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;1] y , ¡ ti 1F) 1;0] C ON la mi.ma incerticiubre que me in vadía en Bilbao, escribo estas líneas . después de haber seguido de cerca ¿as cuatro primeras etaps, y desde Barce Zona las siguientes. Incertidumbre por el resultado final la codiciada victoria que aun no se vis. lumbre.. ¡ucertidumbre a la que, en estos momen tos, se junta la emoción de una Vuelta a Jspaña más apasionaute que run guna. Vibra el público intensamente Y se ha hecho el milagro de interesar, de apd,siono,r a toda la masa epañola, in cluo la que no milita en el campo ciclista. Y muy discretamente en el campo depor tivo. . He visto por las carreteras de Vizcaya, Santander, Ástu,ias y Castilla, la gente apiñada en la.’ metas y altos de las cues triS. El coche de lujo aparcado junto a las bicicletas, motos y ciclomotores. Viejos la- bra(lo-res con lápiz y liStas de inscritos que (1pretabau con mano trémula y consultaban con ojos febriles para conocer, a través de los números de dorsal, los nombres de los corredores que les pasaban por delante. Potentados y humildes, gentes dei cariz- po y de la ciudad. del más alto al más pe queio, todos se han fundido en la misma emoción., representada por esa lucha de verdaderos titanes- en la que las banderas de vapias naciones campean en los torsos de los atletas. Hay algo que palpita muy a lo hondo. Nuestros campeones se enfrentan can los grandes campeones de Francia, Bél. gica, Italia, Inglaterra, Suiza, Alemania. No es un acontecimiento de éstos que se difunden a diario bajo este nombre. Delante y detrás de los corredores se ven los coches de «L’Equipe», «F’rance-Solr», «La Qazzetta dello Sport», «Europa», «Tele. visión Francesa», «Miroir Sprint», «Stadio de Bolonia»... Llega clara al público la sensación de un verdadero acontemiento internacional que interesa y apaslona, asimismo, a todas di- chas naciones... Por ello. eundo se adelanta un jersey roJigva1?o. la “moción cala muy fuerte en todOÑ 103 pechos. . . Haij cor’ri”ntes y evplosíones de muchos órdenes en las competiciones deportivas. La pasión desenfrenada por unos colores, el prurito local, la soliviantaclón y hasta es- acerbación de sentidos por una derrata o decisión arbitral cualquiera. La Vuelta a España que se esta corrien do, ha depurado y está depurando estos males microbios. Despierta un entusiasmo exaltado, pero puro y noble. ¡Qué duda ca- be que lo infunde un sentimiento patrié- tico a la vista de tantas banderas y de unos hombres que hacen alto honor a las cami setas que visten! Pero esta inquietud que nos rst “mece a todos no es privativa de los españoles. Trasciende por un igual a to doe los correderes y eguidores extranjeros, y si es cierto que pone en la sangre ese fuego sagrado, también lo es que ilumina las mentes y pone el respeto y amor en- tre cuantos se han entregado a una lucha deportiva que, después de terminada noble. mente, nos hace admirar a vencedores y veneido y comprobar la alta finalidad de estas competiciones en las virtudes más ca- ras a la Civilización. La confraternización de seres de diferente raza y lenguaje, la comprensión y el santo anhelo de ser tan patriotas como humanos. Oviedo, la capital asturiana, rindió caluroso homenaje al itd llano Conterno. Madrid abrió su cielo ra diente al joven francés Le Ber y zs ojos y expresiÓn, ante las tribunas, decian me- jefe que sus palabras todo el gozo y emoción que le causaban aquellos aplausos. Barcelona está a punto de recibir estos nuevos ‘heraldos del deporte qué, a fuer- za de pedales y de coraje, nos tienen a dio, rio pendientes de sus gestas y nos apremian ya bn deseos de hornenajearles, porque de- jan a diario huellas imborrables de su afán de victoria y de su hombría. Hacemos votos para que el alto tono de la lucha siga inspirando sus pasos y ae clones. Lo esperamos. Lds esperará nuestro gran público en el