Uwe Optenhoegel. Cuba: cómo el socialismo tropical arriesga su propia esencia

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1 “Cuba: Como el Socialismo Tropical Arriesga su Propia Herencia” En enero de 2009 la Revolución cubana cumplió 50 años de edad. Las celebraciones por tal motivo no fueron para nada triunfalistas sino – en vista de los grandes problemas económicos del país – más bien sobrias y modestas. Documentaron simbólicamente el papel de líder de Raúl Castro. Fidel no apareció y se contentó con enviar un saludo en el que felicitaba a su heroico pueblo. En un dis- curso de 45 minutos, breve según los estándares cubanos, Raúl anunció la continuación de tiempos económicamente duros y llamó a los cubanos a más disciplina y entrega. Del socialismo estatal carismático al burocrático: la cohabitación 2 de Castro y Castro En la esfera de la política simbólica los hermanos Castro lograron una obra maestra política con la entrega del poder de Fidel a Raúl. En contra de todas las teorías políticas sobre la dominación caris- mática (Max Weber) y a contrapelo de todas las experiencias sucesorias con líderes carismáticos la salida de Fidel Castro de la jefatura del estado no provocó ninguna crisis del sistema. Sobre todo a los círculos oficiales y académicos de los EE.UU. les faltó cualquier capacidad de imaginación para entender cómo y porqué esto podía suceder. Pero lo cierto es que no se produjo la esperada aper- tura, las reformas y el final del socialismo cubano. Por el contrario, los hermanos Castro lograron incluso reconvertir el carisma y prestigio político de Fidel en capital político para su sucesor.En clara conciencia de que él no dispone de atractivo carismático Raúl ni siquiera intentó competir con su hermano en este terreno. En vez de ello en el plano de la política interior se produjo un acuerdo que contiene un “power-sharing” y, así, le posibilita al nuevo gobierno seguir gozando de los beneficios del influjo carismático de Fidel. 1 Sobre el autor: Uwe Optenhögel es consultor político, cientista político y economista. Director de la Oficina para Cuba de la Fundación Friedrich Ebert (FES) 2 Hoffmann acuña convincentemente el término y coloca la regulación sucesoria cubana en el contexto del debate teórico en torno al liderazgo carismático. Cf. Bert Hoffmann: Charismatic Authority and leadership Change: Lessons from Cuba’s Post –Fidel Succession, en: International Political Science Review (2009), Vol. 30, No. 3 APORTES AL DEBATE CARIBEÑO Uwe Optenhögel 1 www.fescaribe.org Junio 2010

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Revolución cubana.Socialismo en Cuba

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1 Cuba:ComoelSocialismoTropical Arriesga su Propia HerenciaEn enero de 2009 la Revolucin cubana cumpli 50 aos de edad. Las celebraciones por tal motivo no fueron para nada triunfalistas sino en vista de los grandes problemas econmicos del pas ms bien sobrias y modestas. Documentaron simblicamente el papel de lder de Ral Castro. Fidel no apareci y se content con enviar un saludo en el que felicitaba a su heroico pueblo. En un dis-curso de 45 minutos, breve segn los estndares cubanos, Ral anunci la continuacin de tiempos econmicamente duros y llam a los cubanos a ms disciplina y entrega.Del socialismo estatal carismtico al burocrtico: la cohabitacin2de Castro y CastroEn la esfera de la poltica simblica los hermanos Castro lograron una obra maestra poltica con la entrega del poder de Fidel a Ral. En contra de todas las teoras polticas sobre la dominacin caris-mtica (Max Weber) y a contrapelo de todas las experiencias sucesorias con lderes carismticos la salida de Fidel Castro de la jefatura del estado no provoc ninguna crisis del sistema. Sobre todo a los crculos oficiales y acadmicos de los EE.UU. les falt cualquier capacidad de imaginacin para entender cmo y porqu esto poda suceder. Pero lo cierto es que no se produjo la esperada aper-tura, las reformas y el final del socialismo cubano. Por el contrario, los hermanos Castro lograron incluso reconvertir el carisma y prestigio poltico de Fidel en capital poltico para su sucesor.En clara conciencia de que l no dispone de atractivo carismtico Ral ni siquiera intent competir con su hermano en este terreno. En vez de ello en el plano de la poltica interior se produjo un acuerdo que contiene un power-sharing y, as, le posibilita al nuevo gobierno seguir gozando de los beneficios del influjo carismtico de Fidel.1 Sobre el autor: Uwe Optenhgel es consultor poltico, cientista poltico y economista. Director de la Oficina para Cuba de la Fundacin Friedrich Ebert (FES)2Hoffmannacuaconvincentementeeltrminoycolocalaregulacinsucesoriacubanaenelcontextodeldebatetericoentornoalliderazgo carismtico. Cf. Bert Hoffmann: Charismatic Authority and leadership Change: Lessons from Cubas Post Fidel Succession, en: International Political Science Review (2009), Vol. 30, No. 3APORTES AL DEBATE CARIBEOUwe Optenhgel1www.fescaribe.orgJunio 2010 2El arreglo tiene rasgo de cohabitacin y presenta el siguiente aspecto: primeramente Fidel se reti-r de la direccin del estado, pero sigui siendo el jefe del Partido, convirtindose de Comandante en Jefe en comentarista en jefe (Hoffmann 2009, 240) al iniciar una columna (Reflexiones del compaeroFidel)enelrganocentraldelPartido(Granma),enlacualcomentaregularmente acontecimientos polticos. Casi no toca asuntos de la poltica interna