EL MUNDO CANTABRIA. DOMINGO 15 DE FEBRERO DE 2015

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GEMA PONCE SANTANDER

Testar el estado actual de la van-guardia artística a través de sus más emergentes protagonistas ha sido el cometido que desde hace ya dos dé-cadas ha perseguido la Fundación Botín a través de unas becas artísti-cas –que se suman al amplio espec-tro de ayudas que ofrecen también en otras disciplinas culturales– que han permitido a cientos de jóvenes promesas de todo el mundo investi-gar, experimentar y desarrollar su propia idea de arte a través de unas subvenciones anuales que permiten la consecución de un trabajo que fi-nalmente se expone en la capital cántabra bajo el epígrafe Itinerarios, y del que, como si de grandes maes-tros consagrados se tratase, tam-bién se edita un catálogo.

Aunque el acceso a una beca de la Fundación Botín está abierto a todo el mundo, conseguirla no es tarea fá-cil. Un jurado compuesto por gran-des profesionales del mundo del ar-te se encarga de seleccionar los me-jores proyectos de entre la multitud de solicitudes recibidas desde dife-rentes puntos del planeta. Un con-trol de calidad con el que se filtra a

los mejores, a aquellos que están lla-mados a configurar las generacio-nes artísticas de los próximos años. Un termómetro del estado actual de las artes que durante el tiempo que llevan convocándose han demostra-do su efectividad y su condición de trampolín del talento emergente ha-cia el éxito, hacia la bendición de un mundo en el que la rendija por la que colarse es muy estrecha.

Nombres hay muchos, cada vez más, y el listado de artistas engorda cada día por quienes fueron en su día becados por la Fundación Botín y ahora desempeñan una intachable trayectoria con una prolífica labor y un eco social importante.

A modo de ejemplo, en estos dí-as coinciden en Madrid hasta cin-co exposiciones simultáneas y en diferentes espacios, de cinco artis-

tas que ya disfrutaron de una de las becas que proporciona la insti-tución cántabra y que comienzan a saborear las mieles de la constan-cia y el esfuerzo.

Se trata de Karlos Gil (Toledo, 1984) y becado en 2014, quien pre-sentará su trabajo en los Itinerarios del próximo año; Ella Littwitz (Is-rael, 1982) o Clara Montoya (Ma-drid, 1974), becadas en 2012 y cuyos resultados se pudieron contemplar

en la pasada edición de la muestra; Carlos Irijalba (Pamplona, 1979), quien presentara su proyecto final en la exhibición de 2008 o Juan Ló-pez (Santander, 1979), uno de los cántabros que más están trabajando

fuera de la región actualmente y que disfrutó de su beca en 2003.

‘ITINERARIOS’ Cinco ejemplos de que la ayuda que ofrece la Fundación Botín no queda en agua de borrajas, sino que abre la puerta grande al talento artístico que emana de estos genios emergentes que ven en la institución un mecenas que catapulta e impulsa su carrera.

Este año, como ya es tradición, la

sala de exposiciones de la Funda-ción Botín volverá a acoger una nue-va muestra de los Itinerarios, la que será su XXI edición, un escaparate que mostrará, a partir del 27 de mar-zo, los trabajos de los beneficiarios

de las Becas de Artes Plásticas de la Fundación. En esta ocasión, y hasta el 31 de mayo, la exposición presen-tará trabajos de nueve artistas, cin-co de ellos españoles y otros cuatro procedentes de Cuba, Portugal, Es-tados Unidos y Venezuela. Se trata de Carles Congost (Olot, 1970), Al-bert Corbí (Alcoi, 1976), Patricia Es-quivias (Caracas, 1979), Jon Mikel Euba (Amorebieta, 1967), Rodrigo Oliveira (Sintra, 1978), Wilfredo

Prieto (Sancti Spiritus, 1978); Julia Spínola (Madrid, 1979), Justin Ran-dolph Thompson (Peekskill, EE.UU) y Jorge Yeregui (Santander, 1975).

Una muestra colectiva que resu-me el trabajo producido por estos

FUNDACIÓN BOTÍN PROGRAMA DE BECAS

TRAMPOLÍN DEL TALENTO ARTÍSTICO

Cinco ex becarios de la institución exponen ahora y de forma simultánea en Madrid; es la guinda del pastel de una ayuda que comienza financiándoles un año de trabajo y que suele desembocar incluyendo a estas promesas en los circuitos comerciales

LOS BECARIOS PRODUCEN OBRAS DE ARTE «ABIERTAS» QUE PUEDEN IR EVOLUCIONANDO CON EL TIEMPO

MOSTRARÁN SU OBRA CINCO ESPAÑOLES, UN CUBANO, UN PORTUGUÉS, UNA VENEZOLANA Y UN NORTEAMERICANO

creadores en el periodo 2013-2014 de duración de esta beca y que aspi-ra, ante todo, a promover ambicio-sos proyectos de investigación, fun-cionando como instantánea de las tendencias predominantes. De ahí el carácter experimental y ese cierto grado de libertad formal de muchos de los proyectos que se exponen.

