TRAGEDU. EL VITING - Dadun: Página de...

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4 9 . > NÚIII« it*. TRAGEDU. EL VITING EN CINCO ACTOS. a c t o r e s . Zanquing , Emperador de la China. Siting , su hijo mayor. Isveng , Vrincips de la antigua casa de ln Chino, de lá raza Ibena, gran ^m i- go de fitting. Leang , bijo menor del Emperador. XiUtang , Mandarin de armat. Taicung , Vrincefa tártara , ematite de de lotting y vestida de hombre , favo- recida del Bmper«d$r , y hecho Man- darin de letras con nombre- de Li-^ veng. Isvenvanglf hermoM de Isveng j únuKte de Viting» Taiming , bija de Zuuquing , »monte éé Isveng, Acompañamiento de soldadét , Gtandet^ y mugeres. ACTO L ESCENA I. ZáO escena representa un magnifico salón adornado á la Chinesca : por un lado se va al ^aarto del Emperador , por otro 01 de yiting , y tiene otra puerta pa- ta el resto dei Palacio enfrente. La entrada de la cárcel de los reos de es- tado: ó un lado un tribunal j ó otro el trono imperial. Salen Taicung y V i- ting. Taic, ./\_I fin vengué los Manes de mi padre : descassa ya. Taicung : el juramento qué te juró tu hija está cumplido. ^</.¿Qué pu6al es aqueste, amado dueño? 2 centra quien le esgrimís , Taicung hermosa ? Taicung safe por el lado del qaart» del Emperador sobresaltada , y mirando por todas partes con una lux en a«» mano y un pañal ensangrentado en la otro i sin hablar basta llegar enmedÍ9 del tablado \ atiui ^ale P'iting cpn otra luz en la mano, Taic. No me des otr» nombre qu« Li- veng, vuestra pastoa pudiera: Vit* S i: conozco qual de tu nombre puede ser el riesgo, aadie escucha, y seguro te norebrabaj pero mas no entretengas mis recelosj en la morada de mi augusto padre escuché ruido, absorto del estruendo saJgo á ver que sucede, y solo miro que en las horas mas propias dcl silen- cio, de una pálida lux acompaSada tembiasdo esgrimes v>u saogrlento »0. Horror y polides ciñeo tu rostro A é

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4 9 . >

N Ú III« i t * .

T R A G E D U .

E L V I T I N GEN CINCO ACTOS.

a c t o r e s .

Zan quing , Emperador de la China.S i t in g , su hijo mayor.I s v e n g , V rincips de la antigua casa de

ln Chino, de lá raza Iben a, gran ^ m i­g o de f ittin g .

L ea n g , bijo menor d el Emperador.XiUtang , M andarin de armat.T a ic u n g , Vrincefa tá rta ra , ematite de

de lotting y v estid a de hombre , fa v o -

recida d e l B m p er« d $ r , y hecho M an­darin de letra s con nombre- de Li-^ veng.

Isvenvanglf herm oM de Isv en g j únuKte de Viting»

Taim ing , b ija de Zuuquing , »monte é é Isv e n g ,

Acompañamiento de soldadét , G tandet^ y mugeres.

A C T O L

E S C E N A I.

ZáO escena representa un magnifico salón adornado á la Chinesca : por un lado se va a l ^aarto d e l Em perador , p or otro01 de y i t in g , y tien e otra puerta p a ­t a e l resto d e i Palacio enfrente. L a entrada de la cá rcel de los reos de e s­tado: ó un lado un tribunal j ó otro e l trono im perial. Salen T aicung y V i - ting.

T a ic , ./ \ _ I fin vengué los M anes de m i padre :

d escassa ya. T a icu n g : el juram ento qué te juró tu h ija está cum plido.

^ < /.¿Q u é pu6al es aqueste, am ado dueño?2 centra quien le esgrim ís , T aicu ng

hermosa ?

Taicung safe por e l lado d el qaart» d el Em perador sobresaltada , y mirando por todas p a rtes con una lu x en a«» mano y un pañal ensangrentado en la o tro i sin hablar basta lleg a r enmedÍ9 d e l tablado \ atiui ^ale P 'it in g cpn otra lu z en la mano,

Taic. N o me des otr» nom bre qu« L i- veng,

vuestra pastoa pudiera:V it* S i : conozco

qual de tu nom bre puede ser el riesgo, aadie e scu ch a , y seguro te norebrabaj pero mas no entretengas mis recelosj en la morada de m i augusto padre escuché ru id o , absorto del estruendo saJgo á ver que su ced e, y solo m iro que en las horas mas propias dcl silen­

c io ,de una pálida lux acom paSada tem biasdo esgrim es v>u saogrlento

»0.H orror y polides ciñeo tu rostro

A é

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ó d e fu r o r , ó de arrepentim iento j y m iro en tus acciones tal zozobra que m e descubre a lgua intento reo.D e x a el cruel puñal ¡ L iv e n g , y dirae d e que causa fatal nace este exceso.

Tate* Sabes V it in g , que de T ien song soy h ija ,

de T ártaro s M anchós e l C ao p o strero , que por iras y enojos de tu padre perdió en sangrienta lid la v id a y ce­

tro?S i pero si asi fué, y o he reparado

todos aquellos daños co a mi afecto.A ti y á Incung t\i herm ano tra x o ocul­

tos,y vestidos en hábitos C hinescos, os e levé ai cariño de mi p adre, qtie á las dos M andarines os ha hecho* V o s cuya blanca mano adoro sola, ganaréis con la m ia m ejor cetro que el que perdió Tieusong.

T a ic, Pero tu padreaan intenta quitarm e este consuelo; queriendo que L eang e l cetro herede con tra toda razón , todo derecho.Q ue nombre a l prim er hijo : y primer

hijocon quien m ora el m ayor m erecim ieoto.

V o ces son esas vagas con que e l vu l­go

m uestra no conocerle : no suspenso Tiie mautengais.

Taic* Q ue gente vien e escucho.

Toma la luz que fraxo V it in g ,P 'it . M as no os vais sin decir;Taic, Js'p me detengo :

Hii herm ano me previno entrada al quarto

de ese padre que adoras y aborrezco y de T iensong obedecí el mandato, dándole m uerte por tu bi«n y e l nues­

tro.

E S C E N A II,

F it in g , despuss Z u n q u in g , L ea n g y guardias con armas y luces,

.V i t . P o r m i biea ! Santo T ie n ! ¿ que no previsto

ra y o cruel a t m e t ó m i pecho? m uerto m i padre y y o ;:- mas que

ventura ! gn o está m i padre m uerto?

Zunq^. N o está m uerto.L a s detestables tram as que à m i vida tan viles asechanzas dispusieron p or decreto del C ie lo sacrosanto, el golpe erráron bárbaro y trem endo.

l^ it . Sobre las v id a s de los K eyes justos veía la providencia de los C ielos.

L e . ¿M as qne puñal es ese ensangrenta­do?

l^ it . A q u í le hallé , qu izá será del reo .L e . E sta luz es del quarto de mi padre./^ ¿f.La habrá dexado quien dexó el azero.Z u n q . M as cou este puñal entretenido

qué hacias ?A cu d ir a l quarto vuestro.

L e . L levábasle á m ostrar teñido en sangre y veniste sin luz y de a llá dentro. gEsta os traxo e l c a s o , ó la ventura?

He dicho la verdad , mas no profiero: quizá el tra id o r no fué tan atrevido, que con tra su M onarca justo y re cta intentase la tram a abom inable, á cu y a idea inclinan los afectos.N o puede haber una alm a tan osada que os procure dar m u e rte , habiend®

C ie loque castiga d e lito sj y detesta e l regicid io como el mas horreado.

E S C E N A III.

D icho s y L utang,

L u t. S e ñ o r, y a del osado delinquente algún indicio , algunos rastros tengo. '

Com o , sabéis quien es?Z u . D e que te alteras?

g que turbación te causan estos ecos?^ i t . Si saberlo pudiera os vengaria.L e a . E s notorio sia duda vuestro zelo.Z u . D inos , L utan g.

E S C E N A I V .

D ichos y T aicung con seldadoy*T aic.G t^ n Tien! Zunquing es v iv o .Z u , S i, v iv o soy L iv e n g , el Santo C ie lo

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m í vida defendió \ siem pre fue van«©1 enojo traidor de los perversos iniquos que conjuran sus acciones con tra la sacra vida de sus dueños.

T o/f. A l ruido j gran Señor: :Z u . S i} te conozco}

L iv e n g , tus intenciones agrad ezco , y no en vano te estim o qual te estim o L u taiig , d i lo que sabes.

L u , D e los reos uno se sabe ya.

T ü ic. C ielos , que escucho ?L u . I iicu n g , S e ñ o r , me ha dicho lo que

os cuento.Perdióse todo.

L ea . V é d , S e ñ o r, m i herm ano ; a l pad.V ed qual es su in terior desasosiego.

XtWí.Díxome Incting ; que habla decretado vuestra vida cortar , y que á su exceso uno de los que atnais le acom pañaba, que él propio le dió entrada al quarto

vuestro.M as que en la obscuridad equivocado el puñal enspleó contra su pecho.E sto dixo espirando } mas no pudo exp licar y faltó le el corto aliento.

Justo , justo castigo á sus traiciones, T a ic. Q ué golpe , SantO' D ios!Z u . ¿M as no sabremos

y a que nos quitó el C ie lo un enem igo de qual traidora mano tem er debo? • ah gran T ie n ! ¡ cóm o siento en tal aca­

soqual es de una corona el grave peso! Conozco con dolor en estas señas, y sino lo co n o zco , lo sosp ech o , que mi corona es la triste causa del oculto peligro que padezco.M as pues h o y la renuncio de esté

m odo,quizá nie dexarán seguro y quieto.T en ia decretado á toda China m ostrar en este dia m i heredero, h o y se le m o straré , y verás como . este solio que envidian le desprecio. E ntre tanto se busque el delinquente, registrad y prended quantos pudie­

ronser cóm plices de la cu n g. L iv e n g , es­

cucha:m il señas de tra icio n en V it in g veoj

mas hasta estar segur« s e presumo proceder contra é l , pues queda tiemp»: sospecha que á L ean g sucesor i.onibre, y sospecha m uy bien que si el prim er» ha nacido , no es m érito el acaso, de m érito es ganarme los afectos m ientras que como debo lo dispongo.

L le v a ó Taicung á una etquina y le hahl» corno en secreto.

Z ela tu de V it in g los m ovim ientos, y cuida que no salga de Palacio: v é con quien habia, observa sus secreto» sin dexar de ad vertir aun sus mirada*.

Tai. O bedecer , Señor, es lo que debo.Z u . H aced , V it in g , lo que L iv en g 06

diga}y ved que quanto os diga es mi precepto.

A segurado estad ■de la obediencia como solo me diga lo que debo.

L e a . Q u é m isteriosas voces! o/ p a i. Z u . Las conozco. o l hijo.

V en id , al traidor reo buscaréinos.L u t, E n el noble V it in g Zunquing sospe^

ch a , pero y o le conozco y no lo creo.

E S C E N A V .

V it in g j T aicung y los guardias que vinié- ron con ellit.

T ai. Idos, y por las puertas repartidos ^ ¡os guardias.

