UNIVERSO MUSICAL DE LAS MISIONES JESUITICAS DE AMERICA DEL SUR

SIGLOS XVII y XVIII “450 AÑOS DE LA MUERTE DE SAN FRANCISCO XAVIER” (1552 – 2002)

Lugar: AnfiteatroHora: 19.30h 2 de diciembre

INTERPRETES……………Coro Talía….Conjunto Instrumental de la Orquesta de la Comunidad de Madrid….Director…Luis Szaran.

PROGRAMA

“La Música en las Reducciones Jesuíticas de América del Sur”. Comentarios y audiovisual a cargo de Luis Szarán

-Misa a San Francisco Xavier Anónimo (1740)KyrieGloriaCredoSanctusAgnus Dei

-Minueto para dos violines Julián Atirahu (Siglo XVIII)

-Misa Guarayos (Reducciones Franciscanas) Anónimo-Angel Santo-Jesús pia-Misave-Santos puri

Recopilación y transcripción de Luis Szarán en base a manuscritos del Archivo de Concepción (Chiquitos) y las comunidades indígenas Guarayo en Urubicha y Ascensión (Bolivia).

MUSICA EN LAS REDUCCIONES JESUITICAS (Siglo XVIII)

Hace una década y algo más los únicos testimonios acerca de la música en las Reducciones Jesuíticas de la Antigua Provincia del Paraguay, eran los silenciosos frisos de ángeles músicos tallados en las frías paredes de piedra de las Ruinas de Trinidad, ubicadas al sur del Paraguay. En tanto era tal el interés de musicólogos, historiadores y amantes de la música en conocer que cantaban los coros y orquestas formados por los maestros jesuitas con los indígenas y que los cronistas, viajeros y testigos de aquel tiempo se encargaron de resaltar con vehemencia y admiración.

El padre J Pfotenhauer refería: "Cantan en guaraní el benedicte y el laudate; entran primero los niños al templo del Señor y toman asiento en perfecto orden, acomodándose a ambos lados los varones. Se ejecutan arias, motetes, óperas y la orquesta estaba ensayada en la mejor forma y los incontables tonos encajaban mutuamente tan bien, como posible. Tan pronto en un grandioso desarrollo conducía luego a la escena de la cueva de un lobo, durante la cual se ponían los pelos de punta a los oyentes"

José Cardiel en 1747 momento de esplendor de las Reducciones señalaba: "Todas las reducciones tienen 30 o 40 músicos. Enseñados desde niños con la mucha continuación salen muy diestros. Yo he atravesado toda Europa y en pocas catedrales he oído música mejores que éstas en su conjunto ".

No es de extrañar el éxito de la música tanto en su aplicación como principal elemento de atracción hacia las reducciones para los indígenas, así como el posterior desarrollo de las habilidades y aptitudes naturales por el hecho de que una buena parte de los misioneros llegaba con una sólida formación académica, otros con conocimientos básicos para la construcción de instrumentos y algunos con fama bien ganada en los círculos musicales de Europa y que atraídos por la utopía de una nueva vida abandonaron posiciones de privilegio y asumieron el desafío de una sacrificada travesía hacia un mundo absolutamente desconocido por entonces. La figura mas sobresaliente de entre los músicos misioneros fue Domenico Zipoli, originario de Prato Italia. organista y compositor de fama en su tiempo, principalmente en Roma, establecido en Córdoba.

UNIVERSO MUSICAL DE LAS MISIONES JESUITICAS DE AMERICA DEL SUR

El presente programa contiene música de las Reducciones Jesuíticas y Franciscanas de los siglos XVII y XVIII, de América del Sur en base a los manuscritos de la Reducción de Chiquitos. Otro grupo proviene de las comunidades indígenas Guarayo de Urubicha y Ascención. Más de 5.500 páginas de música del llamado “barroco latinoamericano”, practicado en las reducciones e interpretadas por orquestas y coros formados por los propios indígenas, se encuentran protegidas actualmente en el Archivo de Chiquitos (Concepción).

