Trabajo Sobre El TDAH

Trabajo sobre el TDH

¿QUÉ ES EL TDAH?

El TDAH significa “trastorno por déficit de atención e hiperactividad”, pero es frecuente que un niño con TDA no sea hiperactivo. Por lo general, estos niños no perturban en el aula, y sus conductas no necesariamente resultan inoportunas o notables para el maestro. No obstante, el TDA puede ser muy problemático con el propio niño, y llevarlo a un desempeño significativamente bajo en la escuela, y a experimentar una baja autoestima.

CARACTERÍSTICAS CONDUCTUALES DEL TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN SIN HIPERACTIVIDAD (TDA):

El niño es fácilmente distraído por estímulos extraños. Tiene dificultad para escuchar y seguir instrucciones. Le cuesta focalizar y sostener la atención. Tiene dificultades para concentrarse y aplicarse a la tarea. Su desempeño en el trabajo escolar es errático: un día es capaz de realizar la

tarea, y al día siguiente no; el niño es “consistentemente inconsistente”. Se desconecta; puede parecer “en la luna”. Es desorganizado; pierde o no puede encontrar sus pertenencias: papeles,

lápices, libros; los pupitres y aulas pueden parecen un área de desastre total. Tiene pobres aptitudes para el estudio. Le resulta difícil trabajar con independencia.

CARACTERÍSTICAS CONDUCTUALES DEL TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD (TDAH):

Alto nivel de actividad.- El niño está en constante movimiento.- A menudo agita manos o pies, se contorsiona, se cae de la silla.- Encuentra objetos próximos para jugar con ellos o ponérselos en la boca.- Deambula por el aula; le cuesta mucho permanecer en su sitio.

Impulsividad y falta de autocontrol.- Tiene estallidos verbales, a menudo inadecuados.- No puede aguardar su turno. - A menudo interrumpe a otros o se entromete con ellos.- A menudo habla en exceso.- Se crea problemas porque no puede pensar un instante antes de actuar

(responde primero y piensa después).- A menudo se lanza a actividades físicamente peligrosas, sin considerar

las consecuencias, por lo cual se lastima con frecuencia. Tiene dificultad con las transiciones y el cambio de actividades. Presenta una conducta agresiva, se sobreexcita con facilidad. Es socialmente inmaduro. Tiene baja autoestima y alta frustración.

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Nota: no todos los niños presentan la totalidad de estos síntomas, los cuales son además de grado variable. Cada niño es único y en él encontramos una combinación diferente de conductas, puntos fuertes, debilidades, intereses, talentos y habilidades.Es importante reconocer que, hasta cierto punto, todas estas conductas son normales en la infancia, en las diversas fases del desarrollo. Sin embargo, cuando el niño presenta un número significativamente alto de estas conductas en un momento del desarrollo en que resultan inadecuadas (por comparación con otros niños de la misma edad), alterando su vida cotidiana, se trata de un trastorno. Estos niños necesitan ayuda e intervención.

TIPOS DE TDAH (Según el DSM-IV):

TDAH subtipo predominante inatento: el niño que presenta este trastorno se caracteriza por tener una conducta pasiva, no prestar atención a las cosas, ser despistado, y dar importancia a ruidos o estímulos irrelevantes. Es despreocupado y desorganizado. Normalmente se le considera mal estudiante, vago, por lo que se le acaba no prestando atención en clase.

TDAH subtipo predominante hiperactivo-impulsivo: el niño que padece este tipo de trastorno, se muestra inquieto, interrumpe con frecuencia las conversaciones de los demás, no consigue concentrarse en actividades relajadas y habla en exceso. El comportamiento resulta difícil de controlar tanto en el ámbito escolar como familiar, por lo que se requiere la ayuda de los especialistas.

TDAH subtipo combinado: el niño que padece este trastorno presenta síntomas atencionales e hiperactivos-impulsivos.

