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"RELACIÓN ENTRE INTELIGENCIA EMOCIONAL Y ESTRÉS EN LOS MANDOS MEDIOS DEL ÁREA ADMINISTRATIVA DE UNA INSTITUCIÓN BANCARIA GUATEMALTECA." CAMPUS CENTRAL GUATEMALA DE LA ASUNCIÓN, JUNIO DE 2013 AURA PATRICIA MÉNDEZ DE LEÓN CARNET39517-90 TESIS DE GRADO LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA DE RECURSOS HUMANOS FACULTAD DE HUMANIDADES UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR

Transcript of UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR FACULTAD DE...

"RELACIÓN ENTRE INTELIGENCIA EMOCIONAL Y ESTRÉS EN LOS MANDOS MEDIOS DEL ÁREA ADMINISTRATIVA DE UNA INSTITUCIÓN BANCARIA GUATEMALTECA."

CAMPUS CENTRAL

GUATEMALA DE LA ASUNCIÓN, JUNIO DE 2013

AURA PATRICIA MÉNDEZ DE LEÓN

CARNET39517-90

TESIS DE GRADO

LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA DE RECURSOS HUMANOS

FACULTAD DE HUMANIDADES

UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR

HUMANIDADES

TRABAJO PRESENTADO AL CONSEJO DE LA FACULTAD DE

"RELACIÓN ENTRE INTELIGENCIA EMOCIONAL Y ESTRÉS EN LOS MANDOS MEDIOS DEL ÁREA ADMINISTRATIVA DE UNA INSTITUCIÓN BANCARIA GUATEMALTECA."

EL TÍTULO DE PSICÓLOGA EN RECURSOS HUMANOS EN EL GRADO ACADÉMICO DE LICENCIADA

PREVIO A CONFERÍRSELE

GUATEMALA DE LA ASUNCIÓN, JUNIO DE 2013

CAMPUS CENTRAL

AURA PATRICIA MÉNDEZ DE LEÓN

POR

TESIS DE GRADO

UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR

FACULTAD DE HUMANIDADES

LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA DE RECURSOS HUMANOS

DR. CARLOS RAFAEL CABARRÚS PELLECER, S. J.

DRA. MARTA LUCRECIA MÉNDEZ GONZÁLEZ DE PENEDO

DR. EDUARDO VALDÉS BARRÍA, S. J.

LIC. ARIEL RIVERA IRÍAS

LIC. FABIOLA DE LA LUZ PADILLA BELTRANENA DE LORENZANA

SECRETARIA GENERAL:

VICERRECTOR ADMINISTRATIVO:

VICERRECTOR DE INTEGRACIÓN UNIVERSITARIA:

VICERRECTOR DE INVESTIGACIÓN Y PROYECCIÓN:

P. ROLANDO ENRIQUE ALVARADO LÓPEZ, S. J.

VICERRECTORA ACADÉMICA:

RECTOR:

AUTORIDADES DE LA UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR

AUTORIDADES DE LA FACULTAD DE HUMANIDADES

DECANA: MGTR. MARIA HILDA CABALLEROS ALVARADO DE MAZARIEGOS

VICEDECANO: MGTR. HOSY BENJAMER OROZCO

SECRETARIA: MGTR. LUCRECIA ELIZABETH ARRIAGA GIRON

DIRECTORA DE CARRERA: MGTR. GEORGINA MARIA MARISCAL CASTILLO DE JURADO

REVISOR QUE PRACTICÓ LA EVALUACIÓN

NOMBRE DEL ASESOR DE TRABAJO DE GRADUACIÓN

LIC. ANDREA MARROQUIN CABRERA

MGTR. MARIA HILDA CABALLEROS ALVARADO DE MAZARIEGOS

INDICE Resumen I. INTRODUCCIÓN ........................................................................................... 1

1.1 Definición .................................................................................................... 8

1.2 Origen del término inteligencia emocional................................................... 9

1.3 Importancia de la inteligencia emocional .................................................... 12

1.4 Las emociones .......................................................................................... 18

1.5 Estrés......................................................................................................... 20

1.6 Factores que producen estrés.................................................................... 24

1.7 Estrés laboral ............................................................................................. 27

II. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ........................................................ 35

2.1 Objetivos. .................................................................................................... 35

2.1.1 Objetivo General ...................................................................................... 35

2.1.2 Objetivos Específicos ............................................................................... 36

2.2. Variables de estudio. .................................................................................. 36

2.3. Definición de variables. ............................................................................... 36

2.3.1 Definición conceptual ................................................................................ 36

2.3.2 Definición operacional ............................................................................... 37

2.4 Alcances y límites.......................................................................................... 38

2.5 Aporte…………… ......................................................................................... 38

III. MÉTODO ....................................................................................................... 40

3.1 Sujetos. ......................................................................................................... 40

3.2 Instrumentos. ................................................................................................ 40

3.3 Procedimiento. .............................................................................................. 42

3.4 Tipo de Investigación y Metodología estadística........................................... 42

IV. PRESENTACIÓN Y ANÁLISIS DE RESULTADOS.................................... 44

V. DISCUSIÓN DE RESULTADOS………………………………………………. 52

VI. CONCLUSIONES………………………………………………………………... 56

VII. RECOMENDACIONES…………………………………………………………. 57

VIII. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS………………………………………….. 58

ANEXOS……………………………………………………………………………… 64

RESUMEN

El objetivo de la presente investigación fue identificar la relación existente entre la

inteligencia emocional y el estrés en los mandos medios del área administrativa de

una institución bancaria guatemalteca.

Esta investigación se realizó con una población conformada por 40 mandos medios,

de ambos sexos, de un nivel socioeconómico medio, mayores de edad, con una

preparación académica a nivel de licenciatura y maestría y con un mínimo de 10

años de servicio dentro de la institución bancaria.

Los instrumentos utilizados fueron el Inventario de Pensamiento Constructivo Global,

CTI (para medir la inteligencia emocional) y la Escala General de Apreciación del

Estrés (para medir el estrés).

Se relacionaron las dos variables por medio de la correlación de Pearson, y se

encontró que no existe una correlación estadísticamente significativa a nivel de 0.05

entre los niveles de inteligencia emocional y los niveles de estrés.

Así mismo se encontró que a pesar de que no existe una correlación

estadísticamente significativa entre las variables de estudio, la mayoría de la

población mostró un nivel de inteligencia emocional “alto” y un nivel de estrés “bajo”.

Se recomienda realizar otros estudios relacionados con el tema, evaluar las áreas

restantes de la institución bancaria: Económica, Financiera y Jurídica con el fin de

enriquecer los datos obtenidos en el presente estudio y crear programas que

mantengan los niveles bajos de estrés mediante la creación de metas concretas,

produciendo así entornos emocionalmente humanistas.

1

I. INTRODUCCIÓN

En el mundo de hoy continuamente cambiante, se refleja la necesidad de ir a la

vanguardia en cuanto a procesos, productos y servicios, por lo que la competitividad,

la productividad, la calidad y el servicio al cliente son imperantes en el actual

crecimiento económico, social y tecnológico, lo que a su vez conlleva a que las

instituciones y sus trabajadores desarrollen diversas capacidades, para poder

enfrentar los retos que impone esta nueva realidad.

Dentro de este contexto, el talento humano ha cobrado cada vez más importancia

como una ventaja competitiva para las empresas, por lo cual se hace necesario

manejarlo adecuada y profesionalmente, desarrollando no sólo su máxima capacidad

y potencial intelectual, sino ahora más que nunca, propiciando que el individuo como

tal, sea capaz de controlar, emplear y potenciar el manejo de sus impulsos

emocionales en forma positiva, aún en situaciones adversas.

En Guatemala el concepto de Inteligencia Emocional se dio a conocer hace ya varios

años. Dicho concepto fue dado a conocer por Goleman en 1997 y ha venido a

revolucionar y a transformar la idea que se tenía previamente del cociente intelectual,

ya que trata de convencernos de que existe otro factor más importante que éste para

el éxito del ser humano. Se considera que la obsesión sobre el cociente intelectual

con el que hasta ahora se han manejado ejecutivos y gerentes para ser ascendidos,

respetados y no quedar fuera del sistema ante posibles cambios y

reestructuraciones, ha sido equivocada. El factor a considerar entonces es la

inteligencia emocional, no descartando tampoco por completo, el cociente intelectual,

ni títulos y grados académicos.

Es por ello que en los últimos años se ha incrementado notablemente su estudio ya

que la forma de interactuar con el mundo es un factor que se refleja en los

sentimientos, las habilidades como el control de los impulsos, la autoconciencia, la

motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la empatía, la agilidad mental, el

2

autoconocimiento, la seguridad en sí mismo, el compromiso, la integridad, la

comunicación eficaz, etc., y esto conlleva a su vez a determinar la adaptación social

exitosa del individuo y a lograr los objetivos propuestos.

Dentro del marco empresarial – institucional, surge la necesidad de contar con

personas idóneas que sean tanto capaces como emocionalmente estables para

ocupar y desempeñar cargos directivos o jefaturas, al dirigir e interactuar con

personal subalterno. En la medida en que el jefe conozca mejor su propia dimensión

emocional, tendrá un mejor control tanto de su propia vida como la de las personas

que laboran con y para él, permitiendo con esto trabajar sin roces y alcanzar una

meta en común.

Sin embargo muchas veces, las relaciones interpersonales y de trabajo no siempre

se desarrollan adecuadamente entre jefes y sus colaboradores, ya que la primera

respuesta siempre es emocional cuando factores de presión están presentes, dado

que no todos los puestos de trabajo tienen la misma carga de estrés y las fuentes de

tensión también son diferentes dependiendo de las funciones que desempeñen

cada individuo.

Con relación al tema Salovey y Mayer (1990), en su artículo inteligencia emocional,

disponible en internet, afirman que la inteligencia emocional es la capacidad de

percibir los sentimientos propios y los de los demás, distinguirse entre ellos y servirse

de esa información para guiar el pensamiento y la conducta de sí mismo. Sin

embargo, a la mayoría de las personas se les dificulta comprenderse a sí mismas y a

los demás porque su nivel de inteligencia emocional no es suficiente para poder

hacerlo. La educación emocional debe ser encaminada no tanto a reprimir los

sentimientos o a imponer sobre ellos la razón como a saber utilizar esta última para

conseguir un equilibrio o encaje coherente entre ambos.

El presente trabajo de investigación, tiene como objetivo determinar el nivel de

inteligencia emocional de las personas que ocupan mandos medios del área

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administrativa en una institución bancaria guatemalteca y relacionarlo con su nivel de

estrés y para lo cual se respalda en una serie de estudios tanto nacionales como

internacionales. A nivel nacional se encuentran los siguientes:

García (2000) realizó una investigación descriptiva para verificar si existe correlación

entre inteligencia emocional y rendimiento académico, con 223 estudiantes, 48

mujeres y 175 hombres, comprendidos entre 12 y 18 años de edad, de nivel básico y

diversificado de un colegio privado ubicado en la zona 1 de Mixco. Para dicha

investigación los instrumentos utilizados fueron el TMMS para la medición del

coeficiente emocional y la prueba de Kubli y Asociados para medir el optimismo. Se

concluyó que existe una correlación positiva entre débil y moderada entre la

inteligencia emocional y optimismo, así como entre inteligencia emocional y

rendimiento académico; no así entre optimismo y rendimiento académico, en el que

se encontró que esta correlación era negativa.

Otro estudio lo realizó Pinto (2000). La autora elaboró una baremación del

cuestionario de TMMS (Trait Meta-Mood Scale) para medir la inteligencia emocional

en el sector laboral. Para este estudio participaron 13 bancos de la ciudad capital,

cuyos gerentes de recursos humanos escogieron la muestra aleatoria dentro de su

personal administrativo, los requisitos fueron: tener al menos 1 año de estudios

universitarios y que estuvieran dentro del rango de 20 a 45 años de edad. La

población fue un total de 821 empleados bancarios, conformada por 413 mujeres y

408 hombres. Concluyó que no existe diferencia significativa entre el rendimiento de

los totales de la inteligencia emocional de los hombres y mujeres.

