un novelista del trópico - ReDDi- Repositorio de...

18
un novelista del trópico Mariano Picón Salas es el novelista más re- presentativo de la tragedia civil de Venezuela. Sin la intensidad ni el patetismo de Pocaterra, el terrífico relatador de peripecias dantescas y de tragedias brutales, lo aventaja por su téc- nica nueva, por su concepto audaZt de la no- vela, por la raíz poética de su prosa. La literatura venezolana es tremendamente romántica . Ni el propio Pocaterra se des- prende de tal caparazón, que le da un colorido arcaico a muchas páginas que salvará el hon- dísimo acento doloroso . Nadie se escapa en Venezuela del imperativo civil . Colombia está llena de venezolanos, hasta el extremo de que en Cúcuta, pueblo fronterizo, hay más depor- tados voluntarios o reales que habitantes na- tivos . En París se hallan los criollos de abo- lengo, los rígidos " patiquines " , en cuyos ce- náculos pontifica sobre mundología la señora Teresa de la Parra . Por fin, en el vasto con- . tinente americano, sobre todo en las universi- dades yanquis, permanece la flor de la juven- tud venezolana al aguante de la tierra abruma- da por el despotismo más brutal que recuerda la historia. Picón Salas, nuevo Ulises de cultura huma- nística, experimentó la odisea que en su novela entrega más de un secreto nativo. Ha preferido para hacerla una nueva técnica de planos superpuestos, donde, poco a poco, se justifica históricamente el advenimiento de Juan Vicente. Primero fué Venezuela un sitio de porfiadas luchas, hasta que un régimen civil conservador, de hombres letrados y jurisconsultos, reempla- za a los padres de la patria . De paso diremos que, en América, los padres de la patria fueron tentados por la autoridad y solían terminar sus días como arbitrarios mandones que se colo- caban bandas presidenciales sobre los andinos ponchos y los raídos uniformes que marcó el balazo español. Picón 'explica admirablemente la manera propia de su libro, al decit, en el prólogo, que le agradaría verlo leer "de dentro hacia afue- ra " . Y eso es lo mejor que podemos hacer al penetrar en esta apretada área de pasión, cuya fibra americana es inconfundible . Picón pre- fiero a la crudeza y al dramatismo tendencioso de Pocaterra, romántico de origen como su actitud vital, una postura que podría definirse como la geografía lírica del trópico . Los pla- nos del relato sucédense en tal forma que lle- gamos sin sentirlo al riñón político y a la me- dulosa pasión del cuadro inicial. Relación con las Antillas tiene algo barroco, propenso al costumbrismo, pero sin el costum- brismo . Ahí sacan su genealogía los perso- najes . Se avivan estampas valleinclanescas en unos parajes donairosos, con finas palmeras y criollas aguitarradas . Lo negro tiene un co- lorido donoso, que Picón aprovecha con su avi- zor sentido de las proporciones . Es. subjetivo y poético . Hinca sus raíces y logra atisbos certeros en el preambiente de los postreros re- latos . Va justificando con el doble instinto del artista y del literato lo que vendrá después: el drama civil, el desplazamiento del criollo rico y letrado por el soldadote andino, de am- plia ruana y de sombrerón agresivo. Nótase en el relato primero un dominio de la técnica novelesca que destiñe a la narración de todo lo episódico, de cuanto signifique anéc- dota manida, abuso del costumbrismo, simple dependencia a las tres unidades clásicas. La geografía lírica tiene allí un lugar . Se combina finamente la referencia pintoresca, el dominio de lo histórico y hasta la geografía humana, verbi gratia : " la evocación de Carta- gena", con su, larga sequía y el inaguantable calor ; Río Hacha, ciudad campamento, pobla- da con improvisados edificios ; Saint Thomas, islote dé contrabandos, y el Caribe, con su pro- digioso contenido, sus aleves enfermedades y sus recuerdos piráticos. En tiempos . federales surge un poeta suge- rente que evoca tiempos muy duros de la Ve- nezuela republicana, ya semiahogada entre los militares fotutos. El estilo de Picón cobra allí ese acento tan suyo, mezcla ardiente de trópico sanguinoso y de firmes disciplinas clásicas . Un adjetivo valleinclanesco aparece al lado de cuatro líneas sobrias como una visión de Humboldt. "Tintinean sobre el pavimento, aferrallan el "pavimento, las grandes espuelas del viejo 22

Transcript of un novelista del trópico - ReDDi- Repositorio de...

Page 1: un novelista del trópico - ReDDi- Repositorio de ...bdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=revistas/preludios/... · rico y letrado por el soldadote andino, de am-plia ruana y de

un novelistadel trópico

Mariano Picón Salas es el novelista más re-presentativo de la tragedia civil de Venezuela.Sin la intensidad ni el patetismo de Pocaterra,el terrífico relatador de peripecias dantescasy de tragedias brutales, lo aventaja por su téc-nica nueva, por su concepto audaZt de la no-vela, por la raíz poética de su prosa.

La literatura venezolana es tremendamenteromántica. Ni el propio Pocaterra se des-prende de tal caparazón, que le da un coloridoarcaico a muchas páginas que salvará el hon-dísimo acento doloroso . Nadie se escapa enVenezuela del imperativo civil . Colombia estállena de venezolanos, hasta el extremo de queen Cúcuta, pueblo fronterizo, hay más depor-tados voluntarios o reales que habitantes na-tivos . En París se hallan los criollos de abo-lengo, los rígidos "patiquines", en cuyos ce-náculos pontifica sobre mundología la señoraTeresa de la Parra . Por fin, en el vasto con- .tinente americano, sobre todo en las universi-dades yanquis, permanece la flor de la juven-tud venezolana al aguante de la tierra abruma-da por el despotismo más brutal que recuerdala historia.

Picón Salas, nuevo Ulises de cultura huma-nística, experimentó la odisea que en su novelaentrega más de un secreto nativo.

Ha preferido para hacerla una nueva técnicade planos superpuestos, donde, poco a poco,se justifica históricamente el advenimiento deJuan Vicente.

Primero fué Venezuela un sitio de porfiadasluchas, hasta que un régimen civil conservador,de hombres letrados y jurisconsultos, reempla-za a los padres de la patria . De paso diremosque, en América, los padres de la patria fuerontentados por la autoridad y solían terminar susdías como arbitrarios mandones que se colo-caban bandas presidenciales sobre los andinosponchos y los raídos uniformes que marcó elbalazo español.

Picón 'explica admirablemente la manerapropia de su libro, al decit, en el prólogo, quele agradaría verlo leer "de dentro hacia afue-ra" . Y eso es lo mejor que podemos hacer alpenetrar en esta apretada área de pasión, cuyafibra americana es inconfundible . Picón pre-

fiero a la crudeza y al dramatismo tendenciosode Pocaterra, romántico de origen como suactitud vital, una postura que podría definirsecomo la geografía lírica del trópico . Los pla-nos del relato sucédense en tal forma que lle-gamos sin sentirlo al riñón político y a la me-dulosa pasión del cuadro inicial.

Relación con las Antillas tiene algo barroco,propenso al costumbrismo, pero sin el costum-brismo . Ahí sacan su genealogía los perso-najes. Se avivan estampas valleinclanescasen unos parajes donairosos, con finas palmerasy criollas aguitarradas . Lo negro tiene un co-lorido donoso, que Picón aprovecha con su avi-zor sentido de las proporciones . Es. subjetivoy poético . Hinca sus raíces y logra atisboscerteros en el preambiente de los postreros re-latos. Va justificando con el doble instintodel artista y del literato lo que vendrá después:el drama civil, el desplazamiento del criollorico y letrado por el soldadote andino, de am-plia ruana y de sombrerón agresivo.

Nótase en el relato primero un dominio dela técnica novelesca que destiñe a la narraciónde todo lo episódico, de cuanto signifique anéc-dota manida, abuso del costumbrismo, simpledependencia a las tres unidades clásicas.

La geografía lírica tiene allí un lugar. Secombina finamente la referencia pintoresca,el dominio de lo histórico y hasta la geografíahumana, verbi gratia : "la evocación de Carta-gena", con su, larga sequía y el inaguantablecalor ; Río Hacha, ciudad campamento, pobla-da con improvisados edificios ; Saint Thomas,islote dé contrabandos, y el Caribe, con su pro-digioso contenido, sus aleves enfermedades ysus recuerdos piráticos.

En tiempos. federales surge un poeta suge-rente que evoca tiempos muy duros de la Ve-nezuela republicana, ya semiahogada entre losmilitares fotutos.

El estilo de Picón cobra allí ese acento tansuyo, mezcla ardiente de trópico sanguinoso yde firmes disciplinas clásicas . Un adjetivovalleinclanesco aparece al lado de cuatro líneassobrias como una visión de Humboldt.

"Tintinean sobre el pavimento, aferrallan el"pavimento, las grandes espuelas del viejo

22

Page 2: un novelista del trópico - ReDDi- Repositorio de ...bdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=revistas/preludios/... · rico y letrado por el soldadote andino, de am-plia ruana y de

"Juan Araújo . El viejo Juan Araújo viene"arrastrando su cobija paramera, alto y bar-"budo como la montaña, seguido de sus diez"hijos, a pedirle justicia al presidente del lis-'lado un día de 1882 . . . "

Nuestro novelista busca el color y hace in-cursiones en la botánica . Evoca la malagueta,la vainilla y saca partido del frondoso ; mundotropical con sus variadas aves y sus inagotablesarbustos.

