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En cinco especies de consumo humano extraídas de la bahía de Buenaventura, que recibe los de- sechos de la explotación minera del río Dagua, científicos de la Universidad Nacional de Colombia en Palmira hallaron concentraciones de mercurio que superan con creces el límite establecido por la Organización Mundial de la Salud. La acumulación de este mineral tóxico en el organismo puede alterar los movimientos, el habla y la audición. Incluso, generar malformaciones en los fetos, advierten los especialistas. Publicación de la Universidad Nacional de Colombia • ISSN 1657-0987 http://www.unperiodico.unal.edu.co [email protected] Bogotá D.C. No. 138, domingo 10 de octubre de 2010 Nación Internacional Ciencia y tecnología Salud Política de tierras: sorpresa, desconcierto y temor La contracara de Brasil Lotus, alimento bovino contra calentamiento global Software reducirá riesgo en cirugía de Parkinson 8 2 Pág. 12 11 16 AFP Peces de Buenaventura están contaminados con mercurio

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UN Periodico No. 138 - Publicación Digital Universidad Nacional de Colombia - Unimedios

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En cinco especies de consumo humano extraídas de la bahía de Buenaventura, que recibe los de-sechos de la explotación minera del río Dagua, científicos de la Universidad Nacional de Colombia en Palmira hallaron concentraciones de mercurio que superan con creces el límite establecido por la Organización Mundial de la Salud. La acumulación de este mineral tóxico en el organismo puede alterar los movimientos, el habla y la audición. Incluso, generar malformaciones en los fetos, advierten los especialistas.

Publicación de la Universidad Nacional de Colombia • ISSN 1657-0987

http://www.unperiodico.unal.edu.co • [email protected]á D.C. No. 138, domingo 10 de octubre de 2010

NaciónInternacional Ciencia y tecnología SaludPolítica de tierras: sorpresa, desconcierto y temor

La contracara de Brasil

Lotus, alimento bovino contra calentamiento global

Software reducirá riesgo en cirugía de Parkinson

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Director: Carlos Alberto Patiño VillaCoordinación periodística: Carolina Lancheros Ruiz Coordinación editorial: Nelly Mendivelso Rodríguez

Comité editorial: Jorge Echavarría Carvajal � Egberto Bermúdez � Paul Bromberg � Alexis de Greiff � Fabián Sanabria Diseño y diagramación: Ricardo González Angulo Corrección de estilo: Verónica Barreto Riveros

Impresión: CEET, Casa Editorial El Tiempo

Las opiniones expresadas por los autores y sus fuentes no comprometen los principios de la Universidad Nacional ni las políticas de UN Periódico

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La contracara de BrasilA pesar de ser hoy una potencia industrial latinoamericana y estar entre las diez eco-nomías más importantes del mundo, Brasil aún tiene problemas serios por resolver. A la violencia, la pobreza y la desigualdad de algunas zonas periféricas se suma la incapacidad de gobierno sobre los grandes centros urbanos y una contradictoria “guerra cultural” que está dividiendo al país en etnias.

Carlos Alberto Patiño Villa: ¿Qué representa hoy Brasil tanto en América como en el mundo?

José Murilo de Carvalho: Bra-sil todavía no sabe exactamente lo que representa. El país siempre tuvo la expectativa de tener un rol importante en el escenario inter-nacional debido al tamaño de su población, pero durante mucho tiempo esa aspiración no condujo a nada, incluso por los graves pro-blemas que tenía en la economía, en la política, etc.

En los últimos 15 años la si-tuación ha cambiado bastante, desde la estabilización monetaria que empezó el vicepresidente Ita-mar Franco y mantuvo el gobierno de Fernando Henrique Cardozo. Estos dos mandatos fueron de-mocráticos, con una transición bastante pacífica. Luego vino el gobierno de Lula con una política más radical de reducción de la po-breza. Creo que Brasil llegó a una posición en la que puede ejercer un papel más importante en el es-cenario suramericano, latinoame-ricano, y, eventualmente, en un contexto más amplio.

C.A.P.V.: En la base de las po-líticas monetarias y de crecimien-to económico hay un desarrollo importante de industrialización. ¿Cómo llega Brasil a este proceso que lo convierte en una potencia contemporánea?

J.M.C.: Fue durante la dic-tadura de Getulio Vargas (1937–1945), y luego durante su gobierno democrático (1950–1954), cuando en Brasil se desarrolló una política industrial muy nacionalista.

C.A.P.V.: ¿Quiere decir que el gobierno de Getulio Vargas tuvo un impacto importante en Brasil?

J.M.C.: Definitivamente. Ha

sido el político más importante del siglo XX en Brasil. Se puede decir que la modernidad económica en este país empezó en 1930, cuando él llegó al poder. En este periodo democrático un poco estable, que duró hasta 1937 a pesar de que en ese momento las políticas univer-sales estaban en contra del libera-lismo, por ejemplo el nazismo en Alemania y el fascismo en Italia, Vargas mantuvo siempre la idea del desarrollo económico. Nego-ció con Estados Unidos la entra-da de Brasil a la guerra –al lado de los aliados– a cambio de que Norteamérica financiara la pri-mera gran siderúrgica brasileña. Así fue creando una tecnocracia en nuestro país, entrenada con la mentalidad de progreso industrial, que se concentró en el Banco Na-cional de Desarrollo Económico y Social y hoy es muy influyente. El problema empezó con las políticas liberales, sobre todo después de la guerra mundial, que en países como Argentina destruyeron su industria en buena parte.

En el caso de Brasil, este li-beralismo permitió abrir un poco la economía –aunque siguió sien-do una de las más cerradas de América Latina–, al tiempo que se perfeccionaban las industrias nacionales. Hubo un equilibrio alcanzado durante los gobiernos democráticos y que se mantuvo en los gobiernos militares, muy nacionalistas también.

C.A.P.V.: ¿Brasil se ha con-vertido en uno de los principales proveedores de alimentos, por ejemplo de los mercados euro-peos y norteamericanos?

J.M.C.: Sin duda se ha avanza-do notoriamente en el área de los negocios rurales. La producción se amplió y modernizó muchísimo.

El jugo de naranja, la soya y las carnes hoy son parte importante de las exportaciones de Brasil. Ello, en buena medida, ha sido resulta-do del desarrollo de la tecnología nacional.

Por ejemplo, en el nordeste del país hay un gran centro de investigación llamado Empresa Brasileña de Producción Agrícola, que desarrolla tecnologías para la obtención de uvas en esta zona, cuyas tierras antes no eran aptas para cultivar. Eso es importante. La minería también creció enor-memente.

C.A.P.V.: Ese desarrollo indus-trial tiene una base importante que incluso lo vuelve global, y es la industrial militar ¿Cómo surge?

J.M.C.: Surgió durante los go-biernos militares, de 1964 a 1985, pero muchas de esas industrias se desmantelaron después de la democratización, a excepción de la fabricación de aviones. La Em-presa Brasileña de Aeronáutica, Embraer, fue producto de esa épo-ca y prosperó al punto que hoy es una de las principales en la cons-trucción de aviones pequeños y medianos. La industria de armas se mantiene, pero no tiene mucho impacto en la economía.

C.A.P.V.: De esta manera, Bra-sil se ha introducido en las gran-des ventas industriales contem-poráneas, porque por ejemplo gran parte de la aviación mediana en Estados Unidos, Europa y Ca-nadá es básicamente un mercado que tiende a dominar Embraer.

J.M.C.: Así es. El gran y único rival de Embraer es la empresa Bombardier de Canadá, pero Bra-sil compite con éxito.

C.A.P.V.: Ese Brasil industria-lizado que poco a poco construye una capacidad global de compe-

tencia y reclama un puesto de liderazgo tiene una contracara complicada, y es la incapacidad de gobierno sobre los grandes centros urbanos. ¿Cómo se expli-ca esa contradicción?

Este es un problema muy se-rio. No sé si acá aplica la categoría de justicia o no, pero es natural como derivación del tamaño del territorio, de su población y de sus recursos naturales, etc.

Entre los flagelos más serios de la sociedad brasileña se en-cuentran la violencia, la pobreza urbana y la desigualdad, que se presentan de manera más dramá-tica en las llamadas favelas, ubica-das en la periferia de las grandes ciudades. De igual manera está el tráfico de drogas, sobre todo en Río de Janeiro, Sao Paulo y otras ciudades menores.

Normalmente se dice que Co-lombia es un país violento y que Brasil no lo es, pero realmente nuestro país sí es una sociedad violenta. Quizá la violencia polí-tica es menor, pero hay muchos conflictos entre la gente, y ahora que se acopló al tráfico de drogas, tenemos alguna apuesta en común con Colombia en este aspecto.

Por ejemplo, Río tiene más de 600 favelas, una población enor-me, y en muchas de estas zonas el Estado no tenía poder ni el Go-bierno dominio. Tampoco tenían acción en términos de educación, de salud, etc.

Apenas en los dos últimos años se ha empezado una política distinta de combate a ese tipo de violencia. Ya no se trata de que la Policía entre a pelear contra los traficantes y muchas veces muera gente inocente. La política ahora es ocupar institucional y policial-mente un área tras otra, y luego

Convertirse en una potencia global era una antigua aspiración de Brasil, pero nunca tuvo las condiciones para ejercerla, dice el historiador y politólogo José Murilo de Carvalho.

El profesor José Murilo de Carvalho, uno de los historiadores y politólogos más recono-cidos de Brasil, analiza la contracara de esta boyante nación suramericana.

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de expulsarlos, llevar educación y salud a la población, que lo está recibiendo muy bien, porque an-tes le temían tanto a los traficantes como a la Policía.

C.A.P.V.: ¿Por qué uno se en-cuentra con diplomáticos brasi-leños que suelen negar que Brasil es una sociedad violenta?

J.M.C.: Soy historiador y no diplomático, por tanto tengo obli-gaciones y deberes distintos. En mi visión, Brasil, particularmente en el siglo XIX hasta que se conso-lidó como país en la década del 50, tuvo un periodo de mucha lucha, de guerras civiles como en la Amé-rica española que en el periodo de 1810 hasta pasado 1830 fue muy violento. Después las cosas se es-tabilizaron, pero creo que perma-neció este aspecto. Políticamente se redujo el conflicto, la República fue proclamada sin violencia, la revolución de los 30 en Brasil tam-bién se hizo con algún tipo de mo-vilización militar pero sin mucha violencia, y los mismos gobiernos militares de Brasil fueron menos violentos que las dictaduras de Ar-gentina o Chile, pero en la vida de las personas, la acción de la Policía en lo cotidiano y la tasa de homicidios por 100 mil habitantes es muy alta.

C.A.P.V.: En Brasil la Policía es federal, estatal, municipal, in-cluso hay policías locales. ¿Esa división es parte del problema en los centros urbanos?

J.M.C.: Sí. Sobre todo la divi-sión entre la Policía estatal, porque hay una militar y otra civil que por autonomía controlan los estados. Por lo tanto, el gobierno federal no puede intervenir.

El problema es que los es-tados no tienen capacidad para controlarlas. La situación mejora solamente cuando hay una estre-cha cooperación entre el gobierno estatal y el gobierno federal. Se evidencia en Río, donde la situa-ción de seguridad era de las peores y debido a la alianza del gobierno de Río con el gobierno federal para trabajar con las dos policías bajo la coordinación del mismo jefe de se-guridad, casi institucionalizarlas, aparentemente está mejorando.

C.A.P.V.: ¿En qué momento Brasil siente que puede empezar a convertirse en una potencia glo-bal, más allá del ámbito subre-gional?

J.M.C.: Como dije, creo que era una antigua aspiración de Bra-sil, pero nunca tuvo las condicio-nes para ejercerla. Los gobiernos militares empezaron a desarrollar-la con más claridad a partir de lo que llamaban el “Brasil potencia”, pero al estilo casi soviético. Lue-go pasamos a la democratización, pero con el gobierno Lula volvió la idea de ampliar el escenario de acción internacional, empezando naturalmente por nuestros veci-nos de América del Sur.

La ambición de Lula era llegar al Consejo de Seguridad de las Na-ciones Unidas. En su objetivo de tener un papel más protagónico quiso mediar en el conflicto de Irán con Estados Unidos y Euro-pa. No le fue muy bien, pero lo intentó.

Creo que piensa que es más poderoso de lo que realmente es. Sin embargo, esta ambición y deseo están presentes y van a continuar, el problema es saber cómo se va a hacer. Para los militares convertir a Brasil en potencia generaba poder tanto económico como militar, pe-ro creo que en el caso del gobierno de Lula no es así.

Hay un intento de lograrlo por vías diplomáticas. El caso de Boli-via, que nacionalizó una petrolera

brasileña y la reacción del gobier-no fue blanda y más bien buscó la forma de negociar y cooperar, así lo demuestra. Quizá es una forma más diplomática de ampliar la in-fluencia.

C.A.P.V.: ¿Cree usted que ahí jugó un papel importante la pers-pectiva estratégica de los tecnó-cratas brasileños de los años 70 y 80, de que Brasil podía jugar un papel más determinante?

J.M.C.: Considero que el gru-po que más insistió en este punto fue el de los militares. Ellos eran los que más querían este tipo de influencia internacional. Ahora están callados, pero el poder de

los militares en Brasil aún es muy fuerte. Ahora no hay un ministro de Guerra, ni de la Marina, hay un ministro de la Defensa, que es un civil, pero mantienen su potestad e influencia dentro del Gobierno, y para ellos este es un punto impor-tante de la política externa.

C.A.P.V.: Uno de los elemen-tos que llama la atención de Bra-sil es que la sociedad se presenta como mestiza, sin embargo, hay una especie de guerra cultural, como le llaman en Estados Uni-dos, que muestra al país como bolsas étnicas separadas. ¿Qué pasa en el ámbito cultural, esto de alguna manera no es una con-tradicción?

J.M.C.: Toca usted dos proble-mas centrales en nuestro país: el rol internacional y ahora el proble-ma de convivencia y desigualdad social.

Como dijo una abolicionista brasileña hace un siglo: “La escla-vitud se derogó en 1888, pero las consecuencias van a estar por más de 100 años”. Y así es, se eviden-cian en términos de desigualdad, en los índices de pobreza y educa-ción, ya que la población que tiene algo que ver con la herencia de la esclavitud generalmente tiene un desempeño más bajo.

En Brasil teníamos la au-toimagen de que éramos una de-

mocracia racial. Los gobiernos lo defendían diciendo que no había racismo ni prejuicio social; hoy en día nadie lo cree. El problema está en cómo enfrentar esa dificultad, y ahí sí hubo una influencia muy grande de las políticas norteame-ricanas, de la acción afirmativa, de cuotas, etc.

Si en el censo uno le pregunta a la gente qué color tiene, la op-ción es blanco, amarillo o preto (diferenciación entre los que no son negros ni blancos).

Quienes dicen ser pretos son más o menos el 10% de la pobla-ción, la otra categoría, pardos, son todos los mestizos y son cerca del 40%, entretanto, los blancos son

cerca de un 50%.Lo que viene con esta batalla

es la movilización, sobre todo de la población que se dice negra. Aho-ra Brasil está casi definido como un país blanco y negro, no preto, eso quiere decir que los negros in-cluyen a todos los pardos y mesti-zos, con lo cual se pasa de un 10% a un 45% de la población. Lo incó-modo es transformar un país que era multirracial en la perspectiva birracial: en blanco y negro. Eso tiene un sentido de estrategia para conseguir, por ejemplo, políticas de acción afirmativa, políticas de cuotas, etc.

Creo que las acciones afirma-

tivas ya empezaron en Brasil, y estoy totalmente de acuerdo con las que favorecen a los pobres para que accedan a la educación secun-daria y eventualmente a la univer-sidad. Lo que no apruebo es la di-visión entre negros y blancos, que era de cierto modo una ocultación de prejuicio racial, pero mantenía sin dividir al país por razas. Este es un problema muy serio. Preferiría que las minorías fuesen los pobres y no la raza, pero hay dinámica so-cial, sobre todo en el grupo negro, que quiere reafirmar su identidad, y es difícil de controlar. Esa es la situación en el momento.

Entrevista completa en: www.prismatv.unal.edu.co

AFP

AFPRío de Janeiro (Brasil) tiene más de 600 favelas. En muchos de estos barrios marginales el Estado no tenía

poder ni el Gobierno dominio. La política ahora es ocuparlos y expulsar a los narcotraficantes para luego llevar educación y salud.

Negros y mestizos, casi la mitad de la población (45,3%), son las principales víctimas de la exclusión social en Brasil, último país occidental en abolir oficialmente la esclavitud en 1888.

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Reunificación de Alemania: los meses que estremecieron al mundo

Martha Lucía Quiroga Riviere,Doctora en Ciencia PolíticaUniversidad Libre de Berlín

Docente investigadoraUniversidad Externado de Colombia

En la primavera de 1989, la población alemana oriental, can-sada de la inmovilidad burocráti-ca del partido SED (Sozialistische Einheitspartei Deutschlands)1 y de su falta de perspectiva, empezó a darle la espalda al Gobierno de la República Democrática Alemana (RDA), abandonando masivamen-te el país, en lo que luego se cono-cería como el “voto con los pies”. Este éxodo motivó a los que se quedaron y sin temor se lanzaron a las calles; la presión crecía y la crisis se profundizaba día a día.

El 18 de octubre de 1989, di-mitieron Erich Honecker, Günter Mittag y Joachim Hermann2, los tres hombres más importantes de la RDA que concentraban todo el poder del SED. Esto significó un triunfo para los ciudadanos: se acababa una época en la historia de la RDA.

Ante la presión de la pobla-ción, que agitaba con fuerza la con-signa “queremos viajar”, la noche del jueves 9 de noviembre cayó el muro de Berlín. Con ello, después de haber alcanzado el derecho de manifestación y opinión, los ale-manes conquistaron defi-nitivamente la libertad de movimiento, que se había logrado de facto con la huída en masa.

A partir de ese mo-mento, en las protestas dejó de resonar la frase “nosotros somos el pue-blo“, y retumbó “nosotros somos un pueblo”; los ciudadanos de Alemania Oriental ponían a la orden del día algo que ningún estadista de las superpo-tencias hubiera creído posible: la reunificación de Alemania.

Hablaron los líderes

El nuevo gobierno del SED, con Hans Modrow a la cabeza3, dio un no a la unidad alemana, y abrió la posibilidad solo de un “Tratado de Comunidad” entre los dos estados.

El 18 de noviembre, nueve días después de la caída del muro, los 12 estados de la entonces Comu-nidad Económica Europea expre-saron su profunda desconfianza hacia Bonn durante una cumbre extraordinaria.

El mismo proyecto de diez puntos del canciller Kohl, del 28 de noviembre de 1989, aunque mos-tró su intuición y visión política sobre el significado histórico y la posibilidad de la unidad de Ale-mania, fue pensado a largo plazo como un proceso controlado y con una propuesta de confederación, pero no de rápida unión.

A su vez, la primera minis-tra Margaret Thatcher expresó la profunda desconfianza del Reino Unido ante la probable reuni-

ficación. En sus declaraciones sostenía que Alemania había si-do impredecible desde la uni-dad nacional con Bismarck, y que continuaba siendo una fuerza desestabilizadora en el continen-te. Solo una triada (USA, Francia y el Reino Unido) podría contra-rrestarla y mantener el equilibrio de la región.