Por otro lado Lizarralde (2001) elaboró un estudio experimental sobre el impacto de

la inteligencia emocional de los ejecutivos de alto nivel en el liderazgo aplicado a una

empresa importadora guatemalteca, cuyo objetivo fue demostrar que cuando los

ejecutivos de alto nivel desarrollan y aplican la inteligencia emocional, su propio

liderazgo y el de los mandos medios se modifica y mejora, lo cual afecta a toda la

organización. El problema de la empresa investigada consistía en que a pesar de

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tener sistemas de calidad total, magníficas instalaciones, maquinaria y equipo al día

en tecnología, no contaba con líderes que pudieran dirigir al personal

adecuadamente. Los resultados luego de la capacitación en inteligencia emocional

en niveles directivos fueron muy apremiantes y se demostró que existía una

diferencia estadísticamente significativa luego de su aplicación.

A su vez, Marroquín (2005), realizó una investigación descriptiva en una empresa

bancaria guatemalteca a 40 aspirantes que llenaron los requisitos para optar a varias

plazas vacantes en atención al público. El objetivo principal fue divulgar el

instrumento de evaluación escrito y así medir la inteligencia emocional y contar con

otro parámetro de selección para tomar la decisión de elegir a la persona idónea

para la plaza vacante. La técnica utilizada para seleccionar la muestra fue

intencional y las características específicas fueron 4 grupos de 10 candidatos (as),

con edades comprendidas entre los 18 a 35 años, ambos sexos, condición socio-

económica indistinta, escolaridad graduados a nivel medio y condición de salud

estable. La prueba escrita es proyección de su inteligencia emocional, que constó

de 262 preguntas directas, cortas y de fácil comprensión, y comprendió situaciones

de la vida cotidiana que enfocaron aspectos de la vida social y familiar del individuo

para su correspondiente calificación e interpretación del coeficiente emocional.

Concluyó que la evaluación de inteligencia emocional en el proceso de selección de

personal, es efectiva para la elección de candidatos en dicho proceso.

Coutiño (2008), realizó un estudio con 130 docentes de 21 escuelas oficiales del

municipio de San Cristóbal Totonicapán, del departamento de Totonicapán, de la

cual se tomó una muestra de 97 maestros que laboran en los diferentes grados de

primaria. Se propuso como objetivo analizar si se fortalece la inteligencia emocional

en el nivel de educación primaria, para provocar un rendimiento escolar adecuado.

Utilizó el diseño de investigación descriptiva y como instrumento de investigación una

encuesta dirigida a profesores, que incluyó preguntas cerradas por ser explicaciones

del por qué de sus respuestas basadas en los objetivos propuestos y contenido.

Comprobó que el aspecto emocional debe ser tratado como un elemento pedagógico

5

fundamental en la formación del alumno, para propiciar un rendimiento académico

adecuado. Por lo que concluye que la inteligencia es la capacidad que hace

diferente a una persona y la convierte en un ente capaz de construir todo lo que

pueda imaginar, y recomienda que los docentes reciban una capacitación sobre

inteligencia emocional que les permita ampliar su campo conceptual al respecto y

obtengan herramientas útiles.

Salvatierra (2010), en su investigación trabajó con un grupo de 15 personas de

género femenino y 17 del género masculino, empleados a nivel administrativo en

oficinas centrales de una empresa de comida rápida en la ciudad de Guatemala,

quienes oscilaban entre las edades de 20 a 52 años de edad y distinto nivel de

escolaridad. Se propuso como objetivo determinar la relación que existe entre la

inteligencia emocional y la satisfacción laboral en los empleados de dicha institución.

Dicha investigación es de tipo descriptiva y como instrumento utilizó la prueba Trait

Meta Mood Scale. Comprobó que no existe correlación entre la inteligencia

emocional y la satisfacción laboral en cuanto a las variables de género y área laboral.

Por lo que concluye en que, de acuerdo con el estudio refleja que no existe una

correlación estadísticamente significativa entre las variables de estudio que fueron

Inteligencia emocional y satisfacción laboral ya que lo único que tuvo relación fue el

área de trabajo y con la sub escala a reparar. Asimismo, recomienda que, la

empresa debe mantener con capacitaciones, los niveles de satisfacción laboral

actuales, ya que pudo comprobar con el cuestionario de satisfacción laboral que los

empleados están realmente satisfechos de pertenecer y laborar para la empresa.

Debido a la preocupación sobre los efectos que el estrés tiene en el aspecto laboral,

la salud física y mental de las personas, también se han realizado varias

investigaciones tanto en Guatemala como en el extranjero, pero sólo en los últimos

años los investigadores del comportamiento organizacional comenzaron a analizar el

influjo del estrés en la conducta del trabajador. Este reciente interés sobre el tema

se debe a que el estrés parece estar vinculado al desempeño y satisfacción del

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empleado, y la reducción del mismo favorece tanto a la organización en sí como a la

salud general de su fuerza de trabajo.

La Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo –

CEE, (1987), menciona a Marshall y Cooper como realizadores de un estudio

descriptivo en el que intentaron identificar el estrés que se da a diferentes niveles de

la administración, así como las diferentes fuentes de las que surge. Este estudio

incluía a 55 directivos y 40 esposas de directivos en la fase preliminar. Los

resultados de las entrevistas se utilizaron para elaborar un cuestionario que fue

enviado a 208 directivos medios y altos. El principal propósito del estudio fue

examinar los factores laborales y organizacionales que pudieran contribuir al estrés y

a la satisfacción en diferentes niveles de la gestión. Los directivos medios mostraron

niveles altos de presión en una amplia serie de elementos relacionados con el

trabajo. La presión del trabajo, el tener un trabajo de responsabilidad, los problemas

de dirigir a la gente, la falta de autonomía y la preocupación relativa a las

perspectivas de carrera, fueron las cinco cuestiones principales de los directivos

medios. No mostraron puntuaciones altas en cuanto a satisfacción y la mayor parte

del grupo consideró estresante su posición en la empresa. Por otro lado, los altos

ejecutivos registraron presiones provenientes del sentimiento de que carecen de

autonomía, de tener más horas de trabajo, la toma de decisiones y la gestión del

personal. Sin embargo, mostraron también signos de alta implicación y satisfacción

en sus trabajos. De tal manera, el estudio sugirió que los mandos operativos y

medios parecen experimentar mayores síntomas de enfermedad emocional y física

que los altos ejecutivos y que la satisfacción de dirigir a las personas y dedicar

tiempo a los problemas del personal crece progresivamente con el nivel jerárquico.

También la Fundación Europea para la Mejora de las condiciones de Vida y de

Trabajo CEE (1987), cita a Payne, quien realizó un estudio descriptivo sobre el

estrés empresarial y el apoyo social, con 285 directivos. Para tal efecto empleó un

cuestionario de 74 ítems relativos a los factores que ayudaban o entorpecían a los

directivos en el desarrollo de su trabajo. Los resultados sugirieron que las cosas

más favorecedoras están psicológicamente más cercanas a la persona como el jefe,

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colegas, secretaria, el trabajo mismo. Aquéllas de bajo apoyo tienden a ser más

externas a la persona, como los sindicatos, la situación económica, la burocracia, el

ritmo de cambio en la empresa. Asimismo, una amplia serie de elementos

constituyen apoyos o limitaciones potenciales en el entorno de la administración,

como la moral, el ritmo de cambio, la retroalimentación de información y la imagen

pública de la empresa.

Asturias (2002), realizó un estudio descriptivo sobre los principales estresores que

afectan a los ejecutivos de mandos medios en las industrias hoteleras clasificadas

cinco estrellas en la ciudad de Guatemala. Su muestra estuvo formada por 57

ejecutivos, los cuales se sometieron a un cuestionario de 40 preguntas distribuidas

en 6 secciones: estresores en el ambiente de trabajo, en el desarrollo profesional, en

las funciones del puesto, en las tareas del puesto, a nivel grupal, organizacionales y

efectos del estrés en el lugar de trabajo. Asturias concluyó, en términos generales,

que los sujetos participantes en el estudio no experimentaban un nivel alto de

efectos de estrés laboral; 55% experimentaba “nunca o casi nunca” síntomas de

efectos de estrés; el 34% lo experimentaba “a veces”; el 9% “con frecuencia”,

mientras que sólo el 2% “siempre o casi siempre” experimentaba un alto nivel.

También concluyó que la falta de oportunidad promocional y las discrepancias con

las metas de la carrera laboral eran fuentes de estrés laboral en los sujetos de la

investigación.

Por otra parte, Tabin (2007) citó a Jayaratne, Tripodi y Chess quienes examinaron la

relación entre el apoyo emocional y la relación de estrés y tensión en el trabajo.

Utilizaron una muestra conformada por 541 trabajadores sociales, repartidos en 229

de sexo masculino y 312 de sexo femenino. Como instrumento usaron una escala de

apoyo emocional que fue administrada a los sujetos para el estudio. En particular,

hipótesis “Hasta qué punto el apoyo emocional proporciona a los supervisores y

trabajadores una moderación de los efectos del estrés” fue puesta a prueba. Con los

resultados obtenidos, concluyeron la existencia de asociaciones indirectas entre el

8

apoyo y el estrés y entre el apoyo y la tensión tanto en hombres como en mujeres.

Sin embargo, no se demostró evidencia de apoyar la hipótesis del estudio.

La inteligencia emocional actualmente está cobrando importancia en el ámbito

laboral, permitiendo de esta manera estar a la vanguardia y determinar que dentro de

las empresas, esta permite un mejor uso y aplicación de conceptos para obtener

mejores resultados y cumplir con los objetivos propuestos.

De lo anterior se puede decir que la inteligencia emocional es una herramienta

primordial en el mundo de los negocios y un arma competitiva eficaz con la que

pueden y deben contar organizaciones modernas para alcanzar la duradera

prosperidad tanto en su aspecto emocional como intelectual.

Por otro lado, el estrés no se origina por sí solo, sino es causado por factores

estresores y se presenta como una respuesta a un estímulo constante. Dentro del

ámbito laboral, existen varios factores que contribuyen a producirlo, la mayoría de

investigadores hacen énfasis en las diferentes causas y consecuencias que éste

puede traerle a la persona; por ello se hace necesario saber si las personas objeto

de estudio padecen estrés laboral y cuáles son los factores laborales con más

reincidencia que les produce dicho estrés.

1.1 Definición

Según Goleman (1998), el término “inteligencia emocional se refiere a la capacidad

de reconocer nuestros propios sentimientos, los sentimientos de los demás,

motivarnos y manejar adecuadamente las relaciones que sostenemos con los demás

y con nosotros mismos” (p. 430). Manejar las emociones con inteligencia. En las

acciones, los sentimientos cuentan tanto como los pensamientos, por ello las

personas toman decisiones guiadas por lo que sienten.

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Goleman impulsó este concepto en la conciencia pública, colocándolo en un tema de

conversación desde las aulas hasta las salas de sesiones de las empresas. Pero es

en 1995, cuando Goleman le dio popularidad al término en su libro titulado

“Inteligencia Emocional”. Con un lenguaje sencillo, despertó el interés popular en la

habilidad de manejar las emociones con inteligencia, desarrollando así la importancia

en diferentes investigaciones al respecto.

Por su lado Ryback (2002), define la inteligencia emocional como “la capacidad de

aplicar la conciencia y la sensibilidad para discernir los sentimientos que subyacen

en la comunicación interpersonal, y para resistir la tentación que nos mueve a

reaccionar de una manera impulsiva e irreflexiva, obrando en vez de ello con

receptividad, con autenticidad y con sinceridad” (p. 89).

Shapiro (1997) cita a Salovey y Mayer, creadores del concepto, quienes la definieron

de la siguiente manera: “La inteligencia emocional involucra la habilidad para percibir

con precisión, evaluar y expresar emoción; la habilidad para obtener acceso y/o

generar sentimientos cuando estos facilitan el pensamiento; la habilidad para

comprender la emoción y el conocimiento emocional; y la habilidad para regular las

emociones de manera de promover el crecimiento emocional e intelectual” (p.10).

1.2 Origen del término inteligencia emocional

El concepto de inteligencia emocional nació a principios de 1990 con Peter Salovey y

John D. Mayer quienes publicaron el primer trabajo científico sobre este tema. Pero

sus orígenes se remontan al año 1935 en donde el psicólogo Edward Thorndike se

perfiló como uno de los precursores del término inteligencia emocional al definir la

inteligencia social como “la capacidad de obrar prudentemente en las relaciones

humanas” (Ryback, 1998 p. 32). Thorndike consideraba que, además de la

inteligencia social existían también otros dos tipos de inteligencias: la abstracta –

habilidad para manejar ideas- y la mecánica –habilidad para entender y manejar

objetos-.

