¡Tú! nº 133

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Edita HOAC - Nº 133 - Noviembre 2011 - III ª Época - 0,60 - Suscripción anual: 6 Plataforma Solidaria de Torrero (Zaragoza) El colchón familiar nunca falla Tomar partido a a s s í í l l o o v v e e m m o o s s « L L a política debe ser un compromiso por la justi- cia y crear así las condi- ciones básicas para la paz”, dijo Bene- dicto XVI ante el Parlamento Federal de su país. La legitimidad de los gober- nantes procede de la defensa, a través de la verdad y el derecho, de la digni- dad inviolable del ser humano, de todas y cada uno de ellos. El paro, que afecta a cinco millones de trabajado- res, y la pobreza, que alcanza al 20% de la población, supone una violación de la dignidad de la persona. Debemos rescatar lo más noble de la política, tomando partido por la digni- dad humana, la verdad y el derecho; por la justicia y la paz, viviendo, cultivando, difundiendo y exigiendo estas virtudes ciudadanas y estos valores políticos. Tomar partido por estas causas es com- prometerse a crear una nueva cultura en la que pueda fructificar el nuevo hombre, varón y mujer, pues «es propio de la persona humana el no acceder a su plena y verdadera humanidad sino a través de la cultura» (GS. 53).

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Revista ¡Tú!, editada por la HOAC, sobre noticias del mundo obrero.

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Edita HOAC - Nº 133 - Noviembre 2011 - III ª Época - 0,60 ! - Suscripción anual: 6 !

Plataforma Solidariade Torrero (Zaragoza)

El colchón familiarnunca falla

Tomar partido

aaaa ssss íííí llll oooo vvvv eeee mmmm oooo ssss

«LLLL a política debe ser uncompromiso por la justi-cia y crear así las condi-

ciones básicas para la paz”, dijo Bene-dicto XVI ante el Parlamento Federalde su país. La legitimidad de los gober-nantes procede de la defensa, a travésde la verdad y el derecho, de la digni-dad inviolable del ser humano, de

todas y cada uno de ellos. El paro, queafecta a cinco millones de trabajado-res, y la pobreza, que alcanza al 20%de la población, supone una violaciónde la dignidad de la persona.Debemos rescatar lo más noble de lapolítica, tomando partido por la digni-dad humana, la verdad y el derecho; porla justicia y la paz, viviendo, cultivando,

difundiendo y exigiendo estas virtudesciudadanas y estos valores políticos.Tomar partido por estas causas es com-prometerse a crear una nueva culturaen la que pueda fructificar el nuevohombre, varón y mujer, pues «es propiode la persona humana el no acceder asu plena y verdadera humanidad sino através de la cultura» (GS. 53).

Quiénes hacemos el ¡Tú!Coordina: Mª Dolores Medina

Colaboran: José Ignacio Gámez, A. Berges, Roger Torres, A. A. Maestre, Chipola, Francisco Porcar, José Luis Palacios, Cristina López, Gregorio Burgos y Antonio Hernández.

El ¡Tú! se imprime en papel couché de 100 gr/m2, ecológico, 100% libre de cloro y de otros compuestos sulfurosos.

Nuestra dirección: Periódico ¡Tú!, Alfonso XI, 4 -4º, 28014 Madrid, y nuestros teléfonos son: 91 701 40 80, y 91 522 74 03 (fax)

Edita: Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC). Depósito legal: M.40919–1996La tirada de este número ha sido de 12.000 ejemplares.

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EE ste informe elabo-rado por el profesorde sociología Ge-

rardo Meil constata que lacrisis económica ha intensi-ficado la solidaridad inter-generacional dentro de lasfamilias españolas –en de-trimento de la «progresivaindividualización» que sevenía produciendo–. Losdestinatarios de la ayuda secorresponden con el perfilde una persona joven yemancipada, mayoritaria-mente con cónyuge e hijos yno necesariamente en la es-cala social más baja. Efecti-vamente, el 60% de los «do-nantes» son padres queintentan aliviar los proble-mas económicos de sus hi-jos.

Como era de esperar, dadoel cariz de la situación eco-nómica, el desempleo, laquiebra del negocio y la in-capacidad de hacer frente alas deudas son las principa-les razones para invocar elsocorro familiar. Dados losrecortes sociales, aumentatambién el porcentaje deabuelos que cuidan de losnietos. Desde 1993, su impli-cación en el cuidado de loshijos de sus hijos ha crecidomás de un 10%, de modoque ya son dos de cada treslas familias con hijos meno-

res de tres años las que reci-ben su ayuda.

