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FACULTAD DE FARMACIA
UNIVERSIDAD COMPLUTENSE
TRABAJO FIN DE GRADO
ADHERENCIA A LA DIETA
MEDITERRÁNEA COMO FACTOR
PROTECTOR EN EL DESARROLLO DE
DEPRESIÓN
Autor: Ana María Alaiz Domínguez
Tutor: Ana María López Sobaler
Fecha: Junio 2019
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ÍNDICE
1. RESUMEN ............................................................................................................................. 3
2. INTRODUCCIÓN Y ANTECENDENTES ........................................................................... 4
3. OBJETIVOS ........................................................................................................................... 5
4. METODOLOGÍA .................................................................................................................. 6
5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN ............................................................................................ 6
1. Alta proporción de ácidos monoinsaturados (AGM) con respecto a los ácidos grasos
saturados (AGS). .................................................................................................................... 7
2. Elevada ingesta de legumbres, cereales, frutas, frutos secos y verduras. ........................... 8
3. Elevada ingesta de pescado. ............................................................................................. 11
4. Moderada ingesta de carne y productos cárnicos. ............................................................ 12
5. Ingesta moderada de alcohol. ........................................................................................... 14
6. Comida rápida. ................................................................................................................. 14
6. CONCLUSIONES ................................................................................................................ 18
7. BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................................. 19
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1. RESUMEN
La depresión es una enfermedad de tipo multifactorial y los factores nutricionales pueden ser
una de las causas que favorecen su desarrollo. Es por ello que los hábitos alimentarios pueden
tener un papel importante en la prevención de la misma¹. Los nutrientes pueden modular los
biomarcadores asociados a la depresión y paralizar el desarrollo de la depresión².
La prevención de la recurrencia de esta enfermedad es uno de los objetivos esenciales en el
tratamiento de los pacientes con depresión. Dentro de las estrategias de tratamiento de esta
enfermedad sin duda la farmacológica e intervenciones psicológicas han demostrado tener
resultados prometedores. Sin embargo, otras intervenciones en el estilo de vida como son llevar
una dieta sana, realizar actividad física y no tomar alcohol ni drogas son útiles como parte del
tratamiento ya que muestran un papel beneficioso en la etiopatogenia del trastorno y tiene
potencial utilidad para el manejo de la depresión¹.
Los factores ambientales, sociales y psicológicos condicionan la composición de la dieta que
se consume y por tanto los nutrientes que aporta la misma. Los alimentos consumidos
condicionan la microbiota intestinal y ésta también influye en el estado de ánimo y estrés. Por
ello las intervenciones dietéticas y de estilo de vida pueden ser una estrategia de prevención y
tratamiento deseable eficaz para la depresión².
Varios estudios han analizado el papel de los patrones dietéticos, los alimentos, los grupos de
alimentos y los nutrientes como elementos importantes en la prevención de la depresión. Una
de las revisiones muestra que las dietas de mayor calidad se asocian con un riesgo menor de
desarrollar la enfermedad. Entre los factores que se han relacionado de manera inversa con el
desarrollo de depresión se encuentra la adherencia al patrón dietético mediterráneo³. Existen
estudios que demuestran esta relación entre seguir este patrón de dieta saludable y el riesgo a
desarrollar depresión e incluso alguno concluye que en pacientes depresivos la adherencia a
esta dieta presenta una mejora importante en los síntomas depresivos¹. Alimentos saludables
como el aceite de oliva, el pescado, las frutas, los vegetales, los frutos secos, las legumbres y la
carne sin procesar se han asociado inversamente con el riesgo de depresión e incluso se han
postulado para mejorar los síntomas depresivos². Finalmente, recientemente se realizó también
un metaanálisis para evaluar esta relación. Se realizó una investigación bibliográfica en la
búsqueda de las bases de datos MEDLINE y EMBASE hasta septiembre de 2016⁴. En total, 21
estudios de diez países cumplieron con los criterios de inclusión y se incluyeron en el
metanálisis. Los resultados muestran que un patrón saludable disminuye el riesgo de depresión.
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2. INTRODUCCIÓN Y ANTECENDENTES
Según la Organización Mundial de la Salud la depresión es un trastorno mental que se
caracteriza por la presencia de signos como tristeza, pérdida de interés o placer, sentimiento de
culpa o falta de autoestima, trastorno del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de
concentración⁵.
Se trata de una enfermedad que puede llegar a hacerse crónica e influir negativamente en el
desempeño del trabajo, estudio y puede dificultar llevar a cabo actividades de la vida diaria. Si
se da en su forma más grave puede dar lugar incluso al suicidio. En cambio su forma leve se
puede abordar sin necesidad de tratamiento farmacológico. Cuando se trata de depresión
moderada o grave se debe abordar con tratamiento farmacológico y psicoterapia profesional.
El diagnóstico de depresión se puede realizar de manera fiable y ser tratada adecuadamente⁵.
