Trabajo social y tercer sector

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INTRODUCCIÓN El presente trabajo centra su desarrollo en la intervención llevada a cabo por los trabajadores sociales en una organización del tercer sector, destinada a la promoción y protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, en el marco de un proceso de cambio de paradigma en materia de niñez. Las prácticas pre profesionales de los integrantes del equipo de investigación han sido realizadas durante el año 2008 en instituciones vinculadas con la temática de niñez. Asimismo, parte del mismo ha realizado sus prácticas en la Asociación Civil “El Coihue”, organización que es tomada como referencia para la presente investigación, situada en la localidad de Isidro Casanova, Partido de La matanza, Provincia de Buenos Aires. Dicha organización, comenzó su trabajo bajo la forma de Asociación Civil en el año 2001, si bien los integrantes de la institución debido a ser vecinos de la zona ya habían comenzado a trabajar ocho años antes de obtener la Personería Jurídica con jóvenes con causas penales y asistenciales del barrio “La Borgward”, ubicado en la localidad ya mencionada. 1

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INTRODUCCIÓN

El presente trabajo centra su desarrollo en la intervención llevada a cabo por los

trabajadores sociales en una organización del tercer sector, destinada a la

promoción y protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, en el

marco de un proceso de cambio de paradigma en materia de niñez.

Las prácticas pre profesionales de los integrantes del equipo de investigación

han sido realizadas durante el año 2008 en instituciones vinculadas con la

temática de niñez. Asimismo, parte del mismo ha realizado sus prácticas en la

Asociación Civil “El Coihue”, organización que es tomada como referencia para

la presente investigación, situada en la localidad de Isidro Casanova, Partido de

La matanza, Provincia de Buenos Aires.

Dicha organización, comenzó su trabajo bajo la forma de Asociación Civil en el

año 2001, si bien los integrantes de la institución debido a ser vecinos de la

zona ya habían comenzado a trabajar ocho años antes de obtener la Personería

Jurídica con jóvenes con causas penales y asistenciales del barrio “La

Borgward”, ubicado en la localidad ya mencionada.

Actualmente, desde la organización se trabaja con niños, niñas y adolescentes

que se encuentran atravesando situaciones de vulnerabilidad social de los

barrios de Alem, Luján, Villa Sapito, La Borgward, proponiendo su activa

participación en la resolución de las situaciones que los involucran. De esta

manera, es que se trabajan diversos temas propuestos por los niños y jóvenes,

dando lugar a la formación de distintos espacios, como el Centro de recreación

para niños, en el que se realizan actividades de apoyo escolar, juegos, deportes

y merienda, así como los talleres de capacitación en carpintería, corte y

confección, entre otros.

Como se mencionó en un principio, la intervención profesional se enmarca en un

proceso actual de cambio de paradigma en materia de niñez, que implica

superar el antiguo paradigma conocido como del Patronato, que rigió hacia

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finales del siglo XIX y gran parte del XX, con el fin de postular el nuevo

paradigma de “Protección Integral de los Derechos del Niño” materializado en la

Convención Internacional de los Derechos del Niño (1989), recogido por la

Constitución Nacional y materializado en diversas Leyes, entre las que

destacaremos la Ley Nacional 26.061 y la Ley de la Provincia de Buenos Aires

13.298, en la cual se apoya el presente trabajo.

En clara oposición al Paradigma del Patronato, el nuevo Paradigma de

Protección Integral, materializado como se mencionó en la Ley 13.298, propone

una visión del niño “superadora”, en tanto éste es considerado desde la

concepción de sujeto pleno de derechos, portador de pensamiento, conciencia y

de una percepción acerca de su situación así como de sus necesidades.

Asimismo, dicha Ley, en lo que respecta a las instituciones que intervienen en

dicho ámbito, propone una radical transformación, tanto al interior de cada

institución, como también en las formas de articulación, derivación y atención de

las problemáticas de niñez, adolescencia y familia, a la vez que se establecen

nuevas instituciones.

Esta transformación implica una reasignación de sus atribuciones en el proceso

de atención de esta población. Dentro de esta reasignación, las instituciones

deben asumir nuevas responsabilidades, no porque no las hubiesen asumido

previamente, sino porque en este marco, estas responsabilidades adquieren

cierto carácter de “obligatoriedad”.

En este sentido, se hace hincapié en la idea de “participación activa”,

“corresponsabilidad” o “responsabilidad colectiva”, en tanto propuestas

promovidas por el paradigma mencionado, que apunta a que todos los actores

(tanto públicos como privados) sean responsables de velar por los derechos de

los niños, en los temas de promoción, protección, resguardo y restablecimiento

de los mismos, y lo hagan de manera conjunta.

A partir de este nuevo marco conceptual, es que surge el interés acerca de las

vivencias de los profesionales frente al cambio legislativo, acerca de las

prácticas que se han modificado y de las que permanecen, acerca de las

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funciones y responsabilidades que, a partir de la nueva ley, se les atribuye y al

modo de desarrollarlas.

De esta manera, el propósito de estudio del presente trabajo, se ha orientado a

contribuir al conocimiento de los procesos de intervención desarrollados por los

trabajadores sociales en una organización del tercer sector, destinados a la

promoción y protección de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes, en

relación a la noción de “corresponsabilidad” contemplada en la Ley 13.298.

A los fines de conocer los procesos de intervención desarrollados por los

profesionales, esta investigación, de carácter exploratorio, ha sido abordada

desde un enfoque y una metodología cualitativa, buscando comprender la

perspectiva de cada uno de los trabajadores sociales acerca de los cambios

ocurridos y la intervención llevada a cabo.

Asimismo, siguiendo el propósito de estudio planteado, se ha decidido analizar

las intervenciones de los profesionales (trabajadores sociales que intervienen

directamente con niños, adolescentes y/o sus familias) de la Asociación Civil “El

Coihue”, así como también del Servicio Zonal de Protección y Promoción de los

Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes (Región Oeste) y Locales, con los

cuales la organización trabaja, para lo cual, se utilizaron fuentes primarias y

secundarias. En una primera instancia, como fuentes secundarias que

permitieran recabar información para el análisis, así como también para

profundizar una mirada crítica, evitando caer en estigmatizaciones y

descripciones valorativas en relación a la problemática planteada, se ha buscado

conocer los lineamientos establecidos por la Ley Provincial de Niñez, así como

otros documentos afines, publicados a partir de las promulgaciones de dicha ley

y otro tipo de bibliografía teórica de la temática.

En una segunda instancia, como fuentes primarias, se han realizado entrevistas

individuales semi-estructuradas, con preguntas abiertas, a los diferentes

trabajadores sociales de la organización “El Coihue”, así como a los

profesionales de los Centros Zonales, con el fin de comprender, como se

mencionó con anterioridad, la perspectiva de cada uno de los mismos acerca de

los cambios ocurridos y la intervención llevada a cabo.

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Tanto para garantizar la coherencia del análisis realizado, como para una

mejor comprensión del mismo, se ha organizado el trabajo en tres capítulos

principales, que a su vez contienen subtítulos temáticos. El primer capítulo se

titula “Hacia el Nuevo Paradigma: ¿Nuevas Experiencias?”, y contiene una

explicación de los principales ejes del paradigma de la Protección Integral de los

Derechos de los Niños. En el segundo capítulo, “La Intervención Profesional en

Organizaciones Locales: Cambios y permanencias a partir de la Ley 13.298”, se

analiza qué prácticas profesionales han vislumbrado cambios concretos a la

hora de la intervención y cuáles han permanecido intactas, considerando

asimismo cómo se han reconfigurado las instituciones en relación al concepto

mismo de corresponsabilidad. El tercer capítulo se titula “La Corresponsabilidad:

una compleja articulación de los actores sociales”, y centra su desarrollo en

cómo es entendida la corresponsabilidad por los profesionales que intervienen

desde la Asociación Civil “El Coihue”, así como por las distintas instituciones con

las que la misma trabaja. Finalmente, se desarrollan aquellas conclusiones a las

que se ha arribado luego del presente trabajo, así como también las preguntas

que el mismo ha despertado en el equipo.

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CAPITULO UNO

Hacia el nuevo Paradigma: ¿Nuevas experiencias?

Sin procurar hacer un recorrido exhaustivo por la historia de las políticas

de niñez en nuestro país y por la totalidad del contenido de la Ley Nacional y la

Ley Provincial de Niñez, se pone el énfasis en aquéllos que se consideran los

principales ejes del cambio de paradigma al que se hace referencia cuando se

menciona la “nueva ley”, en este caso 13.298: ¿En relación a qué se la

considera nueva? ¿Para quién es nueva?

Este capítulo presenta los postulados establecidos por la nueva ley, y

cómo éstos son aprehendidos por los entrevistados, permitiendo enmarcar el

actual proceso en el que se desarrollan las experiencias de intervención de los

profesionales.

Estos ejes hacen referencia a la concepción del niño como sujeto pleno

de derechos, a la corresponsabilidad de las instituciones y al diseño del Sistema

de Promoción y Protección Integral de Derechos.

Una visión superadora...

Durante finales del siglo XIX y principios del siglo XX surgen en Argentina

las primeras iniciativas socio-jurídicas respecto de los niños y jóvenes en

situación de calle y vulnerabilidad social. El Patronato de la Infancia fue creado

en el año 1892 con amplias facultades para intervenir judicial y

extrajudicialmente en cualquier asunto referente a los niños en peligro material y

moral. La institucionalidad del paradigma se establece con la ley 10.067 (en la

provincia de Buenos Aires), conocida como la Ley del Patronato, sancionada en

1919. A partir de ella, el Estado intervenía sobre los niños y jóvenes,

especialmente de sectores carenciados, dando al juez la posibilidad del ejercicio

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de la tutela de los mismos, es decir, dando atribuciones ilimitadas para decidir la

internación de niños con el argumento de su asistencia social. De ese modo, se

promovía la judicializacion de la pobreza. De esta manera, según lo expresado

en dicha ley, los jueces podían disponer de un niño cuando éste se encontrara

en peligro moral o material, para entregarlo a una persona “honesta”, a un

establecimiento de beneficencia o a un reformatorio.

