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DON LIQUIDO ó EL CURRUTACO VISTIÉNDOSE. ESCENA UNI-PERSONAL. PARA REPRESENTARSE EN CASA PARTICULAR. POR DOJSr JUAN JACINTO RODRIGUEZ CALDERON, Cadete del Regimiento Infantería de Ordenes Militares, CON LICENCIA VALENCIA POR JOSÉ FERRER DE ORGA. AÑO 1816. Se bailará en ía Librería de José Cárhs Navarro , calle de la Lonja de la Seda : asimismo un gran surtido de Comedias antiguas y modernas^ Tragedias 9 Autos Sacramentales , Saynetes y Unipersonales,

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DON LIQUIDOó

EL CURRUTACO VISTIÉNDOSE.ESCENA UNI-PERSONAL.

P A R A R E P R E S E N T A R S E E N C A S A P A R T IC U L A R .

P O R D O JSr J U A N J A C I N T O R O D R I G U E Z C A L D E R O N , C a d e te d e l R e g im ie n to In fa n te r ía de O rdenes M ilita r e s ,

CON LICENCIA VALENCIA

P O R J O S É F E R R E R D E O R G A .A Ñ O 18 16 .

Se bailará en ía Librería de José Cárhs Navarro , calle de la Lonja de la Seda : asimismo un gran surtido de Comedias antiguas y modernas^ Tragedias 9 Autos Sacramentales , Saynetes y Unipersonales,

E S C E N A .

E L T E A T R O R E P R E S E N T A U N A E S T A N C I A D E casa am ueblada á la moda^ ^oarias silla s repartidas- con sim etría , en ellas a lg un os adornos de •vestir ; h a b rá dos p u e r ta s á derecha é Í2.qtiierda , y una p r in cip a l en e l fo r o con cortin a que fig u r a

ser d e una alcoba. D o n L íq u id o se p r e se n ta saliendo p o r la p u e r ta d el m èdio en ba ta y g o r r o m irando a l r e lo x que

debe haber colgado d f u n a silla refreg á n d ose los ojos, como] soñolen to y d ic e .

A,.pétias dorm ir pude una hora y sh marido y sus primas ! ah ! me media, _ estiman

huyó de cnis sentidos todo el sueño, un poco mas de lo que yo me pienso, me desheló peasar que lie de ves- ni un momento descansan , sin que

tirme, logren para lo cual es fuerza mucho tiempo; de mi vista .... m as mucho me dé­las cinco son ? Jesús ! m uy de m a - tengo

ñi^na pensamientos tales: el tiempo urgehe dejado el mullido y blando lecho, y debo de vestirm e; ola? Cam ello?Roquilio? no responde, Roque? nada Roquillo? no p a rece, R oque! Roque?dormirá y roncará como un Becerro,. S a le R o q u e soñolento p o r la pner^y hace bien porque todos sus adornos ta d e la derecha.los encapilla en menos de un m o - Acabáramos bestia, aun soñolento

mentOy nie pones deíantel....pero es f u e r z a llamarle , que es p r e - Sácame la camisa : en qué te paras?

1a bordada simplón , a y majaderosalir de casa p ronto; el embeleso semejante.... la chica.,., la pequeña,de dona Isabelita , desairado V a se R o q u e. estará si me espera u a corto credo» Cuanto los hombres que sufrir te -Quedamos ayer noche en que á las nemos-

oclio con esíos insensatos! y si ignoraná casa de las bacas por paseo lo que es Corbata , Camiseta, Peto,iríam o s, y es justo que no falte Sitoyen y y otros muchos nombresá una cita en que cifra mi áeseo propiostan útiles ventajas. Q ué dirá que todo Currutaco fino y diestrolld efo n sa, Cristina y don Cornslio debe saber ; pero yo siempre aspiro

à vestir con destreza y eoa aseo demostrando en el ayr« , compostura, m arcialidad, afectos y despqoj soy criado e a ia Corte , común P a ­

triadel Petimetre sábio y Caballero::- D ejala en esa s illa , traeme agua,

S a lf R o q u e. y m ira si ha venido el peluquero:

V a se R o q u e , si y o fuera M onarca -, con justicia premiar debiera tan ilustre gremÍ0| sin peluquero, el Currutaco es nadie, con él es hombre al cabo de p ro­

vecho.Com o , pregunto y o , las Petimetras, las Damitas del Cuño con esmero se presentarán en el lindo Prado, en A to ch a , D elicias, Recoletos, si no hubiese tan útil artesano? daría compasion verlas el pelo falto de com postura, aunque supliese

S a le R o q u e con a g u a . el peluquia rizado á puro fuego. Lavarm e determ ino: R oque? trae la caja de los Polvos con que al

diestrodoy al rostro barniz para que oculte et color que dá ei ayre madrileño.