Su homólogo francés, François Mitterrand, afirmó el 8 de diciem-bre del mismo año que lo ocurrido era antesala a una nueva alianza entre Francia, el Reino Unido y la Unión Soviética contra Alemania, similar a la de 1913; los alemanes tenían el derecho a la libre autode-terminación, pero no a determinar las realidades políticas de Europa. Tanto Thatcher como Mitterrand partían del supuesto de una Ale-mania dividida. Había que impe-dir, o por lo menos desacelerar, el

proceso de unificación.Desde la Unión Soviética, Mi-

jail Gorbachov reaccionó con un rotundo no, reafirmando la exis-tencia de dos estados alemanes. Solo George Bush, desde Estados Unidos, aprobó el hecho pero es-tableciendo condiciones indispen-sables para una reunificación4.

La reacción de los cuatro paí-ses aliados frente a la caída del muro y al proyecto del canciller alemán Helmut Kohl fue reunir, por primera vez en 18 años, a sus ministros de Relaciones Exterio-res el 11 de diciembre de 1989 en Berlín occidental. El gobierno en Bonn entró en shock. Al siguiente día, el Ministro francés habló de dos estados alemanes en una de-claración oficial, y poco después Mitterrand le hacía una visita ofi-

cial a la RDA. A su vez, el Ministro de Estados Unidos le preguntaba a Bush si el canciller alemán no iba demasiado rápido5. A finales de di-ciembre solo la población alema-na oriental quería la reunificación inmediata.

Todo cambió a partir del 15 de enero

Ese día la comunidad enfu-recida y decepcionada se tomó el edificio del temible servicio secre-to de la RDA (Stasi). Quedó claro, sobre todo para Kohl, que ni los representantes de gobierno del reencauchado SED, ni de la opo-sición ni de la socialdemocracia eran vistos por la población como alternativa. Tampoco eran capaces ya de controlar la situación.

El Canciller alemán interrum-pió así toda ayuda financiera al

gobierno de Modrow y empezó a buscar otros interlocutores po-líticos en la RDA. El objetivo era lograr que en las elecciones para la Cámara del Pueblo se contara con un gobierno que condujera a la reunificación, según el artículo 23 de la constitución de la RFA, y que no se hiciera a través de una Asam-blea Nacional Constituyente.

La reunificación rápida era la única salida, por lo que la política exterior y la interior se acercaron. Este cambio sería seguido por una transformación de las potencias aliadas. El temor al caos fue tangi-ble: a la inexistencia de una autori-dad del Estado se sumaba la crisis económica cada vez más profunda y un éxodo creciente.

Así, ante lo inevitable, los paí-ses aliados se prepararon para las

negociaciones con Alemania.Mientras buscaba un acerca-

miento hacia Inglaterra y Fran-cia, Gorbachov empezó a tener como interlocutor principal a Hel-mut Kohl y no a Hans Modrow. La iniciativa decisiva de negociación vendría de Estados Unidos con la fórmula de las negociaciones 2 + 4 (dos estados alemanes más los cuatro países aliados). El 9 de fe-brero de 1990, Gorbachov aceptó la unidad de Alemania y la pro-puesta de negociación de los nor-teamericanos.

Las negociaciones bilaterales Estados Unidos–Alemania serían las determinantes; en Camp Da-vid, el 24 y 25 de febrero se deci-diría: “Un total mantenimiento de las obligaciones alemanas hacia la OTAN a cambio de una protección de los Estados Unidos al proceso de reunificación”6.

El 11 de marzo de 1990, con el sí rotundo a la reunificación obtenido en los resultados elec-torales de la Cámara del Pue-blo en la RDA, se vio fortalecido Kohl, mientras Francia, el Reino Unido y la Unión Soviética per-dían espacio de negociación. Ya en abril, tanto el Reino Unido como Francia debieron aceptar las condiciones de Camp David. La Unión Soviética fue la única renuente a aceptar el estatus de

pertenencia a la OTAN de la Alemania unificada.

El triángulo de negocia-ciones bilaterales Washing-ton–Bonn–Moscú sería de-finitivo. La política de dos puntas hacia la Unión Sovié-tica –por un lado un crédito millonario por parte de Bonn y por otro una reformulación de las cuestiones de seguri-dad por parte de Washing-ton– llevó a que el 15 de ju-lio, en un encuentro entre Gorbachov y Kohl, la Unión Soviética aceptara la unidad alemana bajo las condicio-nes occidentales.

Alemania se reunifica el 3 de octubre. A partir de en-tonces comenzaría el difícil camino de ubicarse como una potencia soberana en el nuevo orden internacional.

1SED, Partido Socialista Unificado de Alemania. 2Erich Honecker era el secretario general del SED, Günter Mittag tenía casi toda la responsabilidad de la economía planificada y Joachim Hermann tenía bajo sus órdenes casi todos los medios de comunicación. 3El SED se reestructura como nueva or-ganización (PDS) y conforma un nuevo gobierno con Hans Modrow, un represen-tante que buscaba cambios y reformas en dirección a una “Perestroika alemana”. 4Autodeterminación y membresía en la OTAN, y a la Comunidad Económica Europea, un proceso pacífico y escalonado, con reconocimiento de las fronteras de Europa. 5Todas las referencias a las diferentes posi-ciones de los cuatro países aliados provie-nen de la cuidadosa investigación de fuen-tes de Andreas Rödder en: Staatskunst statt Kriegshandwerk. Probleme der deutschen Vereinigung von 1990 in internationaler Perspektive, Hist. Jahrbuch 118, 1998, pp. 239-245. 6Rödder, 1998: 249; traducción de MLQR.

Los habitantes de Berlín occidental se reunieron el 11 de noviembre de 1989 a observar a los guardianes de la frontera alemana del oriente, mientras demolían una sección del muro que abrió un nuevo paso entre las dos Alemanias.

Internacional

AFP

Hace 20 años, el 3 de octubre de 1990, se reunificaron los dos estados alemanes, tra-yendo consigo un reordenamiento en el ajedrez geopolítico mundial. El problema nacional alemán, que nunca había sido solo interno, estremecía al mundo y prescribía la posguerra. Después nada sería igual.

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¿Qué quiereAhmadineyad?

El gran Imperio persa que fue Irán quiere recuperar esa fuerza milenaria para ser hoy un actor regional y global. Por eso la prioridad de su presidente es tener la bomba atómica.

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Desde que llegó al poder, el presidente iraní Mahmud Ahmadineyad es reconocido por su retórica. En algunas ocasiones ha demostrado su odio hacia el Estado judío, y por esta razón desea tener armas nucleares.

Internacional

Hasan Turk,Profesor Universidad Pontificia Bolivariana

Mahmud Ahmadineyad es el sexto presidente de la República Islámica de Irán. Llegó al poder el 3 de agosto del 2005 y su re-elección en el año 2009 fue tan polémica que dio lugar a un he-cho insólito: por primera vez en la historia de este país, la población iraní se descargó en insultos y crí-ticas contra Ayatolá, jefe del Esta-do y líder supremo. Jóvenes en las calles gritaban “no queremos una República Islámica de Irán, sino una República de Irán”.

En aquel momento, la socie-dad iraní vio que sí se podía mar-char, pero a cambio pagó un alto costo, pues muchos fueron asesi-nados, maltratados y encarcelados por los guardianes de la revolución (paramilitares voluntarios), mien-tras Ahmadineyad ganaba las elec-ciones con el 63% de los votos.

Al otro candidato, Hossein Musawi, la prensa internacional occidental lo daba como vencedor debido a los resultados superio-res que obtenía en las encuestas previas a la elección. El problema de este sondeo fue que consultó solo la opinión de estudiantes en las principales ciudades y de per-sonas que habían conocido otros países fuera de Irán, pero olvidó las masas en el interior del país.

La candidatura de Musawi había sido aprobada por Ayatolá, por eso él no podía intervenir en los asuntos internos. Así, la única forma de derrotar el régimen era mediante una contrarrevolución.

Populista con ambición nuclear

Ahmadineyad es islamista y populista. Viene de una familia humilde –su padre fue un herrero– y por eso las masas lo ven como un salvador, un presidente que en-tiende la situación del pueblo.

En la medida en que los me-dios de comunicación de Occi-dente atacan a Ahmadineyad, su

popularidad crece, pues en Orien-te Medio la población cree que si un líder oriental es amigo de Occi-dente, es malo.

Desde que llegó al poder, Ah-madineyad es reconocido por su retórica. En algunas ocasiones ha demostrado su odio hacia el Es-tado judío, y por esta razón desea tener armas nucleares. Si Israel las tiene, ¿por qué Irán no? El gran Imperio persa quiere recuperar esa fuerza milenaria para ser hoy un actor regional y global. Por eso su prioridad es tener la bomba atómica.

A través del Consejo de Se-guridad de las Naciones Unidas, Estados Unidos le impuso a Irán nuevas sanciones y endureció el embargo económico. Ello, en vez de causarle perjuicio, lo beneficia, pues el país se ve obligado a desa-rrollar su propia tecnología, entre-tanto le sigue comprando a China y a Rusia artefactos nucleares en forma clandestina. No hay que ol-vidar que Irán inauguró el pasado mes de agosto su primera central nuclear, construida por Rusia en la ciudad costera de Bushehr, en el Golfo Pérsico.

Hay que recordar que desde la Revolución iraní en 1979, Ayatolá Jomeini declaró como gran Sata-nás a Occidente, especialmente a Estados Unidos e Israel. Por eso cuando escuchamos en los discur-sos de Ahmadineyad decir “hay que borrar del mapa a Israel”, no es infundado y ese odio aumenta sus niveles de aceptación entre la población.

Líder apocalíptico

Un asunto tan desconocido como importante es que Ahmadi-neyad pertenece a un grupo apo-

calíptico en Irán.En los años 50, un grupo de

chiítas formaron una organización llamada Encümen–i Hayriye–yi Hüccetiye–yi Mehdeviyye, en sus orígenes como respuesta al movi-miento Behaísmo y/o Bahaísmo, pero en realidad es un grupo radi-cal y apocalíptico.

Los chiítas, según sus creen-cias, están esperando el Imam oculto, personaje que es el Mahdi para los chiíes, nació en Samarra el año 256 de la Hégira (868) y habría vivido hasta que su padre, el undé-cimo Imam, fue martirizado el día 8 del mes Rabi’ al–awwal del año 260 de la Hégira (primero de enero de 874). Dicen que “desapareció” siendo niño.

Según los chiítas, este viviría desde entonces oculto, y en un futuro (de debatido pronóstico) habrá de volver como redentor. Para ello, es necesario que estalle una guerra en la que muchos van a morir. Solo entonces, el Imam oculto vendrá a salvar a los fieles.

En realidad, esta creencia también existe en el cristianismo y en el judaísmo. Según esta última, para que venga el Mesías debe haber un conflicto en el que solo sobrevivan 7.000 personas, quie-nes harán una súplica en el Monte de los Olivos, ubicado en el este de Jerusalén, para que Dios envíe al Mesías.

La prensa del Oriente Me-dio ha publicado varios artículos diciendo que Ahmadineyad per-tenece a ese grupo apocalíptico. Analizándolo desde esta perspec-tiva, ahora se puede entender más fácil por qué el Presidente de Irán quiere una bomba atómica y por qué quiere borrar del mapa al Es-tado hebreo.

Según el Pew Research Cen-

ter, actualmente en el mundo hay 1.570 millones de musulmanes y solo el 10% son chiítas. Por eso, la Revolución iraní fue una revolu-ción islámica solo para los chiítas y para el 90% de los musulmanes fue una revolución chiíta.

Aunque al comienzo Ayatolá Jomeini quería expandir esta re-volución a los países musulmanes y a todos los pueblos oprimidos por las potencias occidentales, no tuvo mayor influencia en el mun-do musulmán, y menos en otras naciones.

Ahmadineyad no representa al mundo musulmán y en mu-chos países sunitas no tiene mayor aceptación. Diría que él es el Hugo Chávez del Oriente Medio, un líder populista. Países como estos cu-bren sus problemas internos con cortinas de humo, y la mejor ex-cusa ha sido el antiimperialismo y el antijudaísmo. Quizá por eso los dos mandatarios se entienden tan bien a pesar de que no tienen nada en común.

La población del Oriente Me-dio no soportaría una tercera gue-rra. Si Estados Unidos e Israel ata-can a Irán, la región se convertiría en un caos. Irán no es un Irak, y tampoco un Afganistán. Lamenta-blemente, las primeras inmolacio-nes fueron allí con el permiso de Ayatolá. Los iraníes también creen en un destino manifiesto como los norteamericanos, y para un iraní morir por su Imam oculto, por su patria y por su fe es un gran honor. Ellos piensan que al morir en una batalla simplemente se pierde la vida mundana, pero Dios los es-pera en el cielo. Entender y luchar contra este pensamiento no va a ser tarea fácil para un soldado nor-teamericano.

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¡Regalías para todos!: entre la descentralización

y la estrategiaLa reforma constitucional sobre regalías y compensaciones por la explotación de recursos naturales plantea un cambio de enfoque en la relación del Estado con los entes territoriales. Para algunos significa un retroceso en el proceso de descen-tralización, para otros, una respuesta a las falencias del mis-mo. El Congreso de la República tendrá la última palabra.

Miguel Silva Moyano,Politólogo

Universidad Nacional de Colombia

Pocos días después de tomar posesión, el nuevo Gobierno na-cional, presidido por Juan Manuel Santos, presentó ante el Congreso de la República un proyecto de acto legislativo (Reforma Constitu-cional) con el ánimo de modificar el esquema que se viene utilizan-do desde 1994 para el uso de las regalías y compensaciones deriva-das de la explotación de los recur-sos naturales. La Constitución de 1991 profundizó en el proceso de descentralización político–admi-nistrativa del país, al tiempo que estableció el poder de los entes territoriales y reconoció el dere-cho de estos sobre los recursos naturales.

Sin embargo, 16 años después del establecimiento de dicho es-quema, el Ejecutivo ha planteado que las regalías en Colombia pre-sentan tres problemas1 de fondo: 1) inequidad y pobreza, 2) inefi-ciencia, 3) incorrecta utilización. Pero además, ha expuesto un ele-mento adicional: no estamos pre-parados para afrontar los efectos macroeconómicos de una proba-ble bonanza minera.

Aunque las opiniones sobre la posibilidad de un auge están claramente divididas, son esos tres problemas los que implican un cambio de fondo en dos senti-dos: garantizar una mejor repar-tición de los recursos e introducir elementos de carácter estratégico que beneficien no solo a los entes territoriales sino a toda la Nación.

La distribución de la riqueza

El Gobierno plantea que “17 departamentos y 60 municipios perciben el 95% de los recursos de regalías directas2, siendo cuatro departamentos (Casanare, Meta, Arauca y Huila) los que reciben el 56%”. Esta concentración se pre-senta porque el esquema actual es-tablece una relación directamente proporcional entre la cantidad de recursos explotados y el volumen de las regalías. Así, los departa-mentos con mayores recursos ex-plotados reciben mayor volumen de regalías. Esta condición, lejos de ser irrelevante, se convierte en un factor que tiende a profundizar los niveles desiguales de desarro-llo evidentes entre los diferentes entes territoriales ya que, según el Gobierno nacional, el 80% de los recursos se concentra en el 17% de la población.

En principio, se estableció la figura de las regalías indirec-tas, administradas por el Fondo Nacional de Regalías (FNR) para distribuir parte de estos recursos entre los entes territoriales que no participan directamente en la explotación de recursos naturales. Sin embargo, no necesariamente han sido dirigidos hacia los depar-tamentos con mayores niveles de necesidades básicas insatisfechas, que en últimas terminan aumen-tando su dependencia del Gobier-no nacional.

Inversión estratégica

Más allá de la discusión an-terior, la propuesta del Ejecutivo incluye dos elementos de carácter estratégico, encaminadas a forta-lecer las capacidades de la Nación y que en principio servirían para fortalecer al país en el escenario

de internacionalización: 1) desti-nación específica de un porcen-taje para proyectos de ciencia, tecnología e innovación y 2) tra-tamiento especial para las Zonas de Frontera.

Plantea la necesidad de des-tinar el 10% de las regalías netas (descontando además los recursos del Fondo de Ahorro y Estabiliza-ción) para proyectos de ciencia, tecnología e innovación, lo que implicaría un mejoramiento sus-tancial de las capacidades estraté-gicas de todo el país, no solo de los entes territoriales que participan de manera directa en la actividad minera. Por primera vez en dos-cientos años de historia republi-cana, el Estado colombiano reco-noce la importancia de este sector en el desarrollo del país, y al elevar esta destinación específica de las regalías al rango constitucional es-taría abriendo paso a una nueva concepción de progreso más allá del debate entre la centralización y la descentralización.

La otra apuesta estratégica del Gobierno tiene que ver con dar res-puesta a la deuda que el Estado y la sociedad colombiana tienen con las llamadas Zonas Costaneras y de Frontera. Regiones en las que los

ciudadanos encuentran mejores respuestas en los países vecinos que en el suyo propio. El denominado Fondo de Compensación Regional, derivado del Fondo de Competitivi-dad Regional, tendría una duración de 20 años durante los que serán financiados proyectos que permi-tan generar mayores niveles de de-sarrollo. En este sentido, el Estado colombiano estaría fortaleciendo su integridad territorial, y en últimas su legitimidad. Y aunque se trata de una deuda del siglo XIX, se ma-nifiesta en el mejoramiento de las capacidades estratégicas de cara a los retos del siglo XXI.

Pelea de largo aliento

La aprobación de esta pro-puesta supone un gran reto para la Unidad Nacional, expresada en el Congreso de la República, donde entrarán en juego los intereses de entes territoriales particulares que se han beneficiado mucho más que los demás durante los últimos quince años. Una pelea formida-ble en la que los ciudadanos po-drán observar el comportamiento de sus representantes en el poder

legislativo. ¿Interés nacional? ¿In-terés local? ¿Interés político?

El proceso completo de refor-ma a las regalías y compensacio-nes en Colombia está compues-to por dos etapas: 1) Discusión y aprobación del acto legislativo que modifica parcialmente la Consti-tución y 2) Reglamentación del nuevo contenido constitucional mediante la aprobación de una ley3, que reemplazaría la Ley 141 de 1994. Es ahí donde tendrán que definirse los mecanismos que protejan los recursos frente a la amenaza latente de la corrupción, así como el establecimiento de los porcentajes definitivos destinados a ahorro pensional y a las regalías netas. En otras palabras, la discu-sión sobre la eficiencia en la inver-sión de los recursos provenientes de las regalías solo podría garan-tizarse plenamente en la ley que reglamente la reforma constitucio-nal, por el momento el debate será sobre los temas de fondo.

1Ver: Exposición de motivos, Proyecto de Acto Legislativo No. 13 de 2010 (Senado). 2Gaceta del Congreso 557 de 2010, pp. 13 -21. 3Gaceta del Congreso 557 de 2010, p. 14.