En este marco, en el año 1994, es incorporada a la Constitución Nacional

la Convención sobre los Derechos del Niño, donde la niñez ya no es

considerada como un objeto a proteger, sino que los niños son concebidos como

sujetos de derechos1. Es éste, entonces, el primer eje que se enfatiza del

cambio de paradigma, eje que es retomado, años más tarde (hacia el año 2006),

por la Ley Nacional 26.061 de “Protección Integral de los derechos de niñas,

niños y adolescentes”, al mismo tiempo que es derogada la Ley de Patronato.

De esta manera, se dirige a una revalorización de las políticas sociales que

garanticen el ejercicio pleno, efectivo y permanente de los derechos de los

niños.

Es este el cambio de paradigma al que se hace referencia, un cambio

que, se considera, potencia nuevos saberes, donde formula y desarrolla políticas

que abordan al niño como una totalidad, y no únicamente fragmentos de aquél,

segmentándolo de acuerdo a su realidad social. María del Rosario Varela afirma

que “…los niños y niñas pobres dejan de ser considerados ‘menores’,

‘carenciados’, ‘abandonados’, ‘incapaces’. Son todos ciudadanos con derechos

exigibles, acreedores a una protección especial en virtud de las necesidades de

su propio proceso evolutivo”2. Por otro lado, se tiene en cuenta que la transición

a este nuevo paradigma (a partir de la derogación de la ley del patronato y la

sanción de las leyes naciones y provinciales) no implica un cambio en sí mismo

1 Artículo 13:” El niño tendrá derecho a la libertad de expresión: ese derecho incluirá la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de todo tipo, sin consideración ni fronteras, ya sea oralmente por escrito o impresas, en forma artística o por cualquier otro medio elegido por el mismo”.2 Varela, María del Rosario. Paradigmas, debates, tensiones en políticas de niñez. Aportes para una transición. Buenos Aires, Editorial Espacio, 2008, página 33.

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si no hay una fuerte labor profesional y un fuerte compromiso de trabajo

articulado entre las instituciones.

Es por ello relevante considerar por lo menos dos aspectos de la

realidad, que son necesarios tener cuenta en relación a la idea del “niño como

sujeto”. En primer lugar, si bien se reconoce el potencial de un marco legal que

promueve este tipo de políticas, se cree necesario establecer, ya desde el inicio

de este trabajo, que en la actualidad, la misma no se ve expresada en su

totalidad en las políticas sociales de atención a la niñez, ni tampoco hacia las

políticas universales que son necesaria para acompañar este proceso.

En segundo lugar, se considera que el eje fundamental del cambio de

concepción del niño se refleja en las prácticas de intervención profesional de las

diversas organizaciones involucradas. Es a través de su intervención que los

niños son o bien concebidos y tratados acorde a los derechos que como tal los

constituyen, o como meros objetos de quienes se puede disponer de acuerdo a

las propias consideraciones. Es factible observar, que al mismo tiempo

convergen estas dos posturas simultáneamente a través del trabajo en red.

Como señala uno de los entrevistados:

“Hay que trabajar con el pibe, las familias y la institución. Hay otras instituciones

que estigmatizan a los pibes y se hace difícil.”(Trabajador Social de “El Coihue”)

Aquí se puede ver un ejemplo claro de la contradicción propia que surge con el

surgimiento de una nueva ley, que a su vez no está asimilada en algunas de las

instituciones que abordan la problemática pertinente.

Es por eso que se entiende que la mirada profesional se va reconfigurando a

partir de la formación profesional y manifestándose en determinadas

experiencias de intervención, y es por eso que es posible encontrar tantas

miradas. De esta forma, el cambio de paradigma, pone aún más de manifiesto la

tensión entre las diferentes miradas, ya que, si bien desde el discurso es más

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factible encontrar “acuerdos” que “desacuerdos”, no sucede así en las prácticas

de intervención concretas.

En este sentido, se reconoce la presencia de dos grandes tendencias

acerca de cómo los actores que abordan la temática significan la

implementación de esta ley, tendencias que se entrecruzan constantemente

entre los profesionales. No se hace referencia a grupos acabados ni estáticos,

sino a tensiones y diferencias que se desarrollan en relación a estos temas, y

que en ocasiones surgen en un mismo profesional.

Es necesario resaltar que, existen diversas instituciones (como el caso

particular de la asociación civil “El coihue”) que han venido trabajando

previamente dentro del paradigma nuevo, es decir, que entienden y abordan las

problemáticas del niño como un sujeto de derechos. Un niño cuyos derechos

están vulnerados, pero sobre todo, un niño con una historia, con una familia y/o

con vínculos “extra familiares”, que simbolizan una referencia para los mismos;

un niño perteneciente a un barrio, que frecuenta determinados ámbitos, grupos o

instituciones, un niño que, por ser sujeto de derechos, tiene voz. Uno de los

entrevistados señala:

“Darle al niño voz, voto; es un sujeto de derecho, con saberes, por lo que lo vas

armando con el otro. Respetando los derechos humanos, algo que parece caca.”

(Trabajador Social de asociación Civil “El Coihue”)

Aquí se visualiza un claro compromiso en el trabajo de los derechos y

humanos y una crítica hacia ciertas instituciones que siguen sosteniendo una

mirada tutelar sobre la niñez.

Es decir, la nueva mirada que se intenta plasmar a partir de la nueva ley

no es, en sí misma, nueva para estos actores sino que está en correlato con

aquella.

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En cambio, para otros actores, esta mirada del niño como “sujeto de

derechos” va generando replanteos acerca de la intervención llevada adelante

hasta el momento.

Pero también es necesario explicitar que, frente a los cambios exigidos

de intervención y de trabajo articulado en red, hay variadas críticas al respecto.

El mismo entrevistado agrega:

“Es paradójico. Uno esperaba que algo funcionara mejor y la verdad que

funciona mal. Es imposible que con tres servicios locales se cubra La Matanza,

es imposible que sin infraestructura se puedan cumplir los derechos. Con la Ley

acordamos, pero en la aplicación no funciona, genera intervenciones al nivel del

Patronato.”

Estas líneas dejan ver un hecho importante: la exigencia o requerimiento

de una mirada nueva a la que simultáneamente convive con los fantasmas del

patronato, es decir con claros obstáculos que dificultan una intervención más

eficaz.

Es por ello que la heterogeneidad a nivel profesional no esta exenta en estos

casos. Existen algunos actores que pertenecen a instituciones más abiertas y

flexibles, y donde hay ciertas libertades para trabajar, así como otros que

pertenecen a instituciones más rígidas, y no son autónomas para elegir la forma

de abordar determinadas problemáticas.

Aún teniendo en cuenta esta particularidad, todas las instituciones que

intervienen en la temática de niñez están igualmente atravesadas por uno de los

aspectos centrales del cambio de ley, que se refiere a las nuevas atribuciones o

responsabilidades conferidas a las mismas; a su “participación activa”, tanto en

la toma de decisiones a su interior, como en materia de políticas públicas.

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Instituciones y corresponsabilidad

Desde el presente trabajo, se tiene la intención de conocer cómo entienden los

profesionales las responsabilidades que la nueva Ley 13298 les atribuye, a partir

de la idea “corresponsabilidad” o “responsabilidad colectiva”, que apunta a que

todos los actores (tanto públicos como privados) sean participes al momento de

hacer prevalecer los derechos de los niños, en los temas de promoción,

protección, resguardo y restablecimiento de los mismos, e intenten hacerlo de

manera conjunta. Es por eso que se destaca la noción de “corresponsabilidad”

como uno de los ejes claves a la hora de mencionar el cambio de paradigma.

Esta noción de corresponsabilidad no se define explícitamente en el nuevo

marco legal, pero sí aparecen una serie de dimensiones asociadas a ella: la

formación de redes locales, nuevos protocolos de acción (articulaciones, nuevas

competencias, instituciones, rutinas de intervención) y determinados recursos

que deben ser movilizados en pos de una intersectorialidad. Implica que cada

uno de los actores de las instituciones o reparticiones del Estado -sanitaria,

educativa, de seguridad, etc- asuma el nivel de intervención que le corresponde

en cada caso, sin desligarse de las acciones necesarias para restituir cada uno

de los derechos vulnerados en una situación dada

“La corresponsabilidad existe, desde una escuela no pueden venir a decirte que

un chico tiene una determinada situación problemática y no puede asistir más,

se tienen que definir la situación, de qué manera se abordó y se genera una

responsabilidad en la gente de ese equipo de poder generar una estrategia y

abordar a ese chico. En el caso de que el equipo del colegio no quiera

involucrarse, se eleva formalmente exigencias al área de educación, salud,

exigiendo la intervención e informes de la situación, y así se exige la

corresponsabilidad” (Trabajadora Social del Servicio Zonal)

Aunque la definición de corresponsabilidad no este explicitada en la Ley 13298,

se ha tomado un documento que la define como “Corresponsabilidad es

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hacerse cargo, incluso de la necesidad de determinar en qué momento se

requiere un recurso especial. Es garantizar que las políticas de niñez se ejecuten

en los ámbitos locales, que se procure la contención en el ámbito familiar y que

se fortalezca ese núcleo desde la comunidad”3.

Se entiende que a partir de esta definición, se debe tener presente para futuros

análisis como es que influyen en la intervención los procesos de

desregularización, descentralización y privatizaciones a los que se sometió el

Estado a partir de la década del ’70 y más cruelmente en los ’90.

Se enuncia esto, ya que a partir de los años ’90, el Estado ha empezado un

proceso de “retracción” en la implementación y ejecución de políticas públicas.

