Daniel Medvedov

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♥T R I A C A♥

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♥escudo de la farmacia italiana♥

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Madrid 2014

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Cyrano de Bergerac: “. . . Ma langue est une vipére qui porte le venin et la theriaque toute ensamble.” ♥ El tema se refiere al “mithridatismo” – un recurso médico cuyo nombre viene de Mithridate- rey del Ponto que se inmunizaba en contra de los venenos de las serpientes, como los fakires encantadores de serpientes de la India. Es la inmunidad con respecto a los venenos minerales o vegetales, adquirida por acostumbrar el organismo a distintas dosis progresivas. La TRIACA es palabra mágica: designa un tipo de panacea usada en contra de las mordeduras de las serpientes. En francés se designa como THÉRIAQUE, un término médico muy antiguo, y en documentos desde el siglo XII, aparece como TIRIAQUE. En el latín médico, como término especializado – es THERIACE, del griego THÊRIAKÊ , de ”thêrion” – ‘bestia salvaje’.

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En medicina se le llama “electuarium”, o sea una preparación farmacéutica [de electus – ‘elegido’, griego ‘ekleikton’] – de consistencia blanda, formada de polvos mezclados con sirope, miel, o pulpas vegetales. La triaca o teriaca otros la hacen palabra árabe - del árabe ‘tiryāq’, -[latín theriaca y griego θηριον]. Como preparado polifármaco compuesto por varios ingredientes - más de 100 - de origen vegetal, mineral o animal, con opio, colmillos triturados de víbora y también carne de víbora. Se usa desde antaño, mucho antes del siglo III a. C., un antídoto contra venenos, incluyendo los instilados por mordeduras o picaduras no sólo de serpientes, sino de todo tipo de animales. Con el tiempo comienza a usarse como medicamento contra diversas enfermedades, y es considerada una panacea universal.

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En la Edad Media y mucho después, se usa como producto estrella – recuerdo esos recipientes de farmacia de porcelana con letras azules sobre los cuales leía TRIACA - en las principales farmacopeas de la época hasta que se perdió en los anales de la farmacopea por los siglos XVIII y XIX.

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Los ingredientes que se usan en su composición varían en número, cantidad y condición, y dependían de muchos factores: tiempo y época, fin terapéutico, el propio farmaceuta a quien se le pedía la elaboración, etc. El número de los componentes es diverso: puede variar entre unos cuatro de la triaca “diatessaron” – [‘tessera’ es 4 en griego] y 78 de la del médico Nicostrato.

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La cantidad de los ingredientes es pesada con una balanza de precisión, a veces llega hasta 0,05 o 0,08 gramos, y aun menos. Muchos de los componentes en las triacas de la antigüedad no han sido identificados. El opio era componente principal, y a su lado se mezclaban raíz de aristolochia, ruibarbo, díctamo de Creta - o mejorana, jengibre, eléboro, iris de Florencia, valeriana, acorus aromático, potentilla,, raíz de asarum, raíz de genciana, madera de aloe, canela de Ceilán, escila, rosa roja, azafrán, champiñón de París, zumo de regaliz, extracto de acacia catechu, goma arábiga, mirra, olíbano, benjuí y otras cosas más, como ingredientes de procedencia animal: castóreo o carne de víbora, minerales - como terra sigillata, betún de Judea, o sulfato de hierro, etc.

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Los ingredientes eran desecados y triturados en mortero hasta llegar a una mezcla homogénea luego disueltas en trementina, vino y mucha miel, que hace las veces de excipiente, y por ello la triaca es un electuario. La fórmula exacta se encuentra en tratados, como la Theriakà de Galeno,[siglo I], la Pharmacopoeia augustana de 1653, de Johann Zwelfer, el Codex francés de 1758, las farmacopeas españolas de principios del siglo XX y otros documentos. Para las afecciones internas la dosis normal era de 4 gramos para adultos, y de entre 50 centigramos a 2 gramos para niños, según su edad. Se toma en estado sólido, o disuelta en agua, o vino. ♥

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Para uso externo se unta como una pomada; José Arnau, un famoso médico valenciano del siglo XVIII, recomienda ser “estopada”, o sea disuelta [la triaca] en vino y aplicada sobre una estopa, como una cataplasma. ♥ Se llama “Mitrídates” a los preparados farmacéuticos de la Escuela de Alejandría, - el ‘mitridato’ o ‘mithridatium’, en recuerdo de Mitrídates VI, rey del Ponto del siglo II a. C., en Asia Menor. Para protegerse de envenenamientos, Mitrídates investigaba en su propio organismo los efectos de varios y multiformes venenos y antídotos. Dice Apiano, que al ser derrotado por Pompeyo, Mitrídates VI intenta suicidarse e ingiere veneno para no ser capturado vivo por los romanos, pero al estar inmunizado contra todo tipo de

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tóxicos, pidió ser enviado al otro mundo con una espada. . En el siglo II a. C. Era muy conocida la triaca de Nicandro, cuya fórmula la revelaba Nicandro de Colofón en su poema Theriakà. Andrómaco, -[ siglo I] - médico de Nerón, amplía la fórmula del mithridatium, e incluyendo la carne de víbora. La triaca de Andrómaco – “triaca magna” aparece en uno de sus poemas. La gran triaca de Galeno, en el siglo II, es un libro entero sobre este único tema La Triaca aparece en el “Antidotarium Nicolai,” publicado en Italia a mediados del siglo XI, y en el “Tratado de la teriaca” del siglo XII, en árabe.

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Francisco Franco, un médico español del siglo XVI, dedica a la Triaca un capítulo de su “Libro de enfermedades contagiosas y de la preservación dellas detallando el proceso de su elaboración”. Fray Esteban Núñez en “Miropolio general y racional de botica” (1680), Juan Francisco Capello en “Epílogo de maravillosos, y experimentados antídotos contra la peste” de 1721, tienen sendas informaciones sobre el tema. La triaca es un artículo importante del comercio en la Europa Occidental. Por ejemplo, la triaca veneciana era súper buscada y apreciada. Las triacas y su cuidadosa elaboración eran controladas y supervisada su elaboración por el “Collegium medicum” local. Sin embargo, hoy por hoy, la Triaca es menos que un disparate y tiene muchos enemigos