Circuito de Montjulch para alentarles y honrarles como se mere- con. Barcelona ha escrito muchas páginas de gloria para el deporte español. Y está a punto de colmar otra de las m4s trascendentales, en las fechas del sábado y domingo próxlmdiz. Se sabe la nuestra una gran ciudad de- portiva. y percibe la grandiosa verdad de este formidable acontecimiento, inédito en la historía del ciclismo español, y no hace falta decir más para tener la seguridad de que sabrá enaltcerse a sí misma, deparan- do a todos los actos de la Vuelta Ciclista a España el marco lumincf,o. y vibrante que corresponde a la altura de la competición. C UANDO un espectador ve pa- sar ante I La imponente caravana de la actual t,a a Espana, es paco probable que ante su entusiasmo por aquel espectáculo lleno de vida y de emocIón, se pare a tonsi. derar el esfuerzo que- repeen. ea el lanzar este «Carrouset» a la carretera. OsOtro8 queremos Iniciar es- ta glosa de la gran caricia qUe están padaleando los aliciunados de Cataluna haeiendy el rIo- gb que merecen estlis h(roes anónimos QUC entre bastidores han trabajado meses y meses, han moM miles de resortes han contagiado con su Ce que desde luego hace mover monta- ñas a centenares de colaba. radores que han abierto puercas y ultimado detalles. El ciclismo español de ello debe tomar ejemplo y lección, y no hay paradoja en nnesti-as pa. labras, porque los hombres que han puesto en pie esta nueva Vuelta a España no son esencial. mente personas dicadas al ci. dilsulo, sino periodistas natos. Ellos, con su sentido organiza- dor, su alto espíritu constructi r, sus ideas claras y amplias sobu lo que debe Ser una gran prueba. deportiva, abierta a los cuatro vientes de la internacionalidad, pusieron orden en donde pare. cta imposible ponerlo, y le han hecho el regato esplndtdo, al ci- clismo, de esta eÁtI-ao,-dina.-ia Vuelta a España &tue está ro- dando, confirmando una vez niás que lo que el deporte espaizol necesita antes que nada son di- rigentes de mentalidad nueva, sin prejuicios, no gastados como tantos otros ea la rutina de ocu par muchos años las mismas pol tronas. También la Vuelta a España ha demostrado una vez más, con su éxito popular total y absoluto, que nuestro gran público, ya ma- yor de dad en cosas deportivas, sólo está deseando que se le ofrezcan organizaciones realuien te buenas para respondea con un entusiasmo total. Ciertos de- portes que están en ej-isis total el boxeo profesional, poi ejemplo tendrían que olirarse en esto como en un espejo (-la. ro que Indica un camino a se- guir. Sólo ha bastado colocar sobre tas rutas españolas a campeones reales, de gran prestigio europeo y mundial, en plena forma para ‘a, 1* Vuplta a España vaya de to . x1to, deepertado el e tusiasmo de millones de perso nas, en las localIoades que va encadenando en su camino... e e. Repetimos que el éxito corres- ponde ante todo a una nueva mentalidad en la dirección, de acuerdo con el espíritu de nues tros tiempos. Se ha visto «en grande» desde el tini6n de la Vuelta a España y con ello se ha llegado (011 facilidad al cora- zón de nuestras multitudes, que contra lo que muchos directivos de. deportes pal-ecen pensar, no son tan ehauvinistas co,io, para preferir tina i’it-toria solar li.iuii bres o equipos de teleera fila, que una lacha i-eal t,iIIt i-a .au ténti(os caulpeones. aunque sea al final perdiendO. Iii deporte es algo más que la saIistac(ión por el ti-junto de unos colores preferidos, aun cuando e da esta salis(accióu y sea niuy legítima. El máximo ¡un. cer del espectador deportivo en tener Ja ocasión de ver np lo que ya apuntaron en la an tenor. No les ha bastado tener a los mejores ruteros de Europa, sino que han querido presentarlos en una bandeja espléndida, llena. de matices 3 detalles que van desde la gran caravana publicitaria. al formidable séquito de prensa, ci. ne, radio y televisión que vienen