Se cree que el termino retracción del Estado es el más adecuado para este

trabajo ya que no podemos dejar de pensar que el Estado sigue estando

presente en todos los ámbitos sociales y se hace presente a través de la

financiación a Organizaciones No Gubernamentales, por ejemplo.

En este sentido, el diseño de este tipo de políticas ha sido en base a un modelo

de gestión en el que, “…se delega en organizaciones no gubernamentales

funciones de las que antes se hacía cargo directamente el propio Estado”4.

Es así como los cambios del rol del Estado en relación a la atención de las

problemáticas de los niños son, de manera general, percibidos por todos los

actores, pero interpretados desde diferentes miradas, aunque si bien no son

tendencias de grupos opositores, como bien se explica en el Boletín del Colegio

de asistentes o trabajadores sociales de la Provincia de Buenos Aires “La

práctica de la corresponsabilidad conlleva un costo que a veces genera malestar

institucional y puede traducirse en maltrato, persecución, indiferencia, temores

que tienen que ver con el desconocimiento del trabajo en equipo y sentimientos

de pérdida de espacios de poder”5

“…las organizaciones de la sociedad civil a veces tienen mucha resistencia a

que se meta el estado. Entonces tenemos conocimiento pero no nos 3 www.elarmadero.org.ar Último ingreso: 29/7/094 Oliva, Andrea “Trabajo Social y lucha de clases” Ed: Imago Mundi 20075Colegio de Asistentes Sociales o Trabajadores Sociales de la Provincia de Buenos Aires “Conclusiones de la comisión de educación” Último ingreso: 15/8/09

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involucramos para no entorpecer el trabajo” (Trabajadora Social del Servicio

Zonal)

Desde El Coihue conciben a la corresponsabilidad como un vaciamiento de la

responsabilidad estatal frente a las cuestiones de la niñez, provocando mayor

incertidumbre a la hora de intervenir en dichas instituciones que terminan

remitiendo a las prácticas de El Patronato.

A continuación algunos fragmentos que dan cuenta de ello.

“No hay seriedad en la implementación de la nueva Ley. No hay control sobre la

plata que se destina. La nueva Ley existe para amoldarse al mundo actual…Es

un lindo moñito”

“…antes se judicializaba a los chicos y ahora, se van a otras instituciones, los ve

un trabajador social, se interviene con otras instituciones. Se judicializa más

tarde. La nueva Ley no se puede sostener materialmente, no hay lugares físicos.

La nueva Ley te permite hacer reclamos pero no tienen condiciones para

garantizar la proclama” (trabajadora social de El coihue)

…en la Ley, vacíos teóricos no, metodológicos sí. La ley de promoción habilita

mucho a que cada una pueda hablar, entonces terminan haciendo mucho lo que

quieren, y eso genera un desorden a la hora de hablar de una situación. Por eso

también a partir de la nueva ley se han generado más denuncias de familiares

ante la falta de respuestas. Es decir, no hay consenso acerca de cuidar ciertas

formas a la hora de intervenir, y muchas veces son las organizaciones del tercer

sector las que denuncian una falta de respuesta por parte del servicio local, por

ejemplo…” (Trabajadora social de El Servicio Zonal)

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El Estado tiene que poner la guita si no hablamos giladas. La Ley en concreto no

se ve. Hay una puja muy fuerte entre el poder ejecutivo y el judicial…”

(Trabajador social de El Coihue)

“La mayoría de los recursos provienen de la voluntad de las organizaciones con

las que se trabaja, hogares, centros de salud, o sea, la voluntad de trabajo”

(Trabajadora social de El Servicio Zonal)

De lo expresado se vislumbra lo siguiente: desde la teoría todos están de

acuerdo con lo que plantea la nueva ley, pero la crítica que se realiza es que el

Estado no acompaña este proceso, tiene un lugar menos protagonista y hace

recaer la responsabilidad en la comunidad.

Se hace mención a la cuestión de los recursos, ya que los entrevistados afirman

que la implementación de la nueva ley no se estaría acompañando de

programas ni recursos económicos suficientes. Lo que sí existe son “recursos

humanos”, aunque escasos, pertenecientes a las instituciones.

De esta forma, se entiende que la idea de “corresponsabilidad” de las

instituciones de base estaría vinculada al proceso de descentralización de las

políticas públicas, profundizado en la década del ’90. Asimismo, como se afirma

desde “El Coihue”, se debe tener en cuenta, que es un proceso que se está

desarrollando, y como tal, aún no es posible comprender de forma total sus

implicancias.

“…Es un cambio lento porque hubo cien años de Patronato y es difícil correrse”

(Trabajador social de El Coihue)

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Sistema de Promoción y Protección Integral de Derechos

Hasta el momento, se ha desarrollado lo que se denominó un cambio de

Paradigma en materia de niñez, recogido por la Constitución Nacional y

materializado, entre otras, en la Ley 13.298 de Protección Integral de los

Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes de la Provincia de Buenos Aires.

Ahora bien, resulta de particular importancia recoger lo expuesto en el artículo

14 de la mencionada Ley, en relación al “Sistema de Promoción y Protección

Integral de Derechos”, ya que el mismo pone en evidencia la necesidad de

impulsar una modalidad de trabajo particular, a nivel de los organismos públicos

y privados, a los fines de garantizar los derechos de los niños postulados. De

esta manera, dicho sistema es entendido como el conjunto de organismos,

entidades y servicios estatales y privados que formulan, coordinan, orientan,

ejecutan y supervisan intersectorialmente las políticas públicas, en el ámbito

provincial y municipal, destinados a promover, prevenir, proteger y restablecer

los derechos de los niños, así como a establecer los medios a través de los

cuales se asegure el efectivo goce de los derechos reconocidos. Es así como,

en una primera instancia, el logro de los fines del Sistema de Promoción y

Protección está sujeto a la necesidad de Políticas de Promoción y Protección

Integral de derechos de todos los niños, destinadas a garantizar el ejercicio de

los derechos a la educación, a la salud, al desarrollo humano y a cualquier otro

aspecto relacionado a los derechos sociales, económicos y culturales que

complementen y apoyen la crianza del niño en su grupo familiar y la vida en su

comunidad. En este sentido, la Ley en su artículo 15 sostiene que dichas

políticas se implementarán mediante la concertación de acciones de la provincia,

los municipios y las organizaciones de niñez, por lo que avanza en ese sentido e

invita a los municipios a promover la desconcentración de las acciones de

promoción, protección y restablecimiento de derechos en el ámbito municipal,

contando con la participación activa de las organizaciones no gubernamentales

de atención a la niñez.

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En una segunda instancia, el sistema de Promoción y Protección Integral

establece lo que se denominan Servicios Locales de Protección de

Derechos, que por medio de su presencia física en una o más sedes en los

municipios, tiene como finalidad que aquellos niños, niñas y adolescentes que

encuentren amenazados o violados sus derechos, puedan acceder a los

programas y planes disponibles en su comunidad. De esta manera, esta

segunda instancia prevé, a la vez que evidencia, una ausencia u omisión de

políticas públicas que garanticen los derechos reconocidos por la Ley.

Asimismo, resulta de particular importancia lo relatado por dos de los

entrevistados, ya que manifiestan su experiencia en relación al cumplimiento de

los derechos consagrados en la Ley por medio de la presencia de los servicios

locales:

“…La nueva Ley no se puede sostener materialmente, no hay lugares físicos. La

nueva Ley te permite hacer reclamos que antes no, pero no se tienen las

condiciones para garantizar lo que proclama…” (Trabajadora Social de la

Asociación Civil “El Coihue”)

Finalmente, en una tercera instancia, los Servicios Locales de Protección de

Derechos, pueden disponer excepcionalmente Medidas de Protección Integral,

consistentes en la separación de los niños de su núcleo familiar, con la finalidad

de hacer cesar situaciones en las que los derechos de los niños están

amenazados o son vulnerados. Se debe tener presente, que dichas medidas, se

tomarán según los siguientes criterios:

Siempre resguardando la convivencia con las personas más cercanas al

niño por parentesco o afinidad, según la costumbre local y siempre

teniendo en cuenta la opinión del niño;

Sólo en forma excepcional, subsidiaria y por el más breve lapso posible

podrá recurrirse a una forma convivencial alternativa, es decir, son

limitadas en el tiempo. Se prestará especial atención a la continuidad en

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la educación de las niñas, niños y adolescentes y a su origen étnico,

religioso, cultural y lingüístico;

No podrán, en ningún caso, consistir en la privación de la libertad y no

podrá ser fundamento para su aplicación la falta de recursos económicos,

físicos, de vivienda por parte de las familias. En este sentido, como se

mencionó anteriormente, cuando la amenaza o violación de derechos sea

consecuencia de necesidades básicas insatisfechas, problemas

materiales, laborales o de vivienda de las familias, las medidas de

protección deben ser los programas dirigidos a brindar la ayuda necesaria

para garantizar los derechos consagrados en la Ley.

De esta manera, se puede observar que aún bajo el nuevo Paradigma de

Protección Integral, la institucionalización no desaparece, si bien se plantea su

recurso para situaciones en las que todas las instancias previas de intervención

hayan sido agotadas. Sin embargo, cobra particular importancia lo relatado por

los entrevistados:

“…Antes, se judicializaba a los chicos y ahora, se van a otras instituciones, los

ve un trabajador social, se interviene con otras instituciones. Se judicializa más

tarde. Al fin y al cabo, a los niños se los judicializa…” (Trabajadora Social de la

Asociación Civil “El Coihue”)

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CAPITULO DOS

La Intervención Profesional en Organizaciones Locales: Cambios y

permanencias a partir de la Ley 13.298

Continuando con las principales características que pretende desarrollar

este trabajo de investigación, se considera relevante desarrollar los cambios y

las permanencias que se han materializado en la intervención de los

profesionales, así como las propias contradicciones que se supeditan al coexistir

prácticas configuradas desde el nuevo paradigma, con viejas prácticas de la ley

del patronato. De esta forma, el uso de varias legislaciones propicia varios

interrogantes a la hora de analizar los procesos por los cuales son configuradas

estas experiencias de intervención. Asimismo, se destacarán las percepciones

de los profesionales en la actualidad, señalando sus propias simbolizaciones al

respecto.

