UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN FACULTAD DE ARTES VISUALES

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN FACULTAD DE ARTES VISUALES DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO EDUCACIÓN ARTÍSTICA COMO DISCIPLINA NO FORMAL EN MONTERREY Por MARÍA ELENA LOO TARÍN ASESOR: DR. MIGUEL DE LA TORRE GAMBOA Como requisito parcial para obtener el grado de MAESTRIA EN ARTES con Especialidad en Difusión Cultural Julio, 2006

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN

FACULTAD DE ARTES VISUALES

DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO

EDUCACIÓN ARTÍSTICA COMO DISCIPLINA NO FORMAL EN MONTERREY

Por

MARÍA ELENA LOO TARÍN

ASESOR: DR. MIGUEL DE LA TORRE GAMBOA

Como requisito parcial para obtener el grado de MAESTRIA EN ARTES con Especialidad en

Difusión Cultural

Julio, 2006

2

Para Alma Aída Tarín F.

En el corazón de mi madre existe una gran fortaleza,

ella siempre celebra lo que tiene de bueno una situación

en lugar de ver lo que está mal en ella.

La creatividad es su mejor arma para enfrentar al mundo

y la sabiduría su mejor aliada.

Para ella los sueños son importantes.

María Elena Loo Tarín

3

Un agradecimiento a todas las personas que me han acompañado

en este proceso y en especial a mi hermana María Eugenia Loo y a su

esposo Víctor Quiñónez.

4

ÍNDICE

1. Introducción..........................................................................5

2. Las artes visuales dentro de la academia.............................8

2.1 La participación de las artes visuales dentro de las

universidades.............................................................12

3. Definición del DBAE.........................................................15

4. Los elementos que configuran el DBAE............................20

4.1 La estética..................................................................21

4.2 La crítica del arte.......................................................21

4.3 Historia del arte..........................................................22

4.4 Producción artística....................................................23

5. El devenir del DBAE. ........................................................24

6. Posmodernidad....................................................................29

6.1 Monterrey posmoderno..............................................31

7. Metodología........................................................................35

7.1 Tipo de estudio...........................................................36

7.2 Selección de la muestra..............................................36

7.3 Recolección de datos..................................................38

8. Análisis de la encuesta..........................................................40

9. Conclusiones........................................................................43

Bibliografía..........................................................................51

Anexos

1. Encuesta..............................................................54

2. Gráficas...............................................................64

3. Directorio cultural...............................................79

5

1. Introducción

El contenido de la presente tesis se ocupa de la educación artística como

disciplina no formal en Monterrey. Para hablar sobre este tema se toma como

planteamiento del problema la siguiente pregunta: siendo Monterrey una ciudad

posmoderna, la idea de la educación artística como disciplina dentro de la

educación no formal, ¿se toma en cuenta para el desarrollo de sus estudiantes?

Antes de contestar la pregunta ya mencionada, es necesario dar un repaso

a la historia de las artes visuales dentro de la academia tanto en Europa como en

Estados Unidos, así como sus motivos sociales y políticos.

En el primer apartado se habla de la época de la revolución industrial, ya

que a partir de ella tanto los políticos como los empresarios (que apenas

empezaban a surgir) vieron la importancia de las artes visuales para el desarrollo

de sus empresas y para la sociedad en general, y comenzaron a introducir dicha

disciplina en las escuelas.

Con la revolución industrial nacieron diversas instituciones académicas

en las cuales el diseño era la principal materia, ya que requerían preparar a los

artesanos para la industria; sin embargo, también los artistas buscaban espacio

dentro de las escuelas. Ante estas demandas las universidades europeas

consideraron fuertemente que las artes visuales demandaban formas mas libres

de expresión, mientras las universidades de Estados Unidos de Norteamérica,

específicamente Harvard, empezaron con los talleres artísticos con principios de

historia del arte. Yale creó la currícula para una escuela profesional de arte, ya

que sus alumnos podían ejercer de la misma forma como artistas que como

diseñadores. En cuanto a Princeton, fundó un departamento de historia del arte,

en el cual asignó el primer curso de filosofía del arte.

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A finales del siglo XIX se consideraba que había dos tendencias dentro de

la educación artística: la primera consistió en que el estudiante adquiría

conocimientos de las artes visuales sin ninguna aplicación a la vida cotidiana,

mientras que en la segunda tendencia el estudiante aprendía los aspectos

prácticos del arte para conseguir una preparación más completa para su carrera

profesional.

Dentro del marco teórico de esta investigación, el cual “corresponde a la

teoría de la Educación Artística como Disciplina, mejor conocida como DBAE”,

se basa en la premisa del Centro Getty para la definición de la misma, teniendo

como objetivo la reacción de las personas al encuentro de las artes.

El Centro Getty propuso que la educación artística se centralizara en la

disciplina, basándose en las actividades de la historia del arte, la estética, la

crítica de arte y la creación artística, siendo éstas el núcleo del DBAE.

Dentro del devenir del DBAE, existen diversos momentos en los que se

ve que el concepto de la educación artística como disciplina nace en el seno de

las academias por situaciones políticas, de igual forma que la educación artística

a principios del siglo XIX.

En el planteamiento del problema se habla de un Monterrey

posmoderno, por ello se trabajó con el concepto de posmodernidad, y se

encontraron los elementos necesarios para afirmar que Monterrey efectivamente

es posmoderno.

En el transcurso de esta tesis se observa que en el inicio de la

posmodernidad Monterrey da un gran paso dentro de su economía y además

juega un papel importante en el mismo rubro dentro del país. Lo mismo sucede

en el campo de la educación ya que a partir de esta época se iniciaron las

universidades privadas. En la actualidad algunas de estas universidades son

reconocidas a nivel internacional.

Este fenómeno trae consigo una vida cultural dinámica y pujante dentro

de las artes visuales, no dejando atrás al teatro y a la música; pero las artes

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visuales siguen su curso sin mirar atrás y a finales del siglo XX Monterrey se

presenta como una entidad con importantes museos que albergan exposiciones

que trascienden a nivel nacional e internacional e importantes galerías de arte.

Además, los productores de arte se manifestaron con agrado sobre el inicio de la

educación artística dentro de las escuelas y universidades públicas y privadas, así

como en los talleres no formales.

Al tratar de responder la pregunta del planteamiento del problema, la

metodología utilizada en esta tesis fue la investigación descriptiva, la cual

permitió ver el estado actual de la educación artística no formal en Monterrey.

Al realizar la encuesta se contó con el apoyo de un grupo de

investigadores que realizaron sus propias indagaciones con el mismo

instrumento de medición pero con diferentes variables. Las variables utilizadas

en dicho instrumento se basaron en las cuatro disciplinas del DBAE.

Ya en el análisis de la encuestas se advierte que los profesores tienen una

falta de interés por las cuatro disciplinas que utiliza el DBAE, y dentro de las

conclusiones se observa que, siendo Monterrey una ciudad posmoderna, los

profesores que dan talleres artísticos no formales excluyen la educación artística

como disciplina para el desarrollo de sus estudiantes.

Al final de la tesis, se encuentra el directorio cultural que se utilizó para

realizar las encuestas, así como el instrumento final y las gráficas representativas

de las variables utilizadas.

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2. Las artes visuales dentro de la academia

La instrucción de las artes visuales dentro de la academia ha sufrido diferentes

periodos de evolución dentro de la historia.

En diferentes etapas del arte, éste ha sido dominado por una élite social, y

en cuestión de género, solamente eran cultivadas por los varones; mientras tanto

sólo a las mujeres de clase trabajadora les era permitido el estudio de las artes

decorativas. Con el tiempo esto fue cambiando según el criterio de cada época.

En esta tesis solamente se va a mencionar cómo las artes visuales se

involucran dentro de la comunidad académica en diferentes países a partir de la

revolución industrial, ya que es importante conocer la manera en que las

disciplinas artísticas empiezan a ser trascendentales para la sociedad y para los

propios artistas, e identificar el momento en que el arte se comienza a estudiar

como materia dentro de escuelas públicas y privadas, incluyendo las

universidades.

A finales del siglo XVIII los talleres artísticos fueron el punto de partida

de los grandes pintores. A estos talleres acudieron muchos artistas: Monet y

Renior con el maestro Gleyre, en la década de 1860; Van Gogh y Tolouse

Lautrec fueron estudiantes en el taller de Cormon, y con Gustav Moreau

estudiaron Matisse y Roualt.

Así pues, los estudiantes buscaban al mejor maestro para convertirse en

sus aprendices. Pero no era tan sencillo, primero tenían que entregar un

portafolio de sus obras al artista, y si él consideraba que dichas obras valían la

pena aceptaba al aspirante, pero era necesario además pasar un examen que

consistía en dibujar o pintar a un modelo, y el resultado de este examen era

determinante para el ingreso al taller.

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El maestro tomaba las opiniones de los estudiantes ya establecidos para el

proceso de dicha selección.

La rutina de un taller artístico consistía en que en la mañana los

estudiantes dibujaban o pintaban y en las tardes visitaban el Museo Louvre y ahí

observaban las obras de arte, discutían sobre arte y hacían copias de las obras

maestras. El mentor observaba los trabajos de sus alumnos, hacía correcciones y

explicaba el porqué de estas correcciones. Los talleres artísticos trabajaban al

estilo tradicional de la academia, pero posteriormente ciertos estudios tendieron

a ser algo más experimentales.

A la llegada de la revolución industrial, el gobierno francés adoptó un

nuevo sistema de enseñanza en las escuelas de arte para la formación de

artesanos calificados. Ante esta política educativa, en 1830 había más de ochenta

escuelas con el nuevo sistema. El propósito primordial era beneficiar a las

industrias francesas; así pues, los estudios especializados en su currícula fueron

relativos al dibujo académico, y el dibujo del natural fue la esencia de su

programa.

En el transcurso de la revolución industrial, la educación en Francia

estaba basada en el aprendizaje de los artesanos. Una de las academias más

importantes en esta época fue la Académie des Beaux Arts, que ofrecía los

estudios elementales de arte y cuyo objetivo era la mejora de las manufacturas de

seda en Francia; entre las disciplinas que incluía estaba la pintura, que se dividía

para su estudio en tres secciones: la primera consistía en dibujar con modelo, la

segunda sección en dibujar a partir de moldes o del natural, y la tercera

introducía los principios de la pintura.

Con el resultado de las políticas educativas ya mencionadas, Francia, a

través de la industria, ocupó un lugar primordial entre las naciones en cuestiones

artísticas, ya que los artesanos eran formados como artistas.

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A diferencia de Francia, en la década de 1830 algunos estados

germánicos como Prusia y Bavaria establecieron escuelas de comercio y

politécnicos para la preparación de los artesanos, pero estas instituciones

estaban separadas de las academias de arte. La educación que se ofrecía tenía las

siguientes características:

Durante el primer año se estudiaba dibujo, modelado y otras

áreas de especialización.

El dibujo de modelos del natural no formaba parte del

currículo básico.

Su orientación era completamente técnica; incluía el dibujo a

mano alzada basado en ejercicios de la copia.

Estudios de matemáticas y física.

Sin embargo, en 1860 se estableció una nueva política educativa dentro de las

escuelas de comercio, aunque seguían centradas en la aplicación industrial de las

artes. Este nuevo sistema las vinculaba con museos cuya temática era

generalmente sobre diferentes culturas y épocas. De esta manera, se pensaba,

podía equilibrarse la carga de lo técnico con las artes.

Gran Bretaña no había establecido un sistema educativo para la

formación de diseñadores artesanos que estuvieran a la altura de la industria, por

tal motivo la industria textil no iba a la par de las industrias de otros países en

cuanto al diseño de sus productos; lo contrario sucedía con la tecnología y

producción de los mismos, ya que consideraban de una excelente calidad en

comparación con otras naciones.

