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UNA POLEMICA A MEDIA VOl: OBJETIVISTAS Y NEO-BARROCOS EN EL DIARIO DE POES!A Ana Porrua Universidad de Rosario RESUMEN: la intervenci6n neobarroca en las letras hispano-ameri- canas rende hasta hoy grandes polemicas y discusiones que van desde la enumeraci6n de sus caracteristicas hasta escojas de sus representantes. En el caso de Argentina, sc observa un problema a mas: la fuerte presencia de los objetivistas que discriminan y sen- tencian a 10 pasado esa practica poetica. Tomando como meta la potemica iniciada por Daniel Garcia Helder que, en la decada de ochenta, levant6 en 'Diario de poesia'una serie de consideraciones a respecto do neobarroco, se pretende discutir sus lecturas y contra- lecturas, tentando esbozar como fue trabajada esta controversia por parte de la critica argentina en la epoca en cuesti6n. PALABRAS-lLAVES: neobarroco, objetivismo, Argentina. ABSTRACT: Neobaroque intervention in Hispanic-American litera- ture produces until nowadays intense polemics and discussions that go from listing its characteristics to the choice of its representa- tives. In Argentinean case, it's possible to observe more and more a problem: the powerful presence of objectivists that discriminate and sentence to the past this poetry practice. Taking as a target for the polemics which was starting by Daniel Garcia Helder who in the eighties had written in 'Diario de poesia' (Poetry Diary) a series of considerations about Neobaroque, there is an intention of promot- ing a discussion about his readings, drawing how this controversy had been worked by Argentinean criticism in that time. KEYWORDS: Neobaroque, objectivism, Argentina.

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UNA POLEMICA A MEDIA VOl: OBJETIVISTAS YNEO-BARROCOS EN EL DIARIO DE POES!A

Ana PorruaUniversidad de Rosario

RESUMEN: la intervenci6n neobarroca en las letras hispano-ameri­canas rende hasta hoy grandes polemicas y discusiones que vandesde la enumeraci6n de sus caracteristicas hasta escojas de susrepresentantes. En el caso de Argentina, sc observa un problema amas: la fuerte presencia de los objetivistas que discriminan y sen­tencian a 10 pasado esa practica poetica. Tomando como meta lapotemica iniciada por Daniel Garcia Helder que, en la decada deochenta, levant6 en 'Diario de poesia'una serie de consideracionesa respecto do neobarroco, se pretende discutir sus lecturas y contra­lecturas, tentando esbozar como fue trabajada esta controversia porparte de la critica argentina en la epoca en cuesti6n.

PALABRAS-lLAVES: neobarroco, objetivismo, Argentina.

ABSTRACT: Neobaroque intervention in Hispanic-American litera­ture produces until nowadays intense polemics and discussionsthatgo from listing its characteristics to the choice ofits representa­tives. In Argentinean case, it's possible to observe more and morea problem: the powerful presence of objectivists that discriminateand sentence to the past this poetry practice. Taking as a target forthe polemics which was starting by Daniel Garcia Helder who in theeighties had written in 'Diario de poesia' (Poetry Diary) a series ofconsiderations about Neobaroque, there is an intention ofpromot­ing a discussion about his readings, drawing how this controversyhad been worked by Argentinean criticism in that time.

KEYWORDS: Neobaroque, objectivism, Argentina.

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"todavfa nos preocupa imaginar una poesfa sin herofsmos dellenguaje, pero

arriesgada en su tarea de lograr algun tipo de belleza mediante la precision,

10 breve - 0 bien 10 necesariamente extenso, la faeil 0 diffeil c1aridad, rasgos

que de manera explfeita 0 implfeita censura el neobarroco"