¡Cuán sincero es el tono de este relato, quese tiñe de dramatismo o se desvanece en ínti-mo fervor patriótico! El aleve criollo saca sucabeza hirsuta y contrasta con esas doncellonascatólicas y solteras, que huyen de la furia fe-deral . Bien graduada la emoción entre elpaisaje llanero y el primer paisaje andino.Entre estos dos paisajes, en pugna, con dosclimas y dos actitudes vitales, parece girar, enocasiones, la historia de Venezuela.

"Entre andinos y llaneros como el "pinto" y"el "paro" de los arrieros que se encuentran"en el alto de la cuesta, se desmontan, se afir-"man el puñal en el cinturón y extienden sus"dados sobre la cobija, como en un tapete ; se"había echado a rodar nuestro destino civil".

Picón trasiega en el habla popular, vibrantede contenido tendencioso . Busca su intención,labra vocablos finos y saca adjetivos de unaamericanidad capaz de convencer hasta a' lostozudos críticos parisienses de Chile.

"La piedra montañesa es más firme y hostil."Los hombres, "más reconcentrados".

En dos palabras : se crea un paisaje psico-lógico.

La casuística andina es terrible. Una re-volución se llama "hacer una travesura" , ymatar a un enemigo político "despachar elliberada de las solicitaciones circundantes e in-mediatas con las que la cotidianidad social nosfronterizan y sujetan.

El valor de perennidad que una obra litera-ria puede tener faltándole el apoyo de la anéc-dota social contemporánea no ha sido sin dudaclaramente percibido . La obra cuyos materia-les concepcionales sólo han sido aportados porla fantasía e inteligencia vive únicamente pa-ra esa egregia categoría de la actividad delhombre. (Filosofía y poesía son referencias ypunto de partida, génesis y término de un mis-mo producto : filosofía y poesía) . Precisamen-te el que la novela haya sido el géne r o litera-rio de más trascendental influencia y de másfabulosa difusión, débese a esa mezcla genialde lo que aporta la vida—la vida oscura y bri-

liante, torpe o inteligente de los hombres—conlos que agrega la inteligencia y fantasía delescritor.

Toda novela es un mucho de crónica y porlo tanto un poco de historia . El novelista pre-cisa, al presentarnos sus criaturas animadas devoliciones, darnos el ambiente en que las ve-rosímiles acciones noveladas se producen . (Laverosimilitud del suceso es imprescindible enla novela ; lo contrario son los libros de caba-llerías) . Es preciso al escribir una novela, ba-jar de la luna y entablar relaciones con suscontemporáneos . Y esto no sólo hay quehacerlo, es que ya lo hicieron Quevedo en "ElBuscón", Cervantes en "Don Quijote", el filó-sofo Gración, haciendo filosofía, en "El Criti-cón", y como alto e indiscutible ejemplo decrónica, locamente ceñida, "La Celestina " . Siuna novela pasa a la posteridad es porque enella queda sublimada la ralidad social de sumomento . De aquí derivo que "Pero sin hijos "es novela de esencia perdurable, ya que reúney pondera las exigencias ineludibles para serla auténtica expresión del ambiente de sutiempo.

Salazar y Chapela no llega a la literaturade la calle directamente, pero tampoco, ni ex-clusivamente, del laboratorio, de suerte quesu obra, su plan .artístico, tiene ese doble sa-bor fuerte, humano y literario, vital y erudito,que caracterizó siempre todo libro de enver-gadura consistente.

Por eso podríamos diferenciar en su grannovela tres elementos valiosísimos que contri-buyen a dar firmeza y densidad a su libro . Esuna la anécdota, el asunto, pretexto logradocon moderna inventiva, que le permite despertar el interés del lector y llevar a éste, a fuer-za de curiosidad, por un camino muy acciden-tado de episodios . Es el otro elemento, dentrode la anécdota, los personajes, la creación detipos eminentemente humanos, algunos, comoel protagonista y Clara Brown, recortados has-ta lo inverosímil, llevados como hacia Dicicens,Galdós, Flaubert—todos los genuinos novelis-tas--a sus líneas extremas, a su perfil más ra-ro y diferencial . Y es el último elemento, peroquizá el primero del libro, su estilo . En éste halogrado Salazar y Chapola una de las cosasmás difíciles : la fluidez y la consistencia, ladureza y la facilidad, obteniendo de este modouna prosa esforzada y flexible a la vez, cuyafluencia continua corístituye un verdadero doncreador.

28

Page 3: un novelista del trópico - ReDDi- Repositorio de ...bdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=revistas/preludios/... · rico y letrado por el soldadote andino, de am-plia ruana y de

De todos modos no son estos tres elementos,osas tres fuerzas innegables que integran "Perosin hijos" lo más valioso, a mi parecer, de estanovela. Creo quo lo interesante es el espíritudel autor, presente pero impersonal en cadamomento ; es la ironía, es la actitud de despegoante el asunto, los episodios y los personajesde su novela. ; es su desprecio tácito al mundopoetizado por él. Esta repulsa v se hace notarcon interesantísima evidencia en la carta queSalazar y Chapola dirige a uno de los persona-jes de su obra . En dicha carta el autor rea-liza dos actos muy extraños : de un lado se co-loca enfrente de la ideología de sus personajesy desarrolla la más ingeniosa y graciosa teoríasobre los hijos, la fecundidad y la mujer ; deotro, hace ademán de purgarse ele sentimenta-lismos para caer en otro sentimentalismo deorden estético, donde la pasión muestra suactitud desgarrada, no obstante la delicada

ironía de la expresión . Dicha carta, que ea unmodelo de ensayo irónico, un ejemplo de prosaexpositiva o didáctica, revela tanto el espíritudel artista como las anteriores nutridas pági-nas de la novela . En aquella ironía creo verlo más interesante y también lo auténticamenteespañol de Salazar y Chapela . Su humor noes inofensivo, no es ingenuo o benévolo ; es hi-riente, es cruel . Páginas se leen donde laexpresiones del autor acogotan a los persona-jes ; hay momentos tiernos o temperamentosdelicados, expuestos en un tono de burla querecuerda la impiedad y rudeza feroz (le nues-tra mejor literatura castiza . Sería esta im-piedad eso, casticismo puro, si Salazar y Cha-pela no rodease su libro de una gracia y unaflexibilidad cuya molicie creemos hallarla en elorigen del escritor : en una sensualidad genui-namente andaluza .

Jorge RUBIO.

las operaciones bancariasde los tiempos pasados

En el gran mecanismo económico do lostiempos presentes ciertas instituciones desem-peñan un papel preponderante gracias a lascuales se han llevado a cabo obras universales.Estas instituciones no son otras que los bancos,los cuales han tenido su origen en tiempos pa-sados.

En los primeros días de la civilización, enEgipto, Babilonia, Asiria y hasta cierto puntode Grecia, no se medía la riqueza de un hom-bre por su dinero, sino por la cantidad de es-clavos. La importante división moderna entrecapital y trabajo no preocupaba a los antiguoseconomistas, pues esos elementos antagónicosse confundían. El esclavo formaba parte delcapital, como las máquinas actuales, los gastosque exigía el mantenimiento de esclavos eranparecidos a los mismos requeridos hoy por lasmáquinas ; conservación, despreciación y reem-plazo.

En esos tiempos los problemas financierosresultaban mucho más sencillos que en nuestrostiempos. El establecimiento de una empresaindustrial dependía para su éxito del númerode esclavos, estos representaban al mismo

tiempo el capital y el trabajo. Su labor em-pesaba a rendir provecho inmediatamente . Elfundamento de la economía de los países de esetiempo, en la que descansaba toda la indus-tria, era la guerra, que permitía al estado re-novar su capital mediante la captura de nue-vos esclavos.

Los depósitos bancarios parecen tener su o-rigen muy remoto en la acumulación de lasofrendas en los templos de Egipto, Grecia, etc.Las operaciones bancarias particulares no orandesconocidas, según lo evidencian ciertas refe-rencias del Código de Hamurabi ; pero no exis-tían monedas acuñadas y las actividades delbanquero se veían además restringidas por lacompetencia del banco estadual, constituido porel templo.

De acuerdo con la tradición, el dinero fuéacuñado por primera vez en Lidia en el siglooctavo antes de Jesucristo, y se extendió rapi-damente a Grecia, donde produjo los ejempla-res más perfectos de arte numismático . En Ro-ma vino a ser utilizado el dinero en lugar depagos en especies, para la liquidación de las

24

Page 4: un novelista del trópico - ReDDi- Repositorio de ...bdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=revistas/preludios/... · rico y letrado por el soldadote andino, de am-plia ruana y de

deudas pontificias, de los impuestos reales enel siglo XIII.

Los judíos fueron los primeros en organizar-se en prestamistas ganando un interés y estoporque en ellos no regía las leyes de la MadreIglesia . Aristóteles decía que el interés co-brado por préstamo era anormal, basándose enque el dinero, no se multiplica por sí solo . "Sise presta a un hombre un rebaño, en compen-sación es razonable pedir que ese rebaño sedevuelva con mayor número de ovejas . Perotratándose de dinero, no sucede lo mismo . Es-ta filosofía de Aristóteles fué adoptada por laiglesia y cumplida al pie de la letra . Tambiéndecía Aristóteles y adoptó la iglesia " Que si unhombre prestaba dinero, lo hacía porque no lonecesitaba, y por lo tanto debía conformarsecon la simple restitución de la suma prestada " .

