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[2] Trabajo Practico Fina MEMENTO MORI Alumno: NICOLAS MENENDEZ Índice Síntesis del Ensayo 3 Currículum Vitae 4 Declaración Jurada de Autoría 5 Palabras Clave 6 Parte I. El Romanticismo: sueño, nostalgia y muerte 7 Parte II. Melancolía de Lars Von Trier 12 Conclusión y reflexiones personales 17 Bibliografía 19 Imágenes Anexas 20

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[2]

Trabajo Practico Fina

MEMENTO MORI

Alumno: NICOLAS MENENDEZ

Índice

Síntesis del Ensayo 3

Currículum Vitae 4

Declaración Jurada de Autoría 5

Palabras Clave 6

Parte I. El Romanticismo: sueño, nostalgia y muerte 7

Parte II. Melancolía de Lars Von Trier 12

Conclusión y reflexiones personales 17

Bibliografía 19

Imágenes Anexas 20

[3]

Síntesis del Ensayo

El presente ensayo explorará la corriente artística del romanticismo; disruptiva e

individual, esta corriente planteará una clara contraposición con el revisionismo y

estabilidad neoclasicista, propulsando la introducción de temáticas oscuras y teñidas

de subjetividad, la utilización expresiva del color y la iluminación, el alejamiento del

modelo heroico paradigmático, etc. Dicho análisis contrastará con la propuesta de

Melancolía (2011), film dirigido por Lars Von Trier, cuya propuesta involucra una

introducción visual y musicalmente expresiva y metafórica, un personaje principal

ominoso y mentalmente acomplejado, un contexto de inminente destrucción y cambio,

una división estructural del film en dos puntos de vista (Justine, la protagonista, y su

hermana Claire), etc. Este paralelismo entre Von Trier y el artista romántico nos

permitirá comprender la importancia que cumple aún en nuestra sociedad este

movimiento, como herramienta reflexiva y concientizadora de la complejidad humana.

[4]

Currículum Vitae Nombre y apellido: Nicolás Alejandro Menéndez Heerlein Fecha de nacimiento: 27/06/1993 DNI: 37.754.119 Dirección: Manuel Ugarte 2011, 3º. Capital Federal, Argentina Celular: 15-51093689 E-mail: [email protected]

Formación/educación Universidad de Palermo Título: Guionista de Cine y TV Inicio y Finalización: 2012 – 2015 Universidad de Palermo Título: Lic. en Dirección Cinematográfica Inicio y Finalización: 2012 - en curso Colegio Belgrano Uno Título Secundario: Bachiller en Gestión de las Organizaciones Inicio y Finalización: 2006 - 2011 Otros estudios

Idioma/s: Inglés Examen: First Certificate of English (FCE) – 2008 Examen: Cambridge English: Advanced (CAE) – 2011 Computación: Dominio de herramientas básicas de Office (PowerPoint, Word). Conocimiento básico de programas de edición de video e imagen (Sony Vegas, Adobe Photoshop) Experiencia laboral Pasantía no rentada Empresa: Trayecto Uno Duración: 1 mes Sector: Marketing y Publicidad Tareas realizadas: Carga de datos a la página Web principal con la utilización de un

software especializado, y con el chequeo de los circuitos turísticos.

Pasantía no rentada Organización: Poder Ciudadano Duración: 1 mes Sector: Medios Tareas realizadas: “Clipping” de noticias. Producción de planillas de Excel, contabilización de menciones de la ONG en los medios gráficos y televisivos.

[5]

Declaración jurada de autoría

A: Facultad de Diseño y Comunicación. Universidad de Palermo.

Por la presente dejo constancia de ser el autor del Trabajo Práctico Final

titulado

que presento para la asignatura

dictada por el profesor

Dejo constancia que el uso de marcos, inclusión de opiniones, citas e

imágenes es de mi absoluta responsabilidad, quedando la UP exenta de toda

obligación al respecto.

Autorizo, en forma gratuita, a la UP a utilizar este material para concursos,

publicaciones y aplicaciones didácticas dado que constituyen ejercicios académicos

de uso interno sin fines comerciales.