cubana sino que comenta te-mas internacionales, vnculos filosficos e histricos as como cuestiones globales.Para la direccin comandada por Ral el arreglo debe de resultar ambivalente. Por un lado descarga a este de una serie de tareas. Adems, en caso de necesidad Fidel puede servir de legitimador de medidas polticas. Pero por el otro lado la constelacin encierra riesgos. Aun cuando pblicamente Fidel se ha atenido de momento a la divisin de trabajo, con esa construccin conserva para s un considerable potencial perturbador y una cierta posibilidad de determinar la agenda. Desde que su salud se ha ido recuperando progresivamente, cada vez resulta ms visible cmo se atiene menos al acuerdo original y cada vez se mezcla ms en asuntos internos. Esta constelacin es ciertamente corresponsable de la falta de coherencia y dinamismo que ha tenido la poltica de reformas anun-ciada por Ral al principio. Pero cunta influencia tiene realmente Fidel todava tras bambalinas es algo que se sustrae a la capacidad de juicio no slo de observadores externos.En el escenario internacional el influjo poltico y el carisma de Fidel Castro hace tiempo que van mu-cho ms all de Cuba. Esta herencia internacionalista intenta trasmitrsela al presidente venezolano Hugo Chvez en forma de un vnculo puesto en escena como relacin padre-hijo.Lo cierto es que con la manera en que se retir polticamente Fidel logr sorprender nuevamente tanto a amigos como a enemigos polticos, conservar la iniciativa en sus manos y trasmitirle an en vida su herencia poltica a uno o a dos herederos nombrados por l mismo.El aseguramiento como mxima para la reconstruccin de estructuras de direccinLa relacin de poder entre Fidel y Ral est aclarada. Esto se vio a ms tardar algunas semanas des-pus de las celebraciones por el aniversario de la Revolucin cuando tuvo lugar una recomposicin del gabinete, la cual fue presentada como reforma de las estructuras de direccin. Tras el lapidario anuncio de que era necesario reducir la estructura gubernamental y elevar su eficiencia, no solo se cambi a diez miembros del gobierno y se fusionaron varios ministerios sino que en otros centros de mando del poder se produjeron cambios. La dimensin total de estos cambios solo se vio poco a poco, pues en el extranjero solo se vio primeramente a las vctimas ms importantes. Estas eran: el Vicepresidente Carlos Lage (57 aos), el Ministro de Relaciones Exteriores Felipe Prez Roque (43 aos) as como el Jefe del Departamento de Relaciones Internacionales del Comit Central del PCC Fernando Remrez de Estenoz (57 aos). Los tres formaban parte de la generacin de lderes ms 3jvenes y eran considerados hasta entonces fidelistas y con un alto potencial a la hora de suceder a los hermanos Castro. A todos se les ech en cara no solo ineficiencia sino tambin comportamien-to desleal y falta de tica, as como despertar ilusiones entre los enemigos externos (entindase EE.UU.).Eltrasfondodelasuntofueroninformacionesquellegaronaconocimientodelservicio secreto, las cuales revelaban que Lage y Roque regularmente se reunan en la finca de un cubano, descubierto como agente del serviciosecreto espaol. Durante tales reuniones evidentemente se haban expresado de forma ms que despectiva sobre la vieja guardia de la Revolucin (algo aparen-temente documentado en cintas de grabacin). En todo caso el material reunido motiv que Fidel legitimara su despido como ineludible en un comentario pblico. Despus, y a la manera clsica del socialismo real, Lage y Roque ejercieron autocrtica por escrito, para poco despus desaparecer en puestos de trabajo de carcter provincial, ejerciendo labores socialmente tiles.Entre los otros miembros del gabinete que tuvieron que irse se encontraba tambin Jos Luis Ro-drguez, Ministro de Economa por muchos aos. En otoo del mismo ao tambin sali Francisco Sobern, durante quince aos exitoso Presidente del Banco Central de Cuba.Mirando las cosas a posteriori Ral utiliz el incidente en torno a Lage y Roque para reformar la direccin de acuerdo con sus intereses propios. Los puestos vacantes fueron ocupados por personas de confianza de Ral, provenientes de la generacin de revolucionarios de la Sierra Maestra, o con militares con los que haba colaborado estrechamente durante su largo periodo como Ministro de Defensa cubano. El resultado de este proceso iniciado como reforma de gabinete significa la rees-tructuracin de ms largo alcance realizada en dcadas en el aparato de gobierno cubano (Erikson 2009, 319). As, el perfil de la direccin de la gente de confianza en torno a Ral es mucho ms viejo, ms marcado por militares y ms orientado hacia la poltica interna que el anterior grupo de direccin. El problema aqu probablemente est en que una gran parte de los cuadros ms jvenes, que hasta entonces haban sido exitosamente preparados para asumir la direccin del estado, ha quedado fuera. Y hay que ver todava si la nueva vieja direccin es ms eficiente.Es posible que este reacomodo interno, aparte de la grave crisis econmica, sea la causa del apla-zamientosinfechadelsextocongresodelPartidoComunista,originalmenteprevistopara2009. Como destacara el propio Ral Castro, este ser el ltimo congreso dirigido por los revolucionarios de la generacin de 1959 y, por ende, el de ms importancia para la futura poltica cubana.Reinstitucionalizacin de la polticaApartedelaaquesbozadaconsolidacinpolticadelaposicindeRal,tambinhacambiado significativamente el estilo