¿UN NUEVO PARADIGMA PARA LA AGRICULTURA? LA...

LA VENTANA, NÚM. 17 / 2003218

¿UN NUEVO PARADIGMA¿UN NUEVO PARADIGMA¿UN NUEVO PARADIGMA¿UN NUEVO PARADIGMA¿UN NUEVO PARADIGMAPARA LA AGRICULTURA? LAPARA LA AGRICULTURA? LAPARA LA AGRICULTURA? LAPARA LA AGRICULTURA? LAPARA LA AGRICULTURA? LAAGRICULTURA SUSTENTABLEAGRICULTURA SUSTENTABLEAGRICULTURA SUSTENTABLEAGRICULTURA SUSTENTABLEAGRICULTURA SUSTENTABLEDESDE LA PERSPECTIVA DEDESDE LA PERSPECTIVA DEDESDE LA PERSPECTIVA DEDESDE LA PERSPECTIVA DEDESDE LA PERSPECTIVA DEMUJERES AGRICULTORASMUJERES AGRICULTORASMUJERES AGRICULTORASMUJERES AGRICULTORASMUJERES AGRICULTORASDE MINNESOTADE MINNESOTADE MINNESOTADE MINNESOTADE MINNESOTAMARTA B. CHIAPPE

Durante los últimos cincuenta años, la agriculturaestadounidense ha estado dominada por la utiliza-

ción de tecnologías intensivas en el uso de capital. En la déca-da de los sesenta, el advenimiento y la expansión de la RevoluciónVerde facilitaron la adopción de variedades de cultivos de altorendimiento. En este proceso coadyuvaron la disponibilidadde fondos para inversión y los precios bajos de los fertilizan-tes químicos y los pesticidas. Al mismo tiempo, hubo un in-cremento en la demanda por tractores de alta potencia a medidaque los agricultores se volcaron a producir solamente uno odos cultivos (Harwood, 1990). La industrialización de la agri-cultura hizo posible la plantación de una mayor superficie sinincrementar la necesidad de trabajo humano, el cual, por elcontrario, fue reemplazado a menudo por maquinaria agríco-la. Este proceso permitió que Estados Unidos se convirtieraen el país productor de alimentos y de fibras más eficientedel mundo (Albrecht y Murdock, 1990).

MARTA B. CHIAPPE 219

La intensificación de la agricultura dio lugar a importantestransformaciones estructurales. Una mayor concentración dela tierra, disminución del número de establecimientos fami-liares, emigración de la población rural a áreas urbanas y con-centración de la producción de alimentos en establecimientoscapitalistas o corporativos, fueron algunos de los efectos dela agricultura industrial que han cambiado sustancialmenteel perfil de la agricultura de Estados Unidos. Paralelamente aestos procesos se han dado otros cambios en el sector agra-rio, tales como un incremento en el ausentismo de los pro-pietarios de la tierra y en el número de trabajadores asalariados,quienes se concentran en su mayoría en los establecimientosde mayor tamaño (De Janvry y LeVeen, 1986; Rosenfeld, 1985).Asimismo, las comunidades rurales han experimentado unacontinua reducción de su base social y económica (Albrechty Murdock, 1990; Garkovich, 1989; Heffernan, 1986), y elproductor de tiempo parcial (part-time farmer) se ha conver-tido en un componente estable del paisaje agrícola (Albrechty Murdock, 1990).

En este contexto, las tecnologías industriales para la agri-cultura están siendo crecientemente cuestionadas, dando lu-gar a concepciones y estrategias alternativas de producciónagrícola. La agricultura sustentable se ubica como uno de losenfoques alternativos que está ganando adeptos tanto en elámbito académico como en el productivo. A medida que estemodelo gana aceptación, se proponen múltiples definiciones


y diversas estrategias para alcanzar la sustentabilidad. Sinembargo, éstas son generalmente concebidas en ámbitos aca-démicos o instituciones gubernamentales, consultando rara veza los propios productores para conocer sus opiniones y com-partir sus experiencias en torno a la sustentabilidad de la agri-cultura. Si se considera importante avanzar en esta dirección,resulta crítico incorporar las maneras en que los actores socia-les de diferentes localidades reaccionan frente a estas posturas.

Según Allen y Sachs (1994a, 1994b), todavía es necesarioincorporar una perspectiva feminista en el discurso de la agri-cultura sustentable. Sachs (1996) señala que tanto hombrescomo mujeres involucrados en el movimiento de agriculturasustentable son conscientes del potencial transformador delos enfoques feministas de la agricultura sustentable. Flora (1992)y Feldman y Welsh (1995) han hecho hincapié en la necesidadde considerar las implicaciones para la sustentabilidad de for-mas de conocimiento que incluyan la perspectiva de género.Allen y Sachs (1994a), por su parte, señalan que el discurso deagricultura sustentable ha sido predominantemente masculi-no y que con frecuencia tiene una base tecnológica en lugarde analizar qué se produce, cómo se produce y para quién seproduce. En este estudio, al examinar específicamente las vi-siones sobre sustentabilidad de mujeres rurales en un contex-to determinado, se intenta incorporar una perspectiva de géneroal discurso de sustentabilidad, tal como lo sugieren Harris et al.(1995) y Smith (1987).


