Trabajo Del Feudalismo Para Entregar
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EL FEUDALISMO Los justinianeos
1
EL
FEUDALISMO
Realizado por los Justinianeos.
EL FEUDALISMO Los justinianeos
2
Índice
1. Introducción:
1.1. Concepto
1.2. Origen del feudalismo
1.3. Contexto histórico y socio-político del feudalismo
1.4. Feudalismo en Europa
2. Elementos del feudalismo y la relación entre ellos:
2.1. Elementos del feudalismo: -El feudo
- El señor feudal
- El vasallo
- El siervo de la gleba
2.2. Relación entre ellos: - Vasallaje
- Beneficio
- Inmunidad
3. El feudalismo en España:
3.1. Contexto histórico y características
3.2. Feudalismo en Cataluña
3.3. Feudalismo en Navarra
3.4. Feudalismo en Galicia
4. Decadencia del feudalismo.
5. Análisis crítico y conclusión.
EL FEUDALISMO Los justinianeos
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1. INTRODUCCIÓN:
1.1. Concepto de feudalismo
El término feudalismo hace referencia a un sistema social, político y económico vigente
en la Europa Occidental de la Edad Media. Este término no ha estado exento de
discusión a lo largo de la historia y entre los estudiosos de la materia, ya que en primer
lugar, el término “feudo” sobre el cual se forma el concepto del “feudalismo” hace
referencia únicamente a uno de los elementos de los que consta este régimen de
organización política.
En la Europa de los siglos IX a XIII fueron características las instituciones feudales
(vasallaje, beneficio e inmunidad) que se desarrollaron de forma similar en otros
periodos y lugares de la historia universal, como pueden ser el antiguo Egipto, la
poderosa civilización mesopotámica, el mundo Islámico, la India o Japón y también en
el Imperio Bizantino o Rusia.
En el seno de la historia del Derecho existe controversia acerca de cómo el
sistema de relaciones privadas constitutivas del régimen feudal afectaron al Estado.
La teoría clásica defiende que el feudalismo supone la total desaparición del
Estado en cuanto a que las relaciones contractuales entre los vasallos y señores feudales
tienen carácter jurídico privado. Las comunidades políticas de esta época se
fundamentaron únicamente en nociones de Derecho privado, lo que significó la total
desaparición de toda relación jurídico-pública. Debido a esto, se consideró el
feudalismo como el resultado de un simple contrato, llamado el feudo, desapareciendo
completamente el concepto de Estado en cuanto a regulador de las relaciones entre los
señores feudales y los vasallos.
Pero esta interpretación jurídico-privada del feudalismo quedó superada por las
tesis de Von Below. Este autor defiende que el Estado pasa de ser una comunidad
política dotada de un poder unitario en manos de un rey, a convertirse en un Estado
feudal; en el cual, como resultado de las relaciones de vasallaje, el poder se encontraba
dividido en manos de los señores feudales, los cuales se hallaban bajo la subordinación
del monarca.
EL FEUDALISMO Los justinianeos
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De esta manera, el término feudalismo cobra un sentido más amplio que el de la tesis
clásica, si bien hemos de centrarnos en las características particulares del feudalismo
europeo de la Edad Media. Pero, a la hora de responder a la enigmática y compleja
pregunta de en qué consistió el feudalismo no nos encontramos con una respuesta única.
Así, dependiendo del punto de vista desde el cual estudiemos el feudalismo
obtendremos diversas respuestas:
Desde el punto de vista de la Historia del Derecho, el feudalismo es un sistema
político-constitucional derivado de la generalización del uso de un contrato llamado
“feudo” que daría lugar a una estructura especial a formas políticas y sociales peculiares
en la Edad Media.
Desde el punto de vista de la Historia social, el feudalismo consistió en el
desarrollo en una época determinada de unos vínculos de organización de la sociedad a
través de vínculos personales y relaciones contractuales que relacionarán a los hombres
de las clases elevadas inmersas en la Europa Occidental.
Desde el punto de vista de la Historia económica, la teoría marxista, aplicando
su visión materialista de la Historia, y su eterno y polémico concepto de la alienación
desde la óptica de la lucha de clases, defiende que el feudalismo fue un conjunto de
relaciones de producción y dependencia entre el campesino y el señor, propietario de la
tierra que aquél usufructúa, en un momento de predominio de la agricultura como fuente
de riqueza, para mantener subordinado y oprimido al campesino, hasta que la revolución
-como consecuencia del estallido del punto álgido de la lucha de clases-, da paso al
siguiente fase histórica (capitalismo). De esta manera es un modo de producción que
tendría unas peculiares formas de relaciones socioeconómicas que “se caracteriza por la
explotación económica llevada a cabo por una casta militar sobre una masa de
campesinos sometidos a una serie de cargas (…) que les permiten el usufructo de la
tierra que ocupan.”
EL FEUDALISMO Los justinianeos
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1.2. Origen del feudalismo
Al hablar de sistema feudal europeo, no hablamos de una estructura socio-cultural y
político-económica que se forjase en un día. El nacimiento del feudalismo fue un
proceso, expresamente dinámico (valga la redundancia) que supuso la creación de una
nueva y fundamental etapa en la historiografía universal.
La cuna del sistema feudal se establece en el S.V fruto de la caída del Imperio romano
de occidente en el 476 d.C.1
A partir del S.X ya no se perciben ni las cenizas del antiguo Imperio, y comienza a
percibirse una realidad diferente, trastocada: la figura del rey comienza a perder su
poder efectivo, y su autoridad es percibida desde el pueblo, como una donación de Dios.
Esta autoridad, es materializada mediante los pactos de vasallaje.
Ahora bien, a la hora de explicar el origen del feudalismo, hay distintos puntos de vista
según los teóricos seguidos, aunque si bien todos coinciden en que el marco del
feudalismo se caracteriza por la simbiosis del mundo romano y los pueblos germánicos
en el marco de una sociedad agraria:
- Los adscritos a la escuela germanista (como Bruner) defienden el origen del
feudalismo como la expansión que experimentaron los contratos de feudo en
Francia, debido a la necesidad de crear un fuerte ejército bien organizado para
los enfrentamientos con los ataques árabes. El mantenimiento de la caballería
conllevaba un alto coste por lo que los señores se vieron obligados a “arrendar”
sus tierras a sus súbditos recibiendo a cambio el servicio de estos.