En 1835, se estableció un comité para ver si era factible crear una nueva

currícula basada en el diseño. Con el estudio que realizó el comité, Gran Bretaña

inauguró en 1837 la primera escuela de diseño auspiciada por el gobierno,

teniendo como base algunas materias de la escuela de comercio alemana y de la

escuela de arte francesa. La escuela británica no incluyó en su currícula el

estudio de la figura humana, a diferencia de la escuela de arte francesa.

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Con el transcurso de los años, Gran Bretaña sufrió varios cambios dentro

de sus políticas educativas a raíz de que el sistema educativo anterior no cumplió

sus objetivos. Surgió un nuevo instituto, la Escuela de Diseño de South

Kensigton, encargada de la formación de los profesores de dibujo para las

escuelas primarias, pues ahora el objetivo era que los niños aprendieran dibujo

dentro de la educación básica. Actualmente es la Facultad Real de Arte.

Ante las grandes discusiones sobre qué era más importante, la decoración

o el dibujo figurativo, y viendo que la industria del diseño o aquellos productos

que dependían de él no avanzaban, el gobierno británico determinó que el

sistema de educación artística se dividiera en dos etapas: en una de ellas la

enseñanza de las artes se realizaba en la academia, lugar en que predominaba el

dibujo del natural, siendo incluso el núcleo del contenido del currículum; la otra

etapa consistía en el diseño artesanal y se formaba en la escuela de diseño, donde

los cursos se cimentaban en torno al estudio de las formas decorativas.

Mientras que lo anterior sucedía en Europa, en Estados Unidos de

Norteamérica el arte entraba a la comunidad artística y académica. En 1807 se

inauguró la primera academia de arte, que fue la Academia de Bellas Artes de

Pennsylvania. En 1808 se fundó la segunda, la Academia de Nueva York, y en

1825, por causa de un grupo de estudiantes disidentes, se formó la Sociedad para

el Progreso del Dibujo, que en 1826 se conocería como Academia Nacional de

Diseño.

En 1875 los estudiantes de la Academia Nacional de Diseño buscaron

una mayor libertad en sus estudios, además del acceso a los libros y las

colecciones de arte que estaban en manos de unos pocos miembros de la

academia. El resultado de este movimiento fue la primera escuela de arte

independiente en EUA.

Entrado el siglo XIX, el gobierno empezó a tomar interés en la promoción

de las escuelas profesionales de arte, en la cuales el desarrollo industrial era uno

de los objetivos, amén de la formación en las bellas artes.

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2.1 La participación de las artes visuales dentro de las universidades

En la primera parte de la historia de las universidades, durante la Edad Media, no

se tomó a las artes visuales como una disciplina de suficiente importancia para

considerarla dentro de las materias.

Las universidades inglesas de Oxford, Cambridge y Londres fueron las

primeras en plantear la importancia de la educación artística para la propia

comunidad universitaria, y con el tiempo han visto grandes frutos en este rubro.

En Estados Unidos, las universidades que empezaron a trabajar con la

educación artística fueron Yale, Princeton y Harvard.

En Yale, la educación artística surgió a partir de 1867, con tres objetivos

primordiales:

1. Ser una escuela con formación técnica para los que quisieran dedicarse al

arte de forma profesional.

2. Proporcionar conferencias sobre historia y crítica del arte adaptadas a las

necesidades de los estudiantes de licenciatura y de los que tenían una

orientación profesional.

3. Ofrecer exhibiciones temporales de diferentes artistas a la comunidad en

general.

Dentro de su planta académica había un director, un profesor de pintura y diseño

y un profesor de historia y crítica de arte. Cuatro años después la universidad

tendría plazas para varios profesores de pintura.

Dos características de la academia fueron el aspecto práctico de la

educación artística y la formación artesanal, y el hecho de que también aceptaba

mujeres, lo cual no estaba permitido en otras escuelas de la universidad, y fue

muy significativo ya que el ingreso de mujeres siempre fue superior al de los

hombres.

En 1882, en Princeton, se fundó por primera vez un departamento de historia

del arte, en el cual se asignó el primer curso de filosofía del arte. Utilizando la

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siguiente cita de Duffus, Efland describe a la perfección la orientación del

programa:

El estudiante de Princeton no aprende a dibujar o a pintar, a

menos que lo haga por sus propios medios, o a menos que se

matricule en alguno de los cursos profesionales sobre arquitectura.

Lo que aprende son los dibujos, las esculturas y los edificios que

han hecho otras personas, los legados culturales del pasado. No

aprende a apreciarlos porque eso, en opinión de Princeton, no se

puede enseñar. La apreciación es el nombre de algo que ocurre

dentro de la persona que aprecia, como resultado de sus

experiencias y pensamientos personales, y que refleja el tipo de

persona que es. Es algo que puede ser imitado, como las buenas

maneras en la mesa. Pero eso no es arte. Lo único que puede

enseñarse son los hechos. (2002: 107)

Las artes visuales llegaron a Harvard a través de la academia en 1874,

con tres objetivos:

Mostrar la importancia de las bellas artes como expresión de las

condiciones morales e intelectuales del pasado.

Contrastar lo anterior con la esterilidad de la experiencia americana, que

adolecía hasta el momento de una falta de espíritu creativo.

Refinar la sensibilidad de los jóvenes de Harvard.

El programa de bellas artes empezó a crecer y Harvard contrató a un

profesor de dibujo y acuarela; el título de la materia fue “Principios del diseño en

la pintura, la escultura y la arquitectura”.

Los cursos de historia del arte fueron muy populares entre los estudiantes

de licenciatura, pero la intención del programa era que el estudio de la historia

del arte se complementara con la formación en la práctica; lo cual no sucedió, ya

que a los estudiantes les atraía la historia del arte pero no el trabajo en el taller.

En 1895, el Museo Fogg fue adquirido por Harvard. Con esta adquisición

la universidad empezó un nuevo programa de talleres artísticos, teniendo

siempre en mente no convertirse en una escuela profesional del arte. Efland

comenta que, ya para finales del siglo XIX, había dos tendencias principales

dentro de la enseñanza artística:

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Dentro de la primera clase, el objetivo de los estudiantes

es adquirir conocimientos acerca de las bellas artes, unos

conocimientos completos y sistemáticos, sin pensar en

ninguna aplicación inmediata. El objetivo de este tipo de

universidades es desarrollar esta elevada forma de

pensamiento en el estudiante —este estudio de las bellas

artes puras, si usamos el término como cuando hablamos

de las matemáticas puras— en un contexto lo más alejado

posible de los asuntos prácticos de la vida.

Dentro de la segunda clase, centrada en el estudio de los

aspectos prácticos del arte, el objetivo del estudiante es

adquirir el conocimiento más amplio posible de los

aspectos técnicos del arte, para aprovecharlos directamente

en sus estudios y para conseguir una preparación más

completa de cara a su carrera profesional. (Efland,

2000:108)

Es importante destacar que a principios del siglo XIX la historia del arte

empezó a perfilarse como disciplina cuando la comprensión de las ideas, los

objetos y los eventos comenzó a transmitir una perspectiva histórica por derecho

propio.

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3. Definición del DBAE

En 1983, W. Dwaine Greer, director del Centro Getty, quien acuñó la expresión

EDUCACIÓN ARTÍSTICA BASADA EN LAS DISCIPLINAS (DBAE, siglas en inglés de

Discipline Based Art Education) (Efland, 2002: 371) observó que las ideas

fundamentales que forman este concepto fueron definidas por otros autores en

los años sesenta.

La definición de educación artística que hemos presentado no es

nueva... Desde hace más de 20 años se viene abogando por un

cambio en la concepción del niño como un artista

autodidacta...Yo simplemente he proporcionado un nombre a una

manera de enseñar el arte: la llamo Educación Artística como

disciplina. (Greer, 1984: 212)

Greer comentó que su propuesta responde a una concepción

contemporánea de la educación artística, y forma, por lo tanto, una síntesis de los

avances que han tenido lugar en este campo durante la década de los sesenta, y

sobre todo a partir del Seminario de Penn State (1965), de la Universidad del

estado de Pensilvania. En dicho seminario se encontraron investigadores y

educadores, y se discutió

que el arte era una disciplina por derecho propio, con fines que

deberían defenderse en términos de su capacidad para ayudar a

los estudiantes a participar de forma independiente en una

investigación sistemática en el campo del arte. (Efland, 2002;

355)

El concepto de la educación artística como disciplina es el resultado de

las siguientes reflexiones: ¿qué es el arte?; el arte, a través de su naturaleza, ¿qué

puede aportar a la vida humana y al conocimiento para diseñar su propósito

educativo?

El DBAE tiene cuatro objetivos principales:

1.- Ayudar a los estudiantes a desarrollar la imaginación y

adquirir las aptitudes necesarias para una ejecución artística de

calidad.

Los enseñantes de arte deberían diseñar currículos orientados

al desarrollo de estas aptitudes. Para adquirirlas, los estudiantes

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deberían aprender a pensar como artistas. Esto significa que

deberían desarrollar su sensibilidad y su imaginación, y adquirir

las aptitudes técnicas necesarias para trabajar adecuadamente los

materiales.

2.- Ayudar a los estudiantes a aprender a observar las cualidades

del arte que ven y a hablar de ellas.

Ver desde una perspectiva estética es una forma aprendida de

actuación humana, una especie de pericia, y exige la capacidad de

concentrarse en las cualidades formales y expresivas de la forma

y no sólo en sus funciones utilitarias. Exige la capacidad de

lentificar la percepción para poder examinar y saborear las

cualidades visuales. Exige buscar relaciones cualitativas y fijarse

en la calidad de le experiencia que generan. Estas actitudes y

estos modos de atención se pueden fomentar por medio de la

enseñanza.

3.- Ayudar a los estudiantes a comprender el contexto histórico y

cultural en el que se crea el arte.

Se parte de la base de que esta comprensión histórica y

cultural ayuda a los estudiantes a captar la relación entre el

contexto social de la creación artística por un lado, y su contenido

y su forma por otro.

4.- Se refiere a cuestiones relacionadas con los valores que el arte

ofrece.

Se cree que abordar cuestiones relacionadas con la teoría

estética ayuda a los estudiantes a tomar parte en una conversación

filosófica profunda y continua. (Eisner, 2004: 46-47)

Con estos objetivos, el DBAE aborda la forma en que las personas reaccionan al

encuentro con las artes: creación de obras, apreciación de sus cualidades,

ubicación del tiempo y espacio en la cultura, exposición y justificación de sus

juicios acerca de su naturaleza, méritos e importancia.

En 1984 la publicación Beyond Creating: The Place for Art in America´s

Schools, que fue realizada por el Centro Getty, sugirió que la educación artística,

al igual que los currículos de arte centrados en la disciplina en los años sesenta,

estuvo basada en las actividades del taller artístico, la crítica y la historia del arte,

y se añadió una cuarta disciplina: la estética.

Ahora bien, de acuerdo con Bruner “la disciplina constituye un campo de

conocimiento o de investigación” (Efland, 1987), entonces se puede decir que la

17

educación artística como disciplina se caracteriza por un aprendizaje centrado no

sólo en la producción artística, sino también en la historia del arte, crítica

artística y estética.

Entre los años 1984 y 1988 la Asociación Nacional para la Educación

Artística mostró un gran interés por el DBAE y organizó eventos y

conferencias que trataron el tema, y ante eso el Centro Getty encargó algunas

publicaciones para desarrollar dicho modelo. Una de estas publicaciones,

realizada en 1987 en Los Ángeles por Elliot Eisner y el secretario de Educación

William Bennet, expuso las razones por las cuales es importantes que

los niños marginados conozcan las grandes obras y los artistas

que forman parte de nuestra cultura común”. La primera idea era

que “las grandes obras de arte constituyen un registro

incomparable del pasado, de la evolución de nuestra sociedad”

que son “un vehículo destacado para la transmisión [de nuestros

valores más queridos] de generación en generación”, que el arte

es “un reto para el intelecto” y puede inspirar en nosotros “el

mérito e incluso la grandeza” y finalmente que el arte es “uno de

los mejores productos de la civilización.” (Efland, 2002; 372)

Ya para entonces el Centro Getty apoyaba con recursos tanto económicos como

humanos el desarrollo y la ejecución de esta tendencia educativa.

