Trompeta Evangelizadora · también nuestra luz en el cielo, como lo está confirmado en...
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TrompetaEvangelizadora
Jesús, la Luz" Yo te pongo ahora como luz para las naciones, a fin de que lleves mi
salvación hasta los confines de la tierra." ( I saí as 49,6)
Enero 2014
2 Trompeta Evangelizadora │ 01/2014
Contenido
6 Cristo, la luz Ya en la naturaleza entre luz y tinieblas hay
gran contraste. ¿Conoces tú la luz del mundo?
7 ¡Hágase la luz!
8 Luz, que nunca se apaga Contra esta luz han luchados las potestades de
las tinieblas desde el principio pero sin resultados.
9 La luz del mundo
11 Jesús, todo en todos
15 Dejad brillar vuestra luz
4 Ten buen ánimo
Un especial deseo para el nuevo año
5 Con Dios en el nuevo año
Lo que mueve al corazón
10 Él tiene cuidado de vosotros ¿Cuál es la causa del crecimiento espiritual?
Enseñanzas bíblicas - fácil de comprender
14 El seguimiento ¿Qué puedo hacer yo para Dios?
Como surgió el himno 26 Anduve una vez en los
caminos del pecado
P A R A E L N U E V O A Ñ O
J E S Ú S , L A L U Z D E L M U N D O
Editorial
3 Trompeta Evangelizadora 01/2014 │
Estimado lector,
El futuro de un nuevo año es incierto y está oscuro
ante nosotros. De todos modos podemos decir
consolados y llenos de fe: “¡Jehová es mi luz y mi
salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza
de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?!”
(Salmo 27,1). ¡Con esta palabra bíblica deseamos a
todos los lectores un bendecido año 2014!
Toda la Biblia habla de luz y de la gracia, bondad,
amor y poder de nuestro Dios. Ya en el primer
capítulo de las Sagradas Escrituras leemos: “Y dijo
Dios: Sea la luz; y fue la luz” (Génesis 1,3).
A pesar de toda impiedad y miseria que sobrevino
al mundo por medio del pecado, Dios ofreció en su
amor a todos los hombres el evangelio redentor,
luz y esperanza por medio de su Hijo Jesucristo.
Leemos en Isaías 49,6: “También te di por luz de
las naciones, para que seas mi salvación hasta lo
postrero de la tierra.” Esta maravillosa promesa
está establecida para todos los tiempos – desde el
primer siglo después de Cristo hasta que el Señor
regrese. ¡Jesucristo es y será la luz del mundo!
También para el nuevo año rige para todos
nosotros las palabras de nuestro Salvador: “Yo soy
la luz del mundo; el que me sigue, no andará en
tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan
8,12). Sus promesas son sí y son amén, y todo lo
que promete, esto lo cumple. Si, Jesucristo es el
mismo ayer, y hoy, y por los siglos; Él será
también nuestra luz en el cielo, como lo está
confirmado en Apocalipsis 21,23: “La ciudad no
tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en
ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el
Cordero es su lumbrera.”
H. D. Nimz
Página juvenil
16 Constancia
Pregunta juvenil
17 Buena influencia
18/20-21/26 Experiencias con Dios
Página infantil
19 Aprende a decir no
Página familiar
22 Tiempo en familia 23 La mejor traducción de la Biblia Si tu madre envejeció
27 Desde la editorial Pie de imprenta
28 El Señor es mi luz
4 Trompeta Evangelizadora │ 01/2014
PARA EL AÑ O N UEVO
Ten buen ánimo
Cuando éramos niños, al comienzo de año, teníamos
la costumbre de escribir una “hermosa carta de año
nuevo” a nuestros padres. Esto era importante.
Tomábamos un gran papel blanco y tratábamos con
esmeradas letras escribir los deseos a los padres para
un feliz año nuevo. Por supuesto no les escribiré una
carta de año nuevo a ustedes. Sin embargo, esta carta
debe contener una solicitud especial. De hecho deseo
que estén siempre de buen ánimo para el año 2014
que todavía está oscuro delante de nosotros. Me
parece escuchar diferentes suspiros: “¿Cómo puedo
estar de buen ánimo en esta situación? No te
imaginas lo que me deprime, no sabes de mi
angustia, mi enfermedad, de mis preocupaciones para
lograr pasar, por hombre, mujer y niños”. Y tal vez
alguno está predispuesto a tomar todo
particularmente difícil.
Permítanme contarles en primer lugar, cómo llegue
a esta palabra “buen ánimo”. Casi quiero suponer que
me fue dada correctamente. En el otoño estuve
enfermo y tenía muchos dolores, malas noches,
donde realmente no tenía valentía. Una mañana leí la
palabra del apóstol Pablo: “Por lo cual me gozo”
(2. Corintios 12,10). Y luego continúa: “En las
debilidades, en afrentas, en necesidades, en
persecuciones, en angustias”. Es cierto que
podríamos continuar la lista: En necesidad de dinero,
en negocios, preocupaciones de trabajo, en las
dificultades de la educación, en penas de mi marido,
de mi esposa, mis hijos, en mi soledad, en el trato
con personas difíciles, en relaciones infelices y así
sucesivamente. En todos los casos la palabra me
hería en mi situación, que me quería oprimir. Me
pregunté: ¿por qué el apóstol estaba de buen ánimo?
Leí rápidamente el versículo anterior, que dice:
“Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona
en la debilidad.” La propuesta no tiene grandes
condiciones para mi buen ánimo, sin beneficios
extraordinarios o ventajas, ninguna seguridad
especial, ningún despliegue de fuerte energía. Todo
eso me faltaba. ¡Uno es suficiente: su gracia, su
poder - y ambos están realmente a disposición de los
débiles e impotentes! Queridos: ¿no les parece que
mi carta de año nuevo contiene una inmejorable y
deliciosa proposición para ustedes? ¡Qué feliz me
haría, si cada uno recibe este ofrecimiento de nuestro
Señor! Su poder y su gracia son inagotables, que
están disponibles para nosotros todos los días para el
nuevo año. Desde luego, una cosa es necesaria:
¡debemos acercarnos todas las mañanas y extraer de
la abundancia! Te debes preguntar, ¿cómo hacer para
extraer? Te vuelves como niño, es decir,
respetuosamente, manso e ingenuo le dices tu
necesidad al Señor Jesucristo y le pides que te
ayude. ¡Él te ayudará todos los días! Así tenemos
motivos de estar de buen ánimo.
5 Trompeta Evangelizadora 01/2014 │
Con Dios en el nuevo año El año 2014 es una nueva etapa del ciclo de nuestra vida. ¿A dónde nos conduce nuestro
camino? ¿Tenemos una meta en vista, o nos dejamos llevar por las circunstancias de lo
cotidiano?
Muchas personas entrarán a este año nuevo sin
metas. Pero una vida sin metas es una vida perdida.
Cuando uno se propone una meta en la vida, al final
será recompensado. Pablo dice: “Prosigo a la meta,
al premio del supremo llamamiento de Dios en
Cristo Jesús” (Filipenses 3,14). Todos deberíamos
fijarnos una meta para el ahora iniciado año e
intentar alcanzarlo con la ayuda de Dios. Muchas
veces es útil anotar la meta fijada, para ver más
tarde lo que se logró y lo que no.
Una vez oí de una iglesia, que exigía esta
costumbre. En la víspera de cada año nuevo cada
miembro daba al pastor una carta cerrada con una
oración o una promesa a Dios. Hasta fin de año
eran guardadas estas cartas. Entonces la persona en
cuestión, podía pedir de vuelta su carta, para ver en
qué medida había cumplido su promesa. Antes de
que tiremos el calendario del 2013, queremos
quedar en silencio un momento y preguntarnos:
“¿Qué hizo Dios por mí en los últimos meses?
¿Qué hice yo para el Señor? ¿Alcancé la meta que
me había propuesto?” En caso de que no - ¿Por qué
no? Intenta aprender de tus errores y pide al Señor
que te ayude en el año 2014. Pero aún así, no te
desanimes si no pudiste hacer todo lo que te
propusiste el año pasado. Agradece al Señor por
eso que pudiste llevar a cabo por medio de su
gracia.
Tal vez confiaste demasiado en ti mismo en el
año transcurrido y muy poco en el Señor. Si
fallaste el año pasado, no porque Dios fracasó, sino
porque fracasaste tú. Proponte ser más fiel en su
seguimiento en este año, para que puedas decir con
Pablo: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”
(Filipenses 4,13).
Dios quiere que confiemos en su palabra.
Muchos olvidaron que el mundo no lee la palabra
de Dios, la Biblia. Nosotros como hijos de Dios
somos su Biblia. El mundo quiere ver a través de
nuestra vida si Cristo es real. Si no somos
testimonio alguno para Él en el mundo, entonces
nuestros amigos y vecinos tampoco nunca lo van a
aceptar a Él. El año pasado ha transcurrido, y todas
nuestras obras están esculpidas. No podemos
deshacer nada. ¡Ponte una meta elevada que quieras
alcanzar en este año con la ayuda y gracia de Dios.
6 Trompeta Evangelizadora │ 01/2014
JESÚS, L A LUZ DEL MUN DO
¡Cristo, la luz!
Desperté esa mañana cuando los rayos del sol
penetraron por mi ventana y me animaror
justamente a observar la belleza de un nuevo día.
Entonces cuando estuve frente a la ventana y observé
absorto en sagrada reverencia la maravillosa obra de
nuestro Padre Celestial, se elevó una oración de
agradecimiento hacia Dios por la gran bendición de
la vista, a través de la cual podemos ver todo la
hermosa y maravillosa creación de Dios. Existen dos
tipos de tinieblas, es decir la natural y la espiritual.
De las dos, la espiritual es la peor. ¡Qué grande son
las tinieblas de la incredulidad! La incredulidad es
también uno de los mayores enemigos de la iglesia, y
en verdad no solo la incredulidad de los conocidos
ateos e incrédulos, sino también la falta de fe que con
frecuencia se encuentra en la vida de aquellos que
aparentan ser seguidores del Señor Jesús. Muchos
denominados cristianos se desorientaron en la niebla
y la oscuridad de la confusión y la división en el
terreno religioso y no pueden hallar el camino.
