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7/24/2019 TextoOnline_1066

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"Lo Insoportable, La Confianza, La Apuesta"

(*) Escuela Freudiana De Buenos Aires

Mara Gabriela Pedrotti

En un texto Freudiano de 1927, El porvenir de una ilusin, Freud intenta dar cuenta deldesvalimiento de inicio del hombre. El desvalimiento y desconcierto del gnero humano, nosdice Freud, son irremediables. Es sobre todo aqu donde fracasan los dioses; aunque elhombre no deja de inventarlos.La creencia es una herramienta que le permiti al hombre ir construyendos, sosteniendo a unOtro que garantice su existencia.

El narcisimo le ofrece al sujeto el dibujo de un cuerpo, Uno , para sentirse separado delmundo. Uno del sentido, captor de representacin, podriamos llamarlo el Uno de la ceencia.

Tambin nos habita el Uno distintivo, aquel que el significante ofreci, al no significarse todoen Uno y necesitar de otro, y de otro, y ms, al menos dos. El Uno del descreimiento.

Y por ltimo, lo que no es ni uno ni Otro, el objeto a, soporte en tanto agujero de la existencia.Aquella que se aora cuando el Uno le hace valla, tope a su aparicin, momentos de divorcioentre el saber y la verdad.

La confianza es uno de los nombres que Freud le da a la transferencia, confianza en lapalabra, en el saber del Otro, en el Sujeto supuesto Saber. Lugar de comienzo de un anlisisen el desvalimiento que la neurosis deja a veces al sujeto, cuando apresado all no puedeexistir. Lugar de comienzo, dije, que al final topa al sujeto otra vez con su despojamiento. Peroesta vez al final, en qu se diferencia y en que no de aquel comienzo?

La existencia, creo, se sostiene de una apuesta que es al comienzo en la aparicin del sujetodel inconciente del lado del analista, y que al final del recorrido tambin toma forma de

apuesta, esta vez del lado del sujeto.

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Lacan toma a Blaise Pascal para trabajar el tema de la apuesta.

Si con Descartes, se dice que se abre el camino a la modernidad, con Pascal se abre pasotambin a una nueva direccin del espritu, aquella que apunta al hombre y al mundoconjugadas ambas en el terreno ineludible de la existencia.

Descartes plantea la ciencia pura del mtodo, Pascal lo llama sprit geometric, pero l agregael sprit de finesse, la intuicin viva que penetra de una sola mirada en la esencia misma de las

cosas. Dice Pascal: la limitacin constitutiva que soporto me conduce necesariamente haciala paradoja, y en esa paradoja se aferra un hombre capaz de mucho y poco, de todo y denada. Frente al pensamiento abstracto opone la existencia concreta. El punto de partida es laexistencia concreta del hombre.

Su clebre argumento de la apuesta es el que toma Lacan en su seminario El objeto delPsicoanalisis y De un otro al Otro.

Dir Pascal : No s si Dios existe o no, pero seguro que no llegar a la conclusin por vade la razn, entonces apuesto a que existe y que contino.

Su proposicin me hizo acordar a la instalacin del juego infantil. El juego de la apuestapascaliana introduce eso, el jugar denuevo. El famoso Dale que de los nios.

Lacan comienza en la clase del 2 de febrero de 1968 a preguntarse por su transmisin. Aqudice que el anlisis es una experiencia trascendente en el orden de la tica, la experienciadice en la relacin del sujeto con el Otro.

Mi pregunta es la siguiente, qu pasa cuando ya la confianza ubicada en el SsS cae? Allsurgi en mi experiencia un trmino que cobr relevancia y me llev a su bsqueda, la

apuesta.

Exponerse a la situacin de que toda demanda no puede sino ser decepcionada, ah est loque el paciente tiene que afrontar y lo que no podr preveer al principio de su anlisis. Elanalista es SsS, supuesto saber todo, salvo lo que respecta a la verdad del paciente.

Ahora, pienso que si esta posicin cae al fin de un anlisis, o sea ya no hay sujeto al que se lesuponga saber, me pregunto: Hay manera de que caiga la suposicin? Hay manera deenfrentar lo real que no sea va supuesto?

Lacan dice que Pascal transmite con sus papeles, hechos garabatos (sus pensamientosfueron editados post mortem), algo de la realidad incorprea que l nos desea transmitir.