___ / ___ / ___

Fecha Firma y aclaración

[6]

MEMENTO MORI

El espíritu romántico en el film Melancolía

Nicolás Menéndez. Dirección Cinematográfica (rama: Guión de Cine y TV)

Taller de Reflexión Artística III – Prof. Carlos Morán

Palabras Clave

Romanticismo –Ruptura – Muerte – Sueño – Subjetividad - Cine –Identificación –

Heroína - Depresión – Melancolía

[7]

I. EL ROMANTICISMO: SUEÑO, NOSTALGIA Y MUERTE

Al referirnos a un individuo, objeto o entorno con la connotación “romántico”, es usual

comprender dicha referencia como una exaltación de una cualidad sentimental,

vinculada a un amor de tipo valiente y pasional. Dicha connotación, sin

embargo,puede extenderse a límites mucho más oscuros y recónditos de nuestro

interior; la concepción romántica del arte comprende, de este modo, temáticas como lo

ominoso, lo melancólico, lo onírico, y, particularmente, la muerte.MencionaVillacañas

en La quiebra de la razón ilustrada: idealismo y romanticismo: “El amor lleva a la

muerte: he aquí el motivo central del romanticismo” (Villacañas, 1988, p. 208).Dicha

contraposición funcionará como la temática central de este ensayo, el cual explorará

los vínculos existentes entre la obra del autor romántico y un director cinematográfico

contemporáneo, Lars Von Trier.

El romanticismo pondrá en juego, tal como postula Gombrich en Historia del Arte

(1999), la individualidad del propio artista frente a su obra. Una creciente cantidad de

artistas deseará romper con los convencionalismos y profundizar en aquellas

propuestas que responden a su propia concepción y sensibilidad sobre el arte. El

contexto en que dicha corriente florece en los diferentes territorios de Europa (la

Revolución de 1830 y el asentamiento de la burguesía como clase social dominante en

Francia, un panorama económico teñido por la fruición de la Revolución Industrial en

Gran Bretaña, una sociedad influenciada por el idealismo y la importancia del “yo”

impuestas por la nueva filosofía y literatura en Alemania) nos lleva a comprender la

necesidad de dichos artistas, enfrentados a un panorama cambiante y turbulento, de

expresar sus sentimientos y emociones, así como la posibilidad con que éstos cuentan

de recuperar y revigorizar temáticas relacionadas al propio momento en que viven, en

contraste con el revisionismo histórico que tan fuertemente propulsará la corriente

neoclasicista.

Lo ominoso seráuno de los mayores campos a los que el romanticismo

(particularmenteaquel proveniente de Alemania) buscará volver. ¿Qué se comprende

como lo ominoso? Según analiza Freud en Lo ominoso (1919), el núcleo de este

término se halla en la incertidumbre que el sujeto posee al enfrentarse a una situación

ominosa. Se trata de aquello a lo cual no nos hallamos acostumbrados, lo que genera

dudas y cuestionamientos en nuestro interior: pero lo ominoso, tal como postula Freud,

puede ir más allá de la simple ecuación que lo relaciona al temor de lo novedoso.

Puede retomarse aquí la afirmación que Freud rescata del filósofo Schelling,

perteneciente al movimiento alemán romanticista: lo ominoso puede considerarse

[8]

también como aquello que, siendo destinado a mantenerse oculto y en la oscuridad,

sale a la luz. Podemos trazar aquí un paralelo con el contexto en que se desarrolla el

arte romanticista: un arte que, en claro contraste con el neoclasicista, exhibirá y llevará

a la luz cuestionamientos y reflexiones sociales de gran importancia, a través de

herramientas metafóricas y simbólicas que observaremos, particularmente, en la veta

romántica de pintores como Francisco Goya, Eugene Delacroix y William Blake.

La obra de William Blake resulta relevante en el análisis del arte romántico como

representación de un mundo fantástico, en el cual lo onírico y subconsciente

sobrepasa a la realidad misma. Pintor y poeta inglés, Blake es considerado uno de los

primeros artistas en portar la bandera del movimiento romanticista; su obra genera una

importante ruptura con el panorama artístico precedente y produce, a su vez, un

vínculo con las obras procedentes del movimiento surrealista, al cual servirá como

fuente de inspiración. Una temática recurrente en la obra de Blake será aquella de la

religión, su relación con la vida y con la muerte; temática que, tras ser abandonada por

el neoclasicismo, será revigorizada por la nueva corriente de artistas, los cuales

vuelven a ser influenciados por la estética de la Edad Media.