En la época en que el numerario indicabasu función de substituir el pago en especies,los judíos obtuvieron grandiosos beneficios a-

delantando sumas apreciables a príncipes has-ta el 43% de interés anual . Los servicios pres-tados por los judíos eran considerados tan va-liosos, que a pesar de la repugnancia que ins-piraban y de su diferente religión, tenían ase-gurado el apoyo de los príncipes . Muchos otrossiguieron el ejemplo de los judíos prestamistasy entraron en el negocio de facilitar dinero aintereses hasta que el desenvolvimiento econó-mico alcanzó todo su esplendor y se hicieronverdaderas casas bancarias como las que hoyvemos en todo el mundo, que no se limitan aprestar dinero, sino que son verdaderas insti-tuciones de crédito que realizan toda clasesde operaciones destinadas al incremento de laproducción en gran escala, como The NationalCity Bank, Royal Canada Bank, Banco deAmsterdam, Francia, Inglaterra, Hamburgo,etc ., etc.

Pantaleón HENRIQUEZ B.

C

r t 1

C

.Liará de eso más de cinco años . Me aprendí

la poesía sin fijarme siquiera en el nombre desu autor. Tengo disculpa : comenzaba apenasmis estudios secundarios y no sabía apreciar,de los poetas y literatos, más que sus produc-ciones ; recitaba de memoria muchas poesíassin conocer remotamente el autor de ningunade ellas . Se llama "La Nacencia", en palabrasmás nuestras, el nacimiento . Me gustó mucho.Aún guardo esas dos viejísimas hojas . Son deun libro que se llamó "Las Mejores PoesíasPara La Declamación" ; y digo "se llamó"porque ya dejó de existir el pobre de tantomanosearlo . Los restos del finado libro tie-nen las dos últimas estrofas de "Balbuceo",de Enrique Banchs, "La Nacencia" íntegra ylas dos primeras estrofas de "Las Dos Her-manas" , de Alfredo Tennyson.

Pues bien, hace pocos días, leyendo uno delos números de la revista argentina "Aconca-gua", ví que en una página, y alr lado de unretrato hecho a pluma, había un artículo porJuan Carlos Moreno titulado "Las Rapsodiasde Luis Chamizo". Me dije inmediatamente:--Hola! un nuevo autor? veamos que nos trae

de bueno . Pero antes de comenzar a leer ana-licé minuciosamente el retrato : la cabeza deun hombre robusto, tez muy obscura y cabe-llos rizados como colonial, frente ancha ymarcada por hondos surcos, distintivo de losprofundos pensadores, ojos grandes, en formade almendras y protegidos por cejas y pesta-ñas un poco abundantes, nariz de buen per-fil, boca pequeña y de labios delgados, el in-ferior un poco recogido acusa tenacidad.

La expresión del personaje, en general, esla misma del vigoroso campesino : bonachona,franca, con un no sé qué de sentimental, eiluminada por esos ojos que tienen un dejode estoicismo oriental.

Interesante! . . . interesantísimo! . . . Y leí.En el transcurso de la lectura me dí cuenta

que se trataba del autor de la "Nacencia" ,producción esta cuya delicadeza había com-parado a los mejores poema; de Tagore y cu-ya honradez de sentimientos me ha conmovi-do siempre. Y no es sólamente lo anterior loque me ha gustado de la poesía, es tambiénel lenguaje usado en ella, el rudo, pero elo-cuente y pintoresco de las gentes de aldea.

25

Page 5: un novelista del trópico - ReDDi- Repositorio de ...bdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=revistas/preludios/... · rico y letrado por el soldadote andino, de am-plia ruana y de

A Moreno le causa admiración el vivo rea-lismo conque este poeta pinta la naturaleza ynos pone un ejemplo que no puedo dejar detranscribir por ser las primeras estrofas deuna de las poesías que más me gustan, "LaNacencia" :

Bruñó los recios nubarrones pardosla luz del sol que s'agachó en un cerroy las artas cogollas de los árbolesd'un coló de naranja se tiñeron.

A bocanás el aire nos traíalos ruidos d 'allá lejosy el toque d'oración de las campanasde ]'iglesia del pueblo;

Chamizo es de Extremadura, España, y hamerecido deferencias de los más altos perso-najes de las letras españolas tales como el in-olvidable Antonio Maura, quien fué rector dela Real Academia Española, que escritores deprestigio se considerarían muy honrados enpoder merecerlas.

Ante el desfile de tanta literatura llena depalabras rebuscadas los lectores terminan porcansarse, entonces recurrir' a una poesía cam-pesina es de muy saludables resultados . Leer"El Embargo" de Gabriel y Galán, o "La Can-sera" de Vicente Medina, o "El Noviajo " delmismo Chamizo, u otras composiciones por elestilo, sacan de la rutina literaria a que estánsometidos los amantes' de las letras .

Para terminar pondré un trozo del Embar-go y otro de La Cansera, producciones que hemencionado más arriba, para que se apreciemejor la belleza que hay en las jergas habla-das por los campesinos de habla española.

Señol jues, pasi uste mas alantiy que entrin tós esos.No le dé a usté ansia,no le dé a usté mico . . . .Si venís antiyel afligila,sos tumbo la puerta . ¡Pero ya e'a muerto!Embarga], embargal los avíos,que aquino hay dinero:lo he gastao en comas pa ellay en boticas que no le sirvieron;

. . . . . . . . . . . . . ..No he d 'ir por mi gusto, si en cruz

me lo ruegas,por esa sendica por ande se fueron,pa no volver nunca, tantas cosas

buenas . . ..esperanzas, quereres, suores . . ..¡tó se fué por ellal . . ..Por esa sendica se fué la alegría . ..¡Por esa sendica vinieron las penas! ..No te canses que no me remueva;ante tú, si quieres, y éjame que duerma,¡a ver si es pa siempre! . . ¡si no

me espertaral ..¡Tengo una canseral . . ..

Hugo E. Montero.

v 1 s iDesperté y era día domingo . Son las 8. Un

aire fino y lánguido corría a través de micuarto . Estaba arreglándome para salir y medecía entre sí, ¿iré o no iré? Por fin, meditélo suficiente y me decidí . Claro, porque no hede ir? Bajo la escalera de mi casa ; avenidas,calles, transeúntes y carros pasan ante misojos. Llego a la avenida central, un' poco so-litaria, triste y larga . "Y eran una—Y eranuna sola sombra larga—Y eran una sola som-bra larga" . Continuó mi marcha . Cruza lacalle una joven de figura escultural . No laconozco . Recuerdo a Sinán . Sigo . En la es-quina encuentro al amigo q ue buscaba . Meacompañas? De seguro, me respondió al ins-tante. Espérame diez minutos, tengo una pe-

queña diligencia. Pasa el tranvía, mi amigolo toma y al cabo del tiempo estipulado, estáde nuevo en mi compañía . Nos vamos haciael lugar señalado . La mañana era fresca, eltiempo amenazaba lluvia . Pasaban sobre mimente toda clase de visiones . Que me dirán?—Cómo me recibirán?—Qué se imaginarán?Etc., etc.

En estas divagaciones iba, cuando de prontoentramos mi amigo y yo en la calle . Nos mi-ramos y el amigo sonríe . Conversa y me dicefrases como para alegrarme y más aún, paraanimarme. Yo en realidad agradecido por-que tenía algo de miedo. Miedo? A quién?—Acaso todavía estamos en el tiempo en que"el hombre es el lobo del hombre Hobbes y

26

Page 6: un novelista del trópico - ReDDi- Repositorio de ...bdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=revistas/preludios/... · rico y letrado por el soldadote andino, de am-plia ruana y de

su Leviathan . Dos pasos más : —la casa— ymi corazón siente gran alegría ; mas no sépor qué. Estaba impresionado . Al balcón,quién? Ella, no hay duda. Bellísima comosiempre . Asemejaba una estrella matutina,resplandeciente y luminosa. Nos miramos ysonreímos. Suban, nos dice . Un placer inten-so envolvía mi espíritu, pues iba a estar a sulado. Un zaguán angosto . La escalera cor-ta y curva . En un abrir y cerrar de ojos:arriba. Nos reciben. Hay saludos y todas lasatenciones posibles. Estamos sentados en lasala y conversamos amigablemente . Ella sen-tada a mi izquierda. Le dirigía interminablesmiradas. La veía más hermosa que nunca.Decidí no mirarla más . No podía seguir con-templándola. No consideraba a mis ojos ca-paces de responder a sus miradas . Caía unaguacero algo torrencial . La atmósfera esta-ba fresca e impregnada como de un ambientecampesino. La brisa suave y delicada refres-

cabo, la cómoda habitación . El tiempo trans-curría rápidamente . La victrola deja oír elcompás alegre de varias piezas musicales . Miamigo quería irse. Una voz conocida le dice:—tan prontó ; acaso es visita de médico? Ah,si supiera la felicidad que abraza mi almacuando estoy a su lado, decía mi subconscien-te. Permanecimos unos cinco minutos más yal fin decidimos marcharnos . Nos despedimos.Al bajar la escalera la ví por última vez.Despedida visual hubo entre ambos y de gransignificación. De pronto, en la calle . Me des-pedí del amigo .—Adiós .—Yo seguí en di-rección a mi casa. Iba regocijado . Crucé todaslas calles próximas y llegué por segunda vez ala avenida central . Siempre larga y solitariay yo solo marchaba lentamente acortando ladistancia . "Iba sola—Iba sola—Iba sola porla estepa solitaria ".