Un 56% de los españolesentrevistados considera quelas distintas generaciones fa-miliares deben ayudarse fi-nancieramente, convivir conlos mayores dependientes oatender a los hijos peque-ños, mientras que en Alema-nia sólo lo consideran nece-sario un 32% y en Francia,un 20%, probablementeporque disponen de másprestaciones sociales.

La principal conclusiónque destaca el autor es queel apoyo mutuo dentro de las

familias sigue siendo «muyfuerte» en España y consti-tuye un «importante capitalsocial para el bienestar de laspersonas». Este apoyo vienerepresentado por un inter-cambio de ayudas no remu-neradas entre los miembros.

En los últimos años, «el75% de los españoles ha pe-dido algún tipo de ayuda fa-miliar». La ayuda va muchomás allá del respaldo finan-ciero, sólo el 23% de los en-cuestados dio dinero a un fa-miliar en los últimos cincoaños. Si se contabilizara el va-lor de estas transferencias de

servicios no remunerados, «seestima que representaría en-tre el 2 y el 3,7% del PIB»,destacó Meil.

Con todo, el autor señalaque esto no significa que «lafamilia pueda solucionar to-dos los problemas» y alertade que «los poderes públi-cos no pueden utilizar estasayudas para hacer recortessociales». De hecho, opinaque estas situaciones de de-pendencia, «elevan las ten-siones en la familia y vancontra los procesos socia-les». Para Meil, «no puedehacerse recaer en la familiatodo el coste de la crisis».

Independientemente de ladiversidad de modelos, la ne-cesidad vuelve a poner sobrela mesa el papel de la familiaen las sociedades modernas.Sigue siendo un factor princi-pal en la articulación de la so-lidaridad, pero también esfuente de conflicto cuando ensu seno los individuos no en-cuentran cauces y apoyospara realizarse plenamente.Una realidad que tanto losresponsables públicos comolos agentes de la sociedad ci-vil deberán tener muy encuenta a la hora de buscar sa-lidas más humanas a la situa-ción de crisis que padecemos.

José Luis Palacios

Ni el mercado, ni el estado, ni la sociedad civil. La familia es la institución que siempre está cuando vienen maldadas. Según el estudio «Individualización y Solidaridad familiar», más de la mitad de los españoles recibe al-guna ayuda de alguno de sus parientes.

la calle

La solidaridad familiar crece con la crisis

TTodo sigue como si no hubie-ra pasado nada. Las mismas

palabras, los mismos estilos, losmismos insultos, las mismas me-dias verdades, el mismo circo.

El principal problema que te-nemos es que estamos sumergi-dos en una inmoralidad que lollena todo. Es una forma de sen-tir, pensar y actuar que conside-ra que todo lo que puede hacer-se es lícito hacerlo siempre queproduzca un beneficio político oeconómico o alguna satisfacciónpersonal, sin tener en cuenta lasrepercusiones para los otros, es-pecialmente para los más po-bres. Este es el principal proble-ma, porque sin resolverlo no esposible poner por encima detodo la dignidad de la persona y la justi-cia que se le debe a los empobrecidos.

El segundo problema es el de los em-pobrecidos. En nuestros barrios obrerosse venden productos caducados recogi-dos de los contendores de basura de los

supermercados: por un euro te llevas unlote. Las Cáritas de nuestras parroquiasestán desbordadas y los servicios socia-les de nuestros barrios no tienen ni uneuro. A las antiguas y nuevas pobrezasse ha sumado el empobrecimiento pro-

gresivo de los trabajadores, mu-chos con un elevado endeuda-miento, que hemos perdido tra-bajos y no sabemos qué hacercon los hijos que están o estaránen el paro. ¿Habéis escuchadoque algún candidato hable de lospobres?

El tercer problema es el de labanca, que tiene forma endiabla-da. Para que ella gane, nosotrostenemos que perder; pero si ellapierde nosotros tenemos que sal-varla. Siempre perdemos. La jus-ticia exige que el Estado tengauna banca pública con la que po-nerse, y ponernos, a salvo de laprivada.

Para que la persona sea lo pri-mero, estos son los problemas a

resolver: moral, pobres y justicia econó-mica, y la solución de uno depende de lasolución de los otros.