DISEÑO DEL ESTUDIODISEÑO DEL ESTUDIODISEÑO DEL ESTUDIODISEÑO DEL ESTUDIODISEÑO DEL ESTUDIOPara este estudio, veintisiete mujeres ruralesinvolucradas en agricultura sustentable fueron se-

leccionadas con el apoyo del Land Stewardship Project (LSP),una organización no gubernamental que, desde su fundaciónen 1982, ha promovido una ética hacia el cuidado de la tierray la difusión del modelo de agricultura sustentable. Este gru-po de mujeres fueron seleccionadas de una lista original de35, con base en los siguientes criterios: diversidad de siste-mas de producción (ganadería vacuna y lechería basadas enpastoreo rotativo; producción orgánica; granos producidos conbajos insumos y producción de cerdos, aves, ovinos y cabrasen forma no confinada). A cada una se le envió una carta in-troductoria explicando el objetivo del estudio. Dos de las mujeresseleccionadas no desearon ser entrevistadas: en un caso porestar demasiado ocupada y en otro por no estar involucradaen las actividades del establecimiento. La información fuerecabada mediante entrevistas a profundidad realizadas en losestablecimientos. En ningún momento se les preguntó direc-tamente sobre los componentes de sustentabilidad, sino queéstos fueron surgiendo de la conversación.

Los establecimientos eran más pequeños y mucho másdiversificados que el promedio de Minnesota. La mayoría delas mujeres eran casadas y aproximadamente la mitad teníanniños viviendo en sus casas. Tres de las mujeres habían com-pletado la educación secundaria, las demás tenían educación


superior y cuatro habían completado estudios de maestría.Las edades fluctuaban entre 23 y 67 años. Ninguna de las mu-jeres se identificaba a ella misma como feminista. Todas eranprimordialmente responsables del trabajo reproductivo y do-méstico. Algunas de ellas trabajaban fuera del establecimien-to, pero todas participaban en mayor o menor medida en tareasproductivas, siendo algunas responsables de la producciónde rubros específicos dentro del establecimiento.

En las entrevistas a profundidad se llegó a obtener satura-ción teórica (Strauss, 1987) de la información. Las entrevistas

fueron grabadas, transcriptas textual-mente, codificadas,1 analizadas temá-

ticamente (Van Manen, 1990) y devueltas a las mujeres paraobtener sus comentarios, de tal manera que la validez de lasinterpretaciones pudiera ser verificada (Merriam, 1990). Deltotal de mujeres entrevistadas, 19 enviaron sus comentarios,afirmando que los temas identificados y las interpretacionesrealizadas reflejaban sus ideas y experiencias.

EXPERIENCIAS DE LAS MUJERESEXPERIENCIAS DE LAS MUJERESEXPERIENCIAS DE LAS MUJERESEXPERIENCIAS DE LAS MUJERESEXPERIENCIAS DE LAS MUJERESAGRICULTORAS EN AGRICULTURAAGRICULTORAS EN AGRICULTURAAGRICULTORAS EN AGRICULTURAAGRICULTORAS EN AGRICULTURAAGRICULTORAS EN AGRICULTURASUSTENTABLESUSTENTABLESUSTENTABLESUSTENTABLESUSTENTABLE

Para las mujeres entrevistadas, la agricultura sus-tentable no sólo es la combinación de determina-

das prácticas agrícolas, sino que representa la filosofía de vidaa la cual se adhieren. Esto se manifiesta en la estrecha co-

1 Para la codificación se utilizó el softwareText Base Alpha.


nexión que existe entre los objetivos, valores y creencias quemanifiestan tener, y el compromiso hacia el desarrollo de unaagricultura sustentable. En otras palabras, para las mujeresentrevistadas, la agricultura sustentable es el paradigma pro-ductivo que mejor se ajusta a la filosofía de vida por la quehan optado ellas y sus familias. Como una de las mujeres ex-plicaba: “Creo que es por la manera que vivimos nuestras vi-das que comenzamos a pensar en la agricultura sustentable...Pienso que nos volcamos hacia el modelo sustentable porqueel [modelo] convencional iba en contra de nuestros valores ycreencias” (Lynn, 40 años).

Dentro de esta concepción globalizadora de agriculturasustentable que sostienen las mujeres, es posible distinguirtres dimensiones principales:

1. Una de las dimensiones que las mujeres destacanes la sensación de control sobre sus vidas. La op-ción de producir con criterios de sustentabilidad llevaa que las mujeres y sus familias puedan tomar suspropias decisiones en cuanto a qué y cómo produ-cir, fijar los precios de sus productos, decidir dóndecomercializarlos y producir sin mayor asistencia fi-nanciera de los bancos. En definitiva, lleva a que sesientan independientes y capaces de establecer suspropios estándares sobre las prácticas agrícolas apli-cadas.


