Universo Búho - Noviembre 21 de 2008.

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2B EXPRESO Viernes 21 de Noviembre de 2008 HERMOSILLO El saber de mis hijos hará mi grandeza NOTICIAS DESDE LA UNISON ¿SABÍAS QUE…? Los primeros corridos del siglo XIX contaban his- torias de héroes al margen de la ley y de tipos arma- dos, los mismos temas de las baladas de cowboys de la frontera de Texas y México La Revolución Mexicana (1910-1920) dio un nuevo impulso al corrido, cien- tos de ellos dedicados a Pancho Villa, héroe de la Revolución. Las letras de canciones dedicadas al líder revolucionario se cuentan por centenares El más famoso de los corridos villistas es “La cucaracha” En los años cincuenta, Los Alegres de Terán gra- baron “Carga blanca”, que es considerado el primer narcocorrido. “Carga Blanca”, habla de dos mexi- canos que viajaban a San Antonio con una carga de 10 kilos de cocaína y que terminan mal Los Tigres del Norte en los años 70 tocaron los primeros acordes de “Contrabando y traición”, tema que los llevó a la fama y fue entonces cuan- do el género del narcoco- rrido se hizo más popular El narcocorrido es un subgénero perteneciente a la música norteña, ya sea en estados del norte de México o por músicos his- panos provenientes de las comunidades latinoameri- canas en Estados Unidos Esta clase de canciones no buscan, generalmente, moralizar el tema del narcotráfico, sino más bien detallar las vivencias típicas en las que se hallan envueltos sus personajes. Al igual, existen narco- corridos que agregan al narcotraficante virtudes esenciales para el desem- peño de sus actividades ilícitas, proyectándolos como hombres de poder, valientes, justos, astutos, temerarios y resueltos. Los estados mexicanos donde existe y se escucha esta clase de corridos son, principalmente: Michoacán, Sonora, Sinaloa, Nayarit, Nuevo León, Tamaulipas, y Baja California Fuentes: Periódico Crónica y Wikipedia Por Niria Andrade ¿Escuchar narcocorridos influ- ye en los jóvenes de Culiacán para la producción de sentido e imaginarios colectivos? En lugar de tomar vacaciones largas, Ana Victoria Solorio Mo- rales y María Consuelo Amparo Martín del Campo, ambas estu- diantes de quinto semestre de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación, llevaron a cabo el Verano de la Investigación Científica en la Universidad de Occidente (UDO), en la capital sinaloense, con un tópico con- troversial y de gran interés. Como parte del programa Delfín (Programa Interinstitu- cional para el Fortalecimiento de la Investigación y el Posgrado del Pacífico), las jóvenes realizaron una investigación en comunica- ción sobre el “Uso de narcoco- rridos como práctica social”, con apoyo de Anajilda Mondaca Cota y asesorías de la también maestra de la UDO, Gloria Cuamea, du- rante los meses de julio y agosto de este año. El trabajo Entre las actividades que se efec- tuaron para la investigación se encuentran: sondeos, entrevis- tas a profundidad, grupos foca- les con jóvenes que escuchan los narcocorridos y a grupos musica- les que interpretan dicho género, además de análisis etnográfico para contextualizar la historia y costumbres de Sinaloa. “Somos diferentes en la for- ma de pesar, de hablar, de vestir, de caminar de expresarnos todo es muy diferente”, aseguró Vic- toria Solorio. En cuanto a las subculturas que existen en Sinaloa, según Solorio Morales a los jóvenes se les categorizan por ejemplo como las buchonas, las cua- les son muchachas de cabello largo y planchado, ya sea de color negro, rubio o rojo, que desean tener de pareja a un nar- cotraficante. También están los narcojuniors (hijos de narco- traficantes). Los narcotenis, narcogorras y narcouñas, son accesorios que al presentar ciertas caracterís- ticas, (como pedrería excesiva, en el caso de las narcouñas), hacen pensar a la población de Culiacán que existe una vincu- lación entre estas personas y el narcotráfico. Narcos como héroes Sobre la diferencia que existe entre corrido y narcocorrido, las jóvenes explicaron que el corrido es uno de los máximos testimonios culturales de Méxi- co; su nacimiento se efectuó du- rante la época de la conquista, y es a través de ellos que se conta- ban las hazañas de los héroes. El corrido tuvo un gran auge en la Revolución Mexicana. P ese a que la investi- gación es de carácter exploratorio y no hay una conclusión específica, da pie a más temas que se analizarán el próximo año, ya que este trabajo es parte de la investigación de doc- torado de la maestra Anajil- da Mondaca Cota. Las estudiantes de Co- municación coincidieron en que el tema es de actua- lidad, y va muy de acuerdo a la realidad que se vive en Sonora y Sinaloa. “Algo de lo que nos percatamos es que allá en Sinaloa han perdido sensi- bilidad ante estas