á nadie permitáis que llegae á vernos. D e l gran Zunquing el im perial man­

datoquiere que hable á V itin g m uy de se­

creto.V i. ¿Señora, con que nuevas prevenciones

os obligan á obrar vuestros excesos?T a i. V itin g , llegó por fin la mas forzosa

ocasion en que todos acabemos, ó de ser venturosos , 6 infelices.M e amais VitingV

5 " van los guardias.S i os amo? extrañ o 'acen to ! -

podéis osar dudar com o y o os amo? ¿podéis equivocaros en m i afecto?V o s sabéis que vencido vuestro padre en batalla ca m p al, y en ella m uerto*

A a ^

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á vo» y vuestro h « r« an o tra to teu l-t o s ,

sin que perciban vuestro parentesco; com o Chinos os puse, os introduxe de mi padre y Señor en los afectos Que os puse por m í voto ea los mas a l­

tosmas apreciables y útiles empJeos; el día que m í mano con la tu ya pueda unir , de mis votos era o b jeto , á que vos no ignoráis que aspiro solo, desde que en C h in a por m i bien os ten>

g o .

M as aun esto es m uy poco á tantas cau­sas,

í beneficios tales y tan buenos: veis que os advierto in g ra ta , que en vos

m irolas horribles ideas que detesto, que la muerte intentáis dar á mi padre^ y que no os mato ve is , c i lo revelo ,¿ y fríam ente preguntáis si os am o?

y « . Conviene preguntar tal vez lo m es- mo

^ue se sabe^ creeis que os am o fina?Sí^ mas 16 contradicen tus intentos.

Ta¿. E n tal su p o sic ió n , oídm e os pido, y 'd esp iértese en vos aquel efecto cu e á un Heroe de los otros le d istin -

E l in felice d ía en que fué m uerto m i amado padre , y sus tristes huestes puso la rabia C h in a fin horrendo; m e llam ó m oribu ndo, y en sus manos casi difuntas como sus alientos m e h izo ju rar Ja m uerte de tu p adr^ y que Incung pediría el mismo esfuer-»

zo:entre tanto m u r ió , y «1 horror su­

mode la tal situación me dexó im preso. O bligoraé este horror á que sirviese, quizá mas que el am or que veis que

tengo.M as aunque busqué tiem pos y o casio-

nes,y me asistió el fu ror en todo tiem ­

po,ha sido mi fervor hasta aqui vanoj y o traté con m i hermano de secreto, esta justa venganza que destruye

al que con su h y o r nos daba mediof^ á que pues el á el das daba entrada, se cum pliese alguo dia el juram ento. H o y el term ino justo llegaría, si y a Ornó que protege los perversos, e l m al genio que guarda sus hechuras, para acrecer asi m i mal inm enso, de la falca d e luz r o se va liera , ó hiciese com eter tan triste y erro .E rró mi brazo aquel terrib le g o lp e , y ia violenta m uerte que al objeto de mis desolaciones p re p a ra b a , a l in feliz Incung le dió m¡ azero.E ste acaso funesto en nueva« iras enciende dé vengarm e los deseos.P e ro aun hallan mas causa m is enojos en t i , en tu justicia y en tu riesgo. Sospecha y a tu padre que tu eres cóm plice de m atarle en Jos intentos.Y L eang favorece sus sospechas para lograr e l solio que ha dispuestó, por co locarle en sus indignas manos, q uitarte sin razón tu padre mesmo.N o juzgues que estas son sospeolvas

mías.M e lo ha dicho Zunquing con gran se>

creto .M e ha mandado te zele , y que te e s -

torveque salgas de P alacio : en tal extrem o ¿podrá el grande V it in g , que hasta aquí

ha sidod el tártaro terro r , azote fiero de sus contrarios todos , sepultarse en la vil inacción en que te veo?¿no será y a bastante á que despierto su dorm ido v a lo r , 1a vida , el cetro? el dolor , la venganza de quien amn ¿no Je estimularán con estos riesgos? M u e stra ,V itin g , que aspiras á servirm e, hazm e ver que eres digno de m i afecto , con abrir un cam ino para el solio p or la justa venganza de mi duelo.M il hechuras en toda C h in a tienes, a lza la v o z , y todcre serán vuestros: trastórnese P equiiig , tu hermano m uera, M uera Zunquing.

¡ Señora vuestros ecos en palabra tan bárbara prorrumpen!^ veo que es vuestro am or odio encubier­

to:vi-

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rlleM S no ac^nteja quieti bien quicrej quieà aborrece dà talee coascjos.

T a i. D esáirate Zunquing.V i i . M as es mi padre:

aun sus propios desaires agradezco.T a i. Pero el R eyn o te quita.V i t .E \ R eyno «s suyo.

N ada me qwita con quitarm e e l Reya®.T a i. E l C ie lo ce lo dió.V i t . N o hacer inrentes

de tu odio cruel tercero a l Cielo»T ai. Q uizá con tra tu vid a:,-V i t . E l me la ha dadoj-

si le es U t i l , gustoso se la vuelvo.T a i. ¿Con tan tenaz tesón am ar intentas

al que y o que te adoro asi aborrez­co?

A m o solo á m i R e y , am o á m i p adre, quanto es contra mi padre lo detesto.

T a i, Y no te he de vencer?V i f . Cóm o es posible?

¿ignoras quien y o so y , quales mis h e­chos?

IV«.Pensaba y o , V if in g , que eras am ante; pensaba y o deberte algun-^fecto: veo que me engañé , pues no te vencen hi mis razones ciertas , ni tus riesgos. O tro que am ante fuera de su amada siguiera ciegam ente los intentos; y aun sin estim ularle los peligros, ro m p iera , h iciera para darle un cetro.

L as almas viles aman de ese modo.T a i, P o r alm as viles solam ente tengo

las que tener no saben osadía para abrirse cam ino para un R eyno.

L a mas pura virtud , la v irtu d soJa, de m erecer reyn a r es el senderoj y la virtud inspira solamente am or y adoracion para su dueño.

T a i. V irtu d ? la virtud es de los cobar­des

friágil d isculpa: y y a que y o no puedo conseguir que te muevan mis pesares; y o á mis pesares buscaré remedio.T u en la China indolente alim entado, concibes negro horror de mis intentos; y aon el reyn ar si eon trabajo fuese no es capaz de Incitar tu desaliento.Y o criada en la tártara entereza, entre desolación , furor y estruendo, solo en las mustias aras de la m uerte

puédo fticoifltrar p lacer , gasto y con­suelo.

E ste mismo puñal con que me honrast« al vestirm e á ia usanza de Jos vuestros

Toma e l puüai de Jo mesa donde ¡o tubrá puest» V ith ig .

este mismo puñal que ha sido tu yo , y y o teñ í en la sangre de Incung m es-

mo,este me na de ven gar dándole muerte al tirano J^unquing que así aborrezco: s i á m overte no basta mi peligro, renuncia de m i roano los derechos.N o faltará por ella quien se arriesgue. M i mano de su vida será el precio, y si aun así su m uerte no consigo, m i pecho rasgaré c«q este azero.

/^i/.Bárbara idea! ¿adonde te eacaraioás?vuelve , T aicu ng.

Ttti. Q u é quieres?V i t , Q ue te quiero

d e c ir ; :-q b c , que rae d e # , c r u e l , la m uerte;

¿tu sabes de mi am or qual es e l fuego? según tu horrible intento no es posible: en tan triste conflicto m orir quiero; vu elve contra m i pecho tus crueles, tus bárbaros designios: bien m erezc# este castigo por haberte amado.Y a que en la iniquidad pensar te v e o , no soy amante pero soy mal hijo , pues callo tu traiciou.

T a i. F á c il remedio tiene ese m al; vé , cuéntale á tu padre, cuéntale m i nencor y mis intentos: que te detiene y a ? quien soy le cuenta, y darám e la muerte qué apetezco: volveré así á Isvenvang al grado antiguo que le dió tu pasión sobre tu pecho.Y m i sobeFjbio enojo tendrá solo iras, rab ias, rencores y desprecios.

T^it. L loras , Taicung?Tai. D e furia son mis llantos,

no son hijos mis lloros de mis zelos.E n vano a lerta r quiere mi ternura, esa ternura indigna que detesto::- solo ideas crueles sanguinarias tengan entrada fácil en m i pecho, h ija de Jos T artareo s destructores, no mas que con, venganzas me deleito. Q uanto y o puedo am ar, V it;n g ,o s a íro ;

mas

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njas no creí tan frá g il vuestro fe ch o , íjuc â T aicu n g otra alguna antepusiese. I l i quando en f i cupiera tal exceso , no seria capaz tan baxa causa de envilecer ini alm a en baxos zelos; Isvenvang lograría tus am ores.Y o en tanto inis venganzas, m is deseos, u iisfurias,tn i reriCorí:-nias q if f me paro? os hedicíio que os am o, otra ve¿ vuu.lvo á repetir m i a m o r, pero repito tam bién mis iras y aborrecim iento.O callar m i traición , 6 revelarla, á m í, á ini p ad re , á ti vengaros quiero, y . á la reciente sangre de m i h2r1na.no; 'y o rne preparç para disponerlo.E n tanto á D ios te queda, V it in g , per-o ( pena tirafta )^para siempre,

ü C ielo! espera.T ût. T ien te guarde : tan en vano

no pienso detenerm e en devaneos.

E S C E N A

ryitin g solo>

VI .

A guarda : ó que es vano detenerla.¿Y,puedo yo adorar can duro pecho?Santo T ie n , que proteges los M onarcas cem o á imágenes cuyas : ¿ estás viendo tan detestables ira s , y permites esta frágil pasión que en m i conservo sin que tus justos rayos me confundan? jserá V it iììg ta n vil y tan perverso que mantenga un amor tan execrable! juu amor que es horror del Universo! A m o r , amor terrib le ! este am or su­

m o,volvedle, ó Dioses! aborrecimÍOTto.¿Qué me detengo en vanas reilexiones? en tanto quizá logra sus intentos i r é . ; - fa buscaré;:- mas será en vano, d iré al Em perador su v il intento, d iréle su tra ic ió n , mas que pronuncio? y o ser contra T aicu n g ? no , y o no

puedo :abrid , ó Sanco D ios! abrid camino^ la o b ligiciun y amor se cum pla á uu

tiempo:siento , gran T ien , tu luz que me ilu­

mina,veo;: pero no quiero perder tiem po.

coasérvese U vida de m¡ padre y muera yo inocente por lo raenoi.

ACTO II.E S C E N A I.

^ ir in g y Isv ea g .

V i t , S i eres, Isv e n g , m i am igo pre-.- sinuo,

liego y a la ocasion de que lo vea.7 r. N o podcis ignorar que Isveng es vues­

tro,ni qual es y fu e siem pre la fe Ibana; he y a jurado hacer quanto me mandes com o contra mi honor. Señ or, no sea.

V it , S i es V itin g quien exige el juram en­to ,

en que salve tu honor duda no queda; escribe aquí un papel.

