Lunes 22 de AbriL de 2013 Año I / Número XIII / mérIdA, YucAtáN

Director: LeanDro chacón azcorra Diseño: LeanDro chacón azcorra/PeDro hernánDez Kantún eDición:PeDro hernánDez Kantún

Solo 10 Bandas (2ª Parte)

La Caja TorácicaMusical

MÚSICA

Javier Sosa

Siguiendo con el lis-tado de mis 10 bandas favoritas, antes de se-guir quiero aclarar que

bandas como The Beatles, Roll-ing Stones, Led Zepellin, Pink-Floyd, T. Rex, y etcétera, decidí no ponerlas por ser bandas evi-dentemente de indudable talento y trayectoria, por lo que decidí cen-trarme en bandas más “nuevas”.Strata: Un día un primo llegó con uno de esos celulares nuevos con capacidad para reproducir mp3 y video en buena calidad (era el 2008) y entre la música que había pude escuchar una banda con un estilo parecido a My Chemical Romance pero con mas tintes post hardcore (sin llegar al screamo de Alessana o Chiodos) aparte de tener una vocalista con una voz excepcional tremendamente ex-presiva. Ambos, mi primo y yo, intuimos que era una mujer por el

timbre que tenía, “Craso error”, era hombre y su nombre es Eric Vitorino vocalista de Strata, ex-cepcional banda que solo sacó dos discos disolviéndose en el 2008 y sólo con eso se con-virtió en una de mis favoritas.Placebo: Casi de la mano con Incubus (mencionada en la parte I ) apareció Placebo, la primera canción que escuché de ellos en el alguna vez canal de vid-eos Mtv, fue Special Needs del disco Sleeping With Ghosts en el 2003, ya con tres discos a es-paldas en ese momento, Placebo resultó un descubrimiento mara-villoso. Su música se escuchaba simple en cuanto a ejecución sin grandes solos de guitarra, combi-nado con la actitud andrógina de Brian Molko. Sus letras cargadas de contenido sexual, temáticas introspectivas y por momentos melancólicas lograron consoli-dar a ese grupo inglés al grado de llamar la atención de David Bowie quien apoyó su carrera (y grabó con ellos la genial can-

ción withouth you im nothing).IllyaKuriaky and the Valderra-mas: Argentinos, raperos, funkys, rockeros y malhablados. El dueto formado por Dante Spinetta y Emanuel Horvilleur junto con su disco Chaco (el primero que escuche). Lo que me maravilla del dueto argentino es su capaci-dad para intercalar géneros, en el mencionado álbum van del rap, al funk, pasando por rock mediana-mente pesado hasta mostrar un par de llegadoras baladas casi román-ticas. Efectivamente su fuerte esta en el funk y rap bailable con in-geniosas letras que han logrado hacer que “Jennifer”, del estero del disco Leche (1999) se vuelva mi himno personal a la alegría. The Mars Volta: Experimental, vi-olento, con tintes (o brochazos) de jazz, metal y progresivo, además de contar con una de las mejores voces del panorama musical Ced-ric Zavala quien junto con Omar ( el mil proyectos) Rodríguez López, forman, The Mars Volta tras desintegrar una de las mejo-

res bandas de Post Hardcore (que casi entra en el conteo) At The Drive In. The Mars Volta llega a mi gracias a que en un trabajo en un videoclub un cliente con quien tenía amistad, me dijo ¿Conoces a The Mars Volta? A lo que yo respondí no, lo curioso es que al escuchar parte del álbum The Bedlam in Goliath, no me agrado tan-to, sin embargo casi un año después por mera curiosidad volví a escuchar el mencionado disco y ¡Bang! Quedé extasiado con lo que estaba oyendo, las progresiones musicales, la voz de Cedric, el contexto de ocultismo era magia pura, desgraciadamente Rodríguez López ahora toca con The Bosnian Rainbows y oficial-mente ya no hay The Mars Volta.Negative: Banda finlandesa especí-ficamente de un frío lugar llamado Tampere, como es de esperarse, los conocí por ser fanático de otra banda suomi (exacto HIM) sólo que en esta ocasión pude escuchar a Negative desde el primer disco War of Love, siguiendo con cada lanzamiento la

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Lunes 22 de Abril de 20132 Tintero

DE LA PLUMA AL CARACTERSección editorial

Tinta a Secas

Pedro Hernández

OPINIÓN

Gracias a los calores que se han sentido en los últimos días en la ciudad de Mérida

producidos por rayos de sol que dilatan los metales, que hacen her-vir el pavimento y lo dejan a punto para freir unas cuantas carnes, se ha podido valorar un poco más la condición del equilibrio en-tre la naturaleza y el hombre. Al menos esa fue mi percepción tras una charla breve con unos vecinos.

