Valente, Jose Angel - Entrevistado Por Rodriguez Fer

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Tratado sobre la convivencia y Ser español^ de Julián Marías Libros del siglo: Antonio Orejudo Utrüla El pasado martes se apagaba para siempre la voz de José Ángel Valente, no su palabra. «ABC Cultural», que en este número rinde tributo a la generación de los años 50, de la que el poeta del silencio formaba parte, abre sus páginas literarias con esta entrevista exclusiva que le concedió al también poeta y crítico Claudio Rodríguez Fer JOSÉ ÁNGEL VALENTE: «No creo que yo exista completamente » Claudio Rodríguez Fer D URANTE los últimos años y en muy diferentes lugares tuve ocasión de grabar varias horas de conversación, todavía inéditas en su mayor parte, con José Ángel Valente sobre su propia vida. De todo eUo se ofrecen aquí declaraciones en torno a. sus prolongadas estancias en Madrid, Oxford, Ginebra, París y Almería y a las relaciones con su generación poé- tica, con las revistas en que colaboró, con el exilio de Alberto Jiménez Fraud y de María Zambrano, con amigos como Calvert Casey o Juan Goytisolo, así como a sus encuentros en "otros lu- gares con figuras tan importantes para él como Borges o Lezama Lima. -Tras sus inicios literarios en castellano y gallego en Ourense y Santiago de Compostela, comienza sus estudios en Madrid. ¿Cómo llegó a índice, donde desempeñó in- cluso la labor de secretario? , -A índice llegué porque Figueroa buscaba un secretario de Redacción y, entonces, me propusieron a mí, o sea que ya Uegué a índice como secretario. antes no había colaborado. Estuve de secretario de índice dos años, más o menos. En esa época colaboraba mu- cho en ínsula, colaboraba en las dos re- vistas, que era lo que había en España en ese momento. En Espadaña cola- boré porque enseguida establecí rela- ción con Eugenio de Nora, que es una persona por la que tengo un gran afecto, creo que ñie uno de los buenos escritores de esa época que supo callar a tiempo. Buena parte de mis ensayos que están en Las palabras de la tribu se publicaron en ínsula y en índice. -¿Qué representó la serie «Once poetas», que comenzó en índice y que, de a^una manera, muestra su momento menos hostil al plantea- miento generacional? -Representa un intento de agrupar a gente, una gente que, más o menos, pensaba como podía pensar yo sobre la poesía. Ciertamente es el momento en el que yo puedo creer que hay una co- hesión generacional, pero, en efecto, esa cohesión generacional existía en ese momento, que era el momento de partida y que después se convierte en lo que he ñamado «la carrera del co- rredor de fondo», donde tú corres solo. Pero aquel momento en el que todos los corredores están en la línea de par- tida es el que quiere reflejar ese co- mienzo de colaboración en índice, que no siguió. No sé con quién me podría quedar de todos eUos en estos momen- tos. Con Costafreda. -¿Cuál fue su relación con él? -A Costafreda lo traté en Ginebra, pero ya lo conocía de Madrid. Tenía con él xma gran relación, y yo hice que viniera a vivir al Colegio Mayor Car- denal Cisneros. Era muy amigo mío, lo quería mucho y también escribí un poema bastante diu-o sobre él, «Por-. trait of the artist as a Young Corpse», pero fue para sacudirlo y no lo recogí nunca más en libro. Además le pro- metí a él que nunca más se publicaría, que yo no lo publicaría nunca más, pero porque el poema cimiplió su obje- tivo, que era hacerlo reaccionar. -¿Cómo ingresa, en 1955, en el Departamento de Estudios Hispáni- cos de la Universidad de Oxford? -En la Universidad de Oxford bus- caban a alguien y Gordon Chapman, que era amigo mío, me propuso a Peter Russell, director del Departamento, Eintes de que yo tuviera el título de li- cenciatura. Después, hice el examen de licenciatura, obtuve el premio ex- traordinario é inmediatamente me contrataron para Oxford. Allí, evi- dentemente, tuve mucha relación con Peter RusseU, un historiador que cono- cía bastante bien el mundo hispano; Era un hombre de izquierdas, que ya me planteó la visión de la historia de España desde una perspectiva dife- rente, porque, además, me hizo poner en duda el predominio de la dictadura de Menéndez Pidal, me habló de que la interpretación de Menéndez Pidal no era de recibo y empezaron a vacilar en mí ciertos dogmas de la Universidad española. Mi período de Oxford se ca- racteriza por el nacimiento en mí de uña fuerte oposición crítica con res- pecto a la enseñanza de la literatura en España. Allí me dieron el titulo de 22 de julio de 2000 ABC CULTURAL 7 Cultural (Madrid) - 22/07/2000, Página 7 Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.

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Interview with the spanish poet José Ángel Valente.

