¿Ya no invernTexto: Marta Barjola

Los cambios de hábitos yde comportamiento en lascigüeñas han provocadoconfusión en lo que a suscostumbres migratorias serefiere. No se trata de quelas cigüeñas ya noinvernen, pero lo que sí escierto es que cada vez esmás frecuente divisarlasen plena época invernal enlos pueblos de España.¿Qué ha ocurrido para queestas aves modifiquen suconducta?

Los hábitos y costumbres de

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“P or San Blas, las cigüe-ñas verás, y si no las vie-res, año de nieves”. Esterefrán tan popular ha

dejado de tener vigencia. Y es que el 3de febrero, fecha de referencia paracomprobar que estas aves zancudas degran tamaño han vuelto de su retiroinvernal, cada vez se adelanta más. Cir-cunstancias como el clima o la nuevafuente de alimentación en que se hanconvertido los basureros, han provocadoun cambio de los hábitos migratorios.

Desde 1994, la población de cigüeñasha crecido anualmente entre un sietey un doce por ciento y las mayoresconcentraciones se dan en las provin-cias de Cáceres y Badajoz, seguidasde Salamanca, Segovia, Madrid,Palencia y Cádiz. Alrededor del 30 porciento de las cigüeñas que habitan enEspaña ya no emigran a África duran-te el invierno. Estas aves no se deci-den a emigrar o hacen “falsas migra-ciones” hacia el sur peninsular porqueel clima es más suave y pueden obte-ner alimento de arrozales y, sobretodo, de vertederos.

Manuel Fernández Cruz, profesor titu-lar del departamento de Biología Ani-mal I de la Universidad Complutensede Madrid, lleva años estudiando elcomportamiento de estas aves. Segúnél: “Podemos saber el itinerario deestos movimientos migratorios. Preci-

samente, la cigüeña, que es un ejem-plo de ave planeadora, prefiere apo-yarse en las corrientes térmicas, en labaja atmósfera. Si puede ahorrarsebatir las alas, lo evitará; viaja aprove-chándose de las corrientes térmicas yel calentamiento de las capas bajas dela atmósfera. Por estas corrientesascendentes va subiendo, planea, sedesliza y fija las rutas migratorias. Yaque sobre el mar no se producencorrientes térmicas, prefieren pasar aÁfrica por los sitios con recorrido mari-no más corto”.

CADA VEZ VUELVEN ANTES

El hecho es que cada vez es más fre-cuente ver cigüeñas a primeros denoviembre en los pueblos españoles.Como típico ejemplo de ave migratoria,ocupa alternativamente dos residenciasque están fijadas en el tiempo y en elespacio: una de cría, que es donde sereproducen y que en este caso, corres-ponde a la Península Ibérica y la resi-dencia de reposo o invernal. Esta últimase ubica en el África transahariana, alsur del Sahara. La cigüeña es un avemigratoria de larga distancia y entreesos dos lugares realiza sus desplaza-mientos migratorios: normalmente deEspaña a África realiza la migraciónpostnupcial, que también se conocecomo otoñal, aunque realmente tienelugar en verano, y el retorno de Áfricahasta España se realiza a través de lamigración inversa, conocida como pri-maveral, aunque realmente debería lla-marse prenupcial, porque se produceantes del apareamiento y de la cría.

Para Manuel Fernández Cruz, “la creen-cia de que estas aves ya no invernan sebasa en el hecho de que están cam-biando sus hábitos migratorios. Sinembargo, nosotros hemos podido com-probar que esto no es así, ya que sepuede controlar a la población que seva en otoño por el Estrecho de Gibraltary se corresponde con la población exis-tente. Lo que sí se sabe es que muchas

de ellas pueden haber estado en Áfricay vuelven antes de lo que la gente cree.El gran error se encuentra en quemuchos de nosotros vemos cigüeñasen noviembre y pensamos que no sehan ido, pero lo cierto es que ya hanvuelto”.

Este gran estudioso de las cigüeñasconsidera que “es cierto que en laPenínsula Ibérica se quedan algunoscentenares de individuos invernando,pero los motivos responden a unanueva fuente de alimentación como son

los basureros, que han emergido en losúltimos diez o doce años. Cuando seconoce mejor a esta especie se obser-va que fuertes grupos de la poblaciónpueden empezar a volver muy prontodel área de invernar”.