Primer movimiento. Este eplgrafe, tomado de "EI neobarroco enla Argentina" de Daniel Garda Helder,l recupera terminos que yaestaban en la nota "Editorial" del numero 1 del Diario de poesfa.Allf, ademas de anticipar que la revista "Respetara, (...), el derecho areplica y alentara el debate de opiniones divergentes", Samoilovichdice: "nos propusimos crear (...) un ambito donde todas las voces quenos paredan de valor pudieran hacerse ofr, independientemente desu c1aridad u oscuridad". Alrededor de la 'c1aridad' y la 'oscuridad'gira la indagacion que Garda Helder hace del neobarroco; enprincipio cuando elige la posicion del crftico .:jue historiza unaIfnea poetica y arriesga una hipotesis de base: "si profundizamosun poco, nos convencemos de que el barroco eterno, 0 al menosel barroco intermitente de las letras espanolas, comenzo a escribirun nuevo capitulo en nuestro pafs, consecutivo de otro que, hacia1937, con la publicacion de Muerte de Narciso de Lezama Lima,se habfa empezado a escribir en Cuba, consecutivo a su vez delsegundo y gran capitulo del barroco en espanol; me refiero almodernismo." (p.24) En este linaje extendido aparece el centro dela argumentacion de Garda Helder/ la puesta en comun de losneobarrocos argentinos, Perlongher, Carrera 0 Emeterio Cerro, conRuben Darlo. Si bien Lezama Lima identifico a Lugones como aquel"que salta del barroco de la edad aurea, para demostrarnos queen nuestros dfas aquel barroco se hace tambien imprescindible"/no lIego nunca a identificar procedimientos como 10 hace GardaHelder cuidadosamente. Aquf, 10 novedoso es la comparacion deciertas aliteraciones, enumeraciones 0 citas culturales de Darlo,con otras de Perlongher, Carrera, 0 Emeterio Cerro (aunque - diraHelder - no sea necesario "descender tanto").

Las afirmaciones de Garda Helder son contundentes. En principioy hablando del privilegio del significante sobre el significado ylos juegos fonicos dira: "estos sobredimensionan el prestigio delsignificante como no 10 habfa hecho nadie, entre nosotros, despuesdel Lugones de Crepusculos del jardin, en 1905" (p.24), Y luegoampliara focalizando ciertos rasgos que ya fueron detectados - enparte - en los textos poeticos: "EI gusto por 10 frlvolo, exotico,recargado, la ornamentacion, las descripciones exuberantes 0 dela exuberancia, el cromatismo, las transcripciones pictoricas, lascitas y las alusiones culteranas, etcetera, son rasgos neobarrocosque esbozan la reapertura de algo que pareda definitivamenteextinguido: el modernismo, la tradicion rubendariana de Azul yProsas profanas" (p.24).

Pero lcomo lIega Garda Helder a estas afirmaciones 0 comose sostienen en el artfculo? En principia habra que decir que laestrategia es la cita de autoridad. No sera el sino Severo Sarduy 0

Nicolas Rosa, los que mencionen tanto la existencia de "formasbarrocas"4 en la poesfa argentina como los rasgos principales de

1 Daniel Garda Helder, "EI neobarroco enla Argentina", en Diario de poes(a, Nro. 4,otono de 1987; pp. 24-25.

2 Los lineamientos te6ricos del discursopolemico estan tomados de MarcAngenot, "II. Typologie", en La parolepamphletaire, ParIS, Payot, 1982; pp.27-45.

3 JOse Lezama lima, "La curiosidadbarroca", en La expresi6n americana,Espana, Alianza, 1969; p. 93.

• La cita de Nicolas Rosa esta tomada deel prologo a Si no a enhestar elora o(do,de Piccoli (Rosario: La Cachimba, 1983).EI texto citado de Severo Sarduy paraesta puesta de los rasgos del neobarrocoes "EI barroco y el neobarroco", enCesar Fernandez Moreno (camp. y prol),America latina en su literatura, Mexico,Siglo XXI, 1972.

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esta poetica. EI ejercicio, entonces, parece ser el del recarridopor aquellas caracterlsticas que el citado Sarduy seleccionatempranamente para el neobarroco, aquellas operaciones quetienden a la artificialidad, entre las que Garda Helder menciona "Iaproliferaci6n, la aliteraci6n, la pesquisa de anagramas, hipogramasy demas calembours" (p.24), la parodia 0 el tratamiento visual deltexto.