2. Otra dimensión que caracteriza la concepción yexperiencia de las mujeres en agricultura sustenta-ble es la búsqueda de un equilibrio entre sus objeti-vos, valores y creencias. Éste se expresa en cuatroaspectos principales: (a) equilibrio entre la rentabi-lidad y la calidad de vida, (b) equilibrio entre el tra-bajo y la familia, (c) equilibrio entre la tierra y laspersonas que la ocupan y (d) equilibrio con la natu-raleza.3. La tercera dimensión que destacan las mujeres sevincula a su espiritualidad. La relación entre espiri-tualidad y agricultura sustentable se refleja tantoen un compromiso de largo plazo como en sus prácticasproductivas cotidianas. Sus creencias religiosas, susconvicciones acerca de los roles que cumplen losseres humanos en la Tierra, su sentido de conexióncon la tierra y con otras mujeres agricultoras, cons-tituyen pilares importantes a la hora de optar porsistemas agrícolas sustentables.

Las tres dimensiones descritas que subyacen a las concep-ciones y experiencias de las mujeres entrevistadas en agricul-tura sustentable serán examinadas con detalle en los apartadossiguientes.


LA AGRICULTURA SUSTENTABLE NOSLA AGRICULTURA SUSTENTABLE NOSLA AGRICULTURA SUSTENTABLE NOSLA AGRICULTURA SUSTENTABLE NOSLA AGRICULTURA SUSTENTABLE NOSDA LA POSIBILIDAD DE EJERCERDA LA POSIBILIDAD DE EJERCERDA LA POSIBILIDAD DE EJERCERDA LA POSIBILIDAD DE EJERCERDA LA POSIBILIDAD DE EJERCERCONTROL SOBRE NUESTRAS VIDASCONTROL SOBRE NUESTRAS VIDASCONTROL SOBRE NUESTRAS VIDASCONTROL SOBRE NUESTRAS VIDASCONTROL SOBRE NUESTRAS VIDAS

Las mujeres son sumamente críticas acerca de la in-fluencia que ejercen las compañías productoras de

agroquímicos, las agroindustrias y el gobierno federal en latoma de decisiones de los productores. Las decisiones sobrequé y cómo producir en sus establecimientos están frecuen-temente guiadas por programas del gobierno o por las com-pañías de agroquímicos y de venta de productos agrícolas. Lafalta de autonomía constituye una de las principales fuentesde frustración para las mujeres y sus familias y a menudo ge-nera conflictos entre sus intereses y los de otras entidadesagrícolas (e.g., agencias del gobierno, servicios de extensión,empresas agroindustriales, etcétera).

Las mujeres entrevistadas encuentran en la agricultura sus-tentable una vía válida para recuperar el control sobre la ma-nera en que ellas y sus familias desean producir, los preciosque desean cobrar por sus productos y la manera en que de-sean encarar sus vidas. Los siguientes testimonios recogenestas ideas:

¿Qué es hoy el productor en la economía del país?Es un esclavo, está produciendo todos esos cultivospara las empresas agroindustriales. Por eso, lo quela agricultura sustentable tiene para decir es: ¡Un


momento, no vamos a hacer esto! Nosotros podemoshacernos cargo de las cosas. No necesitamos todoesto. Podemos producir sin eso. No vamos a com-prar toda esa maquinaria. ¡Vamos a tomar el controlde nuestras vidas! (Louise, 67 años).

Yo sé que a las compañías de productos químicos noles gusta [la agricultura sustentable], y que muchosde los estudios y banquetes están patrocinados porcompañías químicas. Quieren mantenernos depen-dientes. Quieren que pensemos que no podemoscontinuar sin productos químicos. Quieren que pen-semos que nuestros productos no van a ser buenossin usar tales o cuales dosis. Y probablemente poda-mos usar un tercio o dos tercios de esas dosis. Utili-zando menos productos químicos, aplicando en bandasen vez de atomizando, podemos lograr un buen cul-tivo (Bonnie, 33 años).

El modelo de agricultura sustentable también ha tenido unimpacto en el control de los recursos financieros. Varias mu-jeres indicaron que una de las razones que llevó a sus fami-lias a adoptar prácticas agrícolas sustentables fue su deseode producir sin tener que recurrir a préstamos bancarios, ge-nerando un consecuente endeudamiento. Una mujer que cultivabavegetales para vender en el mercado expresaba al respecto:


Cuando comenzamos a pensar en producir vegeta-les en el establecimiento, yo buscaba una forma deproducir comestibles libres de químicos y que no fueraintensiva en el uso de capital, así no tendría que pedirpréstamos para producir (Terry, 38 años).

LA AGRICULTURA SUSTENTABLELA AGRICULTURA SUSTENTABLELA AGRICULTURA SUSTENTABLELA AGRICULTURA SUSTENTABLELA AGRICULTURA SUSTENTABLECONTRIBUYE A ENCONTRAR UNCONTRIBUYE A ENCONTRAR UNCONTRIBUYE A ENCONTRAR UNCONTRIBUYE A ENCONTRAR UNCONTRIBUYE A ENCONTRAR UNEQUILIBRIOEQUILIBRIOEQUILIBRIOEQUILIBRIOEQUILIBRIO

