Unidad 4 Concepciones Filosoficas Del Ser Humano Curso 14-15

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4. Concepciones filosficas del ser humano

Departamento de Filosofa

4. Concepciones filosficas del ser humano

ndice de contenidos

1. Antigedad y vigencia de la pregunta por el ser humano

2. El hombre en la mitologa griega

3. El hombre en la filosofa griega

3.1. El animal racional

3.2. El animal poltico3.3. La naturaleza humana3.4. El problema de las relaciones alma-cuerpo3.5. El helenismo4. El hombre en el pensamiento cristiano medieval

5. El hombre en el Renacimiento5.1. El humanismo

5.2. Antropocentrismo

5.3. Naturalismo6. El hombre en la Edad Moderna6.1. El problema de las dos sustancias en Descartes6.2. La reflexin tico-poltica

6.3. Kant

7. El hombre en el pensamiento contemporneo7.1. La concepcin marxista del hombre

7.2. La crtica de Nietzsche a la cultura occidental7.3. El psicoanlisis de Freud

7.4. El existencialismo de Sartre1 Antigedad y vigencia de la pregunta por el ser humano

Uno de los problemas fundamentales de la filosofa ha sido y sigue siendo el que podramos denominar problema del hombre. Consiste bsicamente en establecer si el ser humano posee alguna propiedad exclusiva que lo distinga del resto de especies animales y si cumple alguna funcin especial en el mundo.

La preocupacin por definir lo humano no es reciente, sino ms antigua, y responde tanto a una inquietud terica como a una inquietud prctica y subjetiva. En ltimo trmino, el deseo de definir la naturaleza humana procede de una motivacin profundamente personal: el deseo de auto-conocerse. Este deseo es el motor de cualquier reflexin acerca de la naturaleza humana.

2 El hombre en la mitologa griega

Como estudiamos en la primera Unidad, el pensamiento filosfico surgi en Grecia en el siglo VI a. C. Hasta ese momento, todo se explicaba por medio de mitos. Poetas como Homero o Hesodo ofrecan en sus narraciones una forma de comprender no solo la realidad fsica, sino tambin la naturaleza humana. Mediante los mitos, los antiguos griegos se explicaban a s mismos quines eran, cules eran sus orgenes, quines eran sus antepasados y de qu forma condicionaban su presente, de dnde procedan sus emociones, el porqu de sus actos, etc.

Los mitos no solo presentaban cmo eran las cosas, sino tambin cmo deban ser. Exponan un modelo ideal, que, para los griegos, eran los dioses antropomorfos y los hroes. Efectivamente, dioses y hroes eran un ejemplo de virtud (aret), que deba ser seguido por todos los hombres. stos deban imitar a los dioses.Sin embargo, no se consideraba al hombre totalmente libre, pues su vida se supona condicionada por la voluntad caprichosa de los dioses y por otros poderes que actan desde fuera de l y lo dominan.3 El hombre en la filosofa griega

A partir del s. VI a.C., el modelo anterior comienza a resquebrajarse. Poco a poco, los pensadores griegos comenzaron a dejar de utilizar el mito, para explicar al ser humano, abandonando los modelos sobrenaturales.

El pensamiento griego, en general, pone el acento en dos aspectos del ser humano: su racionalidad y su naturaleza poltica.

3.1 El animal racionalEl hombre es un ser natural, por supuesto, pero diferente del resto de seres naturales, debido a que:

a) Es un animal que posee racionalidadb) Dicha racionalidad le permite conocer y comprender no solo lo que le rodea, sino la propia naturaleza humana, a s mismo y sus relaciones con los dems

c) Por ello, puede elegir cmo quiere vivir, qu valores y normas van a regir la convivencia en la polis.

Para los griegos, el hombre est a medio camino entre los dioses y los animales. Tiene instintos animales, pero su capacidad racional le hace especial, convirtindole en un ser moral y poltico.

3.2 El animal poltico

El hombre griego viva estrechamente vinculado a su polis, hasta el punto de que se consideraba que una persona no es nada fuera de su ciudad. Se consideraba ciudadano, antes que individuo, y se senta en la obligacin de participar activamente en el funcionamiento de la polis.

Este fragmento, extrado de la Poltica de Aristteles, expresa muy bien esta concepcin del hombre como animal poltico:

Es evidente que la ciudad-Estado es una cosa natural y que el hombre es por naturaleza un animal poltico () Y la razn por la que el hombre es un animal poltico en mayor grado que cualquier abeja o cualquier animal gregario es algo evidente. La naturaleza, en efecto, no hace nada sin un fin determinado, y el hombre es el nico entre los animales que posee el don del lenguaje. El lenguaje tiene el fin de indicar lo provechoso y lo nocivo, y, por consiguiente, tambin lo justo y lo injusto, ya que el hombre es el nico animal que puede percibir el bien y el mal, lo justo y lo injusto, y es la comunidad y participacin en estas cosas lo que forma una familia y una ciudad-Estado.Artistteles, Poltica3.3 La naturaleza humana

Con respecto a la cuestin de la naturaleza humana, es decir, con respecto a la cuestin de qu es lo que caracteriza o cules son los rasgos esenciales del ser humano, vamos a destacar algunas posturas filosficas que se dieron en el pensamiento griego, concretamente las de los filsofos denominados sofistas y la de Scrates.