de gobierno durante su tiempo. La ltima dcada de gobierno de Fidel estuvo caracterizada por una desinstitucionalizacin de la poltica, algo que afectaba por igual al partido y al gobierno. Bajo la consigna de batalla de ideas Fidel regres a una especia de poltica 4de campaa que trataba de vincular la creacin de estructuras paralelas con elementos de movili-zacin de masas, obviando as las estructuras formales del partido y el estado. De facto Cuba fue gobernada en ese tiempo ms por un grupo de consejeros en torno a Fidel que por el gobierno y su administracin. Este modelo extremadamente centralista puede que corresponda ms a la na-turaleza carismtica de Fidel, pero al mismo tiempo contiene una gran proporcin de ineficiencia e impredecibilidad.Ralacabrpidamenteconestesistemaeintrodujounestilodedireccinmscolectivo.Las institucionesestatalesfueronrestauradasensusfuncionesyselesentregnuevamentelares-ponsabilidad por los resultados de la poltica. Este proceso estuvo acompaado por una cuidadosa descentralizacin de las decisiones en la administracin y en las distintas regiones que conforman el pas. Mientras tanto Ral no perda oportunidad para indicar que el Partido Comunista, conforme a la Constitucin, tena que pasar nuevamente al centro de la poltica cubana. Una observacin ms atenta de la prctica poltica, sin embargo, permite dudar del proclamado papel directivo clarodel partido. La reinstitucionalizacin efectuada parece estar ms bien caracterizada por una mezcla de estructuras estatales, militares y partidistas (Hoffmann 2009, 239).Los cambios personales continuaron en la segunda mitad de 2009 y comienzos de 2010. Aqu el perfilyanoresultamsclaramenteproRal.Bsicamentetrasciendepocohaciafuerasobrelas discusiones internas y las constelaciones de poder. Lo que s puede percibirse es por lo menos una divisin entre un ala conservadora, vinculada a la burocracia partidista (y que posiblemente tenga el apoyo de Fidel) y una fraccin ms bien orientada hacia lo tecnocrtico-empresarial, proveniente de los militares y que apuesta por reformas econmicas. La vacilacin y el carcter parcial de pre-cisamente estas reformas prueba que ambas fracciones se bloquean mutuamente, lo que refleja el estado actual del pas.Its the economy, stupid!La entrega del poder en el sistema poltico, sin dudas lograda, no encuentra su correspondencia en la esfera econmica. Cuatro aos despus de asumir el poder, Ral no puede mostrar aqu ningn xito, sino todo lo contrario.A comienzos de mayo de 2010 el rgano central del Partido Comunista de Cuba, Granma, se lamenta de la peor zafra azucarera desde 1905 y responsabiliza con ello a la falta de controles y a la ausencia de una clara planificacin. Esta reaccin sacada del bal de los recuerdos del socialismo real revela todo el desamparo de la direccin ante la situacin econmica del pas, entretanto de-soladora por completo. 5Y eso que por experiencia propia se sabe que las cosas pudieran ser mejor. Durante el periodo es-pecial en tiempo de paz3como consecuencia del derrumbe de la Unin Sovitica, a mediados de los aos noventa se logr dinamizar la economa con esfuerzo propio4.Pero las medidas tomadas entonces fueron echadas atrs en gran medida ms tarde debido a la preocupacin por el control poltico de los procesos sociales desencadenados con ellas.Econmicamente hoy el pas vuelve a estar con la espalda contra la pared. Desde 2008 la situacin ha vuelto a agudizarse. En parte hay razones externas para ello. Pero los problemas en su mayor parte son hechos en casa y tienen que ver con dficits estructurales acumulados en el largo plazo, los cuales Ral mismo ha denunciado varias veces pblicamente.Entre los factores externos se cuentan los efectos de tres devastadores huracanes en 2008. Mien-trastodavaseestabaocupadoconenfrentarsusdaos,estalllacrisisfinancierainternacional. Sus consecuencias afectaron a Cuba en forma de cada dramtica del precio del nquel (principal producto de exportacin), disminucin de los ingresos provenientes del turismo, disminucin de las remesas de los cubanos emigrados, afectados ellos mismos por la crisis en los EE.UU., as como el empeoramiento de las condiciones crediticias en los mercados internacionales de capital. As se fue a parar a una aguda falta de liquidez. En 2009 el gobierno prohibitemporalmente a las empre-sas asentadas en el pas, incluyendo las extranjeras, el acceso a sus cuentas depositadas en bancos cubanos. Ello hizo que las mismas no pudieran cumplir con sus obligaciones financieras. La conse-cuencia fue una mayor agudizacin de la escasez de bienes.Al mismo tiempo las tasas de crecimiento se vinieron abajo. Si entre 2001 y 2007 la tasa de creci-miento haba estado en un promedio de 7,5%, en 2008 el crecimiento pronosticado de 8% fue corregido a 5%. El ao 2009 casi record el periodo especial de los aos noventa. Las cifras de exportacin cayeron en un 36% y el crecimiento para 2009 se estim en solo 1,4%. La producti-vidad del trabajo, ya de por s baja, sigui bajando, la balanza comercial y de pagos sigue siendo deficitaria. El problema se ve agudizado por la existencia de un mercado negro, galopante corrup-cin5y robo masivo en las empresas estatales, este ltimo un tema permanente en los medios de comunicacin oficiales.3 La prdida de los socios econmicos de Europa del este y de las subvenciones lanzaron a la isla a una devastadora crisis econmica. Entre 1990 y 1993 el producto social se contrajo en ms de un