La reforma a las regalías plantea destinar el 10% a proyectos de ciencia, tecnología e innovación. Eso impli-caría mejorar las capacidades estratégicas de todo el país, no solo de los entes territoriales que participan de manera directa en la actividad minera.

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Las reformas que plantea el sistema de regalías van por la vía correcta, sin em-bargo, no contemplan mecanismos que monitoreen el destino final de los recur-sos para evitar que aumente la corrupción y los tradicionales “elefantes blancos”.Tampoco hablan de estímulos y castigos para quienes hagan bien o mal la tarea, y no garantizan que los recursos, al ser manejados por el Gobierno nacional, tengan un manejo más eficiente. ¡Aún hay muchas dudas por resolver!

Departamentos que recibieron entre 2004 y 2009 el 60% del total de regalías, como La Guajira, tienen los índices más altos de mortalidad infantil y niveles de probreza e indigencia superiores al promedio nacional.

Ley de Regalías deja dudas en distribución de recursos

Ley de Regalías deja dudas en distribución de recursos

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Ramón Javier Mesa Callejas,Decano Facultad de Ciencias Económicas,

Universidad de AntioquiaProfesor Universidad Nacional de Colombia

en MedellínMauricio López González,

Coordinador Grupo de Macroeconomía Aplicada, Universidad de Antioquia

En días pasados fue radicado ante el Congreso de la República el proyecto de acto legislativo por el cual se constituye el Sistema General de Regalías, se modifican los artículos 360 y 361 de la Cons-titución Política1 y se dictan otras disposiciones sobre el régimen de regalías y compensaciones. El pro-yecto ha generado enormes con-troversias, incluso desde antes de su radicación, debido a las serias implicaciones que tendrá en cuan-to al reparto de recursos para mu-nicipios y departamentos, un tema álgido y sensible.

Para abrir el debate, es impor-tante precisar que el país demanda con urgencia una reforma al actual sistema de reparto de estos recur-sos, básicamente por dos razones: la primera, su manejo por parte de algunos entes locales no ha sido el mejor y ha fomentado la corrup-ción estimulando enormes gastos en infraestructura pública inútil –a modo de “elefantes blancos”–, que entorpecen el desarrollo de las ciudades y su planeación urbana.

Algunos ejemplos, de los tan-tos que se tienen en nuestro país, son el Museo del Hombre Llanero en Yopal, el Parque de Las Piscinas en Cesar, el Parque de Los Mártires y el Velódromo en Arauca y, uno de los más sonados, el Hospital de Yopal, en Casanare, con un costo aproximado de 45.000 millones de pesos. Para completar la faena, el lunes 22 de junio del 2009, el periódico El Tiempo dio cuenta de cómo eran investigados por la Procuraduría 28 gobernadores por acciones ilegales o actos de co-rrupción relacionados con el ma-nejo de regalías.

La segunda razón es el im-pacto que estos recursos han ge-nerado sobre el bienestar de la población. Dicho de otra forma, dado su flujo creciente, resultaba sensato pensar que deberían im-

pactar positivamente en el nivel o calidad de vida de los habitantes de municipios altamente favoreci-dos por las regalías. Los resultados son contundentes, departamentos como Huila, Meta, Casanare, Arau-ca y La Guajira –que recibieron en-tre 2004 y 2009 cerca del 60% del total de regalías– hacen parte del grupo con los más altos índices de mortalidad infantil en el 2008. Asimismo, departamentos como Córdoba, Huila, Cesar y La Gua-jira presentan niveles de pobreza e indigencia muy por encima del promedio nacional2.

A lo anterior se deben sumar dos hechos: uno, que estamos ini-ciando una bonanza minera, la cual habrá de derivar en mayores recursos para los entes locales y, por tanto, en mayor corrupción y “elefantes blancos”. Dos, la exis-tencia en Colombia de una cre-ciente desigualdad entre regiones, que, todo parece indicar, conti-nuará por muchas décadas más, pues los procesos de aglomera-ción económica sugieren que la concentración de la producción, la productividad y el desarrollo tecnológico continuará en un con-junto de ciudades específicas.

Los planes del Gobierno

En resumen, el artículo 2 del proyecto de Acto Legislativo pro-pone los siguientes aspectos: (i) la creación del Fondo de Ahorro y Estabilización, el cual será admi-nistrado por el Banco de la Repú-blica y estará constituido por una parte del valor total de los recursos provenientes de las regalías y com-pensaciones; (ii) la creación del Fondo de Competitividad Regio-nal, administrado por el Gobier-no nacional y conformado por el Fondo de Compensación Regional y el Fondo de Desarrollo Regional, los cuales se constituyen en un mecanismo de equidad entre las entidades territoriales del país y su finalidad es la financiación de proyectos regionales de desarrollo. La distribución de sus recursos se realizará con base en los criterios de pobreza, eficiencia, población y equidad regional; (iii) la crea-

ción del Fondo de Compensación Regional, que tendrá una dura-ción de veinte años a partir de la vigencia de la ley. Se compone con un porcentaje del valor de los recursos del Fondo de Competi-tividad Regional y se destinará a las regiones más pobres del país, asignándole una alta prioridad a las zonas costaneras y fronterizas; (iv) la creación del Fondo de De-sarrollo Regional, al cual tendrán acceso todas las regiones del país de manera indefinida y se finan-ciará con el porcentaje restante de los recursos del Fondo de Compe-titividad Regional, y (v) destinar recursos para ciencia y tecnología. Al respecto, el proyecto establece: “El 10% de los recursos del Sistema General de Regalías, descontados los valores destinados al fondo de ahorro y estabilización y de ahorro pensional territorial, se destinará a proyectos de ciencia, tecnología e innovación y se ejecutará de con-formidad con la ley a que se refiere el artículo anterior”.

Dudas por resolver

Consideramos que las modifi-caciones sugeridas al actual sistema de regalías van por la vía correcta una vez que, a través de estos cam-bios, es posible alcanzar mayores niveles de eficiencia y equidad en los recursos, condición indispensa-ble para su manejo público.

No obstante, vemos con pre-ocupación algunos aspectos. Por ejemplo, no es claro el mecanismo a través del cual se destinarán los recursos para ciencia y tecnología. Sabemos que serán administrados por Colciencias, pero aún quedan interrogantes por resolver sobre su ejecución, quién determinará el plan o la estrategia de ciencia y tecnología que habrán de seguir departamentos y municipios, qué proyectos serán viables y cuáles no, así como quién evaluará la efectivi-dad de estos gastos, entre otros.

La eficiencia es condición in-dispensable cuando se habla del manejo de recursos públicos. El proyecto no presenta mecanismos de estímulos y castigos para aque-llos que hagan bien o mal la tarea.

La preocupación, por tanto, radica en el hecho de que podrían presen-tarse episodios de “pereza fiscal”, una vez que un conjunto impor-tante de municipios entren a par-ticipar de la torta de la cual habían sido excluidos por mucho tiempo.

Según el proyecto, el manejo de una parte importante de los recursos estará en manos del Go-bierno nacional. Ello no solo va en contravía de las reformas descen-tralizadoras iniciadas años atrás, sino que disminuye el margen de acción de los gobiernos locales, y no garantiza que haya un manejo más eficiente del capital.

Por último, la distribución na-cional de los recursos en la nueva ley parece bien intencionada; sin embargo, no se contemplan vee-durías ciudadanas u otros meca-nismos que monitoreen el destino final de los dineros. Hay que tener en cuenta que el proyecto no pue-de garantizar que el despilfarro y la corrupción desaparezcan, más aún cuando en su mayoría han si-do promovidos en las regiones por un sector de nuestra clase política. 1Artículo 360. La ley determinará las con-diciones para la explotación de los recursos naturales no renovables así como los dere-chos de las entidades territoriales sobre los mismos. La explotación de un recurso natural no renovable causará, a favor del Estado, una contraprestación económica a título de rega-lía, sin perjuicio de cualquier otro derecho o compensación que se pacte. Los departamentos y municipios en cuyo territorio se adelanten explotaciones de recursos naturales no renovables, así como los puertos marítimos y fluviales por donde se transporten dichos recursos o productos derivados de los mismos, tendrán derecho a participar en las regalías y compensaciones. Artículo 361. Con los ingresos provenientes de las regalías que no sean asignados a los departamentos y municipios, se creará un Fondo Nacional de Regalías cuyos recursos se destinarán a las entidades territoriales en los términos que señale la ley. Estos fondos se aplicarán a la promoción de la minería, a la preservación del ambiente y a financiar proyectos regionales de inversión definidos como prioritarios en los planes de desarrollo de las respectivas entidades territoriales. 2Información presentada en el Proyecto de Acto Legislativo No. 13 de 2010.

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El entorno político para restituirles dos millones de hectáreas a los campesinos desplazados por paramilitares y narcotraficantes no promete muchos cambios. Mientras los que se benefician de esta situación sigan formando parte del poder, continuará am-pliándose la concentración de la propiedad y las “nuevas bandas”, como las caracterizan los encargados de proporcionar disfraces al paramilitarismo, seguirán en su tarea.

Política de tierras: sorpresa,

desconcierto y temor

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Darío Fajardo Montaña,Ex representante (e) de la FAO

Nos hemos acostumbrado a denominar “modelo” a ciertas re-gularidades en las decisiones eco-nómicas y políticas que se han impuesto sobre nuestras vidas, y las hemos aceptado de manera desprevenida como guías en la orientación de las relaciones so-ciales. De hecho, a finales del año pasado, un pronunciamiento de la Procuraduría General de la Nación a propósito de la concentración de la propiedad rural y los desplaza-mientos forzados asociados a ella, señala que el “modelo de desa-rrollo agropecuario aplicado en el país” está en contradicción con el estado social de derecho estableci-do en la Constitución. Como vere-mos, las regularidades de nuestro sistema económico y político poco tienen de deseable y, por el bien de la mayoría de los colombianos, deben ser modificadas en las polí-ticas del Estado.

¿Cambios de estilo?

Después de dos periodos de ejercicio en el poder parecen evi-denciarse fisuras en las alianzas que configuraron el régimen po-lítico, y las propuestas en torno al control de la propiedad agraria podrían hacerlas manifiestas. Po-co antes de culminar su campaña presidencial, el entonces candi-dato Juan Manuel Santos expre-só la intención de devolver las tierras a las víctimas del despojo. Luego de iniciarse su mandato, el ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, ha insistido en este ofrecimiento, acompañado de la presentación de un proyec-to de ley para reglamentar esa devolución. El Ministro ha insis-tido en no calificar este instru-mento como “reforma agraria”, y juiciosos analistas coinciden con la advertencia; no obstan-te, las condiciones del campo y las expectativas generadas en la transición de gobierno han sus-citado percepciones que no co-rresponden a los alcances de los anuncios del nuevo régimen.

Estos se han enfocado en la restitución de predios abandona-dos, amparada en las iniciativas legales para el ordenamiento terri-torial y la devolución de las tierras a las víctimas. Ante la magnitud de los problemas para los cuales se plantean dichas soluciones, los anuncios han generado sorpresa y algún desconcierto en el país, estimulados por manifestaciones de temor ante las amenazas que puedan esgrimir quienes resul-ten afectados por una política de tierras que pretenda el desmonte del despojo. También incide en la sorpresa la coincidencia entre los pronunciamientos del nuevo gobierno y la reaparición de los reclamos agrarios en ámbitos in-ternacionales, circunstancia que amerita reflexión por los acaeci-mientos que podría alcanzar en las definiciones de la evolución de nuestros conflictos rurales.

Pasos en el entorno

El pasado mes de mayo, la can-cillería del Gobierno de Brasil aco-gió la iniciativa de la FAO de realizar una consulta a organizaciones cam-pesinas de América Latina sobre la tierra y el derecho a la alimenta-ción. La consulta continuó otra rea-lizada también en Brasil, pero en el 2006, sobre reforma agraria. Las

expresiones de las comunidades sobre estos temas giraron en torno al debilitamiento del acceso a los alimentos, en particular para las poblaciones de menores ingresos en todo el mundo.

Un tema destacado en los de-bates de este año fue la denomi-nada extranjerización de tierras agrícolas en países de África, Asia y América Latina, en la cual grandes empresas de economías podero-sas, China entre ellas, adquieren derechos en esas naciones para desarrollar extensos proyectos de producción de alimentos y ma-terias primas para sus mercados, agravando las vulnerabilidades alimentarias de los países en don-de se establecen tales proyectos, como puede llegar a ocurrir en nuestra nación1. Estas circunstan-cias han encendido las alarmas en medios políticos y académicos, como lo expresa la compilación de Clacso, Recuperando la tierra2.

Tierras y agriculturas en Colombia

La distribución de la propie-dad agraria en nuestro país tiene una larga y difícil trayectoria que no podemos dejar en el olvido: du-rante los intentos modernizadores de las primeras décadas del siglo pasado, tomó fuerza la búsqueda de una democratización de repar-to agrario, pero fue ahogada en sangre durante la guerra interior de los años 1950–1960. El propó-sito intentó renacer en el marco de las tímidas reformas plantea-das por la Ley 135 de 1961, para luego ser aplastado de nuevo por

las acciones del paramilitarismo3, en representación de las alianzas de viejos y nuevos terratenientes y empresarios agrícolas alimenta-dos por el narcotráfico.

En la década del 90, el tema retornó en la Ley 160 de 1994, cuando coincidían los comienzos de la “apertura” comercial con la masificación de ingresos de los ca-pitales del narcotráfico, los cuales encontraron en los mercados de tierras un espacio favorito para su legalización. Esta coincidencia resultó particularmente gravosa para la liberalización comercial debido al encarecimiento de los precios de la tierra. La propuesta del Banco Mundial, una de las ins-tituciones con mayor injerencia en la política comercial, consistió en apoyar la desconcentración de la propiedad agraria ya no por la vía de la intervención estatal, a través de instituciones creadas a propó-sito como fue el caso del Incora, sino mediante los “mercados de tierras”. La iniciativa fracasó4, al tiempo que se exacerbó la concen-tración de la propiedad, gracias a los capitales del narcotráfico y a las bandas de civiles armados al servicio de los hacendados. Estos nuevos ingredientes del latifundis-mo reforzarían su poder político, el cual marcó su impronta en la dirección del Estado, llegando a controlar entre otras instancias a la propia cabeza del Ejecutivo y parte importante del Congreso.

La persistencia de la gran pro-piedad y de los factores asocia-dos a ella sirvió de escenario al surgimiento de una modalidad de desarrollo agropecuario con an-tecedentes en el país5, pero que

habría de reforzarse gracias a la convergencia del narcotráfico y el paramilitarismo. En efecto, a la parálisis de la ya débil reforma agraria sustentada en la Ley 135 de 1961, vino a agregarse la crisis agrícola de los años 90, en la cual resultaron profundamente afecta-das la mediana y pequeña agricul-tura productora de alimentos.

Estas circunstancias, ocurri-das a nivel mundial6 como resul-tado de decisiones de los centros del poder sobre la localización de la producción agrícola y la reconfi-guración del comercio de materias primas y alimentos, incidieron en la desaparición de más de 700 mil hectáreas de cultivos en Colombia durante esa década7.

El agravante en nuestro país es que este proceso ha sido el resul-tado no solamente de políticas de asignación de recursos, sino de la acción de intereses empresariales aliados con el Estado en la destruc-ción de comunidades campesinas y la usurpación de sus tierras para dar cabida a las “agriculturas de plantación”. Lo ilustran los hechos en Urabá, la cuenca del Atrato, el occidente de Córdoba, Cesar y Me-ta, durante los últimos 15 años, al tiempo que los recursos públicos para el fomento de la agricultura tomaban el rumbo de una atención excluyente para las agriculturas empresariales (ver gráficos 1 y 2).

Estas decisiones dieron como resultado el desplazamiento masi-vo de comunidades y extensos pro-cesos de apropiación de sus tierras, que han puesto a Colombia en los niveles mundiales más altos con re-lación al destierro de su población, beneficiando no solo a la agricul-

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La inversión pública en desarrollo rural desciende llamativamente, desde 35,6% a 0,9%, recuperando algo de participación con el 26,9% en 2001. El DRI cae de 25,9% a 0% (2001-2008). Fomento a la mujer se reduce de 3,5% a 0,9% (1996-2008).

Fuente: Departamento Nacional de Planeación (DRI: Programa de Desarrollo Rural Integrado)Elaborado por William Chavarro R.

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La participación de los apoyos directos en la inversión total agrícola asciendede 10% a 57%. Destaca la creación del AIS, 35% a 43,8% (2007-2008).

Fuente: Departamento Nacional de Planeación (AIS: Programa Agro Ingreso Seguro;ICR: Incentivo a la Capitalización Rural; CIF: Certificado de Incentivo Forestal; VIS: Vivienda de Interés Social). Elaborado por William Chavarro R.

Inversión pública en apoyos directos agrícolas, Colombia1995 - 2008

Gráfico 2

Subtotal apoyos AIS ICR CIF IDEMA VIS rural

De 14 millones de hectáreas aptas para la agricultura, escasamente se están utilizando poco más de 4 millones, pero frente a los 19 millones aptas para ganadería, se han dedicado 39 millones a pastos, con un hato de 24 millones de cabezas.

tura de plantación8, sino también a grandes proyectos mineros, ener-géticos y de infraestructuras9, que se apoyan en los sistemas vigentes de apropiación y control de la pro-piedad. Con ello se amplían los efectos de la guerra y se retroali-mentan sus factores causales.

La imposición de un “mode-lo” de desarrollo sustentado en grandes dominios territoriales en-contró apoyo en condiciones ins-titucionales, jurídicas y políticas generadas de manera paralela y re-presentadas por el establecimiento y aplicación de normas favorables a la legalización de la propiedad de tierras usurpadas, logradas gracias a las correlaciones de fuerzas en el poder legislativo. A ellas se añaden: el subregistro de las transacciones catastrales; procedimientos como la revocatoria de títulos sobre pro-piedades otorgados por Incora/Incoder, las cuales son reasignadas a nuevos beneficiarios; el estable-cimiento de contratos previstos por ley, como es el caso de las “alianzas productivas”, que según la experta Yamile Salinas contra-rían el mandato constitucional al poner en riesgo el patrimonio de los campesinos beneficiados por titulaciones, e igualmente se agre-gan fallos de extinción de dominio y compras forzadas de deudas hi-potecarias sobre predios rurales10.

A todas estas prácticas se su-man las limitaciones de la legisla-ción derivada de la Ley 975 de 2005 o Ley de Justicia y Paz, la cual, “dada la precariedad en la tenencia de la tierra y el testaferrato, puede contri-buir a ‘normalizar’ la apropiación y usurpación ‘ilegal e ilegítima’”11.

Cambios en la agricultura y en la propiedad de la tierra

Lo ocurrido desde comienzos de la década de 1990 hasta el pre-sente ha sido el afianzamiento de la tendencia hacia la concentración de la propiedad rural, documen-tada en varias fuentes. Un estudio del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) y la Corporación Colombiana de Investigación Agro-pecuaria (Corpoica) indica que en el 2002 las fincas con más de 500 hectáreas controlaban el 61% de la superficie predial y pertenecían al 0,4% de los propietarios12. Estas condiciones se han agravado entre el 2000 y el 2009, en particular a partir del 2005: la propiedad de la tierra rural se concentró aún más, en el 56,6% de los municipios, lo que elevó el coeficiente menciona-do en un 2,5%13.