Rafael A. Barranco.

p r e l u d i o sCon gran placer hemos tenido el gusto de

leer una de las últimas ediciones de la "Ante-na", periódico de la localidad, hábil y tenazen su enseñanza como literario e ilustrativocomo árgano cultural.

Tuvimos la oportunidad de ver, un pequeñoartículo ocupado en criticar nuestra revista ta-chándola de poco sincera y un tanto equivo-cada, a la vez que tratabaa sus "pilotos" defaltos de cultura en sentido artístico musical.

No nos interesa ahora la parte personalpues nos es completamente indiferente, tantomás, cuando no es propio de nosotros repro-char agravios ni tampoco lanzarlos, por creerbastante pobre el medio de conseguir la po-pularidad nuestra, aprovechando el ánimo delos lectores, que por lo general les gustan estasdisputas, poniendo en poco otros periódicosy revistas.

Solo queremos dar una explicación no sólo

al crítico consejero que intenta corregirnos,cosa que dicho sea de paso, nos satisface enalto grado, ya que esto significa para nosotrosun verdadero interés por nuestra actuaciónperiodística la cual ya parece motivar comen-tarios e inquietudes en el espíritu errátil deaquellos periodistas que están en la constantebúsqueda del material necesario, a veces ima-ginario, para lanzar su crítica, la cual tiene suvalor según de quien venga y como venga,pues hay críticas, en verdad, constructivas, yotras que son destructivas y que solo basta sa-ber quien la dirige y en qué forma, para queno nos preocupen y reciban nuestro perdón.Por ejemplo, en nuestro caso, el corrector estámal informado de nuestro ideal, a la vez quedemuestra no haberse tomado el trabajo deestudiar debidamente nuestra revista para lue-go lanzar sus opiniones . También es nuestrodeseo el de enterar al público lector con el

oo<—>o o o o<---)0

LIC. FABIAN 'VELARDEAbogado

J0

Ave. Norte No. 10

O

Tel . 1269

00. >J OoOOCDO

o

o

0

o

EDUARDO CHIARI

Abogadoo

0

Ave. 'Norte No . 10

27

Page 7: un novelista del trópico - ReDDi- Repositorio de ...bdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=revistas/preludios/... · rico y letrado por el soldadote andino, de am-plia ruana y de

fin de que justifique nuestra actitud ya quesolo a él debemos la consiguiente explicación.

Así pues, queremos hacer saber al públicoculto, que el ideal supremo de la revista "Pre-ludios" es puramente LITERARIO, ARTISTI-CO y CULTURAL, como también no deja defaltarle un gran deseo de información.

Desde este punto de vista, nuestra revista nodebe ser censurada al publicar artículos deinfluencia europea, ya. que este ha sido, es yserá el punto de partida de nuestra gran civi-lización, por que ella es la fuente poseedorade las artes y las ciencias, por que ella a ma-nera de arroyo cristalino en la ladera, riegaesa influencia por la tierra extranjera, y noinútilmente, por que siendo fértil ese suelo, elarroyuelo consigue el florecimiento y cosechade su siembra.

De aquí que para una mejor enseñanzaprogresiva, nosotros tomemos las influenciasextrañas que nos educan ampliando nuestroconocimiento intelectual y artístico que no hasido siempre más que el reflejo legendario dela cultura europea, que desde tiempos remo-tos, ha sido el foco brillante que vierte su luzincandescente sobre la nueva civilización ame-ricana.

El hecho de que nuestra revista dediqueunos párrafos a los adelantos de la Europa conel solo deseo de despertar el amor a la músicaculta y a lo artístico y hermoso, no implica lanecesidad de ser grandes literatos, ni grandesmúsicos, tan solo basta saber de que se tratay comprender lo que se busca, para poder ad-quirir conocimietos a base de noticias, a fuer-za de expresiones, de estudios, de enseñan-zas.

Pera ya que se nos dice "que el deber pri-mero de toda publicación americana es el depromulgar las cosas de América entre losAmericanos", debemos advertir que nuestrarevista no ha abandonado lo que le correspon-

de a América, como podría observar el lector,si antes de juzgarnos, hubiese pasado la vistaa través de todas sus páginas, párrafos y pala-bras o siquiera que estudiase su sumario, ter-minaría por reconocer un número halagadorde artículos de asuntos nacionales o america-nos que en ella se colocan siempre y en nú-mero muy apreciable. Empero, cuando se em-prende una campaña de perfección y de ense-ñanza, es. necesario observar lo ajeno para asi-milar lo bueno y desechar lo malo, ya que se-ría el medio más seguro de adquirir un per-fecto entendimiento de aquello que nos perju-

dita, y aún más, cuando que "eso ajeno" in--fluye en nosotros de manera trascendental ydecisiva.

Y si en ella aparecen nombres ilustres es porque son el fruto de la lectura constante de re-vistas que nos permiten noticias de interéshistórico y educacional, como también el cons-tante interés de ofrecer a los lectores educadosy letrados el pasaje ligero de uno que otropersonaje de algún valor artístico, histórico,educativo etc. y no por el lujo de tener comocosa conocida y familiar , la músicas de los, rusosmodernos" como nos dice el comentario, pues,es muy poco lo que de ella hemos tratado, yaque nuestro trabajo no lleva el interés del quebusca la fama y las lisonjas, sino, que humil-demente ofrece lo poco del saber de sus escri-tores, que poco egoístas, desean informar a susamigos aquellas noticias de importancia, aquelnuevo reflejo causado por la lámpara siempreencendida de nuestra grande y vieja civiliza-ción que data de la Roma antigua y la Grecialejendaria, que se extendió en Europa parapasar más tarde siempre vibrante a la heróicay grandiosa AMERICA ESPAÑOLA.

Mas todo ello no implica el que hallamosolvidado la música nativa ni tampoco a nues-tros grandes literatos cuyo valor no desconoce-mos, sino, que nuestra revista es muy pequeñapara dar cabida en un solo número a todo nues-tro material que tenemos para la publicidad,y de aquí que con dolor separemos algunostrabajos de valor con el fin de darles cabida,llegado el momento oportuno.

Le agradecemos al amigo quenos dice "yesto nada más, ya que no queremos, por cor-tesía, aludir al total desconocimiento por partedo lo "pilotos" de Preludios de muchos de los;autores mencionados en sus revista," mas sólonos resta decir que la explicación debida ya lahemos dado, no obstante que no se nos hubiesedado muestras de mayor cortesía al criticar aPRELUDIOS, órgano del INSTITUTO NACIO-NAL que por su valor histórico y su tradiciónestudiantil, honrosa, merece no ser tratado depoco sincero y poco verídico por personas queno se han enterado siquiera de la cosa aludidapara lanzar juicios a priori y faltos de com-prensión por parte suya.

Suplicamos al buen amigo que en otra oca-sión sea más amable en su crítica la cual leagradecemos a la vez que aceptamos como unconsejo, siempre y cuando que tomase en cuen-ta que se refiere al "canto del nido de laságuilas" si así podríamos llamar a la voz de

28

Page 8: un novelista del trópico - ReDDi- Repositorio de ...bdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=revistas/preludios/... · rico y letrado por el soldadote andino, de am-plia ruana y de

PRELUDIOS, que estará dispuesta a responderen toda ocasión a las llamadas amigables deaquellos que ya sea por simples pasiones o porinterés nuestro, crtan poco eficaz la labor denuestra revista.

Para terminar deseamos referirnos a un pá-rrafo de la crítica que dice "serán muchos losque han gozado de Proust y James Joyce?Por las páginas que amablemente lee un pro-fesor—que en ese caso es un ehterado—no sellega a conocer un escritor. Hay que dedicarmuchas tardes para conseguirlo.

Le haremos presente a nuestro corrector quees poco el tiempo que nos basta para poderconocer a perfección todos Ios autores de im-portancia, de allí el que el profesor se intereseen buscar obras que los alumnos lean con elfin de aprovechar de ellas las influencias mássalientes que causen afición a nuestro espíritu.

Con esto creemos dada una explicación com-pleta dado el deseo de una mutua comprensiónentre nuestra revista y el público aficionadoa su lectura .

José Antonio Sossa D.

r

m i r o : u n a

semblanza

y un cuento

Como Azorín, su paisano, Miró tiene en A-licante su patria chica. Como él es levantino yhay en su arte un tinte de luminosidad, quequizá sea su notada más característica, algode observador constante y de artista cons-ciente.

Espíritu escrutador, vivió constantementecerca de la naturaleza y con sencillez y dono-sura, forjaba una poesía del más mínimo de-talle ; y poesía tersa y suave, sin requerir paraello, como acontece con otros escrotires, ungrueso material, y sin tener que ir a los másapartados rincones del idioma, en solicitud degiros y palabras poco comunes . Miró no usabaestos recursos, sino que con sencillez y contérminos familiares decía sus cosas y escribíasu prosa, y todo le quedaba bien : "Hogar esfamilia unida tiernamente y siempre . El pa-dre, en sus pláticas, es amigo llano de sus hijos,mientras la madre, en los descansos de su la-bor, los mima sonriendo. Una templada con-tienda entre los hermanos hace que aquél subaa su jerarquía patriarcal y decida y amonestecon dulzura. Viene la paz, y el padre y1 loshijos se vierten puras confianzas, y toda la

casa tiene la beatitud y calma de un trigal enabrigaño de sierra, bajo el sol 'Así, fácil-mente discurre siempre la prosa de Miró . Conun poco de tristeza ; da la impresión de quedeplora algo y, muy pocas veces hace reír, noobstante, ser un hombre que sintió con almade hombre las cosas de los hombres . Es noto-rio en él, el hecho de que a veces cae en fan-taseos.