Vota. Vota lo que quieras, pero sal delcirco.

A.A. Maestre

Elecciones 20N, salir del circo

HH ace unos años el economista Juan Torres escribióun libro que tituló «Toma el dinero y corre», quees una buena imagen para expresar lo que ha ocu-

rrido, y sigue ocurriendo, en nuestra sociedad. La economíase ha ido montando cada vez más para enriquecerse lo másrápidamente posible, coger el dinero y salir corriendo.Los efectos sobre la sociedad son el desastre quehoy tenemos.

Vemos escándalos como el de la Caja deAhorros del Mediterráneo o el de Nova Cai-xa Galicia, con directivos que cobran sueldos,pensiones, indemnizaciones… astronómicasmientras hunden las entidades. Es gente sinescrúpulos, gente deshonesta. Ha habido faltade control sobre el funcionamiento de esas en-tidades. Pero hay mucho más que eso.

Porque no es sólo lo que ha ocurrido en algunasentidades financieras. Ha ocurrido en otros muchosbancos, a los que se han aportado ingentes cantidades de di-nero público. Ha ocurrido en grandes empresas que despi-den trabajadores mientras tienen grandes beneficios y direc-tivos que cobran barbaridades. El problema no essimplemente que hay unos cuantos sinvergüenzas. El pro-

blema es que el «toma el dinero y corre» es una fuente per-manente de inmoralidad.

Porque el «toma el dinero y corre» se ha convertido en lonormal. Todo se ha ido organizando para que la economía yel dinero funcionen así.Y se le llamó crecimiento económi-

co, cuando no es más que una economía montadapara que algunos se enriquezcan y para que to-

dos creamos que el tener más es la respuesta anuestra vida. Y esa «normalidad» ha destro-zado la economía real y el trabajo.

Por eso, es verdad que hay que perseguira los sinvergüenzas y que hacen falta con-troles de toda la economía. Pero hace faltair mucho más allá: es imprescindible cam-

biar de raíz la orientación de la economía, so-meter el dinero a una economía que busque

producir lo que necesitan las personas y la socie-dad, y no enriquecerse corriendo; hace falta poner

el trabajo, y no el dinero fácil, en el centro de la economía;y, para ello, necesitamos desear y buscar otra forma de vivirque no busque tener siempre más. Porque tener más no esser más. Esto es lo que hay que luchar por cambiar.

Francisco Porcar

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política en zapatillas

cultura

TTTToooommmmaaaa eeee llll dddd iiiinnnneeeerrrroooo yyyy ccccoooorrrrrrrreeee

II nspirados en un artículo deesta revista, que describíauna iniciativa de la Parro-

quia de San Juan Bosco deJaén, para movilizar a todos loscolectivos y gentes sensibles alos problemas económicos cre-cientes, tres militantes de laHOAC, Jesús Arcusa, Josán Pé-rez y Domingo Casaos, teníanclaro que había que intentarimplicar a las parroquias del ar-ciprestazgo y a sus Cáritas perotambién a todos los colectivosrelevantes en la vida del barrio.«Había pólvora y se trataba deencender la chispa», dice Do-migo Casaos, quien huye de«las medallas», entre otras co-sas porque «el mérito no es te-ner una idea e iniciarla, sino«currar día a día en ella». Ini-ciaron las conversaciones y losprimeros tanteos, sin recibir unno rotundo de las comunidadescristianas. Los voluntarios delservicio social de la Iglesia y las

cinco parroquias, en unprimer momento, partici-paron en la gestación dela plataforma.

Participacióneclesial

Los primeros encuen-tros se realizaron en laParroquia de San Fran-cisco, confiada a los capu-chinos, aunque con el finde incorporar a otras sen-sibilidades, optaron portrasladar su lugar de reu-nión al Centro de la Aso-ciación Trébol. En total,fueron 18 entidades –en-tre las parroquias, las asociacio-nes de vecinos, las AMPAS yotros colectivos sociales y detiempo libre– las que en los co-mienzos fueron preparando lapólvora a la espera del mejormomento para prender la me-cha.