J j . D icrad , y a escribo.V i t . Q ue suria el justo efecto el C ie lo

quiera.Zunquin g, guardad la vid a con cuidado. A un v iv e , y aun q u itártela desea uno de los sugetos que mas am as: y que de tu persona está luas cerca. D am e e\ p a p e l, á n a d ie , Isven g, 1»

digas,que yo de tal escrito el autor sea.C u ida de defender ini amado padre, y si alcanzares qiiien su vida asedia, á nadie lo descubras, mas si acaso de esta acción que mi ánim o detesta, vieres que sin razón contra justicia en mi tal vez caer pueden las señas, s im e jrtzgareii r e o , aunque te consta fa suma rectitud de mi inocencia, acúsim e y alienta los esfuerzos ' de quien quiera perderme^ todas estas cosas , Isveng, abraza el juram ento que pide i tu amistad m i suerte ad ver­

sa:en que las cumplas mas' exactam ente, veré qué tu am istad es verdadera.

I s . Mas S eñ o r, contra vos?it . Eóto es servirm e.

Is . Dftfcnderü á tu padre com o ordenas, calJafé lo que sé , sabré acusarte,

aun

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aun que ¿on dolor sumo y suma pena. ¿Mas si el tra id o r descu bro, como

quieres que lo calle ?

V it . E sa , Isven g, es la prim eracircan stan cia que quiero que me cum ­

plas.I s , E l detestable Incung en las postreras

vo ces que a r t ic u ló , nombró una herm a­na

que saber no podemos quien ser pueda, y tu nom bre tam bién m ezcló en sus

voces.Q u izá intentó acusar á tu inoeencia. L u ía n g , y y o le oím os solamente, y ciertos d equ e m iente quien tal cuenta, callarlo dispusimos , porque acaso tan falsa acusación Zunquing no crea: ahora vuestras voces me suspenden y hacen dudar.

M i alm a v iv e exenta de tan torpe doblez, de tanta culpa.

I s . Pero sabeis::-y i t . C a llar , Isven g, es fuerza :

v e t e , que me atorm entan tus preguntas, y es en vano que esperes mis respuestas.

I s . Cada vez mas absorto y confundido rae retiro á esperar lo que suceda.

E S C E N A II.

y áespucs Zunquing.

Rem edíese el peligro de mi padre, sepa que aun le amenaza la torm enta: poco me im portará si y o le salvo, y si saivo m iainor que y o perezca: rnas vien en : retírarine es conveniente hasta que este papfel ponerle pueda donde sea forzoso que le mir-e.

S e retira hacia e l quarto d e l im p e ra d o r.Z u . V id a cansada y llena de m iserias,

los sustos me combaten aun en meriio del m entido esplendor que m e rodea. N o envidiára mi cetro qual le envid ia, quien mis sustos también con él tuviera. G racias a l alto T ie n , h o y quedo libre de esta m iseria augusta que rae eleva á la envidia común , y que me abate hasta el pesar cruel que me atorm enta. N o pude descubrir el delinqU ectej

mas de quien es quizá sé muchas señas. ¿Quién pudiera creer que de mi propio quien r*ie hiciese tem blar salir pudiera? mas ó T ien ! si el acaso me persigue^ es h ijo a l íin , perdónele Ja otfn sa, dexaodo de sur R e y j de ser juez dcxo. N o será el castigarle tan gran deuda^ no me persigue á m í, mi cerro solo es q u ien ;:- creer no puedo que en el

quepatan crim inal intento , mas es Jnven: no es mucho; la am bición quizá le ciega. P o r íin h o y en Leang resigno e l ce tro , asi quizá podré salir de penas.V it in g nació prim ero ; mas no im p orta; quando él nació, y o E m perador no era.Y á la C h in a conviene el modo dulce, la suave virtud que L eang m uestra, mas qu& el genio m arcial y bullicioso de V it in g , pero tiem po no se pierda.L a resigna del cetro escribir quiero; ó in iitil explendor de la nobleza !L a M agestad del trono nada sirve para con las humanas indigenciasj <;on el susto pasado saltó el sueño, y ahora me combate y no me dexa escribir y a ; rindámonos un poco, demos descanso á la naturaleza.

■Se pone ó e scr ib ir , m iéntt M le observa J^iting escondido. Dvértnese

l^ it. Parece que y a d uerm e, esta es la ho­ra

de que m i tierno am or su oficio e xerzii ó como se descuyda en el peligro! com o juzga pasa de la torm enta, y claró el aire! mas al propio tiem po se form a el rayo sobre su cabeza.N o me agradecerás , amado pudre, los afanes que ígncras que me cuestas. M as como vivas y te dé la vida quien la vida fe debe corf que alienta^ im porta poco á un hijo que te adora, que creas este don dádiva agena; aqu í e l aviso pongo donde al punto ' que d e sp le rtesjle m ires y le leas.

• O que contrarias cosas! ¿quién se ha visto tan en e l sumo coim o de miserias? ¿quien crey era q al tiempo que te vuelve ía vid a y o , me priva de m i herencia, y que rae ^uita un R eyn o por juzgarm«

ca-

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capaz de procurar su m uerte horrenda? retiróm e, no qtiiero que descubran que a fisü e! riesgo y callo qoien lo o r­

dena.Pot!0 e l anise en la mesa y toma e l p a p el

que estaba escribiendo Zunquing : reti­rase acia e l quartOf llevando en la mano e l p a p el que este estaba escribiendo.

E S C E N A n i .

Z unquin g dormid« , f^ itin g retirado y Taicung.

T ai. T o d o en silencio está : Zunquing dor» m ido :

el C ie lo favorece mis Ideas: gran Lam a, la venganza me p rep aras: y o seguiré la vuz con que aliencas, nadie me ve: qué tiemblo al intentarlo? vengo á padre y h e r ia a a o : Zunquing

muera.V i t . Q ue le m atan Zunquing.

S e adelanto ácia Zunquing.T a i. D esgracia tristeí A n te s que llegue , g r ita V it in g como tO-

¡iendo de donde está .E r a V itin gr:- infiel! quien ser pudiera !

y í Ja v o z de V it in g se retira e llo p recip i­tada , dexa caer e l p u ñ a l , v e á V itin g r

I dic e su verso y se vá: e l se recata den­tr o del quarto a l ver le-oantar á Z u nq.

E S C E N A I V .

Z u n q u in g , y despuesf L eo n g y lsven gj L u- ta n g y guardias.

Z u . C ielos, quien me amenaza? ¿quien me avisa?

ola guardias?L e . Sefior:v-I s . Señor , qué ordenas?2.U. M i vid a en riesgo está me han a v i­

sadoque me iban á m a ta r, sin que y o vea quien es el que me avisa, el que am enazaj aq:Ui falta el papel que y a escribía.O tro está en su lugar dicea su£ letras, ^ » q u in g , guardad la vida con cuidado^

tu n v iv e , y aun quitártela «lesea tuno de los sugetos que mas amas, y que de tu persona está m uy cerca.Q u é es esto , eterno X ien? aun hat mt&

riesgos?y m i triste esperanza los fom enta.V ed si alguno escondido se defiende:00 ha podido escapar e l vü que asedia m i triste vida.

E S C E N A V .

Zunquing, L e a n g , Isv en g .

Z u . P ero Santos C ie lo s l f ¿he de ign orar también quien por mi

v e la ?e l cru el que m i muerte decretaba sentirá m i renuncia y se 1a lls v a , y el que me guarda por atorm entarm e quiere salvarm e,m as salvarm e á ciegas.

L e . £ n el suelo un puñal está caído. L ev a n ta e l p u ñ a l, lee para s i e l letrero

que supone haber en é l , y le presenta al padre que lee en alta v o z.V e d , Señor , de quien «s : tra íc io *

horrenda! le e d . Señor.

Z u . S o y de V it in g : faltaba este nuevo testigo á su cautela.

E S C E N A V I .

D ic h o s , L utang V i t in g y guardias,

L u . V it in g , Señor , e a vuestro quarte propio

se guardaba escondido.L e . N uevas señas.Z u . Q ué e l p ap el? e l que estaba i© escri­

biendo?qué queda que d u d ar,C ie lo s,q u é queda? g l e d í , in g ra to , la vid a que me debes, para que por tus manos la perdiera el ia ''elice padre que persigues?

I s . Santo D ios , es posible!Tomài dolé 'e l p a p e l que l i e v i , y tra e oun

en ¡a mano.V i t . A m arga pena!L u . V ién dole aun ao lo creo.Z u . L o haheis visto?

¿Se

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¿Se s a b c e l que. traición v i l intenta? V i t . A unque esco n d id o , ó p a d re , aun­

que turbado, aunque con el papel que me condena, aunque m¡ nom bre en el puñal leiste, y aunque has estado d é la muerte cerca, no reneis q u e quexaros de un buen hijo .

Z u , D e uu buen h ijo ? traidor! tu culpa horrenda

está y a clara j no con un engaño pretendas añadirm e nuevas pruebas.O la , prendedle.

h e . N o , Señor j mi hermano no pije<le ser traidor auncfue parezcaj y aun iju e ’ mil señas y casualidades de ser v il delinqüente le convenzan}

■ acordaos , Z u n q u in g , que es hijo vues­tro,

y aunque y o no me opongo á que le prendasj

proceder os suplico en su castigo, con la justicia , si; mas con cle« en cia ,

Z u . D e lito tan enorm e no merece ' que por é l , si me amas , intercedas: q u e , ¿ie molesta mi caduca vida?¿pocos y flico s años que me restan ofenden tanto á quien la vida he dado?

V i t . O Santo T ien! declara m i inocencia} el venerable resto de tus c ias tantos afanes á mi amor le cuesta:;-

Z u Q ue acabarle de 6n golpe preteádisíe: de un filial am or notable prueba! es, V it in g , m uy vai^o que ahora a fec­

tesuna sana intención que no profesas; te convencen las señas que hefnos v isto , y este papel te acusa y te condena.

A y padre! quizá encuen tiatu peligro donde piensa un agravio, una fineza.

Z u . N o es esta letra tuya ; pero quiero suponer esta vez que tu ya sea.Q u iero hacerte inocente , y los indicios quierotam bion que rodos se desmientan; á lo ménos si en culpa no incurrisre, si nie avisaste el riesgo que me cerca, saber Jebes quieji es el deiinqUente.E se amor filial que tanto afectas no pue:le perm itir que me le calles, ni debis respetar á quien me ofenda. D ia ie, ¿quien es e) bárbaro asesino ^ue en (ui peligro tauto se ensangrienta?

y sino lo d íx eres , y a no puedes negar que eres tu solo quien me asedia.

V i t . M ándam e am ar á un padre el Santo C ie lo ,

y rae le manda am ar naturaleza, y aunque T ien no m andara que os am a­

se,os amara , Señor, con fé sincera.Sobre los C ie lo s solo á T ien adoro.M as mí padre es m i D ips sobre la tier­

ra.Q uan dofuesetan loco que á T ien mismo robar pensase su poder y fuerzas, quizá l'uera, Señor, posible entonces que os ofendiese, no que m ufrte os dis*

ra.P ero aunque es imposible que tan flaca y detestable culpa en V it in g quepa, es tam bién im posible que descubra el A u to r del delito que detesta.E ! C ie lo que es testigo de m i afecto, y á quien está patente m i inocencia; ese os descubrirá qual es el h ijo , en quien de infiel encuentras tales señas*

Z u . M anifiestos indicios y señales tu delito acreditan y comprueban.N o soy tan necio y o que i tus misterios y á tan falsa piedad creerla pueda.L a m uerte, y aun m il muertes merecías, mas soy parte en la culpa que te afea, -* y no quiero que juzgue que es venganza el vulgó que el castigo acaso vea. Pondrás^ en la p risión,n5braréalpun to para juzgarle un M andarín de letras, - que siguiendo el tenor de nuestras leya* oiga la acusación y la defensa; y despues de escuchar entrambas partes le condene, si es justo,ó que le^absuelva. P ara acusarle, tu que eres testigo, tienes y a mi poder y orden expresa.