Si bien el compositor más destacado entre los misioneros jesuitas es el mencionado Domenico Zipoli, último heredero de la gran tradición organística italiana; se destacan igualmente otros creadores como el español Rodrigo de Melgarejo, el Jean Vaisseau, el francés Louis Berger, el tirolés Antón Sepp y el suizo Martin Schmid, una verdadera legión internacional de músicos, aventura cultural nunca más repetida en el continente.

MISA A SAN FRANCISCO XAVIER

De entre los numerosos músicos indígenas -hoy en su mayoría desgraciadamente anónimos- aparecen el nombre de Francisco Varayu, asociado a la Misa a San Francisco Xavier. Su nombre aparece en uno de los tantos manuscritos de dicha Misa, lo que puede inducir a su probable autoría. Si se trataba de un copista, por norma estos no incluían su nombre en las copias realizadas. El nombre de Varayu aparece en el lugar reservado al autor. Existen una decena de versiones de esta Misa, en copias de diferentes épocas –incluso bastante recientes- y con diferentes nombres: Missa Sn. Xavier, Misa III Mo. F.S. Xavier, Miss amo Fiesta atone y hasta Missa San Borja (como si fuera escrita en honor al tercer General de la Compañía de Jesús, San Francisco Borja). Las anotaciones más antiguas datan de 1740. Las Reducciones de Chiquitos funcionaron desde 1691 hasta el año de la expulsión de los Jesuitas en 1767.

MISA GUARAYOS

Se trata de uno de los contados ejemplos que acerca parte del extraordinario desarrollo musical de las Reducciones Franciscanas y es un testimonio elocuente de música europea con lengua indígena. Curiosamente, en la actualidad, los pueblos que se encontraban bajo la administración de los franciscanos continúan manteniendo sus nombres originales en la lengua indígena a diferencia de los pueblos jesuíticos que representan nombres de santos. La música de la Misa Guarayos se aleja del barroco reflejando un estilo cercano al clasicismo.

MINUETO

Julián Atirahu fue un músico indígena formado en las escuelas de música de las Reducciones Jesuíticas, destacándose como maestro de violín y director de orquesta en el pueblo de Itati, a mediados del XVIII. Su original Minueto para dos violines, editado en la imprenta de la época,

es de gran ingenio y revela el alto nivel de su formación. Dos músicos –uno frente al otro- tocan sus partes, al finalizar l primera sección, ambos deben invertir la partitura, leyendo al revés la música.

San FRANCISCO JAVIER

Dra. Rita HaubHistoriadora y Directora del Archivo Monacense de la Compañía de Jesús.

El ideal misionero de la Orden Jesuita se remonta a su fundador Ignacio de Loyola (1491 – 1556), y constituye la caracterización del espíritu misionero de todos los miembros de la Orden. Cada miembro se compromete, mediante su juramento de obediencia, a la meta apostólica triple de la Orden: la profundización de la fe, la defensa de la fe y la difusión de la fe. La difusión de la fe ocupa un lugar equivalente junto a las otras dos metas; con ello, el juramento de obediencia es también un juramento de trabajo misionero, y la vocación de la Compañía de Jesús es también la vocación a desarrollar la tarea misionera.

El método misionero medieval, que partía de la convicción que si el bautismo no existe salvación para el alma, tenía como meta única salvar a los paganos de la perdición eterna. Pretendía el éxito rápido mediante conversiones y bautismo masivos. Nadie se tomaba el tiempo para adaptarse a una cultura extraña. Junto con la fe cristiana, se traían también los usos y costumbres de Europa. Al adoptar el cristianismo, los paganos eran “europeizados” al mismo tiempo. El método de la Misión, de acuerdo al cual procedían los jesuitas, era diferente. Trataban de obedecer las instrucciones del fundador de la Orden, de adecuarse a las costumbres de un pueblo y de utilizar todos los medios naturales para no actuar en contraposición a la cultura y pensamiento del país extranjero.

El arte de la adecuación se convirtió en el secreto de los éxitos de los misioneros jesuitas.