10

Según Gardner (1994) para poder comprender la inteligencia emocional, es

necesario abarcar la historia detrás del término, del interés en las facultades

mentales y el descubrimiento de la capacidad de las mismas; la cual comienza con la

lucha por convertir la psicología en una ciencia. Esta inició con estudiosos como

Wundt en Alemania y James en Estados Unidos alrededor de la segunda mitad del

siglo XIX, abriéndose paso con el enfoque de la psicología, no tanto desde la

filosofía y la medicina, sino, buscando las leyes de amplias facultades mentales

“horizontales” – habilidades como la memoria, percepción, atención, asociación,

aprendizaje-; permitiendo así, que una de las ramas de la psicología científica

centrara su atención en la búsqueda de leyes más generales del conocimiento

humano, conocido en la actualidad como los principios del procesamiento de

información humano.

Gardner (1999), refiere que los seres humanos poseen una gama de capacidades y

potenciales –inteligencias múltiples- que se pueden emplear de muchas maneras

productivas, tanto juntas como por separado, y que el conocimiento de éstas, ofrece

la posibilidad de poderlas desplegar con la máxima flexiblidad y eficacia en el

desempeño de las distintas funciones definidas por cada sociedad, pudiéndolas

aplicar en la escuela, en el hogar, en el trabajo o en la calle, es decir, en cualquier

institución o sector de la sociedad. Estas inteligencias múltiples, según Gardner,

citado por Papalia, Olds y Feldman (2005) son ocho, de las cuales, las primeras tres

(lingüística, lógico-matemática y espacial) son las que se miden en las pruebas

convencionales de inteligencia, dejando fuera las cinco restantes (musical, corporal-

cinestésica, interpersonal, intrapersonal y naturalista, siendo ésta última agregada

hasta 1998).

Feldman (1995) define la inteligencia como “la capacidad para comprender el mundo,

pensar racionalmente y emplear adecuadamente los recursos a su alcance cuando

se enfrenta un desafío” (p.278). Por otro lado, Morris (2005) define la inteligencia

como el “término general que se refiere a la habilidad o habilidades implicadas en el

11

aprendizaje y la conducta adaptativa” (p.295). Ruiz (2010), establece que la primera

definición hace referencia a la capacidad de responder a situaciones o problemas en

el mundo, la segunda, habla acerca de la habilidad que se necesita para aprender y

adaptar la conducta. De este modo, se observa que ambas definiciones antes de ser

antagónicas son complementarias y forman parte de lo que el hombre necesita para

desarrollarse integralmente dentro de su entorno social.

Para Gardner (1993-1999) se vislumbran dos grandes grupos: los “puristas” son

aquellos que consideran el intelecto de una sola pieza “inteligencia general”,

influidos por el inglés Charles Spearman, quienes creen en la existencia de “g”, un

factor general de la inteligencia que se mide con todas las tareas en una prueba de

inteligencia; y los “pluralistas” son aquellos que consideran su fragmentación en

varios componentes, apoyando al psicométrico norteamericano L.L. Thurstone, quien

considera a estos componentes relativamente independientes entre sí, y que se

miden con distintas tareas.

Consecuentemente, surge el término que hoy se conoce como inteligencia

emocional, el cual, según Papalia, Olds y Feldman (2005:529) “es reminiscente de

las inteligencias intrapersonal e interpersonal propuestas por Gardner”. Con esta

nueva propuesta, Gardner amplió la visión y el concepto sobre lo que es inteligencia

emocional, introduciendo dos tipos de inteligencias muy relacionadas con la

competencia social, y hasta cierto punto emocional, la inteligencia interpersonal y la

inteligencia intrapersonal. Gardner (1983,1993) definió a ambas como sigue:

"La inteligencia interpersonal se construye a partir de una capacidad nuclear para

sentir distinciones entre los demás: en particular, contrastes en sus estados de

ánimo, temperamentos, motivaciones e intenciones. En formas más avanzadas, esta

inteligencia permite a un adulto hábil leer las intenciones y deseos de los demás,

aunque se hayan ocultado..."(Gardner,1993:40) Y a la inteligencia intrapersonal

como "el conocimiento de los aspectos internos de una persona: el acceso a la

propia vida emocional, a la propia gama de sentimientos, la capacidad de efectuar

discriminaciones entre las emociones y finalmente ponerlas un nombre y recurrir a

12

ellas como un medio de interpretar y orientar la propia conducta..." (Gardner, 1993 p.

42), teniendo esta última, algo más de relación con lo que significa inteligencia

emocional.

Mayer, Caruso y Salovey (1998), indican que la inteligencia emocional para ser

considerada científicamente legítima, debe llevar criterios estandarizados. Primero,

debiera ser operada como un conjunto de habilidades. Segundo, debe llenar ciertos

criterios correlativos: por ejemplo que las habilidades definidas por la inteligencia

deben formar un grupo relacionado y relacionarse a inteligencias preexistentes;

demostrar al mismo tiempo alguna variación que la hace única. Tercero, las

habilidades de la inteligencia deben desarrollarse con la edad y la experiencia. Los

estudios muestran que la inteligencia emocional llena estos tres criterios.

1.3 Importancia de la inteligencia emocional

En 1973 McClelland en su estudio “Medir la aptitud antes que la inteligencia”

argumentó que la aptitud académica tradicional (calificaciones escolares,

credenciales avanzadas), no servía para prever el desempeño de una persona en

determinado puesto ni su éxito en la vida. Antes que esto, propugnaba una serie de

aptitudes específicas como la empatía, la autodisciplina y la iniciativa para distinguir

a los empleados exitosos de aquellos que únicamente se conformaban con

conservar su empleo. Por lo cual el estudio de las emociones, ha tenido un lugar

importante en la psicología. (Goleman, 1999:33)

Por otro lado, Schilling, citado por Salovey en Snyder (1996), en el artículo llamado

“Psicología Positiva de la Inteligencia Emocional”, en la Revista The Handbook of

Positive Psychology, recomienda que dentro de las actividades de las empresas se

incluyan programas que desarrollen el manejo de sentimientos, toma de decisiones,

manejo de estrés, responsabilidad personal, auto concepto, empatía, comunicación,

dinámicas grupales y la resolución de conflictos. Todo esto para que el rubro de la

inteligencia emocional poco a poco desarrolle aptitudes sociales.

13

Para poder comprender mejor aún la importancia de la inteligencia emocional en el

desarrollo del hombre, es necesario definir qué son las aptitudes emocionales, y

Goleman (1999) las define de la siguiente manera: “Una aptitud emocional es una

capacidad aprendida, basada en la inteligencia emocional, que origina un

desempeño laboral sobresaliente” (p.43). La aptitud emocional muestra qué

proporción del potencial existente ha sido traducido a las facultades que se aplican

en la vida diaria. Estas aptitudes emocionales, se dividen en dos grandes grupos,

personales o internas y sociales o externas que abarcan a su vez cinco factores

claves: Autoconciencia, Autorregulación, Motivación, Empatía y Habilidades

Sociales.

Aptitud personal o interna: permite al individuo determinar el dominio de sí mismo por

medio de tres aptitudes con sus propias subdivisiones que son:

a) Autoconciencia (Goleman 1998-1999): Habilidad para conocer los estados de

ánimo, emociones y necesidades propias, así como el impacto que tienen éstas

en otros. Algunos aspectos clave a tomar en cuenta en este factor son, el

respeto a sí mismo, ser positivo, ser fiel a sí mismo, escuchar a los demás y

entender el impacto mismo en los demás. Las personas que poseen una

elevada autoconciencia están en contacto con las señales interiores de sí

mismos y reconocen el modo en que los sentimientos les afectan y cómo éstos

influyen en el propio rendimiento laboral. Son personas que también están en

contacto con los valores que les guían y que, muy a menudo, pueden ver la

imagen global de una determinada situación compleja e intuir el curso de acción

más adecuado. Suelen ser sinceros, auténticos y son capaces de hablar

abiertamente de las propias emociones y de expresar con convicción la visión

que les guía. Este autoconocimiento comprende a su vez tres aptitudes

emocionales:

14

Conciencia emocional: Reconocimiento de las propias emociones y sus

efectos.

Autoevaluación precisa: Conocimiento de los propios recursos interiores,

habilidades y límites.

Confianza en uno mismo: Certeza sobre el propio valer y facultades.

b) Autorregulación (Goleman 1998-1999): Ser capaz de manejar y controlar los

estados emocionales, y aquí las palabras clave son, manejo y control. El secreto

está en trabajar con los sentimientos, no en entregarse a ellos. Los sentimientos

no son tiranos a los que hay que apaciguar de forma constante aunque así lo

parezca. Al posponer la gratificación y suprimir el impulso, se obtiene el control

de sí mismo y de inmediato la persona se pone en ventaja sobre todos aquellos

cuyo instinto es buscar la satisfacción instantánea. Esta autorregulación está

formada por cinco aptitudes emocionales:

Autodominio: Mantener bajo control las emociones y los impulsos

perjudiciales.

Confiabilidad: Mantener normas de honestidad e integridad.

Escrupulosidad: Aceptar la responsabilidad del desempeño personal.

Adaptabilidad: Flexibilidad para reaccionar ante los cambios.

Innovación: Estar abierto y bien dispuesto para las ideas y los enfoques

novedosos y la nueva información.

c) Motivación (Goleman 1998-1999): Una pasión por el trabajo basada en razones

distintas al dinero o al estatus, como la de disfrutar la tarea en sí misma, luchar

por mejorar y alcanzar estándares altos, comprometerse a alcanzar las metas,

tomar la iniciativa y aprovechar las oportunidades siendo optimista, incluso en

presencia de la adversidad. También se necesita ser sensible a aquello que

motiva a los demás si se pretende influir en su conducta tanto si es de forma

individual como grupal. Además, la comprensión de la motivación puede

15

contribuir de una manera muy importante al desarrollo de las propias habilidades

sociales, entre las cuales se incluye la capacidad de tener un efecto positivo en

el comportamiento de los demás, de evitar y resolver conflictos, de vivir y trabajar

en colaboración con la gente, de ejercer el liderazgo y contribuir a la creación y

conservación de equipos humanos efectivos. La motivación se compone de

cuatro aptitudes emocionales:

Afán de triunfo: Afán orientador de mejorar o responder a una norma de

excelencia.

Compromiso: Alinearse con los objetivos de un grupo u organización.

Iniciativa: Disposición para aprovechar las oportunidades.

Optimismo: Tenacidad para buscar el objetivo, pese a los obstáculos y

reveses.

Aptitud Social o Externa: determina el manejo de las relaciones por medio de dos

aptitudes, que al igual que las internas tienen sus propias subdivisiones:

d) Empatía (Goleman 1998-1999): Capacidad de responder a los sentimientos,

necesidades de otros, incluso sin que hayan sido expresados verbalmente. Lo

ideal es poder llegar a aplicar estas habilidades y atributos tanto en un nivel de

grupos y organizaciones, como de una persona a otra. Las personas empáticas

saben escuchar con atención y comprender la perspectiva de los demás, incluso,

posibilita que la persona se lleve bien con personas procedentes de sustratos o

culturas distintas. Los individuos que son insensibles a las emociones interiores

de otros y que no pueden o no quieren considerar otros puntos de vista que no

sean los propios también pueden crear problemas en los grupos, equipos y

organizaciones a los que pertenece. En diversas situaciones, como aquellas que

dependen del funcionamiento grupal efectivo y el trabajo en equipo, las personas

que sólo se interesan en alcanzar metas que son importantes para ellas, pueden

tener un efecto negativo tanto en la moral como en la eficiencia del grupo. Esta

empatía comprende cinco aptitudes emocionales:

16

Comprender a los demás: Percibir los sentimientos y perspectivas ajenas e

interesarse activamente por sus preocupaciones.

Ayudar a los demás a desarrollarse: Percibir las necesidades de desarrollo

de los demás y fomentar su capacidad.