El hombre ha logrado conquis-tar el mundo, irrumpiendo en la escena ecológica sin mayor resis-tencia que la de las dificultades que representan los diferentes ti-pos de suelo. Las actividades pro-ductivas primarias dejaron de ser meramente las que proveían al hombre del sustento básico. Con-forme los años transcurrieron, la acumulación de conocimien-to permitió que la tecnología disfrutara de avances inimag-inables para el hombre primitivo.

Pocas personas imaginarían las grandes dificultades de la sobre-vivencia hace apenas unos 200 años. No era tan fácil conseguir el agua como ahora lo es. Si tenemos necesidad de darnos un regade-razo, basta con abrir una llave y el agua correrá sin ningún problema. Mientras que hace unos siglos, esa agua tenía que transportarse desde el lugar en el que el vital líquido se acumulaba por natu-raleza. Si había un río, tenía que cuidarse ya que de eso dependía la existencia misma de la población. Los pozos eran prácticamente si-tios importantes y se les respetaba.

Cuando era un niño tuve la oportunidad de visitar el estado de Michoacán. Viajé con mi fa-milia hacia la ciudad de México por tierra, disfruté los paisajes que se me presentaban a través de la ventanilla del autobús. Cer-ros, montañas, mar y ríos. Todavía recuerdo cuando vi el río Grijalva en Tabasco. En Yucatán los ríos externos no son una realidad, ya que el agua corre por la vía subter-ránea. En fin, cuando llegué a Mi-choacán deseé conocer los arroyos de los que mi padre siempre nos contó que cuando era niño, iba a nadar con sus hermanos. Grande fue la decepción al llegar, un per-ro muerto podrido estaba en un

camino seco. Aquellos arroyos que hicieron de nuestra imaginación una futura vivencia, acababan de fallecer en el imaginario mío.

He tenido el privilegio de platicar con gente ya entrada en años, que opina basada en cálculos a ojo de buen cubero, que el calor y la sen-sación térmica ha ascendido en so-bremanera. Dicen –antes no había tanto calor – y es que sin embargo la transición generacional aún nos está mandando un mensaje: Cuiden su ambiente que aún lo tienen.

Los modelos de urbanización, la manera en la cual las ciudades crecen y el poco interés en conser-var áreas verdes (realmente áreas verdes y no jardines con 2 arbustil-los solitarios) son en parte grandes culpables de los problemas ambi-entales que aquejan a las ciudades. El uso indiscriminado de vehícu-los de combustión también afecta. Los calores que se desprenden de los motores también ayudan a crear un hervidero extraordinario.

Las ciudades se han convertido en verdaderas junglas de asfalto, donde convergen las fuerzas con-quistadoras y productivas, el mo-tor incombustible económico que hacen de nuestra sociedad en un intercambio de productos y va-lores, un lugar para sobrevivir. Los pueblos, las zonas rurales estarán quedando en abandono, aunque no total pero sí quedando en el recuerdo histórico como lugares sin progreso: pueblos bicicleteros.

Y no es que se tenga la visión más pesimista y satanizadora de la ciudad como tal, sino que se puede ver que la urbanización es un proceso que se hace sin pla-neación, únicamente orientado al interés lucrativo y maquillado con un tantito aire ecológico.

Y mientras en los pueblos bici-cleteros se sobrevive de la manera más arcaica (llamémosle así), en las ciudades se sobrevive de la manera más moderna: destruyendo lo que aún nos queda de madre naturaleza.

Colaboradores: Ivonne Corona, Gretta sánChez Mejía, javIer sosa esCalante

evolución musical de estos. En un principio manejaban un rock bastante romántico con tintes de hard rock ochenterón, sin embar-go con el paso de los discos fuer-on encontrado un estilo propio tanto musical como líricamente. Liderados por Joone Aaron, quien en un principio parecía una versión rubia y desalineada de un cantante de K- Pop, poco a poco dejó la estética glam, para con-vertirse en uno de mis frontman favoritos, en mi opinión el disco Karma Killer es donde logran su mejor trabajo con rock potente, sin dejar a lado las baladas poder-osas cargadas de sentimiento.