Desde hace años existe una evidencia clara de que países que siguen una dieta mediterránea
presentan una morbilidad diferente frente a otros países que no siguen este tipo de dieta,
especialmente en cuanto a enfermedades cardiovasculares, algunos tipos de cáncer y ciertas
enfermedades degenerativas. Esto hace plantearse que la adherencia a la dieta mediterránea
puede influir de forma beneficiosa sobre el riesgo de padecer depresión. Es por tanto interesante
saber cuáles son las características de la dieta mediterránea que permitan que pueda ser un
factor protector sobre la depresión.
El modo en que las personas se alimentan está influenciado por diferentes factores (sociales,
geográficos, económicos, etc.) que condicionan la elección de los alimentos que formen la base
de su alimentación. De esto dependerá su estado de salud y nutricional.
Así la denominada dieta mediterránea se ve influenciada por el entorno y los hábitos
alimentarios seguidos hasta hoy que hacen que se tenga como base el trigo, el olivo y la vid; y
que se caracterice también por incluir frutas, verduras, pescado y frutos secos en gran cantidad.
Es importante destacar el hecho de que el concepto de dieta mediterránea no hace referencia
como tal a una zona geográfica concreta ya que existen zonas que no se encuentran próximas
al mar Mediterráneo y que siguen una dieta que presenta características propias de la dieta
mediterránea. Hay zonas muy alejadas de este mar que puesto que presentan también un clima
característico de zonas mediterráneas esto condiciona que su dieta tenga hábitos típicos en la
dieta mediterránea, algunos ejemplos son determinadas zonas de Chile, California, Suráfrica o
el extremo sur-oriental de Australia).
Por otra parte la dieta mediterránea está compuesta no solo por hábitos alimentarios, también
supone un estilo de vida que incluye costumbres como la siesta y la práctica de ejercicio físico.
La dieta mediterránea se caracteriza por presentar como características principales una elevada
ingesta de verduras, fruta, legumbres y cereales; frutos secos; aceite de oliva como la principal
grasa culinaria; moderado consumo de alcohol, esencialmente vino; pescado; y moderada
ingesta de carnes.
Se trata de una dieta cuyos beneficios son consecuencia del conjunto de alimentos que incluye,
es decir al equilibrio adecuado de los alimentos que la constituyen⁶.
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Figura 1: Pirámide alimentaria propuesta por Fundación Dieta Mediterránea.
Estos alimentos contienen una notable densidad de nutrientes como fibra dietética, hidratos de
carbono complejos, minerales, vitaminas y antioxidantes entre otros que aportan a esta dieta
cualidades beneficiosas frente a determinadas enfermedades y sobre el estado de salud general.
En cuanto a la relación de esta dieta con la depresión en la actualidad existe evidencia
epidemiológica de estudios que indican que la adherencia a la dieta mediterránea está asociada
con un menor riesgo de sufrir depresión.
3. OBJETIVOS
1) Revisar el papel de la dieta mediterránea como factor protector en padecer depresión, para
un mejor abordaje de la enfermedad.
2) Partiendo de esa revisión, determinar cuáles son las principales características de la dieta
mediterránea que pueden explicar esta relación.
3) Analizar los mecanismos del patrón de la dieta mediterránea con efecto sobre la depresión.
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4. METODOLOGÍA
Para la realización del presente trabajo se ha llevado a cabo una revisión bibliográfica apoyada
en diferentes fuentes. Por una parte para la información de carácter general se han consultado
informes de la OMS. Por otro lado para obtener información más concreta se han buscado
publicaciones actualizadas en bases de datos biomédicas como PubMed. También se ha
complementado con información obtenida en bibliotecas virtuales como CISNE a través de la
biblioteca de la universidad complutense de Madrid.
Para la búsqueda de la bibliografía se ha realizado la misma utilizando palabras clave como:
“depression”, “mediterranean diet”, “nutrition and depression”. No se ha restringido ninguna
fecha de publicación en los artículos revisados.
5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
La depresión es una enfermedad que se caracteriza por altas tasas de recaída y bajas remisiones.
Afecta a más de 350 millones⁷ de personas en todo el mundo y junto con otras enfermedades
mentales es uno de los factores que más contribuye a la discapacidad global. Se trata de un
trastorno que constituye un problema de salud pública importante. En cuanto al costo que
supone la depresión representa el 1% del total de la economía de Europa (PIB)⁷, es por ello que
conviene presentar estrategias preventivas para reducir su impacto poblacional y costoso.
Se estima que los actuales tratamientos abordan una tercera parte de la carga de la enfermedad
y esto hace evidente que se necesitan enfoques nuevos para evitar la enfermedad o retrasar la
progresión de la misma.
En la actualidad la investigación poblacional junto con ensayos clínicos y la evidencia científica
en conjunto son pruebas sustanciales que proponen que patrones dietéticos concretos pueden
tener influencia en el riesgo de depresión y en su prevención. Este efecto protector de la dieta
en la depresión es muy probablemente la causa del efecto sinérgico y acumulativo del conjunto
de nutrientes que provienen de diferentes alimentos. Se trata de una estrategia que apoya a los
tratamientos tradicionales para la depresión.