V a se R o q u e .Ola ! fresca está el agua , y aun

apénassalimos del veran o, mucho siento se eche tan pronto encima la penosa estación , no podré lucir el bello F ra q u e , que de París debe llegarme á fines de Noviem bre. Aquesto es he­

cho: Sale R o q u e con la cq¡a>

ya estoy U ra d o , ven gi la c^ jio , y acércame al instante aquí el es-

, pejo.C re í que era tem p rano, y aun de­

bieram adrugar mucho mas. D on Anacleto, chispas! ha de llegar autes sin duda^ acá conmigo el receüllo tengo que anela desbancarme; pero ju zgo no lo logre jamas , si considero en el firm e, constante y afable trato, que con doña Isabel hasta hoy con­

servo.E lla es m uger al f in , y en las

mugeresno hay que fiar m uch azo, los es-

tremos,Á que una pasión fuerza , son te­

miblessi ella llega á m irar con ojos tiernos ai futuro ríbal de mis amores; soy perdido del todo } mas no es­

perotan doble trato de una ilustre dama, como es doña Isabel, su nacimiento Jamas permitirá que sin reparo de dia en día aámbie de Cortejos,£1 peluquero tarda demasiado, y p^ynarme es preciso: estos aprietos son terribles á aquellos que no saben suplir ¡guales faltas por sí mesmos. Y o , gracias á mi m ism o, he pro­

curadoaprender los precisos ministerios de zapatero, sastre y costurera, barbero, apíanchadura y peluquero, de modo que si falta por acaso en un crítico lance alguncf de dios,

me valgo de mí mana y me com - déjafas animal.... despacio..., ciertopongo. que entran algo apretadas... haber si

Koquíllo ? mieotras tanto que yo elUsq'Jedo se re->i?teii ahora San Dem etrio !

componié.idome el p e lo , tú procura K om p en se las m edias y quédalecepilla-/ne el vestid o , enira allá la m ita d en la mano.

duarro, L a mitad en las manos me hany advierte que de tu pericia fio quedadotj-ueJe como un espejo. Cuanto debo 5 otras limpias no tengo , segúnV a e H oq u e p o r la p u e r ta d e l creo.

m edio. Que haré cielos en tan fatal des-atabar mí fortuna por haberme gracia?proporcionado el gran conocimienío que 1 poner medias solas y lausde doña L ab efita , ella es m uy linda, deo.canta divinamente , ni un güguero, T ira R o q u e la m edia que quedópor mucho que procure hacer n o- en la p iern a .

loria S^ am e ese pedazo de la pierna;su dulce v o z , imita sus gorgeos. bueno. Dame la media... anda ligero,Si bdyla , todo el mundo la bendice, deja que yo la ponga... á si... ca -pues aseguran varios que á R¿qüejo ramba !aventaja en h icer con simetría díficiimente entraron pero puedoJas escelsas «ludanzas del bolero. asegurar de mí no se han burlado.V estir! Dios nos am pare! fama tiene Ya he salido de un riesgo, y á otroasi en M ad rid , como en todito el riesgo

R eyno me espongo nuevam ente, todo esde simpar Currutaca , qué bien sienta sustos,sobre su fi:io y delicado cuerpo T om a los ca lzon es en la mano,una Camiia Gitega...... ya es ocioso cuantas empresas que vencer tene-que vciig i el peluquero j bueno ! mos

bueno! los finos Currírfflcoj! Muchos piensan,no e<tá m lo el peynado! e le ? R o - que es reservado á solos los g u er-

q:>illo.^ Sci!e R o q u e . reros,los calzj-.ies, las medias y los nuevos alcanzar en campaña mil triunfo»z a p ito s ; pronto ? pronto que ya pero engañados viven , aquí

suenan , vemosen la p ierra de! sof las seis : c o - aun simple Currutaco sin campañas

nuenzo adquirirse mas nombre y mas trofeos• á poner las calzetas, he! no tires, coa saberse poner unos calzones.