Las mujeres y sus familias manejan sus estableci-mientos intentando encontrar un equilibrio con sus

objetivos, creencias y valores. En primer lugar, uno de los obje-tivos al que aspiran las mujeres entrevistadas es que sus esta-blecimientos sean empresas rentables, pero que al mismo tiempono pongan en riesgo la calidad del ambiente y la salud de susfamilias. En segundo lugar, las mujeres valoran el trabajo ar-duo en tanto sea posible combinar ese trabajo con tiempolibre para estar con sus familias. En tercer lugar, las mujeresse sienten a gusto trabajando en establecimientos familiares,de pequeña escala, porque creen que esto ayuda a mantenerun equilibrio entre las personas y la tierra. En cuarto lugar, lasmujeres creen en un orden natural y desean vivir en armoníacon ese orden. Es con el propósito de combinar estas aspira-ciones y valores que las mujeres y sus familias se han orientadohacia la agricultura sustentable. Desarrollaremos cada uno deestos aspectos en los siguientes párrafos:


a) Equilibrio entre rentabilidad y calidad de vida. La mayoríade las mujeres manifiestan que la agricultura sustentable esun medio para alcanzar dos objetivos simultáneos: mejorar lacalidad de vida de sus familias y mantener o incrementar suingreso familiar. Los siguientes comentarios reflejan estas ideas:

Lo que estamos tratando de hacer es maximizar laproductividad al tiempo de minimizar el trabajo y losinsumos. Por supuesto que con eso vienen las ga-nancias. Queremos disfrutar de la vida y trabajar lomenos posible (Debbie, 31 años).

Para mí, en nuestra situación [la agricultura susten-table], es buscar formas alternativas de hacer cosas,sean tradicionales o novedosas, y encontrar una ma-nera de hacerlas en nuestro predio, de manera quela vida sea mejor, que la vida de nuestra familia seamejor, sin tener que gastar mucho dinero para lo-grar lo mismo al fin. Creo que esto es básicamente loque significa para mí y para mi esposo (Bonnie, 33años).

Cinco de las nueve mujeres provenientes de establecimientoslecheros indicaron que, aunque el deseo de mejorar la cali-dad de vida influyó en su decisión de utilizar prácticas agrí-colas sustentables, la necesidad de reducir los costos operativos


y de poder obtener una ganancia habían sido sus motivacio-nes principales para utilizar prácticas agrícolas sustentables.En otros casos, la preocupación por aumentar la calidad devida, disminuir la carga de trabajo y tener una mayor disponi-bilidad de tiempo libre habían sido las razones sustancialespara adoptar prácticas agrícolas sustentables. El siguiente co-mentario es ilustrativo de esta última perspectiva:

La calidad de vida [en el campo] ha ido disminuyen-do. Lo he visto suceder aquí mismo en mi propia fa-milia. Los niños tenían que ayudar mucho despuésde la escuela, y dos de los más grandes no iban ahacer deportes porque tenían que ayudar. Y creo quehay más en la vida que pegar la nariz a la piedra 24horas al día... Yo creo que [la agricultura sustenta-ble] vuelve a poner las cosas en perspectiva en unestablecimiento, da la posibilidad de tener una me-jor calidad de vida (Susan, 49 años).

Una de las mayores preocupaciones que manifiestan las mu-jeres es proteger la salud de sus familias mediante la utiliza-ción de prácticas agrícolas más seguras. A menudo, esto tieneque ver con aplicar una menor dosis de productos químicos ono aplicar en absoluto. Cuatro de las mujeres entrevistadasmencionaron que la contaminación potencial o real de las aguassubterráneas con nitratos había sido una de las principales


razones por la cual habían reducido o eliminado el uso defertilizantes químicos. Otras dos mujeres dijeron que la prin-cipal razón para dejar de utilizar productos químicos fue quesus esposos se habían enfermado por el uso de insecticidas.En otro caso, el temor de un productor de abrazar a su hijadespués de aplicar productos químicos fue decisivo para re-ducir drásticamente su uso. Finalmente, en otro caso, se eli-minó totalmente la aplicación de fertilizantes químicos yherbicidas porque el uso de Atrazina —un herbicida— habíacausado problemas de salud al ganado recién nacido.

La preocupación de las mujeres por la salud de sus familiashizo que a menudo jugaran un papel relevante en la decisiónde eliminar productos químicos. Una de las mujeres sugirióuna conexión entre su identidad como mujer y su interés portemas vinculados a la salud: “Pienso que el hecho de estarcon los niños y de ser madre me hizo tener una mayor pre-ocupación que mi esposo por temas relacionados con la sa-lud” (Terry, 38 años).

La percepción de que la mujer cumple un rol primordial enla búsqueda de alternativas productivas más sanas aparecefrecuentemente entre las mujeres. Los siguientes comenta-rios ilustran esta idea:

Probablemente la mujer productora tuvo mucho másque ver con esto [eliminar el uso de agroquímicos] quelo que tuvo que ver el hombre, porque las mujeres


tienden a pensar más en ese tema al tener a los niñosy estar más a cargo de ellos. Y pienso que las mujeresprobablemente han hecho más hincapié en aspectosde salud que lo que han hecho los hombres. Están pre-ocupadas porque el tema afecta tanto a sus familiascomo al resto de la gente (Susan, 49 años).