- En contraposición a la tesis germanista, Alfons Dopsch2 sostenía que, ante las
amenazas musulmanas, el ejército francés permaneció sin grandes variaciones
por lo que el feudo no puede tener su origen en esta agregación militar. Para
Dopsch el feudalismo tenía un carácter previo a las ofensivas musulmanas,
existiendo ya, con anterioridad, instituciones como el vasallaje o el beneficio.
1 Acaecida por la incapacidad del emperador para controlar todas sus provincias, por las cada vez más
frecuentes incursiones bárbaras y por el deterioro terminal que venía sufriendo el Imperio desde el S.III. 2 14 junio, 1868 en Lobositz; † 1 de septiembre, 1953 en Viena, historiador y diplomático.
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Otros estudios posteriores3 dan la razón a las tesis de la escuela germanista, ya que los
argumentos de Dopsch son difícilmente demostrables.
- Por último, podemos centrarnos en las tesis de historiadores españoles, como
Sánchez-Albornoz (1893-1984), defensor de un cierto pre-feudalismo vigente
ya en la monarquía visigoda asentada en España. Aseguraba que en la España
visigoda ya se habían realizado distintas donaciones terrenales en
contraprestación de servicios.
Si nos centramos en la esfera geográfica de la formación del feudalismo, la mayoría de
los autores apuntan al territorio situado entre los ríos Loira y Mosa, desde donde se
expandió por Alemania, el norte de Italia, la península Ibérica y más tarde el sur de
Italia e Inglaterra. Si bien, estos aspectos geográficos son totalmente dependientes de la
divergencia de opiniones anteriormente citadas en cuanto al nacimiento del feudalismo.
El vasallaje entendido como una red de fidelidades entre señores y “guerreros” ya era
una institución germánica que, tras una serie de pequeños cambios estructurales
generados por el transcurso del tiempo, se convirtió en la estructura básica de la
sociedad feudal al desintegrarse en el S.X el Imperio Carolingio. Este vasallaje
germánico consistía en la promesa de fidelidad y la prestación de servicios militares y
de corte al señor a cambio de protección y, en ocasiones, era investido con un feudo o
beneficio por el señor. Así se fue creando una estructura estrictamente piramidal con el
rey a la cabeza. Todo esto se asemeja a la teoría germanista en cuanto a servicios
3 Como los realizados por Von Schwerin o por Voltelini.
EL FEUDALISMO Los justinianeos
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militares como contrapartida de la relación de vasallaje se refiere. Con la desintegración
del Imperio Carolingio en el siglo IX muchos personajes poderosos se esforzaron por
constituir sus propios grupos de vasallos dotados de montura, a los que ofrecían
beneficios a cambio de su servicio. Algunos de los hacendados más pobres se vieron
obligados a aceptar el vasallaje y ceder sus tierras al señorío de los más poderosos,
recibiendo a cambio los beneficios feudales. Se esperaba que los grandes señores
protegieran a los vasallos de la misma forma que se esperaba que los vasallos sirvieran a
sus señores.
Esta relación de carácter militar que se estableció en los siglos VIII y IX se denomina
feudalismo Carolingio. Pero, la presencia del término “feudalismo” no es óbice para
considerar el feudalismo Carolingio idéntico al feudalismo clásico.
Fue hacia el año 1000 cuando el término "feudo" comenzó a emplearse en sustitución
de "beneficio", lo que refleja una evolución en la institución. A partir de este momento
se aceptaba de forma unánime que las tierras entregadas al vasallo eran hereditarias, con
tal de que el heredero que las recibiera fuera grato al señor y pagara un impuesto de
herencia llamado "socorro". El vasallo no sólo prestaba el obligado juramento de
fidelidad a su señor, sino también un juramento especial de homenaje al señor feudal, el
cual, a su vez, le investía con un feudo. De este modo, el feudalismo se convirtió en una
institución tanto política como militar, basada en una relación contractual entre dos
personas individuales, las cuales mantenían sus respectivos derechos sobre el feudo.
Se produce así, tras un largo proceso, el nacimiento del verdadero y tan discutido
feudalismo clásico.
1.3. Contexto histórico y socio-político
En el año 476 se produjo la caída del Imperio romano de Occidente, dando lugar a una
etapa de gran inestabilidad política y social. Tras la caída del Imperio Romano, los
pueblos bárbaros aprovecharon la gran inestabilidad de los territorios para dar comienzo
a continuos ataques hacia el sur, lo que creó una gran inseguridad y miedo.
Esto provocó la huida de la población de la ciudad al campo y que los
emperadores necesitasen tropas para defender sus territorios, para lo que contrataron a
EL FEUDALISMO Los justinianeos
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caballeros y nobles, incluso a ciertos pueblos bárbaros. Esta forma de organización
militar fue el antecedente del feudalismo medieval.
Esta forma de organización político-militar se asentó en Europa y se fue
consolidando durante la Alta Edad Media, alcanzando su apogeo entre los siglos IX y
XIII.
Durante el imperio carolingio y posteriormente, tras la firma del Tratado de
Verdún4, y la división del imperio, estos territorios tuvieron que soportar el constante
ataque de los pueblos nórdicos, lo que hizo que se debilitase el poder del emperador y
que, por el contrario, los nobles tuviesen cada vez más influencia política,
implantándose así definitivamente el sistema feudal. Basado en la relación de vasallaje
entre los distintos señores feudales.
El poder político en Europa sufrió una gran fragmentación por las invasiones de
los pueblos nórdicos, los árabes y los de Europa del Este. Así, los pequeños reinos
europeos adoptaron el feudalismo como sistema de organización política.
La sociedad medieval se caracterizaba por presentar una estructura rígida, era
una sociedad estamental en la que se pertenecía a una determinada clase social desde el
momento del nacimiento y era prácticamente imposible cambiar el status social a lo
largo de la vida.