En 1987 el modelo definitivo del DBAE fue determinado por Clark, Day

y Greer en la revista Journal of Esthetics Education, en la cual se pusieron de

manifiesto las ideas básicas del DBAE: “que las materias relacionadas con la

educación artística han de estructurarse de la misma manera que el resto de las

asignaturas mediante sus objetivos, contenidos y métodos de evaluación, con lo

cual queda claro que el arte se enseña y se aprende, no se aprende tan sólo.”

(López-Bach, 1998)

Los rasgos definitorios del DBAE fueron abreviados en 1987 por Marín

Viadel (Agirre, 2000: 251). En el siguiente cuadro en el cual nos delimita las

características de un programa de Educación Artística como Disciplina.

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DEFINICIÓN DE LAS CARACTERÍSTICAS DE UN PROGRAMA

DE EDUCACIÓN ARTÍSTICA COMO DISCIPLINA

A. FUNDAMENTACIÓN

1. El objetivo de la educación artística como disciplina es desarrollar

las habilidades de los estudiantes para comprender y apreciar el arte.

Esto implica un conocimiento de las teorías y concepciones del arte,

y la habilidad tanto para reaccionar ante el arte como para crearlo.

----------------------------------------------

2. El arte se enseña como un componente esencial de la educación

general y como fundamentación para su estudio especializado.

B. CONTENIDO

3. Los contenidos de la enseñanza se derivan fundamentalmente de las

siguientes disciplinas: estética, crítica de arte, historia del arte y

creación artística. Los objetivos de estas disciplinas son: (1) las

concepciones de la naturaleza del arte, (2) los fundamentos para

valorar y juzgar el arte, (3) los contextos en los que el arte ha sido

creado, y (4) los procesos y técnicas para crear arte.

----------------------------------------------

4. Los contenidos de estudio provienen del amplio campo de las artes

visuales, incluyendo las artes populares, las artes aplicadas y las

bellas artes tanto de la cultura occidental como de las no

occidentales y desde las épocas antiguas hasta los movimientos

contemporáneos.

C. CURRICULUM

5. El curriculum escrito, incluye contenidos organizados y articulados

secuencialmente para todos los niveles escolares.

----------------------------------------------

6. Las obras de arte ocupan una posición central en la organización del

curriculum y en la integración de los contenidos de las cuatro

disciplinas artísticas.

------ --------------------------------------

7. El curriculum se estructura de modo que refleje una implicación

similar respecto a cada una de las cuatro disciplinas artísticas.

----------------------------------------------

8. El curriculum se organiza de modo que se vaya acrecentando el

aprendizaje y nivel de comprensión del alumno. Ello implica un

reconocimiento de los niveles de desarrollo apropiados.

D. CONTEXTO

9. La ejecución completa del programa viene determinada por una

enseñanza artística regular y sistemática, la coordinación de todo el

distrito escolar, el trabajo de expertos en educación artística, el

apoyo administrativo y los recursos adecuados.

----------------------------------------------

10. Tanto los logros de los alumnos como la efectividad del programa se

confirman mediante criterios y procedimientos de evaluación

apropiados.

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Clark, Day y Greer definieron el DBAE como “una orientación contemporánea

dentro de la educación artística que presenta una amplia visión del arte y subraya

su importancia dentro de la educación general que reciben todos los estudiantes.”

(López-Bosh, 1998). Para ellos la educación artística debe ser parte de la

educación general y el currículo del DBAE debe de ser “explícito y desarrollado

como un documento escrito, secuenciado y acumulativo” y enfocado a “temas

inherentes a las cuatro materias que configuran la educación artística”.

Según Greer, el curriculum del DBAE entiende el arte como un tema de

estudio y no como una actividad terapéutica o recreativa. Afirma que los trabajos

de arte son analizados desde la perspectiva del artista, el historiador del arte, el

crítico y el esteta. (Agirre, 2000)

Para Agirre (2000: 244), el DBAE pretende

ser una aproximación comprensiva a la enseñanza del arte y su

horizonte educativo lo constituye el estudio del arte, tal y como

éste es entendido por los adultos. Se busca, por tanto, preparar

adultos cultos “con una sofisticada comprensión de las artes”,

aunque más que el conocimiento específico se busca el desarrollo

de “estructuras de pensamiento tácitas (...) que Broudy (1982)

describe como cristales a través de los cuales se mira” y que

“capacitan a la persona educada para una comprensión y

apreciación completa de sus experiencias en cualquiera de los

ámbitos del valor” (Greer, 1984:119). Es decir, “producir

adultos cultos conocedores del arte y de las obras artística, y

capaces de reaccionar a las propiedades estéticas de las obras de

arte y de otros objetos” (Greer, 1984:116)

Greer (1984; 115) consideró que

el interés principal de la educación artística como disciplina es el

arte dentro de la educación general, dentro del contexto de la

educación estética. Cuatro disciplinas —estética, producción

artística, historia y crítica de arte— se enseñan por medio de unos

programas para cada curso, metódicos, continuos y secuenciales,

del mismo modo que las otras asignaturas... (Agra Pardiñes, 1994;

121).

20

4. Los elementos que configuran el DBAE

Las cuatro áreas del conocimiento antes mencionadas son el núcleo del DBAE;

se encuentran interrelacionadas entre sí y establecen las líneas de acción sobre la

práctica y el conocimiento del arte. El objetivo final del DBAE es formar

personas “artísticamente cultas” (Marín, 1987). Barkan propone “que la

estructura del curriculum de educación artística debe de estar basado en los

procesos que artistas, críticos e historiadores —profesionales del arte—

acostumbran a utilizar en su trabajo.” (Efland, 1987)

Ante esto, Rush, Greer y Feinstein (1986) hacen las siguientes

descripciones:

La estética Es el área donde se contempla la naturaleza

del arte y su papel en la experiencia humana.

La crítica de arte Es la base de la descripción, interpretación y

valoración de un trabajo de arte.

La historia del arte Es el área de estudio que permite

comprender una obra dentro de su contexto

cultural e histórico.

La producción

artística

Es aquella en la cual se investiga el

significado del acto de creación artística y el

resultado de tal esfuerzo.

Las áreas ya mencionadas comprenden las acciones que realizan las personas al

acercarse al arte: lo hacen, lo miran, lo sitúan en su contexto histórico-social y

hacen juicios sobre su calidad. (Eisner, 1987)

La estética da las bases teóricas para calificar la calidad de las obras, la

crítica de arte desarrolla las cualidades del mundo visual, la historia del arte

transporta al espectador al tiempo y espacio en que todos los trabajos de arte se

21

realizaron y la producción artística da los fundamentos necesarios para

comprender la creación de las imágenes mentales.

4.1 La estética

En el siglo XVIII nace el término estética, para designar aquello que se ocupaba

de lo bello y el arte. Kant define como estético la apreciación de “lo bello y lo

sublime de la naturaleza o del arte.”

Según Eisner (1987), “los seres humanos sienten la necesidad de valorar

y hacer juicios; y la estética proporciona las bases teóricas para sentar los juicios

sobre lo que uno ve”. Por otra parte, comenta:

No es intención de la DBAE llegar a formar estetas profesionales,

sin embargo sí lo es, el animar a los jóvenes estudiantes a tomar

parte en el debate sobre la naturaleza y significado del arte en la

vida. El campo que ofrece la mejor posibilidad de articular este

debate es el de la estética, un área que ofrece las bases para la

crítica artística. (1988: 20)

Está más que comprobado que todos aquellos que observan el arte hacen

juicios de valor sobre él, sin importar el grado de conocimiento que tienen al

respecto. Algunos juicios son manifestaciones de gusto: me agrada, no me

agrada. Pero no son lo mismo estas manifestaciones que aquello que se considera

un valor artístico. La estética establece los criterios y argumentos intelectuales

para hacer juicios sobre la calidad del arte y comprenderlo en toda su

complejidad. Pensando en esto, el DBAE se basa en que es importante que los

niños comiencen a reflexionar sobre las razones de sus juicios y sobre la calidad

de los trabajos de arte y de su entorno visual. (Agra Pardiñes, 1994).

4.2 La crítica del arte

No hacen lo mismo el que observa una obra de arte (que solamente “traduce” su

significado) y el que hace una crítica (pues éste, para realizarla, debe de explicar

el porqué de sus juicios). Se entiende como crítica de arte el analizar, describir e

22

interpretar las cualidades expresivas de las formas visuales. Para esto se requiere

que a partir de los primeros años escolares a los niños se les enseñen el análisis

y la interpretación de las cualidades expresivas de una obra. Eisner comenta:

Los niños también desarrollan su capacidad de percibir

cualidades. No podrían ver, a menos que se les enseñase, que un

campo de césped, por ejemplo, no es simplemente verde sino que

contiene una amplia variedad de tonos de verde, además de otros

colores... En definitiva, su capacidad de percibir relaciones se

desarrolla a medida que aprenden y esta capacidad se ve afectada

por el tipo de experiencia que tienen. (1995; 60, 61)

Según Eisner, la DBAE desarrolla la capacidad perceptiva y enseña cómo

mirar mejor para poder apreciar en su totalidad no sólo el arte, sino aquello que

nos rodea. (Agra Pardiñes, 1994).

4.3 Historia del arte

Es importante establecer el contexto de una obra, ya que sin esta información

dicha obra no se comprendería en su totalidad, pues no se sabría en que época

histórica y cultural se realizó. Arnheim expresó:

A cualquiera que compare las pinturas de Rubens y Rembrandt le

impresionará la diferencia de los mundos a los que se enfrenta en

la obra de estos dos artistas, tan cercanos en el espacio y el

tiempo. Resulta de suma utilidad saber que uno de ellos estaba al

servicio de un Estado feudal tradicional cuyos gobernantes se

rodeaban de la riqueza de la imaginería católica romana, mientras

que el otro conocía la frugalidad protestante pero también la

nueva prosperidad de una clase media de comerciantes organizada

democráticamente. (1989:74)

Según Kleinbauer, la historia del arte es “esa parte del saber que se dedica al

análisis y la interpretación de las obras de arte”, definiendo el quién, qué,

cuándo, dónde y por qué de cada obra. (Agirre, 2000)

Agra Pardiñes, citando a Katter, señala tres cometidos básicos para la

historia del arte.

23

Una investigación de cómo y dónde desarrolló su vida y su

obra el artista.

Una discusión sobre la naturaleza de los trabajos que dicho

artista produjo.

La referencia sobre el lugar, medio cultural y contexto

histórico en el que los trabajos fueron realizados. (1994:133)

También dice que la historia del arte “puede centrarse en la evolución de un solo

objeto y su representación a lo largo del tiempo, en los sistemas simbólicos

característicos de una época, en el estudio del entorno geográfico o cronológico

del autor, su estilo personal y su relación con autores contemporáneos, etc.”

Para el DBAE es más que importante esta área, ya que permite

comprender a los niños, “esta relación de influencia recíproca que se establece

entre el arte, artista y cultura.” (Agra Pardiñes, 1994; 134)

4.4 Producción artística

Saber cómo se hace una obra de arte es muy importante; la forma en que el

artista resuelve los problemas en el transcurso de la creación de su obra es

esencial para comprender el arte. Smith “sugiere que la razón principal para

incorporar el dominio de producción en la educación artística es que éste

proporciona la oportunidad de desarrollar mejor la capacidad de apreciar y

comprender el arte.” (Agres Pardiñes, 1994; 127)

Por su parte, Agirre nos comenta: “Spratt, un artista, define para la

DBAE las particularidades de la producción artística, es decir las experiencias

directas para crear arte” (2000: 246). Esto es, se busca el conocimiento de los

materiales y las técnicas para desarrollar la observación y así lograr una

capacidad creadora destinada al rompimiento de todo aquello que se encuentra

establecido, con el uso inteligente de dichos materiales y técnicas en función de

los objetivos de cada obra.