A primeros de enero de 2011,se conformó la Plataforma Soli-darios con Torrero en torno aun manifiesto fundacional, queentre otras cosas dice:

«Somos conscientes de las di-ficultades que entraña recorrereste camino y lo queremos ha-cer con debate, respeto y com-promiso. Hacemos un llama-miento también a una sociedadcivil, prácticamente paralizada,que no da una contestacióncontundente ante semejante si-tuación y la animamos a ello através de la puesta en marcha oapoyo a todas aquellas iniciati-vas que vayan en la dirección

de exigir soluciones para unasalida más humana a esta cri-sis».

Los objetivos iniciales pasa-ban por «hacer visible ante lavecindad la dramática reali-dad que están viviendo direc-tamente los afectados (paro,desahucios, falta de recursosbásicos…)», pero también«despertar la sensibilización yconcienciación que hagan po-sible acciones solidarias con elmayor respaldo de los veci-nos». En concreto, proponían«involucrar en las acciones degestión y reivindicación al ma-yor número posible de perso-

Mucho antes del 15-M, un grupo de vecinos del barrio de Torrero en Za-ragoza empezó a moverse para reclamar más sensibilidad hacia las vícti-mas de la dura crisis actual y buscar la manera de articular una solidaridadque pudiera contribuir a cicatrizar las heridas que la economía iba dejan-do en los habitantes de esta combativa zona.

la ventana del mes

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Plataforma solidaria de Torrero en Zarag

En apoyo a los damnifica

Los objetivos iniciales pasaban por«hacer visible ante la vecindad ladramática realidad que están viviendodirectamente los afectados, pero también«despertar la sensibilización que hagaposible acciones solidarias

nas –principalmente a los direc-tamente afectados, devolvién-doles así la confianza y el áni-mo para seguir adelante–»;«denunciar las causas que hangenerado esta crisis»; «impulsarexperiencias colectivas de apo-yo a los afectados»; y «crear he-rramientas eficaces que contri-buyan en lo posible, material yasistencialmente, a paliar losefectos negativos en los afecta-dos».

En febrero la Plataforma sepresentó ante los medios de co-municación y el 1 de marzo seconvocó la primera asambleavecinal a la que asistieron unas120 personas. Apenas unos díasmás tarde, salir en manifesta-ción por las calles del barrio,bajo el lema «Crisis, ¡Muéve-te!», como resumen de una ideamuy simple pero muy directa:«Si quieres hacer algo ante lasituación actual y no sabes qué,¡muévete!».Asistieron cerca de300 habitantes del barrio, quereúne a 30.000 vecinos. Desdeentonces, se han realizado va-rias asambleas, numerosascharlas e infinidad de reunio-nes de coordinación. La inicia-tiva inspiró, a su vez, la creaciónde una plataforma «hermana»en otro barrio de la capital ara-gonesa, la «Plataforma Actur-Puente de Santiago».

Un proceso largoHasta ahora, apenas una vein-

tena de personas lleva la coor-dinación. «La mayoría de lagente que estamos somos genteque dedicamos bastante tiempoal compromiso en nuestras or-ganizaciones. Hay cansancio y a

veces los ánimos flaquean, porla falta de implicación de la gen-te», explica Domingo Casos,miembro de la HOAC y de laPlataforma. El propio párrocode San Francisco, EleuterioRuiz del Portal, explica que«desde el principio sabíamosque la cosa iba a ir lenta, que te-nía que ser así, pero es inevita-ble, cuando te pones a planifi-car, soñar en una respuestaimportante de la gente, que to-davía no se ha producido».

Domingo Casaos insiste enque «el impulso de la platafor-ma está animado por un valorfundamental presente en todoslos que ahí estamos: la preocu-pación por las víctimas de lacrisis, la solidaridad…, podríadecirse que ocupa un lugar tanimportante en nuestras vidas,que se ha convertido en unaforma de vida. En cristiano di-ríamos que algo del Espíritu deDios está visiblemente presen-te en todos los que participa-mos, creyentes o no».

El franciscano capuchi-no, que «siempre anunciaen las misas las movidasde la plataforma y queanima a los grupos parro-quiales a movilizarse»,entiende que muchas ve-ces la comunidad cristia-na del barrio, la mayoríagente mayor, se ve des-bordada a la hora de res-ponder y encajar este tipode iniciativas.

Caminar con otros

«La reivindicación y lamanifestación pública no

está en los genes de muchos pá-rrocos y cristianos, muchos sonhijos de otro tiempo», expresacompresivo Eleuterio Ruiz delPortal, quien añade que «al me-nos hemos conseguido que nohaya un rechazo frontal, ni re-sistencia hacia el compromisode otros cristianos». De hecho,como comenta Domingo Ca-saos, «el grupo más constantede gente implicada no procedede las parroquias…».