Orientación hacia el servicio: Prever, reconocer y satisfacer las

necesidades del cliente.

Aprovechar la diversidad: Cultivar las oportunidades a través de personas

diversas.

Conciencia política: Interpretar las corrientes sociales y políticas.

e) Habilidades sociales (Goleman 1998-1999): son las habilidades para inducir en

los otros las respuestas deseadas, permitiendo hacer cosas tales como iniciar y

mantener relaciones personales; ser aceptado e integrado en los grupos;

funcionar de manera efectiva como miembros de equipos; influir en las actitudes,

opiniones y comportamiento de los demás; guiar a otras personas y evitar que

ocurran conflictos, o al menos manejarlos con efectividad cuando ocurren. De

este modo, manejar los sentimientos para comportarnos adecuadamente en una

habilidad que se fundamenta en el conocimiento del yo. Así, es probable que

quienes tienen la capacidad de leer sus propias emociones, también sean

capaces de leer las emociones de otras personas. Éstas comprenden ocho

aptitudes emocionales:

Influencia: Implementar tácticas de persuasión efectiva.

Comunicación: Escuchar abiertamente y transmitir mensajes convincentes.

Manejo de conflictos: Manejar y resolver desacuerdos.

Liderazgo: Inspirar y guiar a individuos o grupos.

Catalizador de cambios: Iniciar o manejar los cambios.

Establecer vínculos: Alimentar las relaciones instrumentales.

Colaboración y cooperación: Trabajar con otros para alcanzar objetivos

compartidos.

17

Habilidades de equipo: Crear sinergia para trabajar en pos de las metas

colectivas.

Cherniss, citado por Papalia, Olds y Feldman (2005) indica que destacar al menos en

una competencia en cada una de estas cinco áreas parece ser la clave para tener éxito

casi en cualquier trabajo.

Por otro lado, Ryback (2002), establece que entre las ventajas que aporta la

inteligencia emocional para las personas con independencia de su inteligencia

racional, se encuentran:

a) Conciencia de sí mismo: el agudizar el propio instinto para identificar los propios

sentimientos de manera continua, es clave para tener sensibilidad ante las

emociones de los demás.

b) Capacidad de controlar las emociones: al etiquetar o asignar nombre a los

propios sentimientos, se aporta una sensación de control en la propia vida.

c) Automotivación: descubrir las propias aptitudes para ponerlas a trabajar en

beneficio propio, aporta la visión que se necesita para disponer de condiciones

motivantes de vida, durante el tiempo que se quiera.

d) Habilidades de dirección superiores: comprender e interpretar las emociones de

los demás resulta ventajoso para ganar la confianza, lealtad y devoción de

aquéllos a quienes se guía y dirige.

Para Bolívar (2001) “la clave del éxito del desarrollo de la inteligencia emocional en

la empresa se encuentra en el propio desarrollo personal, en el esfuerzo de cada

uno de los sujetos implicados, a su ritmo y desde la introspección, la toma de

conciencia y la voluntad de cambio y mejora continua de cada uno de ellos. Porque

18

para lograr desarrollar la inteligencia emocional en la empresa, todos (y

especialmente los altos cargos), deben desarrollar la suya propia”. (Internet, ¿Cómo

desarrollar la inteligencia emocional en la empresa? Disponible en: www.arearh.com)

1.4 Las emociones

Según Cooper y Sawaf (1998) la palabra emoción puede definirse simplemente

como la aplicación de “movimiento”, metafórica o literalmente, a sensaciones

básicas. No son en sí mismas ni positivas ni negativas; más bien actúan como la

más poderosa fuente de energía humana, de autenticidad y empuje, y ofrecen un

manantial de sabiduría intuitiva. Las emociones son poderosas organizadoras del

pensamiento y la acción; cuando se reconocen y se guían en forma constructiva,

refuerzan el rendimiento intelectual.

Para Reeve (1994) el concepto de emoción se resiste a encajar dentro de una

definición clara, dado que las emociones pueden ser fenómenos subjetivos,

fisiológicos, funcionales y sociales, y ninguna de estas cuatro perspectivas define la

emoción satisfactoriamente, sino que cada una hace énfasis en un aspecto distinto

del proceso de la emoción, lo que hace a esta el constructo psicológico que liga

estos cuatro aspectos de experiencia en un todo coherente.

Según Goleman (1995: 331 y 332), el término emoción se refiere a un sentimiento y

a los pensamientos, los estados biológicos, los estados psicológicos y el tipo de

tendencias a la acción que lo caracterizan. Existen centenares de emociones y

muchísimas más mezclas, variaciones, mutaciones y matices diferentes entre todas

ellas:

*Ira: rabia, enojo, resentimiento, furia, exasperación, indignación, acritud,

animosidad, irritabilidad, hostilidad y en caso extremo odio y violencia.

19

*Tristeza: aflicción, pena, desconsuelo, pesimismo, melancolía,

autocompasión, soledad, desaliento, desesperación y en caso grave

depresión.

*Miedo: ansiedad, aprensión, temor, preocupación, consternación, inquietud,

desasosiego, incertidumbre, nerviosismo, angustia, susto, terror y en el caso

de que sea psicopatológico fobia y pánico.

*Alegría: felicidad, gozo, tranquilidad, contento, beatitud, deleite, diversión,

dignidad, placer sensual, gratificación, satisfacción, euforia, capricho, éxtasis,

y en caso extremo manía.

*Amor: aceptación, cordialidad, confianza, amabilidad, afinidad, devoción,

adoración, enamoramiento, ágape.

*Sorpresa: sobresalto, asombro, desconcierto, admiración.

*Aversión: desprecio, desdén, displicencia, asco, antipatía, disgusto y

repugnancia.

*Vergüenza: culpa, perplejidad, desazón, remordimiento, humillación, pesar y

aflicción.

Las emociones definen quién se es, tanto desde el punto de vista de la propia mente

como desde el punto de vista de la de otros. La falta o carencia de la habilidad para

manejar las emociones, provoca consecuencias no deseadas para la persona, por

ejemplo la ansiedad, reduce al intelecto, la falta de control en las propias emociones

puede llevar al individuo a reaccionar de la peor manera ante una situación en la que

no sepa cómo manejarse, agrediendo posiblemente con o sin intención. Es aquí

donde el entrenamiento y la educación emocional juegan un papel muy importante

en la vida del ser humano, con el fin de que las emociones no controlen la vida de la

persona, sino a la inversa.

20

Laboralmente, el buen manejo de las emociones también resulta muy importante, ya

que se trabaja primordialmente con seres humanos y la convivencia dentro de una

institución debe permitir a los trabajadores poder manejarse adecuadamente tanto a

nivel personal como social.

1.5 Estrés

Según Fontana (1992), al dar un vistazo al origen de la palabra estrés, parece haber

llegado entre los siglos XII Y XVI del término francés antiguo destresse que significa

ser colocado bajo estrechez u opresión, y en inglés su forma original era distress que

indicaba algo desagradable. En la actualidad, una breve definición que describe el

significado de esta multifacética palabra es: “una exigencia a las capacidades de

adaptación de la mente y el cuerpo” (p.3). Si estas capacidades permiten que la

persona controle tal exigencia y disfrute la estimulación implicada, entonces el estrés

es bienvenido y provechoso, de lo contrario será perjudicial.

Tabin (2007) citando a Lazarus, indica que el término estrés es anterior a su uso

sistemático o científico. Fue utilizado ya en el siglo XVI para expresar dureza,

tensión, adversidad o aflicción, y lo ha definido como un viejo modelo de respuestas

no específico, estereotipado, filogenético, que prepara en primer lugar al organismo

para actividades físicas tales como la lucha y la huida. En la reacción del estrés

participan dos mecanismos fisiológicos de conducción que se complementan

mutuamente: uno es la estimulación nerviosa directa a través del sistema nervioso

vegetativo; el segundo es el indirecto hormonal mediante el círculo regulador,

hipófisis y cápsulas suprarrenales. El estrés es el estado que se manifiesta como un

síndrome específico completo por todas las variaciones no específicas provocadas

dentro de un sistema biológico, que trastornan el equilibrio personal.

21

Según Troch (1982), el término estrés fue introducido en la medicina por Selye en

1949, y debía ser como un común denominador de todas las reacciones de

acomodación del cuerpo o como reacción atípica del cuerpo a cada exigencia que le

fuera planteada. En una descripción más detallada Selye refiere al estrés como el

estado que se manifiesta como un síndrome específico compuesto por todas las

variaciones no específicas provocadas dentro de un sistema biológico. Selye a su

vez, aprovechó en gran medida las investigaciones realizadas por Walter Cannon

que partió de la suposición de que toda la vida humana quiere conservar un

equilibrio interior, la llamada “homeostasis”. Cuando ésta sufre trastornos se ponen

en marcha los procesos de acomodación endocrinos y vegetativos. Ambos

concibieron el estrés como una reacción del organismo acosado por las demandas

del entorno y los agentes nocivos.

Citado por Lazarus y Folkman (1986), en 1936 Selye utilizó el término estrés en un

sentido muy especial, definiéndolo como el conjunto coordinado de reacciones

fisiológicas ante cualquier forma de estímulo nocivo, incluidas las amenazas

psicológicas; una reacción que él llamó Síndrome General de Adaptación. En efecto,

el estrés no era una demanda ambiental, sino un grupo universal de reacciones

orgánicas y de procesos originados como respuesta a tal demanda.

Asímismo, Selye distinguió entre dos formas de estrés, la positiva y la negativa: la

primera la llama eustrés y la segunda distrés. Cuando las respuestas del organismo

son adecuadas en relación a las demandas y se consume biológica y físicamente la

energía dispuesta por el síndrome general de adaptación, se da el eustrés. Cuando,

por el contrario, las respuestas han resultado ineficientes o exageradas en relación a

la demanda, y no se consume la energía mencionada, se produce el distrés, que por

su permanencia o intensidad produce el síndrome de adaptación general.

Asturias (2002) refiere que en este sentido, Wetmore declaró que aceptar la

existencia de un estrés positivo y un estrés negativo sería aceptar una teoría llena de

22

vacíos. Hace notar que puede que exista algún beneficio positivo en el estrés que

mejore el rendimiento, pero en la mayor parte de los casos, el estrés es

definitivamente negativo. También afirmó que el estrés es mayormente un fenómeno

interno, causado por la forma en que las personas se relacionan con el mundo y los

eventos que lo rodean. Cuando existe una desconexión entre las expectativas de las

personas y su propia realidad; cuando la realidad no va acorde con una expectativa

se crea desaliento y esto ocasiona el estrés.

Para Martínez (2004:4), todas las personas oyen y utilizan la palabra estrés y otros

términos relacionados como miedo, ansiedad, angustia, fatiga o depresión, pero es

difícil, delimitar claramente cuál es el significado, el alcance y las consecuencias de

estos conceptos. Así, los términos de estrés, ansiedad y miedo se entremezclan en

el lenguaje cotidiano, son conceptos polisémicos que describen situaciones y

estados psicológicos y psicobiológicos diferentes pero relacionados entre sí:

a) Miedo: concepto central en el estrés y en la ansiedad. Se trata de una

reacción emocional, en principio normal, que protege a la persona de los

acontecimientos amenazantes y potencialmente dañinos a los que se ve

expuesta a lo largo de su vida.

b) Ansiedad: en general, se refiere a un estado de activación o agitación

exagerada que aparece en el individuo como reacción ante

acontecimientos externos o, de forma endógena, asociado a sentimientos

y pensamientos del propio individuo. Es un tipo de miedo irracional no

justificado. Cuando la ansiedad está ligada a un agente externo que la

provoca o la desencadena, y este es prolongado o intenso se habla

entonces de estrés.

Según Goldberg y Selye (1979), el estrés es un síndrome que provoca una respuesta

no específica del organismo a toda demanda que se le haga. Para estos autores las

personas reaccionan al estrés físico y psicológico en tres etapas que denominaron

23

Síndrome General de Adaptación. Estas tres etapas son la de reacción de alarma, la

resistencia y una etapa final de agotamiento. La etapa de alarma constituye la

primera respuesta al estrés y comienza cuando el cuerpo reconoce algún estresor

físico o psicológico. En la etapa de resistencia los síntomas psicosomáticos y otros

signos se manifiestan a medida que se lucha contra la desorganización psicológica.