situacio- nes, porque todos los días mataban a una persona en una balacera, y ya es nor- mal para ellos”, aseguró María Amparo. La Universidad de So- nora y el Departamento de Psicología y Ciencias de la Comunicación, apoyaron a las estudiantes para rea- lizar el Verano de Investi- gación Científica, pagando viáticos y cubriendo los costos de los congresos en los que se ha presentando la ponencia. “No es solamente irte al verano de investigación, sino también la iniciativa que tú tengas para dar a conocer el trabajo, es una forma de agradecerle a la Universidad por todo lo que te apoyaron”, agregó Victo- ria Solorio. En cuanto a la presen- tación de la investigación “Uso de narcocorridos co- mo práctica social”, María Amparo enfatizó con entu- siasmo que esta ponencia era la más concurrida en los eventos a los que han sido invitadas, además se percataron del interés de jóvenes y adultos por cono- cer más acerca de este gé- nero musical y su influencia en la población mexicana, en específico de Culiacán, Sinaloa. ‘EL CUY Y MAURICIO’ Fue en un carro de la Chrys- ler, un automóvil 300, se subió Chuy y Mauricio, felices y muy contentos, Como iban a imaginarse que los bajarían ya muer- tos. Fueron 400 libras de mota que habían soltado que jugaban del destino miren cómo les pagaron, le dieron raite al contrario y les pagó con balazos. En el asiento de atrás ya la muerte y planeando quedarse con el dinero y decidió asesinarlo, Chuy quedó al lado derecho y Mauricio al otro lado. Otra tumba en San Ignacio y 2 familias llorando faltan 2 admiradores a Canelos de Durango que en bromas y borrache- ras Álvaro los ha extrañado. Rancho el gila, Sinaloa ya no volverás a verlos, que toquen vida mafiosa el grupo de los Canelos si en vida fuimos alegres, brindemos por los recuer- dos. ‘EL MOCHOMO’ Con una fina mirada hombre de barba cerrada con un acento de orden así le habla a su plebada Caballero y buen amigo Alfredo Beltrán se llama. Como si fueran mochomos así le sigue su raza Siempre los miro cargados de subida o de bajada Si calienta mucho el sol se encuevan con todo y car- ga. Por eso es jefe en la tribu lo tiene bien merecido números para las cuentas la mano para el amigo Caricias para las damas balas pa’ los enemigos. Odio de dos y la mafia a bajadores y bandidos a madrinas del gobierno y a los malagradecidos. Por donde pasa el mocho- mo queda bien limpio el cami- no. Se aproxima un 32 junto con un 36 el 7 le dice al 20 quiero que se ponga al 100 lo espero en la 27 Empezando amanecer. Para playas en guerrero Para tequilas Jalisco Pa mujeres Culiacán mi cuna es Badiraguato pa un buen amigo un abra- zo y ahí miramos al rato. ANA VICTORIA SOLORIO Y MARÍA CONSUELO AMPARO Un verano entre narcocorridos El narcocorrido surge en los años setentas, tiempo en el que se cantaba sobre el contrabando textil. Actualmente el narcoco- rrido habla precisamente sobre el narcotráfico, y se describe a los narcotraficantes como hé- roes y ejemplo a seguir. Los instrumentos se aplica- ron a sujetos de entre 12 y 28 años, obteniendo como datos importantes que son las perso- nas cuyas edades oscilan entre los 16 y 18 años, quienes pre- sentan una mayor apropiación y gusto por los corridos, ya que se sienten identificados con las letras de las canciones o con las historias de los personajes que en ellas se relatan. Los tres narcocorridos más escuchados por la gente de Cu- liacán: son “El Z9”, “El Mocho- mo” y “Chuy y Mauricio”; en cuanto a grupos preferidos se encuentran: Los Canelos de Du- rango, Los Tucanes de Tijuana y el Grupo Cártel. El lugar en el que los jóve- nes suelen escuchar con mayor frecuencia los narcocorridos es en el malecón de Culiacán, aunque también mencionaron los carros, fiestas, “pis-teadas”, y reuniones hechas en casas, comentó María Amparo. ¿QUÉ OPINAS DE LOS NARCOCORRIDOS? Los que los escriben, tienen información que deben saber, porque no nomás porque sí lo hacen” Aracely Calderón, estudiante de Derecho Refleja el orgullo de los narcos; no estoy 100% desacuerdo que existan los narcorridos, porque no existe una regulación por parte del gobierno, la gente los hace, ellos pagan y ahí están” Oyuki Ramírez. Estudiante de Administración Pública La verdad yo no escucho la música de ese tipo, escucho más el rock y no podría decir nada” Delia Atondo Estudiante de Psicología Despiertan el interés Estudiantes de Ciencias de la Comunicación investigaron este fenómeno musical Ana Victoria Solorio Morales y María Consuelo Amparo Martín del Campo. Especial / EXPRESO Especial / EXPRESO Especial / EXPRESO Especial / EXPRESO Diferencias ¿Cuál es la diferencia entre un motor y un inodoro? En que en el motor tu te sientas para correr, y en el inodoro tu corres para sentarte. Especial / EXPRESO Especial / EXPRESO