Además la prevalencia de depresión severa tiende a ser más baja en los países mediterráneos.
Se ha probado que patrones dietéticos saludables como el característico de la dieta mediterránea
y factores específicos de esta dieta pueden influir en el riesgo de depresión. En el presente
trabajo se analiza la influencia de cada característica de la dieta mediterránea sobre el riesgo a
padecer depresión.
Las principales características de la dieta mediterránea son:
❖ Alta proporción de ácidos grasos monoinsaturados con respecto a los ácidos grasos
saturados.
❖ Elevada ingesta de legumbres, de cereales, frutas y frutos secos y verduras.
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❖ Elevado consumo de pescado.
❖ Baja ingesta de carne y productos cárnicos.
❖ Consumo moderado de alcohol.
De acuerdo a estas características se analizará el beneficio que cada uno aporta sobre el factor
protector de la adherencia a los mismos sobre la depresión.
1. Alta proporción de ácidos monoinsaturados (AGM) con respecto a los
ácidos grasos saturados (AGS).
En la dieta mediterránea el aceite de oliva es la principal fuente de grasa agregada. Existe
evidencia y estudios que establecen una asociación inversa entre la ingesta de aceite de oliva y
los síntomas de depresión o el riesgo a padecer depresión. Esta relación inversa se explica por
varios mecanismos en los que está involucrada⁷:
● Los pacientes depresivos presentan aumentados procesos inflamatorios. El aceite de
oliva virgen extra tiene polifenoles bioactivos que presentan importantes acciones
antiinflamatorias y estas propiedades pueden mejorar la función del endotelio.
● En los pacientes depresivos se encuentran disminuidas las defensas antioxidantes
intracelulares. En cuanto a esto, otro componente importante que presenta el aceite de
oliva virgen extra es el tirosol el cual presenta acción antioxidante capaz de restaurar
las defensas intracelulares antioxidantes que se encuentran disminuidas.
● El aceite de oliva en su 70% de composición es ácido oleico a partir del cual se puede
sintetizar oleamida. La oleamida presenta acciones importantes en relación con el estado
de ánimo como es la inducción del sueño y el mantenimiento de las propiedades
fisicoquímicas de las membranas que favorece una unión más eficaz de la serotonina a
sus receptores.
● Además el aceite de oliva aumenta la actividad de la desaturasa y mantiene las
propiedades fisicoquímicas de la membrana neuronal.
En relación a los ácidos grasos monoinsaturados se ha sugerido que su ingesta puede mejorar
la función general del cerebro.
En un estudio⁸ se vio que una exposición de ocho semanas a una dieta enriquecida con AGM
(63% kcal de energía total) mejoró la señalización de insulina en el cerebro del ratón. Esto es
significativo ya que en los ratones la resistencia a insulina promueve un comportamiento similar
a la depresión.
Además hay hallazgos que sugieren que en el cerebro en pacientes con Alzheimer (en los que
la depresión es frecuente) los niveles de AGM, especialmente ácido oleico, se reducen.
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El alto consumo de AGM se ha asociado con el comportamiento depresivo de forma inversa.
La ingesta de una dieta rica en aceite de oliva (50% kcal de energía total) durante 8 a 9 semanas
protege la integridad del sistema dopaminérgico cerebral en roedores y se reduce así el riesgo
a tener una conducta depresiva.
Por otro lado si se administra diariamente oleamida (5 mg / kg / día) durante dos semanas se
suprime el comportamiento depresivo en ratones lo cual se evaluó es este estudio en la prueba
de natación forzada.
Las grasas en la dieta pueden influir en la composición lipídica del cerebro y de acuerdo a esto
el consumo a largo plazo de aproximadamente 11 semanas de una dieta enriquecida con AGM
del aceite de oliva aumentó de forma notable los niveles totales de AGM en el cerebro del ratón
y disminuyó los niveles de AGS concomitantemente⁸.
La relación alta AGM/AGS mejora la fluidez de la membrana cerebral⁸ y esto puede facilitar
la transducción de señales por los neurotransmisores y permitir una salud mental mejor.
Todos estos hallazgos preclínicos⁸ permiten concluir que la ingesta prolongada (6 o 10 años)
de una dieta enriquecida con AGM reduce el riesgo de depresión.
Además un estudio epidemiológico sugirió que el consumo durante 4 años de una dieta
mediterránea muy rica en AGM de aceite de oliva tenía un efecto potencialmente protector en
trastornos depresivos. Se observó que individuos que se adhieren a dietas mediterráneas tienen
menos incidencia de depresión⁸.
En relación a todo esto se realizó también el estudio PREDI-DEP⁹ que tras investigar la
efectividad de seguir una dieta enriquecida con aceite de oliva enriquecida virgen extra en
pacientes que ya han padecido depresión se concluyó que disminuye riesgo de recurrencia de
depresión y mejoran de los síntomas depresivos.