En esta sociedad existían tres órdenes que, según la Iglesia, eran mandatos de
Dios y, por tanto, fronteras sociales que nadie puede cruzar. La primera clase social era
la de los que sirven a Dios, cuya función era la salvación de todas las almas y que no
podían encomendar su tiempo a otra tarea. La segunda clase era la de los combatientes,
cuya única misión era proteger a la comunidad y conservar la paz. La tercera clase era la
de los campesinos, siervos y demás trabajadores, que con su esfuerzo y trabajo debían
mantener a las otras dos clases.
A su vez, estas tres órdenes se subdividían en estamentos. La primera división se
realizaba entre privilegiados o no privilegiados.
4 Tratado acordado en Verdún en el 843 entre los tres hijos de Ludovico Pío (nietos
de Carlomagno): Lotario I, Luis el Germánico y Carlos el Calvo. Como consecuencia, se desintegró
el imperio carolingio, que ya llevaba años sometido a las luchas.
EL FEUDALISMO Los justinianeos
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La clase de los privilegiados estaba formada por el Rey, el Alto Clero
(arzobispos, obispos y abades), el Bajo Clero (curas y sacerdotes) y la nobleza (señores
y caballeros). La clase de los no privilegiados estaba formada por los artesanos, los
campesinos, los sirvientes y una incipiente burguesía.
Esta estructura piramidal de la sociedad estaba basada en las relaciones de
vasallaje existentes entre los diferentes señores y vasallos, que hacían que un noble
pudiese rendir vasallaje a su señor y a su vez tener bajo sus órdenes un número variable
de vasallos, que a su vez podían tener relaciones de vasallaje con otros caballeros.
De este modo, el rey quedaba definido como un señor de señores o “primus inter
pares”5
. Además, el poder del rey tenía carácter divino, siendo este otorgado
directamente por Dios.
Otra característica destacable de
la sociedad de esta época es su carácter
agrícola. La población practicaba una
agricultura de subsistencia, por lo que
no generaban excedentes que pudiesen
vender y el comercio en esta época es
prácticamente nulo.
1.4 Feudalismo en Europa
En este apartado, para evitar posibles consideraciones acerca de su carácter superfluo,
vamos a explicar en un par de párrafos (pues lo que ahora se va a exponer viene siendo
constatado en los demás puntos del trabajo) el carácter continentalmente europeo del
feudalismo.
El feudalismo, como sistema socio-político, fue una espesa sábana que cubrió única,
exclusiva y absolutamente todo el dividido continente europeo, y emergió de las garras
de la más primitiva Edad Media para desarrollarse durante los siglos altomedievales.
5 Primero entre iguales.
Rey
Alta nobleza y alto clero
Baja nobleza y bajo clero
Campesinado, artesanos, sirvientes...
EL FEUDALISMO Los justinianeos
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Para demostrar el carácter casi exclusivo del feudalismo en Europa, centrémonos
brevemente en los restantes continentes:
- América es descubierta en la Edad Moderna, precisamente es su descubrimiento
lo que habitualmente se considera como el dador del origen de esta nueva etapa.
Todo rasgo común que se aprecie en las comunidades americanas,
tremendamente primitivas hasta la llegada de los colonos, no es previo a la
llegada europea, si no que es adoptado por la población del nuevo continente.
- En África y Oceanía ocurre lo mismo que en América, en la época feudal
europea, la mayor parte de África está escasamente desarrollada, y es habitada
por pueblos o civilizaciones mayoritariamente politeístas y autosuficientes.
- En cuanto a Asia, es el continente en el que más similitudes pueden encontrarse
con el sistema feudal europeo. Sobre todo en Japón, que adoptó en el S.VII un
sistema calcado al chino, basado en un monopolio imperial de la propiedad de la
tierra. Este sistema guarda una demasía de similitudes al sistema europeo, como
la instauración de una única religión oficial, en este caso el budismo, la adopción
de una estructura social estrictamente piramidal y hereditaria, la búsqueda del
imperio, la importancia de la agricultura y la propiedad de tierras para la
vigencia y continuidad del sistema, etc.
Por lo tanto, podemos afirmar que el feudalismo fue un sistema básicamente
europeo aunque en otros lugares se siguieron procesos similares (sobre todo en Asia,
donde llegaron a desarrollarse sistemas cuasi idénticos).
EL FEUDALISMO Los justinianeos
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2. ELEMENTOS DEL FEUDALISMO Y SU RELACIÓN:
2.1. Elementos del feudalismo:
El feudo:
Es la base del sistema feudal y además su unidad política, económica y social: unidad
política porque en cada feudo se ejerce la soberanía de un señor feudal; unidad
económica porque el feudo es el centro de la producción agrícola y artesanal; unidad
social porque determina la posición que se ocupa en la pirámide jerárquica de la
sociedad, pudiendo pertenecer al grupo de los señores, vasallos o siervos.
El feudo puede ser de varios tipos: territorial, de altar, de un cargo, de manso o cobros y
de bolsa
El señor feudal:
Es el dueño del feudo y tiene el derecho de soberanía sobre el mismo. Su poder está
determinado por la posesión de la tierra y por su posición en la pirámide jerárquica.
Estos señores son prácticamente guerreros, lo que condiciona su modo de vida, su
mentalidad y sus costumbres. Su obtención de beneficios deriva de la renta, la corvea6,
el censo…
El señor feudal tiene obligación de proteger a sus vasallos y siervos, pero si el
feudatario incumple sus compromisos, será siervo de la felonía (traición) y podrá ser
privado del feudo y, a la inversa, una ofensa del señor le eximirá de sus obligaciones de
fidelidad.
El vasallo:
Es la persona que depende de un gran señor feudal, a quien está obligado de darle
fidelidad de apoyo militar.
Debe cumplir deberes negativos o prohibiciones (no agredir a su amo, no dañar sus
bienes, no atentar contra la vida del señor) y deberes positivos, como el auxilium o el
auxilio (ayuda militar, vigilancia y prestamos) y el consilium o consejo (secundar al
6 La Corvea consistía en la obligación de trabajar gratuitamente en las tierras del noble o señor feudal.
Fue adoptada como más conveniente que la esclavitud al surgir los varios tipos de feudos.