Sin embargo, no todo es autoridad (en el sentido clasico) en el usade la cita. Esta sirve como punto de partida, ciertamente; pero parael momenta en que aparece la afirmaci6n de Rosa, aun no se haolvidado la apertura del articulo, que funciona como contrapeso:"Hace ya varios anos que en Argentina se viene hablando delneobarroco, cubano-gongorismo 0, en palabra de Perlongher,neobarroso" (p.24). EI usa del impersonal y el significado delgerundio ponen la discusi6n en otro lugar. No se trata de cosasdichas par escrito sino casi de murmullos. Interesa aqui el juegoentre la concreci6n de la cita (que fija un concepto 0 ciertos rasgos)y la falta de fijaci6n que indica la frase de apertura del articulo,porque permite que se disenen ya desde los primeros parrafosdos figuras, la del crltico - ya mencionada - que escribira sobreel neobarroco en la Argentina y la del lector contemporaneo (eincluso la del poeta) que lee desde su practica otra escritura. Estose ve con toda claridad en el ultimo apartado, "Personalmente",que comienza con una cita de Ezra Pound: "La gran literatura essencillamente idioma cargado de significado hasta el maximo de susposibilidades" (p.2S). EI despliegue de la idea de Pound incluira, porparte de Garda Helder, tanto la impugnaci6n del neobarroco comola propuesta de una escritura distinta, "sin herolsmos dellenguaje"como se lela en el epigrafe. 5610 desde esta figura bifronte puedepensarse la estrategia argumental del articulo de Garda Helder,porque ciertamente se historiza un movimiento y se relevan suscaracterlsticas fundamentales e indiscutibles como tales (ya quetienen el peso de la autoridad). Una cara de la figura -Ia del crltico- recorta dellinaje un antecedente como el modernismo y, unaotra - la del lector - permite leer este antecedente en terminosnegativos e instalar la pregunta mas irritante del articulo: "lPor quetal cosmetica, fastidiosa en el modernismo, no nos molestara enel neobarroco?". Garda Helder se incluye en el usa del nosotros,pero en el articulo da cuenta - sobradamente - de que para el elneobarroco (salvo excepciones como algunos libros de Carrera, elpoema "EI Cadaver" de Perlongher 0 algunas imagenes de Piccoli) esun costado de 10 ilegible, es un fastidio: "no apreciamos, obviamente,estas obras del neobarroco, expresivas, ricas en especies yartificios,en fin: deliberadamente barrocas". En cuanto a los lectares, eseinterlocutor que recubre la pregunta anterior, tambien se ensaya unarespuesta: "De igual modo, los neobarrocos adoptan el relajamientoformal del surrealismo, su libertad de asociaciones, a un materialbarroco, confundiendo aqui y alia 10 que se hace con 10 que sedice que se hace. EI primer paso de este acercamiento 10 dio, porsupuesto, Sarduy, que en Paris entabl6 relaciones con el grupo dela revista "Tel Quel"; en nuestro pais, mucho ayudo fa toleranciadel intelectual medio para con la crltica francesa y su ductilidad,en general, para aprehender los rudimentos de cualquier cienciay enterarse de 10 ultimo" (p.2S). Esta es la primera y unica vezque en el articulo se menciona la relaci6n del neobarroco con lasvanguardias francesas, relacion que Garda Helder sustituye parotro par, neobarroco/modernismo. No puede tratarse de un olvidosino de un desplazamiento meditado. Sarduy escribe siempre

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dando cuenta de las relaciones con las vanguardias y proponecomo ejemplos del neobarroco textos canonicos, como el Ulises deJoyce 0 la poesfa de Mallarme. Cuando Garda Helder retoma lascaracterfsticas del neobarroco anunciadas por Sarduy y las cotejacon el modernismo 10 que esta haciendo es tensionar esta poeticahacia el pasado, colocar - de algun modo - a Sarduy, como unmodernista latinoamericano. Garda Helder, ademas, pone bajo unmismo manto a 105 neobarrocos puros y a las escrituras de sesgo masexperimental. Aquf es donde ingresa la mencion de las antologfaspreparadas por la revista Xu/ que Santiago Perednik dirigfa desdeoctubre de 1980. Porque en las antologfas, de hecho, se cruzan 105

autores de Xu/ - Cignoni, Nahuel Santana 0 el mismo Perednik- con Perlongher, Carrera y Cerro. Sin embargo, el artfculo solohace una mencion de Xu/ y focaliza la escritura de 105 lIamadosneobarrocos.