Dentro del DBAE, el niño debe comprender el punto de vista de quienes

crean arte, y esto se logra solamente con el conocimiento y la participación

directa en el proceso de producción de arte.

24

5. Devenir del DBAE

En los años sesenta del siglo pasado, en Estados Unidos aparece una propuesta

de la enseñanza artística que veinte años más tarde sería llamada Educación

Artística como Disciplina. Dentro del contexto socio-político que vivía el mundo

tras finalizar la Segunda Guerra Mundial, artistas, intelectuales y científicos se

refugiaron en ese país. El panorama cultural cambió completamente, ya que

siendo hasta entonces París la capital del arte, Nueva York se convierte en el

nuevo epicentro del arte y de la cultura.

En la década de los cincuenta, el mundo del arte se ve empañado con un

acontecimiento político que marcaría el futuro de la educación artística en los

Estados Unidos.

Efland (1990) señala

la ruptura del monopolio nuclear de EUA por la Unión Soviética

y el lanzamiento del primer satélite artificial al espacio

removieron los cimientos de todo el sistema educativo

norteamericano. Se pensó que la tecnología soviética era superior

que la norteamericana y que esto ponía en peligro a los EUA en

caso de conflicto. No tardaron en llover las críticas al sistema

educativo, que fue calificado de incompetente para ofrecer a los

estudiantes el nivel de preparación técnica que el país requería.

(Agirre 2000:231)

Dicho satélite soviético fue llamado Sputnik I. Ante esta situación, en 1958 el

gobierno estadounidense aprueba una “Ley de Educación Nacional para la

Defensa”, la cual promueve la enseñanza de las matemáticas y las ciencias. Con

esto, la noción de disciplina nace aplicada a las ciencias y debe de estar acorde

con la currícula de la enseñanza.

A partir de 1957 se difundió la definición de disciplina, que venía del

campo de las ciencias, con las siguientes características: un cuerpo organizado de

conocimientos, métodos específicos de investigación y comunidad de

25

investigadores que habitualmente estén de acuerdo sobre las ideas fundamentales

de su campo. Dentro de este contexto, en 1961 el presidente Kennedy

estableció el Comité de Asesores en Ciencias (Sciencie Advisory Panel) y su

objetivo consistía en la consolidación del desarrollo y la investigación educativa.

Para Jerome Bruner (1960) la currícula debe tener una organización

disciplinar en las materias, ya que en los estudiantes no hay un aprovechamiento

total de sus estudios porque la estructuración de dicha currícula les impide tener

una visión general de las materias, de su relación entre ellas mismas y su

aprendizaje de cada una. En 1961 Bruner plantea que la estructuración de las

disciplinas es también posible en las humanidades y a las artes.

En 1962 se presentó el documento donde se daba origen a la corriente

disciplinar en educación artística dentro del seminario de Penn State, en la

Universidad de Pennsilvania. En dicho seminario M. Barkan defendió esta idea,

y se preguntaba:

¿Acaso la ausencia de una estructura formal de teoremas

interrelacionados, formulada en un sistema de notación universal

como sucede en el campo de la ciencia, significa que la rama de

las humanidades conocida como las artes no son disciplinas, y

que las investigaciones artísticas no están articuladas? Pienso que

la respuesta es que las disciplinas artísticas pertenecen a otro

orden. La investigación artística no carece de articulación, aunque

proceda de modo analógico y metafórico, y no se base en la

estructura formal del conocimiento ni contribuya a ella. (Efland,

1990: 355)

El planteamiento de Barkan —un desafío intelectual— fue mas allá del

planteamiento político: no obstante que las artes no tenían una estructura

disciplinar científica, “sus actividades sí poseían una cierta articulación; es por

ello que los artistas pueden servir como modelo para la investigación en el

campo de la educación artística, del mismo modo que los científicos sirven como

modelo para la investigación en el campo de la educación científica” (Efland,

1990: 355).

En la siguiente década se realizaron varios proyectos, predominando el

Laboratorio Educativo Regional del Suroeste (SWRL), que consistía en una

26

currícula progresiva de arte destinada a la enseñanza primaria, con base en

disciplinas complementarias: actividades en taller artístico, historia del arte,

crítica de arte y estética.

Para entonces ya había innumerables críticas sobre esta teoría, entre ellas

estaba la del Programa de Artes y Humanidades de la Oficina de Educación de

los EUA, ya que sus miembros eran los defensores del movimiento para la

educación a través del arte y consideraban que éste no era una disciplina,

oponiéndose ante la sola idea de un “currículo empaquetado”. Su principal

defensora era Kathryn Bloom, conocida entre su círculo como una estadista

madura dentro del movimiento para la educación artística. Dicho programa se

había atenido al modelo de las disciplinas, pero en 1965 dio un giro hacia

programas que tuvieran que ver con la orientación social. Se caracterizaba como

la educación basada en las artes o a través de las artes. Al referirse al conjunto

de las artes, este grupo empleaba el término educación estética, así como el

término interdisciplinario para referirse al uso de las artes para enseñar otras

asignaturas.

En las décadas siguientes la educación artística en Estados Unidos dio

grandes giros, y en 1980 hubo un regreso a la disciplina dentro de la currícula de

las artes visuales. En 1982 J. Paul Getty Trust tenía como objetivo establecer un

centro de educación artística, y para esto se entrevistó con un grupo de

educadores. En 1983, en Los Ángeles, inició sus actividades con cursos de

verano para la enseñanza del arte dirigidos a maestros de primaria.

En 1984 el Centro Getty publicó Beyond Creating: The Place for Art in

America´s Schools. Su contenido estaba basado en las actividades del taller

artístico, la crítica y la historia del arte, añadiendo una cuarta disciplina, la

estética. Diferentes autores realizaron trabajos en los cuales hicieron algunas

reflexiones sobre el proyecto de la DBAE, que ya para entonces se conocía más

como el proyecto Getty.

Agirre presenta algunas de las reflexiones antes mencionadas por

diferentes autores, entre ellos Smith (1984) y Efland (1990):

27

La orientación educacional de la DBE hacia el racionalismo

tecnocrático: estandarización de los contenidos, eficiencia,

comportamientos convertidos en rutina y predefinición de los

resultados.

Como consecuencia de lo anterior: esta perspectiva

educacional no es adecuada a una sociedad pluralista.

La opción de la DBAE no se presenta como una aproximación

“centrada en...” (el objeto, el problema, el concepto), sino que

hace uso del poder persuasivo que le brinda el rigor de una

concepción del arte firmemente basada en la disciplinaridad.

La DBAE tiene un carácter prescriptivo.

A pesar de distinguir cuatro disciplinas, el enfoque se produce

sobre el arte como una disciplina autosuficiente. Disponer de

lecciones específicas para las cuatro áreas, que se abordan

mediante la técnica del estudio, produce el efecto de

contribuir a que el profesorado continúe construyendo su

currícula alrededor de la práctica del arte.

Presenta los contenidos tan definitivamente delimitados y

precisamente secuenciados que deja poco espacio a aspectos

ideacionales, expresivos, personales y socioculturales.

Mantiene el espíritu academicista del “modelo-patrón”. Los

adultos informados sirven como prototipos.

La inclusión de la estética como área de estudio presenta

muchos problemas:

- Se pone en duda la posibilidad de que la estética teórica y

filosófica pueda ser simplificada como para hacerla

comprensible a los niños.

- Es preciso considerar si se contempla el estudio de

diferentes culturas del gusto estético.

- Es preciso determinar si considera la experiencia estética

como básica a otras experiencias y si puede separarse de

las experiencias vitales del niño.

En definitiva, es preciso aclarar qué noción de estética

maneja la DBAE (percepción estética, estética filosófica,

estética psicológica...).

Si bien la estructura de la DBAE es adaptable a cualquier tipo

de arte es precisamente disponer de criterios para determinar

la calidad en cada uno de ellos (arte comercial de calidad, arte

popular de calidad, etc.).

La crítica de arte se presenta de modo no problemático, a

pesar de que hay tantas posibles críticas como puntos de vista

filosóficos. Esto significa que al niño se le propone un estudio

predeterminado de la crítica.

Si los ejemplos de estudio se toman de lo más granado de

la historia del arte, eso significa que se deja poco margen al

28

niño para enfrentarse a una crítica personal, no mediatizada

por la fuerza de la opinión generalizada sobre tales obras. La

crítica termina convirtiéndose de este modo en una suerte de

preparación para visitantes-consumidores de museos y en un

modo de introducir mediante el arte los valores de la clase

media.

La inadecuada competencia del profesorado ha impulsado a

los proponentes de la DBAE a elegir un programa que no

requiere mayor preparación y mantiene grandes parecidos con

la estructuración de otras áreas.

No es bueno que la investigación sobre el modelo y su

efectividad resida en una única institución educativa.

Existe una confusión entre lo que son proponentes de la

DBAE y portavoces del Instituto Getty. La opción de este

centro es sólo una de las posibles alternativas que un modelo

con capacidad para proveer un marco nacional a la educación

artística puede hacer. (2000: 252-253)

29

6. Posmodernidad

Como afirma Hutcheson, aunque la posmodernidad pueda parecer centrada en

cuestiones estéticas, sus raíces son políticas y del orden de la cultura general

(Efland, Freedman y Stuhr, 2003: 44). El término posmoderno fue utilizado para

designar las grandes transformaciones que experimentaron las sociedades

occidentales en el transcurso del último cuarto del siglo XX.

A partir de la década de 1970 se formó en Francia esta corriente

intelectual particularmente crítica con el humanismo y el racionalismo, pero

inmediatamente tuvo un alcance internacional, como lo señalan Best y Kellner:

...porque pensadores alemanes como Nietzsche y Heidegger ya

atacaron los conceptos y modos filosóficos tradicionales. El

filósofo norteamericano William James inauguró un pluralismo

radical y John Dewey puso en evidencia la mayoría de las

premisas de la filosofía y la teoría social, al tiempo que proponían

reconstruirlas sobre nuevas bases. Más adelante fueron los

historiadores ingleses Toynbee y Barraclough, teóricos sociales

norteamericanos como Drucker, Mills, Etzioni y Bell, quienes

incorporaron el concepto de época posmoderna a la historia y a la

teoría social, mientras que los teóricos culturales norteamericanos

introducían el término en el ámbito de las artes (Efland, Freedman

y Stuhr, 2003: 44-45).

A partir de entonces la posmodernidad ha entrado en diferentes y muy variados

debates, pero dentro del discurso moral en la sociedades posmodernas se puede

decir que está basado en un sentido práctico cuantitativo; el individualismo de

las sociedades se transformó en un hiper-individualismo con la pérdida de los

derechos adquiridos, especialmente en el terreno laboral, y aparecieron las falsas

promesas basadas en los negocios y en los beneficios de éstos. No existe una

tendencia única en las sociedades sino grandes contradicciones en todos los

ámbitos: el inicio de la globalización cultural, de las tecnologías de

comunicación y de la información, sin importar que éstas se encuentren o no al

alcance de todos; esto, en suma, encaminado hacia un progreso.

30

La llegada de las nuevas tecnologías de comunicación y el poder

adquirido por los medios de comunicación, llamado por el filósofo francés Jen

Baudrillard “éxtasis de comunicación” (Dempsey, 2002), han cambiado las

formas de interrelación entre las diferentes regiones del mundo, así como la

mercantilización de los productos económicos. En distintas instituciones se ha

notado una constante amenaza a la vida política y social por la desesperanza, por

la falta de credibilidad de los partidos políticos y la propia política, e incluso de

los representantes.