La intención disruptiva y anti-canónica del artista romántico se halla reflejada en la

figura de Blake, cuya producción artística persigue la expresión de la identidad propia

por sobre la adscripción a una determinada técnica. Observamos en obras como

Torbellino de amantes[ver Imagen 1] y Nabucodonosor[ver Imagen 2] una utilización

subjetiva del color y la iluminación, buscando el autor expresar su punto de vista o

mensaje ya no desde la adscripción a un número de reglas canónicas, sino desde la

misma imaginación y emoción que le empujan al acto de crear. Las formas empleadas

por el artista desafían aquellas del clasicismo rígido: notamos, por un lado, una

atracción de Blake al desnudo, empleándolo con gran avidez en sus pinturas:

podemos relacionar la naturaleza misma del desnudo, una de libertad y despojo de los

tapujos, a aquella de la mentalidad romántica. Estas formas poseen, a su vez, una

naturaleza altamente maleable: en el caso de Torbellino de amantes, las imágenes

llegan incluso a derretirse y mezclarse entre sí, generando confusión en el espectador.

Esta confusión, aludida anteriormente al definir el concepto de lo ominoso, destaca

particularmente en contraste a la intención moralista y estabilizadora del arte

neoclásico, planteado en un espacio y tiempo claramente reconocibles y armónico.

Esta “tempestad” es representada con ímpetu por otro artista romántico, Caspar David

Friedrich. De nacionalidad alemana, puede considerarse a Friedrich como la figura

más influyente del romanticismo alemán pictórico durante el siglo XIX: su trabajo

[9]

destacará por un empleo expresivo y crítico de la naturaleza y el paisaje, así como la

concepción del “héroe” que planteará a través de sus personajes. Viajero junto al mar

de nieblas [ver Imagen 3] puede ser considerada una imagen icónica del

romanticismo, debido a que aglutina en sí diferentes características de éste: el

héroeromántico, personificado como un hombre reflexivo y melancólico,situado al

borde de un acantilado en búsqueda del contacto perdido con la naturaleza. Esta

naturaleza, sin embargo, se retrata a partir de un panorama empinado y dificultoso,

lúgubre, casi abrumador; ya no se trata de un simple decorado, sino de una

herramienta que expresa simbólicamente el dificultoso panorama social y emocional

que el individuo contemporáneo atraviesa. El uso del color y de la iluminación (es

notable el contraste visible entre la claridad del cielo y la oscuridad de las rocas que

conforman el acantilado) refuerza subjetivamente el mensaje buscado por Friedrich.

Otra de sus obras, Abadía en el robledal[ver Imagen 4], retrata un panorama

diferente, mayormente ligado a la incertidumbre y terror de lo ominoso o grotesco:

árboles secos y deformes rodean un oscuro cementerio, por el cual transitan un grupo

de individuos indistinguibles, de los cuales sólo se disciernen sombras. Ana Romeo y

Lourdes Domenech destacan como elemento central de la estética romántica la

alienación de los espacios, en un afán de rebeldía contra lo establecido: “Recrea

espacios apartados, misteriosos (cementerios, ruinas, ambientes sepulcrales, iglesias,

castillos, altas cumbres, mar impetuoso, selvas innacesibles…). (Romeo y Domenech,

p. 2).

La literatura y la danza serán dos campos en los cuales se indagará con mayor fervor

en el tormento y oscuridad latentes en el individuo romanticista. Una de las figuras que

preverá este fenómeno será Goethe, un escritor y pensador alemán, cuya obra Las

desventuras del joven Werther (1774) funciona como una fuerte influencia en la

literatura alemana posterior, tratándose de una historia marcada por el sufrimiento, la

alienación y la muerte, así como una fuerte influencia autobiográfica, característica que

se vincula a la importancia de la subjetividad y el “yo” creador en el romanticismo. El

espíritu revolucionario y combativo del romanticismo burbujea a la superficie a través

de Goethe, según escribe Sergio Sánchez Loyola:

“Con la publicación de esta novela Goethe criticó a la sociedad de su tiempo,

en especial a la burguesía sustentada en un sistema político y social caduco y

retrógrado, jerarquía opuesta al cambio y defensora a ultranza de los antiguos

valores morales y religiosos. La novela hace énfasis en la imposibilidad del

[10]

individuo moderno por encontrar su lugar en una sociedad regida aún por

normas feudales” (Sánchez Loyola, 2011)