A la hora de hablar de fechas concretas,Fernández Cruz cifra los primeros regre-sos en torno al 25 de octubre. “Por eso–afirma Fernández Cruz– se pueden vercigüeñas en pleno invierno en zonasdeterminadas, incluso durmiendo en losnidos, lo que nos lleva a pensar queestán invernando, cuando, en realidad,estos son unos individuos que se hanmarchado a primeros de agosto, han

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El 30 por ciento de las cigüeñasque habitan en España ya no emigrana Africa durante el invierno

M igres es un proyecto organi-zado por la Consejería deMedio Ambiente de Anda-

lucía en colaboración con la SociedadEspañola de Ornitología (SEO-BirdLife) que comenzó en 1997, y cuyoobjetivo es estudiar durante cincoaños el paso migratorio postnupcialde las aves a través del Estrecho deGibraltar, para contribuir a la con-servación de las aves migradoras, delas rutas de desplazamiento y de sushábitats. Un aspecto importante delproyecto es la difusión de este fenóme-no natural entre la población. El tra-bajo de campo es realizado por gruposde 2.200 voluntarios cada diez días.Son personas con experiencia en estastareas a las que, no obstante, se les daun curso teórico práctico previo. Encada jornada, que se extiende desdela salida a la puesta de sol, los cola-boradores se sitúan en más de unadecena de puntos de observación dis-tribuidos por todo el Estrecho y reali-zan los conteos de las aves y su iden-tificación, recogiendo también diversainformación sobre el ritmo de paso,las rutas usadas según la especie y lassituaciones meteorológicas. En las dosprimeras ediciones del programa, eltrabajo consistió en el seguimiento delas grandes aves planeadoras (cigüe-ñas y rapaces), aunque en lo sucesivose han ido ampliando las labores decontrol hacia otros grupos de avescomo los paseriformes, limícolas o lasaves marinas. En los próximos añosse pretende incluir programas de mar-caje y anillamiento y realizar el segui-miento también en la migración pri-maveral.

PROGRAMA MIGRES

1. Cigüeña blanca. 2. Las cigüeñas aprovechan las corrientes térmicaspara desplazarse. 3. Insólita imagen de cigüeña blanca junto a cigüeñanegra.

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estado todo agosto, septiembre, buenaparte del mes de octubre en África y hanvuelto ya; es decir, que la invernada noestá tan centrada en nuestro invierno.Por supuesto, cuando vuelven no tienenproblemas de competencia alimentariaporque al principio vienen menos, y,como eso coincide con la época de llu-vias aquí, existen bastantes animalesacuáticos de los que se alimentan y nohay problema de competencia”.

MIGRACIONES Y VIENTOS

En cuanto a los números que los exper-tos están determinando para los perio-dos migratorios, están muy de acuerdocon lo esperable conforme a las canti-dades de parejas que se reproducen enel área geográfica de toda Europa Occi-dental desde Alemania centro occiden-tal, hasta la Península Ibérica. Una delas principales fuentes para conocerdetalles sobre este tema es el programaMigres, que estudia el paso migratorio através del Estrecho de Gibraltar. “El pro-ceso migratorio –señala FernándezCruz– está muy influenciado por losvientos. Según sean, reaccionan de una

u otra manera. Estos años, los númerosestán acordes con la población quedebería haber; aproximadamente120.000 individuos en la época demáxima intensidad de trabajo; es decir,

en torno al 20 de julio y hasta el 25 deagosto, unos cuarenta días. Luegosigue casi hasta el 10 ó 20 de octubre.Eso permite hacer un censo y conocersus hábitos, aunque unas cantidadesestimables de cigüeñas podrían que-darse aquí a invernar, pero algunosvuelven muy pronto y podemos estarobservando a un grupo de aves que haestado ya en África y que han vuelto”.

El número de cigüeñas ha aumentadoen España en los últimos años, ya que elalimento está asegurado, y, aunque losexpertos consideran que no se trata de

una alimentación muy natural, nosencontramos con que gracias a ellaestamos en unos niveles superiores alprimer censo reproductor que se hizo enEspaña en 1948. Se han hecho contro-

les desde este año y durante el primerperiodo la disminución era muy marca-da, e incluso llegaba hasta la extinción,de 14.000 llegaron a 6.700. Se trataba,sin duda de previsiones funestas, peroen torno a 1985 ó 1986 empezó unarecuperación muy espontánea, natural,pero artificializada por esta fuente de ali-mento, y en el último censo, de 1994 eramuy superior. Al haber mayor cantidadde aves, todos los comportamientos seagudizan en número.

FECHAS CLAVE

Cuando uno quiere determinar si lascigüeñas se han ido, Fernández Cruzaconseja fijarse en el periodo entre el 1de septiembre y el 15 de octubre. “Si enesos días, el nido sigue ocupado es queno se ha ido fuera. Otra cosa que puedepasar es que abandonen las localidadesmás al norte y que encontremos a esosindividuos nomadeando al sur de Espa-ña o al norte de África, en Marruecospor ejemplo. A efectos de pueblo encuestión, la cigüeña se ha comportadocomo un ave migratoria: se fue en sumomento, pero cuando llega la prima-vera vuelve. A efectos globales, hahecho un desplazamiento corto, perono hay que olvidar que la mayor partede ellas se siguen comportando comoaves migratorias” ratifica el estudioso.

