Un infierno dentro de mi

1

1 CAPITULO

SOFIAUn sonido retumbo en toda la habitación y levante desesperada, 7:05 am... Apresure a tomar el atuendo que había elegido la noche anterior; salí a la cocina, un pan, huevos y café, ¡DESAYUNO LISTO! Tome las llaves y me metí rápidamente al ascensor, tenía que llegar temprano a la universidad, la semana de exámenes era la única razón para levantarme temprano; no tuve tiempo de prender el celular así que solo vi mi reloj 7:45... No podía creer que había tardado 30 minutos en vestirme, pero no era importante así que tome el autobús y felizmente encontré un espacio libre, me senté y en unos cuantos minutos ya había llegado.-Tan tarde Velarde- grito Alex, esa frase era típica; a pesar de que llegaba temprano siempre lo decía, y lograba sacarme una sonrisa...

-Ahora si acertaste- respondí.

-Siempre lo hago- dijo Alex.

En la otra esquina estaba Julio, era tan frio y distante, creo que nuestra relación se apagaba por su actitud; pase de frente sin mirarlo, pero el atravesó mi camino...

-No te enseñaron a saludar Sofia...- sus palabras salieron con amargura así que no hice caso y continúe con mi camino...-¿Se puede saber qué te pasa?- me pregunto al oído, sujetándome del antebrazo.

-No estoy de humor para tus jueguitos Julio, suéltame ahora- ordene.

-Pero ¿Por qué?, si son bastantes divertidos.

-¡Suéltame!- grite tan fuerte que se vio obligado a hacerlo.

-Te caíste de la cama, Sofia- me soltó y me dirigí al aula donde mi examen comenzaba en pocos minutos.

Termine de dar mi examen y fui a la biblioteca para sacar algunos libros, me encontraba entre La Colonia Y La Republica, cuando un fuerte empujón me mando a la esquina del estante...-Parece que te gusta jugar, pero no que jueguen contigo, Sofia- Julio me tenia del cuello, apretándome al estante, varios libros comenzaron a caer pero nadie se encontraba cerca; no lograba respirar, y me había olvidado de tomar las pastillas de hierro, así que me desvanecí en el pasillo que dividía los estantes.

document.docx Nicole Valverde Q.

2

…

-¿Sofia? ¿Te encuentras bien?- era Alex, no podía recordar como llegue hasta el tópico de la universidad.

-¿Cómo llegue? Estaba en la biblioteca, en el pasillo de historia y luego vino Julio...- no lograba recordar. La puerta del tópico se abrió y entro Julio.

-Sofia, me diste un gran susto; te traje cargada desde la biblioteca hasta aquí, más tarde hablaremos, ¿te sientes bien?- su ironía me causaba un dolor de cabeza horrible.

-Vete ahora mismo, vete.- soné tan enfurecida que Alex me agarro de la mano intentando calmarme; pero no podía, sentía que la presión se me subía y mi visión se volvió borrosa.

IAN


3

Entre al departamento decidido y listo para el otro encargo que Fernando me había pronosticado desde hace 2 meses atrás, no importaba cuán difícil era pues todo lo que me habían ordenado siempre lo hacía y no me rehusaba, aparte lo que recibía de cada uno de ellos era mejor que ir a la universidad y tener un trabajo.

-Fer, me lo dirás hoy ¿verdad?

-El enano tiene toda la información, pídesela, está en su cuarto; cualquier duda vienes y me consultas, pero si te apuras sería mejor.

Fui a la habitación de Marco y vi un sobre que titulaba 28-05... Le pregunte si ese era mi encargo y asintió- Creo que esta no será fácil, ve con cuidado.- solté una carcajada y no le respondí, pero algo me decía que tenía razón.

Abrí el sobre, y leí lo que decía:

Nombres y Apellidos: Sofia Valentina Velarde Cisneros Edad: 20 años Tipo de sangre: Rh+ Enfermedades: Diabetes (Tipo 1) - Anemia Dirección: Edificio Balcones SV Piso 10 Habitación 10E Estudios: 2020-Universidad Villa San Juan

Termine de leer, los demás datos, pero no encontré ninguna foto de ella; fui a la habitación del enano y me aviso que las fotos las mandaría a mi correo en la noche. Salí del cuarto y vi a Fer.

- ¿Qué es lo que quieres de ella?- pregunte

Alzo su mirada y con una sonrisa fría, me dijo- Quiero su corazón.


4

2 CAPITULO

IANHace tres años me había unido al grupo, nunca tuve una decisión sobre qué hacer con mi vida; así que opte por lo más fácil, una etapa de drogas y alcohol; hasta que conocí al enano, me conto en lo que se dedicaba, no lo podía creer así que ignore lo que me había relatado. Poco tiempo después va a mi departamento, su llegada me impacto pues nunca le había dado mi dirección ni mucho menos éramos cercanos como para visitarnos. Abrí la puerta y entro rápidamente:

-Te necesito, nuestro equipo se va ampliando y necesitamos más personal.-rápido se me vino la idea de trabajar con ellos, no me gustaba en lo que empezaba a convertirme, mientras él seguía- Te daremos todas las facilidades, soy el más allegado al jefe y ya te he recomendado miles de veces, te necesitamos ya. Y con ya me refiero a que vayamos ahora mismo al departamento del jefe ¿estas dentro?-Necesito tiempo para pensarlo, pero creo que no me lo darás y no puedo perder esta oportunidad; intentare hacer lo mejor, pero si no me acostumbro me saldré ¿entendiste?