Coinciden las conclusiones del Banco Mundial, el IGAC y las recientes intervenciones del Mi-nistro de Agricultura, al señalar có-mo la reducción de las superficies sembradas ha afianzado la subuti-lización de la tierra en Colombia. Según la primera de estas fuentes, “solo el 30% con aptitud agrícola es utilizada para este propósito [...] en tanto que el doble del área adecuada para pastos es dedicada a la ganadería”14. En este mismo sentido, el estudio IGAC–Corpoica señala cómo de 14 millones de hectáreas aptas para la agricultura, escasamente se están utilizando poco más de 4 millones15, pero frente a los 19 millones aptas para ganadería, se han dedicado 39 mi-

llones a pastos, con un hato de 24 millones de cabezas16.

Todas estas circunstancias dan como resultado la pérdida del po-tencial productivo en estas áreas, la agudización del empobrecimiento de los moradores y su emigración, en la medida en que la mano de obra excedente debe buscar traba-jo en las demandas temporales de las zonas aledañas de agricultura campesina, en los mercados más alejados de la agricultura comer-cial, en las demandas ocasionales de trabajadores no calificados en los mercados urbanos, en la am-pliación de infraestructuras viales, en la explotación de recursos del subsuelo o en la ampliación de la frontera agraria, incluyendo las la-bores de los cultivos proscritos.

La distribución de la tierra: “punta del iceberg”

Ante las propuestas guberna-mentales cabe escepticismo: en nuestro caso –y no somos excep-ción– la propiedad de la tierra es una expresión de las relaciones de poder. Las experiencias no muy lejanas de los retornos de algu-nas comunidades desplazadas no

han hecho cosa distinta que esce-nificar de nuevo el destierro y el despojo. Mientras los beneficiados de esta situación y de los recursos del Estado continúen formando parte del poder, continuará am-pliándose la concentración de la propiedad y las “nuevas bandas” –como las caracterizan los encar-gados de proporcionar disfraces al paramilitarismo– seguirán en su tarea, tal como han señalado los defensores de derechos humanos. En el entorno político actual no son de esperar cambios en los procesos de expropiación de los pequeños y aún medianos productores agra-rios, como puede desprenderse de la intención de eliminar la Unidad Agrícola Familiar (UAF), categoría en la cual se apoya la economía campesina como base para la asig-nación de recursos de fomento. Una redefinición democrática de la estructura de la propiedad será el reflejo de cambios en las relacio-nes de poder, en la representación política de los distintos sectores que conforman la sociedad, y serán resultado de la ampliación de las organizaciones populares, rurales y urbanas, y de la continuidad de sus acciones y alianzas.

1Ver: Congreso de Colombia: intervención del senador Jorge Enrique Robledo en el debate al Ministro de Agricultura sobre la situación del agro colombiano, Comisión Quinta, 5 de agosto del 2009. 2Sam Moyo y Paris Yeros (eds.). Recuperando la tierra. El resurgimiento de movimientos rura-les en África, Asia y América Latina, Buenos Aires, Clacso, 2008. 3A propósito del paramilitarismo ver: Javier Giraldo M., S. J. Conflicto y Derecho Interna-cional Humanitario en Colombia. Desde los márgenes, mayo 1 del 2010 (www.javiergiraldo.org). 4Ver: Absalón Machado y Ruth Suárez (eds.). El mercado de tierras en Colombia ¿Una alter-nativa viable?, Bogotá, CEGA-TM, 1999. 5Ver: Catherine LeGrand. Colonización y protesta campesina en Colombia 1850-1950, Bogo-tá, Universidad Nacional de Colombia, 1988. 6FAO. Tendencias y desafíos en la agricultura, los montes y la pesca en América Latina y el Ca-ribe, 2004, Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe, Santiago, 2004, pp. 32 y ss. 7Ver: Carlos F. Jaramillo. La agricultura colombiana en la década de los noventa. Revista de Economía de la Universidad del Rosario, Bogotá, noviembre de 1998. 8Ver: Salomón Kalmanovitz y Enrique López E. La agricultura colombiana en el siglo XX, Fondo de Cultura Económica, 2006. 9Con respecto a los proyectos de infraestructuras viales en la Amazonia occidental colom-biana, ver: Margarita Flórez et al. Selva Abierta. Vía Pasto-Mocoa e hidrovía del Putumayo, Bogotá, ILSA, 2007. 10Ver: Yamile Salinas. “Política de tierras en el marco de la Ley de Justicia y Paz” En: Cen-tro Internacional de Toledo para la Paz, Observatorio Internacional DDR, Ley de Justicia y Paz, Informe Primera Fase, Madrid, 2008; ver igualmente: John Jairo Rendón. El catastro alternativo, Encuentro ILSA, Bogotá, agosto del 2009. 11Salinas, Ob. cit., p. 156. 12Ver: IGAC-Corpoica. Zonificación de los conflictos de uso de tierras en Colombia, Bogotá, 2002. 13Ana María Ibáñez. “La concentración de la propiedad rural en Colombia: conflicto, des-plazamiento forzoso y efectos productivos” (presentación en Power Point), Bogotá, 2009. 14Datos del Banco Mundial. 15En términos de superficie cultivada (2000-2002) los principales productos son: café, maíz, arroz, plátano, caña para panela, yuca y caña de azúcar; en términos de valor: café, frutales, plátano, arroz, hortalizas, flores, papa y banano. Ver: Ministerio de Agricultura. La agricultura colombiana frente al Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, Bogo-tá, 2005, p. 12. 16IGAC-Corpoica. Ob. cit., Capítulo II: Cobertura y uso actual de las tierras en Colombia, Bogotá, 2001.

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Agro

A cinco años de la meta, el mundo sigue con hambre

Elizabeth Vera Martínez,Unimedios

Según la Encuesta Nacional de la Situación Nutricional en Co-lombia (Ensin), realizada por el Instituto de Bienestar Familiar y otras entidades en el 2005, el 41% de los hogares sufren de inseguri-dad alimentaria y nutricional.

Basta ver casos latentes en la mayoría de departamentos, donde la UN desarrolla programas de se-guridad alimentaria. Por citar algu-nos: en Villanueva y en Barichara, Santander, los índices de hambre y desnutrición son altos a pesar de ser los principales municipios productores de fríjol, seguido de tabaco y maíz.

Cerca de 1.000 familias viven de la agricultura pero no pueden consumir su principal producto porque sus escasos ingresos so-lo les alcanzan para comprar ali-mentos baratos y ricos en carbohi-dratos. Ellos, al igual que muchos agricultores en otros departamen-tos, deben entregar absolutamen-te toda su producción.

Una situación similar ocurre en San Andrés, donde el 52% de sus habitantes vive en condiciones de pobreza. La mayoría de alimen-tos llegan por barco o avión –por eso son costosos– y muchas veces no logran su destino porque las autoridades los retienen, debido a que en frutas y hortalizas se ca-muflan drogas. Por eso los isleños duran semanas sin consumirlos.

Así lo señala Adriana Williams, funcionaria de la Secretaría de Pesca y Agricultura de San An-drés, quien asegura que aunque el archipiélago cuenta con posi-bilidades de desarrollo agrario, la falta de agua limita la producción y riego de los cultivos.

Y la otra mitad, ¿qué?

En el año 2000, gobernantes de todos los países se reunieron para adquirir compromisos en los llamados Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). El primero de ellos busca reducir a la mitad el porcentaje de hambre y pobreza en el mundo para el 2015.

En Colombia, reducir los por-centajes de hambre y pobreza por regiones y por niveles asociados a la seguridad alimentaria incluye va-rios indicadores. Carlos Augusto del Valle, representante de la FAO en Colombia, asegura que “la desnu-trición en niños deberá reducirse al 5%; la rural, que estaba en 10%, deberá quedar en 8%, y en la Región Pacífica, que en el 2005 estaba en 6,6% de nutrición global, deberá te-ner una reducción de dos puntos”.

El funcionario afirma que aunque el objetivo se va a cumplir, “hay metas que no van a bajar y no sabemos si en cinco años lo logremos, aunque ya hay regiones y variables que superaron los indi-cadores, como Bogotá”.

El Observatorio de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Obsán), de la UN, reaccionó ante la prime-ra meta: “La idea es que ningún país y ninguna sociedad admita que haya una sola persona con

hambre. Nosotros no trabajamos por el conocimiento y la infor-mación en seguridad alimentaria nutricional solamente, sino por el derecho a ella”, aseguró la directora del Obsán, Sara Eloisa del Castillo.

Agrega que no es posible garan-tizarle seguridad alimentaria a ese porcentaje establecido y dejar que la otra mitad continúe con hambre.

Hambre, desnutrición y pobreza juntas

Estudios del Programa Mun-dial de Alimentos (PMA) y la Co-misión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) registran en América Latina y el Caribe 53 millones de personas con hambre, de las cuales 8 millones se encuen-tran en Colombia.

El Departamento Nacional de Planeación y la FAO coinciden en que el hambre no se erradica sub-sidiando un plato de comida. Se deben brindar herramientas para que las personas puedan producir su propio alimento y que a la vez lo comercialicen.

El Grupo de Investigación y Gestión en Desarrollo Rural (GIG-DR) trabaja con cerca de 850 cam-pesinos de Cundinamarca per-tenecientes a 41 organizaciones, dentro del plan de abastecimiento de Bogotá, y conecta directamente al productor con el consumidor. “Ofrecemos un puente para que

los campesinos vendan a precio justo sus productos, evitando la intermediación y los sobrecostos”, indicó el profesor de la Facultad de Agronomía Fabio Pachón, quien lidera el GIGDR.

“El desplazamiento forzado ha sumido en la miseria, y por tan-to en el hambre y la desnutrición, a más de tres millones de perso-nas”, expresó el ingeniero Gilber-to Herrera, del Observatorio de Seguridad Alimentaria y Nutricio-nal del Ministerio de la Protección Social, quien asegura que las po-líticas modernizadoras del Estado han aumentado peligrosamente la dependencia alimentaria por la importación de alimentos.

Meta lejana

Las grandes compañías que dominan el mercado agropecuario a nivel global se interesan en la ex-pansión de los cultivos dedicados a producir energía para la indus-tria, especialmente de vehículos y aquellos que les generen máximas ganancias.

Para el profesor Herrera, el problema radica en que poco im-porta si la alimentación mundial se agrava, “de hecho, su control sobre los mercados agrícolas y de insumos ha generado un alza en los precios de los alimentos bá-sicos, que no parece transitorio y por tanto crecerá la población

hambrienta en el planeta”.Después de una década, el

Gobierno aprobó el documento Conpes 113 del 31 de marzo del 2008 (Consejo Nacional de Políti-ca Económica y Social), sobre se-guridad alimentaria y nutricional en Colombia, pero, según Herrera, “en él no se abordan los problemas estructurales porque se afectarían grandes intereses”.

La falta de una directriz que vincule todos los sectores y que li-dere la articulación de la seguridad alimentaria con políticas públicas como la de pobreza es una de las restricciones para no cumplir la me-ta. Del Valle advierte que se debe pa-sar del discurso a la acción, “los paí-ses se han comprometido pero hay hambre y los recursos no fluyen”.

El pasado mes de septiembre, en la cumbre de las Naciones Uni-das sobre el avance de los Objeti-vos del Milenio, el presidente Juan Manuel Santos reconoció el atraso de Colombia en cuanto a la lucha contra el hambre. “Si bien durante los últimos ocho años cerca de 1,7 millones superaron la pobreza, to-davía el 46% de la población se en-cuentra en esa condición”, aseguró el mandatario, quien dijo que la meta es difícil pero no imposible: “Vamos a sacar en cuatro años a por lo menos 7 millones de colom-bianos de la pobreza y a 4 millones de la indigencia”.

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La FAO estima que la producción agrícola mundial necesita crecer un 70% para poder alimentar a los 9.000 millones de personas que habitarán el planeta en 2050.

Durante el último mes, el número de personas con hambre en el mundo pasó de 1.020 millones a 925 millones. Una reducción que, aunque representativa, lejos está de la meta para el 2015. En el país la cifra no es alentadora: 4,3 millones de colombia-nos, es decir el 10% de la población, siguen con hambre.

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alimento bovino contra calentamiento global

Carlos Andrey Patiño Guzmán,Unimedios

Una de las mayores reservas de proteína para la dieta humana, el ganado vacuno, influye directa-mente en el calentamiento global y la degradación de los ecosistemas.

¡Pero, ojo, la solución no está en dejar de comer carne y tomar leche! Según el investigador Edgar Cárdenas, zootecnista experto en forrajes (pastos que comen las va-cas), casi todo consumo humano afecta el equilibrio del entorno, por eso hay que procurar que la producción de alimentos se haga de forma eficiente y amigable con el ambiente.

En el caso de la industria bo-vina, la respuesta no está en re-ducir el número de reses, sino en optimizar la producción animal. Así, en lugar de tener una vaca que produzca 10 litros de leche, se puede tener una que produzca 20 ó 25 litros y que consuma igual cantidad de forraje.

Según resultados de una in-vestigación liderada por el pro-fesor Cárdenas en la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootec-nia de la UN en Bogotá, con solo cambiar la dieta de los animales es factible generar beneficios en tres vías: para los ganaderos, el am-biente y los rumiantes. Lo dice por un forraje especial que su grupo de investigación ha probado con éxi-to en los bovinos –una leguminosa de la cual se habla más adelante–, que se convirtió en dieta exquisita para su paladar.

Huella en el ambiente

¿Alguna vez se ha preguntado qué hay detrás del consumo de un suculento plato de carne o un cremoso vaso de leche?

Según Cárdenas, la obtención de un kilo de carne requiere 15 metros cúbicos de agua –algo así como 15 toneladas–, mientras que la producción de un vaso de leche de 200 mililitros necesita 200 litros de agua.

La industria ganadera produ-ce el 13% de los gases de efecto invernadero. De esa cifra, 90% son gases como óxido nitroso y meta-no. Hay que tener en cuenta que una molécula de óxido nitroso en la atmósfera tiene un potencial de calentamiento global 296 ve-ces más que una de CO

2 (dióxido de carbono), mientras que una de metano lo es 23 veces más.

Por otra parte, el 65% de los suelos ganaderos son fertilizados con productos nitrogenados, una de las sustancias que más degrada el ambiente, sobre todo las fuentes de agua.

Por lo anterior, los retos del sector ganadero son grandes: mantener la producción de carne y leche durante todo el año pa-ra minimizar el desbalance nutri-cional que existe en la población mundial, y reducir los impactos ambientales, dice Cárdenas.

Destaca que “la población hu-mana es de aproximadamente 6 billones de personas y en el 2050 será de 9 billones. El consumo de carne pasará de 229 millones de toneladas (año 2000) al doble en el 2050. Lo mismo sucede con la leche: hoy el consumo está en 580 millones de toneladas, y en el 2050 será de mil toneladas”.

Desde lo ambiental, el reto es reducir la presión sobre los ecosis-temas frágiles, minimizar y opti-mizar la fertilización –nitrogenada o fosfatada que es la que se usa en

Lotus,pasturas– y, lo principal, reducir las emisiones contaminantes de los gases que produce el ganado por la fermentación del alimento en su estómago. Sí, las flatulencias, la res-piración y los eructos de las reses hacen su aporte al calentamiento de la atmósfera, pues expulsan ga-ses como metano y en la descom-posición de heces y orina se libera amoniaco y óxido nitroso.

El experto anota que en Co-lombia existen 24 millones de ca-bezas de ganado, siendo el noveno país del planeta con mayor inven-tario. La meta del gremio es au-mentar la cifra, lo cual no es con-veniente –asegura– por los efectos ambientales.

Vegetal prodigioso

El Lotus, pequeña planta le-guminosa, surge como alternativa alimenticia para mitigar las emi-siones de la ganadería en tierras altas como la Sabana de Bogotá. Es prodigiosa por donde se mire, pero tiene un único “defecto”: su lento crecimiento. Luego de varios trabajos de investigación realiza-dos por estudiantes de pregrado y posgrado, se han logrado detectar y verificar numerosas propiedades.

Es un vegetal que al ser in-gerido por el ganado disminuye contundentemente la eliminación de nitrógeno por la orina y la pos-terior generación de N2O (óxido nitroso); asimismo, reduce la emi-sión de CH4 (metano). Cárdenas

afirma que esto sucede porque la proteína de la dieta de la res, en vez de degradarse (como ocurre con otras dietas), es absorbida por el intestino del animal. A la vez se reduce la metanogénesis, esto es, la formación de metano por inter-vención de microbios intestinales.

El Lotus además presenta ta-ninos, metabolitos secundarios (compuestos químicos sintetiza-dos por las plantas) responsables de una mejor producción y calidad de la leche. En los experimentos realizados durante más de 13 años con financiación de Minagricul-tura, asociaciones y cooperativas ganaderas, comprobaron que gra-cias al consumo de ese forraje, combinado con pasto kikuyo y sin fertilización nitrogenada, la pro-ducción de leche se incrementa 18%, frente al consumo de pasto tradicional.

“El kikuyo es una pastura que requiere fertilización con nitróge-no, 400 kilos al año por hectárea. En contraste, el Lotus lo fija del ambiente y lo incorpora en sus te-jidos”, dice el investigador. El dato es importante si se tiene en cuenta que solo el 35% de la urea (fertili-zante nitrogenado) que se aplica a la planta es captada por la misma. El resto va directo a contaminar el ambiente, principalmente las fuentes de agua.

Se comprobó, además, que la leche del ganado alimentado con Lotus incrementa su contenido de proteína en 14% y de grasa en 11%.

Como si fuera poco, la planta es resistente a heladas, retiene muy bien la humedad del suelo, so-porta el estrés por las pisadas del ganado y se dispersa de manera adecuada, una vez se establece en el terreno.

Hace un mes, cuando Lotus fue presentada en sociedad, unos 600 ganaderos de la Sabana de Bogotá se mostraron maravillados, aunque para muchos no era des-conocida. Edgar Cárdenas explica que la leguminosa es de Nueva Zelanda y fue introducida por ga-naderos al país hace más de 30 años, solo que no fue vista como una opción alimenticia.

“La semilla de Lotus en terre-no demora entre ocho y nueve me-ses para propagarse, y por material vegetal trasplantable, entre cuatro y seis, dependiendo de la fertilidad y humedad del suelo. Entretanto, los ganaderos quieren pastos, co-mo el ryegrasso, que estén listos en menos de 70 días”.

¿Cómo convencer al sector? Con algo tan sencillo como ser competitivos. El investigador de la UN expone que los mercados inter-nacionales están pidiendo produc-tos con la menor huella ecológica posible, de lo contrario se cierran puertas. Suiza, Suecia y Nueva Ze-landa son líderes en este propósi-to y lo exigen a sus proveedores. De esta forma, la UN contribuye a mejorar la sostenibilidad y compe-titividad, respondiendo con el am-biente y con los nuevos mercados.

