Tips De Redacción iF
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La filosofía para decidir el contenido que se comparte en
iF Revista Digital se define en una palabra: libertad. La
promovemos y por supuesto la practicamos y hasta
ahora nos ha ido bastante bien.
Quienes colaboramos en iF elegimos voluntariamente el
tema del que queremos hablar y redactamos basados en
esa elección. Esto permite que cada quien se concentre
en los tópicos que considera que mejor domina.
Manteniendo la filosofía que hemos practicado desde el inicio, estos tips pueden ayudarnos a redactar mejor.
No es un “manual para redactar”, más bien son consejos. Consejos para incrementar las probabilidades de
que el texto que redactamos resulte atractivo, entretenido, comunique la idea de manera sencilla y de que
sea leído hasta el punto final.
Cada redactor tiene su propio estilo y así debe ser, solo debe trabajar para perfeccionarlo y ser el mejor.
1 . El Título Primero
“Decidir un título es lo más difícil” suele decirse, pero usualmente la
idea principal del texto se nos presenta a los redactores en forma
de “título”. Partimos de una idea que puede ser una palabra o una
expresión que por lo general no contiene más de 10 de ellas, pero
que nos deja claro de qué queremos hablar.
Nadie más que tú sabe qué es lo que quieres expresar. Si la
idea está desordenada en tu cabeza, hacer el intento de
construirla en forma de título apelando a la creatividad y a la
sencillez es el mejor ejercicio para darle orden a todo el texto.
Los títulos que empiezan con “por qué” “cómo” o van entre signos
de interrogación, son para lograr que el lector cuestione la idea que
estamos presentando. No les des la respuesta de una vez.
Títulos como “Venezuela No Es Un País Rico, Pero Podría Serlo” se construyen
para lograr llamar la atención al desmentir algo que muchos consideran cierto.
Captar el interés al invitarlos a descubrir el cómo y el porqué. Activar el deseo y
lograr la acción al no darles indicio de cuál es la solución, sino que deban leer
para descubrirla.
2. El Primer Párrafo Es Clave
Si en el primer párrafo le damos al lector todo eso por lo que vino al
texto o no logramos sumergirlo en nuestro mundo, lo cerrará y se irá
a jugar Candy Crush o a leer otra cosa.
El primer párrafo preferiblemente debe ser corto. Haz que el lector se
identifique con tu idea, utilizando los “Seguramente tú…” “Es probable que…”
“Habrás oído sobre…” y demás que se le parezcan.
Si tu título tiene pregunta, no coloques otra al principio del texto. Cuando el título
no sea pregunta, puedes comenzar preguntándole algo al lector, persuadiéndolo para
que cuestione; y si la pregunta está al final del primer párrafo funciona mucho mejor
porque casi “lo obliga” a continuar leyendo.
Empieza con “Storytelling”. Si tu texto es sobre “¿Es Realmente El Capitalismo
Tan Malo Como Lo Pintan?” Decir que no en el primer o segundo párrafo apesta.
Primero explica por qué dicen que es malo, y luego explicas tu punto de vista.
3. Lenguaje Juveni l , Nada Rebuscado
¿Para quiénes escribimos? Para los jóvenes. ¿Cuál es nuestro
principal problema en la juventud? Que nos aburrimos muy rápido.
Así de simple, no los aburras desde el principio. Que abran tu texto
es excitante; que tengan que abrir el diccionario para entenderte es
mata pasiones.
Hazte la idea que estás entre panas, entre amigos de mucha confianza y
habla su mismo lenguaje. Creer que “sabemos más” porque dijimos una
palabra que nadie entiende, es como creer que “eres buen profesor” porque
repruebas a todo el salón.
No hagas de tu texto un concurso de citas de otros autores.
Los lectores quieren saber qué tienes tú para decir; si quisieran
leer a Mises, a Hayek o a Rothbard estarían leyendo sus libros. Tu
propia idea, tu contenido, tus argumentos deben gobernar el texto
por sobre las de otros.
No estás escribiendo un libro, un informe ni una tesis. Para sembrar las ideas
funciona mucho mejor comunicarla como “esta es mi opinión” o “así lo veo yo”; no
con cosas como “En el presente texto les explicaré…” o “A continuación veremos…”.
No lo veas como un examen, solo argumenta persuasivamente.
4. Di Lo Que Más Nadie Se Atrevería A Decir
Los jóvenes queremos ser y sentirnos diferentes, es una rebeldía
innata. Por eso nos identificamos con lo que suena retador, atrevido
y novedoso. Sorprende al lector con algo que jamás se hubiese
atrevido a decir ni él, ni otros.
El éxito de las “Cartas a…” no está en que “a…” las lea, sino
en que le decimos algo que nadie más le diría. Desmentir a
quienes tienen “credibilidad” o “poder de influencia” en la
opinión pública llama la atención, causa interés, porque al
mismo tiempo que te están gritando “osado” o “hereje”, se
están comiendo lo que les serviste.
Revienta mitos, desmiente expresiones comunes que
todo el mundo repite pero que no han analizado; sobre
todo si promueven ideas contrarias a las tuyas. “La Educación
es responsabilidad del Estado” “Las armas matan gente” “El
dinero corrompe”, son cosas que muchos dicen de manera
automática y sin analizar. Haz que las analicen.
No temas aplicar una especie de terapia de choque, pero más “sanguinaria”.
Si suponemos que quien nos lee es un zombi hibernando, el hecho de que tu texto
suene y se sienta como una cachetada ¿qué causará? ¡Qué se despierte! Y esa es
la idea.
5. Crea Tu Propio Mercado
Al final, quieres que te lean. Este ya no es un consejo para redactar,
sino para lograr captar lectores y fidelizarlos con tu contenido.
Si escribes y no interactúas con quienes te leen, estás frito.
Internet y en especial las redes sociales han conectado al mundo
entero. Los lectores quieren saber quién dijo la cosa increíble que
leyeron y tratarán de hacer contacto. Atrápalos.
Comparte tus propios textos, invita a influencers y amigos a
leerlos. La herramienta Hootsuite es ideal para programar nuestro día,
semana o mes y que los textos salgan en nuestras redes aunque
estemos vagueando. Debes ser tu propio promotor.
Tú eres lo que escribes y lleva tu nombre. Una revista, un periódico y
cualquier medio pueden tener muchos seguidores, pero si te posicionas –
Personal Branding- tus lectores querrán leer de ti hasta lo que escribas
en una servilleta.
¡Atrévete !
Practica, crea tu propio estilo, mantente uniforme en él y precisa a
quiénes les gusta y se identifican. Si logras crear comunidades de
interacción –un grupo bien comprometido con lo que haces- ellos te
leerán y recomendarán a sus amigos.
Eres escritor, eso es un hecho. Si transmites seguridad, orgullo y pasión
por lo que haces, harás que se casen contigo. ¡No te detengas!