Leyendo a Miró nos queda la impresión deque él tuvo siempre a la mano o una biblia oun libro de psalmos ; pues, a cada rato se tro-pieza con citas y sentencias traídas de estasfuentes : "Amable es el hombre que se com-padece"

Miró ha nacido en 1879 . La muerte se lollevó muy pronto ; pero, siempre de él nos que-dan recuerdos que le aseguran un rincón en lahistoria de las letras castellanas . Escribió:La novela_ de mi amigo, Las cerezas del ce-menterio, El libro de Cigüenza, El obispo le-proso, Del vivir corpus y otros cuentos, etc . Deeste último libro suyo es el cuento que a con-tinuación ofrecemos a nuestros lectores.

A . Q.

29

Page 9: un novelista del trópico - ReDDi- Repositorio de ...bdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=revistas/preludios/... · rico y letrado por el soldadote andino, de am-plia ruana y de

los amigos,los amantesy la muerte

Desde el vestíbulo pasa la suave luz de unalámpara escarchada al aposento donde estáel tullido rodeado de amigos . Hablan de pro-yectos logreros, de meriendas en heredades,un sermón, de paseos bajo los olmos del cami-no . Son viejos, como el enfermo, y tienen for-taleza, estrépito en la risa y fuman . Cuandole ayudan a variar de actitud o le acomodan lamanta caída o arrastran su butaca de ruedas,siente él más su impotencia y le llora angus-tiadamente el alma, pero los ojos no . Oh, sile vieran llorar por fuera estos amigos viejosy alegres, que ni padecen el reuma senil!

Les miente todas las noches diciéndoles quesus piernas, su brazo y costados no están muer-tos para siempre.

—Eso, desde luego! Ya verá, ya verá cuan-do pase el invierno—contesta, estregándoselas manos, un señor muy flaco, de perfil judío.

--Claro, como los árboles!—añade el doctorRodríguez.

Y el registrador, varón gordo y risueño, ex-clama:

—Vaya, al verano de los nuestros, y a votarcomo un muchacho!

El tullido les mira iracundo, vuelto a suhosco silencio, porque sabe que no lo creen.

Apartados en una vidriera, dos jóvenes con-templan la noche que se pierde en un misterio

de luna. Lejos, bajo las nieblas, escintilanlas luces reunidas, medrositas, de un pueblo

del valle . Se ve un llano que desgrana lumbreen el suelto pedriscal . De los húmedos hondo-nes emerge la alegría de verdura tierna, ilu-minada. Y al pie de la ventana está el jardíndesierto, desamparado en la nevada de la luz.Parece que los rosales, rígidos y sarmentosos,han florecido en esta noche, deshojándose lasrosas por arriates y senderos . Llega del tem-plo el sonar de las horas, tan puro, tan frío,resbalándose y fundiéndose en la paz, que pa-rece la campana también blanca, como labradaen hielo. Ella, la novia, es hija del tullido,pálida y enlutada por orfandad de madre.Sus manos finas, manos de imagen, se unen so-bre el seno como una magnolia .

El amante recoge en sus ojos la mirada de lamujer, y la lleva dulcemente a la desolaciónde la noche ; y se miran y se aman dentro delinfinito de tristeza, de silencio y de luna.

Departen, en tanto, los contertulios del es-corzo de las colmenas . Les interrumpe la en-trada de un gallardo perro de caza que setiende dichosamente en la alfombra verde yespesa como un alcacer.

—Estos animales—prorrumpe entonces elseñor registrador—son de más habilidad y sa-biduría que nosotros. Tenía Yo una perragrande y sagaz, como ésta . . ..

—Mire usted que esto es perro y no perra—,le corrige un señor de ojillos codiciosos.

—Qué perro?—pregunta trabajosamente eltullido.

—Bueno ; da lo mismo! dice el registrador.—Pero qué perro? Dónde está?—insiste

colérico el paralítico.—Aquí . No le ve usted? Es el de su her-

mano.----Que se lo lleven, que lo aten! Me mata-

rán!---Y el enfermo, rendido, se hunde entrealmohadas y sábanas.

—Déjalo, déjalo!—intercede un amigo quedormitaba.

—Qué he de dejar! Fuera !—Y el baldadose mira con rabia su diestra caída.

—Lo echan al pobre !—dice infantil y tiernala mujer, mirando al perro que se aleja pere-zosamente.

El enamorado se estremece de agresivoegoísmo. Odia al perro. Por lástima, alejosela amada de la noche y apartose de él, porquemirando la noche se decían sus ansias y hastael doloroso deseo de la carne.

La voz del señor registrador seguía:—Pero Yo estaba harto de animales en mi

casa . ..

El contertulio menudo y enjuto de perfilebreo, sonríe.

—Estaba harto—mantiene el otro, mirán-dole con gran enojo--. Y regalé mi perra.

—Yo haría lo mismo si pudiese!—balbuce eltullido.

30

Page 10: un novelista del trópico - ReDDi- Repositorio de ...bdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=revistas/preludios/... · rico y letrado por el soldadote andino, de am-plia ruana y de

—Se lo llevaron al Encinar . Del Encinar aaquí habrá unas cinco leguas . ..

—Dónde, dónde ha dicho usted?—preguntael médico.

-He dicho al Encinar.—Pues no hay más de cuatro y media.----Es igual!—añade otro con hastío.----Y en el Encinar parió mi perra . Tuvo

cuatro cachorrillos . Y qué dirán que hizo?Pues agarró con los dientes uno, y como pudome lo , trajo . Se fue y tornó con otro. Y asíhasta traérmelos todos. Poco después, tendi-da en el suelo, mirándonos a mi mujer y a mí,particularmente a mí, se murió . Debió morirreventada.

—Alguna hemorragia—insinúa el doctor.--Pero esa hemorragia, de qué iba a ser,

sino de . . . .?—Claro!--Por eso les decía Yo antes, que estos ani-

males son de más saber que nosotros.El perro expulsado asoma en la estancia.

Leve, cauteloso, entra más y se echa sobre laalfombra porque todos le miran y sonríen . Elparalítico también le acoge bondadoso . Es uninstante de sencillez, de piedad, que levantaen los corazones la perra muerta hacia el perrovivo . En el huerto un pavo real lanza tresgritos desgarradores que estremecen a la don-cella. Los amantes miran la inmensa y claranoche, poblada de fantasmas dolientes de ár-boles, y piensan en los ciegos terrores de aque-lla pobre ave . Lástimas exquisitas arden enel corazón del hombre . " Oh, alma!" Y laenvuelve toda su mirada . Los ojos de la don-cella, dorados y húmedos, copian la luz de laluna . El amante exprime con los suyos la mielde la boca ansiada.

Otro grito, un ay! largo, implorador, arrancala noche de la bella ave, quo oye ladridos demastines, espantados de sus siluetas proyecta-das en las eras.

Los amigos se despiden del tullido . Perode súbito suenan recios golpes en la puerta.El perro se alza latiendo fieramente, erizado,tremante la doble sierra de sus quijadas terri-bles.

La puerta se abre, y en el fondo de blancura

ucoco< >o< >oc~o >cco Lic.ANGELO FERRARI

Abogado.

Plaza Amador No. 3.O¡5

Teléfonos 1774 de Día

y

2080-X

oc ofloflo< >oC >o

del plenilunio, se, destaca un hombre que llevasobre sus espaldas dobladas un féretro negro.

En el huerto, el ave real gañe angustiada,enloquecida . La doncella se ampara en elpecho del novio ; rechinan los dientes del pa-ralítico ; retroceden, sobrecogidos, los amigos,y él se abalanza sobre el hombre espantoso yel ataúd vacila y cae retumbando . Dañan susgolpes como si dentro de las tablas se rompieraun cadáver.

--Es aquí donde vive el señor extranjero queha muerto?—dice desde la calle una voz.

Y nadie le contesta.Después, el registrador murmura : Aquí no

debe ser ; no es ; verdad?El funerario arrastra la caja y desaparece.

Y entonces los amigos se esfuerzan por reir, yestalla un coro de risas contrahechas y metá-licas y lúgubres.

—Han oído! Si vive aquí el que ha muerto!--prorrumpe el doctor . Y se oye otra risafría, afilada, desconocida . Todos se vuelven.Quién se ha reído? No lo sabe el mismo quelo hizo . Pero los amigos vuelven a la alegríade la vida . Tienen salud, tienen hartura . Demorir alguno de los reunidos sería el pobreamigo postrado . Oh, el pobre! No han dequererle si le conocen desde chico? Les pa-rece que vaya a morirse en sustitución de ellos.Verdaderamente, fue siempre honradísimohombre . Qué tremendo, si no hubiera entreellos este amenazado Y se despiden delenfermo con más cariño que nunca.

El enfermo les mira con más aborrecimientoque nunca.