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Un novedoso forraje podría mitigar los altos niveles de gases efecto invernadero que produce la industria ganadera en el país. Se trata de una pequeña leguminosa que, además de reducir la formación de metano en el intestino de los bovinos, incrementa su producción de leche hasta en un 18%.

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Jeinst Campo Rivera,Unimedios

La fiebre dorada, que desde marzo del 2009 tiene contagiados a más de ocho mil mineros ar-tesanales y a los dueños de 236 retroexcavadoras que perforan aceleradamente las márgenes del río Dagua, se está llevando por delante el recurso pesquero de la bahía de Buenaventura.

El mercurio, de uso tradicional en la extracción del oro, está in-toxicando la mojarra, la lisa, la cor-vina, el ronco y el ñato, especies de peces del Pacífico colombiano que son de consumo humano, revela el Grupo de Investigación en Eco-logía y Contaminación Acuática de la UN en Palmira, luego de en-contrar en la sangre y los músculos de varios ejemplares cantidades alarmantes del nocivo metal.

La situación es crítica si se tiene en cuenta que al finalizar el 2009 el Ministerio de Minas y Energía reportó una producción de oro de 10,83 millones de tone-ladas en el país, y según dueños de las máquinas dragadoras en el corregimiento de Zaragoza, en Buenaventura, durante el mismo año se sacaron 40 toneladas de oro que suman 2,1 billones de pe-sos. La descontrolada explotación obedece al aumento del precio in-ternacional del oro ante la caída del dólar. Se sabe que el mes de di-ciembre cerró con una cotización de US$ 1.225 la onza de oro.

Justamente, durante la extrac-ción de tan boyante mineral se mezclan cantidades de mercurio que terminan liberadas en el río Dagua, cuya desembocadura es en el mar Pacífico, ocasionando gra-

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Los resultados del estudio mostraron que la concentración más alta de mercurio la tiene el pez ronco, con 0,62 microgramos de mercurio por gra-mo de músculo, seguido por la mojarra y la corvina.

Peces de BuenaventuraPeces de Buenaventura están contaminados con mercurio

ves efectos tóxicos en los peces de la bahía de Buenaventura.

Altas concentraciones

Al estudiar dichos efectos tóxicos en las cinco especies men-cionadas, los investigadores evi-denciaron que el mercurio tiene la capacidad de magnificarse y llegar a concentraciones mucho más al-tas, lo que conlleva a graves reper-cusiones en el consumo humano.

“Luego de analizar muestras de sangre y músculos de más de 120 individuos, y de tomar

muestras del suelo marino para estudiarlas también, encontra-mos altos índices de biocumula-ción (cantidad del contaminante del agua y el alimento que se transmite a los peces) y biomag-nificación (aumento de la con-centración del contaminante) del metal en estos animales acuáti-cos”, afirma el profesor Guiller-mo Duque, PhD en Oceanografía y Ciencias Costeras.

El muestreo se adelantó du-rante un año en cuatro puntos específicos de la bahía de Buena-ventura denominados estaciones: Punta Arena, Santa Delicia, Piedra

Piedra y La Bocana.Los resultados mostraron que

la concentración más alta de mer-curio la tiene el pez ronco, con 0,62 µg/g (microgramo de mer-curio por gramo de músculo). Le sigue la mojarra con 0,36 µg/g y la corvina con 0,21 µg/g. Esta última especie, a pesar de tener la con-centración más baja de los tres, supera el límite máximo permitido para consumo humano, que según la Organización Mundial de la Sa-lud es de 0,2 µg/g.

“El análisis comprueba que dichos peces representan un riesgo importante para la salud humana, más aún para los pobladores que consumen a diario este alimento”, comenta el profesor Duque.

Efectos del mercurio en humanos

La profesora e investigadora del proyecto, Pilar Cogua, candi-data a doctora en Ciencias, línea de Biología Marina, afirma que de las especies estudiadas, “la moja-rra, la corvina y el ronco son las que representan más riesgos para los humanos, pues poseen mayor concentración de mercurio, impo-sible de eliminar completamente durante la cocción y acumulable en el organismo”.

Según la Guía de Urgencias Toxicológicas, realizada en el 2008 por especialistas de la Universi-dad Nacional de Colombia para el Ministerio de la Protección Social, “el mercurio puede encontrarse en gran variedad de estados físicos y químicos, cada uno de ellos con una toxicidad diferente, pero el más importante desde el punto de vista tóxico es el metil mercurio,

AFP

Medioambiente

En cinco especies de consumo humano extraídas de la bahía de Buenaventura, que re-cibe los desechos de la explotación minera del río Dagua, científicos de la Universidad Nacional de Colombia en Palmira hallaron concentraciones de mercurio que superan con creces el límite establecido por la Organización Mundial de la Salud. La acumulación de este mineral tóxico en el organismo puede alterar los movimientos, el habla y la audi-ción. Incluso, puede generar malformaciones en los fetos, advierten los especialistas.

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Comunicación de la Ciencia:Responsabilidades de la ComunidadCientífica y los Medios

Science Communication: Responsibilities of the Scientific Community and the Media

Fechas: 18 y 19 de noviembre de 2010.

Lugar: Corferias, Salón 5A (cra. 37 No. 24-67) Bogotá – Colombia.

Entrada libre: Previa inscripción - cupo limitado.

Inscripciones: www.icsu.unal.edu.co

Mayores informes: (57)(1)344 5433

academia colombiana de cienciasexactas físicas y naturales

Medios Asociados:Patrocina:

Organizan:

[email protected]

que puede acumularse en las es-pecies acuáticas”.

Al respecto, el médico Javier Rodríguez, magíster en Toxicolo-gía, afirma que los efectos del mercurio orgánico son altamente tóxicos. “Puede producir altera-ciones en el sistema nervioso cen-tral y periférico que se manifiestan en cambios en el comportamien-to, dificultades en la movilidad y el habla, así como disminución de la agudeza visual y auditiva. Ello depende de la cantidad de mercurio al que ha sido expuesta la persona. También puede gene-rar intoxicación prenatal, ya que estos compuestos ocasionan mal-formaciones en los fetos”, según el especialista.

Responsabilidad, ¿de quién?

El Decreto 4741 del 30 de di-ciembre de 2005 del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial (MAVDT) establece que el mercurio es un material peligro-so y debe existir una responsabili-dad por parte de quien lo usa y de las entidades ambientales que lo deben controlar.

En ese sentido, según lo esta-blecido en el Artículo 39 del De-creto 2820 de 2010, a las autorida-des ambientales (en este caso la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca, CVC) les co-rresponde realizar el control y se-guimiento a los proyectos, obras o actividades sujetos a licencia am-biental o Plan de Manejo Ambien-tal, con el propósito de controlar y verificar el cumplimiento de las normas establecidas.

Sobre el caso de Buenaven-tura, la ministra del MAVDT, Bea-triz Elena Uribe, afirma que “su cartera se encuentra a la espera de los resultados del estudio or-

denado por el Juzgado Segundo de Buenaventura, sobre los efec-tos de la minería ilegal que se lleva a cabo en el corregimiento Zaragoza, pese a que hasta el mo-mento no se tienen datos de ese sitio específico”.

Por su parte, Luisa Marina Baena, ingeniera química de la CVC, asegura que “el control y vigi-lancia lo efectúa la Dirección Téc-nica Ambiental (DAR), a través de un monitoreo semestral en la ba-hía de Buenaventura. Especialistas

de la CVC realizaron el pasado mes de julio un muestreo y análisis de mercurio y otros metales en piel, músculo y vísceras de los peces lisa y jaiba, con resultados inferio-res a los límites de cuantificación establecidos para el mercurio”.

Sin embargo, la investigación de la UN demuestra que los niveles de contaminación por mercurio orgánico, específicamente sobre la bahía de Buenaventura, son altos y afectan severamente el ecosistema marino, en este caso los peces, y

que podrían incluso perjudicar a los seres humanos.

Por ello, es necesario que mi-neros, personas encargadas de la manipulación de los materiales y los diferentes entes ambientales que deben regular y controlar el uso de estos elementos altamente tóxicos, se concienticen sobre la importancia del uso y control ade-cuado de materiales y desechos químicos, para que en el futuro no se palpe el macabro panorama de la extinción.

Medioambiente

La bahía de Buenaventura no posee una infraestructura que le permita el tratamiento de sus aguas residuales.

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El agua:¿un bien privado?

Carlos Andrey Patiño Guzmán,Unimedios

Desde hace 13 años, cuan-do la empresa Acuaviva asumió el manejo del acueducto de Palmi-ra (Valle del Cauca), la situación cambió para los 300 mil habitantes de la ciudad: mejor suministro, modernización de redes y hasta costos favorables en las tarifas. Quedaba atrás la ineficiente y bu-rocrática empresa municipal de servicios públicos.

“Es que el mejor amigo de la privatización es la mala gestión pública”, sostiene Mario Pérez, in-vestigador del Instituto de Inves-tigación y Desarrollo en Abaste-cimiento de Agua, Saneamiento Ambiental y Conservación del Re-curso Hídrico (Cinara), de la Uni-versidad del Valle.

El ingeniero explica que, sin embargo, no todo es camino de rosas en la gestión privada. “Apa-recen conflictos por los acuer-dos contractuales, debido a que el municipio se siente tumbado porque las inversiones con las que se comprometió la empresa no se cumplen. Entonces, les toca sacar dinero del presupuesto público para financiar buena parte de los planes de inversión”.

Según Pérez, las ganancias son excesivas para la empresa, “sobre lo cual no hay control del Estado”. El 40% de Acuaviva pertenece al municipio y el 60% a inversionis-tas privados, encabezados por la firma francesa Lyonaisse des Eaux, una de las mayores multinaciona-les de agua del planeta.

Según el investigador, esa ga-nancia no se refleja en inversiones vitales como la protección de las microcuencas –de donde sale el re-curso para el acueducto– y tampoco en adecuadas relaciones con la co-munidad. “Solo ahora, que se ven-cerá la concesión en el 2012, se dan cuenta de lo que tienen que hacer”.

En la actualidad, son varios los municipios que concesionaron la operación de los acueductos, ante la incapacidad del sector público de gestionarlos. Esta es solo una de las caras que adquiere el polé-mico tema de la privatización.

¿Mercancía?

El agua es un bien público que todo ciudadano tiene derecho a usar. Es un bien esencial que no tiene sus-titutos y sin el cual no prosperaría la vida. Y es, además, un bien de interés económico, necesario para el desa-rrollo de múltiples actividades como la industrial y la agrícola.

Nohra León, geógrafa e inves-tigadora del Instituto de Estudios Ambientales (IDEA), de la Univer-sidad Nacional de Colombia en Bogotá, considera que una de las grandes dificultades en la gestión y regulación del agua es la de asig-narle un valor, debido a que es una sustancia natural, no renovable, que no debería ser vista como un producto del mercado.

No obstante, la experta expli-ca que se han diseñado mercados hipotéticos para tratar de estable-cer un precio que responda al uso racional del recurso, pues debido a su carácter de bien público, es susceptible a la degradación por exceso de uso.

Para el economista Luis Diego Vélez, de la Facultad de Minas de la UN en Medellín, el agua como recurso estratégico es objeto de diversos procesos que implican su trato como mercancía. La Ley 142 de 1994 permitió su manejo em-presarial, y aunque no significa la

Aunque parezca insólito, solo hasta el pasado 28 de julio, con el apoyo de 122 naciones, la ONU declaró el agua potable como un derecho humano, imprescindible para la vida.

privatización total, desconoce el carácter de derecho fundamental, como lo establecen varias reso-luciones de las Naciones Unidas, argumenta el experto.

“A menudo, la raíz del conflic-to es por el valor que los diferentes actores le atribuyen. ¿Es un bien cultural?, ¿un bien económico pa-ra obtener ganancias?, ¿un bien político para tener poder? En rea-lidad, puede ser la combinación de estos interrogantes, y se adecua al momento y espacio en que se le quiera definir”, argumenta Vélez.

Si bien en Colombia la oferta superficial de agua es casi cien veces mayor que la demanda, las principales reservas se encuentran en regiones poco pobladas como Orinoquia, Chocó y Amazonas, mientras que en la zona Andina, donde se ubica el grueso de la po-blación, solo se cuenta con el 15% de la oferta total, dice el economis-ta de la UN en Medellín.

Ese 15% tiene que ser repar-tido entre la agricultura (54%), el uso doméstico (29%), uso indus-trial (13%) y uso pecuario y otros servicios (4%), según proyecciones de la Organización para la Co-operación y Desarrollo Económico (OCDE). En el papel, la prioridad es el consumo humano, pero en la práctica, ese derecho riñe con otros intereses que reflejan las for-mas como se presenta la privatiza-ción del líquido.

La profesora Nohra León ex-

pone como ejemplo los acuíferos de la Sabana de Bogotá que por años fueron exprimidos por la in-dustria privada de la floricultura. “En el IDEA denunciamos ante la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca el despilfarro en los cultivos que tomaban el agua subterránea. Esto ocurría mien-tras municipios de la Sabana su-frían desabastecimiento de agua potable. Uno se pregunta: ¿dónde queda la regulación, control y vigi-lancia oficial en estos casos?

En la cuenca del río Bolo, que surte a varios ingenios azucareros del sur del Valle del Cauca, la situa-ción es similar. Allá, señala Mario Pérez, del Cinara, algunos dueños de tierras no quieren dejar pasar las tuberías que llevarán el recurso al municipio vecino de Candelaria, que por siglos ha recurrido a con-taminados y profundos pozos para adquirir el líquido. “Los poblado-res quieren agua del río Bolo para el acueducto, pero hay dueños de cañaduzales que tienen asiento en la Corporación Autónoma de la región. Entonces, ¡¿quién le pone el cascabel al gato?!”.

La secretaria de Infraestructu-ra de Candelaria, Emilse Larraude, declaró que el tema se solucionó por la intervención de entidades como el Ministerio de Ambiente y el Ideam, que determinaron que el caudal del Bolo puede proveer de agua, sin problemas, a tres muni-cipios del área. “Si llegase a haber

escasez del recurso, la ley privile-giaría el consumo humano”.

Diana Tovar Pinilla, egresada de la Maestría en Ambiente y De-sarrollo del IDEA, expone en su in-vestigación que la Ley del 365 del 2005 generó un debate nacional ante la posibilidad de instaurar lo que se denomina Sistema de Dere-chos Transferibles, el cual justifica el manejo del recurso en manos privadas, para responder a crite-rios de eficiencia, optimización y sostenibilidad.

“Son diversas las críticas que se hacen por la implementación del sistema, como el hecho de no dar señales que reflejen la insufi-ciencia real del recurso, así como la imposibilidad de incorporar crite-rios de distribución equitativos, de-jando por fuera a la población más vulnerable”, dice la investigadora.

En una encuesta a las corpora-ciones ambientales del país, Tovar determinó que “Colombia carece de información y tiene poca capa-cidad institucional para enfrentar el mercado del agua”, por tanto, “el Estado debería mantener su carácter de bien público, como pa-trimonio de todos los ciudadanos, que garantice el desarrollo equita-tivo y sostenible”, concluye.

Para Jairo Sánchez, experto en economía ambiental del IDEA, el pro-blema no es la privatización de algu-nas fases de la gestión del agua, sino entregarle toda la responsabilidad de la regulación al sector privado.

Medioambiente

AFP

Los efectos de entregar el manejo del agua a las empre-sas privadas poco se han explorado en Colombia. Exper-tos aseguran que si bien este modelo económico ofrece eficiencia, puede ir en contra de la equidad y el carácter público del recurso natural.

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Salud

Chalfie, el Nobel que prendió la luz en los genes

La proteína verde fluorescente es una herramienta biológica que revolucionó la forma como los científicos miran la dinámica de los genes. En su paso por la UN, el Nobel de Química 2008, Martin Chal-fie, primero en usar el gen de esta proteína, relató la particular historia de este importante descubrimiento científico, que permi-te observar, entre otros asuntos, cómo migra el cáncer entre las células y detecta minas antipersona.

Carlos Andrey Patiño Guzmán,Unimedios

Si algo aprendió Martin Chal-fie es que la ciencia es un rompe-cabezas en el que nunca se sabe quién pondrá la última ficha. Re-conoce que el premio Nobel de Química que obtuvo en el 2008, si bien obedece a una aplicación muy particular que él descubrió, es un reconocimiento a decenas de personas que ayudan a develar los secretos de la vida.

El desarrollo de la proteína verde fluorescente (GFP, por sus siglas en inglés) es hoy uno de los avances científicos más usados en el mundo, que permite ver la vida en dimensiones que se pen-saban imposibles. Todo empezó en 1962, cuando el japonés Osamu Shimomura quiso averiguar por qué ciertos organismos producían luz fluorescente de forma natural. Durante meses, aún siendo estu-diante, metido en un laboratorio y retado por uno de sus profesores, hizo toda clase de ensayos que nunca lo llevaron a nada.

“Shimomura es un hombre muy persistente, pero un día se rindió y botó su último experimen-to a la basura. Apagó la luz y estaba listo para marcharse cuando de pronto vio que algo alumbraba en la cesta donde había arrojado los restos de la medusa luminosa Aequorea victoria que analizaba”, relata Chalfie.

El científico oriental de in-mediato supo que allí estaba la respuesta a su gran pregunta y, en efecto, la encontró: la proteí-na que produce la fluorescencia se enciende solo cuando está en contacto con iones de calcio, nada menos que uno de los componen-tes que ayuda a regular la alcalini-dad del mar.

Lo curioso es que, siguiendo los protocolos, las muestras de me-dusa siempre eran purificadas para su estudio, pero cuando Shimomu-ra las botó a la basura, las “conta-minó” accidentalmente con agua de mar, y ¡oh sorpresa!, allí estaba el secreto de la bioluminiscencia.

Otro reto

Cuando joven, Martin Chalfie estaba convencido de que él solo, sin ayuda de nadie, podría reali-zar un gran descubrimiento que lo convertiría en un investigador prestigioso. “Pasé meses en mi la-boratorio y nada me salía bien. Me dije: ‘definitivamente no voy a ser científico, ¡renuncio!’”. Por fortuna entendió que el trabajo en equipo es fundamental en la ciencia y eso le permitió, en 1989, ver el poten-cial de la proteína verde fluores-cente para su trabajo.

El verdadero interés de este profesor de biología de la Uni-versidad de Columbia, en Nue-va York, es estudiar la expresión genética en las células para en-tender diversos procesos, prin-cipalmente la mecánica de las neuronas que tienen que ver con el sentido del tacto.

“En una conferencia me di cuenta de que existía la GFP y de inmediato mi mente se iluminó. Siempre quise ver a los genes en acción, pero eso era imposible ha-cia 1989. Aunque había métodos que permitían identificar en dón-de se encontraba un gen activo, se debía primero preparar la célula o el tejido y eso significaba matar-lo, arreglarlo, permeabilizarlo para que el agente entrara y se pudiera ver qué sucedía. Resultó un pano-rama muy estático del gen, no se

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“La acumulación de ideas permite que los descubrimientos tengan utilidad. Nunca pensé que la proteína verde fluorescente tuviera las aplicaciones que tiene hoy, desde el arte hasta la medicina”, dice el Nobel de Química.

podían apreciar sus cambios en vivo”, afirma el Nobel.