Su personaje principal, Werther, se presenta como un protagonista distante del

paradigma heroico clásico, hallándose éste atormentado por las sucesivas desgracias

que le acontecen, llegando a hallar la muerte como su inevitable liberación

(característica que, de acuerdo a Romeo y Domenech, es vital en la comprensión del

romanticismo como movimiento). El suicidio es aún considerado en la época de su

escritura como un tabú, lo cual potencia la fuerza revolucionaria y disruptiva de esta

pieza.

Giselle, estrenado en el año 1841 en París, hará historia como uno de los ballets más

exitosos, influenciando a través de su historia y técnica de baile el movimiento de

danza romántica.Su protagonista, la bella Giselle[ver Imagen 5], se halla construida

como el perfecto arquetipo de la heroína romántica. Una joven etérea, serena y frágil

(tanto por su físico como por su condición cardíaca), que a través del baile expresa su

apasionado e ilusorio amor por un hombre, el príncipe Albrich; tras ser abandonada y

traicionada por éstela única solución para Giselle es la muerte, suceso que le llevará a

transformarse, en el segundo acto, en un fantasma frío y sediento de venganza,

apoyado por las willies, seres sobrenaturales que han sido engañadas por amor.

Observamos cómo no sólo la actitud de Giselle se modifica, sino también el entorno y

la naturaleza a su alrededor, pasando del iluminado pueblo en el primer acto a un

bosque oscuro, abandonado y misterioso, iluminado por la luna. La técnica de baile de

Gisellerepresenta un movimiento etéreo y representante de ligereza, lo cual se ve

representado en el uso de las puntas de los pies y la elevación como motivos.

El uso de las puntas representa, a su vez, el deseo de la heroína romántica de

ascender hacia un mundo fantástico, fantasía de la cual eventualmente caerá.

En el estudio de la aplicación del romanticismo a las diferentes áreas artísticas queda

aún una por explorar: la música, de la cual Richard Wagner será el mayor exponente.

Artista que, según desarrolla Gras Balaguer en El romanticismo como espíritu de la

modernidad, brindará un panorama diferente a la música clásica, amalgamando en un

único espectáculo la poesía, el drama y la música, con los cuales creará un compuesto

indivisible. En cuanto a la fuente de su inspiración, menciona Gras Balaguer:

“Wagner se inspira en los mitos y leyendas antiguas de origen germánico, con

la intención deliberada de buscar en el propio pasado las fuentes de

inspiración, e infundir así la conciencia nacional que Alemania necesitaba, lo

[11]

que según él no habían logrado sus predecesores” (Gras Balaguer, 1983, p.

153)

La influencia romántica es, a partir de esta reflexión, claramente distinguible en

Wagner, un músico que colocará el acento, no de modo indistintinto a los pintores y

escritores de la época, en la emoción y el sentimiento nacionalista. Las técnicas

empleadas por Wagner sufrirán también grandes modificaciones, suprimiéndose el

inicio y final de las arias y comenzando a emplearse el “leitmotiv”, una herramienta que

permitirá la sensación de continuidad y expresividad en sus piezas.

[12]

II. MELANCOLÍA DE LARS VON TRIER

Uno de los más recientes films en la carrera del controversial director danés Lars Von

Trier, Melancolía (2011) introduce al espectador en un universo confuso,oscuro y

onírico, donde rincones recónditos del subconsciente son explorados y los límites

entre realidad y ficción se vuelven difíciles de discernir.

Dará comienzo al film una secuencia inicial compuesta de diversas imágenes en

slowmotion; rompiendo con la progresión del relato clásico, estas imágenes

adelantarán los hechos a suceder (incluyendo la destrucción del planeta Tierra)

utilizando un lenguaje metafórico, por momentos incluso surrealista. Una de las

imágenes [ver Imagen 6] enseña a la protagonista en su vestido de novias, siendo su

frágil y adormecido cuerpo arrastrado por un río repleto de vegetación; observaremos

luego a la misma joven arrastrándose por un bosque repleto de dismórficas ramas de

árboles, las cuales se enredan en su cuerpo [ver Imagen 7], una imagen fuertemente

simbólica y expresiva.