Segundo movimiento. La respuesta al artfculo de Garda Helder lIegaexactamente un ano despues, en otono de 1988 yesta incluida enla seccion "Derecho a replica" del Diario de poesfa. EI que la firmaes Jorge Santiago Perednik, y su intervencion se ampara en un 5010

parrafo del ensayo de Garda Helder. Este, luego de describir lasoperaciones grMicas de Escrito con un nictografo de Arturo Carreray de dos libros de pfccoli (Permutaciones y Si no a enhestar e/ oroofdo), dice: "Parecidos y diversos procedimientos encontramos enlas dos antologfas de Xu/: texturas visuales ilegibles, dibujos conpalabras, uso de distintos caracteres en un mismo poema y otrasexperiencias analogas a las de Apollinaire, Cummings, 105 hermanosde Campos, Decio Pignatari, Falstr6m, el mismo Sarduy y demaspoetas" (p.24). Este es un segmento aleatorio en la argumentacionde Garda Helder, en el que se pierde la delimitacion del objeto; enningun momenta se dice que 105 poetas de Xu/sean neobarrocos,y este silencio permite leer una identidad. Sin embargo, el caractersecundario de esta afirmacion (que corre un eje a definir) noimpide pensar que Helder esta delatando (en su figura de poeta enejercicio) una asociacion entre el experimentalismo de Xu/ y 105

poetas neobarrocos. De hecho, tanto en la revista Xu/, que reconocecomo uno de sus antecedentes mas importantes al Girondo de En lamasmedu/a, como en las dos antologfas preparadas por ellos (1980y 1985), aparecen textos de Piccoli, Perlongher, Emeterio Cerro,Osvaldo Lamborghini 0 Arturo Carrera, junto a otros de RobertoCignoni, Roberto Ferro, Laura Klein 0 el mismo Perednik. Todopareciera indicar, que en un costado de su ensayo - casi en unanota al pie - Helder decidio incluir a 105 integrantes de Xu/, comouno de los margenes laterales de una escritura mayor y, tal vez,como la zona en la que 105 procedimientos de escritura relevadosadquieren definitivamente el valor de 10 ilegible, del puro juego.

La contestacion de Perednik, a pesar de estar dividida en seccionesque retoman citas de "EI neobarroco en la Argentina", cita mal y girasiempre alrededor de 105 mismos: la necesidad de refutar el tftulode Garda Helder, de minar la idea de un grupo 0 una poetica quepueda ser recubierta por el termino "neobarroco". Dejando de ladolas citas equfvocas, importa ver como Perednik cambia de estatutoalgunas de las afirmaciones de Garda Helder, aquellas en las quese matiza una idea, como cuando afirma: "Cuando digo 'tendencia'contradigo la experiencia que cada uno tiene en su casa comolector. Concretamente leemos libros, apiiiarios en una tendenciaes un presentimiento". Sin embargo, 10 que no percibe - 0 noquiere percibir - Perednik es que Garda Helder argumenta segunel doble registro de crftico y poeta 0 lector de poesfa. Entonces,

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S Jorge Santiago Perednik, "Algunasproposiciones sobre el 'neobarroco', lacrftica y el sfntoma", en Xul. Signo viejo ynuevo, Nro. 11: "Tercera proposicion: Lospoetas que ernpezaron a publicar unosaiios despues de 1976, son casi lodos(neo) barrocos. Por ejernplo, quienes enlos anos '70 continuaron las propuestassesentistas, despues de 1976 ernpezarona proclamar su (nea) barroquismo. A losneorrom;inticos tfpicos las caraeterfsticasque, per ejemplo, Severo Sarduy atribuyeal neobarroco, les cuadran mejor que amuchos supuestos barrocos. los poetasvisuales y fOnl!ticos son (nea) barrocos asu manera, los poetas metaffsicos los sona la suya, y los poetas que escribieron ala ciudad 0 mirando el tango 0 el rockpor aquella epoca supieron hacerlo (neo)barrocamente.