2. Elevada ingesta de legumbres, cereales, frutas, frutos secos y verduras.
Estos alimentos deben formar la mayor parte de la dieta ya que son densos en nutrientes, ricos
en fibra y bajos en ácidos saturados y ácidos grasos trans. En las personas con depresión se
suelen dar una serie de procesos como trastornos de la inflamación sistémica endotelial y
metabólica de bajo grado.
Las frutas y verduras contienen alto contenido de antioxidantes y estos pueden tener un papel
protector ya que contrarrestan el efecto dañino del estrés oxidativo sobre las neuronas que se
asocia a la depresión.
Los polifenoles de algunas frutas tienen también propiedades antioxidantes y además son
beneficiosos en procesos inflamatorios, ya que actúan sobre los marcadores de inflamación
como son IL-6, CRP o TNF-alfa que se encuentran elevados en la depresión.
Algunas verduras crucíferas como col, brócoli y coles de Bruselas, verduras de hoja como las
espinacas y col rizada, otras verduras verdes como espárragos o aguacates, algunas frutas
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cítricas, o algunas legumbres como lentejas y garbanzos, todas ellas propias de la dieta
mediterránea, presentan folatos en gran cantidad⁷.
En los países que siguen un patrón de dieta mediterránea en la que hay un elevado consumo de
verduras, existe una mayor variabilidad entre los individuos en la ingesta de folato natural y
otras vitaminas B. Esto permite una identificación mejor de las posibles asociaciones de estos
nutrientes con riesgo de depresión.
Se sabe que un nivel bajo de folatos se asocia con mayor probabilidad y riesgo de depresión¹º.
La relación que puede tener un nivel bajo de folatos y el riesgo de depresión puede explicarse
porque hay razones para esperar que niveles bajos de folatos puedan estar involucrado en vías
neuroquímicas relacionadas con el riesgo de depresión:
➔ Menor de síntesis de neurotransmisores, ya que los folatos están implicadon en las
reacciones que transfieren un solo carbono necesario para la obtención de serotonina y
otros neurotransmisores, y catecolaminas de monoamina.
➔ Disminución de reacciones de metilación o una metilación alterada que conlleva
menores niveles de S-adenosil metionina en el sistema nervioso central y dar lugar a
trastornos neurológicos o psiquiátricos.
➔ Se requiere metilfolato para sintetizar metionina a partir de homocisteína a través de la
metiltetrahidrofolato reductasa y niveles aumentados de homocisteína tiene efectos
directos sobre el sistema nervioso central.
Hay estudios que observan que en personas deprimidas hay deficiencia de folato. La asociación
de la ingesta de folato con el diagnóstico de depresión se determinó en la cohorte SUN¹⁰. “El
Proyecto SUN (Seguimiento Universidad de Navarra - Universidad de Seguimiento de
Navarra) es un estudio de cohorte prospectivo diseñado para establecer la asociación entre
varios hábitos dietéticos o características relacionadas con el estilo de vida y la aparición de
varias enfermedades y afecciones crónicas, incluida la depresión.” En este estudio se incluyó
un análisis transversal de 9670 participantes. Para ello se usó un cuestionario de frecuencia de
alimentos semicuantitativo validado para poder determinar la ingesta de vitaminas. Se trató de
determinar entre otras la relación entre la ingesta de folato y la prevalencia de depresión y se
concluyó que un consumo bajo de folato se asocia con depresión.
La dieta mediterránea rica en verduras, pescado, frutos secos, legumbres y cereales integrales
presenta en estos alimentos el magnesio necesario. La hipomagnesemia también está
relacionada con la depresión. El magnesio es un nutriente interesante para la prevención de la
depresión. Asimismo la ingesta de magnesio en la dieta es insuficiente en la mayoría de las
poblaciones¹¹.
Alteraciones en los niveles de este nutriente regulan las vías neurobiológica implicadas en llevar
a cabo la fisiopatología de la depresión y por ello se ha sugerido que variaciones en la
homeostasis del magnesio se puede asociarse con el riesgo de padecer depresión:
● Inhibe los aminoácidos excitadores presinápticos como el glutamato, bloquea los
canales de calcio dependientes de la tensión y bloquea los receptores de N-metil-D-
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aspartato (NMDA). La patogenia de la depresión puede surgir de factores de estrés que
inducen a una excesiva actividad de NMDAR, en particular la deficiencia de magnesio.
● Por otro lado el magnesio está implicado en las vías biológicas y de transducción
relacionadas con la depresión por su acción como bloqueador del canal NMDA donde
bloquea la entrada de calcio en la neurona y por lo tanto puede prevenir la muerte
celular.
● La ingesta de magnesio también se asocia inversamente con biomarcadores
inflamatorios y con una reducción de liberación de hormona adrenocorticotropa
(ACTH).
Los modelos de roedores han apoyado el papel del magnesio en la prevención de la depresión
y este nutriente ha sido utilizado como tratamiento complementario para este trastorno¹¹.