Los eventos del film son vistos a través de los ojos de dos hermanas: Justine, una

joven idealista y emocional, quien se halla prometida a Michael, un hombre apuesto

pero burdamente convencional; y Claire, mujer conservadora y racional, casada y

madre de un hijo. El claro contraste entre la personalidad de las dos hermanas

funciona no sólo como un método de diferenciación de caracteres, sino que afectará el

mismo flujo del relato, alterando el punto de vista con el cual éste es observado. El

primer capítulo, “Justine”, se centrará en la fallida boda entre Justine y su prometido

[ver Imágenes 8 y 9], cuyos eventos metaforizan la imposibilidad de Justine de

encajar en el mundo burgués, acartonado y cotidiano de sus familiares, decidiendo,

por el contrario, sabotearlo y evadirlo mediante actos de rebeldía (mostrar más interés

en la estrella Astares que en la casa que su prometido le ha comprado, insultar a su

jefe y renunciar a su trabajo como publicista, tener relaciones sexuales con un

asistente a la boda, darse un baño en vez de socializar, etc.). El segundo, “Claire”,

verá el relato moverse hacia el punto de vista de ésta, la cual recibirá en su casa a una

deprimida y melancólica Justine, esforzándose por mejorar el inevitable estado de su

hermana;ambas deberán enfrentarse, a su vez, al inminente apocalipsis que generará

el estrellamiento de un planeta contra la Tierra.

El modo en que las dos mujeres reaccionan ante este catastrófico evento es

radicalmente diferente: mientras que Claire, voz de la racionalidad, llega a

obsesionarse con el hallazgo de una explicación lógica al evento, buscando sin

cansancio información y cuestionando la actitud de su esposo, quien se halla seguro

[13]

de que no habrán repercusiones negativas, Justine enfrenta el inminente final con

calma y melancolía, asegurando a su hermana que éste es inevitable e, incluso,

positivo, dado que no existe más en el mundo que maldad. Es en el momento de la

verdad que, interesantemente, adopta Justine la voz de la “razón”, debiéndose esto a

que su actitud melancólica y depresiva le permite reaccionar con menor pánico a la

catástrofe: lo contrario ocurre con los personajes de John, quien se suicida al descubrir

la verdad, y Claire, que pierde todo atisbo de cordura al enfrentarse con lo que

ocurrirá. El desenlace del film observa a Justine crear una “cueva mágica” con palos,

en la cual alberga a su hermana y sobrino, enfrentando todos juntos la explosión

generada por el choque con el planeta Melancholia [ver Imagen 10].

Desde un primer estudio del argumento, es posible observar en el film múltiples

referencias y elementos a la psicología empleada por los artistas románticos del siglo

XIX, particularmente aquellos pertenecientes a la corriente alemana, fuertemente

influenciada por la filosofía, el estudio de las emociones de la subjetividad. Es

importante notar, en primer lugar, la característica autobiográfica del propio guión, que

Von Trier escribió en su tránsito por un notable período de depresión. Habiendo

mencionado anteriormente la cualidad autobiográfica y subjetiva de la escritura

romántica, a partir de la cual sus autores buscan teñir las historias contadas con

propias experiencias, dolores y pasiones, en contraste con el revisionismo o interés en

lo histórico del clasicismo, es posible generar aquí un vínculo entre Von Trier y dichos

artistas: Melancolía es claramente una historia que, en oposición a la linealidad de un

recuento de eventos “clásico”, busca confundir y conmover al espectador, colocándole

en diferentes puntos de vista y explotando sus temáticas de modos no convencionales

(podemos argumentar que el fin del mundo, un tema convencionalmente trabajado por

Hollywood y la industria cinematográfica “clásica”, toma en Von Trier un tono diferente,

más oscuro y reflexivo: no se trata ya de un fin del mundo literal, sino de uno imbuido

con un posible sub-texto metafórico: la implosión de la autodestructiva melancolía de

Justine).