-Está bien, vayamos ahora mismo.

Nos dirigimos al departamento del jefe, su nombre verdadero era Fernando pero la mayoría le decía Fer o El Jefe; entre al departamento y quede asombrado con tanta elegancia en un pequeño cuarto, tecnología moderna y todo tipo de cosas que solo los millonarios tendrían. La puerta de la cocina se abrió y de ahí salió El Jefe, un tipo no tan viejo, pero se veía cansado; me miro con curiosidad y abrió su boca para opinar pero al instante la cerró.

-Bueno, él es Ian; desde ahora está dentro- informo El Enano, lo mire un poco avergonzado, pues nadie más en la habitación intervino.

-Espero estar a gusto con este trabajo y quisiera empezar enseguida-dije.

-Enano, le has dicho de que se trata este negocio ¿verdad?

-Creo que omití esa parte- dijo cabizbajo.

-¿A qué te refieres? Esto no es un negocio para vender drogas- intervine, mis palabras salieron con furia, pues estaba muy confundido.

-Ian, lo primero que debes saber es que esto que te vamos a decir no es algo sencillo; muchas personas han renunciado a ser nuestros amigos cuando se


5

enteraron la verdad, solo hemos quedado Marco y yo, como veras yo no puedo solo así que contrate a Marco, pero resulto que él era más bueno en hackear información; te necesito para capturar.

-¿A qué te refieres con capturar?- dije un poco confundido

-Somos traficantes de órganos - caí en uno de los muebles, no sabía lo que sentía, solo supe que estaba aterrado y con miedo de que me pudieran hacer algo; me puse pálido y no me salían las palabras con facilidad.

-Creo que esto te conmovió muchacho, ¿Qué dices? ¿Estas dentro? No tengo tiempo para que lo pienses, así que decide ahora mismo.

-Si estoy- las palabras salieron como si me estuvieran amenazando con una pistola en la cabeza, no podía creer lo que había hecho, desde ahora todo empieza a cambiar. Soy un traficante de órganos.

SOFIARegrese a mi departamento, me falto dar un examen pero el profesor me dijo que lo tomaría en cuenta para que mañana a primera hora lo pueda recuperar... Llame al trabajo para que me den el día libre, ya mañana


6

justificaría mi falta, mi supervisora acepto pues sabia de mi enfermedad, fueron dos veces las que ella me encontró desmayada en la fotocopiadora; desde ahí siempre para pendiente de mí. No me gustaba estar sola, así que decidí salir a comprar las medicinas que me hacían falta; tome las llaves y me dirigí hacia el ascensor. Un chico se encontraba conversando por celular, y por instinto femenino estaba claro que tenía que escuchar todo.

-Estoy saliendo de su departamento….Pero no tengo su foto ¿Cómo crees que la voy a reconocer?....Nooo, te dije que no estoy en casa... Mándala a mi celular... Espera un rato...-coloco su mano en la parte inferior de su celular y me dio una mirada.

-¿No te han enseñado a que no se debe escuchar conversaciones ajenas?- su voz era áspera, pero no tan gruesa.

Solté una risa ahogada, mire a ambos lados del ascensor y lo observe con frialdad.

-¿Me hablas a mí?- dije con sarcasmo

-¿Acaso ves a alguien más aquí?- me respondió agitando su cabeza.

No hice caso, suficiente tenía con Julio en la universidad como para aguantar a otro egocéntrico en el ascensor; mientras esperaba mi respuesta, saque mi celular del bolsillo y empecé a tocar la pantalla, como para desviar su mirada reprobadora.

-Te cuelgo, llego y conversamos; en el ascensor no hay mucha señal…. Está bien... adiós.-colgó y metió su celular en el bolsillo.

Cuando las puertas del ascensor se abrieron, me apresure a salir, no soportaba ver a ese tarado estar a mi lado otra vez... ya estaba saliendo cuando el conserje grito mi nombre.

-¡SOFIAAA! ¡SOFIAAA!, te dejaron esto aquí- me señalo un sobre pequeño.

-¿Quién me lo dejo?

-No se Sofia.- dijo

-¿Te dejo alguna nota?

-No, cuando llegue esto estaba aquí, dice tu nombre y el número de tu habitación.

-Bueno, igual gracias.

Fui a mi habitación para tener más privacidad; nunca me han gustado los sillones de la recepción, la sala era amplia pero sus ventanas traslucían y no


7

se podía tener un minuto tranquila pues todas las personas que pasaban te echaban una miradita. Entre a mi habitación, puse las llaves y el celular en la mesa; me dirigí al sillón donde caí y tuve un momento de placidez y libertad, hasta que me acorde del sobre. Lo abrí, adentro habían varias pastillas y papeles con olor a alcohol, era del hospital en donde me atendía; rápidamente lo abrí y al leer me di cuenta que eran los exámenes de sangre que me había hecho hace tres días. Vi los resultados y pude ver que mi sangre se encontraba mucho mejor a lo que estaba hace dos meses atrás, eso quería decir que el tratamiento iba por buen camino. Terminé de guardar el sobre y colocar las pastillas de hierro en mi cajón. Sonó el timbre de la puerta; abrí al rato, pero me arrepentí después, Julio venia dispuesto a todo y con una cara que no era exactamente de felicidad.

