LA LUCRATIVA RED DE IRREGULARIDADES EN DERMATOLOGÍAEn el año 2014 se entregaron 4 cupos ministeriales para la realización de la Beca de Dermatología de la Universidad de Santiago de Chile en su recién creado programa de formación de dermatólogos, sin concurso público alguno y con fondos del Ministerio de Salud para su realización. Los beneficiados, tres hijos de médicos formadores del Hospital El Pino y la hija del Director del Servicio de Salud Metropolitano Sur, protagonizan una seguidilla de irregularidades que habrían pasado totalmente inadvertidos por las principales Sociedades Médicas del país, como también por el propio Minsal, gestor de estos sucesos y que se pretendían realizar de igual manera este año.

Universidad de Santiago y Hospital El Pino:

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Becas del Ministerio de Salud (Minsal) publicadas horas antes de su etapa de cierre en 2015 y en 2014, entregadas sin concurso alguno a hijos de médicos de las mismas instituciones, desataban

una ola de críticas por parte de la Sociedad Chilena de Dermatología (Sochiderm) a través de CNN Chile y sus principales involucrados, el pasado 11 de febrero se daban a conocer algunas irregularidades cometidas por la Universidad de Santiago de Chile (Usach) y el Hospital El Pino en la especialidad de dermatología.

Carolina González, médico egresada de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC), sacó a la luz pública su caso, como también el de tres médicos más que optaban a estos cuatro puestos que otorgaba el Ministerio para desarrollar su especialidad este año. Cupos que por mérito propio y de acuerdo a los puntajes obtenidos en el Minsal, calificaban para la especialidad, pero al no estar pre habilitados (proceso en el cual la universidad autoriza a un médico para optar a una beca de especialidad de su casa de estudios en convenio con el Minsal) por la Usach sólo les quedaba la esperanza de poder seguir perfeccionándose como médicos de otra manera, o simplemente tener que esperar otro año más para postular al proceso. Esto ya que, sin una habilitación previa por la casa de estudios, se entiende que el médico no califica para la beca ni para la decisión final que toma el Ministerio de Salud.

El Minsal, a través de la Subsecretaría de Redes Asistenciales, encargada de velar por el correcto funcionamiento de las redes de salud y entregar las becas para especialidades, otorgó este año 1.080 subvenciones y cupos de especialización, convirtiéndose en uno de los concursos más grandes que haya realizado la entidad de gobierno para potenciar la grave falta de personal médico en Chile, a través de una inversión superior a los $9 mil 900 millones.

Procedimiento que comienza alrededor de 2 a 3 meses antes que se otorguen las becas. El postulante debe tener aprobada la rendición obligatoria del Examen Único Nacional de Conocimientos en Medicina (Eunacom) y la recolección de su documentación para ser llevada al Ministerio de Salud, lugar donde luego se realiza un exhaustivo conteo de puntos a través de procesos que cada año van cambiando, en desmedro o beneficio de miles de médicos, de acuerdo al otorgamiento de becas en las “Bases del proceso de selección para acceder a un cupo en programa de especialización, para médicos cirujanos con desempeño en la atención primaria de salud, contratados

por la Ley N°19378 o por el artículo 9 de la Ley 19.664”. De esta manera se determina el destino de los médicos y a qué becas podrán elegir en los siguientes pasos, de acuerdo a los requerimientos de selección que Minsal estime que necesitan para cada año (ver infografía a la derecha).

Para poder optar a una de las especialidades determinadas, la universidad en cuestión que otorga la beca, realizará un nuevo proceso de recolección de información, exámenes y entrevista personal, quedando así habilitados para el cupo y dejando en manos del Ministerio la última decisión. Es importante destacar que según el último informe del Departamento de Calidad y Formación de la Subsecretaría de Redes Asistenciales, listó en 16 las universidades con becas de destinación de especialistas para 2015 en todo el país, de acuerdo a facultades de medicina que imparten especialidades médicas.

La Dra. Natalia Henríquez Carreño, presidenta de Residentes Chile, agrupación nacional de médicos residentes que vela por mejorar las condiciones laborales y de formación de médicos, se refirió al tema, “en las bases de los concursos están explicitados como se genera el puntaje, lo que sucede es que cada año van cambiando, ya que esto no tiene ninguna normativa, todo dependerá de los criterios que determine el Minsal y le importe fomentar, no existe un criterio único por parte del Ministerio de Salud. No es que el cálculo esté mal hecho, es que las condiciones cambian y los postulantes

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Dra. Natalia Henríquez, Presidenta Residentes Chile, cree que los derechos de los médicos se ven vulnerados ante la decisión del Minsal para establecer los cupos de las especialidades médicas. © Universidad de Chile

Etapa de destinación y formación (EDF) para una especialización

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* Médico General de

Zona de Atención

Primaria de Salud (Aps).

Medico General del Servicio de Salud (SS).

El Médico General de Zona (MGZ), que

trabajará entre 3 a 6 años en un servicio

público tras egresar, luego podrá optar a una especialización sin tener

que devolver sus servicios al sector de

salud público.

Residentes becarios

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* PAO: Periodo de Asistencia Obligatoria

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© Elaboración propia con datos entregados del Ministerio de Salud y Residentes Chile

no tienen idea qué es lo que les pedirán cada año”. Requerimientos que tienen estricta relación con horas trabajadas en servicios públicos, investigaciones científicas, papers, entre otros aportes como médicos en formación.

Crónica de una postulante

Era el día viernes 30 de enero en el Salón de Convenciones del Hotel Gran Palace, ubicado en la calle Huérfanos n° 1178. Al igual que más de mil médicos, Constanza Copaja Thielemann, egresada de la Universidad San Sebastián de Concepción, se preparaba para participar del primer llamado a viva voz del concurso Conniss promoción 2014.

El panorama era más bien desesperanzador. Fechas, requisitos de habilitación o dónde tendrían que devolver sus servicios médicos al Ministerio de Salud por el periodo de formación otorgado, eran uno de los principales enigmas a la hora de postular a una especialidad durante la noche anterior.

Las expectativas eran inciertas, se habían preparado durante meses con la tensión de no saber qué les depararía su nuevo futuro. Descuentos de puntaje y errores de sumatoria sin explicación por parte del Minsal -que posteriormente perjudicarían en la admisión a la especialidad que deseaban optar- eran tan solo algunas de las irregularidades que comenzaron a vivir con este desconocido proceso.

La jornada empezó alrededor de las 7:30 am. Cientos de médicos fueron recibidos con un desayuno, a medida que se acreditaban para ingresar a la sección que les correspondía, ya fuera una beca y plaza determinada o alguna beca disponible, opciones de acuerdo a su condición de médicos egresados o sus preferencias. Ya a las 8 am, entre pifias de los asistentes por la ansiedad del momento, se daba el primer discurso inaugural para comenzar con la entrega.

A medida que pasaban los minutos, se comenzaron a otorgar las primeras becas y plazas de destinación (lugares donde deberán realizar su ciclo de formación como especialistas y posteriormente devolver sus labores al Ministerio de Salud en un servicio de salud pública), pero también se hicieron oficiales las primeras irregularidades. El concurso avanzaba y se hacía patente la aparición de nuevos cupos que no habían sido anunciados abiertamente por universidades, y que por ende no contaban con su habilitación, proceso realizado por la casa formadora que impartirá una especialidad y por el cual debe pasar en forma obligatoria el médico para poder optar a una beca.

Del mismo modo y muy por el contrario, desaparecieron cupos de universidades donde sí habían logrado la habilitación.

Según el Dr. Juan Eduardo Carrasco, Residente de Dermatología de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC), estas irregularidades no serían un tema nuevo en las especialidades médicas, “hace aproximadamente 10 años, existía una fórmula que consistía en que el doctor podía ingresar a una especialización médica cubriendo él los gastos de su formación, llamadas autofinanciadas, para lo cual también debían concursar con sus pares postulantes mediante méritos. Esta modalidad se dejó de usar por indicación del propio Minsal, dado que no contribuía a aumentar en calidad ni cantidad a los profesionales de la red pública de salud, y constituía un riesgo para movimientos fraudulentos, nepotistas y de carácter político que viciaba todo el proceso de admisión”.

Además agrega que “donde más precedentes hay de estos hechos es en la Usach. Ocurrió con becas de otorrino, oftalmología y urología, según los datos que manejo; donde becas se abrieron bajo la tapadera de esta modalidad e ingresaban hijos, parientes o amigos de los académicos de la beca. Los formaban con programas no acreditados para conformarse, y posteriormente se cerraba la beca”. Prácticas que se seguirían concretando según sus propias declaraciones.

El ambiente se fue poniendo tenso, crecía el desconcierto con los cupos “fantasma” y de cómo se procedería en esos casos. Todo esto sumado a la tardanza en la toma de becas y plazas por un ineficiente sistema de registro, que más bien dejaba una sensación de estar en un bingo. A medida que avanzaba el día, la espera era cada vez más tediosa, hubo pifias, abrazos y lágrimas, pero por lo menos el ritmo se hacía más rápido. A esas alturas ya les penaban los errores de puntaje y desinformación con respecto a plazas y becas.