En otro estudio¹² en referencia a esto, se analizó la asociación entre la ingesta de magnesio en
la dieta y el riesgo de depresión en una muestra de 17730 adultos de la Encuesta Nacional de
Salud y Nutrición 2007-2014. Para ello se utilizó un cuestionario de salud del paciente. La
ingesta de magnesio se asoció de forma inversa con la depresión y esta relación fue
estadísticamente significativa en todos los grupos de edad.
Por otro lado, los cereales integrales son ricos en fibra dietética y sus beneficios para la salud
están relacionados con una mejor sensibilidad a la insulina y el perfil lipídico, el incremento de
adiponectina como molécula protectora y la disminución de marcadores de inflamación.
Además la fibra tiene influencia en la composición y el metabolismo de la microbiota intestinal.
Estudios recientes han determinado que la microbiota intestinal influye también en el estado de
ánimo y el comportamiento⁷.
El factor neurotrófico derivado del cerebro del plasma (BDNF) es un péptido sintetizado por
tejido neuronal y células vasculares endoteliales y es clave para el crecimiento axonal, la
supervivencia neuronal y la plasticidad y función sináptica. Además media la disfunción
endotelial progresiva.
En las personas con depresión los niveles del factor neurotrófico derivado del cerebro del
plasma se encuentra disminuido. La depresión se asocia con una mayor producción de
citoquinas proinflamatorias como las interleucinas 1 y 6 y la proteína C reactiva. Los niveles
de estas citoquinas pueden inhibir la expresión de la BDNF, afectar en el metabolismo del
neurotransmisor y alterar el ARN mensajero del mismo.
Se ha demostrado que el patrón dietético mediterráneo reduce los niveles de estas citoquinas y
mediadores de inflamación. Además este patrón dietético rico en frutos secos se relaciona con
un aumento de los niveles de BDNF. Los efectos antioxidantes, antiinflamatorios y endoteliales
de la dieta mediterránea pueden por tanto explicarse por la relación positiva entre patrón
dietético y el nivel de BDNF.
Según estudios observacionales dietas ricas en estos alimentos como lo es la dieta mediterránea
se relaciona con un riesgo menor de padecer depresión; en concreto el ensayo PREDIMED, un
estudio europeo, mostró que personas con diabetes mellitus tipo 2 que recibían una dieta
mediterránea complementada con frutos secos redujeron el 41% el riesgo de depresión en
comparación con el grupo control⁷.
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3. Elevada ingesta de pescado.
Se trata de una de las principales fuentes de ácidos grasos poliinsaturados (AGP) ω-3, en
especial el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docohexaenoico (DHA). Los AGP ω-3
pueden intervenir en una variedad de actividades a través de los siguientes mecanismos que
están implicados en la estructura dinámica de las membranas neuronales del sistema nervioso:
➢ Modulación de la recaptación de neurotransmisores degradación, síntesis y unión al
receptor e incremento del transporte de serotonina.
➢ La función endotelial y el transporte de glucosa en la sangre y a través de la barrera
cerebral.
➢ Actividad antiinflamatoria y antiapoptotica.
➢ Incremento de la fluidez de la membrana celular y la neurogénesis a través de la
regulación por incremento de BDNF.
Las personas con depresión presentan una mayor inflamación y el BDNF reducido. Se ha
demostrado que un alto consumo de pescado se asocia con un menor riesgo de depresión ya
que existe evidencia de que por ejemplo la suplementación con ω-3 por medio del aceite de
pescado es beneficiosa para la depresión⁷.
Para estudiar esto, se realizó un análisis cuyo objetivo es determinar el tipo de relación existente
entre el consumo de pescado y marisco y la ingesta de AGP ω-3 y la prevalencia de la depresión.
Consistió en un análisis transversal del ensayo PREDIMED-Plus. El consumo de estos
alimentos se valoró mediante un cuestionario validado de frecuencia de alimentos. Se consideró
como resultado el diagnóstico médico de por vida de depresión o el uso de antidepresivos. Los
síntomas depresivos fueron recogidos por el Inventario de Depresión de Beck-II. Se utilizaron
modelos de regresión logística para estimar la asociación entre los productos del mar y el
consumo de AGP ω-3 y la depresión. Se ajustaron modelos de regresión lineal múltiple para
evaluar la asociación entre el consumo de AGP ω-3 de pescado y de cadena larga (LC) y los
síntomas depresivos¹³.
Los resultados del estudio determinaron que una ingesta moderada de LC ω-3 AGP total
(aproximadamente 0.5-1 g / día) se asocia significativamente con una menor prevalencia de
depresión, y además en este estudio se concreta que es la ingesta moderada de pescado y AGP
LC ω-3 y no la ingesta alta, la que se asocia con menores probabilidades de depresión, lo que
sugiere una relación en forma de U ¹³.
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Depresión según el consumo de pescado graso Depresión según la ingesta de AGP ω-3 LC
Figura A: Modelo de regresión de la razón de probabilidades de depresión según el consumo de
pescado graso (las líneas de puntos representan un 95% de IC) ¹³.
