Usted Esta Aqui

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Una señal mal diseñada es peor que ninguna señal. Aunque suene a exageración retórica, esta clásica cita académica puede resultarnos útil para definir la impor- tancia de la calidad y la funcionalidad para el éxito en general de un proyecto de señalética. Además, estos dos aspectos son fundamentales en todas las facetas de una aplicación de diseño. No obstante, incluso tenien- do en cuenta el cada vez mayor número de variables que suelen intervenir en la ecuación, un proyecto mal im- plementado puede suponer un riesgo de “autosabotaje”. Los problemas más comunes proceden de dos áreas principales: la falta de una investigación pre- via adecuada acerca del uso del emplazamiento por parte del visitante, así como del flujo de visitantes, y la falta de integración en la arquitectura del edificio o del espacio. Por ejemplo: imaginemos que un nuevo emplazamiento empresarial abre sus puertas al público con una estrategia de orientación muy pobre y, en con- secuencia, una señalización mal colocada. En breve, la administración comienza a recibir numerosas quejas de los visitantes y/o repetidas preguntas sobre dónde dirigirse para encontrar una u otra oficina. Se trata de un gran problema, pero, mirando el lado positivo, estas circunstancias suelen ser la chispa que hace que la gestión comprenda la importancia de un buen diseño de señales. Así pues, una experimentada firma de diseño de señales aprovechará estas quejas y comenza- rá a aplicar una solución basada en estas experiencias y en el uso por parte del visitante. Dependiendo de la tipología, del tamaño y de la afluencia de visitantes, estas investigaciones pueden ser más o menos detalla- das. Un denominador común es determinar el destino de los visitantes, el tiempo promedio que pasan en las salas principales, y decidir así cuáles son las mejores vías de flujo de la estructura. Hemos de decir que la investigación es cara, y debido a los limitados plazos de tiempo, los diseñadores suelen tender a sustituirla por sus propias inspecciones. La colocación de señales es la consecuencia directa de estos estudios y consi- deraciones. Es de vital importancia, puesto que puede considerarse un “metasigno”: una dimensión que, si es deficiente, hace que todas las señales pierdan su fun- cionalidad, sin importar lo bien diseñadas que estén. Una señal situada en la calle es inútil si está detrás de un árbol. El diseño de señales puede considerarse como la in- terfaz visual (por utilizar un término informático) del edificio en el que se aplica. En un principio, el diseño gráfico y la arquitectura pueden considerarse difíciles de combinar, y lo son sobre el papel. Mientras que la mayoría de los arquitectos hacen referencia a su trabajo con términos ostentosos como “teórico”, “abstracto”, “distancia”, “conmoción”, los diseñadores de señales prefieren terminología más clara, como “táctil”, “expe- riencia” y “agradable a la vista”. Sin embargo, el objeti- vo es hacer que ambos sigan el camino del otro hasta un punto en el que se alcance una integración total. [...] [...] todos los diseñadores han tenido muy en cuenta no sólo las indicaciones de su cliente y sus propios es- tándares funcionales, sino también la intención inicial del arquitecto. [...] Parece que los actuales diseñadores de señales y sistemas de orientación ven el espacio y las estructuras reales en las que se implementa su trabajo no sólo como un lienzo, sino más bien como su inspira- ción. La señalética puede considerarse el marco que “da forma” a los lugares, que delimita los espacios y con- fiere a los objetos una dimensión legible. Es el diseño el que media entre el usuario y el espacio; el diseño es el que decide cómo interactúan los usuarios con el entorno. Las flechas, las instrucciones, los mapas y los carteles de entrada determinan las condiciones en que se vivirá la experiencia de la orientación. Este complejo proceso, que es la base de la percepción de la visita por parte de los usuarios, es cada vez más visual que verbal. [...] Es posible que uno de los motivos sea la globaliza- ción en aumento de las grandes ciudades, y la necesi- dad de una señalización que pueda “leerse” sin hablar el idioma local. En conclusión, el diseño de señales no es una tarea que poner en manos de diseñadores sin experiencia. [...] Casi siempre se trata de una tarea polifacética que implica a varios equipos distintos, incluidos arqui- tectos, diseñadores y fabricantes. Todos tratan de implementar un marco gráfico, que será esencialmente el toque final, unos detalles que supondrán una fina cobertura, pero que proporcionarán una clave de lectu- ra del espacio que delimitan, cambiando drásticamente la interacción del emplazamiento con los usuarios y con el entorno. Cossu, Matteo (2010) Usted Está aquí. Diseño de señalética. Editorial Maomao. Barcelona Del rigor en la ciencia”, Jorge Luis Borges “En aquel Imperio, el Arte de la Cartografía logró tal Perfección que el Mapa de una sola Provincia ocu- paba toda una Ciudad, y el Mapa del Imperio, toda una Provincia. Con el tiempo, estos Mapas Desmesu- rados no satisficieron y los Colegios de Cartógrafos levantaron un Mapa del Imperio, que tenía el Tamaño del Imperio y coincidía puntualmente con él. Menos Adictas al Estudio de la Cartografía, las Generaciones Siguientes entendieron que ese dilatado Mapa era Inútil y no sin Impiedad lo entregaron a las Inclemen- cias del Sol y los Inviernos. En los Desiertos del Oeste perduran despedazadas Ruinas del Mapa, habitadas por Animales y por Mendigos; en todo el País no hay otra reliquia de las Disciplinas Geográficas.”