Ese día no era más que el magno reflejo de un sistema viciado en la educación médica. “Estamos acostumbrados a que se nos pase a llevar sin derecho a reclamo y peor aún que se juegue con nuestro futuro de manera incierta. Nos ofrecemos al que creemos el mejor postor por el sueño de una beca sin tener ninguna claridad y realizando un pacto a ojos cerrados que hipoteca de 6 a 9 años de nuestro futuro, en zonas que no garantizan el ejercicio íntegro de la especialidad seleccionada. No obstante aprendemos a vivir de inciertos que al final del día igual nos permiten

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sonreír, solo por el hecho de vivir un sueño, pues en la alegría del momento olvidamos el precio que se nos impone al sueño de vivir nuestra vocación”, asegura la Dra. Constanza Copaja, egresada de la Universidad San Sebastián de Concepción, y quien ese día se presentó para optar a la especialidad.

De acuerdo al Departamento de Formación y Desarrollo de RR.HH de la Subsecretaría de Redes Asistenciales, cada beca es una subvención para realizar estudios o investigaciones, y con la cual se adquieren compromisos entre las partes. De acuerdo a lo señalado en el artículo 1º del reglamento 507, beca es “el mecanismo o forma de financiamiento proporcionado por una entidad de las señaladas en el artículo 43 de la Ley 15.076, destinado a permitir el perfeccionamiento o especialización de profesionales, y que involucra su alejamiento de las funciones habituales que desempeña. La beca, no constituye cargo o empleo”. El propósito de la beca es contar con profesionales formados y con el compromiso del servicio posterior a la salud pública y a los más pobres del país.

Es una obligación legal establecida en el Artículo 12 inciso segundo de la ley 19.664 y el artículo 23 del reglamento 507 el que señala que “para garantizar el cumplimiento de las obligaciones, el profesional deberá constituir previamente una garantía consistente en una póliza de seguro, boleta bancaria u otra caución suficiente, a juicio de exclusivo de la autoridad superior de la institución que otorgó la beca”, que en el caso de los becarios corresponde a la firma de una escritura pública ante notario que devolverán sus labores a un servicio público.

De esta manera, queda al descubierto una práctica tan habitual como desconocida para miles de médicos que desean optar por una especialidad. Al igual que Dra. Copaja, quien en la actualidad se desarrolla como Médico General de Zona, a la espera de poder optar más adelante a su especialidad, y la Dra. González, quien tras denunciar el hecho, le fue otorgada la Beca de Dermatología de la Usach, y con quien no se pudo tener una nueva versión de los hechos, ya que se le habría pedido discreción con el tema.

“Conozco de casos puntuales de varias universidades, en mayor número en la Usach; pero en estas pseudobecas de dermatología, estoy convencido y seguro que hay irregularidades, ya que además están las pruebas donde se ve que todo este proceso ha sido completamente sucio,

nepotista y turbio; beneficiándose de él personas que son familiares y amigos entre ellos, además tiene una gran parte de explicación en pago de favores políticos o de disciplina a entes políticos y ministeriales corruptos”, señaló el Dr. Carrasco.

A ello se suma el hecho que la Sociedad Chilena de Dermatología comenzó una investigación sobre las becas de dermatología entregadas, en 2014, a hijos de los propios médicos que trabajaban en convenio con el Hospital El Pino. Además de lo anterior, el Servicio de Dermatología de dicho recinto se creó sin la infraestructura necesaria y, por su parte, la Usach utilizó esas instalaciones para dictar una especialidad que, además, no cuenta con un programa académico conocido por la comunidad. Una situación que no han advertido ni las sociedades médicas ni el Ministerio de Salud, por lo que deja la duda sobre cómo está funcionando el sistema de especialidades médicas en el país y el de dermatología en particular (ver recuadro en página 6).

El nuevo servicio de dermatología, una red que recién comienza

El miércoles 23 de octubre del 2013, mediante la resolución exenta n°2137, se crea el Servicio Clínico de Dermatología en el Centro de Referencia de Salud (CRS) del Hospital El Pino, ubicado en Camino Padre Hurtado n°13.560, San Bernardo. Comenzó a funcionar a contar del 1 de noviembre de ese año, suscrito por el Dr. Francisco San Miguel Mardones en calidad de Director del hospital y en conjunto con el Servicio de Salud Metropolitano Sur. Cabe destacar que este centro asistencial atiende alrededor de 500 habitantes entre las comunas de San Bernardo y El Bosque.

Un mes después de la fecha de inauguración del nuevo servicio dermatológico, que inicia sus operaciones el 1 de diciembre de 2013 hasta el 30 de octubre de 2016, y bajo la consigna de médico en ciclo de destinación por 44 horas de la Universidad de Santiago de Chile, figuran los contratos de Estefanía Toso Díaz de la Vega, María Graciela Morán Cárdenas, Alfredo Cardemil Balari y por último, Sebastián Cardemil Balari como dotación a contrata por las mismas horas. Si bien la Usach no especifica en sus programas de formación de especialistas los aranceles de la especialidad, la Universidad de Chile menciona que el gasto de arancel y matrícula por los 3 años de formación como autofinanciados, equivalen a $15 millones.

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El 31 de enero 2014, la información de una nueva área de dermatología sería ratificada mediante memorándum n°36 por la Subdirección Médica del Complejo Asistencial Barros Luco, informando la apertura de la especialidad de dermatología en el Hospital El Pino, con cartera de servicios que no vislumbraría Tele dermatología, Enfermedades de transmisión Sexual (ETS), ni sospecha de Neoplasia, procedimientos que sí debieran estar contemplados en la especialidad, ya que como su nombre lo dice es, Dermatología y Venereología.

Según el Dr. Felipe Soto, residente de Dermatología, quien realizaba su práctica en el Hospital Barros Luco en 2014, confirma esta información, “la especialidad se llama Dermatología y Venereología, el Hospital El Pino no posee esta última área y así lo pude corroborar yo. Lo que es aún más grave aquí, es que ellos derivan al Barros Luco para obtener un servicio, ya que cuando yo estaba haciendo mi práctica en el Hospital Barros Luco, en el área de infecciones de transmisión sexual (ETS), llegó una paciente que había ido con lesiones de herpes genital al área de dermatología del Hospital El Pino y siendo dermatólogos, y capacitados para tratar ese tipo de problemas, no la atendieron y la derivaron para el Barros Luco, y así con varios pacientes más que llegaron en ese lapsus que yo trabajaba en el hospital”.

De acuerdo al plan de formación de especialistas en Dermatología y Venereología del Apice Chile, los

requerimientos mínimos para su funcionamiento radican en “Salas de Procedimiento en las cuales se realizan los procedimientos de rutina para el tratamiento de las diversas patologías que lo requieran, deben contar con equipamiento y personal adiestrado. En ellas se realizan curaciones y procedimientos quirúrgicos menores como electrocoagulación, crioterapia, etc. De acuerdo a los pabellones quirúrgicos, la red asistencial del centro deberá contar con pabellones de cirugía menor dermatológica. A lo menos uno de ellos debe estar en la unidad base. Estos pabellones deberán contar con los equipos necesarios para realizar todo tipo de procedimientos quirúrgicos de la especialidad. Entre ellos: criocirugía, q u i m i o c i r u g í a , e l e c t r o c i r u g í a , cirugía de láser y cirugía tradicional”. El Hospital El Pino cuenta solo con 3 box para la especialidad de Dermatología.

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Falta de Infraestructura de la nueva especialidad de Dermatología

Centro de Referencia de Salud (CRS), servicio de salud ambulatorio donde se crea la especialidad de

Dermatología en el años 2013. © 201311300C026

© 201311300C026

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Estos cuatro médicos becados son hijos de los mismos doctores que trabajan en esa área del hospital y además, una es hija del ex Director del Servicio Metropolitano Sur, Juan Manuel Toso Loyola, quien asume su cargo el 1° de enero de 2011, por un período de tres años, que en cumplimiento de las disposiciones de la ley Nº 19.882, el designado Director suscribió metas anuales en lo que dure su período. Proceso en el cual habría generado el nuevo centro de Dermatología en el Hospital El Pino, junto al después nombrado Director de la Especialidad Dr. Héctor Fuenzalida Cruz.

Para el Dr. Felipe Soto, residente de 2° año de Dermatología de la Universidad de Chile, estos hechos son por decir lo menos, extraños. “Yo tomé el cupo de dermatología el 7 de marzo del 2014, y ellos ya tenían sus cupos en diciembre de 2013. En ninguna universidad comenzaban aún en esa fecha ningún concurso público, ellos toman cupos públicos sin concurso y además a destiempo del común de los postulantes”.