Dentro de las artes visuales la posmodernidad entró en la corriente de

“Arte y Mente”, que incluye a artistas experimentales, cuyo arte intenta

representar el mundo interior de las emociones, los estados de ánimo y el

intelecto; algunos artistas introducían el arte popular en su imaginería, otros

utilizaban diversos elementos y los combinaban entre sí formando contrastes

(textos e imágenes, objetos y gráficos) y muchos otros estaban comprometidos

con temas sociales y políticos, tal es el caso del artista alemán Hans Haacke

(1990), que con “La libertad ahora va a ser patrocinada, aparte de los gastos

menores” llevó a cabo la intención de hacer una obra con carga política, que

consistía en lo siguiente:

...una torre de observación situada a la izquierda de la

Postdamerplatz tras la caída del muro de Berlín, coronada por el

logotipo de los automóviles Mercedes Benz (lo cual puede

interpretarse como un símbolo del capitalismo de la Alemania

Occidental). Como un monumental epitafio se leía el texto de

J.W. von Goethe “El arte sigue siendo arte”. (Dempsey, 2002;

269)

En cuanto al concepto de representación, “se ha cuestionado la confianza ciega

con que se tiende a admitir ciertas representaciones como encarnación de la

verdad”. Rousenau afirma:

La crisis de la representación atraviesa cada uno de los ámbitos de

la posmodernidad, desde el arte hasta la psicología, y en cada caso

se anuncia “el fin de orden de la representación” (...) Lo

realmente interesante no puede ser representado: ideales,

símbolos, el universo, lo absoluto, Dios, la justicia o como quiera

31

expresarse(...) Según los posmodernos escépticos, la

representación es política, social, cultural, lingüística y

epistemológicamente arbitraria. (Efland, Freedman y Stuhr, 2003:

47).

Las representaciones son siempre reducciones y distorsiones de ideas o

acontecimientos que de un modo y otro intentan alterar el significado de lo

representado. Sobre esto Amy Dempsey (2002) comenta que “gran parte de la

obra posmoderna se centra en la cuestión de la representación: los motivos o las

imágenes de las obras del pasado son ‘expresadas’ o ‘adecuadas’ a contextos

nuevos e inquietantes, o bien son despojadas de su significado convencional

(‘desmontadas’)...”

Como se ha visto, la posmodernidad se compone de muchas realidades

tanto sociales como políticas, pero ante esto es posible establecer características

como:

Falso progreso o supuesta racionalización del futuro.

(La tecnología al servicio del hombre y no éste al servicio de la

tecnología.)

Privatización del Estado, empresa y educación.

Corporativismo empresarial.

Resurgimiento de lo mágico y mítico.

El poder de la información.

El fin de la representación.

Multiculturalismo.

Búsqueda de solución a los problemas a través del fortalecimiento

de vínculos personales y comunitarios (ONG).

6.1 Monterrey posmoderno

En el transcurso de la década de 1970, Monterrey sufrió grandes cambios junto

con el mundo; a diferencia de otras ciudades de la República Mexicana, se fue

delineando por la corriente de la posmodernidad.

Sobre el devenir de su historia, se cuenta siempre que Monterrey ha

jugado un papel muy importante en lo económico dentro del país.

32

Durante los años setenta crecieron poderosos corporativos como Alfa, Vitro,

Cemex y Protexa, firmas vinculadas a la producción de acero, vidrio, cementos y

ductos, todas ellas de familias regiomontanas. La prensa de Estados Unidos,

Inglaterra y Francia empezó a tener en su mira dichas empresas a partir de la

mitad de los años setenta. La revista Forbes, en octubre de 1979, difundió esta

información:

Monterrey, una ciudad rodeada por montañas a 150 millas de la

frontera sur de Texas, es ya un potente centro industrial. Con sus

grandes siderurgias, esta ciudad de dos millones de habitantes

alberga a 3% de la población pero produce 20% de los 99 billones

a que asciende el producto nacional bruto del país. Los

regiomontanos y sus industrias son legendarios en México,

particularmente los que poseen las cuatro poderosas compañías

holding, vinculadas por lazos familiares, conocidas como el

Grupo Monterrey. (Nuncio, 1997: 119-120).

Ante este crecimiento económico, el auge de las instituciones educativas

no se hizo esperar, y entre los años sesenta y setenta surgieron numerosos

planteles universitarios, entre ellos:

Escuela Normal Superior del Estado 1961

Instituto Superior de Cultura y Arte de Monterrey 1967

Universidad Regiomontana 1969

Universidad de Monterrey 1969

Centro de Estudios Universitarios 1970

Universidad de Montemorelos 1973

Universidad Mexicana del Noreste 1976

Instituto Tecnológico de Nuevo León 1976

Instituto Tecnológico Agropecuario Número 12 1977

Universidad Pedagógica Nacional 1979

Arte AC, Instituto Superior de Diseño 1979

Universidad del Norte 1977

Instituto Regiomontano de Hotelería 1978

Centro de Estudios de Diseño de Monterrey 1978

Centro Universitario México-Valle 1980

De igual forma, la ciudad empieza a tener símbolos representativos como las

grandes ciudades del mundo:

33

El faro del comercio, con su rayo láser 1984

El metro 1991

Centro Tecnológico Avanzado del ITESM 1989

Centro Internacional de Negocios (Cintermex) 1991

Macroplaza 1982

El fenómeno económico trae consigo una vida cultural que anteriormente

no existía, y ante esto se empieza a crear una nueva perspectiva en el ámbito

cultural, en la que el área de las artes visuales será la más enriquecidas de todas.

Para los años noventa Monterrey se ubicaba a nivel internacional como un centro

de arte importante,

ya que la revista norteamericana Artnews reveló en 1994 una lista

de los 25 coleccionistas de arte contemporáneos más importantes

de México, entre los que destacaban 10 regiomontanos, la

mayoría dedicados a la industria: Estela Elizondo de Santos,

Mauricio Fernández Garza, Eugenio Garza Lagüera, Margarita

Garza Sada de Fernández, Alfonso Romo, Diego Sada, Liliana

Sada, Yolanda Santos de Garza Lagüera, Generoso Villarreal y

Lorenzo Zambrano. (Monterrey 400, 1996: 248)

Es importante mencionar que para el año 1996 se contaba con 10 museos,

todos ellos con diferentes temáticas, además de una pinacoteca. Un año antes se

creó el Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León, y a partir de este

momento el ámbito cultural de Monterrey creció a través de la consolidación de

las políticas culturales. Cabe señalar que el Museo de Arte Contemporáneo,

diseñado por el arquitecto Ricardo Legorreta, es considerado el más grande de

América Latina (Rodríguez, 1998) y su creación se debe a una iniciativa del

sector privado y del gobierno del estado de Nuevo León. La crítica de arte

Teresa del Conde comentó: “Con el Museo de Arte Contemporáneo, Monterrey

se sitúa como una capital de primer orden en cuanto a la promoción, difusión e

investigación del arte contemporáneo y de la teoría museística” (Rodríguez,

1998;132). MARCO ofrece anualmente una subasta de obras importantes; la

primera de ellas, realizada en mayo de 1990, recaudó la cantidad de 591,000

dólares por veintitrés obras vendidas (bis133).

34

Antes de continuar, es importante retomar la década de los setenta, ya que

en ella la ciudad estableció un “diálogo” con la vida cultural de otras ciudades,

con críticos, historiadores de arte y con artistas plásticos de diversas

nacionalidades.

En esta época también se empiezan a organizar cursos de historia del arte con

diferentes maestros; los primeros talleres fueron organizados por grupos

importantes de señoras (algunas de ellas, esposas de industriales) y se llevaban

a cabo en casas particulares. Algunos empresarios y ejecutivos de alto nivel

empezaron a integrarse como miembros del consejo directivo de instituciones

con fines culturales y fueron adquiriendo obras de arte, lo cual resultaba una

buena inversión.

El interés por el arte empezó a crecer, así como los talleres, ya no para

una cierta clase social, sino para aquellos que estaban en el área de la

producción. Estos talleres estaban enfocados a la enseñanza academicista; sin

embargo, para mediados de los setenta los mismos alumnos y algunos maestros

ya solicitaban un método teórico-práctico. En el transcurso de los años siguientes

se suscitó una serie de debates entre los maestros que impartían los talleres y

quienes querían profesionalizarlos. Gracias a esto se convirtieron en la Escuela

de Artes Visuales, que seguiría produciendo artistas, pero ahora con títulos de

licenciatura.

En 1978 había dos grandes grupos de maestros en contra de la realización

del Instituto de Artes y otro a favor de la autonomía académica, para quienes ésta

les garantizaba las posibilidades de desarrollarse libremente. El proyecto de la

escuela contemplaba la diversificación tecnológica, la reflexión teórica, la

formación crítica y la investigación. En 1983 el Consejo Universitario otorgó al

Instituto el nivel de facultad, bajo el nombre de Facultad de Artes Visuales.

35

7. Metodología

Planteamiento del problema:

Siendo Monterrey una ciudad posmoderna, la idea de la educación

artística como disciplina dentro de la educación no formal, ¿se

toma en cuenta para el desarrollo de los estudiantes de arte?

Para contestar esta pregunta es necesario recordar el contenido de la

teoría de Educación Artística como Disciplina, mejor conocida como DBAE,

que se refiere a la enseñanza de las disciplinas de la estética, crítica de arte,

historia del arte y creación artística. Marín Viadel en 1987 abrevió los rasgos

definitorios y dice que:

B. CONTENIDO

Los contenidos de la enseñanza se derivan fundamentalmente de

las siguientes disciplinas: estética, crítica de arte, historia del arte

y creación artística. Los objetivos de estas disciplinas son: (1) las

concepciones de la naturaleza del arte, (2) los fundamentos para

valorar y juzgar el arte, (3) los contextos en los que el arte ha

sido creado, y (4) los procesos y técnicas para crear arte. (Agirre

2000: 251)

De igual forma comenta que el objetivo es:

A. FUNDAMENTACIÓN:

El objetivo de la educación artística como disciplina es desarrollar

las habilidades de los estudiantes para comprender y apreciar el

arte. Esto implica un conocimiento de las teorías y concepciones

del arte, y la habilidad tanto para reaccionar ante el arte como

para crearlo. (bis; 251)

Mediante el contenido del DBAE, se realizó un estudio descriptivo que permitió

contestar la pregunta antes formulada.

36

7.1 Tipo de estudio

En relación con las tipologías de la educación artística propuestas por Efland

(2003: 120), se decidió realizar un estudio descriptivo que permitiera plantear

cómo es y cómo se manifiesta el fenómeno de la educación artística no formal en

la zona metropolitana de la ciudad de Monterrey. Efland describe los tipos en un

contexto norteamericano; y por otra parte, se desconoce cuál es el perfil

educativo en Monterrey, ya que es un fenómeno poco investigado. En este

sentido el estudio descriptivo permitió medir los conceptos presentes en el objeto

de estudio y de esta manera describir la situación en un tiempo determinado.

En esta investigación se pretendió medir cuál es el estado de la educación

artística no formal en Monterrey. El tipo de estudio experimental propuesto

partió de un diseño de investigación transversal que permitió la recolección de

datos en un único tiempo. Para el análisis de variables la investigación

transversal fue del tipo descriptivo, lo que permitió observar la incidencia y los

valores en que se manifestaron las variables estudiadas.

En algunos momentos también se realizaron análisis del tipo

correlacional, que permitieron establecer relaciones de variables en el tiempo

determinado.

7.2 Selección de la muestra

Para el análisis de los tipos de educación artística no formal en Monterrey se

decidió precisar que la unidad de análisis o el sujeto de estudio serían los

profesores de educación artística no formal. La decisión se basó en la idea de que

éstos podrían aportar la información necesaria para determinar el tipo de

educación artística que ofrecen.

Para determinar la muestra de la población había que especificar tres

criterios importantes. Por un lado se definió y clasificó a los talleres de

37

educación artística no formal, por otro la zona geográfica de aplicación del

estudio y la incidencia de determinado profesor en varios talleres.

