IMPORTANCIA DE LOS VALORES EN EL SISTEMA EDUCATIVO MEXICANO: EL RETO DE FORMACIÓN

Cruz Duran Antonio Guadalupe1

Educar se ha convertido sin duda alguna en la tarea más difícil por varios motivos; primeramente el hecho de que muchas de las personas a las que se les llaman “profesores” carezca de la formación para serlo puesto que son –introducidos- por meros parentescos familiares o acuerdos políticos. Otra de las razones y la más importante es el hecho de que los “docentes” se enfocan solamente al abordaje de contenidos escolares ¿esto es educar? Como mera referencia a enseñar información previamente seleccionada por lo que de cierta manera también se limita al estudiante.

¿Cuándo se habla de educar? Cuando los docentes no solo sienten las ganas de ser “profesores” sino que además lo viven en su práctica sin limitarse solamente a los temas que dicen los programas de estudio deben seguir para delimitar la calidad de sus prácticas, sino que además de ellos se centran en formar un sentido crítico a sus estudiantes sin olvidar seguir inculcando y trabajando con ellos los tan importantes valores morales.

¿Qué noticias son las más relevantes a nivel nacional? ¿Por qué? Diariamente en los periódicos y noticieros se hace mención de diversos actos vinculados directamente a la delincuencia en sus diferentes modalidades (secuestros, asesinatos, extorciones, fraudes, homicidios, entre muchos otros) haciendo el reflejo de la mala educación que se ha venido teniendo en los últimos años, en las mismas noticias se hace evidente que día a día las personas se convierten en delincuentes a más temprana edad.

¿A qué se debe todo esto? Principalmente a la falta de atención que tienen los infantes por parte de sus padres debido a que no se dedican solamente a las labores del hogar en la mayoría de los casos, sino que además de ello deben cumplir con un horario establecido previamente en un trabajo con la finalidad de cubrir, por lo menos, las necesidades básicas de los hogares. Por lo que el tiempo de atención es limitado y en la mayoría de las ocasiones nulo, un ejemplo de ello es el de un padre de familia que sale a las 7 de la mañana de su casa cuando su hijo anda en apuros de salir a la escuela, el niño pasa el resto del día con la madre y para cuando el padre regresa probablemente el niño ya se encuentra dormido o se encuentra ya casi para hacerlo.

Pero no se puede hablar directamente de valores cuando no se especifican los elementos necesarios para ello, haciendo hincapié con ello no solo a la práctica de la ética, también de los actores que la llevan a cabo pero primordialmente de los contextos en los que se desarrollan estas prácticas que implican el uso de los valores morales.

1 Estudiante de octavo semestre de la Licenciatura en Ciencias de la Educación, Universidad Autónoma de Sinaloa.

Entrando al tema es necesario esclarecer lo que se entiende primeramente por educación, puesto que concepciones sobre ella son abundantes y esto es lo que le da múltiples interpretaciones a las actividades que se realizan dentro de las instalaciones a las que llamamos centros educativos, educación es una de las actividades más nobles que puede haber puesto que se practica (o al menos debe hacerse) con un grado elevado de sentido humano más que económico en el que se hace la entrega completa con la finalidad de que las personas a quienes se educan se formen no solo en lo académico, también en lo personal, etc. La educación es también el reflejo de la cultura, de las prácticas, tradiciones y costumbres del lugar en que vivimos, educación también es vivir con derechos, obligaciones, normas y reglas pero sobre todo con valores.

Otro de los elementos fundamentales para la buena práctica de valores es la ética, considerada como la disciplina fundamental no solo para la proyección de un mundo mejor sino también para la conducción de una mejor vida social (haciendo referencia a conductas positivas, sin que el término se conduzca a la realización de acciones de “libertinaje2” como en muchas de las ocasiones se interpreta). Por otra parte se encuentra la moral, prácticas que relacionamos directamente al conjunto de reglas y normas referidas al comportamiento humano y es aquí en donde ya se empieza a hablar de valores, descritos y entendidos como las acciones que conducen al hombre hacia el respeto de los otros, por ejemplo; con la finalidad de conducir al bien, a la formación de personas con sentido humano.

¿Por qué se menciona el contexto como otro de los elementos primordiales? Porque de este espacio depende la manera en que se avance o retroceda en la construcción de una “nueva sociedad” o en la re-formación “de la que ya se tiene” puesto que es de suma importancia ver si los espacios que tenemos permiten crean nuevas maneras de pensar en la gente; ejemplo claro de ello y que en muchas de las ocasiones se ha planteado como uno de los temas centrales en los que la gente ha mantenido su resistencia al cambio es cuando en las comunidades rurales se encuentra fuertemente el trabajo de siembra de diferentes drogas y al momento en que las fuerzas federales y estatales entran en combate a ello la gente sigue sosteniendo que es lo único que saben hacer ¿acaso el maíz no se siembra de manera similar? ¿Qué hace que las personas se concentren en la realización de siembras ilícitas? La respuesta es simple, México se ha formado en la aceleración de bienes e ingresos económicos antes que en la formación de su sociedad y los ingresos mediante las actividades lícitas debido a que “lo prohibido” es mejor pagado y probablemente requiera de menores esfuerzos pero mayores riesgos sin duda alguna; así, las personas son otro elemento fundamental para que las acciones que se realicen en determinado lugar sean catalogadas como prácticas buenas o malas.