• Ademas del prologo ya citado deNicolas Rosa allibro de Piccoli, en1987 se publica su libro Los fulgoresdel simulacro (Santa Fe: Universidaddellitoral), en el que esta incluido elarticulo titulado "Seis tratados y unaausencia sabre los 'Alambres' y ritualesde Nestor Perlongher". Tambien habfasido publicado el "Prologo" de SantiagoKovadloff a la antologfa Lugar comuny el ensayo de Aulicino, "Balancey prespectivas" (Xul, Nro. 1, 1980)en donde la idea de neo-barroco yaestaba presente. Pero ademas, en elana 1991 aparece Caribe trasplatino,una antologfa armada per el mismoPerlongher (San Pablo, lIuminuras, 1991),cuyo prologo saldra editado bajo eltftulo "Caribe transplatino" en La caja,Nro. 1, septiernhre-oct. 1992. Tambienhabfa aparecido la antologfa de RobertoEchavarren, Transplatinos, Mexico, EIlucan de Virginia, 1990. EI terna delneobarroso fue abordado en variosreportajes per Perlongher. Ver el realizadopor luis Chitarroni, "Un uso belico delbarroco aureo", en La Papiro/a, Nro. 3,abril 1988; y tambien la entrevista hechapor Pablo Dreizik en el suplemento decultura de Tiempo argentino del 3 deagosto de 1986.

7La idea de vertigo argumental est!tomada de Carlos Pereda. vertigosargumenta/es. Una ~tica de la disputa,Barcelona, Editorial Anthropos. 1994:"se sucumbe a un vertigo argumentalcuando quien argumenta constanternenteprolonga. Confirma e inmuniza al puntode vista ya adoptado en la discusion, sinpreocuparse de las posibles opciones aese punto de vista y hasta prohibiendolas,y todo ello de manera, en general. nointencional."; p. 9.

• En la presentacion del dossier FrancisPonge, a cargo de Jorge Fondebriderse lee: 'Ponge ensay6 un metod<> decomposici6n enormemente ambiciosomediante el cual, como el mismo dijera.tom6 partido per las cosas. Curiosamente.trat6 de lograr una poesfa estrietamenteobjetiva: (en Diario de poesfa. Nro. 16,primavera 1990; p.13); en el dossier EzraPound habrfa que destacar, como puntosaliente en 10 que hace a la definicionde una practica polltica la nota de MarioFaustino que dice: "hacer ver antes deintentar hacer pensar. Antes de las ideasvienen las cosas. Vemos, sentimos. antesde racionalizar: ("Gufa para leer los'Cantares", en Diario de poesfa, Nro. 3.verano de 1986; p. 17.

en la ambiguedad de este movimiento lee pura contradiccion. Sinembargo, para leer la contradiccion parte de una falacia, ya queafirma que el registro de subespecies dentro del neobarroco (GardaHelder las califica como filologica, del nonsense, mallarmeana,sensualista y gauchesca) elimina la posibilidad de una tendencia.

La respuesta de Perednik es cerrada en Sl misma, 0 intenta callar eltexto de Garda Helder; por 10 tanto, no forma parte de una polemica.EI gesto de 1988 vuelve a repetirse en 1992, en el numero 11 de larevista Xul en el que Perednik hace el movimiento contrario, al decirque toda la poesla escrita desde 1976 a la fecha es neobarrocas. Otravez los juegos de palabras avanzan sobre el escenario; otra vez seimpugna un nombre - que ya en 1992 tiene un reconocimientocrltico importante6• EI "vertigo argumental"7 se produce cuando uninterlocutor no desea avanzar en un debate y esto es 10 que sucedecon Perednik. Porque en realidad, no era el el que debla responder. Y10 sabia. 0 tal vez cayo en la trampa tendida por Garda Helder.

