UNIVERSIDAD RAFAEL LANDfVAR Rector Lic. Gonzalo de Villa. S.J. Vicerrectora General y Académica Licda. Guillermina Herrera Peña Vicerrector Administrativo Dr. Hugo Beteta

Abrapalabra © Publicación única 2001

Direcrora de Asunros Culturales Ana Echeverría

Miembros Fundadores María del Rosario Arranz. Cipriano Fuentes. Max Araujo

Consejo de Honor Juan Fernando Cifuentes. Alfonso Enrique Barrientos

Consejo Editorial Lucrecia Méndez de Penedo

Diseño y diagramación: Rosina Cazali Cuidado de edición: Mónica Albizúrez Ilustración de portada: Moisés Barrios

Impreso en Guatemala por Ediciones Papiro. SA

UNIVERSIDAD RAFAEL LANDfvAR Departamento de Asuntos Culturales. Vista Hermosa III. Zona 16. Apartado POStal 39C Ciudad de Guatemala. República de Guatemala O 1 O 16

Introducción

A través de los años, la novela se ha constituido como vehícu­lo liberador de las más profundas pasiones humanas: en ella confluyen la imaginación y la realidad, la historia y la utopía, el testimonio social y las indagaciones existenciales. Quien se acerca a este género -como escritor o como lector-, pretende salir de sí mismo, conjurar malos sueños, conocerse a través de las inquietudes de otros. Al terminar una novela, entonces, ya no se es quien se era al principio de su lectura o escritura, como acertadamente declaraba Unamuno, sino un ser distinto, revitalizado por medio de la experiencia esencial de la novela.

Sin embargo, hablar de novela representa provocar una discusión en torno a sus límites. El DRAE la define como "obra literaria en que se narra una acción fingida en todo o en parte, y cuyo fin es causal' placer estético a los lectores por medio de la descripción o pintura de sucesos o lances intere­santes, de caracteres, de pasiones y de costumbres". Andrés Amorós parte de la definición clásica y elemental : "Novela deriva de novella = las cosas nuevas, las nuevas historias.", atribuida a Goethe y sobre la cual Ortega basó sus reflexiones acerca del género . La definición va a variar de acuerdo con la ideología de quien intente plantearla. No obstante, si se atiene específicamente a su nombre, la novela va a preten­der representar una propuesta estética novedosa en cuanto a su contenido, su estructura interna, su lenguaje, o la com­binación de los elementos anteriores. Quizá esta proyec­ción de la novela como novedad peca de generalizadora, pero cuando se tiene delante un corpus novelístico de la talla del generado por el siglo XX, lo más prudente es dar un paso hacia atrás con el objeto de percibir en panorámi­ca el desarrollo estético de este registro polifacético y vital.

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En Latinoamérica, el siglo XX fue determinante para la consolidación del género. La novela se constituyó en un re­gistro de vitalidad innegable alimentado por la riqueza y variedad de las culturas del medio. De las novelas sociológicas, románticas y realistas del siglo XIX y principios del XX, se evolucionó hacia un género que combinó los elementos anteriores con técnicas contemporáneas de originalidad e intensidad ilimitadas. Hacia 1930 se modifica el criterio documental de la novela regionalista bajo el impulso de Kafka, Proust, Faulkner y Joyce. Los creadores latinoamericanos tomaron conciencia de su identidad ante el mundo tradicional~ente vanguardista y produjeron un corpus narrativo_ que combinó la fuerza de su entorno yel sentimiento de su gente,' el enraizamiento con lo propio y la proyección universal. Los temas, tradicionalmente rurales, fueron sustituidos por cuestionamientos existenciales, los problemas del individuo yh vida del hombre en la ciudad. Estas preocupaciones, fusionadas con la influencia surrealista, fructificaron en obras de especulación intelectual y juegos metafísicos que proyectaron a Latino~mérica al escenario de la literatura mundial. De esta cuenta, 'Borges, Rulfo , Asturias y Carpentier, entre otros, develan la subconsciencia colectiva de su tiempo en contrapunto con la exploración de los registros mítico e histórico.