Entre los primeros encontramos posturas que difieren entre s:

Protgoras: considera que la naturaleza humana se caracteriza ppor su agresividad, aunque, al mismo tiempo, el hombre crea la cultura, la cual le lleva a desarrollar el sentido de la justicia y la habilidad para la convivencia social.

Hippias y Antifn: consideran que la naturaleza otorga a todos los individuos la condicin de libres e iguales. Si en la sociedad existen desigualdades, ello es debido a las convenciones sociales.

Calicles, Trasmaco y Critias: niegan que la naturaleza humana sea racional. El hombre se rige por los instintos y por la ley del ms fuerte. La naturaleza hace a los seres humanos diferentes entre s y, por tanto, no sera justo ni natural crear una sociedad en la que todos los individuos fueran iguales.

Frente a los sofistas, Scrates considera que el hombre es su alma, dado que sta es lo que lo distingue de cualquier otra cosa. El alma es la razn, responsable tanto de nuestra actividad pensante como moral. Scrates muestra cierto desprecio hacia el cuerpo, que no es ms que un instrumento del alma.

Para este pensador ateniense, alma y razn tienen la capacidad de autodominio, y, gracias a ese autodominio, el ser humano puede ser libre, dominando su parte animal. El autodominio y la libertad hacen que el hombre se convierta en un ser autnomo. El hombre sabio -afirma Scrates- es el que no necesita nada, ya que le basta con la razn, para vivir feliz, y no depende de los instintos, logrando eliminar todo aquello que es superfluo.

Segn Scrates, la felicidad humana no puede venir del exterior, sino de la armona interior del alma que cada uno de nosotros pueda alcanzar. El hombre puede ser feliz, independientemente de cules sean las circunstancias que rodean su vida, ya que, si bien los dems pueden daar sus posesiones o su cuerpo, no pueden arruinar su armona interior. El hombre es, pues, el artfice de su propia felicidad o infelicidad.

3.4 El problema de las relaciones alma-cuerpo

ste es uno de los problemas ms importantes de la filosofa griega y de mayor repercusin en la filosofa posterior. Qu es el alma? Cmo se relaciona con el cuerpo? Qu es ms importante: el alma o el cuerpo?

Entre los pensadores griegos encontramos ya las dos posturas filosficas bsicas con respecto a estas cuestiones:

DUALISMO ANTROPOLGICO: el hombre se compone de dos realidades diferentes, el cuerpo y la mente. Estas dos realidades interactan y producen todas las actividades humanas.

MONISMO ANTROPOLGICO -de tipo materialista-: el ser humano no es ms que cuerpo, nica realidad cuyos procesos fsico-qumicos dan lugar a todas las actividades que puede realizar aqul.

Uno de los mximos defensores de la postura dualista fue Platn, para el que:

El ser humano se compone de cuerpo y alma, pero el alma tiene absoluta prioridad sobre el cuerpo, ya que es la parte ms noble del ser humano, fuente de todo lo bueno, como el conocimiento racional.

El cuerpo es solo el recipiente material del alma, a la que arrastra con sus pasiones, sus instintos animales y le conduce a errores en el conocimiento.

El alma humana es eterna, inmortal. Su unin con el cuerpo es transitoria: cuando una persona muere, su alma se desprende del cuerpo y accede a otra dimensin, en la que puede alcanzar el verdadero conocimiento. No obstante, pasado un tiempo, el alma vuelve a reencarnarse en un cuerpo.

Para Platn, el alma posee tres partes. Cada una tiene una funcin diferente y, cuando realiza dicha funcin de la mejor manera posible, alcanza su virtud moral correspondiente. Estas tres partes o funciones del alma son:

PARTES DEL ALMAVIRTUDES

RaznSabidura

nimoValenta

ApetitoTemplanza

Virtud de conjunto: Justicia como armona entre las tres partes del alma

Para que un ser humano logre ser justo habiendo alcanzado entonces la virtud moral ms importante: la justicia-, es necesario que se d en l un equilibrio entre las tres partes de su alma; lo que equivale a decir que la parte racional de su alma se ha de imponer sobre la voluntad y los instintos y stos han de dejarse guiar por aqulla.

Esta concepcin de la naturaleza humana la expone Platn a travs de un relato mtico que aparece en uno de sus dilogos, el titulado Fedro.

3.5 El helenismo

La ltima etapa de la civilizacin griega es la que se conoce como helenismo. Se inicia con la figura de Alejandro Magno, rey de Macedonia desde el 336 a.C., y se prolonga en los siglos siguientes hasta que Roma toma el control absoluto del Mediterrneo en la segunda mitad del s. I a.C.