Cada pecador se encuentra en una gran oscuridad.
Podemos ver por todos lados los efectos cegadores
del pecado. Isaías habla de las personas que vivían en
pecado en el tiempo de la venida de Jesús sobre esta
tierra, de un pueblo que andaba en tinieblas. Al
principio del tiempo habló Dios: “Sea la luz”, y puso
lumbreras en el firmamento, para ahuyentar a las
tinieblas. A través de todos los tiempos estas luces
iluminaron la oscuridad del mundo natural. Y hace
más de dos mil años habló Dios nuevamente: “Sea la
luz”. Y la luz irrumpió otra vez. Jesús, el sol de la
justicia, salió en el horizonte espiritual y ahuyentó la
gran oscuridad espiritual que había caído sobre el
mundo. Él abrió los ojos cegados por el pecado y a
los capaces de ver los exhortó a fijar la vista en Él, el
claro lucero. Y todos que los que lo ven en su
esplendor, están agradecidos de corazón que ahora
también pueden ver espiritualmente.
Cristo dijo con firmeza sobre sí mismo: “¡Yo soy la
luz del mundo!” Él sabía que grande era la oscuridad
espiritual. El vio las nubes oscuras de las
adversidades y la ceguera que habían venido sobre
las personas a través del yugo de los ancianos. La
palabra de Dios nos dice que estos hombres amaron
más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran
malas. Y llegó a tal punto que llevaron a Jesús, la
verdadera luz, que quiere iluminar a todas las
personas, a la cruz.
Es de gran importancia, que nuestros ojos sean
dirigidos hacia Cristo. Si le seguimos, no entraremos
en tinieblas y no andaremos en la oscuridad. El
apóstol Pablo expresa este pensamiento, diciendo:
“El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas,
y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien
tenemos redención por su sangre, el perdón de
pecados” (Colosenses 1,13-14). No podemos aceptar
a Cristo sin creer en Él y también aceptar su cruz, su
sangre y su deidad. Si aceptamos a Cristo, las
tinieblas deberán apartarse. La aceptación del Señor
Jesús nos hace hijos de Dios. Nos volvemos
partícipes de su naturaleza divina. Por eso también
dijo Jesús a sus discípulos: “¡Vosotros sois la luz del
“Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy luz del mundo; el que me sigue,
no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.” (Juan 8,12)
mundo!” Y los exhortó a dejar brillar su luz ante
las personas. Como estaban unidos con la fuente
celestial de poder, obtuvieron la fuerza para brillar.
Ya no vivían en las tinieblas, sino en la luz.
Estaban tan llenos de la clara luz del Señor Jesús,
que también otros podían verlo. Así también hoy
Cristo alumbra a través de personas que se
entregaron a Él. ¿Pero qué sucede cuando nuestra
luz no es clara, cuando no permanecemos en
cercana comunión con la luz verdadera? Se dice:
“Los hijos de Dios son la única Biblia que es leída
por un mundo indiferente.” Esto debería
motivarnos a vivir en cercanía con Dios.
En nuestros tiempos muchas personas siguen a
guías espirituales, los cuáles están ciegos y
atascados en el lodo del pecado y por ello van al
encuentro de la ruina eterna. Muchas personas
miran por una luz que les muestre el camino
correcto. Pero algunas lumbreras son tan débiles
que en las tinieblas apenas se ven. Y otras luces
sólo se encienden de vez en cuando y entonces
nuevamente se apagan. Luces así no pueden
mostrar a nadie el camino.
¡Pero qué alegría es cuando una persona que está
cansada de su vida pecaminosa, descubre la luz de
un verdadero hijo de Dios y a través de él puede
ser guiado a Cristo, la verdadera luz! Él es la única
esperanza para un mundo oscuro. Cristo dice: “¡Yo
soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará
en tinieblas!” Sí, Cristo es la luz del mundo, y el
mundo lo necesita a Él. Todas las personas pueden
venir a Él, sea cual sea el rango, de qué nación o de
qué color sea usted, es igual que nivel de
educación tenga. ¡Todos necesitamos a Cristo,
quien es la luz del mundo!
M. M.
7 Trompeta Evangelizadora 01/2014 │
¡Hágase la luz!
Conocí a un hombre que se quejaba constantemente
de su duro corazón pecaminoso. Un día le dije:
“¿Alguna vez has conocido a un pecador que no
haya tenido un corazón endurecido?” “No” dijo,
“pero mi corazón no mejora.” Me levanté y cerré
todas las persianas, así que la habitación estaba muy
oscura. “¿Por qué has hecho eso?” preguntó.
“Quiero enseñarte cómo se disipa la oscuridad”, le
dije entregándole una escoba y un plumero. “Barre
ahora a la oscuridad.” “No es posible”, respondió. –
“¿Aunque se esfuerce mucho?” – “Ciertamente no. ”
Entonces abrí nuevamente las persianas, y un
brillante sol inundó la habitación. “Del mismo modo
es con tu corazón”, continué, “si quieres expulsar la
oscuridad y el miedo de él, no se puede lograr con
cualquier esfuerzo personal, sino sólo dejando que el
sol de justicia, Cristo Jesús, brille en el. Si no das
cabida a esta luz solar, sigue siendo oscuro en ti. Y
Él quiere con gusto colmarte con su luz. - Pero ahora
que nuestra habitación esta maravillosamente
iluminada, podemos probablemente otra vez cerrar
las persianas. Creo, que ahora tenemos suficiente
luz. ”
“¿Qué quieres decir?” Preguntó asombrado.
“Quiero dejarte claro, que no podemos acumular
ninguna provisión de la gracia por la cual vivimos
constantemente, pero, si queremos caminar en la luz,
debemos mirar continuamente hacia el sol y acoger
la vida de los rayos iluminados en nuestra alma. ¿Me
has entendido bien? Necesitamos estar
permanentemente en contacto con el Salvador, el sol
de justicia, de lo contrario se torna inmediatamente
oscuro en nosotros”.
8 Trompeta Evangelizadora │ 01/2014
JESÚS, L A LUZ DEL MUN DO
Luz, que nunca se apaga
De esta luz somos todos infinitamente dependientes. No puede ser reemplazada por nada.
Esta luz no es energía – sino vida. Y sin esta luz gobierna la muerte.
Hay una luz que nunca se apagará, y gracias a Dios
siempre seguirá alumbrando. Esta luz fue encendida
hace más de dos mil años, en aquel entonces cuando
Jesús nació en Belén. En aquella noche vino una luz a
este mundo, y desde entonces brilla cada vez más.
Hoy en día se conoce el nombre de Jesús en todo el
mundo.
Los poderes de las tinieblas han odiado esta luz
desde el principio, y por esta razón no dejaron de
intentar apagar esta luz por todos los medios. Pero ella
no puede ser extinguida por el mundo ni por el diablo.
Es muy diferente de cualquier otra luz. Ilumina y
muestra, no solo la depravación externa y los seres
malignos, la injusticia, que a menudo se comete,
también descubre los corazones de las personas y
muestra lo que hay en ellos. Personas, a menudo se
rebelan contra esa luz. No es agradable si esta luz
ilumina su corazón y su vida. La Biblia dice que
muchas personas aman más la oscuridad que la luz,
porque sus obras y sus corazones son malos.
Isaías escribió: “Tinieblas cubrirán la tierra y
oscuridad las naciones” (Isaías 60,2) y las potestades
de las tinieblas están en acción de oscurecer la luz y
cuando sea posible apagarla del todo o por completo,
pero todos los intentos de extinguir la luz han
fracasado.
Desde el principio, el cristianismo fue combatido.
Miles de los hijos de Dios fueron quemados vivos,
otros arrojados a animales salvajes. De cualquier
manera los cristianos fueron torturados, y bajo las más
horribles torturas que el espíritu diabólico pudo
inventar, fueron asesinados. Y esto también sucede en
nuestra época. ¿Por qué? Porque se quiere borrar el
cristianismo del mundo. Con la misma fuerza de aquel
entonces, también hoy se intenta apagar esta luz, pero
es como el viento que sopla contra el fuego, cuanto
más fuerte sopla, más alta es la llama, más la aviva, y
más brilla el fuego. Cuanto más perseguidos son los
cristianos y despreciado el nombre de Jesús, con más
brillo resplandece la luz del evangelio. Otras luces
pueden ser apagadas, pero no la luz que Jesús trajo a
esta tierra. Esta continuará dando su brillo hasta que
Jesús venga nuevamente.
Gracias a Dios, hay una luz es este mundo
oscurecido por el pecado y la maldad, que nunca
podrá ser extinguida. Cristo, la luz del mundo, que ha
traído para toda la humanidad la esperanza de la
verdadera felicidad, una esperanza que no decepciona
ni engaña. La sagrada escritura dice: “En Él [en
Cristo] está la vida, y la vida era la luz de los
hombres. Y la luz brilla en la oscuridad, pero las
tinieblas no la recibieron.” (Juan 1,4-5). Si esta luz no
brilla más en los corazones de las personas, están
perdidos sin esperanza. Si las personas abrirían sus
corazones solo para esta luz, ¡qué diferente podría ser
este mundo!
Por lo tanto, es tarea de la iglesia, indicar a la gente
esta hermosa luz del evangelio, para que la vean y
puedan vivir una vida en libertad en Cristo Jesús.
Querido lector, si esta luz no se ha encendido
todavía en tu corazón, recuerda que ahora, en este
momento la puedes recibir, si tú así lo deseas. Jesús
está a la puerta de tu corazón y llama, él quiere entrar.
Proporciona entrada al Salvador, dale el primer lugar
en tu corazón y vida. Entonces también tú tendrás la
luz que nunca se apagará.
9 Trompeta Evangelizadora 01/2014 │
La luz del mundo
¿En qué relación estamos con la luz de Dios?
¿Qué obra tiene esta luz en nuestra vida, tanto para
nosotros mismos como para nuestro entorno?
¿Somos portadores de la luz, personas que llevamos
esperanza para otras almas y mediante ello muchos son
motivados y salvos?