La melancolía, emoción que funciona como epicentro y “corazón” de la historia del film,

no es un sentimiento ajeno a los artistas románticos. Enfrentados a un contexto

alienante y dificultoso, en el cual el capitalismo comienza a cobrar cada vez mayor

fuerza y a mecanizar el entorno a su alrededor, estos artistas observan el mundo

desde una perspectiva nostálgica y pesimista, lo cual explica, a su vez, la ferviente

necesidad de escapar a realidades diferentes, tales como son aquellas de la Edad

Media y la antigüedad. Laura Fàbregas resume este estado de la siguiente manera:

[14]

“Un estado del alma más sereno, y en este sentido nada frívolo, de aceptación de la

parte trágica de la vida, con sus contingencias y sus vicisitudes” (Fàbregas, 2013)

Este “desconsuelo inevitable” es particularmente notable en ciertos pintores como

Blake y Friedrich, cuyas obras fueron analizadas anteriormente. En el caso de

Friedrich, nos es posible trazar un vínculo entre la relación que se plantea entre sujeto-

naturaleza en sus pinturas y aquella planteada por Von Trier en el film. Notamos en la

obra del autor alemán una posición dominante y abrumadora de la naturaleza: cómo

ésta se sobrepone ante la figura humana, funcionando ya no con la armonía y

serenidad del neoclasicismo, sino con una actitud de violenta nostalgia (recordamos al

viajante, al borde del acantilado, abrumado por la majestuosidad del paisaje que le

rodea, el cual, lejos de sólo decorar la escena, potencia sus turbulentas emociones).

Melancolía, por su parte, plantea una asfixia similar del contexto y la naturaleza en

Justine, la protagonista: asfixia que notaremos, particularmente, en el primer tramo del

film, durante el cual la soñadora y no-conformante personalidad de Justine chocará

fuertemente con el contexto en que se halla; una boda tradicional, repleta de

individuos egoístas con sus propios intereses en mente (como veremos en el caso del

padre de Justine, quien se ha divorciado de su madre y posee una relación distante

con su hija, o su jefe, quien muestra un ávido interés por extraer de ésta el slogan para

su próxima campaña, llegando a colocar a un infiltrado que consiga la información).

Esta es planteada en un entorno avasallante: la gran casa de Claire y John, situada en

un enorme terreno, cercano al bosque y el río [ver Imagen 11]. Se trata de un espacio

que, más allá de su aparente solidez y armonía, aliena e incomoda a los personajes;

es la misma Claire quien descubre, a lo largo del relato, que el espacio que creyó

seguro y familiar es, en efecto, lo contrario. Esto se vincula con el concepto de lo

ominoso estudiado con anterioridad, a partir del cual aquello que conocemos y

consideramos nuestra “realidad” puede probar no serlo, enseñando un costado mucho

más oscuro y sobrecogedor (es en esta misma casa que John, esposo de Claire,

comete suicidio, siendo incapaz de lidiar con las consecuencias de la llegada de

Melancholia).

Otro concepto de la literatura y el teatro romántico que el film rescata y re-formula es

aquel de la heroína romántica. Si postulamos un posible vínculo entre Justine y

Giselle, la protagonista del icónico ballet romántico, podemos analizar que ambas

experimentan, en sus respectivos relatos, una disrupción de carácter, las cual les lleva

al fondo oscuro y desconocido de sus psiquis: ambas son removidas violentamente de

su status quo (Giselle por la traición de Albrich, quien ignora el apasionado amor de

[15]

ésta y opta por la seguridad de un casamiento arreglado con una joven de su clase;

Justine por su propia inconformidad, la cual le lleva a auto-sabotear su monótona boda

con actos de rebeldía), debiendo enfrentar posteriormente un estado mental diferente,

de profunda melancolía. Puede argumentarse, incluso, que Justine adquiere, a través

de su estado depresivo, una cualidad „fantasmal‟ similar a aquella de Giselle: si bien

Justine continúa accionando e interactuando con otros en el plano de lo real, su

„espíritu‟ no reside allí ya, sino en un espacio alienado. La conversación que ésta

sostiene con Claire, su hermana, sobre su capacidad para detectar la cantidad de

frijoles que contenía la botella colocada en su casamiento, y, paralelamente, que el

planeta Melancholia chocará efectivamente con la tierra, funciona como justificación de

la separación de Justine del „mundo tangible‟. El artista romántico logrará, en cierto

nivel, este tipo de alejamiento, buscando inspiración para su obra ya no en lo visible,

sino en aquello que se halla más allá, oculto y reprimido por el inconsciente o los

temores internos.

