EL ART NOUVEAU EN MONTEVIDEO

El Art Nouveau nació en Europa en la segunda mitad del siglo XIX, como un estilo diferente a lo que se venía dando hasta el momento, un estilo que en arquitectura claramente significó un corte con los “Revivals”, que dominaban el ambiente, como ser el neoclásico, el neogótico, entre otros.Estos estilos no fueron un mero capricho de arquitectos imbuidos en el pasado, sino que coincidió con la creación de multiplicidad de Estados Nacionales, que requerían de estilos que otorgaran a los Estados institucionalidad, trascendencia histórica, idea de perdurabilidad, y que mejor que reflotar estos estilos del pasado y reconstruirlos en el presente de un siglo XIX repleto de cambios. Estos estilos también llegaron a América, y como no podía ser de otra manera también al Río de la Plata, por lo tanto Montevideo se cargó de obras de estilo neoclásico, neogótico, sobre todo en lo que hoy conocemos como la Ciudad Vieja. Pero muchas revistas provenientes de Europa, con diseños arquitectónicos del Viejo Continente, venían recopiladas en varios números, lo que llevó en nuestro país como en muchos lugares del continente, a la mezcla de estilos arquitectónicos del pasado, a esto se le llamó el eclecticismo historicista, que pocas veces mejor definido que por las palabras del arquitecto Leopoldo C. Artucio en la revista Montevideo y la arquitectura Moderna “(...) La expresión "eclecticismo historicista" que se usa para calificar la arquitectura que prevaleció en Occidente durante varias décadas, antes y después de 1900, no es fácil de explicar. Para allanar el camino hacia un primer acercamiento al concepto, puede decirse que consiste en la reunión, a veces feliz y otras no, en un mismo edificio de elementos con esencia estilística, data y producción dispares, o de edificios reunidos, con similar diversidad. (...)”. Este eclecticismo historicista fue muy prolífero y se construyó muchísimo bajo estos cánones, tanto así que va a ser muy difícil alejarse de él en un futuro. Esta proliferación del eclecticismo historicista en nuestro país estuvo también claramente influenciada por la creación de la Facultad de Matemáticas, donde se enseñaban las carreras de Arquitectura e Ingeniería, la cual estaba muy arraigada a la Ecole des Beux Arts, más conocida como la Escuela de Bellas Artes de París, incluso con la importación de cerebros provenientes de dicho origen, como ser Joseph Paul Carré. Por lo tanto este Art Nouveau que como mencioné anteriormente, nace en Europa más precisamente en Bélgica y que tiene como su primer grito artístico en la arquitectura, con la Casa Tassel, del arquitecto Víctor Horta en el año ..., y desde allí se propagó rápidamente hacia todo el mundo, fue un chispazo breve pero muy significativo y que adquirió diversos nombres e interpretaciones a lo largo de Europa y el mundo. Podemos denominarlo Art Nouveau en Francia y en Bélgica, pero se lo denominó Secesión Vienesa en Austria, Liberty en Italia (por el fuerte impacto que tuvo la tienda inglesa Liberty en ese país), Modernismo Catalán en España, Escuela de Glasgow en Escocia, Jungenstil en Alemania; entre otros. El Art Nouveau fue un estilo muy importante para la arquitectura a nivel mundial, no sólo al representar un corte con los Revivals que traían estilos propios de otro tiempo para reflotarlos y reinterpretarlos, no sólo por ese intento de ser un estilo sui generis, sino también por la búsqueda de una nueva espacialidad en la arquitectura, por las nuevas formas de abrir un vano, como perfectamente lo expresa Leonardo Benévolo, en su libro “Historia de la Arquitectura Moderna”, sino porque además tiende a valorar los elementos que significan un avance en la construcción de ese momento, como ser la construcción en hierro y vidrio, que si bien los Revivals no los dejaban de lado, tampoco los explicitaban en la fachada. Fue una época previa al Art Nouveau en la cual los arquitectos tendían a ocultar estos avances por debajo del revoque y sin embargo los ingenieros si explicitaban esos elementos en general en materia estructural, para salvar grandes luces, utilizándolos en programas como estaciones de trenes, bibliotecas, fábricas, etc. El Art Nouveau según Artucio debió librar una batalla contra ese historicismo el cual había posicionado a los arquitectos lejos de la modernidad, y los vuelve a posicionar como verdaderos