Más adelante, esta tendencia decae, dando lugar a la lla­mada "nueva novela latinoamericana ", caracterizada por una desintegración de las formas narrativas tradicionales, la simul­taneidad del lenguaje y un rompimiento en la estructura temporal del relato. Es decir, que la idea es la creación de una novela que abarque todos los niveles de la imaginación: una obra que narre los sucesos en diferentes planos conscientes y subconscientes simultáneamente.

En Guatemala, a pesar de las conocidas limitaciones cul­turales, la novela ha fructificado cualitativamente en mani­festaciones dignas de equipararse a la producción de la litera­tura mundial. Como obra cumbre en el período de vanguar­dia, aparece Hombres de maíz, de Miguel Ángel Asturias; una obra que, a decir de Geralcl Martin "representa nada menos

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que la historia de la humanidad condensada dentro de la historia reciente de Guatemala. Sus planos de referencia son los de la magia primitiva, el psicoandlisis y el materialismo . .dialéctico; sus modos narrativos, los de la poesía primitiva, la escritura ba­rroca y picaresca y la literatura de la primera mitad del siglo XX; y sus tradiciones, las de la América prehispdnica, la España del Siglo de Oro y -no es mds que una denominación simbólica­París 1920." Por esta razón, la novela se constituyó en un paradigma de las letras latinoamericanas que proyectó a Guatemala como un país de profunda raigambre mitológica y de dimensión universal.

En las décadas siguientes, hubo un período de produc­ción literaria condicionado significativamente por la influen­cia de Asturias en Guatemala, y el efecto del boom latino­americano. Durante los sesentas y setentas se desarrolló el pe­ríodo inicial del movimiento guerrillero en Guatemala y en el cual participara Marco Antonio Flores como militante urba­no. Esta época se constituye, entonces, en el marco de refe­rencia histórica para la novela Los compañeros. Desde el principio, la obra suscitó grandes polémicas debido a su enfoque controversial y su contenido testimonial. Lo anterior provocó que grupos de diversas ideologías e intereses se opusieran a su publicación. La novela fue escrita entre 1968 y 1971 Y publicada hasta 1976 por Joaquín Mortiz en México. Las reacciones en ambos sentidos no se hicieron esperar: por una parte, fue objeto de premios como el "Quetzal de Oro" de la A.P.G. (Asociación de Periodistas de Guatemala) y la selección entre las finalistas del Premio Barral de Novela en España. En el primer caso, las presiones de los sectores de ultra izquierda lograron invalidar el premio ante las inútiles manifestaciones de protesta. En el caso del Premio Barral, cuyas obras seleccionadas como finalistas son publicadas, el editor, Carlos Barral, se negó a aceptar la decisión del jurado argumentando presiones de la censura española. En México, al considerarse la publicación de la obra, se consultó a Mario Monteforte Toledo, importante novelista guatemalteco en el exilio, acerca de su opinión acerca de la obra. Sus comentarios adversos a la novela, que se transcriben

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en este libro, aunados al dictamen desfavorable del Partido Comunista Mexicano, ocasionaron el retraso en su publicación. Más tarde, la editorial Joaquín Mortiz, una casa editorial muy conocida e importante en ese tiempo, decidió publicar Los compañeros en un tiraje de cuatro mil ejemplares, lo que ocasionó la protesta de la embajada cubana que intentó boicotear su venta. Su circulación fue limitada y no tuvo una intensa acogida en el mercado. No obstante, durante las primeras semanas fue de los cinco libros más vendidos en las Librerías Cristal del Distrito Federal.

Es decir que, desde su concepción, la novela Los compa­ñeros se planteó como un testimonio de los hechos desenca­denados en los primeros años del movimiento guerrillero surgido en Guatemala y debido a ello provoco las reacciones de alarma dentro de movimientos políticos radicalmente opuestos. Sin embargo, este texto se habría limitado, como otros, a su carácter documental e histórico de no haber sido forjado como uno de los caminos imaginativos que sirvieron en Guatemala como antídoto eficaz contra formas literarias tradicionales. En este

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sentido, el fracaso de la revolución ideológica se planteó como el acierto narrativo, creativo y revolucionario de la segunda mitad del siglo XX en lln país de escasa tradición experimental en el campo literario.