Y en la última etapa, agotamiento, la persona usa sus mecanismos de defensa de

manera cada vez más ineficiente en un intento de controlar el estrés.

En este sentido, Cannon citado por Landy y Conte (2005) refiere que la reacción

pelear o volar (reacción de emergencia expresión acuñada por Cannon en 1929)

surge en respuesta al tipo de estrés que ocurre repentinamente y que tiende a durar

sólo un lapso corto de tiempo –estrés episódico o agudo- mientras que el Síndrome

General de Adaptación de Selye sigue el curso de la respuesta del cuerpo ante el

estrés por un período más largo.

Para Peiró (1999:12), el término estrés se refiere a un fenómeno adaptativo de los

seres humanos que contribuye, en buena medida, a su supervivencia, a un

adecuado rendimiento en sus actividades y a un desempeño eficaz en muchas

esferas de la vida. Según este concepto, Cox y Mackay definen el estrés en función

de que lo conceptualicen como estímulo, respuesta, percepción o transacción:

a) Estrés es la fuerza o el estímulo que actúa sobre el individuo y que da

lugar a una respuesta.

b) Estrés es la respuesta fisiológica o psicológica del individuo ante un

determinado estímulo ambiental o estresor

c) Estrés es la percepción que surge de procesos perceptuales y cognitivos

que pueden producir secuelas fisiológicas o psicológicas

24

d) Estrés es la transacción que atiende la peculiar relación entre la situación

ambiental y las capacidades del individuo para afrontar tal situación a lo

largo del tiempo

1.6 Factores que producen estrés

Morris (2005), definió los estresores como los acontecimientos o circunstancias que

generan estrés, variando estos en intensidad y duración. Determinó los siguientes

factores como fuentes que provocan estrés en las personas:

Cualquier suceso, bueno o malo, que ocasiona cambios en la existencia

será percibido como productor de estrés. El carácter de estrés de varias

situaciones se determina por el grado de cambio que requieren.

Nimiedades definidas como malestares, irritaciones y frustraciones

insignificantes.

Presiones, fuente de estrés muy común, y se definen como sensaciones

que es preciso acelerar, intensificar o cambiar la dirección de la conducta o

bien alcanzar niveles superiores de rendimiento.

Frustraciones se definen como fuente de estrés y reacción emocional que

se presenta cuando a alguien se le impide alcanzar una meta, entre ellas:

demoras, falta de recursos, pérdidas, fracaso y discriminación.

Conflictos, los cuales se definen como la existencia simultánea de

exigencias, oportunidades, necesidades o metas incompatibles.

Desempleo, fuente más importante de estrés y que se da en tres etapas:

Primero viene un período de relajación y alivio; luego se da un optimismo

constante en donde se busca incesantemente un nuevo trabajo; después

se presenta un período de vacilación y duda, y por último se llega a un

período de malestar y cinismo, donde la persona simplemente se da por

vencida.

25

Divorcio y Separación, que constituyen uno de los más poderosos

estresores y una de las razones más frecuentes que impulsan a buscar

psicoterapia.

Duelo, el cual es definido como un aturdimiento inicial y meses de pena en

que la ira, la desesperación, el dolor y anhelo, la depresión y la apatía

aparecen al mismo tiempo.

Combate, en el cual el primer signo de desintegración del autocontrol

puede ser el llanto por una frustración pequeña o tener una explosión de

ira ante un comentario inofensivo.

Por otro lado, Lazarus y Cohen, citados por Lazarus y Folkman (1986), hablaron de

tres tipos de acontecimientos: cambios mayores que a menudo se refieren a

cataclismos y afectan a un gran número de personas; cambios mayores que afectan

sólo a una persona o a unas pocas, y en tercer lugar los ajetreos diarios. Los

acontecimientos estresantes pueden hallarse fuera de control del individuo o puede

ocurrir que estén fuertemente influidos por éste.

Cárdenas (2007) citando a Bensabat y a Wilkinson, refiere que los agentes

productores de estrés son aquellos que provocan el síndrome general de adaptación,

sin importar que el agente sea en potencia productor directo, de naturaleza física o

emocional. Todo cambio importante tiene que equilibrarse con capacidad de

sobrellevar esa transformación en el momento que ocurre. Si se dan muchos

cambios a la vez o estos son demasiado bruscos, pueden constituir una importante

causa del estrés. En esos casos las exigencias se superan; por lo general cuantas

más circunstancias estresantes transcurran en un período determinado y cuanto más

alto sea el nivel combinado, más probable será que se sufra estrés físico o

emocional como respuesta. La severidad del estrés suele estar relacionada con la

importancia de las situaciones y los cambios experimentados.

26

El estrés es un proceso fisiológico normal de estimulación de respuesta

indispensable para la vida y el funcionamiento del cerebro y de los distintos órganos.

Toda actividad física o psíquica es teóricamente un factor de estrés. Para Ivancevich

y Matteson (1992), la activación de los mecanismos de defensa del organismo no

constituyen la única consecuencia del contacto con un estresor. Los efectos o

consecuencias del estrés pueden ser muy diversos y numerosos; algunos son

resultado del estrés mismo, otros simplemente se relacionan en forma hipotética con

tal fenómeno. Muchos son disfuncionales, provocadores de desequilibrio y

potencialmente peligrosos. En este sentido Cox (1978) citado por Ivancevich y

Matteson (1992:27 y 28), ofrece una taxonomía de las consecuencias del estrés, que

abarca:

a) Efectos subjetivos: ansiedad agresión apatía, aburrimiento, depresión, fatiga,

frustración, culpabilidad y vergüenza, irritabilidad y mal humor, melancolía,

poca autoestima, amenaza y tensión, nerviosismo y soledad

b) Efectos conductuales: propensión a sufrir accidentes, drogadicción, arranques

emocionales, excesiva ingestión de alimentos o pérdida de apetito, consumo

excesivo de bebida o de cigarrillos, excitabilidad, conducta impulsiva, habla

afectada, risa nerviosa, inquietud y temblor.

c) Efectos cognoscitivos: incapacidad para tomar decisiones y concentrarse,

olvidos frecuentes, hipersensibilidad a la crítica y bloqueo mental.

d) Efectos fisiológicos: aumento de catecolaminas y corticoesteroides de la

sangre y la orina, elevación de niveles de glucosa sanguíneos, incremento del

ritmo cardiaco y de la presión sanguínea, sequedad de la boca, exudación,

dilatación de las pupilas, dificultad para respirar, escalofríos, nudo en la

garganta, entumecimiento y escozor en las extremidades.

27

1.7 Estrés Laboral

Cada año miles de personas experimentan estrés a causa de acontecimientos

laborales. El estrés laboral puede provenir de un sentido general de vulnerabilidad

ante la probabilidad de permanecer o mantener nuestro puesto de trabajo, tener

que negociar un aumento de sueldo, ser promocionado o ser olvidado a la hora de

las promociones, mantener una sobrecarga laboral, experimentar un conflicto de rol

en el puesto de trabajo. Por otro lado, un trabajo sin estrés puede parecer

estupendo pero puede acabar siendo paradójicamente estresante si no hay un

mínimo de estrés, de activación, se puede tornar aburrido y poco estimulante.

Martínez (2004) en su recorrido por las fuentes del estrés laboral, refiere el Burnout o

“estar quemado en el trabajo”, como uno de los resultados negativos más

importantes del estrés. Dicho término fue introducido por Freudenbergen en 1974, y

lo definió como “el hecho de sucumbir, de estar gastado o agotado en respuesta a

excesivas demandas de energía, de fuerza o de recursos” que se producen en

determinadas profesiones de servicios o ayuda. Es el síndrome de desgaste

profesional que se manifiesta en personas sometidas a un estrés emocional y

cognitivo crónico debido a ciertos factores laborales, cuyos rasgos principales son el

agotamiento físico y psíquico, actitud fría y despersonalizada en la relación hacia los

demás y sentimientos de insatisfacción personal hacia las tareas que se han de

realizar.

Según Velásquez (2005) el concepto de estrés laboral podría ser definido como “un

estado psicológico que es parte y reflejo de un proceso de interacción entre la

persona y su entorno laboral” (p.69). La exposición a factores de riesgo psicosocial

puede tener como resultado la experiencia del estrés laboral.

Por otro lado, hace ver que la Comisión Europea en una estrategia comunitaria de

seguridad y salud en el trabajo para los años 2002-2006, se remite a una encuesta

28

de población activa llevada a cabo en 1999, en la que se estimaba que las

enfermedades causadas por estrés, son causantes del 28% de los problemas de

salud asociados con el trabajo, siendo la frecuencia de estas patologías dos veces

superior en los sectores de la educación, servicios sociales y de salud. Estudios

posteriores de la UE estiman que casi un tercio de los trabajadores están afectados

por estrés, lo que representa un costo estimado de 20 billones de euros, y demuestra

que el estrés no es solamente un problema de países desarrollados, sino que se

puede manifestar con fuerza en países en vías de desarrollo.

Por su lado, Slipak (1996), afirmó que para forjar el concepto de estrés y hacerlo

aplicable al lugar de trabajo, este podría definirse como un desequilibrio percibido

entre las demandas profesionales y la capacidad que tiene la persona para llevarlas

a cabo. De igual manera se deben considerar todos los factores profesionales,

sociales, familiares y personales que determinan la respuesta al estrés.

En general, puede decirse que el estrés laboral surge de un desajuste entre el

individuo y su trabajo, esto es entre sus capacidades y las exigencias del empleo. El

lugar de trabajo es un complejo sistema social en el que tanto para el estrés como

para la satisfacción laboral cuentan las relaciones entre una serie de factores que se

consideran como fuentes de estrés laboral.

Sloan y Cooper citados por Martínez, (2004), definen seis fuentes típicas de estrés

laboral:

a) Las condiciones físicas del trabajo son uno de los aspectos más evidentes a la

hora de evaluar las fuentes del estrés: temperatura, la pureza del aire, el

espacio físico, la luminosidad, el ruido o las derivadas del mobiliario o de las

máquinas e instrumentos de trabajo. Las medidas preventivas y las

inspecciones disponen de indicadores que permiten conocer el grado de

salubridad del empleo, el grado de penosidad o peligrosidad que pueden

encerrar y sus posibles repercusiones. Sin embargo, esta situación no está

29

tan clara cuando se pasa a hablar de otros agentes que pueden causar

estrés.

b) La distribución temporal del trabajo y la velocidad a la que se completa son

factores muy importantes: duración, distribución a lo largo del día, trabajo

nocturno o el trabajo por turnos. La exigencia continua de completar tareas en

un tiempo limitado o escaso es un importante factor de estrés. Dependiendo

del empleo, el trabajador tiene más o menos flexibilidad para ordenar

temporalmente los procesos o las tareas que puede hacer y administrar las

pausas, por lo que puede aprovechar estas circunstancias y distribuir y

ordenar sus tareas de la manera que le sea más ventajosa o más fácil

realizarlas. Los factores de personalidad desempeñan un papel importante,

de forma que hay individuos que se sienten cómodos realizando tareas con

límites de tiempo ajustados. Las condiciones del trabajo por turnos pueden

suponer un factor de estrés y, a menudo, son el origen de trastornos del

sueño y de sus consecuencias.

c) La demanda o carga de trabajo y, obviamente, la sobrecarga es una de las

fuentes más frecuentes de estrés. Puede tratarse de una demanda excesiva ,

hablando en términos de cantidad de trabajo o de una demanda relacionada

con la calidad del mismo, cuando este es muy difícil o de mucha

responsabilidad. La carga cuantitativa es equiparable al estrés cotidiano del

que se quejan muchas personas y equivale a estar fatigado o a estar “hasta el

cuello” de trabajo. La sobrecarga cualitativa es más subjetiva de evaluar y si

no está reglamentada, implica juicios de valor acerca de lo que alguien está

capacitado o no para asumir. Las exigencias del trabajo vienen de la mano de

la búsqueda de una mayor productividad y calidad, del ajuste a nuevas

normas, de adaptación al uso de nuevas tecnologías que frecuentemente

conllevan cambios en los procedimientos y la necesaria adopción de los

mismos por parte del empleado.