innovadores en la arquitectura “(...)En arquitectura, el Art Nouveau no dio nada grande ni definitivo; pero por lo menos usaba el hierro, lo incorporaba ostensiblemente en sus composiciones y contribuyó asi a la batalla contra el historicismo enemigo común de todo lo nuevo, al habituar a formas desusadas y ligeras. (...)” El Art Nouveau se caracterizó por ser un estilo muy integral, no solo estamos hablando de un diseño de edificios, estamos en presencia de un estilo diseñador por excelencia desde una vivienda hasta la hebilla de un cinturón, pasando por la reja de un portón, un cartel o un afiche. Además tuvo gran repercusión debido a la extravagancia de sus curvas, los diseños florales, los grandes paños vidriados, y el exceso de ornamentación, tantas veces criticado por su contemporáneo el arquitecto austríaco Adolf Loos. Entre tanto en Montevideo, es muy difícil especificar cual fue el comienzo del Art Nouveau, ya que tampoco podríamos especificar con certeza si hay algún ejemplo realmente puro de este estilo, ya que como he mencionado anteriormente, las recopilaciones de revistas arribaban juntas y es muy común ver elementos combinados a lo largo de la ciudad de Montevideo, tanto del Art Nouveau, en conjunto con estilos anteriores como neoclásico o eclecticismo historicista; como también con estilos posteriores al Art Nouveau, como ser el Art Decó. Así lo expresa la revista “Guía Arquitectónica de Montevideo” “(...) no existe en estas latitudes una obra arquitectónica que asimile e integre elementos modernistas con una actitud decididamente antihistoricista. La actitud generalizada es adoptar el art nouveau con una postura ecléctica, que introduce por ejemplo detalles modernistas en obras clasicistas e incluso llega a proponer distintas modalidades combinadas con ordenamientos formales historicistas, lo que Buschiazzo, de acuerdo a su enfoque, llama el art nouveau impuro. (...)”. Lo cierto es que tenemos ejemplos, aunque a veces parciales de este estilo tan interesante; y por ende excelentes arquitectos de renombre que lo practicaron, como ser Leopoldo Tosi, Américo Maini, Alfredo Jones Brown, Horacio Acosta y Lara, Cayetano Buigas i Moravá (como representante del Modernismo Catalán). Un excelente ejemplo de arquitectura con elementos Art Nouveau es el edificio de la otrora óptica Pablo Ferrando (año 1917), donde se puede ver un magnífico ejemplo de hierro y vidrio explícito en la fachada. Vemos un claro predominio del vacío por sobre el lleno con sus grandes paneles vidriados, el balcón con la baranda metálica, la estructura metálica totalmente expuesta en la fachada demuestran claramente un diseño innovador para la época. Sin dudas este ejemplo del arquitecto Leopoldo Tosi quizá tenga un debe en el remate claramente historicista del último piso. En la fotografía que está por debajo del edificio de Pablo Ferrando se ve la fuerte influencia de Víctor Horta en la obra de Leopoldo Tosi, más precisamente con la obra La Maison du Peuple, en Bruselas, Bélgica.

Otro ejemplo de Leopoldo Tosi en este estilo arquitectónico es el de la Dispensario de la Liga Antituberculosa (fotografía de la izquierda) donde se destacan las decoraciones de la fachada con diseños florales claramente una influecia de la arquitectura del Art Nouveau, y la decoración en el diseño de la verja con sus curvas extravagantes. De todas formas se nota claramente que es un edificio con

fuertes características historicistas y no un diseño Art Nouveau puro. Un ejemplo muy interesante con algunos elementos del Art Nouveau diseñados claramente bajo la influencia de este estilo en el hierro y el vidrio, las curvas extravagantes y líneas que se entrelazan muy similares a la que utiliza Leopoldo Tosi en el Dispensario. En este caso nos encontramos en presencia de una obra diseñada por Américo Maini en el corazón de Pocitos, Avenida Brasil y 26 de marzo. Este caso utiliza como eje fundamental la simetría, muy propia de los locales escolares de la época, otro elemento a destacar es el acceso donde se halla un alero en hierro y vidrio muy similar a lo que sucedía con las entradas al Metro de París de Guimard. Pero es interesante observar nuevamente cómo esas curvas no son un mero capricho, sino que por el contrario estamos en presencia de un diseño muy integral donde la curvas y lineas rectas acompañan desde los portones de hierro de la entrada a la decoración tanto en el interior como el exterior, en las puertas y ventanas. El próximo ejemplo a analizar se trata de los Pabellones de Exposición de la Rural del Prado, estos tres pabellones fueron diseñados por el catalán Cayetano Buigas i Moravá y representaría uno de los pocos quizá el único ejemplo de arquitectura perteneciente a la versión catalana del Art Nouveau, llamada Modernismo Catalán, de la cual su máximo exponente fue Antoni Gaudí. Si bien estamos en presencia de un edificio muy austero y de forma muy rígida, con ladrillo calcáreo a la vista, es en el remate del mismo donde aparecen algunos decorados curvilíneos con azulejos trozados como revestimiento, que en algo se asemejaría a la arquitectura catalana de finales del siglo XIX, y principios del XX. Otro edificio que podemos analizar, dentro de este movimiento, es también un edificio cuyo programa edilicio, pertenece a la enseñanza, es el del Instituto IAVA, diseñado por el arquitecto Alfredo Jones Brown, e inaugurado en el año 1911. Este edificio está compuesto por cánones muy geométricos, y apegados fuertemente a la arquitectura historicista como lo expresa en el análisis que hace el propio Walter Domingo en el libro “Arquitectos del 900”, “(...) En este edificio hay una mezcla de elementos decorativos clásicos y modernistas, en un juego plástico hábil, pero que no logra superar una situación de indefinición estilística. La solución resulta bastante confusa, al separar expresivamente planta baja y planta alta en oposición estilística. A la primera se le dio un tratamiento de “basamento” con un moldurado fuerte y geométrico, en tanto que la planta alta se acerca más a una solución neoclásica con ornamentaciones clásicas y modernistas mezcladas, aberturas con arcos de medio punto y arcos rebajados, con ladrillo visto. La cubierta, de tejas cerámicas, configurando una decoración geométrica de color, lucernarios y cornisa con elementos ornamentales, adquiere un valor plástico muy importante. El interior, como en todas sus obras, reduce la ornamentación al mínimo, con poco