En Juan 8,12 dice Jesús: “Yo soy la luz del mundo”. Y en Mateo 5,14
leemos en el sermón del monte “Vosotros sois la luz del mundo”. Eso es lo
que Jesús es, por lo tanto deben ser también sus discípulos. ¡Qué glorioso
privilegio, pero también que gran responsabilidad! Todos sabemos lo
indispensable que es la luz. Sin luz nos encontramos en todas partes en
peligro. En una noche oscura no podemos dar pasos ciertos. Pero donde
penetra el resplandor de una luz, allí es expulsada la oscuridad, ilumina el
camino y elimina algunos riesgos. La luz es elemento esencial de la vida.
¡Que sería el mundo sin la luz, sin el sol! Todo se consolidaría en muerte
y en un frio helado, y sin sol, la tierra no traería frutos. En términos
espirituales el mundo está en oscuridad. Si Jesús el sol espiritual, no brilla
en los corazones, las personas están interiormente en tinieblas, soledad y
frío. Los hijos de Dios tienen la tarea de brillar en el mundo. Ellos deben
mostrar a aquellos que deambulan en la oscuridad, el camino a Dios y al
cielo. Para poder brillar, primero debemos haber recibido nosotros
mismos la luz.
Una lámpara debe de ser encendida o conectada a la red eléctrica, antes
que pueda brillar. Cuando caminamos en la noche por las calles de
nuestra ciudad, encontramos éstas iluminadas por lámparas eléctricas.
Todos sabemos que las lámparas deben estar conectadas a la red eléctrica.
Si es interrumpida la conexión, se apaga de inmediato. Así también
nosotros debemos estar continuamente conectados con Jesús, si queremos
brillar. No tenemos luz por nosotros mismos. Jesús dice: “Yo soy la luz
del mundo”. Él es la fuente de energía, y nosotros somos las lámparas. De
Él debemos obtener toda nuestra luz, y solo entonces podemos brillar.
Jesús quiere brillar en este mundo a través de las vidas de sus hijos. Así
como una lámpara encendida no está ahí para ser admirada, sino para
iluminar la oscuridad y para que los objetos sean visibles, así también el
mundo debe ver a Dios a través de nosotros. Debemos demostrar al
mundo, que nosotros tomamos el cristianismo en serio. Esto solo lo
podemos hacer si lo ponemos en práctica. Si todos los hijos de Dios
dejarían brillar su luz en la forma correcta, la oscuridad espiritual no sería
tan grande. Todos los seguidores del Señor deben ser una luz. ¡Que
maravilloso es, cuando en una familia el padre y la madre brillan como
verdaderas luces y preceden a sus hijos con un buen ejemplo! ¡Oh
bendito el hogar, donde Jesús, el sol de justicia ilumina! ¿Eres una luz
para el mundo o una sombra oscura del pecado? ¡Oh, Deja que Jesús
entre en tu corazón y conviértete en una luz!
D.K.
10 Trompeta Evangelizadora │ 01/2014
C. W. N AYLOR - LO QUE MUEVE AL CO RAZÓN
Él tiene cuidado de vosotros
Con nuestra sabiduría y posibilidades rápidamente llegamos a un
punto muerto – o mayor dificultad. Cuanto más sabio es el hombre,
reconoce su estrecho límite y su dependencia del poder, al que el
universo está subordinado. Que diferente es una vida, en la que la
omnisciencia y omnipotencia de Dios pueden obrar.
“Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él
tiene cuidado de vosotros” (1. Pedro 5,7). Dios se
preocupa por nosotros, porque él tiene un interés
personal por nosotros. Somos la obra de sus manos y
por lo tanto su cuidado se dirige a nuestro bienestar.
El presta atención sobre la evolución en nuestras
vidas, observa cada paso que damos hacia adelante. Si
alguien siembra o planta una flor, le da agua, se
preocupa por ella y observa cuidadosamente cada
pequeño brote de su desarrollo. Él tiene un cuidado
especial sobre esta planta y pone un mayor interés
sobre ella, más que cualquier persona que se detiene
por un momento en esta flor para admirar sus colores
y su maravillosa fragancia. Para algunos es solo una
planta entre muchas, para otros tiene un significado y
valor especial. Su esplendor y belleza y su perfume
especial es de hecho el resultado de su cuidadoso
trabajo, atención y paciencia. Es su planta. Así es con
Dios. Él nos dio la vida, nos ha provisto y protegido y
observado diariamente nuestro desarrollo. Él se
interesa por nosotros y quiere que nuestra vida
florezca y desprenda un aroma dulce de verdad y
pureza. Que nuestra vida sea así, que Él no se sienta
decepcionado.
Dios cuida de nosotros, porque él nos ha creado para
su gloria, y para llenar un lugar en su reino eterno. Él
no nos creó solo para existir, sino con un propósito
específico. Dios quiere que nuestra vida sea exitosa,
no solo para nuestro beneficio, sino para ocupar el
lugar para el cual él nos creó, según su propósito y
para su gloria. Y por lo tanto, él hará todo lo posible
para nuestro éxito. Él se preocupa por nosotros, en el
sentido que nos ama. “pues el Padre mismo os ama”
(Juan 16,27). “Porque de tal manera amó Dios al
mundo” (Juan 3,16). Él tiene un profundo y
permanente amor para cada alma. Incluso si nos
apartamos de Él y caemos en la trampa del pecado, el
sufre por nosotros como sufre el corazón de una
madre cuando su hijo está en caminos errantes. Su
amor es mucho más grande que el amor de una madre.
Él envía a sus siervos a buscar a los perdidos, y a su
Espíritu a fin de rogarles con fervor. Pecador, ¡Él te
ama! A pesar de que tú le has angustiado y has
resistido a su Espíritu, irradia de sus ojos compasión,
su corazón está lleno de amor, y sus brazos están
extendidos hacia ti para acogerte contra su pecho.
Si su preocupación se extiende hacia los negativos y
negligentes pecadores, cuánto más entonces se ocupa
por sus propios hijos obedientes. ¡Que tierno es su
amor! A veces cuando estamos en una dolorosa
oscuridad y su rostro nos parece que está oculto, nos
puede ir como a los discípulos, cuando ellos clamaron
en su angustia: “¿no tienes cuidado que perecemos?”
(Marcos 4,38). Pero sin duda estaba preocupado por
ellos. De inmediato se levantó, ordenó a los vientos y
trajo a los discípulos seguros a tierra. Si, Él tiene
cuidado de ti. A veces parece que su ayuda se hace
esperar, pero ella llega en la forma y el momento
oportuno, del modo más apropiado. En tiempos de
alegrías, victorias y refrigerio, así como en momentos
de prueba, persecución, nostalgia y amargura Él se
preocupa por tu alma. Si, en todo Él tiene cuidado de
ti, y te ayudará si ve que tu alma se purifica y se
prepara para sus propósitos. Si, “Él tiene cuidado de
vosotros”, ¡Créelo! Deja que tu alma se regocije y
disfrute en esto. Y si sólo puedes susurrar en el
11 Trompeta Evangelizadora 01/2014 │
sufrimiento, hazlo y di en tu corazón: “El me ama, y
tiene cuidado de mí. Quiero confiar en Él y estar
conforme.”
Dios tiene sumo cuidado de nosotros. Este cuidado
demuestra la creación de un mundo hermoso, un lugar
de residencia para nosotros. Las flores, las frutas, los
cereales, la hierba, el reino animal, el sol, el viento, la
lluvia, si, todo esto fue creado por Dios, para nuestras
necesidades, conveniencias y nuestra felicidad. Todo
esto existe para nosotros. Para nuestra alimentación Él
se preocupa, para que la tierra pueda producir en
abundancia todo lo que necesitamos. Para nuestra
vestimenta, deja crecer de la tierra algodón y lino, la
lana de las ovejas y permite que el gusano de seda
haga su casa brillante. Para calentarnos, creó el
carbón, el gas y los bosques. Para nuestra protección
creó las piedras, la madera, el hierro y la arcilla, para
que con esto podamos construir nuestras casas. Él
también tiene cuidado de nuestro cuerpo y su salud. Él
nos da agua pura y cristalina, para saciar nuestra sed,
y para refrescarnos en la enfermedad; aire suave, que
contiene oxígeno para el refrigerio y la edificación de
nuestro cuerpo, así como un sinnúmero de otras
bendiciones. Y sobre todas estas cosas: Él es aún
nuestro gran médico, que nos sana a través de su
palabra de poder y nos salva de la mano de la muerte.
También espiritualmente cuida de nosotros. Él nos
regala su gracia, la que nos ayuda en cada necesidad.
Ella es nuestro escudo en la tentación, nos da la fuerza
en las pruebas, es la fortaleza en la adversidad,
valiente en el peligro y audaz en la batalla. Si,
verdaderamente, Él cuida de nosotros. No dejemos
que nos aborde la duda o el miedo. Queremos confiar
en Él con la certeza de que “no nos desamparará”
(Hebreos 13,5).
JESÚS, L A LUZ DEL MUN DO
Jesús, todo en todos
¿Quién puede iluminar este mundo de tinieblas? – Sólo Jesús, porque él es la luz del mundo. ¿Quién nos hace conocer a Dios? – Sólo Jesús, porque él ha venido del Padre. ¿Quién puede salvar el alma de sus pecados? – Sólo Jesús, porque él es Cordero de Dios que lleva los pecados del mundo. ¿Quién puede dar paz y tranquilidad al alma? – Sólo Jesús, porque él da tranquilidad y es príncipe de paz. ¿Quién puede saciar el alma hambrienta y satisfacer el anhelo del corazón? – Sólo Jesús, porque él es el pan y agua de vida, el que se acerca a él, no tendrá hambre, y el que cree en él no tendrá sed jamás. ¿Quién nos puede conducir al Padre eterno? – Sólo Jesús, porque él dice: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.”