L e . A unque indigno , á un herm ano;:- Z u . S í ; á tu hermano

aunque repugne lá naturaleza, aunque tu genio amable te separe de una aceion que es tan justa,te lo ordena tu padre , tu Señor y tu M onarca.

L e . En vos resigno toda mi obíd ien cia ,Z u . Publicad al instante n)i precepto,

qualquiera q hablar quiera en su defensa tiene iib ie la entrada, y le autorizo para que le defienda quanto pueda.

B I s .

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JOS e fío r , si en este ju icio se perm ite,

q u e y o c o n tra V i t i n g : ; —Z u . T ien es Jicencia.

N o he de negar que m iren por m i v id a , pues perm ito que m iren por la agena. -

/ '/ f . Y o , Señ or, en el ju icio que preparas sé m uy bleo que es m i m uerte la sen -

ten ciajsé que habré de pasar p or reo indignoj Blas sé que T ien protege la inocencia y no p erm itirá que para siem pre se oculte la verdad que aquí no apre­

cias:ju stam en te vendrá m i muei-te injusta, mas contento la a gu a rd a , y la to lera un h ijo que te adora; solo siento q ue com o falte yo de tu presen cia, ó preso , ó m uerto, solo porque fa lto , en p e lig ro m ayor tu v id a qneda.

Z u . S i el artific io juzgas que te salve, piensa V it in g que es vana diligencia: llevad le á la prisión.

V i t . Cóm o se engaña! gu árd ale , Sapto T ie n , y V it in g m uera.

E S C E N A V I L

' Zunquin g , L ea n g y Isv en g .

ZtO* D udarse y a no puede de su culpa, no se puede decir que no es horrenda, y mas digno le hace d e l castigo e l propio parentesco ; mas si queda ú un hermano, S e ñ o r, algún arb itrio , p ara que á solas por e l traidor vu elva; p erm itid á m i a fecto que os suplique que m iréis su d elito con clem encia.£ l R eyn o que me dais es quien le insti'>

ga:lleva el cetro. Señor, su sed vio lenta: de reynar sobre C h in a se contente: d a d le ::-

■Zu. C a l la , L ea n g , y no intercedas por quienes tan Indignode tus ruegos, que su delito con el ruego aumentas: pues por acusador á t í le nom bro, claro está que lo m iro con clem encia.Y y o quiero no solo en este dia, p ero hasta sin safir de esta hora mesma e l ju ic io se disponga , y castigado ^uede según que fuere Ja sente^ck.*

N o quiero que mi v id a esté con dudas; solo prontos exem plos escarm ientan. Q u ien m itig a , ó difiere los castigos, lugar da á re itarar la cu lp a horrenda. Solo siento al saber el que me ofende, que quien me defendió también no sepa, y por esto no puedo aunque lo intente al castigo igualar la recompensa.E ste a v is o ::-

L e* S e ñ o r , tan fiel avisoindica lealtad , am or prudencia, sabedor quien le da de que h ijo es tu y o el vil que ofende tu persona excelsa, quiere e vitar tu riesgo sin causarte- e l dolor del pastigo de esta ofensa.Y o mismo puesto en tales circunstancias lo h iciera , y d eo tro m o d o no lo hiciera. P ro cu rara e vitar que sangre rala en una ó otra parte el rigo r v ierta .

Z u . V e o qual es tu am or y tu cordura; en dos hijos, ú TienJ qué diferencia! tu yo e l aviso fué.

L e . Y o no;:-Z u . Y a basta.

Y o sé lo que m erece tu m odestia.I s . ¡O afectada m o d estia , que se vald

dcl ageno papel!L e . L iv en g se acerca.

E S C E N A V IH .

L o s dichos y Taicung,

T ai. Inform ado , Setíor, de vuestro riesgo os vengo i rep etir la enhorabuena, y hasta que qual deseo os vea libre; ci^ed que no descansa m i im paciencia.

Z u . A grad ezco , L iv en g , esos oficios, y no los dexaré sin recompensa.

T a i.S i vos quedáis tan salvo com o anhelo, mis servicios, S eñ o r, prem iados quedan.

Z u . E l principio será m i confianza,H a de ju zgar un M andarín de letras la suerte de V it in g : su juez te hago. Q uiero que le condenas, ó le obsuelvasj estos papeles y este puñal tom a, que son de su delito señas ciertas.V itin g es mi enem igo y es m i hijo .V é tan contrarios nombres quanto pc^

san.y asi conocerás si estoy seguro

de

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de qu al es la equidad de t» sentencia. T a i. E star podéis, S e ñ o r , asegura^io,

que soy siem pre quien soy , y mis ideas jam as desm entirán ntíís procederes.

Z u . E s ie ju ic io al instante se prevenga, y a no quiero estar mas con estos sustos, cada m omento aum ento mas m is pena«.

E S C E N A I X .

Taicung solo.

T ai. (En que situación T a icu n g , te pone esta triste venganza porque anhelas! tales fa v o re s, tanca confianza nada te mueven ? ¿el am or y .quexa del P rín cip e que adoras no es bastante para vencerte ? corazon de piedra deba de ser el mió : aquel que adoro en am arga prisión la muerte espera, p or el delito solo que com ete la misma que le juzga y le sentencia. Bárbaro juram ento! amado padre, m i b ien h ech o r, m i am ante por t i pena. T u vo z: pero y o soy la infiel , la in -

grataiy o soy la que le arrastro a que se pier­

da:ó ve n g a n za , ó ven ga n za , á que ms

obligas!las sangrientas ideas m e cercan m e llenan de terror : en cada sombra pienso ñ allarun testigo: m i acción negra se ha de saber , ó y a quiza se sabe. D escubrlrélo todo , y que se pierda esta venganza v il : asi se acaban m i in gracitud , mis dudas, ¡qué de penas pasa por m i V itin g aunque inocente! páselas; y o sabré sacarle de ellas:E n Z 'triquing, aborrezco un enem igo que ha destruido m i fam ilia encera. T á rta ra no seria si acordase otra alguna razón á donde hay esta.E l que ms adora tan esterilm eote gue-á seguir no se a treve mis ideas, no im porta que se p ierd a , y aun oo

im porta,si perece Zunquing que yo perezca.D e un padre , de un hermano y de ua

am ante,se vengue la razón aunque él no quieta.

A C T O IILE S C E N A I .

Tüimingy Irven va n g y mugares con ellas.

T a i. Salgamos una vez del seno obscuro á donde tiranizan nuestro sexó, y nos guardan los hom bres de su vista, ó porque no veamos sus excesos, ó porque si á luz pública salimos e l Im perio que afectan no logrem os. Salgam os esta vez que lo perm ite Zunquing m i p a d re , y de m i hermane»

el riesgo.I s v . A m igas , todas en socorro suyo,

lágrim as y razones empleemos, y sino dem ostram os la justicia, movamos la clem encia por lo menos.N o puede ser trahior Heroe tan grande, Heroe tan g ra n d e , ó D ioses I que su

afecto ,que su propio cariño vencer supo, no puede ser traidor hácia su dueño.T u lo sabes, T a im in g , con quaies ansias suspiró por m i mano en otros tiem pos. P ero m i mala suerte me hizo Ibena, nom bre tan in fe liz en este Im perio, y a l orden de su padre que se opuso^. sugetó de su amor el fuego tierno.E sta desgracia para m i adm irable, por hija de virtud tan sin exem plo no pudiera caber en alm a baxa, capaz dcl pretendido atrevim ien to.

T a i. S i: querida Isvenvang , no fué mi herm ano

cóm plice de tan torpe desacierto; á la voz dei honor que en el habita, h u ye de la sospecha el rostro negro, si la casualidad quizá le acusa,

- nosotras de sus voces le librem os.J jv . L os Dioses que persiguen su in o ce» -

cia,quizá de su v irtud conciben zelos, ni quieren que logrem os en la China una v irtu d d e lic ia de T ie n mesm o.P ero si proteger los inocentes es acción de los Dioses sem piternos, quizá se valen h o y de nuestros labios contra e l acaso que le m uestra reo.

O

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■izo prudente T ü - C h i , M onarca a«tiguo, e locuen te C o n j’isio , sabio M encio, gue junto al otro trono de los Dioses estáis sentado p a r a protegernos, inspirad persuasión á naestros llantos, y al que tanto semeja libertem os.

T a i. E l ju icio se prepara , todas juntas haced valer eS luto que traem os, y Jo que con razoní;s no p o d am o s,' consíganlo las lágrim as al ménos. (a)

e s c e n a I I .

D ich o t y Isv en g . ■

I s . T r is te am istad,en que pesar me pones!1-sv. En tu obscuro semblante , herm ano,

veola negra pesadumbre que devora tu corazon en sus ocultos senos.V e o que de un am igo la desgracia te halla indiferente.

I s . Santo Cielo!¿ indiferente y o con un am igo?¿con am igo tan fino y verdadero? no puedo y o negar que si á mi propio íu cederm e pudiera un contratiem po igu^l al de mi a m ig o , de mi alma fu era la pesadumbre mucho ménos.

I s v . N ü d u d am o s, Is v e n g , como ló es­timas,

y o au n q u eo lvid a d a , sabes que leq iaiero , y como ia virtud con que me olvida antepongo á un amor que fuera reo.A u n queda tiem po , hermano : su des­

graciano es quizá aunque tan grande sin rem e­

dio:las dos á defenderle aquí salimos.

I f . Las dos? ó Santo Tien!T a i. Pero .qué es esto?

’’ ¿te admira que las dos le defendamos? puedes quizá extrañar que sea empeño de la que Je ama tanto, y de su hermana abogar por quien ser no puede reo, defender el m ejor de tus amigos y la virtud que adoras y sabemos?

I s . Q ue dos contrarias, Dioses!D os contrarias?

que voces, Santo T ien ! Isven g, ¿ qué, es este?

(a) iPfl CÁ’ffíff e¡ hit<) es v$ttirse de blanco icdq*

. ¿ e s ser contrarIa,s tuyas por ventura v o lv er por la inocencia?

I s . ¿Porque opuestos ^h iciste, grande D ios en este d ía la amistad , el am *r, y el parentesco?

■ ¿ yo decir puedo que á T aim in g adoro? gV que á su hermano adoro decir puedo? y puede la v ir tu d , ó virtud tristeí ¿adonde me conduces juramento?

T a i. ¿ Q ué juranrento es e ste ? ¿ qué con­trarias

ideas se descubren en tus ecos?I s . E s to e s que nací desventurado:

quizá toda mi culpa es ser Ibenoj dos venis de V it in g en la defensa, y y o contra V it in g á rogar vengo.