relieve y utilización de columnas de hierro fundido en los patios, constituyendo un conjunto arquitectónico austero, liviano, que contrasta fuertemente con el exterior (...)”. Aquí en este par de imágenes podemos encontrar claramente el contraste que se produce en este edificio, mientras que en la fotografía de arriba vemos la esquina donde nos encontramos con un lenguaje claramente historicista, en la de abajo podemos ver los pilares de hierro fundido, elemento más acorde con los avances técnico constructivos de la época.

ART NOUVEAU EN MONTEVIDEO: UN EJEMPLO EXCELENTE

Volviendo a reiterar que en nuestro país es casi imposible encontrar un ejemplo de Art Nouveau puro y sin influencia de otro estilo arquitectónico, pienso que el ejemplo que sigue a continuación es un de los más interesantes que se conservan en la ciudad de Montevideo, con las características de un Art Nouveau franco-belga. Se trata de nada más y nada menos que de la Casa José Pedro Rodríguez, diseñada para él, por el arquitecto Horacio Acosta y Lara y por el ingeniero Augusto Guerra Romero. Emplazada en la calle Bartolomé Mitre 1414-10, en plena Ciudad Vieja, desde el año1905. En esta vivienda podemos encontrar dos plantas bien diferenciadas, en cuya planta alta se ubican dos balcones hacia la calle Bartolomé Mitre, divididos por un volumen que sobresale en la fachada formando una especie de bow-window. Originalmente fue concebida para la función de vivienda unifamiliar en la planta alta y para el funcionamiento de dos locales comerciales en planta baja a cada lado del acceso central para la vivienda en planta alta. Según datos aportados por la Intendencia Municipal de Montevideo, la vivienda en planta alta está organizada en torno a un “patio central cubierto con claraboya”. Su fachada es una verdadera joya de nuestra arquitectura, se lee una clara ascendencia al Art Nouveau. Sus formas curvas tanto en el revoque como en las aberturas con ventanas que recuerdan los afiches de época. Su diseño floral, sobre todo por encima de las aberturas (en los dinteles de ventanas y accesos) remarca el claro respeto por la naturaleza, pero como he dicho en los ejemplos anteriores la carpintería y la metalúrgica de esta vivienda acompaña el diseño de la fachada. Otros datos aportados por la Intendencia Municipal de Montevideo, son los elementos constructivos del interior del edificio, como ser pilares de hierro fundido, propio de la arquitectura del Art Nouveau, techos y azotea sobre bovedilla, y muros portantes de ladrillo. Lamentablemente muchos de la ornamentación y de los pavimentos del interior han sido removidos. A pesar de que en la página del Inventario del Patrimonio Arquitectónico y Urbanístico de la Ciudad Vieja, mencione que se encuentre en buen estado de conservación, la fachada demuestra un claro deterioro de este patrimonio de nuestra arquitectura. Actualmente funciona en esta construcción dos comercios en planta baja y una vivienda en planta alta junto con la Iglesia Coreana.

BIBLIOGRAFÍA: César J. Lousteau “Influencia de Francia en la arquitectura de Uruguay”Walter Domingo “arquitectos del 900”I.M.M. “Inventario del Patrimonio Arquitectónico y Urbanístico de la Ciudad Vieja”