La mayoría de los niños con TDAH, presentan un trastorno añadido o varios:

o Trastorno de aprendizaje: en torno al 19-26 por ciento de los niños con TDAH presentará dificultades en el cálculo, la lectura o en su expresión escrita. Normalmente éstas se observan en niños que muestran falta de atención en clase, o en aquellos que no son capaces de organizar sus tareas.

o Trastorno oposicionista o negativismo: en torno al 40-60 por ciento de los niños hiperactivos-impulsivos, presentará síntomas propios de estos trastornos, siendo, además, los que se presentan con mayor frecuencia. En estos casos lo mejor es pedir ayuda, ya que pueden derivar en trastornos con peor pronóstico, como el trastorno disocial y de conducta. El niño que sufre negativismo muestra, entre otros, mucho rencor, venganza, se enfada y discute a menudo.

o Trastorno disocial: en torno al 20-40 por ciento de los niños/adolescentes desarrolla este trastorno. Estos niños mienten con facilidad, realizan pequeños hurtos, y en algún caso se muestran agresivos causando daño físico.

¿CUÁLES SON LAS CAUSAS POSIBLES DEL TDA/TDAH?

Por el momento no se conocen las causas del TDAH. Las comunidades científica y médica están adquiriendo conocimientos crecientes sobre el funcionamiento del cerebro

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y los factores que afectan la atención y el aprendizaje. En la actualidad, el TDA/TDAH se atribuye generalmente a la herencia u otros factores biológicos.Los padres de un niño con problemas de alguna clase (físicos, psicológicos o sociales), normalmente se sienten culpables y se acusan a sí mismos. Creen haber hecho algo que pudo causar los problemas del hijo. Si un niño presenta un TDA/TDAH nadie tiene la culpa.

CAUSAS POSIBLES DE ESTE TRASTORNO:

Causas genéticas: sabemos que el TDA tiende a aparecer en determinadas familias. Un niño con TDA a menudo tiene un progenitor, un hermano, un abuelo, u otro pariente con historia y conductas escolares similares.

Causas biológicas/fisiológicas: muchos médicos describen el TDAH como una disfunción neurobiológica en el área del cerebro que controla los impulsos y contribuye a filtrar los estímulos sensoriales y a enfocar la atención. Estos profesionales sostienen que puede haber un desequilibrio o una falta de la dopamina, que transmite los mensajes neurosensoriales. La explicación es que, cuando nos concentramos, aparentemente el cerebro libera neurotransmisores adicionales, lo que nos permite aplicarnos a una cosa y bloquear los estímulos competitivos. Las personas con TDA presentarían un déficit de estos neurotransmisores.

Complicaciones o traumas durante el embarazo o el parto. Envenenamiento por plomo. La dieta: en la comunidad médica sigue discutiéndose el papel de la dieta y las

alergias alimentarias vinculadas a los síntomas del TDAH. Las investigaciones actuales no brindan mucho respaldo a esta relación con la dieta, pero hay muchos fuertes defensores de esta teoría.

Exposición prenatal al alcohol y a las drogas: estos niños suelen presentar un daño neurológico sostenido, en muchas conductas del TDAH.

Estas consideraciones nos transmiten la importancia de identificar cuanto antes a los niños de alto riesgo, en orden a iniciar sistemática y tempranamente la intervención.

¿A CUÁNTOS NIÑOS AFECTA EL TRASTORNO?

La incidencia estimada del TDAH varía ampliamente según los estudios considerados y las herramientas empleadas. Algunos expertos consideran que presentan esta afección entre el 3 y el 10 por ciento de los niños en edad escolar. Las cifras estimadas citadas con más frecuencia en la literatura sobre el tema oscilan entre el 3 y el 5 por ciento. Sin embargo es muy probable que ésta sea una subestimación, debida al hecho a que muchas niñas con TDA suelen quedar sin diagnosticar. Afecta a un mayor número de niños que de niñas, provocando diferentes síntomas en cada uno de ellos. Los niños muestran mayor grado de hiperactividad-impulsividad que las niñas, lo que da lugar a que algunos lleguen a enfrentarse incluso con el maestro. Las niñas, en cambio, suelen presentar un TDA sin hiperactividad, teniendo problemas de tipo

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académico, con una sintomatología depresiva (es este caso es muy difícil detectar el trastorno).

EL TDAH Y LA EDAD

Según Webster-Stratton (1997): << las vías de desarrollo primario de problemas serios de conducta en la adolescencia y adultez parecen establecerse en el período preescolar>>.

EL NIÑO EN EDAD PREESCOLAR

El niño hiperactivo-impulsivo, en esta edad, se mostrará incansable y agotador. No se entretendrá con ningún juego, cambiará de actividad constantemente, y se ensuciará al jugar pareciendo no importarle. Necesitará, por tanto, mucha supervisión.