Hablas con los productores y las mujeres están di-ciendo: “¡No me gusta que mi esposo use productosquímicos!”. Creo que, en esencia, muchas veces [lasmujeres] son las instigadoras (Louise, 67 años).

b) Equilibrio entre el trabajo y la familia. El dedicar tiempo ala familia es una de las más altas prioridades de las mujeresentrevistadas. Aun si las mujeres trabajan parte del día o eldía entero en el establecimiento, el estar con sus familias esconsiderado frecuentemente la actividad primordial. Una mujerque trabajaba exclusivamente en el establecimiento dijo: “Yoestablezco prioridades y la familia es lo que está primero paramí. Eso es lo más importante para mí” (Cathy, 44 años). Otrasdos mujeres que trabajaban tiempo parcial en el estableci-miento concordaron con la idea de que sus familias eran suprincipal prioridad.

Porque pienso que la familia es nuestro futuro, mipropia familia está primero, luego el predio y final-


mente mi trabajo. Creo que mi esposo estaría de acuerdoconmigo, pero él continuamente necesita estar ha-ciendo malabarismos entre su empleo fuera del esta-blecimiento, su vida en el predio y la familia (Joanne,44 años).

La [actividad] más importante es pasar tiempo conmi familia. Y pasar tiempo “en calidad”, en el quenos estemos comunicando, y hablando y jugando otrabajando en algo juntos (Jenny, 27 años).

El trabajo en el predio puede ser muy exigente en cuanto altiempo que demanda, compitiendo así con el tiempo dedica-do a la familia. Frecuentemente, el trabajo en el predio puedetransformarse en un fin en sí mismo y no se dispone de tiem-po para dedicarse a otras actividades. Las mujeres son sensi-bles a la necesidad de disminuir la carga de trabajo en el predioy aumentar el tiempo dedicado a la familia. Consecuentemente,cuando ven que las necesidades de sus familias se postergan,las mujeres promueven cambios en la dinámica de trabajo delestablecimiento. La utilización de prácticas agrícolas susten-tables está entre esos cambios y responde a la convicción deque disminuyen la carga de trabajo, contribuyendo así a al-canzar el equilibrio entre el tiempo dedicado al trabajo y eldedicado a la familia. Una de las mujeres expresaba su pre-


ocupación por el tiempo que exigía el trabajo en el predio ylos efectos que implicaba en su familia de la siguiente manera:

[En los últimos años] los productores aprendieron avivir sólo para sus establecimientos. Sus establecimientosse convirtieron en un fin en sí mismo, y eso no es unequilibrio saludable. No tenían tiempo para nada más...Yo sé que a [mi esposo] le pasó eso. ¡Simplementeestaba tan ocupado! Y yo dije: “¡Algo tiene que cambiar!¡No podemos seguir haciendo esto!”... ¡Yo sé que hayque trabajar y trabajar duro, pero tenemos que te-ner tiempo para oler el perfume de las rosas tam-bién! Y pensé que posiblemente la agricultura sustentablepodría ayudar (Susan, 49 años).

Yo estuve muy insatisfecha por un tiempo porquenunca podíamos alejarnos del establecimiento. Y cuandocomenzamos a definir cuáles eran nuestros objeti-vos, para ambos, y [mi esposo] vio cómo yo estabade inconforme, comenzamos a hacer algunos cam-bios. Ahora estoy mucho más satisfecha... redujimosel número de cerdos que tenemos por año porquenotamos que estaba poniendo mucho estrés en no-sotros. Así que redujimos la cantidad de trabajo quehacemos, y disminuimos el número de cerdos que ali-mentamos, de modo que en algunas épocas del año


en que teníamos mayores cargas de trabajo, ahorason menores y todavía tenemos tiempo para estaren familia. Pienso que el cambio que hicimos, de pro-ducir en forma sustentable, es que nos fijamos nosólo en lo que necesita el establecimiento, sino enqué necesitamos nosotros como personas (Alice, 34años).

Definitivamente soy yo quien toma la iniciativa detener días con la familia fuera del predio. No toma-ríamos ninguno si fuera por [mi esposo]. Yo creo quela salud mental de la familia es muy importante, ypongo mucha atención en ello. Mejora la calidad devida de nuestra familia y también mejora la calidaddel trabajo que yo hago, y que hacen nuestros hijostambién. Y frecuentemente me reconocen que real-mente se necesita [tomar días libres] (Cathy, 44 años).

c) Equilibrio entre las personas y la tierra. La concentraciónde tierra en pocos establecimientos es un tema que preocupaa varias de las mujeres entrevistadas. Desde el estallido de lacrisis agrícola a principios de la década de los ochenta, lasmujeres han presenciado la constante desaparición de esta-blecimientos vecinos y la lenta erosión de sus comunidades.Para contrarrestar esta tendencia, manifiestan que es necesa-rio recuperar el equilibrio entre las personas y la tierra. Asi-


mismo, las mujeres opinan que la repoblación del campo ten-dería a disminuir la incidencia de problemas económicos ysociales en las ciudades.

Yo creo realmente que la gente que no tiene traba-jo, que se ha ido del campo a la ciudad a lo largo delas generaciones, tiene que volver. La tierra tiene queser accesible a toda la gente que quiera volver a pro-ducir; eso tiene que suceder. Entonces, si la gentevuelve a la tierra, vamos a tener muchos menos pro-blemas económicos... Creo que si permitimos que lospredios sean unidades sustentables es posible queesto suceda (Terry, 38 años).