—Alma, despierta!Y ella, trémula y blanca, gime:---No viste la muerte?—Alma, no hay muerte!--Muerte hay--e indica sus ropas de luto

y a su padre doblado en la butaca.Los jóvenes acuden a él y le llevan tierna-

mente a la vidriera ; pero el paralítico no ve lanoche y vuelve aterrado la mirada hacia elportal.

—No hay muerte! Mira la noche, mira losmundos ; qué le importan los féretros ni laslágrimas! Todo sigue . Mira, la vida, bellaahora en sus tristezas de niebla y de silencio;

"._ -._ Domo >o --<-: o.----ate )o=J

o - FLORENCIO AROSEMENA F .

oo

Ahogado

de Noche

o >o Tel . 1132Ave Central No . ' 58

oc-->o0oco<`—Do< >oor. o

31

Page 11: un novelista del trópico - ReDDi- Repositorio de ...bdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=revistas/preludios/... · rico y letrado por el soldadote andino, de am-plia ruana y de

bella mañana en un sol, y hasta en el gusanoque se deleita con jugo de la hierba pisada.Si los hombres lo amasen todo y ennoblecieranla vida, quitarían la idea de la muerte ; nuncahay muerte! La alegría prende en las almascuando se sienten amadas, y aman y son eter-nas! . ..

La gran luna vierte su luz sobre toda laamada. Está inmóvil, rígida ; tiene las manoscruzadas ; mira al padre y los ojos de la don-cella parecen cerrados ; su palidez es tan in-

tensa que adelgaza sus mejillas ..Y el amante, transfigurado, la descansa en

su pecho . Ella sonríe y le muestra al enfermo,que ya le atiende dichoso.

—Oh, hijos, no hay muerte!Y el hombre le susurra a la mujer:—Te vi inmóvil, como los muertos ; blanca,

como los muertos, y ya no me mirabas ; y yome sentí hundir en una muerte eterna . . .!

Gabriel Miró.

venganza

de

aldeanoLector, este es un hecho cierto que Yo tuve

oportunidad de presenciar allá en mi aldea;pasó así :

Miguel Prados (más conocido por Cartage-na), es el mejor ajustador de todo el vecinda-rio. Siempre tiene ajustes y contratos ; sin em-bargo, diariamente padece hambre . Hará po-cos días, Cartagena, queriendo hacer la maña-na, se fue a casa de don Enrique, quien al ver-lo adivinó su intención y le ofreció un tragogrande y bien cargado, luego otro, despuésuno más . ..

Al fin, qué es lo que quieres preguntóle des-pués de un rato el patrón.

—Don Pepe, (así llaman familiarmente adon Enrique), vamos a ver si me puede dar unavance de quince pesos ; que hoy no tengo niun centavo y queremos jugar la gallina carate.

Cartagena le ha guachapeado a don Pepevarias cabuyas de plátano, algunas de guineoy, le ha macaneado el maíz y los frijoles. To-das las tardes al regresar de la finca, Cartage-na llegaba a casa del hacendado y tomaba laescasa provisión para el día siguiente y algu-nas veces, cuatro o cinco reales en efectivo.

—Cartagena, Yo no te debo nada¡ . . ..—No diga eso don Pepe, entonces Yo le he

trabajado de gratis? . ..—No, pero el avance y el precio de las pro-

visiones, suman algo más del valor de tu tra-bajo, de modo que, tú, al contrario, me quedasdebiendo treinta pesos . . . así pues, toma laprovisión para mañana y . . . vete y . . . afila elmachete . . .!

Don Pepe, (como todos los pequeños propie-tarios de aldea) acostumbra no pagarle a suspeones y ajustadores, siendo esta la causa, fre-

cuerdamente, de sus riquezas y buenas posicio-nes económicas.

El mísero peón, se retiró sin decir nada, lle-vando en el alma la intención de realizar unavenganza grande que sirviera de escarmientoa todos los patrones circunvecinos.

Al llegar a su casa tomó una buena canti-dad de azufre, recinas, alcanfor y manteca ; aldía siguiente a la hora en que el hacendadoregresaba de la finca, caballero en su jamelgo,al anochecer, él, escondido en un tronco quehay a la vera del camino, lo esperaba . El ga-lopar de la cabalgadura fue el anuncio de queya el hacendado ; estaba próximo al lugar donde Cartagena atisbaba, quien sin pérdida detiempo, tomó las recinas, el azufre, el alcanfory la manteca que con él había traído y lesdió fuego ; al mismo tiempo que sonaba contodas sus fuerzas unas latas, cascabeles y mo-nedas que cuidadosamente ensartadas en unacuerda llevó consigo. La. noche se entraba ; ysobre el estrecho sendero, se proyectaban fan-tásticas las largas siluetas de los árboles y losmontículos formados por las malezas vecinas;vampiros enormes cruzaban el espacio, lle-nándolo todo, con las sinfonías de sus ampliospatagiones ; en las ramas y en las copas de losárboles, los buhos gañían con un afán lúgubrey ronco ; y, las cigarras escondidas en las hojas,decían su adiós a la tarde . Todo estaba soli-tario y rodaba en el ambiente una nota infini-ta de tristeza ; todo infundía recelo y ansias dehuir. De pronto, un insólito resonar producidopor cosas muy diferentes, seguido de unos gri-tos desaforados y espantosos, que tenían la au-toridad de un mandato pronunciado por milvoces de ultratumba que se iban acercando a

32

Page 12: un novelista del trópico - ReDDi- Repositorio de ...bdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=revistas/preludios/... · rico y letrado por el soldadote andino, de am-plia ruana y de

don Pepe, lo dejaron sobrecogido de pánico ycasi inconsciente ; los gritos se acercaban a élrepitiendo:

Pepe¡. . . ! Pepe . . . ! págale su plata a Carta-gena o te lleva el diablo . . .!

Pepe . . .! Pepe . . .! págale su plata a Car-tagena o te lleva el diablo . . . Unas lianas, ha-bían enredado a Pepe del cuello, haciéndolesalir de la cabalgadura que, tan asustada comosu dueño, apretando el paso, había emprendidosola el viaje, camino de su caballeriza.

Creyó el hacendado que su último momentoera llegado y desde, el suelo donde se encon-traba de hinojos, comenzó a gritar:

Carajo . . ! me lleva el diablo . . . dios mío . . .

Ave María Purísima, socórreme . Padre nues-tro . . .! Creo en dios padre . . .! dios mío sál-

vame, que mañana mismo Yo le pagaré suplata a Cartagena y a todos . . . Ampárame, vir-gen María . . .!

Al siguiente día Cartagena se apersonó acasa de don Pepe, quien le pagó en el acto ysin el menor esfuerzo, todo su dinero a su a-justador. Cartagena participó a sus vecinos laocurrencia . Y uno a uno fueron todos a retirarsus dineros de las arcas de don Pepe.

Santo remedio :desde ese día, don Pepe esun hacendado honrado que paga a sus traba-jadores exactamente .

marcial caballero.

un viajePor Martenick Amor Lamet.

Como el nombre lo indica y excitado poruna de las más entusiastas socias de la redac-ción de 'la simpática Revista, "Preludios", don-de escriben jóvenes amantes de la literatura,he dispuesto, al fin, escribir este articulejomás geográfico que literario, referente al ríoSambú o Garachiné, para dar una pequeñaidea de lo que es esta región abandonada pornuestros gobernantes, no obstante ser la lla-mada, algún día, a contribuir a la prosperidadde nuestra República, por su suelo, su flora ysu fauna.

Si esa Revista no fuera puramente de ensa-yos, yo no me habría atrevido a componer es-tos mal hilvanados renglones, puesto quemi humilde persona no me autoriza para dár-melas de escritor y de periodista mucho menos;pero las continuas exigencias de la amiguita,a quien me refiero, es lo que me ha hecho ha-cerlo, pidiéndole, sí a ese exigente que dirán,que me perdone los errores que por "lapsuscalami" cometa al lanzarme a satisfacer a labuena amistad:

Subía yo el Sambú, ese hermoso y largo ser-pentino que, después de recorrer unos 195 ki-lómetro arroja sus aguas en el Golfo delDarién del Sur, formando una espaciosa ense-nada entre punta Patiño y la de Garachiné, alcual caen las cristalinas aguas de lospequeñosafluentes : San Miguel, San Antonio, Taimatíy Metesuena, en una pequeña lanchita de mo-

a s a m b ú

tor, manejada por un japonés, que iba a unainspección judicial . Para ello iban : el señorJuez del Circuito del Darién con su Secretario,dos testigos-peritos, un portero de ese Tribunaly el cura de la Parroquia de esa región, con elpropósito, éste, de cristianizar a los infantesmoros que por esos lugares existieran.

Como el Sambú es navegable unos 90 kiló-metros poco más o menos, la lanchita marcha-ba rápidamente, surcando las corrientes de esecaudaloso río, tirando a sus lados las olas oestelas que a su paso dejaba por el cauce deesa pintorezca vía, adornada a sus lados poruna vegetación acuática, compuesta de los de-rechos y esbeltos mangles, levantados sobre or-queteadas raíces ; de los nudosos y perforadosalcornoques ; de los resinosos cativos frecuen-tados por monos ahulladores y de arboledallena de enredaderas, trepadoras y parásitos,en sus terrenos más altos ; es decir : donde per-dida la marisma reina la tierra firme presen-tando una vegetación exuberante, visitada poraves de plumajes multicolores, bastante recrea-tivas.