EL NIÑO EN EDAD ESCOLAR

Destacará la dificultad que tiene para adquirir buenos hábitos tanto de higiene como académicos. No se preocupará por presentar las tareas de clase limpias y ordenadas, molestará continuamente en clase con ruidos o levantándose de la silla y su comportamiento mostrará desobediencia. Además, perderá u olvidará objetos necesarios, por ejemplo, si un día lleva la agenda no llevará los libros. Tendrá problemas para relacionarse con sus compañeros y en algunos casos mostrará conductas agresivas.

EL ADOLESCENTE O JOVEN

Se mostrará tranquilo aunque le costará concentrarse en la clase, jugando con pequeños objetos y moviendo manos y pies. Se mantendrán las dificultades de atención y la impulsividad. Será incapaz de organizar su tiempo de trabajo por lo que se verá abordado por la falta de tiempo para acabar la tarea. La impulsividad aparece cuando habla sin pensar, además, la falta de control puede generar peleas con sus compañeros, profesores o con sus padres.

EL DIAGNÓSTICO

¿QUIÉN DETECTA EL PROBLEMA?

A menudo son los padres los que detectan el problema aunque en algunos casos son los profesores los que observan que la conducta del niño en la escuela no es la correcta, y por tanto, que puede existir algún trastorno.

¿QUIÉN HA DE REALIZAR EL DIAGNÓSTICO?

El diagnóstico de TDAH es complejo, y debe basarse en la evaluación clínica realizada por un médico experto en el reconocimiento y tratamiento del mismo. Dicha

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evaluación debe obtenerse tanto de la observación de la conducta del niño como de la información obtenida de padres, colegio, otros familiares, etc.

Pueden usarse de forma complementaria escalas de evaluación de la conducta, rellenadas por los padres, profesores y otros cuidadores del niño. Proporcionarán información acerca de la gravedad del trastorno, de la presencia e importancia de otros trastornos psiquiátricos o de diversos problemas comportamentales, y podrán ser de ayuda a la hora de valorar la eficacia de los tratamientos aplicados. Pero debe recordarse que dichas escalas son complementarias, y que nunca podrán por sí solas determinar un diagnóstico. Dada la evidencia de la importante carga genética del TDAH, es conveniente realizar una historia médica detallada tanto personal como familiar.

¿CÓMO SE LLEVA A CABO?

Se lleva a cabo a través de cuestionarios a los padres y al propio niño. Para obtener mejores resultados se le hará un test de inteligencia para descartar que su conducta no se deba a otras causas.

INTERVENCIÓN TEMPRANA EN NIÑOS CON TDAH

La intervención en los niños con TDAH durante la etapa de Educación Infantil tiene una gran importancia para conseguir un desarrollo adecuado y evitar la aparición de problemáticas más severas. Esto, que es cierto en todos los casos, es especialmente necesario para los niños de mayor riesgo debido a situaciones familiares adversas o que presentan una sintomatología más agudizada de TDAH y/o problemas asociados.

Dos principios básicos caracterizan una buena intervención con niños con TDAH. En primer lugar, esta intervención deberá ser personalizada, atendiendo a aquellas situaciones o aspectos concretos en los que puede presentar más problemas con una respuesta adaptada a sus necesidades especiales. En función de esas necesidades, la intervención podrá ser multicomponente, incluyendo todos aquellos recursos (médicos, psicológicos, educativos, socioambientales) que se consideren adecuados para modificar los contextos problemáticos, mejorar las conductas inadaptadas que realiza y proporcionarle las habilidades que presenta deficitarias. En segundo lugar, la intervención deberá implementarse en los escenarios naturales y contemplar la adaptación de los distintos entornos en los que el niño se desarrolla a sus especiales características. Para ello, en la intervención con TDAH infantil es muy importante la participación de los padres, profesores y todas aquellas personas significativas para el niño.

COMPONENTES DE LA INTERVENCIÓN

Cada vez son más los autores que plantean la necesidad de intervenciones intensivas y sistemáticas que combinen varios de estos componentes.