3 CAPITULO

IAN


8

Luego que la chica del ascensor se marchara, corrí a preguntarle al conserje la razón por la que había llamado Sofia.

-¿Por qué la llamaste Sofia?

-Porque así se llama- me respondió

-Me estas bromeando ¿verdad?

-Ella es Sofia Velarde, joven- dijo el conserje.

No podía creer que había estado con aquella chica en el ascensor, parecía de aquellas chicas que no se dejaban influenciar por lo físico, su personalidad no era nada comparado con su apariencia, se escuchaba como una chica rebelde pero su rostro daba una mirada triste y una luz que se apagaba, su cabello largo y liso, sus manos resecas al igual que sus labios y sus ojos grandes me lograron cautivar; pero es imposible, así que decidí venir mañana temprano para generar buena impresión.

Iba saliendo del edificio cuando un chico me empujo haciéndome perder el equilibrio, rápidamente me agarre del portón para sujetarme y no quedar estampado en el suelo.

-Perdón, no te vi.

-No te preocupes sigue nomas.- me estaba limpiando las manos pues ese portón no estaba tan limpio, cuando de pronto el mismo chico alzo la voz para preguntarle al conserje, lo cual me genero malestar.

-¿Pasa algo?-pregunte dirigiéndome al salón de recepción

-No te metas, no es tu asunto.- contesto, me dio una mirada indicando que me fuera pero no hice caso, así que continuo preguntándole al conserje- Dime donde está, se encuentra en peligro; la necesito salvar.- el conserje no le hacía caso así que alzo y grito con fuerza sujetándolo del cuello- Dime donde esta Sofia, ¡Ahora!

SOFIA-Hola ¿cómo estás?

-¿Qué haces aquí? ¡Vete!-Esa es la manera de tratar a tu novio ¿Sofia?


9

-¿Éramos novios?

Todo estaba confuso, me sentía atemorizada pues sabía que Julio había venido solo para hacerme daño; sus gestos arrogantes como siempre y un egocéntrico con una autoestima más alta que el Everest. Lo único que quería era que se vaya de mi departamento y me deje en paz aunque sea un día, pero nunca lo haría.

-¿Estas lista para darme explicaciones?- me pregunto

Solté una risa que hizo que sus ojos se abran, seguro pensó que lo estaba tomando como un juego y bueno tenía razón; si no se iba cuando se lo ordenara, llamaría a seguridad y muy rápido saldría.

-¿Has venido hasta acá solo para eso?- dije con sarcasmo- Me da tanta pena, pues así como has tenido la molestia de venir hasta aquí, ahora tendrás el placer de retirarte sin ninguna explicación. Adiós, Julio- y ojala sea para siempre- ¿Te vas?...

Agacho la cabeza y cuando la levanto, me agarro del cuello y me empujo contra el espejo de la sala; el impacto me hizo caer al suelo junto con los pedazos de vidrio rotos a mí alrededor, pase la mano por mi cabeza y salió manchada de sangre, las lágrimas corrían por mis ojos y caían desesperadas por mis mejillas. No podía entender como el chico más simpático de mi curso se haya vuelto en esto que tengo en frente, lleno de tanta frialdad y sin sentimientos.

Cuando nos conocimos todo era distinto, salidas, comidas, películas, cariños, abrazos y besos; éramos la pareja perfecta, pero ahora somos algo muy distinto a una pareja.

…

-Soy Sofia

-Lo siento pensé que eras otra chica, disculpa.

-Como sea- acaso me parezco a esa, que desubicado para confundirme; me dio ganas de tirarle un golpe cuando me confundió con la más odiosa de toda la universidad; felizmente este año terminaba su ciclo y no vería nunca más su perfecto rostro y su delicada figura, se creía una Barbie y reía tan sutilmente que todos pensaban que se iba a romper...

-¿Me puedes ayudar en algo?-pregunto el mismo chico, no sabía su nombre y tampoco me interesaba.- Me he transferido de universidad y quiero saber en dónde puedo ver mis horarios ¿Sabes, Sofia?

-Ve de frente y si encuentras a una señora de lentes rojos, ella te dirá todo lo


10

que quieras saber.

-¿Me puedes acompañar, por favor? Soy Julio.

-Está bien…

Nuestra relación comenzó hace 2 años, fuimos una de las parejas más duraderas de todo el curso, pero algo se quebraba cuando teníamos indiferencias; su problema con el tabaco y mis noches de trabajo hacían que nuestros encuentros sean por poco tiempo y cuando había mucho nos la pasábamos peleando. Salíamos dos veces por semana y en raras ocasiones tres; nuestros amigos cercanos se preguntaban qué había pasado, pero siempre evitábamos responder. Alex también fue una de las razones de nuestras peleas, él siempre fue uno de mis amigos, no uno de los mejores pero siempre estaba cuando lo necesitaba; no era de mi curso así que raras veces nos cruzábamos, una vez salimos juntos, pero no pasó nada. Su aspecto me atraía, era muy diferente a Julio, cabello corto ondulado que caía y le cubría sus pequeños ojos azules; estaba claro que si no hubiera estado con Julio, ahora me encontraría con Alex.