a ser los ojos y oídos de la gran Vuelta. En éste, tanibián han re- novado, pues en nuestras orga nizaciones deportivas a la anti gua usanza las que organizan los «de siempre» hay. en ge- neral, una falta absoluta de mm gínacíón, de sentido de la orga nización, de gusto para ofrecer al espectador que ha pagado un mareo digno, una alnmóst’era es. peetacular que hoy es esencial para atraer a las grandes masas y que éstas, a la salida, se sien- tan satisfechas y con ganas de voLver Que en lo que todo orga ulzador debe buscar como pri. meen gran satisfacción parao- nsj... g a4*. *0 pasa sos enfado por decir ana verda ha vivido mucho descuido en ropaje que le envolvia para que no parezca un auténtico milagro el orden, el buen gusto en loe detalles, y la atmósfera de «ma. chine» perfecta que rodos a la Vuelta a España, . con estas bu. presionantes llegadas con tribu. una desmontables en las que 10* espectadores están perfectamen. te colocados, sus parques de e. tacionamiento, su cal-avana. ni’ denada, sus servicios de Info mación que hacen «vivir» la u rrera con quien tantas veces ja. más se ha pensado: el gran pd.. blico de las cunetas. Los organizadores han acredi. tado no sólo tener ideas, sino poseer el sentido prdctíco noca. samio para llevarlas a la reall. dad. Con ello no sólo han ren dido un gran servicio a ¡a Vuelta a España, sino a todo nuestro deporte en general que ofrecs al fin un ejemplo de crdina. ción 37 organización desnilatien. do una vez más lo que no eo cierto y sólo ha sido fciI reeurs. so de incapaces; el decir que nuestro carácter y temperamen. to no pueden sujetarse a la di. cpilna de una poi-Locta organfi zación. y, finalmente, hay otro napea. to muy importante a destaeap, El gran servicio de propaganda que la Vuelta hace de uuest país. En los sesenta y pico de coches destinados a los servido* iniormativos figuran los mns des. tacados cronistas y fotógrafos del ciclismo internacional. Grandee diarios de París, Roma, Mi1án Bruselas, etc., tienen aqul a sus obsei-vadores más competentes. Y ellos no sólo ven y escriben sobre el pedaleo de los cori-edo- res, sino que como bueno. po. i-iodistas buscan para sus millo. nes de lectores la nota de color la descripción del paisaje, del folklore, de nuestros soberbio. panoramas, tan variados, y de nuesi 1-os IHOn urnentos de arte. La mejor «reclame» de este tu. rismo que se esta convirtiendo en una de nuestras más firnie* Industrias es precisamente una Vuelta a España como ésta con su amphsimna repercusión man. dial. Asimismo es, desde otro ¡un. to de vista, una autdntlca do- mostración de nuestra paz y de nuestro progreso. El deporte cinde con ello, un servicio al país. Un gran servi;1] ,;0] Los“kéoen(ms”tr .. baJaronbI’u Reflexiones it la dilaildo caravna 1 Los corredores iniciando el descenso dtde el pueblo de Santa Lucía, en la etapa Oviedo-Va- lladolid. Momentos despuda Iría u lanzados a tenta kilómetros por hora, sin que ningún coche pudiera seguirles por la serpenteante carretera. (Foto Bert) e e. R. TORRES lo mejor que existe en su espe. cialidad preterida. Servirles en bandeja de plata el armonioso pedaleo de un Louison Bobet o un Hugo Koblet dos de estos estilistas que convierten el ci- clismo casi en un arte o el impetuoso «rush» final de un Van Steenbergen, la furia y de. cisión de un Conterno o un As- trua, y contrastar con todos es- tos valores prImates el ascenso indiscutible, pese a sus absurdas divisiones interiores, del ciclismo español, ha sido hacer un vega- lo de buen gusto a este catador de deportes, cada día más pre parado, une existe en nuestro país, y que ha sabido apreciar en (u que vate este gesto. Me satisface también mucho, porque está plenanietit.e dentro de fil credo, el extraordinario cuidado que han puesto en todos lo. detalles de organización Los hombros de esta Vuelta a Espa ñ*i oonfts?4ta*dø as eM .atfdo Ç4_Bwg ,aI 1