Además señala que, “Estefanía Toso, quien pertenecía a la Universidad de Chile, figuraba en el listado público que se entrega para saber si uno tiene el puntaje o no, dentro del puntaje decía que no aplica, es decir, ella no tenía ni

puntaje para postular a la beca de dermatología”. Pero estos médicos no podrían realizar su especialidad sin facultativos dermatólogos, y es en este punto donde aparecen los nombres del Dr. Héctor Fuenzalida Cruz, quien presenta un contrato en un comienzo, por 22 horas desde el 1 de enero de 2014 hasta el 30 de junio de 2014, y además, los doctores Rodrigo Loubies Muñoz, Alfredo Cardemil Van Der Schraft, Mariela Graciela C á r d e n a s Illanes que figuran con contrato a h o n o r a r i o s m e n s u a l e s y que son padres de tres de los cuatro médicos en formación.

Todos estos contratos siguen vigentes a la fecha según la información entregada por transparencia, donde es importante destacar dos cosas: la dualidad de contratos del Dr. Fuenzalida, quien trabaja a contrata pero también a honorarios dentro del hospital, y también la calificación de becarios (un estudiante de post-grado, cuya formación se encuentra financiada por el Estado de Chile) a todos los residentes de dermatología del hospital, quienes figuraban como becados del Minsal y no autofinanciados. Teniendo el organigrama completo del nuevo servicio, el 20 de enero de 2014, el Director del Servicio de Salud Metropolitano Sur, Dr. Juan Manuel Toso Loyola -padre de la becada por la Usach, Estefanía Toso- modifica la red para especialidad de dermatología, indicando que las derivaciones para los centros de la comuna de El Bosque y San Bernardo, deben ser dirigidas al Hospital El Pino.

Esta sería la última maniobra por parte del Dr. Toso, ya que el 30 de abril de ese mismo año, se publica en el Diario Oficial, su renuncia al cargo, cuando se comienza a hacer aún más conocido el proceso de ingreso a las becas por parte de los cuatro especialistas

Director del Programa de Dermatología del Hospital el Pino, Dr. Héctor Fuenzalida y la primera generación de becados de la Usach.

© Hospital El Pino

Yo tomé el cupo de dermatología el 7 de marzo del 2014, y ellos ya tenían sus cupos en diciembre de 2013. En ninguna universidad comenzaban aún en esa

fecha ningún concurso público, ellos toman cupos públicos sin concurso y además a destiempo del común de los postulantes”

Dr. Juan Manuel Toso, ex director del Servicio de Salud Metropolitano Sur, crea el Servicio de Dermatología en el Hospital El Pino y es padre de una de las becadas en 2013, Dra. Estefania Toso. © Ispandresbello.cl

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de Dermatología. Cabe destacar que esta es la primera generación de dermatólogos que formaría la Usach (ver infografía superior).

En este sentido, dicha situación solo se puede realizar debido al convenio docente asistencial de la Usach, fechado desde el 18 de diciembre de 2012, representado por su rector Juan Manuel Zolezzi con el Hospital El Pino en calidad de establecimiento autogestionado en red desde el 28 de diciembre de 2007, representado por el Director del Hospital, Dr. Francisco San Miguel Mardones. En donde la universidad aportará anualmente la suma de $30.450.000 reajustable cada año de acuerdo a la variación del IPC, por concepto de uso de campo de formación profesional, a modo de retribución.

Pero nada de esto sería tan anormal si el programa de la especialidad de dermatología estuviera consignado dentro de las especialidades de la Usach, ya que este solo aparece en su página web desde enero de 2014, a cargo del Dr. Fuenzalida como único docente, pero no está disponible como una especialidad para acceder. Además, no se registra una inscripción de acreditación por parte de la especialidad ni en el Consejo Nacional de Acreditación (CNA), ni en su agencia, Apice Chile (agencia destinada exclusivamente a la acreditación de los programas universitarios de especialistas en las diferentes áreas de la medicina). Por otra parte, es importante destacar que no se realizó ningún llamado a viva voz por parte del Minsal ni la Usach para la especialidad de dermatología en 2013.

© Elaboración propia con datos del Ministerio de Salud , Hospital El Pino, Universidad de Santiago de Chile y Servicio Metropolitano de Salud

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De acuerdo a la ley 19.664 de normas especiales para los profesionales y funcionarios que desempeñan cargos de 11, 22, 33 y 44 horas semanales en los establecimientos de los servicios de salud, y de acuerdo al artículo n°8, “el ingreso a la Etapa de Destinación y Formación se efectuará mediante un proceso de selección objetivo, técnico e imparcial, que se desarrollará a nivel nacional a lo menos una vez al año. La comisión encargada del proceso de selección podrá considerar la aplicación de instrumentos de selección tales como oposición de antecedentes, pruebas, entrevistas, exámenes u otros que evalúen las competencias del postulante para el ejercicio del cargo. Dichos instrumentos deberán ser públicos y abiertos a todo participante y tendrán carácter de nacional”. Determinaciones que no ocurrieron con la beca de dermatología de la Usach debido a su discrecionalidad por parte de la Universidad como también por el Minsal.

Según recuerda el Abogado asesor de la Sochiderm, Cristian Castillo, “yo fui a una audiencia al Tribunal de Ética del Colegio Médico (Colmed), donde estaban los encargados de ver el tema de becas de la Usach, ellos decían a nosotros nos enviaron a cuatro personas por parte del Servicio de Salud Metropolitano Sur, y yo les pregunté si no les causaba alguna duda que fueran los mismos hijos de los médicos que estaban impartiendo la especialidad o que era una hija del Director del Servicio de Salud, y dijeron que no. Lo cual yo encuentro un poco insólito”, aseguró Castillo.

La propia Sochiderm consigna en un informe enviado a la entonces Ministra de Salud, Dra. Helia Molina Milman,

y en palabras de su presidenta, Dra. Eliana Faundez Lagos y el secretario general, Dr. Nelson Navarrete Novoa que “la asignación dirigida de cargos a personas específicas sin mediar concurso, vulnera el acceso equitativo, público y concursable de los médicos que se encuentran en condiciones de tomar un cargo en calidad de becado de la especialidad médica”.

Además agregan que “la provisión de cargos específicos implica el desplazamiento de un igual número de médicos que no pudieron acceder a dicha formación en un centro establecido, implicando la asignación directa de recursos económicos a personas específicas”. Es importante destacar que la ex Ministra, la Dra. Helia Molina, forma parte del Directorio de la Facultad de Ciencias Médicas de la Usach como Vicedecana de Investigación y Desarrollo a la fecha.

“Cuando nosotros hablamos sobre este tema el año pasado y se estaba generando el concurso, en el honorable consejo general, una gran reunión que se hace una vez por mes con las entidades de salud, el Dr. José Concha dijo: Este año hemos tenido mil cupos de especialidades e incluso ayer en la noche a último minuto aún seguíamos llamando a las universidades para que nos dieran cupo”, esto él lo decía como un logro, lo cual yo creo que no es un logro, es una pésima gestión, porque no puede ser que como Minsal estén liberando esa información a último minuto, o las universidades lo dan o no los dan”, señaló la Dra. Henríquez, presidenta Residentes Chile.

Al ser consultadas las distintas autoridades por parte del Minsal y encargadas de la destinación tanto de becas como de recursos para la formación de especialistas en el país, el Ministerio de Salud, no quiso referirse al tema, ya que se encuentra en Contraloría una causa en curso, además de distintos sumarios administrativos que determinarán la responsabilidad de ciertos entes que trabajan tanto en el gobierno, como también en servicios de salud pública.

En relación a lo anterior, la Ley Orgánica Constitucional N° 19.653 de Probidad Administrativa establece que los funcionarios públicos tienen prohibición de intervenir en asuntos en que se tenga interés personal o en que lo tengan el cónyuge, hijos, adoptados y parientes. Se les prohíbe además, en la misma normativa, participar en decisiones en que exista cualquier Organigrama de la Facultad de ciencias médicas de la Universidad de Santiago de Chile, donde trabaja

la ex ministra, Dra. Helia Molina y el presidente de la Asofamech, Dr. Humberto Guajardo, como vicedecana y decano de la facultad. © 201311300C026

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tipo de circunstancia que le reste imparcialidad y deberán abstenerse.

De acuerdo al artículo 62 de la ley 19.653, el cual señala las conductas que son necesariamente contrarias a la probidad, en el numeral 2 recalca la información, “hacer valer indebidamente la posición funcionaria para influir sobre una persona con el objeto de conseguir un beneficio directo o indirecto para sí o para un tercero”. Según el abogado asesor de la Sochiderm, Cristián Castillo, están claramente incumpliendo esta ley, es decir, “se espera poder llegar a la inhabilidad de estas personas en su trabajo o como becarios que son”.

Además agrega que la Sochiderm presentó ante Contraloría los siguientes puntos por las faltas incurridas por la Usach y el Hospital El Pino, “no había un programa de dermatología establecido, se entregaron becas sin concurso público y se espera que pueda haber una inhabilidad de los becarios, ya que había una directa relación con respecto al parentesco con sus colegas. Además hay una dependencia jerárquica de acuerdo al artículo 79 de la ley 18.834, en relación al estatuto administrativo y la relación que existe en estos casos”.