Desde muchos años atrás, an-tes de toparse con la GFP, Chalfie desarrollaba estudios con un cu-rioso nematodo (gusano micros-cópico) utilizado por muchos bió-logos como organismo modelo de investigación genética. Se trata de Caenorhabditis elegans, cuya ma-yor cualidad es su transparencia y su limitada cantidades de células, solo 959.

¿Qué pasaría si se incorporara el gen de la proteína verde fluores-cente a las neuronas del tacto de C. elegans para que toda su des-cendencia nazca con esa marca en sus moléculas? ¿Se les podrá seguir la pista, paso a paso, a esos puntos marcados con la GFP? Esas fue-ron las preguntas que inspiraron a Chalfie.

“La idea me emocionó mu-chísimo. Encontré a una perso-na llamada Douglas Pressure, que trabajaba en la clonación del gen de GFP. Él envió a mi laboratorio el material de ADN y pudimos po-nerlo en los gusanos de C. elegans y observar qué pasaba. Muchos nos dijeron que no iba a funcio-nar, porque la proteína necesita-ba una conversión especial para adaptarse al nuevo organismo. No sabíamos cómo hacer tal cosa, so-lo lo intentamos y funcionó de inmediato”, describe el científico

estadounidense.¿Qué es lo que permite que

GFP funcione a tal perfección? Chalfie indica que es una molécu-la lo suficientemente pequeña que permite ir a cualquier parte de la célula. Además, la luz que emite la GFP no es nociva, no interfiere con los tejidos, por tanto no lastima al organismo que se estudia.

Esas cualidades permiten un sinnúmero de aplicaciones que, incluso, sorprenden a Martin Chalfie. La proteína verde fluo-rescente es utilizada, por ejem-plo, para observar cómo migra el cáncer entre células y llega a hacer metástasis, así como para analizar la actividad de las células embrionarias y la manera como conquistan nuevos espacios hasta lograr especializarse en órganos determinados.

Pero también la han usado para iluminar animales y con-vertirlos en objetos de arte o en mascotas (conejos, ranas y hasta cerdos luminosos), y en un trabajo más altruista, que todavía está en pleno desarrollo, la GFP podrá ser-vir para detectar minas antiperso-na en campos plagados por estos explosivos. “Podemos marcar con bioluminiscencia cualquier proce-so. Hay personas que, incluso, han podido ver el avance de infeccio-nes, como el VIH o el de bacterias”, asegura el científico.

Organismo modelo

Lo anterior no habría sido po-sible sin el trabajo de Chalfie con C. elegans, un organismo que desde los años 60 ha sido modelo para di-versas investigaciones relacionadas con el estudio del desarrollo neu-ronal. El primero en recurrir a este nematodo fue el biólogo sudafricano Sydney Brenner, premio Nobel de Medicina 2002, quien, según relata Chalfie, quiso apartarse del tradicio-nal uso de ratones y peces.

“Hay muchas razones para em-plearlo. Es de fácil observación en el microscopio de electrones. Como es transparente, uno puede ver cómo se divide cada una de sus 959 células. Ahora sabemos que tiene exactamen-te 302 células nerviosas y cómo están conectadas entre sí. De hecho, es el único animal del que conocemos ca-da división celular, desde la fertiliza-ción del huevo hasta la etapa adulta, así como el diagrama completo de las conexiones de esas células”.

Cuando Chalfie habla de C. elegans y las posibilidades que este gusanito ofrece para el entendi-miento del humano mismo, se evi-dencia su emoción. Él asegura que este “bicho” ha llevado a comprender con mayor claridad procesos como la muerte celular y la forma como se manifiestan ciertas enfermedades. “Sé que gracias a C. elegans vendrán grandes nuevos descubrimientos”.

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Salud

Un nuevo algoritmo matemático, que detecta las señales del cerebro, hará más confiable la cirugía que se les practica a pacientes con enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson.

Software reducirá riesgoen cirugía de Parkinson

El monitoreo constante del paciente indica qué tan avanzada se encuentra la enfermedad de Parkinson y la efectividad que pueda tener la cirugía.

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Fanny Lucía Pedraza Valencia,Unimedios

El Parkinson ha sido cataloga-do como la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuen-te en Colombia. Altera el control de los movimientos musculares y normalmente se manifiesta en temblor de manos, brazos y pier-nas, así como en problemas de equililibrio y coordinación. Afecta tanto a hombres como a mujeres a partir de los 60 años, sin embargo se han presentado casos donde se manifiesta a los 40.

Según estadísticas, en el país por cada 100 mil habitantes, 270 pueden padecer la enfermedad, que suele ser más común en per-sonas de raza blanca.

Desde la década del 60, el tra-tamiento clínico se ha basado en la administración de medicamentos que controlan los temblores y la descoordinación, pero que no ge-neran retroceso en el desarrollo de la enfermedad. De igual manera, algunos pacientes son sometidos a una operación quirúrgica que me-jora, a veces de manera notable, los movimientos involuntarios y la rigidez del lado opuesto a la lesión, pero no altera tampoco el curso progresivo de la enfermedad.

Teniendo en cuenta la nece-sidad que hay de contar con un manejo clínico óptimo y de dismi-nuir los índices de mortalidad por causa de este trastorno, investiga-dores del grupo Control y Proce-samiento Digital de Señales, de la UN en Manizales, crearon un soft-ware que, a través de algoritmos matemáticos, permite precisar la cirugía cerebral y obtener mejores resultados.

Herramienta de apoyo quirúrgico

“El Parkinson tradicional-mente se ha visto como una en-fermedad incurable, sin embargo, estudios médicos han demostrado que hay una zona en el cerebro conocida como núcleo subtalámi-co, que puede ser cauterizada para eliminar los síntomas”, argumen-ta Luis David Avendaño Valencia, magíster en Automatización In-dustrial y estudiante del Doctora-do en Ingeniería–Línea Automáti-ca de la UN en Manizales.

Con base en este estudio se diseñó la cirugía estereotáctica, que consiste en realizar una perforación del tamaño de una moneda en una parte del cráneo, para introducir una sonda con electrodos en la pun-ta. La sonda se encaja hasta llegar al núcleo subtalámico, donde se reali-za la cauterización del tejido.

El aporte del grupo de inves-tigación de la UN ha sido dise-ñar una metodología de recono-cimiento de patrones, que sirve de apoyo al neurocirujano para la ubicación inmediata del núcleo subtalámico durante la cirugía.

“Las señales medidas en la punta de la sonda son caracte-rizadas y clasificadas utilizando metodologías de proceso de seña-les variantes en el tiempo. De esta forma, hemos podido ubicar con gran precisión la zona en la cual se encuentra la punta de la sonda”, aseguró Avendaño Valencia.

Según el neurocirujano Hans Carmona Villada, “en este caso el software busca automáticamente cambios clínicos durante la ci-rugía y nos informa el momento en que entramos al ducto, sus condiciones y posición en com-paración con un espacio tridi-mensional”.

Cooperación científica

Además de los expertos de la UN, en el desarrollo del software y el estudio de la enfermedad desde diferentes perspectivas participan profesionales de la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP) y el Neurocentro para Epilepsia y Par-kinson del Eje Cafetero.

“Se trata de un trabajo en bio-medicina (investigación médica complementada por varias disci-plinas) que tiene gran impacto en nuestra comunidad, en donde hay cerca de 6 mil casos registrados de personas que padecen la en-fermedad. Las técnicas de infor-mática y producción del software facilitarán los procesos de diag-nóstico y aumentarán la exactitud y seguridad en los procedimien-tos quirúrgicos”, explicó Carmona Villada, también especialista en Neurocirugía Funcional y Este-reotaxi (técnica de manipulación que permite localizar el sitio de la biopsia mediante el análisis exter-no de coordenadas).

Para Luis David Avendaño, “el desarrollo en ingeniería que reali-zan las universidades Nacional y Tecnológica de Pereira beneficia directamente el Neurocentro. Es-ta institución, a su vez, nos facilita los registros electroencefalográ-ficos con los cuales entrenamos y validamos nuestros algoritmos, y nos asesora en temas relacio-nados con la parte médica del proyecto”.

Gracias a esta cooperación ins-titucional ha surgido el diseño y construcción de equipos tan sofis-ticados y avanzados como los que se elaboran en países desarrollados, cuyo costo comercial es de $ 500 millones, mientras los ciento por ciento colombianos no superan los $ 35 millones. Así, la reducción de gastos es de casi un 70%.

El software de reconocimiento de señales cerebrales ha arrojado resultados prometedores durante las pruebas. “Además de precisar la ubicación del núcleo subtalá-mico, ofrece la opción de explorar nuevos campos investigativos pa-ra mejorar los algoritmos. Una vez

terminada esta fase de prueba, se realizará la validación con los gold standard médicos (reglas de oro de la medicina) para proceder con la elaboración de los prototipos, que serán entregados al Neurocentro”, ratificó el estudiante de doctorado de la UN en Manizales.

Investigaciones paralelas

Otro tema de investigación en el cual se encuentra trabajando el grupo Control y Procesamiento Digital de Señales es el de la loca-lización de focos epileptogénicos. Lo que buscan ahora es eliminar el tejido cerebral que da origen a las crisis de los ataques de epilepsia.

“Este tipo de aplicaciones en medicina redundan en un mejor tratamiento para los pacientes y benefician, sobre todo, a secto-res económicos de bajos recur-sos, ya que se pueden obtener procedimientos de punta a costos reducidos”, concluyó el ingeniero electrónico.

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Catalina Ávila Reyes,Unimedios

UN Periódico: ¿Qué estrate-gias empleará el Gobierno para que CTI jalonen el desarrollo pro-ductivo del país?

Jaime Restrepo Cuartas: Pri-mero, fortalecer la estructura fi-nanciera porque hay un cuello de botella. Todavía Colombia no tiene la capacidad suficiente para darles respuesta económica a la gran ma-yoría de proyectos de investigación que se presentan. Para eso vamos a trabajar el tema de regalías.

También buscamos consoli-dar la regionalización de la ciencia para disminuir esa brecha enorme que hay entre universidades de mayor desarrollo como la Nacio-nal, la de Antioquia y los Andes, por ejemplo, con otras más peque-ñas como la del Chocó, La Guajira o la de Nariño, que no tienen la misma capacidad competitiva. Es necesario afianzar los consejos de-partamentales de CTI y establecer centros de desarrollo tecnológi-co de alto nivel científico en esas regiones atrasadas donde existen muchas fortalezas.

Otra estrategia tiene que ver con el fortalecimiento de la alian-za Universidad – Empresa – Estado para que el conocimiento cientí-fico que nace en las universida-des trascienda las publicaciones y realmente aporte a la solución de los principales problemas del país. Es importante que haya patentes, registros, desarrollo tecnológico, y que el sector social de investiga-ción presente modelos de aplica-

La ciencia, la tecnología y la innovación (CTI) son actores prioritarios para el actual Go-bierno, le dijo a UN Periódico el nuevo director de Colciencias, Jaime Restrepo Cuartas. Las perspectivas parecen ser alentadoras para este sector, relegado por años pese a ser clave en el desarrollo del país. Agro, biodiversidad, agua, energía y minería, entre otros sectores, contarán con el 10% de regalías para su investigación.

Jaime Restrepo Cuartas, director de Colciencias, anunció el 10% de las regalías para investigación en ciencia, tecnología e innovación. También, la regionalización de la ciencia y el fortalecimiento de la estrategia Universidad – Empresa – Estado.

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ción en la sociedad.UNP: ¿Qué cambios en la po-

lítica de Colciencias reflejarán esas acciones?

J.R.C.: Ya se presentó el pro-yecto de regalías al Congreso de la República para que el 10% se destine a CTI, y se inició la discu-sión sobre el tema en la Comisión Primera del Senado.

Otra acción concreta es la propuesta que le hice al presi-dente Juan Manuel Santos de que los recursos para investigación de todos los ministerios e institu-ciones del Estado se utilicen, a través de Colciencias, en el fondo Francisco José de Caldas. Los mi-nisterios deberán definir en qué se invertirán y cuáles son las áreas estratégicas. Colciencias haría las convocatorias.

De igual manera, presentare-mos un decreto para reglamentar la regionalización de la ciencia en el país; fortaleceremos los procesos departamentales de CTI y al mismo tiempo empezaremos con el esta-blecimiento de centros de desarro-llo tecnológico. Ya se inició el de La Guajira con el carbón y sigue el de la biodiversidad en el Chocó.

El Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial nos hicieron un préstamo de 500 mi-llones de dólares. Los primeros 50 millones se destinarán, el próxi-mo año, a mejorar las capacidades científicas y técnicas de Colcien-cias para hacer los montajes de los proyectos. Esperamos tener en los próximos cuatro años unos seis o siete centros.

UNP: ¿A cuánto dinero equi-

vale ese 10% de las regalías y en qué proyectos específicos se va a invertir?

J.R.C.: La aprobación de es-te proyecto demora aproximada-mente dos años porque hay que presentar ocho debates en el Con-greso y luego expedir una ley regla-mentaria. En este momento, ese 10% de las regalías puede repre-sentar unos 600 mil millones de pesos, dinero que se destinará, en el 2012, a proyectos estratégicos.

Por ejemplo, hay que aumen-tar el promedio de formación de doctores de 700 a 1.500 por año. Mejorar las condiciones técnicas y de infraestructura de los laborato-rios y centros de investigación para que los científicos tengan en dónde y con qué trabajar. Fomentar gru-pos y centros de investigación para responder a la demanda de la co-munidad científica, pues este año se presentaron 10 mil proyectos, se aprobaron 6 mil y solo se financia-ron 300. Esto no puede seguir así. Espero que en estos cuatro años seamos capaces de pasar del 6% al 50% de proyectos financiados.

Hay que buscar que los resul-tados de investigación se convier-tan en patentes. Fomentar la cons-trucción de nuevas empresas de base tecnológica, incubadoras de empresas, parques de emprendi-miento y de la ciencia y la tecnolo-gía, así como centros de desarrollo tecnológico.

UNP: ¿Cuáles son las líneas estratégicas de investigación a las que se destinarán los recursos?

J.R.C.: La principal línea está en el sector agropecuario y todo

lo relacionado con el medioam-biente, la biodiversidad y la pro-tección del agua. La segunda es la biotecnología, fundamental para aprovechar nuestra biodiversidad. La tercera, la minería y la energía, pues Colombia es un país muy rico en estos sectores. La cuarta línea se relaciona con el desarrollo de las ciencias sociales y humanas.

UNP: ¿Cuáles han sido los al-cances de la Ley 1289? ¿Es posible alcanzar la meta de invertir el 1% del PIB en ciencia y tecnología?

J.R.C.: Lo que proponía la ley de contar con el 1% del PIB en el 2010 no se logró porque no se esta-blecieron mecanismos financieros adicionales a los que recibe Col-ciencias, que han aumentado pero no en la medida que se requiere para llegar a esta meta. Actualmen-te, recibimos en investigación para el desarrollo el 0,16% del PIB, y si queremos llegar al 1%, no alcanza-ría con lo de las regalías, que sería apenas el 0,5%. Por lo tanto, hay que seguir buscando mecanismos de financiación para llegar al nivel de México y Chile, que tienen el 1%, o Brasil, que cuenta con el 1,7%.

UNP: ¿Cómo lograr que el Go-bierno y el sector privado destinen más recursos a la CTI del país?

J.R.C.: En todos los países de-sarrollados las empresas aportan el 70% y el 80% para la investiga-ción; en Colombia aportan solo el 20%. Hay que seguir insistiendo para que el Gobierno le apueste más a la investigación, pero tam-bién le corresponde hacer lo mis-mo a la empresa privada y al sector productivo.

¿Haciadónde van la ciencia y la tecnología en el país?

¿Haciadónde van la ciencia y la tecnología en el país?

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Ciencia y tecnología Trámites En cualquier país patentar es primordialmente una decisión de negocio, en Colombia es la posibilidad que tiene un invento de perder su impacto en el mercado. Casi cuatro años dura el largo trámite, acompañado de una legislación que, para los inventores, resulta tormentosa.

Luis Miguel Palacio,Unimedios

Una patente es un certificado de propiedad otorgado por el Es-tado de cada país a un titular para que ejerza derechos sobre su ob-jeto o proceso inventado, durante 20 años.

Los países con más solicitudes de patentes hasta el 2008 fueron Estados Unidos con 23,9%, Japón con 20,5%, China con 15,2%, Co-rea del Sur con 8,9% y la Oficina Europea de Patentes con 7,7% so-bre el 100% hechas en el mundo.

Indicadores del Banco Mun-dial muestran que, en Latinoamé-rica, hasta el 2006 los líderes fue-ron Brasil con 20,12 solicitudes por millón de habitantes y Argentina (sin datos específicos), seguidos por Chile con 17,71 y México con 5,51. Colombia tuvo 3,18 reque-rimientos de patentes por millón de habitantes para el mismo año, mientras a 2009 la cifra disminuyó a 2,84.

El Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) es la univer-sidad con más patentes otorgadas en el mundo: recibe en promedio 300 por año y de estas comerciali-za con éxito el 10%.

En nuestro contexto, históri-camente la Universidad Nacional de Colombia ha hecho 40 solicitu-des, 15 están en trámite, 8 han sido otorgadas y solo 2 permanecen vigentes.

A paso lento, muy lento

En Colombia son patenta-bles las invenciones, considera-das como una solución nueva a un problema o necesidad de la sociedad, y los modelos de utili-dad, es decir, la reforma mecáni-ca de un artefacto o un invento existente. Por el contrario, no son patentables software, métodos de hacer negocios y métodos tera-péuticos, como sí ocurre en otras naciones.

En el país hay 2.659 patentes vigentes. Hasta el 2009, el número de solicitudes fue de 1.674 y se concedieron 478, según la Super-intendencia de Industria y Comer-cio, entidad encargada de recibir las peticiones.

Aunque tramitar la solicitud de una patente en Colombia cues-ta cerca de $ 300 mil (la taza más barata en Latinoamérica, después de Ecuador), el proceso de ob-tención puede tardar hasta cuatro años para invenciones y dos años y medio para modelos de utilidad.

Jhonny Tamayo, director de Investigación de la Facultad de In-geniería de la UN en Manizales, explica que dicha prolongación del tiempo se convierte en un ve-neno letal para los inventos, ya que pasados 2 ó 3 años dejan de ser productos de impacto tecnoló-gico, innovadores y competitivos, pues otros países ya los han lanza-do al mercado.

Por ejemplo, la Oficina de Pa-tentes de los Estados Unidos, una vez recibe documentos de solicitud, tarda entre tres y seis meses para responder. “En contadas ocasiones se extiende hasta un año”, dice Ta-mayo. Tiempos similares se estable-cen en el antiguo continente, según la Oficina Europea de Patentes.

Solicitudes huérfanas

La Decisión 486 de la Comisión de la Comunidad Andina de Nacio-nes, en su artículo 44 indica que, luego de seis meses contados desde la publicación de la solicitud, el

peticionario debe pedir que se exa-mine si la invención es patentable. Si esto no ocurre, la petición cae en abandono y la Superintendencia no continúa con el trámite.