QUEJAS DE LA TIERRA

Felicidad oSoledad

Gretta Sánchez

POESÍA

Intento todo para sacarlo de mi mente, me siento tan

cobarde; no sé cómo sacar todo esto, no es una con-

fusión, claro está. Es sólo que no encuentro un motivo por el cual

sentirme feliz. El día tiene muchas nubes que

no dejan ver la luz del amanecer. Está tan distante. Qué dura es la pena pero, te he perdido. Siento

mucho ya no haber buscado alternativas para permanecer,

pero usted sólo gastó su tiempo en recuperarse, yo ya no quiero esto… nunca lo desee, pero soy más infeliz si no le tengo junto

a mí. He perdido todo, no lo puedo creer, le pude haber visto en

mis sueños, pero esos jamás se cumplieron. Un vacío, mi mente ya no tiene ese horizonte hacia

donde postrar mi mirada. Todo se esfumó… y todo

¿dónde quedó? Te necesito, es verdad, pero

vale la pena sacrificar para que pueda continuar, tal vez sea esta vez el destino, quien te ponga a alguien en el camino. Cobarde,

por aquellos detalles que no quisiste enfrentar, pero más lo soy yo por no querer renunciar. Nada está de más, pero tal vez me toque volar, es imposible.

No puedo negarlo, todo viene de nuevo a mi mente. No sé si esto

es felicidad o sólo es soledad. Espero que pueda, querido mío encontrar una pronta respuesta. En esta carta maldigo tu olvido.

PD: Le amo.

Si Miras de reojo verásuna sonrisa

Javier Sosa

POESÍA

Debajo de la cama hay algo, lo puedo sentir, algo que cada noche me corta la respiración, me apri-siona al colchón. Cada noche es un infierno tras conciliar el sueño. Despertar ahogándome y boca abajo con el peso de aquello en mi espalda viendo a las sombras de reojo, viendo como dan vueltas alrededor de mi cama, sintiendo como el sudor moja mi frente y mis garganta seca, parece haber perdido la capacidad de gritar.

Nadie me cree, nadie piensa en mí como en alguien a quien de-ban creerle, soy el pequeño niño que imagina cosas. Al dormir es la misma porquería - quisiera no dormir jamás – duermo boca abajo porque no puedo dormir boca ar-riba, una vez lo hice y desperté a media noche viendo en el techo a una ser de brazos largos, rostro pálido y gran tamaño, tan grande que tenía que encorvarse para ob-servarme, grité y no salió mi voz, lloré y cerré mis ojos hasta que era de mañana y no había nada frente a mí, por eso duermo boca abajo para no verlo, porque sé que está allí - el siempre está allí- .

Despierto y me aplasta la espalda, empujándome en el colchón pero no hay nada, siento el vacío aplas-tándome, de reojo observo alred-edor, viendo como las sombras se mueven corriendo alrededor de mi. De nuevo como cada noche, no me queda más que cerrar los ojos y es-perar, esperar hasta que anochezca.

Hoy me duermo de nuevo y despi-erto como siempre, con el peso del vacío en mis hombros con el cuello erizado y el miedo en mis latidos, siento el empuje, ya no trato de gritar, ya no trato de esconderme solo, me dejo aplastar por el vacío.

Despierto y no es de día, despi-erto y me encuentro boca arriba, ya no siento el vacío aplastándome, ya no siento nada más que mucho miedo, mis ojos buscan algo famil-iar entre tanta oscuridad y sombras girando alrededor de mi ¿ Por qué ahora estoy debajo de la cama?

3Tintero

LilithIvonne Corona

COLUMNA

Lunes 22 de Abril de 2013

“Estoy solo en esta calle blanca bordeada de jardines. Sólo y li-bre. Pero esta libertad se pa-rece un poco a la muerte.”

La náusea. Jean Paul Sartre.

Parecía un híbrido entre sirena, hada y hechicera, o al menos así me pare-ció. Era un viernes por

la noche. La inauguración de la exposición de mi amigo Romain, un loco francés que momentánea-mente residía aquí en España, quien, después de 8 años recor-riendo distintas ciudades alred-edor del mundo, había hecho una selección de fotografías, que más que selección, era un cúmulo al azar, típico de un aficionado a la fotografía, de atardeceres, paisajes, gente, comida, casas, carreteras…. Era una selección sin sentido. Imá-genes tomadas en España, México, Cuba, Ecuador, El Salvador, Es-tados Unidos y quién sabe dónde más, sin temática ni orden alguno.