William Blake es un autor que, según las características del romanticismo analizadas,

responde a esta ruptura de lo canónico y establecido, animándose a desvelar las

pasiones y tabúes internos del individuo, uno de ellos siendo el desnudo. Su obra

empuja, a través de su aura mística y enigmática, los límites entre la realidad y la

ficción, llegando a entremezclarlos y fusionarlos entre sí. Este espíritu presente en la

estética y psicología de la obra de Blake es especialmente notable en una escena del

film de Von Trier [ver Imagen 12]: enfundada la noche en el brillo del planeta

Melancholia, Justine abandona la casa de su hermana, caminando en „trance‟ por el

gran y vacío jardín. Claire decide seguirla, llegando hasta un pequeño arroyo, cubierto

de árboles y vegetación. Allí observa a su hermana, desnuda y recostada sobre una

roca, su figura estilizada y suave como una pluma; la luz azulada emitida por el

misterioso planeta reluce en su piel, mientras Justine sonríe y se muestra estimulada

por la presencia de éste. Situándose en el punto de vista de Claire, la imagen

confunde al espectador, llevándole a dudar si se trata de un momento onírico:

hallamos aquí el vínculo a la obra del pintor inglés, en la cual cuerpos torneados y

realistas se mezclan con posturas convulsas y escenarios surrealistas. La función

expresiva del color cobra gran importancia, a su vez, en la escena mencionada,

brindando la tonalidad violácea/azulada del planeta un tono misterioso y seductor a la

figura de Justine.

La secuencia introductoria del filmse halla marcada por la musicalización de Richard

Wagner, individuo que cumplió un rol esencial en el establecimiento del romanticismo

en la música clásica. Observamos en la mencionada secuencia cómo la banda sonora,

[16]

más allá de funcionar como simple decoración u aliciente a las imágenes, se funde

verdaderamente con el estado de ánimo y emoción de los personajes en éstas,

potenciándole; los altos y bajos de la melodía coordinan, a su vez, con el movimiento

romántico yralentizado de los individuos u objetos. Algunas de las imágenes

presentadas funcionarán como futuros leitmotivs (tal es el caso de las imágenes del

planeta Melancholia acercándose a la Tierra), concepto con el cual Warner buscaba

dar continuidad a su música y romper con la estructura clásica.

[17]

CONCLUSIÓN

A través del análisis realizado en este ensayo se ha establecido la relevancia que aún

mantienen ciertos elementos del romanticismo en directores contemporáneos como

Lars Von Trier. Más allá de la revitalización de cualidades románticas en el relato, es

posible hallar en la figura misma de Von Trier como director cinematográfico trazos del

arquetípico artista romántico.

Controversial y poco conformista, Von Trier ha luchado durante su carrera fílmica

contra los estandartes de la industria cinematográfica, buscando remover al

espectador de su posición conforme a través de la inestabilidad y el cuestionamiento

de lo visionado. A lo largo de su filmografía será común el uso de temáticas “tabúes”,

escondidas o poco difundidas en las corrientes principales, lo cual ejemplifican su

tratamiento de la locura enBailarina en la oscuridad (2000), o de la ninfomanía y

libertad sexual en Ninfomaníaca (2013), así como personajes fuertemente teñidos de

una cualidad anti-heroica.

En contraste con la severidad de las temáticas planteadas por el director, resalta la

incorporación en un gran número de sus películas de actores pertenecientes al

considerado starsystem hollywoodense (Nicole Kidman, WillemDafoe, ShiaLaBeouf,

Lauren Bacall, KirstenDunst, entre otros), así como la eventual adaptación de

populares relatos mitológicos, tales como la leyenda deMedea, la cual será adaptada

al telefilm Medea (1988). Se trata de un método no muy distante a aquel empleado por

artistas románticos que, lejos de despreciar completamente las formas clásicas, se

dedicarán a re-formularlas y hallar modos de aplicarlas al turbulento contexto de la

época; una obra como Andrómeda de Delacroix prueba este punto, tomando el artista

una figura griega y resignificándola a partir de una utilización concreta del color, la

iluminación y la pincelada.

