución y otra como radio actriz. Como yo tuve las dos li-cencias logré hacer radio con Todelar, Caracol.

¿En qué radionovelas participó?Me acuerdo de una lla-mada ‘Talidomida la dro-ga maldita’. Ahí trabajé con los grandes en este ámbito; Esther Sarmien-to de Correa, Gaspar Os-pina y Libia Escobar.

¿Después se presenta su participación en la televisión o va de la mano su locución con hacer actuación en la televisión?Todo se dio al mismo tiempo. Yo estaba ha-ciendo radio y en el mis-mo instante televisión. Víctor Mallarino Botero tenía en sus programas, obras cortas de un año como ‘El oso” de Anton Chéjov’ y para completar el programa tenía unos sketch de una comedía costumbrista que se lla-maba ‘Hogar dulce ho-gar’. Yo tenía mi persona-je de ‘coca cola’, como se les nombraba a las niñas en esa época. Además, mi novio era Frank Ra-mírez, quien era también alumno de la escuela. Lo llamaron de la televisión y lo convencieron dicién-dole que se viniera a ‘Ho-gar dulce hogar’ y podía escribir y dirigir. Por ello, el mismo elenco con el que hacíamos teatro nos fuimos a realizarlo en televisión. Yo llegué a la pantalla televisiva de la mano del director de mi escuela Víctor Mallarino Botero. Después, Alicia del Carpio, me escribió un personaje en ‘Yo y tú”. Ya con el tiempo se me dieron las dos cosas, para hacer radio y simul-táneamente televisión, sin dejar de hacer teatro.

¿Cómo era ese persona-je de ‘Yo y tú’?En ‘yo y tú’, hacía el per-sonaje de joven. Era una

niña de clase media educada por fuera del

país que luego re-gresaba a vivir a

la casa de sus tíos los cua-

les eran; don Cán-dido Le-chuga y E s t h e r -

cita. En ‘hogar dulce

hogar’, era una “coca cola” de cla-

se alta que vivía con sus padres. Este era el mis-mo tipo de personaje que representaban a una mu-jer joven de mi época. En ‘yo y tú, lógicamente el personaje se va desarro-

llando bastante, porque yo estuve 10 años, en esta década es mucho lo que se alcanzó a contar acer-ca de la vida de los perso-najes que integraban el elenco de esa historia.

Usted ha estado en las mejores producciones nacionales de la televi-sión colombiana, ha-blemos de cinco y de cada uno de esos perso-najes.De los que la gente re-cuerda especialmente, la mayoría de ellas con RTI o a veces con Caracol. Por ejemplo, ‘Caballo Viejo’, que fue para caracol, con un libreto maravilloso de Bernardo Romero Pe-reiro. Una adaptación de una obra o novela. ‘Caba-llo viejo’ la dirigió David Stivel, toda la novela era perfectamente maravi-llosa, tenía unos perso-najes realmente extraor-dinarios. La “Tía Cena” gustó mucho, porque era la conciencia de su her-mano interpretado bella-mente por Carlos Muñoz. Era una vieja confinada a una cama, dado que no podía moverse. Sin em-bargo, odiaba a las sillas de ruedas, ya que casi se mata en una de ellas

cuando tenía que salir a la calle. Ella poseía unos tipos llamados los carga ca-meros que la sacaban con cama y todo, ima-gen que era muy fuerte y a la vez divertida. Al instante quedaba gra-bada rápidamente esta particularidad de la tía Cena, donde ella no usa-ba silla de ruedas sino la trasteaban por el pueblo de ‘San Gerónimo de los Charcos’, con cama in-cluida, como si fuera un paso de procesión.Vienen ‘Los Cuervos’, no era realmente una nove-la, era una serie de emi-sión semanal, que duro al aire diez años y tres meses. Por otra parte, otras de estas series que las personas recuerdan

muchísimo es ¿Por qué mataron a Betty si era tan buena muchacha?, se emi-tió cada semana durante dos años. Yo hice muchos personajes en telenovelas de Julio Jiménez, los cua-les escribía preciosos y las historias de él siempre eran muy agarradoras, la gente adoraba la estruc-tura gramática de sus historias.

De los personajes qué ha interpretado ¿cuá-les han dejado algo en usted?La “Tía Cena” de ‘caballo viejo’, Doña Perfecta Al-barracín de ‘La Viuda de blanco’, la Cuqui de ‘yo y tú’, Magolita de ¿Por qué mataron a Betty sí era tan buena muchacha?, Helena de la Fuente ‘El laberinto de Alicia’.

¿Qué aspectos hacen diferentes a unos per-sonajes de otros?El entrenamiento y la en-señanza que dejan. Uno tiene que convertirse en varias personas, asumir el personaje y mudar de cuerpo de tal forma que se vuelva creíble hacia los demás. Por eso, es tan importante el entrena-miento de sí mismo, para poder adoptar el perso-naje. En esto consiste el juego, los actores que no tienen esa formación ter-minan presentándose a sí mismos una y otra vez. Ahora también hay acto-res más histriónicos que otros.

¿Consuelo, le faltan per-sonajes por interpretar en su vida actoral?Estoy bastante vieja pero estoy en buenas condi-ciones físicas para repre-sentar personajes de mi edad. Tengo movilidad absoluta, conservo mi memoria, sigo amando el oficio y aún me emo-ciona mucho. No es algo que yo diga que llevo ha-

ciéndolo 57 años y por eso quiero descansar. Si aparece un nuevo perso-naje que me emocione y me enamore me entrego a él y espero que haya más papeles televisivos para mí.

¿Cómo fue la experien-cia en el cine?Muy natural, porque en mi caso, tengo un herma-no mayor Julio Luzardo que es cinematografista, él se graduó en los Án-geles California y se vino al país para hacer cine, entonces los films estu-vieron presentes siempre en mi casa. En la primera película de él, me puso ahí para que yo fuera su escrito, por eso digo que se dio de manera natural, porque hay alguien de la familia muy cercano que lo ejerce.

¿Qué legado le quiere dejar a las actrices que desean ser igual o supe-rarla?El legado que dejamos los actores de mi gene-ración en este país, es que nos enseñaron que no solamente hay una forma de hacer el oficio, sino una ética, un amor y una entrega absoluta. Puede parecer exagera-do en esta época hablar de todas estas cosas por una profesión, pero así fue como nos enseñaron para que diéramosUn gran resultado y no solo desarrollemos una carrera, sino ser felices en esta labor. Esto no es solo un trabajo para ga-narse la vida o llevar el pan a la casa, esto debe ser de un profundo gozo, debemos ser felices tra-bajando porque nos pa-gan por hacer lo que nos encanta, pero lo más im-portante es ejercerla de una forma apreciada.