Al considerar el panorama cultural mundial dentro del cual surge la obra, puede comprobarse que el autor estaba a la vanguardia del desarrollo de técnicas narrativas y que senci­llamente las aplicaba a la expresión del testimonio de lo que ocurría en su país. El hecho de ,que Los compañeros haya aparecido de manera casi simultánea con la novela La tía JuLia y eL escribidor de Vargas Llosa en el Perú y The coLor purpLe (El coLor púrpura) de Alice Walker en Estados Unidos, da cuenta de la vanguardia de su discurso. Los tres novelistas, en diferentes puntos del continente, combinaron la estructura del diálogo para evocar diferentes hablas locales y de allí partieron para obtener narrativas de niveles múltiples a la manera de Faulkner. O sea que, la influencia faulkneriana que los tres creadores aceptan, la trasvasan, para luego produCir obras totalmente diferentes pero

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de indiscutible calidad narrativa e impacto a nivel estético. Pero no sólo Faulkner está presente dentro de las influencias en Marco Antonio Flores: allí están James Joyce, Henty Miller, Onetti y John Dos Passos. No obstante, más allá de novedades técnicas, la novela es una violenta requisitoria contra el pano­rama político guatemalteco sin caer en el panfleto o la de­nunCIa.

Por el interés y la individualidad de sus capítulos que se perfilan como cuadros acabados en sí mismos, Los compañe­ros es, según este criterio, la más cuestionadora de las novelas del autor por su énfasis en la esencia individual y, en consecuencia, en la subjetividad, la libertad y el libre albe­drío. Quizá, a esta inclinación existencialista de los persona­jes perfilados se deba su incapacidad para ajustarse plenamente a un sistema uniformizante y totalizador como al que se rebelan en la novela. Los cuestionamientos que permean la obra revelan una profunda inquietud por el confrontamiento con la nada y por la imposibilidad de justificar plenamente las decisiones que se deben tomar. El sentimiento que reflejan los personajes se asemeja mucho a la náusea sartreana que no es otra cosa que el reconocimiento de la pura contingencia del universo. En ocasiones, la intención de la novela se adivina como desafiante ante las normas de la sociedad en la búsqueda de una filosofía vital más valedera. En este sentido, Los compañeros también aporta la indagación personal del autor influenciada por el existencialismo.

Desde una posición "privilegiada" por su capacidad de hablar con conocimiento de causa, Flores cree que algún día llegará para Guatemala la hora de la justicia social, aunque no por los medios que la novela describe. A pesar de saber que se realizará la transferencia de la personalidad del perso­naje al autor en todos sus detalles, Flores asume la responsa­bilidad de bautizar a uno de los personajes de su novela con su sobrenombre sin importarle el perfil que de él vaya a recrearse en la conciencia colectiva: "era yo, el mismo, la misma cara medio pendeja y cegatona, la perilLa lenineana que se unía con el bigote, mil ojos detrás de los lentes abotagados, mediochinos:

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aindiados, naturales: picarosos los pisados. " Por esta razón, no se comparte la idea generalizada de que el personaje El Bolo sea, exclusivamente, el alter ego del autor. En esta obra, los relatos de los cuatro personajes se basan en la técnica narrativa del fluir de la conciencia que apela a la fusión de lo racional e irracional y a su manifestación por medio del monólogo interior. Es decir, que todos los discursos transvasan conte­nidos y procesos propios del pensamiento del autor de acuerdo con el desplazamiento particular del personaje en el tiempo y en el espacio recreados en la novela. ,

En una entrevista realizada a Flores, él revela que la técni­ca narrativa la concibió inspirado en el fenómeno conocido como déjlt-vu. Éste se manifiesta en la sensación de haber vivido antes lo que se está experimentando en el momento. Dice Flores "Sobre esa sensación humana estd asentada la estructura de la novela porque la idea de que eso ya me pasó, estd ligada a través de mi experiencia de la psicología a que algunas sensaciones que has vivido las volvés a vivir bajo diferentes circunstancias. Pero es una sensación que ya quedó establ~cida en tu subconsciente, de tal manera que cuando decís eso ya me pasó es que esa sensación bajo otras circunstancias y otros hechos, de alguna manera, ya te quedó grabada. " Esta posición de honestidad frente a su creación yen últimas circunstancias ante el lector, otorga a esta novela su profunda capacidad crítica, más allá de la supeditación a una ortodoxia de cualquier tipo. Es, en los sentidos analizados, que se propone el fracaso de la revolución ideológica en Guatemala como el detonante para la rebelión estética de Flores.

