Textos de Principios de Liderazgo 2 (Qué Es La Modernidad) (UEES 2016)

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Teolgia de la sociolgia

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  • Textos de Principios de Liderazgo (2) (UEES, 2016)

    Qu es la modernidad? /Qu es ser moderno? Es El Salvador un pas moderno?

    I- ALGUNAS CONCEPCIONES DE MODERNIDAD Y MODERNIZACIN

    (l) La discusin al interior de las humanidades as como de las ciencias sociales producidas en Amrica Latina, en torno a los principios, las contradicciones, las consecuencias y las resistencias de los proyectos de modernidad ha gozado de un especial inters.

    (1.1) Una manera como se ha abordado dicha discusin ha sido desde sus efectos incluyentes/excluyentes. Por ejemplo, Jos Carlos Maritegui, dentro de la tradicin marxista, sealaba que parte del proceso de la modernidad era la occidentalizacin. sta ha internacionalizado, ha solidarizado la vida de la mayor parte de la humanidad, pero uniformndola, dominndola, excluyendo o intolerando rivales.

    (2) Pero, cmo entender la modernidad o lo moderno? El anlisis histrico del trmino moderno que hace Jacques Le Goff nos permite vislumbrar un itinerario complejo y ambiguo de significados.

    (2.1) Le Goff nos dice que es un trmino de la cultura occidental que evoca los contrastes y las novedades de mbitos variados (arte, economa, poltica, etc.) al interior de las sociedades europeas (al igual que la estadounidense).

    (2.2) Pero tambin evoca la conquista, imposicin o intercambio cultural, econmico, poltico, socio-religioso de Occidente con respecto a otros pueblos.

    (3) Desde esa perspectiva, cabe preguntarnos si lo moderno siempre ha necesitado de lo antiguo o tradicional para existir. Hasta qu punto lo antiguo o tradicional no es tambin una construccin del discurso de la modernidad? Dicho de otra manera, hasta qu punto la bipolaridad modernidad-tradicin no es uno de los mitos ms importantes del colonialismo y neocolonialismo?

    (4) Algunas veces se utilizan los trminos modernidad y modernizacin indistintamente como procesos en los que se establece, no sin resistencias, los paradigmas civilizatorios occidentales de los siglos XVIII y XIX: nuevos sistemas de produccin, construccin de los estados-nacionales, secularizacin de la enseanza, narrativas en torno al individuo, la tolerancia religiosa, los derechos polticos, el progreso

    (4.1) Aunque, si bien el trmino modernizacin alude al proceso en cuanto tal, modernidad hace alusin, segn se deja entrever, a algo ms abstracto y amplio como es la representacin y justificacin de aquel proceso.

  • (5) A partir de lo anterior, cmo entender el proyecto de modernidad en El Salvador durante el siglo XIX? qu lneas interpretativas podran esbozarse?

    (5.1) Para empezar, habra que asumir una perspectiva de larga duracin. Probablemente el proyecto de modernidad iniciara con las reformas borbnicas a mitad del siglo XVIII y llegara a una etapa de consolidacin entre 1870 a 1930, aproximadamente. Podra considerarse como la adopcin, adaptacin y/o recreacin de modelos de ndole diversa (econmica, social, poltica, cultural) que tuvieron sus continuidades, rupturas, novedades, etc.

    (5.2) Por otra parte, debemos considerar que el proyecto moderno, en unos casos, fue impuesto desde diversos puntos geopolticos exgenos o por las elites polticas-econmicas locales. Pero tambin fue impuesto o asumido, sin necesidad de coercin exgena, por otros actores sociopolticos. Y es que dicho proyecto no siempre fue dicotmico entre la influencia externa y lo interno pues en muchas ocasiones ambos aspectos seguramente se articularon y amalgamaron, haciendo su lnea divisoria bastante difcil.

    (5.3) Un buen ejemplo se ha observado en las localidades mexicanas cuando los pueblos indgenas se apropiaron de la cultura hegemnica sin necesidad de que el Estado o las elites se las impusieran. Adems, el proyecto moderno demand de nuevas formas de pensar y de legitimacin terica ms acorde a las expectativas de los diversos actores que lo impulsaron. sta se encontr fundamentalmente en el pensamiento ilustrado, los liberalismos o los positivismos y en las mixturas de stos con las concepciones de Antiguo Rgimen o con las creencias indgenas y ladinas.

    II- CONCEPCIN DE MODERNIDAD EN GARCA CANCLINI

    (6) Puede resultar til, para comprender los debates y las narrativas de la modernidad en El Salvador decimonnico, la reflexin que el antroplogo Nstor Garca Canclini hace sobre los desajustes entre modernismo (o modernidad cultural) y la modernizacin socioeconmica en Amrica Latina. Aunque el antroplogo argentino se refiere a la literatura (o a producciones simblicas), su reflexin es til para el mundo del pensamiento o de las ideas en general.

    (6.1) Canclini se plantea a qu se debe el desajuste entre modernismo y modernizacin. Es posible impulsar la modernidad cultural cuando la modernizacin socioeconmica es tan desigual? Segn l no debemos medir nuestra modernidad con imgenes optimizadas de cmo sucedi ese proceso en los pases centrales. Dialogando con Perry Anderson, Canclini cree que nuestra modernidad no ha sido un eco diferido y deficiente de los pases centrales. Tampoco debe seguirse aceptando el rstico determinismo segn el cual ciertas condiciones socioeconmicas produjeron las obras maestras del arte y la literatura.