IAN Más de diez veces escuche ese nombre que me atormentaba lo que estaba planeando para ella, el conserje me miraba tratando de pedir auxilio; no podía hacer nada, así que le dije la habitación de Sofia para que lo suelte.

-Está en el piso 10, la 10E.- me miro con incredulidad pensando que estaba mintiendo, soltó al conserje y rápidamente se metió al ascensor. Mire al conserje y movía su cabeza de un lado a otro, creo que intentaba olvidar lo que había pasado pero no podía.


11

-¿Lo conoces?- le pregunte.

-No y tú tampoco; ojala Sofia se encuentre bien, Dios la cuide.

-¿Por qué dices eso?

-Parece que está en problemas.

-¿Ha pasado algo con ella?

-No tengo que decirte.

-Tal vez pueda hacer algo…

-Después de que le entregue el sobre a Sofia, su novio entro corriendo pero no la llego a alcanzar así que tomo el ascensor después que ella subió, han tenido problemas desde hace un año, y ella siempre ha salido lastimada. Espero que no digas a nadie lo que te acabo de contar muchacho, mi nombre es Jorge.

-Soy Ian, y no te preocupes no diré nada.- estaba sorprendido y no lograba poner mis pensamientos en orden, quería ir donde ella y protegerla, pero era el menos indicado para hacerlo pues iba a terminar haciéndole más daño si se enteraba de lo que le iba a hacer dentro de poco tiempo.

SOFIAUn fuerte sonido me hizo volver a la realidad donde Julio se encontraba en mi departamento intentando despertarme, levanté mis manos y estaban cubiertas de sangre; Alex entro por la puerta y empujo a Julio contra la pared, el cayo inconsciente haciendo imposible cualquier reacción. Alex corrió hacia mí, se sentó a mi lado y cubrió mi herida con una toalla que se encontraba cerca, la sangre paro y me sentí aliviada de que él se encuentre conmigo, con él me podía sentir a salvo.


12

-¿Cómo llegaste hasta aquí?

-No importa eso ahora, vamos a llevarte a un hospital.

-¿Que pasara con Julio?- volví a ver el lugar donde Julio había caído, pero no había nadie, desapareció así de repente lo que me genero mucho desconcierto- ¿Dónde está? ¿A dónde se fue? Dime- mis ojos se nublaron y comenzaron a salir lagrimas no sabía si era por rabia o por el hecho que cualquier peligro me acechaba y que en estos momentos solo Alex me podía cuidar.

-No llores Sofia, vamos al hospital, tal vez este cerca de aquí. Vamos levántate.- me agarro de los brazos, salimos del departamento y nos metimos al ascensor.

Llegamos a la sala de recepción, esperaba encontrar al conserje pero no estaba lo cual me pareció extraño; tomamos un taxi hasta el hospital donde estaba mi ficha médica, mi doctora encargada me observo y me llevo rápidamente a la sala de emergencia.

-¿Qué paso Sofia?- me pregunto Isis, tenía confianza con aquella doctora; muchas veces hemos llorado juntas y no solo por películas de desamor sino también de nuestras propias relaciones amorosas, es joven y muy guapa, su padre es doctor y la metió al hospital a trabajar cuando a ella le faltaba un ciclo para acabar su carrera, no pudo acabar su universidad y es algo de lo que se arrepiente cada vez que tenemos una charla para reflexionar. Nos hemos hecho grandes amigas desde que me detectaron Diabetes y a la vez anemia. Hace un año la asignaron mi doctora, al principio no era de mi agrado pero con el tiempo compartimos varias gustos en común. Cuando le conté sobre Julio me recomendó que me aleje de él, pues es muy peligroso y capaz de hacer cualquier cosa con tal de salirse con la suya; veo que ahora tenía razón y debí hacerle caso.

-Fue Julio ¿verdad?

Asentí. Busqué a Alex porque lo necesitaba conmigo, pero no había ningún rastro de él desde que entre a la sala de emergencia.

-¿Quién es el que te trajo hasta aquí?- pregunto Isis

-Es Alex, una de las razones de esto- dije señalando la herida.Soltó una carcajada pero rápidamente se tapó la boca por reírse de mi estado, la mire abriendo los ojos y me reí mucho más fuerte de lo que ella había hecho; nos reímos juntas pero el dolor no cesaba así que me tranquilicé un rato.-¿Te gusta no?


13

-Creo que si.- dije algo dudosa, no sabía que era lo que sentía por Alex, pero sabía que con él me sentía segura.-Es simpático, parece de mi edad; ¿quieres que lo haga pasar?-Por supuesto…Escuche la puerta abrirse y apareció una silueta, no parecía Alex. No lograba ver bien, mis lentes se dañaron con el golpe y me pareció difícil ver quien se acercaba. Sus pasos retumbaban en la pequeña habitación, hasta que escuche su voz. Mi piel se empezó a erizar, tuve la sensación de gritar pero no podía; era Julio con la cabeza ensangrentada, me alarme y comencé hacer lo posible para pedir auxilio. Tire una de las lámparas que se encontraba cerca, golpeo la puerta y la figura de Julio se desvaneció con el ruido.Al escuchar el estallido de la lámpara con la puerta, aparecieron Isis y Alex; el corrió hacia mi lado y trato de calmarme pero no paraba de temblar, mis manos se pusieron pálidas al igual que mis labios. Isis se alarmo y corrió a buscar agua para que calme mis nervios. Tome el vaso de agua y empecé a explicar lo que había pasado. No podía hablar bien, lo que resultaba imposible de entenderme.-Ju… Julio estu... vo aquí- tartamudeé -Nadie entro a la habitación Sofia, hemos estado Alex y yo conversando afuera. No es posible otra entrada para estar aquí, más que esta- dijo Isis, señalando la puerta donde se encontraban ellos.-No… no… el… el esta… ba aquí.-Tranquila, tus pensamientos lo han traído hasta aquí. Julio está muerto Sofia.