Tratamiento farmacológico. La eficacia de los tratamientos farmacológicos en TDAH durante toda la etapa escolar es muy clara, como ponen de manifiesto

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centenares de trabajos en las últimas décadas. De entre todos, los psicoestimulantes son los fármacos más utilizados, efectivos y seguros que hay en la actualidad para el tratamiento. Los estimulantes potencian la acción de distintos neurotransmisores, como la dopamina y la noradrenalina, estimulando el sistema reticular, el sistema límbico, el núcleo estriado y otras zonas del cerebro relacionadas con la atención, la activación y los procesos inhibitorios. Además, los psicoestimulantes mejoran la memoria a corto plazo y el rendimiento académico, reduciendo los problemas de interacción social y los de comportamientos. El fármaco psicoestimulante más utilizado es el metilfenidato, comercializado como Rubifen, un estimulante leve del SNC con mínimos efectos secundarios. Generalmente se administra sólo los días de actividad escolar, descansando los fines de semana y los períodos vacacionales. Es muy importante tener en cuenta que no hay una dosis óptima para todos los niños con TDAH. En cada caso habrá que determinar la más adecuada mediante la realización de pruebas sucesivas, en las que deben colaborar los maestros y padres.

La mayoría de los autores apuntan que es importante empezar su administración a edades tempranas, señalando los 3/4 años como la más adecuada. Sin embargo, muchos padres y profesores son reacios a su utilización entre otras cosas porque son todavía pocos los estudios controlados que han analizado su eficacia en estas edades y los que lo han hecho muestran resultados controvertidos. En cualquier caso, es importante administrar los fármacos de forma juiciosa y controlada así como acompañarse de técnicas psicoeducativas complementarias.

Prevención y tratamiento de los problemas conductuales. Las técnicas de modificación de conducta son especialmente apropiadas para el tratamiento de los niños de Educación Infantil por su adecuación al nivel de desarrollo psicológico de los niños de esta etapa. Además, son de fácil aplicación y tienen una amplia aceptación entre los maestros de este nivel como demuestra un estudio reciente de Stormont y Stebbins (2001).

Entre las técnicas conductuales más recomendadas para niños con TDAH de esta edad se encuentran la alabanza, el refuerzo, los programas de fichas, la extinción, el costo de respuesta y el tiempo fuera. Todo esto les ayuda a controlar su conducta y a mejorar su autoestima, muy mermada en la mayoría de estos casos. Es importante que terapeutas, padres, profesores y, en general todas las personas que rodean al niño, sean conscientes de esta necesidad y que la satisfagan.

Los elogios, la proximidad, las sonrisas y los abrazos son el modo más sencillo y el más significativo para enseñar a los niños de Educación Infantil las conductas positivas. Ahora bien, con los niños de TDAH suele ser necesario en algunas ocasiones utilizar algún tipo de refuerzo (de actividad, social, material, etc.) por cumplimiento de las normas. Funcionan especialmente bien los programas de economía de fichas con premio individual, aplicados directamente por el psicólogo, o supervisados en casa o en el colegio, y también los refuerzos para toda la clase. Existen distintas técnicas para eliminar conductas inadecuadas, como la extinción o el coste de respuesta. Muchos maestros y

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padres emplean algún sistema para aislar a los niños cuando su conducta es perturbadora.

Desarrollo de habilidades cognitivas de autorregulación. Es importante enseñar a los niños a controlarse por ellos mismos (potenciación de la autorregulación). Para ello hay que evitar las prácticas educativas que fomenten las respuestas impulsivas y potenciar aquellas que desarrollen la autorregulación interna, teniendo en cuenta no sólo el resultado sino también el proceso.

La técnica de autoinstrucción, junto con el entrenamiento en solución de problemas, constituye el fundamento básico de varios programas sistemáticos que han sido elaborados para niños con problemas de hiperactividad, impulsividad y agresividad y que pueden ser aplicados individualmente o a nivel de grupo en el aula. Entre éstos, el programa <<Piensa en voz alta>> (Camp y Basch, 1980) es especialmente adecuado para niños de Educación Infantil por incluir una secuencia autoinstruccional muy simple y por los apoyos gráficos que utiliza para la enseñanza de la misma.