tercio, las exportaciones cayeron un 80%. Con un aprovechamiento de entre 10 y 20% la produc-cin industrial casi se paraliz. Hasta los alimentos escasearon: segn datos oficiales el consumo calrico promedio se redujo entre 1989 y 1993 en un tercio.4 Sobre la base del turismo, la exportacin de nquel, las divisas provenientes de las remesas de los cubanos emigrados, el ascenso sustancial de las inversiones extranjeras directas para formar empresas mixtas as como reformas internas que contenan elementos de mercado y permitieron la iniciativa privada en el sector agrcola y en los servicios, se logr recuperar la economa.5 Entretanto la corrupcin ha llegado hasta la vieja guardia de los generales que lucharon con Fidel y Ral en la Sierra Maestra. Como hasta ahora eran considerados incorruptibles, es probable que la prdida pblica de prestigio y legitimacin sea considerable para la lite (Morales 2010; Vicent 2010). 6Las altas tasas oficiales de crecimiento desde inicios del siglo probablemente se deben en lo fun-damental a las subvenciones e inversiones de Venezuela (ltimamente tambin de China) y al alto precio del nquel hasta 2008. Este crecimiento casi no se reflej en el consumo privado.Un indicador ms confiable del estado de la economa cubana que las tasas de crecimiento6proba-blemente lo sean las inversiones brutas productivas (renovacin de capital). Entre 1989 y 2007 re-trocedieron en 47% y para 2006 ascendan a 13,5% (Mesa-Lago 2008), la mitad del valor de 1989 y aproximadamente la mitad de lo que economistas cubanos consideran necesario para garantizar crecimiento sostenible. Tambin en la comparacin regional Cuba estaba en este punto por debajo del promedio de aproximadamente 20% (CEPAL 2007). De facto ha tenido lugar una decadencia de la infraestructura y una desindustrializacin del pas, un fenmeno ya conocido en la fase final del socialismo real en Europa central y del este.El resultado de esta poltica de los ltimos 15 aos es una estructura econmica en la que los sec-toresprimarioysecundariojuntoshacensolo20-25%delPIB,elsectordelosserviciossehalla entretanto entre 75-80% (Oficina Nacional de Estadsticas 2008). Los economistas cubanos consi-deran esto una terciarizacin disfuncional de la estructura econmica (Monreal 2007) y una base sumamente mala con vistas a un futuro desarrollo sostenible.Los riesgos de una nueva dependenciaLa cada de los precios del petrleo en el mercado mundial dej claro en 2009 cun peligrosa es la nueva dependencia del modelo econmico cubano de las subvenciones venezolanas. Provisional-mente el pas amigo tuvo que reducir las transferencias de petrleo y dinero hacia Cuba, lo cual se pudo percibir en apagones y limitaciones en el transporte pblico. En la industria ello provoc cadas en la produccin y otra disminucin de, la ya de por s baja, productividad. Estos muy prcticos efec-tos de una dependencia unilateral resultan ms agudizados todava por una serie de factores que tienen que ver bsicamente con la solidaridad venezolana. La ausencia de instituciones de la cola-boracin eleva la inseguridad, los problemas internos del gobierno de Chvez pende cual espada de Damocles sobre la estrecha cooperacin con Cuba; muchos de los negocios y acuerdos se coordinan con Chvez personalmente; la mayora de los mismos no se lleva a la prctica.Poresoladireccincubanaesttratandodediversificarsusasociacionespolticasyeconmico-exteriores7.Sin embargo los antiguos camaradas (Rusia, China, Vietnam) ya no ejercen solidaridad 6Entre los cientficos hay dudas acerca de la confiabilidad de los datos econmicos cubanos y de los indicadores sociales (Mesa-Lago 2008, 3). Su-puestamente manipulaciones y reacomodos estadsticos son los que han conducido a los reportes de altas tasas de crecimiento desde 2001, lo cual motiv a la CEPAL (Comisin Econmica para Amrica Latina) a publicar sus datos sobre Cuba con un comentario (CEPAL 2003-2007). Viendo as las cosas es incluso posible que el PIB del pas est retrocediendo desde hace aos.7 Aparte de Rusia, China y Vietnam cada vez ms Brasil gana en importancia, no en ltimo trmino debido a las esperadas inversiones en la agricultura 7socialista en forma de subvenciones. Los crditos de China, por ejemplo, hay que invertirlos sin rebajas en bienes de China.La ineficiente economa mina la legitimidad del rgimenEs obvioque la economa aqu descrita est cada vez menos en condiciones de satisfacer las nece-sidades de la poblacin. Actualmente la vida diaria en Cuba est marcada por la escasez de bienes y alimentos bsicos y por servicios sociales en rpido deterioro.Al gobierno le resulta clara la situacin, y Ral Castro llam en el verano de 2007 a llamar las cosas por su nombre y a una amplia discusin pblica. Su asuncin del gobierno estuvo vinculada a gran-des expectativas con vistas a reformas pragmticas en la economa. Los anuncios hechos por Ral al respecto daban mucho pie a ello.En su anlisis de la crisis el gobierno siempre ha destacado el desequilibrio entre gastos e ingresos. Pero en sus medidas se ha limitado a apelar a la disciplina, a elevar los controles administrativos y sobre todo a ahorrar en los gastos. En una economa centralmente administrada esto puede resultar fcil de hacer, porque se dispone de acceso a los gastos. Pero no se puede hacer sin pagar un precio: se corre peligro de destruir a fuerza de ahorro a una economa de por s ya bastante desolada y de disminuir la calidad de los servicios sociales