4 CAPITULO

IANNo podía sacarme de la cabeza a aquella chica, todos mis pensamientos


14

giraban alrededor de ella. Nunca había pasado algo similar, todos los encargos que me daba Fer lo hacía sin problema; pero ella tenía algo que me debilitaba cada vez que la observaba. Marcos me mando la foto de ella, estaba con un vestido negro suelto, sus perfectos ojos marrones y sus labios tan marcados, creo que me comenzaba a gustar. Eso era imposible, jamás me había enamorado de una de mis ``víctimas``; todas tenían una vida perfecta: dinero, belleza, amigos, noches de juerga y novios millonarios. Fer me decía que en la vida no puedes tener todo, así que las escogía por ser vanidosas y por no ser humildes. Pero no sé cuál era la razón para escoger a Sofia y querer su corazón, pero tenía que realizar mi misión. A pesar de todo lo que pase, de esa chica solo quería su corazón.-Oye, despierta…Su voz de Marcos me levanto, siempre viene a mi cuarto para despertarme y ser mi alarma personal; pero no tenía ganas de levantarme así que me cubrí con la sabana. Al estirarla, cayeron las fotos de Sofia, me saque la sabana de encima y observe la cara de Marcos. Creo que no se esperaba eso, sus ojos reflejaban desconcierto pero no importaba el me había advertido de que no sería fácil.-Espero que cumplas con lo que te está pidiendo Fer.-Siempre lo hago, esta vez no será la excepción…- hice una de mis sonrisas fingidas que siempre convence a cualquiera.-Ella es su hija.Me pare de la cama asombrado por lo que dijo, no parecía una broma y tampoco lo era. Cómo sería capaz de quitarle el corazón a su hija, si es su padre porque lo querría. -¿Qué dices?-Sofia Valentina es hija de Fer, la apartaron de él cuando se enteraron que se dedicaba a este negocio. La mamá de Sofia murió en un accidente, pero todo eso fue planeado. Fer pensó que Sofia se encontraba con su madre en aquel supuesto accidente pero no lo estaba. Él quiere borrar todo lo ocurrido por eso quiere su corazón. Está viviendo un infierno, su hija no lo conoce y quiere acabar con ella cuanto antes.-Todo esto es una estupidez, ella sabe que Fer es su padre. No lo hare Marcos, no lo hare.-Si no lo haces entonces será tu corazón y no el de ella.-¿Por qué la quiere matar?-Para borrar todo su pasado, con su hija muerta no hay razón para sentirse mal por lo que hace.-Pero se sentirá peor, vivirá con la culpa de haber matado a su hija.


15

-Él no tendrá la culpa. En este caso, tú te vas a encargar.- Dijo con una sonrisa fría, imitando a Fer -No pienses que es su hija, tan solo piensa que es alguien como cualquier otro; ella no sabe que Fer es su padre. Está viviendo en una ilusión, para ella su padre murió junto a su madre, vive sola y no tiene amigos. Piensa en esto ¿Quién va a sufrir con su muerte? ¡Nadie Ian nadie!

SOFIADesperté de un profundo sueño, las palabras aumentaban en mi cabeza. Julio está muerto, muerto. No era posible, si el había muerto eso quería decir que Alex lo había matado con el golpe que le dio. Todas las personas que me rodeaban siempre terminaban muertas, mis padres, mis abuelos, no tengo tíos y mucho menos tías. Creo que en esta vida me encuentro sola y así estaré, tengo un novio muerto, un amigo que asesino a mi novio y una doctora que se lamenta cada vez que nos sentamos a conversar.