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Pascal, nos dice, Lacan manifiesta la estructura del sujeto. No se podra por el poder de larazn saber si Dios existe. La existencia es independiente de la razn de ser. No hay un Diossupremo. Hay el de cada uno.

La apuesta de Pascal no es la apuesta de Uno es la apuesta de un Je. Para apostar hay queabandonar el argumento, abdicar de la razn.

Dios es o no es, la razn no puede determinar nada all. Hay un caos infinito. Se juega un

juego en el extremo de la distancia infinita donde acontecer cara o cruz.

Siempre el que apuesta est en falta. Lo justo sera no apostar en absoluto, pero dice Pascal:hay que apostar, esto no es voluntario ustedes estn embarcados!.

La vida hace obstculo a la apuesta y respecto de lo que se trata en la apuesta, es de unanada. Para apostar hay que soportar la cada de la representacin imaginaria que anuda unsentido que excluye la nada. Nada de representacin, es vaco de inscripcin que marca yadesde ah que hay juego posible, de otras representaciones.

Entiendo que cuando Pascal habla de dejar las trampas de las envolturas placenteras, serefiere a esto. l lo llama nada, que se ponga en juego esa nada. Es decir perder lasenvolturas para embrutecerse. Lacan agrega a las prdidas de las envolturas la prdida dela vestidura narcisista. Dir: despojarse de esta imagen, que es la imagen de s. Entoncesla apuesta implica un desplazamiento que en este caso es la imagen de s.

Este es el despojamiento, insoportable en tanto implica un despojarse de una imagen que hadonado el Otro, como don y que lo deja al sujeto, entonces expuesto de su jugada. Paraqu?

Entiendo que para que el sujeto arme el suyo, fuera de la demanda, un juego que sostengaun compromiso, sostenido ya slo de su decir. Un decir que no busca interpretacin sino algnpartenaire. Y aqu es que Lacan va a introducir el objeto a, como causa del deseo, y valor quelo determina al sujeto, esto es de lo que se trata en la apuesta.

Una apuesta es un acto al que muchos se entregan. Sin acto no hay apuesta. Sin algo queimplique la decisin no hay apuesta. La decisin se remite a una causa que se llama azar.Qu el el azar? El azar se refiere a la concepcin de lo Real en tanto que es imposible.Imposible de interrogar porque no responde.

La apuesta encarna al objeto perdido, en tanto para el sujeto del inconciente comprometido enel significante hasta su lmite. El objeto est puesto ah para ser perdido. Ganar es siempre

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ganar una partida, y perder tambin.

Cul es la puesta en juego de este objeto desconocido que nos divide entre saber y verdad?

Lo que se pone en juego en la apuesta es la existencia del partenaire. Pascal diferenciaclaramente a mi modo de ver el todo del infinito, la funcin de la falta, o ausencia est enrelacin al infinito, el todo es un engao del narcicismo, que lleva a creer lo tantas vecesescuchado: Si aposts, es a todo o nada , yo diria que este dicho es el que comanda la

neurosis, e insiste en llevarlo al sujeto a no perder la esperanza. La esperanza es divina, lailusin es singular. Freud nos ensea que a diferencia de la esperanza en la ilusin hayparticipacin del deseo. Busquemos el paraso o caeremos en el infierno, es lo que sostiene laesperanza. Ni lo uno ni lo otro, sabemos que la existencia es, como nos ensea Lacan,tragicmica.

Volviendo a lo que se pone en juego, no podemos escapar de la puesta en forma significantede la cual Pascal nos dice a su manera que ya estamos embarcados, pero tambin es ciertoque esta puesta en forma incluye de inicio su lmite, es ms, no puede desplegrase sin l.

Ahora bien , mas all del significante est el objeto, y ms all del objeto lo real. Ese objetoque en el fantasma toma forma de objeto parcial: oral, anal, escpico e invocante, pero que enltima instancia es la causa de un invisible, inasible, indicernible divisin del Otro, el sujeto.