an existentes (sobre todo educacin, salud y jubilacio-nes). A la poblacin, que ya sufre bastante, se le exige tambin ms sacrificios todava. Fue as cmo el gobierno puso su mano encima de dos logros simblicos centrales de la Revolucin en la esfera de los servicios de abastecimiento estatal: la libreta (una cartilla de racionamiento de alimentos) y el almuerzo gratuito8en empresas estatales estn siendo examinados con miras a su total eliminacin.Del lado de la creacin de valores en la economa, por el contrario, se hace bastante poco para ele-var los ingresos del estado y darle as a este nuevamente margen de movimiento. Las medidas en esta esfera se limitan en su mayor parte a ofrecer mejores precios a los productores agrcolas, elimi-nar algunas barreras burocrticas, distribuir lentamente tierras abandonadas a personas dispuestas a trabajarlas y a privatizar algunos escogidos servicios de uso diario (barbera y peluquera, taxis).Cuando tras ya cuatro aos se mira los resultados de la poltica de Ral, lo que se siente es desilu-sin. Es cierto que las reformas se han iniciado parcialmente en los lugares correctos (en algunos ca-sos all donde se detuvieron en los aos noventa), pero hasta ahora llegan con demasiada vacilacin y biocombustibles y la tecnologa de perforacin en aguas profundas que posee Petrobras (la compaa petrolera estatal brasilea), la cual puede ser importante para explotar los yacimientos petrolferos cubanos en el golfo de Mxico.8 El almuerzo gratuito a sus tres millones de empleados le cuesta al gobierno anualmente unos 350 millones de dlares y forma parte de los logros de la Revolucin. La libreta es sobre todo importante para los cubanos que viven al borde del mnimo existencial. Actualmente el gobierno, poco a poco, est eliminando importantes alimentos de la misma. 8como para poder sacar a la economa de la ineficiencia que hemos descrito. Y eso que desde el prin-cipio estuvo claro que todos esos planes reformistas eran solo un cambio dentro de la continuidad de la economa socialista. La falta de xito se justifica con que la situacin es demasiado seria como para permitirse errores y que las medidas tomadas necesitan tiempo. Ms probable resulta que el comportamiento vacilante sea expresin de las diferencias en la direccin con vistas al alcance de los pasos reformadores.El hecho es que las reformas econmicamente necesarias siguen estando subordinadas a conside-raciones ideolgicas y de control. Aun 50 aos tras la revolucin sigue sin alcanzarse una economa propia que funcione aunque sea a medias. En vez de ello se pas de la dependencia sovitica a la ve-nezolana. As se est corriendo el riesgo de un distanciamiento entre gobierno y pueblo. Entretanto la ineficiente economa cubana mina el pacto poltico que ha mantenido unida a Cuba por dcadas y que la hizo fuerte dentro y fuera: el pacto posrevolucionario entre la lite y el pueblo, que ofreca lealtad poltica a cambio de independencia nacional, proteccin social y eliminacin de la pobreza. La generacin que vivi la revolucin y se benefici de ella se est extinguiendo. A las generaciones ms jvenes la ineficiente economa no les ofrece suficientes perspectivas ni de trabajo ni de consu-mo. La legitimacin del gobierno est desapareciendo.Uno de los arquitectos de las reformas de los aos noventa, el economista cubano Haroldo Dilla, describe la actual situacin cubana sarcsticamente: el modelo econmico cubano actual, depen-dientedelassubvencionesvenezolanas,alcanzasoloparamantenerflotandounaeconomain-eficiente, que ha hecho de la crisis un modus vivendi y de la pobreza una virtud (Dilla 2010). Pero evidentemente eso no basta para crear bienestar y mantener el mito de los servicios sociales cuali-tativamente buenos en la educacin, la salud y la atencin a la vejez.As que con veinte aos de tardanza Cuba podra caer en la trampa de la que los pases del socia-lismo real en Europa central y del este no pudieron salir a fines de los aos ochenta: tampoco ellos lograron sacar adelante sus economas y tambin perdieron la aprobacin de los jvenes.Camino a una sociedad estructuralmente inestableLa imagen positiva de Cuba: mito y realidadEn comparacin con otros pases de la regin los indicadores usuales del desarrollo social de Cuba durante muchos aos fueron imbatibles. El ndice de alfabetizacin era altsimo, el desempleo oficial bajo, la mortalidad infantil pequea, dispona de un sistema de atencin gratuita de la salud que cubra todo el pas y tambin de un sistema educacional gratuito. La convivencia multitnica pacfica pareca tan asegurada como la atencin social y la satisfaccin de las necesidades materiales bsicas. 