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Esfuerzo conjunto del periódico Expreso y la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Sonora.

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2B E X P R E S O Viernes 21 de Noviembre de 2008 HERMOSILLO

El saber de mis hijos hará mi grandeza NOTICIAS DESDE LA UNISON

¿SABÍAS QUE…?

Los primeros corridos del siglo XIX contaban his-torias de héroes al margen de la ley y de tipos arma-dos, los mismos temas de las baladas de cowboys de la frontera de Texas y México

La Revolución Mexicana (1910-1920) dio un nuevo impulso al corrido, cien-tos de ellos dedicados a Pancho Villa, héroe de la Revolución. Las letras de canciones dedicadas al líder revolucionario se cuentan por centenares

El más famoso de los corridos villistas es “La cucaracha”

En los años cincuenta, Los Alegres de Terán gra-baron “Carga blanca”, que es considerado el primer narcocorrido. “Carga Blanca”, habla de dos mexi-canos que viajaban a San Antonio con una carga de 10 kilos de cocaína y que terminan mal

Los Tigres del Norte en los años 70 tocaron los primeros acordes de “Contrabando y traición”, tema que los llevó a la fama y fue entonces cuan-do el género del narcoco-rrido se hizo más popular

El narcocorrido es un subgénero perteneciente a la música norteña, ya sea en estados del norte de México o por músicos his-panos provenientes de las comunidades latinoameri-canas en Estados Unidos

Esta clase de canciones no buscan, generalmente, moralizar el tema del narcotráfico, sino más bien detallar las vivencias típicas en las que se hallan envueltos sus personajes.

Al igual, existen narco-corridos que agregan al narcotraficante virtudes esenciales para el desem-peño de sus actividades ilícitas, proyectándolos como hombres de poder, valientes, justos, astutos, temerarios y resueltos.

Los estados mexicanos donde existe y se escucha esta clase de corridos son, principalmente: Michoacán, Sonora, Sinaloa, Nayarit, Nuevo León, Tamaulipas, y Baja CaliforniaFuentes: Periódico Crónica y Wikipedia

Por Niria Andrade¿Escuchar narcocorridos infl u-ye en los jóvenes de Culiacán para la producción de sentido e imaginarios colectivos?