16

La puerta se abrió y entro un policía, su aspecto denotaba cansancio y que había bebido mucho café pues sus dientes estaban amarillos y una capa de ojeras debajo de sus ojos pequeños.-Sofia, soy Mauricio. De seguro ya te enteraste que Julio Martínez acaba de morir anoche, quisiera saber que ocurrió después que él se fue de tu departamento.-No recuerdo exactamente lo que paso, Julio entro a mi departamento y me estampo contra el espejo.-lágrimas empezaron a salir y no lograba respirar- Alex entró y lo golpeo contra la pared, él se desvaneció y luego desapareció así de repente. Hasta que vine aquí.-Gracias Sofia, estaremos en contacto por alguna duda.Salió de la habitación y entro Alex.-De seguro piensas que yo lo mate, pero no es así Sofia, lo encontraron muerto en el barranco. Se lanzó hacia las piedras, nadie pudo hacer nada. Yo no lo hice, tienes que creerme por favor.- denotaba arrepentimiento, tal vez la está pasando peor que yo por el sentimiento de culpa.-Está bien Alex, quiero salir de aquí. Vamos a mi departamento por favor.-Isis ha dicho que al mediodía podrás salir.-No quiero esperar al mediodía, me quiero ir ya, ahora.- exclame con furia, ya que nadie entendía lo que me estaba pasando. Sólo quería regresar a mi departamento, ir a la universidad, trabajar, hacer mis tareas y ver televisión como una chica normal de 23 años. Salí de la cama y me fui a cambiar, vestí la ropa que llevaba cuando entre a emergencias, había manchas de sangre pero no importaba, solo quería regresar.-¿Qué estás haciendo? Sales a mediodía Sofia.-He dicho que me quiero ir, y me iré ahora.-Te pondrás mal, quédate, son solo unas horas. Pasaran rápido, me quedare contigo.-No me importa si te quedas conmigo o te vas, me quiero ir. Me puse los botines y salí de la habitación, Alex me seguía los pasos. Estaba por salir del hospital cuando Isis me observo, corrió hacia mí agitando los brazos tratando de detenerme pero no hice caso.-Quédate Sofia.-Si tanto te quieres quedar, entonces hazlo Alex. Estoy harta de estar aquí, quiero seguir con mi vida.-Sofia ¡¿Qué estás haciendo?!- grito Isis-Me voy, ¿Qué, no ves?


17

-Creo que tu sarcasmo aún sigue en pie, vamos a tu habitación aun no es tiempo que te vayas.-Yo creo que si es tiempo y no me detengan. Puedo sola.Cogí un taxi y me fui al departamento. Pensé que no tenía dinero, pero en mi bolsillo había un billete que alcanzaba para pagar. -Sofia ¿estás bien?-No te preocupes Jorge, te llamare si necesito algo.-Wuao, ¿ese es el nuevo diseño para primavera? O ¿te cortas las venas, pequeña?Esa voz me parecía conocida, era el chico del ascensor; volteé a ver y si era él. Traía un conjunto muy formal pero a la vez casual, un poco de ambos. Solté una carcajada que me retumbo en mi cabeza, haciéndome doler los puntos que me habían puesto.-No me corto las venas, y si, es un nuevo diseño. Otro día te paso la tienda en donde lo compre. También venden vestidos y unas falditas que de seguro te caen a pelo.- dije con sarcasmo, dirigiéndome al ascensor-Jajajaja, estas chistosa. ¿Qué te paso Sofia? -A ti no te incumbe.-Bueno, solo decía. Soy Ian…-Soy Sofia, pero ya lo sabias.-¿Puedo saber más?-No lo creo.-¿Es por tu novio, pequeña?-No tengo novio.-al decir eso, todos los recuerdos con Julio invadían mi mente. Tenía ganas de llorar, de desahogarme con alguien, Alex e Isis se quedaron en el hospital, me encontraba sola y no era novedad. -¿Quieres hablar? Soy muy bueno escuchando.Me arroje en sus brazos, a lo cual el reacciono rodeando sus brazos por mi espalda, y peinando mi cabello con sus dedos; Julio hacia lo mismo, y me gustaba. Lagrimas empezaron a correr por mis mejillas, me apartó y me las empezó a secar con la palma de sus manos. Nos miramos y rodee su cadera con mis brazos, me llevaba media cabeza y se me hacia difícil mirarlo a los ojos, pero no importaba. Nos metimos dentro del ascensor y quede apoyada en sus hombros. Lo invite a mi departamento y entró, los pedazos de vidrio seguían en el piso, la sangre se secaba y mis lentes quedaron rotos.-¿Te ayudo a limpiar?…


18

-Iré a tomar una ducha, ¿no te iras?Negó con la cabeza y sonreí al instante. Tenía a un extraño en mi casa, solo sabía su nombre; estaba completamente loca, pero solo quería sentirme segura y no estar sola. Puse la ropa sucia en el cesto y me metí en la bañera, el agua estaba tibia y me relajaba. Salí de la ducha, me seque y me puse ropa limpia; fui a la sala y no estaba. Mire ambos lados pero no había rastro de Ian. El piso estaba limpio y los lentes sobre la mesa, ya no había sangre. Había limpiado, pero no entendía por qué se marchó.

IAN

Corrí lo más rápido que pude, no sabía lo que estaba haciendo, no me puedo controlar, no puedo controlar mis sentimientos, ella necesita saber la verdad, yo la necesito. Quiero a Sofia, quiero a esa chica con los ojos hinchados de tanto llorar, quiero sus brazos rodeándome, quiero peinar su cabello con mis dedos, quiero limpiarle las lágrimas con mis manos, quiero ser de ella, la quiero, la quiero conmigo. No quiero fallarle a Fer, pero no quiero matar a Sofia; hace minutos he visto a una indefensa muchacha que solo busca alguien para que la proteja, yo quiero ser ese alguien, quiero protegerla. Por ella renunciare a todo, pediré tiempo a Fer para poder estar junto a Sofia sentirla, amarla y hacer que sea feliz.