9Esta positiva imagen de Cuba se est derrumbando a ojos vistas. Tambin los cientficos cubanos constatan desde hace tiempo tendencias a la diferenciacin social, a la marginalizacin de sectores poblacionales y creciente pobreza (Nueva Sociedad 2008). Las razones se hallan en las consecuen-ciassocialesdelcambioestructuraleconmico,impulsadoporlasreformasdelosaosnoventa. Polticamenteesasreformassedetuvieron,perosusefectossociopolticosnosepudieronechar atrs.Aellohayqueagregartendenciasdedesarrolloenellargoplazocomoelenvejecimiento poblacional cubano.Sobretodolasbajastasasoficialesdedesempleosonpuraficcin.Independientementedelos mtodos estadsticos de censo, que mantienen artificialmente baja la tasa (Mesa-Lago 2008, 18), desde hace tiempo Cuba tiene que enfrentar el fenmeno del subempleo masivo y crnico. Este ha alcanzado entretanto dimensiones que el estado ya apenas es capaz de financiar. El propio Ral Castro no dej dudas de ello en su discurso en el congreso de la organizacin juvenil comunista en abril de 2010. Calcul el subempleo en el sector estatal en ms de un milln de personas (Ral Castro 2010). Esto significara que uno de cada cuatro empleos en el sector estatal resulta superfluo en la nmina de pagos. Los despidos en correspondencia elevaran el desempleo a 25%, lo cual, por supuesto, en vista de las incalculables consecuencias sociales, no representa una alternativa para el gobierno y el partido. Pero teniendo en cuenta la poltica econmica practicada hasta ahora queda pendiente de respuesta la cuestin de dnde habrn de aparecer los necesarios nuevos puestos de trabajo.Las causas y las consecuencias de la nueva desigualdadUno de los grandes logros de la revolucin fue la construccin de una sociedad relativamente ho-mognea e igualitaria, que se caracteriz por la eliminacin de injusticias sociales, barreras raciales y otras discriminaciones: una sociedad de la inclusin: ese modelo ya empez a cambiar algo en los aos ochenta, pero se vio bajo presin sobre todo despus de 1990.9 La inicial dolarizacin de la economa as como el sistema monetario dual introducido despus para obtener divisas10se convirti en uno de los puntos de partida para la diferenciacin social11.La doble moneda junto con una vacilante apertura de los mercados y la ampliacin del turismo en el 9 A fines de los ochenta el coeficiente Gini se valoraba en Cuba en 0,24, un alto nivel de igualdad de ingresos. Para fines de los noventa ese coefici-ente se valoraba en 0,38, lo que corresponde aproximadamente al mismo valor de Alemania. No existen nuevos clculos (Mesa Lago 2008, 20). Y en los crculos oficiales no debe de haber mucho inters, pues la desigualdad con seguridad ha aumentado.10 Se compone del peso cubano (CUP) y del peso convertible (CUC), acoplado al dlar.11 La doble moneda tiene para Cuba la ventaja de que la economa interna se puede desacoplar de la competencia internacional. Si el actual tipo decambiooficialvalieraparatodalaeconoma,casitodaellasevendraabajo,parecidoaloqueocurriconladesaparecidaRDAtraslaunin monetaria. 10pas diversificaron las fuentes de ingreso de la poblacin. Entretanto son en parte la causa primaria de las extremas diferencias en la distribucin de los ingresos.Paralelamenteaellolamaltrechaeconomaprovocelaumentodelcostodelavidaenelpas. Como los salarios en Cuba se pagan con el peso cubano de bajo poder adquisitivo, pero una gran parte de los bienes de consumo diario se comercializan en CUC (la moneda convertible), los cuba-nos que tienen acceso a divisas viven mejor que aquellos que no tienen ese acceso. Las consecuen-cias ya fueron descritas con mucha lucidez en 2001 por el servicio noticioso alemn para Amrica Latina y desde entonces nada ha cambiado: Cuando se observan los distintos hogares se constata una diversificacin de las fuentes de ingreso. Apenas hay familias que puede vivir de sus ingresos provenientes del sector estatal. Segn una encuesta realizada entre 140 hogares cubanos, los in-gresos adicionales provenientes de las remesas o de actividades informales o privadas sobrepasan elingresoregulareneldoblecomopromedio.As,eltrabajoasalariadocadavezsevuelvems insignificante (Servicio noticioso latinoamericano 2001).De esta manera el sistema crea estmulos perversos con consecuencias de largo alcance: El hecho de que un camarero o un taxista gane varias veces ms lo que gana un mdico o un maestro invierte la pirmide social cubana. Sobre ese trasfondo sobre todo muchos jvenes se preguntan si vale la pena capacitarse en una profesin o estudiar una carrera, puesto que con negocios en el mercado negro, por ejemplo, se pueden alcanzar mejores ingresos que con una verdadera profesin. Al mis-mo tiempo entre los ocupados se produce una emigracin de especialistas hacia los sectores ms atractivos por las ganancias Las consecuencias en el largo plazo de esta fuga de cerebros para la economa cubana an no se pueden evaluar (idem).Segn distintas evaluaciones aproximadamente 50-60% de los cubanos acceden directa o indirec-tamente a pesos convertibles (CUC). Aun as los ingresos en CUC se distribuyen de manera suma-mente desigual. En primer lugar entre los cubanos mejor situados es mayor la cantidad de los que reciben remesas de parientes en el extranjero, permitidas desde 1993.12En segundo lugar los de mejor formacin y ya mejor empleados tienen en el propio pas mejores posibilidades de acceder directamente a CUC. En los sectores claves de la economa muchos empleados calificados reciben una gratificacin o parte de su salario en CUC a modo de estimulacin. Un dao colateral de este mecanismo, al que hasta ahora se le ha prestado poca atencin, es que nuevamente tiene lugar el fenmeno de la exclusin. Esto afecta sobre todo a afrocubanos13y a personas de la tercera edad solas, las cuales, en vista del desarrollo demogrfico, forman un grupo poblacional creciente. Cada 12 Un nico envo de 240 dlares norteamericanos equivale al ingreso nominal promedio anual en el sector estatal.13 Lo mismo sucede en el sector de la educacin, donde el origen familiar nuevamente es importante para el xito educacional. Como los afrocuba-nos en muchos casos provienen de sectores tradicionalmente alejados de la educacin, se inicia aqu ya una discriminacin. 