Lo que está pasando aquí es que los predios son cadavez más grandes. Nuestro grupo de agricultura sus-tentable y el Land Stewardship tienen miedo; estoes lo que va a pasar en el área agrícola de los EE.UU.Tenemos que revertir esta tendencia. No necesitamosmenos gente en la producción, ¡necesitamos más!En este país tenemos una historia de pequeños pro-ductores. Thomas Jefferson, uno de nuestros fun-dadores, creía en pequeños predios productivos. Ypor supuesto ése es el ideal, pero si no somos cuida-dosos, los EE.UU. van a convertirse en una de esas “re-públicas bananeras” (Louise, 67 años).


Cinco de las mujeres opinan que la producción en pequeñasparcelas contribuye a que la gente se reconecte con la tierra yla naturaleza, incrementando así el equilibrio entre la tierra y laspersonas. Asimismo, seis mujeres piensan que la producciónen pequeña escala se ajusta mejor a la agricultura sustenta-ble. En efecto, en predios pequeños se puede utilizar trabajomanual, reduciendo así el monto de inversión en equipo me-cánico y el consumo de recursos no renovables. Además, comoen los predios pequeños la familia es la principal fuente detrabajo, los miembros de la familia pueden mantener sus la-zos y preservar sus valores más preciados.

Necesitamos comprender cabalmente qué es la tie-rra, qué significa involucrarse en la producción. Noestoy diciendo que no puedas ser un productor de2,000 acres para hacer eso, pero es mucho más difí-cil entender realmente tu campo si tienes una canti-dad tan grande de tierra para trabajar (Joanne, 44años).

Creo que el trabajo que hacemos con nuestras ma-nos es un trabajo admirable y honorable y no tienepor qué ser a gran escala para ser valioso. Podemostrabajar en pequeña escala y producir alimentos yservir a nuestra comunidad local, lo cual puede re-sultar en el modelo más sustentable para la agricul-


tura... Y simplemente esto, el trabajo en pequeñaescala nos conecta directamente con los procesos dela naturaleza (Karen, 41 años).

Pienso que la agricultura sustentable ha contribuidoa confirmar alguno de nuestros valores espirituales ysociales... La manera en que percibes el crecimientode tu familia, lo que deseas enseñar y transmitir atus hijos, y la manera en que percibes algunas de lascosas que pasan en el resto del mundo... Yo creoque la agricultura sustentable es una forma de agri-cultura que dice: “Sí, esto está bien”. Sostiene quelo que tú crees está bien. Como, por ejemplo, quetendríamos que mantener nuestras familias en losestablecimientos. Las otras entidades vinculadas a laproducción no lo hacen. Vienen y dicen: “Hey, si nocrecen y se hacen más grandes, tendrán que salir dela producción”. Escuchamos mucho eso. Y la Asocia-ción de Agricultura Sustentable (Sustainable AgricultureAssociation) es la organización que apoya la maneraen que sentimos, que tendríamos que poder criar anuestras familias en el predio (Janice, 41 años).

d) Equilibrio con la naturaleza. Al optar por prácticas susten-tables de producción, las mujeres y sus familias intentan viviren equilibrio con la naturaleza. Aunque la complejidad de los


sistemas naturales hace que éste sea un objetivo difícil dealcanzar, existe la preocupación de minimizar el impactode las prácticas productivas sobre la naturaleza y respetarlos procesos naturales tanto como sea posible. La diversifica-ción de la producción, el uso eficiente de los recursos pro-ductivos para preservar el suelo y el ambiente, y el uso deproductos naturales para controlar insectos y malezas, sonalgunas de las estrategias que estos productores utilizan paramantener este equilibrio.

[Adoptar prácticas agrícolas sustentables] realmentees una decisión consciente. Es parte de nuestro marcoespiritual y religioso de nutrir y cuidar la tierra y esparte de nuestro compromiso hacia otra gente y haciala madre Tierra el no usar venenos y perturbar elsistema natural lo menos posible (Cathy, 44 años).

Siempre quise tener más diversidad en el predio encuanto a animales y plantas. Pero no pudimos im-plantar eso hasta la década pasada. Creo que ennosotros influyó la toma de conciencia en cuanto alimpacto ambiental [de la agricultura], en cuanto aqué estamos haciendo al agua y a la tierra, al impac-to del uso de agroquímicos... La cuestión es que sivas a producir y trabajar en agricultura no deberíasperjudicar el suelo y el agua (Mary, 55 años).


El lugar donde te encuentres, sólo por el hecho deque estés allí, tiene valor. Eventualmente eso se ex-tiende a una toma de conciencia en cuanto a que ellugar donde estás tiene valor aun sin ti. El ordennatural tiene valor aun si no estás allí. Nadie es elárbitro de ese lugar; sólo eres un miembro más. El tenecesita, tal como tú lo necesitas a él. No puedessepararlos uno del otro (Pam, 44 años).

Una especie de filosofía que apareció con todo estoes que decidimos que las vías naturales son las mejo-res vías. Y comenzamos a observar, a hacer intentosde observar la progresión natural de las cosas en elsuelo, y mantenernos fieles a eso, porque tenemosfe en Dios y en las vías naturales. Pensamos: “¡Bue-no, está establecido!” Funciona de determinada ma-nera, y si lo echas a perder, no funciona más. Y entoncespierdes tu suelo, pierdes tu salud y pierde toda lagente (Lisa, 44 años).