Desarrollo de habilidades sociales. Otro importante componente de la intervención en niños con TDAH es proporcionar clara instrucción en el área de las habilidades sociales. Cuando se diseña e implementa un currículo de esta línea hay que tener en cuenta algunos aspectos básicos. En primer lugar, hay que determinar las necesidades reales en habilidades sociales de los niños y seleccionar un currículo en habilidades sociales apropiado a dichas necesidades. En segundo lugar, hay que diseñar el procedimiento de instrucción que sea adecuado para aprender habilidades sociales.

De especial interés para los niños pequeños resulta el programa <<Escuela Dinosaurio>> (Webster-Stratton, 1991; Webester Stratton, Reid y Hammond, 2001), un paquete de entrenamiento en habilidades sociales y solución de problemas dirigido a los niños con deficiencias en habilidades sociales, con frecuentes atribuciones negativas, incapacidad de empatizar o comprender otras perspectivas, que hacen un uso limitado del lenguaje emotivo y presentan deficiencias en la resolución de problemas en la escuela.

EL NIÑO CON DIFICULTADES EN EL APRENDIZAJE: ESTRATEGIAS PARA AYUDARLE

Los niños con TDAH suelen mostrar dificultades con las tareas de: lectura, escritura, cálculo y matemáticas.

Lectura. Algunos de los errores más frecuentes son:

- Omisión : olvidar leer una letra, sílaba, palabra o incluso toda la frase.- Adiciones : añadir letras, sílabas, o palabras al texto que se está leyendo.- Sustituciones : leer una letra, sílaba o palabra por otra.Como estrategia se premiará con fichas si se ha leído correctamente.

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- Dificultad ante algunos grupos consonánticos : tr/bl/pr/bl.Como estrategia se leerán palabras que contengan estos grupos consonánticos.

- Deficiente comprensión lectora : mala comprensión de textos escritos, o de instrucciones para realizar una tarea.

Como estrategia es conveniente que el niño rodee dentro del texto las palabras que indiquen la acción que debe realizar.

- Desmotivación ante la lectura : por cansancio dificultad de concentración ante las tareas largas.

Como estrategia es conveniente entrenar al niño con textos cortos o con respuestas atractivas para él.

- Rechazo de la lectura. Como estrategia debemos iniciarle en la lectura con textos cortos. Después de la lectura obtendrá un premio. La lectura compartida consiste en que el educador lee con el niño; el maestro comenzará leyendo más que el niño, hasta que poco a poco se reduzca el tiempo y sea el niño el que lleve el ritmo de la lectura. En otros casos, el niño no quiere leer en grupo, por lo que se le dirá con anterioridad el fragmento que va a leer para que se lleve a cabo un entrenamiento previo.

- Lectura lenta, silabeada o precipitada. Como estrategia se puede utilizar un metrónomo para evitar el silabeo o la precipitación. También se puede entrenar al niño haciendo una lectura cronometrada para aumentar en velocidad.

- Pérdida ante la lectura. Como estrategia utilizar un cartón a modo de señalador, o indicarle previamente el fragmento que le va a tocar leer para que siga atento a la lectura.

Escritura. Los errores más frecuentes son:

- Unión de las palabras: “aver”.- Fragmentación: “des pués”.- Adición de letras: “vol-ver-ré”.- Omisión de letras, sílabas o palabras: “semana-s”.- Sustitución de letras, sílabas o palabras: “aguelos”.- Repetición o rectificación de sílabas o palabras. Como estrategia se premiará con fichas que luego podrá cambiar por premios, o el deletreo.

- Caligrafía pobre y desordenada : en función de los errores que cometa se actuará de una forma u otra.

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Como estrategia se reforzarán las palabras que estén mal escritas, y se corregirán delante de él para que vea sus fallos y sus aciertos.

- Mayor número de faltas ortográficas .Como estrategia se deben reforzar las palabras que se fallen con ejercicios de memoria visual.

Cálculo. Algunos de los errores más frecuentes son:

- Errores por una respuesta impulsiva incluso ante operaciones sencillas. Como estrategia para ayudarle el entrenamiento del cálculo y la representación de los números mentalmente.

Matemáticas. Algunos de los errores más frecuentes son:

- Pobre comprensión de los enunciados: debido a una lectura rápida o por falta de atención.

Como estrategia, autoinstrucción sobre la lectura de los enunciados y explicación de la utilidad de cada signo.