Movimiento continuo. EI Diario de poesfa no funciono nunca comola revista de un grupo de poetas con una identidad unica. EI gestofue siempre mas amplio y si bien supuso el armado de un linajepropio (Gonzalez Tunon, Giannuzzi, Cesar Fernandez Moreno, eincluso Girri) este no :unciono monollticamente. Desde los dossier- entre los que habrla que destacar el de Ponge y el de Pound 8

- las resenas y las columnas de autor9, delineo algunos rasgosde 10 que luego se conocerla como neobjetivismo, definido porSamoilovich casi programaticamente: "no se refiere a la presuncionde traducir los objetos a palabras - tarea qUlmicamente inveroslmil- sino al intento de crear con palabras artefactos que tengan laevidencia y la disponibilidad de los objetos."10 En este debate,resultado del Encuentro de poesla que se realizo en Buenos Airesdurante 1989, Darlo Rojo designara como objetivistas a Samoilovichy a Freidemberg. Pero el nombre resuena en muchos otros sitios:Freidemberg situa a Edgardo Russo, Bielsa y Prieto en la estirpe deJuan Jose Saer que "hizo dirigir la vista hacia las cosas", "no paradocumentar nada sino para reinstalar la principal pregunta que,hace casi un siglo, nos dej6 el simbolismo: que tienen las cosas quedecirnos, que nos dicen".11 Por su parte, Martin Prieto, en la notaincluida en el dossier Giannuzzi traza una linea de larga duraci6npara el objetivismo que incluye a Darlo Canton, a Girri y destaca,en este conjunto labil, ellibro Quince poemas de Bielsa y GardaHelder como "Ia primera publicacion que mas 0 menos levantauna poetica objetivista" .12

Desde esta "poetica" se instala el debate 0 la discusion con losneobarrocos. Pero ellos nunca constestan. En realidad, los tramosprincipales de esta polemica se desarrollan en un medio tono en elmismo Diario de poesfa, como posicionamientos y lecturas de susintegrantes. Samoilovich elige siempre definir al neobarroco desdeel lugar de la estetica (y esta es su operaci6n para alejarse de losenfrentamientos entre ghetos). EI neobarroco es, entonces, una delas IIneas que habrla asumido "que hay una crisis de la metafora dela profundidad como opiJesto a superficie" y su respuesta - una delas posibles frente a esta crisis - se asienta en el horror vacui y hacede la eficacia y el efecto una cuestion de principios. La posicionde Garda Helder - ya abordada - es similar. Tambien se centraen tradiciones esteticas (aunque no en la pintura 0 la arquitectura,como Samoilovich) pero destaca allf un segmento del pasado quenadie parece querer desarrollar ni defender como antecedente delos neobarrocos. Alrededor de la pregunta de Garda Helder, aquellaque hablaba del fastidio, se pueden leer otros textos del Diario de

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poesfa. Me interesa aquf destacar una resefia de Martfn Prieto allibro£1 shock de los Lender de Santiago Perednik.1J Allf Prieto vuelve ausar el recurso de la enumeracion abigarrada para hablar de un texto(tal como 10 habfa hecho Garda Helder para describir las antologfasde Xu/); enumeracion que parece hablar de un desorden mas quede un orden poetico: "Deda dispar, dellibro. Versos largos, paginaapaisada, palabras truncas, otras tachadas, esporadicos octosflabosrimados, humorfsticos, dialogos, neologismos y breves y precisosmomentos poeticos". Sin embargo, 10 que importa, en relaci6n alneobarroco, esta al final de la resefia, porque Prieto insiste en unlinaje que "EI neobarroco en la Argentina" habfa anunciado: "Unaretorica (una poetical que grupalmente se mueve entre las sutilezasdel mejor Carrera y la pesadilla de Emeterio Cerro". La posicionde Prieto en este debate interno puede pensarse en una linea queincluye -distinguiendo los tonos, por supuesto - a Garda Helderya Samoilovich. Los tres abren una zona crftica propicia para eldebate; los tres propician cierta objetividad en las indagaciones delos textos (y un grado importante de contextualizacion) y planteansus disidencias.