Alejandro Magno, con sus conquistas, form un vasto imperio que se extenda hasta la India, integrando en l culturas muy diversas. El modelo griego se fundi con otras formas de pensamiento y, por primera vez, surgi una nueva idea del mundo como un todo integrado en el que quedaba superada la distincin entre griegos y brbaros.

El gigantesco imperio creado por Alejandro Magno hizo surgir un nuevo tipo de individuo. Hasta entonces, el ideal poltico haba sido la polis, ciudad independiente gobernada por sus ciudadanos; ahora, con el desmembramiento del imperio en diversas monarquas absolutas tras la muerte de Alejandro Magno, el ciudadano dejaba de participar en la poltica, pues estaba sometido a la voluntad del monarca.

Algunas consecuencias de este cambio de mentalidad fueron:

El nuevo individuo, alejado de la poltica, asume ante el Estado una actitud de desinters e incluso aversin-, que se refleja en las nuevas filosofas. Por ejemplo, para Epicuro, el hombre sabio, si quiere ser feliz, no debe participar en poltica.

El hombre, antes considerado como un ser social, formando parte de la polis, es ahora visto como un individuo. De esta manera se descubre la individualidad humana. Ahora se plantea el conflicto entre su papel social, pblico, y su personalidad ntima, su vida privada.

Surgen nuevos movimientos filosficos, como el estoicismo o el epicuresmo, que defienden nuevos valores, entre los que destacan:

-La libertad individual-La ausencia de ansiedad y dolores, tanto mentales como corporales

-La autarqua, el autocontrol sobre la mente y el cuerpo, que nos faculta para ser dueos de nosotros mismos.

4 El hombre en el pensamiento cristiano medievalCon el cristianismo nace una nueva forma de contemplar el mundo y al hombre. Si la filosofa griega se basaba en la explicacin racional, la filosofa cristiana se apoyar en la explicacin religiosa. Para el cristianismo, la razn no era suficiente para explicar los dogmas religiosos fundamentales. Todo poda y deba ser explicado desde la fe.

Sin embargo, a medida que el cristianismo se fue extendiendo, fue necesario elaborar doctrinas que no se centrasen en el mbito puramente religioso y sobrenatural. Haba que explicar la realidad natural: el mundo y el hombre. Para ello, los pensadores cristianos necesitaron de la razn y recurrieron a concepciones filosficas griegas, que fueron adaptadas a los nuevos tiempos. Surge, as, la filosofa cristiana.

Los pilares sobre los que se asienta esta nueva forma de interpretar la realidad son:

La verdad: es revelada por Dios a los hombres.

La fe: el hombre asume la palabra de Dios, como herramienta inapelable de iluminacin y conocimiento, a la que la razn debe obedecer.

La creacin: el universo, todo lo que existe, ha sido creado por Dios a partir de la nada.

La Biblia: es el libro sagrado para el cristianismo, en el que se recoge la palabra de Dios convertida en dogma.

Todo esto conforma un pensamiento teocntrico, en el que Dios, y no el hombre, es el eje sobre el que gira y del que depende toda la realidad, tanto natural como humana.

Bien, pero, para el cristianismo, qu es el hombre?

La visin cristiana del ser humano se basa en estas tres ideas fundamentales:

Dios ha creado al hombre a su imagen y semejanza. Esto sita al ser humano en el centro de la creacin. Frente a Dios, el hombre es un ser contingente y finito que existe por la bondad divina, pero que podra no haber existido y, de hecho, dejar de existir. Por otra parte, el cristianismo defiende la dignidad e igualdad de todos los seres humanos.

El alma humana es inmortal. Si bien el individuo en su totalidad es obra de Dios, el alma es su nexo de unin con el Creador, la parte espiritual que le permite acceder a la resurreccin. Frente al alma, el cuerpo material es la parte que puede incitarla al pecado.

Al final de los tiempos, el hombre resucitar en cuerpo y alma. La consideracin del alma como algo inmortal no es algo nuevo, pues ya los griegos crean en ella, si bien pensaban que, cuando el individuo mora, el alma volva a reencarnarse en un cuerpo y a vivir en este mundo, y as eternamente, en un eterno retorno. Frente a esto, el cristianismo propone la idea de resurreccin, segn la cual los hombres resucitarn en otra dimensin. Al modelo circular griego, el cristianismo opone una concepcin lineal del tiempo.

Otra novedad que aporta el cristianismo frente al pensamiento griego se refiere a la moralidad. Y es que, para aqul, la moral del ser humano no depende de la razn, sino de las leyes de Dios. El hombre, siendo una criatura de Dios, debe respetar las leyes divinas. De lo contrario, cae en el pecado, que es producto de la maldad y no de la ignorancia de los seres humanos como defenda Scrates. Surgen as nuevos conceptos morales, tales como el de pecado, culpa, arrepentimiento o redencin. No obstante, esto no impide que la razn juegue un importante papel para los pensadores cristianos.