La Sochiderm al Ataque

La Sochiderm recibe con fecha 20 de enero de 2014, una carta vía mail por parte del socio activo y secretario general de la sociedad, Dr. Nelson Navarrete Novoa, denunciando la existencia de una nueva beca de dermatología en el Hospital El Pino en convenio con la Universidad de

Santiago de Chile, donde se formarían nuevos especialistas hijos de médicos, que además no contaban con un concurso público.

El presidente de la Sochiderm en ese momento, Dr. José Hono, contacta al Dr. Héctor Fuenzalida por medio de correo electrónico, el día 24 de enero, donde solicita información específica: lugar de formación, tipo de programa, equipo docente, formación teórica, acreditación, mecanismo de selección de residentes, y su vinculación en

Directorio Sociedad Chilena de Dermatología, principal ente que denuncia los hechos ocurridos en la entrega de becas de especialidad de la

Usach - Hospital El Pino. © Sochiderm

Dr. Héctor Fuenzalida, Director del programa de dermatología en el Hospital El Pino y la Universidad de Santiago, además de ser parte del Minsal como asesor en la Subsecretaría de Redes Asistenciales© Revista Informativa Médica

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el tema.

De acuerdo al reglamento de certificación de las especialidades y subespecialidades de los prestadores individuales de salud y de las entidades que lo otorgan, Decreto n°57 de 2007, y de acuerdo al artículo 4 : “Las entidades deberán informar con una antelación de a lo menos un semestre, su decisión de disminuir el número de especialidades o subespecialidades para las que han sido autorizadas, con el fin de que ello sea puesto en conocimiento de los postulantes interesados, bajo apercibimiento de no poder reasumir la misma certificación en los cinco años siguientes”, información que no fue notificada por la Usach ni el Hospital El Pino, en convenio desde 2012.

Además, el artículo 5 acentúa que “sin perjuicio de lo establecido en el artículo anterior, las universidades reconocidas oficialmente en Chile, estarán legalmente autorizadas para certificar las especialidades y subespecialidades que este Reglamento establece, respecto de los alumnos que hayan cumplido y aprobado los programas de formación y entrenamiento ofrecidos por ellas, cuando dichos programas hayan sido acreditados de acuerdo con la ley Nº 20.129”. Caso que no ocurriría con la especialidad de dermatología de la Usach, que ni siquiera aparece como posible programa de acreditación en el Apice ni en el CNA.

Es importante destacar que las únicas dos casas formadoras de Dermatólogos hasta 2013 eran la Universidad de Chile y la Pontificia Universidad Católica de Chile, y que los médicos que desean realizar su especialidad en cualquiera de estas dos, pasaban a ser automáticamente miembros de la Sochiderm, hasta que cumplieran su especialidad, o si ellos desean continuar terminado su proceso de formación. Hechos que no han ocurrido con los becados de la Usach, ya que no son parte de la Sociedad Chilena de Dermatología, no porque la entidad no permita su inclusión, sino más bien porque ellos mismos se han excluido de este proceso, del cual tampoco han querido referirse.

Pasados los días, el 27 de enero y para obtener mayor información sobre el tema, solicitan una entrevista con el Rector de la Universidad de Santiago de Chile, Juan Manuel Zolezzi, de la cual nunca se recibió respuesta.

El 29 de enero, el Dr. Fuenzalida responde vía mail donde aplaza su respuesta para después del 14 de febrero por

encontrarse de vacaciones. Posterior a esto, el directorio de la Sochiderm programa una reunión extraordinaria para el 30 de enero. Un día antes de la reunión, la asociación insiste con la información requerida al Dr. Fuenzalida, quien en ese momento también pertenecía a la sociedad.

El 30 de enero responde e informa que “la atención dermatológica del Hospital El Pino funciona desde octubre de 2013, con cuatro docentes contratados, el Dr. Héctor Fuenzalida, Dra. Rodrigo Loubies, Dr. Alfredo Cardemil y Dra. María Graciela Cárdenas, con atención de lunes a viernes de 8 a 17 horas”. Respecto a la formación de postgrado, argumenta que “se realiza en base a programa Usach aprobado por su consejo de facultad desde el año 2010 y que cuenta con una malla curricular según estándares de la universidad”.

En relación a los médicos en formación recalca que “se seleccionó a 4 médicos según normativas y reglamentos de especialidad vigentes”. Además agrega que la dirección de postgrado iniciará los trámites de acreditación de este programa. Especialidad que no aparece en el proceso de habilitación ni como programa de formación en la página web de la institución, situación que se mantiene así hasta la fecha.

El Dr. Juan Eduardo Carrasco, Residente de Dermatología de la PUC, asegura que “los culpables de este hecho son las 3 partes que están concertadas para llevar a cabo este proyecto fraudulento, en primer lugar el Dr. Fuenzalida que es el artífice de todo, a él se le ofreció por parte de Sochiderm, Universidad de Chile y la PUC, ayuda y asesoría para efectivamente proyectar un programa de formación bien hecho, pero rechazó toda ayuda. Además queda el precedente que cuando esto se supo él era funcionario del Minsal.” Funciones que cumplía como asesor de la Subsecretaría de Redes Asistenciales, encargado de ver temas relacionados con las becas de especialización médica.

También añade que el Dr. Fuenzalida, “sufrió censura por el Colegio Médico y fue expulsado de la Sochiderm. La principal responsabilidad en la Usach recae en su rector y Decano de Ciencias Médicas que se prestaron para estas anormalidades, y que pese a las contundentes pruebas que se les hicieron llegar, no hicieron nada. Pero no extraña ya que en la historia reciente hubo varios casos similares como comenté anteriormente que nunca fueron denunciados o investigados”, señaló el Dr. Carrasco.

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Además agrega que “el hecho más grave, lo comete el Minsal, entidad de gobierno que debe velar por la calidad, cantidad e idoneidad de los profesionales que forma en conjunto con las universidades. En este caso hay vínculos de amistad, relaciones nepotistas y de confabulación, todo lo contrario a la misión y visión del servicio público. Todo liderado por el Dr. Concha, encargado del Departamento de Formación y Calidad del Minsal”, concluyó el residente de dermatología de la PUC.

Es importante detallar que el Dr. Fuenzalida no solo trabaja en el Hospital El Pino con dos contratos, y en la Universidad de Santiago de Chile. Además es parte de la Subsecretaría de Redes Asistenciales, contratado por el año 2014 completo a honorarios por un sueldo de $3.3 millones como “asesor en la definición y redefinición de problemas de salud Auge y en la revisión y redacción de nuevos decretos. Asesorar a través del modelamiento de los procesos asistenciales que se desarrollan en la red de salud”, según lo distinguen como Jefe del Departamento de Gestión de Servicios de Salud de la Subsecretaría de Redes, y Jefe de la Unidad de Telemedicina del Minsal, que por todo el revuelo que causó el tema, renunció a final de febrero de este año.

Desde este punto, la Sochiderm comienza una investigación a los involucrados en el tema y piden entrevista con el principal órgano relacionado con este tipo de becas, el Ministerio de Salud, encabezado por la Ministra, Dra. Helia Molina, con fecha 21 de marzo de 2014. La reunión no se concreta con ella, sino con el Jefe del Departamento de Formación del Minsal, el Dr. José Concha Góngora, la cual no queda en ninguna resolución concreta.

Se les informó a ex presidentes de la sociedad y se creó una comisión para el análisis del tema. Las principales sociedades médicas fueron advertidas de lo que estaba ocurriendo, la Asociación de Sociedades Científicas-Médicas de Chile, (Asocimed), presidida por la Dra. Gloria

López y la Asociación de Facultades de Medicina de Chile (Asofamech), presidida por el Dr. Luis Ibáñez, que meses más tarde, el lunes 28 de julio de 2014, asumió su cargo, el actual Decano de Medicina de la Usach, Dr. Humberto Guajardo, tampoco hicieron nada.

Según información del propio Dr. Guajardo, “las becas de dermatología no tuvieron para nosotros ningún problema, al contrario están absolutamente validadas, y por otra parte hay que manifestar también, que en el caso de la primera promoción (2014), generamos una formación que estaba dentro de nuestra reglamentación y lo que habíamos concordado con el Ministerio de Salud, por lo tanto nosotros no hicimos absolutamente ninguna situación que no estuviera prevista en el reglamento y en nuestro sistema de ingreso”, aseguró.