    (6.2) El modernismo en Europa no floreci en Inglaterra, es decir en la potencia precursora de la industrializacin y dominadora del mercado mundial durante muchas

  • dcadas. Ms bien, surgi en la Europa continental. All se intersect un orden dominante semiaristocrtico, una economa capitalista semiindustrializada y un movimiento obrero semiemergente asegura Canclini.

    (6.3) De ah entonces que ni el modernismo o modernidad fue expresin de la modernizacin socioeconmica sino el modo en que las elites se hacen cargo de la interseccin de diferentes temporalidades histricas y tratan de elaborar con ellas un proyecto global.

    (6.4) En Amrica Latina esta heterogeneidad multitemporal de la cultura moderna oper pocas veces mediante la sustitucin de lo tradicional y lo antiguo. La modernidad floreci entonces en el entrecruzamiento de lneas muy heterogneas: indgenas, hispanas catlicas, etc. Algo que tambin experimentaron las colonias africanas a fines del siglo XIX y durante el XX.

    (7) No es extrao entonces encontrar esa heterogeneidad e hibridez en los reclamos de muchas poblaciones de El Salvador a los constituyentes de 1886 por redactar, segn aquellos, la ley fundamental alejada del verdadero espritu nacional.

    (7.1) Para muchos vecinos, que enviaron sus representaciones a los constituyentes y fueron publicadas en el peridico El Catlico, se estaba sustituyendo un progreso ordenado, justo y apegado a la religin de la inmensa mayora de los habitantes del pas por un progreso desptico y atropellado. Lo que para unos es progreso, deja de serlo para otros, afirmaban los vecinos de Santa Tecla en julio de aquel ao.

    (7.2) De acuerdo a los vecinos catlicos el progreso no se pona en cuestin. Se refutaba ms bien el establecimiento de instituciones (como el matrimonio civil o la enseanza laica) o la supresin de formalismos (como la invocacin de Dios en la constitucin) los cuales eran contarios a las costumbres del pas. Copiarafirmaban unos feligreses de Nejapa- y traer todo aquello que mejore nuestra situacin y sea de utilidad positiva, adaptndolo nuestro modo de ser poltico, religioso, intelectual y moral, no llevadas del prurito de legislar y del espritu de novedad era digno de alabar; no as establecer en nuestro pas, instituciones y leyes impracticables y odiosas, que no se pueden llevar cabo sino por la fuerza armada.

    (8) Por otra parte, comenta Canclini, los liberalismos nacionales fueron modos de experiencias intelectuales destinados a asumir conjuntamente la estructura conflictiva de la propia sociedad, su dependencia de modelos extranjeros y los proyectos de cambiarla.

    (8.1) Dicho en otras palabras, para Canclini el modernismo no ha sido la adopcin mimtica de modelos importados. Fue un elemento interno y activo de la cultura, pues dichos enfoques bebieron de dos fuentes: una endgena y otra exgena. Desde el punto de vista de la plstica, no fue siempre la influencia directa, trasplantada de las vanguardias europeas lo que suscit la veta modernizadora. Fueron ms bien las preguntas de los propios latinoamericanos que recin llegaban de Europa- acerca de

  • cmo volver compatibles su experiencia internacional con las tareas que les presentaban sociedades en desarrollo, afirma Canclini.

    III- LLEG LA MODERNIDAD A EL SALVADOR? ES EL SALVADOR UN PAS MODERNO?

    (9) Hasta el momento sabemos muy poco sobre la recepcin, asimilacin, recreacin y resistencia a los proyectos modernos impulsados en El Salvador decimonnico.

    (9.1) Los trabajos clsicos de Bradford Burns y Patricia Andrews o los estudios realizados en las ltimas dcadas por David Browning, Rafael Menjvar, Rodolfo Cardenal, Hctor Lindo, Aldo Lauria, Patricia Alvarenga, Erick Ching, Adolfo Bonilla, Carlos Lpez, entre otros, han avanzado en el conocimiento de la economa, poltica, cultura y sociedad del proyecto en cuestin.

    (9.2) Sin embargo, todava quedan muchos aspectos y preguntas pendientes. Es posible hablar de varios proyectos de modernidad a travs de diversas generaciones liberales? Cules fueron los vehculos idneos por los que la intelectualidad moderna se expres y le permiti consolidar no slo el reino de la opinin pblica sino tambin nuevas formas de sociabilidad? Es posible hablar de una modernidad catlica frente a un liberalismo francmasnico que lider a la modernidad secularizada y anticlerical? Cules fueron los nuevos recursos pedaggicos que intent aplicar la modernidad secularizada en la educacin pblica? Qu papel jugaron las teoras higienistas sociales en el marco de la modernizacin de los espacios pblicos y frente al desmedido crecimiento urbano?, entre muchas otras interrogantes.

    Sajid Alfredo Herrera Mena

    La modernidad: recepciones, contradicciones y resistencias.

    El Salvador en el siglo XIX. Introduccin

    Asociacin para el Fomento de los Estudios Histricos en Centroamrica, 2008

    http://www.afehc-historia-centroamericana.org/?action=fi_aff&id=1991