El predictorQu me diras si te dijera que conozco tus pensamientos, que s quin eres, lo que haces y que te conozco por medios que, aunque te los revelara, no me lo creeras. S, por ejemplo, que no puedes dejar de leer esto, s que te has inclinado hacia adelante, que no quieres que te espen, que te ha dado algo de hambre, que quieres beber lo de siempre, que sonres con miedo ante lo que te digo. Ahora te has movido. Descuida. Nadie te llamar en estos momentos. Yo me he encargado de ello.

No temas si suena el telfono. No lo contestes, ni veas el mensaje que te ha llegado. Haremos un ejercicio. Imagname. Imagina mi pelo, es negro, mis cejas pobladas, mis ojos como el azabache ms oscuro que hayan podido ver tus ojos. Los ves ahora? Hay un brillo en su interior, un brillo intenso. Imagnatelo. Me ves ahora?Ni t ni nadie lo sabe, pero guardas un secreto para m. Es un secreto valioso, y yo lo necesito. Puedo ver tu risa secreta hacia m, mi presencia que est al lado tuyo. Ya lo has recordado. Alguien lo dej para m ah. Dmelo. Pinsalo. Ahora lo tengo. Gracias.

Antes de irme, bsame, por favor. Sinteme. Soy atractivo. Me amas. Quiero agradecerte por esto. Ahora vuelve a decirme tu secreto en un susurro, lo necesito, me complace. Es tan importante para m como tu vida misma. No temas, no perders tu alma, tan solo un suspiro. Necesito que me salves, que me rescates.

No apartes tus ojos de m. Sigue vindolos, no te detengas. Ahora observa mis cejas. Preciosamente delineadas. Mis pmulos, te gustan. Puedes ver mi nariz? Es recta, bella, sensual, como te la esperabas, s?

Ahora vuelve a recitar tu secreto, mientras bajas hacia mi boca. La esperas dulce, asequible, roja, gruesa, placentera. Por supuesto que te hara muy feliz, te gozaras eternamente en ella, suplicaras por rozar esos labios carnosos, llenos de sedicin e inmundicia. Qu esperas? S, same, destryeme, absame, lloro pero s que me amas, mame, he aqu mi cuerpo, que se hunda en esa boca llena de dientes tan filudos como la Noche, me haces sentir con vida, no me importa lo que digan los dems con tal de que no te vayas y no me dejes de hacer lo que me haces, sigue, dime que me necesitas, que me quieres, que me amas, yo te complacer, vivir en la esclavitud, servilmente, por ti, haz de mi una nada, agujerame.

Ahora dime tu secreto en el mayor de tus orgasmos, mientras me veo a m mismo y mis fauces demoniacas devorando tu alma, y a ti recitndome voluptuosamente tus ms sucios secretos. Te he cogido.

Mi seal te llegar pronto. No salgas a la calle hoy.

Me llaman el Predictor.