En el ámbito literario guat~malteco, el aparecimiento de Los compañeros significó un rompimiento con el realismo mágico, el surrealismo y el criollismo que aún se practicaban en el medio. A partir de entonces, los narradores más jóvenes iniciaron una carre­ra literaria de mayor libertad y experimentación y engrosaron las filas de los autores de la vanguardia latinoamericana. Los múlti­ples estudios críticos que esta novela ha generado, sus nuevas edi­ciones y la identificación de los más jóvenes con sus propuestas ideológica y estética dan cuenta de la recepción y de la asimilación de la obra a nivel nacional e internacional.

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Por todo lo anterior, para José Mejía, Los compañeros es la novela más determinante en las letras guatemaltecas después de Hombres de maíz. En general, es una obra que logr6.1a atención de la crítica internacional de la cual emanaron juicios que la enmarcaron como la "primera nueva novela hispanoamerica­na" de Guatemala, como relata Seymour Menton en su Historia crítica de la novela guatemalteca. Entonces, se puede afirmar que esta obra ha suscitado un inmenso interés en los lectores comunes así como en el mundo académico. A su lectura se acercan, tanto con la curiosidad por conocer algunos detalles oscuros de la guerra, como con la intención de descifrar su técnica estructural.

La compilación de este libro de estudios acerca de Los compañeros surgió de la experiencia estudiantil de acceder sólo a la obra, sin la ayuda de claves para su estudio e interpreta­ción. Este nuevo libro intenta ser un instrumento útil a los estudiantes que se aproximan por primera vez a la lectura de la novela. El orden de los trabajos presentados obedece a su carácter ensayístico o periodístico en los primeros ocho y al estudio crítico en el resto. El orden anterior más la informa­ción biográfica y bibliográfica introductoria tienen la intención de ampliar información y presentar distintos puntos de referencia con relación a Los compañeros. Inicialmente, este libro está dedicado a los estudiantes de literatura pero también contiene datos de interés para toda clase de lector. A pesar de conocer los prejuicios en contra de la crítica, y en especial, la oposición a que los estudiantes lean crítica acerca de una obra, estoy segura de que este libro puede utilizarse como un medio para generar nuevas ideas y temas de discusión a nivel académico.

La selección de los ensayos, artículos periodísticos y estu­dios habla por sí misma. Una rápida lectura a los nombres de sus autores es suficiente para validar esta compilación. Los intelectuales que comparten sus trabajos aquí gozan de una reconocida trayectoria académica a nivel nacional e internacional. Sus opiniones, favorables o desfavorables a Los compañeros, están sustentadas por sus convicciones políticas y sus puntos de vista estéticos. En especial, son auténticos.

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Ninguno de los artículos fue escrito para esta compilación y casi todos ya han sido publicados en otros medios. El objetivo de reunirlos en un libro es el de presentar algunas de las más importantes reacciones generadas por la novela de Marco Antonio Flores en sus veinticinco años de publicación.

En la primera parte, los ensayos y artículos periodísticos, numerados del 1 al 8, ilustran los diferentes puntos de vista de reconocidas figuras del arte y de la crítica como Juan Maestre Alfonso, Mario Monteforte Toledo, Francisco Pérez de Antón, Rafael Menjívar, Mario Roberto Morales, Lucrecia Méndez de Penedo, José Mejía y Luis Eduardo Rivera. Es necesario aclarar que el trabajo de Mario Monteforte Toledo es un dictamen y no fue publicado como · un ensayo o artículo periodístico. El ensayo de Marío Roberto Morales forma parte del libro Historia General de Guatemala editado por la Asociación de Amigos del País. A su vez, ' el ensayo de José Mejía sirve de prólogo a la edición de Los compañeros realizada por las editoriales 6scar de León Palacios y Palo de Hormigo.

En la segunda parte, los trabajo~ del 9 al 14 son extrac­tos de otros más extensos que corresponden a investigacio­nes de seminario, de tesis de licenciatura o de doctorados. Para efectos de estructuración del texto, se respetaron los procedimientos formales de citas y referencias bibliográfi­cas.