I s v . C o n tra el que ad o ro ? tú , contra tu amigo? ‘

T a i. C on tra m i herm ano vos? ¿donde se fuéron

aquellas expresiones tan sentidas, aquellos repetidos juram entos con que aspirando al don de esta m i

manom e prom etías un am or eterno? veo qual es la fé de los Palacios: ■ nada segu ro , nada cierto en ellos, ■ el am or quese muestra es artific io , y es a rtific io el aborrecim iento. M ientras Príncipe fué , su-gmigo fuiste, fuiste m i am ante , m ientras fué ta due-

fiojpero le acusas quaudo aunque inocente le hacen los hados que parezca reo. Jam as mi amante fuiste, ni sn am igo, conozco que tu am or füé fingim iento.U n in ocen te;;-

I s . M id e sd ic h a e s esa:le creia in ocen te, y aun le creo, mas á su acusación hoy obligada, aunque m e p e s é , y a callar no puedo las tristes señas con que convencido perecerá sin duda: ei Santo C ie lo sobre m i frente sus^dfcstigos llueva, si y o otro am or que vos tuve ni tengo, y si de la am istad jam as me aparto, con que á V itin g adO íO , aunque le

pierdo.T ai. ¿ Q u é m isterios son estos , ó -que

enigm as ?descúbranse una ve z tus pensamientos.

/ í .

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I s . N o es posible , Señora , que descubra aun á quien amo tanto estos m isterios; mas pues üs aseguro que le a n iO ,

y le acuso, creed que mas no puedo.I s v . Confundida te escucho tales voces,

y al escucharlas me parecen sueños; mas pues á enigm as recu rrir pretendes, no intento refutar lo que no entiendo. Pero á lo menos y a que no defiendas al que llam ar y ser no puede reo, debieras no acusarle.

I s , Zunquing sabeque yo, le acuso y acusarle debo; pero se acerca y a .

Is v . D e "un inocente proteja T ien la causa.

I : . O qué momento !

E S C E N A III.

G randes d e l Im perio : dichos, Z m q u in g , L ean g y T aicung y guardias.

Z u . C o lo ca o s, L iv en g, en vuestro sitloj estos papeles y el puñal sangriento del cuerpo del delito que se juzgan auténticos y claros instrum entos, teñios presentes'y obra como debes.Y o soy testigo, vos traed el R eo. Vosotros defendedle , o acusadle, veréis que le c a s tig o , y ríl) me vengo.

Z unquing se v d ’ a l trono, Taicung a l tri­bunal, h s grandes a lred ed o r d el tro­no', los demas fr e n te d el tribun al, van~ se á lo Cárcel algunos guardias.

L e . A unque con el oficio que,m e has da­do

de acusar á 'V it in g , cum plir pretendo, quiero tam bién cum plir amado padre, con el amor y obsequio que le debo; . m iéntrassobre tu acción mas reilexiono, mas reo á m¡ pesar le hallo y le veoj pero aunque de perdón indigno sea, p»r él como quien soy os intercedo.

T ai. Q ue modo de vo lver por un herm a­no!

quales voces oi? D ioses eternos! reo el Héroe de China! ó padre!ó padre! todo es pura ficción de aquel mal genio que persigue las alm;i5 inocentes.

Zu^ E l ju icio nos d irá si es , ó no reo.

E S C E N A I V .

D ic h o s , V itin g desarmado entre g u a r " dias.

V i t . L iven g mi juez! ó Dios! esto perm i­tes?

y mi Abogada la que tanto ofendo! ó qtie nuevos pesares me combaten!

Is . Q ué exp erien cia cruel ! p juram ento!Z u . V asallos , que asistis al triste caso

que jamas vió Pequing , al estupendo juicio que se prepara; de mi vida escucharéis los execrables riesgos.E l dia que tenia destinado para m ostrar á China m i heredero, le ha venido á turbar con sus delitos,’ el que debiera im aginarlo ménos: el que á mi vida asedia ofende á todos mis v^asailos ; mas siendo mi h ijo el reo^ vos veis queaunquem e llam a la ju stic ia , también de la 'clem en cia oigo los ecos. Pues entre la justicia y ¡a clem encia en manos de su juez su causa dexo, desde luego le absuelvo , s i le absuelve, y si le condenare le condeno,' ^Y aun quando le condene convencido reo del atentado triste y negro de quererm e dar m u erte , si descubre los cóm plices que tuvo, ie líbarto.Esto supuesto, com enzad el ju icio .

L e . Y o que debo acusarle así com ienzo; gastaré si pudiere pocas voces, no usaré de artific ies ni rodeos: co n .re ferir el hecho solam ente cum pliré con mi oficio y con m i afecto. En las obscuras horas de la noche en m edio del descanso y el silencio oímos el bullicio repentino, y acudiendo aprestados al estruendo de la sagrada vida de mi padre, supimos con dolor el grave riesgo: procuram os buscar al dclinqlientc, y hallamos á V itin g como suspenso, absorto de vpr vivo ai qce adoruuios, y lleno de interior desasosiego.E n la habitación real una luz falta, y él la tiene consigo j el vii acero que intentó el parricidio esiáea su mano,

te -

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1 4teñido por acaso en otro reo.Quando del A gresor hablar escucha, su zo zo b ra , co lor y m ovim ientos le acusan y convencen , y se aumentan luego que sabe que es tncung el niuertoj sosegándose solo quando alcanza que no le Jescubriéron sus acentos. Incung y a can las ansias de la m uerte publicó de su culpa el horror feo ; y aunque no confesó quien le aconipaña, porque la m uerte no le dexó tiem po, la am istad que V it in g con Incung tuvo, su re tiro , y su hablar siem pre en secre­

to,son bastantes in dicios, mas si acaso estos son pocos, h ay otros mas ciertos; pues de m i A ugusto padre la prudencia, dió inocente lugar á riesgos nuevos. Zunquing se v ió de nuevo amenazado. S e vió el aviso de un oculto dueño, que sea de quien fu e re , en sus palabras está indicando que es V itin g e l ’tteo Pero aunque nos faltare tal aviso ¿no le vim os turbado y encubierto? gno vim os el papel que á Zunquing roba? ¿este papel que con quitarle el cetro de su negra traición era la causa? roas calla aun el papel: mas manifiesto io d icio es el p u ñ a l, el pufial propio que de sangre de Incung vi m os,cubierto, á los pies de Zunquing se halló caldo a l triste instante del segundo riesgo.Son menester mas señas V hay mas se-

ñas,que es de V it in g publica el mismo azero con un claro letrero, que al M onarca el mas fiel y leal que fué su dueño, á tan claros indicios y señales, no responde V iti& g sino m ister io s .,N o se puede dudar e l delinqU ente, ni se ignora quan v il es el exceso.M í propio padre es ju ez, toda la C orte fueron testigos de tan torpes hechosj conque no queda duda que m erece pagar en un suplicio sus intentos.

l í . A estas razones debo añadir otras tomando el hilo de mas altos tiem pos. Despues que de mil triunfos coronado los T á r ia ro sd e x ó , vo lvió al Im perio. Conservó en. ^el semblante aquel a c -

tiv®

a ire de vencedor y de g u errero ,que tal ve s en un h ijo , en un v a sa llo suele desm erecer para su duefio. Sospechó que Zunquing el cetro dabx á Leang., y le hacia su heredero, y creyendo quizás inalterable e l órden natural de su derecho, comenzó á concebir ciertas ideas, que de tramas ocultas visos fuérou; de tantos M andarines y Colaos com o elevaba , todos con cibiéro* que fabricar quería algún partid o, que apoyo fuese para sus intentos. Hasta con los soldados mas hum ildes siem pre los suyos fam iliar le vieron , á todos conocía por su nom bre, congratulaba grandes y pequeños, ¿E steayre popular no es siem pre indicio de ambiciosos y pérfidos intentos? mas quiero que esto todo no se cuente; las que Leang ha dicho á un lado d e x o , y pasemos á otra prueba m anifiesta.E l detestable Incung y a casi m uerto, una hermana nombró que no conozco. Q uando dar cuenta quiso de su exceso^ el nombro de V it in g en claras voces pronunció: pues qué mas pedir pode­

mos?esta hermana de Incung que nos oculta, es sin duda la causa de su exceso, y é l es el A gre so r, como comprueban aun SH d efen sa, y hasta su m isterio.Su v id a , este p u ñ al, ías circunstancias^ e l papel, 1© turbado , el reo m uerto, todo , todo le acu sa, y así pido que cum pla la justicia su derecho.

T a i. L a acusación oída , la disculpa oigamos dei delito m anifiesto.

T a . D e lito manifiesto hombre tan gran­de?

con que voces, ó Dioses! ¿con que acen­tos

hacer podré p íten te su inocencia? un Heroe parricida!¿adonde, ó C ie lo s, se vió quien al delito mas enorm e desde la virtud paseen un momento? quien desde la virtud cam ina al v ic io , comienza por delitos ménos negros.A vos m ism o, Señor, á vos ó padreí á vos que parte s:>is,'á vos apelo: ¿podréis creer que un hijo os asesina?

íu a

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¿un h ijo q es honor de vuestro Im perio? |UQ hijo que es delicia de los D io ses, a quien adoran grandes y pequeños? ju n h ijo que es exeniplo de obediencia? ¿ y e s de am or filia l co'nstante exem plo? lo podéis vos creer ? ¿será posible, que él que toda su vid a fué hijo bueno, se h iciese en un instante parricida?E l enseñó á serviros á los vuestros con Jas obras aun mas que las palabras: conque os amen los hom bres oo conten­

to ,á los C ie lo s tam bién votos dirige^ rogando que te ame T ie n excelso: d e Jos tesoros que Je dió la guerra qual otro fué jam as, qual fué elem pleo? ¿lo gastó en seducirte Jos vasallos, ó en a listar los enemigos vuestros? qué Jejos de esto estaban sus ideasi h izo e rig ir P a g ó d e s, en que el ruego d e m il Bonzos sus votos dirigiese^ p or e l bien de tu vida al alto C ie lo . Tcbe^quiang , H u can g , S é t Cuengt y

quantasP rovin cias tiene C h in a, tales Tem plos han visto en sus Ciudades fabricados, para entonar por vos votos perpetuos. Cang-Cbeuy qne de Cati-Tong es la ca­

beza,y Pequingf que lo es de todo el R eyno «mplean en rogap por vuestra vida í sus expensas tres ritus diversos.¿E s creib le, Sefior, que ál ofenderte pretenda por con trario a l mismo C iélo? ¿ y que él pague esos votos que d irige, no mas que á que se frustren sus inten­

tos?nadie puedeiCreerlo que no sea uno de sus contrarios^ y o te ruego, S e ñ o r , si le persigue.» los acasos, que á ex&rainar su causa tomes tiem po, que creas que V it in g es in oeen te, que es H eroe, é incapaz de tal exceso.