La melancolía, tanto para el romántico como para el individuo contemporáneo,

representa un estado emocional y psicológico altamente complejo: en el film,

observamos cómo Justine, decepcionada tras su fallida boda e intento de encajar en

un determinado estilo de vida, muestra desgano completo hacia la vida y sus distintas

etapas, moviéndose por ellas de modo autómata; son los pequeños e inadvertidos

detalles, tales como las estrellas o la caída de copos de nieve, los que captarán su

atención y le devolverán, momentáneamente, una sonrisa.

De acuerdo a Christian Bronstein “la melancolía puede ser también un paso necesario,

una experiencia de curación, el primer paso de la cárcel a la libertad y de la mentira a

[18]

la sinceridad” (Bronstein, 2012): a lo largo del film somos testigos de la “ruptura” que

se produce en el interior de Justine, la cual a causa de su intenso dolor comienza a

liberarse de sus inhibiciones, haciendo frente al ominoso evento del apocalipsis sin

represión o temor. Una actitud similar será adoptada por ciertos pintores o escritores

de la época romántica, que inspirados por un estado de perpetua melancolía y

aislamiento (generado, de acuerdo a Romeo y Domenech, por el antagonismo

existente entre su espíritu idealista y la crudeza de la realidad que viven), encuentran

en la muerte y destrucción una liberación, que puede permitir, incluso, la construcción

de algo nuevo.

Este último punto, visto desde el contexto socio-culturalactual, resulta sumamente

interesante: en un modo de vida altamente turbulento y alterado como el

contemporáneo, los momentos de introspección y reflexión personal parecen hallarse

cada vez más distantes. ¿Hemos perdido, en nuestra constante persecución contra el

tiempo, lo que Víctor Hugo denomina como “la felicidad de estar triste”? Es ésta,

puede argumentarse, la cualidad de los románticos que directores como Tim Burton,

Guillermo del Toro o Lars Von Trier buscan rescatar: el horror y lo ominoso funcionan,

en ellos, como un recordatorio de aquello que, previamente oscurecido y elidido, sale a

la luz, recordándonos que, más allá de todos los avances y explicaciones científicas

posibles, existen ciertos elementos de la psiquis y emoción humana que no podemos

explicar, y que debemos, únicamente, sentir.

[19]

Bibliografía

Gombrich, E. (1992). Historia del Arte. Madrid: Alianza.

Gras Balaguer, M. (1983). El romanticismo como espíritu de la modernidad. Barcelona:

Editorial Montesinos.

Villacañas, J. (1998). La quiebra de la razón ilustrada: idealismo y romanticismo.

Madrid: Editorial Cincel.

Freud, S. (1919). Lo ominoso en Obras Completas (tomo XVIII). Buenos Aires:

Amorrortu Editores.

Aragonés Escobar, B. (N/A). William Blake. SpanishArts (sitio web).Recuperado de:

http://www.spanisharts.com/history/del_neoclasic_romant/romant_blake.html

Romeo, A.; Domenech, L. (N/A). Características del Romanticismo. Materiales de

Lengua y Literatura (sitio web). Recuperado de:

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melancolia-de-lars-von-trier/

Filmografía

Von Trier, L. (2011). Melancolía. Dinamarca: Zentropa.

[20]

Imágenes Anexas

Imagen 1

Torbellino de amantes de William Blake.

Fuente:

http://www.spanisharts.com/history/del_neoclasic_romant/imagenes/blake/torbellino_a

mantes.html

[21]

Imagen 2

Nabucodonosor de William Blake.

Fuente:

https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/98/William_Blake_-_Nebuchadnezzar_%28Tate_Britain%29.jpg/640px-William_Blake_-

[22]

Imagen 3

Viajero junto al mar de nieblas de Caspar David Friedrich.

Fuente:

http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/b/b9/Caspar_David_Friedrich__Wande

rer_above_the_sea_of_fog.jpg

[23]

Imagen 4

Abadía en el robledal de Caspar David Friedrich.

Fuente: http://www.tuitearte.es/wp-content/uploads/2013/10/Abadia-en-el-robledal.jpg

Imagen 5

Representación de Giselle del Royal Ballet (fotografía: Johan Persson)

Fuente: http://i.telegraph.co.uk/multimedia/archive/01380/RBgisel2009_00298-

_1380985c.jpg

[24]

Imagen 6

Melancolía de Lars Von Trier

Imagen 7

Imagen 8

[25]

Imagen 9

Imagen 10

[26]

Imagen 11

Imagen 12