En primer lugar, se analizará qué prácticas profesionales han vislumbrado

cambios concretos a la hora de la intervención y cuáles han permanecido

intactas.

Al mismo tiempo, se destacará como se han reconfigurado las instituciones en

relación al concepto mismo de corresponsabilidad, y cuáles son las que

actualmente han tomado un rol preponderante. También se considera pertinente

hacer un análisis de las modificaciones visualizadas del accionar profesional en

relación al campo pertinente donde están inmersas nuevas problemáticas.

Finalmente, es necesario destacar como se ha plasmado desde la organización

“El Coihue” la visión sobre el trabajo en red con otras instituciones.

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Page 18: Trabajo social y tercer sector

¿Nuevas configuraciones de las prácticas profesionales?

Según Michel Foucault “El sujeto se constituye de una forma activa, a

través de las prácticas de sí, estas prácticas no son sin embargo algo que se

invente el individuo mismo. Constituyen esquemas que él encuentra en su

cultura y que le son propuestos, sugeridos, impuestos por su cultura, su

sociedad y su grupo social”6.

Este concepto señalado por Foucault permite analizar qué tipo de

transformaciones se van dando en las prácticas profesionales en el marco de la

nueva ley. Es por ello que al mismo tiempo se define “la intervención como un

procedimiento que actúa y hace actuar, que produce expectativas y

consecuencias”7. El mismo permite identificar el carácter dinámico y cambiante

de las percepciones en el proceso de intervención.

Al tomar principalmente como eje la intervención profesional en el ámbito

que compete al presente trabajo, se puede señalar que se han visualizado

apreciaciones y simbolizaciones diversas, entre la organización “El Coihue” y el

Servicio Zonal (Organización estatal) de protección de derechos, en lo referido a

los cambios inherentes a la nueva ley. De esta forma, se han identificado

diferentes expresiones que se analizan en clara correlación con la función que

ocupan cada uno de los profesionales en cada institución. A continuación se

transcribirá lo que señalaron los entrevistados:

“La Ley en lo concreto no se ve. Hay una puja muy fuerte entre el poder

ejecutivo y judicial y ahí quedan entrampados los pibes. Es un cambio lento

porque hubo cien años de Patronato y es difícil correrse”. (Trabajador social de

“El Coihue”).

6 Entrevista con Michel Foucault realizada por Raúl Fomet-Betancourt. Helmul Becker y Alfredo Gómez-Müller. “La ética del cuidado de uno mismo como práctica de la libertad”. 20 de Enero de 1984. Publicada en la revista Concordia Nº 6, 1984. Pág. 99-116. 7 Carballeda, Alfredo. “La intervención en lo social, Exclusión e integración en los nuevos escenarios sociales”. Ed. Paidos. Buenos Aires. 2002.

18

Page 19: Trabajo social y tercer sector

Esta apreciación señala la implementación “ficticia” de una ley en el marco de

una nueva tendencia mundial basada en la Convención de los derechos del

niño, que paradójicamente no se ve plasmada en la realidad, manteniendo los

viejos usos de la ley del patronato. Posteriormente, el mismo entrevistado

señala:

“Es imposible que sin infraestructura se puedan cumplir los derechos. Con la Ley

acordamos, pero en la aplicación no funciona, genera intervenciones al nivel del

Patronato”.

Es clara la alusión a las deficiencias propias del nuevo paradigma, sumándose a

ello varios condicionantes a la hora de perpetuar nuevas intervenciones

profesionales. De manera particular, los profesionales de “El coihue” cuestionan

el verdadero respaldo que tienen para poder articular nuevas prácticas y nuevos

procedimientos.

Por otro lado, desde la visión de los profesionales del Servicio Zonal de

protección de derechos se ha manifestado lo siguiente:

“Antes era una persona la que definía la estrategia, lo que se tenía que hacer y

ahora las estrategias se trata de hacerlas en conjunto, se trata de escuchar

todas las voces, esa es una práctica que la generó esta nueva ley y que se ve

en lo cotidiano. Y al mismo tiempo, ya la institucionalización no es la respuesta,

sino que se buscan alternativas a eso”. (Trabajadora Social del Servicio Zonal)

En este caso, el profesional ha destacado la participación activa que se está

materializando en el marco de la nueva ley, aludiendo el cambio del mismo

desde el ámbito estatal y gubernamental y no desde la lucha lograda por las

organizaciones locales. Finalmente y de manera acotada señala las

permanencias que persisten en la intervención profesional:

19

Page 20: Trabajo social y tercer sector

“La falta de recursos hace que uno muchas veces recurra al “patronato estatal”,

como no se cuentan con los recursos con los que necesitan algunos pibes,

entonces bueno, “va a un hogar y punto”.

Siguiendo la apreciación de este profesional, cabe destacar que las expresiones

manifestadas parecieran resaltar la visión innovadora de “corresponsabilidad” en

el cambio de paradigma, omitiendo la falencia estructural de la falta de fondos

para que efectivamente se configuren “nuevas prácticas de intervención”.

Es por ello que el análisis debe destacar la coyuntura en la que se encuentran

los profesionales, que al estar insertos en distintas instituciones reproducen

diversas prácticas y concepciones de acuerdo a la identidad de las mismas.

Por otro lado, es importante destacar la lucha que dieron las organizaciones

sociales para instalar la cuestión de la niñez como un problema al que habría

que brindarle otras alternativas de intervención.

En cambio, para los profesionales de instituciones que no participaron

previamente de esta “lucha”, la nueva ley vendría a darse “de manera

espontánea”, como un proceso que se instauró de manera a- histórica y sin

tener en cuenta las nuevas prácticas colectivas donde se configuraron nuevos

actores, identidades y formas de acción.

El Sistema de Protección Integral de los derechos de las niñas, niños y

adolescentes:

¿Nuevos roles, nuevas responsabilidades?

En relación a este tema, se percibe que los profesionales observan que se

ha modificado la relevancia propia del poder judicial como eje coordinador y

competente, trasladando el sostenimiento del mismo a nuevas organizaciones

apropiadas para el cumplimiento de estos fines. En la actualidad, como se pudo

visualizar de manera precedente al desarrollo de este trabajo, se observa la frágil

reestructuración en base a la nueva ley. Esto manifiesta “focos de tensión” a la

hora de la intervención entre instituciones.

20

Page 21: Trabajo social y tercer sector

Se puede inferir de las entrevistas las apreciaciones precedentes en uno de

los entrevistados:

“El Coihue forma parte de muchas redes en las cuales nosotros no estamos

participando activamente, sino que tenemos conocimiento, pero porque también

dentro de lo que son las organizaciones de la sociedad civil a veces tienen mucha

resistencia a que se meta el Estado. Entonces tenemos conocimiento pero no nos

involucramos para no entorpecer el trabajo” (Trabajadora Social del servicio Zonal)

Aquí se manifiesta el rol relevante que se le da desde el servicio zonal a “El

Coihue” como organización que presenta una fortaleza en su trabajo e

intervención, trabajando de manera autónoma, potenciando los recursos propios

para dar respuesta a varias demandas presentadas en el territorio.

Es necesario señalar en relación al párrafo anterior, lo que indica la ley

provincial, donde explica que el Servicio Zonal es la autoridad de aplicación. Se

Cree que aquí se manifiesta una claro corrimiento por parte del Estado en

materia de coordinación y seguimiento.

Existe entre los entrevistados una demanda que, particularmente en el

caso de “El Coihue”, se basa en la falta de recursos al momento de fortalecer el

tipo de intervención. Por otro lado, los organismos de aplicación no cuentan con

la infraestructura para materializar el accionar propio frente al cambio de la ley.

Esto traería como consecuencia el desligamiento de la responsabilidad y toma

de decisiones por parte de las instituciones, y en su lugar, un simple acatamiento

a lo resuelto por las mismas. Estas ideas son las que reproducen en algunos

casos, la tan usada ley del patronato.

“Sí, en lo que respecta al circuito institucional. Antes, se judicializaba a los

chicos y ahora, se van a otras instituciones, los ve un trabajador social, se

interviene con otras instituciones. Se judicializa más tarde. La nueva Ley no se

puede sostener materialmente, no hay lugares físicos. La nueva Ley te permite

21

Page 22: Trabajo social y tercer sector

hacer reclamos que antes no, pero no se tienen las condiciones para garantizar

lo que proclama”

(Trabajadora social del coihue)

En este caso, la visión de la profesional indica que hay una postergación

de la intervención a través del trabajo de las demás instituciones. De esta forma,

los profesionales en muchos casos solo logran retrasar la judicialización de los

niños, volviéndose sistemática la respuesta frente a las mismas problemáticas.

Es importante destacar esta demanda enunciada que reclama un Estado que

colabore de manera concreta en las configuraciones de la práctica profesional.

Asimismo, la idea de corrimiento del Estado y la de la “confusa” asunción

de nuevas responsabilidades aparecen entre los entrevistados como ideas

relacionadas, ya que es quien debe asumir este rol: cuando el mismo no está

presente, las instituciones locales lo perciben como un “abandono” del Estado.

Se considera entonces que nuevos referentes son necesarios, pero lo que se

requiere es otra forma de articularos. La responsabilidad innovadora de

aplicación debe estar enmarcada donde se tenga una visión del niño

superadora, teniendo en cuenta a la familia y a la comunidad; referentes que no

se contradigan con la idea de co-responsabilidad; nuevos roles que respalden

las prácticas y no que las imponga.

En relación a lo mencionado un trabajador social del zonal señala:

“La ley promueve la idea de corresponsabilidad, por lo que los acuerdos son

firmados por todas las instituciones que intervienen, tanto por las familias, los

chicos como las instituciones que van a acompañar los procesos. Con El Coihue

se firman actas de compromiso, en donde cada uno de los firmantes se

compromete y luego se hace un seguimiento. Con las instituciones se generan

estrategias en conjunto porque la verdad es que uno no puede imponer un

trabajo”.