Jaime Mayorga, jefe de la Ofi-cina de Patentes de la UN, afirma que en el mundo académico es muy frecuente que los investiga-dores olviden dicho requisito. En-tretanto, considera que el artículo 44 carece de sentido y es un aguje-ro negro de dicha legislación que no debería obligar a pedir otro examen luego de la publicación de la solicitud. Sin embargo, Diana Vivas, jefe del Banco del Grupo de Patentes de la Superintendencia de Industria y Comercio, asegura que algunas veces es el mismo solicitante quien toma la determi-nación de no insistir en el proceso frente a oposiciones de terceros o por la falta de interés comercial en dicho invento.

Registros de la entidad seña-lan que el 36% del total de las so-licitudes nacionales presentadas son declaradas en abandono.

Encrucijada peligrosa

Dicho está que Colombia es un país megadiverso y por consiguien-te muchos investigadores fijan sus estudios en la riqueza natural del país. Paradójicamente, uno de los grandes problemas, al momento de patentar, se presenta en los estu-dios con material biológico.

Por ejemplo, un investigador debe esperar hasta un año para obtener la financiación de su pro-yecto. Para ejecutarlo cumpliendo con las normas ambientales, pri-mero es necesario adquirir un per-miso de investigación y un contra-to de acceso a recurso genético por parte del Ministerio de Ambiente.

Pero antes de ello, se debe tramitar un permiso del Ministerio del Interior y de Justicia que certi-fique o no la existencia de comu-nidades étnicas en el área donde se va a desarrollar el proyecto, lo que puede tomar hasta un año. “Si la hubiere, es obligatorio adelantar un proceso de consulta previa con

el grupo local, que podría tardar hasta dos años más. Por lo tanto, la obtención de los permisos finales del Ministerio de Ambiente puede demorarse en total tres años debi-do al lento proceso del Ministerio del Interior”, afirmó Gonzalo An-drade, asesor de la Vicerrectoría de Investigación de la UN.

En esta encrucijada, los investi-gadores con recursos de financiación que tienen tiempos específicos para su gasto se ven obligados a devolver el dinero o comenzar su estudio sin el cumplimiento de la normatividad ambiental. Muchos optan por esa vía, y cuando finalizan su investigación, no pueden solicitar la patente por no tener los contratos mencionados. Un caso que evidencia esta realidad ocu-rre en el Instituto de Biotecnología de la UN, donde se descubrió un bio-polímero derivado del azúcar común que reduce el colesterol en la sangre, y no ha podido patentarse.

Ante esta situación, queda en duda el camino que deben tomar los científicos y sus propias reflexiones sobre la visión de hacer negocio y sacar provecho de sus inventos. La legislación y las instituciones podrían tomar como ejemplo a los Estados Unidos, donde luego de un rápido trámite se puede patentar hasta lo ini-maginable desprendiendo de ello una gran industria y número de empleos.

Un buen paradigma que muestra cuán rentable resulta ser una patente podría ser la Warner Brothers Corset Company. En la segunda década del siglo pasado, luego de comprar por solo US$ 1.500 los derechos sobre la patente de la invención del bra-sier, esta compañía ganó alrededor de US$15 millones en los siguientes 30 años. Hay que preguntarse entonces, ¿cuánto provecho se podría obtener solo en el campo de la riqueza bioló-gica colombiana?

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A través de su programa de Agronomía, la UN patentó este modelo de utilidad llamado Unidrech, sistema de riego para cultivos agrícolas bajo techo, que evita desperdicios agroquímicos y contaminación de tuberías.

Aunque Colombia hace parte de los países llamados megadiversos, expertos señalan que la investigación con material biológico en el país pre-senta grandes trabas.

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De residuo de banano a etanol

En el mundo, la caña de azúcar, el maíz y hasta la remola-cha se utilizan para la producción de etanol. Ahora son los excedentes del banano los que demuestran un gran po-tencial para la producción de este biocombustible.

David Calle,Unimedios

Quienes piensan que la cásca-ra del banano, su tronco, vástago y hasta las hojas no son sino basura, están arrojando al bote ni más ni menos que la materia prima de un jarabe que sirve para la producción de bioetanol.

Así es, aquellos excedentes de la fruta que no se logran exportar y sobran después de cubrir el merca-do nacional, tienen cualidades que supo aprovechar el Grupo de In-vestigación en Bioprocesos y Flujos Reactivos de la Universidad Nacio-nal de Colombia en Medellín.

Para lograr esta innovación, el grupo de la UN contó con el apoyo de la Asociación de Bananeros de Colombia, Augura, que proporcio-nó los residuos para el desarrollo de la investigación.

Lo que hicieron los investiga-dores fue tomar muestras de tallos, algunos recién cortados de la plan-ta bananera y otros con semanas y meses de haber sido talados. El objetivo era evaluar los cambios en la composición de los vástagos y en la maduración del banano, además del contenido de azúcares y almidón.

Durante los análisis, se evi-denció que en los primeros es-tados de madurez de la fruta se almacena más almidón. Esta etapa del banano fue aprovechada pa-ra adicionarle enzimas (proteínas que ayudan a que las reacciones

químicas ocurran con mayor rapi-dez) y producir el jarabe.

Además de su potencial como combustible, explica la docente de la Facultad de Minas, Adriana Ruiz Colorado, esta innovación tiene aplicación en la industria de ali-mentos que produce o usa endul-zantes en bebidas gaseosas y hasta repostería.

“La composición del jarabe se basa en la celulosa y el almidón del banano. Luego de los proce-sos enzimáticos que se realizan en laboratorio, dichas sustancias son convertidas en otra llamada glucosa (que da una característica dulce como el azúcar). Hay que advertir que durante el proceso se generan otros compuestos en concentraciones muy bajas, pero se eliminan para que el jarabe cumpla con las calidades aptas para consumo humano”, precisó la profesora.

Marco Tulio Calvo, funcionario de Augura, señala que actualmente en el país se están generando unas 100 toneladas de excedentes anua-les de banano en la zona de Urabá, contrario a lo que ocurre en el Magdalena donde no se generan restos significativos.

Calvo destacó la importancia del jarabe desarrollado en la UN: “Dinamizaría la economía banane-ra y permitiría tener una ‘entrada’ adicional a la que se tiene con la fruta en fresco. Igualmente, le da-ríamos utilidad a las toneladas de residuos que se están generando”.

Potencial para hidrocarburos

Según Pilar García Cardona, docente adscrita a la Escuela de Química de la UN en Medellín, “materiales lignocelulósicos como la hemicelulosa, la celulosa y la lignina, presentes en las plantas, podrían ser de gran utilidad para la industria de hidrocarburos”.

Agregó que estos materiales no solo tienen gran potencial pa-ra la producción de combustibles y precursores químicos, sino que también se tienen proyectados pa-ra la producción de sólidos, en especial de carbón activo, objeto de estudio en la UN.

Aunque este grupo de inves-tigación es pionero en la elabora-ción de jarabe con base en material lignocelulósico, en países como Estados Unidos, Brasil e incluso Colombia, se están adelantando estudios con bagazo de caña, pal-ma y pasto.

“En Estados Unidos, a partir de tusa de maíz y pastos se producen alcoholes de segunda generación. Es decir, a partir de materiales lig-nocelulósicos”, explicó Ruiz.

Mientras culminan los trámi-tes de patente de este desarro-llo, el grupo de investigación se concentra en la purificación del jarabe y en mejorar la eficien-cia del procedimiento empleando modelos matemáticos, con miras a optimizarlo.

El etanol

Según la Federación Nacio-nal de Biocombustibles de Colombia, en menos de diez años todo el material verde de los campos, los desechos agrícolas y la materia orgá-nica de las basuras se trans-formarán en etanol, a partir de por un proceso llamado hidrólisis de la celulosa, en-zimática y ácida.La fermentación permite que de la biomasa se pro-duzca alcohol, y durante si-glos se ha empleado esta técnica en bebidas embria-gantes, perfumería, medici-na, en procesos industriales de la cadena de la alcohol-química y como combusti-ble motor.“Por su ubicación en la fran-ja ecuatorial y la variedad de climas, el territorio colom-biano es apto para generar la biomasa que necesitaría el establecimiento de refi-nerías productoras de alco-hol (…) La materia prima preferida es la caña de azú-car, pero en particular en la costa norte de Colombia –Guajira, Cesar y Atlántico– y en los Llanos Orientales, la yuca es una excelente fuen-te de producción de alcohol carburante. En el Tolima se estudia el sorgo dulce, y en Boyacá la remolacha llama-da alcoholera, con semillas importadas de Europa”, dice un informe de Fedebiocom-bustibles.

AFP

En el país se generan unas 100 toneladas de excedentes anuales de banano en la zona de Urabá, que podrían aprovecharse para la elaboración de combustibles.

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El papel de la bioética en un continente

de exclusiónEl problema del despojo de las tierras, el desplazamiento forzado y el conflicto armado y su repercusión directa en la salud, la segu-ridad alimentaria, la degradación del medioambiente y la produc-tividad de Colombia serán tema de reflexión en congreso interna-cional de bioética.

Edgar Novoa,Martha Fonseca,

Genoveva Keyeux,Investigadores en Bioética

Universidad Nacional de Colombia

El avance de la bioética como campo del conocimiento humano está íntimamente ligado a los di-lemas éticos que se generan por el acelerado y creciente desarrollo tecnocientífico (robótica, infor-mática y biotecnologías) de nues-tras sociedades y sus aplicaciones e impactos sobre el conjunto de la vida en el planeta.

Hoy se ocupa de una diversi-dad de temas y problemas: respec-to a la naturaleza (degradación del medioambiente, experimentación y derechos de los animales, de-sarrollo sustentable, preservación de la biodiversidad); en el plano de los sujetos sociales (adelantos biomédicos, procreación asistida, aborto, eutanasia, cuidados palia-tivos, medicinas del deseo, manejo de datos genéticos); con relación a las dimensiones sociohistóricas de las sociedades –la jurídica, la po-lítica, la económica– (regímenes legales, políticas de salud y dis-tribución de recursos, diversidad cultural).

Igualmente, es importante re-saltar la dimensión espacial del de-sarrollo de esta disciplina, puesto que siguen existiendo diferencias marcadas entre sociedades avan-zadas y sociedades en desarrollo, para la consideración de los dile-mas bioéticos, en particular porque las condiciones materiales contri-buyen a delimitar el campo de los problemas y las posibles soluciones en sus diversas dimensiones.

La bioética propugna un de-bate público informado, desde las diferentes disciplinas, para la deli-beración en el seno de sociedades multiculturales y pluriétnicas, so-bre la base del reconocimiento y respeto de los Derechos Humanos, la consideración de la variedad de puntos de vista, políticos, ideoló-gicos, étnicos, religiosos, cultura-les y de opción sexual en socieda-des diversas, para la búsqueda de caminos éticos de intervención y acción en la resolución de los pro-blemas que afecten la vida sobre la Tierra.

Asimismo, contribuye desde el debate público e informado a la creación de instancias de análisis y deliberación (comités de ética y bioética hospitalarios y de la in-vestigación, consejos o comités nacionales de bioética).

Además de los dilemas éticos que se presentan por el desarro-llo, acceso, uso e impactos de la tecnociencia, la bioética también proporciona herramientas esen-ciales para comprender y enfren-tar el alto grado de degradación de nuestro ambiente físico–natural, la descomposición ético–política de nuestro entorno sociocultural, así como el aumento de las exclu-siones sociales.

Discusión urgente en Colombia

Hemos padecido durante las últimas décadas las consecuen-cias regresivas producto del con-flicto armado interno, alimentado con los beneficios del narcotráfi-co, aumento de la pobreza, des-plazamiento forzado y muerte. La siembra extensiva de los cultivos ilícitos degradan los ecosistemas frágiles y las políticas de fumi-gación aérea solo contribuyen a la profundización del problema, pues favorecen la misma pérdida

de los ecosistemas y afectan la sa-lud humana y animal. La “cultura del atajo” y el “vivo” encontraron en la ilegalidad “traqueta” un nue-vo aire, desplegándose en todo el tejido social, desde nuestra vida íntima hasta las cuestiones insti-tucionales y públicas.

La crisis humanitaria del des-plazamiento se ve reforzada por la deuda social acumulada durante años en campos y ciudades, igual-mente por la falta de diseño de políticas sociales de largo plazo, respaldadas como políticas de Es-tado. La exclusión social, política, étnica, de género, por orientación sexual, heredada de nuestro perio-do colonial, condena a la negación de los derechos fundamentales de pueblos indígenas, comunidades raizales y afrodescendientes, de las mujeres y las diversas orien-taciones sexuales e identidades de género existentes. La inmensa biodiversidad natural se ve me-noscabada por los modelos de de-sarrollo, preocupados más por la obtención rápida de beneficios, que por el uso sostenible de la naturaleza.

El diálogo plural, el debate público e informado y la búsqueda de consensos dentro del respeto de las diferencias abriría un cami-no importante para la búsqueda

de propuestas a las múltiples difi-cultades que nos aquejan.

En materia de desarrollo tec-nocientífico, avanzamos en su apoyo, y hemos alcanzado algunos logros en materia biomédica y bio-tecnológica. A pesar de ello, nues-tro principal problema se ubica en el acceso, uso e impactos que las nuevas tecnologías (robótica, informática y biotecnologías) pro-ducen en la sociedad.

El Estado y las entidades que apoyan la investigación y los mis-mos centros que la ejecutan deben asumir el debate ético y bioético. Actualmente nos encontramos en un proceso incipiente de acompa-ñamiento, con una alta deficiencia en las reglamentaciones e institu-ciones encargadas de aplicarlas, ausencia de personal capacitado y con serios problemas para cons-tituir una comunidad científica consciente de la necesidad de im-plementar una sensibilidad ética y bioética en su labor.

La bioética es estratégica para conducir los nuevos rumbos del desarrollo/innovación científica que requiere el país para lograr una sociedad socialmente más justa, políticamente democrática y plura-lista y ecológicamente sustentable. Está llamada a jugar un papel pre-ponderante en la labor legislativa,

el trazado de políticas públicas y la pedagogía de una conciencia social mucho más amplia sobre los graves dilemas nacionales.

En octubre del 2005, la Confe-rencia General de la Unesco apro-bó la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos. Para Colombia, país signatario, y para todos los Estados, dicho ma-nifiesto representa un instrumen-to muy importante en el objetivo de consolidar y promocionar la defensa de “las cuestiones éticas relacionadas con la medicina, las ciencias de la vida y las tecnolo-gías conexas aplicadas a los seres humanos, teniendo en cuenta sus dimensiones sociales, jurídicas y ambientales”.

En el marco de las tareas que adelanta la Unesco en nuestro país, a través de la Red Latinoa-mericana y del Caribe de Bioética, Redbioética Unesco, este año se celebrará el III Congreso Interna-cional de Bioética, del 24 al 26 de noviembre, bajo el auspicio de la Universidad Nacional y la Uni-versidad El Bosque1. El lema del congreso es “Bioética en un conti-nente de exclusión: de la reflexión a la acción”.

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Ciencia y tecnología

El país se debate entre su capacidad de innovación y creatividad, y una marginación y exclusión crecientes.

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PerfilHonoris Causa para un apasionado El norteamericano David Bushnell, profesor emérito de la Univer-sidad de Florida y especialista en historia colombiana y latinoame-ricana, recibió el Doctorado Honoris Causa póstumo por su aporte excepcional a la memoria histórica del país. Esta es una semblanza de su trabajo, que inició cuando en 1943 aterrizó por primera vez en Medellín.

César Herrera De la Hoz,Unimedios

¿Qué pasaría por la mente de David Bushnell en 1948, cuando de-cidió escoger a Colombia para ade-lantar su tesis sobre el General San-tander, con la que recibió el título de doctor en Historia de la prestigiosa Universidad de Harvard?

En la década de 1940, Colom-bia aún no había registrado su hue-lla en la academia mundial. Aque-llos que se interesaban por América Latina preferían estudiar a México, Brasil o Argentina. Sin embargo, Bushnell desde muy joven empezó a fascinarse con la escasa informa-ción que algún día le llegó sobre un lugar diferente en Sudamérica, que se perfilaba como “un oasis de paz y democracia”.

La curiosidad lo trajo por pri-mera vez a Colombia en 1943. Lle-gó a Medellín en un vuelo prove-niente de Panamá. El mareo que le produjo el pequeño avión, que aterrizó en el angosto Valle de Abu-rrá, no fue excusa para abandonar su optimismo. La suerte estaba echada, y así lo puntualizó en una carta que dirigió a sus padres el 2 de diciembre de ese mismo año, desde la capital antioqueña: “¡Este país me va a gustar!”.

¿Todo le gustó?

Recorrer a Colombia en 1943 era una verdadera aventura, ¿o una tortura? Bueno, todo dependía del viajero. Para aquella época, el país contaba con más de 20.000 km de carreteras nacionales y departa-mentales, y tan solo 784 km estaban pavimentados. El ferrocarril era una opción, pero como lo dejó expresa-do Bushnell en su texto Colombia por primera vez y hace medio siglo, “los trenes colombianos eran su-mamente lentos, (…) condenados a recorrer una red de una sola vía trazada por terreno accidentado y no muy bien mantenida”.

Pese a lo anterior, el norte-americano convirtió la falta de confort y la lentitud de los medios de transporte intermunicipales en “una lección de sociología” y en una oportunidad única para co-nocer detalles que de otra forma nunca habría experimentado.

Siempre recordó las conver-saciones con personas que se acercaban espontáneamente al “llamativo forastero” para inter-cambiar impresiones e ideas sobre cualquier tema. Bushnell también lo escribió: “Lo que más me gustó de Colombia fue su gente, al pare-cer ‘siempre a la orden’ y de una extremada cortesía”.

En su memoria quedaron los paisajes y la variedad de alimentos que probó en las paradas del tren: iniciaba con piña en tierra calien-te, y luego pasaba al caldo con le-gumbres, la gallina asada con papa salada, el café y terminaba con el traguito de aguardiente “para es-pantar el frío sabanero”.

De vuelta en 1948

Tres meses en Colombia le bastaron para tomar la decisión de volver en 1948 y ubicarse en Bogotá. En esta ocasión llegó con su primer hijo, John, y su esposa, Virginia Starkes, quien estaba em-barazada de su segundo hijo. Con ellos se ubicó en un apartamento, ubicado en la primera planta de un edificio de tres, en Teusaquillo, construido por una pareja alema-na que había llegado a Colombia huyendo de la II Guerra Mundial. La amistad con esta familia perdu-ró desde entonces.

Inger Hoise, hija de los alema-nes, en ese momento tenía 12 años y todavía recuerda la habilidad del profesor Bushnell para repartir su tiempo entre la familia y el trabajo,

su afición por comprar billetes de la Lotería de Bogotá y el agrado por la comida típica colombiana, especialmente el ajiaco.

“Tiempo después, cuando Da-vid ya estaba radicado en Estados Unidos y venían sus estudiantes de posgrado a conocer Colom-bia, siempre le llevaban un caja de ‘papas criollas enlatadas’. Eran importantes para que David y Vir-ginia invitaran a almuerzos con ajiaco a sus colegas”, recuerda con nostalgia.