Cada cua! en su clase y en su em ­pleo,

es digno de alabanza si merece distinguirse en la ciencia que dis­

cretoha aprendido, ninguna duda cabe que el vestir á la moda y es cien­

cia , pero para instruirse en ella debe un joven gastar en estudiarla mucho tiemp:^, tener trece quintales de piciencia, despreciar como polvo los talegos-, frecuentar sociedades Currutacas, burlarse de otros trages mas mo­

destos,aprender á march<ir á la prusiatva, y no hacer caso nunca del dinero. Con efccto , parecen irritantes á todo buen pitricio estos preceptos, y cantidad de hipócritas no** llaman medio hombres, rnaricoms y moñecos'y pero todo individuo de U escuela Currutatica f alumno de sus bellos claustros , y discípulo observante de estas discreta*» reglas con itnperio responde comMomente á los visoños, que tratan á sos dogmas con des­

precio.Y a entraron los calzones, oyes ? tira por 1.1 p iiriiia::- á espacio.... que ca­

mueso !•$i me de:>cuÍdo un poco das con­

migo-un co>ia'azo sobre el duro suelo... basta... á ver esa cinta... aprieta....

fuerte....J ir a , R o q u e de los ca lzo n e s á

D o n L íq iú d o ,

haz un lazo... acabaste? grave aprieto padece mi cintura , mas al cabo es preciso sufrirlo si pretendo vestir al uso, que la insigne moda asi lo ha decretado y lo ha dispuesto. U n joven de mí e d a d , de buena

sangre,dotado de las luces de un talento superior á los o tro s , de buen talle, sin presunción alguna , de buen

genio,y amigo de dar gusto á todo el

mundoyes digno de ocupar un trono regio, yo por mí lo conozco j en cual­

quier parte donde con entusiasmo me presento, recibo mil elogios de infinitos, y como soy Don Liquido no dejo de sonrosearme , que las alabanzas oidas cara á cara causan tedio. Dam e aquesos zapatos.... ha.., ha...

lu . . . riéndose. cada vez que rae acuerdo..,, Don

Fulgencio tripa corta, señor de l.i Alfacona, que como iodos saben , en estremo es chistoso, me dijo la otr» tarde h^iblaudo dtl calzado, que podemos, los que usamos zapatos á la moda, demoler con sus puntas ios C i­

mientosde las fuertes murallas de una plaza si acaso faltan picas al egército.Y no m ienten, que algunos su conato cifran en imitar con iodo esmero el montaraz adorno que en AsiurU» suple el zapato que es el Zueco^

óalgo apretados vienen^ mas no ím - con cuatrocientos pliegues cuando

porta, meaos,sientan, sufran y aguanten pies y sin duda es m uy d e cen te , y si ge

dedos, atiendeque por parecer g u a p o , todo es al capricho común del bello sexo

poco, en habiendo doblez en cualt^uiec pues es justo vestirme com o debo. parteEstos lazos.... ya están ... las siete Ies hate mas amable todo objeto.

suenan... E l pelo á lo inocente, como suele<ina borita me queda ; oyes? de un comunmente llamar el bajo pueblo,

vuelo igualm enete 66 vistoso. L a inocenciasal de casa y vee en derechura agrada á todo el mundo , y aunque á la de mí am igizo don Cornelio un veloy dile á su señora, que a( instante ios vicios le han echado-, sí cu a l-

V a se R o q u e . quieraque acabe de Vésrirme, ante su cíelo hace ver ó demuestra que es s in - file pondré... corre,., vete.,, en qué cero,

te paras ? por mas que en su interior sea un En m uy notable grave y fuerte malvado

empeño y su carácter bárbaro y perverso,me pone haberme estado desbefado le gradúan los hombres por ua santotant® tiempo en la cama. Los m o- y por digno de honores y de empleos.

nientos, Pero que dices Líquido? te acuerdasque sin la vista de mí amante paso, cuando vestirte debc< de los yerrosson terribles, quisiera no perderlos, en que delinquir suelen tus Patriotas?las finezas que alegre me fra n - Quieres meterre acaso à Misionero?

quea, deja el ayre que c o r ra , y ponte el las m iradas, suspiros y el obsequio Fraque,que le m erezco, pruebas son m uy m uy bien::> y q u e m e resta? ahora

ciertas el sombrerode lo constante y firme de su afecto, y el bastón:: ya acabé:: veis aquí un D on Anacleto nunca podrá darme hombrerauchi gu erra , porque á mi favor propiamente vestido::-ah! que con­

tengo ceproel ser yo un Currutaco, y él un de mí harán los amigos? vaya! vaya!