Segn stos, el ser humano es libre de elegir entre el bien y el mal, de aceptar o no la palabra de Dios y sus leyes, siendo, por tanto, responsable nico de salvarse o condenarse.

Entre los autores cristianos, uno de los ms importantes es Toms de Aquino, representante de la denominada Escolstica medieval. Seguidor de Aristteles, para Santo Toms, la naturaleza humana se compone de alma y cuerpo. La primera es la parte principal, pues es de naturaleza espiritual e incorruptible. El alma es el principio que da vida al cuerpo y es inmortal: no necesita del cuerpo para existir, ni siquiera cuando el cuerpo muere. El cuerpo, por el contrario, es material y corruptible. La unin de cuerpo y alma no es un castigo para sta, sino que la beneficia, ya que el alma humana solo puede obtener conocimiento a travs de los sentidos del cuerpo.

Toms de Aquino comparte la definicin aristotlica del ser humano como animal racional, y considera que ste es el nico ser que, gracias a que posee racionalidad, puede conocer su propia naturaleza y fijar normas de conductas apropiadas, tales como la conservacin de la propia vida, la obligacin de cuidar y educar a los hijos o la obligacin moral de buscar la verdad y huir de la ignorancia.

5 El hombre en el Renacimiento

Entre los siglos XV y XVI tienen lugar importantes descubrimientos geogrficos y avances culturales, cientficos y tecnolgicos. Ello hace que surja un nuevo tipo de mentalidad, una ruptura con los estrechos lmites impuestos por la teologa medieval y una apertura de la visin del mundo y del ser humano.

La reflexin filosfica que se desarrolla durante el Renacimiento va a estar marcada por el Humanismo, el antropocentrismo y el naturalismo.

5.1 El humanismo

En esta etapa existi en todos los mbitos culturales un deseo de renovacin de la sociedad y del ser humano. Este deseo desemboc en un movimiento cultural, el Humanismo, que, frente al dogma religioso, trajo consigo una defensa de la libertad de pensamiento y expresin.

En el terreno de la filosofa, el Renacimiento se caracteriz por la vuelta a los principales sistemas griegos. Ello permiti recuperar la reflexin exclusivamente racional sobre el hombre, la tica, la poltica o la historia.

Los avances tcnicos y cientficos despertaron la sensacin de que todo era posible, de que el ser humano poda conocer los secretos de la naturaleza y utilizar sus poderes con fines benficos. Como consecuencia de esto, surge tambin el denominado pensamiento hermtico, es decir, el conjunto de saberes, como la alquimia o la magia, con los que el ser humano buscaba dominar la naturaleza.

5.2 Antropocentrismo

El pensamiento renacentista aspira a un hombre nuevo, liberado de la ignorancia y la barbarie con la que se identificaba a la poca medieval. Para ello, la principal herramienta es la educacin y el desarrollo de la propia personalidad del individuo.

Frente al teocentrismo que caracteriz a la Edad Media, los pensadores de esta poca se sitan en una perspectiva antropocentrista. El ser humano es la realidad a partir de la cual todo se interpreta; es el centro del universo. Ese ser humano es libre y desde su libertad debe buscar su dignidad. Por primera vez, el hombre se considera dueo de su propio destino y, libremente, decide su conducta.

Este antropocentrismo se pone de manifiesto en el pensamiento poltico. Si la filosofa medieval haba propuesto modelos polticos que deban regirse por las leyes divinas, los pensadores renacentistas proponen modelos polticos fundamentados en la naturaleza humana. Y esto lo hacen desde dos perspectivas radicalmente distintas:

Realismo poltico: defendido por Maquiavelo, afirma que el hombre tiende por naturaleza a hacer el mal, a la crueldad y a la violencia.

Utopismo: defendido por pensadores como Toms Moro o Francis Bacon, afirma que es posible disear y establecer una sociedad perfecta, igualitaria y en la que se respeten todas las ideas.

5.3 Naturalismo

Para los pensadores del Renacimiento, la naturaleza deba ser exaltada por s misma, no simplemente por ser la creacin de Dios y smbolo de su omnipotencia. Ms concretamente, con respecto al ser humano y a su naturaleza, restaron valor a los aspectos religiosos y acentuaron los de procedencia natural.

6 El hombre en la Edad Moderna

Durante los siglos XVII y XVIII se consolida la concepcin del ser humano que se haba iniciado en el Renacimiento. El siglo XVII se caracteriza por una permanente situacin de crisis, que afecta a todos los mbitos: poltico, econmico, cultural y filosfico. Esta crisis afecta a la imagen que se tiene del ser humano, que ahora es visto como un ser destronado de su lugar en el centro del universo, sometido a las pasiones y al a fugacidad de la vida, pues todo es contingente y azaroso. No hay verdades absolutas, sino apariencia e ilusin. Este es el estado de nimo que se expresa tanto en el arte como en la literatura filosfica de la poca.