En un primer acercamiento se recorrió el área metropolitana de la ciudad

de Monterrey para levantar un censo de lugares donde se imparten cursos y

talleres no formales de artes visuales. Este censo mostró que los municipios de

Monterrey y San Pedro concentran las tres cuartas partes del directorio, lo que

determinó la zona geográfica del estudio: Monterrey y San Pedro.

Por otra parte, el censo permitió hacer una clasificación de los talleres no

formales de educación artística plástica, delimitando de esta manera la muestra

en cinco categorías:

Instituciones culturales de educación artística.

Talleres privados de expresión plástica.

Plásticos que enseñan plástica.

Instituciones educativas con programas de extensión.

Institución gubernamental con programas culturales.

Para el tercer criterio se decidió eliminar de manera aleatoria los cursos o talleres

en los que un mismo profesor enseñaba. Recordemos que el sujeto de estudio son

los profesores y no los talleres mismos.

A partir de la descripción de los tres criterios, y contando con el objeto de

estudio, se procedió a delimitar la población que fue estudiada: dicha población

comprende a los municipios de Monterrey y San Pedro (que se denominarán

Monterrey y zona metropolitana).

Para seleccionar la muestra se determinó que sería no probabilística por

la arbitrariedad en el levantamiento del censo, que dependió de la decisión del

grupo de investigadores de encontrar sujetos que representaran los criterios

establecidos para la población.

38

La muestra no probabilística de este estudio se realizó por cuotas; es

decir, se pidió que se conformara la muestra llenando las cuotas de 25 sujetos de

cada una de las cinco categorías: talleres, instituciones culturales de educación

artística, talleres privados de expresión plástica, plásticos que enseñan plástica,

instituciones educativas con programas de extensión, institución gubernamental

con programas culturales. El total fue de 101 sujetos. Se determinó también que

en el caso de no poder aplicarse el instrumento a un sujeto de la muestra, éste se

debería sustituir por algún otro que compartiera las mismas características.

7.3 Recolección de datos

Una vez que se seleccionó el diseño de investigación y muestra apropiado, se

prosiguió con la etapa de recolección de datos. Para registrar y medir los

conceptos de las variables del estudio se determinó utilizar un instrumento de

medición tipo cuestionario. Cada investigador aportó las variables que necesitaba

medir y la forma de hacerlo. Posteriormente se eligió como punto de partida un

cuestionario elaborado con anterioridad; sin embargo este instrumento no medía

todas las variables necesarias para el estudio, por lo que se rediseñó con el fin de

abordar todos los temas relevantes. Para cada variable se indicaron los niveles de

medición apropiados: en la investigación se encontraron variables que fueron

medidas en un nivel nominal y ordinal. Posteriormente se asignó una

codificación a cada dato en cada variable.

En una segunda etapa se aplicó una prueba piloto del instrumento de

medición a sujetos semejantes a los de la muestra. En este caso se eligieron

profesores de la zona metropolitana de Monterrey, excluyendo el municipio de

Monterrey y San Pedro.

Sobre la base de la prueba piloto, el instrumento fue modificado en

cuanto a la redacción y claridad de las preguntas. El instrumento final contenía

los siguientes temas traducidos en variables a medir:

39

1. Formalización de los programas. Para conocer en qué medida

está formalizado el programa educativo y las características

del mismo se midieron las variables por medio de preguntas

cerradas que anticipaban las alternativas de respuesta.

2. Perfil del profesor. Entre las variables importantes a medir

destacan el perfil demográfico y educativo del profesor, de

esta manera se determinó su preparación y sus características

principales. Las preguntas se realizaron en forma cerrada.

3. Perfil del alumno. De igual manera se midió el perfil

demográfico del alumno, como participante del taller de arte.

Las preguntas se realizaron en forma cerrada.

4. Técnicas artísticas. A través de una tabla se presentaron

diversas técnicas artísticas que corresponden a cada tipo de

educación artística. Las preguntas fueron del tipo cerrado, ya

que el encuestado debió seleccionar entre las opciones

mostradas.

5. Concepto del arte. Diversas variables midieron el concepto

que el sujeto de estudio tenía sobre el arte. Se presentaron

preguntas cerradas que tenían un nivel de medición ordinal.

6. Tipo de educación artística. Otras variables fueron medidas a

través de un escalamiento tipo Likert, de tal manera que fue

posible medir las actitudes o predisposiciones aprendidas para

responder a cierto aspecto. Las actitudes se presentaron a

manera de afirmaciones y se mostraron alternativas de

respuesta.

Es importante aclarar que cada uno de los tipos de educación artística, y

por consiguiente las variables a medir para cada uno de ellos, fue presentado en

forma equitativa, es decir, cada tipo contó con el mismo número de variables a

medir. Se cuidó también que el instrumento no presentara los tipos de educación

artística a medir en forma segmentada; por el contrario, se mezclaron de forma

aleatoria de tal manera que el encuestado no pudiera detectar una tendencia

inducida por el mismo instrumento. En total se formularon sesenta y dos

preguntas considerando un promedio de tiempo de aplicación de 20 minutos.

Se acordó que el formato de aplicación del cuestionario sería del tipo

entrevista; es decir, el encuestador leyó las preguntas y alternativas de respuesta

al sujeto y anotó lo que éste contestó. De igual manera fue necesario que se le

entregara al encuestado una serie de tarjetas que contenían las posibles

respuestas para la aplicación de las escalas Likert y las preguntas de tipo ordinal.

40

8. Análisis de la encuesta

Los resultados de estas encuestas dan un panorama muy general sobre la

educación artística no formal. Es importante ver que de las 101 encuestas el

mayor índice de la clasificación de las escuelas fue el de institución educativa

con programa de extensión, por tal motivo se tomó éste como uno de los

principales sujetos de la encuesta, siendo estas del sector privado y contando con

un programa por escrito. Estos sujetos son los que realizan la enseñanza artística

como disciplina no formal entre los encuestados, por tal motivo se tomaron

como base para extraer las respuesta de las preguntas realizadas específicamente

en el tema que compete a esta tesis. Dichas preguntas se hicieron de acuerdo a

las cuatro disciplinas en que está basado el DBAE.

Lo primero que se nota al ver los resultados es una falta de interés de los

talleristas por las cuatro disciplinas que utiliza el DBAE, ya que de los 101

entrevistados al 24% le interesa dicho tema; éstos pertenecen a instituciones

educativas con programa de extensión, de las cuales sólo el 16% le hace espacio

en su taller a la teoría del arte.

Las instituciones incluidas en el 24% mencionado le dan más

importancia, antes que otra disciplina, a la creación artística (en la encuesta se le

llama producción artística) y trabajan con las siguientes técnicas: mixtas, dibujo

con lápiz, conte y acrílico. (Se tomaron en cuenta las tres técnicas más

importantes que manejaban los talleristas.)

Siguiendo con las instituciones educativas de extensión, 19% contestó a

la pregunta sobre si se debería aplicar en un taller de arte el análisis y comentario

crítico; sólo el 11% respondió que no lo cree importante.

Del 20% de estas instituciones, al preguntarle a los talleristas si deberían

aplicar en un taller de arte la exploración de la estética como eje principal de

toda obra, solamente el 12% respondió que lo considera más importante.

Tomando en cuenta las escuelas públicas y privadas el 24% de las mismos

imparten los talleres en ambos sectores en donde el 69.4% de las instituciones

41

del sector público crean un espacio para la teoría del arte y el 9% de las

instituciones del sector privado le dan espacio a la misma teoría.

De las instituciones que imparten talleres tanto del sector público como privado

un 61% no considera importante aplicar en un taller de arte el análisis y

comentario crítico de obras.

A la pregunta sobre si se debería aplicar en un taller de arte la

exploración de la estética como eje principal de toda obra, solamente contestó el

20% de las instituciones que imparten talleres, y de éstas sólo el 63.5% cree que

debería de aplicarse.

De las instituciones que tienen un programa por escrito solamente nos

respondió un 24%, y de éstas el 77.4% dicen que le hacen espacio a la teoría del

arte en dicho programa. Pero dentro de estas 24% trabaja dentro de su programa

con los aspectos de la producción artística.

Del 24% de las instituciones que tienen un programa por escrito sólo el

19% contestó que no considera importante que se aplique en un taller de arte el

análisis y comentario crítico de obras.

Del 20% de las instituciones que tienen un programa por escrito, el

64.5% considera importante aplicar en un taller de arte la exploración de la

estética como eje principal de toda obra.

Al hablar del perfil de los maestros, el grado académico es de

profesionistas dentro de las artes visuales es un 20%, y de éstos el 77.4% le hace

espacio a la teoría del arte. Del mismo porcentaje de maestros profesionistas un

77.4% trabaja con la producción artística.

Del 20% de los maestros profesionistas con estudios académicos en

artes visuales el 61.3% no consideran importante aplicar en un taller de artes el

análisis y comentario crítico de obras.

Del 20% de los maestros profesionistas con estudios en artes visuales, el

64.4% considera importante la exploración de la estética como eje principal de

toda obra. El 9.9% de los entrevistados dice que el arte es una forma estética.

42

El 6.9% de los entrevistados dice que el arte es, al igual que las ciencias,

una disciplina.

El 28.7% de los entrevistados dice que el arte es la conjunción de la

historia, estética, crítica y producción artística.

El 6.9% de los entrevistados dice que el arte es la conjunción ordenada

de elementos formales.

El 41.5% de los entrevistados dice estar muy de acuerdo con que el

alumno aprenda a reconocer estilos artísticos.

El 25.7% de los entrevistados dice estar muy de acuerdo con que el

alumno comprenda que el valor de las obras depende de la calidad de la

organización estética. El 37.6% de los entrevistados dice estar muy de acuerdo

con que el alumno interprete las obras de arte.

El 22% de los entrevistados dice estar muy de acuerdo con que el

alumno sepa criticar una obra de arte.

El 10.8% de los entrevistados dice estar muy de acuerdo con que los

trabajos que realizan sus alumnos son buenos cuando se basan en un trabajo

sistemático.

Ante los resultados anteriores sólo queda comentar con sorpresa que un

índice bastante bajo lleva a la práctica la idea del DBAE, ya que le dan más

importancia a la producción artística. Si bien es cierto que algunos entrevistados

creen en algunas de las disciplinas que maneja el DBAE, en realidad sólo

trabajan con la producción artística.

Ante a la pregunta que se hizo al principio: “¿el DBAE se toma en

cuenta para el desarrollo de los estudiantes?”, la respuesta es un no rotundo.

Es un lástima que dentro de la educación artística no formal en

Monterrey solamente se tome en cuenta la producción artística para la formación

de nuevos creadores o bien de futuros “apreciadores” del arte, y que no se

consideren las disciplinas del DBAE para lograr su principal objetivo:

desarrollar las habilidades de los estudiantes para comprender y apreciar el arte.

Esto implica un conocimiento de las teorías y concepciones del arte, y la

habilidad tanto para reaccionar ante el arte como para crearlo.

43

9. Conclusiones

En nuestro planteamiento del problema hemos dicho que Monterrey es una

ciudad posmoderna, y al revisar el contexto de esta investigación referimos que a

partir de la década de los setenta del siglo pasado empieza a surgir la idea de la

posmodernidad en todo el mundo; apuntamos que, como dijo Harvey, la

condición posmoderna requiere “prestar una atención especial a la noción del

progreso (Efland, 2003: 57), y que en esta misma década empieza a surgir el

progreso en Monterrey con el crecimiento de grandes corporativos, hecho que la

revista Forbes difundió en 1979.

