TRABAJO FINAL CUERPO B -...

15
TRABAJO FINAL CUERPO B Comunicación oral y escrita Rolando Piva Gina Diseño gráfico 90816 Final Diciembre 2015

Transcript of TRABAJO FINAL CUERPO B -...

TRABAJO FINAL CUERPO B

Comunicación oral y escrita

Rolando

Piva Gina Diseño gráfico

90816

Final Diciembre 2015

Cuerpo B

Carátula

Índice

Introducción

Desarrollo del informe: capítulos con la estructura narrativa indicada

Conclusiones personales

Bibliografía (citada según normas APA, ver ejemplo en esta guía)

Verificar que no contenga errores de ortografía

Trabajo Práctico Final

Cuerpo B

Título: DIEZ PIANOS EN DOS CASAS

Autor: Piva, Gina

Dedicatoria: no contiene Agradecimientos: no contiene Prólogo: Aprendí a ser formal y cortés Cortándome el pelo una vez por mes Y se me aplazó la formalidad Es que nunca me gustó la sociedad. Viento del sur, oh lluvia de abril, Quiero saber dónde debo ir. No quiero estar sin poder crecer Aprendiendo las lecciones para ser. Y tuve muchos maestros de que aprender, Solo conocían su ciencia y el deber, Nadie se animó a decir una verdad, Siempre el miedo fue tonto. Y el tiempo traerá alguna mujer, Una casa pobre, años de aprender Como compartir un tiempo de paz, Nuestro hijo traerá todo lo demás, El traerá nuevas respuestas para dar.

Letra de la canción “Aprendizaje” de Sui Generis.

Indice:

1. Introducción………..…….………………………..Página 1

2. Capítulo I……………....….………………………...Página 2

3. Capítulo II……………....….………………………..Página 3

4. Capítulo III……………....….……………………....Página 4

Capítulo IV……………....….…….……………….Página 5

Capítulo V……………....….…….………………..Página 6

7. Capítulo VI ...….…….……………….Página 7

8. Epílogo...............................................................Página 8

9. Colofón…………………… ……………………....Página 8

10. Conclusiones personales sobre la historia........Página 9

Introducción

Finalmente llegó el esperado día. Maite terminó el colegio secundario, ya no sería un impedimento para dedicar su tiempo a lo que más le apasiona: tocar el piano. Maite Garrido vive con sus padres, Mariana y Jorge, y con su hermano mayor, Juan, en Buenos Aires Capital, en el barrio de Palermo. Hace tres años, mientras cursaba segundo año en la Escuela Superior de comercio Carlos Pellegini, descubrió su talento con el piano. Fue aquel día en que su padre la llevó a escuchar un dúo de piano interpretado por Martha Argerich y Daniel Barenboim en el Teatro Colón, un importantísimo teatro de ópera ubicado en la ciudad de Buenos Aires, cerca de Tribunales. Una de las obras que interpretaron fue blanc et noir, que significa en blanco y negro, del compositor Claude Debussy. Sintió mucha emoción mientras la escuchaba. No podía creer el talento de esos artistas. Fue ese día el que descubrió ese mundo apasionante y a la vez minucioso. Al cabo de algunas horas, se puso en búsqueda de un profesor de piano. Apenas comenzó con sus clases, comprendió la precisión que requería ese arte, tanto a la hora de leer como a la hora de tocar: en la forma de sentarse, en la posición de los dedos, en la forma en que fue escrito y qué estilo. Cuanto más aprendía, más obsesiva se volvía y más perfección quería lograr. Odiaba el colegio. Sentía ese tiempo era tiempo perdido que debería dedicarle al piano. Esperaba ansiosamente terminar quinto año para anotarse en el Conservatorio Manuel de Falla. Finalmente llegó el esperado día: el 13 de noviembre del año 2014, con 18 años, Maite se había egresado del colegio secundario. Su madre la llevó a inscribirla a la nueva institución. Era hermosa: llena de instrumentos, de músicos, pianos de cola, violines sonando de fondo. Estaba tan contenta que se le salía el corazón por la boca1. Ansiaba el primer día de clase.