Aulicino, en cambio, no retoma el neobarroco como objeto a noser en algunos casos, como la resefia sobre Hule de Perlongher,titulada ironicamente "Una goma", que recupera ciertos enunciadosde Samoilovich en el Encuentro de poesfa. La version del librode Perlongher, sin embargo, permite ser lefda nuevamente comorespuesta a aquella pregunta de Garda Helder, porque 10 que quedaclaro es el fastidio que Ie produce al resefiador la lectura: "Asf, latelarafia de los poemas trabaja, en efecto, una superficie, promuevereacciones en cadena, crea, al igual que el cancer, protuberanciasmuertas, desencadena una vida en negativo. Es como si trabajaracon superficies gomosas y no supiera ni quisiera ningun otroresultado que el trabajo mismo. Todo ellibro es as!. Para quien 10considere desde el punto de vista de la busca del sentido, carecepor completo de valor."14 Aulicino, unos numeros despues, publicarauna larga nota, "Lo que ocurre de veras",15 en la que contesta aciertos rumores despertados por su resefia de Hule y a una contra­resefia (asf la llama el) de Americo Cristofaro en la revista Babel.Allf, Aulicino sale de la crftica interna y revela el principal factorexterno de esta polemica, aquel que no surge de las lecturas delos neobarrocos sino de la relacion de estos con la Catedra, con launiversidad y - puede leerse entre Ifneas - e( desempefio de losuniversitarios en el periodismo cultural. Ysostiene: "EI neobarrosoes casi exclusivamente una forma de construir poder". Aulicino sepone en ellugar de los excluidos de la institucion defendiendo "unapoesfa de mfnima" y dando cuenta de la fuerte presencia que loslIamados neobarrocos tienen y tuvieron en el Diario de poesfa.

Finalmente, otra de las posiciones en este debate interno, a mediavoz, es la de Daniel Freidemberg. EI sera siempre el que matizalas posiciones. Es el que retoma todas las definiciones presentesen la revista para incluir una nueva version, una apertura que noestarfa dada en los terminos del resto, como cuando dice en sucolumna "Todos bailan": "La 'no significacion' que advierte DGH,lno se podra admitir como musica?" y mas adelante, "Por queno suponer que 'una escritura de superficie' se lee de otro modo,se paladea de otro modo. Producen 'mas una textura - describeHelder - que un texto': me es grato, a veces, pasar la mana poralgunas superficies, sin exigirles otra cosa."16 Freidemberg esbozaasf otra respuesta a la pregunta de Garda Helder, y esta tiene elestatuto de una replica. Hasta tal punto IIegara a tomar forma este

• Es interesante, en este sentido, citar almenos dos de las columnas de autor quetrabajan, desde la escritura desplazada,el movimiento perceptivo y constructivodel neobjetivsmo. Me refiero, parejemplo, a la columna "Hablaran" deMart'n Prieto, del Nro. 27 de la revista(invierno 1993), en donde incluso se citala idea de Samoilovich sabre el lugarde la naturaleza (el paisaje) en la poes'acontemporanea; tambie" a "EI rencoroso"(a cargo de Garda Helder) del numero5, invierno de 1987. All. se juega lamirada objetivista en relacion a la poesfajaponesa, en el analisis y la evaluacionde dos traducciones de un mismo haikude Endo. Y, desde una practica diversa,podr'a citarse la columna "Pintada" deJuan Pablo Renzi que indaga la cuestionde la percepcion de los objetos enfuncion de la pintura.

10 Daniel Samoilovich, "Barroco y neo­barroco", en dossier f1 estado de lascosas, O;ar;o de poesfa, Nro. 14, verano1990; p. 18. Hay tambien una definicionde objetivismo firmada por Freidembergen el numero 26 del Oiario de poesfa,otooo 1993. Ver "Para contribuir alaconfusion general"; p. 11. En el mismoaoo, Freidemberg publico un artfcu:o,"I'oes'a argentina de los afios setenta yochenta. La palabra a prueba" (CuadernosHispanoamericanos, Madrid, Nro. 517­19, julio-septiembre 1993), en el quevuelve a definir al objetivismo como unacorriente que tuvo una practica puntualy arriesga una definicion interesante,que arma la relacion contrastiva conel neobarroco: "Acaso el 'objetivismo'este empezando a ocupar ellugar deun nuevo c1acisismo, aburrido de viejosy nuevos desbordes". Sabre la relacionentre objetivistas y neobarrocos, verel interesante articulo de EdgardoDobry, "I'oes'a argentina actual: delneobarroco al objetivismo", en CuadernosHispanoamer;canos, Madrid, Nro. 588,junio de 1999; pp. 45-57.

