Textos Roberto Morán

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Page 1: Textos Roberto Morán

Algunos poemas de "No

lo quise escribir" de

Roberto Morán

EspejosElla se chupó los dedos después de devorar mi alma

[Cuando le negué mi corazón

Algunas noches me miraba por dentro,

[En cada rincón de las vísceras

Parecía una mujer cuando me miraba así

Buscando aunque fuese la A del amor que no tengo

Encontraba en su lugar alguna C de uno que otro cigarrillo encendido

Olvidado en las viejas cartas que le escribí a la memoria

Cartas desde el exilio de mi sentir

Cartas desde el olvido que me olvido, escritas con las A de otros amores

[Que terminaron tirados

En los charcos de las letras de su nombre

¿O tal vez sus nombres?

¿Cómo saberlo?

Habría que mirarla a los ojos

[O leer entre sus piernas abiertas

¿Pero no le parece una mala educación?

Nunca he tenido el valor de hacerlo

Me dan miedos los espejos

Y ¿Quién sabe si no se llame así?

Luis Perozo Cervantes

LibertadA esta hora los carros parecen pájaros en las autopistas

[Es tal su velocidad que van dejando en el aire sus plumas negras

Que caen en el asfalto como Sodoma y Gomorra

[Vueltas cenizas

Sólo restos de sueños y de lluvia ácida

Hablo de ángeles negros

Hablo de sus lágrimas

Caídas en los techos de las revoluciones

Caos/hambre/llanto

Llanto/hambre/caos

Es la comida masticada lentamente por las caries del alma

[Arrastrándose en el asfalto pidiendo piedad

¡Piedad!

¡Piedad!

¡Piedad!

Gritan tres ladrones crucificados al final de la noche

palimpsesto2punto0

¡Perdónalos olvido, que no saben que olvidaron!

Hablo de ángeles negros

Hablo de sus lágrimas

Sangre derramada en los huertos de las gasolineras

Caos/hambre/llanto

Llanto/hambre/caos

Es el mandato de los opresores desde sus pocetas

¡Misericordia!

¡Misericordia!

¡Misericordia!

Gritan tres flores violadas por roma

¡Perdónalos pecado, que no saben que pecaron!

Emisarios de la muerte soplan las campanas que previenen el final

Palomas negras revolotean en sus cantos

Y al amanecer ocho cadáveres arrollados en la orilla de los titulares

L/I/B/E/R/T/A/D

Eso es todo.

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¿Qué latido de amor inconsistente me perteneceSi mi corazón está en tu boca?En tus dedos el mundoY en una astillita de tu uña mi muerteEsto es una presencia absoluta de nadaComo tu boca una fosa común de los besos que no disteY mi alma un blanco sobre blancoImperceptibleQue llora sobre el infinito negro Esto es un amor con marcapasosDefectuoso.

...

Textos seleccionados por Luis Perozo Cervantes del poemario No lo quise escribir

En las alas negras de un pájaro[Vuelan los sueños devastados/reducidos/desveladosDe los niños pequeños que se comen las uñas sucias[Para amortiguar las horas de los estómagos vaciosUñas como pastillas para el hambre, para el olvido[Para la redención de los que se redimen[Con el simple hecho de vivir En sus ojos se ve la muerte de la inocencia colgada en el árbol del cinismo Pasajeros del cuarto vagón del bus de la vida[Que se lanza al vacio En las mismas alas viajan niñas sin vestimentas con sus piernitas abiertas[Como libros hechos para ser leídos con la lengua Lengua cuchillo/lengua pistola/lengua bate/lengua lengua.

Lengua

lengua

Roberto Morán

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Fuimos creados de su baba sedentaria suicidada de su boca frente a la televisión, como un jardín de una estupidez desbordada. Aprendimos a caminar moviendo las alas como imitando a los pájaros pegados a las aspas del ventilador del techo. Nuestras primeras palabras fueron incomprensión y dolor, y los conocimos al instante previo de vivir, nos enseñaron a caminar tomados de su mano, poco a poco aprendimos a conjugarlos con el amor y el odio como iguales; sin ninguna línea divisoria que nos mostrara la diferencia entre el uno y el otro, nos marchitamos y nos volvimos bellos y locos, tiernos como la tumba de un niño, atractivos como unos pechos desnudos jugosos y vírgenes.Aprendimos a entrar con gorras y cruzar las piernas en las iglesias, nos despedimos sin un hasta luego de los salones de clase y le sacamos la lengua a las señoras que se llamaban obligación, deber o moral. Tomamos café desde el preescolar y fumamos desde la maternidad, aprendimos a hacer el amor

Mi alma se corrompe buscando la divinidad. Me elevo y me acurruca una nube de barro, soy un rayo de sol con el nombre de la oscuridad. No creas en mi figura, no existo y eso es el mundo, el producto de un espasmo, el fuego de una

supernova vaginal. Ellos vestidos de negro me llaman culpable, yo soy culpable, soy culpable, mil veces culpable, y ellos son los que se arrodillan; a veces aquí adentro vuelvo a entrar y me encierro en unos ojos tras una puerta cerrada, tiemblo de miedo mientras me siento niño. Bebe de mi sangre y serás parte de mi, entrarás a la batalla, serás la batalla, el campo de batalla del que saldré muerto, sólo muerto y resplandeciente como una mariposa salida del capullo.