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Una señal mal diseñada es peor que ninguna señal. Aunque suene a exageración retórica, esta clásica cita académica puede resultarnos útil para definir la impor-tancia de la calidad y la funcionalidad para el éxito en general de un proyecto de señalética. Además, estos dos aspectos son fundamentales en todas las facetas de una aplicación de diseño. No obstante, incluso tenien-do en cuenta el cada vez mayor número de variables que suelen intervenir en la ecuación, un proyecto mal im-plementado puede suponer un riesgo de “autosabotaje”.

Los problemas más comunes proceden de dos áreas principales: la falta de una investigación pre-via adecuada acerca del uso del emplazamiento por parte del visitante, así como del f lujo de visitantes, y la falta de integración en la arquitectura del edificio o del espacio. Por ejemplo: imaginemos que un nuevo emplazamiento empresarial abre sus puertas al público con una estrategia de orientación muy pobre y, en con-secuencia, una señalización mal colocada. En breve, la administración comienza a recibir numerosas quejas de los visitantes y/o repetidas preguntas sobre dónde dirigirse para encontrar una u otra oficina. Se trata de un gran problema, pero, mirando el lado positivo, estas circunstancias suelen ser la chispa que hace que la gestión comprenda la importancia de un buen diseño de señales. Así pues, una experimentada firma de diseño de señales aprovechará estas quejas y comenza-rá a aplicar una solución basada en estas experiencias y en el uso por parte del visitante. Dependiendo de la tipología, del tamaño y de la afluencia de visitantes, estas investigaciones pueden ser más o menos detalla-das. Un denominador común es determinar el destino de los visitantes, el tiempo promedio que pasan en las salas principales, y decidir así cuáles son las mejores vías de flujo de la estructura. Hemos de decir que la investigación es cara, y debido a los limitados plazos de tiempo, los diseñadores suelen tender a sustituirla por sus propias inspecciones. La colocación de señales es la consecuencia directa de estos estudios y consi-deraciones. Es de vital importancia, puesto que puede considerarse un “metasigno”: una dimensión que, si es deficiente, hace que todas las señales pierdan su fun-cionalidad, sin importar lo bien diseñadas que estén. Una señal situada en la calle es inútil si está detrás de un árbol.

El diseño de señales puede considerarse como la in-terfaz visual (por utilizar un término informático) del edificio en el que se aplica. En un principio, el diseño gráfico y la arquitectura pueden considerarse difíciles de combinar, y lo son sobre el papel. Mientras que la mayoría de los arquitectos hacen referencia a su trabajo con términos ostentosos como “teórico”, “abstracto”, “distancia”, “conmoción”, los diseñadores de señales prefieren terminología más clara, como “táctil”, “expe-riencia” y “agradable a la vista”. Sin embargo, el objeti-vo es hacer que ambos sigan el camino del otro hasta un punto en el que se alcance una integración total. [...]

[...] todos los diseñadores han tenido muy en cuenta no sólo las indicaciones de su cliente y sus propios es-tándares funcionales, sino también la intención inicial del arquitecto. [...] Parece que los actuales diseñadores de señales y sistemas de orientación ven el espacio y las estructuras reales en las que se implementa su trabajo no sólo como un lienzo, sino más bien como su inspira-ción.

La señalética puede considerarse el marco que “da forma” a los lugares, que delimita los espacios y con-fiere a los objetos una dimensión legible. Es el diseño el que media entre el usuario y el espacio; el diseño es el que decide cómo interactúan los usuarios con el entorno. Las flechas, las instrucciones, los mapas y los carteles de entrada determinan las condiciones en que se vivirá la experiencia de la orientación. Este complejo proceso, que es la base de la percepción de la visita por parte de los usuarios, es cada vez más visual que verbal. [...] Es posible que uno de los motivos sea la globaliza-ción en aumento de las grandes ciudades, y la necesi-dad de una señalización que pueda “leerse” sin hablar el idioma local.

En conclusión, el diseño de señales no es una tarea que poner en manos de diseñadores sin experiencia. [...] Casi siempre se trata de una tarea polifacética que implica a varios equipos distintos, incluidos arqui-tectos, diseñadores y fabricantes. Todos tratan de implementar un marco gráfico, que será esencialmente el toque final, unos detalles que supondrán una fina cobertura, pero que proporcionarán una clave de lectu-ra del espacio que delimitan, cambiando drásticamente la interacción del emplazamiento con los usuarios y con el entorno.

Cossu, Matteo (2010) Usted Está aquí. Diseño de señalética. Editorial Maomao. Barcelona

“Del rigor en la ciencia”, Jorge Luis Borges

“En aquel Imperio, el Arte de la Cartografía logró tal Perfección que el Mapa de una sola Provincia ocu-paba toda una Ciudad, y el Mapa del Imperio, toda una Provincia. Con el tiempo, estos Mapas Desmesu-rados no satisficieron y los Colegios de Cartógrafos levantaron un Mapa del Imperio, que tenía el Tamaño del Imperio y coincidía puntualmente con él. Menos Adictas al Estudio de la Cartografía, las Generaciones Siguientes entendieron que ese dilatado Mapa era Inútil y no sin Impiedad lo entregaron a las Inclemen-cias del Sol y los Inviernos. En los Desiertos del Oeste perduran despedazadas Ruinas del Mapa, habitadas por Animales y por Mendigos; en todo el País no hay otra reliquia de las Disciplinas Geográficas.”