El trabajo del Seminario de Literatura Guatemalteca 1991-1992 titulado Andlisis crítico de la novela Los compañeros de Marco Antonio Flores examina a fondo la dialéctica formal contenido aplicando los modelos críticos de Lucien Goldman y Roland Barthes. Es decir, que este estudio encuentra una clave para "desarmar" la novela y comprenderla en su funcio­namiento vital en donde se apoyan la estructura interna y la propuesta ideológica. De esta lógica surge entonces, la conclusión acerca de la ideología del texto traducida en la denuncia de la cotidianeidad y naturalidad de la violencia en Guatemala, durante las décadas de los sesentas y setentas.

La investigación realizada por la licenciada EIsa Nuila de­muestra en su tesis, publicada en 1996, el carácter innovador

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de Los compañeros entre la novelística guatemalteca en cuanto al manejo del tiempo por medio de la técnica del monólogo . . Intenor.

La tesis doctoral de la investigadora de la Universidad de Bristol, Inglaterra, Leona Nickless, analiza la asimilación de la tradición narrativa europea por parte de Marco Antonio Flores en Los compañeros.

Por su parte, el Dr. Lancelot Cowie se ha especializado en el estudio de la literatura centroamericana y propugna a esta novela como un prototipo de la nueva creación literaria de la

. , reglOn.

Por último, la Dra. Blanca Hirsh-Weber realiza un análi­sis de carácter sociológico que toma en cuenta la idiosincrasia guatemalteca a partir de las situaciones que se relatan en la novela. En otra parte de su estudio, que se publica por sepa­rado, analiza, también desde el punto de vista cultural, la imagen del héroe/antihéroe en Los compañeros,.

La última parte, identificada con el número 15, es una entrevista realizada a Marco Antonio Flores con el objeto de dar a conocer algunos de los procesos políticos e imaginativos que intervinieron en la creación de su novela. Sus opiniones, sus inquietudes y sus reflexiones acerca del panorama cultural y social guatemaltecos son por demás, Interesantes .

Existen varios y extensos estudios más acerca de Los com­pañeros. No obstante, ante la imposibilidad de reproducir­los todos, se recurrió a la compilación de una muestra de las opiniones vertidas en torno a la novela que demuestran que, como toda obra de arte, ha sido cuestionada como creación artística en virtud de su contenido y su propuesta ideológica.

Lo cierto es que, a favor o en contra, Los compañeros ha despertado una gran cantidad de comentarios desde antes de su publicación. La novedad que representó en el medio su técnica narrativa, que evidenciaba sin denunciar, puso de manifiesto un malestar generalizado entre los sectores políti­cos y sociales guatemaltecos ante la difusión del funciona­miento de mecanismos operativos de los sectores involucrados

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en la guerra civil que se libraba en ese momento en el país. La novela en cuestión, es sin lugar a dudas un paradigma en la tradición literaria hispanoamericana del siglo XX y la apertura que representó la firma de la paz en Guatemala a finales de la década de los noventa propicia su lectura y valoración dentro del país con su consecuente influencia en las letras del nuevo siglo.

Los compañeros se proyecta, entonces, como una novela contemporánea porque simultáneamente recoge toda una tradición narrativa anterior y se aleja,de ella en su manifesta­ción estética. Esta obra testimonial .permite al lector tener acceso tanto a la realidad socio-política de Guatemala como a "una transformación de la noción misma. de novela, que evoluciona muy lentamente, pero de modo inevitable (todas las grandes obras novelísticas del siglo XX están ahí para atestiguarlo) hacia una especie nueva de poesía a la v~z épica y didáctica," según expresa Michel Butor en su libro Sobre literatura.

A lo largo del trabajo de edición de este libro he recibido el consejo y la colaboración de varias personas, sin cuya parti­cipación la labor hubiera sido más difícil y a quienes debo mi gratitud, como la licenciada Ana Echeverría, Directora de Asuntos Culturales de-la Universidad Rafael Landívar. Además, mi reconocimiento a Mónica Albizúrez Gil y Marco Antonio Flores cuya amistad se ha torilado definitiva en mi vida.

Así, la novela de Marco Antonio Flores es una epifanía de la propuesta estética hispanoamericana del siglo XX y por lo tanto comparte, con las demás obras creadas en este período, una inmensa vitalidad y riqueza basadas en el sincretismo de la intención social y la esencia humana.

Gloria Hernández Guatemala, 9 de febrero de 2001

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