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    C ON la mi.ma incerticiubre que me invadía en Bilbao, escribo estas líneas

    . después de haber seguido de cerca¿as cuatro primeras etaps, y desde BarceZona las siguientes.

    Incertidumbre por el resultado final — lacodiciada victoria — que aun no se vis.lumbre..

    ¡ucertidumbre a la que, en estos momentos, se junta la emoción de una Vuelta aJspaña más apasionaute que run guna.

    Vibra el público intensamenteY se ha hecho el milagro de interesar,

    de apd,siono,r a toda la masa epañola, in— cluo la que no milita en el campo ciclista.

    Y muy discretamente en el campo deportivo.. He visto por las carreteras de Vizcaya,Santander, Ástu,ias y Castilla, la genteapiñada en la.’ metas y altos de las cuestriS. El coche de lujo aparcado junto a lasbicicletas, motos y ciclomotores. Viejos la-bra(lo-res con lápiz y liStas de inscritos que(1pretabau con mano trémula y consultabancon ojos febriles para • conocer, a través delos números de dorsal, los nombres de loscorredores que les pasaban por delante.

    Potentados y humildes, gentes dei cariz- po y • de la ciudad. del más alto al más pequeio, todos se han fundido en la mismaemoción., representada por esa lucha deverdaderos titanes- en la que las banderasde vapias naciones campean en los torsosde los atletas. Hay algo que palpita muy alo hondo. Nuestros campeones se enfrentancan los grandes campeones de Francia, Bél.gica, Italia, Inglaterra, Suiza, Alemania.

    No es un acontecimiento de éstos que sedifunden a diario bajo este nombre.

    Delante y detrás de los corredores se venlos coches de «L’Equipe», «F’rance-Solr»,«La Qazzetta dello Sport», «Europa», «Tele.visión Francesa», «Miroir Sprint», «Stadiode Bolonia»...

    Llega clara al público la sensación de unverdadero acontemiento internacional queinteresa y apaslona, asimismo, a todas di-chas naciones...

    Por ello. eundo se adelanta un jerseyroJigva1?o. la “moción cala muy fuerte entodOÑ 103 pechos. . .

    Haij cor’ri”ntes y evplosíones de muchosórdenes en las competiciones deportivas. Lapasión desenfrenada por unos colores, elprurito local, la soliviantaclón y hasta es-acerbación de sentidos por una derrata odecisión arbitral cualquiera.

    La Vuelta a España que se esta corriendo, ha depurado y ‘ está depurando estosmales microbios. Despierta un entusiasmoexaltado, pero puro y noble. ¡Qué duda ca-be que lo infunde un sentimiento patrié-tico a la vista de tantas banderas y de unoshombres que hacen alto honor a las camisetas que visten! Pero esta inquietud quenos rst “mece a todos no es privativa delos españoles. Trasciende por un igual a todoe los correderes y eguidores extranjeros,y si es cierto que pone en la sangre esefuego sagrado, también lo es que iluminalas mentes y pone el respeto y amor en-tre cuantos se han entregado a una luchadeportiva que, después de terminada noble.mente, nos hace admirar a vencedores yveneido y comprobar la alta finalidad deestas competiciones en las virtudes más ca-ras a la Civilización. La confraternizaciónde seres de diferente raza y lenguaje, lacomprensión y el santo anhelo de ser tanpatriotas como humanos. Oviedo, la capitalasturiana, rindió caluroso homenaje al itdllano Conterno. Madrid abrió su cielo radiente al joven francés Le Ber y zs ojosy expresiÓn, ante las tribunas, decian me-jefe que sus palabras todo el gozo y emociónque le causaban aquellos aplausos.

    Barcelona está a punto de recibir estosnuevos ‘heraldos del deporte qué, a fuer-za de pedales y de coraje, nos tienen a dio,rio pendientes de sus gestas y nos apremianya bn deseos de hornenajearles, porque de-jan a diario huellas imborrables de su afánde victoria y de su hombría.

    Hacemos votos para que el alto tono dela lucha siga inspirando sus pasos y aeclones. Lo esperamos. Lds esperará nuestrogran público en el Circuito de Montjulchpara alentarles y honrarles como se mere-con. Barcelona ha escrito muchas páginasde gloria para el deporte español.