LA AGRICULTURA SUSTENTABLELA AGRICULTURA SUSTENTABLELA AGRICULTURA SUSTENTABLELA AGRICULTURA SUSTENTABLELA AGRICULTURA SUSTENTABLESE RELACIONA CON NUESTRASE RELACIONA CON NUESTRASE RELACIONA CON NUESTRASE RELACIONA CON NUESTRASE RELACIONA CON NUESTRAESPIRITUALIDADESPIRITUALIDADESPIRITUALIDADESPIRITUALIDADESPIRITUALIDAD

Como fue expresado anteriormente, las creencias ylos valores espirituales han tenido una fuerte inci-

dencia en la decisión de los productores de optar por una


agricultura sustentable. En algunos casos, dichos valores ycreencias están fuertemente enraizados en la tradición reli-giosa de los productores. En otros casos, están fundamenta-dos en sus percepciones seculares respecto a la misión quetienen los seres humanos en la Tierra. Cualquiera que sea suorigen, los valores y creencias de los productores reflejan cla-ramente un profundo respeto por la tierra y por sus criaturasvivientes y un claro compromiso por preservarlas.

[Mi esposo] y yo tenemos un fuerte compromiso connuestra fe, y en sustentar la tierra, y ser “cuidadores”(stewards) de lo que nos ha sido dado. Y creo que escomo reflejo de este proceso de crecimiento, en lamedida en que estamos tratando de ser personas comolas que queremos ser, de ser personas como Dios quiereque seamos, es que cambiamos nuestras prácticas.Reflejar lo que pensamos en nuestras acciones es lamejor forma de administrar lo que tenemos (Alice,34 años).

[Pienso que] parte de nuestra razón de estar en esteplaneta es conocer lo que sucede en la naturaleza yesperar y aprender de ella. [Aprender] cómo pode-mos vivir una vida mejor, una vida más pacífica (Karen,41 años).


Y uno de los motivos principales por los cuales que-remos ser productores y desarrollar un sistema sus-tentable es porque se ajusta a nuestros valores ycreencias. Nuestra creencia espiritual dice que debe-ríamos ser cuidadosos y alimentar y aprender de latierra que nos da nuestro sustento (Jenny, 27 años).

Por medio del trabajo en sus establecimientos, las mujeresdesarrollan un fuerte sentimiento de conexión con la tierra ycon la naturaleza, así como también con otras mujeres pro-ductoras. Esta conexión espiritual con los procesos naturalesproduce en las mujeres un profundo sentimiento de gratifica-ción y satisfacción que —según una de ellas— no sería posi-ble alcanzar con otro trabajo. Las mujeres sienten que existeun proceso recíproco de retroalimentación cuando trabajanen sus establecimientos: así como ellas mismas se ven comosustentadoras de la tierra, sienten que la tierra también las sus-tenta tanto en términos espirituales como materiales.

Lo que es muy importante para mí es poder estar encontacto con la tierra y las estaciones. Recuerdo lasveces en que he estado sentada junto a una hilerade remolachas, raleando remolacha por cuatro ho-ras y pensando, “En la vida no hay nada mejor queesto”. Sólo porque aprecio el color y la forma de lasremolachas y me gusta sentir el sol, y ver que la tex-


tura del suelo ha mejorado desde que empezamos atrabajar, y ver cómo han crecido las hojas de los ár-boles, sólo estar en esa relación es realmente gratificantepara mí. Y tengo ganas de tener nuestra vida de fa-milia y nuestro establecimiento... Quiero decir, yo tengouna actitud de alimentar ambos, y todo es arte. Es-toy creando belleza allí y dando alimento. Y no sé sies sólo agradecimiento o apreciación de las cargasde la vida, pero todo eso es realmente importantepara mí... Estoy realmente agradecida de poder pa-sar tanto tiempo con la tierra y producir cosas y daralimento (Cathy, 44 años).

Y entonces, a través de la biodinámica, comprendíque las flores son alimento para el espíritu, y quenecesitamos eso tanto como necesitamos el alimen-to en nuestros estómagos. Necesitamos cosas que nosiluminen espiritualmente. Y es también parte de larotación. Es parte de nuestra filosofía que el suelonecesita producir flores como parte de su ritmo sano.Entonces comencé a cultivar flores para vender, y ahorason mi cultivo preferido. Simplemente me encantan.Ésa fue realmente una buena experiencia para mí (Karen,41 años).


Creo que hay una conexión entre las mujeres y latierra que los hombres no tienen. ¡Ambas somos madres!¡Ambas damos alimento! En mi experiencia, creo quetengo más intimidad con la tierra que la que tienemi esposo, y quizás sea sólo de una manera diferen-te (Terry, 38 años).

Y de alguna manera [siento] una conexión espiritualcon las mujeres a través de todas las épocas. Tú sa-bes, son las mujeres quienes realizan la mayor partede la producción en el mundo, ¡y eso es tan “contra-cultura” en los Estados Unidos! Pensamos que losproductores son hombres en grandes tractores, enormesarados o cosechadoras; ésa es la representación nuestrade un productor. Quiero decir, a veces trabajo conjeans y a veces estoy descalza y con falda, porqueme gusta esa sensación de contacto (Cathy, 44 años).