La entrada al río Sambú es preciosísima ; elexcursionista recrea la vista en las bandadasde aves acuáticas como las garzas, los pelíca-nos que majestuosamente pasan de un lado alotro, con su picota estirado husmeando algunapobre sardinita que inocente, flote sobre la su-perficie del agua, para luego, a manera deflecha, caer sobre ella ; las palometas, blan-

33

Page 13: un novelista del trópico - ReDDi- Repositorio de ...bdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=revistas/preludios/... · rico y letrado por el soldadote andino, de am-plia ruana y de

quitas como el algodón, sobre un pedazo demadera llevado por la corriente, marchan dedos, tres y cuatro en línea, disimulando el im-pulso que sobre ellas ejercen las olas al bam-bolear el palo ; las tijeretas que de la enormealtura en que se encuentran, directamente sedejan venir sobre el pez que su fina vista al-canza a divisar, y, en fin, un sin número devariados pájaros que luchan por la vida enesos lugares de abundante marisco.

El manglar se ve cubierto de pelícanos ycuervos aguardando la baja de la marea paraejercer con más descanso su cacería, al pasoque los anfibios, apareciendo como troncos vie-jos sobre los barrancos ya abandonados porlas aguas, aparecen dormidos a los calientesrayos do Febo, en las primeras horas de la ma-ñana, pero listos para tirarse al agua y zabu-llirse al menor ruido que sienten, temerososde ser sorprendidos al golpe de los balines dealgún hábil cazador o a la ensartada del ace-rado arpón con que los cazan sus perseguidorespara beneficiar el cuero actualmente muy soli-citado por el comercio.

La vista, pues, subiendo el río, es bastantedistraida en la contemplación de tantas nove-dades que se descubren en el viaje ; de cuandoen cuando un bote de velas bajando al golpede remos por los muchos tornos de la vía;otras veces una o dos piraguas de indios mane-jadas al canalete, piloteadas por una india, car-radas de plátanos, corno artículo de gran ne-cesidad para su vida ; todos corno sus, madreslos arrojaron al mundo, cubiertos únicamentepor una parumita de la cintura a los muslos,dejando al descubierto las mamas ; sus hijospequeñitos los cargan a la espa¡da envueltosen un pedazo de tela, y sus brazos, pues, li-bres para satisfacer alguna necesidad que depronto se les presente . Algunos llevan en susbrazos brazaletes de plata, argollas pendientesde la nariz y de las orejas ; collares formadosde monedas de plata y el cuerpo pintado conel jugo de la jagua, dizque para aliviarse delos calientes rayos que el sol descarga sobresu desnudo cuerpo . En sus mejillas- se notanchapas coloradas formadas por el achiote, y,la cabeza adornada de flores silvestres grandesy rojas que encuentran a su paso.

Verdaderamente, ese río es una monstruosaculebra, con muchas curvas y pocas calles rec-tas ; las habitaciones que a sus márgenes seencuentran, ya en la tierra firme, huyendo delas marismas de sus orillas y anegadizos en l spartes más bajas, cuando hace sus crecientes,

están bastantes retiradas y en altos barrancosdesmoronadizos, por donde al subirlos, el indi-viduo está expuesto a caer al charco y ser en-vuelto por las voluptuosas corrientes . Lossubidores que esos habitantes colocan paramejor llegar a sus viviendas, son arrastradospor esas avenidas y de aquí que no haya segurridad para subir sin riesgo de ser desprendido,salvo que las aguas se encuentren cubriendodichos barrancos.

Ya en las habitaciones, corren a visitarnoslos canillones mosquitos secundados por unamosquita que llaman chitra ; ambos se pegande nuestra pobre piel con tanta hambre, quenos hacen verter la gota de sangre, dejándo-nos ardientes de tan injustas picadas. Es na-tural que el paludismo, la malaria, la buba, lafiebre amarilla tengan su influencia y el foras-tero se encuentre apurado con tales visitas quele proporcionan la intranquilidad, el aniquila-miento y de allí : la muerte! como le pasó a laesposa del primer colonizador de esas regiones;Guillermo Patterson.

Quitando todos estos inconvenientes, siempreexistentes en las regiones vírgenes, los terrenosde Sambú son pintorescos : su vegetación esexuberante por la fertilidad de las tierras;sus márgenes a ambos lados están cubiertaspor frondosas tallazones de plátanos y bana-nas, las cuales se ven pendientes de cada tallocausando envidia por su hermosura ; el agua-cate es de delicada masa, grande y de pescuezolargo ; grandes mameyes, papayas, cañas bas-tante dulces y de canutos gordos ; arroz enabundancia y, en fin, de todo lo necesario parala vida en materia de cereales ; como plantasmedicinales, tenemos : la zarzaparrilla, cedrón,tamarindo, palmacristi, algodonero, etc . etc.De madera resinosas ; la cabima, el caucho,chutrá, palosanto o bálsamo de María, la co-paiba, caraña, chirriquí, tonga, etc . etc . ; deconstrucción ; la caoba, el cedro de varias cla-ses, el huesito, el cacique, nazareno, alfalrillo,majagua (para cordeles y sogas), el árbol deseda, maria, etc. etc.

Como plantas comestibles, también se da lapapa, el camote, la cebolla, ñame, otoe, habi-chuelas, etc ., etc.

El terreno es aurífero y sus habitantes se de-dican, mientras aguardan la cosecha de susfrutos, al laboreo de ese mineral en las orillasdel río . También hay minas de petroleo y nohay que dudarlo, que al fin Garachiné, con lostrabajos de esas minas petrolíferas que guarda

34

Page 14: un novelista del trópico - ReDDi- Repositorio de ...bdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=revistas/preludios/... · rico y letrado por el soldadote andino, de am-plia ruana y de

en sus entrañas, muy pronto será una de lasmejores poblaciones del Darién.

Lo que importa es que el Gobierno ayude ala Agricultura mediante el Banco Agrícola,para que se vea como surge de esas regionesla riqueza que ellas guardan para la prosperi-dad del país .

Estas minuciosidades pude observar en miviaje y este dato es el que dedico a esa impor-tante revista escolar a manera de propaganda.

Martenick Amor Lamet.

Garachiné, Octubre 10 de 1931.

la destrucción de nuestroidioma por nosotros mismos

Algo innato en las personas de nuestro país,es la tendencia de poner fin de algún modo anuestro idioma ; así vemos muy a; menudo te-rritorios panameños con nombres de personasextranjeras, teniendo facilidades de darle elde algún célebre compatriota nuestro . Ospongo como ejemplo palpables el "RouseveltPark", en la estación del ferrocarril, el "LunaPark" en nuestra primitiva ciudad, y muchosotros, pero lo que más me extraña lector es,que todos son nombres americanos, puro yan-qui, ya algunos se creen yanquis, inglés por to-dos lados, pero Castellano donde? Para noirme tan lejos, id a la Zona del Canal a ver siencontráis "Parque Porras", Paseo AmadorGuerrero, .ellos si conservan su idioma, ningún~rliero en Castellaj, ningún aviso en nuestro

ue lo entiendan sus hijos.idioma, todo para rAnservación, cuán variadoAh! In tintes+

habla casi el Caste-

ro, primero es en in-ellano, cuando debería

, los avisos de las avenidas,ay ' después, como por no

Una sola dirección", las canti-pS5r debajo con letras chicas "Cantina".

Nuestro campo de juego "Istmian Park", note agrada más, lector racional, oir a tu amigodecir "Parque Istmeño'? Quien es el autorde tanto disparate?

Bull ring Figth, Chouffer de Jitney, Starsdel teatro. Oh! que horror!

El teatro, estímulo de la juventud para en-caminarse por la senda de los que se creen

preparados y ni lo suyo conservan? Queréisver un teatro completamente llenas de perso-nas? Id cuando se exhiba una película eninglés, en cambio, al ver un anuncio de algunaen castellano, no sirve, esos actores latinos nosaben trabajar, quiero ir a aprender el Inglés.Pero que inglés van a aprender, si ni su propioidioma saben? Aquí en el Istmo, pasa algomuy raro y es que si una persona no habla elinglés, no se puede emplear como dependienteen una casa comercial, hasta el barredor delalmacén tiene que saber inglés, de lo contrariolo despiden ; en cambio id a Balboa a conse-guir un trabajo, y decidme con franqueza, lepreguntan a alguno de vosotros si sabéis hablarcastellano?

Nadie, nadie se interesa por un idioma ex-tranjero, si no por el suyo, tratan de hacerlo-cada vez más amplio ; cuándo habéis oido a unyanqui poner en medio de su expresión unapalabra castellana? Nunca! Entre nosotros,el que sabe Inglés se cree un Dios, y se vana-gloría en usar palabras en este idioma muyamenudo, pero no se acuerda que mientras ha-bla eso otro, está destruyendo el suyo propio;"El Castellano es un idioma muy anticuado"dicen algunos, y no saben que caen en un errorcraso, hacen alarde de su ignorancia, demues-tran en cada expresión el vacío de su pecho yla obscuridad de su cabeza . Procurad lectorno caer en manos de éste fuerte dragón que sellama Destrucción, conservad nuestro idioma,como el rey Aetes al vellocino de oro, ámalo ycuídalo tanto como Medea a Jasón, como Hele-na a París, como Patroclo a Aquiles, como Uli-ses a su hijo, así tanto debéis cuidarlo y con-servarlo .

