Acto de Grado de Ingeniería Civil e Ingeniería de Telecomunicaciones

29 de octubre de 2015

Tiempos Particulares Para Graduarse

Buenas tardes,

Reverendo Padre Francisco José Virtuoso, Rector de la Universidad Católica Andrés

Bello, y demás Autoridades Académicas que presiden este acto; estimados profesores,

padres, familiares, amigos y, en especial, ingenieros graduandos.

Para mí es un gran honor poder dirigirles estas palabras; agradezco ampliamente que

me hayan brindado esta oportunidad.

Quiero comenzar felicitando a ambas promociones por haber alcanzado esta meta tan

importante, ya son Ingenieros. Por experiencia sé que no ha sido fácil, ha implicado un

gran esfuerzo y dedicación, no solo de ustedes sino también de sus familias, a quienes

quiero extender mi felicitación.

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Estos son tiempos particulares para graduarse.

En Venezuela pocas generaciones se han iniciado en el ejercicio de la profesión en

condiciones tan adversas. Como todos deben saber, la realidad de nuestro a país ha

tenido un fuerte impacto sobre el mercado laboral, y las condiciones con las que se

encontrarán no son las que en otros tiempos pudieran haber esperado. No me refiero

únicamente a las condiciones económicas y salariales, sino también a la manera cómo

se están haciendo las cosas.

Por otra parte, la Universidad Católica hoy en día puede presumir de estar clasificada

(siendo modestos) como una de las mejores de nuestro país. Lo destaco porque esto

implica que ustedes se están graduando en una institución con un alto nivel de exigencia

y, además, en una de las carreras más complicadas. Si no se habían dado cuenta de esto,

les insisto en que deben sentirse orgullosos de sus logros.

Sin embargo, son tiempos tan particulares que, aun habiendo alcanzado una meta tan

importante, gran parte de ustedes seguramente ha hecho planes, o hará, de emigrar al

exterior.

A este numeroso grupo de ustedes les puedo decir que podrán partir con la satisfacción

de haber estudiado en una institución que ha sabido mantener muy altos los estándares

académicos y éticos, aun cuando el entorno lo ha hecho cada vez más complicado.

Así que, cuando ocupen puestos de trabajo en otros países, estoy seguro de que

pondrán en alto el nombre de nuestra Universidad y de nuestro país. Formarán parte de

un ambiente laboral propicio para su desarrollo profesional y económico.

Creo que los principales problemas a vencer para ustedes serán más bien personales y

afectivos, pero les auguro el mayor de los éxitos independientemente del camino que

seleccionen, así como ha ocurrido hasta el día de hoy.

Algunos vivirán y se asentarán definitivamente en otros países, y formarán parte de

otras sociedades, las cuales serán afortunadas de contar con ustedes. Otros

probablemente tendrán la oportunidad (o necesidad) de volver, y serán siempre

bienvenidos.

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Por otra parte, para los que se quedarán ejerciendo la profesión en nuestro país, la

realidad es muy diferente.

(Aunque tengo el pelo gris) Debo confesar que siento que mi experiencia hasta el

momento no es suficiente para darles sabios consejos. Por tal motivo, solo voy a

compartirles brevemente algunos pensamientos que me han acompañado a lo largo de

mi experiencia profesional, que comenzó un día similar al que ustedes están viviendo

hoy.

En el mundo actual existe la tendencia de enfocar todas las actividades profesionales

hacia la obtención de resultados, obras o productos tangibles, en lapsos de tiempo cada

vez más exigentes. Esto representa una situación retadora para cualquier profesional.

Conducida de forma adecuada, esta tendencia puede contribuir a la obtención de

grandes avances, pero puede ser peligrosa si se pierde el foco de lo que es

verdaderamente importante.

En nuestro país, la falta de preparación de nuestros dirigentes y la mala administración

de los recursos, se han combinado de forma tal que esta situación se ha vuelto

contraproducente. Se quieren demostrar públicamente resultados sin importar su

calidad. No quiero entrar en detalles, pero basta con examinar algunas de las obras que

se han venido ejecutando en Caracas en los últimos años.

La baja calidad a menudo se pretende justificar con la carencia de recursos. Los procesos

que en otro tiempo fueron convencionales hoy son vistos casi como lujos o

excentricidades. Sin embargo, es importante saber determinar dónde está límite, esa

delgada línea que separa el hecho de que una obra sea factible o no, más allá de que sea

necesaria. En ocasiones una obra mal hecha es peor que haber dejado las cosas como

estaban.

Todo ello convierte actualmente a nuestro país en un escenario adverso para aprender

el ejercicio de la profesión. No debemos confundir el presente con el “deber ser”. Es

muy fácil para un ingeniero recién graduado pensar que las cosas simplemente se hacen

así. Sin embargo, es importante que estén conscientes que en otro tiempo la Ingeniería

en Venezuela era ejemplar. Evidentemente aún existen algunos espacios donde esto

sigue siendo así.

Por su parte, como profesionales que recién comienzan, hará falta mantener intacta la

esencia y el criterio ingenieril que han adquirido a lo largo de estos años. Muchos de

ustedes subestiman en este momento el conocimiento que tienen. Es indudable que el

aprendizaje nunca se detiene, y que todavía les queda mucho por aprender, pero con el

tiempo se darán cuenta que la Universidad les ha dado los medios para que su

desarrollo profesional esté en sus propias manos.

Por eso mantengo esperanzas, por eso confío que es posible cambiar las cosas.

Inevitablemente muchos de nosotros estaremos rodeados por este entorno con el que

no estamos de acuerdo, y creo que la mejor solución no es evadirlo, sino lo contrario,

involucrarse en todo lo que esté a nuestro alcance. Esta situación nos da la oportunidad

de tomar parte de la responsabilidad en nuestras manos y tener así un espacio de

influencia. En caso contrario, toda la responsabilidad seguirá cayendo en las manos

equivocadas.

En este punto es donde tenemos que dar el paso más difícil, no dejarnos contaminar por

el proceder generalizado, aun cuando existan fuertes presiones. Debemos afrontar los

problemas adquiriendo las capacidades necesarias, sin improvisar ni menospreciar el

conocimiento. Tendremos que saber distinguir cuándo un resultado, obra o producto, es

factible, y cuándo la recomendación debe ser otra, quizás alternativas más costosas o

que tarden más tiempo en realizarse, pero que garanticen el funcionamiento y la calidad

que solo nosotros seremos capaces de exigir.

Ésta no será una tarea fácil, pero no estarán solos. En el camino también se encontrarán

con otros remando en la misma dirección que ustedes. Por favor no olviden que

seguirán contando con sus profesores después de graduarse y, con suerte, se cruzarán

profesionalmente con muchos de ellos.

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Resumiendo, estos son tiempos particulares y gran parte de nuestra esperanza la

depositamos en ustedes.

El camino ya lo han comenzado estudiando como lo han hecho, y lo continuarán de hoy

en adelante.

Así que hoy es un día de celebración para el país, dentro del cual me incluyo, porque los

estamos esperando y necesitando.

Hoy es un día para celebrar y llenarse de orgullo, sabemos que no han sido fáciles todos

estos años de estudio.

¡Felicitaciones y Bienvenidos, Ingenieros!

¡Qué continúen los Éxitos!

Ing. Alejandro Rincón Vega

Padrino de Promoción LXXIX de Ingenieros Civiles