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señor en las funciones judiciales). A cambio el vasallo recibía una parte de la tierra, o un
cargo, que es conocido con el nombre de beneficio; además sus hijos podían ser
educados en la corte señorial y en el arte militar. En cuanto a sus compromisos, el
vasallo debía ayudar a su señor en ciertos procesos como: pagar el rescate cuando caía
prisionero, ayudarle cuando peregrinase a tierra santa. También debía darle consejo,
sobre todo cuando había que decidir algo importante.
Si faltaba a la fidelidad podía perder su beneficio, la fidelidad era su obligación
principal y si golpeaba al amo o violaba a la mujer del amo, el vasallo era acusado de
felonía7.
El siervo de la gleba:
Es un servidor que no tiene el derecho de salir de su campo, del lugar donde trabaja,
sino que está ligado a la tierra y tiene que trabajar en ella toda su vida. No es, por lo
tanto, un hombre libre, pero, tiene ciertos derechos: derecho a la tierra, (el señor no lo
puede echar), una especie de propiedad sobre su casa y sobre una parte de las tierras que
cultivaba…
Al siervo de la gleba se le pagaba habitualmente dándole en posesión tierras de cuyos
frutos vivía pero su día estaba organizado por un contrato hereditario e intocable de
manera que pudiese vivir de su propio trabajo.
Por otra parte, si el señor vendía la tierra, la vendía junto con el siervo, ya que, como ya
hemos dicho, este no podía ser “expropiado” de la propiedad.
La servidumbre de la gleba es un estado intermedio entre la esclavitud y la libertad.
Lo fundamental de estos elementos del feudalismo son las relaciones que surgen entre
ellos, entorno a lo cual cabe hacer mención a una relación de carácter personal llamada
vasallaje, una relación de carácter patrimonial conocida como beneficio y la
inmunidad.
7 Deslealtad, traición
EL FEUDALISMO Los justinianeos
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2.2. Relación entre los elementos del feudalismo:
Vasallaje:
Se desarrolla entre el señor y el vasallo caracterizado por quedar subordinado al primero
a través de un acto conocido como homagium. Durante éste, el vasallo ponía su propia
vida en manos del señor en una actitud que demuestra la superioridad de éste: el señor
permanece sentado delante del vasallo, que tiene el cuello desnudo mientras el señor
apoya su espada sobre sus hombros. Acto seguido, el vasallo mete sus manos entre las
de señor (inmixtio manuum) a la vez que es preguntado por su voluntad de mantener
esta relación personal, a lo que el vasallo responde: “volo”.
Tras dicho homenaje se producía la investidura, que representaba la entrega de un feudo
de la categoría de vasallo y señor. Éste podía ser un condado, un ducado, una marca, un
castillo, una población o un simple sueldo.
Beneficio:
El beneficio es la institución que representa la relación patrimonial, constituida por el
derecho de beneficium.
A partir del s. IX parece generalizarse el hecho de que los reyes europeos distribuyan
entre los guerreros tierras en propiedad o en usufructo (beneficio), que se entregaba
como premio o recompensa a actividades realizadas. Podemos decir que fueron las
propiedades de la iglesia, las que sirvieron de base a las donaciones de tierras de
beneficio. Estas se convirtieron en un elemento característico de la institución feudal.
Es importante señalar la evolución que sufrió el beneficio ya que, en un primer
momento, las tierras donadas lo son en contraposición a servicios realizados, pasando
después a poner en correlación a las tierras recibidas la obligación de acudir en armas,
apareciendo el beneficio dentro de una institución feudal concreta.
El objeto del mismo alcanzó en su mayoría a bienes de origen inmuebles, como podían
ser castillos, tierras, fortalezas, aunque también se podían incluir bienes muebles, como
caballos o armas.
EL FEUDALISMO Los justinianeos
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Por otro lado, los bienes no se otorgaron siempre con carácter temporal, si no que la
propiedad plena se obtenía en algunos casos en el primer momento y en otros en un
segundo paso en el que la concesión se transformaba en propiedad.
Esta relación patrimonial tienden a una “neutral convergencia” y la práctica acentúa la
fusión que las disposiciones capitulares respaldan proclamando que está inserto en la
dignidad imperial el conceder beneficios a los que se someten al soberano en una
relación de fidelitas total.
No obstante, un elemento no exigía de forma obligatoria la existencia del otro. Ya que
de la misma manera que se puede estar dentro de la categoría de los fideles sin haber
precedido la commendatio, se puede situar perfectamente al vasallo sin que este haya
sido receptor de beneficia.
Inmunidad:
La tercera y última institución de la que hablaremos es la inmunidad. Esta abarca una
serie de privilegios que, ya desde la época imperial, afectan a aquellos dominios
imperiales sobre los que el soberano concede privilegios. Podemos decir que se trata de
un privilegio “negativo” (desde una perspectiva metafórica basada en el oxímoron) que
tenía por objeto la prohibición impuesta a cualquier oficial del rey de entrar en
territorios que han sido privilegiados con esta concesión, no pudiendo llevar a cabo
ningún tipo de intervención judicial ni tributaria y estando prohibido también cualquier
tipo de imposición de carácter punitivo a personas que conformasen el territorio
inmune. Por lo tanto: “la inmunidad impedía el introitus, la exactio y la districtio”.
Esta institución la podemos entender mejor dentro de un marco donde se establece una
relación directa con el rey, situándose en una posición que permitía eludir el marco de
ejercicios de las instituciones a nivel local debido a esta cercanía con el soberano.
EL FEUDALISMO Los justinianeos
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3. Feudalismo en España
3.1 . Contexto histórico y características
El feudalismo en España fue implantado por los visigodos y se desarrolló como sistema
político y social entre los siglos X y XIII.
Uno de los temas más polémicos en este ámbito es la existencia o no de un feudalismo
clásico como el europeo en España, ya que existen diversas opiniones de historiadores
opuestas entre sí.