¿Quién nos puede dar el derecho al cielo? – Sólo Jesús, porque él ha adquirido esta herencia. El que cree en él (con verdadera fe del corazón), tiene vida eterna. ¿Quién es el gozo del cielo? – Sólo Jesús. ¿Quién es la puerta al cielo? – Jesús dice: “Yo soy
la puerta”. ¿Quién es la alabanza de triunfo en el cielo? – Jesús, porque él es el león de Judá, que ha vencido y tiene las llaves del infierno y la muerte. ¿Quién es la luz del cielo? – Jesús, porque él es la luz eterna. ¿Quién es el amor del cielo? – Jesús, porque él es el manantial de amor. Jesús es todo en todos.
12 Trompeta Evangelizadora │ 01/2014
Mensaje Radial Mensaje de Salvación Friedrich Krebs, Kitchener (CA)
Bajo la dirección de Dios
“Sabed, pues, que Jehová ha escogido al piadoso para sí” (Salmos 4,3)
Del gran padre de la fe Abraham se dice que salió de
su país y no sabía a dónde iba. Nosotros, sin
embargo, entramos en un nuevo año y sabemos poco
de él. Si miramos las condiciones actuales, nos
damos cuenta de la inseguridad y la incertidumbre
que hay en este mundo. Y cada uno de nosotros
debemos darnos cuenta que necesitamos la
indispensable protección y guía celestial. De
Abraham dice la escritura: “El creyó en Dios”.
¿Cómo está con nosotros? El que no tiene esa
ferviente fe, tampoco puede tener ningún apoyo en
él. Julia Hausmann (1826-1901) era la hija de un
profesor. Desde su infancia ella estaba enferma, pero
escribió más de cien canciones. Una de las canciones
más famosas entre los cristianos es: “toma pues mis
mis manos y guíame”. Esta canción está escrita en
forma de oración, y ya en la primera estrofa oraba:
¡Toma pues mis manos y guíame hasta mi final feliz y eterno! No puedo sola, un paso dar. Donde tú vas y estás, contigo quiero estar.
¿No debería ser nuestra oración así para el
comienzo del año? ¡Qué practicas son estas simples
palabras! ¡Ellas hablan indirectamente de
incertidumbre, de dependencia, de necesidad de
asistencia, de fe y abrigo de Dios! ¿Sabíamos que el
especial nombre de Jesús encontramos en la primer
página del nuevo testamento (Mateo 1,1)? Su
nombre es Jesús, porque él es Jesús, el Redentor, el
Salvador y Señor, que guía a los suyos a la felicidad.
Queremos recibir este mensaje, como si fuera la
primera vez. Es bueno para nosotros que este Jesús
vive y está ahí para nosotros, pues estamos en un
mundo donde nos rodea tanto sufrimiento, miseria,
pecado y tentación. Bueno es para nosotros saber
que este Jesús es nuestro constante representante e
intercesor ante el Padre. Por lo tanto, ¿no debe ser
éste nombre que traigamos a la memoria ya del
comienzo del año y encerrar en nuestro corazón? El
fiel discípulo Juan, se denominaba un “hermano en
la aflicción”, se encontró con el consuelo de Jesús en
la isla de Patmos: “¡No temas; yo soy el primero y el
último; y el que vive!” Eso debería decirle: “¡Antes
que tú estabas, yo estaba aquí, por lo tanto quiero ser
el primero y el ultimo en tu tribulación!” “Yo estoy
con vosotros todos los días”, ha prometido, por lo
tanto está su diaria guía celestial para nosotros.
Nuestro texto bíblico dice: “Sabed, pues, que Jehová
ha escogido al piadoso para sí”. Es muy notable:
“¡Él lo guió el camino correcto!” Seguramente
muchos de nosotros lo han experimentado así, por lo
que también pueden confirmarlo. El que está bajo la
guía de Dios, está bajo la guía más alta y segura. En
esta fe el poeta escribió:
Tómame de la mano, Padre, tú eres mi paz, eres el refugio de vida, Padre, me invitas amablemente. Me sujetas si me caigo, permítame estar de pié. No me dejes perder la meta, tómame de la mano.
13 Trompeta Evangelizadora 01/2014 │
¿Hemos orado así? ¿Hemos reconocido que
necesitamos así una mano? Alguien escribió: “Sin
luz, sin camino, sin ayuda, estuve una vez perdido
y solo”. ¿Conocemos tal situación y nos podemos
topar con tal angustia?
En octubre de 1964, nos encontrábamos entre
cuatro, en una peligrosa huída. Intentábamos llegar
a Alemania desde Polonia. Después de algunos
esfuerzos llegamos a una estación de trenes y
subimos a un tren de carga. Esperábamos llegar a
destino por este medio. Pero ya en la siguiente
estación, el tren se detuvo hasta la noche del día
siguiente. Durante el control del tren fuimos
capturados; pero por nuestro rogar temeroso no
fuimos delatados. Cuando finalmente el tren
continuó su marcha, pronto nos dimos cuenta que
íbamos en dirección contraria. Para no desviarnos
demasiado del camino correcto resolvimos saltar
del tren en movimiento. Eso lo logramos sin
incidentes, y luego, un largo camino a pie por el
campo. Alrededor de la medianoche nos acercamos
a un pueblito, y pensamos que ya habíamos sido
vistos por alguien. Así que nos arriesgamos a
tomar el camino a través de la aldea, y de repente
nos encontramos con dos hombres que hablaban
frente a una entrada vehicular. Mi padre les
preguntó cortésmente por el camino hacia nuestra
primera estación de trenes. Y aunque ellos eran
prácticamente nuestros adversarios, nos dieron la
información y nos dejaron continuar nuestro
camino. ¡Eso era verdaderamente un milagro que
permanece en nosotros hasta el día de hoy! Aquí
pudimos reconocer y experimentar que
maravillosamente protege y guía el Señor. “¡Él
siempre tiene caminos, y no le faltan medios!”
El año 2014 ha iniciado. Muchos de nosotros se
encuentran llenos de aflicción, preocupación y
sufrimiento al iniciar el año. ¿Pero ya hemos
reflexionado alguna vez en el maravilloso hecho,
que nosotros como pequeñas personas nos
encontramos bajo la guía del Gran Dios? ¡Qué
privilegio y qué gracia!
El salmo 107 es un recuerdo del pueblo de Dios
en el desierto, en gravosos e inexperimentados
caminos. Pero “Los guió por un buen camino,
hasta encontrar una ciudad habitable”. Por ellos
deseamos a todos nuestros lectores un ¡memorable
y bendecido año nuevo bajo la confiable y sublime
guía de nuestro Dios todopoderoso!
14 Trompeta Evangelizadora │ 01/2014
EN SEÑ AN ZAS BÍBLICAS – FÁCIL DE COMPREN DER │ LECCIÓN 32
El seguimiento
¿Qué puedo hacer para Dios?
Están en el camino hacia Damasco. Decididos a
luchar por la verdad. Decididos a combatir las falsas
doctrinas con todos los medios disponibles que
niegan la fe del Padre. Están ya cerca de Damasco,
cuando de repente una brillante luz los irradia desde
el cielo. Y aquí Saulo se convierte en Pablo. Esto
puedes leer en Hechos 9. Mientras que él está en el
suelo, temblando y temeroso formula la pregunta,
que determina a partir de ese momento su vida:
“Señor, ¿qué quieres que yo haga?” La pregunta
central del discipulado cristiano.
Querido lector, si te has convertido en un hijo de
Dios, Dios no te lleva inmediatamente al cielo, sino
que te deja en la tierra. Porque Él quiere gente aquí
en la tierra que sigan a Cristo. Personas, que se
tornen cada vez más semejantes a Él y que cumplan
el mandato de Dios como luz y sal del mundo.
Personas, que llevan mucho fruto para la gloria de su
maestro.
Pero ¿qué significa entonces seguir a Cristo? Jesús
mismo nos dice: “Entonces Jesús dijo a sus
discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí,
niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”
(Mateo 16,24). Seguimiento, quiere decir hacer tres
cosas: Negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguir a
Jesús.
Negarse a sí mismo quiere decir, dejar de
preguntar lo que queremos, y empezar a hacer lo que
Dios quiere. Significa hacer lo que Dios quiere, aun
cuando preferiría estar haciendo otra cosa. Debemos
admitirnos que no se trata de nosotros, sino de Él en
este mundo. En nuestras oraciones, ya no es sólo una
cuestión de lo que el Señor puede hacer por mí, sino
cada vez más y más de lo que yo puedo hacer por Él.
La negación de sí mismo encuentra su punto máximo
con la completa consagración. Por favor lea
Romanos 12,1.
Tomar su cruz, tiene el siguiente significado: la
vida con Dios nos traerá algunas dificultades. En
primer lugar, somos un blanco especial de Satanás.
Él tratará con el objetivo de traernos de nuevo al
pecado. Querrá dislocar nuestro objetivo. También
desde el lado humano, tendremos dificultades. Por
favor lea Juan 15,18-20. Tomar su cruz, quiere decir
pasar por estos ataques y persecuciones y no dejarse
disuadir de la meta. Del mismo modo que Jesús ha
pasado.
Seguir a Jesús. Eso podemos entender, si miramos
lo que han hecho sus discípulos cuando caminaron
juntos con Él a través de Galilea y Judea. Estaban
junto a Él, han atendido su hablar. Vivían en
comunión con Él. Ellos han aceptado sus consejos y
exhortaciones. Eran obedientes si Él los enviaba a
alguna parte. Han aprendido mucho de Él. Con el fin
de seguir a Jesús, tenemos que hacer lo mismo.
Debemos leer los Evangelios, - leer, lo que Él ha
dicho. Tenemos que aceptar sus instrucciones y
exhortaciones. Debemos ser obedientes cuando Él
nos llama a la acción. Porque Él ha resucitado y
vive, podemos vivir en oración y comunión con Él.
Y podemos y debemos aprender mucho de Él.
La vida en el seguimiento Cristiano, describe Pablo
en otra parte así: “y ya no vivo yo, mas vive Cristo
en mí” (Gálatas 2,20). Repetidamente él solicita a los
lectores de sus cartas, a tomar a Jesús como ejemplo.
Puedes volver a leer en Efesios 5,1-2, en Filipenses
2,5, en Romanos 15,1-3 y en muchos otros lugares.
Es decir, tener a Cristo siempre ante los ojos.