Del perodo moderno, vamos destacar tres aportaciones filosficas a la reflexin en torno a la naturaleza del ser humano: la llevada a cabo por Descartes, en primer lugar, la del pensamiento poltico desarrollado por Locke, Rousseau y Hobbes, en segundo lugar, y, finalmente, la de Kant.

6.1 El problema de las dos sustancias en Descartes

Descartes es el iniciador de una corriente de pensamiento filosfico que se conoce como racionalismo. Se propone romper con el pasado escolstico medieval y renovar el panorama intelectual. Para ello, utiliza la duda como mtodo: dudar de todas las verdades establecidas dogmticamente hasta ahora, hasta encontrar una verdad de la cual sea imposible dudar.

El resultado fue su ya clebre pienso, luego existo. De esta manera, la conciencia, la razn humana volva a convertirse en el signo ms emblemtico del ser humano, ahora ya independiente de la fe, autosuficiente en la tarea de conocer y de transformar el mundo.

Descartes considera al ser humano formado por dos sustancias:

La sustancia pensante: la conciencia, el yo o alma.

La sustancia extensa: la materia.

El viejo problema de la relacin entre el cuerpo y el alma se plantea, a partir de este momento, como el problema de las relaciones entre el cuerpo-mquina, dominado por unas leyes de la fsica que no dejan espacio para la libertad, y el espritu humano (alma o razn), caracterizado por la libertad de la voluntad.

Siendo esto as, dnde quedan las pasiones y las emociones, que pertenecen al alma, pero que estn intrnsecamente unidas al cuerpo? Con respecto a este problema, el pensamiento moderno har especial hincapi en separar y distinguir entre el cuerpo y la mente, siendo superior sta. La mente, la razn da al hombre su libertad. Solo si la libertad humana est guiada por la razn, se puede no caer en el error a la hora de elegir entre lo bueno y lo malo, y solo el acierto en esta eleccin conduce a la felicidad. Por ello, la libertad, y con ella las pasiones y emociones, deben estar dirigidas por la razn.

6.2 La reflexin tico-poltica

La crisis general de los siglos XVII y XVIII favoreci un cambio de mentalidad, que condujo a importantes reflexiones en los mbitos de la tica y de la poltica. En el contexto de estas reflexiones, hallamos una interesante reflexin acerca de la naturaleza humana. Vemosla, centrndonos en estos tres autores:

Locke: para este filsofo ingls, los hombres en estado de naturaleza son libres e iguales, aunque no necesariamente buenos. No obstante, la naturaleza posee una ley moral, que puede ser descubierta por la razn. Los hombres, por naturaleza, poseen ciertos derechos, como el de propiedad.

Rousseau: Su pensamiento se enmarca dentro de la Ilustracin. Dirige una dura crtica a la sociedad en la que vive. Para l, el progreso no lleva aparejado necesariamente el desarrollo del ser humano en cuanto tal; no conlleva el progreso moral ni tiene por qu conducir a la felicidad. De hecho, el progreso ha contribuido a corromper al individuo, a su prdida de libertad e inocencia y a establecer la desigualdad entre los hombres. Segn Rousseau, en la evolucin humana se pueden apreciar dos etapas o estados:

Estado de naturaleza: es un estado pre-social en el que los individuos seran felices, libres, autosuficientes, viviendo aislados en familia y reinando la igualdad entre ellos. La naturaleza humana se caracterizara por sentimientos positivos, como el amor, la simpata y la compasin, y por instintos, como el de auto-conservacin.

Estado de civilizacin o social: es el estado en que se encuentra el hombre en la sociedad moderna, en la que reinan la injusticia, la desigualdad, la opresin, la falta de libertad y las pasiones depravadas, como, por ejemplo, la ambicin. En esta situacin, el hombre se hace malo, egosta, vanidoso y superficial.

Hobbes: coincide con Rousseau en afirmar que el hombre no es sociable por naturaleza, pero su concepcin del ser humano en estado de naturaleza es radicalmente opuesta a la de Rousseau. Para Hobbes, la naturaleza humana se caracteriza por el deseo de poder y fama, el egosmo, la competencia constante y la desconfianza entre los seres humanos.

Ello genera violencia y una guerra de todos contra todos. En el estado de naturaleza, el hombre es un lobo para el hombre (homo homini lupus). De ah que Hobbes defienda la necesidad del Estado y la sociedad, para garantizar la seguridad del individuo. Esa es la nica manera de que, a pesar de los defectos de los seres humanos, sea posible la convivencia en sociedad.

6.3 Kant

Este filsofo alemn, que representa una de las cumbres del pensamiento moderno, cree que en el individuo existen dos dimensiones opuestas: el ser natural y el ser racional. Es la segunda de estas dimensiones la que domina sobre la primera.