En lugar de tomar vacaciones largas, Ana Victoria Solorio Mo-rales y María Consuelo Amparo Martín del Campo, ambas estu-diantes de quinto semestre de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación, llevaron a cabo el Verano de la Investigación Científi ca en la Universidad de Occidente (UDO), en la capital sinaloense, con un tópico con-troversial y de gran interés.

Como parte del programa Delfín (Programa Interinstitu-cional para el Fortalecimiento de la Investigación y el Posgrado del Pacífi co), las jóvenes realizaron una investigación en comunica-ción sobre el “Uso de narcoco-rridos como práctica social”, con apoyo de Anajilda Mondaca Cota y asesorías de la también maestra de la UDO, Gloria Cuamea, du-rante los meses de julio y agosto de este año.

El trabajoEntre las actividades que se efec-tuaron para la investigación se encuentran: sondeos, entrevis-tas a profundidad, grupos foca-les con jóvenes que escuchan los narcocorridos y a grupos musica-les que interpretan dicho género, además de análisis etnográfi co para contextualizar la historia y costumbres de Sinaloa.

“Somos diferentes en la for-ma de pesar, de hablar, de vestir, de caminar de expresarnos todo es muy diferente”, aseguró Vic-toria Solorio.

En cuanto a las subculturas que existen en Sinaloa, según Solorio Morales a los jóvenes se les categorizan por ejemplo como las buchonas, las cua-les son muchachas de cabello largo y planchado, ya sea de color negro, rubio o rojo, que desean tener de pareja a un nar-cotrafi cante. También están los narcojuniors (hijos de narco-trafi cantes).

Los narcotenis, narcogorras y narcouñas, son accesorios que al presentar ciertas caracterís-ticas, (como pedrería excesiva, en el caso de las narcouñas), hacen pensar a la población de Culiacán que existe una vincu-lación entre estas personas y el narcotráfi co.

Narcos como héroesSobre la diferencia que existe entre corrido y narcocorrido, las jóvenes explicaron que el corrido es uno de los máximos testimonios culturales de Méxi-co; su nacimiento se efectuó du-rante la época de la conquista, y es a través de ellos que se conta-ban las hazañas de los héroes. El corrido tuvo un gran auge en la Revolución Mexicana.

P ese a que la investi-gación es de carácter exploratorio y no hay

una conclusión específi ca, da pie a más temas que se analizarán el próximo año, ya que este trabajo es parte de la investigación de doc-torado de la maestra Anajil-da Mondaca Cota.

Las estudiantes de Co-municación coincidieron en que el tema es de actua-lidad, y va muy de acuerdo a la realidad que se vive en Sonora y Sinaloa.

“Algo de lo que nos percatamos es que allá en Sinaloa han perdido sensi-bilidad ante estas situacio-nes, porque todos los días mataban a una persona en una balacera, y ya es nor-mal para ellos”, aseguró María Amparo.

La Universidad de So-nora y el Departamento de Psicología y Ciencias de la Comunicación, apoyaron a las estudiantes para rea-lizar el Verano de Investi-gación Científi ca, pagando viáticos y cubriendo los costos de los congresos en los que se ha presentando la ponencia.

“No es solamente irte al

verano de investigación, sino también la iniciativa que tú tengas para dar a conocer el trabajo, es una forma de agradecerle a la Universidad por todo lo que te apoyaron”, agregó Victo-ria Solorio.

En cuanto a la presen-tación de la investigación “Uso de narcocorridos co-mo práctica social”, María Amparo enfatizó con entu-siasmo que esta ponencia era la más concurrida en los eventos a los que han sido invitadas, además se percataron del interés de jóvenes y adultos por cono-cer más acerca de este gé-nero musical y su infl uencia en la población mexicana, en específi co de Culiacán, Sinaloa.