Tenemos que meditar mucho acerca de Él. Él debe
ser tan precioso y valioso para nosotros, como lo
describe Pablo en Filipenses 3,7-8 y Colosenses 2,3.
Él debe ser el objetivo de nuestras oraciones, como
Pablo ora en Efesios 3,14-19: “Por esta causa doblo
mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor
Jesucristo, de quien toma nombre sobre toda familia
en los cielos y en la tierra, para que os dé, conforme
a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con
poder en el hombre interior por su Espíritu; para que
15 Trompeta Evangelizadora 01/2014 │
habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de
que, arraigados y cimentados en amor, seáis
plenamente capaces de comprender con todos los
santos cuál sea la anchura, la longitud, la
profundidad y la altura, y de conocer el amor de
Cristo, que excede a todo conocimiento, para que
seáis llenos de toda la plenitud de Dios”.
Robert Witt (DE)
JESÚS, L A LUZ DEL MUN DO
“¡Dejad brillar vuestra luz
delante de los hombres!” ¡Que serias son estas palabras de nuestro Señor
Jesús! Esta exhortación de ser correctos, debe ser un
deseo de cada hijo de Dios. Nosotros sabemos que
bueno es cuando el sol vuelve a aparecer después de
unos melancólicos días de lluvia, con su belleza
sublime, y que sus rayos puedan llegar a la tierra sin
que un velo de nube los oculte. Cada cosa parece
estar bañada en oro, y toda la vida parece más
hermosa bajo la luz del sol. Pero existe un sol más
brillante, y éste es nuestro querido Señor Jesucristo.
Cuando Él se acerca misericordiosamente, y eso lo
hace solamente cuando hay un intenso deseo de su
proximidad en el corazón, entonces lo envuelve con
su resplandor, solo entonces esa persona es capaz de
volver a irradiar verdadera vida, y brillar así como lo
quiere Jesús. ¡Que gran responsabilidad tienen los
hijos de Dios, aquellos que son miembros de la
visible iglesia de Dios! El mundo no quiere escuchar
solamente palabras lindas, ya que éstas se propagan
en abundancia, no, éste quiere ver algo en los hijos
de Dios, una verdadera fuerza. Seguramente no será
fácil si lo intentamos con nuestras propias fuerzas.
Pronto tendríamos que reconocer nuestra
incapacidad. Por lo tanto no debemos empezar nada
con nuestras propias fuerzas.
Como la luna, que es irradiada por el sol,
simplemente refleja la luz recibida sin hacer un
esfuerzo especial, así será con nosotros, si nos
dejamos iluminar por el verdadero sol de vida.
Entonces no será difícil reflejar la fuerza de la luz
que hemos recibido. Que las personas no puedan ser
así una luz y sal, depende solamente de cada
individuo: porque hay muy poca comunión con Dios.
¿Cómo podría la luna reflejar la luz del sol si ella
misma huyera de sus rayos? Exactamente así sucede
con nosotros. Si no estamos en continua comunión
con el sol de vida, pronto se notará en nuestras vidas.
Nuestras propias fuerzas, nuestra mejor voluntad no
nos servirá, si descuidamos la vida de oración y
tenemos poco tiempo para estudiar la Santa Palabra,
la palabra de Dios. ¡Quisiéramos permitir que la
ávida lectura de la Biblia perfeccione nuestros
pensamientos, nuestro hablar y nuestras acciones! Si
la descuidamos, nuestra luz será lúgubre, y en vez de
ser una bendición para preciadas almas, somos una
luz sombría, entonces el mundo tropieza. Somos de
esta forma un obstáculo para la causa de Dios. ¡Que
Dios nos libre de ello! Dios quiera regalarnos
sabiduría, que nuestros labios hablen solo cosas
agradables, como lo dice el apóstol Pablo en
Colosenses 4,6: “Sea vuestra palabra siempre con
gracia, sazonada con sal.” Y vuelve a escribir en
Filipenses 4,8: “…todo lo que es verdadero, todo lo
honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable,
todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna,
si algo digno de alabanza, en esto pensad.” Que poco
se piensa acerca de lo que hablamos, rápidamente se
dicen palabras sin pensar y a veces tienen graves
consecuencias. Podríamos aprender a pensar
primero, y luego hablar para que lo que salga de
nuestros labios sea algo para alabar a Dios. Acciones
y palabras son para alumbrar.
¡Miremos a Jesús, el autor y consumador de
nuestra fe, y pidamos que haga de nosotros seres
preciosos para deleite y alegría de Dios, y para
bendición de nuestros semejantes! Mi aspiración
también es amar al Señor de todo corazón y brillar
por y para él.
16 Trompeta Evangelizadora │ 01/2014
CONSTANCIA
Para el cambio de año se suele hacer una mirada
retrospectiva hacia el año que culminó. Quedamos
en silencio y repasamos el año pensativamente.
¿Que todo no he vivido, y que experiencias he hecho
con Dios? Nos vienen al recuerdo las oraciones
escuchadas. Miramos hacia atrás a maravillosas
horas en la presencia de Dios, en momentos de
comunión con otros hijos de Dios, donde Dios nos
ha bendecido particularmente. Pero también nos
vendrán tiempos en el recuerdo, en los cuales no
hemos sentido la presencia de Dios en absoluto.
Durante este tiempo quizás estábamos totalmente
desanimados y parecía que Dios no escuchaba
nuestras oraciones. Sumado a esto, el diablo sabía
aprovechar esta situación con habilidad. Porque no
estábamos atentos, nos ha traído a la caída. Qué
dolor profundo ha colmado tu pecho y te han
sobrevenido pensamientos: Unas pocas semanas
antes el servir a Dios parecía ser tan simple y fácil,
pero ahora he fracasado. Probablemente el servicio a
Dios no es para mí. No puedo mantenerme firme.
Querido joven, ¿conoces también esas horas en tu
vida? Y ahora tú estás al comienzo del año y tienes
un gran deseo en tu corazón, para hacer un nuevo
comienzo; abrir una nueva página en blanco en tu
libro de la vida y hacer todo mejor en el nuevo año.
A fin de que tu intento sea posible con la ayuda de
Dios, debes tener en cuenta los siguientes puntos.
1. En principio considera la pregunta: ¿Quieres
servir a Dios? ¿Has estimado el costo del
discipulado? En Lucas 9,62 el Señor Jesús dijo:
“Ninguno que poniendo su mano en el arado mira
hacia atrás, es apto para el reino de Dios” Eso
significa, que si por un lado pretendes servir a Dios,
pero siempre con nostalgia miras hacia atrás en tu
vida pecaminosa, no eres apto para el reino de Dios.
Si el agricultor arando conduce a los animales hacia
adelante, pero vuelve su mirada hacia atrás, el surco
resultará torcido y curvado. Esta imagen muestra
una posible causa de tu derrota: careces de la fuerza
de voluntad y la determinación de servir a Dios
fielmente en todas las circunstancias de la vida.
Como nadie puede servir a dos señores, Dios quiere
tu corazón en su totalidad.
2. ¿Has tratado de servir a Dios con tus propias
fuerzas hasta aquí? Tal vez tus padres te han llevado
desde pequeño a los cultos. Te mantienes en
contacto con los jóvenes que siguen a Jesús y tienes
una forma exterior de servir a Dios, pero que carece
de la fuerza para vivir una vida sin pecado. Ruega a
Dios, que te muestre, ¡cómo Él te ve! Sólo cuando
naces de nuevo, la paz y la alegría vendrán a tu
corazón. Y por la gracia de Dios podrás llevar una
vida victoriosa.
3. Si Dios ha perdonado tus pecados y te ha hecho
su hijo, entonces, ten en cuenta cumplir fielmente
tus deberes y responsabilidades espirituales. Mantén
en tu corazón el primer amor, el celo y la gratitud
hacia tu Salvador. Si por un descuido cometes un
error o un pecado, entonces ruega a Dios por perdón.
El apóstol Juan escribe las palabras alentadoras en
1. Juan 2,1: “Y si alguno hubiere pecado, abogado
tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.”
4. Si acaso has perdido la alegría en el servicio a
Dios en las luchas y pruebas de la vida, déjate
recordar las palabras de 1. Pedro 1,7: “Para que
sometida a prueba vuestra fe, al igual que el oro que
perece, el cual aunque perecedero se prueba con
fuego, se purifica en el fuego del horno, debe
también la fe, que es incomparable e infinitamente
más valiosa, ser analizada para determinar su
autenticidad. Y luego cuando Jesucristo se
manifieste en su gloria, su constancia le traerá
alabanza, gloria y honra” (NGÜ).
5. El servir a Dios es una vida de fe. De Abraham
leemos en Romanos 4,20: Tampoco dudó, por
incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se
PÁGINA JUVENIL
fortaleció en fe. En las pruebas de la vida, tenemos
la sensación de que Dios nos ha olvidado. A la vez
Él está muy cerca de nosotros; Él sostiene su mano
protectora sobre nosotros. Durante un examen de la
escuela, el maestro esta en efecto en el aula, pero él
está muy tranquilo y no nos ayuda en la solución de
las tareas; es, después de todo, para examinar si el
aprendizaje ha sido entendido. Del mismo modo
procede Dios con nosotros, nos pone a prueba, pero
Él es fiel y no permitirá que seamos tentados más
allá de nuestra capacidad, sino que con la tentación
al mismo tiempo traerá también la salida, para que
podamos soportar.
Es la intención y el propósito de Dios hacernos
semejantes a su imagen. Él trabaja en nosotros y
permite ciertas cosas en nuestra vida. Mira en todos
los ámbitos de la vida a Jesús, el autor y consumador
de la fe, Él da fuerza al cansado y fortifica a los
imposibilitados.
Valentin Stieben (DE)
PREGUNTA:
¿Qué debo hacer como hijo de Dios, para que mis hermanos se conviertan? ¿Cómo debo conducirme?
Una buena e importante pregunta. El deseo de que
los hermanos o los padres se conviertan a Dios, da
testimonio de la verdadera vida espiritual. Y vida
testifica vida. ¿Cómo debe comportarse ahora un
cristiano, frente a sus semejantes inconversos?