Figura B: Modelo de regresión de la proporción de probabilidades de depresión según la ingesta
de AGP ω-3 LC (las líneas de puntos representan el 95% de IC) ¹³.
Encontramos una relación en forma de U entre el consumo de pescado graso o la ingesta de LC
ω-3 y la depresión como se sugiere en los análisis de regresión logística. La ingesta moderada
(alrededor de 20-30 g / día de pescado graso o 0,5-1,5 g / día de LC ω-3) se asoció inversamente
con la prevalencia de depresión. Para la comprensión de la asociación no lineal entre el
consumo de pescado y la depresión hay varias explicaciones posibles:
❏ La ingesta de otros nutrientes podrían contrarrestar el efecto del pescado o la ingesta de
AGP ω-3 LC en la depresión incluida la ingesta de AGP ω-6, como han sugerido
algunos autores.
❏ Otra explicación alternativa para esta meseta es que puede existir un efecto de umbral,
y una vez que se alcanza el umbral, la asociación inversa con un posterior aumento de
la ingesta de pescado y AGP LC ω-3 se estabiliza.
❏ Por último puede darse causalidad inversa. Varios participantes con síntomas
depresivos podrían aumentar la ingesta de AGP de pescado y ω-3 para mejorar sus
síntomas ¹³.
4. Moderada ingesta de carne y productos cárnicos.
Un consumo moderado de carnes rojas y mayor consumo de pescado es propio de la dieta
mediterránea. Abusar del consumo de carne roja es un patrón poco saludable.
La carne de vacuno y el cordero son dos de las fuentes más ricas de zinc. El zinc es un
oligoelemento esencial que presenta propiedades antioxidantes, ayuda a mantener la
homeostasis endocrina y la función inmunológica y desempeña diferentes funciones en la
regulación del hipocampo y circuitos glutamatérgicos corticales que logran una regulación y
una función cognitiva adecuadas. Este oligoelemento se relaciona inversamente con la
depresión. Los cambios en la homeostasis del zinc pueden comprometer la neuroplasticidad y
fomentar la degeneración neuro psicológica y psiquiátrica a largo plazo.
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En relación a esto, se realizó un meta análisis para analizar las asociaciones entre el consumo
de zinc en la dieta y el riesgo de depresión. Se llevó a cabo una búsqueda sistemática en bases
de datos PubMed, Embase, Web of Science, Infraestructura Nacional del Conocimiento de
China (CNKI) y Wanfang para los estudios relevantes hasta enero de 2017 y fueron un total de
9 estudios para la ingesta de zinc en la dieta. En todos ellos se vio que la asociación inversa
entre la ingesta de zinc en la dieta y el riesgo de depresión siguió siendo significativa ¹⁴.
Los resultados fueron estables tras el análisis sobre la ingesta de zinc en la dieta y se concluyó
que existen asociaciones inversas entre el consumo de zinc en la dieta y el riesgo de depresión.
Por otro lado la carne roja es rica en vitamina B12 biodisponible que junto con el folato y la
vitamina B6 está implicada en las reacciones que transfieren un solo carbono necesario para la
obtención de serotonina y otros neurotransmisores y catecolaminas de monoamina.
o Las vitaminas B6 y B12 sirven como cofactores para las enzimas implicadas en la
conversión de homocisteína a metionina y cisteína respectivamente.
o Por otro lado, se requiere metilfolato para sintetizar metionina a partir de homocisteína
a través de la metiltetrahidrofolato reductasa.
o La vitamina B12 es uno de los principales determinantes del metabolismo de carbono 1
en el que se da lugar a S-adenosilmetionina (SAM). SAM dona grupos metilo que son
vitales para la función neurológica.
La metionina como precursora de la S-adenosilmetionina actúa en numerosas reacciones de
metilación entre las que está la relacionada con serotonina y otros neurotransmisores
monoamina y que tiene propiedades antidepresivas. Por ello, una ingesta que carece de
vitaminas B puede dar lugar a una acumulación de homocisteína y a una síntesis disminuida de
monoaminas en el cerebro que probablemente contribuya a que se puedan llevar a cabo
mecanismos relacionados con los inicios de la depresión¹⁰.
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Figura 2: Vista general del metabolismo de un carbono¹⁵. Hay estudios que demuestran que los niveles bajos de vitamina B12 se asocia con trastornos
depresivos ya que la deficiencia de estos puede causar una metilación alterada en el sistema
nervioso central y dar lugar a trastornos neurológicos o psiquiátricos⁷. Por lo tanto, un buen
nivel de vitamina B12 es beneficioso disminuyendo el riesgo de depresión.
5. Ingesta moderada de alcohol.
Se sabe que la ingesta de más de cinco bebidas en una misma ocasión puede dar lugar a un
mayor riesgo de depresión. Por otro lado existen estudios⁷ de cohorte españoles que muestran
que la ingesta baja de vino frente a la abstinencia de alcohol se asocia con un riesgo bajo de
depresión y este es un beneficio del consumo moderado de alcohol característico de la dieta
mediterránea.