DISCUSIÓN Y CONCLUSIONESDISCUSIÓN Y CONCLUSIONESDISCUSIÓN Y CONCLUSIONESDISCUSIÓN Y CONCLUSIONESDISCUSIÓN Y CONCLUSIONESUna de las controversias en torno al tema de la agri-cultura sustentable se refiere a qué clase de objeti-

vos, valores y creencias forman parte del paradigma. Lockeretz(1990) identifica dos vertientes principales en torno a la ma-nera en que se conectan el sistema productivo y los objeti-vos, creencias y valores de los productores. Para algunos autoresexiste escasa conexión entre métodos sustentables y conside-


raciones filosóficas más amplias. En este caso, la adherenciaa prácticas sustentables se produce como respuesta a proble-mas económicos o de salud. Para otros autores, existe unaamplia gama de objetivos y valores estrechamente relaciona-dos con la agricultura sustentable. Estos valores y objetivosincluyen, entre otros, la preocupación por el bienestar de fu-turas generaciones, las comunidades rurales en las cuales vi-ven y trabajan, el ambiente natural, el aspecto estético delpaisaje y los recursos utilizados en la producción.

Los testimonios de las mujeres entrevistadas muestran quesus objetivos y valores están fuertemente vinculados a lasprácticas productivas que utilizan en sus establecimientos.Así, las mujeres revelan una profunda preocupación por losefectos que puede ocasionar la agricultura en el corto y lar-go plazo, desean cuidar de la tierra y reponer los nutrientesextraídos, intentan alterar lo menos posible el ambiente,manifiestan preocupación por las condiciones en que recibi-rán la tierra futuras generaciones y desean que los prediosfamiliares y las comunidades locales prosperen.

Kroese (1989) analiza la ética de “cuidado de la tierra” (landstewardship) que vincula a los productores sustentables. Estaética —a la cual las mujeres adhieren plenamente— está signadapor un fuerte compromiso por parte de los productores dedejar su tierra en mejores condiciones que cuando comenza-ron a trabajarla. Según Kroese, para los productores que po-seen esta ética, el suelo es un sistema biótico viviente que


necesita ser manejado con extrema cautela y cuidadosamentepreservado. El énfasis en la biodiversidad, el uso de rotacio-nes de cultivos, la incorporación de ganado en los estableci-mientos, el uso de abono animal y abono verde como fuentesde fertilidad y la preservación de la vida silvestre, son algu-nas de las prácticas que ejemplifican la esencia de una éticade “cuidado” de la tierra.

Batie y Taylor, quienes consideran la agricultura sustenta-ble como un tipo de agricultura alternativa, argumentan quela agricultura alternativa puede ser entendida ya sea como unconjunto de técnicas sustitutivas de la agricultura conven-cional o como un sistema de creencias que implica una filo-sofía holística. En este último caso, la agricultura alternativaestá asociada con valores y objetivos tales como la autoges-tión de la familia y el grupo, la armonía con la naturaleza,una visión del mundo como aldea global, el respeto por lanaturaleza y por los ecosistemas naturales, una simplicidadvoluntaria, el objetivo de desarrollo económico sustentabley la creencia en la “bondad” de la agricultura familiar (Batie yTaylor, 1991: 184). Los valores, principios y objetivos men-cionados por estos autores fueron resaltados por las mujeres,en especial el respeto por la naturaleza y por los ecosistemas,así como la voluntad de vivir en armonía con la naturaleza.

En síntesis, este estudio muestra que las mujeres experi-mentan una fuerte conexión entre sus objetivos, creencias,valores y su opción por producir en forma sustentable. Más


aún, el estudio revela que el sistema de valores de las mujeresy sus familias ha sido a menudo clave a la hora de promoverunidades de producción sustentables y adherir al paradigmade agricultura sustentable como forma de vida. Por lo tanto,como se dijo anteriormente, aunque de este estudio no pue-den extraerse conclusiones generalizables a toda la pobla-ción de agricultores sustentables, los resultados avalan lapostura de que la agricultura sustentable para las mujeres en-trevistadas no sólo constituye un conjunto de prácticasambientalmente apropiadas. En cambio, el estudio muestraque para las mujeres entrevistadas la agricultura sustentablees un enfoque holístico fuertemente imbricado con los múlti-ples valores que guían sus vidas y las de sus familias. Parafraseandoa Flora (1981), podríamos decir que estas mujeres están a cargotanto de la reproducción biológica como ideológica de susfamilias; esto es, su papel aparece como fundamental en latransmisión de los valores necesarios para producir en formasustentable en la generación futura. Además, las actitudes delas mujeres entrevistadas pueden vincularse a las actitudesdescritas por Schaef (1992) para el sistema femenino. La au-tora afirma que, en contraste con el sistema masculino (deraza blanca), cuyos objetivos incluyen la explotación de losrecursos, los objetivos del sistema femenino “requieren con-servar y vivir con...” Será necesario realizar nuevos estudiospara conocer en qué medida esta afirmación se extiende a


otros actores de la población agrícola que se adhieren al mo-delo de agricultura sustentable.

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¿UN NUEVO PARADIGMA PARA LA AGRICULTURA? LA...

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