2 Al hacer mención de vida social se hace referencia a prácticas adecuadas de manera positiva a la sociedad, no se hace referencia a acciones de libertinaje como lo son las visitas a lugares nocturnos, consumo de bebidas alcohólicas, etc. Ya que muchas de las personas ligan el término “vida social” a esta última definición y no a lo que realmente se refiere.

¿Y los profesionales qué hacen realmente? Es el reclamo de la sociedad en general, puesto que “no se ve lo que hacen” o al menos no generan el impacto suficiente en la gente para que piense que realmente se está trabajando; para ello, se citará el siguiente ejemplo tomado directamente de la realidad social que actualmente se está viviendo.

Este es un ejemplo probablemente muy duro, pero las cosas suceden así, con ello no se trata de desprestigiar la labor de los médicos por el ejemplo presentado, es solamente un reflejo de compromiso en cuanto a la formación se refiere y al igual pasa en la mayoría de las profesiones, inicia de la siguiente manera: Llega una señora a un hospital de la zona rural del estado, en dicho hospital se carece del material e instrumentos para darle la necesaria atención médica, tampoco se tienen las personas adecuadas para que brinden la atención; por lo tanto, tiene que ser trasladada a un espacio en donde se cuente con ello, pero… Resulta que para poder realizar dicho traslado se requiere contar con $1500.00 en la mano, de lo contrario, la unidad de traslados se encuentra descompuesta, no hay combustible, o, simplemente, “si no hay pago, no hay salida”; entonces, los familiares de una u otra forma logran conseguir el dinero necesario para que “se le brinde la atención necesaria”, logran que la persona llegue al lugar adecuado y nuevamente se ven en la necesidad de conseguir más dinero ya que se requiere de una operación que no se cubre en los servicios de salud a los que se tiene alcance, esto genera un costo de $20, 000.00 por citar una cantidad, que en muchas de las ocasiones los familiares se ven imposibilitados de reunir, es aquí en donde nos cuestionamos ¿Dónde ha quedado el juramento de atender a todos sin importar que tenga dinero o no el paciente? Todo esto se ve invadido por meros recursos económicos en donde “si no me pagas, no te atiendo”.

No nos extrañemos, cosas similares pasan también con la educación, y más cuando el estudiante que no cubre las cuotas “voluntariamente” a fuerzas no goza de todos los derechos de ser formado, sufre represión, tiene que soportar burlas de los profesores y claro, de sus compañeros de clase, llegando al grado de no poder entregarle documentos hasta que liquide todos los adeudos con la escuela ¿a esto nos atrevemos a llamarle ética profesional? A negarles los espacios a las personas que probablemente con muchas carencias y dificultades se animan a asistir a la escuela, a sabiendas que son muchas las formas de ser violentados no solo por sus compañeros de clase sino también por los propios docentes.

Muchos se preguntan pero también se auto-responden, unos con razón, otros tantos a medias y el resto probablemente con cierta incertidumbre ¿Qué hacen los maestros? Ciertamente no somos los salvadores del mundo pero de nosotros mucho depende que las futuras generaciones que estamos formando decidan por uno de los dos caminos de la vida: ser parte de las personas exitosas del mundo o simplemente ser de los del montón, del montón de delincuentes, de personas conformistas que se encuentran en cualquier espacio.

“Los valores se enseñan en casa, en la escuela solamente se ponen en práctica” se argumenta pero ¿qué debemos hacer cuando no se enseñan donde debieran ni se practican como debiera hacerse? ¿Cómo se atreve un profesor a decirle a sus

estudiantes que es importante la tolerancia cuando constantemente mantiene discusiones serias con sus colegas frente al grupo porque le disgusta la manera de trabajar?, en realidad, la respuesta a estas dos preguntas es muy simple: no se enseñan valores en los hogares “por falta de tiempo” cuando los padres llegan solamente a sus hogares “a descansar”, cosa que no se descarta ni quita créditos con “justificaciones innecesarias” pero que son cosas de la realidad; por otra parte, lo que los docentes deben hacer es manejarse siempre con coherencia porque “el buen juez por su casa empieza” y no se le puede decir al estudiante que se comporte y actúe con valores cuando el profesor no tiene la autoridad moral para demandarlo.

¿Cuáles son algunos de los valores que se han venido perdiendo a lo largo de los años? En primer lugar el respeto, no solo a los mismos seres humanos con la invasión a los espacios que no nos corresponden (las casillas destinadas a personas con capacidades diferentes en los estacionamientos, los asientos para personas con mismas características, de la tercera edad o mujeres embarazadas o con infantes en brazo), con las constantes faltas de respeto porque no comparten las mismas ideas que nosotros en cuanto a religión o política refiere, mediante un constante aislamiento, como producto de esta carencia de respeto, entre otros muchos hechos; pero no estamos conformes con atacar a las personas, también a la naturaleza ya que en estos casos se nos hace más fácil arrojar a la calle la basura que buscar un depósito para la misma por ejemplo.