22

Page 23: Trabajo social y tercer sector

Siguiendo con lo antes transcripto, es importante destacar que se debe tener en

cuenta al niño, a la familia y su permanencia en la comunidad; pero al mismo

tiempo, se deben tener en cuenta las realidades concretas de estas familias, la

posibilidad de institucionalización en ciertas ocasiones, y la necesidad de

participación de todos los actores comprometidos, con un adecuado respaldo de

la autoridad estatal.

En este contexto se hace necesario para los profesionales, generar estrategias

de intervención “novedosas” que, superando prácticas aisladas y

preestablecidas, propongan respuestas y estrategias colectivas y consensuadas:

uno de los modos de consensuar estas estrategias es mediante el trabajo en

red.

El trabajo en red entre las organizaciones de base o (no gubernamentales) y las

instituciones del estado

Se entiende que el trabajo en red tiene una estrecha relación entre la

complejización de los problemas sociales y el exponencial crecimiento de las

organizaciones no gubernamentales a fines de la década del ‘80 y principios de

la del ’90.

En primera instancia, se realizará una breve descripción de cómo es la situación

de estas organizaciones y cómo esto influye en el desarrollo de sus actividades.

Actualmente se asiste a un creciente descrédito de las instituciones tanto del

Estado como de la sociedad civil. La institución, como modo de organización

social, fue concebida en el marco del proyecto del Estado-Nación y recibió como

misión la formación, corrección y disciplinamiento del ciudadano, al cual ya ni el

dinero, o la reflexión le brindan la posibilidad de volverse contra la naturaleza8

En las últimas décadas, el Estado fue dejando de ser el articulador

simbólico de la formación ciudadana. Esta crisis se hace visible porque las

instituciones ven vaciado el contenido instituido de la misión preestablecida.

8 Foucault, Michael, “Los anormales” ed Fondo de Cultura Económica, 2008

23

Page 24: Trabajo social y tercer sector

Desde los distintos ámbitos de inserción (salud, justicia, educación, etc.) resulta

dificultoso clasificar las problemáticas dentro de los parámetros conocidos, y

accionar frente a ellas, ya que los diversos factores (social, económico, cultural,

etc.) se entrecruzan constantemente. Esto tiene repercusiones a nivel subjetivo,

generando sensación de angustia y desamparo, con pérdida de seguridad de los

contextos locales y globales.

En este marco es donde las ONG’s construyen su ideología sobre tres

pilares: la universalidad de los derechos humanos, la construcción de la figura

de la víctima y la intervención, muchas veces, como derecho de acceso no

negociado con las víctimas (no es esta la forma de intervención de El Coihue).

La universalidad de los derechos humanos es un postulado sin el cual no

hay acción de las organizaciones del tercer sector posible. Esta universalidad es

el resultado de un proceso generado durante entrado el siglo XX, principalmente

en los años ’80 en un contexto de despolitización y moralización generales9.

Desde el equipo de investigación, surge la pregunta en qué medida la

víctima es sujeto u objeto; se realiza dicha pregunta por la desigualdad que

caracteriza (aunque no siempre) la relación entre el profesional y una víctima o

beneficiario de un proyecto emprendido por cualquier ONG. Asimetría también

característica en la relación entre las instituciones estatales y las organizaciones

de base.

“los Servicios (Locales y Zonales) exigen el “amoldamiento” de las

instituciones al mundo actual y sus cambios, pero no es real la voluntad de que

la situación cambie”

(Trabajadora social de El Coihue).

Por último, ante el corrimiento del estado en cuanto a sus responsabilidades,

se genera un libre acceso a la intervención con los sujetos, aunque muchas

veces esas intervenciones sean resistidas. Estas resistencias se dan por la falta

de legitimidad política por parte de estas instituciones.

9 Hours, Bernard, “Falsa neutralidad del humanitarismo” Le Monde Diplomatique, Septiembre 2008

24

Page 25: Trabajo social y tercer sector

Mientras los regímenes neoliberales disminuían los niveles de vida y

saqueaban la economía, los organismos de financiamiento internacional se

encargaron de subvencionar a gran número de organizaciones no

gubernamentales bajo la idea de “empoderamiento comunitario”10, lo cual se

condice al gran incremento que tuvieron este tipo de instituciones en las últimas

dos décadas.

Con este panorama, se sostiene junto a Netto, que la cuestión social

(entendida como la contradicción fundamental entre el capital y el trabajo, al

interior del sistema capitalista), fue fragmentada en una serie de problemas

sociales. Esto permitió también la fragmentación de los reclamos, y su solución

mediante procedimientos técnicos, a través de la intervención especializada de

una serie de instituciones y políticas sociales. Pareciera entonces que el actual

contexto de complejidad hace plausible percibir de forma integral la problemática

social, asociándola a una crisis del sistema en su totalidad. Lo que permite,

favorece e impulsa la comunicación e intercambio entre las instituciones.

Estos cambios a nivel social, impulsan también la ruptura de un pensamiento

lineal, para intentar pensar todas las complejidades de lo social y sus

contradicciones. Implica el pensar en un sistema abierto, multicéntrico, que a

través de un intercambio dinámico entre los integrantes de un colectivo (familia,

equipo de trabajo, barrio, organización, tal como el hospital, la escuela, la

asociación de profesionales, el centro comunitario, entre otros) y con integrantes

de otros colectivos, posibilita la potencialización de los recursos que poseen y la

creación de alternativas novedosas para la resolución de problemas o la

satisfacción de necesidades.11

Este momento histórico hace propenso el trabajo en redes. Para actuar

frente a la complejidad y el dinamismo, es necesario incorporar otras visiones,

otras disciplinas al análisis de la realidad, asumir la imprevisibilidad y las nuevas

demandas, entender el corrimiento del Estado de varias de sus funciones

mediante la participación conjunta de las instituciones.

10 Petras, James “Las dos caras de las ONG’s” La Jornada, 8/8/200011 Dabas, Eliana; Perrone, Nestor “Redes en Salud” art. sacado de Internet, noviembre 1999

25

Page 26: Trabajo social y tercer sector

“nosotros siempre apuntamos al trabajo en red, porque valoramos el trabajo

que hacen las instituciones en el territorio”

(Trabajadora social del Servicio Zonal)

Esto explica la multiplicación de redes durante la década de los ’90, y el

hecho de que esta modalidad sea también incentivada desde la nueva ley de

niñez. De esta manera, la propuesta de la conformación de redes no constituye

una novedad aislada, sino parte de una trayectoria histórica.

La nueva ley hace especial énfasis en la idea de trabajar en red, de

relacionarse con otras instituciones como una forma de desarrollar la

corresponsabilidad. En esta línea la ley explica “La garantía de prioridad a cargo

del Estado comprende la promoción de la formación de redes sociales que

contribuyan a optimizar los recursos existentes”12. En el próximo capitulo se

desarrollará este tema; sin embargo, es de interés destacar cómo la intervención

en red no siempre constituye un cambio en las experiencias de intervención de

los profesionales y por otro lado cómo las redes no son siempre posibles de

realizar.

El coihue, su historia y las redes

El grupo interdisciplinario de El Coihue comenzó su trabajo bajo la forma de

Asociación Civil en el año 2001, si bien los integrantes de la institución debido a

12 Ley Provincial 13.298 de la Promoción y protección de los derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes Art. Nº 7.

26

Page 27: Trabajo social y tercer sector

ser vecinos de la zona ya habían comenzado a realizar sus trabajos ocho años

antes de obtener su la personería jurídica.

Dicho trabajo comenzó con jóvenes con causas penales y asistenciales del

barrio “Borgward” de la localidad de Isidro casanova en el partido de La

Matanza.

Con el paso del tiempo y debido al involucramiento logrado, comenzaron a

acompañar a los familiares de chicos detenidos con el fin de concurrir a los

juzgados para interiorizarse de las causas judiciales.

La capilla Ntra. Sra. De Lujan del barrio Borgward les cedió un espacio, que se

configuro como centro referencial para el encuentro con los jóvenes, donde se

fueron sumando personas de manera voluntaria para las tareas que el grupo

empezaba a desarrollar. De esta manera, se comenzaron a realizar talleres junto

a los jóvenes, quienes proponían los temas a tratar, así como también se llevó a

cabo la implementación de un centro de recreación para niños, con diversas

actividades: apoyo escolar, juegos, deportes y merienda.

En primer lugar, antes de desarrollar como se da la participación de El Coihue

en las redes sociales, se considera de importancia expresar que se comparte la

postura de Eliana Dabas en cuanto a que las redes “nos preexisten”; es

necesario reconocer esta preexistencia a la hora de apelar a las redes o, como

en el presente caso, al analizar las articulaciones que se dan entre “El Coihue” y

demás instituciones.

En este sentido, si bien desde El Coihue puede existir una mirada crítica en

relación al trabajo en red, se reconocen a la vez procesos de articulación con

otras instituciones:

“… no se trabaja en red, pero se participa en instancias de otras instituciones…”

(Trabajadora social de El coihue)

“Trabajamos con otras instituciones, como la de Las Madres (de Plaza de

Mayo), con la UBA…” (Trabajador Social de El Coihue).

27

Page 28: Trabajo social y tercer sector

De esta manera, se entiende que la formación de espacios de intercambios

abiertos locales no constituye una novedad surgida a partir de la ley. Por el

contrario, dicha formación se ve favorecida por un contexto que es proclive a

aceptar este tipo de trabajo. Se constituye un proceso donde a partir de la ley se

intenta fortalecer y legitimar las experiencias en marcha, llegando incluso a ser

actualmente lo “políticamente correcto”, por ser lo que la ley establece.