- Errores por descuido a la hora de utilizar los signos. - Dificultad de abstracción de conceptos matemáticos. Como estrategia podemos emplear material del aula y poner una señal en la misma donde se vean los pasos que hay que realizar para hacer el problema correctamente.

FACTORES CRÍTICOS EN EL TRABAJO CON NIÑOS CON TDA/TDAH

Debemos tener en cuenta que algunas de las situaciones que pueden generar problemas en niños con TDA/TDAH son:

→ La tarea es difícil y aburrida.→ Se le exige un trabajo prolongado.→ Hay poco control.→ Se realizan cambios de actividades que el niño no controla.→ El niño no sabe qué se espera de él.→ Sólo se le recuerda los errores, no se le acepta como es.→ No se le respeta y se le castiga en exceso.

En el trabajo con alumnos que presentan un TDA/TDAH hay que considerar muchos factores críticos:

1. Flexibilidad, compromiso y voluntad para trabajar con el alumno en un nivel personal. Esto significa dedicar el tiempo, la energía y el esfuerzo adicionales

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requeridos para escuchar realmente a los niños, brindarles apoyo y realizar los cambios y acomodaciones necesarios.

2. Entrenamiento y conocimientos sobre el TDA/TDAH. Es esencial que los maestros conozcan la naturaleza biológica y fisiológica del problema. Estos niños no nos molestan deliberadamente. No calculan sus conductas para enloquecernos. Saberlo, nos ayuda a conservar la paciencia, el sentido del humor y la capacidad para tratar con conductas fastidiosas de un modo positivo.

3. Una comunicación estrecha entre el hogar y la escuela. Es muy importante y necesario tener el apoyo, la cooperación y una línea de comunicación abierta con sus progenitores.

4. Brindar claridad y un encuadre a los alumnos. Los alumnos con problemas de atención necesitan un aula estructurada. Esto no quiere decir una clase tradicional, absurda, rígida, con pocos estímulos auditivos o visuales. Incluso el aula más creativa, sugerente, colorida, activa y estimulante puede estar estructurada.

Los alumnos con TDA/TDAH deben recibir la estructura a través de la comunicación, las expectativas, las reglas, las consecuencias y el seguimiento claramente formulados. Sus tareas deben ser fragmentadas en módulos manejables; el maestro debe actuar como modelo y proporcionar una enseñanza guiada, con instrucciones, normas y retroalimentación claras. Estos alumnos necesitan asistencia para estructurar sus materiales, su espacio de trabajo, su dinámica grupal, y para mejorar las elecciones y los movimientos de transición. Hay que organizarles el día, alternando períodos activos y tranquilos.

5. Estrategias de enseñanza creativas interactivas e interesantes, que mantengan la participación y la interacción de estos alumnos con sus compañeros. Todos los alumnos necesitan y merecen un currículo enriquecido y motivador que aplique una variedad de enfoques.

6. Trabajo de equipo. A muchos maestros la enseñanza en equipo le resulta sumamente útil. Poder intercambiar o compartir estudiantes durante parte del día escolar a menudo reduce el problema de conducta y preserva la salud del maestro. Así mismo, proporciona una perspectiva diferente sobre cada niño.

7. Apoyo administrativo. Es esencial que los administradores conozcan las características del TDAH y las estrategias para el manejo eficaz de estos alumnos a fin de que apoyen al maestro en el trato con los niños perturbadores.

8. Respetar la privacidad y el carácter confidencial de los datos sobre el alumno. Es importante que las notas, los resultados de test, las modificaciones especiales de las tareas asignadas o requerimientos, así como la medicación del alumno no se difundan como si no fueran reservados.

9. Modificar las tareas, recortar el trabajo escrito. No es necesario que estos alumnos hagan todos los ejercicios, resuelvan todos los problemas de matemáticas, den todas las definiciones. Hay que estar dispuesto a hacer excepciones, a permitir que realicen tareas más razonables para ellos. Conviene aceptar métodos alternativos para que expongan sus conocimientos: por ejemplo, permitir que den respuestas orales, que les dicten las respuestas a un progenitor, etc.

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Se deben reducir los requerimientos y exigencias relacionados con la escritura manuscrita, teniendo en cuenta el esfuerzo físico extremo que representa para estos niños escribir lo que a uno le parece sencillo.