I s . S í, Señor que te ofenda es im posible, y o i iis te abandonada de su afecto, sé m uy á costa m iacom o os am aj es V it in g incapaz de tanto yerro: si le acusa uq am igo es un am igo que en parecer su am igo tiene riesgo: de un in fe liz da crédito al delito, aunque quizá coaoce que no es cierto»

S i le acusa un herm an o, es un herm ano que con su triste m uerte gana el cetro.Y si son los acasos quien le acusan, quien puede asegurar que ellos son cier*

tos?el puñal ? no Ic pudo tener otro? el aviso ? es forzoso ser ageno. y si Insung le a c u s ó , que aun queda

duda,¿quién ha visto a legar testigos muertos, y testigos traidores , incapaces de fé ni de verd ad ? mas verdaderos testigos o ir debes en tu causa. T á r ta r o s , por su brazo y por su zelo á nada reducidos , vuestras voces elevad una v e z , dexad los cuerpos á donde habéis pasado , y referidnos de que modo V itin g sirve á su dueño. C on tad quantas heridas recibisteis, y quantas recibió de vos sa pecho. N um erad vuestros huérfanos y viudas si pudiereis contarlos que se hici^coa del bárbaro Tupi los cazadores?E l país de Ica n -ha la y a desierto, porque las fuerzas m ira derrotadas del m árgen del Songari los m il pueblos, vuestras desolaciones nos declaren qual ha sido Viting;¿m as porqué ouent* sus hazañas , si tu ne las ignoras, y las sabe contigo e l U niverso?¿Es posible que sea parricida quien por su amado padre taoto ha he-

cho?parricid a? d elito tan enorm e en T ártaros q u izá , ó en Europeos podrá caber ; pero en un Chino , cómo? ¿dónde de tal maldad está el exem plo? mas demos que lo fu e ra , ¿tu ju stic ia puede de tu clem encia estar tan lejos?¿á un h ijo , y á ta l hijo exponer quiere« á una m uerte violenta? ah Santo C ie lo l ó Señor! n o , no creas tal delit«: si le crees, perdónale te ruego, intercedan por él sus hechos graii>«

des,y sino te m ovieren tales hechos; de un amante las lágrim as y penas basten á m itigar tu sentim iento: á mis amantes llan tos::-

T a i. B a s ta ,b a s ta . D e cid , Viting«V i ff Y o d eclt no tengo, •

9Í -

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sino que desamado adoro á un padre, que callo , y con callar solo le. ofendo»

T a ic. O confiesa , ó disculpa tu delito. C a llo ; mi sola cnipa así confieso.

Q uanto Isvenvang ha diclio es mi d is­culpa,

y m uero con ra íó n si otra no tengo. P e ro muero inocente , y no se corta de Zunquing á quien a m o , el triste

riesg®.E l cruel T ao-m ó que se reviste en el traidor oculto qoe detesto, aunque amado le haya por ventura

- ei tem ido Tenvang, Sefior del. fuego, T isn -h e u á s los C ielos Soberana, y Cbang~ti e l gran T ien , D ios de los

C ielos,e^tos y quantos D ioses tiene C h in a, p or vengadores de los juram entos, empleen contra mí su fuerza inmensa, si ful capaz de ser contra mi dueñoj

■ y si pude tener idea alguna que me apartase de evitar su riesgo.

Taiv. Y nada decis mas?¡y ¡t. N ada mas digo.^ a i. F u é cierto el riesgo?^ i t . Si , fué mas que^cferto. íTt:i. E l puñal era vuestro? y i t . M ío era.T a i. Os halláron::- V i t . O culto y encubierto T ai. Con que estáis del delito convencido. f^ it. Prim ero sobre m i se aplome el C ie ­

lo.T ai. S i al fin he de salvarle , ¿en que me- • paro?

y o , gran Zunquing, á muerte le conde­no.

Js. T ris te dolor!I s v . ¿Ju sticia , donde moras?

á nujerttí! ó qué p.enarl T a i, Q u é desconsuelo !Z u . E l juicio se acabó con la sentencia:

Firm a lo \enter.cia. y o haré con él despues lo que hacer de­

boV o s ej reo llevad:::— los .guardias qup lo llevan á la prisión,

y i t . Eternos D ioses,conservad á Zunqyiog > y a que y o

luuero.

Taitning y Taicung L u ta n g y Zunquing, Isvsngy Isvenvangy L ea n g y guardias,

Z u . Vosotros me seguid.Lu. E l pueblo todo

á v o s . S eñ o r, me envía mensagero: se ha publicado el caso y sus in dicios, y nadie creer puede que es el reo V i t in g ; 3 vos me envían á que os pida, que de prisión le saques.

Z u , Y a no es tiempo.V itin g está ya á muerte condenado.

E S C E N A V I . ■

L u tá n g y Taicung.

L u . A muerte condenado::-m is tao presto así á L utang desairan, y desaíran asi á la fuerte voz de todo *1 pueblo! V lr in g es Inocenta , no es posible que en su heroyca virtud quepa tal yerro . N o ha de su frir el pueblo que le adora, que muera quien::-

7 ’«¿. ¿L u tatig , estáis vos cierto - de que á V itin g el pueblo leal sea?

Zw .E l pueblo y los soldados' que al extrem» llevarán su tesón por defenderle.

T ai. M e hasta por ahora saber- eso: quizá m uy otro soy que me im aginas, pero no es esta sirio para e stí , ' nos pudieran o ír; venid'conm igo.

L u , Vam os al punto, no perdamos tiem po.

ACTO IV.E S C E N A I.

Taim ing y Isv en g .

Ta. ¿V enís á repetir vuestros insultos?f s . C um plí un oficio, y otro cum plir debo.

Ve;)go á ver un am igo.Ta. A quien acusas:

y á quien quieres hacer pasar por reo, conociendo quizá que es inocente; si cupiera en mi hurniano tal exceso, y o misma le acusara j pero quando

co*

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co ilo íco su v irtu d , quando comprehendo que la traición es tram a por perderte, á quien no le defienda , le aborrezco. V o s el prim ero sois qae y o abom ino por falso am igo y falso amante.

J t . C ielos,disfrazáis el am igo en enem igo por prueba de am istad !

T a . T ales m isterios no pueden disculpar tus sinrazones.

Is , A y Señora! m i m uerte está en perde- rosj

pero y a n o e s posiblei2tunquing viene. T a . Y a no le puede ver.I s . V erle no puedo,

en qué quedam os?T a. Eu que el que á m i hermano

no le am a mas que á m í, y o le aborrezco. I s . F io al tiem po que todo lo descubra.

C o n esta coadicion tem er no puedo.

E S C E N A II.

Isv e n g f T a icu n g j Z u n qu in g y Latang»

Z u . lív e n g , á vuestra herm ana haced que venga.

U na nueva experiencia probar quiero.

E S C E N A III.

Z u n q u in g , L u ta n g ^ y Taicung.

T a i, Q u é podrá ser ?Z u . L iven g , el reo llam a.

E S C E N A I V.

L u ta n g y Zunquing.

Z u , Una prueba he de hacer : en fin el y e rro

es solo contra mí , que soy su padre. Isvenvang vendrá pronto á mi precepto. Y a sabe que hade hacer : si quando sola quedáre con V itin g com o lo ordeno, observas que con él pasa á m í q uarto , déxalos i r , y salvos y sin riesgo lleguen á mi presencia : mas si solo qaeda V it in g , al panto sea m uerto.T u me has de respouder de su cabeza.

en ti descansa todo m i sosiego: debo también cum plir con la justicia,- despues de haber cum plido con m i a fec­

toV e te , y junta las guardias por si acaso alguno se opusiere.

L a . O s obedezco.

E S C E N A . V .

Z unquin g y despues V it in g y Taicung,

Z u . N o es posible que sea V itin g soloj usando de ■clemencia nos librem os, y sópase quien es el que me ofende. .

V it . A donde v o y ?Z u . A ver el tierno afecto

que tu padre conserva.T/'it. E sta vo z soia

hace menores todos mis torm entos.Z u . M ientras que con V it in g á solas hablo,

apártate L iven g , para que viendo que se acerca Isvenvang,q ue viene avises.

T'02. Q ue enigm as, que experiencias, Santos Cielos!

Z u , Solos V itin g estamos : mas testigo s que el prudente L iven g y a no tenetiios, y de L iv en g estoy y o m uy seguro.

y i t . Q u e asi engañarse p u e d a llie ñ eterno!Z u . S iéntate sin recelo aqui á mi lado,

aun quiero haeer por tí mas que hacec debo.

T aicu n g se pone á una de ¡a s puertas ,p of. la qucil vendrá despues Isvenvang.N o te intento acusar in gratitudes, de que sin dudü alguna sales reo. D exem os tu delito ; aqui so y padre; solo me toca hablar de su remedio-

P 'it . A y padre! si supieras de mi alm a leer las inquietudes y desvelos, con que me afano solo por tu v id a , verias que tu am or no desm erezco,

Z u . N o lo dudo, V itin g : un alm a grande tal vez se puede d eslizar á un y e rro j pero siem pre el erro r del entendido, sigue de cerca el arrepentim iento.Q uise desheredarte , no uie adm ira que se enojase tu fu ro r 'g u e rre ra .E l que está acostum brado á los aplausos sufre m al que se in viertan sus derechos. T u quisiste á Isv en va n g, e ila es Ibena

C coa

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Í l ícoQ SU sangre m ezclar la m ía temo: aegu érelaj y caúsete un dolor sum o,^uizá m ayor que el del heredam iento.E n el primer hervor de los enojos intensaste delito tan horrendo.M as pues y a estás del y e rro arrepenti­

do,h o y ha de componerse nuestro duelo.

/^/V.Nada h ay que com poner,am ado padre, solamente en tu gusto estoy contento; y a no quiero á Isvenvang, y y a renuncio cetro y v id a .

Z u . T e pido mucho ménos:tu bien y m i bien b u scü ; tales paces n o intento que se hagan á v il precio. D espues que cedes justo es que y o ceda.

T a i. D onde van á parar estos rodeos ?Z u . T u , V itin g , estás preso y condenado

á una m uerte vio len ta: en ta l extrem o, y o que y a te perdono tu d e liro , e l perdón es lo ménos que te ofrezco. tTe quise negar ántes la corona, y a pienso de otro modo , y te la vu elvo: y a no solo te asocio á que conm igo m ientras v iva gobiernes mis Im perios; mas quiero que tu solo , y soberano 3o mandes todo , y o vasallo quede: aun mas que esto te doy eo este dia, jio pienso ser escaso , y a por dueño d e isvenvang te señalo ; y a lo he dicho que venga á repetirte sus afectos.

I^ it. Porque me pesa que T aicu n g lo escu­che.

ITat, Hasta mí os atreveis, hados eternoslZ u . N o d exa rá sd e ver que de este modo

m uy fino y m uy atento te m erezco: j ü no te busco mas que agradecido; aunque el R eyno renuncio, v iv ir q u iero . N o desdice que m ire por su vida quien la sabe exponer si llega el tiempo. A sp iro á conservar nii vida intacta; solo por ella es por quien te ruego, sé bien que h ay enemigos que la ofen­

den:sias no sé que enemigos. Sus denuedos m ientras no los conozco son terribles,

sabiendo quien son,ya no los temo: tu estás de tu delito arrepentido; mas quien te acompañó no lo sabemos. jD im e,hjjo ,qu ién es el que me agravia?

o p a c jfe !

me pedis lo que y o decir no pued®.Z it . L o ignoras por ven tu ra ?V i t . N o lo ignoro.Z u . Pues porque callas ?V it . P or tem er su riesgo:

tu le estim as. Señor , y y o le estimo.Z u . E s Leang?V i t . N o Señor , es ménos vuestr».Z u , Q uizá Lutang?V i t . N ü sé de L utan g nada?Z u . E s por acaso Isveng?V i t . O s ama tierno.