Los ajiacos no eran cuestión de poca importancia. Después de la publicación de su trabajo de tesis El régimen de Santander en la Gran Colombia (1966), en donde redescubrió a este prócer como un hombre de leyes, de libre pen-samiento y fundamental para la construcción de las instituciones políticas y económicas del siglo XIX, Bushnell se convirtió en un embajador de nuestro país an-te la academia norteamericana, al punto de ser reconocido como “el decano” de los colombianistas, grupo de destacados académicos interesados en el estudio del país (entre otros, se pueden mencionar a Malcom Deas, Charles Bergquist y Frank Safford).

Colombia, ¿una nación?

Colombia, una nación a pesar de sí misma se publicó en 1996 y de inmediato se convirtió en un referente para conocer de manera concreta la historia del país desde la época prehispánica hasta la dé-cada de 1990. Para el historiador

Álvaro Tirado Mejía, la obra es una muestra de que Bushnell era “un verdadero profesor y pedagogo, que combinaba la rigurosidad de su trabajo de investigador con la fa-cilidad para transmitir el mensaje”.

El libro refleja una importante contradicción: desde la Indepen-dencia se hacen elecciones perió-dicas para escoger presidentes en Colombia. Además, el país logró convertirse en uno de los mayores exportadores de café del mundo. Sin embargo, los colombianos su-frieron la barbarie de la confron-tación entre liberales y conserva-dores y aún no superan los proble-mas causados por la corrupción. ¿Cómo puede llamarse “nación” a un sitio así? Bushnell lo hizo y desafió al país con una historia diferente, sin centrarse en la vio-lencia y los fracasos, más bien en su riqueza botánica, cultural, la fortaleza de sus instituciones eco-nómicas y su marcada tendencia a preferir la democracia sobre el autoritarismo.

Doctorado Honoris Causa

Otros libros del profesor Bus-hnell como Eduardo Santos y la política del buen vecino (1984) y Simón Bolívar: hombre de Caracas, proyecto de América: una biografía

(2002), junto a decenas de escritos en revistas especializadas, se con-vierten en un aporte excepcional a la memoria histórica nacional, que cobra relevancia en el año del Bicentenario de la Independen-cia. La importancia de su trabajo, reconocida sin titubeos por la co-munidad académica colombiana, le mereció el Doctorado Honoris Causa que entrega la Universidad Nacional de Colombia.

Bushnell conoció la noticia de su distinción a mediados de agos-to de este año. Siempre estuvo listo para volver al país. Ni su avanzada edad (87 años) ni el cáncer que le había sido diagnosticado eran im-pedimento. Sin embargo, en esta ocasión no pudo cumplir la cita. Murió el 3 de septiembre del 2010 en Gainesville (Florida) en Estados Unidos.

El pasado 24 de septiembre, en ceremonia realizada en el Auditorio León de Greiff de la UN, su hija Ca-thy Bushnell recibió el título póstu-mo. Ella prefirió recordar la huella que su padre dejó en su familia: “Él nos enseñó que no existen barreras culturales, mientras se respeten la diferencia y las costumbres de los demás. Este reconocimiento, que él estaba muy orgulloso de recibir, es un premio a su constancia y pasión por la vida”.

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de la historia colombiana

Desde que llegó a Colombia en 1943, el intelectual David Bushnell reco-rrió todos los rincones de la geografía nacional para mostrarle al mundo las fortalezas de un país desconocido.

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Cultura

“¡Usted tranquila! Relájese. No hay nada de qué alarmarse. Solo coquetéele a la cámara con ca-ra de víctima y finja que la están mechoneando, que la están manoseando. El resto es cuestión de los medios”. Desde el arte, un estudio evidencia el uso que algunos periódicos colombianos ha-cen de las fotografías que ilustran temas como la violencia doméstica.

Luis Miguel Palacio,Unimedios

Haga como que la violan, haga como que le pegan, nombre de la publicación que compila el estudio realizado en la Facultad de Artes de la Universidad Nacional, abor-da entre otros temas, la violencia intrafamiliar y la violencia en con-tra de las mujeres. Los “Haga como que…” son recursos en los que se recurre a poses y escenarios pre-parados para producir fotografías temáticas, utilizados desde el arte hasta el periodismo.

Desde mediados del siglo pa-sado, es usual que los periódicos adquieran gran parte de su mate-rial gráfico en bancos de imáge-nes. En Colombia, los más comu-nes son Jupiterimages y Fotolia, en los que se pueden comprar fotos baratas con permiso para usarlas múltiples veces por el mismo pre-cio, para distintas noticias, títulos y pies de fotos.

Interesada en ver lo que su-cedía con el uso de estos recursos gráficos en el contexto del perio-dismo colombiano y su relación con los temas mencionados, Ze-naida Osorio, docente de la Fa-cultad de Artes de la UN, examinó 44 periódicos como El Diario de Huila, El Heraldo, El Nuevo Día, El Espectador y El Mundo, para ge-nerar reflexiones que aparecen en 26 imágenes publicadas de 1997 a 2010 y 30 textos que forman parte de este trabajo que puede des-cargarse gratuitamente en www.diasfrios.org

En total se exploraron más de dos mil fotografías en las que, se-gún Osorio, la constante es, por un lado, el reencauche exagerado de las fotos –tanto así que una misma imagen es publicada hasta nueve veces en un año editándola de diferentes maneras– y, por el otro, una altísima presencia de escenas de estudio que se hacen pasar por imágenes de toma directa.

Temas que se banalizan

El embarazo, la prostitución y la violencia doméstica. Para el pri-mero, por ejemplo, usan la barriga de cinco o seis meses de emba-razo de una adolescente a la que le ponen muñecas y ositos en la mano para infantilizar su estado con titulares que se consideran propios de los periódicos juzgados sensacionalistas: “Mamá, estoy embarazada” o “Mamá con cuerpo de muñeca”.

Por otra parte, la profesora Zenaida encontró que los artículos

de violencia doméstica son gene-ralmente escenificados entre per-sonas de escasos recursos y casas muy humildes, a juzgar por los muebles, las cortinas, camas y sus tendidos, entre otros detalles pre-sentes.

“Con respecto a la prostitu-ción, es evidente que dichas pro-ducciones fotográficas asocian una y otra vez este tema con las piernas de una mujer, tacones, o una mujer fotografiada en contra-luz en una calle. Esto me parece que oculta la realidad de la pros-titución como negocio ligado al comercio organizado de bares y a mafias de proxenetas”, asevera la investigadora.

Los que más reencauchan

Los distintos periódicos de la Casa Editorial El Tiempo, que justa-mente usan los servicios informati-vos Jupiterimages y Fotolia, reencau-chan en gran medida.

También lo hacen El Heraldo y los periódicos que publica su grupo.

Críticas elementales

Son dos: “Critico que no se aclare lo suficiente la fuente de los ‘Haga como que…’, ya que no basta escribir en letra pequeñísi-ma ‘Archivo’, debajo de la foto. La segunda, más grave aún, que los periódicos como los de la Casa Editorial El Tiempo usen la misma imagen una y otra vez, con distin-tos títulos y pies de foto, y como si fuera poco, cubran los rostros de una imagen que antes habían publicado descubierta, en una in-formación sobre desplazamiento, por ejemplo, cuando la van a usar

¿Qué significa esto?

Haga como que la violan le pegan

Fotografía publicada el domingo 25 de mayo de 2008 en el periódico El Tiempo. Así publicó el mismo periódico el miércoles 30 de julio del 2008.

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Jupiterimages

un mes después para ilustrar una noticia de abuso sexual”, dice Ze-naida Osorio.

¿Qué hay de malo en pixelar?

Para la investigadora, es un uso malintencionado de un có-digo: tapar rostros o, peor aún, pixelar el rostro de una modelo que luce un ojo morado mediante maquillaje. De esta forma se hace pasar una fotografía de estudio por una de toma directa, y eso es abu-so de la información. Es mentir.

¿Podría pensarse que los periódicos amarillistas son los

que peor tratan esta información?

Osorio encontró que son los periódicos a veces llamados “sen-sacionalistas”, como El Espacio, los que producen imágenes particu-lares sobre situaciones particula-res. “Aunque estas son más cerca-nas a las fotografías de Medicina Legal, son ellos los que reciclan e inventan menos, mientras que los considerados ‘serios’, ofrecen la misma imagen una y otra vez. Esto es grave para las ideas que tenemos sobre la realidad y para la comprensión de la violencia y la discriminación”, advierte.

¿Cómo se deben tratar esas fotografías?

Como indica el Código Inter-nacional de Periodismo: “sin uti-lizar imágenes de ficción como si fueran realidad, sin titular ambi-guamente, y aclarando el origen de las mismas”, concluye la profe-sora de la Universidad Nacional.

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CulturaDe la

guaqueríaa la apropiación culturalPiezas cerámicas elaboradas con la misma calidad escultórica de indígenas prehispánicos de Centro-américa, Japón e Indonesia, pero hechas por so-ciedades de Tumaco hace más de 2.000 años, hacen parte de la exposición Tumaco — La Tolita, con-siderada una de las culturas más importantes del territorio colombiano. 116 piezas arqueológicas se exhiben por estos días en Bogotá.

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Giovanni Clavijo Figueroa,Unimedios

Tumaco – La Tolita. Este es el nombre de una valiosa civilización que se desarro-lló en el departamento de Nariño, entre la costa Pacífi-ca colombiana y ecuatoria-na, durante los años 500 a. C. y 500 d. C. En el Ecuador se conoce como La Tolita y en Colombia como Tumaco.

Las muestras arqueoló-gicas o vestigios que se han rescatado de esta cultura co-rresponden a una sociedad que evolucionó en la época prehispánica. Según la an-tropóloga de la Universidad Nacional de Colombia Ana María Groot, “su economía estuvo relacionada con re-cursos ecológicos, y las evi-dencias señalan una orga-nización social estable, con cacicazgos y rituales que ex-presaban su vida cotidiana”.

Un aspecto sobresa-liente es la simbología de sus piezas de alfarería, que tienen representaciones hu-manas y de fauna, y de fu-sión entre estas dos figuras (antropozoomorfas). Tam-bién se pueden identificar imágenes de animales pro-pios de la zona como la-gartijas, serpientes, sapos, búhos y lechuzas, así como la escena de utilización de máscaras de jaguares.

“Aparecen figuras hu-manas con representacio-nes sobre las probables en-fermedades que pudo pa-decer esta sociedad como labio leporino, enanismo y síndrome de down”, agrega Groot.

Además de la particula-ridad de las formas, la cerá-mica de esta cultura es espe-cial porque revela, por pri-mera vez en el país, el uso de moldes. “Se han encontrado piezas en negativo y positi-vo que evidencian el empleo de esta técnica”, dice Ángela Eraso, coordinadora del Área de Conservación del Siste-ma de Patrimonio Cultural y Museos (SPM) de la UN.

Eraso afirma también que “la pasta cerámica con la que se elaboraron las pie-zas tiene una coloración gris que no tienen piezas de otras culturas prehispánicas colombianas. Hay rastros de pigmentos y algunas piezas presentan policromía”.

Apropiación social

El valor histórico y pa-trimonial de estos vestigios motivó a la Universidad Nacional a iniciar una in-vestigación que tiene como objetivo profundizar en el conocimiento de la cultura Tumaco – La Tolita y adelan-tar un trabajo de apropia-ción social por parte de las comunidades que actual-mente habitan la zona.

“En la medida en que los diferentes valores de una región –bien sean culturales o naturales– se dan a cono-cer, las sociedades empiezan

a adaptarlos y a propender por su conservación”, afirma Groot.

La UN igualmente lide-ra una campaña para que el patrimonio arqueológico no sea un bien de explota-ción económica. “Ello im-plica que los colombianos sepan cómo funciona la ley que penaliza el tráfico del patrimonio y puedan tener certeza de qué hacer cuan-do se encuentran un obje-to o pieza arqueológica en cualquier región del país”, agrega Eraso.

En Colombia la ley es extensa y específica al res-pecto. Desde 1997, el Insti-tuto Colombiano de Antro-pología e Historia (Icanh), a través de la Ley General de Cultura, ha luchado por combatir la guaquería y el registro de las piezas ar-queológicas patrimoniales del país por parte de parti-culares. Sin embargo, el pro-blema es complejo, pues la destrucción de estos sitios antiguos impide su recupe-ración científica.

“En la medida en que logremos que la gente en-tienda que la guaquería no es una actividad lícita y que estas piezas pueden estar en su tenencia con los registros del Icanh, nosotros podre-mos estimular que la cultura sea conocida y preservada para el país”, asegura Beatriz Sánchez, vicerrectora gene-ral de la UN y directora dele-gada de la Sede Tumaco.

“En el país, el 3% del material que se extrae es producto de investigación científica, el resto ha sido saqueado y sacado al exte-rior. El caso de Tumaco, pese a ser una zona olvidada en la que poco se sabe del te-ma, refleja esta realidad. Por eso debe haber una labor de concientización a nivel na-cional”, considera Eraso.

El SPM y el Icanh ya empezaron esta misión con la exposición Tumaco – La Tolita, en la que se exhiben 116 piezas arqueológicas.

“Se trata de un montaje itinerante que hace parte de las exposiciones ‘Ida y vuel-ta’, llamadas así porque se exhiben en las regiones del país donde la UN tiene sus sedes:; Bogotá, Amazonas, Leticia, Arauca, San Andrés, Palmira, Medellín y Tuma-co”, afirma Edmon Castell, asesor del SPM.

“Esta exposición ha si-do coordinada y estimulada desde la Sede Tumaco, y es un recurso nacional que no conocemos, que no hemos valorado y que tenemos que rescatar. Es además una for-ma de mostrarle al país una cara amable que tiene el Pa-cífico”, concluye la Vicerrec-tora.

La exposición con pie-zas originales de Tumaco estará hasta finales de enero del 2011 en el Claustro San Agustín de la Universidad Nacional.

Las cerámicas de la cultura Tumaco – La Tolita, considerada como una de las más importantes de Colom-bia, tienen una calidad histórica tri-dimensional similar a la estatuaria americana prehispánica.

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Reseñas

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El interés por el uso de mi-croorganismos en campos como la agricultura y el ambiente se ha incrementado notoriamente. Co-mo prueba se puede apreciar el creciente número de empresas y productos relacionados con ino-culantes microbianos de diverso tipo, en especial para control bio-lógico y biofertilizantes. Estos se han generado a partir del estudio, el aislamiento y la caracterización de microorganismos benéficos pa-ra las plantas, los cultivos y eco-

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Diversas miradas sobre los acontecimientos del arte ac-tual. Santiago Rueda Fajardo, crítico de arte contemporáneo, habla con los protagonistas del arte nacional e internacional. Artistas plásticos, músicos, crí-ticos, curadores e historiadores comentan su trayectoria y el trabajo que realizan.

En cada capítulo, la serie se acerca a una novela contempo-ránea a partir de la descripción de su propio autor. Por medio de puestas en escena e imáge-nes de archivo se ilustra la tra-ma de cada obra con la inten-ción de promover de manera divertida el trabajo de distintos autores colombianos.

Cuidando a los cuidadores:Familiares de personas con enfermedad crónica

sistemas, acompañados de pruebas de eficiencia a dife-rentes escalas.

La mayor demanda de alimentos para una pobla-ción creciente es un hecho comprobado, sin embar-go, en muchos lugares el potencial de tierras cul-tivables está declinando como resultado de la de-gradación y la erosión. También la urbaniza-ción desbordada hace más escasos los terrenos

agrícolas.La producción de alimentos

de calidad con prácticas agríco-las y sostenibles representa una tendencia saludable, en donde la integración de enfoques agroeco-lógicos es relevante. En los ecosis-temas terrestres los microorganis-mos del suelo son motores de su funcionamiento y componentes esenciales para la calidad y fertili-dad del mismo.

Este libro aporta herramien-tas para estudiar la microflora del suelo y para entender las carac-terísticas y funciones de algunos componentes de la biota edáfica. Incluye diversas prácticas que se pueden seleccionar y aplicar para análisis microbiológicos generales y en ecología microbiana.

jo. Con la ayuda de ejemplos de construcción, se abordan varios principios de la física mecánica, ondulatoria, electrónica y la al-goritmia. También comprende la experimentación de diversas teorías del aprendizaje, retan-do a los actores del proceso educativo al cambio de un paradigma pasivo por otro proactivo.

El capítulo I hace un re-corrido por el significado de la palabra universidad y re-copila algunos de los cam-bios que afrontan la ma-yoría de estudiantes que pasan del colegio a la uni-versidad. El segundo se centra en los modelos de enseñanza–aprendizaje, y revisa algunas teorías al respecto: conductis-

mo, cognitivismo, etc.La tercera unidad ofrece no-

ciones de robótica antes de rea-lizar una descripción detallada de las partes que constituyen el autómata por construir y los pro-cedimientos para su fabricación y ensamble. El cuarto capítulo aborda los principios algorítmi-cos que dan paso a la descripción de los principales dispositivos que componen el robot (sensor, motor, microcontrolador) y sus funciones en el sistema, concentrados en la quinta unidad. En otro apartado se desplegan los elementos que componen la tarjeta.

Óptica

Textos y contextos

www.prismatv.unal.edu.co

Autores: Lucy Barrera,Natividad Pinto, Beatriz Sánchez, Gloria Carrillo y Lorena ChaparroFacultad de EnfermeríaUniversidad Nacional de Colombia

El libro está dedicado a profe-sionales de Enfermería, en forma-ción y constituidos, interesados en conocer modelos de cuidado para pacientes con enfermedad cróni-ca. Esta vivencia demanda pro-blemas y necesidades que hacen fundamental reconocer –con ex-periencias, análisis de la literatura e investigaciones– la base para ge-nerar programas de cuidado.

Como contexto, define enfer-medad crónica y cuidador familiar, así como la situación del cuidador con resultados de investigaciones

que constituyeron la base pa-ra la generación del programa Cuidando a los Cuidadores, de la Facultad de Enfermería de la UN, el cual derivó en otros productos académicos y de asistencia como el programa de seguimiento, el de apoyo social y el plan de egreso hospitalario.

Cuidando a los Cuida-dores tiene sus anteceden-tes en la línea de investiga-ción Cuidando al Pacien-te Crónico, conformada en 1994 alrededor de la Maestría en Enfermería de la Universidad Nacio-nal de Colombia.

Los docentes que li-deran este programa han

asesorado 36 tesis de maestría, tres trabajos de especialización en En-fermería Cardiorrespiratoria y 25 trabajos de pregrado.

Esta trayectoria ha permiti-do el reconocimiento de la viven-cia en poblaciones de grupos de adultos con cáncer o alteraciones neurológicas, de ancianos con de-mencias, diabetes, artritis y niños con fibrosis quística, enfermeda-des neurológicas y cáncer.

Con respecto a lo observado, se establecieron necesidades de modificar el estilo de vida, dolor, limitación, mutilación, alteración en la socialización y pérdida o te-mor a la muerte.

Asimismo, se evidenciaron las necesidades de enfermos crónicos moribundos, la experiencia de vi-vir con enfermedad crónica, la di-mensión espiritual y la cronicidad en general.

Estos, entre otros aspectos, son abordados en el libro.