TOTUS TUUS BOLETÍN DE LOS CONSAGRADOS A LA VIRGEN 1 2-MARZO-2017 COMIENZA LA CUARESMA Un año más damos comienzo al tiempo de Cuaresma. Recordemos, brevemente, algunas cosas que nos pueden ayudar a entender y vivir mejor este tiempo tan especial dentro de la Iglesia. ¿Qué es la “Cuaresma”?: Es un tiempo de 40 días (de ahí el nombre) donde se nos invita a prepararnos mediante la penitencia a la celebración de los misterios principales de nuestra fe: la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. ¿Por qué 40 días?: Es una clara referencia a: *Los 40 días de ayuno que observó Moisés en espera de que Dios se le manifestará (cf Éxodo 24, 18). La cuaresma nos invita a prepararnos para que Dios venga a nuestra vida y se manifieste su salvación y su presencia en nosotros. *Los 40 años que el pueblo de Israel pasó en el desierto antes de entrar en la Tierra prometida (cf Josué 5, 6). La Cuaresma nos invita a mantener la esperanza en el Cielo eterno sabiendo que todas las penitencias y sufrimientos que tengamos que soportar para luchar contra el mal y purificarnos de él tendrán recompensa eterna a su debido momento. Si no desfallecemos mereceremos el premio eterno.

*Los 40 días que Elías, tras comer un pan misterioso traído por un ángel, necesitó para llegar al monte Horeb y encontrarse con Dios (cf 1 Reyes 19, 8). La Cuaresma nos invita a una preparación para renovar nuestra vivencia de la Santa Misa, nuestra recepción del Cuerpo de Cristo, que justamente fue el regalo más hermoso de Jesús tras su Pasión, Muerte y Resurrección. La Cuaresma entendida como preparación a vivir con más fe y devoción la Santa Misa, la Presencia Real de Jesús en la Eucaristía y la digna y provechosa recepción de la Comunión no suele ser suficientemente explicada. *Los 40 días de ayuno de Nuestro Señor Jesús (cf Mt 4, 1-2). La Cuaresma nos invita a las prácticas penitenciales que nos ayuden a renovar el corazón, mortificar las malas inclinaciones de nuestras pasiones y elevar nuestra vida espiritual. ¿Cuándo empezó a practicarse la Cuaresma en la Iglesia?: Según testimonio de San Jerónimo (340-420) la Cuaresma la instituyeron los apóstoles. Desde luego los documentos históricos nos permiten remontarnos con seguridad al siglo II donde la encontramos como una práctica extendida en toda la Iglesia. Estamos, pues, ante un tiempo que prácticamente siempre ha existido en la Iglesia. ¿Por qué empieza un miércoles y no un domingo?: Al principio empezaba en domingo, en concreto el domingo colocado seis semanas antes del domingo de Resurrección. El problema es que la práctica de ayunar en Cuaresma se fue haciendo muy general y muchos cristianos incrementaban esta práctica penitencial durante toda la Cuaresma. Ahora bien: en los domingos, según una práctica constante desde los primeros cristianos, no debe ayunarse por ser el día del Señor, día siempre de fiesta (incluso en Cuaresma). ¿Cómo hacer para respetar el Domingo y a la vez tener cuarenta días donde fuera posible practicar ayunos? Fácil: se añadieron cuatro días más, empezando el miércoles anterior al primer domingo de Cuaresma. Si se cuentan los días que van del Miércoles de ceniza al sábado santo y se le restan los seis domingos da exactamente el número 40. ¿Cuál es la palabra clave de la Cuaresma?: Conversión. ¿Qué significa “conversión”?: Cambiar, transformarse... En el sentido de la Cuaresma significa cambiar del mal al bien, convertirme del pecado a la gracia de Dios, transformarme a imagen de Cristo, renovar mi fe y mi camino de santidad. ¿Cómo me convierto?: Luchando contra aquellos pecados concretos que me han alejado de Dios, proponiéndome cosas concretas que me ayuden a mejorar mi vida cristiana, a recuperarla con más plenitud, a dejarme llenar de Dios... ¿Qué son las obras de penitencia?: Aquellas que nos ayudan a practicar la conversión. La Sagrada Escritura nos habla, de forma especial, de tres: la oración, el ayuno y la limosna. ¿Cómo debo vivir las obras de penitencia?: El Señor nos recomienda que las hagamos por Dios, para agradarle a Él, con pureza de intención, sin deseo

de ser vistos, sin buscar el aplauso humano, para buscar conversión.. (cf Mt 6, 1-6. 16-18). ¿Puedo hacer algo especial en Cuaresma?: Si... más oración... más penitencia.. más limosna... Trabajar más en la propia conversión.. Preparar bien la Confesión... Preguntarnos: ¿qué me está alejando de Dios? ¿En que cosas de mi fe he entrado en tibieza? ¿Qué puedo mejorar? ¿Qué necesito cambiar? ¿Cuáles son mis debilidades y pecados más frecuentes? ¿Cómo puedo luchar más eficazmente contra ellos? MEDITANDO LA PALABRA DE DIOS Hace pocos días, en una Santa Misa de diario, se nos ofrecía parte de una lectura bellísima. Creo que nos puede hacer mucho bien su meditación y reflexión al principio de la Cuaresma. La ofrezco más completa de lo que se leyó en la Santa Misa: Hijo, si te acercas a servir al Señor, prepárate para la prueba. Endereza tu corazón, mantente firme y no te angusties en tiempo de adversidad. Pégate a él y no te separes, para que al final seas enaltecido. Todo lo que te sobrevenga, acéptalo, y sé paciente en la adversidad y en la humillación. Porque en el fuego se prueba el oro, y los que agradan a Dios en el horno de la humillación. En las enfermedades y en la pobreza pon tu confianza en él. Confía en él y él te ayudará, endereza tus caminos y espera en él. Los que teméis al Señor, aguardad su misericordia y no os desviéis, no sea que caigáis. Los que teméis al Señor, esperad bienes, gozo eterno y misericordia. Porque un don eterno con alegría es su recompensa. Fijaos en las generaciones antiguas y ved: ¿Quién confió en el Señor y quedó defraudado?, o ¿quién perseveró en su temor y fue abandonado?, o ¿quién lo invocó y fue desatendido? Porque el Señor es compasivo y misericordioso, perdona los pecados y salva en tiempo de desgracia.