N o puede ser traidor quien es m i am igo: el em pleo de Isveng es defenderos.

Z u . O y e , dim e, es L iveng? en v o z baxa,V i t . N o mas te canses,

quien te a gra v ia es rauger.Z u , G ra cias al C ie lo ;

y a sabemos quien es sin qne lo digas: nadie puede dudar de tus extrem os d e q u e la q u ie r e s , que por ella ca lla s ; que es Ibena , y que tiene sentim ientos, que Isvenvang::—

V i t . Isvenvang está inocente :no es C h in a quien se a lien ta á cia tus

riesgos,es T ártara ; Señor la que ta enoja, he dicho quanto pueden mis acentos: castiga m i s ilen cio , pues te ofende.

Z u . T u intentas apurar m i sufrim iento; vuelve , hijo c r u e l , por esta vid a, no temas por la su y a , y o prom eto, y o juro perdonarla ; le aseguro sea quien fu e r e , si ganó tu afecto que sobre tu perdón será tu esposa,

V it . D ebo d ecir quien e s , pero no pue­do.

Z u , Y o no sé que pretendes , h ijo 'in gra ­to.

V i t . M o rir, Señor, m orir solo pretendo, padre adorado , y que tu vida guardes de todo el mundo , aun hasta de m i

mesmo,tem iendo que á tus ojo.' disfrazado en tí descargue algún T ártaceo acero.

T ai. Isvenvang aqui viene apresura­da.

Z u , Q ue los dos habléis solos he dispues­to :

tu coníiere con ella m i propuesta, f a CHmi>Íi com o padre con m i afecto ,

íes-

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resta cum plir de R e y can el oficio, haz lo que m ando,ó has de m orir iiiego.

T a i. D escúbrem e el am or que te prepara la mano de Isvenvang.

P^it. Q ué c r u e l, Cielos! no me persigas aun por esta senda, y bástete saber que te detesto.

I s v . G racias á T ie n , Señor , que y a per­m ite

Zunquing que y o publique mis afectos, y que pueda esperar , que fino am ante os tendré agradecido por lo ménos!

í^ it. F altaba aun este género de penas. I s v . Jam ás pude pensar que amor tan

tiernose pudiera o lv id a r tan fácilm ente: mas com o de Zunquing el real precepto mandó que me o lv id a ra is , y o no extraño que el olvido fingierais mas sincero.

T a i. O! que quizá es verdad.I s v . Y a sus peligros

vienen á fom entar nuestros contentos, y a se pone Zunquing de nuestra parte, y quiere p erm itir qvie nos amemos.

l^ it . N o puedo y o seg ar que os amé fino j por aquel mismo am or. Señora os ruego, que me dexeis que acabe con m is penas.

I s v . D e las p e n a s , V i t i n g , y a pasó el tiem po,

y a vuestra libertad viene á buscaros, y y a os v ien e á buscar el mismo cetro , os proclam a el exército gozoso, os proclama contento todo el pueblo. T o d o es presagios bienaventurados para la unión alegre que deseo.V uestro padre con vos se reco n cilia , os entrega contento sus Im perios, por arras de mi mano os asegura la sucesión precisa de su cetro.

l/ 'jt. T ris te pena!T iti. Q ué sustos me combaten!I s v . Solo una co n d lc io n , cargo peque­

ño,para tantas venturas te propone: aun esta condicion es honor vuestro, pues -ocasion te dá para que puedas reiterar tus heroicos sentim ientos.T u has expuesto tu vid a por su vida, su riesgo evitar puedes sin tu ries­

go.J)ecid , Señor) decid , esposo m ío.

T ai. Q ué v o c e s , Santo T ieo l Is v . ¿ Q ual vil a íc ro

amenaza la vida de tu padre ? gdí quien se conjura contra su pecho? te turbas ? te coufundes? y los ojos ai suelo miran y a , y a a! a lto C ielo?¿ qcé contrarios afectos en tu alma están luchando , d i , contigo mesmo? dam e, dame un placer que es honor tu -

y o , 'no me quieras aegar este consQelo: de m i vida se t r a ta , y de 1a tu ya , si así ca llas , tu mueres , y y o m ueroj aunque m i herm ano sea el delinqüente.

/^if. Y a lo he dicho á mi p a d r e , otra vez vuelvo

á decir que es m uger la que le asedia. N o es Isveng.

I s v . D e saberlo así me alegro.S i es m uger la que ofende á vuestro pa­

dream or quizá os d ttie n e , aun hal rem edio.

V i t . Y a sus viles intentos abom ino;6u semblante adorable en otro tiempo^ del negro Tao-nio me representa toda la crueldad, y ao com preheoda com o ha cabido un alm a tan horrible dentro de tan gracioso , y bello cuerpo.

I s v . T e dicta la razón estas ideas ; pero veo el am or que está cubierto.T u sabes que te adoro , mas conoces que no es esta ocasion para los zelos.E n medio de mi a m o r, y tu peligro pretendo hacer por tí quanto hacer pue->

do ;en nom bre de Zunquing te doi palabra de que el perdón tendrá tu amado dueño* Descúbrenos quien e s , y en este dia teiidrás con el perdón su mano, y cetro . Calíais? hablad , Señor : L iv e n g , amigo* ayúdenm e también vuestros esfuerzos.

T a i. Sois de n já ra io í, V itin g ? ¿ tao ti'eraa . amante

no ha de tener poder para m overos? C e d e d , Señor , ceded á sus am ores, ceded á sus ofertas.

y i t . A lto s C ielos!aun esto permitís? L iv e n g , dexadm e.

T a i. Y a veis qye le atorm enta esa silencio, f^it. Q ué hicieras si en m i estado te mi^

rárasi^C * Tai*

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ia oT a i. O lvid ar de tífla vez todo respeto,

y de m i A ugusto padre Jas ideas seguir aun de mi vid a con el riesgo,

^ i t . Y o tam bién com o vos.::- ¿ mas qué im agino?

con paciencia lo escucho? T ie n eterno! dexadm e y a , de^^adme , ak ! ¿porque un

ra yolio acaba con mi vid a , y mi silen cio? Señora , si me am ais, si á vuestros ojos son causa de pesar mis sentim ientos, s i es posible que os m uevan mis pasio­

nes,dexaduíP con m i mal y mi torm ento. S o y incapaz de ofensas de m í padre, p ero romper no puedo este secreto; s í m il vidas tuviera , si m il almas gue exponer por Zunquing a l m ayor

riesgo,p o r mi padre daría estas m il vidas^ mas las diera también por m i silencio. N o ]o puedo rom per, dexadm e os pido, dexadm e , y no aumentéis m i desconsue­

lo.i s v . Q uedad con D ios , Señor : con suma

penay s 'm a^ d m iracion que no com prehendo, n e re tiro i llorar de vuestra suerteli.tr iste c .adición y a sin rem edio .

lE S C E N A V I I .

Taicung , despues L utang,

T a i. T an to pesar por m í, tan grave pena, S eñ or, pasais ? pero tened a lie n to , d e todo os sacará quien os adora.

V i t . Q uien me a d o ra , cruel ? la m uerte quiero

aun m ejor que un am or tan execrable. % u. Señor, por orden de tu padre excelso

Riis puaJas seguid.Z^ií. L utan g, ¿me llevas

á morir?X «. S i , Señor. l^ it . G racias al C ie lo ;

a l fin se acaban ya 'm is pesadumbres: y de ser in feliz una vez dexo.T e sigo a l'p im to , antes me permite que habie un rato á L íven g.

X,u, N o te lo niego.

V itin g , y Taicung.

V it . V e is y a la situación en que me m iro: s a b s i^ u e á m orir v o y y porque muero: veis q ^ a t o hago por vos aunque no os

am o,que á una alm a tan culpada am ar no

puedo.E n tan terrible estado , que me escuches y que te com padezcas solo ruego.Salvar y o vuestra vida fuera poco; perder por vos m í vid a fuera ménos; mas callar un delito tan enorm e es para mi v irtud echar el resto; y hacer por quien me ofende una fineza, que y o propio abom ino y aborrezco.A u n mas que por m í padre p or vos hago, aunque y a vuestro nom bre me da tedio* P o r él piardo un am or abom inablej p or vos pierdo e i am or , la vid a y cetro: mas aunque pierda ta n to , aunque lo

pierda ,p or quien lo desm erece n© lo siento.E n tí puse los o jo s , en t í pusetoda m i confianza y mis afectos,p or la m ala elección que tuve entonces,estas d eso ’acíonés las m erezco.M as y a no hay rem edio á tal acaso, y a que te am é, T aicu n g, y por tí m uero, si á tu alma tal vez de mis pasiones pudo llegar el agradecim iento : si en corazon tan duro y tan rebelde pude e x cita r un m ovim iento tierno^ p or aquel hado infiel y triste instaat« que m ovió m i pasión vuestros afectos, os ruego que se acaben los rencores en que vuestras venganzas os han puesto.- Perdonad á la vida de m i padre, y juzgad que por él y por vos m uero.Si esto me co n ced eis, la muérte misma será de mis pesares ub consuelo.E ste gusto , Señora , que es tan fá c il, es la prostrerà dicha que deseo.

Tü?. Pues que y a d é la m uerte tan cercano solo sale tal ruego de tus ecos^ pues que me conserváis así la vida aunque ya publicáis que am or no Oí

debo,id i donde L utang esta esperando:

y o

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y o haré por vos después lo qne hacer d e­bo.

V i t , V o s lo juráis asi?T ai. S i y o lo juro.V it , Con que me lo cum pláis , muero con­

tento:me icaporía poco á mi perder la vida 9i la de mi hacedor conservo.

A C T O V.E S C E N A I.

Zsveng y muchos soldados armados.

I t. Vosotros por el resto del Palacio repartidos , guardad aquellas salas de Ja tropa y tumulto q u e se acerque; defendéreis vosotros las entradas; ' y o eoii vosotros á esta osada gente hacer frente pretendo.

A p a r ta los toldados los quales se van ó otra p a rte de los que s e van por otro lado ; ó los restantes y o l irse con ellos^ sale Taim ing y le detiene.

E S C E N A II.

J sven g , T aim in g , soldados y mugeres,

T a . T en te , aguarda.J s. D eten erm e, S e ñ o ra , mas no puedo,Ta. Para que ta l tropel y tales armas?

¿defiendes á m i herm aao, ó le persigues? P or servir le me opongo á quien le

guarda.Con oponerme i quien le favorece, le sirvo y o m ejor por quien le ampara,

E S C E N A III.