‘EL CUY Y MAURICIO’Fue en un carro de la Chrys-ler,un automóvil 300, se subióChuy y Mauricio, felices y muy contentos,Como iban a imaginarseque los bajarían ya muer-tos.

Fueron 400 libras de mota que habían soltadoque jugaban del destinomiren cómo les pagaron,le dieron raite al contrarioy les pagó con balazos.

En el asiento de atrásya la muerte y planeandoquedarse con el dineroy decidió asesinarlo,Chuy quedó al lado derechoy Mauricio al otro lado.

Otra tumba en San Ignacioy 2 familias llorandofaltan 2 admiradoresa Canelos de Durangoque en bromas y borrache-rasÁlvaro los ha extrañado.

Rancho el gila, Sinaloaya no volverás a verlos,que toquen vida mafi osael grupo de los Canelossi en vida fuimos alegres,brindemos por los recuer-dos.

‘EL MOCHOMO’Con una fi na miradahombre de barba cerradacon un acento de ordenasí le habla a su plebadaCaballero y buen amigoAlfredo Beltrán se llama.

Como si fueran mochomosasí le sigue su razaSiempre los miro cargadosde subida o de bajadaSi calienta mucho el solse encuevan con todo y car-ga.

Por eso es jefe en la tribulo tiene bien merecidonúmeros para las cuentasla mano para el amigoCaricias para las damasbalas pa’ los enemigos.

Odio de dos y la mafi aa bajadores y bandidosa madrinas del gobiernoy a los malagradecidos.Por donde pasa el mocho-moqueda bien limpio el cami-no.

Se aproxima un 32junto con un 36el 7 le dice al 20quiero que se ponga al 100lo espero en la 27Empezando amanecer.

Para playas en guerreroPara tequilas JaliscoPa mujeres Culiacánmi cuna es Badiraguatopa un buen amigo un abra-zoy ahí miramos al rato.

ANA VICTORIA SOLORIO Y MARÍA CONSUELO AMPARO

Un verano entre narcocorridos

El narcocorrido surge en los años setentas, tiempo en el que se cantaba sobre el contrabando textil. Actualmente el narcoco-rrido habla precisamente sobre el narcotráfi co, y se describe a los narcotrafi cantes como hé-roes y ejemplo a seguir.

Los instrumentos se aplica-ron a sujetos de entre 12 y 28 años, obteniendo como datos importantes que son las perso-nas cuyas edades oscilan entre los 16 y 18 años, quienes pre-sentan una mayor apropiación y gusto por los corridos, ya que se sienten identifi cados con las letras de las canciones o con las

historias de los personajes que en ellas se relatan.

Los tres narcocorridos más escuchados por la gente de Cu-liacán: son “El Z9”, “El Mocho-mo” y “Chuy y Mauricio”; en cuanto a grupos preferidos se encuentran: Los Canelos de Du-rango, Los Tucanes de Tijuana y el Grupo Cártel.

El lugar en el que los jóve-nes suelen escuchar con mayor frecuencia los narcocorridos es en el malecón de Culiacán, aunque también mencionaron los carros, fi estas, “pis-teadas”, y reuniones hechas en casas, comentó María Amparo.

¿QUÉ OPINAS DE LOS NARCOCORRIDOS?

“ Los que los escriben, tienen información que deben saber, porque no nomás porque sí lo hacen”Aracely Calderón, estudiante de Derecho

“Refl eja el orgullo de los narcos; no estoy 100% desacuerdo que existan los narcorridos, porque no existe una regulación por parte del gobierno, la gente los hace, ellos pagan y ahí están”Oyuki Ramírez.Estudiante de Administración Pública

“ La verdad yo no escucho la música de ese tipo, escucho más el rock y no podría decir nada”Delia AtondoEstudiante de Psicología

Despiertan el interés

Estudiantes de Ciencias de la Comunicación investigaron este fenómeno musical

Ana Victoria Solorio Morales y María Consuelo Amparo Martín del Campo.

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Diferencias¿Cuál es la diferencia entre un

motor y un inodoro?En que en el motor tu te sientas

para correr, y en el inodoro tu corres para sentarte.

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