10. Limitar la cantidad de deberes para el hogar. Si la madre o el padre se quejan de que el niño dedica una enorme cantidad de tiempo a las tareas para el hogar hay que ser flexibles y reducirlas a una dimensión manejable. En las familias de los niños con TDAH, lo típico es que las tareas para el hogar sean una pesadilla.

11. Dedicar más tiempo a las evaluaciones. Estos alumnos (a menudo muy inteligentes) suelen asimilar la información, pero no pueden volcarla, sobre todo al ser examinados. Hay que ser flexible, y concederles un tiempo adicional en las pruebas, o permitirles que respondan verbalmente, o ambas cosas.

12. El docente debe tener sensibilidad, y no avergonzar o humillar a estos alumnos frente a sus compañeros. La autoestima es frágil; lo típico es que los alumnos con TDA/TDAH se perciban como fracasos. No se debe ridiculizarlos. La preservación de la autoestima es el factor primordial para ayudar verdaderamente a estos niños a tener éxito en la vida.

¿Por qué la mayoría de niños con TDAH tienen la autoestima baja?

Más del 50% de los niños con TDAH tiene problemas derivados de una autoestima baja, y las principales causas son:

- Debido a su difícil conducta, reciben con mayor frecuencia una información negativa sobre su comportamiento y sus tareas.

- Se les confunde con niños maleducados.- Crecen rodeados de un mayor número de fracasos a pesar del esfuerzo

por hacer las cosas bien.- Al obtener un resultado negativo se sienten indefensos.- A menudo se encuentran con tareas con un nivel de autocontrol al que no

llegan por lo que su sentimiento de frustración va en aumento.- Después de varias tareas fallidas, los adultos no les dan las mismas

responsabilidades, lo que ven como un mensaje negativo.

13. Supervisión constante para prevenir posibles problemas y generar en el niño mayor seguridad y autocontrol.

14. Realizar tutorías individualizadas de 10 minutos para hablar con el niño, hacerle ver lo que se espera de él y marcarle unas pautas básicas de comportamiento.

15. Uso de herramientas básicas para el control del comportamiento: refuerzo positivo, extinción y tiempo fuera.

16. Ayudar al niño a organizarse pues le cuesta mucho organizarse y estudiar. Estos niños necesitan ayuda y una intervención adicional para registrar adecuadamente las tareas asignadas, organizar sus materiales y su espacio de trabajo, retirar periódicamente de sus carpetas y escritorios los desechos acumulados. Hay que emplear estrategias específicas para desarrollar la capacidad de estudio.

17. Modificaciones del ambiente. El ambiente del aula es un factor muy importante en el desempeño de estos alumnos. En vista de la diversidad de estilos de aprendizaje los niños deben disponer de opciones ambientales que tengan en

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cuenta dónde y cómo ellos trabajan bien. Deben considerarse cuidadosamente la iluminación, el mobiliario, el ordenamiento de las sillas, la ventilación, el despliegue visual, el color, las áreas para relajación y las medidas para bloquear las distracciones durante el trabajo estático. Hay que tener en cuenta que los niños con TDA/TDAH necesitan el contacto visual con el maestro, tenerlo cerca para recibir señales, estar sentados junto alumnos que se concentran bien, y disponer de mucho espacio. Hay muchos factores ambientales que pueden regularse, modificarse y mejorar considerablemente el desempeño en el aula de estos alumnos.

18. Valorar las diferencias entre los alumnos y ayudarlos a sacar a la luz sus talentos. Se deben proporcionar muchas oportunidades para que los niños les muestren a sus compañeros lo que saben hacer bien. Hay que reconocer la diversidad de estilos de aprendizaje y de enfoques individuales.

19. Creer en el alumno; no renunciar cuando los planes A, B y C no funcionan. Siempre habrá planes D, E, F…

LAS NORMAS Y LOS LÍMITES

Se deben establecer normas dentro del aula para que el niño tenga un mayor autocontrol, indicándole qué se espera de él. Hay que seguir una serie de pautas para establecer las normas:

- Se ofrece la norma con un lenguaje afirmativo (“Puedes jugar a la pelota en el patio”).

- Se acompaña siempre la razón por la cual se establece la norma (“En clase se pueden romper muchas cosas”).

- Se pacta una consecuencia para aplicar en caso de no cumplir la regla (“Si juegas con la pelota te la quitaré hasta mañana”).

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