En cuanto ser natural, el hombre est sometido a las leyes fsicas, biolgicas y matemticas de la naturaleza. Por otra parte, es egosta, individualista e insociable. En cuanto ser racional, es un ser libre, capaz de superar sus limitaciones naturales y elegir su propio destino. Al ser pensante, puede desarrollar su dimensin moral, conocer lo que debe hacer, los fines que debe perseguir y la forma de alcanzar la felicidad, que constituye su destino ltimo. Adems, como sabe que slo en sociedad puede realizarse, se desarrolla como ser social.

Por tanto, para Kant, en un mismo ser se dan caractersticas radicalmente opuestas entre s.

Kant se plante la pregunta: qu es el hombre? Y, para responder a esta pregunta, crea conveniente responder, a su vez, a estas tres cuestiones:

1. Qu puedo conocer?

2. Qu debo hacer?

3. Qu puedo esperar?

Si quiero comprender qu es ser humano, de alguna manera necesito averiguar (1) cules son las posibilidades y los lmites de mi conocimiento, del conocimiento humano, (2) cmo debo comportarme en tanto que ser moral y libre la respuesta de Kant ser que debo comportarme de modo racional, esto es, hacer lo que debo hacer, actuar por deber y no por intereses egostas, respetando la dignidad de las personas-, y (3) qu es lo que puedo esperar, habiendo actuado correctamente la respuesta de Kant a esta pregunta ser que, si hemos actuado racionalmente y hemos cumplido con nuestro deber, podemos aspirar a ser felices y a una vida digna.

7 El hombre en el pensamiento contemporneo

A partir del siglo XIX culmin en Europa la Revolucin Industrial, que trajo consigo importantes cambios en la vida social y personal. Los descubrimientos cientficos y su aplicacin tcnica transformaron el sistema productivo. As, creci el proceso de industrializacin, se multiplicaron las grandes ciudades, aumentaron la pobreza y la riqueza, los desequilibrios sociales, etc. La ciencia y a la tcnica fueron vistas como fundamentales para el progreso humano y social.

Todo ello dio lugar a un nuevo tipo de hombre, pragmtico y utilitarista, que se ve a s mismo todopoderoso, gracias a su dominio de la naturaleza. Sin embargo, algn tiempo despus, las dos guerras mundiales del siglo XX provocaron la prdida de confianza en el ser humano y la puesta en cuestin de la cultura occidental, aunque tambin hicieron surgir un nuevo pensamiento humanista.

La filosofa de los siglos XIX y XX es muy rica y variada. El objetivo comn a todas las corrientes de pensamiento de este perodo ha sido conocer al ser humano y comprender la naturaleza de sus actos. Sin embargo, nosotros nos vamos a quedar aqu solo con algunos autores, aquellos que son representativos de los distintos enfoques desde los que se ha abordado la reflexin sobre la naturaleza humana. Esos autores son: Marx como representante de una perspectiva sociolgica-, Nietzsche y Freud como exponentes de un planteamiento psicolgico-, y Sartre como representante del humanismo. Estos enfoques son importantes en el anlisis del ser humano en el siglo XX. Un cuarto enfoque, el que iniciara Darwin a mediados del siglo XIX y que podramos calificar de biolgico, tambin juega un papel decisivo en dicho anlisis, pero de l ya hemos hablado al tratar del origen del hombre en una unidad temtica anterior.

7.1 La concepcin marxista del hombre

Marx defiende una concepcin monista y materialista del ser humano. ste es un ser natural que posee necesidades de diverso tipo y se distingue del resto de animales en que es capaz de producir lo que necesita mediante la transformacin de la naturaleza, mediante el trabajo.

Para Marx, la naturaleza humana no es fija ni acabada, sino que el hombre es un ser histrico y social, que va cambiando a lo largo de la historia. El Hombre afirma- no existe, existen los hombres reales e histricos que han vivido relacionndose a travs de distintas formas sociales y econmicas a lo largo del tiempo". Por tanto, no hay una naturaleza humana que nos determine a vivir de una determinada manera, sino que el hombre se define a s mismo, al vivir en un momento histrico preciso y por establecer un conjunto de relaciones sociales y econmicas determinadas. Es slo en ese contexto real y determinado donde podemos comprender cmo es cada ser humano concreto, ms all de una pretendida esencia atemporal.

La historia de la humanidad viene condicionada por la manera en que el hombre produce sus propios medios de vida, para satisfacer sus necesidades. Y, a su vez, la manera en que el hombre produce viene determinada por dos factores:

El desarrollo de los medios de produccin: herramientas, mquinas, etc. utilizados para producir todo lo que se necesita.

Las relaciones de produccin o relaciones sociales que los seres humanos establecen entre s a la hora de producir. Estas relaciones de produccin pueden ser de cooperacin o de dominacin, pero histricamente han predominado las relaciones de dominacin de una clase dominante sobre otra oprimida.