    Y está a punto de colmar otra de las m4strascendentales, en las fechas del sábado ydomingo próxlmdiz.

    Se sabe la nuestra una gran ciudad de-portiva. y percibe la grandiosa verdad deeste formidable acontecimiento, inédito enla historía del ciclismo español, y no hacefalta decir más para tener la seguridad deque sabrá enaltcerse a sí misma, deparan-do a todos los actos de la Vuelta Ciclistaa España el marco lumincf,o. y vibrante quecorresponde a la altura de la competición.

    C UANDO un espectador ve pa- sar ante I La imponentecaravana de la actual

    t,a a Espana, es paco probableque ante su entusiasmo poraquel espectáculo lleno de viday de emocIón, se pare a tonsi.derar el esfuerzo que- repeen.ea el lanzar este «Carrouset» ala carretera.

    OsOtro8 queremos Iniciar es-ta glosa de la gran caricia qUeestán padaleando los aliciunadosde Cataluna haeiendy el rIo-gb que merecen estlis h(roesanónimos QUC entre bastidoreshan trabajado meses y meses,han moM miles de resortes han contagiado con su Ce — quedesde luego hace mover monta-ñas — a centenares de colaba.radores que han abierto puercasy ultimado detalles.

    El ciclismo español de ellodebe tomar ejemplo y lección, yno hay paradoja en nnesti-as pa.labras, porque los hombres quehan puesto en pie esta nuevaVuelta a España no son esencial.mente personas dicadas al ‘ ci.dilsulo, sino periodistas natos.Ellos, con su sentido organiza-dor, su alto espíritu constructi r,sus ideas claras y amplias sobulo que debe Ser una gran prueba. deportiva, abierta a los cuatrovientes de la internacionalidad,pusieron orden en donde pare.cta imposible ponerlo, y le hanhecho el regato esplndtdo, al ci-clismo, de esta eÁtI-ao,-dina.-iaVuelta a España &tue está ro-dando, confirmando una vez niásque lo que el deporte espaizolnecesita antes que nada son di-rigentes de mentalidad nueva,sin prejuicios, no gastados comotantos otros ea la rutina de ocupar muchos años las mismas poltronas.

    También la Vuelta a Españaha demostrado una vez más, consu éxito popular total y absoluto,que nuestro gran público, ya ma-yor de dad en cosas deportivas,sólo está deseando que se leofrezcan organizaciones realuiente buenas para respondea conun entusiasmo total. Ciertos de-portes que están en ej-isis total— el boxeo profesional, poiejemplo — tendrían que olirarseen esto como en un espejo (-la.ro que Indica un camino a se-guir.

    Sólo ha bastado colocar sobretas rutas españolas a campeonesreales, de gran prestigio europeoy mundial, en plena forma para

    ‘a, 1* Vuplta a España vaya deto . x1to, deepertado el e

    tusiasmo de millones de personas, en las localIoades que vaencadenando en su camino...

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    Repetimos que el éxito corres-ponde ante todo a una nuevamentalidad en la dirección, deacuerdo con el espíritu de nuestros tiempos. Se ha visto «engrande» desde el tini6n de laVuelta a España y con ello seha llegado (011 facilidad al cora-zón de nuestras multitudes, quecontra lo que muchos directivosde. deportes pal-ecen pensar, noson tan ehauvinistas co,io, parapreferir tina i’it-toria solar li.iuiibres o equipos de teleera fila,que una lacha i-eal t,iIIt i-a .auténti(os caulpeones. aunque seaal final perdiendO.

    Iii deporte es algo más quela saIistac(ión por el ti-junto deunos colores preferidos, auncuando e da esta salis(accióu ysea niuy legítima. El máximo ¡un.cer del espectador deportivo entener Ja ocasión de ver np

    lo que ya apuntaron en la antenor.