Francisco Javier, el misionero más exitoso de las filas de los jesuitas, nació en 1506 en el Castillo Javier Navarra. En París se encontró por primera vez con Ignacio, quien en 1534 lo convenció definitivamente a su idea de formar parte de un grupo de “seguidores de Jesús”, que más tarde fue una nueva Orden, la “Compañía de Jesús”.

En 1540, llega la gran hora para Francisco Javier. El Rey de Portugal consiguió con el Papa que dos personas del círculo cercano a Ignacio fueran enviadas a la Misión de la India. Francisco Javier fue designado, debido a que la otra persona tuvo que ser descartada por enfermedad. Equipado con los poderes de un legado papal, arribó en 1542 a Goa. Aquí desempeñó un trabajo misionero del cristianismo desde San Pablo. Para ello contaba solamente con pocos auxiliares.

Desde la costa sur de la India, su camino lo lleva al Oriente, a través de Malaca hasta las lejanas Islas Malucas. En 1549 llega a Kagoshima. En una larga y difícil tarea, se instala aquí las bases de la Iglesia Japonesa. En el Japón, descubre que la cultura de este pueblo deriva del “Reino Central”, es decir, de China. De esta manera, y debido a su constante pensamiento estratégico, adopta el plan de partir para cumplir tareas misioneras en China. Ninguno de sus emprendimientos misioneros fue preparado en forma tan minuciosa como el viaje a China y ninguno de sus planes fracasó en forma tan radical. Primeramente, el Comandante de la Flota de Malaca prohíbe el paso de su buque. Luego, el comerciante chino que lo debía llevar en su junco a tierra firme, se atemoriza y desiste del compromiso. Por último, lo vence una mortal enfermedad en la pequeña isla de Sanzian, donde fallece el 3 de diciembre de 1552.Francisco Javier fue santificado en 1622, y en 1927 fue declarado Patrono de todas las Misiones.

LUIS SZARANDirector de orquesta, compositor e investigador musical

Nació en Encarnación en 1953. Estudió música en Asunción con José Luis Miranda, luego en el Conservatorio de Santa Cecilia, Roma con Massimo Pradella y Piero Belluggi y se perfeccionó en numerosos cursos como: Teatro Colón de Buenos Aires con Hans Swarowsky, Academia Chigiana de Siena con Franco Ferrara, Instituto Francesco Cannetti con Luciano Berio, Bayreuth con Zwinieg Rudzinsky y otros. Desde 1990 es director titular de la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Asunción (OSCA) y director de la Orquesta de Cámara Philomusica de Asunción. En 30 años de carrera profesional dirigió más de 900 conciertos, varios de ellos con importantes agrupaciones de prestigio internacional como: Orquesta Sinfónica de Sao Paulo, Orquesta Sinfónica de Santiago, Orquesta de la Comunidad de Madrid, Nueva Filarmónica de Hamburgo; South East Symphony, Hutchinson Symphony y Lawrence Chambers Players de Estados Unidos; Orquesta Nacional de Cámara del Uruguay, Orquesta de Cámara Mayo de Buenos Aires, recientemente, La Cappella Civica de Trieste, Italia, la Orquesta Filarmónica de Valencia, España, el Coro y la Orquesta del Festival Internacional de Sao Paulo, Brasil y la Sinfoneitta de Paris. Fue director artístico del Festival Internacional de Música de Cascavel, Brasil entre 1990 y 1995 donde fundó la Orquesta Sinfónica Juvenil y la Orquesta de Cámara de la Ciudad. Por su labor en la cultura recibió numerosos premios y reconocimientos nacionales e internacionales. En 1994 fue condecorado con el grado de Caballero Oficial de la República Italiana por su labor de rescate de la obra sudamericana de Domenico Zipoli y en 1997, como compositor, obtuvo el Premio Nacional de Música, otorgado por primera vez en el Paraguay, por el Parlamento Nacional. En el año 2002 recibió la Medalla Vivaldi del Festival Internacional de Venecia. Es Director del Area Paraguay del Diccionario Español e Hispanoamericano de la Música. Desde 1997 es Director Artístico del Ensamble Zipoli de Venecia.