Con todo, la preocupaciónprincipal sigue sin la respuestaañorada. «No hemos obtenidodemasiado fruto en animar alos vecinos para que participena nivel organizativo», detalla

Domingo Casaos, y añade quelos más perjudicados «se hanquedado mirando, salvo unaspocas personas, a pesar de quenos estamos esforzando muchoen publicitarnos para tratar dellegar a la vecindad». Aunque,en las Cáritas, por ejemplo, haaumentado el número de solici-tantes de ayuda y se han am-pliado los perfiles tanto de losdemandantes como de las de-mandas, «todavía funciona lasolidaridad familiar y cuesta re-conocerse en público como ne-cesitado», en palabras de Eleu-terio Ruiz del Portal.

Desde luego, no es una tareasencilla, aunque el reto estálanzado: colocar a las víctimasen el centro de las movilizacio-nes y propiciar las condicionespara que lleguen a tomar lasriendas de su propia promociónintegral. Podría ser la mejor ymás genuina aportación de estaPlataforma.

José Luis Palacios

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ragoza

cados de la crisis

El reto está lanzado: colocar a lasvíctimas en el centro de las

movilizaciones y propiciar las condicionespara que lleguen a tomar las riendas de

su propia promoción integral

–Párroco, arcipreste, coor-dinador de Pastoral Obreraen Aranda, y en Burgos, coor-dinador de la Mesa con Inmi-grantes…, ¿cómo lo hace?

–No teniendo tele…, en se-rio, es un problema trabajaren dos sitios a la vez y tandistantes como Aranda yBurgos, a 80 kilómetros unode otro. Por lo demás, sa-cando tiempo y contandocon muchas personas que es-tán también en estas tareas.

–¿A qué se dedica la Mesade Pastoral con Inmigrantes?

–Es el organismo dioce-sano que, en nombre de laIglesia de Burgos, intentapresentar ese rostro cercanoa las personas inmigrantes yanima a la comunidad cris-tiana en todos sus niveles aque haga lo que tiene que ha-cer en este campo. Hay de-terminadas actividades queasumimos como propias,como pueden ser la relacióncon las entidades de inmi-grantes, determinadas fiestasmuy señaladas, el diálogocon musulmanes y ortodo-xos, la elaboración de deter-minadas publicaciones…

–¿Qué pinta la Mesa en «losCírculos de Silencio», unasmarchas silenciosas a favorde los derechos de los inmi-grantes?

–En Valladolid, los jesui-tas habían tomado esta idea

que viene de los francisca-nos de Francia. Aquí fuimosnosotros como Iglesia losque las convocamos. Es ungesto al que se pueden su-mar creyentes, no creyentesy personas de otras confe-siones. Queremos abrirlo amás colectivos. Han respon-dido tres asociaciones de in-migrantes, tres movimientoseclesiales y Burgos Acoge.

–¿Para qué están sirviendoesos «Círculos de Silencio»?

–Está viniendo muchagente. El último, celebrado enseptiembre, llegó a ser por-tada de un periódico local yhubo una gran presencia demusulmanes. Intentamos quelas personas inmigrantes, pre-feriblemente los que peor es-tán, sean los protagonistas,por lo que procuramos que ellugar y la hora esté en fun-ción de sus posibilidades.

–¿Hay relación entre la pas-toral obrera y la de inmigran-tes?

–La Pastoral Obrera es másamplia, pero indudablementetiene mucho en común con laInmigración. Se tienen quever como algo de toda la Igle-sia. Si hablamos del trabajo,¿quién no tiene un familiaren paro? Tener presente larealidad del trabajo con susalegrías y sus sufrimientos ennuestra vida de fe y de comu-nidades, debería ser lo más

natural del mundo. La parti-cipación de las personas in-migrantes en nuestras comu-nidades, su acogida y elcompartir debería ser unaalegría para todos. Establecerrelaciones con personas deotras confesiones religiosas,como buenos vecinos y per-sonas religiosas, debería seralgo normal y no cosa de es-pecialistas. Todo eso hay quehacerlo oración...

–¿Crees que la fe nos lleva atrabajar en estos campos?