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Tratado sobre la convivencia y Ser español^ de Julián Marías

Libros del siglo: Antonio Orejudo Utrüla

El pasado martes se apagaba para siempre la voz de José Ángel

Valente, no su palabra. «ABC Cultural», que en este número

rinde tributo a la generación de los años 50, de la que el poeta del

silencio formaba parte, abre sus páginas literarias con esta entrevista exclusiva que le

concedió al también poeta y crítico Claudio Rodríguez Fer

JOSÉ ÁNGEL VALENTE:

«No creo que yo exista

completamente »

Claudio Rodríguez Fer

D URANTE los últimos años y en muy diferentes lugares

tuve ocasión de grabar varias horas de conversación, todavía inéditas en su mayor parte, con José Ángel Valente sobre su propia vida. De todo eUo se ofrecen aquí declaraciones en torno a. sus prolongadas estancias en Madrid, Oxford, Ginebra, París y Almería y a las relaciones con su generación poé­tica, con las revistas en que colaboró, con el exilio de Alberto Jiménez Fraud y de María Zambrano, con amigos como Calvert Casey o Juan Goytisolo, así como a sus encuentros en "otros lu­gares con figuras tan importantes para él como Borges o Lezama Lima.

-Tras sus inicios literarios en castellano y gallego en Ourense y Santiago de Compostela, comienza sus estudios en Madrid. ¿Cómo llegó a índice, donde desempeñó in­cluso la labor de secretario?

, -A índice llegué porque Figueroa buscaba un secretario de Redacción y, entonces, me propusieron a mí, o sea que ya Uegué a índice como secretario.

antes no había colaborado. Estuve de secretario de índice dos años, más o menos. En esa época colaboraba mu­cho en ínsula, colaboraba en las dos re­vistas, que era lo que había en España en ese momento. En Espadaña cola­boré porque enseguida establecí rela­ción con Eugenio de Nora, que es una persona por la que tengo un gran afecto, creo que ñie uno de los buenos escritores de esa época que supo callar a tiempo. Buena parte de mis ensayos que están en Las palabras de la tribu se publicaron en ínsula y en índice.

-¿Qué representó la serie «Once poetas», que comenzó en índice y que, de a^una manera, muestra su momento menos hostil al plantea­miento generacional?

-Representa un intento de agrupar a gente, una gente que, más o menos, pensaba como podía pensar yo sobre la poesía. Ciertamente es el momento en el que yo puedo creer que hay una co­hesión generacional, pero, en efecto, esa cohesión generacional existía en ese momento, que era el momento de

partida y que después se convierte en lo que he ñamado «la carrera del co­rredor de fondo», donde tú corres solo. Pero aquel momento en el que todos los corredores están en la línea de par­tida es el que quiere reflejar ese co­mienzo de colaboración en índice, que no siguió. No sé con quién me podría quedar de todos eUos en estos momen­tos. Con Costafreda.

-¿Cuál fue su relación con él? -A Costafreda lo traté en Ginebra,

pero ya lo conocía de Madrid. Tenía con él xma gran relación, y yo hice que viniera a vivir al Colegio Mayor Car­denal Cisneros. Era muy amigo mío, lo quería mucho y también escribí un poema bastante diu-o sobre él, «Por-. trait of the artist as a Young Corpse», pero fue para sacudirlo y no lo recogí nunca más en libro. Además le pro­metí a él que nunca más se publicaría, que yo no lo publicaría nunca más, pero porque el poema cimiplió su obje­tivo, que era hacerlo reaccionar.

-¿Cómo ingresa, en 1955, en el Departamento de Estudios Hispáni­

cos de la Universidad de Oxford? -En la Universidad de Oxford bus­

caban a alguien y Gordon Chapman, que era amigo mío, me propuso a Peter Russell, director del Departamento, Eintes de que yo tuviera el título de li­cenciatura. Después, hice el examen de licenciatura, obtuve el premio ex­traordinario é inmediatamente me contrataron para Oxford. Allí, evi­dentemente, tuve mucha relación con Peter RusseU, un historiador que cono­cía bastante bien el mundo hispano; Era un hombre de izquierdas, que ya me planteó la visión de la historia de España desde una perspectiva dife­rente, porque, además, me hizo poner en duda el predominio de la dictadura de Menéndez Pidal, me habló de que la interpretación de Menéndez Pidal no era de recibo y empezaron a vacilar en mí ciertos dogmas de la Universidad española. Mi período de Oxford se ca­racteriza por el nacimiento en mí de uña fuerte oposición crítica con res­pecto a la enseñanza de la literatura en España. Allí me dieron el titulo de

22 de julio de 2000 ABC CULTURAL 7 Cultural (Madrid) - 22/07/2000, Página 7Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de loscontenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposicióncomo resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de losproductos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.