Estos factores han determinado la existencia de tres grandes pocas histricas: el mundo esclavista, el mundo feudal y el mundo capitalista. En ellas existen importantes diferencias econmicas entre los que producen la riqueza: esclavos, vasallos y trabajadores, por un lado, y los que recogen los beneficios: esclavistas, seores y empresarios, por otro. Por ello, se trata de etapas caracterizadas por una injusticia fundamental: en ellas, el hombre, que ha progresado histricamente gracias a su capacidad creadora, al trabajo, se empobrece econmica y espiritualmente, debido a que, siendo la produccin de riqueza un hecho colectivo, son los dueos del capital los que se benefician especialmente. Esa es la razn que explicara que el trabajador viva el trabajo, en vez de como algo creativo y enriquecedor, como una carga desagradable, aunque inevitable para poder satisfacer sus necesidades.

Para Marx, la naturaleza del hombre se podr desarrollar plenamente, cuando desaparezcan las diferencias econmicas, causantes, en ltimo trmino, del resto de diferencias sociales y culturales. Ser en la sociedad comunista, que propugna Marx, donde los hombres alcancen la libertad autntica y se hagan definitivamente dueos de su destino.7.2 La crtica de Nietzsche a la cultura occidentalLa propuesta filosfica de Nietzsche es muy crtica con la concepcin racionalista de nuestra cultura y con la herencia ilustrada. Tanto la razn como el ideal racionalista y humanista caractersticos de la cultura occidental han sido, a juicio de Nietzsche, construcciones fantasmagricas que han servido como refugio ante el miedo a la vida. As, se ha presentado como modelo humano a seguir el del hombre racional que controla y domina sus instintos y pasiones, un prototipo claramente anti-vital diseado, sobre todo, por Scrates y Platn y reforzado por la religin y la moral cristianas. Nietzsche sostena que las creencias en Dios, la Moral y la Metafsica se han revelado inconsistentes; que su origen no se encuentra sino en el propio hombre, en el hombre dbil y sufriente que no puede superar por s mismo su dolor y busca consuelo en el ms all. Por eso habla de la muerte de Dios y propone un nuevo tipo de hombre: el superhombre (bermensch).Nietzsche afirma que Dios ha muerto. Con ello, quiere decir que la concepcin segn la cual el mundo tiene un orden y un sentido objetivos -ya sea ste inmanente o trascendente- ha sido superada. El hombre ha tomado conciencia de que todo lo que consideraba como sagrado, santo, bello y bueno, no lo era en s mismo, sino porque l lo valoraba as. El hombre se descubre como aquel que valora, aquel que da sentido. La vida tiene el sentido que nosotros le damos y en ello reside la grandeza del hombre. As pues, Nietzsche propone una nueva forma de entender al hombre que resulta de la muerte de Dios: el superhombre. Este es el tipo de hombre que toma la vida como un juego: se siente completamente libre y lucha por mantenerse libre, y ejerce esa libertad creando y destruyendo valores. Por lo tanto, el superhombre es la persona que pone en prctica su libertad, ejerciendo sus instintos en la creacin de nuevas formas de vida, sin permanecer en ninguna de ellas, sino buscando siempre superarse a s mismo.El superhombre est vinculado, segn Nietzsche, a una forma cclica de entender el tiempo y la historia. El eterno retorno es, por lo tanto, una idea complementaria necesaria para que el proyecto de superhombre sea viable. Frente a la nocin lineal y finalstica del tiempo, Nietzsche defiende una nocin cclica, la del eterno retorno. Mediante dicho concepto, Nietzsche intenta liberar al hombre de la preocupacin por el pasado y por el futuro. Esta preocupacin es una de las causas de que el hombre no sea autnticamente libre, porque est culpabilizado por lo que ha hecho mal en el pasado, por las equivocaciones que cometi, o est preocupado por el futuro, por elegir correctamente, por cumplir con su deber. La cultura occidental ha planteado la existencia de un futuro mejor para el hombre la vida eterna, el paraso comunista, etc. Para alcanzar ese futuro mejor, el hombre debe sacrificarse y cumplir sus obligaciones. Si, en cambio, todo ya ha sucedido y siempre sucede igual, nos libramos de la preocupacin por actuar correctamente y, por lo tanto, podemos centrarnos en el presente y actuar libremente. El superhombre puede dedicarse a crear y destruir valores, si est convencido de que su vida est ya determinada y que no tiene sentido preocuparse por el futuro.

7.3 El psicoanlisis de FreudFreud ha sido uno de los hombres que ms han influido en la comprensin contempornea del ser humano. Es el creador del psicoanlisis, un mtodo de investigacin y de curacin de enfermedades mentales que supone una nueva forma de entender los procesos de la mente y, por tanto, una nueva concepcin del ser humano. Abre una puerta a otra dimensin del ser humano, al desvelar su cara oculta e irracional: los instintos y el inconsciente, que rigen su mente.