A partir de lo anterior, la ciudad se empieza a vestir de acuerdo al

carácter posmoderno de las grandes ciudades del mundo, y para esto empieza a

crear su propia imagen con sus símbolos representativos, y hasta el día de hoy se

siguen creando nuevos símbolos. Para poner un ejemplo del interés que se tuvo

en la nueva imagen de Monterrey, basta mencionar que en 1971 el gobierno del

estado de Nuevo León

invitó al artista Matías Goeritz como asesor para un proyecto de

revisión del trazo urbano de la ciudad. Goeritz, como asesor en

ese entonces, sugirió la posibilidad de desarrollar un corredor de

esculturas monumentales (...) Aun y cuando nunca logró

concretarse la idea de Goeritz en su versión primera, ésta sí sirvió

para despertar de nuevo el deseo de contar en la ciudad con

muestras representativas de la cultura urbana (...) De las

propuestas iniciales únicamente se realizaron cinco: una de

Manuel Felguérez a la entrada de la fábrica AKRA (1978); de

Rafael Calzada, Surgimiento (en 1979); el Monumento al Sol,

primera escultura monumental de Rufino Tamayo (en 1980); del

arquitecto Luis Barragán, el que terminó por convertirse en El

Faro del Comercio (en 1984), y dos piezas más del

44

chihuahuense Sebastián: La puerta de Monterrey (en 1985), y

dos años después, Los lirios (en 1987).” (Artes Plásticas de

Nuevo León, 2000: 188).

Ante esta nueva realidad observamos que la sociedad de Monterrey

cambia de acuerdo al modelo posmoderno y empieza el auge del

“conocimiento”: el boom de los planteles educativos, que en el transcurso de las

siguientes décadas se fueron convirtiendo en un actor importante de esa

sociedad.

Pero no sólo mediante estos elementos entró la posmodernidad en

Monterrey, sino también a través de su diario vivir dentro de la cultura, ya que

en esta época empieza el mundo del arte a tomar forma e ir avanzando hasta

convertir a la ciudad en una de las que en México contaban con coleccionistas de

arte, museos y creadores reconocidos a nivel internacional.

Dice Efland que la posmodernidad también privilegia las diferencias

culturales y procesos alternativos de pensamiento, por ejemplo las formas de

conocimiento femeninas; ante esto vemos que en Monterrey, con su creciente

auge económico, inicia un periodo de llegada de inmigrantes tanto nacionales

como extranjeros, los cuales crean una diversidad de pensamiento y modos de

vivir según sus costumbres, pero aquellos que deciden quedarse se muestran muy

arraigados al estilo de vida de Monterrey. En el transcurso de esta investigación

podemos decir que una de las principales inmigrantes que han dejado huella es

Saskia Juárez, ya que no solamente fue una excelente creadora sino una de las

principales talleristas de grabado.

También en este rango las mujeres empiezan a tener un momento

histórico en el arte; al respecto dice Dempsey:

...partiendo de la idea de que antiguamente el arte estaba al

servicio del tipo social dominante (el varón blanco de clase

media), los artistas del movimiento posmoderno decidieron sacar

a la luz otras identidades marginadas, especialmente de carácter

medioambiental (vease earth art), étnico, sexual y feministas. En

cierto modo, se convirtieron en temas de la obra posmoderna.”

45

Nos referimos a todas aquellas mujeres que por situaciones especiales dentro de

su quehacer artístico son una parte fundamental en la historia del Monterrey

posmoderno, entre otras, las creadoras Blanca Oralia García, Noemí Osuna,

Cristina Fernández, Águeda Lozano, Saskia Juárez, Dora Elia Guerra, Adriana

Margáin, Lupina Flores, Sylvia Ordóñez, Elena Guerra, Cristina Garza, Yolanda

Leal y Elisa Pasquel. Entre las promotoras se encuentran Rosario Garza Sada de

Zambrano, Romelia Domene de Rangel, Lidia Sada de González, Márgara Garza

Sada de Fernández, Eva Gonda de Garza Lagüera, Yolanda Santos, Maye

Rangel, Liliana Melo de Sada y Nina Zambrano. Estas últimas le han dado

nombre y proyección a Monterrey como tierra fértil para la creación artística.

Con el apoyo de los industriales y la sociedad regiomontana, para el año

1996 se contaba con diez museos, los cuales son una parte muy importante en la

vida cultural de Monterrey. Entre ellos se encuentra el Museo de Arte

Contemporáneo (MARCO), en el cual se han expuesto obras individuales y

colectivas de grandes artistas tanto nacionales como internacionales. Este

magnifico museo fue diseñado por uno de los arquitectos más representativos del

posmodernismo: Ricardo Legorreta.

La consolidación cultural en Monterrey empezó en la década de los

setenta, cuando las artes plásticas empezaron a recibir mayor apoyo tanto de

instituciones gubernamentales como de la iniciativa privada. Gracias a esto se

establece un diálogo más activo con la vida cultural con otros estados de la

República Mexicana y con diferentes países, pero no sólo con los creadores, sino

también con críticos, historiadores del arte, promotores y aquellos que se

encuentran relacionados con el quehacer artístico. Además de estos apoyos, las

artes plásticas viven la experiencia de las galerías (privadas), la mayoría de las

cuales fueron efímeras, aunque en el paso de la década de los ochenta a los

noventa llegaron a sumar treinta.

De acuerdo a este análisis podemos constatar que Monterrey ha sufrido

una metamorfosis cultural en el último cuarto del siglo XX, pero esto también

nos lleva a preguntarnos qué ha pasado en el área de la educación, ya que

46

comprendemos que esta es la parte fundamental de aquellos que crean y aprecian

el arte.

En nuestra investigación encontramos datos que nos dicen que en la

década de los setenta grupos importantes de señoras, algunas de ellas esposas de

prominentes industriales, organizaban en casas particulares cursos de historia del

arte con diferentes maestros. Esto nos habla también de que desde el principio ha

estado la mujer detrás de las artes plásticas nuevoleonesas. Algunos empresarios

y ejecutivos de alto nivel fueron invitados a formar parte del consejo directivo de

instituciones con fines culturales, y esto los hizo poner la mirada en el universo

de las artes plásticas y les despertó el deseo de adquirir obras.

Sin embargo, en esta misma época las artes en Monterrey estaban

divididas en dos mundos opuestos entre sí: por un lado aquellos industriales y

sus esposas que dedicaban una parte de su tiempo y de su dinero a cultivar su

gusto por las artes y apoyar a las nuevas instituciones que en estos años estaban

surgiendo, y por el otro lado aquellos productores artísticos que trabajaban para

encontrar un espacio dentro de las artes y que hacían lo posible para vivir de su

trabajo artístico. Entre sus actividades se encontraba la de ofrecer sus servicios

impartiendo talleres de arte.

Algunos productores de arte enseñaban en el Taller de Artes Plásticas de

la Universidad de Nuevo León, espacio donde se formaron las primeras

generaciones de artistas que dieron presencia a las artes visuales en el Nuevo

León; pero este espacio entró en crisis cuando a principios de los setenta los

estudiantes reflexionaron sobre la importancia de una formación orientada a

ejercer una actividad o profesión. En 1970 se implantaron las bases para

modificar el sistema tradicional maestro-artesano, cambiándolo por un método

teórico-práctico. El ambiente ya apuntaba a la formalidad de una enseñanza

estructurada, el rumor de la creación de un plan de estudios tomaba fuerza. Esto

coincide con el hecho de que el DBAE concibe entre sus contenidos lo teórico

incluyendo lo práctico, y que esta disciplina empezó durante la década anterior

47

en Estados Unidos; de ahí interpreto que el ambiente artístico de Monterrey tenía

influencia del DBAE, influencia que no solamente se manifestaba en aquel país.

No hay que olvidarse de que el DBAE surgió para y por los maestros

que tenían una currícula, y estaba integrado a una institución de enseñanza, pero

también tuvo grandes problemas al inicio, ya que los maestros que anteriormente

enseñaban eran productores y para entrar a este modelo tenían que ser

profesionales de la educación. El DBAE decía que cada materia tenía que ser

llevada por sus respectivos especialistas; es entonces cuando hay un quiebre total

entre los productores de arte y los especialistas del arte.

Esto mismo sucede en el Taller de Artes Plásticas, con la diferencia de

que en Estados Unidos esta currícula estaba enfocada para el nivel primaria,

mientras que en Nuevo León el cambio curricular de dicho taller fue a nivel

profesional.

En el Taller de Artes, los años de 1974 a 1979 fueron complicados, ya

que los creadores que se desempeñaban como maestros tenían ideas muy

concretas de lo que deseaban, mientras un grupo nuevo de maestros, surgidos del

propio Taller o arribados de otras profesiones, iniciaron su trabajo alrededor de

una plan de estudios básicos, lineal, secuenciado. Este plan se presentó ante el

Consejo Universitario, y con él se estableció un nivel de especialización técnica.

Después de diferentes pugnas, la Universidad reconoce al Taller como Escuela

de Artes Visuales. El proyecto de la escuela contemplaba la diversificación

tecnológica, la reflexión teórica, la formación crítica y la investigación,

elementos que el DBAE maneja dentro de su currícula.

Ante todo lo anterior podemos considerar que Monterrey tuvo influencia

del DBAE al elaborarse la currícula en la Escuela de Artes Visuales, pero la

transformación de la misma con diferentes materias se dio como lo reseña el

arquitecto Armando Flores:

...nos dábamos cuenta de que muchos productores plásticos

ejercían actividades en una doble personalidad, casi a escondidas,

sin hablar de ellas: de publicista, de diseñador gráfico, de

formateador en los periódicos de la localidad. Ejercían la

fotografía, y muchas veces sentían más placer en lo que producían

48

en la fotografía que en el rol este renacentista y artesanal de la

producción plástica (Artes Plásticas de Nuevo León, 2000: 188).

Con esto quiero retomar nuevamente el posmodernismo, ya que lo anterior

sucedió a finales de los setenta y principios de los ochenta, y precisamente entre

las principales características del posmodernismo se cuentan el avance de los

medios de comunicación, el poder de la información y los avances tecnológicos,

y todo aquello que hacían los productores plásticos en Monterrey era de una

forma u otra entrar a los medios de comunicación.

Ahora bien, veamos lo que el análisis de las encuestas nos dice respecto a

la pregunta sobre si la idea del DBAE dentro de los talleres no formales se toma

en cuenta para el desarrollo de sus estudiantes. Pero antes de empezar con dicho

análisis quiero establecer el concepto de lo no formal:

La educación no formal es en una sociedad del conocimiento un

agente real del cambio educativo y su papel fundamental es

contribuir a aprender a vivir, a conocer y develar las

informaciones sacadas del medio y hechas experiencias de manera

que sea útiles para comprender e integrarse de manera

satisfactoria en la sociedad, finalidad que es compartida con el

sistema educativo. Característica: La educación se realiza fuera

de marco del sistema educativo oficial, por tal motivo no está

dirigido a la adquisición de certificaciones y títulos, principios del

sistema educativo reglado. La asistencia es voluntaria. (Matías

Gómez, 2004: 561-596).

Dentro del resultado del análisis nos damos cuenta de la falta de interés que

tienen los maestros en el estudio de la estética, crítica del arte e historia del arte,

pero también notamos que toman en cuenta la producción artística. De igual

forma la toman en cuenta los pocos que contestaron que les interesa la enseñanza

de las materias que el DBAE maneja.

No deja de sorprender que los pocos que contestaron digan que no les

parece importante el análisis y comentario crítico, ya que uno de los cuatro

objetivos principales del DBAE es ayudar a los estudiantes a aprender a observar

las cualidades del arte que ven y hablar de ellas. Sin embargo es contradictorio

que ellos mismos digan que es importante la exploración de la estética como eje

49

principal de toda obra, ya que una disciplina va de la mano con la otra disciplina.

Al contestar esta pregunta un maestro me dijo que sus alumnos iban aprender a

pintar; ése era el objetivo de sus alumnos, entonces ¿para qué hablarles de

análisis, crítica y comentario de obras? Esta respuesta fue de un maestro mayor

de 51 años, pero que tenía bastantes alumnos, la mayoría de 18 a 23 años.