A fines de marzo de 2014, el Dr. Fuenzalida expuso ante el directorio de la Sochiderm y ratificó la información entregada con anterioridad, pero negó conocer los mecanismos de selección realizados para el ingreso de los cuatro becados por la Usach. Desde este punto, se comienza una exhaustiva búsqueda de información y respuestas a

Presidente de la Asociación de Facultades de Medicina y Decano de la Facultad de ciencias médicas de la Universidad de Santiago de Chile, quien cree que la Usach no cometió ninguna irregularidad y que la responsabilidad recae en el Minsal como ente fiscalizador. © Asofamech

El hecho más grave, lo comete el Minsal, entidad de gobierno que debe velar por la calidad, cantidad e idoneidad de los profesionales que forma en conjunto con

las universidades. En este caso hay vínculos de amistad, relaciones nepotistas y de confabulación, todo lo contrario a la misión y visión del servicio público. Todo

liderado por el Dr. Concha, encargado del Departamento de Formación y Calidad del Minsal”

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miles de interrogantes que surgen en relación a la nueva especialidad de dermatología impartida por la Usach. A través de transparencia se solicita información al Servicio de Salud Metropolitano Sur (Ssms), en relación a nociones básicas sobre el nuevo programa de la especialidad de Dermatología, la cual es derivada desde el Ssms al Hospital El Pino, aduciendo su calidad de autogestionado, en un documento firmado por el Dr. Juan Manuel Toso.

El día 22 de mayo se recibe respuesta de la Universidad de Santiago frente a insistencia de la solicitud de información. En dicha respuesta, el Dr. Humberto Guajardo, Decano Usach afirma que “la Universidad de Santiago no tiene postgrado de Dermatología y que no ha otorgado becas”. Información que sería ratificada en una entrevista con TVN, lo cual es contradictorio, ya que sí figuran con un convenio con el Minsal en sus contratos.

En relación a esta información, el Dr. Guajardo señaló que “los 4 alumnos que nosotros recibimos en esa oportunidad, fueron aceptados por la Universidad bajo el hecho que ellos iban a financiar su educación. En el año que esto se hizo, existía una forma que usaba el Minsal para conseguir especialistas que era que aquellos que ingresaban a programas de pregrado autofinanciados, eran captados y se les ofrecía ciertas características, quedando como becados. Pero eso estaba fuera de lo que nosotros hacíamos como universidad y por lo demás fue una práctica que ya se eliminó, pero por parte del ministerio no por parte de nosotros ya que no teníamos nada que ver. Nosotros solo nos limitamos a hacer nuestro programa, con un sistema autofinanciado y que está dentro de lo que hacemos para formar nuestros docentes y profesionales”.

Al ser consultada la Vicedecana de Investigación y Desarrollo de la facultad de ciencias médicas de la Usach y ex Ministra de Salud en 2014, la Dra. Helia Molina aseguró que “a mí me tocó como ministra ver el tema, pero yo creo que no es la beca lo que les molesta a la Sochiderm, sino las personas que tomaron la beca, ya que eran todos hijos de doctores que trabajaban en el ministerio con Sebastián Piñera en 2013, lo cual a mí también me parece raro”, aduciendo a que estos cupos habrían sido entregados en el gobierno pasado y no en su cargo como Ministra de Salud en 2014.

Además agrega que “a la universidad mientras le paguen, forma a quien quiera formarse, pero la universidad no es quien tiene que revisar ese proceso, sino el ministerio es quien tiene que revisar ahí qué paso. Esto nos sirvió como aprendizaje, no podemos cortar lo que ya partió,

Dra. Helia Molina, Vicedecana de Investigación y Desarrollo de

El Servicio de Salud Metropolitano Sur, es de dónde salen los becados para la especialidad de Dermatología que se impartiría en el Hospital El Pino, creado por su director, Dr. Juan Manuel Toso y el Director de la especialidad, Dr. Héctor Fuenzalida. © 201311300C026

la Usach y ex Ministra de Salud en el año 2014, estaba a cargo cuando ocurren estos hechos en el Minsal. © Michellebachelet.cl

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no le vamos a decir que todo lo que hicieron no vale, yo creo que la causa fundamental es que es muy raro que la selección lógica haya dado esos becados”, aseguró la Dra. Molina.

Por otra parte, dice no estar de acuerdo con quitarles el beneficio, “yo no estoy de acuerdo de no reconocerles la beca, de hecho ya pasó la vieja, o sea está mal pero no quiere decir que no hayan aprendido”, concluyó la ex ministra. Asegurando además que estas disposiciones no le correspondían a ella y que había un sumario para determinar los hechos.

En relación a las evidentes ambigüedades y contradicciones en las respuestas entregadas en su momento, la Sochiderm envía nuevas preguntas vía transparencia en junio de 2014, pero esta vez dirigidas específicamente a la Universidad de Santiago de Chile y el Hospital El Pino. Quienes pese a haber cumplido el plazo legal para entregar respuestas a las solicitudes, nunca respondieron.

A partir de este punto y por la nula colaboración de los involucrados en la investigación, la Sochiderm presentó ante Contraloría la denuncia por lo ocurrido y dejó a cargo a los abogados, Marcela Ulloa Incháustegui y Cristian Castillo García, el caso. “Cuando nosotros recibimos respuestas, habían contradicciones entre lo que decía un ente con otro, el Ministerio de Salud decía sí hay becados y el Hospital El Pino también confirmaba la información de los becados, además de los docentes que se encontraban trabajando. Pero por parte de la Universidad de Santiago de Chile, la primera respuesta que tuvimos fue que no existía un programa de dermatología y que no habían ni docentes, ni becas entregadas”, aseguró el abogado Cristian Castillo.

Descubriendo el poder de la red

El día martes 7 de octubre y tras las reiterativas peticiones para poner en conocimiento de lo que estaba ocurriendo al Ministerio de Salud, y la denuncia interpuesta en la Contraloría General de la República, la Sociedad Chilena de Dermatología recibe una carta por parte de la Subsecretaría de Redes Asistenciales, principal encargado en relación a la entrega de becas por parte del Ministerio, en nombre de la propia Subsecretaria de Redes, Dra. Angélica Verdugo Sobral, destacando que en relación a la carta enviada a la Dra. Helia Molina, “el departamento de auditoría ministerial realizó en el mes de mayo un seguimiento a tal proceso, entregando

antecedentes suficientes que determinaron el inicio de un procedimiento administrativo para determinar eventuales faltas a la probidad”. Documento formalizado el 13 de agosto de 2014, que ordena instruir sumario administrativo y designar fiscal instructor.

Diligencia que no procedió al Hospital El Pino, ya que en 2007, el Ministerio de Salud, concedió al hospital la calidad de establecimiento autogestionado en red, es decir, establecimientos desconcentrados del correspondiente servicio de salud, en este caso, el Servicio de Salud Metropolitano Sur. En concordancia a lo anterior, la administración superior y control del establecimiento corresponden al director del Ssms, en este caso, el Dr. Juan Manuel Toso, quien no puede ordenar un sumario administrativo sino más bien, velar por el correcto funcionamiento de sus pares, como Director del Servicio de Salud.

Se comienza una nueva investigación, liderado por el Director del Hospital El Pino, Dr. Francisco San Miguel Mardones, pero que a la fecha no demostró ningún cambio, ya que los mismos funcionarios siguen trabajando en el hospital, como también los médicos becarios en ciclo de destinación.

El 29 de agosto de 2014, el Dr. Navarrete, secretario general de la Sochiderm, envió al Colegio Médico de Chile, una denuncia ética formulada en contra del Dr. Juan Manuel Toso Loyola, Dr. Francisco San Miguel Mardones y el Dr. Rodrigo Loubies Muñoz, basada en una presunta transgresión ética. Con fecha de 3 octubre, el Dr. Navarrete recibe la resolución que posteriormente citaría a las partes a una audiencia de conciliación, contestación y prueba en el Tribunal de Ética del Colmed.

El presidente del Colmed, el Dr. Enrique Paris, condena estos hechos, “nosotros como Colegio Médico no tenemos ninguna injerencia ni la capacidad de tomar decisiones en el otorgamiento de las becas, eso le corresponde al Ministerio de Salud, y los cupos de becas los dan las universidades. En ese sentido, la Usach tiene como campo clínico el Hospital El Pino, y de estos cupos para dermatología, sino se hizo de acuerdo al reglamento con el cual se rige el otorgamiento de becas que está controlado por el Minsal, hay que corregirlo. Yo no comparto que se entreguen becas sin pasar por el concurso común que deberían pasar todos los postulantes”.En este sentido agregó que “yo no tengo todavía el resultado de la investigación que está en marcha, una vez

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que la Contraloría determine si hubo o no una falta, los afectados pueden acudir al Tribunal de Ética del Colegio Médico de Chile, de manera que se pueda aplicar las sanciones c o r r e s p o n d i e n t e s ” . Revisión que se estaría efectuando hasta la fecha, donde se determinará si están infringiendo una serie de artículos del código de ética del Colmed. Conceptos que tienen exclusiva relación con honor, dignidad, denunciar conductas moralmente censurables de otros profesionales, entre otros.

Para Cristian Castillo, abogado de la Sochiderm, lo que más le genera intriga en estas audiencias que deben concurrir, radica en el poco compromiso del tema. “El Tribunal de Ética, una vez realizadas las audiencias respectivas, y habiéndose llevado a cabo las diligencias que se consideren necesarias para la resolución del asunto, tiene un plazo de 15 días para fallar, hay plazos establecidos para realizar las audiencias y las diligencias, pero sinceramente no se respetan mucho, ya va más de un año con la denuncia y no debería haber tardado más de 6 con toda la información que ya tienen”.