Segn Freud, todos nosotros llevamos en nuestro interior deseos que son el verdadero motor de nuestra personalidad, pero que no podemos aceptar conscientemente, limitados como estamos por la vida en sociedad, la educacin recibida, etc. Estos deseos los mantenemos en la inconsciencia, es decir, los reprimimos, a pesar de lo cual estn siempre activos e intentan salir fuera, por ejemplo, a travs de lo que soamos mientras dormimos.

Freud describe la mente humana como una estructura compleja, que engloba varias instancias independientes, pero, al mismo tiempo, relacionadas entre s. Entre esas instancias existen fronteras, cuya funcin es la de proteger a la conciencia del individuo de aquellos contenidos que de alguna manera representan una amenaza para l.

El mapa de la mente humana quedara ms o menos as:

ELLO: engloba las pulsiones primarias de la naturaleza humana: Eros (pulsiones sexuales y de auto-conservacin) y Thanatos (pulsiones agresivas), los rasgos hereditarios y los deseos reprimidos a lo largo de la vida del individuo -los cuales no desaparecen, sino que permanecen latentes en nuestro inconsciente. Todos estos contenidos son inconscientes. Tambin son irracionales y amorales, pues exigen su realizacin, independientemente de las prohibiciones morales o sociales. Y es que el ello se rige por el principio del placer.

SPER-YO: est constituido por el conjunto de normas, prohibiciones y amenazas morales que el sujeto ha ido adquiriendo desde el nacimiento. El sper-yo se opone a las pulsiones del ello, y su predominio sobre ste es la causa de enfermedades psquicas. En una parte importante, es tambin inconsciente. Se rige por el principio del deber. YO: hace de mediador entre el ello y el sper-yo, entre el sujeto y la realidad exterior. Trata de adaptar las pulsiones del ello, dominadas por el principio de placer, a las exigencias del sper-yo, guiado por el deber moral. Es decir, trata de contentar al ello sin que dicha satisfaccin provoque conflictos con la moral. Se rige por el principio de realidad.

Segn este planteamiento, la libertad humana es slo un seuelo, dado que el hombre est dominado por pulsiones inconscientes.

Freud destaca en sus anlisis el carcter ambivalente de la sociedad y la cultura, pues, si bien es cierto que gracias a la cultura progresa el ser humano, no es menos cierto que este progreso se lleva cabo reprimiendo las pulsiones del ello. La sociedad, a travs de sus normas y prohibiciones, juega un papel represor; impide al hombre satisfacer sus pulsiones, provocndole inevitables conflictos psquicos. Tales conflictos, segn Freud, se manifiestan en las creaciones humanas: instituciones, guerras, obras de arte, etc.

En definitiva, la sociedad y la cultura son las causantes de la prdida de la autenticidad humana, pero esta prdida es absolutamente necesaria para el mantenimiento de la vida humana.

7.4 El existencialismo de Sartre

La pregunta sobre la naturaleza humana ha encontrado una respuesta paradjica en el siglo XX: nuestra naturaleza consiste en no tener naturaleza. Esta es la tesis central del existencialismo, un movimiento filosfico amplio y plural que rechaza que haya una esencia de lo humano, un modelo que debamos realizar, y sita en la libertad el valor ms importante del ser humano. Desde el nacimiento, el ser humano es libertad pura: no es nada y puede serlo todo. Por eso no hay un camino marcado de antemano, sino que cada uno va formando el suyo en funcin de las decisiones que toma.Estamos obligados a ser libres y no podemos dejar de elegir. Hemos sido arrojados a la existencia sin ningn tipo de orientacin sobre qu o quines debemos ser, ni mucho menos sobre cmo hemos de vivir. El ser humano incluye as una dimensin trgica: sin haber elegido la libertad con la que cargamos, hemos de resolverla cotidianamente en cada una de nuestras acciones.

Al negar la esencia, el existencialismo pretende centrarse en la existencia real, concreta y particular de cada hombre. Este debe ser para los existencialistas el verdadero objeto de la filosofa y cualquier otra cosa ser un intento de distraer la atencin, de divagar y esconderse en concepciones abstractas que no nos ayudan a comprender no ya qu somos, sino fundamentalmente quines somos.

Nuestra vida es un problema, pero esto nos da ventaja, ya que el resto de seres vivos no pueden elegirse. Para Sartre, estar siempre por hacer es una manera de realzar la figura humana; y, aunque su existencialismo incorpora ideas muy crticas con el gnero humano, no pierde de vista un componente tico. As, en El existencialismo es un humanismo defiende el compromiso y la responsabilidad como conceptos inseparablemente unidos a la libertad, destacando que su atesmo no implica una degradacin o un desprecio hacia el ser humano: al contrario, asumir que Dios no existe y que no hay ningn modelo de ser que tengamos que realizar es una manera de destacar la dignidad y la grandeza del ser humano, que ha de convertirse en el autntico dueo de su propia vida.Filosofa y ciudadana

IES Sneca

Departamento de Filosofa

4. Concepciones filosficas del ser humano

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