El comportamiento convincente de un hijo de Dios
depende de su relación con Dios. Jesús dijo: “Como
el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no
permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no
permanecéis en mí” (Juan 15,4).
Como ganadores de almas, no debemos olvidar que
es Dios principalmente el que desea y crea la
conversión de nuestros seres queridos. Él quiere “que
todos los hombres sean salvos” (1.Timoteo 2,4).
Dios desea mostrar a tus hermanos su amor,
misericordia y justicia, tras lo cual anhela cada
corazón humano. Empero con ese fin Dios puede y
quiere usarte. En ti ellos deben conocer el buen fruto
de Dios. Solamente puedes traer frutos, si está
presente una viva conexión en Jesús. De este modo
fluye la viva savia de Dios. Y para la preservación de
esta relación, esta transición, eres en parte
responsable. Debes “permanecer en la vid”.
Esta demostración tiene una influencia decisiva en
nuestro comportamiento. Nuestro enfoque no se
encuentra en nuestra conducta, nuestro testimonio,
nuestro éxito. Mucho más, dirige en primera línea
nuestra relación a Jesús, porque entonces el poder de
Dios, en nuestro comportamiento, en nuestras
palabras, si, en nuestro testimonio es vivificado por
Él.
Y ¿Cómo permanecemos en Jesús? Esto ocurre
mediante una vida de oración activa y la
profundización en su palabra. Estos no te traerán a
nada más que a un amor cada vez mayor por aquel
que te amó primero. Conmovido cada día por eso
que Dios te ha dado sin mérito en Jesús,
permanecerás humilde. Liberado, por la gracia
incomprensible de Dios, del poder del pecado, evitas
todo pecado en la vida cotidiana. Tú sigues sin
compromiso con el mundo. Y este amor, esta
humildad, esta libertad en Cristo no puede pasar
inadvertida por tus semejantes. Dios se revelará a
ellos a través de ti en sus propiedades salvadoras, y
él mismo guiará a los anhelantes hacia Él.
Una última palabra acerca de la paciencia. Sé
consciente, de la mucha paciencia y dolor, que
nuestro Dios tuvo que soportar contigo. Como nos
hubiera gustado que nuestros hermanos estuvieran
convertidos. Pero tú tampoco has hecho esto
inmediatamente. No olvides, que Dios ama a tus
hermanos en la misma medida y forma, como te amó
a ti. ¡Y su amor triunfa!
Franz Friesen, Aylmer (CA )
17 Trompeta Evangelizadora 01/2014 │
18 Trompeta Evangelizadora │ 01/2014
Experiencias con Dios
En los días bíblicos juveniles de 2013, tuve la
oportunidad de vivenciar muchas cosas que quisiera
compartir con ustedes. Era la primera que vez pude
estar allí. Día en día recibíamos mayores
bendiciones de Dios. Agradezco a Dios de todo
corazón que Él estuviera presente, y que nosotros
pudiéramos sentir su bondad. También agradezco a
todos los hermanos que nos han apoyado con sus
oraciones.
Así como le sucede a todos los hijos de Dios, yo
también tuve tentaciones en el pasado, en las que el
diablo estaba buscando llevarme nuevamente al
pecado, o a que dudara. Así lo viví yo una noche
después de la reunión de oración, luego de que
reiniciara mi servicio a Cristo. El diablo intentó
engañarme, haciéndome dudar. Entonces me acordé
de un hermano, del que había escuchado en los días
bíblicos, quien en una situación similar, había
empezado a agradecer fervientemente a Dios.
Entonces también lo hice. Y es maravilloso que
Dios me brindara su ayuda y luego de un tiempo
pude creer en el Señor de todo corazón. Me gustaría
animarle a todos, cuando en tentaciones y dudas,
cuando llegamos a la noche cansados a casa, y lo
único que queremos es dormir, aun así leer uno o
dos capítulos de la Biblia agradeciendo a Dios de
todo corazón que Él venció por nosotros, y que
siempre nos da la victoria. A Él sea la gloria por su
gracia renovada.
Adrian Freiter, Herford (DE)
Obedecer sin entender
“Como el padre me ha amado, así también yo os he
amado; permaneced en mi amor. Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi padre, y permanezco en su amor. Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.”
(Juan 15,9-11)
Doy gracias a Dios por el don de la salvación, por el
consuelo y la guía de su Espíritu Santo, y por su
maravillosa palabra. Recientemente, Dios me ha
mostrado que debo renunciar a algo en mi vida.
Mientras pensaba en ello, me parecía importante y
hasta útil para mí, por lo tanto no estaba muy
convencida de que realmente fuera el Espíritu de
Dios quién me pedía esto. Por lo tanto pedí a Dios
que me siguiera hablando y me mostrara si
realmente era su voluntad. Estoy sorprendida como
Dios contestó mi oración tan maravillosamente.
Utilizó a muchas personas para mostrarme su
voluntad. Parecía que cada vez que estaba en la
iglesia, su palabra me hablaba. Entonces tuve una
conversación con alguien que pasó por una situación
similar. El dijo: “Lo que Dios pide de mí, muchas
veces no lo entiendo, pero sí entiendo lo que
significa obediencia.” En Lucas 7 leemos como el
capitán define obediencia: “porque también yo soy
hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo
mis ordenes; y digo a éste: ve, y va; y al otro: ven, y
viene; y a mi siervo: has esto, y lo hace.” El deseo
de mi corazón es ser un siervo obediente. Y si el
Señor me dice: “¡Ve, o has esto, o deja eso!”
entonces quiero obedecerle con alegría. Luego
sencillamente renuncié a lo que El me pedía. La
alegría y la paz que sentí luego de obedecer, eran
más valiosas que las cosas que yo quería retener.
Porque cuando el Señor nos pide renunciar algo, es
porque Él nos dará cosas mucho mejores. Es mi
anhelo serle fiel, y que su voluntad sea hecha en mi
vida.
Bettina Taron, Steinbach (CA)
19 Trompeta Evangelizadora 01/2014 │
PÁGINA INFANTIL
Aprende a decir no
Poco antes de su muerte, un padre le dio a su hijo la
siguiente exhortación: “¡Hijo mío, aprende a decir no!”
El consejo tomado enserio dio sus frutos. El hijo se
transformó en un hombre ejemplar, y reconoció más
tarde que gracias a la última advertencia de su padre, le
debe la mayoría de las bendiciones que Dios le había
regalado. Un incidente en su vida: en un domingo a la
mañana, mientras iba de camino a la iglesia se encontró
con sus compañeros de escuela. “Karl, ¿no quieres ir con
nosotros al arroyo?, nosotros queremos pescar.” Karl
permaneció en silencio por un momento, y luego
respondió en voz baja y vacilante: “N-o”. “Por supuesto
que no, no es correcto, ¿verdad? ¡No se puede
desobedecer a su madre!” contestó un muchacho en tono
de burla. “¡No!” esta vez el “no” fue claro, y sin
vacilación. “Bueno, ¿vienes?” – “¡No!” exclamó Karl.
Este no, fue pronunciado con una fuerza que daba
testimonio de una decisión de corazón firme y honesto,
que estaba determinado a no hacer nada malo. Karl se
había erguido como un hombre y siguió su camino como
quien ha obtenido una victoria.
Así aprendió a decir “no” y su corazón se hizo fuerte,
para más adelante seguir con valentía el camino correcto
cuando las pesadas tentaciones querían incitar al hombre
joven a pecar.
20 Trompeta Evangelizadora │ 01/2014
Experiencias con Dios
Respuesta en gran necesidad
Nací en una familia creyente y tuve una educación
cristiana. Mis padres provienen de una aldea
Ucraniana, Marjanowka. Todavía recuerdo bien mi
hogar, cuando nos íbamos con mis padres a la
iglesia. Camino hacia la iglesia cantábamos siempre:
“Una iglesia prefiere mi alma, una iglesia que aviva mi fe”
En el año 1935, nuestra familia fue deportada a la
República Rusa, Darelovinska, en ese momento les
tocó una difícil situación. Tuvieron que dejar su casa
y su campo, y vivir en un entorno extranjero. Pero
Dios siempre ha ayudado, tanto en aquel entonces
como hasta ahora. Incluso en la nueva ubicación, se
reunían hermanos en cultos hogareños. Muchos
himnos que cantaban en ese entonces, cantamos aún
hoy en nuestro himnario “Zions Wahrheitslieder”.
A causa de la segunda guerra mundial en 1941, mis
padres fueron internados con muchas familias. Nos
enviaron lejos al norte de la República de Komi,
URSS y puestos bajo la supervisión de la
comandancia. Comenzó un tiempo difícil para todos
los alemanes. Las personas debían trabajar
duramente en los trabajos forestales y apenas les
daban de comer. Muchos murieron de hambre,
incluso mi padre.
Luego de la guerra se formaron cultos hogareños y
Dios concedió un gran avivamiento. Muchas
personas han encontrado la paz de Dios. También yo
pude encontrar a Dios, poco después fui bautizada
bíblicamente, por el hermano Robert Rohde. Cuando
salí del agua, mi deseo fue hacer todo lo que Dios ha
mandado. Estaba tan feliz y profundamente
convencida que nadie podría quitarme de este
camino. Y no tenía idea de que la tentación llegaría
pronto.
En 1955 finalizó la Comandancia. Todos recibimos
una identificación y pudimos abandonar el lugar.
Entre tanto yo me había casado y tenía tres hijos
pequeños. Mi marido y yo emprendimos el viaje para
salir del frío y nos dirigimos al sur de Kazajistán.
Aquí vivían los padres de mi marido. Estuvimos 21
días en la carretera y con la ayuda de Dios y sus
cuidados llegamos bien; a Él sea toda la gloria.
En el pueblo, donde mi esposo encontró trabajo,
había una sola familia alemana. Ellos eran
adventistas y guardaban el sábado. Cuando se
enteraron que yo era cristiana, el hombre nos visitó.