…


19

-Ian ¿Qué haces aquí? -Quiero hablar contigo Fer.-Marcos me dijo que te querías retirar, ¿es cierto eso?Quería encararlo y decirle todo lo que tenía en mente, pero no podía hacerlo ahora, Marcos solo le había dicho que quería retirarme. No le dijo que ya me conto la razón por la que escogió a Sofia. Suspire y sutilmente le respondí.-Nada de eso, quiero un poco de tiempo para conseguirla. Un corazón es muy difícil, ¿Cuándo es la fecha límite?-Julio, 22.-Ese es su cumpleaños.-¿Algún problema?-Ninguno.Salí del edificio decepcionado de no poder haberle dicho todo lo que sentía a Fer, tuve la oportunidad pero no lo hice. He entrado a la vida de Sofia y he salido al instante, quisiera que esa pequeña se quede conmigo por el resto de mi vida, pero no pasara. Tendré que acabar con esto cuanto antes. Sonó mi celular, era mamá; hace meses que no teníamos comunicación, pero siempre llamaba para saber cómo estábamos. Mi hermano y yo éramos muy cercanos, aunque peleábamos. Vivimos en diferentes departamentos, hace una semana lo vi; me conto sobre su novia, peleaban mucho, siempre se refugiaba en el alcohol y en especial en el tabaco. Espero que mamá no me pida dinero, pues últimamente no he recibido nada.-Mamá ¿Qué pasa?-Tu hermano ha muerto Ian.

-¿Qué estás diciendo?-Julio está muerto.


20

5 CAPITULO

SOFIA

Ian se ha marchado, Alex ha venido. Intenta explicarme todo lo que paso, pero no logro entender. Solo pienso en Ian y en por qué se fue. -¿Sofia? ¿Sofia?-¿Si?-¿Me estas escuchando?-Me estabas diciendo sobre Julio ¿no?-¿Quieres que te acompañe al velorio?Sus palabras me debilitaron, iba a ir a ver a mi novio muerto en un cajón, no


21

sabía que responder. Mis pensamientos se tornaron en Julio, en la última vez que lo vi en el hospital, tal vez solo quería despedirse. Pase buenos momentos con él, no me arrepiento de nada, aunque el último año se haya vuelto un infierno siempre me hizo feliz y no lo culpo de nada. Alex me observaba esperando alguna respuesta, pero creo que no ir me iba a cargar de culpa. -No quiero ir sola.-Vamos de una vez, para regresar temprano.-¿Dónde lo están velando?-En la Capilla Santa Eugenia.-¿Iremos en tu carro?-Sí, no lo dejare aquí.-dijo sujetando las llaves en su dedo y girándolas al compás.Salimos del edificio y empezó a llover, grandes gotas de agua caían y salpicaban en la vereda. Jorge nos dio un paraguas para no mojarnos hasta llegar al coche estacionado.-Sube- ordeno Alex, abriéndome la puerta de copiloto del coche.-¿Estas segura de hacer esto?- dijo acomodándose el cinturón de seguridad.-No, pero quiero hacerlo.-Muchos de la universidad están yendo, tal vez te pregunten cosas. Estaré contigo para todo Sofia. Tu presencia en el lugar seguro animara a su familia, pero creo que la mía no.- dijo cabizbajo.-No te preocupes Alex, conozco a su mamá. Le caerás bien aunque no sea el momento ni el lugar indicado.-Eso espero Sofia, he sido amigo de Julio desde los 5 años, nuestras madres siempre salían juntas, nunca converse con ella; pero Julio me hablaba de ella, ¿sabías que tenía un hermano?-Nunca lo supe.-Ahora lo sabes, es mayor por un año. Son muy cercanos, mejor dicho lo eran. Pocos lo conocían, nunca lo vi en persona, solo en fotos. Son de diferentes padres, algunos dicen que tienen los mismos ojos, pero no es cierto.…Llegamos a la capilla donde estaba Julio, bajamos del auto; no había nadie afuera, entramos y unas personas se acercaron a nosotros ofreciéndonos café y galletas. No recibimos, en cuanto vi a su mamá de Julio. Me dirigí hacia ella, cuando me vio, acelero el paso y me abrazo tan fuerte que me dolieron todas las cicatrices resultantes de la pelea con Julio. Cuando vio la herida que tenía


22

en la frente, me soltó y busco a Marina. Ella era la tía de Julio, experta en medicina, Julio siempre la llamaba cuando se sentía mal. -Marina trae gasa y alcohol para curarla- le ordeno.-No te preocupes, está bien.-Está sangrando Sofia, ¿te has venido así?-Claro que no, ha de ser por la presión.Marina coloco un pedazo de algodón con alcohol y lo froto presionando. Solté un gemido y rápidamente me colocó un cuadrado de gasa esterilizada pegándola con cinta alrededor de mi frente.-Listo…-Muchas gracias-Llamare a alguien para que te lleve a ver a Julio.-Estoy con un amigo, el me acompañara.-dije buscando a Alex.-Bueno, entras por ahí- señalando una puerta lateral donde alrededor se encontraban flores.- varios de la universidad han venido. Su hermano todavía no viene, dicen que está en camino. Me alegro que hayas venido Sofia, mi hermana te estima mucho y Julio siempre hablaba maravillas de ti, espero que su relación haya estado en buenos términos

IAN

Me arrepentí de no haber llevado mi coche, el taxista se demoraba demasiado y el tráfico se incrementaba cada vez más. La noticia me cayó como un baldazo de agua fría, no podía creer que mi hermano había muerto, mi hermano que me había dicho que me iba a presentar a su enamorada en una cena. Me tuvo un año y medio hablándome de ella que le exigí que me la presente. Hace una semana fue a mi departamento y me dijo que se habían peleado y que la cena se iba a postergar dentro de esta semana. Todos nuestros planes juntos se acaban de morir, nuestros viajes alrededor del mundo, casas de campo, de playa, nuestros hijos, nuestros matrimonios, nuestras esposas. Ya no tendré un compañero para platicar cada noche por teléfono, ya no tendré a mi mejor amigo, a mi compañero de juerga cuando una enamorada nos dejaba en la misma fecha, nuestros juegos, peleas, risas, llantos y noches de desveladas que siempre quedaran en mi memoria. Julio había muerto y aun no sé cómo, solo quería verlo y estar con él, sentir su presencia apoyándome. -Ya llegamos joven…-aviso el taxista-Muchas gracias, tome-dije dándole el dinero.