1 Hipérbole

Capítulo I

Título del Capítulo: Diez pianos en dos casas

Los martes luego de cursar armonía por la mañana, Maite tenía que esperar un par de horas hasta tener su clase de piano. No tenía muchos amigos, entonces en general esas horas las pasaba sola. Los alumnos contaban con la disposición de lo que llamaban la sala de pianos, un lugar donde hay varios pianos para que practiquen. Pero ese martes se llevó una sorpresa: la sala estaba cerrada por alguna razón desconocida. No fue una buena noticia para Maite, así que tuvo que buscar otro entretenimiento. Como había sido un imprevisto no tenía ni un libro. Sólo partituras que pensaba repasar antes de su clase. Entonces se compró un café y se sentó en un banco de un pasillo a esperar que el tiempo pase. Los minutos eran interminables y la ansiedad era cada vez mayor. Maite no era una chica paciente, definitivamente, menos cuando se trata de empezar su clase de piano. Estaba de mal humor. Lo sucedido con el aula cerrada la molestó mucho, ya que contaba con dos horas de práctica y estaba perdiendo el tiempo sentada en ese banco. Como no tenía mucho para mirar, se detuvo a observar la cartelera donde los alumnos cuelgan sus datos para dar clases de instrumento, o fechas en las que tocarán en algún bar o simplemente alguna publicidad. De repente vio uno que le llamó la atención. No era muy elaborado. Un simple papel, de mala calidad, impreso en blanco y negro con una tipografía bastante horrible. El emisor, el conservatorio en el que ella estudiaba, llamaba a un concurso para ganarse una beca para estudiar en la ciudad de Bruselas, capital de Bélgica. El viaje constaba de clases de instrumento con reconocidos docentes, y residencia en una pequeña calle ubicada en la ciudad anteriormente nombrada, donde residieron grandes pianistas de elite, entre ellos Martha Argerich. Esa callecita, nombrada popularmente “la calle de los pianistas” en base a una película. “Diez pianos en dos casas”: había tantos pianos en esas viviendas, que no hacía

falta detenerse muchos minutos para escuchar a alguien tocar. De repente el mal humor se transformó en entusiasmo, satisfacción, más ansiedad y risa. Maite tenía los pelos de los brazos de punta y la piel tal como la de un pollo2. Lo único que había que hacer era pedir una planilla, llenar los datos y entregarla en una oficina una semana más tarde. Su clase de piano no fue como habitualmente. Estaba desconcentrada, y nunca había pasado. No podía esperar a llegar a casa y contarle a sus padres. Era una oportunidad increíble. Estaba contentísima y faltaban semanas para que publiquen quiénes iban a ser los privilegiados. Cuando le contó a sus padres, su reacción no fue la esperada. Ninguno de los dos estaban de acuerdo, creían que antes de emigrar a estudiar afuera, debía terminar sus estudios en Buenos Aires. “Pero papá, ¡mi carrera es larguísima! Puedo llegar a tardar 8 años en terminarla. Es una oportunidad única, que no sé si voy a volver a tener”.

Pero no fue suficiente. Estaban convencidos de que Maite era aún muy pequeña e inmadura para enfrentar tal situación.