Leyó de Éxodo 20,11 y dijo: “Dios descansó el
séptimo día y ustedes descansan el primer día de la
semana”. En aquel entonces yo estaba muy segura
que estaba en el camino correcto. El hombre venía
una y otra vez y cada vez me preguntaba: “¿Se han
decidido vivir según los mandamientos de Dios?” en
mi interior sentía gran confusión. Me acordaba como
Dios había cambiado mi vida por completo. Cómo
fui tan feliz es ese entonces. Mis padres, ¿no estaban
ellos en el camino correcto? Con el tiempo, ya no
podía soportar esta tentación. Por las noches ya no
podía dormir.
Anhelaba tanto un lugar en el que pudiese estar a
solas con mi Dios, donde podría extender ante Dios
mi angustia y recibir su clara guía. No lejos de casa
había un canal profundo, que estaba cubierto de
espinos y hierbas altas en sus orillas. Una noche fui
hasta allí. En este lugar había muchas serpientes.
Pero, sin miedo me lancé sobre mis rodillas; lloré
fuertemente y oré: “Querido Dios, no me levantaré
hasta que tú me digas que es lo correcto”. De repente
oí una voz: “Obedece las pisadas de Jesús” estaba
tan asustada que me temblaba todo el cuerpo… Abrí
los ojos y vi una figura humana vestida de blanco.
No podía entender lo que estaba experimentando,
21 Trompeta Evangelizadora 01/2014 │
pero en mi corazón sentía una profunda paz. La duda
había desaparecido y estaba muy segura que estaba
en el camino correcto. Mientras estaba en esas luchas
y desesperación, a menudo he deseado vivir en otro
pueblo, pero los caminos de Dios siempre son los
correctos.
Haber nacido y crecido en una familia cristiana, no
es todo. Se debe haber tenido una experiencia
personal. Alabanza, gloria y honor sean dadas a mi
Salvador Jesucristo por su gran misericordia. Él me
respondió en mi angustia. Tener la paz de Dios en el
alma es la joya más preciosa. Alabado y bendito sea
su Santo Nombre.
Su hermana en el Señor.
Sidonie Grauberger, Ausburg (DE)
Testimonio
Quiero dar las gracias a mi Salvador por todo lo que
Él ha hecho en mi vida y que siempre buscó el mejor
camino para mí, para traerme más cerca a Él.
En particular le agradezco, que me ha librado de un
sufrimiento que me ha atormentado durante casi 13
años. En verano del año 2000 fui hospitalizada en
una clínica de rehabilitación, debido a un problema
dorsal. Durante una terapia, se me produjeron
espasmos musculares que al principio parecían
inofensivos; pero se hicieron más frecuentes y más
fuertes. Todas las consultas eran en vano. Los
médicos estaban desconcertados. Al final fui
pensionada, porque ya no podía trabajar, pero yo
sabía que mi médico celestial podía ayudarme. Me
hice tratar según Santiago 5. Después de eso me
sentí mejor; pero las convulsiones no desaparecieron
totalmente.
Entonces sucedió algo que no esperaba. En octubre
del año pasado fui con mi esposo a la fiesta de los 60
años de jubileo de la Iglesia en Hamm. Yo estaba
muy entusiasmada con los cultos y la comunión con
los hermanos; pero al segundo día, sufrí una severa
hernia de disco y fui operada en Bielefeld. En un
principio no tenía claro, como me sucedió esto y tan
lejos de casa. Pero, entonces me vino en mente el
versículo de Isaías 55,8: “Porque mis pensamientos
no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos
mis caminos, dice Jehová.” Yo sabía que la
congregación de Hamm oraba por mí, eso me dio
fuerzas para entregarme en las manos de Dios. La
operación salió bien y después del alta pude
recuperarme en casa de mis hijos en Bünde; donde
fui atendida por toda la familia y sin necesidad de
preocuparme, también fui alentada con llamadas
telefónicas y visitas de hermanos. Por esto, también
estoy agradecida.
Después de tres semanas pude regresar a mi hogar y
con la ayuda de Dios pude soportar el viaje. La
sorpresa más grande la viví en casa, cuando constaté
que las convulsiones habían desaparecido. El
enemigo trató de desanimarme, que esto era solo
temporal y que seguramente pronto volverían los
dolores. Pero gracias sea a Dios y alabado: ya pasó
casi un año y nunca más volvieron los dolores.
También la parálisis que se asociaba con la hernia de
disco, ha desaparecido casi por completo y puedo
confirmar con las palabras del Salmista: “El día que
clamé, me respondiste; Me fortaleciste con vigor en
mi alma.” Amén.
Anna Schöffmann (DE)
22 Trompeta Evangelizadora │ 01/2014
PÁGIN A FAMILIAR
Tiempo en familia
“En tu mano están mis tiempos” Salmos 31,15
Trudy llega hasta su madre con el libro ilustrado.
Debía decirle que significan las imágenes. Con ojos
de confianza mira a su madre. Pero ella está
ocupada con una costura de urgencia, y ha dormido
mal esa noche.
“No tengo tiempo ahora, ven en otro momento” dijo
irritada. Trudy salió triste de allí. “Oh, mi madre
nunca tiene tiempo para mí”, piensa, y la tristeza
envuelve su mente. - El muy ocupado padre, había
prometido a sus hijos: “esta noche voy a quedar en
casa, y tendremos una alegre noche juntos”. Se
alegraron, como solo los niños se alegran. Pero a la
noche llega un amigo que le invita a una importante
reunión. Los niños esperan que el padre diga que no.
Pero este piensa que sería una debilidad delante su
amigo, no aceptarla. Otra vez no tenía tiempo para
la familia. Profundamente decepcionados, los niños
pasan la noche.
La madre pide a la hija que hoy le ayudara con la
ropa, ya que no se siente bien y está cansada del
trabajo de la semana. Pero la hija tiene una cita con
su amigo. También tiene la opinión, de que el
sábado libre le corresponde a ella. “Hoy no tengo
tiempo” dice con aspereza, y deja a su decepcionada
madre sola. - Estos y otros ejemplos se podrían
contar por docenas. Por más necesario y más
importante, muchas personas no tienen tiempo. Pero
están ahí cuando se trata de dinero y fortuna,
distracción y placer, honor e influencia; la gente
obviamente no tiene más la correcta relación con el
tiempo, debido a que han perdido la relación con
Dios. Si Dios no está más en el centro de la vida,
todo está descarriado.
Si nos tomamos el tiempo para mirar hacia el
futuro, nos hace recordar la siembra y la cosecha.
Así como sembramos el tiempo de hoy,
cosecharemos en el futuro. Dios mismo ha
garantizado (Gálatas 6,7) que esta ley también se
cumple en nuestra vida. No hay tiempo para
nuestros hijos, no hay tiempo para nuestros padres
envejecidos, esto lleva a que nuestros hijos tampoco
tendrán tiempo para nosotros. Vamos a necesitar su
ayuda, su comprensión, su visita, pero tienen cosas
más importantes que hacer. ¿No es así, que muchos
niños se envían a la guardería para que sus madres
tengan más tiempo para sí? Cuantas personas están
en hogares de ancianos, porque sus hijos no tienen
tiempo para su anciana madre, o el padre que
necesita de su atención. Si nosotros en los años
jóvenes, ofrendamos nuestro tiempo sobre el altar
del consumismo y la autorealización, no podemos
esperar el amor y la paciencia de la próxima
generación en la vejez.
Escuchemos con atención cuando el salmista dice:
“En tu mano están mis tiempos”. Llama la atención,
con qué confianza habla de su tiempo. ¿Tiene un
hombre el tiempo como su propiedad? ¿Puede
alguien hablar de su tiempo? ¿Qué quiere decir el
salmista con eso? En fin, mi tiempo son los años
desde el día de mi nacimiento hasta el día de la
muerte. Este tiempo nos es regalado. No tenemos
derecho de acortarlo. Tampoco lo podemos extender
a nuestra voluntad. “Los días de nuestra edad son
setenta años; y si en los más robustos son ochenta
años”. Esto tiene la misma validez como hace
siglos. Ese es el tiempo del hombre. Por supuesto,
23 Trompeta Evangelizadora 01/2014 │
no a todos es dado este largo tiempo. A veces, son
solo pocos días, semanas o meses.
Mi tiempo, es tiempo medido. Un día llegará su
fin. Incluso el sanador más famoso tiene que morir.
Este hecho lo puede sobrellevar alegremente solo
aquel que sabe que su tiempo está en las manos de
Dios. El que sostiene esto, toma cada día con
confianza de la mano de Dios, y lo devuelve
nuevamente en sus manos. No se preocupa con
ansiedad por el mañana.
El que toma su tiempo de la mano de Dios, no
debe quejarse: “¡no tengo tiempo!”. Sabe distinguir
lo importante de lo poco importante. La madre tiene
tiempo para las preguntas de sus hijos. Al padre, le
es más importante su familia que sus amigos. La
hija sabe el deber hacia su madre y la ayuda sin
murmurar. - Y sobre todo, esta persona tiene tiempo
para la oración, para el silencio ante Dios, para
escuchar su palabra. Resumiendo, es un alegre
conocimiento y consuelo en todas las situaciones de
la vida, este saber: “mi tiempo está en manos de
Dios”. En esto queremos permanecer firmes en toda
prisa y turbación, y en toda inseguridad de nuestra
vida, incluso en el año que está delante nuestro.
La mejor traducción
de la Biblia
El profesor hablaba ante una clase sobre las
diferentes traducciones de la Biblia. Comenzó con la
antigua latina, mencionada Vulgata de Jerónimo.
Seguidamente habló de la nueva versión revisada
dando a ésta preferencia. Después se hizo notar un
conocido: “Yo prefiero la traducción de mi madre
ante cualquier otra”. Estas palabras provocaron un
gran impacto. Le dijeron: “¿La traducción de su
madre?, ¿Qué quiere decir con esto?” “Me refiero”,
dijo el hombre, “desde que tengo memoria, mi
madre tradujo para mí la Biblia en la vida cotidiana.
Y ella la tradujo con exactitud, dando a todo el total
significado. No dejaba nada con dudas. En la
traducción de ella, las cosas me son claras y
comprensibles. Toda su vida es una traducción de la
palabra de Dios. Cada niño la puede comprender. La
mejor traducción mencionada, no la puede superar.”