30

d) El nivel ocupacional y de las tareas que desempeña el trabajador, es otra

fuente de estrés derivada del ámbito genérico, y se relaciona con las

demandas o exigencias del rol, de cual es su papel en la empresa, de lo que

tienen o no tienen que hacer, o de dónde termina el ámbito de su

responsabilidad. Estos aspectos están relacionados con características

intrínsecas a las relaciones interpersonales como son la ambigüedad y el

conflicto de roles. La falta de definición de las tareas a realizar lleva a la

ambigüedad de rol, de forma que el empleado no sabe qué tiene que hacer o

qué se espera de él, porque tiene información insuficiente. Para Sloan y

Cooper, el estrés derivado del rol se relaciona con las expectativas

interpersonales. La ambigüedad o información insuficiente transmitida por los

jefes y percibida por los empleados, en suma la falta de claridad o de

transparencia, es un factor de estrés. La comunicación interna en la empresa

desempeña un papel esencial en reducir la fuente de estrés provocada por la

falta de claridad y por la ambigüedad.

e) Las relaciones sociales en el trabajo son otro factor de estrés laboral. Las

relaciones personales son muy importantes, y dentro de ellas destacan los

conflictos personales como factor estrés. Por el contrario, el apoyo social y

las relaciones sociales proporcionan recursos para adaptarse a las situaciones

estresantes, generan lazos emocionales y fomentan las habilidades para

afrontar el estrés. La cohesión grupal contrarresta los efectos negativos de la

ambigüedad y del conflicto de rol. El factor social más importante es la falta

de comunicación o el apoyo del supervisor, que cuando no existe o se

deteriora puede ser una fuente principal de estrés. A veces se manifiesta en

la falta de reconocimiento y de valoración de las tareas hechas cuando estas

exigen un esfuerzo especial. En otros casos la fuente de estrés laboral es un

excesivo entrometimiento o crítica de la labor del trabajador. La falta de

relaciones personales en el trabajo, el aislamiento social y la falta de apoyo

que conlleva es un estresor importante que las propias habilidades sociales

pueden atenuar. Unas habilidades dependen de la persona, ya que hay quien

31

es más extrovertido o tiene “don de gentes”, y otras pueden aprenderse en el

puesto de trabajo o fuera de él. La formación en habilidades de

comunicación, liderazgo, solución de conflictos y negociación tienen su lugar

en las actividades de desarrollo profesional y deben incluirse en los planes de

formación de las empresas.

f) Frente a la estructura de la organización, que tiene su influencia, el clima

laboral, clima organizacional o psicológico de la empresa es un factor, muchas

veces subjetivo, que influye en el estrés laboral. Frecuentemente depende de

cómo le va a cada cual en la organización. Determina procesos internos de

trabajo y de funcionamiento. Está muy afectado por el estilo de gestión de los

directivos y por lo tanto es uno de los ámbitos de actuación de la empresa que

puede influir, hasta cierto punto, en la satisfacción laboral y en prevenir o

aliviar el nivel de estrés de los trabajadores. Algunos factores que influyen en

el clima organizacional son:

Tamaño de la organización

Tipo de negocio, actividad

Estrategia general

Cultura corporativa

Historia y antecedentes corporativos de trato al empleado

También se menciona como factor de estrés una estructura empresarial

excesivamente jerárquica o autoritaria, a veces hasta agresiva, con sistemas de

toma de decisiones poco participativos y con pobre comunicación interna. Otros

factores tienen que ver con la propensión y disposición al cambio en la empresa y a

que los cambios sean aceptados o asumidos fácilmente por los empleados. La

forma en que se supervisa, se monitoriza o se controla el rendimiento del empleado

es importante, ya que hay que evitar que éste se sienta “vigilado”.

32

Castillo (2009) citando a Melgosa, considera las causas del estrés laboral como de

naturaleza externa o interna, por lo que se puede decir que cuando los agentes

externos o ambientales son excesivamente fuertes hasta los individuos mejor

capacitados pueden sufrir estrés laboral y cuando un trabajador tiene una

personalidad muy débil aún los agentes estresantes suaves le ocasionarán

trastornos moderados.

Barrientos (2012) citando a Fainstein, indica que las principales fuentes que causan

estrés en los empleados, se dividen en: factores organizacionales y factores del

entorno no laboral.

De acuerdo con Feldman (2006), el estrés es una parte normal de la vida, y no por

fuerza una parte del todo mala. Por ejemplo, sin estrés, quizá un individuo no se

sintiera lo bastante motivado para realizar las actividades que necesita llevar a cabo.

Sin embargo, también está claro que demasiado estrés perjudica la salud física y

psicológica.

Actualmente ha surgido una gran cantidad de información con respecto al rol que

juegan las emociones en el diario vivir, y es así como surge el concepto de

inteligencia emocional para graficar lo esencial que estas resultan ser. Las normas

que gobiernan el mundo laboral están cambiando, pues ahora no sólo se juzga a los

individuos por lo más o menos inteligentes que puedan ser, ni por su formación o

experiencia, sino también por el modo en que se relacionan entre ellos mismos y con

los demás. Por ello, las condiciones intelectuales no son la única garantía de éxito

en el ámbito profesional del trabajo, sino tan sólo un factor, que unido a las

necesidades emocionales cubiertas del personal, desarrollará el desempeño y los

resultados de todo directivo y trabajador, motivándolo emocionalmente a ser

productivo.

Derivado de esto, se les ha dado a los factores emocionales la importancia debida,

incluyéndolos en el óptimo desempeño de las actividades profesionales, donde las

personas como individuos, líderes, gerentes o empleados, tienen sus diferencias en

33

muchos aspectos y áreas, pero como seres humanos están dentro de los principios

de la inteligencia emocional.

Es indispensable recordar, que ante todo las empresas se encuentran conformadas

por seres humanos, que tienen necesidades y metas, las cuales algunas veces

aceptan, o no racionalmente. Una de las necesidades principales es llenar ese vacío

personal de emociones, sentimientos y necesidades, ya que esto determina y

organiza todos los procesos mentales y comportamiento total orientándolo a la

motivación al logro en beneficio de la organización.

De la misma manera como en la actualidad se le ha prestado mucha atención a la

inteligencia emocional, así el estrés laboral constituye uno de los principales

problemas que afectan a una proporción muy sustancial de la población trabajadora.

Igualmente elevado es el número y la gran diversidad de padecimientos físicos y

psicológicos conexos al estrés, pudiendo éste originar cambios fisiológicos

perjudiciales en el cuerpo humano y llegar a agotar sus reservas de energía, y

cuando se prolonga largo tiempo causa enfermedades psicosomáticas. Es por ello

que las organizaciones deben de incrementar su interés no sólo por la satisfacción

de sus empleados, sino también por la salud de los mismos.

Sin embargo, el estrés es un fenómeno adaptativo de los seres humanos que

contribuye a la supervivencia, a un adecuado rendimiento en sus actividades y a un

desempeño eficaz en muchos aspectos de la vida. Lo negativo es que estas

experiencias estén sobrecargadas de presión y de demandas excesivas, y que la

persona las maneje sin tener los recursos adecuados y sin saber cómo hacerlo,

haciendo sufrir tanto a la persona en sí como a la organización misma,

produciéndose situaciones como el ausentismo y la rotación de personal entre otras.

Así también, no todos los puestos de trabajo tienen la misma carga de estrés y las

fuentes de tensión difieren dependiendo de las funciones que desempeñe el

individuo, por lo que si se consigue reconocer los estímulos que son negativos para

las personas, también se puede cambiar la forma de enfrentarlos. Por ello es

34

importante tomar en cuenta que el estrés laboral se regula mejor de modo

preventivo, de ahí la importancia de reconocer las situaciones problemáticas que lo

están produciendo.

35

II. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

La inteligencia emocional es una forma de interactuar con el mundo y se refiere a

una capacidad compleja integrada por un sistema de actitudes y habilidades que

afectan de manera directa al éxito, así como la satisfacción personal y social de

los empleados dentro de cualquier organización. Es importante tener presente

que poseer una adecuada inteligencia emocional es indispensable y primordial,

considerándola como la base para el desarrollo e implementación de

comportamientos eficaces. Así, un buen nivel de inteligencia emocional en los

colaboradores puede contribuir a que exista una mejor comunicación y

comprensión entre jefes y subalternos. Sin embargo, la diaria y continua

convivencia laboral, la remuneración económica, la toma de decisiones, el

esfuerzo y empeño volcados hacia el logro de metas y objetivos comunes, son

situaciones generadoras de estrés. Es por ello que en la actual investigación se

plantea lo siguiente:

¿Cuál es la relación entre el nivel de inteligencia emocional y el nivel de estrés en

los mandos medios del área administrativa de una institución bancaria

guatemalteca?

2.1 Objetivos

2.1.1 Objetivo General

Determinar la relación entre el nivel de inteligencia emocional y el nivel de estrés

en los mandos medios del área administrativa de una institución bancaria

guatemalteca.

36

2.1.2 Objetivos Específicos

-Identificar el nivel de inteligencia emocional en los mandos medios del área

administrativa de una institución bancaria guatemalteca.

-Determinar el nivel de estrés en los mandos medios del área administrativa de

una institución bancaria guatemalteca.

2.2 Variables

-Nivel de Inteligencia emocional

-Nivel de Estrés

2.3 Definición de Variables

2.3.1 Definición Conceptual

a) Inteligencia Emocional

Goleman (1999) señala que “el término inteligencia emocional se refiere a la

capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos, los sentimientos de los

demás, motivarnos y manejar adecuadamente las relaciones que sostenemos

con los demás y con nosotros mismos. Se trata de un término que engloba

habilidades muy distintas -aunque complementarias- a la inteligencia académica,

la capacidad exclusivamente cognitiva medida por el cociente

intelectual…”(p.430)

37

b) Estrés

Reeve (1994) citando a Holmes define el estrés como un acontecimiento estímulo

que requiere una adaptación por parte del individuo. Así, como estímulo, el estrés

es cualquier circunstancia que de forma inusual o extraordinaria le exige al

individuo un cambio en su modo de vida habitual.

2.3.2 Definición Operacional

a) Inteligencia Emocional

Para efectos de esta investigación es el resultado de determinar los niveles de

inteligencia emocional de los mandos medios del área administrativa de una

institución bancaria guatemalteca, utilizando para ello, el Cuestionario CTI

elaborado por Seymour Epstein y publicado en el 2001 por TEA Ediciones, que

presenta en forma jerárquica escalas y subescalas de pensamiento constructivo

global.

b) Estrés

Para efectos de esta investigación es el resultado de determinar los niveles de

estrés de los mandos medios del área administrativa de una institución bancaria

guatemalteca, utilizando para ello, la Escala General de Apreciación del Estrés

(EAE-G) y elaborado por J.L. Fernández Seara y N. Mielgo y publicado en el 2001

por TEA Ediciones, que abarca 4 temáticas: salud, relaciones humanas, estilo de

vida y asuntos laborales y económicos.

38

2.4 Alcances y Límites

El presente estudio se realizó en una institución bancaria guatemalteca y está

dirigido a los mandos medios del área administrativa, con el fin de determinar si

existe correlación entre el nivel de inteligencia emocional que poseen dichos

mandos con el nivel de estrés que manejan. En la selección del grupo objeto de

estudio, las personas cuentan con un nivel académico superior a nivel de

licenciatura y/o maestría, sin hacer distinción de género, estado civil o edad.

Se considera que los resultados que se obtengan con el presente estudio pueden

generalizarse a los mandos medios de otras áreas de la institución como: área

económica, financiera y jurídica, ya que únicamente se tomó como muestra

representativa los mandos medios del área administrativa que posean diez o más

años de servicio en la institución, no siendo aplicable a otras personas que

ocupen categorías de subalternos.

2.5 Aporte

Esta investigación constituye un aporte inicial para los directivos de la institución

bancaria objeto de estudio, ya que brindará información relevante sobre la

importancia de la inteligencia emocional y sus efectos en el estrés que manejan

sobre todo las personas encargadas de dirigir y orientar personal a su cargo

como lo son los mandos medios que constituyen el enlace entre los mandos

superiores y los subalternos encargados de realizar las funciones que se les

deleguen. Así mismo, les permitirá tener una visión clara de cómo a través de la

inteligencia emocional se pueden solucionar muchos inconvenientes que

usualmente pueden llegar a afectar a los empleados en la realización de sus

labores, haciendo que no rindan lo esperado y poder solventar estos

39

inconvenientes creando un ambiente óptimo de trabajo tanto para la institución

como para los empleados.