hombre salir sin los relojes::- uno buenoque cabalmente viste á lo chambergo, es el que me acompaña que ha Cam isola bordada de oro y seda costado,

en ciert« baratillo , siete pesos: para suplir la fa lta , que resulta en llevar este so lo , yo me ingenio de forma que ninguno'á notar llegue punto tan delicado:: un obillejo de h ilo , con su gran cadena , suple. VeÍ5 aquí con primor todo está hecho.. Aufi son las siete y media , tiempo

quedasuficiente á llegar donde el deseo i voces me apellida. Antes es fuerza dar aqní cu atro , cinco ó seis paseos á fìn de no alterar en todo dia la marcha. Así va bien. Derecho el

cuerpo,al natural las m an os, cortesía.Si digo que hago todo cuanto quiero, por lo tanto las damas, que me miran se apasionan de m í, que horribles

zelos.le he dado el otro dia á la Anastasia? pues á la Nieta de Don Pedro Prieto Pajas! la doña l^abelita es dneña, como ella sabe y a , de este emií^ferio, figuróme que llego ante sus ojos, la hago cortèi y fino rendimiento, implórola benigna y compasiva, la digo algunos dichos alagúenos, y ella me corresponde con ternura,, y entonces á sus plantas me pros*

ternorn-A l arrodillarse ábrensele los cal­

lo n e s .M as a y de- mí infeliz 1 que es lo

que hize ?Apenas al mi'-ar mi m.d aliento. Com o? co--no respiro cielo-> santos! los calzones ó Dios! todos &e abrierou

oh desgraciado Liquidai que observas! para cuando las ¡ras , juramentos y maldiciones guardas? duros hados! Ahora que vestido coa- esmero te hallabas , y citado de un a D.ima aquien sirves de D om ine ó Cortejo, padeciste desastre tan terrible ? Instante triste, bárbaro y tremendo! Q ue he de hacer? A y de m i! si otros

calzonescortados á la. moda no conservo? las ocho suenan y mi Dam a espera; Roquillo y el pobre R o q u e , mi Es­

cuderohabrá dado el recado. Angustia fiera! Q ue estrano fu e g o , que voraz in­

cendiodentro de mi interior me m artiriza, las llamas de un Vesubio ó M on-

gíbelo,.aun son de los ardores que en mí

reynanpoco segura, imagen ó bosquejo: oh trajes,,que el orgullo y fanatismo introdujo en España! cuan ágenos sois de q'je un ciudadano virtuoso á contemplaros llegue con aprecio ! vosotros sois la causa de mil males, de vosotros dimanan los estremos de suma decadencia en varias casas, por vosotros el lazo de Himeneo à muchos es odioso, cuando debe ser de ternczis alágueño. objeto, á tanto alcanza el poderoso influjo que en roda sociedad habéis impuesto^ que el que- no IK gi á usaros des­

mereceá su honor, á su sangre y nacimiento!

A mí me alucinasteis, Io conozco pero ¡cuan iarde por mi oial conñeso una falta que debe á cada instante abochornar mi triste pensamiento! Y o de buen español, incautamente pasé á ser con vosotros un Muñeco* Fusilám in e, torpe y afeminado me hiciste parecer, cuando el esfuerzo que es común en mi edad hacer

pudieraconocer á la Patria mi ardimiento. M as aunque tarde y perezosamente de tan v lb s adornos me arrepiento procuraré enmendándome dar prue­

basde que los desestimo y aun detesto. Busque doña Isabel quien la corteje, disfrute aus fíuezas Anacleto

ú otro que le merezca por insigueCurrutaco f sus fìnos remordimientos? que yo de hoy adelante mas prudente adquiriré el renombre y buen con­

ceptoque con justicia á disfrutar llegaron los que trajes Iguales no vistieron» Y a infelices maridos que la suerte os dió una muger fá c il , cuyo anelo es vivir á la moda , desde ahora eo mí tenels un triste rib il ménos.Y pues por un acaso llegar pude á abrir los ojos del mortal y fiero estásis en que estaba sumergido, dando gracias por todo al Dios Su­

premo,pediré al Audiforio que perdone las faltas de la Pieza en tantos yerros.

F I N.