En este sentido Pablo mencionó en su carta a los
Corintios: “Nuestras cartas sois vosotros, escritas en
nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los
hombres; siendo manifiesto que sois carta de Cristo
expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con
el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino
en tablas de carne del corazón” (2. Corintios 3,2-3).
Y en este sentido somos llamados todos a ser
traductores de la Biblia en nuestra familia y en el
ámbito en que nos movemos. Cumplamos este deber
de tal manera, que nadie se desoriente de la palabra
de Dios por nuestro motivo.
Si tu madre envejeció Si tu madre envejeció
y te has convertido en mayor,
lo que antes era fácil y sin esfuerzo,
ahora en carga se convirtió,
si sus amados y bellos ojos
ya no ven hoy la vida así,
si sus pies cansados están
que ya no la pueden llevar,
tiéndele tu brazo para apoyo,
guíala con todo placer.
La hora vendrá, que una vez
en sus últimos pasos le guiarás.
Si te pregunta, respóndela;
si vuelve a preguntar, no calles;
y si pregunta otra vez, tolera su hablar,
sin ímpetu – en suave y dulce paz.
Y si ella no te entiende,
aclárale nuevamente.
La hora vendrá, la hora triste será,
en la cual su voz, por siempre callará.
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L aW r e N c e e . B r o o k s
Anduve una vez en los caminos del pecado
Lawrence E. Brooks nació en Enero de 1894, se
convirtió a Dios con aproximadamente 21 años. En el
mismo año ingresó como pastor de la iglesia de Dios.
En los siguientes 20 años sirvió en nueve diferentes
iglesias locales como pastor. En el año 1920 se casó
con Vena Miller, Dios les concedió dos hijos.
El hermano era también un talentoso poeta.
Algunos de sus poemas se han convertido en
canciones, las cuales aparecieron en 1936 en el
himnario “Praise Anew”. Traducido al alemán se
canta hoy todavía el himno “Ich ging einstens die
Wege der Sünde und Welt” (Anduve una vez en los
caminos del pecado). Por muchos años el hermano
Brooks sirvió en las iglesias locales en distintos
servicios. Falleció el 2 de agosto de 1979, con la edad
de 85 años. Poco antes de su muerte, el hermano
escribió algo sobre el movimiento de la iglesia de
Dios. Un extracto de ello: “Es maravilloso saber que
Dios nos ha conducido a través de los siglos. No
hemos logrado ser grandes en números, pero hemos
avanzado grandes pasos, en algunos aspectos. Creo
de corazón, que Dios puede confiar en este
movimiento de que hará el trabajo, como nunca antes
lo podían hacer. Tengo fe en el futuro.”1
Lawrence E. Brooks menciona en su diario en 1974
cómo surgió el himno “Ich ging einstens die Wege
der Sünde und Welt” (ZWL N° 291):
“Uno de mis mejores años fue 1934. En mayo, el
hermano K. Y. Plank realizó dos semanas de
evangelización con nosotros en Claveland, Ohio. Mi
profundo deseo era experimentar aquí un
avivamiento. Por lo cual me propuse en este tiempo
como un deber, levantarme una hora antes que el
resto de mi familia, para cumplir con mi tiempo a
solas con Dios.
Una mañana fui estimulado especialmente a
agradecer, de esta manera se formó una poesía en mi
mente. Aproximadamente en 20 minutos tenía el
texto de este himno escrito sobre un papel y la
melodía para ello en mi mente. Cuando una hora más
tarde vino nuestro evangelista para el desayuno, se
sentó al teclado. Yo le tatareaba la melodía y el
hermano Plank la tocaba sobre el piano. Pronto se
armonizó y cantamos el himno.
Preparé algunas copias escritas a mano de este himno.
En nuestro congreso en Springfield Ohio […]
cantamos en dúo, una hermana y yo este himno en un
culto de la mañana. Pero antes que culminamos de
cantar el himno, pasaron unas cuantas almas al frente
para buscar a Dios. El pastor ya no tenía más tiempo
de traer su mensaje, porque el trabajo en el altar
necesitó de una hora y media […]”2
Kurt Pudel, Edmonton (CA)
Fuentes: 1 Callen, The First Century,
Vol II, Warner Press, 1979, 107 2 Buehler, Heavenly Song,
Warner Press 1993, 87-90
CÓMO SURGIÓ EL HIM NO
Experiencias con Dios
“Sacrifica a Dios alabanza, y paga tus votos al Altísimo. E invócame en el día de la angustia;
te libraré, y tú me honrarás.”
(Salmos 50,14-15)
Por la maravillosa ayuda que Dios nos ha dado, queremos con este testimonio darle honor,
alabanza, y agradecimiento.
Cuando nuestro hijo Herbert, por motivos de una lesión casi fatal, fue ingresado al hospital y luego
permaneció semanas en coma, suplicamos por ayuda en oración a nuestro Dios todopoderoso. La
lesión se produjo al cortar madera con una sierra circular: justo cuando estaba cortando un
pedazo de madera, voló la parte cortada contra su cuerpo, debido a la fuerza del impacto sufrió
una lesión interna grave provocándole mucho dolor. Inmediatamente fue hospitalizado.
Primero los médicos creían que Herbert había sufrido solo una grave contusión, no encontraron
evidencias de lesiones internas. Así pasaron tres días, pero nuestro hijo se quejaba que tenía
muchos dolores y pidió ser operado. Los médicos lo hicieron y pudieron comprobar espantados
que el intestino estaba roto, y debido a eso tenía una infección potencialmente mortal.
Nuestro hijo estaba en coma más de dos semanas, tenían que lavarle el abdomen, la sangre
estaba infectada, los riñones insuficientes. Herbert tuvo que ser conectado a una máquina de
diálisis. Su estado era crítico, y la supervivencia en términos humanos imposible, como padres y
hermanos estábamos muy preocupados.
El domingo dijeron los médicos que le quedaban solamente algunas horas de vida, ya que la
máquina de diálisis se paró, y parecía que no había esperanzas para nuestro hijo. Su color de
piel cambió visiblemente y se ponía cada vez más azul, se edematizó mucho. Los médicos no
podían hacer más nada.
Les pedimos a los hermanos de la iglesia de Epping y Pforzheim apoyo en oración. Ya en la
mañana del domingo los hermanos oraron con fervor por nuestro hijo. ¡A Dios sea la alabanza!
¡Dios escuchó estas oraciones! ¡A Él sea toda la gloria!
Cuando los hijos de Herbert fueron a visitarlo el domingo por la tarde, los médicos le
informaron algo que para ellos era inexplicable. Porque de repente durante la mañana, así
dijeron los médicos, su color de piel empezó a normalizarse y el edema empezó a ceder. A partir
de ese momento nuestro hijo comenzó a mejorar.
Esto se le puede atribuir solamente a las oraciones.
Después de una larga estadía de 50 días en el hospital, Herbert pudo dejar el hospital. Sus
heridas no están completamente curadas, pero le va mucho mejor.
Agradecemos a Dios de todo corazón, que Él oyó nuestras oraciones. Con nuestro querido
Salvador nada es imposible, aún hoy en día sigue siendo el mismo de entonces. También
agradecemos mucho a los hermanos por todas las oraciones.
Frida y Reinhold, Eppinge (DE)
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27 Trompeta Evangelizadora 01/2014 │
La TROMPETA EVANGELIZADORA es una escritura cristiana que se presenta clara y decididamente para la plena salvación en Cristo, la unidad de los hijos de Dios, y revelar todas las verdades de la Santa Palabra. Publicado en intereses de la Iglesia de Dios. Editor responsable: Hans-Dietrich Nimz (CA) Colaboradores: Sieghard Schulz (CA), Ron Taron (CA), Dieter Jeske (DE), Hermann Vogt (DE) Los editores se reservan el derecho de resumir o no publicar los artículos recibidos. Preguntas o sugerencias pueden ser enviadas a: [email protected]
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PIE DE IMPRENTA
DESDE LA EDITORIAL
¡Estimado Lector! Con esta edición de Enero hemos cumplido 120 años de la trompeta evangelizadora en idioma alemán, la hemos impresa y puesto en sus manos. En 1895 comenzó su gran tarea de anunciar un tono claro e indudable del evangelio de nuestro Salvador. Muchas dificultades, grandes problemas y dos guerras mundiales han pasado en esta obra, y sin embargo, en todos estos años, esta literatura fue enviada por tierra y mar. Cuanto trabajo y esfuerzo, preocupaciones por el apoyo financiero, oraciones y colaboradores fueron necesarios en la viña del Señor. Pero el Señor ha soportado, ayudado y bendecido maravillosamente. El profeta Isaías anuncia: “Pero yo dije: Por demás he trabajado, en vano y sin provecho he consumido mis fuerzas; pero mi causa está delante de Jehová, y mi recompensa con mi Dios” (Isaías 49,4). De este modo podemos mirar hacia arriba en gratitud y decir con gozo y confianza a nuestro Salvador: “¡No hay nada en vano!” ¡Es la obra de Dios, la
cual lleva frutos para la eternidad! Por lo tanto, queridos hermanos, tenemos también en este nuevo año oportunidad de agradecer a Dios y pedir por gracia. Podemos consagrar al Señor nuestras fuerzas, nuestro amor y nuestras ofrendas. También tenemos la maravillosa oportunidad de expandir el beatífico evangelio y ganar nuevos lectores. Por lo tanto, prepárate en hacer lo mejor para Dios, para su iglesia y su misión. ¡Les damos gracias a todos ustedes, quienes apoyaron con sus oraciones y finanzas esta obra, deseándole a cada lector las bendiciones y gracia de Dios para este nuevo año!
Año 120
¡El Señor es mi luz! ¡El Señor es mi luz! Con gozo lo digo, El es mi paz, mi seguridad. Con claridad ilumina en los días sombríos; ¡El Señor es mi luz! ¡El Señor es mi luz! Aunque me falte apoyo, aunque lo terrenal me falte;- dulce solaz, consuelo sin igual: ¡El Señor es mi luz! ¡El Señor es mi luz! Hasta las puertas del cielo no me abandona, va delante de mí como fulgor. Allí lo saludo con gozo diciendo: “¡Tú, Señor, eres mi luz!”
Año 120