TP de Vanesa Bloj: "Un día perfecto"

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Situación: Ir al centro con amigos. Un día perfecto El sábado a la tarde decidí abrir la red social Facebook, entonces, hice doble click en el cuadrado azul con la letra “f” que aparece en el escritorio de mi computadora. El color rojo sobre los dos globos de diálogo que se sitúan en el extremo izquierdo de la pantalla indicaba que tenía un mensaje. Hice click sobre los globos de diálogo para leerlo. Cuando vi la foto de perfil, supe de cuál de mis amigas provenía el mensaje. Aunque estaba escrito con abreviaciones, entendí que me estaba invitando a ir al centro. Le contesté con un vocabulario similar al que ella había utilizado y propuse un horario y McDonald’s como lugar de encuentro. El sonido que provenía de los parlantes, al igual que el globo de diálogo de color rojo sobre el nombre de mi amiga, indicaban que tenía una respuesta de su parte. Decodifique su emisión como una señal de acuerdo con mi propuesta. Necesité mi celular para comunicarle a mi madre mis planes para la tarde. Apreté las teclas correspondientes a los dígitos que conforman su número telefónico, y el tono de espera indicó que su celular estaba sonando. Cuando finalizó la charla con mi madre, en la que use un vocabulario distinto al que había utilizado con mi amiga, apreté el botón rojo del celular para finalizar la llamada. A la hora acordada, salí de mi casa rumbo al centro. Reconocí el cartel rojo con una letra “m” de color amarilla como el de McDonald’s y, de lejos, reconocí también a mi amiga por su forma de vestirse. Nos saludamos y decidimos comprar algo para beber. Reconocimos un cartel luminoso como el de un quiosco. Cuando vimos una botella con una etiqueta roja, supimos que era la de Coca-Cola y nos fijamos en un cartel cuál era el precio de la bebida. Le alcanzamos a la vendedora la

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Situación: Ir al centro con amigos.

Un día perfecto

El sábado a la tarde decidí abrir la red social Facebook, entonces, hice

doble click en el cuadrado azul con la letra “f” que aparece en el

escritorio de mi computadora.

El color rojo sobre los dos globos de diálogo que se sitúan en el

extremo izquierdo de la pantalla indicaba que tenía un mensaje. Hice

click sobre los globos de diálogo para leerlo. Cuando vi la foto de perfil,

supe de cuál de mis amigas provenía el mensaje. Aunque estaba escrito

con abreviaciones, entendí que me estaba invitando a ir al centro. Le

contesté con un vocabulario similar al que ella había utilizado y propuse

un horario y McDonald’s como lugar de encuentro.

El sonido que provenía de los parlantes, al igual que el globo de

diálogo de color rojo sobre el nombre de mi amiga, indicaban que tenía

una respuesta de su parte. Decodifique su emisión como una señal de

acuerdo con mi propuesta.

Necesité mi celular para comunicarle a mi madre mis planes para la

tarde. Apreté las teclas correspondientes a los dígitos que conforman su

número telefónico, y el tono de espera indicó que su celular estaba

sonando. Cuando finalizó la charla con mi madre, en la que use un

vocabulario distinto al que había utilizado con mi amiga, apreté el botón

rojo del celular para finalizar la llamada.

A la hora acordada, salí de mi casa rumbo al centro. Reconocí el cartel

rojo con una letra “m” de color amarilla como el de McDonald’s y, de

lejos, reconocí también a mi amiga por su forma de vestirse.

Nos saludamos y decidimos comprar algo para beber. Reconocimos un

cartel luminoso como el de un quiosco. Cuando vimos una botella con

una etiqueta roja, supimos que era la de Coca-Cola y nos fijamos en un

cartel cuál era el precio de la bebida. Le alcanzamos a la vendedora la

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suma de billetes correspondientes al precio, quien aguardaba atrás del

mostrador. Agradecimos y regresamos a la peatonal.

Caminamos durante un largo rato, deteniéndonos a observar locales

que reconocíamos como negocios de ropa, de electrónicos, etcétera.

Al cabo de una hora, el teléfono de mi amiga sonó indicando que

recibía un mensaje de texto. Ella presionó el botón correcto para leerlo y

supo que era de su padre antes de ver el número, por la terminología

que utilizó. Más tarde, la bocina de un auto indicó que su padre la

esperaba en el lugar acordado, para que emprenda el retorno a su

hogar.

Yo reconocí un vehículo blanco con detalles amarillos como un taxi, y

opté por volver a mi casa en ese transporte. Le dije al conductor del

vehículo mi dirección. Cuando el conductor redujo la velocidad supe que

estábamos llegando, y cuando se detuvo frente a mi hogar, miré el

medidor para saber el importe que debía abonar por el servicio. Luego

de pagar, me bajé del auto para ingresar a mi casa.