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15 Que lo lejano y lo exótico, el incienso y la seda, se colaron de forma rotunda en las letras y en las artes europeas de finales del siglo XIX y de principios del siglo XX no cabe duda 1 . También en nuestro país y hasta en los títulos más excéntricos o donde esto menos se podría esperar, por ejemplo, en la literatura hecha para los más pequeños, que es un buen sitio para dejar volar la imaginación. Cuento raro como pocos, de entre la miríada que publicó la editorial de don Saturnino Calleja y Fernández (1853-1915), fue Khing Chu Fu, de pretendida procedencia extremo oriental. A China, lo mismo que a Japón (que por entonces llevaba poco tiempo en relaciones con el resto del mundo), le dedicó algunos de sus cuentecillos en los primeros años del siglo XX, por ejemplo: El autor de la muralla (Ilus.1) o La leyenda de la seda (1901); Japón, por su parte, aparece como fondo del cuento de disparatado título: Khan Kilin Kon Kun 2 , que transcurre en Tokio y en donde se habla del “Imperio japonés”; pero las ilustraciones que acompañan a tan breve texto (que formaba parte de la coleccioncita “Cuentos de Oriente”, donde países como China o Japón comparten lugar con Egipto o con los tesoros del rey Salomón, por ejemplo) confunden su apariencia con la del Un cierto aroma a Japón en los cuentos de Calleja Fernando Cid Lucas Asociación Española de Orientalistas [email protected] Resumen En el presente artículo se analizará, muy someramente, la presencia de varios motivos llegados desde el imaginario de Extremo Oriente (China y Japón), que aparecen (si bien algo confundidos) en algunos de los cuentos publicados por la conocida editorial de Saturnino Calleja. Comprobaremos cómo China y Japón aparecen como parte de un todo indiferenciado y compacto. Palabras clave: Cuento, influencia, japonismo, Saturnino Calleja. Abstract This article briefly analyses the presence of several motifs which belong to the traditions from the Far East (China and Japan) in some of the tales published by Saturnino Calleja. One of the important characteristics of the presence of these features is that, to a certain extent, they appear in a misleading way. One of the conclusions of this analysis is to prove the fact that China and Japan turn up to be part and parcel of a whole which is different and compact at the same time. Keywords: Folktale, influence, japonism, Saturnino Calleja. Recibido: 12/12/17 Aceptado 30/12/17

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Que lo lejano y lo exótico, el incienso y laseda, se colaron de forma rotunda en lasletras y en las artes europeas de finales delsiglo XIX y de principios del siglo XX nocabe duda1. También en nuestro país yhasta en los títulos más excéntricos o dondeesto menos se podría esperar, por ejemplo,en la literatura hecha para los máspequeños, que es un buen sitio para dejarvolar la imaginación. Cuento raro comopocos, de entre la miríada que publicó laeditorial de don Saturnino Calleja yFernández (1853-1915), fue Khing Chu Fu, depretendida procedencia extremo oriental. AChina, lo mismo que a Japón (que por

entonces llevaba poco tiempo en relacionescon el resto del mundo), le dedicó algunosde sus cuentecillos en los primeros años delsiglo XX, por ejemplo: El autor de la muralla(Ilus.1) o La leyenda de la seda (1901); Japón,por su parte, aparece como fondo delcuento de disparatado título: Khan Kilin KonKun2, que transcurre en Tokio y en donde sehabla del “Imperio japonés”; pero lasilustraciones que acompañan a tan brevetexto (que formaba parte de la coleccioncita“Cuentos de Oriente”, donde países comoChina o Japón comparten lugar con Egipto ocon los tesoros del rey Salomón, porejemplo) confunden su apariencia con la del

Un cierto aroma a Japón en los cuentos de CallejaFernando Cid Lucas

Asociación Española de [email protected]

ResumenEn el presente artículo se analizará, muy someramente, la presencia de varios motivosllegados desde el imaginario de Extremo Oriente (China y Japón), que aparecen (si bien algoconfundidos) en algunos de los cuentos publicados por la conocida editorial de SaturninoCalleja. Comprobaremos cómo China y Japón aparecen como parte de un todoindiferenciado y compacto.

Palabras clave: Cuento, influencia, japonismo, Saturnino Calleja.

AbstractThis article briefly analyses the presence of several motifs which belong to the traditionsfrom the Far East (China and Japan) in some of the tales published by Saturnino Calleja. Oneof the important characteristics of the presence of these features is that, to a certain extent,they appear in a misleading way. One of the conclusions of this analysis is to prove the factthat China and Japan turn up to be part and parcel of a whole which is different andcompact at the same time.

Keywords: Folktale, influence, japonism, Saturnino Calleja.

Recibido: 12/12/17Aceptado 30/12/17

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gran país vecino. Eso sí, tanto para chinoscomo para japoneses, en las portadas acolor de los cuentos el amarillo sirve pararetratar a toda la raza asiática. En Khan KilinKon Kun se hace alusión a la fina seda quemaravilló a los occidentales, pero a la horade incluir las ilustraciones, la mayoría estásrealizadas utilizando en una mismaestampa elementos japoneses y chinos, enuna especie de batiburrillo artístico, mascon una estética eminentemente occidentalen cuanto a la representación de losvolúmenes de los cuerpos, las sombras, etc.se refiere. Los nombres propios son todosinventados, y parecieran las onomatopeyasde objetos pesados o metálicos cayendosobre el suelo, como Chin-geo o Chu-Ka-Fu(qué, según el autor, vendría a significar“Luz de la selva”, y todos sabemos

—permítame el lector la ironía— que si poralgo es conocido Japón es por laexuberancia de sus selvas). Las historias sonsiempre muy simples, tienen la estructurade los cuentos populares más elementales3,en los que se presenta a un protagonista(desdichado, las más de las veces) que debesuperar una prueba, tras la cual acabatriunfante indefectiblemente. Losingredientes para la caracterización de lospersonajes femeninos son muy tópicos enlos cuentos de Calleja, utilizándose loskimonos floridos, los largos pasadores parael pelo y los complicados peinadospomposos de las protagonistas.