En la clase del 9 de febrero de 1968 dir Lacan, que el sujeto hace la estructura del goce yque todo lo que puede esperarse de ella son prcticas de recuperacin, eso quiere decir quelo que el recupera no tiene nada que ver con el goce sino con su prdida. Entonces diraahora que la apuesta est tambin ligada a la prdida de goce, no slo al argumento. Losargumentos mas bien son aquellos que se despliegan bajo el supuesto , suposicin de saberal sujeto que lo encarna que deja bajo la barra al objeto a. Suposicin que hace a la funcin

flica crear argumento. La apuesta en cambio es en soledad de argumento, porque cae surazn en el acto de decisin, momento de retorno de la confianza pero esta vez ms como unacto de fe en lo real.

Incertidumbre fundamental, a saber si existe un partenaire, donde la garanta de amparo cae.

En la a-puesta se trata de sostener la oposicin, la tensin siempre. Cae el Ideal que unifica yapacigua.

La apuesta implica la conviccin de que no se gana sin prdida y esto va ms all de los

argumentos a los que la funcin flica ha prestado servicios. La apuesta es siempre partida.Lo insoportable, lo insoporte, lo que no se soporta, abre una dimensin conocida por los

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analistas, aquella que va ms all del significante, aquella que aunque no significable se haceor. Or en el dolor de una perdida, en el reiterado desencuentro de lo buscado, en la cada delanalista del lugar del objeto, al final, cuando slo la presencia hace eco a ese tiempo previo ala ausencia de su imagen. Cuando solo y no tan solo deviene un partenaire radicalmente otro.

Lo insoportable del sufrimiento neurtico toma forma en un anlisis a medida que la cadenasignificante va cavando en sus vas su osamenta, su agujero inicial, su soledad, su ms ntimocobijo.

Me preguntaba al comienzo, si caa la supusicin con la cada del sujeto supuesto saber, sihabra otra manera de relacionarse con lo real que no fuese supuesta.

Y all es donde vuelvo a preguntarme si no toma la posta la a-puesta cuando ya no haysuposicin, porque la a-puesta implica la dimensin del objeto a en tanto tal, no en tantoobjeto del fantasma.

Es decir a-puesta arriba de la barra, como agente.

Deca que la apuesta es un juego que implica la toma de una decisin, que se juega ms allde Uno, en una bsqueda infinita. Implica tambin la cada del objeto que el ideal velaba y ladisponibilidad del objeto a para ser jugado.

La suposicin de la apuesta es el azar.

La decisin que implica la apuesta llega donde hay indeterminacin de la cadena significante yfuera de la imagen de s.

Puede apostar aquel que ha supuesto hasta le lmite, supuesto en el sentido de suponer lo

que el significante es para otro, no para la conciencia del sujeto, eso es la esperanza.

Entonces la apuesta implica soportar el agujero aqu que la cadena significante porta ysostiene hasta su punto de cada. No importa si creo o no, yo apuesto a un encuentroinexplicable.

La apuesta es la que da marcha a los distintos dispositivios del psicoanlisis. No hay anlisissin apuesta, se crea o no en l, ni final de anlisis sin ella, como tampoco experiencia de pasesin apuesta.

Tomar esto ltimo para decir que el pase se inscribe en esa dimensin. La decisin se tomams all de Uno. Comanda la decisin otra cosa que no es el argumento, ya que para hacer o

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no la experiencia hay argumentos absolutamente vlidos y lgicos.

Comanda otra cosa, digo, una apuesta que inicia un movimiento que har pasar o no sucausa, que no es ms que lugar de invencin.

Cados los dioses nos aguarda el prjimo, por ejemplo los amigos, aquellos a los queaprovecho agradecer cuando supieron que un abrazo devolva al alma ilusin, en momentosen los que sta desfallece.

Y voy a parafrasear a Freud en su texto El porvenir de una ilusin, Cap IX: Perdiendo susesperanzas en el ms all, y concentrando en la vida terrenal todas las fuerzas, as liberadas,lograrn que la vida se vuelva soportable. Entonces sin lamentarse podr decir junto con unode nuestros compaeros de incredulidad .

Dejemos los cielos a ngeles y gorriones

BIBLIOGRAFIAFREUD, S.: El porvenir de una ilusin.

LACAN, J.: Seminario XIII, El objeto del psicoanlisis, Clases: 2/2/68 y 9/2/68.LACAN, J.: Seminario XVI, De otro al Otro.PASCAL, B.: Pensamientos.

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