Otra de las respuestas fue que le hacen espacio a la teoría del arte pero se

enfocan más a la producción artística; les pregunté a varios maestros el porqué y

me respondieron que ese era el tema principal de la materia, que los objetivos de

la misma no los hacían ellos mismos sino que la institución se los daban, o bien

por el poco tiempo que duraba el taller no podían abarcar mucho.

En cuanto al concepto que tiene el maestro sobre el arte, el 28% de los

encuestados dice que el arte es la conjunción de la historia, estética, crítica y

producción artística. Pero este 28% no trabaja con dichas áreas, y esto nos hace

pensar que tal vez tienen el concepto pero no están preparados para enseñarlas, o

bien, es otro el objetivo del taller.

Otro de los comentarios que me hacían los maestros, muy frecuente por

cierto, era que les parecía muy interesante la encuesta, ya que nunca se pusieron

a pensar sobre los temas que toca, al momento de estar haciendo su programa;

inclusive varios me lo pedían para hacer su curricula para los próximos talleres

que iban a ofrecer. Estos comentarios me los hicieron los maestros jóvenes.

Como conclusión a todo lo anterior decimos que Monterrey es una ciudad

posmoderna pero no toman la idea del DBAE dentro de sus talleres no formales

para el aprendizaje y el desarrollo de sus alumnos.

Creo que es importante tomar dicha idea, ya que la integración de las

áreas del DBAE dentro de los talleres no formales “produciría adultos cultos

conocedores del arte y de las obras artísticas, y capaces de reaccionar a las

50

propiedades estéticas de las obras de arte y de otros objetos”, como lo mencionó

Greer (Agirre, 2000: 244), y “estudiantes con habilidades para comprender y

apreciar el arte (...) tanto para reaccionar ante ello como para crearlo.” (Agra

Pardiñes 1994; 119)

51

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54

Anexo 1. ENCUESTA

FOLIO _______________

Marque la clasificación de la escuela (esta pregunta no se hace al encuestado)

Institución cultural de formación artística

Taller privado de expresión artística

Plástico que enseña plástica

Institución educativa con programa de extensión cultural

Institución gubernamental con programas culturales

SECCIÓN 1

FORMALIZACIÓN DE LOS PROGRAMAS

1) Nombre del taller

______________________________________________________________

2) Institución que imparte el taller es del sector

Público Privado

3) Tiene un programa por escrito

sí no (si contesta NO pase a la pregunta 7)

4) Los alumnos conocen ese programa

sí no

5) ¿Están divididos por nivel?

un solo nivel

diferentes niveles (ejemplo: básico, medio y avanzado)

6) ¿De cuántas sesiones se compone el programa?

___________________________________

7) ¿Cuántas veces al mes asiste el alumno al taller?

_________________________________

8) ¿Cuánto tiempo dura una sesión del taller?

__________________________________

9) ¿En el taller se le hace espacio a la teoría del arte?

sí no (si contesta NO pase a la sección 2 - página 2)

55

10) ¿Con cuáles de los aspectos de la teoría del arte trabaja?

Historia del arte

Estética

Crítica del arte

Producción artística

PERFIL DEL PROFESOR

11) Género:

M F

12) Edad:

menos de 21

21 a 30

31 a 40

41 a 50

más de 51

13) Estudios académicos en artes visuales:

Cursos

Diplomado

Técnico

Profesionista

Posgrado

Ninguno

14) Estudios académicos en otras disciplinas:

Cursos

Diplomado

Técnico

Profesionista

Posgrado

Ninguno

(si contesta NINGUNO pase a la pregunta 16)

15) Área disciplinar en que obtuvo su grado no artístico:

Biología y química

Humanidades y ciencias de la conducta

Biotecnología y ciencias agropecuarias

Ingeniería

Ciencias sociales

Medicina y ciencias de la salud

Física, matemáticas y ciencias de la tierra

56

16) Años como profesor en artes:

5 o menos 6 a 10 11 o más

17) ¿Usted es productor de obra artística?

Sí (continúe con la pregunta 18)

No (continúe con la pregunta 21)

18) ¿Es representado por una galería?

Sí No

19) ¿Cuántos años tiene como productor?

menos de 5

6 a 10

más de 11

20) Ha participado en:

(marque todas las que apliquen y la cantidad aproximada)

Exposiciones colectivas

Exposiciones individuales

Exposiciones internacionales

Concursos

Bienales

Otros eventos artísticos. Especifique:

PERFIL DE LOS ALUMNOS

21) Número de alumnos en el taller

10 o menos

11 a 20

21 o más

22) Tiene alumnos de las siguientes edades:

0 a 12 años

13 a 19 años

20 en adelante

Todas las edades

23) ¿En qué porcentaje predominan? (Indique un número porcentual)

Los hombres

Las mujeres

57

TÉCNICAS ARTÍSTICAS

24) ¿Cuáles de las siguientes técnicas se enseñan en sus cursos?

(marque todas las que apliquen)

Dibujo con lápiz Carboncillo Conté

Lápiz de colores Pastel Acrílico

Pastel al óleo Encáustica Tinta china

Escultura en madera Litografía Fotografía

Video Modelado en barro Acuarela

Grabado Escultura en metal Goauche

Temple Plastilina Vitrales

Mosaico Collage Mixta

Cerámica Instalación Arte objeto

Performance Escultura en yeso Óleo

Otras_______________

25) De la siguiente lista de ejercicios, ordene los 5 principales que se deberían

aplicar en un taller de arte (ordene del 1 al 5, donde el 1 es el más

importante y el 5 el menos importante).

La copia de obras realistas

La experimentación con el color

La resolución de problemas en el proceso de producción

El desarrollo de la expresión creativa

El análisis y comentario crítico de obras

La combinación de otras disciplinas (música, escénicas, literatura) en la

producción artística

La producción de cualquier estilo artístico

El dibujo de la figura humana desnuda

La experimentación libre con los materiales disponibles

El diseño de objetos útiles

Ejercicios sistemáticos y repetitivos para reforzar una cualidad artística

La exploración de la estética como eje principal de toda obra

26) Indique las actividades que se realizan en su curso (todas las que apliquen).

58

(Cuadro. Hoja horizontal)

59

CONCEPTO DEL ARTE

En cada grupo marque una afirmación que se acerque más a la visión del arte

que predomina en sus cursos. (Sólo marcar uno en cada grupo.)

Grupo 1

27) El arte es una imitación de la naturaleza

28) El arte es una forma estética

29) El arte es la expresión de un individuo

30) El arte es un instrumento para mejorar el entorno del individuo

31) El arte es, al igual que las ciencias, una disciplina

32) El arte es una expresión simbólica de un grupo cultural

Grupo 2

33) El arte es la conjunción de la historia, estética, crítica y producción

artística

34) El arte es una imitación del bien

35) El arte es una manifestación válida para todos

36) El arte es la conjunción ordenada de elementos formales

37) El arte es producto de las emociones

38) El arte es parte de los objetos de uso diario

TIPO DE EDUCACIÓN ARTÍSTICA

Indique qué tanto está de acuerdo en que los siguientes objetivos se apliquen en

su clase de arte:

39) Que el alumno aprenda técnicas clásicas realistas

Muy de acuerdo Ni de acuerdo ni en

desacuerdo

En desacuerdo

De acuerdo Muy en desacuerdo

60

40) Que el alumno exprese los sentimientos

Muy de acuerdo Ni de acuerdo ni en

desacuerdo

En desacuerdo

De acuerdo Muy en desacuerdo

41) Que el alumno valore los elementos funcionales de los objetos artísticos

Muy de acuerdo Ni de acuerdo ni en

desacuerdo

En desacuerdo

De acuerdo Muy en desacuerdo

42) Que el alumno produzca imágenes bellas (bonitas)

Muy de acuerdo Ni de acuerdo ni en

desacuerdo

En desacuerdo

De acuerdo Muy en desacuerdo

43) Que el alumno aprenda a reconocer estilos artísticos

Muy de acuerdo Ni de acuerdo ni en

desacuerdo

En desacuerdo

De acuerdo Muy en desacuerdo

44) Que el alumno pueda identificarse con su cultura

Muy de acuerdo Ni de acuerdo ni en

desacuerdo

En desacuerdo

De acuerdo Muy en desacuerdo

45) Que el alumno comprenda el punto de vista de otras culturas y/o tiempos

Muy de acuerdo Ni de acuerdo ni en

desacuerdo

En desacuerdo

De acuerdo Muy en desacuerdo

46) Que el alumno sea capaz de comunicar ideas por medio de imágenes

Muy de acuerdo Ni de acuerdo ni en

desacuerdo

En desacuerdo

De acuerdo Muy en desacuerdo

61

47) Que el alumno comprenda que el valor de la obras depende de la calidad de

la organización de los elementos estéticos

Muy de acuerdo Ni de acuerdo ni en

desacuerdo

En desacuerdo

De acuerdo Muy en desacuerdo

48) Que el alumno utilice la creatividad en su vida diaria

Muy de acuerdo Ni de acuerdo ni en

desacuerdo

En desacuerdo

De acuerdo Muy en desacuerdo

49) Que el alumno interprete las obras de arte

Muy de acuerdo Ni de acuerdo ni en

desacuerdo

En desacuerdo

De acuerdo Muy en desacuerdo

50) Que el alumno produzca imágenes que parezcan reales

Muy de acuerdo Ni de acuerdo ni en

desacuerdo

En desacuerdo

De acuerdo Muy en desacuerdo

51) Que el alumno sepa dibujar copiando lo que ve tal cual es

Muy de acuerdo Ni de acuerdo ni en

desacuerdo

En desacuerdo

De acuerdo Muy en desacuerdo

52) Que el alumno repita los ejercicios para desarrollar sus habilidades

Muy de acuerdo Ni de acuerdo ni en

desacuerdo

En desacuerdo

De acuerdo Muy en desacuerdo

62

53) Que el alumno sepa criticar una obra de arte

Muy de acuerdo Ni de acuerdo ni en

desacuerdo

En desacuerdo

De acuerdo Muy en desacuerdo

54) Que el alumno sea capaz de producir objetos funcionales

Muy de acuerdo Ni de acuerdo ni en

desacuerdo

En desacuerdo

De acuerdo Muy en desacuerdo

55) Que el alumno se exprese de manera espontánea

Muy de acuerdo Ni de acuerdo ni en

desacuerdo

En desacuerdo

De acuerdo Muy en desacuerdo

56) Que el alumno sea capaz de expresarse mediante cualquier estilo

Muy de acuerdo Ni de acuerdo ni en

desacuerdo

En desacuerdo

De acuerdo Muy en desacuerdo

Los trabajos que realizan sus alumnos son buenos:

57) Cuando su realización técnica se apega a los lineamientos clásicos

Muy de acuerdo Ni de acuerdo ni en

desacuerdo

En desacuerdo

De acuerdo Muy en desacuerdo

58) Cuando expresan el estado de ánimo de su autor

Muy de acuerdo Ni de acuerdo ni en

desacuerdo

En desacuerdo

De acuerdo Muy en desacuerdo

63

59) Cuando son decorativos

Muy de acuerdo Ni de acuerdo ni en

desacuerdo

En desacuerdo

De acuerdo Muy en desacuerdo

60) Cuando tienen un propósito y/o función

Muy de acuerdo Ni de acuerdo ni en

desacuerdo

En desacuerdo

De acuerdo Muy en desacuerdo

61) Cuando exploran nuevas formas de expresión

Muy de acuerdo Ni de acuerdo ni en

desacuerdo

En desacuerdo

De acuerdo Muy en desacuerdo

62) Cuando se basan en un trabajo sistemático

Muy de acuerdo Ni de acuerdo ni en

desacuerdo

En desacuerdo

De acuerdo Muy en desacuerdo

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Anexo 2. GRÁFICAS

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Anexo 3. DIRECTORIO CULTURAL

Para la realización de las encuestas se tomó en cuenta el siguiente directorio

cultural.

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