En lo que respecta a los territorios de Al-Ándalus, una de las respuestas más
compartidas es que el feudalismo no existió en su sentido más estricto. Su estructura
territorial, incluso en los momentos de mayor poder central, incluyó una fuerte
descentralización, pero no se produjo la identificación de jurisdicción y posesión de la
tierra que caracterizó al feudalismo. Aunque como en otros casos, la determinación de si
hubo o no "feudalismo" en Al-Ándalus, o la consideración como "feudales" o no de
determinados rasgos de sus estructuras socioeconómicas o de sus instituciones
dependen del punto de vista que adopte cada historiador.
Por otro lado, en los reinos cristianos del norte a los que no consiguió llegar la invasión
musulmana, está más clara la existencia de un feudalismo, aunque peculiar por contar
con características propias.
La opinión más extendida se refiere a la existencia de un feudalismo propio, que giraba
en torno a nobles que poseían jurisdicción sobre distintos territorios contando con una
estructura social que difiere respecto a la europea. Así, suele indicarse que no se
caracteriza por relaciones feudo-vasalláticas "puras" (es decir, idénticas al modelo
teórico definido por los historiadores a partir de textos de la época de descomposición
del Imperio carolingio), sino que tiene, como hemos dicho, contaba con características
propias, como resultado del particular proceso reconquistador y repoblador.
Los partidarios de una consideración más restrictiva del término "feudalismo" sostienen
que, de haber rasgos feudales en el reino visigodo, desaparecieron con la conquista
musulmana del 711 d.C.; mientras que únicamente en la Marca Hispánica, como parte
del Imperio carolingio, pudieron desarrollarse como plenamente feudales. Para los
reinos de Castilla, Navarra, Aragón y las taifas musulmanas solo consideran que hubo
EL FEUDALISMO Los justinianeos
16
algunos elementos similares al feudalismo europeo, entre los que estarían instituciones
como las Cortes. La guerra actuó como salvaguarda de la libertad jurídica, y también
como motivo de promoción por medio de instituciones como la behetría8, la caballería
villana y la presura9. La colonización de las tierras conquistadas se realizó inicialmente,
como veremos, por hombres libres.
Aunque estas sean las opiniones más importantes y de mayor relevancia, también
debería tenerse en cuenta la existencia de otras que por ser menos comunes no hemos
analizado en este trabajo, como la que identifica el régimen del señorío con el feudal
tratando ambos términos como sinónimos o la que duda de que sea adecuado hablar de
feudalismo.
En lo que respecta a una visión socio-económica, la mayor parte de los historiadores
afirman la existencia de feudalismo en nuestro país al haberse establecido el predominio
de una aristocracia feudal con jurisdicción sobre distintos territorios, y relaciones de
dependencia y jerarquizadas entre los grupos sociales, aunque sus instituciones no
fueran idénticas. La sociedad era eminentemente rural, y la mayor parte del
campesinado estaba en situación de dependencia respecto a los grandes propietarios
territoriales.
Para seguir con el análisis validaremos la idea de la existencia en la península de
feudalismo (aunque fuese con unas características diferentes respecto al resto de
Europa).
El fenómeno de la Reconquista y la escasa entrada de mecanismos feudales europeos
provocaron una estructura social diferente a la imperante en el resto de Europa.
En un primer momento, siglo IX; existe un gran número de hombres libres, sobre todo
en los territorios fronterizos con el Islam debido a que la conquista y colonización exige
que, para que acudan el mayor número de personas posibles, se concedan ciertas
ventajas e incentivos. En los territorios alejados de Galicia, León, los Pirineos, etc, los
monarcas donan a la Iglesia y a los nobles extensas propiedades, cuyos habitantes caen
en la dependencia de algún monasterio o señor. Así, dicho proceso se repite en aquellos
territorios que se van alejando de la frontera, cada vez más desplazada hacia el sur,
8 Población cuyos vecinos tenían derecho a elegir su señor
9 Presura (en Castilla) o aprisio (en Aragón), era el nombre que recibía una modalidad de repoblación.
EL FEUDALISMO Los justinianeos
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iniciando así lo que podemos denominar como un proceso de “feudalización”. A ello se
une que algunos pequeños propietarios ceden sus tierras a nobles o monasterios como
pago de deudas, que a veces son devueltas en usufructo a cambio de prestaciones y
rentas.
En la zona fronteriza y reconquista de la España musulmana, la ocupación de nuevos
territorios actuó como resorte de promoción social y sirvió de salvaguarda para la
libertad jurídica de amplias capas de la población. Debe ser tenido en cuenta que en
gran parte de los casos (al menos durante los primeros siglos de la reconquista) la
disputa militar entre cristianos y musulmanes se producía sobre terrenos
mayoritariamente yermos, aunque estratégicamente valiosos para ambos bandos. De ahí
que la repoblación que seguía a la reconquista militar se basaba en un proceso de
colonización de tierras desocupadas.
De acuerdo con la tradición romana y visigoda, los soberanos consideraban esas tierras
sin dueño como parte del patrimonio y favorecían el asentamiento en ellas de nuevos
pobladores debido, como resulta obvio, a que la única forma de consolidar el poder
efectivo sobre un terreno disputado era dotarlo de organización social, de construir o
recuperar villas y aldeas con población capaz de revitalizar el territorio y colaborar en
su defensa.
El procedimiento de instalación de los nuevos colonos (pressura en las tierras yermas
del Duero, apprissio en Cataluña10
) seguía pautas muy similares y sirvió de punta de
lanza en la expansión hacia el sur. En definitiva, estas gentes que repoblaron gran parte
de la España cristiana en continua guerra y avance, podían mantener un estatus de
libertad muy distinto al propio del feudalismo en Europa.
Otro de los aspectos que merece ser analizado respecto al feudalismo español es su
división social.
En el peldaño superior de la pirámide peninsular figuraba la nobleza, formada por los
grandes señores laicos y eclesiásticos, principales beneficiarios de las donaciones reales
de tierras. Los caballeros, a veces directamente vinculados al soberano, integraban la
capa más baja de la nobleza.
10
Ver nota 9, en pp.15.
EL FEUDALISMO Los justinianeos
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A través de ellos se establecía el contacto con el escalón inmediatamente inferior, el de
los campesinos libres.