La marmita mágica (publicado en 1924)es un cuento maravilloso; maravilloso endos acepciones: maravilloso por lo mágicode lo que en él se cuenta y maravilloso porcontar con 17 maravillosas ilustraciones deun buen gusto inigualable, nacidas todas delpincel de ese gran dibujante que fue RafaelRomero Calvet (h.1885-h.1925). La marmitamágica (Ilus.2) tiene de diferente, conrespecto a los otros cuentos aquí tratados,que sí es la historia adaptada de un cuento

Ilus.1: Portada de El autor de la muralla(fuente: www.todocoleccion.net).

Ilus.2: Ilustración de Romero Calvet para elcuento La marmita mágica

(fuente: www.todocoleccion.net).

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japonés añejísimo (lo que nos desconciertapor las fechas de su temprana publicaciónen España y las pocas noticias de laliteratura nipona aquí por entonces4): Eltejón tetera5, que puso a disposición dellector de español Luis Caeiro6. De unacabado delicado y cuidado, muy japonés enesencia, algunas ilustraciones representanespectáculos teatrales anteriores al teatroNō (sistematizado por Kannami y su hijoZeami en los siglos XIV-XV), lo que essorprendente y hace que nos preguntemospor cuáles fueron las fuentes de inspiración,ya que la descripción de dichosentretenimientos escénicos aún tardaríanen llegar a nuestros parámetrosgeográficos.

El cuento titulado King Chu Fu, es, en loargumental, todo un disparate. Un pícarosevillano llega a China y, con su perspicacia,logra llegar a ser un alto dignatario; pero lasilustraciones de este supuesto “cuentochino”, nos llevan, directamente, al grabado

japonés, al ukiyo-e, en concreto. En efecto,varias de las ilustraciones del libro deCalleja recuerdan, y mucho, a los trabajosdel grabador Utagawa Toyohiro (1773-1828)7, quien, curiosamente, pasó granparte de su vida como ilustrador de libros;más precisamente a su obra titulada “Mujerpeinándose” (Ilus.3), las líneas son finas ylos ambientes se crean sin artificios. Lascuatro imagencitas que ilustran el cuento8

(Ilus.4) comparten su idiosincrasia con lasilustraciones e-hon, muchas de ellas enblanco y negro y de una gran capacidadexpresiva.

Es más, ahondando en esta teoría de lareutilización iconográfica, al buscavidasPinchaúvas9 (que así se llama nuestroprotagonista hispalense) se le caracterizacon el imaginario japonés que servía parapresentar a los holandeses en los grabadosukiyo-e (Ilus. 5 y 6), con chaqueta, chaleco ypolainas.

Ilus.3: Disponible en:https://ukiyo-e.org/image/mfa/sc149539 Ilus.4: lustración para Khing Chu Fu.

Fernando Cid Lucas

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Naturalmente, lo aquí expuesto es sólouna muestra, unas pocas pinceladas sobreun ejemplo pequeño y fácilmente ampliablecómo es el Lejano Oriente caracterizado enlos cuentos infantiles, con magia y conmisterio, eso sí, pero con poco parecido conla realidad que representan, aunque, eso, enel mundo de las hadas, no importa mucho.

Notas1. Véase para esto el completo libro de:YAMADA, Chisaburō y ŌMORI, Tatsuji, Japonismein Art: An International Symposium, Tokyo, TheSociety for the Study of Japonisme, 1980.

2. Que, suponemos que por el número de serieque lleva impreso, debió aparecer entre los años1915-1920.

3. Véase para esto lo dicho por: PROPP, Vladimir,Morfología del cuento, Madrid, Fundamentos, 1971.

4. Tal vez por algún ejemplar peregrino del librodel peruano Francisco A. Loayza: Simientejaponesa. Leyendas y cuentos antiguos del Japón,

Yokohama, Kinkosha, 1913.

5. El cuento japonés original lleva por títuloBunbuku Chagama.

6. “El tejón y la tetera”, en: CAEIRO, Luis, Cuentosy tradiciones japoneses. II. El mundo animal, Madrid,Hiperión, 1994, pp. 35-44.

7-. Discípulo aventajado de Utagawa Toyoharu,fundador de la famosa Escuela Utagawa.

8. Excluimos de este grupo la que sirve defrontispicio, donde podemos leer la informacióncatalográfica del librito: “Juguetes Instructivos,serie XIII, tomo nº 243. Cuentos de Calleja”,donde un personaje de indumentaria chinaempuja al protagonista andaluz del cuento, denombre Pinchaúvas.

9. El Diccionario de la RAE recoge dos acepcionespara esta palabra que le sirve de nombre: “1. m.coloq. Pillo que en los mercados comía lagranuja, picándola con un alfiler, palillo u otroinstrumento. 2. m. coloq. Hombre despreciable”.(última consulta: 16/12/2017).

Ilus.5: Pinchaúvas cogido por el cuello.Ilus.6: Utagawa Yoshikazu(activo entre 1850-1870),

Acróbatas holandeses. (En: www.fujiart.com).

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