Por otro lado, esta investigación podría reafirmar la positiva influencia y relación

de la inteligencia emocional como valiosa herramienta en el manejo y control del

estrés, el eficiente desempeño laboral, la adecuada toma de decisiones, y la

mejora en el clima organizacional.

40

III. MÉTODO

3.1 Sujetos

La presente investigación se llevó a cabo en una institución bancaria

guatemalteca creada en 1944 con la finalidad de constituirse en una opción

monetaria, cambiaria y crediticia para la población. Dicha institución cuenta

actualmente con 735 empleados que han sido seleccionados del mercado laboral

con el propósito que desarrollen y permanezcan en la institución por un período

prolongado de tiempo para realizar distintas funciones de acuerdo a su categoría.

Están distribuidos en cuatro grandes áreas: económica, financiera, jurídica y

administrativa. La muestra que se utilizó en este estudio está integrada por 40

personas que conforman los mandos medios del área Administrativa. Todos los

sujetos son mayores de edad, de ambos sexos, con un nivel académico a nivel

de licenciatura y/o maestría y con un mínimo de servicio en la institución de 10

años.

SEXO No. DE

EVALUADOS EDAD

No. DE EVALUADOS

TIEMPO DE SERVICIO

No. DE EVALUADOS

F 13 35-45 27 10-20 12

M 27 45-55 13 20-30 28

3.2 Instrumento

Para llevar a cabo el trabajo de campo de la presente investigación se utilizó para

evaluar la inteligencia emocional, el Inventario de Pensamiento Constructivo CTI

elaborado por Seymour Epstein y adaptado en 2001 por TEA ediciones. Es un

valioso y efectivo instrumento para la evaluación y predicción de muchas

habilidades y reacciones adaptativas necesarias para el éxito en la vida. Evalúa

41

el pensamiento constructivo, también denominado inteligencia experiencial, un

ámbito estrechamente ligado a la inteligencia emocional. Mediante la evaluación

de los pensamientos diarios automáticos, constructivos o destructivos, que las

personas tienen, permite predecir un amplio conjunto de ámbitos tales como: la

eficacia en el puesto de trabajo, el éxito académico, la capacidad de liderazgo, la

capacidad para afrontar el estrés, el ajuste emocional o el bienestar general físico

y mental.

Este inventario consta de 108 preguntas que describen ciertos componentes,

creencias o sentimientos que el examinado deberá leer cuidadosamente para

luego marcar la alternativa que refleje mejor su forma de pensar o actuar de

acuerdo a cinco opciones presentadas en una escala de Likert y que son: A)

Total desacuerdo; B) En desacuerdo; C) Neutral; D) De acuerdo; E) Totalmente

de acuerdo. Además, está jerárquicamente organizado y ofrece información en

tres niveles de generalidades:

1. Escala global compuesta por elementos procedentes de otras escalas del CTI.

2. Seis escalas principales que miden las formas básicas de pensamiento

constructivo o destructivo (emotividad, eficacia, rigidez, pensamiento

supersticioso, pensamiento esotérico e ilusión).

3. Quince subescalas o facetas que describen modos específicos de

pensamiento constructivo o destructivo (pensar positivamente, aferrarse a

acontecimientos desafortunados del pasado, clasificar a la gente o a los

hechos de modo categórico o pensar en formas que favorecen o interfieren en

una actuación eficaz).

Para evaluar el estrés se utilizará la escala EAE-G (Escala General del Estrés) la

cual forma parte de la batería de escalas independientes EAE (Escalas de

Apreciación del Estrés) elaborada por J.L.Fernández Seara y M. Mielgo y

publicada en el 2001 por TEA ediciones. La escala consta de 53 elementos

42

distribuidos en 4 temáticas: salud, relaciones humanas, estilo de vida y asuntos

laborales y económicos.

3.3 Procedimiento

a. Se solicitó autorización a la institución bancaria guatemalteca objeto de

estudio para realizar la presente investigación.

b. Se seleccionó a la población de estudio y se calculó la muestra a utilizar, para

obtener la información que sirvió para realizar el análisis de la investigación.

c. Se procedió a evaluar a los mandos medios con el CTI para conocer su nivel

de inteligencia emocional y con el EAE-G para obtener el nivel de estrés que

manejan.

d. Se corrigieron las pruebas de inteligencia emocional y de estrés.

e. Se elaboraron tablas y gráficas de presentación de resultados para la

interpretación de la información obtenida de los participantes.

f. Se aplicó el método estadístico para realizar el análisis e interpretación de los

resultados de las pruebas.

g. Al finalizar se discutieron los resultados obtenidos comparándolos con los

diversos autores citados como referencias de la presente investigación.

h. Se desarrollaron conclusiones y recomendaciones de los resultados del

estudio.

3.4 Tipo de investigación y metodología estadística

La presente investigación es de tipo descriptiva-correlacional ya que se desea

estudiar e interpretar la variable de estudio la cual es inteligencia emocional con

la variable relacionada que es el estrés en los mandos medios del área

administrativa de una institución bancaria guatemalteca. Según Hernández,

Fernández y Baptista (2003), este tipo de investigaciones miden o evalúan

diversos aspectos, dimensiones o componentes del fenómeno a investigar.

43

Desde el punto de vista científico, describir es medir. En un estudio descriptivo

se selecciona una serie de cuestiones y se mide cada una de ellas

independiente, para así describir lo que se investiga.

Así también Achaerandio (2003) definió a la investigación descriptiva como el tipo

de investigación “que estudia, interpreta y refiere lo que aparece (fenómenos), y

lo que es (relaciones, correlaciones, estructuras, variables independientes y

dependientes). La investigación descriptiva, así entendida, es típica de la

ciencias sociales: examina sistemáticamente y analiza la conducta humana

personal y social en condiciones naturales, y en los diferentes ámbitos” (p. 19).

La investigación descriptiva abarca todo tipo de recogida científica de datos, con

el ordenamiento, tabulación, interpretación y evaluación de éstos.

La metodología estadística a emplear en esta investigación será el coeficiente de

correlación de Pearson que es una prueba estadística para analizar la relación

entre dos variables medidas en un nivel por intervalos o de razón, se simboliza “r”.

Este coeficiente se calcula a partir de las puntuaciones obtenidas en una muestra

en dos variables. Se relacionan las puntuaciones obtenidas de una variable con

las puntuaciones obtenidas de otra variable, en los mismos sujetos. Se utilizó

dicha fórmula de Windows 7 en el Programa de Excel.

44

IV. PRESENTACIÓN Y ANÁLISIS DE RESULTADOS

A continuación se presentan los resultados obtenidos del trabajo de campo realizado

en la institución bancaria a los mandos medios del área administrativa. Para poder

llevar a cabo dicho trabajo, se administró el test Inventario de Pensamiento

Constructivo (CTI) para determinar el nivel de inteligencia emocional y el test Escalas

de Apreciación del Estrés (EAE) en la escala general para conocer los niveles de

estrés percibido por dichos mandos.

Resultados Apreciados sobre Inteligencia Emocional Las puntuaciones directas de la escala pensamiento constructivo global de la prueba

CTI, se clasificaron de la siguiente manera, tomando en cuenta los valores mínimos y

máximos, presentados en el cuadernillo de correcciones del CTI:

VALORES-MÍNIMOS Y MÁXIMOS

INTENSIDAD DE APRECIACIÓN DE INTELIGENCIA EMOCIONAL

De 29 a 67 "Bajo"

De 68 a 106 "Medio"

De 107 a 145 "Alto"

45

TABLA No. 1

PD

INTELIGENCIA

EMOCIONAL

CTI

1 VH  104 Medio

2  JL 111 Alto

3  MJ 118 Alto

4  AC 119 Alto

5  NL 110 Alto

6  SH 122 Alto

7  EV 99 Medio

8  CF 105 Medio

9  GM 93 Medio

10  RQ 104 Medio

11  EA 112 Alto

12  PE 122 Alto

13  SR 119 Alto

14  CA 130 Alto

15  LC 111 Alto

16 MA  121 Alto

17  RL 127 Alto

18  NG 115 Alto

19  MC 114 Alto

20  ER 98 Medio

21  WL 120 Alto

22  MM 113 Alto

23  LL 130 Alto

24  WR 116 Alto

25  EM 115 Alto

26  LM 124 Alto

27  AG 123 Alto

28  OU 104 Medio

29  IC 112 Alto

30  KR 118 Alto

31  MR 81 Medio

32  CA 108 Alto

33  RG 113 Alto

34  JR 126 Alto

35  ER 96 Medio

36  CI 119 Alto

37  WB 108 Alto

38  JR 113 Alto

39  EP 135 Alto

40  EC 120 Alto

No. SUJETO NIVEL

46

En la tabla No. 1 se muestran los resultados obtenidos, tras administrar el test CTI a

los 40 mandos medios del área administrativa, lo cual significa que a nivel general

dichos mandos evidencian un alto grado de inteligencia emocional, teniendo como

puntaje directo más bajo 81 y el más alto 130 como se evidencia en la gráfica.

TABLA No. 2

Cualitativo (Según escala) No. de Sujetos Porcentaje

Alto 31 78%

Medio 9 22%

Bajo 0 0%

TOTAL 40 100%

En la tabla No. 2 se encuentran los resultados de apreciación de inteligencia

emocional donde se puede observar los resultados categorizados según la escala:

“Alto”, “Medio” y “Bajo”. La mayoría de la población (78%) se concentró en el nivel

“alto” de inteligencia emocional.

Resultados Apreciados del Estrés El resultado convertido a percentil de la prueba EAE, se clasificó de la siguiente

manera:

PERCENTIL INTENSIDAD DE APRECIACIÓN

DEL ESTRÉS

De 5 a 30 "Bajo"

De 35 a 65 "Medio"

De 70 a 99 "Alto"

Fuente: López (2005)

47

TABLA No. 3

No. SUJETO

INTENSIDAD

DE

APRECIACIÓN

DEL ESTRÉS

NIVEL

1 VH  49 Medio

2  JL 31 Medio

3  MJ 23 Bajo

4  AC 9 Bajo

5  NL 45 Medio

6  SH 40 Medio

7  EV 44 Medio

8  CF 72 Alto

9  GM 63 Medio

10  RQ 73 Alto

11  EA 20 Bajo

12  PE 22 Bajo

13  SR 60 Medio

14  CA 28 Bajo

15  LC 65 Medio

16 MA  63 Medio

17  RL 33 Bajo

18  NG 40 Medio

19  MC 31 Bajo

20  ER 19 Bajo

21  WL 37 Medio

22  MM 54 Medio

23  LL 11 Bajo

24  WR 28 Bajo

25  EM 47 Medio

26  LM 31 Bajo

27  AG 38 Medio

28  OU 15 Bajo

29  IC 12 Bajo

30  KR 25 Bajo

31  MR 26 Bajo

32  CA 11 Bajo

33  RG 55 Medio

34  JR 22 Bajo

35  ER 44 Medio

36  CI 32 Bajo

37  WB 12 Bajo

38  JR 32 Bajo

39  EP 53 Medio

40  EC 41 Medio

48

En la tabla No. 3 se muestran los resultados obtenidos, tras administrar el test EAE

a los 40 mandos medios del área administrativa y donde se observa que el puntaje

más bajo en el nivel de intensidad del estrés, se situó en 9 puntos y el más alto en

73. Así la gráfica muestra la mayor concentración en el nivel bajo seguido muy de

cerca del nivel medio.

TABLA No. 4

Cualitativo (Según escala) No. de Sujetos Porcentaje %

Alto 2 5%

Medio 18 45%

Bajo 20 50%

TOTAL 40 100%

En la tabla No. 4 se encuentran los resultados de apreciación del estrés donde de

puede observar los resultados categorizados según la escala: “Alto, “Medio” y “Bajo”.

La mitad de la población (50%) se concentró en el nivel “bajo” de estrés.