2 Comparación

Capítulo II

Título del Capítulo: Sostenuto Luego de esa inservible charla, en la que no logró nada más que gritos y prohibiciones, Maite se encerró en su cuarto muy enojada. No entendía cómo sus padres no entendían lo que significaba esa oportunidad. Fue entonces cuando se dio cuenta que ya no era una nena, y que esa era una decisión que debía tomar sola. Decidió irse a Bruselas con o sin el consentimiento de los padres. Sin embargo no tenía dinero ahorrado, por lo que se vio obligada a escribirle un mail a su abuelo, quien siempre estuvo interesado en la educación de sus nietos, pidiéndole ayuda. Querido abuelo, Espero que andes bien. Te extraño mucho, a vos y a la abuela. Extraño ir a tu casa y comer fideos con estofado y helado de postre. Quería contarte un problema que tuve y pedirte ayuda, que estoy segura que me querrás apoyar. Este martes, como cualquier otro, asistí a clase de armonía y mientras estaba haciendo tiempo aburrida como un hongo para entrar a la clase de piano y practicar la sonata número 5 de Bach, vi un cartel que cambió mi humor. Habrá una beca para pasar un cuatrimestre en Bruselas estudiando piano. Es una oportunidad única y mis padres no están de acuerdo no sé por qué, y tampoco tengo el dinero necesario para hacerlo. Espero me entiendas y puedas ayudarme de alguna forma. Espero tu respuesta. Te quiere, Maite. Luego de tres días interminables llegó la tan esperada respuesta: Maite, Espero sepas entender que no puedo ayudarte sin antes contar con la aprobación de tu padre. Sin embargo, creo fui de gran ayuda, ya que me encontré con él a hablar sobre el tema y expresarle mi opinión. Cuando hables con él decime si notás algún cambio. Saludos, Tu abuelo.

Capitulo III

Título del capítulo: Nocturne

Su abuelo había logrado convencerlo de que Maite viaje, pero dentro de algunos años. Su padre estaba convencido de que no estaba preparada para enfrentar un viaje tan largo lejos de su familia y que le faltaba crecer. Maite sabía que querían cuidarla, pero necesitaba que alguien la ayude. Estaba tan acompañada que sentía extrema soledad3. Maite no quería rendirse. Así que decidió entregar la planilla y esperar a ver qué hacer en el caso que saliera elegida para el intercambio.

3 Paradoja

Capítulo IV Título del capítulo: La espera

Empezaron a pasar los días y no había noticias de los que podrían viajar. Cuanto más pasaba el tiempo, menos grave era el problema. Maite siguió asistiendo al conservatorio y a sus clases de piano, perfeccionándose cada vez más. Disfrutaba mucho sus clases y eso facilitó la espera de lo que antes parecían ser tres largas semanas.

Capítulo V Título del capítulo: El cartel

Finalmente llegó el día en que publicarían el nombre de los privilegiados. La noche anterior Maite no podía dormir. Fue una noche larguísima. Reinaba la ansiedad, nervios, optimismo y pesimismo a la vez. Era lunes por la mañana. Casi sonámbula, Maite fue a desayunar con sus padres, que no estaban enterados de lo especial de ese día. Se puso una remera azul, con un jean del mismo tono. Corría viento afuera, pero había sol. Optó por ponerse un buzo color violeta. Salió en su bicicleta y recorrió las 27 cuadras que la separan de la institución. Cada vez faltaba menos para saberlo. Ese cartel iba a condicionar lo que ocurriría durante los próximos seis meses. Finalmente llegó. Estacionó la bicicleta y la ató a un poste en la calle. Subió una escalera, luego dos, luego tres hasta que finalmente se encontraba a tan sólo 10 pasos de ese corcho gigante viejo y roto, pero que contaba con esa información tan valiosa para Maite. Se paró enfrente. Lo buscó entre todos esos papeles y publicidades. Debía encontrar aquel con esa tipografía tan fea y característica. Lo encontró. Su nombre no estaba. Sintió mucha tristeza. Era una oportunidad perdida y no podría volver a tenerla. Estaba desanimada.

Capítulo VI Título del capítulo: El padre

Con el pasar de los años se dio cuenta que su padre tenía razón: durante la carrera aprendió muchas cosas, además de tocar el piano. Conoció mucha gente interesada en lo mismo que ella. Compartía una banda con amigos, donde ella tocaba el piano, obviamente. Le costó soltarse en géneros musicales fuera de la música clásica, pero finalmente lo logró. Maite es muy feliz y planea un viaje a Europa el año que viene para recorrer e intentar conseguir alguna oportunidad respecto a su pasión: tocar el piano.

Epílogo: conclusiones personales

Algunos problemas parecen insuperables y algunas oportunidades irremplazables. Y aunque no

todo ocurra como esperamos, puede venir algo aún mejor si uno se lo permite.

Colofón

La historia descripta es una combinación de ficción con experiencias reales de la vida de la

autora.

Firma y Número del documento de identidad