Recorrí toda la galería sin ver nada interesante, hasta que en el centro del muro que estaba hasta al fondo me topé con ese retrato. Era el retrato en blanco y negro de una chica, casi mujer, desnuda, boca abajo con una sábana cubriendo sus pechos. El rostro bonito, la-bios bien definidos y ojos grandes y encantadores, pero tristes. Vi su tristeza tratando de esconderse tras una mueca forzada, chueca, vacía, que pretendía simular una sonrisa.

DislexiaSuicida

Javier Sosa

POESÍA

Respuesta cifrada, men-sajes divinos en medio de una fogata pagana, lo único que queda de

mi pregunta es una interrogación.

No quiero estar en ningún sitio, no quiero ser parte de algo que no me erice la piel, que no me haga suspirar, no quiero quererte.

Abrí la puerta de mis laberintos mentales, allá donde sólo puedo ser libre encerrando mis pasio-nes volviéndolas humo, aunque me hagan llorar de tanto ardor.

La metamorfosis de la libélu-la que soñaba con ser dragón con garras asesinas, gritos de muerte y destrucción en el desayuno.

No queda nada del fantasma de lo que fue tu recuerdo, solo un montón de palabras extrañas que esconden tu sonrisa en cada vocal.

No soy nada hoy, no hay polvo de estrellas, ni poemas a la luna soy un epitafio vivo con una máscara de conejo, en mis dedos la furia en mis ojos la muerte.

Una sensación de melancolía me estremeció en el segundo que la vi. Parecía no estar viendo al fotógrafo, sino a mí, como implorando com-pasión por su alma que se marchi-taba. “En la cama” se titulaba.

Miré a todas las demás personas en la galería, con sus copas de vino tinto barato en la mano, cuchiche-ando entre ellos. Una chica riendo a carcajada abierta intentando parecer coqueta frente a un hom-bre mucho mayor con la trillada pinta de intelectual engreído. Mi amigo Romain rodeado de otras cinco o seis personas quienes lo felicitaban y halagaban su trabajo. Dos chicas escuchando emboba-das a un tipejo de lentes enormes y bufanda ridícula hablar de la técnica de impresión y la ilumi-nación en una foto de un plato de sopa. Y yo ahí entre todos el-los a quienes les era indiferente a esa chica que en el fondo de la galería parecía morir en secreto.

Me fui a casa a dormir asqueado de tanta banalidad. Seguí mi vida.

Cinco meses después me encon-tré a Romain a plena tarde cami-nando por una callecilla de Bar-celona y lo invité a tomar café. La verdad es que en cuanto lo vi recordé aquella fotografía que tanto me había movido. Como pude saqué el tema de sus foto-grafías y escuché, fingiendo in-terés, a mi amigo con su español mal pronunciado hablar de su más reciente trabajo. Y entonces le pregunté por aquella fotografía.

“Se llama Lilith. La conocí en un bar de Guadalajara, en México. Hace ya 4 o 5 años, ella tenía di-ecinueve años en aquel tiempo.

Me encantó en el instante que la vi y más que atraerme, me arrastró su mirada. Hablé con ella como por una hora, mientras me sentía cada vez más borracho, a pesar de haberme tomado sólo dos cerve-zas. Me acosté con ella esa misma noche. Salí con ella por dos sema-nas. Me fascinaba y quería verla to-dos los días. Una noche, habíamos hecho el amor y teníamos horas hablando de la vida, de nuestros sueños, ideales. Le pedí que me dejara fotografiarla y justo antes de apretar el botón, como ya es cos-tumbre mía, le pregunté qué era lo que más extrañaba en su vida. Re-spondió con una sola palabra: amar.

Después de esa noche no la volví a ver. Me escribió, se disculpó por desaparecer de pronto. Me deseó que tuviera buen viaje, yo me iba en tres días de esa ciudad, y no ex-plicó nada más. Tiempo después, un amigo en común, me dijo que ella era así, anhelaba la compañía de los hombres, pero no se per-mitía enamorar. Su convicción de que debía ser libre no la dejaba.”

Alguna vez, investigando para un artículo sobre el feminismo, me topé con la figura de Lilith. Dejando de lado un sinnúmero de versiones sobre el mito de su origen, Lilith se retoma constan-temente por las feministas por haberse revelado ante la sumisión a la que Adán había querido som-eterla. Es vista como una figura insurgente, rebelde y osada. Pero Lilith también significa nocturna, oscura, ausente de luz. Alguna vez leí que libertad y soledad son dos aspectos de una misma cosa.

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