49

TABLA No. 5

No. SUJETOPt_Pensamiento

Constructivo GlobalCentil Estrés

1 VH  46 45

2  JL 50 25

3  MJ 56 10

4  AC 59 5

5  NL 51 40

6  SH 59 35

7  EV 40 40

8  CF 46 70

9  GM 36 65

10  RQ 45 70

11  EA 51 5

12  PE 62 10

13  SR 59 60

14  CA 67 15

15  LC 50 65

16 MA  61 65

17  RL 64 25

18  NG 54 35

19  MC 53 25

20  ER 39 5

21  WL 60 30

22  MM 52 55

23  LL 67 5

24  WR 55 15

25  EM 54 45

26  LM 61 15

27  AG 64 30

28  OU 45 5

29  IC 51 5

30  KR 56 10

31  MR 25 15

32  CA 50 5

33  RG 52 55

34  JR 63 10

35  ER 39 40

36  CI 59 25

37  WB 48 5

38  JR 52 25

39  EP 72 55

40  EC 60 35

2133 1200

50

Relación entre inteligencia emocional y estrés

En la tabla No. 5 se presentan los resultados obtenidos de la aplicación de los tests

CTI y EAE a los mandos medios del área administrativa ya convertidos en

puntuaciones típicas y centiles respectivamente, así como sus debidas sumatorias.

La fuerza de correlación de la “r” de Pearson está determinada por el grado en que

se acerca a +1 que indica una correlación positiva perfecta, o al -1 que indica una

correlación negativa perfecta. La fuerza y dirección de correlación responde a la

siguiente tabla tomada del libro de Levin 1979:

TABLA No. 6 Correlación de la r de Pearson

Para comprobar si existe correlación entre las variables del nivel de inteligencia

emocional y el nivel de estrés, esta comparación se basó en el coeficiente de

correlación de Pearson tabla No. 6 tomada del libro de Levin (1979).

-1.00 Correlación negativa perfecta

-0.95 Correlación negativa fuerte

-0.50 Correlación negativa moderada

-0.10 Correlación negativa débil

0.00 Ninguna correlación

+0.10 Correlación positiva débil

+0.50 Correlación positiva moderada

+0.95 Correlación positiva fuerte

+1.00 Correlación positiva perfecta

51

La Correlación es estadísticamente significativa cuando el nivel de significancia es < 0.05

De acuerdo a los datos de esta tabla se puede observar que no existe relación

estadísticamente significativa entre las variables CTI y EAE, ya que el valor de la “r”

de Pearson obtenido entre dichas variables es bajo (-0.1107) con una significancia

no menor que 0.05, tomando en cuenta que las relaciones van de 0 a 1

prácticamente la relación que existe entre estas dos variables es nula, por lo cual se

acepta que no existe relación estadísticamente significativa a nivel de 0.05 entre la

Inteligencia Emocional y el Estrés en los mandos medios del área administrativa de

una institución bancaria guatemalteca.

Coeficiente r :

Mínimo r, significante al p=0.05 es 0.3120

Mínimo r, significante al p=0.01 es 0.4027

Mínimo r, significante al p=0.001 es 0.5007

52

V. DISCUSIÓN DE RESULTADOS

Por medio de varias investigaciones y estudios realizados tanto en Guatemala como

en el extranjero, se ha intentado determinar la asociación y la relación, tanto de la

inteligencia emocional como del estrés, en relación con otras variables y

poblaciones.

El presente estudio trató de establecer la relación entre la inteligencia emocional y el

estrés en los mandos medios del área administrativa de una institución bancaria

guatemalteca. De acuerdo a los resultados obtenidos con los 40 mandos medios del

área administrativa se concluyó que no existe una relación estadísticamente

significativa al nivel de 0.05 entre inteligencia emocional y estrés. Aunque la

obtención de los datos fue mediante la aplicación de procedimientos estadísticos

aceptados por las ciencias sociales (r de Pearson), se esperaba encontrar alguna

relación significativa entre estas variables, ya fuera que a mayor nivel de inteligencia

emocional, menor nivel de estrés o viceversa.

De acuerdo a los resultados encontrados en una diversidad de estudios, a

continuación se hará una comparación entre los mismos, y se contrastará contra los

obtenidos en la presente investigación.

El presente estudio de campo determinó que el 78% de las personas evaluadas

poseen un nivel de inteligencia emocional sobre el nivel aceptable, debido a que

cuentan con un ambiente agradable, las relaciones interpersonales entre los jefes y

sus colaboradores inmediatos son en su mayoría gratas y cordiales, basadas en el

respeto mutuo, se les brindan las herramientas necesarias, se les escucha y además

se les motiva lo cual concuerda con Goleman (1999) quien define el término

inteligencia emocional como la capacidad humana de sentir, entender, controlar y

modificar estados emocionales en uno mismo y en los demás.

53

Martin y Boeck (2002), afirman que para mantener el éxito se debe saber manejar

con destreza las emociones propias y las de los demás; las emociones no se eligen

ni se evitan, pero se pueden conducir, complementar, sustituir y manejar de forma

inteligente y por tanto se confirma lo observado anteriormente puesto que la

población tiene un nivel promedio de inteligencia emocional que le permite controlar

y manejar sus emociones no solo en el ámbito personal sino en el social y laboral.

Alvarez (2004) menciona que la inteligencia emocional influye en el rendimiento

laboral y que el nivel de inteligencia emocional, así como indica que el estado

emocional de las personas puede alterar la relación con su jefe inmediato o sus

subordinados, dependiendo del apoyo, colaboración, comprensión y trato que se

pueda brindar. Asimismo, concluyó que la inteligencia emocional es tan beneficiosa

en el trabajo, como a nivel personal y familiar.

Es por ello que con base a lo anterior se puede intuir que la IE responde a variables

independientes como ejemplo el caso de Salvatierra (2010) quien concluyó que no

existe relación entre la inteligencia emocional y satisfacción laboral; Contenti (2003)

quien tampoco encontró evidencia en relación con los estilos de liderazgo. Esto

denota que existe una gran dispersión entre los resultados de las diferentes

investigaciones.

Por otro lado, cualquiera que sea la causa del estrés laboral, ya sean factores

ambientales como por ejemplo la incertidumbre económica a nivel mundial,

incertidumbre política o tecnológica; factores organizacionales como las exigencias

de tareas, las exigencias de rol, la estructura organizacional, entre otros o factores

individuales como asuntos familiares, problemas económicos y características

propias de la personalidad, crean un proceso degenerativo en el desempeño de la

persona, quien muchas veces ni siquiera identifica los primeros síntomas del estrés

laboral.

54

Es por esto que en infinidad de ocasiones se hacen estudios e investigaciones

acerca de las causas del estrés laboral en puestos gerenciales o mandos medios ya

que todos y cada uno de los colaboradores de una organización tienen los mismos

derechos y obligaciones y por lo tanto los mismos compromisos, obligaciones y

exigencias de acuerdo con las diferentes funciones, actividades y tareas asignadas.

De tal manera, es importante poder conocer la forma en que actualmente las

personas que ocupan los puestos antes mencionados en la institución bancaria

objeto del presente estudio, desarrollan día con día sus actividades y poder

determinar con esto qué formas podrían utilizar al momento de enfrentase con

situaciones que generen estrés.

Lastrero (2000), concluyó que no existe correlación estadísticamente significativa

entre el estrés a nivel general y el desempeño de los empleados, pero que se debe

poner atención al estrés manifestado por los mismos y reducirlo a través de

programas que permitan controlarlo. Por lo que concuerda con el presente estudio ya

que a pesar de que no existió correlación estadísticamente significativa entre la

inteligencia emocional y el nivel de estrés, y que además, la mayoría de sujetos

mostró un nivel bajo, no debe dejarse pasar por alto las manifestaciones de estrés, a

todo nivel de empleados, iniciando con los mandos medios que son el enlace entre

los mandos superiores y los subordinados.

Castillo (2009) al analizar los resultados obtenidos en su investigación, pudo

observar que no existe una diferencia estadísticamente significativa al nivel de 0.05

entre el nivel de estrés y las estrategias de afrontamiento para manejar el mismo, en

un grupo de operarios de una empresa dedicada a la distribución de productos de

consumo masivo. Estos resultados concuerdan con la investigación de López

(2006), quien llevó a cabo una investigación que tuvo como objetivo identificar la

relación existente entre la apreciación del Estrés y el servicio al cliente que brindan

los empleados del área de servicio al cliente de una Institución Financiera

Guatemalteca. En dicha investigación también se encontró que no existe correlación

55

estadísticamente significativa a ese nivel entre la apreciación del estrés y el servicio

al cliente.

Finalmente, aunque algunos estudios concuerdan y otros difieren con el presente,

incluso lo hacen entre ellos mismos, no se puede negar que la Inteligencia

Emocional y el Estrés son dos factores latentes que están presentes tanto en la vida

personal como laboral de todos los seres humanos. Razón por la cual es importante

estudiarlos y analizarlos, ello permitiría crear estrategias que ayuden tanto a las

personas como a las organizaciones a tener una mejor calidad de vida en general.

56

VI. CONCLUSIONES

• A través de los resultados presentados en este estudio, se concluyó que no existe

correlación entre las variables CTI y EAE, ya que el valor de la “r” de Pearson

obtenido es bajo (-0.1107) con una significancia no menor que 0.05, por lo cual

no existe correlación estadísticamente significativa a nivel de 0.05 entre la

inteligencia emocional y el estrés en los mandos medios del área administrativa

de una institución bancaria guatemalteca.

• En la presente investigación se observó que la muestra total obtuvo una

calificación alta en la prueba de Inteligencia Emocional CTI (78%) lo que denota

un buen manejo de las emociones tanto a nivel individual como a nivel social y

laboral.

• En cuanto a la prueba de EAE, se observó que la mitad de la muestra total obtuvo

una calificación baja en el estrés (50%) mostrando un buen control y manejo del

mismo en los diferentes ámbitos de su vida.

• Al finalizar la investigación, se pudo observar que a pesar de que el porcentaje

obtenido por la muestra en la prueba CTI fue alto (78%), y el porcentaje obtenido

en EAE fue bajo (50%), se concluye que no existió una correlación significativa

estadísticamente hablando que demostrara que la variable de estudio inteligencia

emocional influyera en la variable relacionada estrés.

• La inteligencia emocional no se determina como parte fundamental en el manejo

y control del estrés de los mandos medios del área administrativa, por lo que se

deben identificar otros elementos que puedan intervenir.

57

VII. RECOMENDACIONES

• Es importante que dentro de la institución se determine el coeficiente emocional de

los mandos medios y en general de todos los trabajadores ya que dentro de las

pruebas como el CTI, se logra identificar factores que debe poseer una persona para

interrelacionarse adecuadamente con los demás en su entorno tanto laboral como

social.

• A pesar de que los resultados pueden generalizarse se requiere evaluar los mandos

medios de las otras áreas de la institución: Económica, Financiera y Jurídica para

establecer si en estas áreas existe correlación entre inteligencia emocional y estrés.

• Realizar futuras investigaciones en el ámbito laboral con el fin de determinar si existe

una relación significativa entre la inteligencia emocional y el estrés analizando las

variables del CTI que no fueron contempladas en el presente estudio.

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VIII. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Rafael Landívar. Guatemala

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A N E X O S

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A N E X O I

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FICHA TÉCNICA

NOMBRE: Inventario de Pensamiento Constructivo CTI

AUTOR : Dr. Seymour Epstein, 1987. Actualizada 2000

ADAPTACIÓN AL ESPAÑOL: TEA Ediciones, 2001

ADMINISTRACIÓN: Individual y/o colectiva

DURACIÓN: Variable (15 a 45 minutos)

ÁMBITO DE APLICACIÓN: Adultos

FINALIDAD: Apreciación de la Inteligencia Emocional en las labores cotidianas

BAREMACIÓN: En puntuaciones T típica y percentiles

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A N E X O II

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FICHA TÉCNICA

NOMBRE: Test Escala de Apreciación del Estrés EAE

AUTOR : José Luis Fernández Seara

ADMINISTRACIÓN: Individual y/o colectiva

DURACIÓN: Variable (20 a 30 minutos)

ÁMBITO DE APLICACIÓN: Adultos

FINALIDAD: Evaluar situaciones que generan estrés, presencia intensidad y vigencia de acontecimientos estresantes

BAREMACIÓN: En percentiles +50 mayor nivel de estrés y -49 menor nivel de estrés

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