11 Daniel Freidemberg, "Dos lecturassabre Edgardo Russo", en O;ar;o depoesfa, Nro. 10, primavera 1988; p. 36.

12 Mart'n Prieto, "Giannuzzi, Canton,Girri y los olros", en Dossier Joaqu'nGiannuzzi, O;ar;o de poesfa, Nro. 30,invierno 1994; p. 19.

Il Mart'n Prielo, "Un l'lulo locuaz",resena sabre f1 shock de los Lender deJorge Sanliago Perednik, en O;ar;o depoesfa, Nro. 7, verano 1987-1988; p. 25.

" Jorge Ricardo Aulicino, "Una goma",resena de Hule de Nestor Perlongher(1989), en O;ar;o de poesfa, Nro. 15,olono de 1990; p. 36.

" Jorge Ricardo Aulicino, "Los que ocurre'de veras'", en O;ar;o de poesfa, Nro. 20,primavera de 1991; p. 30.

1. Daniel Freidemberg, "TOOos bailan"en O;ar;o de poesfa, Nro. 5, invierno de1987; p. 26.

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17 Ver "TOOos bailan", al columna deDaniel Freidemberg del numero 21(verano 91-92); p. 23.

1. Daniel Freidemberg citado por ArturoCarrera, en " Barraco y nee-barreco",dossier EI estado de las cosas, op. cit.;p.17. Lo que cita Carrera es un fragmentode una reseiia de Freidemberg dellibrocuya autorfa comparte con EmeterioCerro, Retrato de un albani! ado/escente& Telones zurcidos para tfteres con himen.EI comentario sali6 publicado en "Culturay Naci6n" del diario Clarfn, el dfa 24 deagosto de 1989.

19 Carlos E. Feiling, reseiia de Retratode un albaM ado/escente & Teloneszurcidos para tfteres con himen (1988)de Emeterio Cerro y Arturo Carrera, enrevista Babel Nro. 8, marzo de 1989;p. 36. La nota que Ie sigue se titula"Una defensa de Emeterio Cerro" y estatirmada par Cesar Aira (Babel, Nro. 18,agosto de 1990). Cierra esta polemicauna respuesta de Carlos Feiling, "EIcencerro y las vacas. Reflexiones sabre unbienpensante".

posicionamiento que Freidemberg define a Samoilovich como un"objetivismo barroco"17 y fuego, en el debate sobre barroco y neo­barroco ya citado, Arturo Carrera elige una definicion del propioFreidemberg para caracterizar fa linea de escritura en la que el seencuadra: "una estetica del cambalache y el revoltijo, horror a lafijacion del sentido, desden hacia cualquier 'compromiso', ironia,hedonismo, culto gozoso del exceso y 10 superfluo. Y, por sobretodo y en todo, un obstinado amor al lenguaje."18 Es muy notablela introduccion de esta cita en el debate, porque para aquel quesiguiese las repercusiones de los libros del neobarroco no podfadejar de sonar, detras de este fragmento, la polemica entre CarlosFeiling y Cesar Aira que surgio en la revista Babel justamente a partirde una nota del primero sobre Retrato de un albajjil adolescente...de Carrera y Cerro, en fa que criticaba duramente el caracterdadafsta fuera de epoca de este libro y se preguntaba "que puedehaber movido a Arturo Carrera, el poeta de Arturo y yo, uno de losmejores libros de los ultimos aiios, a entrar en asociacion ilfcita conEmeterio Cerro"19. Freidemberg no solo salio a contestar la reseiia deFeiling en un diario nacional sino que ademas, la introducci6n deesta definicion en el debate, funciona como un modo de silenciara Feiling. Freidemberg sera, de este modo, la figura del Diario depoesfa que amortigua 0 suaviza algunas posiciones. Es el que sepreocupa por buscar los hilos conectores de una practica queaparece, asf, como unitaria 0 comun.

De este modo, desde puntos de tension y distension, continua enel interior del Diario de poesfa, la polemica que abriera GardaHelder en los primeros numeros. Esta funciona como parte centraldel diseiio de las figuras de lector en la revista y tambien comomodo de cotejo de la propia escritura.