23

Baje del carro y me introduje en la capilla buscando a mi madre, había una puerta adornada de flores, supuse que ahí se encontraba Julio. Dos personas se acercaron ofreciéndome galletas y café, los rechacé y se fueron a otro lado de la sala. Observe alrededor de la sala y vi a una persona que me resultaba familiar, era el chico que pregunto por la habitación de Sofia, me acerque a él y supe que algo andaba mal-¿Qué haces aquí?-Soy Alex, disculpa por el empujón de ayer. Fui amigo de julio desde los 5 años, he venido a acompañar a una amiga. ¿Tú eres su hermano?-Sí, soy Ian. ¿Sabes dónde está mi mamá?-Está en la cafetería con mi amiga. Oye quería preguntarte una cosa.-Ahora no, después conversamos.Me dirigí hacia la cafetería pero no vi a nadie, tal vez ese tal Alex me haya engañado. Di una vuelta dentro del espacio y no había nadie, volteé hacia la puerta de salida y choque con una chica, parecía lastimada, alcance a ver una gasa que sobresalía de su frente. La ayude a levantarse y pregunte si estaba bien pero me sorprendí al ver que era Sofia.-Ian, ¿Qué haces aquí?-Eso mismo te pregunto.La puerta de la cafetería se abrió y entro mi mamá, corrió hacia mí con los brazos extendidos apretándome fuerte como para evitar llorar parpadeaba varias veces. Observo a Sofia que tenía una expresión de estar confundida, y se le ilumino una sonrisa en la cara.-Veo que ya conociste a Sofia. Ella era la novia de tu hermano.Sofia boto el vaso de agua que tenía en la mano y el vidrio estallo en el piso, mi madre la miro asombrada, mientras Sofia salió corriendo de la cafetería. Mi expresión era de otro mundo; la chica de la que tanto hablaba mi hermano era Sofia; salí detrás de ella para conseguir explicaciones.


24

SOFIA

Busque a Alex por todo el lugar pero no estaba, salí de la capilla para tomar aire y detrás me seguía Ian; me senté en una de las bancas que se encontraban alrededor, la lluvia había incrementado más y las gotas caían sobre mis heridas haciéndome chillar por dentro. El dolor no era nada comparado con lo que había pasado en la cafetería, Ian era hermano de Julio, todo se volvía un infierno dentro de mí.-¿Qué haces Sofia? ¿Qué estás tratando de hacerme?-¿A qué te refieres?- dije con lágrimas en las mejillas.-Conversemos adentro por favor.-No quiero estar en ese lugar, vine aquí para no sentirme culpable de esto; pero veo que era mejor no venir, todo esto se está volviendo un infierno del que quiero salir.-Déjame sacarte de ahí.-Tu hermano no es lo que todos piensan, nunca lo han visto en su verdadera faceta, no lo conocen; el me hizo esto- dije mostrándole todas las heridas de la noche anterior- tal vez nadie me crea, pero las personas que estuvieron conmigo ayer, son los testigos del infierno que he vivido con Julio.


25

-Cállate Sofia, cállate.-Tal vez sea difícil de creer, pero es la verdad Ian; tu hermano era un monstruo.Ian alzo sus manos en señal de basta, pero continúe; al no hacerle caso, me tiro una bofetada haciéndome caer de la banca al suelo, mojando mis pantalones con el charco de lluvia, Ian se tapaba el rostro con ambas manos.-Estas siguiéndole los pasos, te odio. Son unos monstruos, quiero que te alejes de mi vida, no te aparezcas ni te cruces en mi camino, Te odio, Ian.Me pare del charco y corrí a buscar un taxi para regresar al departamento; mi móvil empezó a sonar, era Alex, apreté en contestar.-¿Dónde estás?

-Me voy a casa.-Espera ¿A dónde vas? ¿Dónde estás?

-Afuera de la capilla, tomare un taxi.Alex colgó y salió corriendo tratando de detenerme. Me observo toda mojada y me abrazo, caí en un mar de llantos, lagrimas me invadían y nublaban mis ojos.-Me quiero ir Alex- le susurre al oído.-Traeré el coche, espera. Todo va a estar bien Sofia.Nada iba a estar bien, ahora mismo todo estaba mal. Moría por decirle la verdad a Alex, pero solo iba a recibir indiferencia. Esta mañana me entere que Isis y Alex estaban saliendo a escondidas de mí, no era nada de esperarse. Ahora estaba sola y un chico que intentaba entrar a mi vida, yo misma lo he expulsado totalmente.


26

CONTINUARA


Un infierno dentro de mi

Documents

Transcript of Un infierno dentro de mi