Como en el resto de Europa, las clases populares constituían la gran masa de la
población de los reinos hispano-cristianos. En un principio, los hombres libres no
privilegiados representarían el contingente humano más numeroso. La colonización de
las zonas fronterizas con los dominios musulmanes provocó el florecimiento de
pequeños o medianos propietarios, auténticos pioneros que marcarían el principal
contraste con una Europa en la que el grueso de la población estaba sumido en la
condición servil o semi-servil.
El alodio (propiedad inmueble libre de cargas señoriales) predominó durante mucho
tiempo en amplias zonas de colonización. No obstante, con el progreso de la
Reconquista se iría imponiendo un tipo de colonización en que el elemento
característico sería la creación de grandes dominios señoriales, laicos y eclesiásticos,
cuya perduración todavía define la estructura de la propiedad agraria de amplias zonas
de la península y que, llegado el caso, tendría su prolongación en América mediante el
sistema de las encomiendas.
La razón de este giro hacia una progresiva tendencia al feudalismo bajomedieval en
España, hay que buscarla en las grandes conquistas castellanas y aragonesas del siglo
XIII, en el que encontró su apogeo dicho avance reconquistador. Los monarcas de
ambos reinos concedieron entonces grandes privilegios y territorios a los colaboradores
en aquellas conquistas, sentando las bases del poder señorial que imperaría durante los
siglos bajomedievales hasta la reorganización política de los Reyes Católicos.
En esta situación peculiar del Feudalismo tardío en España, hay que mencionar que
algunos de los beneficiarios más importantes de estos repartimientos y concesiones
fueron las órdenes militares por haber sido protagonistas de la Reconquista.
A la hora de estudiar el proceso de “feudalización” en la Península debemos tener en
cuenta algunas cuestiones que nos obligan a establecer diferencias con el modelo
europeo y entre los distintos territorios hispanos.
Muchas de estas diferencias vienen determinadas por la presencia de las comunidades
musulmana y judía y las interrelaciones que de esa presencia surgen.
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Sin embargo, el aspecto que más llama la atención del modelo feudal hispano respecto a
otras áreas, es la relativa libertad con que se mueve el campesinado, gozando en algunas
circunstancias de ciertos beneficios que casi siempre están relacionados con el proceso
de reorganización de la población que se deriva del avance hacia el sur de los reinos
cristianos.
3.2. Cataluña
En este apartado hablaremos del feudalismo en el territorio delimitado por la corona de
Aragón, pero centrándonos en la región hoy conocida como Cataluña.
En Cataluña, en contraposición con la mayor parte de la península, la sociedad feudal
llegó a su pleno desarrollo y se desarrollaron con claridad todas las instituciones propias
de este modelo social. Este hecho fue resultado de su vinculación con el imperio
carolingio y por la ocupación del condado de Barcelona como lugar más alto de la
jerarquía, formada por vizcondes y barones dotados de feudos (honores, baronías,
castillos) que a su vez tenían sus propios feudatarios.
Sin embargo, otra tesis apunta a que el feudalismo en Cataluña es
consecuencia del crecimiento económico y demográfico llevado a cabo durante el
período carolingio y que de manera lenta pero progresiva va cambiando las relaciones
de fuerza de la sociedad.
A finales del siglo VIII, los francos penetraron en tierras catalanas y conquistaron
Barcelona, formando la Marca Hispánica, que quedó integrada en el Imperio carolingio.
Aquí, los antiguos castra o núcleos fortificados se convirtieron en distritos territoriales,
dirigidos por condes o comités, que a su vez se fragmentaron cuando las pequeñas torres
defensivas (turris) de carácter particular se transforman en fortalezas, en torno a las
cuales se concentran nuevos núcleos de población.
El conde (cabeza de la jerarquía y libremente nombrados y depuestos por el rey de los
francos) ejercía su jurisdicción a través de los vizcondes en los distintos distritos en que
quedaba dividido el territorio, a la vez que los comitores se encargaban de la
administración y los vasvassores eran los feudatarios directos del príncipe. Todos estos
integraban la nobleza de primera categoría, agrupada bajo el nombre de barones o rics
homes. Los nobles de segunda categoría eran sus propios vasallos
denominados cavallers. Por otro lado, las grandes fortalezas pasaban, mediante el
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homenaje “de manos y de boca”, a manos de castlans, que a su vez podían subinfeudar
pequeños dominios o fortalezas menores a nuevos vasallos (sots-castlans).
Cabe destacar que el oficio de conde se atribuyó según los principios del “vasallaje” y
del “beneficio”. Por lo tanto, los condes catalanes pudieron transmitir sus condados a
sus hijos dando lugar a la formación de dinastías. Estas últimas solamente quedaron
sometidas a los reyes francos por vínculos de vasallaje cada vez más débiles, con lo que
prácticamente se hicieron independientes.
De igual manera, los vizcondes o vicecomites, que asistían al conde en el gobierno del
condado, como sus representantes o delegados en el territorio condal, quedaron
vinculados al conde por la relación de vasallaje y las comarcas que regían las recibieron
como un “beneficio” transmisible por vía hereditaria.
La evolución social y política de los condados catalanes fue muy similar a los de la
Francia carolingia y postcarolingia, ya que, también en Cataluña se produce la unión del
“beneficio” con el “vasallaje” y denominaron feudo al pacto en el que se fundían ambas
instituciones. El acto de ceremonia era muy similar al que tiene lugar en otros ambientes
feudales, de manera que, tenía lugar el juramento de fidelidad por parte del vasallo al
señor, el cual, a continuación daba a éste la posesión de lo que hubiera considerado
como constitutivo del feudo. Esta relación podía romperse a causa del abandono u
ofensa causada al señor.
El vasallaje de los condes de la Marca Hispánica11
a los monarcas carolingios propició
la recepción del Derecho y las instituciones feudales. La actividad normativa-judicial
era realizada por el Conde de Barcelona (mas tarde rey) con su Curia, recopilándose las
resoluciones o usualia a instancias de Ramón Berenguer I, y añadiéndose nuevos usos
con Alfonso I.
Los usatges pretendían suplir los vacíos y deficiencias del Liber Iudiciorum,
incluyendo algunos capitulares dictados por los monarcas francos para la Marca
Hispánica. La versión más divulgada, la vulgata, recibió sanción oficial con Jaime I,
como ley aplicable con preferencia al derecho común y al Liber Iudiciorum.