    No les ha bastado tener a losmejores ruteros de Europa, sinoque han querido presentarlos enuna bandeja espléndida, llena. dematices 3 detalles que van desdela gran caravana publicitaria. alformidable séquito de prensa, ci.ne, radio y televisión que vienena ser los ojos y oídos de la granVuelta. En éste, tanibián han re-novado, pues en nuestras organizaciones deportivas a la antigua usanza — las que organizanlos «de siempre» — hay. en ge-neral, una falta absoluta de mmgínacíón, de sentido de la organización, de gusto para ofreceral espectador que ha pagado unmareo digno, una alnmóst’era es.peetacular que hoy es esencialpara atraer a las grandes masasy que éstas, a la salida, se sien-tan satisfechas y con ganas devoLver Que en lo que todo orgaulzador debe buscar como pri.meen gran satisfacción parao-nsj...

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    pasasos enfado por decir ana verdaha vivido mucho descuido enropaje que le envolvia para queno parezca un auténtico milagroel orden, el buen gusto en loedetalles, y la atmósfera de «ma.chine» perfecta que rodos a laVuelta a España, . con estas bu.presionantes llegadas con tribu.una desmontables en las que 10*espectadores están perfectamen.te colocados, sus parques de e.tacionamiento, su cal-avana. ni’denada, sus servicios de Infomación que hacen «vivir» la urrera con quien tantas veces ja.más se ha pensado: el gran pd..blico de las cunetas.

    Los organizadores han acredi.tado no sólo tener ideas, sinoposeer el sentido prdctíco noca.samio para llevarlas a la reall.dad. Con ello no sólo han rendido un gran servicio a ¡a Vueltaa España, sino a todo nuestrodeporte en general que ofrecsal fin un ejemplo de crdina.ción 37 organización desnilatien.do una vez más lo que no eocierto y sólo ha sido fciI reeurs.so de incapaces; el decir quenuestro carácter y temperamen.to no pueden sujetarse a la di.cpilna de una poi-Locta organfización.

    y, finalmente, hay otro napea.to muy importante a destaeap,El gran servicio de propagandaque la Vuelta hace de uuestpaís. En los sesenta y pico decoches destinados a los servido*iniormativos figuran los mns des.tacados cronistas y fotógrafos delciclismo internacional. Grandeediarios de París, Roma, Mi1ánBruselas, etc., tienen aqul a susobsei-vadores más competentes.Y ellos no sólo ven y escribensobre el pedaleo de los cori-edo-res, sino que como bueno. po.i-iodistas buscan para sus millo.nes de lectores la nota de colorla descripción del paisaje, delfolklore, de nuestros soberbio.panoramas, tan variados, y denuesi 1-os IHOn urnentos de arte.

    La mejor «reclame» de este tu.rismo que se esta convirtiendoen una de nuestras más firnie*Industrias es precisamente unaVuelta a España como ésta consu amphsimna repercusión man.dial.

    Asimismo es, desde otro ¡un.to de vista, una autdntlca do-mostración de nuestra paz y denuestro progreso.

    El deporte cinde con ello, unservicio al país. Un gran servi;1]

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    Reflexiones

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    caravna

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    Los corredores iniciando el descenso dtde el pueblo de Santa Lucía, en la etapa Oviedo-Va-lladolid. Momentos despuda Iría u lanzados a tenta kilómetros por hora, sin que ningún coche

    pudiera seguirles por la serpenteante carretera. (Foto Bert)

    e e.

    R. TORRES

    lo mejor que existe en su espe.cialidad preterida. Servirles enbandeja de plata el armoniosopedaleo de un Louison Bobet oun Hugo Koblet — dos de estosestilistas que convierten el ci-clismo casi en un arte — o elimpetuoso «rush» final de unVan Steenbergen, la furia y de.cisión de un Conterno o un As-trua, y contrastar con todos es-tos valores prImates el ascensoindiscutible, pese a sus absurdasdivisiones interiores, del ciclismoespañol, ha sido hacer un vega-lo de buen gusto a este catadorde deportes, cada día más preparado, une existe en nuestropaís, y que ha sabido apreciaren (u que vate este gesto.

    Me satisface también mucho,porque está plenanietit.e dentrode fil credo, el extraordinariocuidado que han puesto en todoslo. detalles de organización Loshombros de esta Vuelta a Españ*i oonfts?4ta*dø as eM .atfdo Ç4_Bwg ,aI

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