De este modo, la presente edición de Itinerarios explora la idea del ob-jeto artístico como medio que facili-

CLARA MONTOYA

Clara Montoya (Madrid, 1974) vive entre Bruselas y Madrid. Estudió escultura en el Chelsea College of Art and Design y el Royal College of Art, Londres. Ha realizado residencias en Cooper Union (Nueva York) y la Cite’ internationnale des Arts en París. En estos momentos, muestra en el espacio Slowtrack ‘SINNI’, donde desarrolla la idea de «superficie» en diferentes piezas y materiales. A la vez crea dos atmósferas en las dos salas que ocupa, en yuxtaposición, el color y el blanco y negro.

ELLA LITTWITZ

Ella Littwitz, en el trabajo que exhibe en la galería Silvestre de Madrid, habla de su tierra natal, Israel, relacionando la realidad actual con los diferentes momentos y estratos históricos que han dado forma a su país. Pese a que las pistas que muestran la presencia del conflicto palestino-israelí en su trabajo son sutiles, ésta es una parte importante en su obra. Ambas ideas nos permiten entender la relevancia de la exposición de Littwitz.

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ta al usuario la visualización de un proceso. Un concepto que impregna la investigación formal de estos artis-tas y que conforma su interés en pro-ducir obras de arte «abiertas», que pueden ir evolucionando con el transcurso del tiempo. Pero, además, les permite embarcarse en una in-vestigación conceptual iniciada hace ya décadas, que tiende a cuestionar la idea de la obra de arte como pro-ducto, poniendo de manifiesto que la forma acabada esconde, de algún modo, el proceso intelectual y físico de su producción.

Una suerte de estética relacional en la que el espectador es clave pa-ra crear el significado de la pieza, una manera de implicar al visitante y donde el artista centra su atención, tal y como quedará latente en los nuevos Itinerarios, porque si algo se manifiesta en estos momentos es esa interactividad entre el trío obra-creador-espectador.

ESPACIO DE REFLEXIÓN No obstante, aunque la exposición artística es uno de los pocos espacios que quedan para la refle-xión y la contemplación, los artistas continúan re-flexionando frente al nue-vo estado de la cultura con trabajos que pueden adoptar la forma de docu-mentos –textos, imágenes o reliquias–, convirtiendo al visitante en una suerte de investigador que ex-trae sus propias conclu-siones al procesar los ele-mentos expuestos.

El comisario de la muestra y director artís-tico del Centro Botín, Benjamin Weil, opina al respecto que el concep-to formal de «ensambla-je» podría definir gran parte de la obra expues-ta en esta última entre-ga de Itinerarios, «en la que los artistas combi-nan libremente elemen-tos procedentes de di-versos medios para crear unas es-tructuras narrativas híbridas o de múltiples capas».

Esa combinación de elementos es precisamente la responsable de ge-nerar en la exposición una estructu-ra abierta que el visitante activa al asociar mentalmente sus compo-nentes, poniéndolos en relación con el espacio que ocupan. De esta for-ma, la arquitectura del espacio se constituye en parte integrante de la propuesta artística y la condición formal de la obra puede, asimismo, evolucionar con el paso del tiempo, por ejemplo, al «activarse» median-te la performance.

Las similitudes en las preocupa-ciones expresadas por los artistas participantes en la edición número veintiuno de Itinerarios tienen como contrapunto la diferencia de aproxi-maciones y tácticas empleadas por cada uno de ellos. Juntos ofrecen una perspectiva rica y variada de la práctica artística contemporánea de una nueva generación.

JUAN LÓPEZ

La galería Nogueras Blanchard acoge la obra del artista cántabro Juan López. López mantiene un estrecho diálogo con la arquitectura. En ‘TEXT Y TURA’ trabaja sobre el propio espacio de la galería produciendo obras a partir de algunos detalles arquitectónicos. Esto le permite habitar el lugar como ejercicio de reconocimiento y análisis del entorno. Su trabajo se dirige hacia una intervención más directa y escultórica generando una nueva percepción de la realidad que responde a su interés por la simulación, falseando el volumen.

KARLOS GIL

En su próxima exposición en García | Galería, Karlos Gil presenta un nuevo cuerpo de trabajo bajo el título de ‘sub rosa’, expresión latina que significa «bajo la rosa» y que se usa para denotar secreto o confidencialidad. Este proyecto forma parte de la investigación que lleva a cabo desde hace tiempo, donde estudia las correspondencias y semejanzas ocultas entre los seres y los objetos, centrándose en esta ocasión en las relaciones de tipo ergonómico que se establecen entre ambos conceptos. (Fotografía de Roberto Ruiz).

CARLOS IRIJALBA

La Galería Moisés Pérez de Albéniz presenta la primera exposición individual de Carlos Irijalba en Madrid, ‘Skins’. Esta exposición parte de una visita realizada por el artista en el año 2010, en plena crisis económica, a una compañía dedicada a la reproducción 3D, que colaboró a finales de los noventa en la fabricación de las réplicas de varias cuevas de la cornisa Cantábrica cerradas al público, como es el caso de Altamira. Esta decisión motivó que se realizaran réplicas de algunas de ellas para después convertirlas en museos.