Además concluye con que “finalmente terminan casi pidiéndoles disculpas a los doctores porque los llamaron a una audiencia al Tribunal de Ética, y como según ellos no tenían nada que ver, siguen llamando y llamando a más personas, donde los mismos involucrados sacan a la luz pública nuevos involucrados y así seguiremos”, concluyó Castillo.

De acuerdo a las sanciones relacionadas con este caso en

especificado, se presentaría como un castigo más bien simbólico para los becados, debido a que aún no existe una ley que castigue de manera grave (cese de labores médicas) a los profesionales que hayan sido sancionados por el Tribunal de ética del Colegio Médico, asimismo el común de las personas tampoco puede acceder a esta información, ya que es totalmente confidencial y solo es entregada si es pedida por algún Tribunal o Contraloría de acuerdo a declaraciones de la misma entidad.

Es importante destacar que los involucrados en este caso, en específico el Dr. Héctor Fuenzalida y el Dr. Rodrigo Loubies, no son parte de la Sochiderm, por expulsión de la Sociedad al poco tiempo de lo sucedido, debido a sus actos en relación a las irregularidades en la entrega de becas de dermatología. Al ser consultados sobre esta información, no quisieron referirse al tema.

Por parte de la Universidad de Santiago de Chile no se encontró ninguna referencia del tema, sino hasta este año, específicamente el 11 de febrero de 2015 cuando se dio a conocer un caso muy parecido al ocurrido en 2014. Médicos denuncian la existencia de una nueva beca que no fue publicada, sino hasta la noche anterior al concurso de becas ministeriales para especialistas médicos en Dermatología de la Usach.

El Dr. Felipe Soto, residente de 2°año de Dermatología y miembro de la Sochiderm recuerda este hecho como si fuera ayer, “con menos de 24 horas al concurso, salen a la luz pública los 4 cupos de dermatología para este año con reembolso en el Hospital El Pino de sus servicios médicos, cumplida la especialidad. Ahí es cuando yo, el Dr. Navarrete y el Dr. Juan Eduardo Carrasco (residente de Dermatología de la PUC), realizamos un comunicado para tratar de difundirlo a la mayor cantidad de personas posibles y que los cupos fueran tomados. Esperando que no ocurriera el mismo proceso del 2014 y las becas fueran

Presidente del Colegio Médico de Chile, Dr. Enrique Paris, no cree que el otorgamiento de becas sin concurso público sea fidedigno y castiga estos hechos. © Colegio Médico de Chile

Con menos de 24 horas al concurso, salen a la luz pública los 4 cupos de dermatología para este año con reembolso en el Hospital El Pino de sus servicios

médicos, cumplida la especialidad. Ahí es cuando yo, el Dr. Navarrete y el Dr. Juan Eduardo Carrasco (residente de Dermatología de la PUC), realizamos un

comunicado para tratar de difundirlo a la mayor cantidad de personas posibles y que los cupos fueran tomados. Esperando que no ocurriera el mismo proceso del

2014 y las becas fueran entregadas de manera interna a quien ellos decidieran”

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entregadas de manera interna a quien ellos decidieran”.Incertidumbre que venía tras todos los hechos que habían ocurrido y la divulgación de nueva información, que tenía relación con nuevos postulantes para las becas de 2015 que ya estarían listos. De esta manera, logran postular 4 médicos que desean la especialidad, pero el proceso no sería nada de fácil, ya que para poder optar a esta beca, ellos debían estar habilitados por la Universidad de Santiago de Chile. Proceso que se hace con anterioridad y que en virtud de lo ocurrido, no podrían lograr en tan pocas horas.

Según información del propio Dr. Soto, él comienza un grupo de apoyo en pos de que los nuevos becados puedan optar a estos cupos, y no queden en manos de la Usach. Por ley, si no hay adhesión a los cupos entregados para la beca, la universidad queda en total capacidad de generar un concurso interno para determinar a quién beneficiará con la especialidad. La Dra. María Carolina González, el Dr. Claudio Escanilla, la Dra. Florencia Terc y la Dra. Gisela Karlsruher, estaban a la espera de la confirmación de la Usach para poder optar a la beca, pero cuando el tema sale a la luz pública, los funcionarios de la institución se encontraban de vacaciones. Hecho que solo demoró su proceso y que se retrasó hasta marzo.

Fecha en la cual, la Dra. Gisela Karlsruher, deja la beca de dermatología, por razones personales, pero según información del Dr. Felipe Soto, esta decisión tenía relación con la irregularidad de los hechos que ya estaban en curso y optando por esperar a poder realizar su especialidad más adelante en otro proceso. Al ser consultada sobre esta información, la Dra. Karlsruher, no quiso referirse al tema. Es importante destacar que la formación de estos 8 médicos becados por el Minsal entre 2014 y 2015 equivale al desembolso de $560 millones por parte del Ministerio de Salud, en relación al sueldo estimado por los 3 años

de formación y el arancel completo del programa de la especialidad.

Debido a esta baja y en un último llamado a viva voz, es el Dr. Felipe Ruiz quien toma el último cupo de dermatología impartido por la Usach, esperando que pudiera ser otorgado a él, ya que ninguno de los becados estaba habilitado. Poco tiempo antes de partir la especialidad, que debía comenzar en abril de este año, los cuatro médicos son llamados por la Subsecretaría de Redes Asistenciales, representada por la Jefa de la Unidad de Destinación y Becas, Fabiola Galleguillos y el Dr. Fuenzalida, Jefe del programa de Dermatología de la Usach en el Hospital El Pino.

“El encargado de postgrado de la Usach (Dr. Enrique Roncone) se juntó con Fuenzalida y estos cuatro médicos para decirle que tenían sus cupos, sin ni siquiera estar habilitados. Incluso, cuando ellos toman el cupo, la Jefa de la Unidad de Destinación y Becas de la Subsecretaría de Redes Asistenciales, Fabiola Galleguillos, hace firmar en el papel donde están tomando el cupo, que ellos no han sido pre habilitados por la Usach, y el Minsal no tiene ninguna responsabilidad respecto a la entrega de las becas, ellos se limpiaron las manos”. Eso fue lo último que supo el Dr. Soto con respecto al tema y los becados, ya que nunca más hablaron ni por el grupo de whatsaap creado en pro del bienestar y para apoyarlos en la toma de la beca.

Al ser solicitada la entrevista con la Jefa de la Unidad de Destinación y Becas del Minsal, esta fue derivada a la unidad de Relaciones Públicas del Minsal y tras reiteradas peticiones, denegada. Prácticamente todos los temas de formación de especialistas los conduce ella, siendo quien toma la mayoría de las decisiones respecto a este ámbito, además de acompañar al Dr. José Concha al proceso de negociación con las universidades. Ellos son quienes además habrían otorgado las becas de la nueva especialidad de dermatología a la Universidad de Santiago.

El Dr. Concha, quien es contratado a honorarios por la Subsecretaría de Redes Asistenciales para “diseñar una política de formación de recursos humanos integral e interdisciplinaria acorde a los nuevos desafíos del país, diseñar e implementar políticas e instrumentos de evaluación en calidad de atención en salud”, características muy distintas al rol que cumple hoy en día en el Minsal, ostentaba tres cargos en 2014, presidente del Departamento de Políticas de Salud y Estudios del Colegio Médico, Jefe del Departamento de Calidad y Seguridad del Paciente

Jefe del Departamento de Formación y Calidad del Minsal, Dr. José Concha y encargado de entregar las becas de dermatología a la Usach- Hospital El Pino. © Asofamech

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del Minsal y Jefe del Subdepartamento de Formación del Minsal.

Según información de cercanos y de acuerdo a un reclamo que se genera, el Minsal se entera de este suceso y él renuncia al Colmed, para no entrar en un evidente conflicto de intereses, que ya llevaba hace meses incurriendo. A finales de 2014, y tras varios conflictos internos con parte de sus superiores, por faltas al orden jerárquico en la toma de decisiones sin consultar a nadie, logra trasladar el Subdepartamento de formación, sacándolo de la División de Gestión y Desarrollo de las Personas y trasladándolo al Departamento de Calidad y Seguridad del Paciente, que está bajo el alero directo de la Subsecretaria de Redes Asistenciales, y no pertenece a ninguna División Ministerial, teniendo claramente una supervisión mucho menor.

Todos estos movimientos son improcedentes, ya que la formación de especialistas es de competencia directa de la división que ve el recurso humano en la red asistencial, la División de Gestión y Desarrollo de las Personas y no de Calidad. En la actualidad el Dr. José Concha es jefe del Departamento de Formación del Minsal y miembro activo

del Programa de Formación de Especialistas Básicos para la Atención Primaria del Ministerio de Salud, que se está debatiendo en la Comisión de Salud. Al ser consultado en distintas ocasiones, tampoco quiso referirse al tema, aludiendo a tener su agenda llena hasta fin de año.