11vezmenosestosgrupossecuentanentrelosprivilegiadosenelsentidoantesmencionadoyde nuevo resultan cada vez ms marginalizados.Las lneas de desarrollo aqu esbozadas tocan el nervio de la manera cubana de verse a s mismos. Al fin y al cabo el propio Fidel Castro propag como medida de todas las cosas el principio marxiano enunciado en la crtica al programa de Gotha: Cada cual segn su capacidad, a cada cual segn sus necesidades (Fidel Castro 1973). Para la generacin revolucionaria ese principio debe de haber sido generador de identidad. Pero entretanto ha perdido su credibilidad: tambin Cuba tiene sus lagunas de justicia, el abismo entre pobres y ricos empieza a abrirse. La sociedad relativamente homognea durante dcadas est inclinando su movimiento y as sea en contra de la voluntad y el discurso pblico de las lites hacia una diferenciacin y desigualdad irracionalmente fundamentadas y, as, haciaunainestabilidadestructural.Paramuchoscubanoslainclusinolaexclusinhacemucho que no son el comprensible resultado de su comportamiento propio sino la injusta consecuencia de decisiones polticas y econmicas sobre las que ellos no tienen influencia.La presin reformadora viene de dentroSobre el trasfondo de cosas aqu esbozado no asombra que la presin reformadora mayor no pro-venga del pequeo grupo de disidentes14conocidos en el exterior sino del mismo medio de la sociedad cubana.Las discusiones sobre cambios y reformas se encuentran en las posiciones de la Iglesia Catlica, en declaraciones de figuras de la cultura, elementos de la cultura juvenil y en las nuevas posibilidades que ofrece la Internet. El espectro alcanza hasta una oposicin de izquierda que tiene su base en las organizaciones de masas oficiales. Lo comn a estos principios crticos es que no cuestionan los fundamentos del socialismo.Las agrupaciones de izquierda deben de resultar las ms incmodas para el estado porque se dirigen contra insuficiencias que oficialmente tambin son objeto de crtica (ineficiencia, comportamiento autoritario-burocrtico, corrupcin, etc.). Exigen una renovacin del socialismo cubano y ms de-mocracia.15Ensucomunicacinapuestanporlacomunicacinhorizontal,porredes,unasunto subversivo por completo en una sociedad verticalmente organizada, donde los derechos y las tareas 14 A pesar de que la influencia poltica interna y la cimentacin de los disidentes en la poblacin es tan escasa muchos estn desacreditados por su proximidad a los EE.UU. , la relacin del estado con estos grupos es intransigente. Una legalizacin de amplio alcance de medidas represivas permite el encarcelamiento preventivo de crticos del rgimen. De esta forma Cuba atenta contra derechos humanos elementales y reprime al mismo tiempo la documentacin de tales violaciones15 Durante la marcha del 1ero. de mayo en La Habana se pudo ver, por ejemplo, pancartas que decan Socialismo es democracia y otras de tenor antiburocrtico. 12tradicionalmente se delegan. Como los representantes por lo regular estn activos en las organiza-ciones de masas estatales, las fronteras son fluctuantes y apenas puede hacerse una valoracin con vistas a su alcance y efecto.Igualmente problemtico para el rgimen es la creciente crtica proveniente de los crculos cultu-rales. Para la poltica interna la multifactica escena musical tiene una funcin de ejemplo para la juventud. En el extranjero la escena cultural fue y sigue siendo el emblema del socialismo cubano, al que muchos artistas han defendido y legitimado durante dcadas. Pero desde hace algunos aos ha habido que acostumbrarse a los tonos fuertemente crtico-sociales de aperos y bandas under-ground de rock. Pero recientemente tambin los populares y altamente reconocidos bardos de la Revolucin se han expresado crticamente (por ejemplo Carlos Varela, Silvio Rodrguez, Pablo Mila-ns, Frank Delgado). Teniendo en cuenta las circunstancias cubanas la crtica entretanto es masiva y tampoco se detiene ante los Grandes de la Revolucin. Hace poco Milans se pronunci contra la prohibicin de pensar y a favor de tolerancia en la relacin con los que piensan distinto: Las ideas se discuten, no se las encierra. Delgado critic que el Parlamento cubano no es una autntica re-presentacin popular, porque no hay debates, o que la falta de libertad para viajar no es compatible con el ideal de libertad formulado por Che Guevara.Entretanto se puede encontrar la protesta juvenil tambin en los blogs de Internet. Sin embargo los blogueros llaman sobre todo la atencin internacional, pues sus textos, debido a las limitaciones del acceso a Internet en Cuba, solo son accesibles con limitaciones.Algunas revistas de la Iglesia catlica son, por el contrario, canales abiertos a travs de los cuales la sociedad civil puede ejercer su crtica a la situacin existente.16Su lectura permite echar una mirada a una discusin interna cubana sobre problemas que ni estn marcados por la fidelidad ortodoxa de los medios estatales ni por las posiciones a menudo ideolgicas de los crticos extranjeros. Son la nica forma tolerada de prensa no controlada por el estado, las editan las distintas dicesis por su propia cuenta y no estn sometidas a la censura estatal. Estos medios eclesisticos no se conciben a s mismos como opositores sino nica y exclusivamente como representantes de la Iglesia catlica. Por esa razn renuncian a colaborar con grupos opositores as como con el gobierno. En general la Iglesia catlica ha sido muy cautelosa durante aos en su relacin con el