En consecuencia, se considera que tanto el cambio de Ley como la posibilidad

real de trabajo en red implican un proceso, hecho por el cual, la noción de red

social es definida por varios autores como un proceso de construcción

permanente, en el cual, como se observa en el presente trabajo, las posturas

ideológicas no encuentran su correlato en los recursos materiales necesarios

para materializarse. Como se mencionó anteriormente, dicho proceso resulta

novedoso para algunas instituciones, mientras que para otras se encuentra

estrechamente relacionado con el trabajo cotidiano que venían realizando.

“…articulamos, con clubes, escuelas, juzgados, organizaciones del barrio.

Algunas responden, otras no porque se mueven en su mosaico y no quieren

saber nada fuera del mismo…” (Trabajador social de El Coihue)

Como se mencionó anteriormente, desde “El Coihue” se realiza una distinción

entre articular y participar de una o varias redes, lo cual no es un dato menor, ya

que plantea la postura crítica que adopta la institución en dicho proceso.

Es así como, si bien en párrafos anteriores se ha sido críticos en cuanto a la

génesis e intervenciones de las organizaciones no gubernamentales, no se

puede sostener que todas “las ONG despolitizaron a sectores de la población,

ignoraron sus compromisos hacia actividades del sector público y se valieron

para eso de los líderes sociales”13. No es esta la postura de El coihue,

organización desde la cual se reconoce la dificultad para sostener estos

13 Petras, James “Las ONG’s un mundo diverso” Revistateína n° 11, Mayo 2006

28

Page 29: Trabajo social y tercer sector

espacios con otras instituciones, a la vez que se tiene una postura crítica de los

resultados alcanzados:

“…Existen condicionantes económicos y organizacionales. En cuanto a lo

económico porque principalmente se trabaja ‘a pulmón’, la eficacia y calidad de

la intervención está condicionada por falta de lo económico…” (Trabajadora

Social de El coihue).

En relación con lo manifestado por la Trabajadora Social de El Coihue, se

considera que dichos intercambios entre las organizaciones, son visualizados

como espacios que permiten la conceptualización y debate de sus experiencias,

así como la construcción de alternativas.

Desde el equipo de investigación, se sostiene que el trabajo en red se presenta

estrechamente vinculado a la noción de corresponsabilidad, reivindicando que el

trabajo por la justicia y los derechos de los niños y jóvenes no es

responsabilidad exclusiva de un actor social.

CAPITULO TRES

29

Page 30: Trabajo social y tercer sector

“La Corresponsabilidad: una compleja articulación de los actores

sociales”

Este capítulo, centra su análisis en cómo es entendida la corresponsabilidad por

los profesionales que intervienen desde la organización “El Coihue”, así como

por las distintas instituciones con las que trabajan. De esta manera, se presenta

un recorrido por lo postulado en la Ley, a los fines de poder reconocer qué

implica la “corresponsabilidad”, qué plantea, cómo se desarrolla, analizando a la

vez, la mirada que los profesionales tienen en relación a sus prácticas

cotidianas.

En consecuencia, surge desde el equipo de investigación así como de los

profesionales entrevistados, el reconocimiento de lo que se llamarán distintas

“dimensiones” en la noción de corresponsabilidad, es decir, la visualización de

diversos aspectos, relacionados entre sí, que permiten dar lugar a la misma en

las prácticas institucionales. En este sentido, en primer lugar, se destaca la

importancia y necesidad de la presencia estatal, como un actor de suma

relevancia en lo que respecta al diseño de Políticas Públicas al momento de

garantizar los derechos de los niños. En segundo lugar, como otro aspecto

relevante de la noción de corresponsabilidad, se resalta el Trabajo en Red, como

una estrategia que permite superar obstáculos y potenciar las intervenciones

profesionales, a la vez que plantea interesantes desafíos a nivel

interinstitucional. Finalmente, desde los entrevistados, se distingue una

dimensión política, como llamado a la efectiva participación de las

organizaciones de la sociedad civil en la planificación, reformulación de políticas

públicas.

La necesidad de la presencia estatal

En una primera aproximación, se debe mencionar que postular la necesidad de

la presencia estatal a los fines de garantizar los derechos de los niños, niñas y

30

Page 31: Trabajo social y tercer sector

adolescentes, tanto por parte del equipo de investigación como por parte de los

entrevistados, implica reconocer las obligaciones que el mismo Estado se

atribuye en la Ley 13298. En ese sentido, en la ley se afirma que es deber del

Estado para con los niños, asegurar con absoluta prioridad la realización de sus

derechos (Art. 6), para lo cual esta llamado a proteger a la familia y comunidad

de origen del niño, asignar de manera privilegiada recursos públicos a las áreas

relacionadas con la promoción y protección a la niñez, formular y ejecutar

políticas sociales, promover la formación de redes sociales que contribuyan a

optimizar los recursos existentes, entre otos. (Art. 7). Asimismo, como se

mencionó a lo largo del presente trabajo, en la Ley se plantea lo que se

denomina “sistema de promoción y protección integral de derechos”, que

consiste en la articulación de los organismos públicos y organizaciones no

gubernamentales a los fines de planificar, formular, ejecutar y supervisar

políticas, programas y acciones destinadas a garantizar los derechos de los

niños (Art. 14). De esta manera, como se puede observar a modo de ejemplo en

los artículos citados, en la Ley se encuentra presente una asignación de

responsabilidades conjuntas, es decir, la postulación de un trabajo conjunto de

las instituciones a los fines de promover y proteger los derechos de los niños, a

la vez que se le reconocen responsabilidades propias a cada una de ellas. Es al

momento de reconocer las responsabilidades que le caben al estado, cuando los

entrevistados plantean obstáculos en la intervención. En primer lugar, los

profesionales del Coihue manifiestan la insuficiencia de recursos a la hora de

garantizar los derechos de los niños:

“ … Es imposible que con tres servicios locales se cubra La Matanza, es

imposible que sin infraestructura se puedan cumplir los derechos…”. “…El

estado tiene que poner la guita, si no, hablamos boludeces. La Ley en lo

concreto no se ve…” (Trabajador Social de “El Coihue”)

“…principalmente se trabaja “a pulmón”, la eficacia y calidad de la intervención

está condicionada por la falta de lo económico…” “…La nueva Ley no se puede

31

Page 32: Trabajo social y tercer sector

sostener materialmente, no hay lugares físicos. La nueva Ley te permite hacer

reclamos que antes no, pero no se tienen las condiciones para garantizar lo que

proclama...” (Trabajadora Social de “El Coihue”)

En relación con lo expuesto por los profesionales del Coihue, cabe tomar lo

manifestado por una de las profesionales que se desempeñan en el Servicio

Zonal, quien expresa:

“…la cantidad de recursos con los que contás hacen que uno tenga un techo

para pensar en algo que no sea viable. Es una dificultad concreta que te

enmarca a la hora de intervenir…” “…La falta de recursos hace que uno muchas

veces recurra al “patronato estatal”, como no se cuentan con los recursos con

los que necesitan algunos pibes, entonces bueno, “va a un hogar y punto”…”

Esta última cita es de suma importancia, y más aún, al tener en cuenta que la

que lo declara es una profesional que interviene desde un organismo estatal,

quien asume el deber de garantizar los recursos necesarios a los niños y sus

familias para promover y proteger sus derechos. En este sentido, como bien se

expresa en el artículo 9 de la Ley, la ausencia o carencia de recursos materiales

por parte de los padres de los niños, no puede constituirse en una causa para

excluir a estos últimos de sus núcleos familiares, es decir, institucionalizarlos.

Reforzando lo manifestado por los profesionales del Coihue, la profesional del

Servicio Zonal reconoce las intervenciones que se dan desde las organizaciones

no gubernamentales, al expresar la falta de apoyo que estas tienen por parte del

estado:

“…En cuanto a lo que es el acompañamiento económico que la secretaría de

niñez le da a las instituciones, hasta el momento algunas lo recibieron y otras no,

entonces te das cuenta que si los chicos siguen sostenidos por estas

instituciones no es por el dinero, sino por la voluntad de trabajo que tienen y el

32

Page 33: Trabajo social y tercer sector

convencimiento de querer hacer algo por los chicos. Los recursos son muy

escasos...”

Ahora bien, se debe considerar que si bien la ausencia de recursos en parte se

materializa en una falta de apoyo y acompañamiento económico hacia las

familias y organizaciones que trabajan en la temática, encuentra su correlato

también en una carencia de políticas públicas destinadas a la niñez. En este

sentido, los entrevistados manifiestan una carencia de programas y proyectos,

así como de dispositivos que permitan generar prácticas que protejan y

promuevan los derechos de los niños y sus familias, con el fin de superar las

prácticas institucionalizadoras asociadas al patronato. Al mismo tiempo, se

recogen relatos que dan cuenta de una falta de articulación en la formulación e

implementación de programas y proyectos, entre las propias instituciones del

estado, y entre este último y las organizaciones no gubernamentales. En esta

línea, al indagar a los profesionales que se desempeñan en El Coihue acerca de

las políticas públicas en las que enmarcan sus prácticas, así como de los

programas y proyectos que implementan, manifiestan:

“…No trabajamos con ningún proyecto del estado. Laburamos con lo que surge

en la práctica, y los planes sociales surgen de otro lugar. Tenemos diez becas

de la Provincia de Buenos Aires de la Secretaría de Niños, Niñas y Adolescentes

desde 2007… Sirven para que se puedan sostener los espacios, la escuela de

fútbol (Proyecto “Los leones”); la murga; el Centro de Recreación…”

“…Del Programa de Becas de la Provincia de Buenos Aires, el coihue recibe

diez becas que redistribuye a todos para realizar las actividades planificadas, los

almuerzos.