–Viendo la vida de Jesús,abriendo el evangelio porcualquier página, encontra-

mos que fue la vida ordinariade las personas, especial-mente de las más pobres, delos enfermos, de los extranje-ros, la que le preocupaba yque eran esas personas conquienes más cerca estaba. Nome cabe otra interpretacióndistinta del evangelio. Igualdamos más importancia de laque tiene al culto y a la for-mación, con lo vital que espara la vida cristiana, pero enel Evangelio hay mucho másde estar con las personas, cu-rar y arreglar lo que se puede,denunciar las injusticias…

José Luis Palacios

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¿quién es?

José Luis Lastra:

Este sacerdote, miembro de la HOAC, desarrolla una actividad ingente, entre Aranda yBurgos, centrada principalmente en atender la Parroquia de San Pedro Regalado y enanimar la Pastoral con Inmigrantes y la Pastoral Obrera.

«El paro, la inmigración, deberíanestar siempre en nuestras oraciones»

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MM uchos habréis leído una noticiaque confirma lo que más o menossabíamos, pero que nos produce

indignación y que siga produciéndola. Es unaentrevista a un especulador financiero (losmercados) de la televisión BBC inglesa. No letiembla la voz ni siente pena. El remordimien-to es una palabra hoy en desuso. Al grano, élpersonalmente sueña todas las noches con unagran recesión económica, que el euro se hun-da, que los mercados no creen el fondo de res-cate de países con problemas económicos.

¿Por qué desea todo esto? Porque, de estamanera, para él y otros grandes inversores seabre una gran posibilidad de enriquecimientoen esta abismal crisis del sistema económicoactual. Tremendo.

Queda claro que el mundo está en manos deGoldman Sachs y de otros grandes inversoresfinancieros y no de los líderes políticos que de-ben someterse a las insaciables ansias de ganarlos más posibles dineros.

La reacción de muchos ha sido calificar la ac-titud de entrevistado como inmoral. Pero lomoral ya es también otra palabra en desuso,algo antiguo y desfasado.

Sin embargo, hay que reivindicar la ética yla moralidad de los comportamientos de laspersonas y de los poderes e instituciones eco-nómicas y políticas. Hay que poner, por enci-ma de todo, la honradez, el respeto a la dig-nidad de la persona y del trabajador y a susderechos, la solidaridad y la justicia social afavor de los débiles y los pobres.

No es transnochado, sino todo lo contra-rio, que Benedicto XVI insista tanto en lallamada a poner la actitud moral en mediode toda la vida. Por ejemplo, dos actitudes ocriterios que el Papa nos muestra: «La exi-gencia de la economía a ser autónoma, deno estar sujeta a “injerencias” de caráctermoral, ha llevado al hombre a abusar de losinstrumentos económicos incluso de mane-ra destructiva» («Caritas in veritate», 34).«El mercado no debe convertirse en el ám-bito donde el más fuerte avasalle al más dé-bil» (36).

Con esta preocupación podríamos organi-zar el mundo económico de otra manerapara bien de todos y de los pobres.

Gregorio Burgos

Aparato crítico

La mirada justa

¿El mundo económico inmoral?

EE n unos años hemos pasado de «Un paísen la mochila» a «Un país para comér-selo». La idea no es mía sino de un pro-

fesor de universidad que con ello venía a decirque aquella cultura desinteresada que aspirabaa crear un hombre nuevo, más libre, más justo ymás sabio ha dejado paso a otra donde el ne-gocio lo es todo.

La frase es de lo más brillante, por cuantocompara aquel mítico programa de Labordeta,viajando por nuestra geografía, para descubrir-nos la singularidad de cada paisaje y la huma-nidad del paisanaje, con este otro en el que dosgrandes actores se pasean por los fogones máscotizados del país. Efectivamente, la longanizacompartida entre genuinas charlas aparente-mente intrascendente se ha cambiado por eldisfrute sin complejos de la alta cocina reser-vada a paladares exquisitos y bolsillos surtidos.

Esta transformación no ha sido casual. A loserrores de quienes defendían unos valores, di-

gamos, de progreso, mientras llevaban unavida muy poco coherente con ello y aplicabanuna política todavía más alejada de la tradi-ción a la que decían pertenecer, hay que su-mar la ofensiva del poder financiero que comolluvia fina iba empapando las conciencias yganando adeptos. Casi sin darnos cuenta, depronto, nos hemos convertido en defensoresde la idea de que el lujo es un derecho de loslistos y esforzados que se lo han sabido ganary que lo comunitario es un atraso de la épocaprimitiva. La verdadera revolución ya no pasapor el asalto a las instituciones, que quedapara más tarde, sino por conquistar el estóma-go, el corazón y las conciencias de las perso-nas. Lo otro, la conquista del poder, llegarádespués por añadidura.