La vaca de muchos colores*

con la pornografía de los canales de noticias, renegamos de dios desde el génesis, todas las noches comemos del árbol prohibido sembrado entre las piernas de un caballero o una dama vestida de rojo. Dormimos en las plazas, bebemos en las plazas, soñamos en las plazas, soñamos con más realidad, de esa en la que podemos tirar en el asfalto sin esperar multas, donde los bancos guardan juguetes en vez de dinero, robamos las palabras y las hacemos nuestras a las fuerza, se las robamos a los

Las Flores Del MalAntes de todo

(Manifiesto)

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carros, a los panes, a las uñas, se las robamos a los relojes; pero, nunca a una boca… a una boca le robamos besos, sólo besos, le secuestramos la saliva con nuestra lengua, les acariciamos los dientes con nuestra lengua, le pintamos los labios con nuestra lengua.Nos gusta fornicar verbalmente en las bibliotecas. Somos anti-poetas de toda índole, porque somos anti-hipócritas; pero amamos la poesía como nos apasiona revolcarnos en el barro de las estrellas, como nos apasiona una gota de muerte, amamos la poesía como amamos la masturbación de cada día, como amamos el sabor del sudor de un cuello excitado y siempre decimos que hay que aprender a faltar el respeto con el respeto que esto amerita.

No volveré al barro, grito desde una mancha. Soy de tu sangre eterna, gritas mostrándome tus pechos y yo los lamo bautizándolos existencia. Me aferro a tus blancas piernas y lloro, lloro, lloro, lloro, lloro, lloro, lloro, y en cada lagrima me fundo en tu piel y me siento nuevo, una flor, tal vez un sorbo de miel o un trago de ajenjo desde los labios de tu cáliz. Mi alma se corrompe y soy divino entre tus brazos. I *Titulo tomado del libro “Así habló Zarathustra” de Friedrich Nietzsche “[Así habló Zarathustra en la ciudad llamada La Vaca de muchos colores”.

Confesiones Antes de Morir

I

Todos tenemos derecho a nuestro apocalipsis, una muerte cotidiana se lleva desde la infancia y nace desde nuestro llanto, desde una lágrima que nos llora de la piel hasta las entrañas, una lágrima que nos llora de los ojos hasta las uñas de los pies, una lágrima que lleva cualquier nombre, en cualquier ciudad, en cualquier país, en cualquier corazón, ¿Qué llanto de cualquier actuación sincera es mentira? ¿Qué muerte de cualquier día no se vive?

II

Muerte es otro amor olvidado en la servilleta de un bar grita el reflejo de una puta en mi espejo, ¿Qué poeta escribirá de mi corazón sin pensar en mis piernas? ¿Quién pagará por mi amor sin pensar en mi sexo? ¿A cuántos billetes les interesa mi llanto? Pregunta desesperada mientras penetra mi mirada como si asesinara mi alma, una puta es el amor de mi vida; pero una puta tiene diferentes caras, diferentes dolores y diferentes nombres, pero sólo tenemos una muerte, fálica, repite de cerca empañando el reflejo.

III

Mi pecho es una explosión cósmica de pecado. No existe la evolución constante de mi cuerpo si mi alma se aferra a la niñez, que pienso encontrar detrás del pecado, ambigüedad, ambigüedad, grita mi pequeño travieso desde mi pecho, sin recordar si fui niña o niño en las noches oscuras, ambigüedad, ambigüedad, traición, dolor, llanto en la esquina donde te vi partir, abandono de la memoria que llega en las noches con nombre de culpa, días de pesadillas y sueños húmedos, la infancia se convirtió en un plato roto en la cocina de mi madre, el pecado crece mas rápido que tu cuerpo.

IV

El crecimiento es una muerte progresiva vestida de piel, el olvido es una muerte irremediable, una mujer vestida de negro es una muerte perfecta, un beso bien dado, un beso que te babee los ojos, que te cubra la cara, es una muerte placentera, dice la boca que se ha pasado la vida susurrándome al oído, mostrándome las tetas sin dejarme probarlas, me convocas cuando enciendes un cigarrillo y los posas en esos labios que tantas impostaras han besado haciéndose llamar Yo, cuando nazco de tus lágrimas y me siento en tus piernas yo amanto la vida que te vive, cuando respiras mi nombre yo soy la madre de tu pensamiento más puro, ese que nace desde mis blancas piernas bien abiertas, soy la prisa del mundo, el amor más temido y la boca menos esperada, el punto final del poema depende de mi beso, dice la maldita entregándome a la inexistencia por fin.