Otras recopilaciones de Derecho catalán:
11
La Marca Hispánica era el territorio comprendido entre la frontera político-militar del Imperio
carolingio con Al-Ándalus y los Pirineos, desde finales del siglo VIII hasta su independencia efectiva en
diversos reinos y condados. A diferencia de otras marcas carolingias, la Marca Hispánica no tenía una
estructura administrativa unificada propia.
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Consuetuts generals de Cathalunya, 20 capítulos sobre tenencia de castillos,
herencias, abandono o venta de feudos, etc, elaborados en la segunda mitad del
S. XIII.
Commemoracions de Pere Albert, asesor de Jaime I, redactó 43 cuestiones
prácticas de derecho feudal catalán, mas 9 casos en que el vasallo pierde la
tenencia del castillo.
3.3. Navarra y Aragón
En Navarra y Aragón, la élite militar está formada por los barones: nobles más cercanos
al rey y al conde que garantizaban la seguridad de un territorio especialmente
conflictivo, con la constante amenaza de los carolingios al norte y los musulmanes al
sur. Por su servicio recibirán bienes patrimoniales y sueldos, pero la fórmula más
característica era la entrega de honores, es decir, territorios que los barones no llegaban
a recibir en propiedad pero de cuyas rentas, en parte, disfrutaban, además de convertirse
en lugares de concentración de tropas. El rey se reservaba asimismo el derecho de
cambiar la ubicación de esos honores dependiendo de las necesidades defensivas, por lo
que dichos bienes difícilmente se patrimonializaban. En muchas ocasiones, el barón
recibía dos honores; uno en la frontera, en el que se concentraba el grueso de las tropas,
y otro en el interior que garantizaba el mantenimiento del primero.
En caso de conflicto armado, el barón estaba obligado a correr con los gastos de las tres
primeras jornadas, recibiendo un sueldo de su señor por los días sucesivos.
León y Castilla
En León y Castilla, el tema del feudalismo ha sido objeto de debate. Algunos autores,
reconociendo la presencia de instituciones feudales, consideraban que estas sólo
aparecían puntualmente y en ningún caso son representativas del conjunto de la
estructura político-jurídica. Además aparecieron fórmulas singulares que debemos
relacionar con la particular situación que atravesaban estos reinos en el contexto de la
repoblación, especialmente en el ámbito territorial de las extremaduras castellanas. Esta
singularidad se materializaba en un aumento de las libertades de los campesinos, una
mejora de las condiciones fiscales o una tendencia a la equiparación jurídica entre
distintos grupos sociales.
EL FEUDALISMO Los justinianeos
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Ejemplos claros de ese carácter excepcional de la estructura social castellana los
encontramos en las behetrías o en las propias constituciones de los fueros, que dejaron
testimonio jurídico de esas diferencias.
Además, tanto en León como en Castilla, monarcas y condes mantuvieron casi intacto
su poder de manera que apenas concedieron feudos con carácter hereditario y estos no
gozaron de la independencia de los feudos ultra pirenaicos. Podemos decir, por lo tanto,
que la disgregación política y territorial no implicó aquí una pérdida del control por
parte de la corona.
3.4. Galicia
La feudalización de Galicia se produce después de su incorporación al Reino Visigótico
(tras la estadía de los suevos) y cabe destacar que se presenta una nueva organización
agraria basada en novedosas relaciones sociales y en la proliferación de las villas como
núcleo básico de la población rural, donde las tierras eran trabajadas por los siervos.
Siendo este comportamiento base de nuevas relaciones entre los grandes propietarios y
los campesinos y a su vez del régimen señorial como una progresiva concentración de la
propiedad de la tierra y una gran riqueza agraria en manos de la nobleza. Pese a ello,
puede considerarse como característica principal de este territorio la presencia de una
sociedad fuertemente jerarquizada.
La expansión del mundo agrario y del renacimiento urbano fue la causa de cambios en
las relaciones sociales y el reparto de la riqueza pero también llevó consigo el pago de
tributos y de prestaciones de trabajo y de sus propios cultivos, siendo el foro el
instrumento fundamental caracterizado por la larga duración y el pago de una renta fija.
La crisis bajo medieval será la que ponga fin a la época medieval y dé entrada a la época
modera. Así, durante los siglos XIII y XIV, Galicia sufre una época de decadencia
demográfica que tiene su apogeo con la peste negra, con las consecuentes y graves
dificultades que esto conllevó, aunque jugó en su favor la expansión del comercio
atlántico y la importancia artesana, no siendo óbice esto para que se produjese el
abandono de los campos y la pérdida de las rentas forales. Estas tensiones tuvieron su
expresión en las denominadas como “guerras Irmandiñas” que terminaron por llevar al
feudalismo a su decadencia en el siglo XI, como ocurre en el resto de Europa.
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4. La decadencia del feudalismo
La sociedad feudal, durante el siglo XIV sufrió una grave crisis debido a la confluencia
de una serie de factores que provocaron el inicio de un nuevo período de la historia, el
Renacimiento.
En primer lugar el agotamiento de las tierras de cultivo y la imposibilidad técnica de
resolver el problema, trajo como consecuencia la escasez de alimentos provocando un
período de hambrunas. Las malas condiciones de alimentación e higiene de la población
facilitaron la difusión de epidemias, como la Peste Negra, que redujo notablemente la
población europea.
La reducción de la población campesina provocó el abandono de tierras por falta de
mano de obra, produciéndose una disminución de la producción agrícola y un
incremento de los precios de los productos. Esto, unido a la elevación de las rentas por
parte de los propietarios agrícolas, dio lugar a la migración de la población desde el
campo a la ciudad.
También se produjo una crisis de la mentalidad feudal, con una renovación
ideológica. La posición y el poder de la Iglesia Católica empiezan a ser cuestionados y
surgen nuevos valores e ideas.
Por otro lado se generó un conflicto entre dos fuerzas sociales opuestas, donde la
expansión del comercio y del poder económico de los burgueses, junto con las
disconformidades de los campesinos con su nivel de vida, potenciaban la crisis del
feudalismo. Los señores feudales fueron perdiendo importancia a favor del rey,
comenzando una unificación de los diferentes territorios bajo el dominio de un rey.