Es importante destacar que esta relación es difícil de demostrar ya que puede ser que la ingesta
moderada de alcohol puede ser signo de buena salud en lugar de una causa como afirman
algunos autores. Una investigación en la población general sobre la relación entre el consumo
de alcohol y la salud mental concluyó que la salud mental influye en las variaciones del
consumo semanal de alcohol pero no de forma inversa es decir el consumo de alcohol no influye
en las variaciones de salud mental⁷.
Por todo ello las personas con alteraciones de salud mental deben controlar particularmente el
consumo de alcohol con la ayuda de un profesional sanitario y evitar su elevado consumo.
6. Comida rápida.
En contraste a todo lo expuesto es interesante destacar que, sin ser propio de la dieta
mediterránea, una dieta basada en un elevado consumo de comida rápida, caracterizada por
incluir productos horneados comerciales y dulces, se relaciona con una mayor probabilidad de
depresión⁷.
Los ácidos grasos de tipo trans se asocian con concentraciones elevadas de colesterol LDL,
disminución de colesterol HDL, modificaciones proinflamatorias y disfunción endotelial.
Todos estos cambios biológicos adversos causados por los ácidos grasos trans contribuirán a
posibles efectos indeseables sobre la depresión⁷.
Los productos de panadería y comidas rápidas son ricos en ácidos grasos trans y este es un
contribuyente destacado en los efectos adversos potenciales que presentan este tipo de patrones
dietéticos. Los alimentos procesados presentan elevadas grasas saturadas que aumentan la
producción de radicales libres y promueven la proinflamacion. Este tipo de dietas se ha asociado
también a una disminución de BDNF cerebral, plasticidad neuronal más baja y capacidad
cognitiva reducida⁷.
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Se necesita una nutrición adecuada para innumerables aspectos del funcionamiento del cerebro,
la mala calidad de la dieta puede ser un factor de riesgo modificable para la depresión.
En otro estudio16 cuyo objetivo principal fue revisar y sintetizar el conocimiento actual del
papel de la nutrición en la depresión se vio que:
▪ El mal estado de los ácidos grasos ω-3 aumenta el riesgo de depresión.
▪ La deficiencia de folato reduce la respuesta a los antidepresivos.
▪ Las deficiencias de folato, vitamina B12, hierro, zinc y selenio tienden a ser más
comunes en las personas deprimidas que las no deprimidas.
La evidencia científica indica que la adherencia a la dieta mediterránea protege contra el
deterioro del estado cognitivo y los síntomas depresivos tal y como se prueba en diversos
estudios. En otro estudio que reafirma este hecho, los individuos del estudio consumieron aceite
de oliva como su principal fuente de grasa, altos niveles de pescado y fruta, bajos niveles de
alimentos con azúcares agregados y un bajo consumo de carne roja. La mayoría de la población
mostró una adherencia muy alta al patrón de dieta mediterránea y un estado cognitivo y afectivo
óptimo. Por ello se determinó también que el patrón de la dieta mediterránea se relaciona
positivamente con la función cognitiva¹⁷.
En el estudio MUGELLO¹⁸ para investigar los hábitos alimenticios y la adherencia a la dieta
mediterránea en relación con el riesgo de depresión en una cohorte de nonagenarios, todos los
sujetos fueron evaluados y los resultados también apoyaron la hipótesis de que una dieta rica
en aceite de oliva y frutas características de la dieta mediterránea puede proteger contra el
desarrollo de síntomas depresivos.
El tratamiento de la depresión actualmente está dominado por la farmacoterapia, como los
antidepresivos y la psicoterapia, como la terapia cognitivo conductual; sin embargo, tales
tratamientos evitan menos de la mitad de la carga de la enfermedad, lo que sugiere que se
necesitan estrategias adicionales para prevenir y tratar los trastornos mentales¹⁹.
Con todo lo expuesto en esta revisión ahora hay datos de mecanismos, observaciones e
intervenciones que sugieren que la calidad de la dieta puede ser un factor de riesgo modificable
para la depresión.
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Alimentos
/nutrientes
Asociación con
riesgo de depresión
Características o componentes
dietéticos.
Posibles mecanismos
Dieta mediterránea
(↓) Patrones dietéticos
tradicionales como la
dieta mediterránea son
beneficiosos para una
salud mental positiva.
La dieta mediterránea tradicional se
caracteriza por:
● Abundancia de alimentos
de origen vegetal (frutas,
vegetales, cereales
integrales, legumbres y
frutos secos).
● El aceite de oliva como
principal fuente de grasa,
moderado.
● Consumo de pescado,
ingesta baja a moderada de
lácteos.
● Productos, y baja ingesta
de carnes rojas.
La dieta mediterránea tiene antioxidantes,
efectos antiinflamatorios, y endoteliales.
Esta dieta también ha demostrado que el
patrón mejora los niveles plasmáticos de
BDNF.