Ramiro Antonio Vásquez.

para que veáis, queque van a expresar

tmplo típico es el si-lta in the coche, and

35

Page 15: un novelista del trópico - ReDDi- Repositorio de ...bdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=revistas/preludios/... · rico y letrado por el soldadote andino, de am-plia ruana y de

el viejo que nos contaba cuentosAquella mañana la casa de Dn . Rafael, pre-

sentaba un lúgubre aspecto.

Dn. Rafa, como cariñosamente le llamabanen el pueblo, era un señor de avanzada edad.Vivía solo, en una casita situada cerca del ma-tadero. Se había granjeado el cariño de to-dos los habitantes del lugar y especialmente elde los niños, a quienes le complacía divertir conchistosas narraciones de cuentos . La tristeza

dibujada siempre en el rostro del buen viejohacía contraste con la alegría de su conver-

sación.Decían del viejo, que había perdido un hijo,

pequeño aun, y que ese desinteresado amor alos niños había nacido en él desde entonces.

Los habitantes del poblado tenían en él másbien que un amigo íntimo, un hermano espi-

ritualNo era raro pues, que la casa de Dn . Rafa

fuera visitada con mucha frecuencia por niñosque lo hacían con el doble propósito de llevarlealgún regalito y de oír ansiosos las narracio-nes de cuentos ora cómicas y jocosas, ora satu-radas de sentimentalismo, conque el viejo losdeleitaba.

Los cuentos del viejo constituían una de laspocas diversiones conque los niños contaban enel pueblo.

Por otra parte, Dn. Rafa era un hombre tra-bajador a quien la edad no hacía meya, dandocon esto un ejemplo a todos los "Sánganos"del pueblo. Repetía aveces las palabras deaquel pensador que dicen : "el hambre podrállegar hasta las puertas del hombre trabajadorpero nunca traspasará los humbrales de su ca-baila .

Las finanzas de Dn . Rafa nunca estaban debaja, y cuando algo quedábale de sus ahorroslo repartía entre los menesterosos.

En las noches de luna, la casa del buen viejosemejaba un hormiguero de niños que se dabancita allí para oír anhelosos los cuentos de lanoche.

Era una noche de riguroso invierno, una delas noches más obscuras del año . El frío quehacía parecía pasar inadvertido por los peque-ños visitantes de Dn. Rafa, que sentado sobreun rústico banco de madera, fumando un grue-so habano, aparecía tranquilo . En ese mo-mento contaba a los niños el cuento "El prínci-pe que murió de dolor de muelas . . . " de prontoocurrió algo que a los niños produjo, verdaderoasombro. De lo alto de la cabaña había cuidoun sobre cerrado con un contenido luminoso.Hl viejo leyó aquel mensaje imprevisto despuésde lo cual despidió a los niños serenamente.

Dn . Rafael murió aquella noche . ..A. la mañana siguiente, el tema de comenta-

rio de los vecinos del pueblo era la misteriosamuerte del que en vida fué Dn . Rafael Del-gado.

Desde ese día se oyen en la casa del extinto,voces como tarareos de canciones . ..

Pero . . . va para diez años que ocurrió eneste pueblo la muerte del bondadoso Rafael yya nadie en el pueblo se acuerda de que élexistió .

irnos . . .! UNA' \offCon mucha razón dijo ePTELO AZUL, Qa ln`'\'"Quién se acuerda del J>-POCO A POCO

hizo bien?"

CER ESAS OSCURAS NU- o'Panamá, Octubr `S SOBRE NOSOTROS.

Pedro Peña,

e 1 1 arevista

chica de

avance : órgano

de los

' as y no infaman al

del instituto

nacional

de

panamá

(año n

pilotos :

josé a . sossa

carlos r . berbey

pedro peña

joaquin p . franco

víctor guirola

luís roquebert

josé pella bernard

o6

Page 16: un novelista del trópico - ReDDi- Repositorio de ...bdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=revistas/preludios/... · rico y letrado por el soldadote andino, de am-plia ruana y de

GRAN CONCURSO DE NAVIDAD3 - VALIOSOS PREMIOS - 3

De acuerdo con los tres premios agraciados del Sorteo de Navidad dela Lotería Nacional, que se jugará el 20 de Diciembre de 1931.

PLAN DEL SORTEO

PRIMER PREMIO:Cien Balboas (B . 100.00) en Libres, No-velas, 'Diccionarios etc. etc.

SEGUNDO PREMIO :—Sesenta Balboas (B . 60.00) en Noveda-des y Artículos de Fantasía.

TERCER PREMIO :—Cuarenta Balboas (B. 40.00) en Cuadrasde Arte y Juguetes.

Toda prsona que compre de contado en cualquiera de nues-tras des Librerías, recibirá un tiquete por cada Balboa.

Este tiquete numerado y registrado le dá derecho a entraren el Concurso y a ganarse cualquiera de los tres premios arribamocionados.

Las personas que cancelen cuentas en dichos establecimien-tos también recibirán un tiquete por cada Balboa.

Los favorecidos por la suerte tienen derecho a elegir Minamente los artículos que quieran dentro de las condiciones e .ctipu-ladas en cada premio.

El Concurso principia el 1 9 de Octubre y quedará cerrado el19 de Diciembre del presente año a . las 6 p .m.

El. derecho a reclamar los premios termina el 30 de Mayo de.1 . 932,

LIBRERIA BENEDETTI(AVENIDA CENTRAL, FRENTE AL NATIONAL

CITY BANK)

LIBRERIA BENEDETTI (Sucursal)(AVENIDA CENTRAL Y CALLE 3a .)

Page 17: un novelista del trópico - ReDDi- Repositorio de ...bdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=revistas/preludios/... · rico y letrado por el soldadote andino, de am-plia ruana y de

coo

o o< >o< >o< >oc . >o

FERRETERIA

> o O<

>O<

>O<

>O< )Q<

>O<

0<

>o< u

Compañía de Noriega, S. A. l°

1

o

LYONS0

ESTABLECIDA EN 1868o

PANAMA A

MOSAICOS

AZULEJOS

A

GRANITOSo

COLON.

Teléfonos

PANAMA

o1240 738

2o0 o o o O< >O< >O > O< >O< >0 O > o >o o cc_

>< >O< OOooo oO > o>DO oO O< >05

GREBIEN 8s MARTINZ Inc .

o

o

Arquitectos, Ingenieros es Contratistas

o

o

A V . CENTRAL No . 27

TEL. No . 787 0

0< >O<—>O< >O< >0< >O< >.>> >O >O~~OC >Oo<>0 oCo OKflO< >OC_ )0< >OO

0< >0< >O< >0=0 O< >O Oo< >o o > oo

o0

o Sasso, Fuhring & Cía.

o

oAGENTES COMISIONISTAS Y

o

REPRESENTANTES DE CASAS EXTRANJERAS

o

o Tel No . 682

o

PANAMA, CALLE 6a, No. 18

OF >O

>O(_>OL_ >o<

PAPELERIA Y UTILES DE ESCRITORIO

o

OBRAS DE TODA CLASEo

o

Mario Preciado & Co. Ltda.

o

O< >0<

>0< >O

oQ

> oo

o

o

> OSOOC)

> o

Oo

oO< >O000 o

Apartado No. 242 o

Oo

OL—>OCn-in>o

Librería " PRECIADO"o

A sus Ordenes en nuestro Nuevo Edificiofrente a la Plaza de Catedral.

O< > O< >O< > O< >O< >O< >OCC D0

TELEFONO 236 .

o

>0< >0< >0< >Oo>

o

0C >O oo

Page 18: un novelista del trópico - ReDDi- Repositorio de ...bdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=revistas/preludios/... · rico y letrado por el soldadote andino, de am-plia ruana y de

>O< >0< >0< >OG< >0 >O<

>O<

>O<

>0< >O< >Of—7O< .>O<

>O

ó

o

0

o

SUCESORES DE CARLOS A . COWES Co.EXIIIBICION NOVEDOSA EN NUESTRAS VITRINAS DE JUEGOS DE:

SALA - RECAMARA Y COMEDOR

PRECIOSOS ESTILOS

ESCOGIDOS DECORADOS

VISTOSOS ACABADOS.

Construcción esmerada y garantizada . Selección de madetas nacionales,

debidamente acondicionadas . 0

l,nDo>0 >0000000< >0<O0 El Templo de las Películas Parlantes de la.

o"METRO GOLDWING MAYER"

"R.C.K. RADIO" "INERNACIONAL"

o

"R.C.K. PATHE" Y OTRAS.

ói Teatro Variedades'0 CALLE "C"o(=000<>o< >o

Tel . 1282

00000

o

co

Todo en el Ramo de Ferretería.

Especialidad en Pinturasde la afamada marca

"SHERWIII WILLIAMS"

>0< >O<—~OC_~O< >OC,I

PANAMA HARDWAREM. CARDOZE

O

o o

o

(FERRETERIA PANAMA)

o o 0o o

o<

Oco

o< o< )(CC< o<

>0<

>O<

>0< >o

SIDRA CHAMPAÑA

EL GAITERO"La Bebida Económica y Sin Rival.

para Fiestas de Sociedad

DURAN

oo

Tel . 426

>o

o

Agente

o oo ocoo o ooo

A

o o o0o0o o O<-->0 o o o o o o o

Villa nueva & Tejeira

Arquitectos - Constructoreso

00 Calle ea . No. 21

Tel . 1973 y 1129

O

o

o

O

O o o O

o

o

0O

u0

o

o

o0

o>o o c•o< >oooo ooo