Taiming y mugeres.Taioi. Santo D io s , ¿ q u é m isterios tan

ocultosse encierran h o y de Isveng en las pala­

bras?^todo quanto pronuncia son m isterios, en tanto todo es grita , susto y armas. Q ual huye , qual pelea, qual se pone, abren y cierran puertas, suben, ba^aa

a flos p ó rtic o s , los atrios y las ca lles, jardines , e sca leras , to rre s , plazas, todo es ru m o r, ¿qué susto repentino con nueva desazón nos amenaza? unos gritan V itin g , Zunquing los otros, qiial biere , qual se q u e xa , qual procla*

ma,todo es g r ita , a lboroto , m u e rte , susto, b u llic io , con fusion , estruendo y armas; ¿en pocas horas tantas desazones?¿qua) e s , é Santo T ie n ! qual es la causa? no sé si es fiel V itin g , ó si es in grato , ni quien le ofende sé, oi quien Je ampa­

ra .Isveng(óC ielos!)corre ácia el p eligro, y mi padre y m i hermano ; ó quantas,

quantas «penas en un instante me distraen! de todas qutero h u ir, todas me llam an, p or m edio del peligro atropellem os, y saldré de Ja duda que roe afana.

E S C E N A I V .

'Dichas y Isvenvang.

I s v . T a im in g , viste á V it in g ? ¿sabes adonde

Zunquing está? mí afecto no le halla.T a. Y o nada s é , Isvenvang.I s v . A Isveng has visto?Ta. S i, sé que á Jos soldados a len taba,

n i sé en cuyo favo r, ni contra quienes. Is v . T o d o es desoJacion.T a. Sabes la causa?I s v . L utan g que ácia lu muerte llevar de»

beá V itin g entre gentes que lo guardan, le m ostró a l pueblo a lb oro tad o , apenas el pueblo le m iró, corre á las arm asj Sale L utang á acaudillar eJ puebJo, y V itin g quedó arm ado con sus g u a r-

‘ d ia s :sin duda gue en tal caso , en íaJ p eligre con una negra acción su vida salva.P or otro lado y a L iven g armado corre las galerías y Jas salas, quizá para oponerse á los intentos de V it in g y L u ta n g ; Isveng fa lla b a, y acaso favorece de su am igo lle v a d o de su am or la sia!a causa.

T a.

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Ta. Q ué será de nosotros , Santo C ie lo l y a los D ioses !a C h in a desam parao: y Chinos con tra Ch inos enojados se en cu en tran , se com baten y se m atan,

E S C E N A V .

D icha s y L ea n g herido de m uerte.

L e- I A donde podré huir aun de los C íe ­los

que han m irado la doblez, las asechanzas con que á V it in g m i herm ane be perse­

guido?donde::- mas los alientos y a me faltan: disfruta e l cetro y a de que m i astucia, y tu suerte cruel te defraudaba.Y a muero , y a los C ie lo s me castigan, aunque ¡nocente estás, m i aliento acaba.

T a . Santo D ios , y a mi herm ano ha falle­cid o ,

qué de nuevos tormentos nos asaltan!Cae y muere.

í/iy. V it in g está inocente y condenado contra toda razón sin justa causa.

E S C E N A V I .

V ic io s i Zunquing y dos cf tres soldados.

Z u . A un me queda v a lo r , traidores v i le s , aun sin armas r«sisten estas canas.Cielos , en cuerpos muertos tropezando, aun los m uertos consuman m i desgracia.

Defendiéndose- de ellos tropieza con L ea n g y cae.

Is v . D eten eo s, crueles.T a . E n mi pecho

descargad e l furor de vuestras armas. Z u . O D ioses ! es L ean g ? tras ta ita s p e­

n as,esta pena y torm ento me faltaba! ven y a , cruel V^iting, ven y de un padre siega la débil vida y a cansada, cotno la de tü hermano has acortado: pesar sobre pesar , esferas sacrss! M atadm e y a soldados, sed piadosos, poned de una ves ¿ n á p308S tantas.

Is v , D et^neos;;-

D ichos y Taicung eon soláadot.

T a , L iv e n g , tu le defiende,pues aquí nuestra dicha Ce depara..

T a i. A p a rta o s , soldados , esta vida solo á m i mano coca el acabarla.

I s v . Q u é es e s to , Santo D ios!T a i. D a r justa m uerte

á quien con v iv ir sol5 y a m e agravia»

E S C E N A V IH .

L o s di chot y V it in g ,

l^ it . D eten te.T a i. D e x a , dexa que este golpe

acabe de una vez nuestras desgracias. Z u . L a acción heroica y noble de m atar­

m e,al P rín cip e V it in g es reservada.

E ngáñate , Sefior m i desventura.T a i. D éxam e com pletar esta venganza, l^ it . Para el sagrado pecho de m i padre

es m i pecho la senda : si tu rabia aquel romper p reten d e, por el mió prim ero ha dé pasar tu v il espada.

Z u . E s verdad lo que miro?Z^it. Leang-m uerio!

ó pena , eterno T ien ! nueva y extraña! T ai. N o contengas , V it in g , mis justas

iras.V i t . T an vil deslealtad justa ira llamas? Tai, C astigar los injustos es justicia. í^ it. ¿Y quien, d i, te hizo juez de los M o ­

narcas?T ai. T u p eligro ::-V it . M i M uerte y mi peligro

depende de los. D ioses que me amparan^ T^ai. Su cruel órden::- y i t . Preceptos de los R eyes

entiéndelos , adóralos y calla.T a i. T e aborrece.

N o im porta j y o le amo.Tai, T u v id a::-

• l^ it. M e la dló, puede cobrarla.T a i. Resistencia tenaz! ola soldados,- la cbra completad.V i t . T ened las armas:

si ayudais v-flfiStro Príncipe con ellas.

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d exad las; vuestro P rín cipe os lo m anda, T a i. Y a v ile s , las dsxais? pero no im portaj

y o basto tal empresa á com pletaría.M as qué es QStoV V itin g , p or defenderle y a vibras contra m i tam bién las armas?

V it . N o lemas que te h iera , solo aspiro á defende»me á nií, y ¡a l que amenazas. L o í soldados envainan y se apartan.

Z u . D ioses , g quién es L iv e n g que le res­peta

de este modo V itin g ?T a i. Pues que no bastan

las trazas que ha inventado m i d e ^ o para acabar aquí con mis venganzas, y o buscaré otros m edios de mas fuerza: tu mismo con tra t í serás las arm as.L a espada que á vengarm e no me sirve tiro á la tierra lim pia y desairada j y esce puñal que t uyo fué otro tiem po é sucederle venga á la demanda.O dexa que á Zunquing dé digna m u e r-

ó m i pecho con e l luego se rasga.V i t . T en te.I s v . Q uién es L iveng?Tu. C ie lo s , qué es esto?^ ¿ í.D io se s ,e l mismo ardid a q u í me valga ,

ó arroja tu el pufial, ó me doi m uerte,

E S C E N A U L T I M jV.

D icho s y Isv e n g seguido de muchos sold.

V i t . M ira , T a icu n g , aparta que te matan. Zu% T aicung?I s . E sta es T aicu n g , esta voz sola

todo el hecho y m isterio nos declara, tu silen cio, sus causas y su enojo: con este nom bre Incung nombró á su

herm ana.

Isv e n g seguido de muchos soldados por de­tra s de Taicung 5 V itin g qae lo v é dice su verso. L os soldados asen á los que tenían á Zunquing^ y se ios llevan con suma impaciencia y pasión.

T a i. S i , hermana sol de la cu n g , y a eo el extrem o

perdida y a la vid a y la ven ganza; sepa el mundo quien £0Í, mis iras sepa, y se fa sus aioUv«s y mis tramas.

Incung y y o que aqui desconocidos prom ovim os tan justas asechanzas, en real cuna nacim os , y educados nunca esperamos ver esta desgracia.D e A m aváa y Zunté somos herm anos, tem blando al nom bre solo de m i casa, que aunque por vuestras dichas abatida,

. pondrá quizá terro r á vuestras arm as. V u estra desolación juré á m i padre, quando por dicha vuestra y a espiraba: mas amóme V it in g , y aquí me traxo fingiéndome L iv en g : y o preparaba á los cugustos iHanes de mi sangre el sacrificio horrib le que me encarga; dos veces intenté darte la m uertej mas tu dicha y V it in g que te guardaba detuvo de m i brazo los enojos.Y a que no me bastaban asechanzas, conjuré con L u tan g abiertam ente para ayu d ar la plebe levatand a, libertar á V it in g y m uerte darte.Y aom ó sabe frustrarm e las vén ga n la s, mas no sabrá estorbarm e los ca stig o s: pues sol tan in feliz en esta casa, que no vengo los duelos de ia m ía, castigo así á lo ménos m i desgracia.

V i t . T e n te , T a ic u n g ; a h C ie lo s I y a se ita herido.

S e da c*ón e l puñal y ca e en los brazos de los soldados.

Z u . E n quien ponia y o a « confianza!T a i. V it in g , si aquesta mano que adoras­

te,y sí m i voluntad que os encontraba, como T á rta ra os ama y os ofende, se venga com o T ártara y se m ata.

Z u . L le v a d esa m uger.I s . L levad la al punto

á donde no veam os su desgracia, y sirva para exem plo á los tra y d o re s, de ve r que su traición es quien la aca­

ba.V o s , S e fio r , de un amante abom ina­

bledexad aun la m em oria. Uu llev a n ,

V i t . Y a borrada estaba mi pasión desde aquel punto que pude conocer sus asechanzas: y o te mandé por eso que escribieras aqwel aviso fiel que conservaba á Zunquing: mas guardando aun las cea^-

zas ú t

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de aquel culpable amor^que me acíisaras te mandé.

Z u . O Santo Tien! á quien debía la vida por m i muerte castigaba: m i cetro , m i coroaa , es V it in g , tu ya, tu m e la has coaservado y tu la ganas.

V i t . Señor, ni mas corona , ni mas cetro quiei^o , que vuestra v id a idolatrada, ConquB 'viva m i padre por mi m ano, tiene el prem io mas digno quien os ama.

l i v . Heroe tan grande , ( ó C ie lo s! ) tiene China!

venturosa m il veces quien le ama.Ta. Y y o culpaba á Isveng!J xv . S i hablar pudiera,

d e m i aaiistad y amor jamás duiiára: pero no es tiem po ahora de estas cosas: íí> que im porta es que queden.acabadas de sosegar las turbas de la plebe,

sus cabezas y a quedan castigadas^ y com o m erecían sus traiciones perdieron y a la vida en la demanda. L utan g y ace y a muerto por m i manOj y T aicu u g por la suya quizá acaba, y a los rebeldes huyen y se esconden: acudamos al punto con las gu a rd ia s; y sosegado todo , vos conrento, en V itin g poned y a la confianza.Leang que le ofendió, m uerto aqui y ace: así castiga el C ie lo quando calla.

Z u . L o conoces^ llevadle y a soldados, y o tus obras aprecio y tus palabras, lea l Isven g, sigamos tu consejo, y aplauda toda China a l qua me sa lv a , al que e l quitarle el cetro y aun la vicia, lo pagó con finezas nunca usadas.

V it . A s í quien la virtud conoce y sigue, paga siem pre á su padie y su M onarca.

F I N.

C O N L I C E N C I A .

Barcelona: En la Oficina de Juan Francisco Piferrér, Impresor de S. M. 5 véndese en su Librería

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