Cristina López

La Organización Mun-dial para la Agricultura

y la Alimentación (FAO)señala que en 2010, el nú-mero de personas que sufríade hambre en el mundo erade 925 millones de personasy que probablemente estenúmero aumente en el futu-ro.

La tendencia a la alza delos precios de los ali-

mentos básicos es muy fuer-te. Los movimientos en lasBolsas de Chicago, Londreso Hannover, donde se nego-cian contratos de futuros so-bre cereales y oleaginosas,están siendo decisivos paraque suban los precios de losalimentos

En los últimos cinco añosmás de 60 millones de

hectáreas de tierra han sidocompradas por fondos deinversión en todo el mundo.

El 86% de la poblaciónrural del mundo, es de-

cir, poco menos de la mitadde sus habitantes, unos3.000 millones de personas,tienen su principal fuentede sustento en la agriculturafamiliar. Y son ellos los queestán produciendo el 70%de los alimentos que nutrena la humanidad.

¿Sabías que...?La vieja mochila

evangelioen la calle

«C«Cuando soy débil, entonces soy fuerte»(II Corintios 12, 10) es de las frases dela Biblia, en este caso, del Apóstol

Pablo, que impacta, desconcierta y que, desde esasituación de indigencia, introduce en el corazón deDios, de la propia vida y de la vida de los otros y lle-va a preguntar repetidas veces: ¿cuándo somosdébiles y cuándo fuertes?Mientras se va buscando la respuesta (¿casi impo-sible?) viene a la memoria aquella familia a la quelas ganas de vivir le brotan de la hija postrada en lacama hace más de doce años, aquella madre contres hijos parados buscando la vida con una capaci-dad increíble y aquel hermano enfermo que diceque ahora es cuando está fuerte.También el recuer-do te lleva, por la ley de la contradicción, a los quese creen guapos, ricos y fuertes. ¡Qué lástima!Volviendo al texto citado, Pablo dice a los cristia-nos de Corinto que la impotencia y debilidad sonparte esencial del proyecto de Dios. Pero el apóstolno es un masoquista, él quiere reproducir en sí mis-mo la debilidad de Jesús de Nazaret para que res-plandezca la fuerza de la Resurrección del Señor.La frase lleva consigo una gran carga de humildady humanidad, hace relación a la pobreza que todoser humano lleva en su interior, da fuerza para con-fiar en Dios y en el prójimo, hace saber que la indi-gencia es la puerta de la salvación y ayuda miste-riosamente a tomar conciencia de que la únicafuerza revolucionaria viene de la debilidad.¿Acaso no fue la cruz el camino de la vida? ¿Aca-so en estos tiempos la salvación va a venir de losfuertes?Siempre los débiles son los artífices de la nuevavida. Eso sí: los débiles responsables y no los abo-rregados y alienados por tantas pamplinas.Por eso, el Señor sigue diciendo: «Te basta mi gra-cia, ya que la fuerza se pone de manifiesto en ladebilidad… para que habite en tí la fuerza de Cris-to» (II Corintios 12, 9).

Antonio Hernández-Carrillo

La fuerza de la debilidad

La democracia ha sido secuestrada por la «deudocracia, precisa-mente allí donde nació la primera. En Grecia, mandan ahora losmercados y las instituciones financieras». Es cierto que la deudapública es exorbitada, pero no lo es menos que gracias a ello, elmercado griego ha dado muchas alegrías a los exportadores,principalmente alemanes y franceses. Sin embargo, van a ser losciudadanos los que van a tener que pagar los errores cometidospor los bancos, los poderes públicos y las propias institucioneseuropeas, con recortes salvajes. De ahí que el país heleno hayavivido ya varias huelgas generales e infinidad de protestas, apesar de que los recortes van a ser inapelables mientras el paísesté obligado a pagar una deuda, que hay quien considera ilegí-tima, porque el pueblo no tomó parte en la gestación de la mis-ma. El poder ya no reside en el pueblo, sino en los acreedores dedeuda.

Así va el mundo

Conocer la realidad es el primer paso para disponerse a cambiarla

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