Otra cuestión que provocó el fin del sistema feudal fue que el “subenfeudamiento”
alcanzó un nivel en el que era prácticamente imposible para los señores percibir sus
prestaciones. Debido a esto los vasallos empezaron a realizar sus pagos en metálico y
los señores comenzaron a contratar tropas profesionales para acudir a la guerra, mucho
mejor preparadas que sus vasallos.
Como consecuencia de todas estas causas el feudalismo entró en fase de decadencia,
iniciándose una época de recuperación de las grandes monarquías y un resurgimiento
del comercio que daría lugar con posterioridad al sistema capitalista actual.
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5. Análisis crítico y conclusión
El feudalismo, dejando atrás la leyenda negra que de él nos cuentan y todos sus duros y
conocidos inconvenientes, fue una etapa de nuestra historia, y como tal ha marcado y
marcará el porvenir de Europa y, por tanto del mundo entero. Para unos, el feudalismo
fue una forma de alienación más ante un poder superior e injustificado, para otros fue
una etapa de grandes logros acompañada de grandes lastres y anclajes que el tiempo ha
sabido curar. Pero no existe hombre en la tierra que considere el feudalismo como fruto
de nuestra infinita imaginación y niegue sus fundamentos verificadores.
Lo que no puede discutirse es la importancia que el feudalismo ha desempeñado en el
Derecho europeo que a su vez ha sido el Derecho más influyente en el mundo entero;
ipso facto, el feudalismo es fruto de estudio por juristas de todo el mundo.
Recién salido del horno un sistema jurídico romano, el cual supuso un gran avance en
la configuración jurídica de la sociedad de la época, aparece, lenta pero efímeramente el
feudalismo; basado en las relaciones dicotómicas en todos los ámbitos de la sociedad
(laicismo-secularismo, privilegiados-no privilegiados, arrendatarios-arrendadores…).
En torno a todas estas relaciones un tanto “maniqueas”, fundamentales para esa
sociedad, nacieron normas regulatorias, impuestas en su mayor parte por los que tenían
capacidad de hacerlo, los poderosos, para defender por encima de todo sus intereses.
Podemos afirmar, por tanto, que el sistema, carecía de los grandes pilares sobre los que
se asientan hoy en día los estados constitucionales: la libertad y la igualdad; la igualdad
ante la ley.
Pero externamente a un análisis tan abstracto, el sistema feudal, tuvo, al igual que
cualquier régimen socio-político una serie de ventajas y desventajas. Entre las
desventajas se puede encontrar la hambruna y la pobreza generada por las crisis de
subsistencia que periódicamente se producían, por las presiones que los señores ejercían
sobre sus súbditos y por factores naturales; el mal reparto de la riqueza y de la tierra; la
sustitución de la esclavitud clásica por el servilismo (“neoesclavitud”)… Sin embargo,
pudieron convivir con todas estas desventajas, una serie de factores enriquecedores,
como el fin de la esclavitud desde una concepción clásica (como ya hemos citado
antes), el patrimonio histórico y cultural generado durante esta etapa, la difusión de la
cultura transgeneracional por el clero, etc.
EL FEUDALISMO Los justinianeos
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Por último, y para finalizar este trabajo, hagamos una breve comparativa de esta época
con la actualidad. Está claro que muchas relaciones básicas, como la compra-venta, la
responsabilidad, los contratos, etc. derivan de las relaciones que se desencadenaban
entre las partes conformadoras del feudalismo. Además, muchos aspectos prácticos (que
no teóricos) de las llamadas “democracias” u otros sistemas modernos se corresponden
con otros aspectos feudales: el establecimiento de las leyes por los poderosos, el control
social meramente interesado y tiránico que ejercen las instituciones financieras hoy en
día, la explotación de trabajadores… Parecen corresponderse con muchas cuestiones de
la época feudal: el establecimiento de las normas por los señores, el control social de los
pobres por parte de los privilegiados, la servidumbre, etc.
Con esto no pretendo ni mucho menos igualar las democracias actuales a un sistema
feudal y atrasado, pero sí poner de manifiesto que los sistemas vigentes en la actualidad,
tan perfectos e ideales para muchos, poseen todavía una demasía lastres no muy
diferentes a los que poseía el feudalismo.
Por otra parte, podríamos decir que hoy en día, el sistema capitalista ha partido la
Tierra por la mitad, destrozando miles de millones de vidas al crear dos mundos. Parece
que lo que hoy en día consideramos el primer mundo no es más que una metáfora de los
privilegiados (realeza, nobleza y clero). Sí, esa nobleza y realeza tan ampliamente
considerada frívola e insensible por muchos de nosotros, no son más que nuestro propio
reflejo, algo metamorfoseado en las aguas del pasado, con respecto a esa otra parte del
mundo actual, los no privilegiados: el tercer mundo. Con una pequeña diferencia: en el
régimen feudal, los privilegiados protegían (aunque por deber o interés fuera) a los no
privilegiados. En la actualidad los privilegiados simplemente nos aprovechamos y nos
empeñamos en destrozar a los no privilegiados.
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BIBLIOGRAFÍA:
1. En cuanto al feudalismo en España:
- Documentación extraída de la web:
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- Libros:
FERNANDEZ, LLORENS, ORTEGA y ROIG: Historia de las civilizaciones y del arte. Ed. Vicens-Vives. 1986.
2. En cuanto a los elementos del feudalismo:
- Documentación de la web:
http://www.historialuniversal.com/2010/04/elementos-del-feudalismo.html
http://www.reconquistaydefensa.org.ar/_estudios/edadmedia/em-ii-1-b.htm
- Libros:
Manual “El Derecho en la Historia de España” de Emma Montanos Ferrín.
Demás información en:
- “El Derecho en la Historia de España”, Emma Montanos Ferrín, ed.Universitas
- “La formación del feudalismo en la Península Ibérica” Barbero, A, Vigil, M.
- “El feudalismo” Ganshof.
- “En torno a los orígenes del feudalismo” Sánchez-Albornoz, C.