estado, aunque puede ser considerada la ms fuerte y mejor organizada organizacin no gubernamental del pas. El margen de movimiento que ha logrado ganar y conservar as existe probablemente tambin porque ha re-conocido la legitimidad del socialismo en Cuba. Este vale tambin para la Iglesia catlica como el resultado de una lucha llevada a cabo por el pueblo en aras de alcanzar la independencia nacional 16 Aqu cabra mencionar Palabra Nueva, Vitral y Espacio Laical, todas ellas tienen su propia pgina web. 13y, as, como un factor generador de identidad, a diferencia de Europa central y del este17,donde lleg a la mayora de los pases montado en los tanques del Ejrcito Rojo.Tras larga vacilacin la Iglesia catlica se ha mezclado desde marzo de 2010 en la cuestin de la re-lacin del rgimen con los presos polticos, y algunas cosas indican que podra desempear el papel de mediadora respecto de las condiciones de arresto o, perspectivamente, en la liberacin de los mismos. Provocado por la muerte de Orlando Zapata Tamayo tras una huelga de hambre a fines de febrero18,la cuestin de los derechos humanos se volvi a colocar en primer plano de la informa-cin internacional sobre Cuba y se superpuso a las discusiones sobre las necesidades de reformas econmicasopolticas.Dejandoaunladolatragediahumanitariaquerepresentalamuertede Zapata y el sufrimiento de los otros presos, el efecto poltico vino a ser ms bien agua al molino de los hardliner19,que exigen la continuacin de las sanciones y la presin diplomtica en la relacin con Cuba. Para los grupos en el gobierno y el estado cubanos, que estn orientados hacia el di-logo, la muerte de Orlando Zapata Tamayo debe de haber sido sumamente inoportuna. Al fin y al cabo torpede la ya avanzada normalizacin de las relaciones entre la UE y Cuba (levantamiento de la Posicin Comn de la UE durante la presidencia espaola) y paraliz la poltica de acercamiento a paso pequeo entre los EE.UU. y Cuba, la cual ya se hallaba en camino. As la Iglesia catlica podra asumir el papel de mostrar una salida al atolladero, que abra al rgimen y a la oposicin un nuevo margen para dialogar y reduzca la presin poltica externa sobre Cuba.La relacin del rgimen con la aqu esbozada crtica interna probablemente resulte decisiva para la continuacin de los ya iniciados cambios en el pas. Los temas de un dilogo que hay que conformar de nuevo ya estn dictados previamente debido a los dficits existentes en el estado y en la econo-ma y en la crtica que se les hace. Pero se exigen nuevas formas de participacin y la creacin de espacios de dilogo pblicos, en los que el estado y el partido superen su actitud paternalista con respecto a la propia poblacin y entren con esta en un autntico dilogo (Alzugaray 2009). El fi-nal de este proceso est abierto: lo viejo ya no funciona, lo nuevo an no es claramente reconocible.17 El socialismo cubano siempre fue ms tolerante con respecto a la Iglesia y las religiones que las modalidades europeorientales del mismo.18 A diferencia de muchos otros pases la muerte de un preso poltico en Cuba no es nada cotidiano. El ltimo caso conocido data de 1972.19 Hasta Human Rights Watch en su informe sobre la situacin de los derechos humanos en Cuba en 2009 concluye que el embargo norteam-ericano ha demostrado ser ms contraproducente que eficaz en cuanto al mejoramiento de la situacin. Al mismo tiempo subraya que el principio seguido por la Unin Europea (cooperacin econmica vinculada a compromisos en temas de derechos humanos) ha fracasado por el hecho de que los costos de no respetar los compromisos son muy bajos. 14La Revolucin solo puede ser vencida desde dentroLa clave de la sostenibilidad o del fracaso del socialismo tropical se halla, as, solo en Cuba. El pas tienelaexperienciacientfico-tcnicayelcapitalsocialrequeridoparalasnecesariasreformase incluso las propias experiencias de los aos noventa, a partir de las cuales se podra actuar. Es una cuestin puramente poltica determinar qu pasos se est dispuesto a dar.La dependencia autocreada de Venezuela podra revelarse como un camino equivocado. Es cierto que le ha dado un respiro al rgimen poltico. Pero para el desarrollo econmico y social signific un retroceso. As, eltiempo transcurrido desde fines de los aos noventa podra revelarse como dca-da perdida. El sistema hoy existente no es sostenible, y mientras ms demoren las reformas econ-micas, tanto ms difcil ser la recuperacin, ya sea bajo signo socialista o capitalista. Pero como el gobierno y el partido siguen teniendo el control poltico total, y todava existe un resto de lealtad, y la identidad y la soberana nacionales constituyen un bien sagrado tambin para los crticos del rgimen, est entonces tambin en sus manos prolongar en el futuro su socialismo establecido en el traspatio del enemigo imperialista, o perder sus conquistas duramente logradas. En el ao 2005 el propio Fidel alert acerca de que la Revolucin solo poda ser vencida desde dentro. Para evitar eso y superar la actual crisis hace falta de parte de la direccin valor y confianza en la propia pobla-cin. Acaso esas no fueron las premisas para el xito de la revolucin de 1959?Lasideasexpresadasenesteartculosonexclusivaresponsabilidaddesusautoresynoreflejannecesariamenteel pensamiento de la Fundacin Friedrich Ebert (FES). 15Bibliografa:Alzugaray Treto, Carlos (2009): Cuba, cincuenta aos despus: continuidad y cambio poltico. 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