Otras dietas integrales
tradicionales
(↓) Patrones dietéticos
tradicionales, como la
dieta japonesa y la
dieta noruega, se
asocian con
disminución de la
prevalencia de
síntomas depresivos y
riesgo de suicidio y
con una salud mental
positiva.
⮚ Una dieta japonesa
saludable tiene altas
ingestas de verduras,
frutas, productos de soja,
champiñones, algas,
pescado y té verde.
⮚ Un patrón dietético
noruego tradicional
consiste en alimentos tales
como pescado y mariscos,
frutas, verduras y
productos lácteos.
Beneficios de salud probablemente
relacionados con efectos combinados de
nutrientes en el estado de ánimo. Por
ejemplo AGP ω-3 de cadena larga que se
encuentran en el pescado y antioxidantes,
como los que se encuentran en el té verde,
pueden tener un papel disminuyendo el
riesgo de trastornos del estado de ánimo.
El patrón de la dieta modula el sistema
inmune y procesos oxidativos y otros
parámetros bioquímicos.
Alimentos
que tienen
Alto
contenido
en fibra, y
bajo en
grasas
saturadas y
grasas
trans.
(↓) Puede estar
asociado con un
riesgo reducido de
depresión.
Frutas, verduras, cereales
integrales, legumbres, frutos secos,
y semillas.
Por el alto contenido de antioxidantes en
frutas y verduras es probable que sean
protectores. El efecto protector potencial
de la dieta de alimentos integrales puede
provenir del folato y de la fibra.
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Alimentos
/nutrientes
Asociación con
riesgo de depresión
Características o componentes
dietéticos.
Posibles mecanismos
Pescado y
ácidos
grasos ω-3.
(↓) Un alto consumo
de pescado se asocia
con una reducción
riesgo de depresión.
Los ácidos grasos ω-3 de cadena
larga son de origen marino.
Los ácidos grasos ω-3 tienen propiedades
vasculares y propiedades
antiinflamatorias, y están involucrados en
mejora de la fluidez de la membrana
celular y regulación de BDNF.
Patrones
dietéticos
poco
saludables
(↑) Mayor consumo
energético, alimentos
pobres en nutrientes,
y las bebidas son
predictores
independientes de
depresión y otros
trastornos mentales.
Comida rápida, productos de
bollería industrial y dulces
comerciales.
Las grasas saturadas pueden aumentar la
producción de radicales libres y promover
estados pro inflamatorios.
Los ácidos grasos trans están asociados
con un aumento del colesterol LDL,
reducción del colesterol HDL, cambios
pro inflamatorios y disfunción endotelial.
Las dietas altas en grasa / azúcar tienen
impactos negativos en la plasticidad
cerebral en modelos animales.
Los alimentos con alto IG están asociados
con efectos adversos sobre la salud y
alteraciones metabólicas.
Modificado de R.S. Opie, C. Itsiopoulos, N. Parletta, A. Sanchez-Villegas, T.N.
Akbaraly, A. Ruusunen & F.N. Jacka. Dietary recommendations for the prevention of
depression. Nutritional Neuroscience. 2017; 20(3): 161-171.
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6. CONCLUSIONES
El patrón dietético de la dieta mediterránea tradicional rica en alimentos que proporcionan
ácidos grasos poliinsaturados ω-3 (de pescado), ácidos grasos monoinsaturados (de aceite de
oliva), vitamina B6 y vitamina B12, folato (de legumbres, verduras, frutas y frutos secos),
antioxidantes, magnesio y zinc puede influir en el riesgo de depresión.
El seguimiento de una dieta mediterránea como tal y la adecuada adherencia a este patrón
dietético proporciona una notable cantidad de micronutrientes, polifenoles y grasas
recomendables que se relacionan de forma individual y en conjunto por medio de diferentes
mecanismos con un óptima función cerebral. Esta se concreta en un conjunto de mejoras a las
que dan lugar a un buen funcionamiento de los neurotransmisores, fluidez e integridad de la
membrana celular, correcto transporte de glucosa, síntesis de nutrientes y metabolismo,
expresión de genes y menor neuroinflamación. Todo ello lo avalan pruebas sustanciales.
Estudios de grandes muestras de participantes con un seguimiento controlado de sus dietas
demuestran y respaldan lo anteriormente expuesto. La evidencia actual de estudios trasversales
prospectivos y de estudios preclínicos demuestra la asociación entre la probabilidad o riesgo de
depresión y el impacto de la dieta sobre ella. Hay evidencia existente suficiente que sugiere que
el conjunto de prácticas dietéticas saludables características de la dieta mediterránea pueden
reducir el riesgo de padecer depresión.
Es importante destacar que cualquier efecto protector de la dieta en la depresión es
probablemente debido al efecto sinérgico de los nutrientes de diferentes fuentes y no de forma
individual. Además es imperativo tener presente que la mejora de la dieta no constituye un
reemplazo de otras formas de tratamiento de la depresión sino que es un apoyo de los ya
existentes y la mejora de la salud.
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