“Un programa de medicina aeroespacial”

El 19 de marzo de 2015 y de acuerdo al acta n° 2 del consejo de reuniones que se realizó en Sala de Reuniones del Decanato de la Facultad de Ciencias Médicas (Facimed) de la Usach, que contó con la presencia de su Decano el Dr. Humberto Guajardo, el Director de Postgrado y Postítulo, Dr. Enrique Roncone y miembros consejeros de la facultad entre otros, tratarían por primera vez, en una reunión, el tema de la beca de dermatología.

En el informe obtenido, se trataron las “dificultades con la Sociedad de Dermatología por el Programa Especialidad de Dermatología en el Hospital El Pino”. Para luego en la sesión próxima con fecha 23 de abril de 2015, se diera a conocer el Diplomado de “Dermatología en Atención Primaria en Salud”, presentado por el Dr. Héctor

Esquema entregado por una de las fuentes, explicando el organigrama anterior de la Subsecretaría de Redes Asistenciales

© 201311300C026

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Fuenzalida, Dirección de Postgrado, Facimed, y aprobado por unanimidad del Consejo de Diplomado.

En el Consejo Nacional de Acreditación (CNA) no cuentan con ninguna acreditación por parte de la Universidad de Santiago de Chile en la especialidad de Dermatología, no obstante sí aparecen acreditados como Institución desde el 2 de octubre de 2014 hasta el 2020, y así también en la Facultad de Medicina por un período de 5 años hasta 2019, a contar del 18 de diciembre. Circunstancias en que ya se encontraban con el proceso denunciado en Contraloría por las becas entregadas en 2013 para el ciclo de destinación 2014, lo cual podría haber influido en su nueva acreditación, pero esta información no fue tomada en cuenta.

El jefe del Departamento de Agencias y Pregrado del CNA, Alejandro Sotomayor comenta que “la acreditación no está vinculada al funcionamiento, pero si no tienes el reconocimiento por parte del Consejo Nacional de Educación y el Ministerio de Educación, no puedes impartir la carrera. Ellos son los encargados de verificar estos temas y revocar su derecho a funcionar”. Esta sería la única manera que la Universidad de Santiago de Chile dejara de impartir la especialidad, además agrega que “la integridad es un criterio a evaluar para la acreditación y re acreditación”. Características que podrían ser vistas en su nueva re acreditación para 2019.

Según el Director de Postgrado y Postítulo de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Santiago de Chile, Dr. Enrique Roncone Ditzel, “nosotros no tenemos ningún problema con las becas de dermatología, eso no es una irregularidad, somos una universidad autónoma. Si yo quiero hacer una beca en medicina aeroespacial, lo puedo hacer”.

En este sentido agrega que “cada universidad decide si acredita o no acredita una especialidad médica. El problema radica en que cuando tú haces la certificación de la especialidad, la Superintendencia de Salud te exige que tengas un programa acreditado. Entonces aquí hay dos ministerios y dos leyes que no conversaron y que tienen un fin completamente distinto”, aseguró el Dr. Roncone.El 26 de mayo de este año, el Subsecretario de Salud, Jaime Burrows Oyarzun, notifica sobre el nuevo cambio en relación a las acreditaciones tanto de especialidades médicas como también odontológicas, de acuerdo al Decreto 65, el artículo 7º destaca “que las necesidades de la salud pública nacional, en orden a continuar desarrollando progresivamente la implantación del Sistema de Certificación de Especialidades, de modo que el país cuente con sus profesionales especialistas debidamente reconocidos. Por otra parte, otorgar a los profesionales de la medicina y la odontología que actualmente ostentan tales reconocimientos bajo el imperio de normas transitorias”. De esta manera se pone fecha de tope para poder acreditarse de forma voluntaria si su casa de estudios no estaba acreditada.

De acuerdo al artículo 4° del mismo decreto, “entre el 1 de enero de 2015 y el 31 de diciembre de 2019, quienes posean un título universitario, otorgado por una universidad reconocida oficialmente en Chile, relativo a alguna de las especialidades referidas en el artículo 2º de este Reglamento (Especialidades Médicas y Odontológicas), tras cumplir un programa de formación y entrenamiento que no se encontrare acreditado de conformidad con la normativa vigente, podrán solicitar a la Superintendencia su inscripción en el registro de especialidades. Desde su inscripción en el antedicho registro, se tendrán por certificadas tales especialidades por el plazo de cinco años”.

Pero la principal agencia de acreditación de programas de especialistas en las diferentes áreas de la medicina (Apice Chile), piensa totalmente distinto con relación a la autonomía de la Usach. “Ellos recurren a un argumento que no tiene nada que ver con el asunto. La universidad es

Nosotros no tenemos ningún problema con las becas de dermatología, eso no es una irregularidad, nosotros somos una universidad autónoma. Si yo quiero hacer una beca en

medicina aeroespacial, lo puedo hacer”

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autónoma por ley, pero la autonomía no permite delinquir, eso no te abre la puerta para que tú cometas un delito. Una cosa es ser autónoma, pero otra cosa es ser delincuente”, comentó el Dr. Vicente Valdivieso, Secretario Ejecutivo del Apice Chile.

Además agrega que, “positivamente para ellos, no hay un organismo que los juzgue y que sentencie ese juicio, echando para atrás todo lo que se hizo que eso es lo que hay que hacer. Es una debilidad del país y del sistema jurídico nacional, el nepotismo se encuentra en muchas otras partes”. Al ser consultado sobre la posible acreditación de la especialidad de dermatología en el Apice, sentenció: “Nunca la van a tener en esas condiciones”.

Desde otro punto de vista, el presidente de Apice Chile, Dr. Carlos Akel, cree que este caso es más común de lo que uno piensa, “esa fue una situación excepcional, que nadie quiso hacerse responsable de lo que había que sancionar. Pero en el mundo real, hay hijos de médicos y amigos de amigos, que trabajan cinco años en un hospital, consiguen trabajar en la especialidad y van a la Corporación Nacional Autónoma de Certificación de Especialidades Médicas (Conacem), que es una agencia que acredita a médicos con formación en práctica y sacan su título de especialista” (ver recuadro superior).

Es relevante destacar que dentro de los evaluadores del área de Dermatología de la agencia Apice Chile, se encuentra el Dr. Héctor Fuenzalida como médico encargado de verificar el buen funcionamiento y correcto proceso de las especialidades de Dermatología que se quieren acreditar, quien además es el Jefe del programa de dermatología en el Hospital el Pino y la Usach.

Una sola razón, el déficit de especialistas

El día 3 marzo de este año, la Ministra de Salud, Dra. Carmen Castillo Taucher, presentó ante la Comisión de Salud del Senado, las “Prioridades 2015, Más y Mejor Salud”, de acuerdo al Plan de Ingreso de Médicos a la Atención Primaria de Salud (APS) y de Formación con Retención de Especialistas en el Sistema Público. Las Becas de Especialidades tomadas a principio de año en el proceso 2015, suman 850 sobre un total de 1.183 cupos de especialidades primarias y derivadas disponibles en los Concursos Ministeriales Públicos, lo cual equivale a un presupuesto para formación de especialistas médicos el cual aumentó un 80.2% en 2015: de $44 mil a $ 81 mil millones, más del doble de lo que se había destinado para este proceso en otros gobiernos, equivalente al gasto del Fondo Nacional de Salud (Fonasa) en atención primaria en el Servicio de Salud Metropolitano Sur en 2015.

En relación a este plan, el Ministerio de Salud, espera formar en el periodo 2015 a 2018, a 4 mil médicos especialistas, para poder cubrir el gran déficit de profesionales en el sistema público, datos obtenidos de acuerdo a las realidades de las redes de servicios públicos del país.

Pero según la opinión de la presidenta de Residentes Chile, “si yo leo ese plan de formación de especialistas, no hay un plan. No puede haber un plan sin un diagnóstico. Nosotros no sabemos cuántos especialistas necesitamos y dónde, esto se hace en base a la necesidad dicha de los servicios de Salud, a lo cual esta necesidad no tuvo una herramienta única para poder generar esta información, solo cada servicio de salud suponía un número que necesitaban y de ahí nace este plan”, explicó la Dra. Henríquez.

La Corporación Nacional Autónoma de Certificación de Especialidades Médicas (Conacem), se preocupa de efectuar el reconocimiento de especialistas en determinados campos o áreas del ejercicio profesional, a los médicos cirujanos que así lo soliciten, mediante un examen para corroborar sus capacidades en la especialidad; es decir, médicos que mediante su experiencia en el área sin haber estudiado, podrán optar a ser un especialista.