Desde la institución se desarrollan el Proyecto de Acompañamiento Familiar y el

Proyecto de Cooperativa de Reciclaje…” “¿Políticas Sociales? No puedo

responder…”

33

Page 34: Trabajo social y tercer sector

Se considera sumamente interesante lo relatado por el primer profesional, ya

que en principio manifiesta que no trabajan con ningún proyecto del Estado, si

bien, posteriormente da cuenta de las becas que reciben de la Secretaría de

Niñez. En este sentido, se pueden observar dos hechos relevantes: el primero

es que no se reconoce ningún programa o proyecto estatal, sino que se visualiza

una “entrada” de dinero, que como se manifestó anteriormente es considerada

insuficiente y destinada a sostener los propios proyectos y espacios. De esta

manera, se presenta una institución que esta recibiendo una “ayuda” escasa por

parte del Estado, pero con el cual no se reconoce ninguna planificación ni

implementación de algún programa o proyecto. Por otra parte, el segundo

profesional reconoce la “entrada” de dinero como formando parte de un

programa del estado, si bien declara que es utilizado para sostener los proyectos

y espacios que la institución lleva a cabo. Al mismo tiempo, deja en claro una

desarticulación en lo que a nivel de políticas sociales y programas respecta entre

el estado y la institución, ya que se posiciona en un desconocimiento de las

mismas.

Asimismo, otro de los relatos, permite dar cuenta de una falta de articulación y

coordinación entre las propias instituciones del estado, ya que la profesional del

servicio zonal manifiesta:

“…no hay consenso acerca de cuidar ciertas formas a la hora de intervenir, y

muchas veces son las organizaciones del tercer sector las que denuncian una

falta de respuesta por parte del servicio local, por ejemplo. No hay una buena

coordinación desde la secretaría hacia los organismos de abajo. Entonces hay

organizaciones que son muy desprolijas…”

Es así como, lo expuesto hasta aquí refleja el corrimiento del estado de las

responsabilidades que le competen al momento de velar por la protección y

promoción de los derechos de los niños, niñas y adolescentes. En consecuencia,

al encontrarse falencias, carencias al nivel de una de las dimensiones, aspectos

34

Page 35: Trabajo social y tercer sector

que hacen a la corresponsabilidad, es que esta última parece encontrarse

amenazada sino ausente.

Trabajo en Red

Como se mencionó en un principio, desde los entrevistados se destaca el trabajo

en red como un aspecto, dimensión presente en la noción de corresponsabilidad

que permite superar obstáculos en las prácticas, así como potenciarlas

notoriamente.

Desde el presente trabajo, se entiende a las redes como “formas de interacción

social, definidas como un intercambio dinámico entre personas, grupos e

instituciones en contextos de complejidad. Un sistema abierto y en construcción

permanente que involucra a conjuntos que se identifican en las mismas

necesidades y problemáticas y que se organizan para potenciar sus recursos.”14

En este sentido, es de interés mencionar el artículo 15 de la ley 13298 al

postular que las políticas dirigidas a la protección integral de los derechos de los

niños se deben implementar mediante “la concertación de acciones de la

Provincia, los municipios y las organizaciones de atención a la niñez”, llamando

a continuación a la participación activa de las organizaciones no

gubernamentales.

Tanto para el equipo de investigación, como para los entrevistados, esto último

señala que, de no sustentarse una activa participación de la comunidad

(entendiendo, dentro de ésta, a todos sus actores sociales que atienden

cuestiones de la niñez), no será posible establecer políticas apropiadas y

eficaces de protección integral de los derechos de los niños. Y, al decir de

Miguel Prince15, estas políticas no podrán llevarse a cabo “…sin una sociedad

que acoja al niño en su seno y acompañe este proceso de promoción y

protección de sus derechos”.

14 “Redes Sociales. Una propuesta de organización alternativa” en Revista electrónica Prácticas grupales, un modelo de trabajo en redes.15 En Fazzio, Adriana- Sokolovsky, Jorge, “Cuestiones de la niñez”, Aportes para la formulación de políticas públicas, pág. 166.

35

Page 36: Trabajo social y tercer sector

Sin embargo, se debe dejar en claro que no se postula una transferencia de

responsabilidades únicamente a las organizaciones no gubernamentales, sino

que se reconoce la responsabilidad primordial que le compete al estado, y que

fue tomada anteriormente. De hecho, el trabajo en red es posible en este

sentido, en la medida que el estado se encuentre presente y dispuesto a

articular con las demás organizaciones. De lo contrario, difícilmente se podrá

hablar de un trabajo en red que permita formular e implementar políticas

eficaces en la promoción y protección de los derechos. En este sentido, uno de

los profesionales del Coihue relata:

“…No se trabaja en red, pero se participa en instancias de otras instituciones.

Hay un leve intento de articulación entre una organización del estado y el coihue,

y hay articulación con colegios. Pero no hay reuniones planificadas de la Red, no

se ve qué se está haciendo, ni cómo…”

Por otra parte, desde el servicio zonal se plantea la existencia de un trabajo en

red con otras organizaciones, entre las que se incluye al Coihue, a la vez que

también se reconoce que no se trabajan con todas:

“…En primer lugar nosotros siempre apuntamos al trabajo en red, porque

valoramos el trabajo que hacen las instituciones en el territorio. El Coihue forma

parte de las instituciones con las que nosotros trabajamos, sosteniendo las

intervenciones que realizan en el territorio…” “… El Coihue forma parte de

muchas redes en las cuales nosotros no estamos participando activamente…”

Estos relatos permiten dar cuenta, en un primer momento, de una no muy clara y

sólida articulación entre las instituciones que abordan la temática, ya que se

reconoce que existe un leve intento de articulación con otras organizaciones

pero que no se llega a planificar, evaluar las prácticas. En este sentido, no existe

un intercambio entre las organizaciones. Al mismo tiempo, desde el Servicio

36

Page 37: Trabajo social y tercer sector

Zonal se reconoce que existen otras instituciones que ellos conocen pero con las

cuales no se articula.

En dicho contexto, uno de los entrevistados reconoce al trabajo en red como una

estrategia que permite superar obstáculos y potenciar los recursos existentes,

ante la carencia de los recursos necesarios:

“…El trabajo en Red surge de la falta de recursos materiales y humanos…”

“…Se podría trabajar más seriamente en red; poniendo el ojo en eso, creo que

se puede duplicar la eficiencia en el trabajo del Coihue, ampliar las instituciones

de la zona…”

Se reconoce la necesidad de trabajar más seriamente en red, de que puede

potenciar el trabajo realizado desde las instituciones y que por lo tanto, se debe

articular más con las demás instituciones de la zona. En este sentido, se cree

que la red posibilita que los recursos de cada institución se potencien, y, tal

como expresa Dabas16, esto permite la creación de alternativas novedosas para

la resolución de problemas o la satisfacción de necesidades, que no serían

posibles de desarrollar individualmente, al interior de cada institución. Sin

embargo, relatos de los entrevistados evidencian una dificultad a la hora de

articular con otras instituciones:

“…El trabajo en red es de la boca para afuera… Hay que trabajar con los pibes y

no considerar que el pibe tiene que venir.” “…Algunas responden, otras no

porque “se mueven en su mosaico y no quieren saber nada fuera del mismo”…”

“… Hay otras instituciones que estigmatizan a los pibes y se hace difícil. No está

muy resuelto. No todos quieren “jugar” con nosotros…” (Trabajador Social “El

Coihue”)

16 Dabas Elina. “De las organizaciones verticales aisladas a la acción colectiva de sujetos sociales responsables” en “Revista de comunicación comunitaria Enredados”. 27/2/2007. Página 7

37

Page 38: Trabajo social y tercer sector

“…El Coihue forma parte de muchas redes en las cuales nosotros no estamos

participando activamente, sino que tenemos conocimiento, pero porque también

dentro de lo que son las organizaciones de la sociedad civil a veces tienen

mucha resistencia a que se meta el estado. Entonces tenemos conocimiento

pero no nos involucramos para no entorpecer el trabajo…” (Trabajadora Social

Servicio Zonal)

De esta manera, se observa que existe una dificultad para generar consensos y

modos articulados de trabajo, llegándose a postular que se sienten “resistencias”

por parte de algunas organizaciones, lo que deriva en la no participación de las

instituciones del estado en redes que se puedan generar entre algunas

organizaciones no gubernamentales. Es así como un actor fundamental a la

hora de garantizar los recursos necesarios para garantizar los derechos de los

niños, explica su ausencia a raíz de resistencias externas. Al mismo tiempo,

cobra particular interés lo manifestado por el profesional del Coihue acerca de

que existen instituciones que estigmatizan a los chicos, a la vez de que se

plantean diferencias en los modos de abordaje de las situaciones a trabajar, por

ejemplo, cuando expresa que existen instituciones que esperan que los chicos

lleguen a la misma, en lugar de ir a trabajar con ellos al barrio.

Todo lo hasta aquí expuesto, trae nuevamente a escena una falta de

coordinación, de pautas de funcionamiento, de lineamientos por parte del estado

para con las instituciones, tanto propias como no gubernamentales. Se hace

referencia específicamente a la presencia de instituciones que puedan

estigmatizar a los sujetos, llegando a dejar a un lado en sus prácticas al

Paradigma de Protección Integral.

Al mismo tiempo, la falta de coordinación se refleja en que, si bien se remarca el

trabajo en red como una estrategia que permite o permitiría potenciar las

prácticas y alcanzar los objetivos, se manifiesta a la vez, una dificultad de

generar estrategias en conjunto entre las instituciones. Asimismo, no se debe

dejar de lado, la falta de espacios de supervisión y evaluación en relación con el

trabajo que se realiza con otras instituciones, hecho que lleva a cuestionar a uno

38

Page 39: Trabajo social y tercer sector

de los entrevistados la existencia de un trabajo en red, refiriendo que se trata de

una leve articulación entre instituciones.

En consecuencia, se puede observar como la puesta en práctica de la noción de

corresponsabilidad, necesita de la conjunción de los diversos aspectos,

dimensiones que la componen, ya que la posibilidad misma de un trabajo en red

entre las instituciones en el que se planifiquen, implementen, supervisen y

evalúen programas y proyectos, necesita inicialmente de una presencia estatal

que garantice los recursos necesarios. Caso contrario, se encuentran

instituciones “aisladas” que intentan articular con otras, en un marco de escasez

de recursos y falta de coordinación y lineamientos claros en el abordaje de la

temática.