¡Ay del corazón cobarde, de las manos inertes, y del pecador que va por dos caminos! ¡Ay del corazón desfallecido que no tiene fe, porque no será protegido! ¡Ay de vosotros, los que habéis perdido la esperanza! ¿Qué haréis cuando el Señor venga a visitaros? Los que temen al Señor no desobedecen sus palabras, los que lo aman siguen sus caminos. Los que temen al Señor buscan su agrado, los que lo aman cumplen su ley. Los que temen al Señor tienen el corazón dispuesto, y se humillan delante de él. (Eclesiástico 2, 1-17) En este texto el Espíritu Santo nos avisa de que si queremos servir al Señor es inevitable que venga la prueba, la tentación, la dificultad: “Hijo, si te acercas a servir al Señor, prepárate para la prueba.” No nos extrañemos, pues, si al intentar vivir mejor nuestra fe, si al querer ser santos, nos han venido dificultades, tentaciones, pruebas...

Este texto nos aconseja mantenernos firmes y no angustiarnos en esos momentos de dificultad. Lo que hay que hacer es pegarse a Dios, abandonándose plenamente en sus manos con paciencia.

El texto nos revela una verdad que puede ser muy consoladora: Dios permite la prueba en nuestra vida porque nos ama y nos quiere purificar... Lo dice en el libro del Apocalipsis: Yo, a cuantos amo, reprendo y corrijo (Ap 3, 19). En efecto: ¿cómo avanzar si no somos puestos a prueba? ¿cómo crecer si no hay dificultad? Las pruebas son ocasión de fortalecernos en el bien. El tener que elegir, en medio de la dificultad, el camino recto del bien y del Señor nos hace más fuertes, nos hace crecer en el amor y la entrega hacia Él. ¡Qué pena que no nos demos cuenta! ¡Cuántos de nosotros, cuando nuestra fe se ha puesto a prueba, cuando nuestra fidelidad a la Virgen y a su consagración ha sido zarandeada, cuando las circunstancias se han vuelto adversas, nos hemos rendido, hemos bajado nuestra vida de fe o, peor aún, la hemos abandonado! Dios permitía la prueba para convertirnos en santos, en oro puro, para que nuestras almas se llenarán de fuerza y de méritos, para unirnos más a Él... y nosotros caemos y lo abandonamos... ¡si hubiéramos perseverado! ¡Si nos hubiéramos mantenido fieles!... Si en el pasado no lo hicimos propongámonos en adelante ser más fieles cuando llegue la prueba.

El texto nos invita, en esos momentos, a mantenernos fieles a sus mandamientos. Cualquier desviación será una caída. No permitamos, pues, que nadie, ni el ambiente ni la sociedad, nos aparte de Dios... seamos firmes y valerosos...

Os invito a leerlo y releerlo despacito un par de días. Dejad que os ilumine. Hablad a Dios de todo aquello que este texto os sugiera. Pedidle perdón por las veces que no hemos sido fieles en la prueba. Pedidle ayuda y fuerza. Pedidle luz para entender que esos momentos son para nuestro bien y nuestra santidad. Dios y la Virgen os iluminen. TESTIMONIOS El pasado mes Inglaterra fue consagrada a la Santísima Virgen María. Ocurrió un sábado (día de la semana que suele estar dedicado a nuestra Madre). Miles de personas, muchas de ellas desde la calle, asistieron a la celebración, que tuvo lugar en la catedral londinense de Westminster. En ella, el cardenal Nichols presidió una bellísima ceremonia que contó con dos puntos principales: por un lado la coronación de la Virgen Peregrina de Fátima que recorre Inglaterra y por otro la consagración de este país y de Gales al Sagrado Corazón de María.

Junto a los miles de fieles, que recibieron a la Virgen cantando y moviendo pañoletas mientras entraba en procesión, el arzobispo de Westminster esperaba la imagen de Fátima junto a tres niños vestidos de pastorcitos que simbolizaban a Lucía, Jacinta y Francisco. Estos niños portaban la corona y reliquias de los pastorcitos.

Muchas personas, entre ellas familias enteras, acudieron a la imagen de la Virgen para encomendarse a ella. Os dejo algunas fotos de este acontecimiento.

Como todos sabemos en sus apariciones de Fátima la Virgen insistió sobre

la consagración a Ella, no solo de personas, sino también de países y naciones. Como sabéis me gustaría tener un encuentro con todos vosotros el día 1 de

Mayo. Había pensado que ese día podíamos hacer una consagración de vuestras familias al Inmaculado Corazón de María y dejaros la manera de que, en algún momento especial, lo podáis renovar en vuestro hogar. ¿Qué os parece?

INTENCIONES Padre Álvaro García de Movellán: Os pido, los que queráis, rezad por un grupo de confirmación de adultos que he empezado en mi nueva parroquia, en Fuente Vaqueros. Son 18 personas, de edades más bien jóvenes. Vamos por la quinta reunión. Rezad para que Dios y la Virgen les iluminen y puedan experimentar una conversión a su amor. (Espero vuestras peticiones de intenciones para ponerlas en el boletín)