ESPAÑA, A LA CABEZA DE LAUNIÓN EUROPEA

España es el país de la Unión Europeacon mayor número de cigüeñas. Alrede-dor de 25.000 parejas, que cada añoaumentan gracias a las medidas de pro-tección dirigidas a estas aves. Elaumento de la población se debe al ali-mento, a la concienciación de las

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L as cigüeñas se han convertido en un problema para Extremadura, la comuni-dad autónoma de la Unión Europea con mayor número de cigüeñas blancas.Y es que, según parece estas aves han decidido instalarse allí permanente-

mente. Concretamente en Badajoz, las autoridades ya hablan de plaga.

La superpoblación de cigüeñas que existe en Extremadura ha llevado a éstas a cons-truir sus nidos en las torres de los tendidos de luz. Por este motivo, una de las com-pañías eléctricas que opera en esa zona se ha visto obligada a inventarse un nuevotipo de cableado. Cableado que por supuesto no ha convencido a las principales orga-nizaciones ecologistas de la zona.

Este incremento de la población de cigüeñas se debe a que cerca de los cables de ten-sión hay muchos vertederos donde se alimentan las cigüeñas y luego se instalan enlos postes. En una misma torre de alta tensión pueden llegar a construirse hasta cua-tro nidos. El problema es que cada vez que una rama de las que utilizan para cons-truir los nidos se cae en un cable, se produce un cortocircuito. Para evitarlo, la com-pañía ha diseñado un nuevo sistema. Se trata de utilizar barras de vidrio en vez demetálicas, ya que el vidrio es más aislante y menos consistente.

De esta manera, la rama no se sujeta y no se puede construir el nido. Así sólo habráun nido por cada torre de tensión. Esta operación cuesta 500.000 pesetas por torre-ta y dos obreros que cada mañana sólo consiguen deshacer un nido, porque tienenque ir quitando ramita a ramita. Sin embargo, esta medida ha sido rechazada porlas principales organizaciones ecologistas. Los nidos de estas cigüeñas pesan, comomínimo 250 kilos. En toda Extremadura hay más de 4.000 postes de alta tensión.La cuestión es ahora analizar las consecuencias que implica esta superpoblación ydecidir si se debe o no poner restricciones.

SUPERPOBLACIÓN EN EXTREMADURA

Nuevas fuentes de alimento, especialmentelos vertederos, han modificado los hábitosviajeros de las cigüeñas

empresas eléctricas que instalan en lostendidos sistemas de protección paraque las aves no se electrocuten, a laatención que la Administración ha pues-to en estas aves y a que los gruposecologistas y sociales han hecho ungran esfuerzo. De hecho, entre el hom-bre y la cigüeña se ha creado una sim-biosis muy especial, viven en estrechocontacto y las aves construyen susnidos en pleno núcleo urbano. Sinembargo, los nidos, que pesan entre600 y 700 kg, pueden deteriorar edifi-cios históricos al atascar con las ramaslos canalones y provocar humedades.Además, los grandes nidos, deben lim-piarse cada tres o cuatro años para evi-tar que caigan de los tejados por unexceso de peso.

En este sentido, Fernández Cruz afirmaque “la cigüeña es una típica ave quebusca la cercanía de la especie huma-na, aunque puede influir negativamenteel hecho de que instale el nido en sitiosque al hombre no le gusten como es elcaso de iglesias o conventos. En épo-cas pretéritas, hace entre 20 y 25 añoshabía una persecución de determina-das instituciones propietarias de esosedificios para echarlas fuera y con cier-

ta razón, ya que la instalación de unnido en una techumbre de teja árabe, ocon materiales fácilmente deteriora-bles, pueden provocar que se hunda”.Este experto ornitólogo considera quees tarea del Estado proponer alternati-vas a esos nidos: “se tienen que tomarmedidas y procurar crear soportes arti-ficiales para nidos que no toquen direc-tamente en estos sitios. Una vez que

las aves están instaladas es ilegal pro-ceder a la retirada de nidos en cons-trucción y si se hace con todos lospermisos, se le debe dar una alternati-va de salida a estas aves. Porquecuando una pareja de cigüeñas poneel nido en un sitio, es que quierenestar ahí. Si se le retira el nido, al díasiguiente pondrán ramas en el mismositio. Si al lado les pongo un artilugioartificial, la primera vez no se irán a

ese, pero la segunda vez sí, lo que nose puede hacer es quitar el nido y nodarles otra opción porque volverán almismo lugar y así estamos incurriendoen la ilegalidad”.

Lo cierto, es que las cigüeñas aportanmuchos beneficios y gozar de unaextensa población de estas aves es unprivilegio. En la mayoría de países euro-

peos no se encuentran cigüeñas, ymucho menos, en la proximidad delhombre; por eso, se están promoviendoen algunos países programas de repro-ducción de estos animales, ya quehubo una época en la que existieron,pero ahora se han extinguido. Por estemotivo, ver cigüeñas en nuestros pue-blos y ciudades, se ha convertido en unprivilegio del que no muchos paísespueden presumir. �

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Si un nido sigue ocupado entre el 1de septiembre y el 15 de octubre quieredecir que esta ave ya no va a emigrar

Cigüeñas alimentándose en el vertedero de Valdemingómez.

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