La Política como dimensión de la corresponsabilidad

La dimensión política de la noción de corresponsabilidad, es visualizada en la

Ley 13298 en diversos artículos que recogen la importancia que tienen tanto las

organizaciones estatales como no gubernamentales al momento de planificar e

implementar políticas destinadas a la niñez. En ese sentido, solo basta recordar

el artículo 14 de la misma cuando define lo que se denomina “sistema de

promoción y protección integral de derechos”, que consiste en la articulación de

los organismos públicos y organizaciones no gubernamentales a los fines de

planificar, formular, ejecutar y supervisar políticas, programas y acciones

destinadas a garantizar los derechos de los niños. Asimismo, en su artículo 24,

se llama a la participación de diversas organizaciones de la sociedad civil a los

fines de supervisar los programas que se implementan, así como a plantear

reformulaciones, modificaciones o nuevas medidas “para una mejor

efectivización de las políticas públicas de la niñez”.

Siguiendo esta línea, desde el Servicio Zonal se plantea una situación que

presenta a las organizaciones no gubernamentales como actores capaces de

tener influencia en las políticas que se desarrollan en niñez:

39

Page 40: Trabajo social y tercer sector

“…Si por ejemplo, vos venís de la institución El Coihue y no estás de acuerdo

con una estrategia que se este llevando a cabo, tu voz es tenida en cuenta de

una manera que antes no. Antes era una persona la que definía la estrategia, lo

que se tenía que hacer y ahora las estrategias se trata de hacerlas en conjunto,

se trata de escuchar todas las voces, esa es una práctica que la generó esta

nueva ley y que se ve en lo cotidiano…” (Trabajadora Social Servicio Zonal)

“…Con las instituciones se generan estrategias en conjunto porque la verdad es

que uno no puede imponer un trabajo…” (Trabajadora Social Servicio Zonal)

Lo relatado refiere a una realidad en la que tiene lugar una participación activa

de las diversas instituciones, en la que no existe una imposición de prácticas

como producto de un modo de organización jerárquico en el cual el poder se

encuentra centralizado en un actor particular. Por el contrario, se propone un

modo de articulación multicéntrico en el que se busca garantizar la autonomía de

las partes, respetar la heterogeneidad y buscar articular las diferentes miradas

que se tengan sobre una situación particular.

Sin embargo, el profesional del Servicio Zonal relata situaciones en las que

debido a una falta de recursos se termina derivando a los niños a hogares, no

pudiendo establecer diferentes estrategias que eviten su separación del grupo

familiar. Se considera que dichas situaciones, lejos están de posibilitar

situaciones en las que se escuchen la “voz” de los demás, es decir, de los niños,

las familias y las organizaciones que los acompañan. Como bien señaló el

profesional del servicio zonal:

“…La falta de recursos hace que uno muchas veces recurra al “patronato

estatal”, como no se cuentan con los recursos con los que necesitan algunos

pibes, entonces bueno, “va a un hogar y punto”…”

En este sentido, también se debe recordar lo manifestado por los profesionales

del Coihue, en lo que respecta a la falta de recursos y a la inexistencia de un

40

Page 41: Trabajo social y tercer sector

trabajo articulado por la falta de espacios de planificación y supervisión de las

prácticas y estrategias que se desarrollan. Asimismo, uno de los entrevistados

expresa un claro conflicto político dentro del estado, que estaría dejando de lado

a los niños, familias y demás instituciones no gubernamentales a la hora de

poder pensar políticas que garanticen los derechos reconocidos por la ley:

“…La Ley en lo concreto no se ve. Hay una puja muy fuerte entre el poder

ejecutivo y judicial y ahí quedan entrampados los pibes…”

Considerar la falta de recursos manifestada por los entrevistados, tanto de las

organizaciones no gubernamentales como las estatales; la no generación de

espacios que permitan la participación de las organizaciones en la formulación

de políticas; así como los conflictos que se dan entre los poderes del estado,

lleva a la configuración de una situación en el que las organizaciones no

gubernamentales son llamadas a ocupar el lugar “del hacer” lo diseñado por

niveles superiores, como el poder ejecutivo en este caso. Significa desconocer el

llamado que se hace en la Ley a una gestión articulada entre las instituciones

tanto a nivel de la implementación, así como a nivel de diseño y evaluación de

las políticas públicas de niñez.

No obstante la situación planteada, se cree necesario y de vital importancia que

desde las organizaciones se persiga el objetivo de alcanzar una efectiva

participación en el diseño y evaluación de las políticas referidas, que intenten

ocupar un lugar distinto al que actualmente están ocupando.

CONCLUSION

41

Page 42: Trabajo social y tercer sector

A modo de finalización es necesario plasmar en el desarrollo del presente

trabajo la comprensión y visualización de las prácticas analizadas. Teniendo en

cuenta que en la actualidad la Ley 10067 del Patronato ha sido derogada, no

significa que algunas de sus practicas no persistan en las instituciones. Es un

buen interrogante a identificar los motivos que materializan esta situación y

como consecuencia del mismo, se han concebido desde la presente

investigación. En primera instancia, se debe tener en cuenta la permanencia

durante casi un siglo de intervenciones basadas en dicha Ley, lo que implica un

lento proceso de transformación. Por otro lado la Ley 13298 se encuentra en

pleno proceso de transición ya que si bien implica un cambio superador en

referencia a su antecesora, es de difícil implementación sino se asignan los

recursos económicos y materiales necesarios para su accionar.

Ahora, si bien se ha generado un marco legal que promueve la articulación,

trabajo y responsabilidad conjunta de los organismos estatales y no

gubernamentales (noción de corresponsabilidad) a los fines de promover y

proteger los derechos de los niños, se observan ausencias en lo que respecta a

Políticas Sociales de atención a la niñez necesarias para acompañar el proceso.

En este sentido, desde los entrevistados de El Coihue, se reconoce la 

responsabilidad que le compete al Estado en la promoción y protección de los

derechos de los niños, jóvenes y adolescentes y como consecuencia,  se hace

permanente referencia a los obstáculos que deben enfrentar, tanto ellos como

demás instituciones, en sus prácticas como resultado de la falta de recursos,

dispositivos e instituciones necesarios, producto de una deficiente acción estatal.

Este accionar del Estado no se da  únicamente al nivel de la creación y

ejecución de Políticas, sino también a nivel organizacional. Se observa una falta

de coordinación entre las instituciones estatales y entre éstas y los no

gubernamentales, lo cual obstaculiza o no genera las condiciones para el

desarrollo de un trabajo en red verdadero sino de un trabajo que muchas veces

queda en interacciones entre instituciones.

Por otro lado, resta destacar la dimensión política de la noción de

corresponsabilidad, que es de vital importancia y que a su vez complementa la

42

Page 43: Trabajo social y tercer sector

lucha que desde las organizaciones no gubernamentales se viene

materializando, a los fines de participar en el diseño e implementación de las

políticas y recursos necesarios para la promoción y protección de los derechos

de los niños, niñas y adolescentes.

Para finalizar, es relevante destacar que a partir de los interrogantes obtenidos a

través de este trabajo de investigación es necesario reflexionar el rol que debe

ocupar la Universidad para seguir produciendo conocimiento y de esta forma

plasmar un seguimiento que permita a los nuevos profesionales seguir pensando

los por qué y los para qué de estos cambios que invitan a concebir de otra forma

el concepto de corresponsabilidad.

ANEXO

Modelo de Entrevista

¿Cuál es su función dentro de la Institución?

43

Page 44: Trabajo social y tercer sector

¿Se trabaja interdisciplinariamente? ¿Cuántos profesionales

intervienen?

¿Cuál es el lugar que se le asigna al Trabajador Social dentro del equipo

interdisciplinario?

¿Existe un cronograma de las actividades que realizan?

¿Cuál es la metodología implementada por el Trabajador Social, en la

intervención con niños, niñas y adolescentes?

¿Se trabaja con la Familia del niño, niña, adolescente? ¿Cómo se lleva a

cabo esta tarea? ¿Qué técnicas de intervención se utilizan?

¿Cuál es el trabajo que realiza la Red? ¿Qué acciones lleva a cabo?

¿Cuál cree que es la relevancia del trabajo en red y de su participación en

la misma?

¿Cuál es la mirada que tiene la institución acerca de la especificidad del

Trabajo Social?

¿Cuáles considera que son los condicionantes institucionales que

atraviesan la intervención profesional?

¿Cuáles son las políticas sociales sobre las que se basa para intervenir?

La ley de promoción y protección de los derechos de los niños ha

promovido modificaciones en las rutinas de intervención concretas.

¿Conoce las competencias de las distintas instituciones involucradas con

la temática de niñez?

¿Cree que hay cambios en sus prácticas a partir de la implementación de

la nueva ley mencionada? ¿Cuáles?

¿Hay prácticas que permanecieron? ¿Cuáles?

¿Cómo considera estas prácticas?

¿A qué cree que responden estas permanencias?

¿Cree que responden a algún marco conceptual particular?

¿Desde la institución, se aplica algún tipo de programa o proyecto?

¿Cuáles son los recursos existentes para llevar adelante las acciones

emprendidas y de dónde provienen?

¿Recibió o recibe alguna formación específica acerca de la problemática?

44

Page 45: Trabajo social y tercer sector

¿Cómo se actualiza frente a la problemática?

¿Está Ud. de acuerdo con el rol profesional que desempeña en la

institución?

¿Cree Ud. que existen vacíos teóricos-metodológicos en la profesión con

respecto al abordaje de la problemática de niñez?

¿Qué tipos de estrategias de intervención considera que se puede llevar a

cabo para desempeñar una práctica profesional eficiente?

BIBLIOGRAFÍA

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