Le hablamos al niño que ante la ley todas las personas somos iguales, que valemos lo mismo y que así como tenemos las mismas obligaciones contamos con los mismos derechos, pero en la realidad se les da el trato diferente porque no piensan igual que nosotros, porque pertenecen a un grupo étnico o simplemente porque no son del mismo nivel económico; se le hace conocer al niño que es de suma importancia actuar con principios de equidad y tolerancia cuando en los hechos le estamos incitando a discriminar a las personas por cualquier motivo, pero afirmamos “que estamos formando a los futuros ciudadanos del país”, cosa que tampoco tenemos, puesto que como “por arte de magia” nos lo han quitado de las manos sin que nos demos cuenta; la población en general afirma que somos un país democrático cuando los propios infantes se dan cuenta que sus padres aceptan una despensa u otro tipo de apoyo a cambio de un voto por la razón que queremos argumentar; finalmente, no somos coherentes con lo que decimos y hacemos.

Otras personas dicen tener amor al prójimo cuando realmente lo que esperan es que el otro se descuide para fregarlo, porque la envidia se ha convertido en uno de los pilares esenciales de la propia destrucción humana porque lo que realmente quieren es llegar a donde el otro está sin importar que lo tenga que pisotear y pasar por encima de él; por la suficiente demanda de trabajo que existe se simula “dar trabajo” a quienes carecen de cierto nivel de formación cuando lo que se hace realmente es explotarlos con un horario y salario fuera de lo establecido.

Hay una gran cantidad de hechos en los que se pueden ver inmersas las buenas o malas prácticas de valores, y se podría escribir incluso un número interminable de

hechos, lo importante de todo esto es, tomar en cuenta todos los errores cometidos para que sean convertidos como la historia en cosas que se recuerdan con la intensión que no sean repetidas nuevamente. Para ello, es necesario, a manera de cierre realizar las dos cuestiones siguientes, así mismo, dar una respuesta mediante la postura que asumimos, expresando a continuación:

¿En qué se ha fallado? En pensar que las acciones realizadas en los últimos años conducen a la mejora de la sociedad, en donde quien tiene mayor poder, llega a donde quiere sin importar cuantas personas tenga que humillar, “pisotear”, limitar, para que no “le ganen el asiento”. En mantenernos aislados de las personas, en perder el verdadero sentido de la vida, que nada tiene que ver con la constante competencia y discordia con los otros para ver quien tiene el mayor poder posible; en olvidarnos que los valores se conformaron como los pilares del bienestar social, en donde antes tenía mucho más valor las palabras y compromisos verbales de las personas que los escritos con puño y letra que ahora se hacen, porque empezamos a desconfiar de las personas por sus acciones.

¿Qué se debe hacer? Este podría ser quizá un problema, lo elemental sería repensar el papel de la educación en México sobre si se dedica exclusivamente a repetir contenidos quedando solamente plasmados en el discurso los temas relacionados a la “formación integral de estudiantes” e insistir que en la escuela también se enseñan los valores cuando su enseñanza es carente en los hogares, analizar a fondo las prácticas de gran cantidad de “profesores” que se encuentran en el sistema para ver si realmente son coherentes con lo que dicen y hacen puesto que “Para poder ejemplificar buenas acciones es necesario no solamente decirlas, también implica que se lleven a cabo” repensando también la formación y el verdadero ser docente, una persona formada no solo con conocimiento científico sino que además de eso, cuenta con la suficiente responsabilidad y sentido humano que le es capaz de formar para bien a la futura ciudadanía Mexicana.

Sobre todo, es necesario ver la pertinencia de muchas de las acciones que no solo los profesores realizamos y que de cierta manera nos ponen en desconcierto y con las que se pierde la confiabilidad en nosotros y se nos categoriza como ya es común, de tal forma, que con los hechos modifiquemos lo que las personas manifiestan constantemente argumentando que: “Los profesores son una bola de flojos que se la llevan nada más pidiendo dinero y exigiendo pensando que somos un banco de dinero que les tiene que dar todo, se basan en que el gobierno simula que les paga, y ellos, simulan que enseñan” ¿Queremos cambiar a México, a los futuros ciudadanos? Si la respuesta es positiva lo primero que se debe hacer es empezar a cambiar nosotros ya que “el buen juez por su casa empieza”, perdamos el miedo de actuar con rectitud puesto que esto provocaría solamente recuperar esa confianza y respeto de la gente hacia los maestros como lo era antes, el cambio de concepción que se tiene sobre nosotros para bien, y el cambio en las personas porque se causará un impacto verdaderamente positivo en las personas, entonces, si nosotros no mostramos resistencias al cambio, las personas que nos rodean, existe una gran probabilidad que tampoco se resistan.