De acuerdo a sus requisitos generales, los médicos que deseen optar a acreditar su formación como especialista en las distintas áreas de la medicina, lo podrán hacer mediante estas 3 formas de ingreso: mediante programa

universitario (PU), mediante el programa de ingreso de formación de especialistas formal y que tendrán acreditación automática al ya estar cumpliendo los requerimientos mininos de acuerdo a acreditación de programa etc ; la segunda vía de ingreso para acreditar es mediante el adiestramiento en práctica (AP), es decir, médicos cirujanos que demuestren sus capacidades y el conocimiento que han adquirido en un tiempo no menor a los 5 años con un minino de 22 horas semanales; y por último, los médicos con formación en el extranjero (FE). Teniendo todos que pasar por evaluaciones en exámenes teóricos y prácticos para poder acreditarse como médicos especialistas en el país.

Otra forma de ingreso

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Además deja una pregunta abierta, “¿por qué quieren formar entre 4 mil y 5 mil médicos en cuatro años? Eso a mí no me calza, eso significa entonces que después qué ¿se cierra la máquina? Se supone que estos médicos tienen un compromiso, porque no todos los médicos tienen compromiso de devolución siendo especialistas, eso el ministerio no lo dice, no todos devolverán al sistema público”, comenta la presidenta de Apice Chile.

De esta misma forma y en pro del nuevo plan de gobierno, el Senador y miembro de la Comisión de Salud, Guido Girardi, aseguró que “para paliar el actual déficit de 3.500 especialistas y la abultada lista de espera heredada, presentará un proyecto de ley que establezca que aquellos profesionales que tras recibir una beca de formación, no cumplen con trabajar durante tres años en el Servicio Público serán eliminados de los registros de la Superintendencia de Salud y no podrán ejercer la profesión ni en el sistema público ni en el sistema privado de Salud”. Esto ya que no existe un método para poder saber esta información.

Proyecto que podría poner en jaque la devolución por parte de la primera generación de Dermatólogos de la Usach, los cuales cumplen su etapa de formación en 2016, donde aún no es entregado ningún documento que acredite la devolución de sus servicios, ni al Hospital El Pino o algún servicio de salud público del país, determinación obligatoria para cualquier médico en formación de alguna especialidad por parte del Minsal.

El 14 de julio de este año, el Dr. José Concha, Jefe del Departamento de Calidad y Formación de la Subsecretaría de Redes Asistenciales, quien lidera el nuevo programa de Formación y Permanencia de Médicos y Especialistas en la Red Pública de Servicios de Salud en el Senado, ratificó el déficit de especialistas, señalando que existen 936 habitantes por un médico especialista a lo largo de todo el país, como también un total de 19.034 especialistas hasta el 30 de septiembre de 2014, muy por debajo de la población total en el país.

De acuerdo a estos datos, el Minsal declaró una nueva medida, “esto implicará un nuevo trato con las universidades, que permita promover modificaciones y ajustes en los programas de formación de especialidades críticas y complementar mejor el término de los estudios con el inicio de la especialización”. Especificaciones que no son bien recibidas por la presidenta de Residentes

Chile. “Actualmente y según lo que dice el Jefe de Departamento de Formación y Calidad, el Dr. José Concha, el 100% de los cupos están en manos del Ministerio de Salud, pero es él quien ve todo, ¿dudoso no?”, aseguró la Dra. Henríquez, es decir, el Dr. Concha es quien decide la pertinencia de becas o programas de formación de especialistas de las distintas casas formadoras de médicos del país.

De esta manera se arma el puzle de interrogantes y disyuntivas sobre el tema de los cupos entregados por la Universidad de Santiago de Chile, la cual y de acuerdo a declaraciones de los propios entrevistados, estaría liderado por el Dr. José Concha, quien es el encargado de determinar qué universidades obtienen becas y cuáles no, con recursos fiscales, que implicarían un beneficio en desmedro de otros.

“El Dr. José Concha es una persona con mucho poder dentro del ministerio, capaz de llegar a cambiar sus propias estructuras y otorgar becas de los cupos que van quedando a su manera, como si fuera lo más fácil y rápido, temas que para uno, claramente no lo son. Además el Dr. Fuenzalida es quien gestiona los cupos familiares, pero siendo facilitado desde el ministerio para poder asignar estos cupos sin los concursos públicos pertinentes, es decir, estaban coludidos entre ellos”, aseguró el Dr. Felipe Soto, residente de Dermatología Universidad de Chile.

En la actualidad y en curso sigue una denuncia interpuesta por la Sociedad Chilena de Dermatología con respecto a las becas entregadas en 2014, además tres Auditorías Internas en relación al caso. En salud al Hospital El Pino (sin resultados aparentes, de acuerdo a información entregada por los abogados de la Sochiderm), información corroborada por el actual Director del Hospital El Pino, Patricio Vera, quien además añade que para ellos “desde el punto de vista hospitalario está finalizado ese tema, no hay un escenario anormal. Las situaciones que se produjeron están siendo investigadas y en algún momento se presentarán las consecuencias de acuerdo al sumario interno que aún no está resuelto, todo se restringe a eso. Hay que ver de acuerdo a lo que diga la Contraloría las implicancias que pueda tener esa investigación para el hospital, ahí se tendrá que afinar el sumario solamente”. Al ser consultado sobre las posibles consecuencias para los médicos que trabajan en el hospital, no quiso hacer declaraciones.

De acuerdo a la investigación realizada, las secuelas de estos actos solo radicarían en la expulsión por parte del hospital del personal involucrado, pero dadas las condiciones y el tiempo que ha transcurrido con las indagaciones, estas acciones podrían quedar en nada.

En este sentido, la segunda auditoría se realizaría en el Ministerio de Educación, la cual comenzaría en estos meses en la Universidad de Santiago de Chile, sin fecha determinada todavía para su inicio. Por otra parte, la última auditoría que sí está en curso, es al Servicio de Salud Metropolitano Sur, la cual no tiene una fecha de término determinada aún.

De acuerdo a las declaraciones del actual Director del Servicio Metropolitano Sur, el Dr. Osvaldo Salgado, y primer Subsecretario de Redes Asistenciales del país en 2005, bajo el gobierno de Ricardo Lagos, explica que “hasta ahora cuando uno mira el proceso que se siguió, en realidad es un proceso que se alcanzó tras sus becas autofinanciadas, en las condiciones que estaban en ese momento en la Usach. Se abre una capacidad formadora en un hospital que no la tenía, y el resultado del concurso es que ganan 4 personas, una de ellas que es la hija del director del Servicio Metropolitano Sur y los otros 3 son hijos de dermatólogos, uno dice aquí esto apunta a nepotismo, aunque se cumplieron las bases de su concurso”.

Además agrega, “en mi opinión el resultado final es que se ve feo, ya que una autoridad no debe exponerse a una cosa como esa” quien además comenta que existen dos sumarios en curso, uno por parte del ministerio y otro por el servicio en sí, que aún no tienen fecha de término.

En relación a la denuncia en los Tribunales de Ética del Colegio Médico de Chile, que aún no fallan con relación a este caso, los abogados de la Sochiderm afirman que

“la denuncia tiene relación con una confabulación del Hospital El Pino y la Usach, para crear un programa de especialización de dermatología para que entraran los hijos de los docentes que allí se encontraban, y para la hija del Director del Servicio de Salud Metropolitano Sur. Nosotros hemos ido a diferentes audiencias, donde han citado a varias personas, pero hasta el momento no hemos recibido respuesta y ya va más de un año, lo mismo con la denuncia en Contraloría”, afirmó Cristian Castillo.

De acuerdo a una carta entregada por la directiva de Residentes Chile a la Comisión de Salud este año, recalca que, “el actual Programa Nacional de Formación y Retención de Especialistas, a cargo del Departamento de Formación y Calidad del Ministerio de Salud, no ha sido capaz de asegurar la calidad de los programas de formación, de realizar una adecuada planificación del recurso humano y de velar por la protección de los derechos laborales de los residentes”.

“La segmentación, es la lógica que tiene el Ministerio de Salud, fragmentar y fragmentar, así es súper difícil crear un grupo o colegio profesional que sea capaz de hacer demandas reales por sus necesidades”, aseguró la Dra. Natalia Henríquez, presidenta de Residentes Chile. Lógica que seguiría su curso, en relación al plan de formación de nuevos especialistas que se está llevando a cabo, el cual solo se desarrollaría hasta 2018, por lo cual surge la disyuntiva de qué ocurrirá después con la mecánica de ingreso a una especialización.

“Dentro de la gente que tiene poder y que forman parte de todas estas sociedades médicas, son los mismos que pueden tomar decisiones y están favoreciendo este tipo de irregularidades. Entonces, ¿a quién podemos recurrir?”, concluyó el Dr. Felipe Soto.

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Hasta ahora cuando uno mira el proceso que se siguió, en realidad es un tema que se alcanzó tras sus becas autofinanciadas, en las condiciones que estaban en ese momento en la Usach. Se abre una capacidad formadora en un hospital que

no la tenía, y el resultado del concurso es que ganan 4 personas, una de ellas que es la hija del director del Servicio Metropolitano Sur y los otros 3 son hijos de

dermatólogos, uno dice aquí esto apunta a nepotismo, aunque se cumplieron las bases de su concurso”